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REFORMADA HOLANDESA, IGLESIA Wenceslao Calvo (09-08-2012) © No se permite la reproducción o copia de este material sin la autorización expresa del autor. Es propiedad de Iglesia Evangélica Pueblo Nuevo REFORMADA HOLANDESA, IGLESIA Sucesos anteriores al sínodo de Emden El sínodo de Emden Resultados de la expulsión de los españoles Batallas entre reformados y católicos Organización final En América. Trasfondo Primer período, 1628-64 Segundo período, 1664-1708. Resultados de la conquista inglesa Intentos de imponer la Iglesia anglicana Tercer período, 1708-1747 Cuarto período, 1747-1792 Quinto período, la Iglesia americana independiente, desde 1798. Constitución En Sudáfrica. Iglesia reformada holandesa en Cape Colony Árbol de los reformados y congregacionales en Estados Unidos Sucesos anteriores al sínodo de Emden. El establecimiento de la Iglesia reformada en los Países Bajos se realizó gradualmente a pesar de los esfuerzos de la Iglesia católica para impedirlo. Durante un tiempo pareció que los sacramentarios y anabaptistas estaban destinados a obtener el control, poco antes de que los principios reformados se abrieran paso y el triunfo del calvinismo quedara asegurado. Alegoría de la tiranía del duque de Alba. Anónimo del siglo XVI. Delft, Stedlijk Het Prisenhof Esta era la situación ya en 1567, cuando el duque de Alba fue enviado a los Países Bajos para extirpar la herejía. Las duras medidas adoptadas por él se tradujeron en asambleas secretas de los protestantes llenas de peligro, produciéndose rápidamente el éxodo de los seguidores de las nuevas doctrinas. Inglaterra y Francia proporcionaron protección a los refugiados, pero sus principales centros fueron las importantes ciudades de Emden, Wessel, Colonia, Aachen, Franckenthal y Francfort. La necesidad de una organización se hizo sentir fuertemente y en 1571 se pusieron los fundamentos de un sistema eclesiástico definido en el sínodo celebrado en Emden, que marca el comienzo de la Iglesia reformada en los Países Bajos. Pero antes de ello, mediante la creación de consistorios, quedó expresada la convicción de que los miembros de cada congregación local formaban un conjunto orgánico, estableciéndose los sínodos provinciales para poner las iglesias en diferentes localidades en unión más estrecha. Pero pronto se percibió que esta solución era inadecuada, haciéndose evidente una organización más definida y una declaración formal de la unidad que ya prevalecía en doctrina. El 3 de noviembre de 1568 unos 40 predicadores y ancianos se congregaron en Wessel, parece ser que bajo la presidencia de Petrus Dathenus, para elaborar un orden eclesiástico incipiente. Esta asamblea informal, para recibir reconocimiento oficial, debía necesariamente ser seguida por un sínodo de delegados debidamente cualificados de las diversas congregaciones, comisionados para elaborar normas y regulaciones que vincularan a todo el cuerpo reformado holandés. En la realización de este sínodo, que se celebró en Emden, el líder fue Marnix van St. Aldegonde. Profundamente impresionado con la necesidad de un sínodo general había dedicado el período de su cautiverio en Alemania (comenzado en 1567) a la realización de su ideal. Teniendo esto en mente parece haber escrito la carta abierta que, en 1570, fue ampliamente distribuida, en nombre de las congregaciones en Heidelberg y Franckenthal. Las principales ideas avanzadas por Marnix en esta carta fueron discutidas en el sínodo de Emden y se convirtieron en la base de resoluciones específicas. En esta carta Marnix invitó a las congregaciones a las que escribió a delegar hombres para una conferencia que habría de celebrarse en Francfort en septiembre de 1570, que desembocaría en el sínodo de Emden, aunque un sínodo provisional se celebró primero en Bedbur el 4 y 5 julio de 1571, al que asistieron delegados de Alemania y Brabante, así como de Mich. Aquí se determinó el sínodo definitivo, facultándose a Gerard van Kuilenburg y Willem van Zuylen van Nijevelt para conferenciar con la congregación en Emden y tras conseguir primero la aprobación de las congregaciones en Wesel y Cleves obtuvieron también la sanción de los reformados de Emden. El resultado fue que a los dos delegados nombrados, junto con otros cuatro, se les confiaron los preparativos para el sínodo general. El sínodo de Emden. El comité formado escogió Emden como lugar y el 1 de octubre de 1571 como fecha para la inauguración. La única oposición al sínodo vino, curiosamente, de Holanda. Se desconocen los fundamentos para la objeción, pero parecen no haber sido triviales. Las congregaciones valona y flamenca en Colonia, por otro lado, apelaron el príncipe de Orange para inducir a los reformados holandeses que enviaran delegados al sínodo, asistiendo varios pastores reformados de Holanda. Por tanto, el primer sínodo general de la Iglesia reformada holandesa se celebró en Emden del 4 al 13 octubre de 1571. El presidente