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Dedicado a Mario y Susana Panelo, dos almas generosas que me ayudaron
desinteresadamente en la juventud, ¡que mi Padre los tenga siempre en su Santo Cielo...!
Por “El Sendero de la Devoción Incondicional”, esta entrega de “Ronroneos del
Corazón”, son verdades espirituales, experiencias personalmente realizadas, sentimientos
extractados de mi más hondas meditaciones, junto a la presencia interna y siempre gozosa
del amor de Dios, producto de mi primera etapa como joven yogui.
Son una inspiración y aliento para todos los que noche a noche, se deslizan
internamente desde los brazos de la concentración y el éxtasis, hacia el siempre renovado y
directo contacto con la Bienaventuranza Divina. El anhelo y la realización de la identidad
del alma con Dios, es el tema central que se repite en forma variada, señalando a la
experiencia del camino interno como el más seguro y directo para alcanzar éste divino
objetivo.
Nunca me conformaba con los simples benéficos efectos de la meditación, como la
tranquilidad mental, los poderes psíquicos y el desarrollo creativo de la inteligencia; para mí
eran siempre nada y por eso, lloraba profundamente, para que el Amor Divino me sonriera
internamente, para poder escuchar a Dios ronroneando dulcemente desde mi mismo
corazón... Y Él, aunque se hacía dulcemente desear, siempre finalmente venía y su nube de
afecto me envolvía.
Solía meditar de noche, en un pequeño dormitorio compartido con mis dos hermanas.
A veces, también lo hacía en el mismo lugar, pero de día. Había muchos ruidos adentro,
incluso se podían escuchar los provenientes del tránsito en la calle, pero mi necesidad de
Dios era tan intensa que, a los pocos minutos, todos los ruidos y molestias no podían ya entrar
a mi mente, sólo abierta para el Amor Divino.
Dios no se da a medias a los que no se le entregan a medias; por eso, por detrás de las
palabras que intentan reflejar ondas devocionales intensas, hay profundos significados que
retransmiten su sabiduría... Los sinceros devotos del Señor, podrán encontrarme sonriéndoles
siempre a través de estas ondas y si meditan profundamente en ellas, podrán sumergir sus
almas en el conocimiento interno, que el Espíritu Eterno me enseñó, y recogiendo sus
lecciones en sus propias vidas, hacerlas suyas para toda la vida...
Tales ondas de intensos pensamientos y realizaciones devocionales, son siempre
accesibles para todos los que en Dios creen y al Señor todo su amor Le entregan. Ronroneos
del Corazón describe experiencias universales del embeleso de Dios, del éxtasis consciente
inducido por la simple mención del nombre de Dios en el Alma ensimismada y embebida en
su incondicional y divino amor.
Alguna vez me han interrogado sobre por qué, siendo un devoto del Señor, desarrollo
la razón ontológica y el método lógico científico; la contestación es, porque soy un devoto
me ocupo de obtener lo que más necesitan, todos los que no tienen esa natural inclinación
del alma, aún contrariando el natural fluir de mi naturaleza interna. El servicio a Dios no
puede limitarse a unos pocos, porque Dios está en todos y es para todos.
“Sea multiplicada la misma paz de tu conciencia en ti, mientras así quieras”
Buda Maitreya
Ronroneos del Corazón fue escrito durante 1978, ¡sí! verdaderamente pasó un poco
de tiempo ya...
Dedicado a Moisés, Krishna, Buda, Cristo y Mahoma: los maestros perfectos.
¡Podamos siempre iluminar, con sus grandes enseñanzas, el Justo Medio de nuestro
personal recorrido por el Camino de la Armonía y la Integración!
Al compartir nuestro pan de vida con extraños que no te aman, Tú te pierdes del horizonte
de nuestro corazón, y caemos en la tenebrosa ignorancia del más oscuro olvido.
Unicamente al encerrarnos en la caja infinita pero siempre limitada de nuestros propios
pensamientos, Tú te ocultas a nuestra visión, así experimentamos el dolor de la no vida.
Momentáneamente, al atender y escuchar a aquellos que no te conocen y adoran el placer
del mundo como su supremo fin, nos olvidamos amargamente de Ti.
Oh corazón!!!, anda por senderos internos donde la vida recibe más vida.
Mi Padre!!!, sean los hilos de plata y oro de tu sabiduría y amor, nuestra alianza siempre
renovada, que nos una eternamente al gozo consciente de ¡todo Tú, en nosotros!
Aquietaremos nuestro mar de emociones, con el arrullo de tu divino amor...
Mi corazón reclama desde incontables eones: ¡ven a nosotros, mi amado Dios!
En Ti, ¡oh nuestro Dios!, todo es uno.
No entregaremos más nuestra alma a los deseos del mundo.
Amaremos a todos, con los mismos rayos de tu corazón profundo.
Les romperemos los cascarones que encierran sus vuelos...
Aniquilaremos con el rayo de tu bondad, las nubes blancas y negras de sus cielos.
En un inquietante trueno astral, manifestaremos nuestro inquebrantable deseo.
Sumergidos existiremos, en el deleite de tu conciencia pura.
Encontraremos tu amor tanto de noche como de día.
No te abandonaremos en el dolor ni en la alegría.
La lámpara de nuestro espíritu no se apagará por la noche.
Al lago de nuestra mente no inquietaremos durante el día.
Por el pasional mundo ya no correrá nuestro corazón.
A todo nuestro ser concentraremos para vivir en Ti ¡Espíritu de toda conciencia!
