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ANALÍTICA INTERNACIONAL
Coppan 2050 AC
Febrero 15, 2012
El panorama mundial de la migración
A finales de 2011, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que
acaba de cumplir sesenta años, publicó su más reciente informe sobre el panorama
mundial de la migración, Informe sobre las migraciones en el mundo 2011 – comunicar
eficazmente sobre la migración.1 Además de hacer un recuento sobre las tendencias
que marcaron el año pasado y que, sin duda, traen consigo enormes retos en el
presente, el mensaje del informe se centró en la importancia que cobra el tema
migratorio en el discurso y en las percepciones públicas.
Las principales tendencias en 2011
Actualmente, se calculan alrededor de 214 millones de migrantes internacionales en
el mundo (23 millones más que en 2005) y más de 700 millones de migrantes
internos. El fenómeno migratorio tiene tres grandes tendencias que, concluye el
informe, marcaron el inicio de esta década: (1) la crisis económica mundial; (2) el
efecto del cambio climático; y (3) los desplazamientos forzados.
A pesar de los vaticinios negativos de los efectos de la crisis económica en los flujos
migratorios, a dos años de la recesión mundial no se han registrado grandes
variaciones en los flujos migratorios; además de que no se constató una reducción
neta de remesas, al registrarse una recuperación en 2010. No obstante, se
observaron algunas tendencias vinculadas a la crisis: (1) sí hubo una variación en los
ámbitos regional y local; (2) hubo indicios de una disminución de las corrientes
migratorias hacia los países de destino; y (3) varios países de destino hicieron
reajustes en sus cuotas de inmigración.
Un tema relativamente nuevo en el informe fue el de los desplazamientos por motivos
ambientales. Estadísticas recopiladas por la OIM indican que ha habido un aumento
considerable de desplazados a causa de desastres naturales repentinos. En 2010, se
registraron más de 40 millones de desplazados; alrededor de 38 millones fueron por
desastres relacionados con el cambio climático –por ejemplo, inundaciones en China
y Pakistán-. El informe advierte que hay que tomar en cuenta la migración dentro de
los planes nacionales y multinacionales de adaptación al cambio climático y añade
que pronto tendrá que tratarse este tema jurídicamente, debido a la imprecisión
conceptual que existe alrededor de los “desplazados por motivos ambientales”.
El informe también trata el tema de los desplazamientos forzados, enfocándose en las
consecuencias de la “Primavera Árabe”. A manera de ejemplo, en junio de 2011, más
de 600,000 personas (entre ellas, más de 200,000 extranjeros) habían abandonado
Libia; más de 43,000 de estos migrantes arribaron a la isla italiana de Lampedusa.
Aunque se pensaba que la crisis en el norte de África conduciría a un aumento de la
migración irregular hacia Europa, sólo un pequeño porcentaje de los desplazados
emigraron, mientras que otros regresaron a sus países de origen. Sin embargo, la
OIM indica que todavía existen numerosos contingentes de evacuados, por lo que es
imperiosa la cooperación internacional para ayudar a atender sus necesidades.
El informe completo puede ser consultado en:
http://publications.iom.int/bookstore/index.php?main_page=product_info&cPath=37&products_i
d=754&zenid=f838c3201667ef014e1754354073f6b5.
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Analítica Internacional
La migración en las políticas públicas: la importancia del discurso
El eje central del informe fueron las percepciones y el discurso que generan en torno
a la migración. Se advierte que las investigaciones sobre el tema migratorio no han
tenido repercusiones importantes en la formulación de políticas públicas; por el
contrario, el debate sobre la migración se ha politizado, centrándose en el “aumento
sustancial de inmigrantes,” sobre todo en los países de destino, y en una percepción
negativa hacia los migrantes. Una de las principales conclusiones es que los niveles
de inmigración se perciben mayores a lo que realmente son y hay una tendencia
negativa del apoyo por parte de la opinión pública hacia la inmigración.
De acuerdo con la OIM, las encuestas que se han hecho sobre el tema migratorio son
tendenciosas, en la medida que pretenden homologar las opiniones de diversos
sectores de la población y que muchas veces utilizan conceptos que no son los
adecuados, lo que lleva a errores metodológicos en la medición de percepciones
públicas. Señala que existen pocas investigaciones sobre este tema.
Las opiniones respecto del tema migratorio dependen, en gran medida, de las
dinámicas migratorias, la situación laboral, así como de los índices de desigualdad,
aunque entran otras variables en juego, tales como el estatus de los encuestados y
su relación con los migrantes. Estas actitudes cambian con el tiempo y no siempre
de manera positiva hacia la comunidad migrante. Un riesgo es que se perciba a los
migrantes como “objetos pasivos del debate”, generando sentimientos de marginación
en la comunidad migrante en los países de destino y repercutiendo en las
percepciones que los migrantes tienen sobre sí mismos en los países de origen (donde
suele verse a los migrantes como “héroes nacionales” o “traidores a la patria”).
A la pregunta ¿en quién recae la responsabilidad de no politizar el debate migratorio?
mucho se habla del papel de los medios de comunicación, ya que ellos son los que
proporcionan la información y enmarcan el debate dándole contenidos. Sin embrago,
los medios tienden a enfocarse sólo en ciertos aspectos del fenómeno (por lo general,
se toca el tema cuando se trata de alguna crisis o cuando se vinculan a otros temas,
como el de violencia, por ejemplo) y tienden a ser sensacionalistas. Sin embargo,
ellos no son los únicos responsables.
Se argumenta que existe un grado de desinformación por parte de los medios de
comunicación, por lo que el papel de los investigadores es fundamental.
Frecuentemente se realizan investigaciones bajo una esfera independiente pero hay
poca relación con los medios de comunicación. Por lo tanto, consideran importante
trabajar en conjunto para promover campañas de sensibilización y conocimiento de
la migración, así como para fomentar una cultura de evaluación de políticas
migratorias, áreas en la que los investigadores independientes pueden desempeñar
un papel fundamental.
Algunas de las principales recomendaciones de la OIM para el tratamiento del tema
migratorio en el discurso público son: (1) articular un discurso abierto, equilibrado y
amplio; (2) despolitizar el debate; (3) presentar información equilibrada; y (4)
reconocer a los migrantes como agentes de comunicación activos.
Como puede observarse con este informe, uno de los principales retos es la
vinculación de diversos actores para promover una percepción positiva de los
migrantes en los países de destino y de origen. Los miedos sobre los efectos de las
crisis fueron sobrevalorados; no obstante, sí se observan distintas muestras de
rechazo y desaprobación hacia los inmigrantes, por considerarlos “criminales” o
“provocadores de desempleo entre los nacionales,” por citar algunos ejemplos.
*Con la colaboración especial de Daniela González Iza