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04 325-330 ORIGI 31841
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ORIGINALES
Prevalencia y comorbilidad física y mental
del dolor dorsal y cervical crónicos en España:
resultados del estudio ESEMeD
139.298
Alejandra Pinto-Mezaa,b, Antoni Serrano-Blancoa, Miquel Codonyc, Blanca Renesesd,
Michael von Korffe, Josep Maria Haroa y Jordi Alonsoc,f
a
Sant Joan de Déu-SSM. Fundació Sant Joan de Déu. Sant Boi de Llobregat. Barcelona.
Unidad de Psicología Médica e Instituto de Neurociencias. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona.
Unidad de Investigación en Servicios Sanitarios. Institut Municipal d’Investigació Mèdica (IMIM-IMAS). Barcelona.
d
Instituto de Psiquiatría y Salud Mental. Hospital Clínico San Carlos. Madrid.
e
Center for Health Studies. Group Health Cooperative. Seattle. EE.UU.
f
Universitat Autònoma de Barcelona. Barcelona. España.
b
c
FUNDAMENTO Y OBJETIVO: El dolor dorsal (DD) y el dolor cervical (DC) crónicos son muy prevalentes en la población adulta. Sin embargo, poco se sabe respecto de su comorbilidad con otros
procesos y su impacto sobre el funcionamiento global del individuo. El siguiente trabajo, que
forma parte del estudio ESEMeD-España, tiene por objetivos estimar la prevalencia del DD-DC
crónico en la población española, su comorbilidad con otras enfermedades y trastornos físicos y
mentales, además de su impacto sobre el funcionamiento global.
SUJETOS Y MÉTODO: Se realizó una encuesta personal domiciliaria a una muestra representativa de
la población española mayor de 18 años compuesta por 5.473 individuos. Los entrevistados informaron de la presencia de DD-DC crónico y las enfermedades y trastornos comórbidos. Los
trastornos mentales se evaluaron con la Composite International Diagnostic Interview y el funcionamiento global con la WHO Dissability Assessment Schedule. La tasa de respuesta fue del
78,6%.
RESULTADOS: El DD-DC crónico presentó una prevalencia-año del 14,7%. Un 65,7% de las personas que lo presentaban refirió al menos una enfermedad/trastorno comórbido, ya fuesen otras
enfermedades que implicaban dolor crónico (49,4%), enfermedades físicas crónicas (40,7%),
algún trastorno del estado de ánimo (7,9%), trastorno de angustia (1,3%), trastorno por estrés
postraumático (1,5%) o ansiedad generalizada (1,4%). Además, el DD-DC crónico mostró un
impacto negativo sobre el funcionamiento global. Sin embargo, las enfermedades y trastornos
comórbidos explicaron casi un tercio de la asociación entre DD-DC y funcionamiento global.
CONCLUSIONES: El DD-DC crónico presenta una elevada prevalencia y comorbilidad con otras enfermedades y trastornos físicos y mentales. Esta comorbilidad afecta negativamente al funcionamiento global de los individuos.
Palabras clave: Dolor dorsal. Dolor cervical. Epidemiología. Prevalencia. Comorbilidad.
Funcionamiento global.
Prevalence and physical-mental comorbidity of chronic back and neck pain in Spain:
results from the ESEMeD Study
BACKGROUND AND OBJECTIVE: Chronic back pain (CBP) and chronic neck pain (CNP) are highly prevalent among the adult population. However, less is known about its comorbidity with other diseases and its impact on global functioning. The objectives of following study, that is part of
the ESEMeD-Spain study, are to estimate CBP-CNP prevalence among Spanish population, its
comorbidity with other physical and mental conditions, and its impact on global functioning.
SUBJECTS AND METHOD: Cross-sectional household survey of a representative sample of the population of Spain 18 years or older. Sample size was 5,473 individuals. CBP-CNP and comorbid
conditions were ascertained by self-report. Mental disorders were ascertained with the Composite International Diagnostic Interview and global functioning with the WHO Dissability Assessment Schedule. Response rate was 78.6%.
RESULTS: The one year prevalence of chronic CBP-CNP was 14.7%. A 65.7% of people with
CBP-CNP reported at least one other comorbid condition, including other chronic pain conditions (49.4%), chronic physical conditions (40.7%), any mood disorders (7.9%), panic disorder (1.3%), posttraumatic stress disorder (1.5%) or generalized anxiety disorder (1.4%). Additionally, CBP-CNP negatively affected global functioning. However, comorbid conditions
explained about one-third of the association between CBP-CNP and global functioning.
CONCLUSIONS: CBP-CNP is highly prevalent and comorbid with other physical and mental conditions. Comorbidity negatively affects individuals global functioning.
Key words: Back pain. Neck pain. Epidemiology. Prevalence. Comorbidity. Global functioning.
Proyecto financiado por la Comisión Europea (QLG5-CT-1999-01042), el Fondo de Investigación Sanitaria
(FIS 00/0028-01), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (SAF-2000-158-CE), la Red RIRAG (RETICS FIS
G03/061), la Red IRYSS (RETICS), el Cat Salut-Servei Català de la Salut, y por una beca sin restricciones
de GlaxoSmithKline y por SANCO (2004123).