Zarparemos de todos nuestros apegos y, a tu lado, hallaremos el remanso de eternidad.
Sirviendo a todos, disolveremos nuestra mente en la conciencia de tu infinito saber.
Entregándonos a todos, reencontraremos nuestro corazón en la conciencia de tu infinito
amor.
Recordándoles tu nombre a todos, extinguiremos todo ego en tu infinito ser.
Viviendo en espíritu por siempre en todos, seremos inmortalmente conscientes de Ti.
Incluyendo a todos en nosotros, conoceremos el misterio de tu suprema soledad.
Renaciendo incesantemente, nunca más creeremos que somos cuerpo o ceniza.
Sólo con la vida venceremos a la muerte, con amor al egoísmo, con humildad al deseo.
Iluminaremos nuestra ignorancia espiritual abriendo el ojo único de nuestra devoción a Ti.
¡Oh nuestro Padre Eterno!, quemaremos la raíz invisible de todos nuestros males, que apego
a lo transitorio es.
Sólo en el amor y perdón, te buscaremos!!!
Otra paz, no hallaremos!!!
Y en la verdad, te conoceremos!!!
De quién es la luz?, tuya es?, de quién es...?
Inspira nuestro aliento, porque nuestro corazón con tu nombre late.
Cielo, por tu amor nuestra vida late!!!
Hoy eres interna risa, convertida en profundo gozo.
Aletea la sonrisa de tu paz y abres en nosotros, el ojo único de santidad y pureza.
¡Oh Espíritu no dual y siempre único, esencia de la dicha, bendícenos con la verdad de tu
paz oculta por detrás de nuestra existencia y podamos así siempre recordarnos iguales a Ti!
Vemos detrás de todos nuestros llantos, al luminoso fantasma de tu sonrisa perseguirnos.
En el largo camino atravesando el océano de sufrimiento, pudimos verte.
Recordar siempre podemos, que el dolor, es ilusoria expresión de apego al deseo.
De nuestra ignorancia sale el suspiro por estar a tu lado, cuando no hay dónde perderte.
Afuera podemos buscarte y nuestra sed, por Ti, agotarse en completa sequía.
Del interior océano de nuestra alma dormida, saltan los peces de tus sonrisas.
¡Bendícenos con tu divina sonrisa entre los sueños de nuestro bravo y manso corazón,
angustiado por querer conocerte ya.., pueda así la atención de nuestra mirada centrarse
fijamente en tu paz y atravesándola, despertarnos a la vida de inmortal alegría!
Jesús!!!,disipa nuestra neblina de poca fe, enfermedad y muerte, ¡despiértanos ya!
Espíritu!!!, libéranos con tu visión siempre nueva de cada ignorancia y todo mal.
Hijo del Hombre!!!, sométenos a la voluntad que todo lo puede y nada bueno impide.
Oh Dios!!!, no nos dejes caer en toda mala compañía y hábito dañino.
Veamos tu rostro!!!, delante de nosotros, por todos nuestros caminos y días, ¡veamos!
Amado Señor!!!, deshaz éste nudo raíz que nuestra alma es, arriba y abajo desaparezcan.
Ya adentro o afuera, no encontramos mayor gozo que el profundo pozo de tu presencia.
Orando, encontrarte y verte siempre podemos, ¡conocerte podemos!
Somos despertados en santidad y encendemos conciencias con tu nombre.
Otro no hay verdadero!!!, Tú eres lo que es real.
Y nosotros sólo podemos ser Tú, otro no hay verdadero!!!
Ungidos con el néctar de tu amor divino, sacudiremos la modorra en todos los mundos,
despertaremos a las almas de sus apasionados sueños, todo lo haremos para revelar que
sólo Tú, eres la verdad de nuestras vidas... Y Tú, enfado porque destruimos todos los mundos
y sueños de la creación toda, de inmediato nos despertarás en Ti, para que no
interrumpamos más la paz de tu gran sueño.
No entregaremos más nuestra alma a la noche y tormenta de las pasiones.
Oiremos la voz del corazón contra la cacería de innecesarias posesiones.
No entregaremos más nuestra alma a los deseos del mundo.
Oiremos sólo tu nombre, sólo a Ti te serviremos, amaremos y conoceremos.
Y sólo llena de tu luz nuestra alma brilla, ¡sólo Tú eres nuestra existencia, nada hay en
nosotros sin Ti, que sea verdadero!, realmente Tú ¡eres nuestra inmortal dicha!
Soy sin deseos, es lo que Yo soy.
Imposible que los pensamientos Yo sea.
Sin identidad es lo que Yo soy.
Imposible que Yo nazca o que Yo muera.
Soy fuera del mundo, increado es lo que Yo soy.
Imposible que Yo sea el sujeto o que Yo sea el objeto.
Yo Soy, lo que Yo Soy.
Otro verdaderamente no hay, aún así el alma insiste.
Intensa y profundamente sentimos el gozo, que en tu fuente nace.
Nada queda que el mundo pueda.
Felizmente, en ése inmortal pozo, nuestros deseos en satisfacción se ahogan y deshacen.
Internamente tu alegría, en nosotros libremente se refleja.
Ninguna atadura queda ante la rompiente de los Cielos..
Inmortal fuego devora todo ego y ni siquiera el alma escapar puede.
Todas las potencias del amor se elevan en coro por dentro, debido a tu presencia.
Antes, omniscientes miradas hacen arder universos y a nadie dejan morada.
