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Informe sobre la contaminación en el Mediterráneo
Autor: Comisión de Ciencias
Coordinador: Ramón Lapiedra
Aprobación: Pleno de 29 de junio de 2009
Antecedentes
Tanto las noticias que provienen de los ámbitos académicos, como las que figuran
en los medios de comunicación más habituales, y también la experiencia
meramente individual de los que frecuentan las aguas de nuestro mar, muestran
indicios indudables de un grado de contaminación preocupante. Con estos indicios,
y desde las responsabilidades institucionales que le son propias, el Consell Valencià
de Cultura ha creído oportuno ocuparse del tema, y elaborar el informe que sigue,
para ser elevado a las autoridades correspondientes y difundido entre la opinión
pública.
El tema se trató inicialmente en la Comisión de Ciencias, que a lo largo de diversas
sesiones recibió a los expertos en la materia que siguen: el profesor Carlos de
Santisteban Bové, del Departamento de Geología de la Universidad de Valencia; el
Sr. José L. Buceta Miller, jefe de la División de Protección del Mar y de Prevención
de la Contaminación Marina (Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del
Mar, Ministerio del Medio Ambiente y Medio Rural y Marino); el profesor Joaquín
Tintoré, investigador del IMEDEA (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Universidad de las Islas Baleares);
la Sra. María Luisa Bueno Ortega, jefa del Servicio de Calidad de las Aguas.
Dirección General del Agua
(Conselleria de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i
Habitatge). A estos especialistas hay que añadir la comparecencia del Dr. José
Moragues Terrades, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que en
otro marco hizo referencias de gran interés sobre la cuestión que nos ocupa. De
manera análoga, la Comisión tuvo en cuenta ciertas consideraciones del Dr. Millán
Millán, Director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, expuestas
ante el Consell Valencià de Cultura en comparecencias previas con otras finalidades
no totalmente ajenas a la cuestión.
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Consideraciones
1. Por su carácter de mar casi cerrado, el Mediterráneo es especialmente sensible a
la
contaminación.
De hecho,
nuestro
mar
es
hoy
un
mar especialmente
contaminado, y el más contaminado del mundo por hidrocarburos.
2. Está significativamente contaminado por la presión antrópica que soporta
gestionada al margen de la sostenibilidad económica y medioambiental, y en
particular por el tráfico intenso de barcos mercantes, petroleros en especial, y de
cruceros turísticos. En todo este apartado la normativa es insuficiente, y/o carente
de una aplicación eficiente.
3. De todas formas, el 80% de la contaminación que sufre procede del continente,
esencialmente en forma de vertidos artificiales, o a través de ríos y barrancos, o
alternadamente vehiculada por la atmósfera.
4. Por otra parte, el turismo en las orillas de nuestro mar es una actividad
económica muy importante, que se podría ver afectada negativamente de manera
significativa por niveles inaceptables de contaminación de las aguas marinas.
5. La normativa que se aplica para evaluar el grado de contaminación, para seguir
su evolución, y actuar en consecuencia, engloba en particular una ley internacional
promovida por la ONU en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho
del Mar, el Convenio de Barcelona, de 1976, reformado en 1995 (21 países
mediterráneos más la UE); cinco Directivas Europeas (una del 91, tres de 2006, y
una de 2008); la Ley 42/7 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, el Real
Decreto 1341/2007; el Decreto 92/2007 de la Generalitat Valenciana; etc..
6. Aunque la gestión de la protección de la calidad del agua marina, y otras
responsabilidades, son competencia de la Generalitat, la integridad del problema
involucra también competencias de la Dirección General de Sostenibilidad de la
Costa y del Mar (Ministerio del Medio Ambiente y del Medio Rural y Marino), y del
Ministerio de Fomento.
7. La no fabricación o la prohibición del uso de determinados Contaminantes
Orgánicos Persistentes (COP) en el área mediterránea se ha traducido en una
disminución de las concentraciones de estos compuestos, a partir de 1970. Una
muestra de que las actuaciones pertinentes no dejan de propiciar una mejora del
nivel de contaminación, lo que debería animar a las Administraciones implicadas a
seguir en esa dirección de actuación.
