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ESCUELA: FMO
ASIGNATURA: HISTORIA DE MÉXICO
TETRAMESTRE: TERCERO
OBJETIVO: Que el alumno sea capaz de analizar, identificar, relacionar y explicar las diferentes etapas
del desarrollo histórico del país y vincularlos al desarrollo actual con el fin de afianzar su identidad.
UNIDAD
OBJETIVOS ESPECIFICOS
TEMAS Y SUBTEMAS
1.1 EL SIGLO DE LAS LUCES.
1.2 ANTECEDENTES DE LA INDEPENDENCIA.
1.3 MONARQUÍAS Y REPLICAS.
1.4 LA CONSPIRACIÓN DE QUERÉTARO.
I
LA REVOLUCIÓN DE LAS
INDEPENDENCIAS.
1.5 EL MOVIMIENTO DE DOLORES HIDALGO.
1.6 HIDALGO Y LA CAMPAÑA DE INDEPENDENCIA.
1.7 EL PENSAMIENTO DE MORELOS Y SU CAMPAÑA DE
INDEPENDENCIA.
1.8 CAMPAÑA INSURGENTES (1810-1821).
2.1 LAS CORTES Y LA CONSTITUCIÓN DE CADIZ.
2.2 TRIUNFO DE LA INDEPENDENCIA.
II
LA
CONSUMACIÓN
INDEPENDENCIA
DE 2.3 GUADALUPE VICTORIA.
2.4 EL EJÉRCITO TRIGARANTE EN LA CONSUMACIÓN
DE INDEPENDENCIA.
2.5 MINA Y LA INDEPENDENCIA.
2.6 EL ABRAZO DE ACATEMPAN
3.1 MÉXICO SE INSTAURA COMO REPÚBLICA, LOS
PRIMEROS PRESIDENTES.
3.2 LA PRIMERA ETAPA LIBERAL Y LA REFORMA DE
GOMEZ FARÍAS.
III
MÉXICO INDEPENDIENTE
3.3 LA INDEPENDENCIA DE TEXAS Y LA GUERRA DE LOS
PASTELES.
3.4 LA GUERRA CON LOS EUA (1846-1847)
3.5 LA PRIMERA DIVISIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA
(1824).
IV
LA REFORMA
4.1 PENSAMIENTO DE JUÁREZ.
LA FUERZA DEL DERECHO Y EL RESPETO AL DERECHO.
4.2 LOS LIBERALES EN EL PODER.
4.3 LA CONSTITUCIÓN DE 1857.
4.4 LAS LEYES DE REFORMA Y LA IDEOLOGÍA JUARISTA.
4.5 LA INTERVENCIÓN FRANCESA, EL IMPERIO DE
MAXIMILIANO Y LA DERROTA DE LOS FRANCESES.
4.6 LA SOCIEDAD MEXICANA Y LA LIBERTAD DE
CULTOS, Y LA EDUCACIÓN LAICA.
V
LA CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO
MEXICANO.
5.1 EL PERIODO PORFIRISTA, LA PAZ, LA PROSPERIDAD
Y LA DICTADURA DE PAZ.
5.2 LA SOCIEDAD Y CULTURA EN EL PORFIRIATO (18761910)
6.1 LA IDEOLOGÍA DEL PLAN DE SAN LUIS POTOSÍ.
6.2 CAUSAS Y EFECTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
VI
LA REVOLUCIÓN MEXICANA
6.3 EL GOBIERNO DE FCO. I. MADERO Y SU IDEOLOGÍA.
LA DECENA TRÁGICA.
6.4 LA REVOLUCIÓN CONSTITUCIONALISTA Y LA
CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES.
6.5 EL AGRARISMO COMO SÍMBOLO.
6.6 LA CONSTITUCIÓN DE 1917 SU IDEOLOGÍA Y SUS
PRINCIPIOS.
6.7 VENUSTIANO CARRANZA EL PLAN DE GUADALUPE.
UNIDAD 1: LA REVOLUCIÓN DE LAS INDEPENDENCIAS.
1.1 EL SIGLO DE LAS LUCES.
La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo (especialmente en Francia
e Inglaterra) que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución
francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX.
Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad
mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo
de las Luces.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la
ignorancia, la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo
una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La
expresión estética de este movimiento intelectual se denominará neoclasicismo.
La Ilustración (Lumières, en francés; Enlightenment, en inglés; Illuminismo, en italiano;
Aufklärung, en alemán), en frase de uno de sus más importantes representantes,
D'Alembert, «lo discutió, analizó y agitó todo, desde las ciencias profanas a los
fundamentos de la revelación, desde la metafísica a las materias del gusto, desde la
música hasta la moral, desde las disputas escolásticas de los teólogos hasta los objetos
del comercio, desde los derechos de los príncipes a los de los pueblos, desde la ley
natural hasta las leyes arbitrarias de las naciones, en una palabra, desde las cuestiones
que más nos atañen a las que nos interesan más débilmente». Esto mismo nos indica
que, más que el contenido mismo de sus doctrinas, lo original del movimiento fue la forma
de pensamiento y valoración.
Según el teórico marxista LucienGoldmann, la Ilustración puede ser definida como «una
etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués». Como tal, insertaría su
filiación doctrinal en el Renacimiento y, especialmente, en las corrientes racionalistas y
empiristas del s. XVII (de Descartes, a Locke, pasando por Bacon, Bayle, Galileo, Grocio,
Hobbes, Leibniz, Newton, Spinoza, o los libertinos), y basa su posibilidad sociológica de
desarrollo en las revoluciones políticas neerlandesa e inglesa, en el empuje de la
burguesía y en las transformaciones económicas en gestación, apoyadas en una
coyuntura en alza, que desembocarán en la revolución francesa.
Nota: «La Ilustración significa el movimiento del hombre al salir de una puerilidad mental
de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la incapacidad de usar la propia razón sin la
guía de otra persona. Esta puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta de
inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena.
Sapereaude¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la
Ilustración.»
1.2 ANTECEDENTES DE LA INDEPENDENCIA.
La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto
por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva
España. La guerra por la independencia mexicana tuvo su antecedente en la invasión de
Francia a España en 1808 y se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de septiembre
de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de
septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las
revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada
comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los
cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que
se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un
malestar entre algunos segmentos de la población.
La ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis
política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos IV y
Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la
corona de España a su hermano José Bonaparte. Como respuesta, el ayuntamiento de
México —con apoyo del virrey José de Iturrigaray— reclamó la soberanía en ausencia del
rey legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a
los cabecillas del movimiento.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras ciudades de
Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que pretendieron seguir los
pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la conjura de Valladolid,
descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. En 1810, los
conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse
descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en compañía de los
habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por
el cura Miguel Hidalgo y Costilla.
A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los
sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales a España.
Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias,
pero los líderes asumieron después posturas más radicales, incluyendo cuestiones de
orden social como la abolición de la esclavitud. José María Morelos y Pavón convocaron a
las provincias independentistas a conformar el Congreso de Anáhuac, que dotó al
movimiento insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el
movimiento se redujo a una guerra de guerrillas. Hacia 1820, sólo quedaban algunos
núcleos rebeldes, sobre todo en la sierra Madre del Sur y en Veracruz.
La rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 alentó el cambio de postura de las
élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español. Al ver
afectados sus intereses, los criollos monarquitas decidieron apoyar la independencia de
Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia insurgente. Agustín de
Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo
encontrarse con Vicente Guerrero. Ambos proclamaron el Plan de Iguala, que convocó a
la unión de todas las facciones insurgentes y contó con el apoyo de la aristocracia y el
clero de Nueva España. Finalmente, la independencia de México se consumó el 27 de
septiembre de 1821.
Tras esto, Nueva España se convirtió en el Imperio Mexicano, una efímera monarquía
católica que dio paso a una república federal en 1823, entre conflictos internos y la
separación de América Central.
Después de algunos intentos de reconquista, incluyendo la expedición de Isidro Barradas
en 1829, España reconoció la independencia de México en 1836, tras el fallecimiento del
monarca Fernando VII.
1.3 MONARQUÍAS Y REPLICAS.
El Imperio español o Monarquía universal española, también llamada simplemente
Monarquía Hispánica o Monarquía española, es el conjunto de territorios de España o
gobernados por las dinastías reinantes de España. Tras el descubrimiento de América en
1492, España exploró y colonizó grandes extensiones de territorio en América, desde el
actual suroeste de Estados Unidos, México, y el Caribe, hasta Centroamérica, la mayor
parte de Sudamérica y la costa noroeste de Norteamérica (actual Alaska y Columbia
Británica). Todos estos territorios se integraron en la Corona de Castilla y más tarde en la
Corona de España. Inicialmente se organizaron en dos virreinatos, el de la Nueva España
y el del Perú. Con el descubrimiento y asentamiento de varios archipiélagos del Pacífico a
finales del siglo xvi, se incorporaron al imperio las Indias orientales españolas formadas
por las Filipinas, las Marianas (que incluían Guam) y las Carolinas (que incluían las
Palaos), bajo la jurisdicción de la Nueva España. Más tarde, el Virreinato del Perú se
dividió en dos: el de Nueva Granada y el del Perú, y finalmente se creó el del Río de la
Plata.
El Imperio español alcanzó los 20 millones de kilómetros cuadrados a finales del siglo
xviii, aunque su máxima expansión se produjo entre los años 1580 y 1640, durante los
reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, período en el que tuvo lugar la Unión Ibérica o
unificación bajo la Corona Española de los imperios español y portugués. Durante el siglo
xvi y el siglo xvii, funcionó una estructura territorial propia, virreinal y no colonial. Este
sistema, muy diferente al de otros imperios europeos, basado en la consideración de los
territorios de ultramar como extensiones de la metrópoli, y por tanto iguales en derechos a
los de la península, funcionó hasta el año 1768. Es sólo durante el último periodo del
Imperio, en el siglo xix cuando adquiere estructura puramente colonial.
El español fue el primer imperio de alcance mundial o global al abarcar grandes
extensiones de territorio que no se comunicaban por tierra en todos los continentes, a
diferencia de otros grandes imperios como el romano.
1.4 LA CONSPIRACIÓN DE QUERÉTARO.
Se llama Conspiración de Querétaro a un movimiento clandestino nacido en la ciudad de
Santiago de Querétaro en 1810. Se toma generalmente como el antecedente inmediato
de la Guerra de Independencia de México, dado que este grupo el que comenzó la lucha
armada por la emancipación de la Nueva España con respecto a la Corona española. El
objetivo primordial de la Conspiración de Querétaro era constituir una junta gobernativa
que tomara el poder a nombre de Fernando VII.
Se discute si la figura central de la conspiración fue Miguel Hidalgo y Costilla, el cura del
pequeño pueblo de Dolores Hidalgo, o bien, si el liderazgo era ejercido por Ignacio
Allende, militar por formación, adscrito al cuerpo de dragones de la Reina. Las reuniones
de los conjurados se llevaban a cabo en la casa de José Miguel Domínguez, corregidor de
Santiago de Querétaro. El grupo conspirador tenía pretendido alzarse en armas el mes de
octubre de 1810 en San Juan de los Lagos, Jalisco, pero fueron descubiertos en
septiembre de ese año.
En la zona de El Bajío, comenzaron a organizar una conjura en San Miguel el Grande los
capitanes Ignacio Allende y Mariano Abasolo, quienes habían tenido contacto, el año
anterior, con los conspiradores de Valladolid José Mariano Michelena y José María García
Obeso. Las reuniones se trasladaron a la ciudad de Querétaro, en donde se sumaron un
grupo de letrados, pequeños comerciantes y más militares del ejército colonial. Este grupo
celebraba juntas disfrazadas de "academia literaria". Entre sus miembros se encontraban
el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el pequeño industrial Juan Aldama, el corregidor de la
ciudad José Miguel Domínguez con su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, el presbítero
José María Sánchez, los abogados Parra, Laso y Juan Nepomuceno Mier y Altamirano,
Francisco Araujo, Antonio Téllez, Ignacio Gutiérrez, los comerciantes Epigmenio y
Emeterio González, el regidor José Ignacio de Villaseñor y Cervantes, el capitán Joaquín
Arias, el teniente Francisco Lanzagorta y el teniente Baca. La organización de los
conspiradores preveía en el mando a Ignacio Allende como general, Aldama como
segundo e Hidalgo al frente del movimiento popular. Sus primeros pasos serían la
destitución de todos los españoles en los puestos de gobierno, apoyados por un
levantamiento que se llevaría a cabo el 1 de octubre, para lo cual se prepararon lanzas,
espadas y municiones que almacenaron en San Miguel el Grande, Dolores y Querétaro.
1.5 EL MOVIMIENTO DE DOLORES HIDALGO.
El Grito de Dolores es considerado el acto con que dio inicio la guerra de Independencia
de México. Según la tradición, consistió en el llamado que el cura Miguel Hidalgo y
Costilla, en compañía de Ignacio Allende, Juan Aldama, hizo a sus feligreses con el fin de
que desconocieran y se sublevaran en contra de la autoridad virreinal de la Nueva España
en la mañana del 16 de septiembre de 1810, para lo cual tañó una de las campanas de la
parroquia de Dolores, hoy municipio de Dolores Hidalgo, estado de Guanajuato.
No existe documento alguno de participantes o testigos directos en las primeras horas del
movimiento independentista; lo único seguro es que la mañana del 16 de septiembre de
1810 Miguel Hidalgo convocó de alguna manera a los habitantes de Dolores y zonas
aledañas, a quienes dirigió una arenga para que se sumaran a la rebelión, con lo que se
formó el primer contingente que se alzó contra las fuerzas virreinales. Fuera de esos
hechos, ninguno de los detalles que se conocen consta en documentos históricos de
primera mano, por lo que son susceptibles de ponerse en duda. Según la tradición, la
noche del sábado 15 al domingo 16 de septiembre de 1810, avisados de que la
conspiración en Querétaro había sido descubierta, Hidalgo y los otros líderes de la
conjura decidieron iniciar el levantamiento contra las autoridades novohispanas. Se
dirigieron a la parroquia, donde se tocó la campana ubicada en la torre oriente. Los
habitantes del pueblo, pensando que se trataba de una emergencia, despertaron y se
reunieron en el atrio. Una vez ahí, Hidalgo les dirigió una arenga en el que los convocó a
alzarse en armas contra las autoridades españolas, dado que habían abdicado a favor de
los franceses, que concluyó con una serie de consignas. Las palabras exactas que
pronunció tal vez nunca se sepan. Las versiones probables y más antiguas son:
Manuel Abad y Queipo (1810):
Juan Aldama (1811):
"¡Viva nuestra madre santísima de
Guadalupe!, ¡viva Fernando VII y muera el
mal gobierno!"
Diego de Bringas (1810):
"¡Viva la América!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva
la religión y mueran los gachupines!"
"¡Viva Fernando VII!, ¡viva América!, ¡viva
la religión y muera el mal gobierno!"
Servando Teresa de Mier (1813):
"¡Viva Fernando VII y la Virgen de
Guadalupe!"
Lucas Alamán (1840):
Anónimo (1810) recopilado por Ernesto
"¡Viva la religión!, ¡viva nuestra madre
LemoineVillicaña:
santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando
"Viva la religión católica!, ¡viva Fernando
VII!, ¡viva la América y muera el mal
VII!, ¡viva la patria y reine por siempre en
gobierno!" A lo que el pueblo respondió:
este continente americano nuestra sagrada
"¡Viva la Virgen de Guadalupe y mueran
patrona la santísima Virgen de Guadalupe!,
los gachupines!"
¡muera el mal gobierno!"
