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PURO TEATRO
Por
Marcos Ordóñez
El teatro humilde y enorme de Eduardo de Filippo
Dos joyas de la primera y de la última época del dramaturgo han coincidido en la cartelera con idéntico éxito: Natale
in casa Cupiello, dirigida por Oriol Broggi, en Barcelona, y El arte de la comedia, puesta por Carles Alfaro, en Madrid
P
son la vani- Cupiello, el patriarca, un niño grande que conmovedora agonía de Luca en el segun- en el transcurso de la mañana se los enviadad, la envidia y la debilidad de parece perdido en su mundo de humildes do, con la familia y los vecinos en torno a rá, disfrazados, al despacho, y el jerarca deberá averiguar si son personajes o personas
carácter. Cualidades buenas, el es- ensueños pero se entera de todos los dra- su lecho.
El arte de la comedia, que Jordi Mesalles reales. A partir de esa premisa, el pequeño
píritu de adaptación, pero no la mas, todas las tensiones que laten a su alrerenuncia; la comprensión de los defectos dedor, y su esposa Concetta, sabia y calla- estrenó en Barcelona en 1992, ha sido muy y ordenado mundo del gobernador se conajenos, pero no su aceptación”. Así habla- da, consumida por el esfuerzo de ser la vela oportunamente elegida por el Teatro de la vierte en una pesadilla digna de Philip K.
ba, como un Montaigne napolitano, el gran y el ancla de la familia. Destacan, igualmen- Abadía para celebrar su decimoquinto ani- Dick, donde hasta el más humilde visitante
Eduardo de Filippo, que subió a escena por te, los trabajos de Bruno Oro (Tomassino, versario. Es una de las mejores puestas de puede ser otro, un elemento de la intangivez primera a los tres años y dijo, poco el hijo vago y consentido), Ramon Vila (Pas- Carles Alfaro, con fluida traducción de Ana ble conspiración de Campese. El personaje
de De Caro, hasta entonces
antes de morir, a los 84, conun simple antagonista con el
vertido en una gloria nacioperfil de un pantalone pomnal: “Mientras haya una brizposo, crece hasta adquirir la
na de hierba sobre la tierra,
estatura de un Malvolio prohabrá otra brizna fingida sovincial, y supone un enorme
bre el escenario”. Algunos le
reto para el actor, pues todo
acusaban de localista, pero
va a suceder a través de su
sus comedias, nacidas “de la
percepción: en el rostro y el
atención, de la experiencia,
cuerpo de Casablanc (en sus
del espíritu de búsqueda”,
miradas inquisitivas, burlofueron aplaudidas en Inglatenas o desdeñosas; en la tensa
rra, en Rusia, en Japón. Otro
inclinación de su cabeza, coerror habitual es calificarle de
mo la de un cazador al acecostumbrista. El arte de don
cho; en su alucinada atenEduardo es mucho más refición) leemos la instauración
nado psicológicamente, y sus
de la sospecha y la creciente
arquitecturas más sabias y
paranoia que le conducirá al
complejas. Crece sobre cuadesastre. Es una interpretro pilares básicos (Comedia
tación apabullante, de una
del Arte, Goldoni, Chéjov, Pigran eficacia cómica, que
randello) y abre sus ventanas
masca en todo momento el
de par en par para que pefreno de la farsa y acaba exhanetre el aire fresco de la calle,
lando un raro patetismo. En
de la vida. “Busca la vida”, deel reparto destacan, en comcía a sus alumnos, “y enconposiciones muy medidas, Jotrarás la forma; busca la forsé Luis Alcobendas (el secrema y encontrarás la muerte”.
tario Franci) y Jesús Barranco
Adoro su teatro y sus virtu(el médico Bassetti). Trucudes: el cuidado de la comlento pero eficaz, el padre
posición, el respeto a los
Salvati de Joaquín Hinojosa;
sentimientos, la vocación
intensa aunque un tanto sopopular, su eterna aspira- Pedro Casablanc y Lola Manzano, en El arte de la comedia, de Eduardo de Filippo, dirigida por Carles Alfaro en la Abadía. Foto: Ros Ribas
breactuada Lola Manzano
ción de moralidad. Estos días
(la maestra Lucía Petrella), a
he visto dos espléndidas funciones suyas, de su primera y última época. quale, el tío gorrón y aprensivo), Marcia Isabel Fernández, y también está teniendo la que tampoco ayuda un innecesario suEn Barcelona, Oriol Broggi ha presentado Cisteró (Ninuccia, la hija, casada pero ena- una gran acogida. Su estructura es singularí- brayado de la iluminación en el último
Natale in Casa Cupiello (1931); en Madrid, morada de otro) y Carles Martínez, que con- sima. La primera parte adopta la forma de cuadro. Para terminar, una noticia: el
Carlos Alfaro dirige El arte de la comedia fiere una honda dignidad al personaje de un diálogo casi socrático sobre las difíciles próximo julio se montará en Barcelona
(1964). Natale, que se diría una prefigura- Nicollino, el marido engañado, sin deslizar- relaciones entre teatro y poder a través del Questi Fantasmi, otra obra mayor de De
enfrentamiento entre Oreste Campese, di- Filippo, estrenada por Fernán-Gómez en
ción de la velada familiar de Sábado, domin- se un ápice hacia los acentos grotescos.
A destacar dos escenas portentosamen- rector de una compañía de cómicos ambu- los sesenta, y ahora a cargo de la compago y lunes (estrenada aquí por Belbel en un
montaje memorable), se está representan- te concebidas e interpretadas: la aparición lantes, y el gobernador De Caro, empeñado ñía de Broggi, en coproducción con el
do en la cripta de la Biblioteca de Cataluña, de los Magos que cierra el primer acto y la en reducirles (¿les suena?) a la condición de CDN, Teatri Uniti y el Grec. O
vulgares titiriteros. No teman un sermón
con óptima traducción catalana de Núria
didáctico, porque Enric Benavent (Campe- Natale in Casa Cupiello, de Eduardo de Filippo.
Furió, pero mantiene el título original porse) y Pedro Casablanc (De Caro) consiguen Dirección de Oriol Broggi. Biblioteca de Cataluña.
que los actores fingen ser una compañía
que la atención del espectador no decaiga Barcelona. Hasta mañana. www.bnc.cat.
napolitana en gira por España: durante los
ni un solo instante. Benavent, en el mejor
intermedios hablan vivazmente con el pútrabajo que le he visto, compone un Campe- El arte de la comedia. Dirección de Carles Alfaro.
blico, comentan la obra, cantan, bailan, brose impecable, orgulloso, inflamado y zorru- Teatro de la Abadía. Madrid. Hasta el 21 de marzo.
mean, ofrecen café. Natale, dirigido con
no, cargado de razones y sabiduría, pero el www.teatroabadia.com.
maestría por Broggi, se ha convertido en un
que se acaba llevando la función es Casagran éxito porque estaba llamado a serlo,
blanc en una lección magistral de lo que
porque tiene verdad y toca las fibras eterpodríamos llamar “escucha creativa”. Hanas de la emoción y la risa, sabiamente
cia el final del primer acto, Campese reta a EImágenes del montaje El arte de la
entreveradas. Encabezan el reparto Pep
De Caro a reconocer la valía de sus actores: comedia, de Eduardo de Filippo.
Cruz y Marisa Josa, admirables como Luca
ECADOS INTOLERABLES
Enric Benavent (Campese)
y Pedro Casablanc (De
Caro) consiguen que la
atención del espectador no
decaiga ni un solo instante
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EL PAÍS BABELIA 13.03.10 21