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E P Í LO G O
Aunque Usted no lo crea: éste escrito tenía como objetivo el sacudir de mis ya frágiles y cansados hombros, no la carga que ya se hizo una conmigo, y que he llevado tan “ligeramente”, sino la responsabilidad de su transcendencia que no puede ni
debe hacerse polvo conmigo pues es herencia de todos los hombres con fe y sin fe,
y hasta en contra de ella. Ya que se trata de un Hecho que habla “por sí mismo”, y
convence, de su agente o principio extraordinario, de la Causa Eficiente del Milagro, que es Dios: a quien está en “sus cinco sentidos” y lúcido en sus facultades
mentales, para que vencido por la verdad descubra la razón y fin del Hecho Extraordinario que natural y ordinariamente doblega la voluntad de quienes quieren la
Verdad y el Bien, que reconocen y aceptan vengan de donde vinieren y de quien
vinieren, ajustándose a sus exigencias específicas concretamente personales, o relacionadas con el bien común de la sociedad en la que se está inserto, y con la que
directa o indirectamente se tiene que ver y es uno afectado por ella; y por tanto debe de actuar en consecuencia, pues según la fórmula: “Omne quod agit, agit propter finem” Todo el que obra, lo hace con un fin. ¡Si vale entre los humanos ignorantes y necios; ¿Cómo valdrá referida a la Sabiduría Infinita de Aquel que no puede
obrar a “tontas y a locas” como nosotros los animales “racionales”?!.
Cuando el Papa Juan Pablo II cayó en la cuenta de que se acercaba el día de
tener que rendir cuentas ante el Tribunal de la Divina Justicia, de la Iglesia en estado de INANICIÓN, (muriendo de hambre y sin ganas de comer) escribió y publicó su
Encíclica “Ecclesia de Eucharistia” Iglesia de la Eucaristía; Cuerpo y Cabeza en
Comunión: IGLESIA VIVA, de Jesucristo que dijo: “Sin mí nada podéis hacer”; “El
que come mi Carne y bebe mi Sangre permanece en mí y yo en él”; “No morirá para
siempre, yo lo resucitaré en el último día”; “Yo estaré con vosotros todos los días
hasta el fin”; “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”; “Sólo el
que persevere hasta el final se salvará”. Tiró al cielo en medio de la oscuridad que
vive la Iglesia Católica y padece el mundo entero: la bengala de luz que indica la
ubicación de quien la tira con la esperanza de que sea vista y entendida como señal
que exige atención, consideración y acción o respuesta. Vienen a mi mente las imágenes del hundimiento del Titanic … ¿Quién podría con la imaginación acercarse a
la realidad de quienes vivieron esa tragedia y pudieron contarla? En medio del mar,
en la oscuridad más negra de la noche...flotando sobre el abismo del océano en un
barco tan seguro que todo el mundo supo de las garantías que ofrecía para viajar
plácidamente en él con la certeza de llegar a su destino; y para decirlo todo de una
buena vez resumiendo todos sus atributos de medio de transporte seguro: el día de
su inaguración le colocaron un letrero gigante que decía: “NI DIOS” . Ni Dios podía
contra él. Cuando era yo niño, oía decir al señor cura que Dios había tomado en
cuenta ese reto blasfemo y con tan sólo un raspón con un bloque de hielo con el
que iba a chocar, tuvo para refundirlo en el océano. Yo me preguntaba entonces si
era malo sentirse y mostrarse seguro hasta manifestarlo de cualquier modo, con
palabras habladas o escritas. Si yo me había preparado concienzudamente en una
materia de la escuela, ¿hacía mal al decir que ni el Secretario de Educación Pública
me podía reprobar? ¿Se podía interpretar como soberbia lo que era tan sólo satisfacción de haber hecho tareas y estudiado?; Y si dijera: NI MI PADRE, ¿Pecaría?
¡Por supuesto que no! Porque el más orgulloso y satisfecho del bien que realiza el
hijo es el padre; luego no fue Dios quien hundió al Titánic asesinando a casi dos mil
personas, porque Él es el Bien Absoluto y no puede estar ni ponerse en contra del
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bien o de lo bueno, pues sería tanto como ponerse en contra de sí mismo. Mientras
no podamos decir, humilde y confiadamente: NI DIOS me puede hundir en el infierno o condenar, porque además de amarme infinitamente, es JUSTO: nos VAMOS a
condenar. Dios no condena. Se condena a sí mismo quien se aparta o deja apartar
de Él. “….Si vosotros que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos;
¿Qué no hará con vosotros el Padre Celestial que es Bueno?”; “¿Qué madre hay
que pueda olvidarse del fruto de sus entrañas? ¡Pues aunque la hubiera: yo no
puedo olvidarme de ti”, dice Dios.
En la primaria, mi profesor de quinto y sexto año, Juvencio Pérez, era muy
estricto pero, justo. Mis travesuras y ligerezas le incomodaban y me hacía sentir su
enojo y hasta repulsa; pero no se desquitaba con mis calificaciones, que fueron
más altas que las de una hija suya que cursaba el mismo grado. Ésto me enseñó
entonces lo que era honestidad, fue en el año 1954. En 1960, en exámenes finales
de Filosofía, ante los sinodales, entre los que estaba el Superior Mayor de la Provincia de la Merced en México, Fr. Fernándo L. Diaz: el maestro que había estudiado
en Roma no estaba de acuerdo en que fuera examinado como lo dispuso el Padre
Provincial, porque había yo asistido nadamás tres meses a sus clases y todos los
compañeros habían recibido en ese año clases intensivas para salvar lo de dos
cursos en uno, pues existía el plan de mandar a todo el grupo a estudiar la teología
a la República Argentina. Yo era consciente de no tener ningún derecho a exigir nada. Accedí por obediencia y por sentirme seguro de pasar la prueba, pues sabiéndome las sesenta tesis sobre las que se haría el examen sabía también que NI DIOS
me podía reprobar. No voy a negar los nervios que experimenté al estar delante de
aquella mesa llena de sinodales y el maestro molesto…. Tomé asiento delante de
ellos y alargué la mano para tomar una de las sesenta fichas que habían sobre la
mesa y tenían por la parte cubierta el número de la tesis cuyo enunciado estaba en
una guía que le entregaban al alumno para que primero definiera cada uno de sus
términos y luego entrar de lleno a resolver la tesis y contestar todas las objeciones
del maestro y de los sinodales; pero cuando iba a tomar la ficha me detuvo el maestro diciendo despectivamente: “expón la tesis que tú quieras”, (en otras palabras
“la que te sepas”)...Los sinodales se vieron entre sí y luego fijaron sus miradas hacia mí en espera de lo que dijera, pero jamás se esperaban, que con la mayor seguridad y serenidad iba a contestar: No, padre…:LA QUE USTED QUIERA. Todos voltearon hacia el maestro para ver su reacción ante lo que parecía un reto o desafío
de parte mía. Y sin vacilar un momento me indicó la tesis que todos temían por abstracta y sobre todo confusa, por recibir las clases completamente en latín, en las
que difícilmente alguien se atrevía a preguntar por estar pensando cómo expresar
sus dudas en latín; y dijo: LA SIETE. Ésta trataba sobre el Tiempo, el Evo y la
Eternidad...ya podrán imaginarse todas las objeciones al respecto...pero, salí aprobado. En 1966, en los exámenes finales de la Teología, mi maestro de Teología
Dogmática, también había hecho sus estudios en la Ciudad de Roma y sabía lo sucedido con su colega seis años atrás. Por eso decidió encargarse de “la revancha”,
y predispuso a los sinodales en contra mía - lo digo, porque yo escuché cuando lo
hacía, ya que encerraban a todo el grupo en un cuarto a donde el maestro iba y llamaba al alumno que le tocaba el examen en otra estancia contigua, pero la puerta
que nos encerraba tenía por fuera una galera con cortinas gruesas que la cubrían
completamente dejando un espacio entre ellas y la puerta. Cuando tocó y vio que el
que seguía era yo, me dijo que me esperara, mientras el regresó con los sinodales.
Y creyendo que me había metido al cuarto comenzó con sus comentarios que picaban el orgullo e incitaban el amor propio a una reacción adversa. Yo estaba oyéndo2
lo todo detrás de las cortinas, porque mis compañeros me habían cerrado la puerta.
Cuando terminó de predisponerlos, regresó para llamarme...yo no sabía que hacer
pues al intentar tocar, en vez de la puerta se iba a encontrar conmigo dándose
cuenta de que lo había escuchado todo. Por eso cuando iba a levantar la cortina…
antes de tocarla salí sorpresivamente diciendo BUUU...por supuesto que se sobresaltó y enojó aún más.- Y cuando los sinodales me tuvieron enfrente me preguntaron de todo, menos del tema que me tocaba. Me sentí como en medio del ruedo en
el que el torero y sus ayudantes mueven uno tras de otro o a la vez sus muletas para atarantar al toro y hacerlo caer y muera por la espada o la puntilla. Al fin del examen dije: ¿Cuándo será el examen extraordinario? Y el maestro contestó: “ya se te
avisará”, o sea que sí ME HABÍAN REPROBADO. Yo ignoraba que los sinodales de
seis años atrás me habían hecho famoso entre los miembros de la comunidad religiosa, aún entre los sacerdotes de generaciones anteriores que yo ni siquiera conocía; y con los últimos era su “comidilla”, a grado tal que un día me encontré con
el Superior Mayor y me dijo: ¿Qué pasó, mi mejor mula se me echó?...Gracias a
Dios, todo eso no me causó sufrimiento ninguno, ni siquiera coraje ni vergüenza;
pues sabía que yo sabía, como lo sabían mis compañeros y el mismo maestro que
quiso darse el gusto de reprobarme para darme “una lección de humildad” al tener
que presentar otro examen. Se llegó el día...el examen extraordinario era ya sólo
con el maestro en tal ambiente de cordialidad y confianza que no había escritorio
para él ni banquillo o silla para mí; sino en una sala . Para comenzar me ofreció un
cigarrillo, diciendo que si a alguien le había dolido que saliera reprobado había sido
él - ¡Claro, era lo justo: que le doliera la injusticia que con premeditación, alevosía y
ventaja me había cometido para hacerme objeto de risas y de burla ante sus colegas, que también eran mis hermanos de religión! - “Pero, no te preocupes”, dijo,
“Ahorita se resuelve todo...Facilito... nadamás dime la definición del Sacramento de
la Eucaristía”. Dije la definición metafísica explicando término por término fundamentado en textos de la Sagrada Escritura y en opiniones de los Santos Padres, del
Magisterio de la Iglesia y el Concilio de Trento. Después dije: ahora le voy a dar la
DEFINICIÓN FÍSICA DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA: “Sacramentum Novae Legis, a
Christo Domino institutum ad spiritualem animae refectionem, in quo Corpus et
Sanguis Christi vere, realiter et substantialiter continentur sub speciebus panis et
vini. Sacramento de la Nueva Ley instituido por Cristo Señor, para alimento espiritual del alma, en el cual se contienen verdadera, real y substancialmente el Cuerpo
y la Sangre de Cristo bajo las especies del pan y del vino...”¡Espera”, me dijo, ¿Cómo es eso de que digas UNA DEFINICIÓN FÍSICA DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA? ¿Por qué metes a la física en la Teología, o a ésta en la física?!”. Me quedé
aturdido, estupefacto al ver que mi maestro NO SABÍA NI LO FACILITO DE LA DOCTRINA ELEMENTAL entre los clérigos y cristianos católicos. Entonces fue Dios
quien lo aleccionó por mí al demostrarle que aunque yo no calificara la definición
como física, los mismos elementos que la forman dicen que es física; así como el
género próximo y la diferencia específica dicen que la definición es metafísica. Por
supuesto que al caer en la cuenta de que había caído en un hoyo del que no podía
salir, ni había quien lo sacara, mas que reconociendo “humildemente” que estaba
equivocado o no sabía: recurrió a los equívocos, a los sofismas en un círculo vicioso que me obligó a mostrarle los libros de consulta que yo tenía de teología para
que leyera : DEFINICIÓN FÍSICA DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA. No tuvo
más remedio que darse por vencido, POR REPROBADO. Y, entonces, para levantarle el ánimo le dije: Recuerde que el buen maestro es aquel que es superado por sus
alumnos. Sus colegas no le dijeron lo mismo….y a los que hizo reír a mis costillas,
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terminaron burlándose y carcajeándose de él. Por eso dice Dios: “No hagas a otro
lo que no quieras que te hagan a ti, porque con la vara que midieres serás medido”.
CUÁNDO ME IBA A IMAGINAR ENTONCES QUE DIOS ME IBA A CONCEDER
LA GRACIA, NO PARA DAR UNA DEFINICIÓN FÍSICA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO SINO A VER, A CONSTATAR FÍSICAMENTE LA PRESENCIA REAL Y VERDADERA
DE SU CARNE Y SANGRE EN LA SANTÍSIMA HOSTIA BUSCANDO CRISTO QUE SE
DEFINAN LOS OBISPOS, SACERDOTES, RELIGIOSOS Y RELIGIOSAS, LOS CATÓLICOS DE AHORA, COMO CRISTIANOS, MIEMBROS VIVOS Y EFECTIVOS DE LA
IGLESIA MILITANTE EN QUIENES NO DEBE CONTAR PRIMERO LO MATERIAL O FÍSICO SINO LO ESPIRITUAL QUE ES LO ESENCIAL EN LA IGLESIA CATÓLICA COMO INSTITUCIÓN DIVINA QUE ES. LO FÍSICO O MATERIAL QUE AHORA TENEMOS
ES CADUCO, TEMPORAL Y PASAJERO; LO ESPIRITUAL ES INMORTAL Y ETERNO
Y LO QUE DA SENTIDO VALOR Y VIDA A LO MISMO MATERIAL Y FÍSICO QUE HACE
Y TIENE EL SER HUMANO Y, QUE DEBEMOS SALVAR SI QUEREMOS VIVIR, ETERNAMENTE FELICES, PORQUE SINO, COMO CASTIGO, TENDREMOS QUE VIVIR
ETERNAMENTE DESGRACIADOS; RAZON POR LA QUE CRISTO NUESTRO SEÑOR
ADVIERTE: “¿DE QUÉ LE SERVIRÁ AL HOMBRE GANAR EL MUNDO ENTERO SI AL
FINAL PIERDE SU ALMA? ¿CON QUÉ LA RECOBRARÁ?
Lo malo es que parece, POR LO QUE SE VE, que ésta Palabra Divina ya no la
creen ni los obispos y sacerdotes; y a la vista de cómo actúan los que “por voluntad de Cristo” y mandato de la Iglesia han sido escogidos para ser guías del pueblo
de Dios en todo lo que se refiere a la fe y a la moral, los fieles se fueron desviando
del camino del bien. Pues observaban y observan claramente que no se trata de alguna que otra individualidad equivocada o desviada, sino que eran y son muchos
los que siguen su propio criterio y hacen su propia interpretación del Evangelio y
de las normas morales, lejos y a veces hasta en contra de la mente de la Santa Iglesia. No se podía esperar otra cosa de “los fieles” que son arrastrados por el ejemplo de sus “guías”, por la praxis de obispos y sacerdotes y la falta de orientación
doctrinal de verdad y realmente católica. Antes, cada cual seguía la línea que le
marcaba el obispo al sacerdote y éste al feligrés. Después, en nombre del Concilio
Vaticano II y la libertad religiosa, fueron emancipándose los obispos del Papa, los
sacerdotes de los obispos y los feligreses de los sacerdotes, obispos, Papa, Iglesia
y de Cristo; pues aprendieron bien la enseñanza de que: “CADA CUAL DEBE SEGUIR SU PROPIA CONCIENCIA”, Criterio de verdad, pero insuficiente, porque hay
que tener en cuenta que la conciencia no sólo debe ser recta sino, además, verdadera. ¡Y cada uno ha escogido y seguido sus propios caminos, que no eran precisamente los más estrechos y los que iban cuesta arriba, aunque conduzcan al bien,
sino los más anchos y cuesta abajo, aunque lleven a la perdición. No quieren percatarse que, desde la fe que mantiene la Iglesia Católica, no se puede admitir más que
un único Camino: Cristo; quien declaró : “YO SOY EL CAMINO” (Jn.XIV, 6), y éste es
estrecho y costoso: “ENTRAD POR LA PUERTA ESTRECHA, PORQUE ANCHA ES
LA PUERTA Y ESPACIOSA LA SENDA QUE LLEVA A LA PERDICIÓN, Y SON MUCHOS LOS QUE POR ELLA ENTRAN. ¡QUÉ ESTRECHA ES LA PUERTA Y QUÉ ANGOSTA LA SENDA QUE LLEVA A LA VIDA, Y CUÁN POCOS LOS QUE DAN CON
ELLA!”(Mt.VII,13-14).
Se ha olvidado que la moral se funda en algo objetivo. Hay una norma subjetiva de moralidad, pero, por encima de ésta, está la norma objetiva: “La conciencia,
por tanto, no es una fuente autónoma y exclusiva para decir lo que es bueno o ma4
lo; al contrario, en ella está gravado profundamente un principio de obediencia a la
norma objetiva, que fundamenta y condiciona la congruencia de sus decisiones con
los preceptos y prohibiciones en los que se basa el comportamiento
humano”(Enc.Veritatis Splendor, no. 60). La moral no puede quedar al arbitrio o
gusto de cada uno, ni siquiera a lo que pueda parecerle a uno razonable y justo,
COMO SE CREE Y HACE AHORA, pues conduce al relajamiento y libertinaje de un
relativismo totalmente ilógico e inadmisible y, en último término, a la negación de la
moral. Por otra parte, en éste modo de proceder, como norma general, no han sido
tanto las razones filosófico-teológicas las que han conducido a éstas posturas de
vida, cuanto las pasiones que inclinan a la voluntad a una vida fácil y cómoda. No
son las razones las que llevan a un concreto modo de vivir el que conduce a buscar
y proponer razones que avalen la vida. Lo que se busca es vivir en “total libertad”
guiados por los gustos y las conveniencias inmediatas. Es decir, con una moral
edonísta y utilitarísta. Es evidente que, en un altísimo grado, se ha llegado al abandono de la moral cristiana y hasta de la meramente natural, ya que no son ni la revelación ni la razón las que dirigen la conducta humana, sino el placer y la utilidad; lo
físico y lo material. Por todos lados y en diferentes tonos se habla de “la pérdida de
los valores humanos y cristianos” por los mismos carentes de la fe y del temor de
Dios, para quienes no hay más verdad ni justicia que las suyas; y que han encontrado, incluso, en esa pérdida de valores: una mina para explotar. Algunos utópicos
pretenden dar solución al problema con la “elevación cultural”. Pues bien, sin negar
la influencia positiva que tiene una correcta educación, no deja de ser vana ilusión.