fue Gaspar van der Heyden, predicador en Frankenthal; el vicepresidente Jan Tan, pastor de la congregación valona en Heidelberg y el secretario Johannes Poliander, pastor de la congregación valona en Emden. Asistieron 29 delegados de los cuales cinco eran ancianos. Este sínodo estableció los fundamentos de la Iglesia reformada holandesa; los delegados eran plenamente conscientes de que habían sido llamados para preparar regulaciones vinculantes y que eran los representantes autorizados de su Iglesia. Además de adoptar tres de los artículos de Wesel (el decimonoveno, el vigésimo y el vigésimo primero de los artículos de Emden), el sínodo utilizó el orden eclesiástico francés de 1559, correspondiéndose ambos a veces palabra por palabra. Por otro lado, las actas de Emden no pueden ser consideradas una mera ampliación del orden eclesiástico francés. Las actas de este sínodo son distintivamente calvinistas y la organización que proponen es presbiterial y sinodal. El único lazo de unión entre las iglesias es el consenso en doctrina; se desea la comunión con las iglesias de otros países, suponiendo que sean reformadas en doctrina. Las normas adoptadas fueron la Confesión Belga y la francesa; el catecismo de Ginebra se usó en las congregaciones francesas y el Catecismo de Heidelberg en las holandesas, aunque las iglesias que emplearan cualquier otro catecismo correspondiente podían retenerlo. La administración sería dirigida por consistorios, presbiterios regionales, sínodos y sínodos nacionales. De ellos, sólo los consistorios serían permanentes, siendo escogidos los miembros de los otros organismos para cada asamblea. Cada iglesia o congregación tendría un consistorio, consistente de predicadores, ancianos y diáconos y el consistorio se reuniría, al menos, semanalmente. Cada tres o seis meses se reuniría un presbiterio "de varias iglesias vecinas"; se celebrarían sínodos anualmente de las congregaciones en Alemania y Frisia oriental, de las congregaciones inglesas y de las holandesas. Cada dos años se celebraría un sínodo nacional "de todas las iglesias belgas juntas". Cada congregación, aunque independiente, formaba parte de un conjunto orgánico, estando sujeta sucesivamente al presbiterio, al sínodo y al sínodo general, en cada uno de los cuales había delegados escogidos, ya fuera directa o indirectamente. El sínodo ordenado por presbiterios en los diversos países preparaba un número de regulaciones que gobernaban la administración interna de las congregaciones reformadas, como el llamamiento de pastores, la elección de ancianos y diáconos y la duración de sus oficios, el bautismo, la Cena, el matrimonio, la disciplina y semejantes. Familia holandesa, óleo sobre lienzo de Pieter de Hooch. Kunsthistorisches Museum, Viena. Resultados de la expulsión de los españoles. El siguiente sínodo se celebraría en la primavera de 1572 en caso de que las congregaciones en Inglaterra estuvieran dispuestas y pudieran enviar diputados, de otro modo se pospondría a la primavera del año siguiente, quedando autorizado el presbiterio del Palatinado para organizarlo. Sin embargo, nunca se celebró, pues aunque las congregaciones en Inglaterra aprobaron, al menos en general, las decisiones del sínodo de Emden, y aunque deseaban formar presbiterios y enviar delegados, no pudieron obtener la autorización del gobierno inglés. No obstante, hubo delegados de Inglaterra presentes en el sínodo nacional de Dort (1578) y Middelburg (1581), celebrándose una conferencia en Londres el 28 de agosto de 1599. Se adoptaron las actas del sínodo de Emden, hasta donde eran practicables, por las congregaciones en el Palatinado, Emden, Jülich y Berg y por los presbiterios de Colonia y Wesel. Sin embargo, gradualmente sus congregaciones perdieron el carácter holandés y su lazo con la Iglesia reformada y la holandesa se disolvió. Seis meses después de ese sínodo comenzó la determinada resistencia contra España y la expulsión de los españoles de una y otra ciudad fue seguida por un correspondiente incremento en el número de iglesias reformadas holandesas. El 15 de julio de 1572 los Estados Generales convocados en Dort, y Marnix, como representante del príncipe de Orange, exigieron iguales derechos para católicos y reformados. Sin embargo, al año siguiente la adoración pública se le negó a los católicos, pasándose el príncipe de Orange a la fe reformada y teniendo el duque de Alba que retirarse de los Países Bajos. Este cambio inesperado de condiciones fue favorable para los reformados, especialmente porque su organización ya estaba fraguada. En agosto de 1572 se convocó el primer sínodo de Holanda septentrional, aprobándose varias resoluciones sobre la admisión de ex-sacerdotes al ministerio reformado, el bautismo de niños, el matrimonio y los sermones funerales. Del siguiente sínodo, en Hoorn, nada se sabe. El tercer sínodo, celebrado en Alkmaar en marzo de 1573, determinó que se exigiría la suscripción a la Confesión Belga y que el Catecismo