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D E CERCA Covadonga Orejas, Tanja Joschko, Alexander Schröder y Rainer Knust Ritmo trepidante de la sucesión ecológica en el mar del Norte esde junio del 2003 un gigante de acero se eleva 20 metros sobre el nivel del mar. Anclado en sus profundidades, FINO-1, así se llama esta plataforma situada en las cercanías de la isla Borkum, en pleno mar del Norte, tiene por misión ayudar a conocer los efectos ejercidos por los generadores de energía eólica sobre la vida bentónica y su entorno. Entre otros ingenios, aloja una cámara digital submarina, manejada desde el Instituto Alfred Wegener de Bremerhaven, que nos permite registrar, con frecuencia semanal, la colonización de un substrato duro y artificial por organismos marinos. En el mar del Norte predominan los lechos blandos; los suelos duros, escasos, se encuentran a muchas millas de distancia de la plataforma. En torno a FINO-1 la vida se desarrolla a un ritmo vertiginoso. Al cabo de un mes de su instalación, los pilares de asentamiento se hallaban tapizados de pequeños hidrozoos. Transcurridos 30 días más, los hidrozoos se mostraban en fase de desaparición para ceder sitio acierta especie de briozoo, que, a la manera de una ameba se iba extendiendo en todas direcciones hasta terminar por cubrir el soporte de acero. Cumpliendo la ley de la naturaleza de de la lucha entre depredadores y presas, un nudibranquio no tardó en aparecer junto al briozoo, ingesta favorita de ese polícromo caracol sin concha. En octubre, dos meses después de la toma de las primeras imágenes, la escena había sufrido un cambio total. Apenas si quedaba rastro de los hidrozoos pioneros. En muchas zonas había desaparecido también el segundo poblador, el briozoo, víctima en unos casos de la voracidad del nudibranquio y, en otros, de la competencia por el espacio. Los anfípodos empezaron a abrirse sitio con sus moradas tubulares típicas. Sin embargo, no todo es lucha desesperada por quedarse con el territorio. Se produce una suerte de compromiso entre los distintos inquilinos, en virtud del cual cada uno va asentándose en su nicho respectivo. Así, los anfípodos conviven con las actinias; en razón de la profundidad se van diversificando los organismos. ¡Hasta una gonela encontró acomodo en la polea que guía la cámara en su viaje hacia el fondo del mar! Un zoom en la vida privada del bentos del mar del Norte que permite conocer no sólo la evolución de la comunidad, sino también el ritmo al que ocurre y los fenómenos de sucesión y competencia por el alimento y el espacio. D 1. Imagen de la cámara submarina en el momento de ser conducida por control remoto hacia el mar. 2. En agosto los hidrozoos cubrieron la superficie del soporte de la cámara y del pilar de la plataforma. 2 3. En septiembre, los hidrozoos fueron desplazados por los briozoos. Al mismo tiempo, aparecieron ejemplares del nudibranquio, voraz predador de este briozoo. ¿Cuáles son las posibles causas de esta sustitución? ¿Predación, competencia por el espacio o por el alimento? Desentrañar las causas y mecanismos de este proceso es uno de los objetivos fundamentales del proyecto llevado a cabo por los biólogos del Instituto Aldred Wegener. 4. Imagen submarina tomada en octubre del 2004. Las construcciones tubulares realizadas por anfípodos y poliquetos han desplazado al briozoo en muchas zonas del pilar y ocupan la superficie del mismo. 5. FINO parece ser un hogar acogedor para muchos organismos. A esta gonela le gusta la polea que sujeta el cable de acero. INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, junio, 2004 3