¿Acaso los pueblos más cultos, han sido y son los que tienen una moralidad más
alta? No hace falta demasiada investigación histórica para caer en la cuenta de que
son estos pueblos los que han llegado a las mayores aberraciones morales. ¿No
está ahí el mayor y mejor ejemplo en la clerecía de la Iglesia Católica, cuya preparación y educación académica, disciplinar, espiritual, social y cultural debe ser óptima? ¡Han sido y son de lo peor; pues: “corruptio optimi pessima” LA CORRUPCIÓN
DE LOS MEJORES ES LA PEOR; cuando todos deberían ser santos por su condición y oficio, como consagrados al servicio de los sagrados y divinos misterios,
expositores de las Sagradas Escrituras y administradores de los Santos Sacramentos como medios de santificación y salvación. Y como “Somos espectáculo hasta
para Dios y sus Ángeles”; Como son muchos los ojos que tienen clavadas sus miradas sobre la conducta de los oficiales de la religión buscando “cola que pisarles”
sobre todo en busca de justificar las suyas propias comprensivos y complacientes
de sí mismos que caben dentro del marco estándar de la humanidad en la que “es
propio de los hombres el errar”; en la que ya nadie tiene derecho a decirle a nadie:
“Sácate la paja que tienes en el ojo” (Lc.VI,41-42) porque todos traen una viga atravesada en el suyo; en la que “arde la leña verde” entre el escándalo de la que está
seca haciéndola caer en el indiferentismo y en el abandono de la Iglesia, como la
consecuencia más lógica en gente que no tiene fe ni convicciones firmes y, mucho
menos: Temor de Dios. Ni de un lado ni del otro; al final de cuentas se llega a la
conclusión de que son “tales para cuales”.
Se oye decir que ahora existe menos anticlericalismo, y considero que no falta razón para este juicio, pero la causa no está en que la gente se encuentre más
cerca de la Iglesia o en que haya una mejor y mayor comprensión de ella, sus ministros, almas consagradas y fieles en general; sino, en primer lugar porque no puede
haber antirrábicos si no hay rabia; no puede haber anticomunistas si no hay ya comunismo; como no puede haber anticlericales cuando ya no hay Iglesia de Cristo, y
en la Iglesia de ahora los anticlericales son sus mismos clérigos, así como los peo5
res anticristianos o anticristos son y han sido los malos cristianos, pues “Los
enemigos más grandes son los de la propia casa”. En segundo lugar, porque el “intercambio” y la “globalización” que ha puesto a los obispos y sacerdotes “en la calle”, también a puesto a los seglares en el presbiterio, en el altar como Ministros Extraordinarios, pues los “ordinarios” son ahora “vulgares”...Como San Pablo que,
“se hacía uno con los débiles”….¡Ya no hay tantos anticlericales, porque a la gente
incrédula y perversa de estos tiempos para nada le importa todo lo que suene a
Iglesia, sacerdotes, vida espiritual y hasta Dios y trascendencia. En un palabra,
porque se ha llegado a un perfecto indeferentismo!. Por supuesto que esto crea una
situación más grave, porque ya no se siente nada, no se vive nada, no importa nada
de lo que significa la Iglesia. Y, desde ésta actitud, resulta casi imposible remover
las conciencias, llegar a la conversión y caminar hacia la perfección. La mayor parte
de los bautizados ha roto totalmente sus relaciones con la Iglesia; de hecho, muchos nunca las tuvieron. Otra las tiene únicamente ocasionales y no tanto por móviles religiosos cuanto sociales. El mal es de tal magnitud que el catolicismo se ha
visto catastróficamente “Casi” auto aniquilado, como lo predijo en 1972 el Papa
Paulo Vi, y lo reconoce el Papa Benedicto XVI; como lo declaró el mismo Jesucristo: “Todo aquel que quisiere salvar su vida ABANDONANDO LA FE, la perderá eternamente” (Lc.XVII,33). ¡En esto terminó el “aggiornamento” tan deseado por el Papa
Juan XXIII y los padres conciliares del Vaticano II, que seguramente se hubiera dado
si se hubiera puesto en práctica su “concilio” que únicamente quedó plasmado maravillosamente en sus documentos.
En un principio, ante estos hechos incuestionables, hablaban con cinismo
de una crisis de crecimiento; en realidad, refugio de ignorantes o de mentes que no
sabían lo que decían; quizá SUBTERFUGIO DE QUIENES NUNCA HAN ESTADO
DISPUESTOS A “RECTIFICAR”. La realidad es tan evidente que no cabe cerrar los
ojos y hay que llamar las cosas por su nombre. Ahora se habla de una “nueva
evangelización”...Jugando con las palabras como han jugado con “LA PALABRA
QUE SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS”, contradiciendo y burlando su
Evangelio. ¡Quienes necesitan realmente la reevangelización y conversión son los
obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas de la Iglesia Católica!.Pero, como “entre
gitanos no se vale leer la mano”, ¿Quién los va a reevangelizar? ¿A quién le prestarían atención y le harían caso?. “Quien es de Dios escucha las palabras de Dios.
Por eso vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios” (Jn. VIII,47); “El caso es
que con haber hecho Jesús delante de ellos tantos milagros, no creían en Él. De
suerte que vinieron a cumplirse las palabras que dijo el profeta Isaías: ¡Oh Señor!,
¿Quién ha creído a lo que oyó de nosotros? ¿Y de quién ha sido conocido el brazo
del Señor?. Por eso no podían creer, pues ya Isaías, previendo SU DEPRAVADA
VOLUNTAD, dijo también: Cegó sus ojos y endureció su corazón, para que con los
ojos no vean, y no perciban en su corazón, por temor de convertirse, y de que yo
los cure” (Jn. XII, 37-40); “No es el siervo mayor que su amo. Si me han perseguido
a mí, también os han de perseguir a vosotros; como han practicado mi doctrina, del
mismo modo practicarán la vuestra” (Jn.XV, 20). ¡¡SÓLO UN MILAGRO PODRÍA
CONVERTIRLOS!!; pero un milagro que conmoviera desde la raíz, desde la base,
desde el fundamento, desde LA PIEDRA ANGULAR DEL EDIFICIO DE LA FE, MANIFESTÁNDOSE LA MISMA CAUSA EFICIENTE DE LOS MILAGROS: EL MISMO DIOS,
EN EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE : LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA. PORQUE SI
ES VERDAD EL HECHO DOGMÁTICO DE LA TRASUBSTANCIACIÓN QUE SE REALIZA EN LA CELEBRACIÓN DEL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA: TIENE QUE SERLO EN LOS EFECTOS DE LOS DEMÁS SACRAMENTOS Y LO QUE CRISTO ENSEÑA
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¡Lástima que, los agentes de las fuerzas del mal en el mundo, como hijos de las tinieblas que son, sean más astutos que los hijos de la luz y, engañen fácilmente a
estos al estar en sintonía o comunión con ellos por el pecado. Y así, ¿De cuántas
hostias sangrantes no se habla en estos últimos tiempos? Pero, ¿No son capaces
ya para discernir y distinguir la mentira de la Verdad, y la Verdad de la mentira?.
Lástima que su castigo sea: tener ojos y no ver, oídos y no entender...lástima que
por no corresponder, por no ser fieles, por no perseverar y aprovechar el precio de
la Redención: LA SANGRE DE JESUCRISTO, A PESAR DE ESTAR BAUTIZADOS,
CONFIRMADOS, CASADOS U ORDENADOS: SE VAN A CONDENAR ETERNAMENTE!.
LUEGO, es lógico deducir que no hablo para los que no quieren ni pueden oír,
sino a quienes, a pesar de todo, siguen oyendo aunque sea un poquito y siguen
viendo aunque sean miopes; y que por tantos desengaños y decepciones naturalmente se han hecho desconfiados, razón ésta por la que estaba refiriendo experiencias de mi niñez y juventud, en las que sin ser psicólogos, cualquiera nota “el
genio y figura” de mi condición humana simple, sencilla y sincera con la que gratuitamente nací y la adversidad pulió, pagando el precio de las lecciones recibidas, de
las que algunas, sin ser provocadas por propios errores sino, absurdamente: por
logros, sigo abonando, y tendrán que condonárseme cuando muera si demuestro
que las aprehendí; porque sino, en vez de ser condonadas, me condenarán. Como
“el hecho” de haber tenido que sufrir golpes y humillaciones cuando a los seis
años aprendí a leer y a escribir; y con la emoción más grande que alimentaba y
alentaba mi curiosidad y fantasías pueriles al contar con la llave que me abría el
portón del conocimiento y la capacidad de la comunicación por signos o letras: en
un paréntesis de distracción o travesura infantil manifesté por vez primera que ya
podía “hablar con letras”, con signos silenciosos, que no hacen ruido como las palabras y se hacen oír una y otra vez... cuantas veces se lean hasta calcarse por la
memoria recalcando su mensaje en la consciencia y activando los sentimientos del
corazón. Y a una compañera que tenía la cara llena de “pecas”, le escribí mi primer
recado: “AMADA DOROTEA: TE MANDO UN ABRAZO APRETADO Y UN BESO
TRONADO”… ¡Cuando de pronto, caigo en la cuenta de que la maestra Adelina
Montaño, estaba a mis espaldas, con la regla en la mano. Me arrebató de las manos
el gozo de entregar en un pedazo de papel la primera “flor” en botón de un sentir
que era más fantasía e ilusión, más limpias y blancas que el papel que llevaba un
abrazo apretado y un beso tronado de alguien que no sabía lo que era un abrazo
“apretado” y un beso “tronado”, que me pusieron en una situación apretada en la
que mi maestra tronó varias veces su negra regla sobre mis espaldas llevándome
de los cabellos a los demás salones de la escuela en los que se enteraba a los
alumnos de mi “pecado” para escarmiento de todos ante los que se me golpeaba de
nuevo con aquella vara de un metro con cuatro lados, por mi precocidad!. Ahí comencé a entender la trascendencia de los escritos, que permanecen: “scripta manent”; tan fácil hubiera sido decirlo con palabras que se lleva el viento: “verba volant”. Si refiero estas experiencias, POR ESCRITO, es con el afán de ser
comprendido y entendido, no para satisfacción y beneficio personal,
mas que como consecuencia del “deber cumplido”; sino para que crean
y reciban para su propio aprovechamiento y bien espiritual EL TESTIMONIO QUE “ME TOCÓ ENTREGAR” SOBRE EL MILAGRO DE LA SANTÍSIMA HOSTIA SANGRANTE, en el que José Camargo Melo nada tiene
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que ver, fuera del ejercicio o tarea del ministerio sacerdotal, común a
todos cuantos han recibido el Sacramento del Orden, por el que se opera “In persona Christi”, en la persona de Cristo, no en su nombre ni representación. Ese testimonio es absolutamente independiente de lo
que yo piense, crea o haga, pues no depende de mí la realidad y trascendencia escrita en el Hecho Extraordinario, “que habla por sí mismo”
y, que no puede, ni debe verse afectado ni infectado por mis deficiencias y limitaciones humanas. Pues si mi encomienda es entregar una
pieza de oro: oro es lo que entrego. La necesidad hecha pobreza o miseria personal no va a convertir ese oro en cobre ni en excremento. O
sea, que: El que pudo ser concebido por UNA VIRGEN, INMACULADAMENTE, para
hacerse de un cuerpo y una alma humanas, por convenir así justamente a la sabiduría, Poder y Santidad del Espíritu Purísimo de Dios; también pudo y quiso concebir
la idea, y lo hizo, de pasar por las manos de pecadores para hacerse alimento sin
que se vea afectado ni infectado ni por los pecadores que lo confeccionan en el
Santísimo Sacramento de la Eucaristía, ni por los pecadores que se lo comen, pues
Él es incorruptible. Quienes lo comen y “digieren” comen Vida y son fecundados
para que se geste en ellos la Vida Eterna. Quienes no son capaces de digerirlo comen “engaño o mentira” que se traduce en muerte simplemente por negarse a la
Vida. Por eso está escrito que: “detrás del bocado que Cristo dio a Judas, entró en
él el Diablo, que es el padre de toda mentira”; por eso también escribió santo Tomás de Aquino que: “lo comen el bueno y el malo, con diferente suerte, pues al
bueno le da vida y al malo le da muerte”. Dice San Pablo: “Por eso el Hijo de Dios al
entrar en el mundo dice a su Eterno Padre: Tú no has querido sacrificio, ni ofrenda;
mas a mí me has apropiado un cuerpo mortal; holocaustos por el pecado no te han
agradado. Entonces dije: Heme aquí que vengo, según está escrito de mí al principio del Libro, o Escritura Sagrada, para cumplir, ¡Oh Dios!, tu voluntad…. Claro está
que abolió los antiguos sacrificios de la ley, PARA ESTABLECER OTRO, QUE ES EL
DE SU CUERPO. Por esta voluntad, pues, somos santificados por la oblación del
cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez...Éste nuestro Pontífice después de ofrecida una sola HOSTIA por los pecados, está sentado para siempre a la diestra de
Dios...Teniendo la firme esperanza de entrar en el sanctasanctórum, o Santuario del
cielo, POR LA SANGRE DE CRISTO, CON LA CUAL NOS ABRIÓ UN CAMINO NUEVO
Y DE VIDA RECORRIENDO EL VELO DE SU CARNE” (Heb. X,5-20). “De manera que
cualquiera que comiere éste pan, o bebiere el cáliz del Señor indignamente, reo será del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Por tanto, examínese a sí mismo el hombre;
y de ésta suerte coma de aquel Pan, y beba de aquel Cáliz. Porque quien lo come y
bebe indignamente, se traga y bebe su propia condenación, no habiendo el debido
discernimiento del Cuerpo del Señor. De aquí es que hay entre vosotros muchos enfermos y sin fuerzas, y muchos que mueren” (Cor. XI, 27-30) ¿CÓMO HUBIERA ESCRITO TODO ÉSTO EL APÓSTOL SAN PABLO, SI HUBIERA CONSTATADO LA REALIDAD Y VERDAD QUE TAN SÓLO CREÍA POR FE? ¡Y POR MUY GRANDE QUE HAYA SIDO SU FE PARA DECLARAR DE ÉSTA FORMA EL VALOR DIVINO DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA, JAMÁS PUDO IMAGINARSE QUE PUDIERA DARSE LA REALIDAD DE QUE SE CORRIERA EL VELO DE LOS ACCIDENTES DEL PAN
PARA DEJAR VER LA REALIDAD QUE OCULTAN: LA CARNE Y LA SANGRE DE
CRISTO, QUE A NOSOTROS NOS TOCARÍA CONSTATAR POR EL HECHO DE LA
SANTÍSIMA HOSTIA SANGRANTE!.
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Quedamos, pues, en que la Comunión se da cuando se “digiere”, o como lo
dice San Pablo: “se discierne” lo que se come; en primer lugar, libre de la envoltura
de la incredulidad, y sobre todo de la suciedad de la conciencia cargada de culpas y
el alma empecatada, sin arrepentimiento ni propósito de enmienda. No puede darse
una verdadera común unión = comunión, si no se desea La Vida; como no alcanza
el perdón quien no cree en el amor que perdona, quien no quiere el perdón. El que
quiere encender una vela tiene que poner al alcance del fuego su pabilo o mecha,
pues por más fuego que haya si no hay mecha, jamás encenderá, pues puede estar
ahogada en la cera o parafina como en su extremo inferior, o aislada por cualquier
envoltura; así como es imposible que se engendre o conciba la vida cuando se usa
condón u otros medios anticonceptivos… Nadie, ni siquiera un loco, se mete a la
boca para comer, un alimento envuelto en plástico irrompible,si quiere alimentarse;
ni traga un medicamento encapsulado en acero, si quiere curarse. De los que aún
se acercan a comulgar, ¿Cuántos entran de verdad en comunión con Cristo? ¡Por
eso no experimentan ningún cambio ni progreso en la vida espiritual, porque están
“blindados” para recibir el impacto de la gracia sacramental, haciendo estéril la acción más fecunda que se pueda concebir del amor de Cristo a los miembros de su
Iglesia; “De aquí es que hay entre vosotros muchos enfermos y sin fuerzas, y muchos que mueren”! (Cor .XI,30). Dicen los “beatos” que se puede comulgar muchas veces “espiritualmente” con más fervor y fruto que con comuniones puramente materiales...Como lo hacen los protestantes católicos de ahora. Para
empezar, ¿Ahora le van a enseñar a la Sabiduría Infinita qué es lo más efectivo y
afectivo? ¿Cómo entender una comunión de muchas veces? Porque si tiene que
hacer muchas es porque no ha logrado realizar la comunión en ninguna de las anteriores al último intento o atentado. El amor de Cristo no es “intermitente”...la gestación de una “nueva vida” no puede interrumpirse… el feto vive continuamente la
vida de quien lo concibió, de quien le dio el ser y lo mantiene, sostiene y transfigura
POR MEDIO DE SU SANGRE, y ya realizado o maduro sale del vientre la nueva criatura, que se hizo y formó viviendo junto al corazón que le transfundía la vida al suyo
con su SANGRE; y al verla fuera, a la intemperie del tiempo y su propio espacio se
reconoce como un ser de LA MISMA SANGRE. En esa nueva posición y situación
dentro del vientre del espacio y tiempo se da la AUTO-GESTACIÓN para la vida
eterna en la que están de por medio los méritos de la acción y actuación personales; por lo que naturalmente se busca estar RELIGADO a Dios por la fe, en la RELIGIÓN. Esa “relíga o estar unido a, o dependiente de”, para los cristianos católicos,
es el Mediador entre Dios y los hombres, el Dios y Hombre verdadero: Jesucristo,
quien por los Méritos Infinitos de su Encarnación, Vida, Pasión, Muerte y Resurrección, que se resumen en su Preciosísima Sangre como Vida que da Vida: hace
circular ésta por todos los miembros de su Cuerpo, LA IGLESIA, alimentando y
asegurando POR SU SANGRE una gestación que merezca el nacimiento feliz en la
Vida Eterna. “El que come mi Carne y bebe mi Sangre, permanece en mí y
yo en él…; “...El que me come vivirá por mí”; “ ...Yo lo resucitaré en el
último día” (en el que muere uno para lo temporal y pasajero);”... Quien
comiere de este pan, vivirá eternamente; porque mi Carne es verdaderamente comida y mi Sangre es verdaderamente bebida; y el pan que yo
daré es mi misma Carne, la cual daré yo para la vida o salvación del
mundo; En verdad en verdad os digo, que si no comiereis la Carne del
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Hijo del hombre, y no bebiereis su Sangre, no tendréis vida en vosotros” .(Jn. VI, 47 - 61)
EL OBJETIVO DE ESTE ESCRITO, MIS AMADOS PECOSOS, “ADORO-TEOS”,
ES ABRAZARLOS FUERTEMENTE A LA VERDAD DEL MILAGRO DE LA SANTISIMA
HOSTIA SANGRANTE, PARA QUE SE HAGA TAMBIÉN EL MILAGRO DE UNA “REAL
Y VERDADERA CONVERSIÓN” DE LOS CATÓLICOS EN LOS QUE ENCARNE EL
AMOR DE CRISTO, AMOR, QUE NO PARA EN BESOS TRONADOS COMO EL QUE
LE DIÓ JUDAS AL TRAICIONARLO, SINO QUE SE CONSUMA EN LA ENTREGA TOTAL DE LA COMÚN UNIÓN DE LOS MIEMBROS CON SU CABEZA, DE LOS CRISTIANOS CON CRISTO….
