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¿Cómo cuidar a un paciente con Alzheimer o
Parkinson?
Por Montserrat Muñoz
Guadalajara, Jalisco. 12 de febrero de 2016 (Agencia
Informativa Conacyt).- Cada tres segundos una persona es
diagnosticada con demencia en el mundo, de acuerdo con el Informe
Mundial sobre el Alzheimer 2015 de la Organización Mundial de la Salud
(OMS). De este universo, se considera que entre 60 y 70 por ciento
padece Alzheimer. Bajo esta premisa, la doctora Mónica Navarro Meza,
de la Universidad de Guadalajara (UDG), y el neurólogo Juan Luis
Orozco Ceballos coordinaron el texto Cuidado y alimentación en la
neurodegeneración, Alzheimer y Parkinson. Información básica.
“Es un texto de divulgación para exponer la información básica de
cuidado y alimentación, sobre todo porque hay controversia con
respecto a la alimentación”, comentó la autora en entrevista para la
Agencia Informativa Conacyt.
Esta investigación, desarrollada a lo largo de tres años, surgió como
respuesta a la necesidad de información sobre los cuidados y
alimentación que debían tener particularmente las personas
diagnosticadas con Parkinson o Alzheimer, quienes buscaron orientación
al respecto en el Centro Universitario del Sur de la UDG.
Si bien no existe un alimento que pueda evitar por completo la
neurodegeneración, la doctora en ciencias biomédicas con orientación en
neurociencias reconoció que “para ‘protegerse’ de la neurodegeneración
es necesario consumir principalmente vitaminas antioxidantes, como la
vitamina E, que según estudios ha tenido efectos protectores hacia el
deterioro neuronal”.
De acuerdo con los investigadores, otros alimentos indicados como
benéficos para evitar una degeneración neuronal son los antioxidantes,
los ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y el omega 6, así
como el aumento en el consumo de macronutrientes como proteínas,
carbohidratos, ácido fólico y algunos lípidos.
“Desarrollamos una tabla donde vienen las recomendaciones diarias de
micronutrientes y macronutrientes en personas adultas y adultas
jóvenes”, detalló Navarro Meza, al tiempo que reconoció que la
enfermedad siempre se presenta de forma distinta dependiendo del
paciente; por ello, enfatizó en la importancia de un plan alimentario
específico para cada persona, aunque señaló hay constantes, como la
ingesta de vitaminas E, C y A.
Enfermedades de etiología desconocida
La OMS define la enfermedad de Alzheimer como una dolencia
degenerativa cerebral primaria, de etiología desconocida, que presenta
síntomas neuropatológicos y neuroquímicos característicos. El trastorno
inicia de forma lenta y evoluciona progresivamente durante un periodo
de años.
En tanto, el Parkinson se define como una enfermedad del cerebro de
tipo degenerativa que afecta el movimiento, sucedido a causa de un
déficit progresivo del neurotransmisor dopamina en los ganglios basales
del cerebro.
Ambas enfermedades están consideradas como demencias y de etiología
desconocida, es decir, no se sabe qué las detona.
Sin embargo, de acuerdo con la investigación citada es necesario
considerar algunos alimentos que se han probado perjudiciales si son
consumidos en forma desmedida, como las grasas saturadas y los
azúcares simples, mismos que producen daño neuronal.
Al respecto, la también miembro nivel I del Sistema Nacional de
Investigadores (SNI) señaló que “el consumo de carbohidratos en
grandes cantidades puede causar daño a nivel del sistema nervioso
central, donde hay alteración de morfologías de las neuronas, sobre
todo en zonas susceptibles como el hipocampo, la zona subcortical
relacionada con la memoria”.
Por su parte, el neurólogo Juan Luis Orozco Ceballos sostuvo
que otro factor importante de riesgo es el estrés oxidativo, mismo que
“puede tener un efecto neurodegenerativo, ya que en él está implicada
la activación de muchas moléculas y sustancias clínicas. Si no nos
damos cuenta que existe estrés, puede convertirse en agudo o crónico y
llevar a un deterioro irreversible”.
Llegar al cuidador
El libro que resulta de la investigación está especialmente enfocado en
familiares y cuidadores de quienes sufren estas patologías, por lo que el
lenguaje utilizado es de fácil comprensión, según comentó la
investigadora.
Navarro Meza señaló que dado que en México no existen políticas
públicas encaminadas al tratamiento de personas enfermas de Parkinson
o Alzheimer, muchos cuidadores se ven enfrentados a su tarea sin
conocimiento de la patología con que tratan. De ahí la motivación de
emprender esta investigación que, además de dotar de información
nutricional básica, se complementa con algunos ejercicios para prevenir
daños en la memoria.
Además de una correcta alimentación y del consumo de los alimentos
antes mencionados, los investigadores han resaltado la importancia de
realizar ejercicios mentales que ayuden a mantener una mente sana.
En este sentido, la catedrática compartió que uno de los próximos
proyectos a desarrollar es un gimnasio cerebral, que pueda atender a
las personas del sur del estado de Jalisco en temas de activación
mental.
Este concepto incluiría ejercicios varios que activen ambos hemisferios y
las distintas zonas del cerebro, con miras a prevenir la
neurodegeneración. Aunque el proyecto está pensado para realizarse en
un par de años más, al momento ya se imparten cursos a los
interesados, reveló la académica.
Esta obra conjunta investigaciones de Salvador Jiménez Mejines, Ana
Rosa de Niz Gómez, Karla Vanessa Cárdenas Cibrián, Carlos Alfredo
Prieto Beracoechea, César Michael Flores Rodríguez, Edgar Ernesto
González Díaz, Jesús Alberto Vázquez Castañeda y Beatriz Amparo
Coronado Muñoz. Asimismo, de Aldo Edmundo Meza Sánchez, Marcos
Efraín Becerra Hernández, Karla Paulina Amézquita Arizona, Nélida
Villafuerte Cosme, Génesis Melissa Cortés Álvarez, Alondra Rubí
Sandoval Vargas, Rafael Alejandro Porras Morales y Armando Alvarado
Ascencio.