Correspondencia: Dr. J.M. Haro.
Sant Joan de Déu-SSM. Fundació Sant Joan de Déu.
Dr. Antoni Pujades, 42. 08830 Sant Boi de Llobregat. Barcelona. España.
Correo electrónico: [email protected]
Recibido el 22-11-2005; aceptado para su publicación el 17-2-2006.
El dolor dorsal (DD) o el cervical (DC)
afecta a un alto porcentaje de la población
adulta, que se ha estimado recientemente
entre el 19 y el 29%. Además, la mitad de
esta población presenta dolor crónico1,2. El
sexo femenino y la edad son, entre otros,
predictores de DD asociado a discapacidad2. Los estudios epidemiológicos muestran que el DD crónico habitualmente se
presenta en comorbilidad con otros procesos que implican dolor crónico3, con enfermedades físicas crónicas4 y con trastornos
mentales como trastornos de ansiedad y
depresivos5-7. La evidencia es más escasa
respecto del DC; sin embargo, parece estar asociado a otros dolores crónicos y a
la depresión8,9.
Las personas con DD crónico presentan
mayor discapacidad y consumen más recursos sanitarios10,11. En España se estima
que los costes derivados de la incapacidad
temporal que provoca son mayores que en
otros países de la Unión Europea12. Sin
embargo, aún no queda claro hasta qué
punto los costes sociales del DD-DC crónico pueden explicarse por su comorbilidad
con procesos físicos o mentales. Por dicho
motivo, conocer la comorbilidad del DD-DC
crónico con otras enfermedades y su posible efecto combinado sobre el funcionamiento global del individuo contribuiría a
mejorar el conocimiento del coste social
que genera.
En un estudio reciente sobre la comorbilidad de enfermedades físicas en pacientes
con DD se estableció que éste se encuentra significativamente asociado con un amplio espectro de procesos físicos crónicos,
tales como trastornos del aparato respiratorio, enfermedades coronarias y otras. Por
el contrario, no se encontró una asociación
significativa con la diabetes4. Además, se
ha establecido que las personas con DD
presentan con mayor frecuencia trastornos
mentales6, que el DD crónico es un predictor importante de la depresión mayor y que
la combinación de ambos procesos se asocia con una mayor discapacidad5.
Hasta la fecha, en nuestro entorno existen pocos datos sobre la prevalencia y en
especial sobre la comorbilidad (con enfermedades físicas y mentales) del DD
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PINTO-MEZA A ET AL. PREVALENCIA Y COMORBILIDAD FÍSICA Y MENTAL DEL DOLOR DORSAL Y CERVICAL CRÓNICOS EN ESPAÑA:
RESULTADOS DEL ESTUDIO ESEMeD
crónico en la población general. En un
estudio realizado en Cataluña se estableció que el DD y DC crónicos se encuentran entre los trastornos de salud crónicos más frecuentes de la población
general13. En España se han establecido
prevalencias de DD que oscilan entre el
14,8 y el 50,9% en función del tiempo
considerado. En todos los casos el DD ha
resultado significativamente más frecuente entre las mujeres y se ha relacionado
con mayor discapacidad y peor calidad
de vida14,15.
El presente estudio tiene por objetivo
principal presentar resultados recientes
provenientes de una muestra representativa de la población española (estudio ESEMeD-España) sobre la prevalencia
del DD-DC crónico y su asociación con
otras enfermedades que implican dolor
crónico, enfermedades físicas crónicas y
trastornos mentales. Se analiza también
el impacto del DD-DC crónico sobre el
funcionamiento global del individuo, ajustando por los efectos de las enfermedades físicas y mentales comórbidas. Dado
que el DD-DC crónico suele presentarse
junto con otras enfermedades crónicas,
es importante valorar hasta qué punto las
enfermedades comórbidas se encuentran
implicadas en la asociación entre DD-DC
crónico y funcionamiento global. De acuerdo con los estudios revisados, hasta la fecha no existen datos de la población general española en que se haya valorado
el peso relativo del DD-DC crónico y las
enfermedades comórbidas sobre el funcionamiento global.
Sujetos y método
El estudio ESEMeD-España es una encuesta personal
domiciliaria realizada a una muestra representativa
de la población española mayor de 18 años con el
objetivo principal de estimar la prevalencia de los
trastornos mentales y los factores asociados a éstos.
Además de este objetivo principal, el estudio se propone otros objetivos de epidemiología poblacional. El
estudio es transversal y el trabajo de campo se realizó entre septiembre de 2001 y septiembre de 2002.
La entrevista se dividió en 2 partes. La primera incluyó las secciones diagnósticas sobre los principales
trastornos mentales y se administró a todos los entrevistados (5.473 individuos). La segunda, a partir de
la cual se extrajeron los datos para el presente estudio, incluyó, entre otras, secciones con información
adicional sobre DD-DC crónico, otras enfermedades
que implican dolor crónico, enfermedades físicas
crónicas y medidas del funcionamiento global. Esta
segunda parte se administró sólo a las personas con
un alto riesgo de trastornos mentales (estimado a
partir de la respuesta afirmativa a alguna de las preguntas de cribado de tener un trastorno mental) y a
un 25% del resto de sujetos, de modo que la muestra fue de 2.121 participantes. Los métodos del estudio ESEMeD y algunos de sus resultados se presentan de una manera más detallada en otros
artículos16-18. La tasa de respuesta fue del 78,6%.