“SOBRE LO CUAL PODRÍAMOS DECÍROS MUCHAS Y GRANDES COSAS,
PERO SON COSAS DIFÍCILES DE EXPLICAR,
A CAUSA DE VUESTRA FLOJEDAD Y POCA APLICACIÓN PARA ENTENDERLAS.
EL CASO ES QUE DEBIENDO SER MAESTROS
SI ATENDEMOS AL TIEMPO QUE HA PASADO YA,
DE NUEVO ES MENESTER QUE OS ENSEÑEN A VOSOTROS
CUÁLES SON LOS PRIMEROS RUDIMENTOS DE LA PALABRA DE DIOS,
O DOCTRINA CRISTIANA: Y HABEÍS LLEGADO A TAL ESTADO,
QUE NO SE OS PUEDE DAR SINO LECHE, MAS NO ALIMENTO SÓLIDO.
PERO QUIEN SE CRÍA CON LECHE,
NO ES CAPAZ DE ENTENDER EL LENGUAJE DE PERFECTA Y CONSUMADA
JUSTICIA, POR SER UN NIÑO EN LA DOCTRINA DE DIOS.
MIENTRAS QUE EL MANJAR SÓLIDO ES DE VARONES PERFECTOS;
DE AQUELLOS QUE CON EL LARGO USO TIENEN EJERCITADOS LOS SENTIDOS
ESPIRITUALES EN DISCERNIR EL BIEN Y EL MAL”
( Heb.V,11 - 14).
¡¡PALABRA DE DIOS¡¡
Qué hacer, para que me pudieran entender, comprender y creer la mayoría de los
católicos de “ahora”, entre los que no hay pocos ministros ordinarios y extraordinarios de la Eucaristía, que están entre los que son niños en la doctrina de Dios; y
que como “niños” quiere Jesús que nadie les impida a que lleguen a Él. ¡Lástima
que a los locos, el Derecho o la ley, los equipare a los niños; resultando aún más
loco el que pretende hacerlos entender y comprender…”A los locos hay que seguirles la corriente y darles por su lado”, dicen los curas que hacen locuras para tener
contentos a sus fieles con san “Juditas”, “la Satán muerte”, “San Juandieguito”,
etc.; relegando “locamente” en el desprecio y olvido: al Santo de los Santos en el
Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Mas sabiendo que muchos locos tienen
“momentos lúcidos”, cabe la esperanza de que la LOCURA DE CRISTO (I Cor.I,23),
en la Santísima Hostia Sangrante haga el milagro de que vuelvan en sí y se imponga
en ellos la Verdad por la razón doblegada o con-vencida ante el poder de su eviden11
cia. Porque si no existiese esta posibilidad, entonces sí que Dios está realmente
loco al obrar “a tontas y a locas”, “sin ton ni son”, o sea: sin ningún fin. Y si sienten que la Verdad los agrede u ofende, ¡No cabe duda de que sí están locos!, porque la Verdad es el objetivo natural del entendimiento humano, de la gente de razón, negra, amarilla, blanca...de la raza que sea. Y si por sus frutos, se conoce un
árbol: entonces “Examínese a sí mismo el hombre” y caiga en la cuenta de la
vida alocada que lleva. ¿Acaso es de gente cuerda, de entendimiento o razón asesinar en el mismo vientre maternal al indefenso e inocente HIJO? ¡Y si así, se dicen o
tienen por católicos: están rematadamente locos, pues los realmente católicos son
cristianos de verdad, capaces de amar a los mismos enemigos y de hacer el bien a
quienes les hacen mal, al prójimo; no se diga a quienes son su misma carne y sangre!. ¿Es propio de la gente de razón y de fe: robar, lastimar y hasta matar, de mentir, difamar, calumniar, traicionar y desgraciar a los que debe de amar como a uno
mismo?. Locos por la soberbia, por la ira, la envidia, la avaricia, la gula, la pereza,
alocados todos por la lujuria, a quienes no los hizo entrar en razón ni la plaga del
sida; y están tan locos que juzgan y condenan de locos a los que se esfuerzan por
ajustarse a las exigencias del entendimiento, memoria y voluntad, viviendo la fe,
trabajando la esperanza y ejercitando la caridad. O sea: una Iglesia de locos en un
mundo loco. Luego hay que escoger entre el Bando de los locos de Cristo y la Banda de los locos de la Banda que ha mandado a Diablo los valores humanos y divinos que hay o debería haber en todo hombre.
“Más nosotros, hermanos, no somos de los hijos que desertan de la fe
para perderse, sino de los fieles y constantes
para poner en salvo al alma, y asegurarle la eterna gloria”
(Hbr. X, 39).
“Mirad que no desechéis al que os habla.
Porque si no escaparon del castigo aquellos que desobedecieron
al siervo de Dios Moisés, que les hablaba sobre la tierra,
mucho más castigados seremos nosotros
si desecháremos al Hijo de Dios que nos habla desde los cielos”
(Hbr.XII, 25).
“Profesan conocer a Dios, mas lo niegan con las obras,
siendo como son abominables y rebeldes, y negados para toda obra buena”
(Tito, I,16).
“Huye del hombre hereje, después de haberle corregido una y dos veces,
sabiendo que quien es de esta ralea, está pervertido y es delincuente,
siendo condenado por su propia conciencia”
(Tito. III, 10-11).
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“Si alguno enseña de otra manera, y no abraza las saludables palabras o instrucciones de Nuestro Señor Jesucristo, y la doctrina que es conforme a la
piedad o religión, ese es un soberbio orgulloso, que nada sabe, sino que antes bien ENLOQUECE O FLAQUEA DE CABEZA sobre cuestiones y disputas
de palabras, de donde se originan envidias, contiendas, blasfemias, siniestras sospechas, altercaciones de hombres de ánimo estragado y privados de
la luz de la verdad, que piensan que la piedad es un negocio, o un medio de
enriquecerse. Y ciertamente es un gran tesoro la piedad, la cual se contenta
con lo que basta para vivir. PORQUE NADA HEMOS TRAIDO A ESTE MUNDO,
Y SIN DUDA QUE TAMPOCO PODREMOS LLEVARNOS NADA. TENIENDO,
PUES, QUÉ COMER, Y CON QUÉ CUBRIRNOS, CONTENTÉMONOS CON ESTO. Porque los que pretenden enriquecerse, caen en tentación, y en el lazo
del Diablo, y en muchos deseos inútiles y perniciosos, que hunden a los
hombres en el abismo de la muerte y de la perdición. Porque raíz de todos
los males es la avaricia, de la cual arrastrados algunos, se desviaron de la fe,
y se sujetaron ellos mismos a muchas penas y aflicciones” (Tim. VI, 3 - 10).
“HERMANOS, NO SEÁIS COMO NIÑOS EN EL USO DE LA RAZÓN;
SED SÍ NIÑOS EN LA MALICIA,
PERO EN LA CORDURA HOMBRES HECHOS”
( Cor. XIV, 20).
“PORQUE LO QUE PARECE UNA LOCURA EN LOS MISTERIOS DE DIOS, ES MAYOR SABIDURÍA QUE LA DE TODOS LOS HOMBRES; Y LO QUE PARECE DEBILIDAD EN DIOS, ES MÁS FUERTE QUE TODA LA FORTALEZA DE LOS
HOMBRES...DIOS HA ESCOGIDO A LOS NECIOS SEGÚN EL MUNDO, PARA CONFUNDIR A LOS SABIOS; Y DIOS HA ESCOGIDO A LOS DÉBILES DEL MUNDO, PARA
CONFUNDIR A LOS FUERTES; Y A LAS COSAS VILES Y DESPRECIABLES DEL
MUNDO, Y A AQUELLAS QUE ERAN NADA, PARA DESTRUIR LAS QUE SON AL PARECER MÁS GRANDES” (I Cor.I, 25 - 28).
A los del Bando que todavía les humea la mecha de su fe apagada, seguramente la fuerza y poder del fuego de su Cristo puede de nuevo prendérselas, con tal
de que sinceramente lo quieran como Él lo anhela; está detrás de la puerta de la paz
y de la dicha esperando que le toquen para abrírselas y “cenar con ellos”. “Cumplamos, pues con El, y tanto más que sabemos que el tiempo insta, y que ya es hora de despertarnos de nuestro largo letargo. Pues estamos más cerca de nuestra
salud, que cuando recibimos la fe. La noche ya está muy avanzada, y va a llegar el
día de la eternidad. Dejemos, pues, las obras de las tinieblas, y revistámonos de las
armas de la luz”( Rom. XIII, 11 - 12).
Para los ministros de “la palabra”, ya no tengo palabras, y ni siquiera ganas de dirigirles la palabra ( Cor. V,11 ). Si las voces de un Hecho Sensible, Extraordinario y Divino, que habla por sí mismo, ya no las
oyen, menos lo que yo diga. ¡Que les hable Dios!:
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Y ASÍ ES, HERMANOS, QUE YO NO HE PODIDO HABLAROS COMO A HOMBRES ESPIRITUALES, SINO COMO A PERSONAS AÚN CARNALES. Y POR ESO
COMO A NIÑOS EN JESUCRISTO….EN EFECTO, HABIENDO ENTRE VOSOTROS
CELOS Y DISCORDIAS, ¿NO ES CLARO QUE SOIS CARNALES Y PROCEDÉIS COMO HOMBRES?...NADIE SE ENGAÑE A SÍ MISMO: SI ALGUNO DE VOSOTROS SE
TIENE POR SABIO SEGÚN EL MUNDO, HÁGASE NECIO A LOS OJOS DE LOS
MUNDANOS, A FIN DE SER SABIO A LOS DE DIOS. PORQUE LA SABIDURÍA DE
ESTE MUNDO ES NECEDAD DELANTE DE DIOS. PUES ESTÁ ESCRITO: YO PRENDERÉ A LOS SABIOS EN SU PROPIA ASTUCIA. Y EN OTRA PARTE: EL SEÑOR PENETRA LAS IDEAS DE LOS SABIOS, Y CONOCE LA VANIDAD DE ELLAS. POR
TANTO NADIE SE GLORÍE EN LOS HOMBRES” (Cor. III, 18 - 21); “A NOSOTROS,
PUES, NOS HA DE CONSIDERAR EL HOMBRE COMO UNOS MINISTROS DE CRISTO, Y DISPENSADORES DE LOS MISTERIOS DE DIOS. ÉSTO SUPUESTO, ENTRE
LOS DISPENSADORES LO QUE SE REQUIERE ES, QUE SEAN HALLADOS FIELES
EN SU MINISTERIO”(COR.IV, 1 - 2);
“...ES MORALMENTE IMPOSIBLE QUE
AQUELLOS QUE HAN SIDO UNA VEZ ILUMINADOS,
QUE ASIMISMO HAN GUSTADO EL DON CELESTIAL DE LA EUCARISTÍA,
QUE HAN SIDO HECHO PARTÍCIPES DE LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO, QUE
SE HAN ALIMENTADO CON LA SANTA PALABRA DE DIOS Y LA ESPERANZA DE
LAS MARAVILLAS DEL SIGLO VENIDERO,
Y QUE DESPUÉS DE TODO ÉSTO HAN CAIDO;
ES IMPOSIBLE, DIGO, QUE SEAN RENOVADOS POR LA PENITENCIA,
PUESTO QUE CUANTO ES DE SU PARTE
CRUCIFICAN DE NUEVO EN SÍ MISMO AL HIJO DE DIOS,
Y LE EXPONEN AL ESCARNIO”
(Heb. VI,4 - 6).
¡Cuánto lamento no poder hacerme entender, o que no me puedan entender; unos,
porque se consideran o tienen como “sabios”, que ni siquiera se toman el trabajo
de enterarse por sí mismos de una Verdad que tiene que ver con ellos; pero que,
desgraciadamente: ya no les importa…¿Quién presta atención a lo que no le interesa? Qué doloroso, penoso y hasta vergonzoso es ofrecer algo que de antemano sabe uno que va a ser rechazado porque les resulta inútil, molesto, estorboso, y para
algunos hasta ofensivo a su “inteligencia” y agresivo para su voluntad: alérgicos a
la Verdad y al Bien; que se resisten a la atracción consciente de Dios NEGÁNDOSE
A CREER LO QUE VEN: “Por más que obró tantos milagros en su presencia, no
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creyeron en Él” (Jn.XII,37); Infieles a la gracia ofrecida: “SI VOSOTROS NO OÍS, ES
QUE NO SOIS DE DIOS” (Jn. VIII,47; X, 29; XVIII, 37).
Uno se pregunta: ¿Qué caso tiene hablar a quienes están totalmente sordos? ¿Que dirían de alguien que se pusiera hablar a las piedras? Ya dije que el milagro no suscita automáticamente la fe en quienes carecen de verdaderos principios y fundamentos para juzgar, comprender y aprehender; PERO PROVOCA UN
PASMO RELIGIOSO Y ABRE LOS OJOS SOBRE LA REALIDAD SOBRENATURAL. EL
LLAMAMIENTO DIVINO MADURA, SE IMPONE PRONTO A LA CONCIENCIA CLARA,
Y FUERZA AL HOMBRE A LA ELECCIÓN.
“SI NO HUBIESE HECHO ENTRE ELLOS OBRAS
QUE NADIE HIZO JAMÁS, NO TENDRÍAN PECADO”,
DIJO JESÚS, A PROPÓSITO DE LOS QUE RECHAZAN SU MENSAJE:
“PERO LO CIERTO ES QUE HAN VISTO Y NO HAN CREIDO”
(Jn.XV,24).
¿NO DIJO LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA QUE: “DESPUÉS DE HABER REALIZADO SU INTERVENCIÓN EN EL CASO DE LA HOSTIA CONSAGRADA;
BAJO UN CONTROL ESTRICTO CANÓNICO;
SE DEMOSTRÓ CON ABSOLUTA CERTEZA
QUE AHÍ, EN LA HOSTIA, HABÍA SANGRE;
Y QUE ESA SANGRE ESTABA VIVA?
Y, DESPUÉS DECLARÓ OFICIALMENTE QUE: “AUNQUE APARECIERA
MILAGROSAMENTE SANGRE EN UNA HOSTIA CONSAGRADA, ¡ESA
SANGRE NO PUEDE SER LA DE CRISTO!; PORQUE SU SANGRE SÓLO
ESTÁ EN EL CIELO EN DONDE CRISTO ESTÁ LOCALIZADO? ENTONCES, ¿DE QUIÉN SERÁ? ¡¡¡ÉSTA ES LA PRUEBA QUE DEBE DAR ABSOLUTA CERTEZA A TODO MUNDO DE QUE: EN LA IGLESIA CATÓLICA
ROMANA, DE AHORA, LA MAYORÍA DE LOS OBISPOS Y SACERDOTES
NO CREEN REALMENTE EN LA PRESENCIA VERDADERA DE CRISTO
CON SU CARNE SANGRE, ALMA Y DIVINIDAD, EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA!!!. LO SABE Y RECONOCE EL MISMO
PAPA BENEDICTO XVI. A él, a Joseph Ratzinger, que conoce a fondo la
doctrina cristiana católica; a él que tal parece tiene Temor de Dios y,
sabe que ya no está lejos el día de tener que presentarse ante el Tribunal de la Divina Justicia él, que sabe lo que fue el Tribunal del Santo
Oficio: Por varias instancias, intenté, por más de una semana, en el
mes de septiembre del 2005, hacerle llegar toda la documentación referente al Milagro de la Santísima Hostia Sangrante; hasta poner “el bulto” delante de sus ojos...manifestándole que: “… La Iglesia de ahora, la
que el “gobierna”, no necesita tantos santos muertos, sino Santos Vi15
vos. No más circo romano para los descristianizados católicos; no más
motivos de escándalo y, mucho menos de mofa para los enemigos de la
Santa Iglesia Católica de fuera y de dentro. Y en vez de declarar santos,
lo que se necesita es despejar el Camino que lleva a la santidad; hay
que echar fuera con el látigo de la Verdad y la Justicia a los que han
convertido a la Iglesia en una cueva de ladrones y una sucursal del infierno y, que en vez de ser Sacramento de Salvación, es instrumento
efectivo de condenación; que entiendan cuantos deben y pueden: que
es hora de reivindicarnos en la Iglesia dando cabida a la Caridad Cristiana, aplicada primero a uno mismo, para ser capaces de tenerla verdaderamente con los demás. Y el manantial de la Caridad Infinita de
Cristo a su Iglesia está en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Por
esto es verdad lo que dice el Papa: “...Suprimir la corporeidad del Sacramento de la corporeidad de la Iglesia significa a la vez destrucción
de la Iglesia y del Sacramento”. Llegó el tiempo “ en que los cristianos
no soportarían la sana doctrina, antes deseosos de novedades, se
amontonarán maestros conforme a sus pasiones, y APARTARÁN LOS
OÍDOS DE LA VERDAD para volverse a las fábulas” (II Tim. IV, 1 - 4 ).
