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EL SAGRADO NIDO DE LA VIDA Por: ALDEMAR GUZMAN C. MEDELLÍN – COLOMBIA / [email protected] Así como algunas aves eligen las ramas de los árboles para tejer el nido donde depositarán sus huevos y darán nacimiento a sus polluelos, así también la Savia Naturaleza ha tejido millones de nidos donde eventualmente; por una u otra razón, y por disposición Divina, se depositará la Semilla de la Vida que permite a las almas entrar, conscientemente, a jugar, como individuos, el juego de la existencia humana en los mundos de mente y materia. Dios es Vida, es Amor y Sabiduría, es Conciencia Absoluta y Perfecta. Dios es Luz y Sonido; es esa Fuerza Incomprensible, esa Energía Cósmica e Intangible que penetra cada átomo y cada partícula de lo visible y lo invisible, de lo creado y lo no creado. Dios es Vida. Y la vida empieza a germinar cuando por una u otra razón Su semilla es depositada en el vientre de la mujer, en ese lugar sagrado, en ese cálido nido sabiamente tejido por la Sabiduría Divina para dar nacimiento a la forma de vida más elevada de la creación: Al Ser Humano. Allí, en ese sagrado nido tiene lugar el evento más hermoso y sublime de la creación: la formación y desarrollo del cuerpo que un alma utilizará para vivir experiencias, adquirir sabiduría y despertar conciencia de lo Eterno y Divino de su Ser. Desde el mismo instante de la concepción, en el momento de la unión íntima del hombre y la mujer, el espíritu individualizado (Chispa de Vida), toma posesión y en aparente estado de conciencia adormecida, espera su nacimiento para ver la luz y participar como individuo consiente, racional e inteligente en el Sagrado juego de la vida en forma humana. Toda mujer pues, en cuyo vientre haya sido depositada la Semilla de la Vida, lleva en su cuerpo una doble porción de vida, una doble porción de Dios. Es, durante su embarazo El Nido Sagrado que el Todopoderoso va a utilizar para enviar a uno de sus hijos al mundo de los fenómenos, de lo relativo y variable; al mundo de los pensamientos y las emociones, al mundo de las fantasías y las falsas verdades. Toda criatura por pequeña e insignificante que parezca es en esencia una chispa de Conciencia Cósmica, una gota de Amor Divino, una partícula de vida que anhela un día, terminar su largo y penoso deambular por la creación y regresar triunfante a su fuente original, a la Divina Eternidad, al reino del Espíritu Puro. Dios es Vida, y la vida crece y florece en el vientre de la mujer, en ese Sagrado Nido creado por Él, para, El mismo, Dios Todopoderoso, venir a morar durante nueve meses. ¿Cómo entonces practicar un aborto? ¿Cómo pensar siquiera en abortar? Abortar es expulsar bruscamente a Dios del Sagrado Nido, donde se encuentra indefenso en un frágil y delicado cuerpecito. Es Dios el que se encuentra morando en ese Sagrado Nido desde el mismo instante de la concepción. Dios es Vida y solo Él provee la vida y solo Él decide donde y cuando manifestarse. Donde haya vida es por la voluntad de Dios, no por la voluntad del hombre, ni por un accidente, ni por un acto circunstancial o involuntario; es la voluntad de Dios operando dentro del mágico concierto de la creación. Es la Conciencia Cósmica buscando manifestarse en los mundos de mente y materia. No importa lo difícil, complicado o riesgoso del embarazo, este no debe ser interrumpido por la mano o por la voluntad humana. En su Divina Sabiduría, Dios eligió y permitió esa situación. Él es todo conciencia, todo Sabiduría; Él lo sabe todo. Es deber humano sí, esforzarse por prestar toda ayuda posible para el feliz nacimiento del bebe, jamás para asesinarlo. Si se presenta el aborto o el fallecimiento de la criatura, o de ambos, que sea por voluntad de Dios, no por voluntad del hombre. Detrás de todo embarazo por incomodo, inoportuno o riesgoso que sea, hay un proyecto Divino desarrollándose; es la voluntad de Dios. El razonar humano por elevado y sofisticado que sea, no tiene la capacidad de ver ni comprender el contenido de la voluntad de Dios. Esto está más allá de las ideas y de los pensamientos. Mucho más allá aún de la más brillante y refinada sabiduría del hombre desarrollada en las sutiles esferas de la mente. Para comprender un poco la Voluntad Divina es indispensable una apertura mental que permita abrir canales superiores de Sabiduría, donde la conciencia se expanda y se tenga una visión macroscópica de cómo opera la mecánica de la vida y se entienda entonces el por qué de los eventos en los diferentes niveles de la creación. La soberbia, la arrogancia, la insensibilidad y el sanguinario instinto asesino de algunos hombre s y mujeres de mentes retorcidas que sienten ser superiores a Dios, son la fuente de inspiración para que se practiquen, se patrocinen, se defiendan y se justifiquen estos macabros asesinatos. Esto empobrece espiritualmente sus existencias, oscurece sus amigas y obliga a estos asesinos a descender en la escala evolutiva; propiciándose así, tanto ellos como las desdichadas mujeres que abortan, sucesivos nacimientos monstruosos, en cuerpos deformes y enfermizos y, generalmente, en condiciones de vida infrahumanas. La creación toda es manejada por leyes Sabias, Justas, Inmutables e Inexorables. Otros artículos en defensa de la vida y en defensa de los animales en aldemarguzman.wordpress.com