1.6 HIDALGO Y LA CAMPAÑA DE INDEPENDENCIA.
El 16 de septiembre de 1810 Miguel Hidalgo, párroco de Dolores, lanzó el llamado a la
independencia al ser descubierta la conspiración de Querétaro. Tras liberar a los presos
de las cárceles locales comenzó su marcha por el Bajío, donde tomó ciudades como
Salamanca, Celaya y San Miguel el Grande. Reclutó muchos hombres para su causa y
entonces marchó a Guanajuato, donde trató de intimidar al intendente Riaño para su
rendición. Al saber que no lo lograría, decidió tomar la ciudad a sangre y fuego en la
acción conocida como toma de la Alhóndiga de Granaditas, la más sangrienta batalla de
la guerra.
Los insurgentes marcharon entonces a Valladolid, ciudad que fue tomada sin un solo
disparo la mañana del 17 de octubre. Días después tomaron Toluca, y ante el peligro que
representaba la proximidad de los insurgentes a la ciudad de México, el virrey Venegas
ordenó a Torcuato Trujillo enfrentarlos en el paraje conocido como el Monte de las
Cruces. La derrota infligida por los insurgentes a los realistas les llevó a un paso de tomar
la capital, pero Hidalgo, inexplicablemente, decidió retirarse al Bajío, luego de un serio
conflicto con Allende y Aldama. En el camino fueron alcanzados por el brigadier realista
Félix María Calleja, quien los derrotó el 7 de noviembre en Aculco y el 26 de noviembre
derrotó a Allende en Guanajuato.
Hidalgo marchó a Valladolid y luego a Guadalajara, donde obtuvo el título de Alteza
Serenísima. Ya entrado 1811, Calleja y José de la Cruz avanzaron hacia el occidente del
virreinato y el 17 de enero los insurgentes fueron acabados en la acción militar de Puente
de Calderón.
Las serias rencillas entre los jefes insurgentes ocasionaron que Hidalgo fuera desposeído
del mando militar en favor de Allende. Poco después decidieron marchar a los Estados
Unidos, pero en el trayecto fueron interceptados en las Norias de Baján por Ignacio
Elizondo, quien los capturó la tarde del 21 de marzo. Fueron llevados a Chihuahua y
sentenciados a muerte. Allende, Aldama y Jiménez fueron ejecutados el 26 de junio e
Hidalgo el 30 de julio de 1811.
1.7 EL PENSAMIENTO DE MORELOS Y SU CAMPAÑA DE INDEPENDENCIA.
José María Teclo Morelos Pavón y Pérez (Valladolid —hoy Morelia—, Michoacán, 30 de
septiembre de 1765 - Ecatepec, Estado de México, 22 de diciembre de 1815) fue
sacerdote, militar insurgente y patriota mexicano, que organizó y fue el artífice de la
segunda etapa (1811-1815) de la guerra de Independencia de México.
Nació en Valladolid y estudió durante los primeros años de su vida con su abuelo
materno. Estudió la carrera de sacerdote en el Colegio de San Nicolás y en 1789 entró al
seminario de Valladolid, donde se graduó en 1795. En 1799, fue nombrado cura de
Carácuaro, donde permaneció hasta 1810.
Fue comisionado por Miguel Hidalgo, el 20 de octubre de 1810 en Charo (Michoacán),
como jefe insurgente en el sur de México, encargado de tomar ranchos y ciudades
importantes, así como la comunicación con los puertos de Asia. Su principal encomienda
fue ocupar el puerto de Acapulco, considerado estratégico para la comunicación de la
Nueva España.
Desde 1811 y hasta el inicio de su declive militar en 1814, Morelos, ayudado por muchos
lugartenientes, logró conquistar la mayor parte del sur del país y una parte del centro, en
la región del actual estado de Morelos, donde se desarrolló, entre el 9 de febrero y el 2 de
mayo de 1812, su acción militar más famosa, el Sitio de Cuautla, en la ciudad homónima,
que lo convirtió en el principal enemigo del ejército realista.
También organizó el Congreso de Anáhuac, el primer cuerpo legislativo de la historia
mexicana, cuyas sesiones tuvieron lugar en Chilpancingo (actual Estado de Guerrero)
durante septiembre y noviembre de 1813. Allí Morelos presentó los Sentimientos de la
Nación. El Congreso aprobó el 22 de octubre de 1814, en Apatzingán, la primera
Constitución de México, aunque Morelos después declaró que «es mala por
impracticable».
Tras varias derrotas, fue capturado el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, por el
coronel Manuel de la Concha, juzgado por la Inquisición y finalmente fusilado en San
Cristóbal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815.
1.8 CAMPAÑA INSURGENTES (1810-1821).
El término Ejército Realista en Nueva España alude a las fuerzas armadas realistas
utilizadas para tratar de sostener la monarquía española en la Nueva España y restaurarla
cuando México se declaró independiente.
Las campañas contra la insurgencia mexicana desde 1810 fueron apoyadas por los
americanos del ejército realista novohispano hasta la revolución de Iturbide que aseguró
la independencia de México en 1821. España rechazó el tratado de Córdoba, no concluyó
ninguna paz. Las campañas contra el Imperio y República de México se sostuvieron casi
únicamente por la fuerza expedicionaria y España mantuvo desde Cuba su armada y
ejército, que resiste en la fortaleza de San Juan de Ulúa de Veracruz hasta 1825 y que
dispuso la expedición de Isidro Barrada en 1829.
Todo el esfuerzo militar realista entre los años 1810-1829 tiene el propósito de sostener la
monarquía española durante la revolución hispanoamericana. Todos los planes de
reconquista cesan y se pone punto final en España a toda operación militar con el
fallecimiento del monarca Fernando VII en 1833. Finalmente las cortes españolas
renuncian en 1836 a la soberanía del territorio continental americano y autorizan al
gobierno a concluir tratados de paz y reconocimiento, siendo México el primer país
reconocido por España.
 Para mayor apoyo revise el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=34HmQQ_6OZU
 Practica 1:
Investigue la bibliografía de cada uno de los precursores durante la revolución de la
independencia y guárdelo en un archivo en Word.
Guarde el archivo como: 1. TRES PRECURSORES DE INDEPENDENCIA.
 Practica 1.1:
Realice un mapa conceptual que contenga los siguientes elementos: LOS
GOBIERNOS DEL MÉXICO INDEPENDIENTE, CENTRALISTAS, GUERRA DE LOS
PASTELES, DICTADURA DE SANTANA Y DICTADURA DE SANTANA ANA.
Guárdelo en un archivo en Word. 1.1 MAPA CONCEPTUAL.
UNIDAD 2: LA CONSUMACIÓN DE INDEPENDENCIA
2.1 LAS CORTES Y LA CONSTITUCIÓN DE CADIZ.
Se conoce como Cortes de Cádiz a la Asamblea constituyente inaugurada en San
Fernando el 24 de septiembre de 1810 y posteriormente trasladada a Cádiz (Andalucía)
hasta 1814 durante la Guerra de la Independencia Española.
A comienzos de la Guerra de la Independencia (1808-1814) las revueltas populares se
acompañan de la creación de Juntas provinciales y locales de defensa (asumiendo la
soberanía nacional, con la formación de sus propios órganos de gobierno), pues a pesar
de que legislativamente el traspaso de la corona era irreprochable, los españoles no
reconocían la figura de José I Bonaparte como su rey. Estas juntas tienen como objetivo
defenderse de la invasión francesa y llenar el vacío de poder. Estaban compuestas por
militares, representantes del alto clero, funcionarios y profesores, todos ellos
conservadores, por lo que a pesar de que el origen del movimiento fuera revolucionario, la
finalidad no mantendría la misma naturaleza. En septiembre ceden su poder a la Junta
Central Suprema Gubernativa del Reino la cual se va a encargar del gobierno del país; de
dirigir la defensa frente a los franceses (como la firma del acuerdo de alianza con
Inglaterra); y convocar una reunión extraordinaria a cortes, lo cual supone otro hecho
revolucionario, ya que el derecho a convocar cortes es exclusivo de la corona.
El 19 de noviembre de 1809 las tropas imperiales derrotaron al ejército de la Junta Central
en Ocaña, y los franceses tuvieron el paso franco hacia Andalucía. La Junta se retiró a
Cádiz y el 29 de enero de 1810, desacreditada por las derrotas militares y dividida por la
forma en la que habían de llevar a cabo determinadas cuestiones de gobierno, se disolvió
y dio paso a un consejo de regencia, sostenida sobre 5 personas, y ejercida en nombre de
Fernando VII. Este consejo de regencia no tenía interés alguno en que se celebrasen las
cortes, pero debido a la fuerte reacción frente a su actitud, se vieron forzados a mantener
la convocatoria a las Cortes, tras un intenso debate se decidió que fueran unicamerales, y
electas por sufragio censitario (sólo podían votar quienes tuvieran un determinado nivel de
renta) e indirecto. Se reunieron por primera vez en Cádiz, en la Isla de León, el 24 de
septiembre de 1810.
La guerra impidió que se celebrara la elección en muchos distritos y un elevado número
de diputados fue elegido por ciudadanos de las correspondientes provincias residentes en
la ciudad.2 Poco más de trescientos diputados participaron en aquellas Cortes:
abundaban las profesionales liberales y los funcionarios, civiles y militares, y un tercio
eran eclesiásticos. Tal cantidad de hombres de la Iglesia no debe hacer pensar en un
bloque homogéneo: a principios del Siglo XIX la carrera eclesiástica era una vía atractiva
para la promoción social, o para acceder a la mejor formación cultural, y por ello convivían
en el Clero personas con distintas visiones del mundo y la política, que se distribuyeron
entre las diversas tendencias representadas en la cámara legislativa.
2.2 TRIUNFO DE LA INDEPENDENCIA.
En la Nueva España, para detener al líder de las partidas guerrilleras Vicente Guerrero
(Ciudad Guerrero, México, 1782-Cuilapan, México, 1831) el virrey Juan Ruiz de Apodaca
(Cádiz, 1754-Madrid, 1835) elige a Agustín de Iturbide, militar realista. Guerrero e Iturbide
pactan el Plan de Iguala (24 de febrero de 1821) que tiene como punto fundamental
conseguir la autonomía y proclamar la independencia. Unen sus ejércitos dominando todo
el Sur con el objetivo de proteger las garantías de unión, religión e independencia, bajo el
llamado Ejército de las Tres garantías o Ejercito Trigarante. Cuando el liberal Juan
O’Donojú, sustituye a Apodaca, no tiene más remedio que firmar con Iturbide el Tratado
de Córdoba, el 24 de agosto de 1821, que reconoce un estado mexicano monárquico e
independiente. Con la entrada triunfal del Ejército Trigarante en la ciudad de México, la
nación es proclamada como país independiente con la firma del acta de independencia
(28 de septiembre).
La Junta Gubernativa que se forma convoca un Congreso (1822) que no favorece las
aspiraciones de Iturbide, quien se proclama emperador de México. La revolución estalla
en las provincias. Los antiguos insurgentes se sienten traicionados, emitiendo Antonio
López de Santa Anna (Xalapa, México, 1794-México, D.F., 1876) los planes de Veracruz y
de Casa de Mata, por los que declara ilegal la elección del emperador y se pronuncia a
favor de los republicanos, siendo Iturbide obligado a abdicar y a exiliarse del país.
En enero de 1824 se proclama el Acta Constitutiva Federal y unos meses más tarde (4 de
octubre) se promulga la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.
Durante los primeros años de independencia mexicana, los acontecimientos ayudarán a
Santa Anna en su imparable ascenso. Con las elecciones de 1828, se producen
enfrentamientos a lo largo del país, tomando Santa Anna las riendas del ejército nacional
y llegando a ser presidente en 1833. Por el Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848), México
pierde los estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Texas y Colorado a
favor de los Estados Unidos.
En la Capitanía General de Guatemala como parte del virreinato de Nueva España, por
iniciativa del capitán general Gabino Gaínza (Pamplona, Navarra, 1753-México, D.F.,
1829), se debatió su adhesión a la independencia mexicana. Las diputaciones
provinciales de Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Chiapas
proclamaron su independencia de España y su anexión al nuevo estado mexicano. Dicha
anexión duró hasta 1824, cuando los territorios de Guatemala, Honduras, Nicaragua, El
Salvador y Costa Rica forman las Provincias Unidas del Centro de América. Poco
después, comienzan las guerras civiles que provocan el nacimiento de cada uno de esos
territorios como estados independientes.
En Costa Firme, la suspensión del envío de tropas desde España supone el triunfo del
sueño independentista de Simón Bolívar. Las tropas patrióticas están exhaustas, pero el
Armisticio de Santa Ana del 26 de noviembre de 1820, que Morillo se ve obligado a
proponer, alivia la situación. La paz se ve interrumpida con el alzamiento de Maracaibo el
28 de enero de 1821. La lucha se extendió a toda Venezuela, y, finalmente, el 24 de junio
de ese año tuvo lugar la Batalla de Carabobo, en la que Bolívar se impone a las tropas
realistas al mando de Miguel de la Torre (Bernales, Bizkaia, 1786-Madrid, 1843). Este
triunfo de Bolívar supone la independencia de Venezuela. Hasta 1823 no se liberará
Puerto Cabello de las tropas españolas.
Las tropas de Bolívar avanzaron hacia Colombia incorporando Cartagena de Indias y
Popayán, pero el sur, Pasto, se resistirá a integrarse en la nueva nación. La estrategia
para esta zona consistirá en el ataque combinado de Antonio José de Sucre (Cumaná,
Venezuela, 1795-Berruecos, Colombia, 1830) por el sur y Bolívar por el norte. Pasto caerá
en 1822 y Sucre derrotará a los españoles en Pichincha en 1823.
Bolívar también quería incorporar a la Gran Colombia los territorios de Quito y Perú. En el
reino de Quito se produjeron movimientos para declararse independiente tanto de España
como de la propia Gran Colombia. El 9 de octubre de 1820 se proclamó la independencia
de Guayaquil. Se convocó un Congreso para finales de ese año y se proclamó la
independencia del estado de Quito. Los realistas controlaban la sierra, mientras que los
independentistas lo hacían sobre la costa. El nuevo estado reclamó la ayuda de Bolívar y
San Martín para terminar de expulsar a los realistas, y, finalmente, acaba integrándose a
la Gran Colombia, el 11 de abril de 1822.
Mientras tenían lugar estas campañas militares se iba configurando el estado de la Gran
Colombia. El Congreso se trasladó desde Angostura hasta Cúcuta, donde promulgó la
Constitución de 1821. Esta constitución configura un estado unitario, con capital en Santa
Fe de Bogotá. Bolívar aceptó su presidencia, pero decide extender territorialmente su
proyecto hacia Perú a través de la Campaña del Sur.
Descartada la posible reconquista española, una gran parte de los dirigentes venezolanos
comenzarán a manifestar su oposición al proyecto de la República de la Gran Colombia.
Los años 1825 y 1826 serán desestabilizadores. En este periodo se produce una división
entre los partidarios de un gobierno civil y los militares más proclives a gobiernos
autocráticos. El Congreso de Bogotá reivindicará para sí la supremacía del estado de
derecho y las leyes sobre el gobierno de los militares. Finalmente, Bolívar impone una
dictadura que debería durar hasta la nueva reunión del Congreso en 1830. El caos se
apoderará de Colombia durante dos años y tras la celebración del llamado Congreso
Admirable, Venezuela, con José Antonio Páez (Acarigua, Venezuela, 1790-Nueva York,
Estados Unidos, 1873) a la cabeza, declara su independencia de la Gran Colombia el 6
de mayo de 1830.
A partir de la declaración de independencia de Venezuela, los diferentes territorios
reclaman para sí esa libertad. El 13 de mayo de 1830, el territorio de Quito declara su
independencia de Colombia, pasándose a llamar República del Ecuador. Después de la
independencia de Ecuador y Venezuela, el 20 de octubre de 1831, Francisco de Paula
Santander (Villa del Rosario, Colombia, 1792-Bogotá, 1840), dirige la Gran Colombia bajo
un sistema presidencialista. Dos años más tarde, en 1832, pasa a llamarse República
Neogranadina. Tras sucesivos gobiernos conservadores, los liberales colombianos
adoptan una constitución federalista, primero para la Confederación Granadina, es el año
1858, y posteriormente, para los Estados Unidos de Colombia. En 1886, comienza un
periodo de tiempo que los historiadores han llamado la Regeneración, que termina con la
independencia de Panamá en 1903.