“Lo peor de todo es que: muchos católicos de ahora hayan alimentado
la creencia de ser fieles a Cristo y a su Evangelio distanciándose y hasta apartándose de la Iglesia. Muchos de éstos, seguramente bien intencionados aunque desorientados, van repitiendo que su aspiración es
amar a Cristo pero sin Iglesia, escuchar a Cristo pero no a la Iglesia, estar con Cristo pero al margen de le Iglesia” (Pablo VI, Ecclesiam suam).
ESA CONCIENCIA RELIGIOSA DE LOS ÚLTIMOS DECENIOS HA SEPARADO DOS REALIDADES, QUE EN LA TRADICIÓN CRISTIANA HAN SIDO Y SON SIEMPRE INSEPARABLES: CRISTO Y LA IGLESIA, AL TIEMPO QUE HA DILUIDO LA PRESENCIA DE CRISTO, EL SEÑOR, EN LA
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IGLESIA Y EN EL MUNDO. Y el Papa, reconoce ésta terrible y pavorosa
realidad: “Ésta separación afecta no sólo el aprecio y amor a la Iglesia,
sino la sustancia misma de la fe en Jesucristo, cuya realidad separada
de la Iglesia queda esfumada en un pasado con todas sus incertidumbres. No sería el Señor ni el viviente que salva, lo acontecido en Él, no
sería la intervención última y definitiva de Dios en la historia y, por consiguiente, también en nuestro tiempo, y su misma mediación salvífica
única y universal quedaría totalmente desvirtuada. Separada de Cristo y
contrapuesta a Él, la Iglesia, por su parte, quedaría reducida a un grupo
humano que debe orientarse en el mundo a la luz de su lectura particular de la historia de Jesús o a una simple asociación religiosa encargada a lo sumo de prolongar su “causa”. Las deficiencias señaladas no
sólo empobrecen la Imagen de Cristo, sino también la imagen y percepción del ser real de la Iglesia. En consecuencia, la Iglesia dejaría de ser
Sacramento de Cristo en el mundo y el cristianismo no pasaría de ser
una ideología religiosa o una religión más entre las muchas existentes
o posibles; se debilitaría la consideración de la Iglesia como medio de
la acción salvadora del Señor que se hace presente en ella y por ella;
los sacramentos se verían desprovistos de su realidad más propia y
profunda, y el mismo ministerio apostólico perdería su realidad sacramental”. El tiempo de estos verbos: dejaría, pasaría, debilitaría, verían,
y perdería, pasaron ya al tiempo pasado. Y la desgraciada realidad es la
que está sufriendo la Iglesia y el mundo ahora, en el tiempo presente;
ahora que Joseph Ratzinger, está al frente de la Iglesia de ahora con los
rescoldos de la Iglesia de antes. Si aceptó el puesto de Sumo Pontífice
fue seguramente obligado por el amor que tiene y debe a la Iglesia, sabedor de la responsabilidad que implica la carga de ese cargo en las
condiciones dolorosas y lamentables en las que se encuentra la Iglesia,
seguro de que con la gracia de su Dueño y Señor, que cumple con su
promesa de estar siempre con ella hasta la consumación de los siglos,
(Mt.XXVIII,20), como lo demuestra evidentemente en la Santísima Eucaristía; resucitará, pues a la vez que conoce sus miserias y deficiencias,
las causas de su relajamiento, corrupción, perversión y degeneración;
también sabe cuales son los remedios para su reivindicación y salvación. CUANDO EL PROFETA SE HACE DEL PODER ESTÁ MÁS OBLIGADO A CUMPLIR CON SU MISIÓN O COMETIDO QUE SE FACILITA
POR NO ESTAR SOMETIDO A NADIE, FUERA DE DIOS. Y seguramente
que cuenta con la solidaridad de todas las ovejas que no toleraron ni
toleran ser parte de la piara de cerdos o de la jauría de lobos, y tuvieron
que alejarse o separarse, para seguir siendo del Rebaño de Cristo, del
Redil del Buen Pastor ante el mandato imperativo de Éste: “...Salid de
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ella pueblo mío,...para que no seáis cómplices de sus pecados” (Apoc.
XVIII, 1- 5).
NOSOTROS, POR LA GRACIA DE DIOS,
ESTAMOS EN LA MISMA SINTONÍA
Y FRECUENCIA ESPIRITUAL QUE EL PAPA.
FUIMOS “NEGOCIADOS” POR NUESTROS HERMANOS,
REDUCIDOS A LA CONDICIÓN DE ESCLAVOS, VEJADOS,
CALUMNIADOS, ENCARCELADOS Y, PROVIDENCIALMENTE, TODO:
PARA GARANTIZAR A LA IGLESIA CATÓLICA SU ALIMENTO PARA LOS
TIEMPOS DE LAS VACAS FLACAS.
(Gén. XXXVII, 46).
Si nos hubiéramos quedado en casa, habríamos muerto de hambre,
como ha sucedido con tantos de los que “viven” a expensas de la Iglesia que han empobrecido y llevado a la decadencia. Los Benjamines de
esa Iglesia, ni siquiera saben de nosotros, pues nacieron cuando ya estábamos lejos de la casa. Y si algo saben, es que: fuimos devorados por
los lobos; de esos que decían los antiguos: “homo homini lupus”.
DICE EL PAPA: “De todas formas, esa experiencia negativa que
ahora tenemos, el saber que cuando no hay fe todo se viene abajo y
acaba en inmenso vació, no nos devuelve la fe, Eso acaba simplemente
en una resignación fatal, o en el escepticismo, o en puro cinismo, o
peor aún, conduce al hombre a su propia destrucción”.
Cuando el Cardenal Ratzinger pensaba y hablaba así, en su vocación sacerdotal de primer grado, germinaba la gracia de Dios que lo
predestinó para estar al frente de su Viña, que necesita limpieza general, de la que hay que arrojar tanta basura irreciclable, espinos y abrojos; que necesita una fumigación a fondo, que acabe con toda clase de
plagas, de las que enferman o matan las vides en sus raíces; de las
lombrices, cucarachas y demás alimañas que “por debajo” hacen sus
estragos. Y a las vides que todavía están de pie: habrá necesidad de
podar a muchas de las pocas que quedan; a las que crecieron torcidas
o chuecas habrá que apuntalarlas, y a todas abonarlas. ¡¡Una tarea que
sólo con un Milagro podría realizar. Y ese Milagro lo tiene precisamente
allí donde se puede cimbrar y conmover la conciencia de cualquier cristiano y, sobre todo de los obispos y sacerdotes: En el Santísimo Sa-
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cramento de la Eucaristía!!. Pues si el cambio no resulta de lo que es la
esencia vital de la Iglesia, será una utopía más de la iglesia de cerdos.
¡Ahora que está en la cúpula de la Iglesia Católica en sus manos
está poner el remedio y salvar lo que aún se puede salvar. !
¡Ahora no es el Diablo el que le pide a Cristo que se tire desde lo alto
del Templo; ahora es Cristo quien se lo pide al Papa para que les caiga
“ENCIMA” a los obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos que son las
piedras de escándalo en las que tropiezan los “fieles” de la Iglesia!.
...¡SALVA MISSAM SALVA ECCLESIAM!. NO TENGAIS MIEDO (Jer. I,17)
A LAS RÉPLICAS Y PROTESTAS DE LOS OBISPOS Y SACERDOTES
PROTESTANTIZADOS. LOS QUE NO ESTÁN CON EL CUERPO DE
CRISTO, SACRAMENTO DE NUESTRA FE CATÓLICA, ESTÁN REAL Y
DESGRACIADAMENTE, EN CONTRA DEL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO, QUE ES LA IGLESIA; Y AL PAPA CORRESPONDE PROTEGERLA,
DEFENDERLA Y ASEGURARLA DE LA ACCIÓN DEMOLEDORA DE LOS
LOBOS CON PIEL DE OVEJA, “DE LOS CONSTRUCTORES QUE DESECHARON LA PIEDRA ANGULAR” (Mt. XXI, 42).
La “gloria del mundo” es pasajera y, mucho más para un anciano,
para quien marca la misma Sagrada Escritura el límite a los ochenta años: “...Et si valde sunt octoginta”. “Sic transit gloria mundi”,
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la gloria del mundo pasa como el encenderse en instantes una estopa. ¿A qué puede apegarse el hombre en la senectud, sino a la
Vida que sigue? ¡Y no se diga de Benedicto XVI que sabe “a fondo”
a quién debe tenerle miedo! Que no de “largas”, porque ya no
queda mucho tiempo, éste lo apremia; que no simule para congraciarse con los enemigos de la Iglesia que debe amparar y honrar…
“...Eleazar, dominado de otros sentimientos DIGNOS DE SU EDAD Y DE
SUS VENERABLES CANAS, como asimismo de su antigua nativa nobleza, y de la buena conducta que había observado desde niño, RESPONDIÓ SÚBITAMENTE, conforme a los preceptos de la ley santa establecida por Dios, y dijo que más bien quería morir; PORQUE NO ES
DECOROSO A NUESTRA EDAD, les añadió, USAR DE LA FICCIÓN: LA
CUAL SERÍA CAUSA QUE MUCHOS JÓVENES, CREYENDO QUE ELEAZAR EN LA EDAD DE NOVENTA AÑOS SE HABÍA PASADO A LA VIDA O
RELIGIÓN DE LOS GENTILES, CAYESEN EN ERROR A CAUSA DE ESTA
FICCIÓN MÍA, POR CONSERVAR YO UN PEQUEÑO RESTO DE ESTA VIDA CORRUPTIBLE: ADEMÁS DE QUE ECHARÍA SOBRE MI ANCIANIDAD LA INFAMIA Y EXECRACIÓN. FUERA DE ESTO, AUNQUE PUDIESE
LIBRARME AL PRESENTE DE LOS SUPLICIOS DE LOS HOMBRES, NO
PODRÍA YO, NI VIVO NI MUERTO, ESCAPAR DE LAS MANOS DEL TODOPODEROSO. POR LO CUAL MURIENDO VALEROSAMENTE, ME
MOSTRARÉ DIGNO DE LA ANCIANIDAD A QUE HE LLEGADO; Y DEJARÉ A LOS JÓVENES UN EJEMPLO DE FORTALEZA SI SUFRIERE CON
ÁNIMO PRONTO Y CONSTANTE UNA MUERTE HONROSA EN DEFENSA
DE UNA LEY LA MÁS SANTA Y VENERABLE…. ESTANDO YA PARA
MORIR A FUERZA DE LOS GOLPES QUE DESCARGABAN SOBRE ÉL,
ARROJÓ UN SUSPIRO, Y DIJO: SEÑOR, TÚ SABES BIEN QUE HABIENDO YO PODIDO LIBRARME DE LA MUERTE, SUFRO EN MI CUERPO
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ATROCES DOLORES; PERO MI ALMA LOS PADECE DE BUENA GANA
POR TU SANTO TEMOR. DE ÉSTA MANERA, PUES, MURIÓ ELEAZAR,
DEJANDO NO SÓLO A LOS JÓVENES, SINO TAMBIÉN A TODA SU NACIÓN EN LA MEMORIA DE SU MUERTE UN DECHADO DE VIRTUD Y DE
FORTALEZA” (Mac. L.II, cap. VI, 18 - 31).
¡Todos los seres “pensantes”, de la Iglesia y del mundo se dieron cuenta del mensaje que el Papa mandó “Urbi et Orbi” con el simple
hecho de no haber tomado el nombre de Juan Pablo III, como lo hubiera
pensado y querido “la masa” que se engaña con las simulaciones; y
que en el caso hasta parecía razonable y justo tomando en cuenta que
más de veinte años se los pasó al lado de Juan Pablo II; “verdadera razón para no verse nombrado igual”: cambiando de razón social para no
cambiar su razón de ser realmente el Primero de todos los cristianos
católicos!.
En septiembre del 2005, dejé escrito al Papa: “...Os confieso, Beatísimo
Padre, que yo mismo he llegado a vociferar contra el cielo, al ver, y sufrir la impotencia, el miedo y la angustia de esta parte “viva” de la Iglesia Católica; por las carencias, sobre todo por las vocaciones sacerdotales y religiosas que han sido ahogadas en las aguas putrefactas de la
difamación y calumnia de nuestros furiosos perseguidores que sí cuentan con todos los medios para implantar sus injusticias provocando el
miedo grave que naturalmente se impone por el instinto de conserva-
ción.
Sobre todo, en gente que ante el asombro que naturalmente provoca lo
sobrenatural, la impresión ordinaria ante lo extraordinario; la reacción
obligada ante la acción divina, son capaces de que la semilla de la fe
germine, crezca, florezca y, hasta dan frutos mientras no haya problemas que afecten o amenacen sus intereses, el amor a las riquezas y
placeres. Al fin que “Dios no necesita de nadie”, y es “Omnipotente” y
se las puede arreglar sólo”; “Si no se ocupa de uno, ¿Porqué uno se va
a ocupar de Él?; “Que diga a esos perros, o cerdos que se conviertan
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en curas, o que convierta los corazones de los curas que viven como
perros o cerdos”; “Si realizó el Milagro de la Transubstanciación cambiando la sustancia del pan en su Carne y Sangre, ¿Por que no lo hace
para convertir a los Demonios en obispos y sacerdotes y a éstos los
pone en su lugar?; ¿Por qué escogió para manifestarse el lugar y la
gente equivocados? Etc., Etc. ¡La Historia siempre se repite! : “Moisés,
también muy disgustado le dijo al Señor: ¿Por qué tratas tan mal a tu
siervo? ¿En que te he desagradado para que tenga que cargar con todo
éste pueblo? ¿A caso yo lo he concebido o lo he dado a luz, para que
me digas: ‘Toma en brazos a éste pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que juré darles a tus padres? ¿De dónde voy yo a
sacar carne para repartírsela a toda la gente, que me dice llorando:
‘Queremos comer carne’? Yo sólo no puedo cargar con todo éste pueblo, pues es demasiado pesado para mí. Si me vas a tratar así, por favor, quítame la vida y no tendré que pasar tantas penas” (Núm. XI, 4 15). “He sido el hazmereír de todos; día tras día se burlan de mí… me he
convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme: ‘ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre” (Jer.
XX, 7 - 9). Ahora, Beatísimo Padre, es a Vos a quien apelo confiadamente en nombre del mismo Dueño de la Iglesia que, por su voluntad y gracia, presidís, y por cuantos conforman su Cuerpo Místico; y además
con vuestras propias palabras dirigidas a Él:
“AHORA AYÚDAME TÚ, PORQUE YO YA NO PUEDO MÁS”.
Mutatis mutandis, con sus distingos, Vos comentáis formulaciones de
Herms y de Rahner “sobre la inserción de las Iglesias reformadas en la
Iglesia romana que se lleva a cabo mediante la conversión de sus cabezas, a las que después se someten las comunidades”. Legalmente se
me considera y tiene como “cabeza” de ésta Iglesia Católica Mexicana,
que para mí resulta un yugo suave y una carga ligera pues lo tuve que
aceptar casi como acepté nacer, o sea: “Me sedujo y me dejé seducir,
es más fuerte que yo y me venció” (Jer. XX,7); disponiéndome desde
antes que tuviera conciencia o uso de razón diciendo a diario: “Hágase
tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. Sé que encabezo un oficio
de servidor en el que si no sirvo: para nada sirvo. No puedo aceptar
más conversión que la que implica mi condición humana cristiana religiosa sacerdotal, que no permite irse a los extremos ni de la derecha ni
de la izquierda manteniéndome en dirección de la consecución del último fin, en donde es crucial “estar alerta”, velar y orar para no caer en la
tentación de darse uno por vencido, sin antes esforzarse y luchar para
perseverar hasta el final en su santo servicio. El día de mi bautismo fui
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CONVERTIDO en cristiano para siempre, por la gracia de Dios que liberalísimamente, la posibilidad o contingencia de ser y existir la hizo realidad en mí, obrando mi CONVERSIÓN de la “nada” al “ser humano”; El
día de mi confirmación fui CONVERTIDO en “soldado de Cristo”, miembro efectivo de la Iglesia Militante con un seguro de vida eterna si me
mantenía fiel en la milicia de Cristo que con el carácter sacramental me
remarcó como miembro suyo; El día de mi Ordenación Sacerdotal, obró
una CONVERSIÓN extraordinaria, pues rebasa la raya de lo natural al
convertir al consagrado a su servicio, en el servicio a su Iglesia, en la
que a veces no sólo lo representa como cuando absuelve los pecados
diciendo: “Nuestro Señor Jesucristo te perdone, y YO CON SU AUTORIDAD TE ABSUELVO DE TODOS TUS PECADOS “In quantum possum
et tu índiges etc.”; sino que obra EN PERSONA SUYA: ¡EN LA PERSONA DEL OMNIPOTENTE, EN LA PERSONA DEL SANTO DE LOS SANTOS, EN LA PERSONA DE AQUEL POR QUIEN FUERON HECHAS TODAS LAS COSAS, Y POR QUIEN VIVE TODO HOMBRE QUE VIENE A
ÉSTE MUNDO. No hay CONVERSIÓN mayor que ésta, el máximo don
que puede recibir un varón bautizado y, por supuesto que no hay mayor
exigencia y responsabilidad, y también gracia tan grande, que si no se
es fiel y persevera hasta el final: MÁS VALDRÍA NO HABER NACIDO
(Mt. XVIII, 7); como “la sal que cuando pierde su sabor, pierde su valor:
para nada sirve” (Mt. V, 13 ). Uno se pregunta, ante la majestad, grandeza y dignidad del Orden Sacerdotal, ¿Por qué Dios puede permitir que
alguien como uno, pecador entre los primeros, reciba la consagración
sacerdotal? ¿No es Él quien dice: “No deis las perlas a los puercos,
pues después de trompearlas se volverán contra vosotros para destrozaros? (Mt.VII,6 ). O sea, Beatísimo Padre, yo no puedo aceptar que al
buscar vuestro amparo, protección o cobijo se interprete o tome como
una CONVERSIÓN, pues precisamente por no ser un desertor, hereje o
apóstata, con un llamado imperativo extra, la misma fidelidad a la Santa
Iglesia por mi condición religiosa sacerdotal: me obligó a una separación material de quienes estaban o están formalmente no sólo separados, sino en contra de la Iglesia des-edificándola….No se puede resucitar un vivo. ¡ Parece que la única y segura CONVERSIÓN que me falta
es la que cada principio de cuaresma leemos o decimos: “Acuérdate
hombre que eres polvo y en polvo te convertirás”! . Y CON LA MUERTE
TERMINA EL PROCESO DE CONVERSIÓN A DIOS.