de Heidelberg sería enseñado y predicado. Igualmente comenzó la partición de Holanda septentrional en presbiterios. En julio de 1574 se celebró un sínodo provincial en Dort, con Gaspar van der Heyden, pastor en Niddelburg, como oficial presidente. Este sínodo, que fue prácticamente nacional, fue convocado por las tres provincias que habían expulsado a los españoles: Holanda meridional, Holanda septentrional y Zelanda. Las normas del sínodo de Emden fueron, en general, aprobadas, aunque se determinó que a partir de entonces sólo se hiciera la suscripción a la Confesión Belga y que sólo el Catecismo de Heidelberg fuera usado y enseñado. No se celebró ningún sínodo nacional hasta 1578. Mientras tanto, la paz de Gante, en 1576, había sido distintivamente favorable para la extensión de los principios reformados en el sur de Holanda, e incluso fuera de los Países Bajos, en Brabante, Gelderland, Utrecht, Overyssel y Frisia, celebrando los reformados servicios abiertos o secretos, a veces con la connivencia o aprobación de las autoridades. Surgieron nuevas congregaciones en todas partes y el primer sínodo nacional en territorio holandés se celebró en Dort del 3 al 18 de junio de 1578. Petrus Dathenus lo presidió y las iglesias holandesa y valona estuvieron representadas, estando presentes delegados de los presbiterios de Holanda, Zelanda, Flandes oriental y occidental, el Palatinado, Cleves, Inglaterra y parece ser que de Gelderland. El presbiterio de Colonia, por otra parte, rechazó enviar diputados, sosteniendo que el sínodo era una reunión privada. Las conclusiones alcanzadas previamente en Emden y Dort constituyeron la base de una organización eclesiástica armonizadora en todo lo esencial con la de Emden. Se requirió a los profesores de teología que suscribieran la Confesión Belga, permitiéndose a las congregaciones valonas, igual que a las de Wesel y Emden, usar el catecismo de Ginebra, pero las congregaciones holandesas quedaron restringidas al de Heidelberg, aunque se permitió también el Corte ondersoeck des gheloofs. Finalmente, se propuso una división de las provincias holandesas en sínodos distintivos. Grabado satírico holandés titulado la pirámide papista Batallas entre reformados y católicos. La paz de Gante, aunque dirigida para promover la paz entre católicos y reformados, no contentó a nadie y la paz religiosa propuesta por el príncipe de Orange el de 22 julio de 1578, en nombre de los Estados Generales, donde se otorgaba libertad de conciencia y un grado limitado de libertad religiosa, no tuvo mejor resultado. Como consecuencia surgió una separación entre la Holanda meridional, donde la antigua fe había recuperado terreno, y la septentrional, donde los principios reformados estaban difundiéndose constantemente. En marzo de 1578, Jan de Nassau, un decidido calvinista y hermano del príncipe de Orange, fue nombrado stattholder de Gelderland, donde los reformados eran predominantes. Aunque la mayoría de la población era todavía fiel a su antigua Iglesia, los principios reformados se afianzaron gradualmente, especialmente por el predicador de Arnheim, Johannes Fontanus, celebrándose en agosto de 1579 el primer sínodo en Arnheim, en el que los resultados del sínodo nacional de Dort de 1578 quedaron respaldados. Se prohibió la adoración católica en Gelderland en 1582. Overyssel había aceptado la paz religiosa y para 1579 tenía los tres presbiterios de Zwolle, Kampen y Deventer, siendo celebrado el primer sínodo de la provincia en Deventer en febrero de 1580. Frisia aceptó la paz de Gante en marzo de 1577. Los refugiados reformados regresaron en 1580 y la adoración católica quedó prohibida, mientras que sus propiedades sirvieron para el apoyo de predicadores y maestros reformados y en mayo de 1580 el primer sínodo frigio se celebró en Sneek. En Holanda meridional, por otro lado, la causa reformada no hizo progresos y el 6 de enero de 1579 la unión de Atrecht (una alianza secreta entre Atrecht, Henegouwen, y Douay) se formó para defender a la Iglesia católica y la autoridad del rey. A ella se le opuso la unión de Utrecht, formada el 23 enero de 1579, entre Gelderland, Holanda, Zelanda, Utrecht y Groningen. Fue obra de Jan de Nassau, quien indujo al príncipe de Orange a abandonar su política de reconciliación de católicos y reformados. Aunque ostensiblemente permitía a cada provincia elaborar sus propias regulaciones sobre religión, los resultados prácticos fueron, como podía esperarse, perjudiciales para la causa católica. El 26 de julio de 1581 los Estados Generales renunciaron a su lealtad al rey de España. Sin embargo, pasó un tiempo considerable hasta que la situación religiosa se estableció en todas las provincias. De este modo, en Utrecht se combinaron las condiciones políticas y eclesiásticas para impedir la organización, no siendo hasta 1618 que los asuntos cambiaron decisivamente. Los Países Bajos - Las guerras de independencia Tras el gran sínodo de Dort (1618-19), el orden eclesiástico