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Instituto de Grafología Analítica Manuel J. Moreno Firmas-rúbricas apenas esbozadas La habilidad evolutiva adquirida por el cerebro humano, ha hecho posible sin duda, el hecho cierto de que la firma constituye una manifestación gráfica de la propia identidad individual. El ritual gráfico automatizado, y en gran medida subconsciente, que tiene su expresión individualizada en las variables grafonómicas del complejo firma-rúbrica, tiene su fundamentación teórica en el condicionamiento pavloviano (clásico) que se establece entre el propio nombre y la percepción e imagen que de sí mismo tiene el sujeto escribiente. Resulta muy habitual que cada persona disponga al menos de dos tipos de firma; una “cercana”, personal, expresión de rasgos señalados y salientes de la personalidad y de la cosmovisión de cada cual, y otra, impersonal, distante, impenetrable y difusa, que el sujeto escribiente utiliza siempre que se ve impelido a firmar en situaciones en las que no hay una implicación emocional contingente. Así, las personas obligadas por su profesión a firmar frecuentemente suelen disponer de este segundo tipo de firma, a menudo un mero visé o garabato rubrical, rápido, altamente automatizado, ilegible..., que, a pesar de su infranqueable simplicidad, presentan al ojo atento de la grafología huellas significativas de una “actitud personal o caracterológica” apenas esbozada. ACERCA DE LAS FIRMAS QUE S IGUEN A CONTINUACIÓN Instituto de Grafología Analítica Manuel J. Moreno Brad Pitt Este tipo de garabato rubrical, representa una abstracción simplificada de la firma, un sello, escudo o logotipo gráfico con el que el sujeto escribiente sale al paso frente a aquellas personas que no han cruzado y que previsiblemente nunca cruzarán la frontera de la proximidad afectiva. Este grafismo se destaca básicamente en dos variables o parámetros grafológicos, que son el sobrealzamiento o sobreelevamiento y la inclinación axial sinistrógrira (a la izquierda). En el primer caso la lectura grafológica consiste en una imagen de sí “estirada”, positiva, orgullosa podríamos decir, distinguida. Dicho sobrealzamiento también resulta característico en las escrituras que denominamos “altas”, de personas con inquietudes de tipo intelectual-espiritual, curiosas y abiertas a nuevas experiencias. La predilección gráfica por la verticalidad es asimismo sintomática de actitudes principalmente encaminadas a los actos de autoafirmación, es decir, a apuntalar la consideración de un yo, acaso proclive a ser víctima de una inflación de su propia imagen y condición. La inclinación sinistrógira, también denominada invertida (por ser la inclinación opuesta a la que prescriben la mayoría de los modelos o patrones caligráficos) resulta una expresión gráfico-conductual de la actitud introvertida, también de la timidez y reserva, el pudor y la inseguridad emocional-afectiva. Instituto de Grafología Analítica Manuel J. Moreno Alanis Morissette En esta otra firma, nos vemos grafológicamente recompensados por la presencia de texto, lo cual enriquece de manera extraordinaria las posibilidades de análisis e interpretación. Por lo pronto, la escritura resulta un grafismo más femenino, protagonizado en su aspecto formal por la adaptabilidad de los trazos curvilíneos (escritura redondeada), simplificados y con algunos rasgos básicos de la escritura combinada. La escritura es agrupada, de inclinación dextrógira (a la derecha), oscilante, de finales prolongados, pesada, de movimiento fluido o deslizante, dotada de un dinamismo moderado... Por otra parte el gesto rubrical resulta excesivamente enmarañado, complicado, con exceso de recorrido e informe. Se aprecia lo que podría ser un corazón, trazado, previsiblemente, con deliberación y plena intencionalidad. Este gesto rubrical es análogo o equivalente a la actitud parlanchina, coqueta y “encantadora”; se busca la charla animada, el encantamiento de los contertulios, la actitud seductora... La personalidad parece especialmente dotada para la adaptación sin demasiadas fricciones ante cambios e imprevistos de una realidad potencialmente sorprendente. Personalidad sociable, afable, extravertida, emotiva, pragmática, emocionalmente estable, posiblemente propensa a imponer sus propios puntos de vista. Instituto de Grafología Analítica Manuel J. Moreno Su mente es ágil, lógica, atenta...; ahora bien, para acceder a su interior y parafraseando a Nietzsche “hay que estar predestinado al laberinto”. Manuel J. Moreno Grafoanalista – Instituto de Grafología Analítica Profesor Colaborador en las Especialidades Universitarias de Peritaje Grafopsicológico y Pericia Caligráfica Judicial que se imparten en la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) http://perso.wanadoo.es/grafoanalisis