Dolor dorsal-dolor cervical crónicos, otras
enfermedades que implican dolor crónico y
enfermedades físicas crónicas
La segunda parte del cuestionario ESEMeD incluyó
una lista de enfermedades físicas crónicas. Se preguntó a las personas entrevistadas si alguna vez en la
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vida habían experimentado alguna de las enfermedades evaluadas (que se describían a partir de los síntomas principales). Cuando la respuesta era afirmativa, se les preguntaba si habían experimentado tales
síntomas en los últimos 12 meses. En los casos de
enfermedades que habitualmente se identifican a
partir del diagnóstico hecho por un médico, se preguntó al participante si algún médico u otro profesional sanitario le había diagnosticado la enfermedad en
cuestión. Nuevamente, si la respuesta era afirmativa,
se le preguntaba si había padecido la enfermedad en
los últimos 12 meses. Las preguntas sobre los últimos 12 meses fueron omitidas para aquellas enfermedades que se mantienen a lo largo de la vida (p.
ej., el sida). Estudios metodológicos han demostrado
que el uso de listas de enfermedades y síntomas
brinda información útil tanto sobre enfermedades
crónicas que se encuentran en tratamiento como sobre las que no están siendo tratadas19 y que además
puede ayudar a predecir la utilización de servicios sanitarios, hospitalizaciones y mortalidad20. Por otra
parte, se ha establecido que el autoinforme de enfermedades físicas crónicas muestra un grado de
acuerdo de moderado a alto con la información recogida en las historias clínicas21.
El DD-DC crónico se evaluó dentro de esta lista con
preguntas tales como: «¿Ha tenido alguna vez en la
vida problemas como DD o DC?». Si la respuesta era
afirmativa, se preguntaba al encuestado si había experimentado esos problemas en los últimos 12 meses. El presente estudio se centra en el DD-DC crónico presente en los últimos 12 meses. Otras de las
enfermedades que implican dolor crónico evaluadas
fueron la artritis, cefaleas frecuentes o intensas y una
categoría general sobre cualquier otro dolor crónico.
Además, esta lista contenía preguntas sobre un amplio espectro de enfermedades físicas crónicas, entre
ellas enfermedades del aparato respiratorio, enfermedades del aparato digestivo (colon irritable, úlcera),
enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial,
enfermedades coronarias, infarto), cáncer, diabetes y
epilepsia, entre otros. Los resultados y las implicaciones derivadas del estudio de las otras enfermedades
físicas crónicas incluidas en la encuesta van más allá
de los objetivos del presente estudio. Su discusión
específica se realizará en futuros manuscritos.
Trastornos mentales
La presencia de trastornos mentales se estableció
mediante la administración de la Composite International Diagnostic Interview (CIDI 3.0), desarrollada
para la iniciativa Encuestas de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud22. Esta entrevista se
diseñó para ser administrada por entrevistadores legos en psiquiatría y obtener, mediante la aplicación
de algoritmos, los diagnósticos de los trastornos mentales siguiendo las clasificaciones internacionales.
Versiones anteriores de la CIDI han sido evaluadas
como fiables y válidas23,24. Los trastornos considerados en este estudio fueron los trastornos del estado
de ánimo (depresión mayor y distimia) y los trastornos de ansiedad (ansiedad generalizada, trastorno de
angustia, agorafobia, trastorno por estrés postraumático, fobia social y fobia específica). Estudios previos
han establecido niveles de concordancia aceptables
o buenos entre la CIDI 3.0 y el diagnóstico ciego hecho por un clínico, si bien el diagnóstico realizado
con la CIDI es más conservador que el hecho por el
clínico22.
Funcionamiento global
De los 2.121 participantes que respondieron la segunda parte, un total de 1.252 respondieron la WHO
Dissability Assessment Schedule (WHO-DAS-II)25,26.
La WHO-DAS-II es un instrumento de autoinforme,
válido, fiable y muy utilizado, desarrollado por la Task
Force de la Organización Mundial de la Salud. Valora
una serie de dimensiones de funcionamiento y discapacidad mediante escalas de varios ítems que incluyen días de trabajo perdidos (work loss days), dolor,
concentración, movilidad, autocuidado, carga familiar, participación social y discriminación. Para estimar el funcionamiento global en el presente estudio
se consideró el apartado de días de trabajo perdidos.
Las preguntas de la WHO-DAS-II relativas a los días
de trabajo perdidos son las siguientes:
¿Cuántos, de los últimos 30 días...
1. ... fue totalmente incapaz de trabajar o realizar sus
actividades habituales?
2. ... fue capaz de trabajar o realizar sus actividades
habituales, pero tuvo que dejar de hacerlo o no pudo
hacer tanto como hace habitualmente?