allí establecido se convirtió en autoritativo para todas las iglesias de la provincia. En Groningen no se pudo consolidar ninguna organización reformada hasta que la ciudad fue recuperada de los españoles por el príncipe Mauricio en 1594; pero el 27 de febrero de 1595 se promulgó un orden eclesiástico que permanecería en vigor hasta 1816. El primer sínodo de Groningen se celebró del 14 al 17 de julio de 1595. La toma de Groningen había también arrancado a Drenthe de los españoles y, como sttatholder, el conde Guillermo Luis de Nassau organizó la Iglesia reformada, por lo que el 12 de agosto de 1598 se convocó el primer presbiterio en Rolde. Protestantes holandeses Organización final. Mientras tanto, no habían cesado los sínodos nacionales. En uno celebrado en Middelburg en 1581, se elaboró un Corpus disciplinæ, basado en los artículos del sínodo de Dort de 1578. En el sínodo nacional celebrado en La Haya en 1586 se elaboró un orden eclesiástico que, aunque algo diferente del formulado en Middelburg, hizo concesiones al deseo de las autoridades civiles de compartir la administración eclesiástica. Holanda, Zelanda, Gelderland y Overyssel aceptaron el orden eclesiástico. Los órdenes eclesiásticos de las otras provincias estuvieron en armonía, salvo en detalles menores, con el formulado en el sínodo de La Haya. Este sínodo había hecho todo lo que estaba en su mano para unir a todas las iglesias reformadas de los Países Bajos en un conjunto orgánico, quedando su orden eclesiástico, esencialmente el mismo que el de Emden, como base para la organización y administración de la Iglesia reformada holandesa. Así se fundó la Iglesia reformada en los Países Bajos. Sus normas doctrinales fueron la Confesión Belga y el Catecismo de Heidelberg; poseyó un admirable sistema de organización, quedando dividida en presbiterios y sínodos que se reunían regularmente y vigilaban cuidadosamente sus intereses; sus consistorios contribuyeron más y más al ordenamiento de las congregaciones y aunque al principio hubo escasez de predicadores, tal falta quedó remediada por las universidades de Leiden (1575), Franeker (1585) y Groningen (1614). Disfrutó de la protección y el apoyo financiero del Estado, aun cuando no prevaleció una total armonía en la administración y la doctrina. Su carácter calvinista fue atacado por los remonstrantes, pero al ser éstos condenados y expulsados por el sínodo nacional de Dort en 1618-19 su auténtica naturaleza fue vindicada y la unidad comenzada en Emden y completada en La Haya se vio poderosamente fortalecida.En América Mapa del cristianismo en Norteamérica en 1650 Trasfondo. La Iglesia reformada en América, conocida hasta 1867 como Iglesia reformada protestante holandesa, es un conjunto de cristianos en los Estados Unidos compuestos originalmente de emigrantes de los Países Bajos, pero que luego se mezclaron con elementos de otras procedencias. En los Países Bajos la Reforma recibió una cordial bienvenida. Procediendo primero de Alemania, recibió posteriormente su gran impulso desde Suiza y Francia, de donde recibió su distintivo tipo de doctrina reformada y su política más democrática presbiteriana. En los Países Bajos, como en otras partes, había habido una gran preparación hecha por los reformadores antes de la Reforma. Se puede hacer referencia a Geert Groote y sus Hermanos de la Vida Común. Ellos estudiaban la Biblia y predicaban y oraban en la lengua vernácula. La Biblia fue traducida al holandés en 1477 (copias de esa antigua versión están en la biblioteca Lenox y la biblioteca del Collegiate Church, Nueva York). Los monjes John Esch y Henry Voes, por su predicación evangélica, fueron quemados en Bruselas en 1523 y fueron, tal vez, los primeros mártires de la Reforma. La Iglesia reformada de los Países Bajos comenzó su existencia más formal en 1566, cuando se formó la denominada "Liga de los mendigos". La predicación rural y el canto de himnos evangélicos rápidamente difundió la doctrina reformada. Durante las siguientes dos décadas se celebraron las convenciones o sínodos que formularon una liturgia y normas para el gobierno eclesiástico. Primer período, 1628-64. Los holandeses llegaron a América primero con el propósito del comercio. La Compañía de las Indias Occidentales consiguió la licencia en 1621 y estableció a miles de holandeses y valones en Nueva York y New Jersey. Tras haberse dirigido servicios religiosos durante cinco años, 1623-28, por Sebastian Jansen Krol, se organizó la primera iglesia en Nueva Ámsterdam por Domine Jonas Michaelius en 1628, quien fue su pastor durante no menos de cuatro años. La Compañía de las Indias Occidentales estableció formalmente la iglesia de Holanda en Nueva Holanda y mantuvo a los ministros, maestros y cuidadores de los enfermos. Las invitaciones a los ministros no eran válidas a menos que estuvieran respaldadas por la compañía. En 1624 el sínodo de Holanda septentrional decretó que cualquier presbiterio, dentro de cuyos límites