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RECENSIONES
MESSAGI PER LE VOCAZIONI, A
CURA
DI
LEONARDO
SAPIENZA. Editrice Rogate. Roma
2003.
SEMINARIOS
AÑO 2004
BIBLIOGRAFÍA
El encargado para esta edición de
los Mensajes para las vocaciones,
sitúa en su breve introducción el
objetivo que le ha movido a colocar
en este volumen los Mensajes de la
pluma de los papas (Pablo VI y Juan
Pablo II) hasta el presente 2003. Son
varios los motivos: el 40º aniversario
de la institución de la JMOV, por
Pablo VI (23-1-1964); 40º aniversario
de la elección de Pablo VI (21-61963): 25º aniversario de la muerte de
Pablo VI (6-8-1978) y 25º aniversario
de la elección de Juan Pablo II (16 de
octubre) e inicio de su ministerio de
Pastor de la Iglesia (22-X-1978).
Con esta publicación manifiesta
sentirse feliz por contribuir a
promover una nueva cultura
vocacional en la comunidad eclesial.
El prólogo de Mons. Giuseppe
Pitau es un conciso, pero completo
resumen de las bases bíblico
teológicas de la vocación, incidiendo
en todas las vocaciones y también del
inicio y desarrollo de las Jornadas de
Oración por la Vocaciones, su
finalidad, contenido general de los
mensajes, destinatarios... Es también
interesante el resumen de las líneas
generales que han seguido los
mensajes, las consecuencias y las
perspectivas que han abierto.
La división del libro está marcada
por los cuarenta mensajes, que llevan
una introducción con el día de
celebración de la JMOV, el día de
publicación del mensaje, algunas
observaciones sobre el tono y
contenido del mismo y unas líneas
con los contenidos esenciales.
Es, ciertamente, un acierto y un
buen servicio poder consultar todos
los mensajes vocacionales en un solo
tomo y sería práctico un estudio de la
evolución de los mismos en
vocabulario, ideas predominantes,
reflejo de la situación de las
vocaciones que manifiesta, concepto
vocacional, teniendo en cuenta que se
dirige a las vocaciones de modalidad
consagrada o sacerdotal.... Todo lo
que pueda contribuir a una más
acertada pastoral de las vocaciones en
la Iglesia. Creemos que los mensajes
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Bibliografía
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son un material importante para ello.
Nos congratulamos con la editorial
Rogate.
BASADONA, G. / Colectivo TAJO,
Fiarse de Dios ¿Vale la pena?,
Editorial Paulinas, Madrid, 2003.
Es este libro un intento de acercar
la realidad de Dios al hombre y
responder
a
los
múltiples
interrogantes que nos hacemos sobre
nuestra creencia en Dios. brinda
cimientos y puntos de anclaje sobre
terreno firme. Pretende darnos
materiales para que fundamentemos
bien nuestra fe. Tras la presentación
en la que hace las preguntas que
orientan el texto, lo parcela en cuatro
capítulos: el primero El hombre a la
búsqueda de Dios, en el que desde el
sentimiento de la necesidad de un
dios, pasando por el dios de la
emotividad, se llega al Dios de la fe.
La segunda parte: Dios a la búsqueda
del hombre, en el que expone el
camino de Dios hacia el hombre, los
miedos al encuentro con Dios que nos
lleva a la aventura. La tercera: Por
qué y cómo ser practicantes y las
prácticas que llevan a fiarse de Dios.
La cuarta, muy breve, son textos para
el encuentro.
Mediante textos de autores, con
viñetas que ilustran y marcan
gráficamente las cuatro partes del
libro. Intentan con todo esto hacer un
planteamiento riguroso, con un
talante joven, con referencias a la
experiencia vital y la invitación a la
reflexión sobre lo que significa ser
creyente.
SEMINARIOS
AÑO 2004
El contenido nos parece logra dar
los elementos que lleven a una
reflexión provechosa, muy bien
asentados y con una visión abierta y
muy acertada de quien es el Dios de
la Biblia, el Dios de Jesús y las ideas
erradas que sobre él tenemos.
Domingo Montsalve
LÓPEZ LEÓN, Mª Luisa-VALLEJO
CALZADA,
Pablo.