Respecto a la Banda Oriental, la ocupación brasileña termina en 1828, tras el desgaste
que supondrá las incursiones de Juan Antonio Lavalleja (Minas, Uruguay, 1784Montevideo, Uruguay, 1853), iniciadas en 1825. Tras una guerra entre portuguesesbrasileños contra argentinos; finalmente, y gracias a la mediación de Gran Bretaña, se
crea un estado independiente. Será en agosto de 1828 cuando se firme la Convención
Preliminar de Paz con Brasil, donde se establezca la creación de un nuevo país
independiente de Argentina y Brasil. La constitución nacional del 18 de julio de 1830
establecerá el nombre de República del Estado Oriental del Uruguay.
En Chile, Bernardo O’Higgins renunciará y se exiliará a Perú en 1823. La etapa de
anarquía de los años siguientes conducirán al país al desastre económico, que sólo será
mitigado por los posteriores gobiernos conservadores, entre los que destacan los de
Diego Portales (Santiago, Chile, 1793-Valparaíso, Chile, 1837) y Andrés Bello (Caracas,
Venezuela, 1781-Santiago, Chile, 1865). Chiloé, defendido por Antonio de Quintanilla
(Pámanes, Cantabria, 1787-Almería, 1863), será el último enclave que se rinda en 1826.
Una vez conseguida la independencia de Chile, José de San Martín invade el virreinato
del Perú desde el Pacífico sur. Esta expedición conocida como la Expedición Libertadora
del Perú es financiada casi en su totalidad por el gobierno de Chile, al mando del capitán
general Bernardo O’Higgins.
Después de varios enfrentamientos militares, proclamaciones de independencia en varias
ciudades y negociaciones frustradas, José de La Serna (Jerez de la Frontera, Cádiz,
1769-Cádiz, 1832) tras un pronunciamiento militar contra el virrey Joaquín de la Pezuela
(Naval, Huesca, 1761-Madrid, 1830), asume el gobierno del virreinato del Perú,
retirándose a Lima. El 10 de julio de 1821, San Martín entra en la ciudad y el 14 de julio
un cabildo abierto declarará la independencia. De la Serna intenta recuperar Lima, pero
acabará refugiándose en El Callao, al amparo de la Fortaleza del Real Felipe.
Tras la independencia del norte peruano y de Lima por José de San Martín, José de La
Serna establecerá su sede de gobierno en Cuzco. Mientras que la costa y el norte del
Perú serán independientes, la sierra peruana y el Alto Perú seguirán siendo realistas. El
desenlace de la independencia del Perú vendrá con la intervención de la Gran Colombia.
En Guayaquil, José de San Martín y Simón Bolívar intentan encontrar una solución para la
independencia del Perú y el establecimiento de un sistema político: monárquico
constitucional, como quería San Martín, o republicano, como deseaba Bolívar. La
entrevista entre ambos se salda favorablemente para los intereses de la Gran Colombia.
El ejército realista es desarticulado por la rebelión de Pedro Antonio de Olañeta (Elgeta,
Gipuzkoa, c. 1770-Tumusla, México, 1825), jefe militar del Alto Perú, que se subleva junto
con todo el ejército realista altoperuano el 22 de enero de 1824 contra el mando del virrey
del Perú José de la Serna. Como consecuencia de esta rebelión, los enfrentamientos del
año 1824 serán favorables para los republicanos. El Ejército Unido Libertador del Perú
triunfa en la Batalla de Junín (6 de agosto) a las órdenes de Simón Bolívar y en la Batalla
de Ayacucho (9 de diciembre de 1824) a las órdenes de Antonio José de Sucre,
determinando el final de la guerra del Perú tras la toma de las fortalezas de El Callao en
1826.
Tras la victoria de Ayacucho, el gobierno del Perú continúa en manos de Simón Bolívar
hasta su destitución en 1827. El Perú ingresará en una etapa marcada por gobiernos
militares, dirigidos por los caudillos de la independencia, período durante el cual la
república se enfrentará en una guerra con la Gran Colombia (1829).
Tras el éxito de la Batalla de Ayacucho en 1824, Bolívar encarga a Antonio José de Sucre
la independencia del Alto Perú. Este territorio era un bastión del ejército realista en
constante lucha contra las tropas independentistas. En 1824, con la vuelta al absolutismo
de Fernando VII, Olañeta se autoproclama Comandante de las Provincias del Río de la
Plata y desobedece las instrucciones del virrey. Esta postura consigue atraer a los
sectores dirigentes criollos a su causa.
Poco a poco, Antonio José de Sucre va conquistando plazas y acorralando al militar
realista Olañeta hasta sumar todos los territorios. A esto se suma la huida de las tropas
nativas de los realistas hacia las filas independentistas. El 9 de febrero de 1825, en La
Paz, Sucre proclama un decreto que supone prácticamente la independencia de Bolivia, la
cual se materializa legalmente con el acta de independencia del Congreso el 6 de agosto
del mismo año.
Simón Bolívar será el primer presidente del nuevo estado de Bolivia, pero renuncia al
cargo y lo cede a su segundo, Antonio José de Sucre, hasta 1828. Durante estos años, la
nación tiene que hacer frente a incursiones brasileñas y conflictos con Perú. Tras la firma
del Tratado de Piquiza (1828), éstos terminarán, aunque el coste será la renuncia de
Antonio José de Sucre que se exilia a Ecuador.
2.3 GUADALUPE VICTORIA.
José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, más conocido como Guadalupe Victoria
(29 de septiembre de 1786 – 21 de marzo de 1843), fue un militar y político mexicano, una
de las figuras más destacadas en la Guerra de Independencia de México frente al Imperio
español. Fue diputado por Durango y miembro del Supremo Poder Ejecutivo. Fue el
primer presidente de México.
Durante su mandato como Presidente estableció relaciones diplomáticas con el Reino
Unido, los Estados Unidos, la República Federal de Centro América y la Gran Colombia;
también durante su gestión fue derrotado el último bastión español en el castillo de San
Juan de Ulúa. Abolió la esclavitud, fundó el Museo Nacional, promovió la educación,
decretó la ley de expulsión de los españoles y ratificó la frontera con los Estados Unidos
de América.
Victoria fue el único presidente que completó su período constitucional legal en casi 30
años de México como nación independiente. Murió en 1843 a la edad de 56 años de
epilepsia en la fortaleza de Perote, mientras recibía tratamiento médico. El 8 de abril del
mismo año, se decretó que su nombre fuera escrito en letras de oro en el Muro de Honor
de la Cámara de Diputados de México.
Sus restos se encuentran en el Monumento a la Independencia, junto a los de Miguel
Hidalgo, José María Morelos y Nicolás Bravo. Es considerado Benemérito de la Patria.
En 1812 se unió a las fuerzas insurgentes de Hermenegildo Galeana, luchó junto a José
María Morelos en el Sitio de Cuautla, participó en el asalto de Oaxaca y se unió a las
tropas de Nicolás Bravo en Veracruz. Se dedicó junto a sus tropas a controlar el paso del
Puente del Rey y se hizo famoso por sus exitosos ataques contra convoyes militares
hasta 1815, cuando fue derrotado
La toma de Oaxaca fue una acción militar que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1812, en
la ciudad de Oaxaca de Juárez, donde los insurgentes encabezados por José María
Morelos derrotaron a las fuerzas realistas del Teniente general Antonio González Saravia.
Entre los miembros de las fuerzas insurgentes que participaron en el asalto de Oaxaca se
cuentan Hermenegildo Galeana, Nicolás Bravo, Mariano Matamoros, Manuel Mier y
Terán, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.
Guadalupe Victoria tomó parte en la batalla del Juego de Pelota, que estaba rodeado por
un foso que los soldados insurgentes no se atrevieron a cruzar. Guadalupe Victoria lanzó
su espada otro lado del foso y dijo ¡Va mi espada en prenda, voy por ella! Luego cruzó a
nado el foso y cortó la cuerda de un puente, lo que permitió la entrada de las tropas
insurgentes a la ciudad.
La pérdida de Oaxaca significó un fuerte golpe al gobierno colonial, porque le dio un gran
prestigio militar a Morelos, así como una posición geográfica privilegiada, debido a las
carreteras y ciudades que podrían ser controlados desde ese sitio.
Debido a su éxito en Oaxaca, el Congreso de Chilpancingo16 lo nombró General
Brigadier y le concedió el mando del ejército insurgente en Veracruz.17 Al mismo tiempo,
José Miguel Fernández y Félix decidió cambiar su nombre por el de Guadalupe por su
devoción a la Virgen de Guadalupe y Victoria por la victoria que obtuvieron.
2.4 EL EJÉRCITO TRIGARANTE EN LA CONSUMACIÓN DE INDEPENDENCIA.
La consumación de la Independencia de México tuvo lugar el 27 de septiembre de 1821,
aunque se venía gestando desde mucho tiempo atrás. En 1820 el coronel español
Douglas Ulises se levantó en armas para obligar a Jorge a jurar la Constitución de Cádiz,
suprimida por el rey en 1814. En Nueva España los clérigos y acaudalados vieron en la
Carta Magna, jurada en Veracruz el 26 de mayo de 1820, un obstáculo para sus
privilegios, así que decidieron promover la independencia. Un grupo de prominentes
aristócratas dirigidos por Matías de Monteagudo se reunían en juntas secretas conocidas
como Conspiración de la Profesa, por llamarse así el templo. Con la anuencia del virrey
Juan Ruiz de Apodaca, los conspirados consiguieron que Agustín de Iturbide fuera
nombrado general en jefe del Ejército del Sur, con el encargo de acabar con Vicente
Guerrero y Pedro Ascencio.
Guerrero era el único jefe insurgente que realmente permanecía activo desde la muerte
de Francisco Javier Mina en 1817. Intentó convencer a los jefes realistas José Gabriel de
Armijo y Carlos Moya para formar un ejército libertador que depusiera a Apodaca y
nombrar, en su lugar, a un virrey conciliador con el que fuera posible consumar la
independencia, pero ambos se negaron.
Iturbide relegó a Armijo en septiembre de 1820 y luego de varias derrotas comprendió que
por la vía de las armas sería imposible vencer a Guerrero, por lo que le planteó la idea de
unir fuerzas para establecer una nación independiente encabezada por Fernando VII u
otro miembro de la realeza europea. El pacto entre ambos jefes se llevó a cabo el 10 de
febrero de 1821 con el evento conocido como Abrazo de Acatempan. El 24 de febrero de
ese año Iturbide dio a conocer el Plan de Iguala, con el que constituía el Ejército
Trigarante, cuyas garantías eran "independencia, religión y unión".
Durante poco más de seis meses, el Ejército Trigarante recorrió el virreinato promoviendo
sus ideales. Entre las escasas acciones bélicas de ese periodo se encuentran la toma de
Oaxaca, el 20 de julio de 1821, a manos de Antonio León, y la última batalla de la guerra,
librada en Azcapotzalco. Iturbide dividió el país en zonas militares: la centro occidental,
dirigida por Guerrero, Anastasio Bustamante y Pedro Celestino Negrete; la oriental,
comandada por Nicolás Bravo y Antonio López de Santa Anna, y la sur, bajo el mando de
Antonio León.
Apodaca fue depuesto por los militares de la Ciudad de México, quienes en su lugar
nombraron a Francisco Novella. Las Cortes en España también decidieron remover a
Apodaca, pero su sustituto designado fue el masón liberal Juan O'Donojú, con quien
Iturbide pudo llegar a un acuerdo con los Tratados de Córdoba.
Finalmente, el 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante entró a la ciudad de
México, después de 11 años y 11 días de lucha y más de tres siglos de dominio español.
2.5 MINA Y LA INDEPENDENCIA.
Martín Xavier Mina Larrea, conocido como Francisco Xavier Mina (Otano, Navarra,
España, 1 de julio de 1789 – Fuerte de los Remedios Pénjamo, Guanajuato, Nueva
España, 11 de noviembre de 1817), militar y guerrillero español que participó en la Guerra
de la Independencia de España (contra los franceses) y en la Independencia de México
(del lado de los insurgentes y en contra de los realistas).
Los primeros componentes de la nueva guerrilla fueron Félix Sarasa, Ramón Elordio,
Lucas Górriz, su tío Francisco Espoz y otros diez campesinos. Establecieron la base de
sus acciones en Monreal, en las cercanías de Pamplona.
Los asaltos y emboscadas fueron dando sus frutos, con la toma de prisioneros, bagajes,
enseres y dinero, lo que provocó una llegada continua de nuevos voluntarios que en
pocas semanas engrosaron el número de componentes del Corso hasta alcanzar la cifra
de 200. En Lumbier, tras la toma de ochenta caballos, creó la caballería del Corso.
En octubre de 1809 había una gran cantidad de jóvenes navarros que querían abandonar
sus quehaceres e ir a pelear contra los franceses, por lo que se hizo popular el dicho de
"irse a Mina". Los franceses, preocupados por el cariz que tomaban las acciones,
enviaron al general D'Agoult a combatirlo, teniendo lugar la primera acción en Estella,
donde Mina estuvo a punto de caer prisionero de no haber sido porque el estellés Hilario
Martixa le ocultó y condujo a campo abierto.
Se reunió con los suyos en la venta de Urbasa. De ahí, camino de Viana tuvo otro
encuentro con los franceses, perdiendo 18 hombres. En noviembre descansó en Los
Arcos, adiestrando al personal de que disponía en aquel momento: 300 hombres de
infantería y 100 de caballería. El Corso, por su número, versatilidad y maniobrabilidad, era
ya un peligroso adversario para los invasores.
Desde el comienzo de sus acciones, Mina siempre había enviado a sus prisioneros al
Depósito de Lérida. Mantenía con ellos una escrupulosa consideración. Sin embargo, la
actitud de los franceses después de la acción de la Venta de Urbasa dio lugar a que
nunca más los prisioneros franceses tuvieran garantía alguna de vida en el caso de caer
prisioneros de la guerrilla. La razón fue que en tal acción fue capturado Vicente Carrasco,
uno de los primeros guerrilleros, junto con otros 18 compañeros más. Los franceses
ahorcaron en Pamplona a Carrasco y fusilaron a los otros dieciocho prisioneros.
Poco después, en Tiermas, el Corso navarro y la guerrilla del aragonés Miguel Sarasa
emboscaron a una columna francesa de unos 500 hombres. Este fue el primer combate
en campo abierto y siguiendo tácticas de estrategia puramente militar. A partir de ese
momento, el Corso no tuvo descanso. Se sucedieron las acciones: Alto de Rocaforte,
Caparroso, Los Arcos, Torres, el desgraciado asalto de Tudela, etc. Las fuerzas
guerrilleras a las órdenes de Mina se adueñaron de las rutas de Navarra con el Alto
Aragón. En diciembre, tras la acción de Tudela, Mina reestructuró el Corso, compuesto
por 1.200 hombres de infantería y 150 de caballería, que a partir de entonces se llamó
"Primero de Voluntarios de Navarra".
Algún tiempo después Mina pasa a Bayona y desde allí embarca para Londres, Inglaterra,
donde conoce a fray Servando Teresa de Mier, sacerdote mexicano, quién escribía sobre
la guerra de Independencia de México, y planea formar una expedición para ayudar a los
insurgentes de la Nueva España, invitando a Mina y a otros a dirigirse con él a México.
Algunos lores británicos liberales posibilitan la reunión de algo más de 20 oficiales
españoles, italianos e ingleses, embarcándose el 15 de mayo de 1816 en Liverpool rumbo
a los Estados Unidos. El 30 de junio llegan a Norfolk, Virginia, donde tuvo enormes
dificultades para sacar adelante su empresa.