En nuestras manos está ahora hacer que lo que se CONVIRTIÓ en
Carne y Sangre de Cristo se CONVIERTA en el medio que obligue y facilite la CONVERSIÓN de obispos y sacerdotes que han hecho una diversión de la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, de la Comunión,
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de su ordenación y consagración, de su profesión y de todo cuanto mira a su condición pastoral en la Institución meramente espiritual de la
Iglesia a la que consagraron su vida para amarla y servirla. De Vos depende en mucho que se logre la CONVERSIÓN de la Iglesia de ahora a
la Iglesia de antes, la Iglesia de siempre. Vos lo sabéis: “...Sabemos que
jerarquía, decís, no significa dominación sacral, sino origen sagrado,
servicio jerárquico en fidelidad a su origen, que es sagrado, y no disposición y decisión autónomas”. Y también afirmáis que: “El Magisterio
eclesial y, en general, el ministerio en la Iglesia no es “caudillaje” en el
sentido del dominador iluminístico, que se sabe en posesión de la razón mejor, la traduce en órdenes y cuenta con la obediencia de los súbditos, quienes deben aceptar su razón y sus decisiones como una disposición querida por Dios para ellos”. Y, ¿No es eso lo que hemos visto
y sufrido siempre en la Iglesia católica romana? ¿No somos nosotros la
prueba viva que padece la tiranía de esos “caudillos divinos” que se
creen y sienten dueños de la Iglesia? ¡Dictadores que cuentan con la
“obediencia” de los súbditos por instinto de conservación!. Los obispos ante vuestro Magisterio son discípulos que deben recordar o
aprender que “La premisa fundamental del ministerio episcopal es la íntima comunión con Jesús, es estar con Él. El obispo ha de ser el testigo
de la Resurrección, - AVALADA POR EL MILAGRO EUCARÍSTICO: PUES
SI CRISTO NO ESTUVIERA VIVO, NO PODRÍA DEMOSTRAR AHORA
QUE LO QUE DIJO ES ABSOLUTAMENTE CIERTO : “ÉSTO ES MI
CUERPO” (Mt. XXVI, 26); PUES LOS MUERTOS Y, QUIENES NO EXISTEN NO PUEDEN ACCIONAR - o sea, ha de permanecer en contacto con
Cristo Resucitado. Sin este íntimo “estar con” Cristo, se convierte en
un simple funcionario eclesiástico, pero no en testigo, no en sucesor de
los Apóstoles”. ¿Aceptaréis ser sucesor del desgraciado Benedicto IX,
o del infeliz Alejandro VI? ¡Sois Sucesor de San Pedro no de Juan Pablo
II, ni de ningún otro que no sea Santo!.
Nosotros hemos buscado la reunificación dirigiéndonos a quien corresponde “la subsanación” canónica de nuestra posición y situación
dentro de la Iglesia Católica, llegando incluso con el Nuncio Apostólico
en México; subsanación que sería “In radice”, puesto que el problema
fue causado o provocado por la misma autoridad, a raíz de su arbitraria,
injusta y hasta absurda actuación y reacción ante el Milagro de la Santísima Hostia Sangrante....
Mas, ¿Qué clase de unidad hay ahora entre superiores y súbditos
eclesiásticos? Que por encima de todo, cuidan escrupulosamente las
lineas DIVISORIAS de sus jurisdicciones territoriales.
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¿Qué dirán éstos de lo que Vos decís?:
“...Una unidad formal desprovista de contenidos claros no es, en el
fondo, unidad alguna, y una simple conjunción de las instituciones no
es, en sí misma un valor. Una unidad así concebida se funda en el escepticismo común, no sobre la conciencia común. Se funda en la capitulación frente a la posibilidad de aproximarse a la verdad. Queda fuera
de dudas que una no pequeña parte de los cristianos de hoy piensa así
y que una parte de los superiores eclesiásticos obra sobre ésta base.
Pero es asimismo evidente que de esta manera no caminamos hacia la
unidad. En este punto, yo querría volver a plantear la cuestión acerca
de la autoridad en la Iglesia. Una autoridad que sirve a la verdad, como
debería ser una autoridad en la Iglesia fundada en el Sacramento, es
una autoridad de obediencia. Una autoridad fundada en el escepticismo, es una autoridad autónoma. ¿Y no habría que decir que, con frecuencia, precisamente aquellos que después del Concilio se sienten la
avanzada del progreso, con toda su crítica de la obediencia lo que hacen es presuponer e imponer como obvia la obediencia de los fieles,
PARA PODER HACER DE LA IGLESIA LO QUE A ELLOS LES PARECE
BIEN?”. (En México se dice: “hacen lo que se les hincha la gana”).
“...Así las cosas, ¿Qué es lo que hemos de hacer? Me ayuda
enormemente a responder la fórmula que Oscar Cullmann ha acuñado
para toda esta discusión: UNIDAD A TRAVÉS DE PLURALIDAD, A TRAVÉS DE DIVERSIDAD. Cierto que la fisura es mala, máxime cuando lleva
a la enemistad y al empobrecimiento del testimonio cristiano, pero si se
le extrae poco a poco el veneno de la hostilidad y si, en la recíproca
aceptación de la diversidad, desaparece el reduccionismo y surge una
nueva riqueza de escucha y comprensión, entonces la fisura puede con
el paso del tiempo convertirse en “FELIX CULPA”, antes incluso de
quedar del todo sanada… El problema exegético de la interpretación de
la misteriosa sentencia de Pablo: “ES PRECISO QUE AÚN BANDOS
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HAYA ENTRE VOSOTROS” (I Cor. XI, 19)...Lo que ocurre es que, si bien
las divisiones son primordialmente obra humana y culpa de los hombres, LATE EN ELLA, SIN EMBARGO, UNA DIMENSIÓN QUE RESPONDE A DESIGNIOS DIVINOS. Por ello, podemos transformarlas, sólo hasta cierto punto, con penitencia y conversión. Ahora bien, el que las cosas hayan llegado a un punto en el que ya no tengamos necesidad de
esa fractura y deje de tener vigencia el “es preciso”, es algo que toca
decidir por entero al Dios que juzga y que perdona. Siguiendo el camino
trazado por Culmann, lo primero que hemos de hacer es lograr unidad a
través de diversidad, es decir: Asumir lo que en la división hay de fecundo, desintoxicar la propia división y sacar de la diversidad cuanto
hay de positivo; naturalmente, en la esperanza de que al final la ruptura
dejará radicalmente de serlo y significará sólo una “polaridad” sin contradicciones. Pero cuando se va demasiado directamente hacia este último estadio, con esa prisa de quien quiere hacerlo todo por sí mismo,
entonces se ahonda en la separación, en vez de sanarla”.
Como os tengo dicho y probado, si bien es cierto que las divisiones son primordialmente obra humana, los clérigos y religiosas de la
Iglesia Católica Mexicana, en la conciencia que tenemos de que el mismo Jesucristo con el Milagro Eucarístico fue quien puso la raya DIVISORIA DENTRO DE LA ÚNICA Y MISMA CASA - LA IGLESIA -, como hace el buen padre de familia que separa o pone aparte a los hijos sanos
en un cuarto o recámara diferente, de la misma residencia, para evitar el
contagio con los hijos enfermos; o como lo hace el buen pastor separando o apartando a las ovejas enfermas para evitar del contagio a las
demás ovejas sanas. Así sucedió con nosotros: El Buen Pastor, Cristo,
nos colocó en diferente redil, razón por la cual nos denominamos
“Opus Christi” Obra de Cristo; como estamos Registrados en la Secretaría de Gobernación del Estado Mexicano. Por supuesto que han sobrado los “clerigallos” moralistas, intérpretes y exégetas de todo, dogmatizando en contra de ellos mismos y de sus defendidos por oficio, al
declarar que según sus apreciaciones teológicas: “El Milagro de la Santísima Hostia Sangrante no es cierto, porque la Eucaristía es el Sacramento de la Unidad”, y nosotros nos separamos de la Iglesia romana.
¡No se dan cuenta de que la Iglesia romana fue separada primero por
los obispos y sacerdotes de Cristo en la Eucaristía, simple y sencillamente acabando con Ella con sus asambleas y cenas protestantes; fuimos separados del grueso de los reales herejes y apóstatas. Aparentemente fuimos nosotros los separados de la Iglesia, pero los que vivían
la excomunión eran y son ellos. Es verdad que la Santísima Eucaristía
es el Sacramento de la Unidad, pero no con los mafiosos y desgracia26
dos de los que Cristo quiere salvarnos; es el Signo de contradicción
que deja al descubierto los pensamientos de los corazones; la Piedra
de tropiezo para los impíos; El que dijo que no vino a traer la paz sino
LA DIVISIÓN (Mt. X, 34 - 36). El hecho de que sean mayoría, para desgracia de la Iglesia y del mundo sobre los que atraen la ira divina; no
quiere decir que están en la Verdad. Dios destruyó a Sodoma y Gomorra
porque LA MAYORÍA estaba ya desahuciada en la corrupción, perversidad y degeneración, librando de la aniquilación sólo a la familia de Lot
(Gén. XIX, 12 - 29 )…. ¿ Por qué siendo doctores en asignaturas religiosas, maestros de la doctrina cristiana, no las entienden, no las creen o
deliberada y perversamente la tergiversan y la aplican con acepción de
personas según las exigencias de sus intereses personales o de grupo? A nosotros, por la Infinita Misericordia de Dios y gratuitamente, nos
tocó en esa división estar del lado de Cristo como “Un Bando de su
Iglesia”, separados de “La Banda del Papa” Juan Pablo II a quien tomaron como estandarte y bandera para facilitar y disimular su infidelidad y
traición a la Iglesia y al mismo Papa. O sea: ellos estaban con el representante que todo mundo veía y victoreaba, y nosotros con el Representado a quien naturalmente no se ve y por lo mismo es fácilmente ignorado e impunemente injuriado. VUESTRA SABIDURÍA, BEATÍSI-
MO PADRE, DEFINE PROPIAMENTE NUESTRA POSICIÓN Y
SITUACIÓN DICIENDO QUE: EN NUESTRA DIVISIÓN, “LATE
UNA DIMENSIÓN QUE RESPONDE A DESIGNIOS DIVINOS”.
Estoy convencido de que teníais que llegar a donde estáis, Bendictus qui venit in nomine Domini - para que pongáis en
orden a todos los de la casa; quizá todavía Dios nos perdone y
salve a su Iglesia y al mundo del cataclismo final (Jonás III, 4 10), VOS PODÉIS COLABORAR PARA QUE ASI SEA. Vos no
podéis daros el lujo que yo me doy de cruzarme de brazos esperando a que caiga el maná del cielo o las codornices se
pongan al alcance (Ex. XVI, 4 - 8); porque, como os he reiterado varias veces: En este asunto me ha tocado hacer lo más fácil, únicamente “SEÑALAR”: “Éste es el Cordero de Dios que
quita los pecados del mundo” (Jn.I, 29) EN LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA. “ÉSTO QUE AHORA ES FÍSICA, MATERIALMENTE
CARNE Y SANGRE, ERA ANTES DE LA CONSAGRACIÓN HARINA DE TRIGO CON AGUA, PAN AZIMO”. ¡Este es el verdadero Pan bajado del cielo! (Jn. VI, 32 - 35); “El que coma esta
Carne y beba esta Sangre, vivirá para siempre” (Jn. VI, 52 - 54).
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AQUÍ SE VE QUE ESTÁ, PERO NO ESTÁ;
EN LA HOSTIA NO SE
VE PERO SÍ ESTÁ.
En aquel tiempo...el
distintivo de los cristianos era el amor:
“Mirad como se aman”
(Hech. I, 14; XLIV, 47;
IV, 32); Ahora es al revés: “Quien bien te
quiere te hará llorar”;
“Fui infiel, dicen ellas
o ellos, para darme
cuenta si de verdad te
amo; o para poder
constatar que de verdad me amas y, pasarás la prueba si me perdonas; pues nadie sabe el bien que tiene hasta que lo
ve perdido”. Necedades y necedades que dejan a uno aturdido y confundido
en las mismas o diferentes necedades. Tertuliano dijo: “Creo porque es absurdo”. O sea que ahora que se han multiplicado y crecido los absurdos,
¿Creería más? ¡Aunque digan que quiso decir que: “Dios se muestra precisamente de forma paradógica a lo que el mundo entiende, para así manifestar
mejor su divinidad” ¿A quién va a manifestarla, a los que no entienden?
¿Con absurdos?. En ese método de la contradicción y de lo absurdo en los
que ahora también los hombres “escriben derecho sobre renglones torcidos”
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remontándose hasta a los que armaron las reglas de la lógica diciendo que:
“Dos negaciones hacen una afirmación” y, de allí sacaron las deducciones
lógicas de los mismos absurdos, según la escuela, corrientes y vulgares dichos, como: “Satisfacción no pedida: acusación manifiesta”; “Dime de que
presumes y te diré de qué careces”; y ya da pavor hablar porque todo se mal
interpreta, todo se tergiversa, con la amenaza del terror: “Todo lo que diga
puede ser usado en su contra”; y si no dice uno nada: lo condenan por callar,
porque “El que calla otorga”. El ambiente en el que forzosamente vivimos está tan contaminado que aunque uno no quiera, tiene que ver a través del cristal en el que los otros miran, BUSCANDO SER ENTENDIDOS. Hasta el Papa
Benedicto XVI dice que : “Cuando uno insiste en ser creído apelando a la
conciencia y hasta jura el nombre de Dios para conseguirlo, se hace sospechoso, y lo que demuestra con los juramentos es que no cree en Dios”. El
problema nuestro es que, siendo ministros de la Palabra, nuestro oficio es
predicar, hablar a tiempo y destiempo, oportuna o inoportunamente, (II Tim.
IV, 2). Si yo me atrevo a hablar es constreñido por el deber y el concepto que
tengo de lo que es conciencia, por la definición que me enseñaron: “Juicio
próximo y práctico que emite la recta razón sobre la licitud o maldad de un
hecho a realizarse según las circunstancias en que uno se encuentre” Y
¿Qué puede decir uno, a quién se puede apelar para ser creído en este mundo descreído? El nombre de Dios no dice ya nada ni a los curas, ni obliga a
nada para los que no creen en Él. Ahora que todo es al revés, si es cierto que
el ateo práctico que jura por Dios es muy sospechoso, es tanto o más sospechoso que el que jura por los hijos que no tiene. ¿Será por eso que Nuestro
Divino Maestro nos enseñó a sólo decir: “Sí o No”, porque todo lo demás
viene del Diablo? (Mt.V, 33).
Dios sabe bien, que si estoy escribiendo todo esto es “con temor y
temblor”, creyendo que es Voluntad Suya. Temor y temblor ante la posibilidad de ser mal entendido por los destinatarios y por cuantos están detrás de
mí y, considero como los beneficiarios, a quienes debo de proteger y asegurar… ¡Por supuesto que entre éstos son más los que no deberían ni siquiera
chistar, ¿Con qué cara? Si no la han sabido dar como debían, sobrándoles
los peros y pretextos para posponer o resistirse a dar testimonio de su fe y
del amor que dicen tener a Dios. El tiempo les ha demostrado que en verdad
no se aman ni siquiera a sí mismos, y que son de aquellos que por querer
salvar su vida del “qué dirán”, de tener que negarse a sí mismos, de verse
perseguidos, difamados, calumniados, humillados; salvarse de la soledad, de
la maledicencia, de las excomuniones, etc., etc.; y asegurarse “la buena vida”
de comodidades, riquezas y placeres: LA PERDERÁN ETERNAMENTE. A lo
mejor, y Dios quiera que: POR LA HISTORIA DE LA INFAMIA SACRÍLEGA
QUE AQUÍ REFIERO reaccionen y se reivindiquen haciendo cada quien lo que
aún puede y debe hacer en bien de la Santa Iglesia con la que de modo extraordinario están comprometidos en su edificación, y sean de los que expe29
rimentando el gozo de una verdadera conversión, hagan valer para sí el: “…
¡Oh felix culpa qua meruisti videre in tempore Dominum tuum!,¡Oh feliz culpa
por la que mereciste ver en el tiempo a tu Señor!; y no sea estéril para ellos la
fecundidad del Milagro, y mucho menos: muerte la Vida.
