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TRONCO ENCEFÁLICO
Introducción
Los ambientes interno y externo producen diversos tipos de estímulos que el
sistema nervioso percibe, procesa y genera respuestas frente a ellos.
El sistema nervioso se forma en las primeras etapas del desarrollo embrionario a
partir del ectodermo de la parte dorsal del embrión (tubo neural). En el sentido anterior,
el tubo se expande y se transforma en el encéfalo. En el sentido posterior, el tubo pasa a
componer la médula espinal. Encéfalo y médula espinal siguen siendo continuos en sus
cavidades. Cuando el encéfalo comienza a diferenciarse, se hacen visibles tres
protuberancias: ROMBENCÉFALO, MESENCÉFALO Y PROSENCÉFALO.
Del rombencéfalo se formarán el cerebelo y la protuberancia anular que
componen el metencéfalo, y el bulbo raquídeo o médula oblongada que se genera a partir
del mielencéfalo, constituyendo lo que será el Tronco Encefálico.
© Eduardo Labbé Dinamarca. Reservados todos los derechos
1: Prosencéfalo – 2: Mesencéfalo – 3: Rombencéfalo – 4: Futura médula espinal
5: Diencéfalo – 6: Telencéfalo – 7: Mielencéfalo, futuro bulbo raquídeo –
8: Médula espinal – 9: Hemisferio cerebral – 10: Lóbulo olfatorio – 11: Nervio óptico
12: Cerebelo – 13: Metencéfalo
TRONCO ENCEFALICO
El Tronco encefálico es la región en forma de tallo que se localiza en la fosa
craneal posterior entre la médula espinal y el encéfalo. En su parte posterior se encuentra
ubicado el cerebelo. El tronco encefálico sirve como nexo entre estas estructuras.
A través del tronco encefálico (TE) se dirigen hacia arriba y abajo varios tractos
de fibras importantes que transmiten señales sensitivas de la médula espinal,
principalmente al tálamo, y señales motoras desde la corteza a la médula espinal. En él se
encuentran también los centros vitales, de gran importancia ya que controlan las
funciones cardíacas, de respiración y vaso constrictoras.
El TE está constituido por sustancia blanca (axones mielinazados) en la parte
externa, con islotes de sustancia gris esparcidos por toda su superficie (alta concentración
de somas y /o dendritas). Existen zonas que mezclan ambos tipos de sustancia , blanca y
gris, las cuales reciben el nombre de “formación reticular”.
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Se pueden distinguir tres estructuras fundamentales en la conformación del TE, el
Mesencéfalo, Protuberancia Anular o Puente de Varolio, y el Bulbo Raquídeo o Médula
Oblongada.
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Mesencéfalo:
Corresponde a la parte superior del TE. Limita en su parte superior con el
diencéfalo y en su parte inferior con la Protuberancia Anular o Puente de Varolio. En su
cara anterior se encuentran los dos pedúnculos cerebrales. En estos pedúnculos se
encuentran las fibras que conducen información desde y hacia el cerebro.
En su cara posterior encontramos cuatro eminencias redondeadas llamadas
tubérculos cuadrigéminos a los cuales llega la información visual (a los dos superiores) y
auditiva (los dos inferiores). Los tubérculos cuadrigéminos superiores coordinan los
movimientos del tronco, cabeza y cuello en respuesta a estímulos visuales, mientras que
los inferiores lo hacen ante estímulos auditivos.
Es en esta parte también donde encontramos el pedúnculo cerebeloso, unión entre
el mesencéfalo y el cerebelo.
En su parte central se encuentra el acueducto de Silvio, donde se localiza la
sustancia gris. Es en esta zona donde se encuentra la sustancia negra (no es exclusiva del
mesencéfalo), las células que secretan dopamina y los núcleos del III y IV pares
craneales.
