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Realizar un circuito por Centroeuropa puede ser de lo más variopinto e interesante que puedas imaginar, para ello te propongo esta guía. Praga Praga es una de las ciudades más bonitas de Europa y realmente merece la pena visitarla. La “ciudad dorada”, como así se la conoce, destaca por su belleza arquitectónica, ya que es una mezcla perfecta de edificios románicos y elementos góticos, construcciones renacentistas y estilo barroco. Para visitar el mayor número de atracciones posible y recorrer la ciudad cómodamente compra un billete para utilizar el transporte público. Lo más recomendable es comprar bonos diarios individuales, ya que permiten utilizar el metro, el tranvía, el funicular y el autobús durante todo el día por 110 CZK (unos 4,40€). Plaza de la Ciudad Vieja y reloj astronómico No hay mejor manera de empezar el día que visitando la plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí), donde se encuentra el ayuntamiento y su reloj astronómico. Además del ayuntamiento, pueden contemplarse la iglesia de Tyn, de estilo gótico, y la iglesia de San Nicolás, de estilo barroco. Sin embargo, la mayor atracción es el reloj astronómico situado en el ayuntamiento (cada hora entre las 09:00 y las 21:00 horas muchas personas se reúnen para ver un espectáculo de lo más singular: tres figuras (que representan la vanidad, la avaricia y la lujuria) y la muerte (representada por un esqueleto) mueven sus cabezas mientras en dos pequeñas puertecitas situadas en la parte superior se asoman los doce apóstoles. Al final, por si esto fuera poco, un gallo aletea y canta y suenan entonces las campanadas). Puente de Carlos (Karlův most) A unos diez minutos siguiendo la calle Karlova encontrarás el puente de Carlos, el puente más antiguo de la capital checa. Está decorado por 30 estatuas, la mayoría de estilo barroco, y custodiado por tres torres (una es considerada una de las construcciones góticas más importantes del mundo). Se dice que si un visitante frota la placa situada en la estatua de San Juan de Nepomuceno (patrón de la República Checa), volverá a Praga algún día… Castillo de Praga (Pražský hrad) y catedral de San Vito Cruzando el puente, y a unos 20 minutos, encontrarás el castillo. Fue fundado en el siglo IX pero actualmente está compuesto por diferentes edificios y palacios que se pueden visitar. El precio completo de la entrada es de 350 CZK (unos 14€), pero hay también entradas para algunos edificios específicos por un precio más asequible; pero si realmente no quieres gastar ese dinero puedes simplemente visitar los que tienen entrada libre: los monumentos históricos, las salas de exposiciones (excepto las torres) y la Calle Dorada. Por su parte, la catedral de San Vito es uno de los edificios góticos más representativos de la ciudad y allí se encuentran enterrados muchos obispos, arzobispos y reyes. El escenario paisajístico que forma con el castillo y el río Moldava es espectacular. Středověká krčma Aunque el nombre suene un poco raro se trata simplemente de una taberna medieval. Está situada a menos de 10 minutos del castillo y será, sin duda, una experiencia inolvidable. La comida es buena y tienen buena cerveza checa, pero olvidaos de la cubertería y los buenos modales… ¡bienvenidos a la Edad Media! También hay espectáculos y hacen todo lo posible para ofrecer entretenimiento y diversión. Ciudad Pequeña (Malá Strana) Puedes dar un tranquilo paseo por Malá Strana. A menos de 5 minutos de la taberna encontrarás la iglesia de Santo Tomás, un edificio románico reconstruido posteriormente durante el periodo barroco, cuyo campanario alberga tres campanas y la más antigua data de 1652. En pocos pasos llegarás a la plaza de la Ciudad Pequeña (Malostranské náměstí) con la iglesia de San Nicolás (sí, hay otra), una construcción barroca de belleza excepcional. (Dato para los amantes del cine: esta iglesia aparece en la película “Van Helsing” como