Páginas
Vocacionales, Paulinas, Madrid
2003.
La palabra “páginas” muestra qué
es lo que pretende el libro de 120
páginas que tenemos delante:
hacernos ver las escenas más
importantes de la vida de trece
personajes bíblicos, sus historias de
vocación o la historia de su vocación.
Los
destinatarios
son,
fundamentalmente, aquellos que
“todavía no” han discernido su
vocación y desde la búsqueda quieren
encontrarla. La vida es vocación y
nosotros andamos siempre buscando
la llamada de Dios, en cada hora de
nuestra historia. Es algo tan
importante que nos va en ello la vida.
Cada una de las páginas está
estructurada en diferentes momentos:
El texto bíblico. Siempre parte del
texto de la Biblia. La iniciativa es de
Dios, por tanto, su Palabra ha de
marcar el sentido de la llamada. Los
textos suelen ser breves.
Caminos de interiorización. Invita,
con un comentario, a que el lector
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Bibliografía
haga suya la Palabra, en referencia a
su propia vocación.
Un breve cuestionarios para
ayudar a la reflexión personal, que
lleva a centrarse en la propia vida, en
los acontecimientos que influyen en
cada momento y encuadra el camino
y su dinámica en la historia concreta
de cada día.
Materiales para la oración
personal, un poema-plegaria, que dé
palabras con las que expresarse
delante de Dios.
Oración
con
los
salmos:
proponiendo lo que esté en conexión
con
la
página
vocacional
correspondiente.
Por último la presencia de un
testigo, que encarna la Palabra, la ha
traducido en su vida. La pequeña luz
del testigo nos ayuda a entender y
acoger mejor la Palabra.
Aparte hay tres anexos que son:
Jesús y los jóvenes, Móntate un
retiro, Plegarias vocacionales. Son
materiales muy prácticos.
Puede utilizarse con mucho
provecho
para
iniciar
el
acompañamiento a jóvenes y
adolescentes, ayudándoles a hacer un
proyecto personal, teniendo como
hitos en el itinerario cada uno de los
capítulos,
de
las
páginas
vocacionales, escenas de vida que
ayudan a encontrar a quien se busca y
a responder a la llamada.
oración. Encuentro de amor con
Dios. San Pablo, Madrid, 2003. 238
páginas.
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BIBLIOGRAFÍA
El hombre es un ser que busca. Y
en su búsqueda va descubriendo las
cosas que le rodean, es el mundo de
sus sentidos; pero, al mismo tiempo
intuye la necesidad de un mundo
trascendente, con una vida superior,
presidido por un ser inmensamente
poderoso llamado Dios, ajeno a sus
sentidos y con el que se ha
relacionado a lo largo de la historia.
Como parte de su vida depende de él,
busca mantener una relación de
amistad. Esa relación de menor a
mayor la manifiesta de distintas
formas: diálogo, súplica, alabanza,
agradecimiento, perdón...
Este encuentro de amor entre el
hombre y Dios se llama oración. Si en
este mundo debemos aprender a
dialogar los unos con los otros, con
mucha mayor razón hay que
familiarizarse en el trato con un Dios
que se nos revela como Padre. Es lo
que pretende este libro. El autor va
desgranando sus ideas a lo largo de
grandes apartados: ¿Qué es orar?; En
el corazón de la oración; Necesidad de
la oración; Eficacia de la oración;
Orar, ¿dónde, cómo, cuándo?;
Dificultades en la oración; En diálogo
abierto con Dios; Y Dios nunca dice:
¡Basta!
A medida que el hombre va
Alonso Morata Moya descubriendo los secretos de este
mundo mediante la ciencia y la
investigación, ¿no se hará innecesaria
BORRAGÁN MATA, Vicente. La la relación con un Ser misterioso? No.
