Download CAMPANARIO - Parroquia San Josemaría Escrivá

PRINCIPALES EVENTOS DEL MES DE MAYO
Domingo 12 JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
Sábado 25 CONFIRMACIONES CON MONS. CARLOS BRISEÑO ARCH
Jueves 30 SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO: Misa de obligación.
– Los horarios de Misas en nuestra parroquia el día de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, que
es fiesta de precepto, son: 8:00, 13:15, 19:00 y 20:30 hrs. También se puede cumplir con el precepto el miércoles 29, con la misa de las 19:00 hrs.
CAMPANARIO
MAYO, 2013
«El Espíritu Santo es quien, con sus inspiraciones, va dando tono sobrenatural a nuestros pensamientos,
deseos y obras. Él es quien nos empuja a adherirnos a la doctrina de Cristo y a asimilarla con profundidad,
quien nos da luz para tomar conciencia de nuestra vocación personal y fuerza para realizar todo lo que
Dios espera. Si somos dóciles al Espíritu Santo, la imagen de Cristo se irá formando cada vez más en nosotros e iremos así acercándonos cada día más a Dios Padre. Los que son llevados por el Espíritu de Dios,
esos son hijos de Dios (Rom 8, 14)»
San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 134
MENSAJE DEL PÁRROCO
LAS FIESTAS DEL MES DE MAYO
HORARIOS DE MISA
Lunes a Viernes: 8:00, 13:15 y 19:00 hrs.
Sábados: 8:00 hrs. y 18:00 hrs. (Misa Dominical)
Domingos: 10:30 (Niños), 12:00, 13:45,
18:00 y 19:30 hrs.
CONFESIONES
Lunes a Viernes: durante las Misas de 8:00 y 19:00 hrs.
Sábado: 8:00 y 18:00 hrs.
Domingo: durante las Misas.
HORARIOS DE OFICINA
Lunes a Viernes: 9:30 a 15:30 y 16:00 a 18:00 hrs.
A lo largo de todo el año la Iglesia nos va ofreciendo algunas celebraciones litúrgicas especiales que nos ayudan
a tener más presente todo el Misterio de Cristo, desde la Encarnación hasta su retorno glorioso. En días determinados –dice el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica en el n. 242–, la Iglesia venera con especial amor a María, la bienaventurada Madre de Dios, y hace también memoria de los santos, que
vivieron para Cristo, con Él padecieron y con Él han sido glorificados.
Este mes de Mayo, el “mes de María”, la Liturgia nos irá presentando algunas fiestas que nos pueden ayudar a
mejorar nuestra piedad personal, poniendo en práctica diversas devociones tradicionales. Además de las fiestas
propias de este mes, vamos a celebrar las que corresponden al final del Tiempo de Pascua, cuando conmemoramos los grandes misterios de nuestra fe.
Comenzamos el mes con la fiesta de San José Obrero, instituida por el Papa Pío XII en 1955, para dar un santo
protector a los trabajadores y un sentido cristiano a la fiesta del trabajo. El día 3 es la fiesta de la Santa Cruz: le
pedimos a Dios con la liturgia de ese día, que nos conceda, por amor a Jesucristo, aceptar la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. El día 4 celebramos
a los Apóstoles Felipe y Santiago, y el día 14 a San Matías: que Dios nos conceda vivir, como ellos, unidos a
Jesús, para que podamos llegar a contemplarlo eternamente.
A partir del jueves 9 nos prepararemos más intensamente para la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés, procurando vivir el “Decenario” que la Iglesia recomienda para esos días. El domingo 12 celebraremos la
solemnidad de la Ascensión del Señor y el domingo 19 nos uniremos a Santa María y a los Apóstoles para recibir con toda su fuerza los dones del Paráclito en nuestras almas.
A nuestra Madre Santa María la tendremos especialmente presente todo el mes de mayo, pero hay dos fiestas
que nos la recuerdan más: el día 13 la Virgen de Fátima y el día 31 la fiesta de la Visitación a su prima Santa Isabel. Que nos sirvan para revisar si aprendemos de su gran solicitud de madre.