cualquiera de las dos grandes compañías comerciales tuviera sus cámaras u oficinas, podía hacerse cargo de todos los intereses eclesiásticos en tales colonias, al estar bajo el cuidado de tal oficina (Ecclesiastical Records of New York, i. 38). De este modo el presbiterio de Ámsterdam se hizo cargo de las iglesias en Nueva Holanda. Durante el gobierno de la Compañía de las Indias Occidentales, o hasta la conquista inglesa en 1664, se habían establecido 14 iglesias, principalmente a lo largo del Hudson y en Long Island, pero incluyendo una en Delaware y otra en St. Thomas, habiendo sido comisionados 16 ministros para esos territorios. Había siete ministros holandeses en servicio cuando se produjo la rendición de las colonias holandesas ante los británicos en 1664. Segundo período, 1664-1708. Resultados de la conquista inglesa. Durante este período se desarrolló la lucha de la Iglesia para mantener su independencia eclesiástica bajo dominio inglés. En la conquista había 10.000 holandeses en la colonia, pero la inmigración holandesa cesó entonces prácticamente. La relación de las iglesias holandesas con el presbiterio de Ámsterdam se modificó de alguna manera por el cambio de soberanía política y la destrucción de su relación con la Compañía de las Indias Occidentales. La cuestión era si esas iglesias podrían sobrevivir bajo tales circunstancias. Aunque al principio fueron ayudadas en una medida insignificante, pronto fueron dejadas a sus propios recursos. Los holandeses habían, de hecho, logrado en la rendición libertad para adorar según sus propios usos y costumbres. Pero, aunque todavía bajo el cuidado eclesiástico del presbiterio de Ámsterdam, ahora eran súbditos del imperio británico, si bien no estaban legalmente bajo el presbiterio de los disidentes ingleses. Durante la primera década del gobierno inglés, al ser la población inglesa todavía muy pequeña, no había oportunidad para la fricción con los gobernantes ingleses. Pero tras la revuelta de los holandeses en 1673 y su rendimiento ante los ingleses por el tratado del gobierno holandés en 1674, aunque se estipuló que la antigua libertad de adoración y disciplina sería mantenida (Eccl. Records of New York, i. 662–663, 669–672), comenzaron a hacerse esfuerzos preliminares, aunque infructíferos, para imponer a la Iglesia de Inglaterra sobre la colonia holandesa. En 1675 el gobernador Andros intentó imponer al reverendo Nicholas Van Rensselaer (hijo del primer patroon holandés de ese nombre, quien había sido, de hecho, licenciado para predicar por el presbiterio de Ámsterdam, pero que había sido ordenado como ministro de la Iglesia de Inglaterra y era por tanto un episcopal holandés) sobre la Iglesia holandesa de Albany y también permitirle introducir sus servicios en la Iglesia holandesa de Nueva York. Pero él resistió firmemente esos intentos y no quiso oficiar hasta que hubo suscrito las regulaciones de la Iglesia de Holanda (Eccl. Records of New York, i. 649, 650, 678–690; Corwin, Manual, páginas 51, 844, 850). En 1679 los cuatro ministros holandeses que había en el país, a solicitud del gobernador Andros, se organizaron en presbiterio y ordenaron a Petrus Tesschenmaker, licenciado de la universidad de Utrecht, al ministerio, para suplir la apremiante necesidad, siendo este acto posteriormente aprobado por el presbiterio de Ámsterdam ( Eccl. Records of New York, ii. 724–735, 737, 739); pero cuando el gobernador Nicholson, en 1709, quiso que fuera ordenado Van Vleck como capellán de ciertas tropas holandesas, los ministros de ese periodo rehusaron obedecer (Eccl. Records of New York, iii. 1760). Intentos de imponer la Iglesia anglicana. Con las renovadas persecuciones en Francia, muchos hugonotes comenzaron a llegar a América hacia 1680, quienes naturalmente entraron en el rebaño de la Iglesia holandesa. Durante el reinado de Carlos II, 1660-85, y de Jacobo II, 1685-88, se otorgó plena libertad de conciencia a todas las denominaciones en América, pero se hizo con el siniestro propósito de dar entrada al catolicismo. El resultado fue la severa legislación de la colonia de Nueva York en 1700, prohibiendo totalmente el catolicismo bajo severos castigos, por lo que ese sistema quedó virtualmente extinguido en Nueva York hasta la revolución americana. En 1682, Domine Selnys, que había dejado el país en la rendición de 1664, regresó, y ejerció una gran influencia al liberar a la Iglesia holandesa de la interferencia gubernamental. Las desafortunadas complicaciones provocadas por el episodio de Leisler, 1689-91, pusieron a los ministros holandeses durante un tiempo en una falsa posición, como si se opusieran a la ascensión de Guillermo y María. Esto no era el caso en ninguna manera, sino que ellos sólo deseaban que los cambios en Nueva York se hicieran en una forma legal. Pero con el regreso de la sucesión protestante, la política normal del gobierno inglés quedó restaurada, haciéndose determinados y persistentes esfuerzos para imponer la Iglesia