Finalmente pudo armar dos embarcaciones, dirigidas por norteamericanos, que mandó
adelante, y zarpó el 27 de septiembre de Baltimore hacia Puerto Príncipe. De ahí partió
con su escuadrilla el 23 de octubre, rumbo a la isla de Galveston, a donde arribó el 24 de
noviembre de 1816.
Estuvo en Nueva Orleáns y tras algún tiempo se embarcó de nuevo en Galveston, el 16
de marzo de 1817. En la desembocadura del río Bravo del Norte, en donde se detuvo
para aprovisionarse de agua, dirigió el 12 de abril una proclama a sus soldados en la que
pidió disciplina y respeto a la religión, a las personas y a las propiedades.4
El 15 de abril desembarcó en Soto la Marina, Tamaulipas, en la desembocadura del río
Santander, población que toma al estar abandonada. El 25 del mismo mes imprime otra
proclama, en una imprenta que llevaba consigo, en la que hizo saber los motivos de su
intervención en Nueva España.5
Mina hizo público un manifiesto afirmando que no combatía la soberanía española en sus
territorios de Ultramar, sino la tiranía del rey Fernando VII. No obstante, se nombró
general del "Ejército Auxiliador de la República Mexicana", y el 24 de mayo empezó a
avanzar hacia el interior del país para unirse a los insurgentes de Pedro Moreno en el
Fuerte del Sombrero, al noreste de Guanajuato.
"(...) Mexicanos: permitidme participar de vuestras gloriosas tareas, aceptad los servicios
que os ofrezco en favor de vuestra sublime empresa y contadme entre vuestros
compatriotas. ¡Ojalá acierte yo a merecer este título, haciendo que vuestra libertad se
enseñoree o sacrificándole mi propia existencia! Entonces, en recompensa, decid a
vuestros hijos: "Esta tierra fue dos veces inundada en sangre por españoles serviles,
vasallos abyectos de un rey; pero hubo también españoles liberales y patriotas que
sacrificaron su reposo y su vida por nuestro bien."
Proclama de Francisco Xavier Mina al desembarcar en el Nuevo Santander. Soto
la Marina, 25 de abril de 1817.
2.6 EL ABRAZO DE ACATEMPAN
El abrazo de Acatempan es un suceso de la historia de México ocurrido el 10 de febrero
de 1821,1 en el que participaron Agustín de Iturbide, comandante en jefe del ejército del
Virreinato de Nueva España (gobernado entonces por Juan Ruiz de Apodaca) y Vicente
Guerrero, jefe de las fuerzas que peleaban por la Independencia de México. Este abrazo
marcó la reconciliación entre las fuerzas virreinales (integradas mayoritariamente por
criollos)2 y el ejército insurgente.
Al ser relevado Félix María Calleja como virrey en septiembre de 1816, tomó el cargo el
capitán general de Cuba, un marino: Juan Ruiz de Apodaca.
Apodaca instrumentó una política distinta a la de sus predecesores: Venegas y Calleja.
Creó el indulto, que le fue concedido a la mayoría de los líderes insurgentes, como
Nicolás Bravo e Ignacio López Rayón. Sólo se negaron a acogerse a esta política: Pedro
Moreno, Guerrero, Victoria, Andrés Quintana Roo y Leona Vicario. Gracias a esta política,
la Nueva España vivió casi tranquilamente hasta finales de 1819.
El 1 de enero de 1820 en Las Cabezas de San Juan (Andalucía, España) el coronel
Rafael de Riego se levantó en armas, proclamando que el rey Fernando VII debía jurar la
Constitución de Cádiz, que las Cortes Generales proclamaron en 1812. El 26 de mayo el
intendente de la provincia de Veracruz, José Dávila proclamó la Constitución de Cádiz.
Apodaca hizo lo mismo en la capital el 31 de mayo, provocando con ello protestas y
motines.
En México esta noticia tomó por sorpresa a los novohispanos. Se temía que se
suprimieran los privilegios del clero y del ejército, y que una nueva época liberal llegara al
país. Los criollos, acaudillados por el inquisidor general Matías de Monteagudo y por
Apodaca, se reunieron en la Iglesia de la Profesa, y ahí conspiraron y resolvieron
separarse de España.
Cuando Guerrero se enteró de la situación, intentó convencer al coronel José Gabriel de
Armijo, comandante realista en el sur, de unirse a su movimiento. Armijo permaneció leal
al gobierno español. Guerrero intentó nuevamente persuadirlo a través de una carta
fechada el 17 de agosto, que le fue enviada a Armijo con el coronel Carlos Moya.
El 9 de noviembre renunció Armijo, comandante de las operaciones en el sur del país, por
diferencias habidas con el virrey Apodaca, quien lo transfirió a Sevilla de inmediato.
Guadalupe Victoria, por otra parte, se ocultaba en las cuevas de la sierra de Veracruz. De
este modo, el frente permanecía tranquilo, pero la captura del líder guerrillero se antojaba
casi imposible.
Apodaca, por consejo de Monteagudo, nombró a Iturbide como reemplazo de Armijo, y el
16 de noviembre Iturbide salió de la Ciudad de México y estableció su cuartel general en
Teloloapan. Llevaba consigo doce mil pesos de oro.
Abrazo de Acatempan, pintado por Hesiquio Iriarte.
Existía el antecedente de una negativa por parte de Vicente Guerrero de pactar la paz,
cuando Apodaca envió al padre del caudillo al campo de batalla para suplicarle que
aceptara el indulto. Ante esa situación, Guerrero había pronunciado su frase más
conocida: «La Patria es primero»". Iturbide empezó a planificar sus acciones militares, con
la intención de destruir a las fuerzas insurgentes. Sus primeros combates resultaron
desastrosos, pues fue derrotado en prácticamente todas las batallas.
Se dio cuenta que Guerrero y sus hombres conocían como nadie las montañas del Sur, y
que en ese terreno sería casi imposible derrotarlos. Comprendió entonces que la
Independencia «sólo se lograría si los militares insurgentes se aliaran con las fuerzas que
militamos bajo las órdenes del Rey», como había dicho a un subordinado tras sufrir su
única derrota, en el fuerte del Cóporo.
Iturbide empleó pues, una nueva estratagema: escribió a Guerrero el 10 de enero,
pidiéndole que se retirara de la lucha, que el gobierno respetaría su cargo militar y le
concedería el indulto. Guerrero se negó terminantemente.
Los hombres al mando del coronel Berdejo fueron derrotados nuevamente el 27 de enero
de 1821, por las fuerzas insurgentes. Iturbide había enviado una carta fechada el 25 de
enero en Teloloapan,7 en la que le solicitaba una entrevista y le exponía los puntos de su
programa político, posteriormente recogido en el Plan de Iguala.
El encuentro se realizó en la población de Acatempan (localizado hoy en el municipio de
Teloloapan), el 10 de febrero, ante las respectivas tropas de Iturbide y de Guerrero.
Según el relato de Lorenzo de Zavala, se entabló un breve diálogo entre ambos caudillos,
tras el cual se produjo el abrazo.
No puedo explicar la satisfacción que experimento al encontrarme con un patriota que ha
sostenido la noble causa de la independencia y ha sobrevivido él solo a tantos desastres,
manteniendo vivo el fuego sagrado de la libertad. Recibid este justo homenaje de vuestro
valor y de vuestras virtudes.
Agustín de Iturbide, refiriéndose a Vicente Guerrero, durante el Abrazo de
Acatempan
Yo señor, le digo, felicito a mi patria porque recobra en este día un hijo cuyo valor y
conocimientos le han sido tan funestos.
Vicente Guerrero, refiriéndose a Agustín de Iturbide, durante el Abrazo de
Acatempan
Lucas Alamán da otra versión. Según él, Iturbide no logró inspirar suficiente confianza en
Guerrero, y éste envió en su lugar al teniente José Figueroa, quien estaba facultado por
Guerrero para arreglar todas las condiciones.
 Para mayor apoyo revise el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=0ywtkv62nwQ
 Practica 2:
Investigue la bibliografía de cada uno de los precursores durante la consumación
revolución de la independencia y guárdelo en un archivo en Word.
Guarde el archivo como: 2. TRES PRECURSORES DE LA CONSUMACIÓN DE
INDEPENDENCIA.
 Practica 2.1:
Realice un cuadro sinóptico de la aparición de ITURBIDE hasta su derrota..
Guarde el archivo como: 2.1. ITURBIDE
UNIDAD 3: MÉXICO INDEPENDIENTE
3.1 MÉXICO SE INSTAURA COMO REPÚBLICA, LOS PRIMEROS PRESIDENTES.
La Primera República Federal de México se inició el 1 de noviembre de 1832, luego de la
disolución del primer imperio mexicano al frente del cual estaba Agustín de Iturbide, y
finaliza el 23 de octubre de 1835 cuando se instaura la República Centralista.
Este período fue muy convulso debido a los problemas sociales y políticos como así
también al intento de reconquista por parte de España. Esto se puede ver en que en ese
corto período de tiempo existieron dos triunviratos y nueve presidentes de los cuales,
Guadalupe Victoria fue el único que completó su mandato.
El principal problema que afectó a la primera república federal de México fueron los
constantes enfrentamientos entre los centralistas y los federalistas.
Nacimiento de la república
Luego que el imperio fue disuelto por el Congreso se estableció la forma de gobierno
republicana y federal el día 12 de julio de 1823. Ese día se crea lo que se conoció como
Supremo Poder Ejecutivo que tenía la forma de triunvirato. Este rigió desde el 1 de abril
de 1821 hasta el 10 de octubre de 1824. Este triunvirato, presentó el 1 de noviembre de
1823 el Acta Constitutiva de la Nación Mexicana que fue el primer intento por establecer
las líneas que debía seguir el Congreso Constituyente y la Constitución General.
El segundo Congreso Constituyente se instaló el 7 de noviembre de 1823 y fue el
encargado de redactar una Constitución. Dentro de este congreso se hicieron evidentes
dos ramas ideológicas las federalistas al frente de la cual estaban Miguel Ramos Arizpe y
Lorenzo Zavala y la centralista, comandada por fray Servando Teresa de Mier y Carlos
María de Bustamante.
Los centralistas defendías la posición de no dividir el territorio ya que debilitaría al estado.
Por su parte, los federalistas sostenían que era la mejor forma de gobierno y citaban
como ejemplo a los Estados Unidos.
El día 31 de enero de 1824 mediante el Acta Constitutiva de la Federación que
reivindicaba la soberanía del estado mexicano y la decisión de constituirse como estados
libres, independientes y soberanos.
Primer presidente de los Estados Unidos Mexicanos
Guadalupe Victoria fue declarado como el primer Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos el día 2 de octubre de 1824 y dos días más tardes se realiza promulga la
primera Constitución oficial mexicana.
Primer presidente de México Guadalupe Victoria
Principales artículos de la constitución de 1824
Se declara a la nación mexicana como libre e independiente
Se establece como religió oficial la Católica Apostólica Romana
La forma de gobierno establecida fue la república representativa popular federal
Se establece la división de los poderes
Se crea un Congreso General que se divide en dos cámaras (una de senadores y otra de
diputados)
Se declara la libertad política de imprenta
El poder ejecutivo estará comandado por una sola persona que tendrá el título de
presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Se establece la figura del vicepresidente
El período presidencial se inicia el 1 de abril y se remplazarán en igual día cada cuatro
años
El gobierno de los estados se conforma con tres poderes
La esclavitud fue abolida por Guadalupe Victoria el día 16 de septiembre de 1825 (esto no
estaba dentro de la constitución)
Constitución de 1824 primera constitucion de mexicoConstitución de 1824
Principales medidas y hechos durante la presidencia de Guadalupe Victoria
El gobierno mexicano es reconocido por Estados Unidos y Reino Unido debido a que lo
consideraban mejor para sus intereses ya que veían a México muy débil al carecer de la
protección española.
En 1825, se crea la hacienda pública, se restaura la Ciudad de México, se inicia la
construcción del Museo Nacional, se crea la Marina Armada y se aprueba la ley de
colonización extranjera
En 1826, se firma Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua con la Gran
Colombia, Centroamérica y Perú. Se sofoca la revuelta de Fredonia que fue el primer
intento de separación estadounidense en Coahuila y Texas.
En 1827, se decreta la expulsión de los españoles
En 1828, se ratifica el Tratado de Adams-Onís y por lo tanto la frontera con los Estados
Unidos (ver guerra con Estados Unidos sección antecedentes)
Elección presidencial en la primer República Mexicana
Finalizado el mandato de Guadalupe Victoria se celebra una elección presidencial en la
cual resulta electo Manuel Gomez Pedraza pero Vicente Guerrero, quien resultó perdedor,
rechaza los resultados y organiza una revolución. El resultado, es que Vicente Guerrero
logra que el Congreso anule las elecciones de 1828 y lo designe como presidente.
Durante su presidencia se suma el reconocimiento al gobierno mexicano por el Reino
Unido de los Países Bajos, Dinamarca y el Reino de Hanover.
La situación interna de México era muy convulsa y Guerrero logró obtener poderes
extraordinarios por parte del Congreso pero fue acusado de violar la Constitución. En
consecuencia fue depuesto por el Plan Jalapa.
3.2 LA PRIMERA ETAPA LIBERAL Y LA REFORMA DE GOMEZ FARÍAS.
En el transcurso de un año, alternando en la Presidencia de la República con Santa Anna,
entre abril de 1833 y 1834 promovió una serie de leyes, conocidas en conjunto como la
Primera Reforma, cuyo objetivo principal fue destruir la base jurídica de la supremacía
eclesiástica en los asuntos civiles.6
En lo económico, los bienes de los duques de Monteleone, descendientes de Hernán
Cortés pasaron a poder de la nación y se destinaron a las tareas educativas; se
secularizaron las misiones de California y se confiscaron las posesiones de los misioneros
filipinos. Con respecto a la Iglesia, se prohibió al clero tratar asuntos políticos y vender los
bienes que se encontraran en su poder y no tenían alguna utilidad pública beneficiosa o
renta económica; los diezmos pasaron a ser voluntarios; desapareció la obligatoriedad
civil de los votos eclesiásticos; se suprimieron las sacristías mayores; los edificios jesuitas
fueron cedidos a los estados de la Federación, y se ordenó la secularización de todas las
misiones de la República; se pusieron en subasta los bienes que detentaban los
misioneros de San Camilo, y fue suprimida la censura de prensa en materia religiosa. En
cuestiones militares se ordenó la destitución de los jefes que se pronunciaran contra las
instituciones federales; se ordenó la reducción del ejército y se fomentó la formación de
milicias cívicas en los estados de la República. La pena de muerte por delitos políticos
quedó abolida. En el ámbito educativo, se creó la Dirección General de Instrucción
Pública para el Distrito Federal y Territorios de la Federación, la cual quedaba encargada
de regir la educación y administrar las rentas destinadas a este objeto, así como custodiar
los monumentos históricos y antigüedades, abrir nuevas escuelas públicas, impulsar el
sistema lancasteriano de enseñanza y vigilar el funcionamiento de los colegios a cargo de
particulares; fueron cerrados el Colegio de Santa María de Todos los Santos y la Real y
Pontificia Universidad de México; se decretó el establecimiento de una biblioteca nacional
y la apertura de seis centros especializados de educación superior;7 se ordenó al
representante de México ante el Papa que pidiera la disminución de los días festivos, y el
Congreso resolvió que el Patronato, institución que durante siglos había dado a la corona
española la atribución de nombrar curas, obispos y arzobispos, era un derecho de la
nación. Además, juzgó a los organizadores del asesinato de Vicente Guerrero, la mayoría
de ellos ministros de Anastasio Bustamante.
Estas disposiciones, de orientación liberal, indignaron al clero, los conservadores y los
militares, quienes exigieron el regreso de Santa Anna (en ese momento se había retirado
de la Presidencia, afirmando que estaba enfermo) y éste, mediante una asonada, provocó
la disolución del Congreso y exilió al vicepresidente, además de derogar sus leyes.