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8. En algunas zonas, el nivel de contaminación por metales pesados en especies de
referencia supera los niveles mínimos recomendados, según una síntesis de
medidas realizada el año 2006. Según otras medidas, en dos lugares de nuestra
costa, la concentración de mercurio ha subido entre 1991 y 2003, en lugar de bajar
con la tónica general. Al mismo tiempo, y hablando más en general, determinados
organismos marinos presentan concentraciones de COP hasta cien millones de
veces superiores a las de las propias aguas marinas.
9. Determinados expertos afirman que desde comienzos de los años ochenta hasta
ahora se ha producido una disminución en las precipitaciones en la cuenca
mediterránea de alrededor de un 15%. Se ha discutido si esa disminución tendría
su origen en la desecación y pavimentación de los antiguos marjales al borde del
mar y de las cercanías de estos, tras los procesos intensos de urbanización que han
tenido lugar en estas zonas en los últimos decenios. También podría ser que, en
esa misma dirección, actuara la concentración tan elevada de hidrocarburos en las
aguas marinas superficiales, a que se ha hecho referencia en el punto anterior núm.
1.
10. La Generalitat Valenciana, en uso de las competencias propias en la materia,
realiza campañas programadas y regulares de medidas sobre la calidad de nuestras
aguas marinas utilizadas para el baño.
11. Parece que últimamente asistimos a una disminución de las capturas de nuestra
flota pesquera. Una razón de peso para esta disminución seria seguramente un
excesivo grado de contaminación de nuestras aguas marinas, lo que pone de
relieve, una vez más, las consecuencias económicas negativas directas de la
contaminación marítima. Otra razón para aquella disminución parece que es la
sobrepesca.
Conclusiones y recomendaciones
1. Vista la diversidad de las Administraciones con competencias en el problema que
nos ocupa, de acuerdo con lo expuesto en los puntos anteriores 5 y 6, habrá que
extremar la coordinación entre estas Administraciones, como la que es necesario
que funcione entre todos los estados ribereños. Todo eso dentro de un plan de
actuación a largo plazo con acuerdos políticos y económicos.
2. Los éxitos parciales conseguidos en la lucha contra la contaminación en el
Mediterráneo, que evidencia, por ejemplo, lo que se ha expuesto en el punto
anterior núm. 7,
indican la necesidad de continuar actuando de manera
contundente contra la contaminación en nuestro mar. En algunos casos, como el de
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los metales pesados, las actuaciones deberían ser particularmente enérgicas, vista
la larga vida de este tipo de contaminación.
3. Hay que fomentar las investigaciones meteorológicas que nos aclaren las razones
de la disminución de lluvias mencionada (punto núm. 9), con el fin de acotar el tipo
de posibles medidas correctoras que
probar y aplicar, tanto las de alcance
geográfico limitado, como aquellas de más alcance que necesitarían del concurso de
Administraciones y países diferentes.
4. Frente a la disminución de capturas descrita, aparte de la lucha genérica contra
la contaminación,
se tendría que persistir en la política de épocas de veda, así
como en la creación y consolidación de una red de reservas marinas que por su
localización recíproca pudieran entrar en una relación de fecundación mutua.
5. Seria deseable que el ciudadano accediera a un conocimiento más próximo de la
actividad de control y de sus resultados que ejerce la Generalitat Valenciana (punto
núm. 10). También
sería necesario que las autoridades sanitarias aplicaran
medidas efectivas dirigidas a valorar el grado de contaminación que puedan
presentar en la actualidad algunas de las especies marinas comestibles o, en todo
caso, si esas medidas ya se están aplicando con toda la energía necesaria,
se
precisaría que el resultado del análisis practicado fuera difundido entre la población
de manera más efectiva.
6. Este Informe se enviará a Presidencia de la Generalitat, al Ministerio del Medio
Ambiente y del Medio Rural y Marino, a la Conselleria de Medi Ambient, Aigua,
Urbanisme i Habitatge, la Federación de Municipios y Provincias, y a los expertos
recibidos en audiencia o citados.
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