de Inglaterra en Nueva York, aunque la población era mayoritariamente holandesa. Las comisiones públicas de los gobernadores fueron liberales en el espíritu para esos tiempos, respetando la religión, pero tenían instrucciones secretas tendentes al establecimiento de la Iglesia anglicana. Por lo tanto, tras dos años de esfuerzos, se logró la aprobación de la denominada acta ministerial de 1693. La intención del gobierno con este acta era establecer la Iglesia de Inglaterra en toda la colonia, pero cuando finalmente la promulgó sólo cubría a cuatro condados de los diez, esto es Nueva York, Westchester, Queens y Richmond. Por otra parte, la Iglesia de Inglaterra ni siquiera era mencionada en el acta, sino sólo que los ministros protestantes serían sostenidos por un sistema de impuestos en esos cuatro condados. Tampoco la asamblea se sometería el deseo del gobernador por una enmienda que le diera el derecho a investir a todos los ministros. Y cuando el gobernador falsamente asumió que ese acta establecía a la Iglesia de Inglaterra, la asamblea declaró por resolución lo contrario; que un disidente podría ser llamado y sostenido bajo las provisiones del acta; que era totalmente no sectaria. Pero la Iglesia holandesa de la ciudad de Nueva York percibió el peligro y resolvió protegerse mediante una constitución. Finalmente lo consiguió en 1696, pero no sin vencer grandes dificultades. Además de garantizar sus crecientes propiedades y los demás derechos legales, le daba completa independencia eclesiástica. Podía llamar e investir a sus propios ministros a su propio modo y administrar todos sus asuntos eclesiásticos sin ninguna interferencia de la autoridad civil. Siguiendo este ejemplo y teniendo este precedente, muchas de las otras iglesias holandesas también obtuvieron constituciones similares, aunque le fueron repetidamente negadas a las iglesias de las demás denominaciones, salvo a la Iglesia de Inglaterra, hasta la revolución. La Trinity Church obtuvo la suya en 1697, en la que se declaraba que la Iglesia de Inglaterra estaba "ahora establecida por nuestras leyes", refiriéndose al acta de 1693, pero como es evidente, no hay nada en ese acta que sustente esa afirmación. La Sociedad Inglesa para la Propagación del Evangelio en Territorios Extranjeros, organizada en 1701, envió varios clérigos ingleses para el servicio de la Iglesia de Inglaterra a las colonias y para enseñar a los indios. Esos misioneros esperaban ser apoyados por las provisiones de ese acta, pero en lugar de eso se sucedieron los pleitos y ningún ingreso se derivó del acta durante nueve años. Mientras tanto los abusos del gobernador Cornbury empujaron a un gran número de familias holandesas a New Jersey, 1702-10, donde se establecieron a orillas del río Raritan y sus afluentes, siendo ese territorio considerado durante un siglo y medio el "jardín de la Iglesia holandesa." Durante este período y a pesar de la batalla por sus derechos, las iglesias holandesas aumentaron de 14 a 31, oficiando 25 ministros. Iglesia reformada holandesa, Albany, Nueva York, 1715 Tercer período, 1708-1747. Puede ser denominado el período de avivamiento espiritual y de esfuerzos para la organización eclesiástica americana. Durante este periodo muchos palatinos llegaron y se establecieron principalmente en el alto Hudson y a lo largo del Mohawk. En el curso del tiempo unas 20 iglesias alemanas quedaron organizadas, que también estaban generalmente bajo la supervisión del presbiterio de Ámsterdam. Fue un tiempo de paz comparativa, el tiempo del "Gran Despertar", como fue denominado. Whitefield estimuló a la gente por todo el país, mientras que Bertholf y Frelinghuysen eran los evangelistas de la Iglesia holandesa, especialmente en New Jersey. Se notó profundamente la necesidad de más ministros, pero pocos estaban dispuestos a dejar Inglaterra para irse a América. Los costos y peligros de enviar jóvenes americanos a Holanda para que fueran educados y ordenados eran muy grandes. Joseph Morgan, un presbiteriano, sirvió en varias de las iglesias holandesas, 1709-31, en Monmouth County, New Jersey, mientras que John Van Driessen fue a Yale para ser ordenado en 1727. En 1729 el presbiterio de Ámsterdam permitió a los ministros en Nueva York, en su nombre, ordenar a John Philip Boehme para servir entre los alemanes en Pensilvania; mientras que a Haeghoort y Erickson se les permitió ordenar a John Schuyler para servir en Schoharie County, Nueva York. Hubo también varias ordenaciones, que fueron estimadas irregulares, a fin de satisfacer la gran demanda de ministros. Los Frelinghuysens propusieron que se estableciera alguna clase de asamblea eclesiástica en América y también exigieron la necesidad de instituciones para preparar a jóvenes para el ministerio. Por tanto, en 1737 se hizo el primer movimiento formal para organizar una asamblea, que denominaron un coetus. Había tres veces más iglesias que pastores. Habían pasado tres cuartas partes de siglo desde la