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Hospital Universitario
Ramón y Cajal
Dirección Enfermera
INYECCIÓN SUBCUTÁNEA
¿Que es una inyección subcutánea?
Es la que se administra en la capa de tejido graso, inmediatamente por debajo de la piel.
El objetivo de estas recomendaciones es:
Orientar al paciente en la administración de fármacos por esta vía.
CUIDADOS GENERALES
Lávese las manos minuciosamente, antes de proceder a esta técnica.
Reúna el equipo necesario: Medicamento, jeringa y aguja, gasa o algodón impregnado en
una solución desinfectante (alcohol de 96º o clorhexidina).
Localización de las zonas de inyección:
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La inyección subcutánea se puede administrar en brazos abdomen y piernas. Rote siempre los
sitios de inyección, para no repetir dos veces seguidas en la misma zona, con el fin de mantener la
piel sana.
En los brazos se inyectará en la zona lateral externa y posterior de este, en la parte delimitada entre
el hombro y el codo.
En las piernas en la cara anterior del muslo.
En el abdomen se inyectará en la zona que está por debajo de las últimas costillas, alrededor del
ombligo, pero nunca a una distancia inferior a 2,5 cm. de este.
Técnica de inyección:
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Limpia la zona a inyectar con una gasa o algodón impregnado en solución desinfectante; en
círculos de dentro hacia fuera, si usa alcohol espere unos segundos a que se seque.
Sujete la jeringa con una mano como un lápiz o dardo.
Pellizque suavemente la piel e inserte la aguja con un ángulo de 90º (recto); para niños pequeños y
personas muy delgadas se puede insertar con un ángulo de 45º.
Después de insertar la aguja por completo, suelte la piel, tire del embolo de la jeringa hacia atrás,
para comprobar que no entra sangre en la aguja y que no ha penetrado en un vaso sanguíneo. Si
esto ocurriera vuelva a pinchar.
Inyecte toda la solución empujando el embolo lentamente y de forma constante.
Extraiga la aguja y jeringa y aplique una gasa o algodón con solución desinfectante.
RECUERDE
Si aparece en la zona de inyección endurecimiento, enrojecimiento o inflamación así
como fiebre o dolor o calor local consulte a su enfermera-médico de referencia.
Evite administrar inyecciones en zonas de la piel que estén quemadas, enrojecidas,
inflamadas o dañadas por inyecciones previas.
No inyecte el medicamento en un vaso sanguíneo, ya que es absorbido demasiado
rápido; e incluso existen medicamentos que no se pueden inyectar en sangre.