3. ... disminuyó la calidad de su trabajo o el cuidado
con el que trabajaba?
4. ... le supuso un gran esfuerzo rendir al nivel habitual?
Las personas que no presentaron ningún día de discapacidad en estos 4 ítems obtuvieron una puntuación del 100% en el funcionamiento global, que era
igual a 30 días de funcionamiento en el último mes.
Para calcular el funcionamiento global se restaron de
30 los días con discapacidad. Se restó un día completo por cada día que la persona fue totalmente incapaz de trabajar; medio día para cada día que tuvo
que dejar de trabajar o no pudo hacer tanto como
hacía habitualmente, y un cuarto de día para cada
día que la persona disminuyó la calidad o el cuidado
de su trabajo o tuvo que hacer un gran esfuerzo para
rendir al nivel habitual. El resultado se dividió por 3 y
se multiplicó por 10, lo que daba una puntuación total que podía oscilar entre 0 y 100, que puede considerarse una estimación del funcionamiento global expresada en un porcentaje. A mayor porcentaje,
mayor/mejor funcionamiento global.
Análisis estadístico
Los análisis que se presentan corresponden a la prevalencia-vida y prevalencia-año de DD-DC crónico y
su comorbilidad con formas específicas de enfermedades físicas y mentales (basadas en datos ajustados), junto con estimadores de los errores estándar.
Se realizaron análisis de regresión logística para estimar la asociación del DD-DC crónico con la prevalencia de cada trastorno comórbido, ajustando por las
variables sociodemográficas. Para facilitar la interpretación, los coeficientes de regresión logística se transformaron en odds ratios (OR). El nivel de significación estadística de cada efecto de la regresión
logística se determinó utilizando el estadístico χ2 de
Wald.
La asociación entre el DD-DC crónico y funcionamiento global se evaluó mediante regresiones lineales. Se analizó la contribución de DD-DC crónico al
porcentaje de funcionamiento global, ajustando por
variables sociodemográficas. También se analizó la
relación entre el funcionamiento global y DD-DC crónico, ajustando por las variables sociodemográficas y
cada uno de los trastornos (otras enfermedades que
implican dolor crónico, enfermedades físicas crónicas y trastornos mentales) y para cualquier trastorno
comórbido.
Los datos considerados se han ponderado en todos
los análisis con el fin de proporcionar estimaciones
extrapolables a la población española. Los pesos que
se han aplicado también tienen en cuenta la diferente probabilidad de las personas de ser seleccionadas
en función del número de personas que vivían en el
domicilio, la proporción de edad y sexo de la población española a la que se pretende extrapolar los resultados y, finalmente, la existencia de 2 partes en la
entrevista CIDI 3.0, la primera diagnóstica y la segunda administrada a todos los sujetos que contestaron
afirmativamente a alguna de las preguntas de cribado de tener un trastorno mental más un 25% del resto. Además, los intervalos de confianza se han ajustado a los pesos empleados, de modo que los valores
de las prevalencias y del resto de los resultados presentados representan a la totalidad de la población
española mayor de 18 años.
Todos los análisis se han realizado con el paquete estadístico SASTM, versión 8, para Windows, y SUDAAN,
un programa estadístico utilizado para analizar bases
de datos de encuestas con diseños complejos de selección de casos.
Resultados
Un 14,7% de la población española adulta presentó DD-DC crónico en los últimos
12 meses. Este porcentaje ascendió al
23,7% al calcular la prevalencia-vida. En
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RESULTADOS DEL ESTUDIO ESEMeD
ambos casos, las mujeres presentaron
una prevalencia mayor que los varones
(tabla 1).
Como puede observarse en la tabla 2, el
DD-DC crónico fue más prevalente entre
las personas que presentaron trastornos
mentales, otras enfermedades que implican dolor crónico y enfermedades físicas
crónicas que entre aquellas que no presentaron estos procesos. El DD-DC crónico fue casi 4 veces más prevalente entre
las personas que presentaron además alguna enfermedad que implicaba dolor
crónico que entre aquellas que no presentaron estas enfermedades (un 35,0
comparado con un 9,4%). La prevalencia
del DD-DC crónico entre las personas
con alguna enfermedad física crónica comórbida fue algo más del doble de la observada en las personas que no presentaron estos problemas. Además, a
medida que aumentó el número de enfermedades físicas crónicas comórbidas,
aumentó el porcentaje de participantes
que referían DD-DC crónico. Por ejemplo,
entre las personas que presentaron sólo
una enfermedad física crónica, un 23,0%
tuvo DD-DC crónico, mientras que un
48,5% de las que presentaron 3 o más
refirieron DD-DC crónico. La prevalencia
del DD-DC crónico entre las personas
que presentaron algún trastorno mental
fue del 20,6%, comparado con el 14,2%
que evidenciaron las personas sin trastornos mentales.