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Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA
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Descubrir algunas propiedades
encerradas en las cosas que nos
rodean, no suple la aspiración innata
de elevarse al mundo que representa
nuestro espíritu. Y es aquí donde
Vicente nos ayuda a adentrarnos en el
misterio para hacerlo cercano y
necesario. Decía Bergson que la
humanidad de nuestros días “necesita
un suplemento de alma”. Necesitamos
del misterio, porque dentro de cada
uno hay condensada una dimensión
espiritual. Vicente Borrogán trata de
relacionar estas dos vidas: la del
hombre y la de Dios, facilitar el
encuentro y dar pistas para que surja el
diálogo amistoso con aquél que
sabemos que nos ama, que diría Teresa
de Jesús. Este libro no pretende
inventar nada, ¡se ha escrito tanto
sobre la oración!, pero sí que nos
ayuda a bucear en el misterio de
alguien que nos ama. Y en este sentido
es muy completo: pasa del Antiguo al
Nuevo Testamento; del hombre de
otras culturas y religiones, al actual; de
los santos padres y maestros de
oración, al hombre moderno; de lo que
es la oración, a la distintas clases de
oración y formas de hacerla; la
necesidad, eficacia, dificultades, etc.
Es un libro expositivo, doctrinal y
práctico, destinado a toda clase de
lectores.
Afrodisio Hernández Casero
COZZENS, Donald B. La faz
cambiante del sacerdocio. Sobre la
crisis anímica del sacerdote, Sal
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Terrae 2003, 197 p. (orig. inglés:
The changing Face of the
Priesthood. A reflection on the
Priest’s Crisis of Soul, Minnesota
2000.
La rapidez con que se suceden las
diversas informaciones en los medios
y la acostumbrada parcialidad con
que son presentadas, no permiten la
reflexión serena y el juicio crítico.
Basta visitar las páginas de internet
de la prensa norteamericana, y estar
un poco atento a los mass media europeos para notar que las noticias
eclesiales aun venden, sobre todo si
se trata de truculentos asuntos
relacionados con la vida afectiva de
ministros de la Iglesia católica. Pues
bien, el libro que presentamos y ha
publicado recientemente la editorial
Sal Terrae en su versión española, es
un instrumento privilegiado para
poder realizar un cuidadoso juicio
crítico sobre la actual situación del
sacerdocio católico, sobre todo por lo
que respecta a los actuales escándalos
de abusos sexuales que afronta la
Iglesia católica norteamericana.
Donald Cozzens, ordenado sacerdote
en la emblemática fecha de 1965, ha
sido testigo de la “faz cambiante del
sacerdocio” católico en las últimas
dos décadas. Actual rector de
seminario y vicario del clero de la
diócesis de Cleveland durante seis
años; un hombre de dilatada
experiencia pastoral y de amplios
conocimientos de psicología que le
permiten un análisis equilibrado, al
tiempo que realista y abierto, de la
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Bibliografía
a los desafíos que subyacen a la
problemática descrita: la capacidad
del sacerdote para encarar el
inconsciente y acceder a la dinámica
profunda de la fraternidad sacerdotal
de modo que sea capaz de mantener y
desarrollar relaciones personales
profundas con hombres y mujeres de
su entorno. Se trata, así continua el
autor, del reto de hacerse hombre
sabiendo sortear los obstáculos en el
camino hacia la madurez. El capítulo
termina con una sección que alude al
ministerio de la Palabra. Una
suficiente calidad humana hace del
sacerdote lugar de fecundidad de la
Palabra que es capaz de acoger en sí,
para después ofrecerla en toda su
riqueza a la comunidad cristiana.
Un tercer capítulo se refiere a las
preocupaciones. Es el momento en
que Cozzens dedica especial atención
al ámbito eclesial norteamericano.
Describe la creciente percepción
social del ministerio en aquel país
como
propio
de
personas
homosexuales. Alude al daño que han
producido en el seno eclesial los
múltiples casos de abusos sexuales
por parte de sacerdotes; pone sobre la
mesa la aquiescencia de obispos y
apunta el peligro de lo que llama una
extendida “subcultura gay” en
seminarios y comunidades religiosas.
Las palabras más duras de autocrítica
eclesial se sitúan bajo el título “una
traición a los jóvenes”: durante mucho
tiempo se ha eludido una respuesta
pastoral responsable ante el creciente
número de denuncias a causa de
abusos; se hace acuciante la revisión
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BIBLIOGRAFÍA
situación que atraviesa el clero
católico norteamericano en el
momento actual. El autor pretende
una mirada detenida y serena sobre el
estado actual del sacerdocio sabiendo
que puede estar equivocado, pero con
la intención de mantenerse fiel a la
descripción de lo que son desafíos y
problemas reales a los que los
sacerdotes y la Iglesia se enfrentan a
comienzos del siglo XXI.