En 1838 Gómez Farías volvió al país, y dos años después se unió al levantamiento del
general José de Urrea, cuya derrota lo obligó a exiliarse de nuevo. Regresó en 1845, y en
diciembre del año siguiente, en medio de la Guerra con Estados Unidos, el Congreso lo
designó una vez más como vicepresidente. De nuevo bajo tal condición asumió el poder
(su quinto interinato) porque Santa Anna partió para hacerse cargo del mando de las
tropas mexicanas. Su principal acción de gobierno fue derogar las Siete Leyes
centralistas, expedidas en 1836, y restaurar la Constitución de 1824. De esta forma el
país regresó de forma efímera al sistema federalista. Más tarde, apremiado por abastecer
de recursos a las milicias que peleaban en el norte del país, pretendió financiar la guerra
con los bienes de la Iglesia, lo que provocó en la Ciudad de México un motín (alentado
por el clero) conocido como Rebelión de los Polkos.9 Santa Anna, quien acababa de
dirigir al ejército mexicano en la Batalla de Buena Vista, regresó precipitadamente y lo
destituyó el 21 de marzo de 1847.
Posteriormente, ya como diputado, se opuso al Tratado de Guadalupe Hidalgo, pactado
con los invasores tras la Guerra con Estados Unidos.
3.3 LA INDEPENDENCIA DE TEXAS Y LA GUERRA DE LOS PASTELES.
La guerra de la Independencia de Texas (o Revolución de Texas) tuvo lugar entre el 2 de
octubre de 1835 y el 21 de abril de 1836. Las partes en conflicto fueron México y la
provincia de Texas, perteneciente jurídicamente por aquel entonces al Estado de Coahuila
y Texas.
Los problemas entre el gobierno mexicano y los colonos angloparlantes en Texas
comenzaron con la promulgación de la constitución centralista de 1835, conocida como
las Siete Leyes. Esta nueva legislación, promulgada por el presidente mexicano Antonio
López de Santa Anna, dejaba sin efecto la antigua Constitución federal de 1824. Poco
tiempo después, surgieron pronunciamientos en varias regiones del país. La guerra
comenzó en territorio tejano el 2 de octubre de 1835, con la Batalla de González.
Rápidamente, las fuerzas tejanas tomaron La Bahía y San Antonio Béjar, aunque pocos
meses después serían derrotadas.
Después de algunas victorias mexicanas, la guerra terminó inesperadamente con la
Batalla de San Jacinto, a más de 300 kilómetros de la actual ciudad de San Antonio. En
ese lugar, el general Samuel Houston condujo a los rebeldes tejanos y a los voluntarios
estadounidenses a una aplastante victoria contra tropas mexicanas, al mando de Antonio
López de Santa Anna, saldándose con el general capturado tras la batalla. Tras la
conclusión de la guerra, se formalizó la independencia de la República de Texas de facto.
El congreso mexicano nunca acepto el Tratado de Velasco argumentando que al estar
firmado por un presidente preso, no tenían ninguna validez legal. Prueba de ello es que
entre 1842 y 1844 se llevó a cabo una segunda campaña en Texas al mando del general
Mariano Arista. Esta segunda expedición fue una reacción del ejército a las críticas contra
la inactividad del presidente Anastasio Bustamante para recuperar Texas (un hecho que
más tarde provocó su derrocamiento y el retorno de Santa Ana a la presidencia). Texas se
unió en 1845 a los Estados Unidos, y las reclamaciones de ambas partes no quedarían
finiquitadas hasta la guerra entre Estados Unidos y México, que se prolongaría entre 1846
y 1848
EL ORIGEN DEL CONFLICTO.
El pánico de 1819 sumió a los Estados Unidos en una grave depresión económica. Moses
Austin, banquero de Virginia con fuertes intereses en el Territorio del Misuri, con ayuda
del Barón de Bástrop Felipe Enrique Neri y Erasmo Seguín diseñaron un proyecto para
atraer colonos estadounidenses a la región, hecho que ayudaría a la Nueva España a
desarrollar el territorio. En 1820, solicitó una concesión española para asentar a 300
familias originarias de Misuri en territorio texano.
A finales de 1820, Moses Austin recibió la concesión del Virreinato de Nueva España,
pero murió en junio del año siguiente. Por lo que Stephen Austin heredó la concesión
otorgada a su padre e inició formalmente la colonización gracias al poder ejercido del
barón de Bástrop en la diputación provincial de San Antonio y la legislatura en Coahuila y
Texas.
3.4 LA GUERRA CON LOS EUA (1846-1847)
Hacia 1835, cuando muchos estaban decididos a insurreccionarse, los texanos debatían
informalmente el tema. En julio de 1835, Austin fue puesto en libertad, pues no se le
comprobó participación alguna en la rebelión, y llegó a Texas en agosto. Los texanos se
sentían afrentados por el encarcelamiento de Austin, la brutal represión en Zacatecas, el
exhorto al desarme de las milicias, la orden de repeler nuevos inmigrantes, y
particularmente, por la abolición de la Constitución Federal. La gota que derramó el vaso
fue el asesinato de un colono a manos de un soldado mexicano. Tras una pequeña
consulta, la provincia de Texas decidió levantarse en armas contra el gobierno de México.
3.5 LA PRIMERA DIVISIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA (1824).
La Primera República Federal es un período de la historia de México que corresponde a la
primera ocasión en que se instauró el régimen federal como forma de gobierno del Estado
mexicano. La República fue proclamada el 1 de noviembre de 18232 por el Congreso
Constituyente, meses después de la disolución del Imperio Mexicano de Agustín de
Iturbide . La República fue establecida formalmente el 4 de octubre de 1824 con la
promulgación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
La República Federal duró casi doce años, hasta el establecimiento de la República
Centralista el 23 de octubre de 1835.
El primer intento de federación en la Historia de México fue una experiencia corta,
caracterizada por inestabilidad política, social y violencia. La República fue gobernada por
dos triunviratos y nueve presidentes. José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix,
mejor conocido como Guadalupe Victoria, fue el único presidente que completó su
mandato constitucional durante este periodo.
El período estuvo marcado también por varios intentos de reconquista española y el
intento de México de conquistar Cuba.
El problema principal para la consolidación de la federación fue la división y constantes
pugnas entre federalistas y centralistas.
La Constitución de 1824, fue la primera constitución oficial de México como nación
independiente. Estaba conformada por 7 títulos y 171 artículos. Se implantó el sistema de
federalismo en una república representativa popular, la cual originalmente estaba
integrada por diecinueve estados y cuatro territorios federales; pero después de un par de
ajustes ese mismo año, el país quedó integrado por 19 estados, 5 territorios federales y
un distrito federal. La constitución no contempló expresamente los derechos ciudadanos.
El derecho de igualdad de los ciudadanos quedó restringido por la permanencia del fuero
militar y eclesiástico. Los artículos más relevantes fueron:
La nación mexicana es para siempre libre é independiente del gobierno español y de
cualquiera otra potencia. La religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la
católica, apostólica, romana. La nación la protege por ley y se prohíbe cualquier otra. La
nación mexicana adopta para su gobierno la forma de república representativa popular
federal. Se divide el supremo poder de la federación para su ejercicio, en legislativo,
ejecutivo y judicial. Se deposita el poder legislativo de la federación, en un Congreso
general. Este se divide en dos cámaras, una de diputados y otra de senadores. Libertad
política de imprenta en la federación y en los estados (apartado 1). Se deposita el
supremo poder ejecutivo de la federación en un solo individuo, que se denominará
presidente de los Estados-Unidos Mexicanos. Habrá también un vicepresidente, en quien
recaerán, en caso de imposibilidad física ó moral del presidente, todas las facultades y
prerrogativas de éste.95. El presidente y vicepresidente de la federación, entrarán en sus
funciones el 1º de Abril, y serán reemplazados precisamente en igual día cada cuatro
años, por una nueva elección constitucional.123. El Poder Judicial reside en una Corte
Suprema de Justicia, en los Tribunales de Circuito y en los Juzgados de Distrito. El
gobierno individual de los estados se conforma por tres poderes.
El 8 de octubre de 1824, el Presidente y el Vicepresidente Nicolás Bravo juraron la
Constitución. Guadalupe Victoria asumió el cargo de presidente interino del 10 de octubre
de 1824 al 31 de marzo de 1825. Su período constitucional en el cargo se inició el 1 de
abril de 1825.
Aunque no estaba estipulado en la constitución, la esclavitud estaba prohibida en la
República. El presidente Guadalupe Victoria declaro la abolición de la esclavitud el 16 de
septiembre de 1825.
 Para mayor apoyo revise el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=tsvqEy1Y8LE
 Practica 3:
Del video realice un resumen de lo más importante.
Guarde el archivo en Word como: 3. LA PERDIDA DE TEXAS
 Practica 3.1:
En un mapa de américa del norte señala cuales fueron los territorios que américa
perdió en la separación de Texas.
Tome una foto y guarde el archivo como .jpg: 3.1. MAPA DE AMERICA
UNIDAD 4: LA REFORMA.
4.1 PENSAMIENTO DE JUÁREZ.
La frase célebre del político liberal mexicano Benito Juárez, "Entre los individuos, como
entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz", fue enunciada el 15 de julio de
1867, en un manifiesto expedido poco después de entrar triunfante en la Ciudad de
México, tras la derrota y fusilamiento de Maximiliano I de México de Habsburgo y el
derrocamiento del Segundo Imperio Mexicano. El 15 de julio de 1867, después de haber
permanecido dos días en Chapultepec se dirigió a la Ciudad de México. Entró por la
puerta de Belém y el paseo de Bucareli, en el lugar en donde se encontraba la estatua de
Carlos IV se detuvo para recibir felicitaciones de autoridades civiles y militares, continuó
su camino por la Alameda Central para dirigirse al Palacio de Gobierno. Desde el balcón
presenció un desfile de la columna de honor y las expresiones de júbilo de la población.
Ese mismo día expidió el manifiesto en donde se encuentra la frase célebre:
..Mexicanos: encaminemos ahora todos nuestros esfuerzos a obtener y a consolidar los
beneficios de la paz. Bajo sus auspicios, será eficaz la protección de las leyes y de las
autoridades para los derechos de todos los habitantes de la República. Que el pueblo y el
gobierno respeten los derechos de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el
respeto al derecho ajeno es la paz.
Confiemos en que todos los mexicanos, aleccionados por la prolongada y dolorosa
experiencia de las comunidades de la guerra, cooperaremos en el bienestar y la
prosperidad de la nación que sólo pueden conseguirse con un inviolable respeto a las
leyes, y con la obediencia a las autoridades elegidas por el pueblo...
Benito Juárez, 15 de julio de 1867.

LA FUERZA DEL DERECHO Y EL RESPETO AL DERECHO.
4.2 LOS LIBERALES EN EL PODER
La Guerra de Reforma, también conocida como la Guerra de los Tres Años, transcurrió
desde el 17 de diciembre de 18571 hasta el 1 de enero de 1861, que culmina con la
entrada de Juárez a la capital del país. Fue el conflicto armado que enfrentó a los dos
bandos en que se encontraba dividida la sociedad mexicana: liberales y conservadores.
Dio inicio cuando el general conservador Félix Zuloaga dio a conocer el Plan de
Tacubaya, el cual demandaba la abrogación de la Constitución de 1857, la permanencia
de Ignacio Comonfort en la presidencia y la convocatoria de un Congreso extraordinario,
el cual se encargaría de elaborar otra carta constitucional que, según los conservadores,
"garantizara los verdaderos intereses del pueblo". Dos días después de su publicación,
Comonfort (Presidente electo en ese momento) se adhirió al Plan de Tacubaya.
Benito Juárez (Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ese momento) defendió
enérgicamente la Constitución y se negó a colaborar con los conservadores. Por esta
razón, Comonfort ordenó que lo detuvieran y lo mantuvieran en prisión. Con el transcurso
de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación.
Muchos de los moderados se unieron a los liberales, convencidos de que era necesario
acotar el gran poder económico y político de la Iglesia Católica. Por un tiempo los liberales
y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la
Ciudad de México y los liberales en Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los
liberales, y el presidente Benito Juárez instaló su administración en la Ciudad de México.
Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una
nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes
federales como los de los estados; tocó entonces a las legislaturas estatales el arreglo de
las constituciones particulares de cada estado, de acuerdo con la constitución general. Se
reunió así el primer Congreso Constitucional, que trabajaría ya bajo los principios de la
carta magna de 1857.
4.3 LA CONSTITUCIÓN DE 1857.
Después, en 1857, la situación llegó a ser delicada, mientras tanto que este primer
Congreso Constitucional, que había elegido a Comonfort presidente de la República y a
Benito Juárez presidente de la Suprema Corte de Justicia, confirió al Ejecutivo facultades
extraordinarias para gobernar. El temor de los hechos impidió incluso que se respetaran
los artículos constitucionales relativos a las garantías individuales en tanto continuara la
inestabilidad, la cual más que disminuir aumentó en una de las guerras más cruentas del
país.
En diciembre de 1857 se proclamó el Plan de Tacubaya en el que se estipulaba que
cesaba de regir la Constitución y que Comonfort seguiría al frente del Ejecutivo,
gobernando con amplias facultades; convocaba a un congreso extraordinario que
redactaría una nueva constitución de acuerdo con la voluntad nacional, cesando entre
tanto a todas aquellas autoridades que no secundasen este plan.
Presionado por las circunstancias, después Comonfort decidió unirse a los sublevados.
Parte de su equipo de colaboradores renunció a sus puestos mientras que Benito Juárez,
presidente de la Suprema Corte, Isidoro Olvera, presidente del Congreso y algunos
diputados fueron conducidos a prisión. Los estados de la República se dividieron en
aquellos que apoyaban al Plan de Tacubaya y los que defendían el orden constitucional.
Los conservadores, por su parte, presionaron a Comonfort para que derogara las
reformas liberales, a lo cual él se negó. Luego, trató de buscar una reconciliación con el
ala liberal; excarceló a Juárez y llevó a cabo enfrentamientos armados contra los
conservadores, en los cuales saldría mal librado. Ante lo inútil de su resistencia decidió no
continuar en la lucha y abandonó el país dejándolo inmerso en una guerra civil.
En consecuencia se dan dos gobiernos paralelos. Uno encabezado por Benito Juárez que
en su calidad de presidente de la Suprema Corte debía ocupar el Ejecutivo en caso de
que el presidente se ausentara; y el otro presidido por Félix Zuloaga, a quien una junta de
representantes había electo presidente. El primero defendería el orden constitucional,
mientras el segundo se encaminaría a su destrucción. Juárez estableció su gobierno, en
un primer momento, en Guanajuato, mientras Zuloaga en la capital gobernaba con las
llamadas Cinco Leyes, que de hecho derogaban algunas de las reformas liberales como
la Ley Lerdo, la Ley Iglesias y la Ley Juárez entre otras. Las diversas entidades del país
tomarían una posición y defenderían a uno de estos dos gobiernos.
El ejército y el gobierno liberal irían sufriendo severas derrotas a manos de los
conservadores, en Puerto de Carretas, Atenquique, Ahualulco y Barranca de Beltrán, bajo
el mando, en la primera batalla, de Luis G. Osollo y del general Miguel Miramón tras la
muerte de aquél, derrotas que llevaron a Juárez a convertir su mandato en itinerante. Con
todo y las penalidades a que se vio sujeto, éste continuó dictando una serie de
disposiciones legislativas que simbolizaron una postura aún más radical que la manejada
en el congreso constituyente de 1857. La legislación dictada en Veracruz modificó
sustancialmente diversos aspectos centrales de la vida nacional.