En la tabla 3 se resumen los porcentajes
de la población española adulta con DDDC crónico que presenta trastornos mentales comórbidos. Por ejemplo, entre las
personas con DD-DC crónico, un 7,2%
también tuvo un episodio de depresión
mayor. En esta tabla se recogen además
las OR, ajustadas por sexo, edad, nivel
educacional y situación laboral, de tener
cada trastorno mental para las personas
con DD-DC crónico en comparación con
las personas que no lo presentaron. Por
ejemplo, tras ajustar por las variables sociodemográficas, la OR de presentar trastorno por estrés postraumático entre las
personas con DD-DC crónico fue de 4,1
veces la OR obtenida entre las personas
sin DD-DC crónico. Entre los trastornos
mentales evaluados, el episodio de depresión mayor, el trastorno de ansiedad
generalizada, el trastorno de angustia y el
trastorno por estrés postraumático resultaron significativamente más prevalentes
entre las personas con DD-DC crónico
que entre las personas sin DD-DC crónico. De las personas con DD-DC crónico
(14,7%), un 12,2% presentó un trastorno
mental comórbido; la depresión mayor
fue el trastorno mental específico más
común entre ellas.
Las prevalencias de otras enfermedades
que implican dolor crónico y de enfermedades físicas crónicas comórbidas entre
TABLA 1
Prevalencia-vida y prevalencia-año del dolor dorsal-dolor cervical crónicos en la
población española adulta
%
EE
%
EE
N.o de participantes
por característica
sociodemográfica
Todos los entrevistados
Mujer
Varón
18-34
35-49
50-64
≥ 65
23,7
29,4
17,7
17,2
23,2
30
29,3
1,4
2
1,8
2,8
2,6
2,8
2,3
14,7
18,2
11
9,4
15,9
19
18,4
1,2
1,6
1,5
1,8
2,3
2
2,3
2.121
1.302
819
545
556
456
564
0-7
8-11
12-14
> 14
Trabajando
Estudiante
Ama de casa
Jubilado/a
Otro
30
24,9
21,8
17,0
21,3
9,6
31,1
27,8
25,9
2,1
2,2
3,6
2,8
2,0
4,5
4,0
2,6
3,7
18,6
16,2
14,2
9,4
13,6
5,2
21,8
14,0
17,0
1,9
2,3
2,6
1,7
1,5
3,8
3,4
2,4
3,1
647
679
317
478
955
64
381
490
231
Prevalencia-vida
Grupo sociodemográfico
Sujetos entrevistados
con parte 2 del
cuestionario
Sexo
Edad (años)
Nivel educativo (años
de estudio)
Situación laboral
Prevalencia-año
Categoría sociodemográfica
EE: error estándar.
TABLA 2
Prevalencia-vida y prevalencia-año del dolor dorsal-dolor cervical crónicos en la
población española adulta por trastorno mental, otras enfermedades que implican
dolor crónico y otras enfermedades físicas crónicas comórbidas
Prevalencia-vida
Trastorno
%
Trastorno mental
Enfermedades que
implican dolor
crónico
Enfermedad física
crónica
Prevalencia-año
Tipo de trastorno
Sin trastorno mental
Cualquier trastorno del
ánimo
Cualquier trastorno de
ansiedad
Cualquier trastorno mental
Sin enfermedad
Artritis
Cefalea
Otra enfermedad que
implica dolor crónico
Cualquier enfermedad
que implique dolor
crónico
1
2
>3
Ninguna
Cualquiera
EE
%
N.o de participantes
por trastorno
EE
22,7
1,5
14,2
1,4
1.725
38,1
3,1
26,4
2,8
268
33,1
33,3
18
56,4
46,4
4,8
3,4
1,5
4,1
4,4
19,8
20,6
9,4
44,2
39,9
3,5
2,5
1,2
3,6
4,6
218
396
1.501
387
274
44
7,8
36,4
6,3
107
3,1
3,5
6,7
11
1,5
2,9
35
23
29,4
48,5
11,4
25,5
2,7
3,2
6,2
13,5
1,2
2,7
620
444
125
41
1.511
610
45,5
35,9
35,1
64,7
19,5
37,4
EE: error estándar.
TABLA 3
Prevalencia de los trastornos mentales entre los españoles adultos con dolor
dorsal-dolor cervical crónicos en los últimos 12 meses y riesgo de estos trastornos
entre las personas con dolor dorsal-dolor cervical crónico
Trastornos del ánimo
Trastornos de ansiedad
Todos los trastornos mentales
Trastorno mental comórbido
Prevalencia, % (EE)
Episodio de depresión mayor
Distimia
Cualquier trastorno del ánimo
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno de angustia
Agorafobia
Trastorno por estrés postraumático
Fobia social
Fobia específica
Cualquier trastorno de ansiedad
Cualquier trastorno mental
7,2 (1,2)
0,7 (0,3)
7,9 (1,3)
1,4 (0,4)
1,3 (0,4)
0,4 (0,2)
1,5 (0,5)
0,8 (0,3)
4,5 (1,0)
8,2 (1,6)
12,2 (1,9)
OR (IC del 95%)
1,9 (1,3-2,9)*
1,6 (0,6-4,2)
1,9 (1,3-2,9)*
2,9 (1,3-6,2)*
3,2 (1,4-7,2)*
4,1 (1,5-11,3)*
1,3 (0,4-3,8)
1,1 (0,6-2,3)
1,5 (0,8-2,7)
1,4 (0,9-2,3)
EE: error estándar; OR: odds ratio; IC: intervalo de confianza. Hay un total de 424 participantes con dolor dorsal-dolor cervical.