Y por esta Luz de Vida, toda alma se reencuentra y reconoce en todas las almas.
Por fuera, todos los seres infinitamente se expanden.
Una vez por dentro, ilimitadamente se contraen en tu único ser.
Rezando en la orilla suprema, todos encuentran aquello, que en ellos mismos perdían.
Así todas las almas, conocen recién sus nombres, cuando se unen a Aquello, por el silencio
sin nombre.
Donde el corazón y la mente son libres, ¡en ése cielo hoy hemos nacido!
Entre lluvia de inmortales visiones, nuestra alma embriagada reconoce tus alas.
La vida estalla, aplastando los cráneos de todas sus muertes y los miedos huyen.
Goteando existencia la vida nos ha nacido por dentro, ¡aquí estamos, pero sin lugar!
Omnipotente principio de aguas de vida es lo que somos, y en nada más, somos algo más.
Zócalo entre alegría y esperanza, es recordar despierto lo que es real y eterno.
Orificio secretísimo, por el que fluyen aguas de vida sin cesar.
¡Bendita sea la existencia, bendita!, cantando la divina bienaventuranza hemos nacido,
¡aquí estamos!
Comprendimos que sólo en el fragor de la batalla mente y corazón, despiertos conocen.
Otro no puede comprender por fuera, por lo que luchamos comprender por dentro.
Nadie ilumina una casa a oscuras por dentro, antes sale y busca una luz afuera.
Completamente iluminada una casa, nadie sale de ella para buscar luz prestada.
Iluminar es una acción que consume y por eso, su razón no abandona al intelecto.
En la luz de la razón pura y correcta, la conciencia no anda a oscuras.
No sabe la razón lo que es divino, por lo que el intelecto y la conciencia fallan.
Comprendimos que es falso imitar al bien por sus frutos y no por amor al bien.
Invitamos a las experiencias ajenas y nos encontramos con ideas que nos son ajenas.
Amando desinteresadamente, nos liberamos de todo amor interesado propio y extraño.
Insistiendo con los correctos pensamientos, la mente se afirma y aclara.
Nadie nace siendo sabio, por lo que todo sabio creció sin cederse a su ignorancia.
Temiendo por lo que sea, el corazón se oscurece y enfurece, perdiéndose la huella.
El desinterés por conocer lo que las cosas sean, hace aguda la mente del sabio.
Realmente, la obra buena, no debe ser desatendida, porque lava constantemente.
Nunca hay luz en la lámpara, pero sin ella la luz quedaría sin fuente.
Adentro de uno no hay nada y cuando nada hay, todo lo de afuera sólo adentro está.
Sólo en Ti, ¡oh mi Dios!, todo es Uno.
Antes que pueda oír quebrarse en la mente tu silencio, todo es Uno.
Besando mi corazón en Tu santo nombre, descubrí que no tengo corazón, todo es Uno.
En Tu Ser encuentro el silencio que late como si fuera un corazón mío, todo es Uno.
Realmente eres eterno conocimiento, que en mí aparece como tu fe, ¡todo es Uno!
Altos cielos, sentí danzar entre mis estrellas más distantes y más cercanas.
Los átomos vibraron todos por mi cuerpo, con ondas de intensificada alegría.
Me sonrieron aguas profundas, todas las flores y todos los tiempos.
Alma mía estás sonriendo???, nuevamente ¡¿Eres Tú, verdad mi Señor?!
¿Puede el alma, ser otro que Dios, en nosotros? Por la mala costumbre de llamar a todo
“mío” no sabemos distinguir que el hondo sentimiento y la poderosa inspiración, no son
nuestra alma sino la tímida presencia del Todopoderoso cuando nuestra carne libre y
espontáneamente lo atraviesa. Decimos es el toque del alma, cuando en verdad es el toque
de Dios, y como esto no lo sabemos, nos cansamos de gritar ¡alma ven, ven! para no
quedarnos sin el calor del alma, y como Dios nos escucha llamar por alguien que Él no es,
dice para sí “pide por otro, Yo no iré, no sea que luego mi hijo/a enojado porque llegué sin
ser invitado, nunca más me llame otra vez”.
Dónde ha de ir mi alma???
Inmaterial es, dónde ha de volver???
Otro sitio no hay aparte de Ti, ni el universo tiene su rincón apartado, ¡sólo en Ti!
Sin TI yo nada soy, en Ti nada yo soy.
-¿Díme mi Señor, existe acaso algo más que sólo Tú?
-Sí!!!, Yo en ti, tú en Mí, y tú creyéndote separado de Mí.
Bebo de mi ser, cantando tu santo nombre.
Retorno mi mente hacia el eterno goce.
Alabando tu santo nombre, escucho tu voz susurrante en mi corazón.
Hondamente me contraigo, desde el falso centro de mi ser hacia tu ser.
Mi alma hace estallar ego y mente, para disolverse en clara luz.
Ahogo mi conciencia en tu perfecto vacío, ni la nada de la nada queda.
Nado en puro y profundo gozo, y sin nadie que eso mismo pueda gozar.
Ya adentro o afuera, no encuentro mayor gozo que el profundo pozo de tu presencia.
Orando, encontrarte y verte siempre puedo, ¡conocerte puedo!
Soy despertado en santidad y enciendo conciencias con tu nombre.
Otro no hay verdadero!!!, Tú eres lo que es real.
Y yo sólo puedo ser Tú, otro no hay verdadero!!!