el Palacio Vilkova, donde Drácula celebra un baile de máscaras). Finalmente, la iglesia de Nuestra Señora Victoriosa está a otros 5 minutos. Es un lugar muy importante de peregrinación y alberga la imagen del Niño Jesús, una estatuilla de cera de origen español. Ciudad Nueva (Nové Město) Casa Municipal y Torre de la Pólvora En la plaza de la República (hay una estación de metro, por si no os apetece caminar), está la Casa Municipal (Obecní dům) y la torre de la Pólvora. La primera es uno de los edificios de estilo Art Nouveau más importantes de Praga y en su decoración han colaborado muchos artistas locales. La torre de la Pólvora es una construcción gótica del siglo XV; es la puerta de entrada a la Ciudad Vieja y su nombre se debe a que antiguamente fue utilizada como almacén de pólvora. Teatro Estatal (Stavovské divadlo) En unos 5-10 minutos llegarás al Teatro Estatal, un edificio muy bonito en el que Mozart dirigió el estreno mundial de su ópera “Don Giovanni”. Fue construido a finales del siglo XVIII pero sufrió posteriores modificaciones en 1859, 1920 y 1948 y fue restaurado en 1982 y 1990. Actualmente en el teatro se presentan obras dramáticas, óperas y espectáculos de ballet. Casa Danzante (Tančící dům) Aunque el nombre oficial es edificio Nationale-Nederlanden, se le conoce como la Casa Danzante por razones obvias. Este edificio deconstructivista también es llamado Fred y Ginger (tributo a Fred Astaire y Ginger Rogers) por su semejanza con una pareja de bailarines. Aunque fue algo polémico, el edificio se ha convertido ahora en un símbolo de la ciudad y destaca entre los muchos edificios góticos, barrocos y de Art Nouveau existentes en la capital checa. Plaza de Wenceslao y Museo Nacional de Praga (Národní muzeum) En unos 20 minutos andando llegarás a la plaza de Wenceslao, una de las principales de la ciudad. Lo que durante la Edad Media era un mercado de caballos, se ha convertido en la actualidad en un centro cultural y comercial. A un lado se alza el majestuoso Museo Nacional, un edificio neorrenacentista que representa un símbolo de la nación checa. Viena Puedes visitar el Palacio de Schönbrunn, la catedral de San Esteban (Stephansdom), el Palacio Imperial de Hofburg, el parque Stadtpark o ir de compras por la calle Kärntner Straße. Considerada una de las principales capitales culturales de Europa, Viena es una metrópolis única, encantadora, limpia y segura. Debido a su pasado imperial, la ciudad cuenta con grandes edificios, palacios e iglesias de una belleza excepcional. Además, músicos como Mozart, Beethoven o Johann Strauss se encargaron, en su época y de manera póstuma, de dar a conocer Viena como una de las ciudades con mayor talento musical del mundo. Aun así, a pesar de su glorioso pasado, la ciudad ha sabido modernizarse y hoy en día es una mezcla perfecta entre historia y contemporaneidad. Catedral de San Esteban (Stephansdom) Para empezar la visita de la mejor manera, en la plaza Stephansplatz se encuentra la catedral. Construida sobre las ruinas de dos iglesias (la primera construida en el siglo XII), el edificio cuenta con elementos románicos y barrocos, aunque fue restaurada posteriormente durante el siglo XIX. Tiene entrada libre y se puede visitar de manera independiente, aunque también ofrece visitas guiadas a partir de 4,50€. Iglesia de San Pedro (Peterskirche) Para continuar con los edificios litúrgicos, en menos de 5 minutos andando puedes llegar a la iglesia de San Pedro. Abierta al público, esta iglesia barroca destaca por su cúpula interior, de 56 metros de diámetro, decorada por frescos del pintor austríaco Rottmayr. Además, a diferencia de muchas otras iglesias, está escondida entre los edificios actuales y la fachada principal, decorada con estatuas de los apóstoles, se puede ver claramente sólo desde el frente. Palacio Imperial de Hofburg A otros cinco minutos andando encontrarás el palacio Imperial de Hofburg, el castillo más grande de la