No se han calculado las OR de las enfermedades con menos de 5 participantes o cuyo estimador resultó inestable. *p < 0,05.
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PINTO-MEZA A ET AL. PREVALENCIA Y COMORBILIDAD FÍSICA Y MENTAL DEL DOLOR DORSAL Y CERVICAL CRÓNICOS EN ESPAÑA:
RESULTADOS DEL ESTUDIO ESEMeD
TABLA 4
Prevalencia de otras enfermedades que implican dolor crónico y de las
enfermedades físicas crónicas entre los españoles adultos con dolor dorsal-dolor
cervical crónico en los últimos 12 meses y riesgo de estas enfermedades entre las
personas con dolor dorsal-dolor cervical
Enfermedades que implican
dolor crónico
Enfermedades físicas crónicas
Trastorno comórbido
Prevalencia, % (EE)
OR (IC del 95%)
Artritis
Cefalea
Otras
Cualquiera
Accidente vascular cerebral
Enfermedad cardíaca
Infarto
Hipertensión arterial
Asma
Otras enfermedades pulmonares
Úlcera
Cáncer
Diabetes
Sida
Enfermedades neurológicas
Enfermedades tiroideas
Cualquiera
35,7 (3,2)
24,3 (2,9)
8,6 (1,6)
49,4 (3,5)
1,3 (0,6)
7,7 (2,2)
3,4 (1,8)
22,5 (3,1)
3,9 (1,0)
2,5 (0,8)
6,9 (2,1)
0,4 (0,3)
7,9 (2,1)
0,0 (0,0)
0,4 (0,3)
1,0 (0,3)
40,7 (3,6)
7,3 (4,7-11,3)*
4,3 (2,8-6,7)*
2,6 (1,4-5,0)*
4,8 (3,3-6,8)*
3,7 (1,3-10,4)*
2,8 (1,2-6,3)*
3,5 (1,0-12,7)
2,5 (1,5-4,2)*
1,4 (0,7-2,6)
3,7 (1,5-9,0)*
4,5 (1,9-10,6)*
1,4 (0,7-2,6)
0,8 (0,3-2,1)
2,7 (2,2-4,8)*
EE: error estándar; OR: odds ratio; IC: intervalo de confianza. Hay un total de 424 participantes con dolor dorsal-dolor cervical.
*p < 0,05.
TABLA 5
Porcentaje de funcionamiento global de las personas con y sin dolor dorsal-dolor
cervical (DD-DC) crónicos. Disminución del porcentaje de funcionamiento global
asociada con DD-DC crónico ajustada por variables sociodemográficas y
trastornos/enfermedades comórbidas
Funcionamiento global
(porcentaje de días)
Medias observadas
Sin DD-DC
Con DD-DC
Media
EE
90,60%
74,59%
1,18
3,95
Regresión lineal
Trastorno
Discapacidad en el funcionamiento asociado a DD-DC sin ajustar
Discapacidad en el funcionamiento asociado a DD-DC ajustado
por variables sociodemográficas
Discapacidad en el funcionamiento asociado a DD-DC ajustado
por variables sociodemográficas y trastornos mentales
Discapacidad en el funcionamiento asociado a DD-DC ajustado
por variables sociodemográficas y otras enfermedades que
implican dolor crónico
Discapacidad en el funcionamiento asociado a DD-DC ajustado
por variables sociodemográficas y otras enfermedades físicas
crónicas
Discapacidad en el funcionamiento asociado a DD-DC ajustado
por variables sociodemográficas y todas las comorbilidades
Diferencia
de media
ajustada
EE
p
–16,01%
4,07
< 0,001
–15,62%
4,45
< 0,001
–15,10%
4,49
0,002
–10,81%
4,95
0,034
–14,39%
4,28
0,002
–10,18%
4,9
0,043
de confianza del 95%, 2,2-4,8; p < 0,05).
Las personas con DD-DC crónico presentaron, de manera significativa, un menor
porcentaje de funcionamiento global en
el último mes (tabla 5). Mientras que las
personas sin DD-DC crónico tuvieron un
porcentaje de funcionamiento global del
90,60%, éste fue del 74,59% en las personas con DD-DC crónico. En la tabla 5
también se resumen las diferencias de
media ajustadas respecto del porcentaje
de funcionamiento global, comparando a
las personas con y sin DD-DC crónico.