El estudio de Cozzens centra su
reflexión en el análisis de la vertiente
espiritual y psicosexual del sacerdote
de hoy, convencido de que entre la
vitalidad espiritual (y su proyección
pastoral) y el sano desarrollo humano
existe una estrecha conexión. Bajo
esta perspectiva, y ayudándose de
estudios de Freud y Jung, se
despliegan los diversos capítulos del
libro:
Una primera parte descriptiva en
que se ponen sobre la mesa los
problemas de la identidad ministerial
y humana del sacerdote. Mutaciones
sociales
y
eclesiales
han
transformado el modo en que el
sacerdote es percibido y se autocomprende. La dificultad social
generalizada para un crecimiento
personal sano encuentra especial
reflejo en el ser y hacer del sacerdote:
la adquisición de un sentido adulto de
la obediencia a sí mismo y a la Iglesia
que lo envía; la inserción creativa y
analítica en la situación social
circundante; la vivencia del celibato
en el equilibrio entre intimidad y
trascendencia.
En un segundo paso Cozzens alude
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Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA
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de las propias estructuras eclesiales
(“¿tenemos un sistema que atrae a
individuos
emocional
y
espiritualmente inmaduros?”), etc.
El estudio acaba con la descripción
de las realidades, o consecuencias
visibles de las deficiencias descritas:
pérdida de credibilidad de la Iglesia y
de los obispos; caída en picado de la
imagen del sacerdote ante la opinión
pública, disminución de su liderazgo
pastoral, así como serias deficiencias
en los procesos formativos.
Hasta aquí el desarrollo del
estudio. Es sin duda una reflexión que
tiene una limitación obvia en el
contexto particular del que surge. Sin
embargo Cozzens nos hace ver que el
problema, más allá de un trauma
afectivo (más o menos generalizado
en el sector clerical norteamericano)
y de un titular de prensa
sensacionalista, es mucho más
amplio. Está en juego la honestidad
de la Iglesia servidora de la dignidad
de la persona, la calidad humana del
evangelizador cristiano y su presencia
ante los otros como testigo de la
verdad que es Jesús. Nuestra Iglesia
vive en medio de una sociedad
occidental muy similar a la
norteamericana;
una
sociedad
igualmente plagada de hipocresía y
de búsqueda gratuita del morbo que
alimente audiencias, sin embargo,
cada vez es mayor el grado de
autenticidad exigida a todo aquel que
tenga una responsabilidad directa
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para con los otros. No han faltado
casos de escándalo entre nosotros, y
furibundos ataques a la imagen del
presbítero. Parece, no obstante, que
aun llegamos a confundir lo particular
con lo universal. Reflexiones como la
que presentamos pueden ser estímulo
y acicate para que el sacerdocio
ministerial en su ser, en su hacer, en
su desarrollo formativo y en su
presencia pública y evangelizadora
adquiera sólidas bases humanas,
espirituales e intelectuales para
afrontar los desafíos de una sociedad
eminentemente alejada de Dios. Las
descripciones de Cozzens en algún
momento resultan hasta escandalosas,
o al menos pueden chirriar a los oídos
que no hayan profundizado en el
tema, sin embargo son realidades que
forman parte de la realidad humana y
de sus errores, así como de las
deficiencias
de
estructuras
igualmente humanas. Pero por
encima de la anécdota se impone la
sustancia: sea el contexto que sea al
sacerdote, hombre de fe y caridad, se
le demanda hoy con especial énfasis
que sea persona íntegra y reflejo fiel
del rostro de Cristo. Portavoz de la
esperanza de que es depositaria la
Iglesia. Precisamente el que escribe
estas líneas apenas lleva año y medio
de ministerio, pero puedo asegurar
sin miedo a equivocarme, y lo hago
con palabras de Cozzens que “la
mayoría de los sacerdotes actuales se
mantiene firmes gracias a una fe
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