La mayor parte de la Comunidad Católica Mexicana ha vivido siempre
LA TENSIÓN de la reconciliación, más que de la unidad superficial con la
Iglesia romana, que ya ni “aparentemente” vive la comunión con Jesucristo
como Cabeza de la Santa Iglesia, viviendo sí la desunión de la mayoría de
sus miembros con la máscara romana, en la que ser católico ahora significa
pertenecer a una gran organización en la que hay muchos preceptos morales
y muchos dogmas tan difíciles de entender y de aceptar, que ni los obispos y
sacerdotes lo viven. Y así aunque el cristianismo parezca un lastre pesado de
tradiciones e instituciones saben que en algún caso de necesidad pueden
verse ayudados, y se meten y tratan con sectarios, con psíquicos, astrólogos, quirománticos, charlatanes, curanderos, chamanes y brujos; buscando
siempre novedades que puedan hacer contrapeso a los problemas y dificultades sobre todo materiales y pasionales cuya solución, piensan, no la pueden encontrar ni en la fe cristiana, ni en la Iglesia, y en lugar de confesarse,
de limpiar a fondo el principio de todo mal librándose del alcance de los
enemigos del alma y de los espíritus malignos que vagan por el mundo para
su perdición: se hacen “limpias” con toda clase de menjurjes de lo más increíble en medio de rituales satánicos; y desde que vieron por televisión que
el día de la canonización del indio Juan Diego, ante los ojos de millones de
espectadores: le hicieron una “limpia” al mismísimo Papa Juan Pablo II, sintieron más gusto por la canonización de las limpias, que del Indio que seguramente también conoció las limpias. No son muchos los católicos mexicanos que realmente buscan respuestas a cuestiones vitales indispensables,
para una vida auténticamente cristiana católica, respuestas que proceden de
lo alto, servidas y administradas por obispos y sacerdotes, pues los hombres
sufren también hoy, quizá más que antes, y no les basta con la respuesta que
le venga a la cabeza al párroco o al “grupo de acción” que sea. La religión,
hoy como siempre, llega hasta el fondo de la vida de los hombres para tocar
allí un punto de absoluto. Por eso dice Benedicto XVI: “Cuando un párroco o
un obispo no se muestran mediadores de lo que es absoluto también para
ellos, sino que sólo saben ofrecer sus propias acciones, se convierten en
“iglesia ministerial”, y, por lo tanto, SOBRAN”. Y desgraciadamente éstos
son los más, pues el relajamiento de la vida religiosa sacerdotal impide, absolutamente la comunión con el Absoluto, así como la acción del Espíritu
Santo. Un calentador eléctrico si está desenchufado o descompuesto, es absolutamente imposible que caliente; un foco fundido o apagado, es imposible
que alumbre. Una acción de reconciliación real que presupone la íntima unidad entre la acción de la autoridad y la auténtica vida de fe de la Iglesia, ahora, resulta utópica, pues la columna vertebral tiene varias vértebras “disloca30
das” y por lo mismo está “imposibilitada” para ser punto de unión, de apoyo
y de fuerza, para sostener en pie a todo el cuerpo de la Iglesia. “Id primero en
busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mt. X, 6); “Buscad primero
el Reino de Dios y su Justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura” (Mt.VI,
33); “El buen juez comienza primero con los de su propia casa”. ¿QUIÉN VA
A QUERER UNIDAD CON QUIENES ESTAN DESUNIDOS? ¿QUÉ OBJETO
TENDRÍA SEMEJANTE UNIÓN CON QUIENES POR FALTA DE ELLA VAN DE
FRACASO EN FRACASO ACERCÁNDOSE A LA AUTODESTRUCCIÓN O AUTODEMOLICIÓN DE LA IGLESIA? PORQUE: “TODO REINO DIVIDIDO CONTRA SÍ MISMO QUEDA ASOLADO, Y TODA CIUDAD O CASA DIVIDIDA CONTRA SÍ MISMA, NO PODRÁ SUBSISTIR…” (Mt. XII, 25) Por eso a la autoridad
corresponde velar por la unidad que decidió Jesucristo para su Iglesia: “Padre, que sean uno” (Jn. XVII, 21); “Un sólo Pastor y un sólo Rebaño” (Jn. X,
16) UNA Iglesia Santa y, como tal: en donde priven las virtudes de la fe, esperanza, la fortaleza y caridad, no pudiendo faltar la dócil obediencia de los
miembros a la autoridad, sobre todo de cuantos la prometieron o juraron a
los legítimos superiores el día de su consagración al servicio de la Santa
Iglesia para ser testimonios vivos del misterio de Jesucristo. Se cuenta en la
Historia mexicana que antes de ahorcar al último Emperador Azteca, Cuauhtemoc, se acercó un misionero para auxiliarle hablándole del arrepentimiento
y del cielo, y Cuauhtemoc le preguntó al fraile, refiriéndose a los invasores:
“Y, ellos también van a ir al cielo? Y le contestó que sí. El Emperador le dijo:
“Entonces, yo no quiero ir al cielo”.
Los católicos mexicanos con espíritu nacionalista o patriótico, alimentado y fortalecido por el conocimiento de la Historia de México, en cuyas páginas más negras y dolorosas aparece el protagonismo de los eclesiásticos
romanos como promotores de dos guerras fratricidas en pro de los bienes
eclesiásticos y en contra del bien de la Iglesia Católica: vieron con muchísimo agrado a la Iglesia Católica Mexicana, como el remedio al mal mayor por
el que ha sufrido el Pueblo Mexicano, en nombre de Dios, atentando contra
su Independencia y Libertad, lesionando y minando la Soberanía Nacional.
Entre estos, no faltan, por supuesto, como en todo, los fanáticos oportunistas y trepadores de un lado y de otro. Nosotros, la clerecía mexicana, contamos con la sucesión de los Apóstoles de Jesucristo, que nos legitima y capacita para sostener y mantener la vida de la Iglesia Católica; pues los fundamentos esenciales son los mismos de la Iglesia católica romana de antes
del Concilio Vaticano II; su fundamento como Iglesia Mexicana también es
evidente, sin más. Su razón social es legítima, propia, justa, digna y, hasta
necesaria, que no puede confundirse ni en la globalización y mucho menos
en el sincretismo religioso. Políticamente, los católicos de la Izquierda y hasta los no católicos vieron y ven con “buenos ojos” a la Iglesia Mexicana; y
también los de la Derecha que conocen la Historia y qué es la Iglesia Católica, que creen y aman a la Patria…¡Pero la misma “prudencia política” los ha
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obligado a todos a estar al margen de su Iglesia, porque la mayoría de los
mexicanos que votan se siguen llamando católicos romanos, aunque lo católico sea como lo romano: puro nombre!. Lo asombroso es que por política
hayan llegado a traicionar sus principios liberales y todos los demás, llevándose entre los pies la Ley de Dios, las Leyes de la Constitución Mexicana,
con todo lo que éstas protegían, garantizaban, amparaban y aseguraban, haciendo trizas de los Derechos Humanos. No cabe duda que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Otros relacionados con la Iglesia Católica
Mexicana, son las Iglesias Católica Nacionales, las Iglesias locales o particulares de diversas partes del mundo. En principio, la relación es naturalmente
sobrenatural por ser miembros de un mismo Cuerpo en el que la Cabeza es la
misma, Jesucristo Nuestro Señor, por cuyo poder y señorío circula en todos
y por todos los miembros la gracia santificante que hace partícipes activa y
pasivamente por y en cada uno de los bautizados la Comunión de los Santos,
incluida, por supuesto, por algunas de esas Iglesias como nosotros, nuestra
Madre la Iglesia Romana, independientemente de las diferencias y causas de
la separación, división o alejamiento de unas y otras, sobre todo de la Iglesia
romana, con la que tienen que enfrentarse todas por verse atacadas y perseguidas por ella, indiscriminadamente, cuando no todas tuvieron o tienen el
mismo motivo para independizarse o vivir independientemente como la Iglesia China que para subsistir tuvo que serlo dentro del marco político nacionalista; Inglaterra dominada por la realeza que se impuso sobre el clero inglés por su rebeldía al Papa; así como otras por diferencias doctrinales con
el apoyo de autoridades civiles que se beneficiaban o benefician al liberarse
de la prepotente influencia política y social del la Iglesia romana; casi todas
obligadas por la experiencia y conciencia históricas, para librar a las respectivas naciones de ser intervenidas en su Soberanía, amenazando su Independencia y Libertad como en el caso de México con respecto a la Iglesia Católica Mexicana “de ahora” CUYA ESENCIA ES LA DE LA IGLESIA CATÓLICA
ROMANA “DE ANTES”. También están las de los vivales, las de los hijos de
las tinieblas que han aprovechado la confusión, la ignorancia, el fanatismo
de las gentes; apoyados para su justificación en el embrutecimiento, la perversidad, vileza, herejía, apostasía, infidelidad, y toda la letanía de las miserias humanas de la Iglesia romana inmersa en toda clase de abominaciones.
¡Por supuesto que entre esos grupos, existen “grupúsculos” de gentes que
nada tienen que ver con lo realmente cristiano y católico, y peor todavía, en
contra de los principios cristianos y católicos; dirigidos y engañados por
desquiciados y locos, que regularmente son despechados y desechados de
la Iglesia romana, sin más convicción que asegurar su “modus vivendi” en el
ejercicio de su caprichosa y obsesionada vocación, verdaderos enemigos de
la Santa Iglesia Católica, cobijados por los Derechos Humanos y La Libertad
Religiosa. ¡Claro, que pueden hacer lo que les venga en gana, PERO LO QUE
NO PUEDEN NI DEBEN ES LLAMARSE “CATÓLICOS”, PORQUE DE VERDAD
Y REALMENTE NO LO SON; no caben dentro del concepto generalizado y
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canonizado de lo “católico”; porque está visto que no creen en Dios, ni
aceptan a Cristo y a su Iglesia con todo lo que esto implica!. Pero para poder
circular fácilmente entre católicos “abandonados”, “escandalizados” y “despechados” también en contra de los romanos, les es necesaria “la etiqueta”
de “católicos”, pues para pegar bien en su ministerio “pastoral”, requieren
del aval oficial de la catolicidad y el episcopado para estar a “la altura” del
Obispo de Roma y la de los obispos de sus respectivas naciones que no
pueden negar, sin atentar en contra de ellos mismos, la validez de sus consagraciones, como es el caso de la Sucesión Apostólica, del Obispo Romano
Carlos Duarte Costa que ha sido proliferada por todas partes, IRRESPONSABLEMENTE, en gentes sin escrúpulos, tirando las perlas más finas a los
puercos (Mt. VII, 6). La Iglesia católica romana tiene todos los medios y la
gente capaz, para demostrar que muchas de esas “ordenaciones” son sin
duda alguna “inválidas” a todas luces, obligados y movidos por la caridad y
el deber que tienen de velar por la seguridad y bien espiritual de los engañados feligreses y hasta de los mismos fraudulentos, estafadores y desgraciados engañadores a quienes se les detendría en su vertiginosa carrera de
condenación eterna, pues es un deber cristiano: “Corregir al que hierra”, sobre todo cuando sus hierros están condenando a las ovejas del Rebaño de
Cristo, teniendo en cuenta que “la salvación de las almas es la suma ley.
¿Por qué son inválidas a todas luces? Por defectos esenciales “in radice”
como lo son simple y sencillamente las intenciones tanto del ministro y sujeto de la ordenación; como Vgr.: la ordenación de Adán Camargo Melo, sí,
hermano mío de sangre, quien con la intención manifiesta de hacerse de una
“entrada económica extra” para solventar sus necesidades materiales, logró
que Nestor Guijarro “lo ordenara” manifestando éste su intención espuria y
vil diciendo que lo hacía para Ch&/$% -,?¿¨# (molestarme) a mí. ¿Puede Dios
avalar una farsa que tiene como causa y objetivo la destrucción de su Iglesia
Una, Santa, Católica y Apostólica? ¿Puede armar a alguien para que lo ataque a Él mismo? El Sacramento del Orden Sacerdotal fue instituido por Nuestro Señor Jesucristo para edificación de su Santa Iglesia, no para su destrucción. Sobran pues los hijos bastardos del hijo pródigo, simoniácos y desgraciados demoniácos, que no saben ni quieren saber lo que es disciplina ni leyes ni principios; para acabar pronto: que no tienen ni pizca de temor de Dios
y no les importa la salvación de sus almas, y muchísimo menos la de sus seguidores o engañados clientes o marchantes.
Dice el Papa Benedicto XVI: “...En la misma Iglesia Católica hay
también profundas rupturas, tanto, que a veces da la impresión de que
en ella convivan dos iglesias, una junto a la otra”… En el interior de la
Iglesia se siguen apreciando movimientos de desunión. ...Lo que realmente importa es que siempre tengamos presente lo esencial. Que cada
cual procure huir de sus propias sombras e intente acercarse al auténtico núcleo de la fe…”. ¡Y éste núcleo es el mismo Cristo en el Santísi33
mo Sacramento de la Eucaristía!. “...Lo que realmente ha sido definido
como una auténtica expresión de fe, como “Dogma”, no puede ser después falso ni equivocado: esto mismo también sucede en la ciencia, en
la que lo reconocido válido, permanece como tal, aunque, quizá después, se coloque en otro contexto y aparezca con un cambio en su significado. Lo mismo acontece aquí. La verdad sigue siendo verdad
siempre”.
Por tanto, no deben ver en la Iglesia Católica Mexicana, contrarios ordinarios, ni tratarnos como enemigos ordinarios, porque
“si lo somos”, será en tanto y cuanto “los romanos” son contrarios y enemigos de Cristo y de su Santa Iglesia. Nuestra condición
cristiana católica no puede ser interpretada, encasillada, calificada o “traducida” como dominio de la apariencia - por el orgullo o ansia de gloria - en el
que el hombre no actúa ya según la realidad, sino de acuerdo con la opinión;
no juzga ya sus acciones según lo que es realmente válido, sino según lo
que es apreciado por la opinión pública. La apariencia suprime el ser, cancela
la verdad, se convierte en criterio de medida universalmente aceptado. El
hombre vive para aparentar, y de este modo su vida se convierte en una vida
aparente. Y YO, HE TENIDO QUE APARENTAR QUE SOY ENEMIGO DE LA
IGLESIA ROMANA; COMO APARENTÓ ABRAHAM SER HERMANO DE SU
MUJER (Gén. XII, 11 - 13); AUNQUE TODOS NOTAN “MI ACENTO GALILEO”
(Mt. XXVI, 73), a tal grado que el mismo Obispo Coadjutor, Mons. José Roberto Alvarez Barajas me lo ha hecho notar varias veces, hasta que constreñido
por su propia conciencia: el día 25 de abril del 2005 me dijo: ¡”OJALÁ, QUE
ALGUNA VEZ SE DEJE “PERDER” EN BIEN DE LA IGLESIA”!. ¿O sea que he
abusado de la Verdad que tenemos, confiado absolutamente en la seguridad
que da y es ella misma? Parece que sí, porque sólo he defendido la Verdad
del Hecho Santísimo de la Sagrada Hostia y, tocado el asunto crítico y desolador de la Iglesia Católica Romana, cuando nos hemos visto atacados por
gente de ésta; o sea, solamente en defensa, obligado por reales ataques prepotentes, alevosos y ventajosos de verdaderos enemigos, en una lucha injusta y absurda por fratricida, así como desigual por su “poder invencible” que
no ha podido ni podrá jamás contra el Poder de Dios, como está probado y
comprobado durante los treinta años pasados (1978 - 2008) en que ni en
contubernio con las autoridades federales pudieron contra nosotros, QUEDANDO DEMOSTRADO EVIDENTEMENTE POR ESO MISMO: QUE NO ESTABAN LUCHANDO CONTRA NOSOTROS, SINO CONTRA EL MISMO DIOS (Hch.
V, 38 - 39). Y si la Libertad está relacionada con la Verdad, y una y otra se pertenecen mutuamente, pues el valor de la Libertad no existe en donde no se
da la Verdad, y la Verdad no se afirma mas que en virtud del valor de la Libertad. La franqueza consiste en decir la verdad a un mundo e Iglesia dominados por la apariencia, aunque ésta franqueza se convierta en oposición
34
(I Tes. II, 2), ya que la Verdad no peca pero incomoda. Cuando tenía trece
años de edad, oí decir en el seminario al Obispo Mons. Manuel Yerena y Camarena: “Yo no quiero sacerdotes castos, sino cautos”, ¡Había que refinarse
en las apariencias, para no dar escándalos! Eso fue hace medio siglo, Cómo
será ahora que hay Internet, y de: “internet neque Ecclesia” (léase internis) o
sea que de las cosas internas no puede juzgar ni la Iglesia. Dice el Papa Benedicto XVI: “...EL PAPA NO ES EL ÓRGANO CAPAZ DE PROCLAMAR UNA
IGLESIA DIFERENTE, SINO EL DIQUE DE CONTENCIÓN FRENTE A LA ARBITRARIEDAD”. Y ésto es lo que demandamos en nombre de Dios que lo ha
puesto al frente de la Iglesia romana, para que se salve y asegure en ella lo
que aún puede salvarse, y sobre todo contenga ya la arbitraria, absurda e injustísima agresión y persecución en contra nuestra, la que después de treinta años ya sistematizaron, sin tomar en cuenta que quienes los han oído atacarnos por tanto tiempo, incluida la Prensa, tienen que llegar a la conclusión
de que su persistencia es la prueba de que el pueblo ya no les cree ni confía
en ellos, pues tienen fama de fratricidas y de que a los que odian los persiguen hasta después de muertos con la difamación y la calumnia; y muchos,
apoyados en el dicho que dice: “Cuando el río hace ruido es porque agua
lleva”, han constatado por sí mismos, por interés unos, y los más por curiosidad, que lo que dicen con tanta saña y prepotencia es mentira. Escandalizados, por supuesto, de que los que predican: “No levantarás falsos ni mentirás”, lo hagan en la misma Casa de Dios y dentro del culto religioso en contra de los mismos hermanos porque defienden un Hecho Milagroso que demuestra la Verdad y Realidad de lo que los romanos predican como “recuerdo”, “símbolo”, “memorial de la cena”. Además, se preguntan: ¿Por que no
dicen nada en contra de los verdaderos enemigos de la Iglesia? ¿Por qué no
previenen o prohiben el contacto con los testigos de Jeová, mormones y protestantes de tantas denominaciones, que constantemente están acosando a
la feligresía? Ésta tiene hambre de la Verdad: de Cristo; tiene sed de Vida y,
ésta, está en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, “Dadles de comer
vosotros”; “Caminad mientras tengáis luz” (Jn. XII, 35). ¡Adelante! La meta
está cerca y para alcanzarla se debe perseverar hasta el final, los últimos pasos son definitivos, determinantes. Que tenga en cuenta Benedicto XVI todo
cuanto creyó, defendió y expuso en sus escritos .