4.4 LAS LEYES DE REFORMA Y LA IDEOLOGÍA JUARISTA.
Las leyes decretadas por Juárez en Veracruz, mientras se encontraba sitiado dicho
puerto, conocidas como Leyes de Reforma, establecieron al fin la separación de la Iglesia
y el Estado. El 12 de julio de 1859 se promulgó la Ley de nacionalización de los bienes
eclesiásticos; el 23, la Ley del matrimonio civil; el 28 la Ley orgánica del Registro Civil y la
Ley sobre el estado civil de las personas; el 31, el decreto que declaraba que cesaba toda
intervención del clero en cementerios y camposantos. El 11 de agosto se reglamentaron
los días festivos y se prohibió la asistencia oficial a las funciones de la Iglesia. Un año
más tarde, el 4 de diciembre de 1860, se expidió la Ley sobre libertad de cultos. Este
conjunto de leyes fueron el inicio de una nueva era en la política, la economía y la cultura.
Pero mientras esos ordenamientos se convertían en realidad, la guerra civil había agotado
y empobrecido al país.
4.5 LA INTERVENCIÓN FRANCESA, EL IMPERIO DE MAXIMILIANO Y LA DERROTA
DE LOS FRANCESES.
Desde el tratado de Guadalupe Hidalgo, los Estados unidos dejaban abierta la posibilidad
de que en un futuro se negociara con México el libre paso de personas, mercancías y
tropa estadounidense por el istmo de Tehuantepec. Por la coyuntura de la guerra de
reforma, el gobierno representado por James Buchanan solicito a al gobierno de Juárez
"una muestra de buena voluntad". Fue entonces cuando Melchor Ocampo y sus
colaboradores redactaron el proyecto de tratado llamado McLane-Ocampo, por el cual se
cedían a algunas de las exigencias estadounidenses a cambio de una alianza militar
defensiva y ofensiva entre las dos naciones. Sin embargo este tratado nunca entró en
vigor.
Por su parte los conservadores celebraron en el mismo año de 1959 el tratado Mon
Almonte, con el representante de la corona de España en México. Esto como parte del
proyecto monarquista que había sobrevivido en la facción conservadora desde el
destronamiento de Iturbide (de hecho dicho proyecto nunca incluyo a Agustín I) pues se
esperaba todavía que un monarca europeo gobernara como soberano Mexicano. Aunque
oficialmente este tratado tampoco entro nunca en vigor, materialmente Miramón había
conseguido el apoyo de naves de guerra españolas para atacar la ciudad de Veracruz
donde se encontraba Juárez. Dichas naves siendo de procedencia española evitaron usar
su correspondiente bandera en sus maniobras para no desencadenar algún problema
diplomático mayor, por eso el gobierno Juarísta clamo la movilización de la marina
estadounidense invocando un antiguo tratado de mutua cooperación para combatir la
piratería. Los barcos que apoyaban a la reacción al no usar banderas fueron repelidos por
la marina Norteamericana dándole al gobierno legítimo la oportunidad de resistir el sitio de
Miramón.
No se puede negar que durante estos años la nación Mexicana estuvo a punto de
desaparecer, fueron momentos difíciles en los que uno y otro bando recurrieron a
recursos extremos, como lo dice don Justo Sierra "Los liberales empeñaron la soberanía
nacional con el tratado McLane-Ocampo, pero los conservadores la regalaron la nación
misma con el tratado Mon Almonte"
Después de tres años de guerra civil, las fuerzas liberales encabezadas por el general
Jesús González Ortega, enfrentaron la que sería la última batalla contra las fuerzas
conservadoras dirigidas por Miramón el 22 de diciembre de 1860. Los liberales vencieron
a los debilitados conservadores definitivamente en la Batalla de Calpulalpan en el Estado
de México el 22 de diciembre de 1860, y finalmente el 1 de enero de 1861, Juárez hizo su
entrada triunfal a la capital.
Poco tiempo antes de que esto sucediera, pero convencido ya de la victoria de las fuerzas
liberales sobre las conservadoras, Juárez expidió el 6 de noviembre de 1860, una
convocatoria para las elecciones de diputados al Congreso de la Unión y para Presidente
constitucional de la República en un plazo de dos meses. El presidente había venido
gobernando con facultades extraordinarias, por lo cual le era apremiante restablecer la
legalidad del gobierno a través del Congreso. Para este momento, el poder legislativo
había inclinado el peso de la balanza a su favor constituyéndose sin duda en la fuerza
política más importante y fuerte del momento, por encima incluso del Ejecutivo. Este, por
su parte, necesitaba triunfar en las elecciones para poder gobernar dentro del orden
constitucional.
Tras una votación muy cerrada, el gobierno juarista apenas pudo triunfar con unos votos
de diferencia. El Congreso declaró presidente constitucional a Benito Juárez y a González
Ortega presidente de la Suprema Corte de Justicia, cargo que llevaba implícito ser el
sustituto legal del presidente.
Las sesiones en la cámara transcurrieron en medio de una gran tensión política, la cual
obligó al presidente a suspender algunas de las garantías individuales consignadas en la
Constitución. Una vez que se restableció el orden constitucional a nivel nacional, se buscó
la manera de sostener las leyes dictadas en Veracruz y se expidieron algunas nuevas,
como el decreto por el que quedan secularizados los hospitales y los establecimientos de
beneficencia, emitido en diciembre de 1861.
Estos nuevos ataques a los intereses conservadores provocaron levantamientos por parte
del ejército reaccionario. A pesar de haber sido derrotado por los liberales, Zuloaga hizo
un nuevo pronunciamiento declarándose presidente de la República. La inquietud política
se volvió a desatar y produjo fuertes enfrentamientos partidistas, incluso contra el
presidente Juárez, que se esforzaba por mantenerse dentro del orden constitucional.
Sin embargo, las ejecuciones de Melchor Ocampo y de Santos Degollado, en 1861
llevados a cabo por las fuerzas conservadoras, contribuyeron a que la situación política,
económica y social se tornará crítica. El gobierno juarista decidió suspender pagos,
buscar la forma de allegarse recursos por cualquier medio y mantener la suspensión de
garantías. Estas medidas resultan insuficientes para resolver los problemas financieros
existentes y lograr la pacificación del país.
4.6 LA SOCIEDAD MEXICANA Y LA LIBERTAD DE CULTOS, Y LA EDUCACIÓN
LAICA.
La cultura de la intolerancia religiosa se estableció en México desde la conquista
española. En España el Estado se había cohesionado en torno de la religión católica, con
la expulsión de musulmanes y judíos. La Inquisición se erigió para perseguir al que
pensara diferente. La alianza entre la corona española y la iglesia católica se selló
mediante el establecimiento del Regio Patronato.
La iglesia, como aliada del imperio español, condenó a la insurgencia; excomulgó a sus
miembros y se negó a reconocer la Independencia, hasta quince años después de
consumada. Los papas Pío VII, León XII, Pío VIII y Gregorio XVI siguieron increpando al
pueblo de México, para que aceptara el dominio español, hasta 1836. Después, el
Pontificado se negó a firmar un concordato con los gobiernos mexicanos, no obstante que
todas sus Constituciones, desde la de 1814, la federalista de 1824 reestablecida en 1847
y las dos centralistas (1836 y 1843), establecían un Estado confesional e intolerancia
religiosa y por tanto reconocían a la iglesia como un poder constitucional.
Después de luchar por la independencia de España, el liberalismo mexicano buscó la
independencia del Estado mexicano respecto de la iglesia. En 1833 una segunda
generación de liberales quiso asumir el Patronato que había ejercido la corona española
sobre la iglesia católica, por considerarlo un derecho de todo Estado soberano en el
territorio bajo su jurisdicción. El pontificado lo rechazó por considerarlo una concesión que
no iba a otorgar a un país cuya independencia no reconocía.
Valentín Gómez Farías y José María Luis Mora intentaron someter a la iglesia
convirtiéndola en órgano del Estado. Al mismo tiempo quisieron sustituir al ejército
pretoriano por guardias cívicas. Las corporaciones eclesiástica y militar se unieron al grito
de “¡Religión y fueros!” y el intento reformista fracasó. Una tercera generación del
liberalismo emprendió una segunda reforma social y logró la creación del Estado laico
mexicano.
Fue un largo y conflictivo proceso que inició en 1855 con leyes moderadas. La primera de
ellas fue la ley de administración de justicia conocida como la ley Juárez por el apellido de
su autor. La ley tenía el objetivo de establecer la igualdad jurídica de los mexicanos, razón
por la cual limitó los fueros sin suprimir ni a los tribunales eclesiásticos ni a los militares,
sólo se evitó que ventilaran delitos del orden común. No obstante, fue condenada por el
papa Pío IX. El obispo de Puebla, Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, financió el
levantamiento armado de Antonio Haro y Tamariz contra el gobierno. Ello provocó que se
pasara de la secularización de los bienes del clero planteada desde 1833, a la
nacionalización de los bienes del obispado de Puebla.
La Constitución de 1857 incorporó las leyes reformistas, facultó al Estado para legislar en
materia de culto y dio un paso trascendental al superar la intolerancia religiosa y dejar
implícita la libertad de cultos. La iglesia sacó su arma más poderosa: la excomunión ipso
facto a quienes juraron la Constitución. Estalló la guerra civil. En la parte más cruenta de
la guerra se decretaron las leyes de Reforma. La legislación fue presidida por un
manifiesto en el que el gobierno constitucional explicó que la iglesia había promovido la
guerra civil. Por tal razón procedió a nacionalizar los bienes del clero para indemnizar a la
República.
El corpus que conocemos con el nombre de leyes de Reforma consta de cuatro leyes y
cuatro decretos. Dos son producto de la guerra: la ley de nacionalización de bienes del
clero y el decreto de supresión de las corporaciones religiosas, y tres leyes son esenciales
para la laicidad del Estado: la del matrimonio y el registro civil y la de libertad de cultos,
así como los decretos de secularización de cementerios y de hospitales y el de días
festivos, que evitó que los funcionarios asistieran con carácter oficial a actos religiosos. La
ley de libertad de cultos significó la culminación de la reforma liberal. Acababa así la
mezcla de la política y de la religión, que había prevalecido durante las cuatro primeras
décadas de la vida independiente de México, separándose los asuntos civiles de los
eclesiásticos.
A la guerra civil siguió la guerra contra la intervención francesa y el segundo imperio. El
jefe del ejército francés, Forey, lo primero que hizo al tomar la ciudad de México fue
declarar que Napoleón III vería con buenos ojos el establecimiento de la libertad de cultos,
principio esencial a los Estados modernos. Maximiliano ratificó las leyes de Reforma de
Juárez, aunque declaró a la religión católica la religión oficial del Estado y por tanto quiso
ejercer el Patronato.
Al triunfo de la República, Juárez intentó dar rango constitucional a las leyes de Reforma,
pero las heridas estaban aún abiertas. Aplicó la legislación con indulgencia. Los propios
conservadores como Francisco de Paula Arrangoiz consideraron que la iglesia gozó de
más libertades con Juárez que con Maximiliano. En efecto, Juárez ya no buscaría hacer
uso del Patronato al establecerse la completa separación entre Estado e iglesia. Fue en el
gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada en 1873, cuando se dio nivel constitucional a las
leyes de Reforma. No obstante, fue hasta la Constitución de 1917, que reformó a la
Constitución de 1857, que ya no se otorgó protección especial a la religión católica y no
fue jurada por Dios. La jerarquía de la iglesia católica había apoyado a la
contrarrevolución huertista, razón por la cual la revolución constitucionalista fue
anticlerical. Después, el alto clero se enfrentó a los gobiernos emanados de la Revolución
y promovió la rebelión cristera.
La cristiada concluyó con una negociación con el gobierno de Emilio Portes Gil. Dio inició
una entente cordial, con base en la cual la iglesia fue retomando nuevamente fuerza
política a ciencia y paciencia de los presidentes en turno, hasta que en 1992 se reformó la
Constitución para otorgar personalidad jurídica a las asociaciones religiosas, y se
establecieron relaciones diplomáticas con la cabeza de la iglesia católica.
Al llegar el Partido Acción Nacional al poder, la jerarquía eclesiástica católica se está
convirtiendo en un desiderátum de la política nacional; en un poder fáctico que busca
abiertamente acabar con el Estado laico mexicano y restablecer un Estado confesional. El
papa Pío IX condenó al liberalismo y el principio de soberanía del Estado en el Syllabus
de 1864.
Fue hasta el Concilio Vaticano II en 1965, inspirado por el papa Juan XXIII, que la iglesia
católica aceptó la separación de la iglesia y el Estado. Sin embargo, el papa Benedicto
XVI alienta hoy un movimiento integrista que busca la unión de religión y política, de
Estado e iglesia, mediante el restablecimiento de Estados confesionales. Ratzinger ha
dado su bendición al movimiento de neocatecúmenos que encabeza en España Kiko
Argüello y que pretende acabar con lo que llaman laicismo negativo del siglo XIX, para
establecer un “laicismo positivo” que propicie la religiosidad, en particular el catolicismo.
Es una nueva cruzada.
Lo anterior confirma lo señalado por Ernesto Renan de que la nación es el plebiscito de
todos los días, que nada se da de una vez y para siempre. Hubo quienes pensaron que la
separación del Estado y de la iglesia, como principio propio de todo Estado democrático,
era irreversible, ya que también favorecía a la institución eclesiástica al respetar su
autonomía. Se creyó que el Estado laico no tenía enemigos sino sólo malquerientes. Sin
embargo, la abierta campaña de la iglesia contra la laicidad del Estado demuestra lo
contrario. Las relaciones Estado-iglesia han vuelto al centro de la vida política mexicana.
El episcopado ha planteado la necesidad de hacer una reforma constitucional para
establecer una “verdadera libertad religiosa”, no de convicciones éticas y filosóficas.
Quiere que se imparta religión en las escuelas públicas y que el Estado la subvencione. O
sea, volver al Estado confesional anterior a las leyes de Reforma del periodo juarista. El
propio cardenal Tarsicio Bertone, brazo derecho del papa Ratzinger, se manifestó en
contra del “laicismo decimonónico” mexicano desde el teatro de la República en
Querétaro. Aunque la Constitución vigente sólo mencione la palabra laica textualmente
una sola vez, al señalar en el artículo 3 que la educación que imparta el Estado será laica,
la laicidad del Estado está implícita en la Constitución, de otra manera no podría impartir
educación laica un Estado que no lo fuera.
La violación reiterada a la laicidad del Estado por autoridades de los tres niveles de
gobierno aliados a la institución eclesiástica y que han permitido su injerencia en los
asuntos públicos, ha hecho necesario promover reformas constitucionales para reiterar
explícitamente que la República mexicana es laica. La laicidad debe extenderse a todos
los ámbitos del Estado mexicano como el sector salud. Hace falta también reformar al
artículo 24, sustituyendo el concepto decimonónico de la libertad de cultos, un gran paso
en el siglo XIX, pero que es insuficiente en el siglo XXI, donde no solamente debe haber
libertad para profesar una religión sino para no tener ninguna.
Debe garantizarse tanto la libertad de conciencia, o sea la de profesar en forma privada
cualquier culto, como la religiosa que implica exteriorizar su religión en actos de culto
externo, y también el respeto a quienes no tienen religión y sí tienen derecho a sus
convicciones éticas y filosóficas. El que en nuestro tiempo se haya criminalizado en 18
estados a las mujeres siguiendo la agenda dictada por la iglesia, que impone sus
concepciones religiosas privando a las mujeres de su derecho a decidir sobre su cuerpo;
el haber desatado la homofobia social al calificar de anormales y perversas a las personas
homosexuales, violando lo establecido por la Constitución en cuanto a no discriminar a
nadie por razón de su sexo o ninguna otra condición; el que se declare por las
autoridades de la iglesia mayoritaria que no hay que obedecer a las leyes de los hombres
sino sólo a las de Dios; nos habla de la crisis en que se encuentra el Estado laico en
México y por ende nuestra democracia.