Antes de ajustar por las variables sociodemográficas o por los trastornos/enfermedades comórbidas, el valor estimado
de la diferencia en el porcentaje de funcionamiento global entre las personas
con y sin DD-DC crónico fue del 16,01%,
que reproduce la diferencia de medias
observada (es decir, un 90,60% menos
un 74,59%). Al ajustar por las variables
sociodemográficas, la diferencia de medias ajustadas disminuyó al 15,62%. Al
ajustar por las variables sociodemográficas y los trastornos mentales, la diferencia resultó ser del 15,10% y, al ajustar
por las variables sociodemográficas y las
enfermedades físicas crónicas, la diferencia en el porcentaje de funcionamiento
global fue del 14,39%. Este porcentaje
descendió al 10,81% al ajustar por las variables sociodemográficas y otras enfermedades que implican dolor crónico. Al
controlar por todos los trastornos comórbidos y las variables sociodemográficas se
redujo el porcentaje estimado de funcionamiento global del 16,01 al 10,18%. Por
tanto, el DD-DC crónico generó una disminución específica del funcionamiento
global del 10,18%, mientras que todas las
otras formas de comorbilidad generaron
una disminución del 5,44% (un 15,62%
menos un 10,18%). En otras palabras,
casi un tercio de la diferencia en el porcentaje de funcionamiento global entre
las personas con y sin DD-DC crónico estuvo asociado a los trastornos/enfermedades comórbidas.
N.o de personas = 1.252. EE: error estándar.
Discusión
las personas con DD-DC crónico en los
últimos 12 meses se encuentran resumidas en la tabla 4. La artritis (35,7%) y la
cefalea (24,3%) fueron, dentro de las enfermedades que implican dolor crónico,
las más prevalentes entre las personas
con DD-DC crónico. Casi la mitad de las
personas con DD-DC crónico presentó
otra enfermedad comórbida que implicaba dolor crónico (49,4%). Además, todas
las enfermedades comórbidas que implican dolor crónico presentaron una asociación significativa con el DD-DC crónico. Dentro de las enfermedades físicas
crónicas, la hipertensión arterial (22,5%)
resultó ser la más prevalente y junto con
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las enfermedades del corazón (7,7%), la
úlcera (6,9%), otras enfermedades pulmonares (2,5%) y el accidente vascular
cerebral (1,3%) estuvo significativamente
asociada al DD-DC crónico. Por el contrario, la diabetes o el asma no mostraron
una asociación significativa con el DD-DC
crónico. En todo caso, se observó una
asociación significativa entre el DD-DC
crónico y las enfermedades físicas crónicas en general.
Finalmente, del total de participantes con
DD-DC, un 65,7% (error estándar = 3,9)
presentó algún trastorno mental, enfermedad que implica dolor crónico o enfermedad física crónica (OR = 3,3; intervalo
Los resultados presentados permiten establecer que el DD-DC crónico es un problema prevalente en la población española adulta y que típicamente se presenta
en comorbilidad con otras enfermedades
que implican dolor crónico, enfermedades físicas crónicas y algunos trastornos
del ánimo y de ansiedad. Sin embargo, la
comorbilidad del DD-DC crónico con los
trastornos del ánimo y los trastornos de
ansiedad no es exclusiva, ya que estudios previos han establecido que estos
últimos pueden presentarse en asociación con diversas enfermedades médicas
crónicas27 y con otras enfermedades que
implican dolor crónico28.
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PINTO-MEZA A ET AL. PREVALENCIA Y COMORBILIDAD FÍSICA Y MENTAL DEL DOLOR DORSAL Y CERVICAL CRÓNICOS EN ESPAÑA:
RESULTADOS DEL ESTUDIO ESEMeD
A partir de nuestros datos no podemos
saber si el DD-DC crónico es una causa,
un efecto o coexiste con estas enfermedades comórbidas, dado que el estudio
ESEMeD-España sólo nos brinda información transversal. El DD se explica en
su mayor parte por causas mecánicas, la
mayoría asociada a tensiones, lesiones y
síndromes de dolor neuropáticos29. Esta
etiología podría explicar algunas de las
relaciones encontradas en los análisis.
Teniendo en cuenta esta limitación,
nuestros resultados indican que el DDDC crónico debiera estudiarse en el contexto de su comorbilidad con otras enfermedades, ya que el 49,4% de todas las
personas con DD-DC crónico presentaron
además otra enfermedad que implicaba
dolor crónico, un 40,7% alguna enfermedad física crónica, un 12,2% un trastorno
mental y un 65,7% alguna de estas 3 formas de comorbilidad. La elevada comorbilidad del DD-DC crónico indica que la
investigación y las políticas sociosanitarias encaminadas a mejorar el funcionamiento global de las personas que sufren
este trastorno debieran considerar las repercusiones de las enfermedades/trastornos comórbidos. Un buen ejemplo de estas repercusiones lo encontramos en un
ensayo clínico aleatorizado reciente realizado en personas con artritis30, en el cual
se logró una mejoría significativa tanto en
los niveles de dolor como en la capacidad funcional gracias al tratamiento de la
depresión comórbida. Hallazgos como
éste muestran que la evaluación clínica
de los pacientes con DD-DC crónico
debe considerarse incompleta si no ha
contemplado la evaluación de enfermedades y trastornos físicos y mentales comórbidos potencialmente importantes,
que podrían estar exacerbando los efectos del DD-DC crónico sobre el funcionamiento global del individuo.