conquista inglesa y los lazos que les unían a la madre patria se habían debilitado. En 1738 se envió el plan de un coetus a Holanda para ser aprobado. Las diferencias de opinión prevalecieron a cada lado del océano, produciéndose un gran retraso. Mientras tanto el presbiterio de Ámsterdam se involucró honorablemente, procurando unir a los holandeses, los alemanes de Pensilvania y a los presbiterianos, 1743, en una asamblea eclesiástica, pero los esfuerzos no fueron fructíferos. Finalmente, cuando la apelación de las iglesias alemanas fue respondida por los sínodos holandeses septentrional y meridional con el envío del reverendo Michael Schlatter, 1746, junto a varios ministros para organizar a los alemanes de Pensilvania en un coetus, el presbiterio de Ámsterdam ya no pudo resistir la apelación de los holandeses de Nueva York y New Jersey, organizándose un coetus de cada organismo en 1747. Unos 40 ministros comenzaron sus trabajos durante este período y unas 44 nuevas iglesias se organizaron. Cuarto período, 1747-1792. Este fue el período de organización e independencia eclesiástica. Sin embargo, los resultados deseados se obtuvieron sólo tras considerable debate y lucha y todos los planes quedaron modificados en su desarrollo por el cambio total producido en los asuntos civiles a causa de la revolución. Durante los siete años de los coetus unidos, 1747-54, se hicieron esfuerzos para suplir a las iglesias con ministros. Sin embargo, sólo tres fueron ordenados por el coetus, mientras que seis aprobados por ese cuerpo fueron a Holanda para ser ordenados. Ocho ministros fueron enviados desde Europa. Se organizaron nueve nuevas iglesias. Pronto se descubrió que el coetus era un organismo ineficaz. No podía dar licencia ni ordenar sin permiso especial en cada caso y el presbiterio estaba celoso de su propia prerrogativa. Tampoco podía el coetus determinar finalmente casos de disciplina. Se hicieron apelaciones a Holanda. Todo esto produjo un infinidad de retrasos y problemas. Por tanto en 1753 se propuso transformar el coetus en un presbiterio que asumiera toda su autoridad. Esto se realizó al año siguiente. Pero con esta transacción tuvo lugar una secesión de algunos de los miembros más conservadores, denominándose a sí mismos una conferencia, aunque afirmando ser el auténtico y original coetus . También tenían posesión de los registros. Los principales puntos de discusión fueron el derecho y propiedad de los cuerpos eclesiásticos americanos y las instituciones docentes americanas. La ambición personal de uno de los miembros de la conferencia indujo a que ese organismo finalmente estuviera dispuesto a unirse con King's (Columbia) College, a fin de conseguir ventajas educativas; pero el presbiterio americano temió la influencia de un colegio episcopal y más aún al no poder aprobar los medios por los que esa institución había obtenido su permiso en 1754 y especialmente por la manera en la que un profesorado de teología para los holandeses en esa situación había sido conseguido en 1755. Diez años después, en 1764, la conferencia se organizó formalmente en una "asamblea subordinada al presbiterio de Ámsterdam." El presbiterio americano, tras varios intentos infructuosos, logró una constitución del gobernador de New Jersey, 1766, para que Queens College, quedara ubicado en ese Estado. Una constitución enmendada se logró en 1770. Esta, con varias enmiendas, fue la escritura de constitución de Rutgers College, New Brunswick, New Jersey. En 1771 las dos partes se unieron en ciertos artículos de unión, que otorgaban sustancialmente, aunque en oscuros términos, todo aquello por lo que el presbiterio americano de 1754 había luchado, incluyendo la organización de un organismo general (equivalente a un sínodo particular en muchos aspectos) y cinco organismos especiales (equivalentes a presbiterios en muchos aspectos). El poder de licenciar y ordenar se le dio a este organismo general. Una consumación feliz y rápida estaba al alcance, al renuciar a aferrarse, miembros de cada facción, a sus convicciones por causa de la paz. Un profesor teológico iba a ser rápidamente designado, cuando el estallido de la revolución retrasó todo durante una década. Las iglesias holandesas sufrieron especialmente durante la guerra, cuyo escenario estuvo principalmente en su territorio; pero con la paz y la libertad civil llegó para todas las denominaciones la autonomía eclesiástica, con todo lo que suponía de organizaciones independientes, nuevo sentido de responsabilidad, instituciones literarias y teológicas y con juntas dispuestas a la difusión del reino de Cristo hasta el extremo de la tierra. En 1784 los nombres de sínodos y presbiterios, negados antes, fueron asumidos por los organismos constituidos en 1771 sin ceremonia añadida y al presbiterio de Ámsterdam simplemente se le informó del hecho. En 1788, en una convención general, se declaró que la constitución de la Iglesia debe contener sus normas de doctrina, sus modos de