Ya adentro o afuera, no encuentro mayor gozo que el profundo pozo de tu presencia.
Orando, encontrarte y verte siempre puedo, ¡conocerte puedo!
Mi corazón flota en verdad, es la verdad, ¡mi corazón es la Verdad! Aquello que Tú eres, mi
corazón es Eso ¡lo que Tú, Eres!, mi corazón es alma de todas las almas, fuente de vida y
toda luz. Centro único de todo lo conocido, espacio de lo que es Uno, Eso es mi corazón, ¡lo
que Tú, Eres! Foco eterno nunca inconsciente, de trascendental visión, de perfecta claridad.
¡Sea Eso, lo que es Uno, que siempre ha de ser y sea yo en él, porque lo que sea Eso, soy Yo
y otro, verdaderamente, Yo no puedo ser!
Yo soy el anhelo, ¡Él la alegría!
Oro con el corazón, ¡Él es la bendición!
Soy la canción, ¡Él la melodía!
Olvido mi alma, ¡Él la recuerda!
Yo soy Él, ¡Tú eres Yo!
Él es lo que siempre es, yo soy siempre lo que es siendo.
La totalidad es vacía de lo que Él es, la totalidad está vacía de mí.
¡Yo soy y Él es, en el propio Sí Mismo que Yo soy y Él es lo que es, nada hay como un algo
que sea Yo, nada hay como un algo que sea Él!
Siempre en cada gota de bondad, tu océano infinito asoma.
Aleteando entre el rocío de la alegría, la fuerza de toda vida irradia.
Bendecida por el sacrificio del propio deber, la honda sabiduría vibra.
Inmortalizada en el servicio del amor, la gracia grita su gloria.
Detenido en su propia paz, el ser interior conoce de Sí su existencia.
Unico e Infinito, Dios y todas sus manifestaciones son únicas e infinitas.
Retenida la eternidad en cada uno de sus brillos, el propio corazón se agita.
Internamente cada pensamiento divino, es Dios brillando en la mente.
Atrapada en cada profunda devoción, la Conciencia de Dios ilumina.
¡Aquello es en Sí Mismo, lo que siempre existe por Sí Mismo. Lo que crea de sí la conciencia,
en eso se transforma. Pero Aquello, es lo único permanente por detrás de toda conciencia,
aunque ésta niegue Su existencia y se aparte así de Aquello!
Sólo recordándoTe, la vida se renueva.
Invariablemente, recordarTe, es volver a mí real fuente y acallar mis palabras, en Tu Gran
Silencio.
Divinamente al hallarTe, todos se hundieron en silencios.
Inesperadamente Te sintieron, en el arco estelar de sus profundos sentimientos.
Visionariamente, el ojo del alma, a corazón abierto, en ella misma Te presiente.
Inagotablemente, la Alianza de Dios y el alma se renuevan.
Naturalmente, desde lo interno, Tu luz se refleja como naturaleza externa.
Asciende Tu conciencia, siguiendo la huella del espíritu del hombre, con mente siempre
despierta, elevando hacia Sí toda vida antes separada y dividida.
Todo lo que por la sustancia del Ser Absoluto, eternamente inexpresable pero siempre
cognoscible vino a la vida entre materia y conciencia, retornará a su origen. Así el Espíritu
innacido del hombre es con Dios y Dios con Él. Y la existencia pura se revela como Unidad
Pura.
¿Para qué llenar el precioso espacio de la mente, con muertas filosofías de personas ajenas,
que no pueden vivir por mí mis penas y mis alegrías?
-¡Dime corazón!, ¿acaso existe algo más aparte de Ti y yo, de yo y Dios?, ¿acaso existe algo
más aparte de yo y tú, en íntima unión interna?, ¿acaso existe algo más que sea real y
verdadero, un conocimiento superior, que mi alma experimentando directa e internamente
a mi Buen y Santo Dios?
-¡No, verdaderamente no! Todo lo que existe se reduce, en esencia, a éste conocimiento
espiritual y único, debido a que es la raíz de todo conocimiento real y posible. Es éste
siempre el único pensamiento, en que el corazón humano encuentra ilimitada satisfacción y
obtiene la libertad de la Verdad, en el propio Ser de su real Sí Mismo... Es aquí y solamente
aquí, cuando y donde el Espíritu del Hombre despierta totalmente a la Conciencia de Sí.
¡Bendita seas Alma, porque haz bendecido la Vida con tu misma vida!
De pronto, rompieron con estruendo olas de inmortal Dicha.
Irrumpieron sin aviso, sobre el espigón de todos mis amargos recuerdos.
Crujieron agónicos, los negros pensamientos, arrastrados por las olas y el viento.
Hondamente comprendí que ningún pesar es eterno, ¡nada puede más que la Dicha!
Aprendí rolando entre millonarias olas y golpeado por el viento, que el Alma es sólo
inmortal Dicha.
Todo deseo mundano, pasión, ira y desdicha, son realidades pasajeras como lo es ésta vida,
¡no son absolutas!, tarde o temprano se diluyen y deshacen en el interior del profundo gozo
del corazón y la conciencia.
Cuanto antes meditemos en Dios y sepamos quiénes somos realmente, menos durarán todas
las ilusiones surgidas de deseos equivocados, de pasiones desenfrenadas, de la violencia del
odio y la ira, de la ignorancia del fatalismo y la desdicha.