La afectación del funcionamiento global
de las personas con DD-DC crónico se
encuentra significativamente asociada a
otras enfermedades que implican dolor
crónico, enfermedades físicas crónicas y
trastornos mentales. Nuestros datos no
nos permiten definir la dirección de la
causalidad. Sin embargo, estudios anteriores señalan que el tratamiento efectivo
de los trastornos del ánimo puede reducir
la discapacidad31 y que intervenciones
para el DD crónico, como el ejercicio físico, pueden disminuir la discapacidad en
el funcionamiento32. Resulta sorprendente, dada la diversidad de la comorbilidad
encontrada para el DD-DC crónico, que
los estudios previos sólo se hayan centrado en la comorbilidad con algunos trastornos. Esto es especialmente cierto en el
caso de los trastornos mentales. Hasta
hace muy poco, prácticamente sólo se
había estudiado la asociación entre el
DD-DC y la depresión. Los datos del estu-
dio ESEMeD-España muestran que los
trastornos de ansiedad presentan una comorbilidad con el DD-DC crónico muy similar a la de los trastornos del ánimo. De
este resultado se desprende que, al estudiar la comorbilidad entre DD-DC crónico
y los trastornos mentales, debiéramos
prestar más atención al papel que puede
desempeñar la ansiedad.
Las enfermedades/trastornos comórbidos
son importantes para explicar la asociación entre DD-DC crónico y el funcionamiento global, en especial aquellas enfermedades que implican dolor crónico.
Cerca de la mitad de las personas con
DD-DC crónico refirieron otra enfermedad
que implicaba dolor crónico. Considerando que las personas con dolor crónico
inespecífico presentan más discapacidad
psicológica y funcional, identificarlas puede ser tan importante como la evaluación
clínica del propio DD-DC.
El presente estudio presenta una serie de
limitaciones. La evaluación de las enfermedades físicas crónicas y enfermedades que implican dolor crónico se hizo a
través de la información aportada por el
entrevistado. Los estudios previos señalan que el autoinforme de enfermedades
crónicas comunes como la diabetes, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial y asma muestra un grado de acuerdo
de moderado a alto con los datos consignados en la historia clínica21. La cronicidad del DD-DC fue determinada por las
personas entrevistadas, no en función de
criterios operacionales de cronicidad.
Esto limita la posibilidad de caracterizar
la gravedad y persistencia del DD-DC
crónico referido por los participantes.
Considerando que cerca del 24% de los
españoles adultos fueron diagnosticados
con DD-DC crónico, es probable que la
gravedad y persistencia del DD-DC crónico fuesen bastante variables entre las
personas que refirieron este problema.
No obstante, la prevalencia de DD-DC
crónico encontrada en el estudio ESEMeD-España es muy similar a la establecida en otros estudios epidemiológicos1,2.
Futuras publicaciones de los resultados
de los demás países que participan en el
estudio ESEMeD permitirán realizar comparaciones a nivel europeo.
En conclusión, los resultados de este estudio indican que entre las personas con
DD-DC crónico las enfermedades físicas
y los trastornos mentales son problemas
comórbidos frecuentes. Entre los trastornos mentales comórbidos, se observó
que tanto los trastornos del ánimo como
los de ansiedad presentaron asociaciones
significativas. Gran parte de la discapacidad asociada al DD-DC crónico apareció
relacionada con la comorbilidad con enfermedades físicas y trastornos mentales,
y en especial con enfermedades que implican dolor crónico. Por tanto, tener en
cuenta la asociación con enfermedades y
trastornos físicos y mentales es crucial
para comprender las causas y mejorar el
funcionamiento global de las personas
con DD-DC crónico.
Agradecimientos
El estudio ESEMeD-España se ha realizado en
coordinación con la Iniciativa de la Organización Mundial de la Salud Encuestas de Salud
Mental (WHO World Mental Health Survey Initiative, http://www.hcp.med.harvard.edu/wmh/).
Agradecemos a los miembros del equipo de
coordinación de WMH su ayuda en el uso de
los instrumentos y en el diseño de los procedimientos de campo. Esas actividades han contado con el apoyo de John D. and Catherine T.
MacArthur Foundation, la Pfizer Foundation, el
US Public Health Service (R13-MH066849,
R01-MH069864, y R01 DA016558), el Fogarty International Center (FIRCA R01TW006481), la Organización Panamericana de
Salud, Eli Lilly and Company, Ortho-McNeil
Pharmaceutical, Inc., GlaxoSmithKline, y Bristol-Myers Squibb. Puede encontrarse una lista
completa de las publicaciones en: http://www.
hcp.med.harvard.edu/wmh/.
Los autores quieren expresar su gratitud al comité asesor del proyecto ESEMeD-España, formado por: Prof. Juan José López Ibor (presidente), Prof. Enrique Baca Baldomero, Dr.
Antonio Bulbena, Dra. Antonia Domingo, Prof.
José Giner Ubago, Prof. Carmen Leal Cercós,
Dr. Marcelino López, Dr. Luis Rajmil, Dr. Josep
Ramos, Prof. Julio Vallejo Ruiloba y Prof. José
Luis Vázquez-Barquero.
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