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Oremos juntos a través de todo Norteamérica y
Micronesia por una persona durante al menos un
minuto y acumularemos un millón de horas de
intercesión intensiva cada cuatro meses.
No voy a
orar con un
cronómetro. Este
pacto no involucra a un
reloj. Se trata de identificar a una
persona específica e interceder por ella
por medio de nuestro Salvador. Se trata de una inversión profunda en los
nombres que Dios pone en mi corazón. Se trata de recordar que Dios ha
escogido hacer algunas cosas cuando oro que nos las hace cuando no
oro.
Este es un llamado para toda la iglesia en Norteamérica y seguro que
muchos otros lugares alrededor del mundo se unirán también. Si sólo
la mitad de nosotros se une a este llamado por 14 semanas, estaremos
intercediendo durante un millón de horas ante el Trono Celestial.
Seguramente que Dios no está contando los minutos, pero me motiva
saber que con un simple ajuste en mi horario de oración puedo ser parte
de un movimiento con consecuencias eternas. Espero que lo encuentres
alentador también.
MI PACTO
CON DIOS
Quiero intensificar mi intercesión por una persona
(por ahora), pidiéndole a Dios que haga una diferencia eterna en su vida.
Voy a orar al menos un minuto por día por
____________________________________.
Voy a compartir la invitación de “Orar por un Millón”
con todas las personas que pueda.
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(firma)
Para más información: www.PrayOneMillion.org