ciudad. El que fuera residencia de la mayor parte de la realeza austríaca, incluida la dinastía de los Habsburgo, los emperadores austríacos y los emperadores austrohúngaros, es hoy día la residencia del presidente del país. La visita por el palacio con audioguía (10,50€) realmente merece la pena. Museo de Historia del Arte (Kunsthistorisches Museum) Este edificio monumental, construido a petición del emperador Francisco José I de Austria, tenía como objetivo unir y representar los tesoros artísticos coleccionados con el paso de los siglos por la dinastía de los Habsburgo. Con colecciones de arte egipcio (considerada de las mejores de Europa), romano y griego, colecciones de esculturas y artes decorativas, colecciones de monedas, cuadros y pinturas pertenecientes a la casa de los Habsburgo… los 12€ de entrada, muy bien invertidos. Parque Stadtpark Después de ver tantos edificios majestuosos un paseo por el parque puede ser una buena opción. En un bonito paseo de 20 minutos llegarás a Stadtpark, el primer parque público de Viena. Allí podrás ver un pequeño río, el Kursalon (sede de conciertos, bailes y congresos), diferentes monumentos (el más famoso es la estatua en bronce dorado de Johann Strauss II), una gran variedad de plantas… Casa Hundertwasserhaus Después de contemplar edificios palaciegos, iglesias barrocas y un enorme museo, el contraste con la casa Hundertwasserhaus puede realmente sorprender a cualquiera. Está a unos 20 minutos andando del parque y se ha convertido en uno de los puntos de mayor interés de Viena. Construido entre los años 1983 y 1986, este bloque de pisos cuenta con suelos ondulantes, césped en el tejado, árboles en las habitaciones… Original es probablemente la mejor palabra para describirlo. En el interior hay 52 pisos, 4 oficinas, 16 terrazas privadas, 3 terrazas comunes y un total de 250 árboles y arbustos. Ayuntamiento de Viena (Rathaus) El ayuntamiento de Viena es un edificio de estilo gótico construido a finales del siglo XIX. Frente al edificio hay un bonito parque, desde donde podrás contemplarlo con detalle. En el interior hay actualmente un restaurante ubicado en diferentes salones barrocos. En la parte superior de la torre principal hay una estatua, llamada Rathausmann, que se ha convertido en uno de los símbolos de Viena. Museo de Historia Natural (Naturhistorisches Museum) A unos 10 minutos andando, pasando junto al palacio Imperial, se encuentra el museo de Historia Natural. Aunque estés cansado de museos o no quieras pagar entrada, la majestuosidad del edificio realmente compensa el paseo. En la planta superior pueden verse piedras preciosas, minerales, fósiles y dinosaurios, mientras que en la primera planta hay una increíble variedad de especies del mundo animal, desde protozoos hasta los mamíferos más desarrollados. Ópera estatal de Viena A menos de 10 minutos andando encontrarás la Ópera de Viena, el principal centro de la música vienesa y uno de los más populares a nivel mundial. Para muchos es la mejor ópera del mundo ya que, 300 noches al año, ofrece producciones excelentes con un programa que cambia a diario. En el interior alberga un museo dedicado a los 140 años de su existencia. Las fotos, los trajes, partes de la decoración, documentos interesantes…el precio de la entrada para visitar la Ópera y el museo es de 6,50€. Iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche) En tan sólo 10 minutos en dirección al palacio Belvedere se encuentra la iglesia de San Carlos Borromeo, una obra maestra que combina diferentes estilos artísticos. Es el segundo templo más grande de la capital austríaca y tanto el exterior como el interior están decorados hasta el más mínimo detalle por grandes artistas como el italiano Stanetti o el austríaco Rottmayr. Palacio Belvedere El actual palacio Belvedere está compuesto por dos palacios (Belvedere alto y bajo) y otro edificio llamado Schwarzenberg, actualmente un hotel. El palacio alberga el museo de Arte