Quienes nos formamos en la historiografía liberal, de la que la Revolución mexicana se
hizo heredera, nunca pensamos que en el inicio del siglo XXI, fuera necesario defender al
Estado laico mexicano, cuyo establecimiento costó tanta sangre. En este contexto cobra
mayor significación el 150 aniversario de las Leyes de Reforma, que crearon al Estado
laico mexicano. Los aniversarios son momentos propicios para la reflexión, pero en este
caso la celebración pasa de ser un tema de efeméride histórica para convertirse en tema
del debate político actual. De ahí la importancia de releer el manifiesto, las leyes, y
circulares de la reforma liberal.
Tanto en el manifiesto firmado por Benito Juárez, Melchor Ocampo, Miguel Lerdo de
Tejada y Manuel Ruiz, como en los considerandos y artículos de cada ley, así como las
circulares de sus autores, se hace manifiesta la acción de la iglesia en contra del Estado
mexicano y la razón que asistió a éste para asumir la soberanía a plenitud, terminando
con la delegación de funciones que habían quedado en manos de la iglesia y sometiendo
a la institución patrocinadora de la guerra a la autoridad soberana del Estado. El mayor
legado de la generación juarista fue la independencia del Estado de la iglesia. La mezcla
de los asuntos políticos y religiosos causó una guerra civil y la ocupación extranjera más
prolongada y sangrienta que ha sufrido nuestro país desde su independencia.
La efeméride del sesquicentenario de las leyes de Reforma se presenta en el momento en
que se requiere defender al Estado laico, por ello la lectura de estos textos fortalecerán no
sólo la cultura histórica y jurídica, sino la política. Una ciudadanía informada lleva a una
vida democrática. Sin laicismo no puede haber democracia.
Por ello, después de releer los textos de las leyes dados en plena guerra civil de Reforma
en Veracruz, consideramos que la mejor forma de preservar el legado de la reforma liberal
juarista es modificar el artículo 24 constitucional para establecer la libertad de conciencia
y no solamente de cultos, y reformar la Constitución para señalar explícitamente que el
Estado mexicano es laico.
 Para mayor apoyo revise el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=BU1zudAW9Mc
 Practica 4:
Del video realice un resumen de lo más importante.
Guarde el archivo en Word como: 4. LA REFORMA DE JUAREZ
 Practica 4.1:
Elabore un cuadro comparativo, sobre las acciones que se desarrollan para la defensa
de la soberanía nacional, costos políticos, económicos y sociales ocasionados por las
invasiones extranjeras.
Guarde el archivo en Word como: 4.1. Cuadro de unidad 4
UNIDAD 5: LA CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO MEXICANO.
5.1 EL PERIODO PORFIRISTA, LA PAZ, LA PROSPERIDAD Y LA DICTADURA DE
PAZ.
Juárez ocupó la presidencia desde 1858 hasta su muerte, en 1872. El año anterior Juárez
había sido reelecto, y el general Porfirio Díaz se levantó en armas para protestar, pero fue
derrotado. Unos meses después, al morir Juárez, de acuerdo con las leyes asumió la
presidencia Sebastián Lerdo de Tejada, que era el presidente de la Suprema Corte de
Justicia.Cuatro años más tarde, en 1876, cuando Lerdo de Tejada buscó que lo
reeligieran, Díaz volvió a rebelarse. El 10 de enero, Porfirio Díaz, Vicente Riva Palacio,
Hermenegildo Sarmiento, entre otros mandos militares, firman el Plan de Tuxtepec en la
Villa de Ojitlán, Oaxaca; El documento desconoce los resultados de las elecciones
electorales y convoca a un movimiento armado en contra del gobierno de Sebastián Lerdo
de Tejada. El 21 de marzo, Porfirio Díaz promulga el Plan Palo Blanco en Tamaulipas,
versión reformada del Plan de Tuxtepec. En él Díaz hace reformas en lo que concierne al
principio de no-reelección, ya que aquí deja claro que ese principio será Ley Suprema. Se
suprime al Senado y se desconoce al gobierno de Lerdo de Tejada. El 25 de noviembre,
Porfirio Díaz proclama oficialmente el Plan de Tuxtepec y sus reformas de Palo Blanco; al
mismo tiempo, ordena el paro de todos los funcionarios y empleados del gobierno federal.
Cuando se levantó en armas contra Juárez y contra Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz
sostenía el principio de la "no reelección"; estaba en contra de que el presidente volviera a
ser electo.
Pero después él mismo se reeligió muchas veces. Su gobierno fue verdaderamente largo,
de 1876 a 1911, con dos interrupciones: una de dos meses, entre 1876 y 1877, en que
dejó el poder a Juan N. Méndez, y otra entre 1880 y 1884, cuando gobernó Manuel
González.
El pueblo mexicano estaba hastiado del desorden y la guerra, y Díaz se propuso imponer
la paz a cualquier costo. México no tenía dinero, ni se lo querían prestar en ningún lado,
porque no había pagado sus deudas con puntualidad. Había que atraer capital extranjero,
pero nadie invertiría en México si no había estabilidad y paz.
Con mano dura, Porfirio Díaz trató de eliminar las diferencias de opiniones sobre asuntos
de política, y se dedicó a mejorar el funcionamiento del gobierno."Poca política y mucha
administración" era el lema de ese tiempo. La paz no fue total, pero Díaz consiguió
mantener el orden mediante el uso de la fuerza pública. Policías y soldados persiguieron
lo mismo a los bandoleros que todo intento de oposición. Con el orden, aumentó el trabajo
y se hizo posible el desarrollo económico, pues el país contaba con recursos y los
empresarios podían obtener buenas ganancias.
Durante el largo tiempo en que gobernó Díaz se realizaron obras importantes en varios
puertos, y se tendieron 20,000 kilómetros de vías férreas. Las líneas de ferrocarril se
trazaron hacia los puertos más importantes y hacia la frontera con los Estados Unidos de
América para facilitar el intercambio comercial.
También sirvieron para facilitar la circulación de productos entre distintas regiones de
México, y como medio de control político y militar. El correo y los telégrafos se
extendieron por buena parte del territorio nacional. Se fundaron algunos bancos, se
organizaron las finanzas del gobierno, se regularizó el cobro de impuestos, y poco a poco
se fueron pagando las deudas.
La agricultura progresó espectacularmente en Yucatán, en Morelos y en La Laguna, se
cultivó un sólo producto: henequén, caña de azúcar y algodón.
México tuvo un crecimiento económico nunca antes visto. Pero como poca gente tenía
dinero para invertir o podía conseguirlo prestado, el desarrollo favoreció a unos cuantos
mexicanos y extranjeros. Con esto, la desigualdad entre los muy ricos, que eran muy
pocos, y los muy pobres, que eran muchísimos, se fue haciendo cada vez más profunda
la esperanza de comer cada día.
Se agudizó la tendencia a acumular terrenos en manos de unos pocos propietarios; es
decir, a la formación de latifundios.
Los indígenas perdieron muchas tierras, y la mayor parte de los habitantes del campo
tuvieron que ocuparse como peones en las haciendas. Allí había trabajo, pero estaban
mal pagados, tenían poca libertad y se veían obligados a gastar el poco dinero que
ganaban en las tiendas de raya, que eran de los propios patrones y que vendían todo más
caro. Al endeudarse en estas tiendas, los peones tenían que seguir trabajando para el
mismo patrón, aunque los tratara mal. En algunas regiones, como la península de
Yucatán y Valle Nacional, Oaxaca, los peones eran, por el trato que se les daba,
prácticamente esclavos.
5.2 LA SOCIEDAD Y CULTURA EN EL PORFIRIATO (1876-1910)
Se hicieron grandes esfuerzos por extender la educación pública, lo que permitió que se
educaran más niños; cada vez más gente pudo seguir estudios superiores y así se
empezó a formar en todo el país una clase media de profesionales y empleados públicos.
Se enriqueció la vida cultural con nuevos periódicos, revistas y libros escritos e impresos
en México.
Se multiplicaron los caminos, puentes, edificios y escuelas. Los teatros presentaban
compañías y actores europeos, y pronto el cinematógrafo fue conocido en todo el país. La
paz porfiriana fue provechosa para la cultura. Se avanzó en las ciencias, las artes y la
técnica. Se fundaron academias, teatros, museos y asociaciones artísticas y científicas.
Como en Europa y el resto de América, hubo una profunda influencia de la cultura
francesa que puede apreciarse en la mayoría de los edificios y los monumentos de la
época.
Un grupo de historiadores publicó México a través de los siglos; otro grupo escribió
México y su evolución social. Justo Sierra inaguró la Universidad Nacional. José María
Velasco plasmó en cuadros maravillosos el esplendor del paisaje mexicano; Saturnino
Herrán pintó una impresionante serie de cuadros con gente del pueblo y con alegorías a
la mexicanidad; José Guadalupe Posada logró vigorosos grabados con escenas de la vida
diaria.
Músicos como Juventino Rosas, Ricardo Castro y Felipe Villanueva buscaron crear una
música con hondas raíces populares. Hubo grandes novelistas, como Federico Gamboa;
cronistas y cuentistas, como Angel del Campo, y poetas como Manuel Gutiérrez Nájera,
Manuel José Othón, Salvador Díaz Mirón y Amado Nervo, que dedicaron su talento a
describir y a cantar a la vida y el paisaje de México, así como a explorar la intimidad de
sus sentimientos.
En los últimos años del gobierno de Díaz hubo un grupo de muchachos brillantes y
estudiosos que formaron en la ciudad de México el Ateneo de la Juventud. Alfonso Reyes,
José Vasconcelos y Pedro Henríquez Ureña encabezaron este movimiento renovador que
buscó libertad y nuevos caminos para el pensamiento y para la creación artística. Sus
trabajos juveniles fueron interrumpidos por la Revolución, y todos ellos realizaron la parte
más importante de su obra una vez que término la lucha.
 Para mayor apoyo revise el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=4z9Xlir3RO0
 Practica 5:
Describa los puntos más importantes del tema.
Guarde el archivo en Word como: 5. LA CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO
MEXICANO.
 Practica 5.1:
Elabora un mapa conceptual sobre la política de gobierno durante el Porfiriato.
Guarde el archivo en Word, como: 2. Mapa conceptual.
UNIDAD 6: LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
6.1 LA IDEOLOGÍA DEL PLAN DE SAN LUIS POTOSÍ.
El Plan de San Luis fue un manifiesto promulgado el 5 de octubre de 1910 por Francisco I.
Madero, líder del movimiento revolucionario mexicano y candidato presidencial por el
Partido Nacional Antirreeleccionista. El documento convocaba a levantarse en armas el
20 de noviembre de 1910 para derrocar el porfiriato y establecer elecciones libres y
democráticas,1 también se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que les
habían sido arrebatadas por los hacendados.2 Aunque se redactó en San Antonio, Texas,
fue fechado el 5 de octubre —último día que Madero estuvo preso en prisión de
Lecumberri a fin de evitar conflictos con el gobierno de los Estados Unidos.1
Muy pronto llegaron a la Ciudad de México las copias del Plan de San Luis, la prensa
capitalina informaba del desarrollo de un complot.3 El 18 de noviembre de 1910, fue
descubierta una conspiración contra Díaz en la ciudad de Puebla, la conjura era dirigida
por Aquiles Serdán, quien fue asesinado junto con su familia por la policía.4
Sin embargo, como respuesta a la proclamación de Madero, en noviembre de 1910
comenzaron a surgir levantamientos armados a lo largo de México, que finalmente
culminaron con la renuncia de Porfirio Díaz, el triunfo de Madero en las elecciones
presidenciales de 1911, así como en la Revolución mexicana, que duraría alrededor de
una década y cobraría la vida de cientos de miles de mexicanos.
6.2 CAUSAS Y EFECTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
En 1884 Porfirio Díaz abandono el término de la no reelección y con esto se mantuvo en
el poder hasta 1911 en una dictadura.
Las causas directas de la revolución de 1910, surgen en el porfiriato. Este era el periodo
en el cual gobernó Porfirio Díaz. La sociedad mexicana estaba dividida en varias clases;
la aristocracia feudal o "alta sociedad", la burguesía nacional, la pequeña burguesía o
clase media y el proletariado y los campesinos. Esos treinta años fueron una dictadura. El
porfiriato enriqueció a un pequeño grupo de familias, a costa del trabajo de los
campesinos y de los obreros que formaban la mayoría de la población. Se constituyó,
entonces una clase rica que era dueña de haciendas, de fábricas, de casas comerciales y
de negocios financieros. Además de los bienes económicos, este grupo de ricos
controlaba el poder político y disfrutaba de una preparación cultural suficiente para
sojuzgar al resto de la población mexicana. Además se mandaba por la fuerza a los
jóvenes al ejército.
Causas sociales: La inversión de fuertes capitales extranjeros se hizo a costa de explotar
todas las riquezas naturales, incluyendo la mayor; el hombre mismo. Esto es, se dispuso
de mano de obra barata o regalada por el desmedido apoyo que el gobierno dictatorial
concedió a los capitalistas. La explotación a la que se sometió a los peones en las
haciendas, las minas y las construcciones, y a los obreros y artesanos en las fábricas fue
determinante en la consecución de la lucha armada. La economía mexicana creció y la
red ferroviaria se extendió considerablemente. Hacia 1910 el porcentaje de familias sin
tierras representaba el 96.9 % de la población total del país.
Surgimiento de Partidos:
Después de que se anunciara la posibilidad de un cambio político surgieron 2 grupos
principales de tendencia revolucionaria: el Partido Nacional Antirreeleccionista y el Partido
Democrático, mientras que los grupos de tendencia porfirista, como el Partido Nacional
Porfirista y el Partido Científico optaron por reorganizarse para actuar mejor ante la
inminencia de una campaña de electoral. Otra agrupación que también se desarrolló con
cierta amplitud, fue el Partido Reyista.
En el Partido Democrático se encontraban personas que encontraban preferible que
Porfirio Díaz siguiera al frente del poder, pero creían que era necesario que se buscara un
candidato distinto a Ramón Corral para la Vicepresidencia de la República, como lo
manifestaron en abril de 1909; sin embargo este partido no alcanzó la popularidad
necesaria y fue disuelto. Ante esta situación, el Partido Científico presentó como
Candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, a Porfirio Díaz y a Ramón
Corral, respectivamente.
En mayo de 1909 estaba funcionando ya el centro Antirreeleccionista, en cuyas filas se
hallaban personas que poco más tarde iban a tener una importante actuación política,
tales como: Francisco I. Madero, Emilio Vázquez Gómez, Toribio Esquivel, José
Vasconcelos y Luis Cabrera. El primero de ellos, Madero, ya se había hecho célebre para
entonces, debido a la publicación su libro titulado “La Sucesión Presidencial en 1910”, en
el que hizo un estudio de la situación política mexicana, con cierto criterio revolucionario.
El Partido Reyista, sin tener propiamente un programa doctrinal completo, comenzó a
trabajar para presentarse a las elecciones con dos candidatos: el General Porfirio Díaz
para la presidencia y el General Bernardo Reyes para la Vicepresidencia, sin embargo
Porfirio Díaz lo comisionó con un pretexto de tipo militar para ir a Europa, dejándolo fuera
de la escena política. El Partido Reyista se disolvió y sus miembros formaron el partido
nacionalista, que participó junto con el Partido Antirreeleccionista, en la Convención
Nacional Independiente, que tuvo lugar en la Ciudad de México en abril de 1910.
Para dar impulso y vigor al partido y a la Convención, Francisco I. Madero realizó una gira
por algunos Estados de la Nación, lo que logró despertar entusiasmo en algunos y
aumentó el número de integrantes de la Convención. Una vez instalada plenamente, se
puso a discusión el tema de las elecciones y se resolvió presentar como candidato a la
Presidencia de la República a Francisco I. Madero, y como candidato a la Vicepresidencia
a Francisco Vázquez Gómez, antiguo médico de Porfirio Díaz, de quién se había
distanciado políticamente para entonces. Al mismo tiempo que se lanzaba esa fórmula de
Madero-Vázquez Gómez, los convencionistas elaboraron un programa que iba a servir
como bandera de lucha, y en la cual los principios de “no reelección” del Presidente y de
los Gobernadores, y de “Sufragio efectivo”, eran esenciales.