Eventualmente, toda conciencia humana, la naturaleza íntegra, los planetas, las estrellas,
las dimensiones, el universo completo, desaparecerán en lo Ilimitado Imnanifiesto, tragados
por el mar de la Dicha inmutable del Alma. Ése futuro espacio de eterno vacío y quietud,
siempre está al alcance de nuestro silencio cósmico interno. Orando y meditando, siempre
podemos sumergir toda la inquietud mental en el origen universal de todo, en la fuente del
Espíritu que se oculta por dentro.
¡Concentra tu mente en la raíz de tu mente, sopla internamente sobre tu corazón para
encender tu Cosmos Interno, con el fuego de tu santa esencia quema las semillas de todo
deseo y todo mal, destruye así toda futura caída y libérate de toda atadura!
Antes, las quietas aguas del silencio dormían sobre Sí mismas, hasta que el Silencio conoció
y dividió al silencio.
Nada aparecía, hasta que todas las trompetas del Espíritu resonaron sobre el Silencio y un
ejército de ángeles se movió, formando en el Quieto Seno un camino estelar de Luz y Vida.
Generoso viento de los profetas, sopló sobre los destinos arrojados al viento y tras una santa
batalla, la fuerza de la vida y conciencia, se transformó a Sí misma para elevarse libre a lo
infinito eterno.
Expuestas quedaron las quietas aguas del Silencio oscuro y, repentinamente, se poblaron
de luz, innumerables ráfagas de vientos angélicos ardieron sobre la orilla del pasado y lo
futuro.
Libres de todo peso, los pensamientos se cubren de alas abiertas al viento y en silbidos
perforan espacios y todo tiempo, se escapan del cascarón de los deseos y pronto se olvidan
de todo paquete de carne y hueso.
Vemos a los miedos huir, al saber que todo no es más que sólo un sueño.
Entre roces de espinas se rasgan todos los velos.
Los tiempos se abren favorablemente.
Obligada, ¡la muerte muere!
Sólo Dios queda y habla por dentro.
La llama de la Vida se enciende internamente, en la mente vacía de inquietud y sobre el cielo
despejado de deseos.
El Espíritu reposa sobre la belleza y la pura alegría de la conciencia incondicionada,
ilimitadamente perceptiva.
El Alma es la única dueña de todos los sueños y al recordar, que ella, es la fuente del mismo
deseo, causa de toda acción y la voluntad que se plasma como Creación, sobre la pantalla
ilusoria del personal ego, proyectada sobre el corazón de irreal materia por el poder de la
ignorancia de Sí, la equivocada identificación y el poderoso apego... ¡acaban todos los
sueños! porque el Alma despierta para Sí.
El corazón sufría de inexplicable nostalgia.
Nada calmaba a la mente agonizante por el punzante dolor.
La piel se estremecía de pesadas tristezas.
Así el Alma palidecía de oscuros presagios.
Crucificado está el corazón de todo sufrimiento, por ignorar que ¡sólo Tú!, eres Amor.
Rociado por la certeza interior, centré mi sentimiento de vida en el corazón.
Unificado con la fuerza de mi aliento, silencié el llamado de los inquietos sentidos.
Zarandeando a los ladrones ocultos de la calma mental, la paz se hizo Una.
El universo cesa, porque la raíz de su principio es cortada y retenida. Esto es, cuando la
dualidad de la mente se resuelve en unidad de conciencia. Todo se frena y, en éste vacío,
ausente incluso de todo vacío, el Alma se toca a Sí Misma. Alma sumergida totalmente en
Alma, Conciencia Cósmica de Dios es. Eso, que es sin principio y que nunca termina, es el
origen de toda la variedad de lo que universalmente aparece como que algo diferente es.
Explorando lo internamente desconocido, lo conocido es realmente conocido. Adentrándose
en la sustancia de existencia, se conoce la fuente de energía, materia y conciencia, se conoce
que todo lo que aparece es siempre existente y no existente a la vez.
Expandirse en la Totalidad de la manifestación, es entregarse a la inteligencia ilimitada de
lo interior y ver que cada paso, es un retroceso de algo que no volverá pero que se repetirá
oportunamente, y ver que cada nuevo paso no borra el anterior.
En la Cruz del Sacrificio se atraviesan y rompen todos los nudos del pensamiento, que
resucitan en esperanza de vida nueva.
En la raíz de la Vida está la estrella de la eterna Conciencia, Existencia y Dicha, carente de
ego y esencia del real Yo.
Sol y Luna internamente se abrazan, todas las puertas caen, todos los marcos se rompen, el
rayo se transforma en sol, la gota en océano, la alegría en bienaventuranza, el pensamiento
en universo y la voluntad en conciencia y existencia del gozo.
Brillan las estrellas tras las infinitas distancias, entibia el amor tras los innumerables
recuerdos, rugen los seres tras los infinitos mundos, fulgura el misterio tras lo invisible. .Y
nada, nada existe, aparte de Aquel Yo detrás de la estrella..., ¡Aquel que soy Yo!
Otro gozo no hay mayor que el servicio sincero a Dios, como plegaria del corazón.
Rezando la santidad viene a mí, de principio a fin.
Otro camino de sabiduría no hay que el verdadero conocer a Dios.
Ya adentro o afuera, no encuentro mayor gozo que el profundo pozo de tu presencia.
Orando, encontrarte y verte siempre puedo, ¡conocerte puedo!
Tu corazón en mi corazón, desconoce todo miedo y castigo.
Unicamente en tu corazón encuentro el centro de mi vida.