“VIENDO JESÚS TAN GRAN GENTÍO SE
CONMOVIÓ…Y CURÓ A LOS
ENFERMOS” (Jn.XIV,14). “Si anduviereis en mis preceptos y guardareis mis
mandamientos y los cumpliereis…, perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán delante de vosotros… ¡Cinco, perseguiréis a cien de los extraños, y cien
a diez mil de ellos!...Os miraré y os haré crecer y multiplicaros… andaré entre
vosotros y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo” (Lev. XXVI, 3 y
ss.). Se va despacio cuando sobra tiempo, cuando se es niño o cuando hay
que tantear ya los pasos. Cuando nos empuja Dios, no hay obstáculos que
puedan cortar el avance. ¡Ay de los corazones tibios y de las manos flojas!
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¡Ay del corazón cobarde! En el día de Yavé, en el que “las obras serán descubiertas por medio del fuego” (I Cor., III, 13), los indiferentes y los cobardes
que no quisieron tomar parte en la contienda recibirán el castigo duro de los
infames. “¡Valor! No temáis…” (Is.,XXXV, 4); ¿Qué perdería Benedicto XVI y la
mayoría de los cardenales y obispos ancianos? ni siquiera tiempo, porque el
que ya tienen ES GANANCIA para ganar la eternidad: haciendo lo que más
les conviene hacer ahora, dándole a Dios lo que es de Dios. A mí se me llamó
oficialmente desde el 9 de julio de 1966 :PRESBITERO - anciano - AHORA LO
SOY REALMENTE, sin haber conquistado la Sabiduría que debería ir de la
mano con la ancianidad, con la TERCERA EDAD y, “a la tercera es la vencida”. Por ésto, “neciamente”, me he dejado invadir de la preocupación por el
futuro de la Iglesia Católica Mexicana así como de la custodia del Milagro de
la Santísima Hostia Sangrante, que Dios ha querido mantener y conservar física y milagrosamente hasta el presente. Digo: “neciamente” porque debo de
confiar hasta el final en el Poder de Dios y en su Libérrima Voluntad, y no va
a suceder más que lo que Él quiera o permita. Pero como no quiero caer en
“la fatalidad” dejándolo todo en las manos de Quien se puso en las nuestras,
aceptando la “predestinación” irresponsable e inconsciente, de los que quieren que Dios lo haga todo... ¿Por qué entonces son condenados quienes no
trabajaron los talentos que se les confió y, en vez del corazón que recibieron
le devolvieron una piedra? ¿No fueron echados de la viña los trabajadores
infieles para arrendársela a otros que la trabajaran? ¿No al que mucho se le
da, mucho se le pedirá? Por lo que dice San Agustín: “El que no necesitó de
tI para crearte SÍ NECESITA DE TI PARA SALVARTE”. CRISTO NO SE DEJARÁ
MATAR, HASTA QUE LLEGUE SU HORA, Y PABLO NO SE DEJARÁ AZOTAR
SIN MÁS NI MÁS (Hech. XXII). El hombre que quiere cosechar: tiene que
sembrar; el que quiere alcanzar y triunfar: tiene que perseverar; el que quiere
encontrar: tiene que buscar; el que quiere salvarse: tiene que negarse a sí
mismo, tomar su cruz de cada día y seguir a Jesús; el que quiere salvar su
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vida: la tiene que perder por la causa de Cristo...porque dando es como recibimos y obrando justamente alcanzaremos Misericordia por justicia. O sea:
tenemos que cooperar, corresponder, aprovechar y reaccionar ante la gracia
que se nos brinda echando a andar la memoria, entendimiento y voluntad;
haciendo valer la fe, la esperanza y la caridad. Y para eso, se nos dio la Libertad como base de méritos o de culpas, según se elija el bien o el mal. Si cada
quien hiciera lo que puede y debe hacer, sin fijarse en lo que los demás hagan o dejen de hacer: “otro gallo nos cantaría”. La masa condesciende con
todo aquello que no merma su orgullo o su interés personal.
Al principio me vi obligado a tener que andar escondiendo a la Santísima Hostia de un lado a otro. Pero nunca pensé que pasarían treinta años y
la iba a seguir viendo exactamente igual que entonces, como se aprecia en
éstas fotografías. ¡Lo que se ve como harina, el microscopio y análisis dijeron que es Carne y Sangre, y que los almidones de la harina no existían!.
El 14 de junio de 1978, decía el Arzobispo Primado Ernesto Corripio
Ahumada:“...FUI INFORMADO DE TODO LO HECHO POR EL ILMO. SR. OCTAVIANO VALDÉS, PRO VICARIO GENERAL. AHORA ME PLACE CONFIRMARLO, PUESTO
QUE TODO FUE EJECUTADO CONFORME A LAS DISPOSICIONES DE LA IGLESIA.
CON GUSTO TAMBIÉN ACCEDO A LA PETICIÓN DE USTED, DE QUE SE PROCEDA
A UN NUEVO EXAMEN, ESPECIALMENTE PARA DETERMINAR SI EL HECHO DE LA
NO-DESTRUCCIÓN DE ESE MATERIAL PUEDA TOMARSE O NO COMO UN HECHO
¿Qué diría ahora, después de treinta años,
que sigue igual que entonces, después de haber estado la
Santísima Hostia durante tres meses y medio dentro del
agua?
SOBRENATURAL”.
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POBRE OBISPO ENVEJECIDO
ENTRE LA INTRIGA Y EL MAL,
POR EL JUICIO QUE LE ESPERA;
Y A QUIEN MEJOR LE VALIERA
NO SER NUNCA CARDENAL
O JAMÁS HABER NACIDO.
✤
EN EL AGUA DE ESTE VASO
AHOGÓ CRUEL Y CRIMINAL
A OVEJAS Y A CORDEROS,
POR SUS BIENES PASAJEROS
ENTREGÁNDOLOS “AL MAL”,
POR NO HACER DE CRISTO CASO.
✤
QUE LE TOME EN CUENTA CRISTO
QUE GRACIAS A SU TORPEZA
Y DUREZA DE CORAZÓN,
COMO PASÓ AL FARAÓN:
TRAIGA A LA IGLESIA GRANDEZA
¡COMO NUNCA SE HA VISTO!.
✤AMÉN.✤
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Mi necia preocupación, lo es: vista a través del cristal cristiano, desde el
ángulo de la confianza en Dios que nos manda “no preocuparnos por el día
de mañana - que puede hasta no llegar - pues a cada día le basta con su propia carga, con sus propios afanes y trabajos”(Mt.VI, 34) ¿Por qué echárselos
encima al día de hoy, al presente, haciéndolo insoportable?. Pero vista a través de los criterios humanos en los que vale la lógica, la memoria histórica,
lo posible o contingente, la misma desconfianza y los reflejos condicionados:
es justa y con razones de sobra tantas, que la despreocupación se traduciría
en manifiesta o evidente temeridad. “¿Quién edifica su casa sin cimientos,
sobre la arena?”(Mt.VII,24-27) “¿Quién sale a la batalla con diez soldados para enfrentarse a veinte mil?” (Lc.XIV, 31-33) “ Mientras es de día (o estás vivo)
y vas con tu adversario, ponte de acuerdo con él por el camino, no sea que te
entregue al policía y éste al juez que te meterá en la cárcel. Yo te aseguro que
no saldrás de allí hasta que no hallas pagado hasta el último centavo” (Lc.
XII,58). Etc., etc.
Muchos cristianos, la mayoría, no han entendido lo que es el Cristianismo. Éste, no se ha apoderado de nuestras vidas, no nos a “convencido”
por entero. Hay un corte profundo entre las relaciones que mantiene un cristiano con su Dios en la iglesia y las que guarda con sus semejantes en el
camino o en su casa. No contamos con Cristo más que en los apuros. Y eso
hace que se lleve una vida doble, sin unidad, dispares, incongruentes, cada
una montada sobre principios distintos, que ha hecho decir a las mismas
personas “consagradas”, oficiales de la religión que: ellos son sacerdotes en
la iglesia y en el altar, y fuera de allí son como cualquiera. ¿El médico sólo es
médico en su consultorio? ¿El profesor, solo sabe en la escuela? ¿El abogado y el juez sólo los son en los tribunales y juicios? ¿El Presidente sólo en el
Palacio Nacional? ¿El Papa sólo en el Vaticano? ¡Con razón los esposos tan
sólo lo son, y no todos, sólo en su casa, y fuera de ella son adúlteros, habiendo quienes lo son también en su misma casa con sirvientes o parientes!.
Son dos frentes de lucha que acaban por desalentar al más esforzado. Una
religión muerta y una vida sin Dios…¿No es repugnante éste contraste?. Entienden un Cristianismo caprichoso en el que van a la iglesia “cuando les nace”, pero no un Cristianismo influyente en la vida pública y privada de los
hombres. Entienden a los cristianos más celosos que frecuentan los templos,
pero apenas se figuran a esos mismos hombres ambientando con sentido católico la política, la enseñanza, la economía del país; pues todos desfachatada y cínicamente confiesan “a los cuatro vientos” que son católicos pero “no
practicantes”. ¡Son abstemios pero se emborrachan; estudiantes pero que no
saben, porque no estudian; escritores pero que no escriben; diestros pero
siniestros; humanos pero bestias; médicos pero asesinos; policías pero asaltantes o secuestradores; honestos pero deshonestos; con “el Jesús en la
boca” y el Diablo en el corazón; hijos pero jíjos … Toda una ralea de envilecidos, perversos, mezquinos, desalmados y desgraciados que han hecho de su
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vida “un papalote”, de su casa una guarida, de la Iglesia un teatro del absurdo y de Dios una burla absoluta!
Entienden un Cristianismo despojado de relaciones sociales, aislado
de las profesiones, limitado a “interioridades”, como escuela de formación
para niños y consuelo de viejos decrépitos y viejas sin quehacer. Y más vergonzoso aún es encontrarse con personas que utilizan los privilegios de la
vida sobrenatural para dispensarse de las obligaciones del deber humano. La
gente está ya harta de los que ostentan pomposamente el título de hijos fieles de la Iglesia en beneficio de sus intereses personales. ¡Apoyarse en la
Iglesia para subir un escalón en la vida civil! ¡Qué vergüenza! ¡Qué asco!…,
como por sí mismos no tienen ni prestigio ni autoridad, manejan nombres y
cosas de Dios para hacerse respetar, como los “mayordomos”. No ven, no
quieren ver que están desprestigiando a la sociedad más santa. Los católicos
han de servir a la Iglesia, pero jamás servirse de ella. Por supuesto que nada
de eso es el Cristianismo. Para eso no pudo bajar Cristo a la tierra, pues tales
maneras de vivir con la Iglesia las pudimos inventar fácil y sencillamente los
hombres, y la Iglesia es una Invención Divina. Por todo esto y mucho
más: Cristo lo remueve todo desde
la base o fundamento esencial o vital
de la fe Cristiana Católica, en Él
mismo en el Santísimo Sacramento
de la Eucaristía, manifestándose de
tal manera que dé “Certeza Absoluta” de su presencia real y verdadera
que sostiene, mantiene y alimenta la
realidad de los valores humanos y
divinos que hay en el hombre de fe y
buena voluntad. ¡Y por eso realiza
UN MILAGRO con la capacidad o alcance para dar o revivir la fe y activar la voluntad hacia el Sumo Bien!.
Que por lo visto hasta ahora, después de treinta años, lo sembró entonces para que lo cosechen futuras
generaciones que con el tiempo se
irán regenerando para darse oportunidad de vivir realmente como humanos e hijos de Dios; porque los de
ahora ya ni un Milagro puede hacerlos reaccionar y se conforman con
ver al Papa y echarle vivas mientras
se siguen muriendo para Dios, matándolo en sus hijos.
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Presentan ofrendas al Representante, pero son incapaces de ofrendar la vida
de sus hijos al Representado,
a Jesucristo a quien llamamos Nuestro Dios y Señor,
cuando realmente somos anticristos y anticristianos.
El Milagro de la Santísima Hostia Sangrante debe
ser la cuña que hay que meter en la Iglesia antes de que
se desplome totalmente; y la
Religión sea Vida. Haciendo
de nuestra vida corriente una
vida de cara a la Verdad, a la
Justicia y al Amor: de cara a
Dios; haciendo del trabajo:
una fuente de satisfacciones
en el tiempo y, un manantial
de méritos para la eternidad,
un tesoro en el cielo; de
nuestros padecimientos: la
bienaventuranza eterna.
Pero, ¿Cómo podría ser cuña
efectiva para una Iglesia en la que los obispos y sacerdotes se han hecho
una en la necedad de no querer ver El Hecho ni oír la Verdad sobre Él; cuando, injusta y absurdamente rechazan lo que no conocen porque no quieren
saber y comprometerse. Ésta es la portada del primer “Libro”, escrito a la
prisa y sin pensar, pues no cuesta ningún trabajo exponer las propias experiencias y presentar pruebas que no necesitan ninguna comprobación porque son hechos que hablan por sí mismos. Como decía Jesucristo: “Si no
creen en mis palabras, créanme por las obras que hago” ¡Pero hay que saber, conocer primero; pues nadie puede amar lo que no conoce ni interesarse
por ello, pero tampoco tiene ningún derecho ni siquiera para opinar, y mucho
menos para juzgar y condenar!. ¿Cómo se atreven a hablar en contra de lo
que no conocen y tiene que ver con la esencia de su ser y quehacer sacerdotal? ¡Así también predican sobre el Evangelio de Cristo que no conocen ni
aman! ¿Cuántas veces habrán hablado u oído hablar de la Casta Susana?.
“Los ascendientes de Corripio Ahumada, levantaron un falso que era motivo
de muerte a aquella mujer que por ser fiel no aceptó adulterar con los dos
jueces “ancianos” que abusaban de su autoridad cometiendo iniquidades: Y
“LA ASAMBLEA Y EL PUEBLO, LES DIÓ CRÉDITO, COMO ANCIANOS QUE
ERAN Y JUECES DEL PUEBLO; Y LA CONDENARON A MUERTE” (Dan. XIII,
41). ¡ Sólo porque eran “ancianos y jueces” les creyeron convirtiéndose en
42
cómplices y asesinos!. ...Y cuando la conducían al suplicio Dios hizo que un
joven llamado Daniel, a grandes voces comenzara a gritar diciendo: “ …¿TAN
INSENSATOS SOIS, ¡OH HIJOS DE ISRAEL!, QUE, SIN FORMA DE JUICIO Y
SIN CONOCER LA VERDAD DEL HECHO, HABÉIS CONDENADO A UNA HIJA
DE ISRAEL? VOLVED AL TRIBUNAL, PORQUE ÉSTOS HAN DICHO FALSO
TESTIMONIO EN CONTRA DE ELLA”. ...Y delante de todo el pueblo mandó
traer a los “dos viejos” por separado, diciéndole al primero: “ENVEJECIDO
EN LA MALA VIDA AHORA TENDRÁN SU MERECIDO LOS PECADOS QUE
HAS COMETIDO HASTA AQUÍ, PRONUNCIANDO INJUSTAS SENTENCIAS,
OPRIMIENDO A LOS INOCENTES Y LIBRANDO A LOS MALVADOS, A PESAR
DE QUE EL SEÑOR TIENE DICHO: NO HARÁS MORIR AL INOCENTE, NI AL
JUSTO”… Al segundo viejo le dijo: “...LA PASIÓN PERVIRTIÓ TU CORAZÓN.
ASÍ OS PORTABAIS CON LAS HIJAS DE ISRAEL, LAS CUALES POR MIEDO
CONDESCENDÍAN CON VUESTROS DESEOS; PERO ÉSTA HIJA DE JUDÁ NO
CAYÓ EN VUESTRA MALDAD”….¡Y la asamblea y el pueblo, poniendo en ejecución la ley de Moisés, mataron a los dos viejos! (Dan. XIII, 1 - 64). O sea que
ahora, los Presbíteros o viejos, son más necios, inicuos e impíos, pues se
atreven a condenar “a ojos cerrados” al real y verdaderamente Justo y Santo,
tan sólo para cubrir a los jefes, más viejos que ellos, en un acto de “solidaridad cristiana” o “de complicidad diabólica” en la que unos y otros se cubren
la cola. Siendo método infalible de seguridad personal el “conocimiento de
colas” pues: “si me la pisas: te la piso”; “si me hundes: te hundes conmigo”.
Este Libro de 209 páginas, tamaño carta, se Titula: Una Hostia Sangrante en México. LO QUE DIJO LA MITRA Y HECHOS Y PRUEBAS CIENTÍFICAS.
En ese año, 1979, por “miedo grave” a los “viejos”, ni siquiera me atreví a ser
explícito escribiendo en ves de la conjunción “Y” la preposición: CONTRA,
pues no es lo mismo decir: Lo que dijo la Mitra Y hechos y pruebas científicas que: Lo que dijo la Mitra CONTRA los hechos y pruebas científicas.
En la primera parte tiene: La aclaración a la Relación de los hechos y dichos,
presentada al Arzobispo Ernesto Corripio por su representante personal en el
Caso; de la página 13 a la 124; en la segunda parte : La refutación al Dictamen de parte mía de la página 125 a la 149. Por parte del Doctor Rafael Torija
Lavoignet, de la página 149 a la 169; en la tercera parte : La Refutación al Decreto del Arzobispo Primado de México, Ernesto Corripio Ahumada. Todo
fundamentado en Documentación oficial y con certificaciones del Notario
Público Número 37 del Distrito Federal Lic. Francisco Moreno y Miranda, con
las transcripciones de sus Actas Notariales, y fotografías.