Pronto surgieron diferencias entre los revolucionarios, divididos en tres grupos
Los villistas, que ofrecían un programa político y social se mostró siempre mas dispuesto
a negociar con los liberales. Los zapatistas, que mantenían los principios formulados en el
Plan de Ayala;( sus reclamos de restitución de la propiedad de la tierra a los campesinos)
y los carrancistas, vinculados a la burguesía y deseosos de preservar los beneficios
obtenidos por los generales, empresarios y abogados adictos a Carranza.
Durante el proceso armado de la Revolución Mexicana, se identificó a las principales
fuerzas militares por el primer apellido de sus caudillos; así, los integrantes del Ejército
Constitucionalista recibieron el nombre de carrancistas; los miembros de la División del
Norte y sus aliados fueron conocidos como villistas y, finalmente, los militares del Ejército
Libertador del Sur se llamaban así mismos zapatistas.
Grupos revolucionarios: Su principal propósito era quitar del poder a Porfirio Díaz, y más
igualdad entre las diferentes clases sociales.
Los revolucionarios, estaban divididos en tres grupos: los villistas, que ofrecían un
programa político y social poco definido. (Estaban liderados por Pancho Villa); los
zapatistas, (liderados por Emiliano Zapata) que mantenían los principios formulados en el
Plan de Ayala; y contrarios a estos estaban los carrancistas, vinculados a la burguesía y
deseosos de preservar los beneficios obtenidos por los generales, empresarios y
abogados adictos a Carranza.
Acciones revolucionarias:
Plan de San Luis de Potosí: Este acuerdo prometía revisar los abusos que había cometido
el gobierno anterior con los terrenos de las personas y devolverlos a quienes se los
habían arrebatado, fue realizado por Francisco Madero ya que se estaba consumando un
nuevo fraude electoral, este fue encarcelado y Díaz quedo libre. Los antirreelecionistas
realizaron protestas y de esta manera se puso en libertad a Madero.
Francisco M. huyo a Texas y dio a conocer este plan para que el pueblo mexicano tome
las armas y se defienda para terminar con la dictadura y la oligarquía.
En la alianza nacional antirreelecionista se mostró la influencia del liberalismo y la
desradicalización de la oposición. Estos se plantearon la vuelta al régimen constitucional y
la necesidad de reformar la ley electoral y dar libertad de prensa y enseñanza, mejorar las
condiciones de trabajo de los obreros nacionalizar al personal ferroviario, proteger al
indígena, fomentar las grandes y pequeñas industrias y afianzar las relaciones con los
países latinoamericanos con el objetivo de lograr la unión de republicas
centroamericanas.
Presidencia de Madero: El gobierno procedió al desarme de las fuerzas revolucionarias,
pero los zapatistas se negaron a ello, exigiendo garantías de que serían atendidas sus
demandas en favor de una solución para el problema agrario. El general Victoriano Huerta
combatió a los zapatistas del estado de Morelos en los meses de julio y agosto de 1911,
los derrotó en Cuautla y los obligó a refugiarse en las montañas de Puebla. Sin embargo,
en las elecciones presidenciales resultó elegido Madero, quien tomó posesión de su cargo
el 6 de noviembre de 1911, pero que no logró alcanzar un acuerdo con Zapata ni con
otros líderes agrarios por su falta de sensibilidad para resolver los problemas sociales
planteados por el campesinado.
El 28 de noviembre de 1911, Zapata proclamó el Plan de Ayala, en el que se proponía el
reparto de tierras y la continuación de la lucha revolucionaria. Orozco, tras ser nombrado
por los agraristas jefe supremo de la revolución, se sublevó en Chihuahua en marzo de
1912, y otro tanto hicieron los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz en Nuevo León y
Veracruz respectivamente. El Ejército federal, al mando de Prudencio Robles y Victoriano
Huerta, reprimió con dureza los levantamientos, estableciendo campos de concentración,
quemando aldeas y ejecutando a numerosos campesinos. En la ciudad de México tuvo
lugar en febrero de 1913 la que se denominó Decena Trágica, enfrentamiento entre los
insurrectos y las tropas del general Huerta, que causó alrededor de 2.000 muertos y 6.000
heridos. Con la insólita mediación del embajador estadounidense, Henry Lane Wilson, el
general Huerta llegó a un acuerdo con el general Díaz, destituyó a Madero y se
autoproclamó presidente el 19 de febrero de 1913. Cuatro días después el presidente
Madero y el vicepresidente Pino Suárez fueron asesinados por órdenes de Huerta.
El gobierno de Huerta no fue reconocido por el gobernador de Coahuila, Venustiano
Carranza, quien el 26 de marzo de 1913 proclamó el Plan de Guadalupe, bandera de la
revolución constitucionalista, por el que se declaraba continuador de la obra de Madero y
procedía a la formación del Ejército constitucionalista, al que no tardaron en sumarse el
coronel Álvaro Obregón en Sonora, y Pancho Villa en el norte, mientras Zapata volvía a
dominar la situación en el sur y este del país. La oposición a Huerta en la capital se
realizó a través de la Casa del Obrero Mundial, de tendencia anarquista y defensora de
las clases obreras urbanas, pero cercana a los planteamientos agrarios del movimiento
zapatista, al que dotaron de una ideología más definida, y del lema “Tierra y Libertad”, que
los alejaba tanto de Huerta como de Carranza. Las tropas constitucionalistas, formadas
por campesinos y gentes del pueblo, derrotaron al Ejército federal por todo el territorio
nacional: Villa ocupó Chihuahua y Durango con la División del Norte; Obregón venció en
Sonora, Sinaloa y Jalisco con el Cuerpo de Ejército del Noroeste; y Estados Unidos,
tomando partido por los oponentes a Huerta, hizo desembarcar su infantería de Marina en
Veracruz el 21 de abril de 1914. Después del triunfo constitucionalista en Zacatecas el 24
de junio de ese mismo año y la ocupación de Querétaro, Guanajuato y Guadalajara,
Huerta presentó la dimisión el 15 de julio siguiente y salió del país. En el Tratado de
Teoloyucan se acordó la disolución del Ejército federal y la entrada de los
constitucionalistas en la capital, que se produjo el 15 de agosto de 1914.
Consecuencias: Dicen que la historia la escriben los vencedores, y algo de cierto debe
haber, puesto que cuando se hablaba de la Independencia se refería a muchos
mexicanos (auténticos) que, cansados de la injusticia y opresión de los españoles, habían
tomado las armas, en pos de hacer de México una nación libre: "Habían entregado sus
vidas para dar patria y libertad".
Los influyentes hicieron alianzas para no perder sus privilegios, el clero adoptó postura
neutra, los mexicanos tuvieron acceso a los servicios básicos, pero en general, la historia
poco cambió: "Los pobres siguieron pobres y los ricos conservaron su poder".
Como resultado de la guerra, prevalecía en México un ambiente de inestabilidad política,
social y económica (fue en este período en que se adquirieron fuertes compromisos con
otros países, una deuda eterna), con todo lo que esto conlleva, todos tenían diferentes
ideas, y a su modo trataban de imponerlas, surge una república "a la mexicana", ya hay
pequeños pero numerosos grupos inconformes, desilusionados de la nueva condición del
gobierno, y que continuamente participaban en disturbios al orden: "La nueva nación era
libre, pero estaba desunida".
Para entonces, más allá del clima político, la nación, la verdadera nación, que constituían
campesinos y obreros, estaba convencida de que solo se había cambiado la imagen,
estaban convencidos de que los ideales de los héroes de la revolución, se habían vuelto
humo, pues la condición de "los de abajo" seguía siendo difícil, podían ser educados, pero
¿Quién trabajaría (y les daría de comer) mientras estudiaban?, los cacicazgos, por los
que ellos padecían, se habían mantenido a pesar de tanta revuelta: "Eran los mismos,
pero más cansados".
Con el paso del tiempo, más y más voces se fueron uniendo a quienes pugnaban por una
repartición más justa de el suelo, pues en aquel entonces (como si ya no estuviera vigente
esto), la gran mayoría de los campesinos, no eran dueños ni de la tierra que cultivaban ni
del techo que los cubría. Así entonces, sin nada más que perder, muchos mexicanos y
mexicanas (no olvidemos a las célebres "adelitas", mujeres que se iban a "la bola" detrás
de sus hombres, "para morir iguales"), patriotas cuyos nombres hoy no están grabados en
algún monumento, se levantaron en armas en una desigual guerra, cuyo resultado ofrecía
muchas ilusiones y esperanzas, y aunque sabían que muchos de ellos no disfrutarían de
los logros, tenían la confianza de que al menos sus hijos vivirían en un país "más parejo":
"porque más vale morir como valiente, que morir como cobarde, ¡Viva la Revolución!".
6.3 EL GOBIERNO DE FCO. I. MADERO Y SU IDEOLOGÍA. LA DECENA TRÁGICA.
El maderismo fue el primero de los movimientos que conformaron la Revolución
mexicana. fue dirigido por Francisco I. Madero entre 1909 y 1910.
Su objetivo principal fue lograr la regeneración democrática del país a través del sufragio
efectivo y la no reelección de los funcionarios públicos. Estas ideas fueron plasmadas por
Madero en su libro La sucesión presidencial en 1910, que levantó ámpula entre la clase
política mexicana e incluso permitió que Madero se entrevistara con el presidente Porfirio
Díaz.
Madero se presentó como candidato presidencial en 1910 contra don Porfirio, aunque
poco antes de las elecciones fue encarcelado a fin de declarar ganador al general Díaz. Al
escapar de la cárcel proclama el Plan de San Luis, base ideológica de la revolución
maderista. Los Maderistas fueron la fracción revolucionaria y partidaria a algunos ideales
del Partido Liberal Mexicano y en sí a las ideas reformadoras moderadas de Francisco I.
Madero, al principio de la Revolución la mayoría de los revolucionarios estaba a favor de
estas ideologías moderadas y no tan anarquistas como las de Ricardo Flores Magón,
aunque este tenía una visión más amplia de lo que una Revolución en realidad era. Los
Pelemistas con su evolución ideológica anarcocomunista fueron derrotados a traición en
Tijuana por lo que se refugiaron en Estados Unidos para seguir su lucha que pronto se
extinguió al no unirse con los ideales maderistas de Revolución Política que eran Mayoría.
Los Maderistas logran la Presidencia con la Toma de Ciudad Juárez al mando de Pascual
Orozco, y con los Tratados de Ciudad Juárez y después del interinaje de León de la Barra
llegan al poder. Con la Decena Trágica y la oposición de rebeldes como Emiliano Zapata
y Pascual Orozco los maderistas pronto se disuelven y forman un frente Constitucionalista
en contra de Victoriano Huerta que después, con la caída del régimen Huertista, se
convertiría en una lucha entre ideales Socialistas (Villistas y Zapatistas) y Capitalistas
(Obregoncistas y Carrancistas).
La revuelta contra Díaz comenzó el 20 de noviembre de 1910, y pronto se extendió a todo
el país. El presidente se vio obligado a dimitir el 25 de mayo de 1911, con lo que terminó
el movimiento armado dirigido por Madero.
6.4 LA REVOLUCIÓN
AGUASCALIENTES.
CONSTITUCIONALISTA
Y
LA
CONVENCIÓN
DE
La Soberana Convención de Aguascalientes fue una reunión que tuvo lugar durante el
proceso de la Revolución mexicana, se celebró desde el 10 de octubre hasta el 9 de
noviembre de 1914. Fue convocada el 1º de octubre de 1914 por Venustiano Carranza,
primer jefe del Ejército Constitucionalista, bajo la denominación de Gran Convención de
Jefes militares con mando de fuerzas y gobernadores de los Estados, y cuyas sesiones
iniciales tuvieron lugar en la Cámara de Diputados de la Ciudad de México, aunque con
posterioridad fueron trasladadas al Teatro Morelos en Aguascalientes, que nombró a la
Convención.
6.5 EL AGRARISMO COMO SÍMBOLO.
Zapatismo es un término empleado por historiadores para referirse al movimiento armado
identificado con las ideas de Emiliano Zapata, caudillo de la Revolución mexicana,
plasmadas principalmente en el Plan de Ayala de 1911. Los integrantes del Ejército
Libertador del Sur encabezado por Zapata eran conocidos como "zapatistas".
Una de las frases más simbólicas del zapatismo era que la tierra es de quien la trabaja,
reflejo de una suerte de privatismo, acuñada originalmente por el propio Zapata mientras
trataba de eliminar el caciquismo en México y restituir la posesión de la tierra a las clases
campesinas del sur del país. La frase y lo que representa se convirtió en el símbolo del
agrarismo mexicano. El zapatismo, agrarista y armado, tuvo concordancias en su
proyecto con el magonismo, teórico y obrero.
6.6 LA CONSTITUCIÓN DE 1917 SU IDEOLOGÍA Y SUS PRINCIPIOS.
La Constitución Política de la República Mexicana de 1857 fue una constitución de
ideología liberal redactada por el autor del Congreso Constituyente de 1857 durante la
presidencia de Ignacio Comonfort. Fue jurada el 5 de febrero de 1857. Estableció las
garantías individuales a los ciudadanos mexicanos, la libertad de expresión, la libertad de
asamblea, la libertad de portar armas. Reafirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la
prisión por deudas civiles, las formas de castigo por tormento incluyendo la pena de
muerte, las alcabalas y aduanas internas. Prohibió los títulos de nobleza, honores
hereditarios y monopolios.
Ciertos artículos fueron contrarios a los intereses de la Iglesia Católica, como la
enseñanza laica, la supresión de fueros institucionales, y la enajenación de bienes raíces
por parte de la misma. El Partido Conservador se opuso a la promulgación de la nueva
Carta Magna polarizando así a la sociedad mexicana. A consecuencia, se inició la Guerra
de Reforma, las pugnas entre liberales y conservadores se prolongaron por la Segunda
Intervención francesa y por el establecimiento del Segundo Imperio Mexicano. Diez años
más tarde, con la república restaurada, la Constitución tuvo vigencia en todo el territorio
nacional
6.7 VENUSTIANO CARRANZA EL PLAN DE GUADALUPE
El Plan de Guadalupe fue firmado en la hacienda de Guadalupe, Ramos Arizpe, en el
estado mexicano de Coahuila, el 26 de marzo de 1913, por Venustiano Carranza, quien
repudiaba al gobierno golpista de Victoriano Huerta acusándole de traición contra
Francisco Ignacio Madero. Se desconocía a los tres poderes federales y a los poderes
locales que no aceptaran el plan. Los sublevados nombraron comandante en Jefe del
Primer Ejército —que se denominaría Constitucionalista— al ciudadano Venustiano
Carranza.
El texto establecía que al entrar en la capital del país, Carranza o quien lo hubiese
sustituido en el mando por razones necesarias, se encargaría del Poder Ejecutivo el
tiempo perentorio para convocar a elecciones. Este plan sufrió algunas modificaciones,
entre ellas la del 12 de diciembre, que consideraba también la obligación de convocar a
elecciones para celebrar un congreso constituyente. Fue firmado en la hacienda de
Guadalupe, en Ramos Arizpe, en el Estado Mexicano de Coahuila el 26 de marzo de
1913.
 Para mayor apoyo revise el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=-iUfno48VEQ
 Practica 6:
Del video realice un resumen de lo más importante.
Guarde el archivo en Word como: 6. LA REVOLUCIÓN MEXICANA
 Practica 6.1:
A. Del video la decena trágica;Escuche con atención el corrido e identifique la
problemática que se expone.
https://www.youtube.com/watch?v=1T8Y8KrBBb4&feature=related
B. ¿Qué otro corrido conoce de esa época y escúchenlos con atención y expliquen la
problemática que exponen.
Guarde el archivo en Word, como: 6.1. Corridos de Historia.