Yo nada soy, ¡si Tuyo no es mi corazón!
Otro corazón no hay, en el que ¡mi paz reposar pueda!
Es aquí, en mi corazón adentrado en el Tuyo, que mi voz se hace tu Voz.
Soy libre siempre cuando en Tu corazón estoy, ¡quiero en Tu corazón estar siempre!
Mi corazón Tuyo es, ¡toda la existencia late, adentro del corazón que sólo Tuyo es!
Infinito es mi corazón, cuando late adentro del corazón que ¡sólo Tuyo es!
Corazón perdidamente en el Tuyo es mi corazón, ¡de aquí, salir nunca más quiero!
Otro corazón no hay, en el que ¡mi paz reposar pueda!
Realmente, mi corazón adentro del Tuyo, ¡toda bienaventuranza sólo es!
Afuera del Tuyo, mi corazón separado es causa y principio de toda externalidad.
Zozobra el latido de mi corazón sólo en mí y en la muerte jamás descansa.
Otro corazón no hay, en el que ¡mi paz reposar pueda!
Nada hay más que mi corazón adentrado en el Tuyo, toda luz y salvación rebosan.
¡Mi corazón en el Tuyo, sólo Tuyo es, Tuyo es mi corazón!
¡Yo soy realmente Tú y nada más mío hay, que no sea éste corazón que sólo Tuyo es!
Aturdido, el corazón sufría la inexplicable nostalgia.
Mente agonizante, hundida en la memoria de su dolor.
Oscuramente el cuerpo se estremecía atravesado por filosa tristeza.
Rotas creencias ensombrecían al alma con negros presagios.
Y, todo sufrimiento, al engorde de la ignorancia que ¡Tú y sólo Tú, eres mi BienAmado
Amor!
Jesús!!!, al abrazo de eternidad, siento en suspiros que tu Amor Divino en toda bondad me
envuelve.
Encontrarte es perderme de todos mis sinsabores y fatigas, miedos y deseos, de todas mis
cruces ganadas y compartidas.
Sumido en tu paz duermo y sueño con el querido rebaño unido junto a su pastor, buscando
los buenos pastos del Camino, la Verdad y la Vida.
Unidos a tu cuerpo y sangre mediante tu Amor Divino, despertamos para siempre en los
cielos del Padre Eterno y vemos que todos Somos Uno.
Sonríen las almas y de rodillas, beben el néctar que de tu corazón mana, así en la tierra como
en los cielos, por los siglos de los siglos.
Olvidado y perdido en la noche oscura de los tiempos, está el recuerdo del origen de mi
alma.
Rompiendo, abriendo las cortezas y anillos del tiempo, con el pico de la concentración,
vuelvo a vivir pasadas manifestaciones y lo que fue vuelve a ser.
Intensificando
la luz de mis recuerdos, me sumerjo retrospectivamente en perdidas
realidades de otros mundos, allende la memoria cósmica del universo entero.
Goteando experiencias pasadas, antiguos instintos, sabidurías e intuiciones se abren paso
en mi presente.
Eternamente, cuando todo no era, en el alba de mi yo, encontré el verdadero origen de lo
que soy, en el real Yo.
Ningún otro Ser superior y trascendente encontré, separado y diferente a éste Yo anterior
al origen de mi yo: dije entonces -¿cómo, no es que sólo criatura soy?-.
Tímidamente, mis ojos al verTe de cerca, en océano de paz se transformaron.
Unánimemente, mis manos al tocarTe, en perfumadas rosas viraron.
Y mi corazón al Tuyo estrecharse, en Espíritu de Inmortal Dicha danzó Tu amor.
Oh, mi dulce Señor, ebrio estoy con Tu visión, que incendia insondables mundos!!!
Somos Uno Siempre, ayer, hoy y mañana..., por siempre y para siempre!!!
Temblaron Tierra y Cielos, cuando de la boca abierta de mi alma escapó el trueno de mi
divina pasión por Ti, ¡oh mi Dios!, al sentirTe en mí.
¡Amado Señor, Tú que estás en mí, eres mi propio Espíritu innacido que está conmigo!
En el hogar de tu Amor Incondicional, me has conducido silenciosamente a Ti en mí.
Escuché a los pájaros entregados a la alegría de silbar Tu Nombre.
Cerré mis ojos y en el profundo silencio de mi oscuridad interior, Tu luz se hizo día, al
recordar Tu Faz.
Entonces, de mi corazón embebido en el Tuyo, brotaron hacia Ti, antiguas semillas de Tu
Eterna Bondad.
La alegría de mi corazón ha remontado vuelo...
¿A Quién buscará en medio de la total quietud de estos inmensos azules cielos?
¿A Quién buscará?
¿A Quién buscará por entre el omnisciente silencio de la paz?
¿A Quién buscará?
Al experimentar la dulzura de Tu amor, mis ojos no soportaron Tu emoción y lloraron de
bendición.
Del profundo silencio y ternura de mi corazón en el Tuyo, escapó el omnipresente susurro
de mi incondicional amor.
En un último esfuerzo, abracé a todos los que amo y no amo, con un más profundo y mismo
amor, para ver lleno de gozo, que a Tus pies sólo había abrazado.
LlenasTe mi alma con mi Alma, desde entonces soy sólo conciencia a Tu lado.
Ahora que Te he hallado en mí, no puedo evitar buscarTe en todos los otros corazones, en
donde el soplo de Tu amor se oculta.