En el mesencéfalo encontramos también el núcleo rojo (vascularizado), que es
una de las masas de sustancia gris más prominentes, que sirve de estación de relevo para
las señales transmitidas desde el cerebelo al tálamo y al cerebro. Este núcleo funciona
con los ganglios basales y el cerebelo para coordinar los movimientos musculares del
cuerpo.
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Protuberancia Anular o Puente de Varolio:
Forma un abultamiento en la superficie anterior del tronco encefálico. Se
encuentra ubicado entre el bulbo raquídeo y el mesencéfalo, y en frente del cerebelo.
Posee fibras blancas transversales y longitudinales entrelazadas que forman una red
compleja de unión al cerebelo por los pedúnculos medios. Esta estructura entrecruzada le
da su forma característica de puente. El Puente transmite impulsos nerviosos de un
hemisferio al otro, y entre el bulbo y el mesencéfalo. En él se encuentran centros de
control de la respiración, vigilia y sueño.
Se localizan en él los núcleos para el V, VI, VII y VIII pares craneales.
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Protuberancia Anular
o
Puente de Varolio
Corte sagital del TE
Vista anterior del TE
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Bulbo Raquídeo o Médula Oblongada:
Algunos la definen como una extensión en forma de pirámide de la médula
espinal. Otros la conciben como aquella porción de la médula que no se encuentra dentro
de la columna vertebral.
El bulbo raquídeo constituye la parte inferior del tronco encefálico. Sobre su cara
anterior presenta dos columnas longitudinales denominadas “pirámides”, que llevan
fibras corticoespinales que se dirigen desde la corteza a través de los pedúnculos
cerebrales y llevan señales que controlan la contracción muscular.
En el extremo inferior del bulbo algunas de estas fibras cruzan la línea media
hacia el lado opuesto (decusación de las pirámides). Este punto marca la separación entre
médula espinal y bulbo raquídeo.
El origen de la formación reticular, importante red de células nerviosas, es parte
primordial de esta estructura. En el bulbo se encuentran los núcleos del IX, X, XI y XII
pares craneales. En su cara anterior destaca una eminencia ovoidea llamada la Oliva
Bulbar. Esta estructura corresponde a un núcleo de sustancia gris.
Los impulsos entre la médula espinal y el cerebro se conducen a través del bulbo
por vías principales de fibras nerviosas tanto ascendentes como descendentes. También
se localizan en él los centros de las funciones cardíacas, vasoconstrictoras y respiratorias,
así como de otras actividades reflejas, incluido el vómito.
Una lesión en esta estructura ocasiona la muerte inmediata por paro cardio
respiratorio irreversible.
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En el bulbo raquídeo o
médula
oblongada
observamos
una
formación en forma de
oliva
llamada
Oliva
Bulbar que corresponde a
un núcleo de sustancia
gris. Esta estructura es
característica de la parte
anterior del bulbo.
Pares de Nervios Craneales
En el tronco encefálico se encuentran casi la totalidad de los núcleos de los doce
pares de nervios craneales. En el mesencéfalo se encuentran los núcleos de los pares III y
IV. En la protuberancia se encuentran los núcleos de los pares V,VI, VII y VIII; y en el
bulbo raquídeo los del IX, X, XI y XII.
Los doce pares craneales son : I – Nervio Olfatorio, II - Nervio Optico, III –
Nervio Motor Ocular Común, IV – Nervio Motor Ocular Interno (troclear o patético), V
– Nervio Trigémino, VI – Nervio Motor Ocular Externo, VII – Nervio Facial, VIII –
Nervio Estatoacústico, IX – Nervio Glosofaríngeo, X – Nervio Vago, XI – Nervio
Espinal o Accesorio y XII – Nervio Hipogloso.
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Vías del Tronco Encefálico
El Tronco encefálico se caracteriza por ser una estación de paso y comunicación
entre diferentes estructuras del sistema nervioso. A través de él pasan diferentes vías
nerviosas que llevan información desde y hacia la corteza y la médula espinal.