adoración y sus formas de gobierno. Se designó un comité para traducir al inglés las normas de doctrina, la liturgia y las normas del orden eclesiástico de la Iglesia de Holanda, omitiendo todo lo que pertenecía en gobierno a la Iglesia estatal y añadiendo artículos explicativos para adaptar las antiguas reglas a las circunstancias americanas. Se realizó en 1792 y el volumen que contiene todo esto fue publicado en 1793. De este modo la organización de la iglesia quedó terminada. Durante este periodo, 1754 a 1792, se añadieron a la iglesia 91 ministros y 66 iglesias. Quinto período, la Iglesia americana independiente, desde 1798. Constitución. En cuanto a la constitución las normas de doctrina permanecieron sin cambiar. En cuanto a la liturgia se añadieron oficios adicionales de vez en cuando, pero son, como otras cosas en ella, consideradas sólo como ejemplos y opcionales en cuanto al uso. Sólo las formas sacramentales y de ordenación son obligatorias. Se adoptaron resúmenes de las formas sacramentales en 1905 y se permitió el uso de formas más amplias o más cortas. Se adoptaron formas revisadas de ordenación en 1906. En cuanto a las normas de gobierno eclesiástico los artículos originales de 1619 y los artículos explicativos de 1792 quedaron fusionados en 1833, con adiciones sugeridas de acuerdo a la experiencia de 40 años. En 1867, tras una prolongada discusión, el nombre o título de la Iglesia fue cambiado de "Iglesia protestante holandesa en Norteamérica" a "Iglesia reformada en América." En 1874 las normas de gobierno eclesiástico, popularmente conocidas como la constitución, se revisaron de nuevo, adoptándose varias enmiendas. En Sudáfrica. Iglesia reformada holandesa en Cape Colony. Se trata de la más antigua de las denominaciones protestantes en Sudáfrica. Fue fundada prácticamente cuando la Compañía Holandesa de las Indias Orientales se estableció permanentemente por vez primera en Ciudad del Cabo bajo el comandante J. A. Van Riebeek, el 6 de abril de 1652, aunque el primer ministro regular fue el reverendo Johan van Arckel, quien llegó en 1665 (en 1685 hubo otro en lo que ahora es Stellenbosch). En 1688 doscientos refugiados hugonotes, enviados por las autoridades holandesas, fortalecieron considerablemente el asentamiento y la iglesia, siendo conocida la localidad como "Montaña francesa". Los creyentes franceses tras una o dos generaciones quedaron totalmente asimilados con los holandeses. Se formaron unas pocas congregaciones en las inmediaciones de Ciudad del Cabo. Los pastores de esas iglesias eran pagados y prácticamente controlados por la compañía, aunque existía la supervisión eclesiástica del presbiterio de Ámsterdam, que ordenó y envió ministros. El credo, por supuesto, era el mismo que el de la Iglesia madre. Al principio se cantaban los salmos exclusivamente, pero desde comienzos del siglo XIX se usaron los "himnos evangélicos" holandeses. Desde 1795 hasta 1802 y de nuevo desde 1806 los ingleses tomaron el lugar de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y controlaron la iglesia. Hacia 1822 varios ministros escoceses vinieron para ayudar a las iglesias holandesas, que en ese tiempo eran 14 en número. El primer sínodo se convocó en 1824, pero este organismo fue enteramente dependiente del gobierno hasta 1842, cuando se obtuvo más libertad. En 1849 se publicó el órgano oficial de la Iglesia reformada holandesa, De Kerkbode. En 1859 abrió sus puertas el seminario teológico en Stellenbosch, siendo su propósito impedir la entrada de ministros racionalistas de las universidades holandesas, que durante un tiempo amenazaron la ortodoxia de la Iglesia. Por las labores del reverendo Andrew Murray la Iglesia se extendió más allá de los ríos Orange y Vaal entre los emigrantes que se habían movido hacia el norte con la "Gran expedición" de 1836. Pero en 1862 se hicieron objeciones contra la representación de las congregaciones del Estado Libre y Transvaal en un sínodo, lo que llevó a una decisión legal que obligó a éstas a asumir una existencia separada. La tarea misionera fue llevada a cabo entre los nativos de la colonia de Ciudad del Cabo y los protectorados sudafricanos; se organizaron más de 50 iglesias misioneras, muchas de las cuales fueron agrupadas en "anillos", formando también un sínodo. Las acciones de esos organismos estaban controladas por un comité misionero de la Iglesia en Ciudad del Cabo. En Wellington y Worcester se instituyeron escuelas para misioneros y otros obreros cristianos. La escuela de Ciudad del Cabo de la Iglesia reformada holandesa se inauguró en 1878 para la educación de profesores. Una institución para sordos y ciegos, también denominacional, se fundó en Worcester. Varias otras sociedades filantrópicas se promovieron y diversas Sociedades bíblicas tuvieron obra activa. Las iglesias estaban penetradas del espíritu de las iglesias británicas, aunque intentando retener su calvinismo. Árbol de los reformados y congregacionales en Estados Unidos.