Te siento venir a mí, llamándome desde los más lejanos corazones, para compartirnos Tu
amor y Gozo de Ilimitada Vida.
D
¿ e qué nos sirven todas las glorias de la vida, todas las riquezas de éste mundo, si Te
perdemos a Ti de nuestros corazones?
Te ignoramos cuando lloramos por las cosas del mundo, por nuestro pasado y por nuestro
futuro.
Te conocemos al llorar llenos de amor incondicional, en dulce y natural demanda para que
Tu Luz se nos manifieste.
Al sonreírnos por las cosas del mundo, nos perdemos de Ti; al sonreírnos ante el brillo de
Tu amor reposando sobre el seno de nuestros corazones repletos de paz, nos unimos
libremente a Ti.
S
-¿ on santas y sagradas las escrituras?
-Como son los ojos, así son ellas. Empero, existe una infinita, santa y sagrada escritura que
muy pocos de entre los seres humanos conocen. Ella está plena de las palabras eternas del
corazón omnipresente y omnisciente de Dios. Esa es en verdad, la única santa y sagrada
escritura, cuyas palabras son la Vida, lo Eterno y el Señor Mismo, está escrita con la sangre
del santo amor doliente en lo más íntimo del corazón.
-¿Por qué Dios hizo un alma de Sí mismo, para el corazón del hombre?
-Completada la Creación, el Señor buscó un lugar donde ninguna conciencia individual
pudiera interrumpir su descanso.
Q
¿ uién soy yo, para sufrir por los pecados de la Humanidad doliente?
¿Quién soy yo, para desear el bien a mis hermanos?
¡Sólo Tú, eres toda Bondad y único Camino!
¡Sólo Tú, eres la única Bondad!
Solamente brilla Tu Bondad, verdaderamente a través de mí, cuando con todo amor Te sirvo
a Ti con entero Ser.
Admitiendo y reconociendo que sólo Dios Da, entregada por completo cuerpo, mente y
palabra sólo a Él, entonces por la oración, la devoción, la meditación y el éxtasis es posible
dar a todos los necesitados de luz, amor y cariño del mundo entero, lo mismo que sólo Dios
Da en nosotros.
Cuando todo de sí es entregado al Señor, esto se convierte en dar mediante la sangre de sí.
Porque cuando todo de sí es dado, todo de Dios es recibido. Y cuando todo de sí
verdaderamente es dado, el mundo entero todo de Dios recibe en sí.
Los ignorantes glorifican las buenas obras y a los que las hacen, desprecian y subestiman a
los que todo de sí entregan a Dios. Porque viven absortos para sí, desconocen a los que dando
todo de sí, hacen posible que la Conciencia del Señor se materialice en las buenas obras. Así
glorifican al obrero y descreen del Hacedor.
No hay manera real de dar y ayudar a otros, que dando todo de sí al Señor, porque haciendo
así el mundo entero es recibido en el propio corazón interno y lavando todo mal de allí, es
verdaderamente lavado el mundo entero de todo mal.
Sólo cuando todo de sí es dado, todo de Dios es recibido, no para uno mismo, sino para el
mundo entero, a través de la activa Conciencia de Dios, moviéndose en el Alma Una del
mundo entero, de uno mismo y del Señor en Sí Mismo.
-¿Qué nos une a todos entre sí?
- Dios nos une y por eso, quienes todo de sí dan al Señor, mediante Él y en Él en Sí, a todos
reciben. Dios, Alma Única y Viviente de todo ser, es el medio de transmisión real y universal
para que toda oración por el bien de todos se materialice en adecuada y eficiente bendición
para todos en el mundo entero. Por eso, cuando la oración por el bien de todos decae, las
bendiciones de Dios decaen en el mundo entero. Si la oración por el bien universal es
desatendida, el bien colectivo disminuye y el mal egoísta aumenta ante su falta... La devoción
incondicional al Señor, es fuente viva de la Conciencia de Dios en el mundo entero. Por eso,
cuando la devoción hacia el amor y el perdón universales es desatendida, el amor y el perdón
colectivos se debilitan en el mundo entero y el odio individual egoísta se incrementa
sumando intereses ante la devoción escasa... La meditación absorbiendo la mente
completamente en Dios, es la Paz Viva del Espíritu Santo del Señor, bendiciendo al mundo
entero con la presencia de la convivencia pacífica. Por eso, cuando la meditación no es ya
fluida y constante, interrumpida por los deseos mundanos, los conflictos, enfrentamientos y
los odios crecen y se transforman en guerras, muertes dolorosas y más sufrimiento... El
éxtasis es la Conciencia de Dios Vivo, caminando por el mundo entero y santificando
mediante la sola presencia de Su Verdad a todos los seres y todas las cosas. Por eso, cuando
el éxtasis no se desarrolla, la ignorancia reina y las tinieblas se entronan a sí mismas en el
corazón del mundo entero. Cuando esto sucede, los espiritualistas buscan poder y los
materialistas beneficios, así todos los seres sufren por ausencia de verdad en sus corazones,
porque antes la oración universal, la devoción incondicional, la meditación en Dios y el
éxtasis del Señor, fueron desatendidos por el mundo entero sumido en ambición egoísta y en
codicia lujuriosa. Así todo mal al mundo entero viene y porque sólo no vino, por sí solo no
se irá...