Y tenemos más fiestas grandes: el jueves 23 será la fiesta de Nuestro Señor Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
(para pedir especialmente por todos los sacerdotes), el domingo 26 celebramos la solemnidad de la Santísima
Trinidad, y el jueves 30, la gran solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, fiesta de precepto en México.
Que en este Año de la Fe saquemos provecho de las fiestas para nuestra vida espiritual y para profundizar cada
día más en el conocimiento de los grandes misterios de nuestra fe.
P. Gustavo Elizondo
¡YA ESTÁ LISTA LA NUEVA CASA DE JESÚS!
A finales del año pasado, cuando nos acercábamos a celebrar la fiesta de la Navidad, nos
propusimos en nuestra parroquia prepararle a Jesús una digna casa para cuando llegara a
Belén. Se recibieron muchos generosos donativos y nos pusimos manos a la obra.
Han pasado cuatro meses después de la Navidad y podemos decir con alegría que ¡ya
está lista la nueva casa de Jesús! Aunque todavía faltan algunos detalles, la Capilla del
Centro de Formación, que está debajo de la iglesia, ya puede volver a utilizarse para
visitar a Jesús en el Sagrario, hacer oración, celebrar Misas, tener retiros…
Además de un nuevo Sagrario (todavía provisional), se hizo una nueva ménsula para ese
sagrario, un nuevo altar, una nueva banca para aumentar su capacidad, un nuevo sistema
de sonido, se tapizaron los confesionarios, se hizo una puerta de entrada nueva, así como
toda la pared del fondo de la capilla…
Pronto tendrá un nuevo ambón, una nueva sede, una bonita imagen de la Santísima Virgen y también de San José… y lo más importante: el Sagrario definitivo, para que Jesús esté a gusto con nosotros.
EN EL AÑO DE LA FE – CONOCER EL CATECISMO
I. Lo que hay que creer – EL CREDO – El culto a la Sma.Virgen
n. 971. “Todas las generaciones me llamarán bienaventurada” (Lc 1, 48): “La piedad de
la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano”. La Santísima Virgen “es honrada con razón por la Iglesia con un culto especial. Y, en efecto,
desde los tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de ‘Madre
de Dios’, bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y
necesidades... Este culto... aunque del todo singular, es esencialmente diferente del culto
de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo,
pero lo favorece muy poderosamente”; encuentra su expresión en las fiestas litúrgicas
dedicadas a la Madre de Dios y en la oración mariana, como el Santo Rosario, “síntesis
de todo el Evangelio”.
II. Lo que hay que celebrar – LOS SACRAMENTOS – El Sagrario
n. 1379. El Sagrario (tabernáculo) estaba primeramente destinado a guardar dignamente la Eucaristía para que
pudiera ser llevada a los enfermos y ausentes fuera de la misa. Por la profundización de la fe en la presencia real
de Cristo en su Eucaristía, la Iglesia tomó conciencia del sentido de la adoración silenciosa del Señor presente bajo las especies eucarísticas. Por eso, el sagrario debe estar colocado en un lugar particularmente digno de la iglesia; debe estar construido de tal forma que subraye y manifieste la verdad de la presencia real de Cristo en el santo sacramento.
III. Lo que hay que vivir – LOS MANDAMIENTOS – El aborto provocado
nn. 2270-2272. La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral. La cooperación
formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito
contra la vida humana. Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad.
IV. Lo que hay que rezar – LA ORACIÓN – La oración de María
n. 2617. La oración de María se nos revela en la aurora de la plenitud de los tiempos. Antes de la encarnación del
Hijo de Dios y antes de la efusión del Espíritu Santo, su oración coopera de manera única con el designio amoroso del Padre: en la anunciación, para la concepción de Cristo; en Pentecostés para la formación de la Iglesia,
Cuerpo de Cristo. En la fe de su humilde esclava, el don de Dios encuentra la acogida que esperaba desde el comienzo de los tiempos. La que el Omnipotente ha hecho “llena de gracia” responde con la ofrenda de todo su
ser: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Fiat, ésta es la oración cristiana: ser todo de Él,
ya que Él es todo nuestro.