Podemos distinguir dos tipos de vías motoras, las piramidales (o voluntarias) y las
extrapiramidales ( o involuntarias). Las fibras de estas vías se extienden desde el Tronco
Encefálico hasta los núcleos motores de los cuernos o astas anteriores de le médula
espinal.
Las primeras, las piramidales, están encargadas de llevar y traer la información
que controla los movimientos esqueléticos voluntarios. Está formada por axones que, en
su trayectoria a la médula espinal (fibras córticoespinales) se une a nivel del bulbo
raquídeo constituyendo en ese punto las llamadas pirámides. En estas estructuras, un
75% de las fibras de esta vía cruzan al lado opuesto (decusación de las pirámides).
Después del cruce, los axones descienden por la sustancia blanca de la médula formando
un cordón nervioso, el tracto córtico-espinal lateral, también conocida como la vía
piramidal cruzada.
La vía extrapiramidal está constituida por los axones que no forman parte de la
vía piramidal y que descienden desde el encéfalo a la médula espinal. Esta vía también es
cruzada, pero en su trayectoria descendente sus axones emiten colaterales que inervan a
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neuronas que se encuentran en diferentes núcleos y órganos como el cerebelo, los
ganglios basales, la formación reticular, el núcleo rojo y el tálamo. .
Las vías extrapiramidales por su parte, controlan los movimientos involuntarios.
Se dividen en dos grandes grupos; las vías mediales y las vías laterales. Esta
denominación está dada por la trayectoria de sus tractos en relación a su paso por el
tronco encefálico.
Dentro de las vías mediales se distingue la vía ventromedial, en la cual destacan
tres tractos importantes: tracto vestíbuloespinal, tracto tectoespinal y tracto
retículoespinal medial.
Vías Mediales
Vía Ventromedial
Tracto Vestíbuloespinal
Tracto Tectoespinal
Tracto Retículoespinal
medial
Tracto Vestíbulo espinal: Se origina en el núcleo vestibular y lleva información para el
control reflejo del equilibrio y la postura. Actúa aumentando el tono muscular.
Tracto Tectoespinal: Se origina en el colículo superior del mesencéfalo. Actúa sobre las
neuronas motoras encefálicas y espinales mediante células intercaladas. Lleva
información para el manejo de la cabeza y los movimientos oculares. Es una importante
vía refleja relacionada con la visión.
Tracto Retículoespinal medial: Se origina en el núcleo reticular medial, participa en la
activación de la musculatura extensora con propósitos posturales.
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Vías Laterales
Vías Laterales
Vía Retículoespinal lateral
Vía Rubroespinal
Vía Retículoespinal lateral: Se origina en el núcleo reticular lateral, que a su vez recibe
influencias por fibras corticorreticulares, cerebelo y núcleos vestibulares. Desciende por
el costado lateral de la médula espinal. Facilita la activación de la musculatura flexora de
las extremidades superiores.
Vía Rubroespinal: Se origina en el núcleo rojo, que a su vez recibe eferencias de la
corteza y cerebelo. Sus fibras cruzan al lado opuesto en el mesencéfalo, son vías
cruzadas que descienden por el borde dorsolateral de la médula. Facilita la activación de
la musculatura flexora de las extremidades superiores. Participa en la exitación de las
neuronas motoras de los músculos flexores, así como la inhibición de los extensores.
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Conclusión
El Tronco Encefálico, como estructura del Sistema Nervioso, cumple dos grandes
funciones: controla los centros vitales (autónomos) de nuestro organismo y contiene las
vías ascendentes (somatosensitivas) y descendentes (motoras) por donde se canaliza e
integra toda la información del Sistema Nervioso Central.
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BIBLIOGRAFÍA
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ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL SISTEMA
NERVIOSO, segunda edición, Editorial Médica
Panamericana
2.- Young P.H., Young P.A. (1997) NEUROANATOMIA CLINICA
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4.- Audesirk T., Audesirk G. (1996) BIOLOGIA,
cuarta
Hispanoamérica
edición,
Mc
Prentice-Hall
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