Barroco, el museo de Arte Medieval y la galería de arte austríaco. Aun así, la belleza arquitectónica de los edificios y de los jardines que los unen no tiene desperdicio. Las entradas se pueden comprar por internet, si es que decides visitarlo, y el precio de la entrada a los dos palacios es de 16€. Budapest La capital húngara se ha convertido recientemente en un destino turístico muy popular y no es de extrañar. El legado cultural e histórico compite, en belleza, con el legado de la naturaleza. Formada en realidad por dos ciudades, Buda y Pest, separadas por el Danubio, Budapest es un destino con mucho potencial turístico. Baños públicos Se le puede llamar de diferentes maneras: baños públicos, baños turcos, spa para los más modernos… Lo que quieras, pero su visita es obligatoria. Los más famosos de la ciudad son probablemente los del Hotel Gellért, que cuentan con piscina interior, piscina exterior, jacuzzi, baños termales, sauna, solárium… Paseo y comida en Andrássy út Este emblemático paseo une Erzsébet tér (plaza Isabel) con Városliget (parque de la Ciudad). Declarado Patrimonio de la Humanidad en 2002, en el paseo encontrarás boutiques de moda como Louis Vuitton, Gucci, Roberto Cavalli… además de casas y palacios neorrenacentistas de una belleza extraordinaria, incluida la Ópera de Budapest. A lo largo del paseo verás muchos restaurantes donde probar la deliciosa gastronomía húngara (muy recomendable pedir csirke paprikás, una especie de guiso de pollo en salsa de pimentón). Terror Háza, en Andrássy út Se trata de un museo muy especial en el que se muestran las dos épocas durante las que el pueblo húngaro estuvo sometido a regímenes totalitarios. Es una buena manera de entender la cultura y la mentalidad actual de una sociedad que todavía no ha cicatrizado de los acontecimientos de 1956 y que sigue en transición desde 1990. El museo fue creado para conmemorar a las víctimas encarceladas, torturadas y asesinadas durante los dos regímenes. Telesilla hasta János-Hegy En el distrito XII en Zugligeti út 93 puedes montar en un telesilla que te llevará hasta la cima de la colina más alta de Budapest, János-Hegy (526m). Es relativamente desconocido, así que es probable que no encuentres muchos turistas. Desde la cima se pueden contemplar unas vistas espectaculares de la ciudad, especialmente desde Erzsébet-kilátó (el mirador de Isabel). En la cercana Sváb-Hegy, encontrarás un bosque llamado Normafa perfecto para ir a correr, dar un paseo o hacer un picnic. Paseo por Gellért Hegy La colina Gellért se alza hasta 231m y tiene unas bonitas vistas del Danubio, la típica imagen que aparece en las postales de la ciudad. En la cima puede visitarse la ciudadela, que alberga un pequeño museo militar. Además, también podrás ver Szabadság Szobor, una estatua de la libertad erigida por el ejército rojo soviético con motivo de su victoria en la Segunda Guerra Mundial. Como ves, es un lugar estratégico que ha jugado un papel importante a lo largo de la historia de la ciudad. Hősök tere La plaza de los Héroes es una de las principales plazas de Budapest y está situada entre el Museo de Bellas Artes y la Galería de Arte (Műcsarnok). En el centro de la plaza se alza el Monumento Milenario con estatuas de los líderes de siete tribus que fundaron Hungría en el siglo IX junto con otras figuras importantes de la historia de la nación. En el centro, detrás del cenotafio, hay una gran columna culminada por el arcángel Gabriel, que sujeta en la mano derecha la corona sagrada de San Esteban (István, el primer rey de Hungría) y en la mano izquierda una cruz patriarcal. Excursión por la curva del Danubio Por 16.000HUF, unos 50€ (todo incluido), te llevarán a ver algunos monumentos de gran belleza arquitectónica junto con la catedral más grande de Hungría, y además tendrás una comida de tres platos en un restaurante a la cima de la colina y un pequeño crucero por el Danubio. Los Consejos de Laura – Praga, Viena y Budapest