NOTICIAS DEL CENTRO COMUNITARIO SANTA FE
— Les informamos que el Centro Comunitario Santa Fe de Tecnologías Microsoft, ubicado en Av. Vasco de Quiroga n. 1700, Centro Ciudad Santa Fe, ha abierto sus
puertas para la población trabajadora de Santa Fe, con cursos de herramientas básicas de
computación, inglés y preparatoria. Hay disponibilidad de horarios y precios accesibles.
Informes en [email protected] y en el teléfono 5292 2676.
— Solicitamos también medicamentos para el área de salud en Jalalpa, principalmente antigripales, antivirales, antihistamínicos y cualquier medicamento para infecciones estomacales, presión alta y diabetes.
— ¡Y muchas gracias por los donativos para amueblar la casa del sacerdote de la iglesia de
Nuestra Señora de Guadalupe en Jalalpa! Ya casi está lista. El Sr. Obispo Carlos Briseño
está muy agradecido por esa ayuda para uno de sus sacerdotes.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
LOS POBRES: «Como sabéis, son varios los motivos por los que elegí mi nombre pensando en Francisco de
Asís, una personalidad que es bien conocida más allá de los confines de Italia y de Europa, y también entre quienes no profesan la fe católica. Uno de los primeros es el amor que Francisco tenía por los pobres. ¡Cuántos
pobres hay todavía en el mundo! Y ¡cuánto sufrimiento afrontan estas personas! Según el ejemplo
de Francisco de Asís, la Iglesia ha tratado siempre de cuidar, proteger en todos los rincones de la Tierra a los
que sufren por la indigencia, y creo que en muchos de vuestros Países podéis constatar la generosa obra de
aquellos cristianos que se esfuerzan por ayudar a los enfermos, a los huérfanos, a quienes no tienen hogar y a
todos los marginados, y que, de este modo, trabajan para construir una sociedad más humana y más justa».
(Del discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, 22 de marzo de 2013)
LOS JÓVENES: «A veces Jesús nos llama, nos invita a seguirle, pero tal vez sucede que no nos damos cuenta
de que es Él, precisamente como le sucedió al joven Samuel. Hay muchos jóvenes hoy, aquí en la plaza. Sois
muchos vosotros, ¿no? Se ve… Eso. Sois muchos jóvenes hoy aquí en la plaza. Quisiera preguntaros:
¿habéis sentido alguna vez la voz del Señor que, a través de un deseo, una inquietud, os invitaba a
seguirle más de cerca? ¿Le habéis oído? No os oigo. Eso... ¿Habéis tenido el deseo de ser apóstoles de
Jesús? Es necesario jugarse la juventud por los grandes ideales. Vosotros, ¿pensáis en esto? ¿Estáis de
acuerdo? Pregunta a Jesús qué quiere de ti y sé valiente. ¡Pregúntaselo! Detrás y antes de toda vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, está siempre la oración fuerte e intensa de alguien: de una abuela, de
un abuelo, de una madre, de un padre, de una comunidad…»
(Palabras antes de la oración del Regina Coeli, 21 de abril de 2013)
LECTURAS PARA EL MES DE MARÍA Y LAS FIESTAS DE MAYO
— Mirar a María, Antonio Orozco Delclós: Meditaciones sobre la Santísima Virgen, escritas con agudeza y piedad.
— Dios te salve, Reina y Madre, Scott Hahn: el autor analiza los fundamentos bíblicos y teológicos de la devoción mariana, en estrecha dependencia de su historia personal de converso del presbiterianismo. El libro es
una defensa del culto y amor a Santa María, y de su carácter mediador y corredentor.
— En la escuela del Espíritu Santo, Jacques Philippe: describe la acción del Espíritu Santo en el alma, que ilumina la inteligencia y fortalece el corazón. Muestra en la práctica cómo aprender a reconocerla y a recibirla, para progresar en la vida cristiana y llegar a la santidad. Accesible para todos.
— La Eucaristía en la teología vivida de los santos, Ricardo Sada Fernández: útil para apreciar mejor el
enorme misterio de un Dios oculto en el Pan; en esta obra se hilan iluminados pensamientos y conmovedoras
experiencias, que contagian y encienden en la verdadera piedad eucarística.