De modo, que cuando veamos al mal crecer, no corramos a condenar fácilmente a los que lo
practican, antes corramos hacia una más intensa entrega del corazón abierto a Dios, una más
profunda y certera oración, una real e incondicional devoción a toda Verdad que el Señor Es,
una completa meditación sumergida en Paz Eterna y un verdadero éxtasis del alma despierta
en la Presencia Bendita del Santo Dios.
El mal se debilita y el odio no encuentra oportunidad para entrar y permanecer en los
corazones humanos, cuando la práctica del servicio incondicional y desinteresado a Dios es
bien cumplido y realizado. Todo lo que llega al mundo, del corazón humano sale, cuando el
corazón está con Dios, el Todopoderoso ilumina y bendice al mundo con Su Gran
Misericordia y Bondad, las guerras, los accidentes, la delincuencia, la violencia urbana, las
enfermedades, las adicciones, el desempleo y el hambre, disminuyen sobre toda la faz del
mundo, porque mediante los corazones de quienes sinceramente lo buscan la mirada y la
voluntad de Dios sobre el mundo se hace presente.
Nuestra Señora de Medjugorje, Reina Santa de la Paz, mediante sus múltiples apariciones
en el pequeño pueblo de Bosnia-Herszegovina, desde el 24 de junio de 1981, nos lo viene
enseñando. Pide que sencillamente oremos y recemos el rosario por la paz de nuestra
familia, nuestro pueblo y la del mundo entero. “Soy la Reina de la Paz, si me escuchan
obtendrán la paz” dijo. De modo que las cadenas de oración son el método simple, efectivo
y seguro para que el bien sea más fuerte que todo mal sobre el mundo, que la paz sea más
fácil y tentadora que todo odio, guerra y violencia. ¿Y qué es orar? Es el acto interno
mediante el cual nuestro corazón se hace receptivo a la Bondad, Verdad, Justicia, Voluntad,
Inteligencia, Amor, Perdón y Fe que fluye desde lo Eterno que Dios Es y que al contactarse
con Su presencia, el corazón se inunda y rebosa de Paz Divina. Las personas confunden los
efectos con las causas y se autoengañan, cuando las buenas obras abundan sobre el mundo,
es porque antes hay abundancia de corazones que se abren y hacen receptivos a la presencia
del Señor. Esta es la obra de Dios que la Humanidad no glorifica en justa medida y es sólo
por eso, que los pasos en falso continúan repitiéndose con su trágica secuela de guerras,
enfermedades, catástrofes, grandes injusticias y hambrunas.
Si todos los sinceros devotos de Dios, de todas las grandes religiones mundiales y no
universales, puesto que son exclusivas y no inclusivas, pudieran comprender a un mismo
tiempo la gran verdad que la Reina de la Paz enseña y nos pide a todos, se crearía de
inmediato una todopoderosa corriente de paz mundial, posibilitando un profundo cambio de
actitud en toda la conducta de la Humanidad. Sí el Dios Único de unos no acepta al Dios
Único de otros, no se está adorando a un Dios Universal y verdadero, se está adorando a
un falso dios individual colectivo, se está adorando la falsa creencia de una sociedad y
cuando se hace esto, están todos ellos adorándose a sí mismos y no a Dios. Son por esto, en
todo y en parte, responsables por actos contrarios al verdadero Dios de toda la Humanidad,
ni de una mayoría ni de minorías, el Señor Dios es de todos y la Humanidad entera.
Haciendo esto, creen que lavan sus pecados, lo hacen ante sí mismos y ante otros, ante Dios
los acrecientan.
Vale recordar la oración del padre Herbert Faricy:
María, Madre de Dios, Madre mía, Reina de la Paz, pide a tu Hijo Jesús me conceda el don
de la paz. Ora por mí para obtener paz: paz en mi corazón, paz en mi mente y alma, paz en
mi familia, paz con todos aquellos que encuentro en mi camino, la paz de Jesús.
Jesús, mi Señor y Salvador, mi hermano, Rey de la Paz, acudo a ti con María, Reina de la
Paz, para pedirte humildemente el don de la paz. Derrama sobre mí tu Espíritu Santo de la
Paz.
Concédeme la paz, Jesús, paz dentro de mí, paz en mi familia, paz en cada día de mi vida.
Da la paz a mi país, y a cada nación. Paz para todos, paz para el mundo.
Jesús, mi mediador con el Padre, llévame al Padre para orar por la paz. Padre, Padre de
Jesús, nuestro Padre, mi Padre, vengo a ti con tu Hijo Jesús. En Él, con Él y a través de Él
oro por la Paz. Amén.
S
¡ ólo Tu Amor es nuestro Camino, nuestra Vida, nuestra Ley!
¡Sólo Tu Conocimiento es nuestro Camino, nuestra Vida, nuestra Ley!
¡Sólo Tu Existencia, es nuestro Camino, nuestra Vida, nuestra Ley!
En verdad, ¡sólo Tú!, Eres todo para nosotros
D
-¿ ónde está el reino prometido?
-Aquí. En la conciencia de Tu existir. Tú estás en el interior de nuestra fe.
Cada herida que curamos de un corazón ajeno, es una herida que curamos en el propio
corazón.
Tú nos has dicho que cada tristeza es nuestra misma tristeza, que cada llaga es nuestra
misma llaga; pero que también cada alegría es nuestra misma alegría.
Tú nos has dicho que existe un solo corazón, latiendo a través de muchos.
¡Padre Celestial!, ¡qué milagro tan maravilloso nos has revelado hoy, nuestro
corazón late en el mundo y el universo entero, cuando Conciencia de Ti con
nosotros hay!
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