El Arzobispo prohibió a su clero y feligreses que leyeran éste Libro. ¡PROHIBIDO CONOCER LA VERDAD!, que
intentamos hacer llegar a todas las parroquias personalmente y luego por correo certificado…
43
El segundo Libro, ya fue escrito “sin miedo” a los “viejos”,
sino con miedo a Dios si no
decía lo que tenía que decir en
defensa de Su Verdad y de la
Santa Iglesia Católica, contestando a las calumnias de los
serviles del poder de los jerarcas eclesiásticos. Exponiendo
la Verdad a la luz de las pruebas que la declaran y justifican, así como a la de la Doctrina Cristiana Católica y de
las leyes humanas, como la
que da la experiencia histórica
eclesiástica, nacional y universal; y la de la evidencia del
medio ambiente social y político de nuestro tiempo.
En representación del
Señor Cardenal y Arzobispo
Primado de México: el Prelado
Honorario del Papa, Mons.
Jorge Durán Piñeyro me demandó ante la Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal y luego ante la misma Procuraduría
General de la República, por las que obtuvo cuanta documentación se me pidió en ellas, negándonos el derecho de conocer los términos de la Demanda
que se nos había hecho, dejándonos, anticonstitucionalmente, en un completo estado de indefensión. Por supuesto que no procedió, porque las pruebas
presentadas demostraban a todas luces que las declaraciones de su Demanda eran totalmente falsas.
En cuatro páginas, el Prelado Honorario del Papa Juan Pablo II: regó
el veneno de la difamación y la calumnia con el título: CONSIDERACIONES
SOBRE LOS DOCUMENTOS QUE A LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA
REPÚBLICA PRESENTÓ FRAY JOSÉ CAMARGO MELO HACE UNOS DIAS. 20
de Marzo de 1984.
Las cuatro Páginas las contesté con éste Libro que consta de quinientas quince páginas, refutando cada una de sus acusaciones; buscando
que se hiciera el milagro de que los ciegos vieran y los sordos entendieran. Y
como el Papa Juan Pablo II estaba “de moda”, en el apogeo de su glorioso
Pontificado, UTILIZARON SU IMAGEN para enardecer en contra nuestra el
44
ánimo de los obispos, sacerdotes y feligreses romanos, metiéndoles en la cabeza que nosotros estábamos en contra del
“Santo Padre”. Con ésta premisa mayor ¿Cómo podrían creer
y aceptar el Milagro de la Santísima Hostia los que son más
papistas que Cristianos?. Siendo pues el Papa el arma con la
que se nos atacaba y el escudo
tras el que se “cubrían”, me vi
obligado a responderles dándoles en “la papada”, en los Representantes, y volviendo contra ellos el arma que utilizaban
en contra del Representado por
el Papa, Jesucristo. ¿Cómo se
revolcarían de rabia al ver que
nunca lograron echarme encima
al Papa, que tuvo conmigo delicadezas y señales paternales
llenas de ternura… como si conociera cuánto estaba padeciendo por ser fiel a Cristo y a
su Santa Iglesia, por ellos desgraciada.
“A RIO REVUELTO: GANANCIA DE PESCADORES”. Los reales
enemigos de la Iglesia Católica, aprovechándose de los escándalos que
con tanto ruido hacía la jerarquía del Arzobispado sobre el Milagro Eu45
carístico; además de las risas y burlas al mostrar a sus secuaces los
“dímes y dirétes” entre los “de la misma casa”: se reconfirmaban en
sus herejías al contar con los argumentos “teológicos” del Representante Personal del Cardenal Corripio que sostiene y afirma en la Gaceta
Oficial del Arzobispado de México que: “Aunque apareciera mila-
grosamente sangre en una Hostia,
esa sangre no puede ser la de Cristo
cuyo cuerpo se localiza en el cielo”.
¡O sea que lo de la Presencia Real y verdadera de Cristo con su Carne, Sangre,
Alma y Divinidad en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía es PURO CUENTO!. En la Universidad Autónoma de México hicieron circular un pequeño libro,
media carta, de noventa páginas, del
Fondo de Cultura Económica y el Consejo Nacional de Recursos para la Atención
de la Juventud ( CREA ), del Investigador
y Maestro en la UNAM y en el Instituto Politécnico Nacional, Antonio Lazcano Araujo, con el título: “LA BACTERIA PRODIGIOSA”, en el que
de manera sarcástica: arrasa
aún con los Milagros Eucarísticos reconocidos por la
Iglesia Católica Romana como el de Lanciano y el de
Bolsena, Italia; citando al
Escritor Juan Manuel Gutiérrez Vázquez que en su Libro
“Microorganismos” dice: “La
aparición de manchas de
sangre en hostias conservadas en iglesias obscuras y
húmedas dio lugar durante la
Edad Media y aún después, a la creencia
de que se había operado el milagro mayúsculo que el lector ya imagina. Pero
no… vino el siglo XIX con su legión de
microbiólogos armados de asas de platino, dorados microscopios y la superche46
ría fue desentrañada, y aún
después bautizada por Bizio,
en 1819, con el nombre de
Serratia marcescens, denominación por la que ese ilustre germen hacedor de milagros se conoce hasta nuestros días”. “Habrán sido
Fray José Camargo Melo y
sus seguidores víctimas de
una confusión cromática
provocada por una horda de
bacterias rojas que desde
hace muchos siglos recorre
implacable los altares infectando custodias, fingiendo
milagros y sembrando el engaño entre los creyentes? Es muy probable
que así haya sido”. ¡PERO, ÉSTA PROBABILIDAD DESAPARECIÓ AL
DEMOSTRARSE CON ABSOLUTA CERTEZA QUE ERA SANGRE Y SANGRE VIVA! . Y LA BACTERIA PRODIGIOSA NO TIENE LOS ELEMENTOS
FIGURADOS DE LA SANGRE NI TEJIDO MUSCULAR FIBRILAR CON
TEJIDO CONECTIVO, O ¿SÍ? ¡¡CIERTA Y ABSOLUTAMENTE QUE NO!!.
SE OBRÓ DE VERDAD Y
REALMENTE LO QUE EL
ESCRITOR LLAMA, PROPIAMENTE, SIN QUERER: EL
“MILAGRO MAYÚSCULO”
DE LA TRASUBSTANCIACIÓN. Y para demostrarlo se
editó una Revista Científica
con todas las pruebas que
evidencian la Verdad y Realidad del Hecho Milagroso,
realizadas ante la fe de Notarios Públicos y por Personal
Calificado escogido por la misma autoridad eclesiástica romana. Antes,
tenía lugar la duda, la posibilidad y hasta la superchería agazapadas en
la ignorancia y el fanatismo, pero en estos tiempos en que ni se necesita ir a un Laboratorio para saber si se tiene alta o baja la azúcar en la
sangre, o si alguien está embarazada y más, ya no es posible quedarse
en la posibilidad sino con la certeza que dan los medios y métodos
científicos y técnicos de nuestro tiempo. Así el señor Antonio Araujo, ya
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no puede quedarse con la duda
y en la probabilidad de que el
señor Araujo es su padre, pues
ahora con un simple análisis de
ADN se lo confirman: con absoluta certeza.
La ciencia tiene una actitud de
mucho respeto para todo hecho
nuevo, por extraño o inesperado
que pueda ser. La verdadera
ciencia examina todo dato nuevo
con un sentido crítico acentuado, pero con una probidad sin
prejuicios. La actitud de cerrarse
sin más en no aceptar el hecho
del Milagro es todo lo anticientífica que cabe. Según una fórmula célebre, el espíritu científico
consiste precisamente en “La
sumisión a los hechos”. La ciencia tiene el deber de examinar
imparcialmente aún los fenómenos que parecen en desacuerdo con las
nociones adquiridas. Rechazar “a priori” los hechos sin examinarlos, es
una barrera para el progreso científico.
Dice el Doctor Don Rafael Torija Lavoignet en la Revista Científica
que suscribe: “Tenemos que ser científicos totalmente leales para con
los hechos. Tenemos que tomar los hechos como son, con las circunstancias concretas que los envuelven, y no ponerles una especie de uniforme oficial que deberán ponerse, so pena de no ser recibidos. No hemos de señalarles un programa, sino acomodarnos al suyo. Eso es lo
científico. Aceptemos los datos del problema tal como se plantean en la
realidad. Si es imposible prever el milagro y asestar de antemano sobre
él los aparatos registradores, si rehusa dejarse reconstruir artificialmente como una síntesis química, se impone que busquemos otros
procedimientos de investigación. Ciertamente, el investigador del milagro se encuentra en situación todavía peor que el observador de los astros, pues éste conoce muchas veces sus variaciones en el espacio y
en el tiempo, mientras que el hecho del milagro se mantiene imprevisible. “El milagro - escribe, no sin razón, E. LeRoy - no es más objeto de
observatorio que de laboratorio”.
48
Una cuestión de significación humana y religiosa se encuentra
ligada con el acontecimiento milagroso brindado a la atención del hombre. Por eso, el médico, y lo mismo otro hombre de ciencia, según sea
el caso, tiene su papel que desempeñar ante el hecho milagroso. La inquisición médica versa sobre esto:
“EL HECHO EXTRAORDINARIO VERIFICADO, ES NATURALMENTE EXPLICABLE O INEXPLICABLE. Y ESO ES TODO; AHÍ SE DETIENE
EL PAPEL DEL MÉDICO, DEL CIENTÍFICO. ACTÚA COMO UN EXPERTO
QUE HA DE ILUSTRAR EN LA MATERIA DE SU COMPETENCIA”.
La ciencia no decide y, por principio, no puede decidir positiva y
definitivamente en materia de milagros. Tampoco puede eludir, en cambio, su responsabilidad ni abandonar su puesto “cuando a la vista de
una curación inesperada y sorprendente el Médico - escriben los médicos
H. Bon y F. Leuret - supone o sospecha el milagro, mezquino será si pretende sacudirse el papel de “Testigo
de Dios” que la Providencia le ofrece”.
Con esto, ¿Qué se podría decir cuando
se tiene, no sospecha, sino evidencia
del Hecho Extraordinario como éste
que ahora nos ocupa?. Ahora bien, el
Hecho puede constarnos de la misma
forma que otros eventos, o por experiencia mediata a través de testigos
dignos de fe, o por experiencia inmediata nuestra. Puede ante todo, constar que ese hecho sensible observado
se sale ciertamente del orden de la naturaleza, como mediata e inmediatamente consta científicamente el Hecho
Extraordinario de la S. Hostia Sangrante. ES UN HECHO TAN EVIDENTE QUE
EL SIMPLE BUEN SENTIDO BASTA PARA HACER DE ÉL UNA COMPROBACIÓN SUFICIENTE, AÚN APARTE DE LOS MÉTODOS RIGUROSOS DEL LABORATORIO. NO HAY DUDA DE QUE UN PRODIGIO PUEDE
SER TAN PATENTE Y TAN CLARO QUE SE ADQUIERA SUFICIENTE
CERTEZA DE ÉL CON EL CONOCIMIENTO VULGAR; CON TODO, MUCHO MEJOR, CON MÁS PLENITUD Y SEGURIDAD, CONSTARÁ MEDIANTE UNA INDAGACIÓN ESTRICTAMENTE CIENTÍFICA”.
49
El tercer Libro, me vi precisado a escribirlo por haber arreciado
entonces la persecución del Señor Cardenal Corripio Ahumada
quien, a la vez que tenía, anticonstitucionalmente, al Prelado Honorario del Papa y Representante suyo, asentado a veinte pasos de la
puerta de Nuestro Santuario
azuzando a la feligresía en
contra nuestra; lo hacía con
sus Circulares no sólo en
su Arquidiócesis sino en
toda la República Mexicana.
El Libro de ciento treinta y
siete páginas, tamaño carta,
se titula: “DE ESPALDAS A
LA VERDAD”. Con una fotografía del Papa con el
Cardenal Corripio Ahumada, teniendo como fondo la
Imagen de Nuestra Madre
Santísima de Guadalupe, a
la que después de siglos de
estar explotando: el mismo
Abad de su Basílica, cínicamente decía que Ella es
“El Mito de los mexicanos”
y ,
que “Juan Diego nunca existió”, ante la
indolencia e indiferencia del Episcopado,
que con su silencio avalaba los dislates
de ese desgraciado cayendo, de facto,
en la complicidad con ese loco, que estuvo al frente de la Basílica “de la mentira” durante treinta y tres años mamando
las multimillonarias limosnas de los crédulos y fervientes mexicanos con el
“mote” o sobre nombre de romanos, rindiendo culto a un “mito” por el que les
daba “mate” a su fe y dinero.
50
El Cuarto Libro, consta de ciento cincuenta y ocho páginas tamaño oficio , en el que en nombre de las Leyes de la Constitución Mexicana, de la Declaración de los Derechos del Hombre emitida por la Organización de las Naciones Unidas,
de la que México es miembro y, hasta
en nombre de la Declaración del
Concilio Vaticano II sobre la Dignidad
de la Persona Humana: Demandamos
el amparo de las Autoridades Federales y del Departamento del Distrito
Federal exigiendo el respeto, valimiento y aplicación de las Leyes de
Nuestra Carta Magna. La situación
política por la que atravesaba el País,
era crítica a grado tal que, la jerarquía de la Iglesia romana se atrevía a
señalar al Presidente de la República
como “ayuno de legalidad Democrática”, calificándolo de “Usurpador”, logrando que a cambio de la
“legitimación o espaldarazo del Vaticano”: se “Deformara” la Constitución General de la República, derogando leyes que afectaban a los intereses del Vaticano y su clerecía, reanudándose las Relaciones Diplomáticas de México con el Vaticano que se habían roto casi un siglo y medio atrás, por demandarlo la Salud Pública de la Nación. Entre sus “caprichosas” demandas también pedían “mi cabeza”, pero Dios me la
iluminó para que hiciera valer la Ley y, milagrosamente, como lo tengo
expuesto: NO PUDIERON CONTRA ÉL...aunque me las vi “negras”, y no
por pasar por “ La Noche Obscura” de los maestros de la Ascética y
Mística, sino por la que crean “los hijos de las tinieblas” llenos de influencias y de poder económico, social y político aunados a las presiones que implica el apoyo inconsciente de los millones de crédulos e ignorantes “manipulados” que ciegamente les creen y obedecen, y por
los cuales, la autoridades civiles les prestan atención expedita y eficaz
a sus demandas, por más injustas o absurdas que sean; al fin que
cuentan con “el poder de las llaves” hasta del mismo infierno para
mandar “al Diablo” a quien les venga en gana; pues para ellos si vale el
principio maquiavélico de que “El fin justifica los medios”. Y, ¿Quién
justifica el fin?...Abusando de la confianza en Dios me metí, no en la
boca de la ballena, como Jonás, sino en “la boca del lobo”, del lobo con
51
piel de oveja creyendo que los que
protestan guardar
la Ley la hacen valer sin acepción de
personas...Y con la
Ley en la mano,
porque no la tienen en la razón y
menos en el corazón; pasando por
encima de todo derecho y de toda
Ley: estuve preso
dos noches. Fue
entonces que me
vi obligado hacer
acopio de cuanta
prueba tenía al alcance, para demostrar la Verdad
de nuestra Causa y
el Derecho justo,
propio y legítimo
de ejercitar nuestra Creencia y
Convicción Cristiana Católica. Así
escribí el Quinto
Libro de MIL QUINIENTAS SETENTA PÁGINAS, tamaño carta, titulado:
“DURO DE CREER”.
Cuando entregué, personalmente, al Señor Cardenal
Norberto Rivera Carrera la Documentación que tenemos de la
Historia del Milagro de la Santísima Hostia, hojeó éste libro y,
fijándose en la Dedicatoria al Señor Presidente de la República, volteó y me dijo: “Mira, desde el principio comienzas mal”.
Allí digo: “… Del orden jurídico deseado por Dios deriva el Derecho inalienable del Hombre a una seguridad jurídica protegida contra toda intromisión arbitraria” (Pío XII, 1942).
52
La Seguridad es una responsabilidad del Estado al servicio
de todos. Por eso no puede sacrificar Derechos Fundamentales para
garantizar intereses particulares.
Al Pueblo de México, con la firme esperanza de que ante
las exigencias de la conciencia histórica, se de cuenta de la oportunidad que tiene ahora para asegurar el camino recorrido y el terreno conquistado, para hacer de nuestra Patria la tierra que mana la leche de la
Verdad y la miel de la Justicia que traen consigo la seguridad, progreso
y paz que reclaman la cooperación consciente de todos los ciudadanos.
Un pueblo en el que se da “a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es
del Cesar” (Mc. XII, 17), es un pueblo digno de todo bien, máxime cuando está de por medio la sangre de millares de mexicanos que lo dieron
todo para lograr de verdad un México Independiente, Libre y Soberano.
Todo nos compromete a superar los momentos de crisis por la que
atraviesa la sociedad política. La superación de esos momentos exige a
veces regímenes de excepción que reconstituyan las condiciones normales de funcionamiento de toda la sociedad. Si, “Para el que cree: no
hay nada imposible”, entonces el triunfo ya está a nuestro alcance,
porque los mexicanos somos gentes de fe. SI ALGUNOS LA TIENEN
LASTIMADA O PERDIDA: ENCONTRARÁN AQUÍ EL MEDIO EFECTIVO
PARA ENCONTRARLA O EL REMEDIO PARA CURARLA”.
La sola Introducción del Libro consta de 197 páginas, buscando garantizar la atención y comprensión de los lectores...Paré hasta
que Dios me detuvo, y lo manifiesto: ¡Es el mismo Dios Quien pone un
punto y aparte… y a los que buscamos argumentos para ilustrar, dar
confianza y convencer, nos dice en los tres últimos versículos del Libro
del Eclesiastés: “NO BUSQUES, HIJO MIO, MÁS DE ÉSTO, QUE EL
COMPONER LIBROS ES COSA SIN FIN Y EL DEMASIADO ESTUDIO FATIGA LA CARNE. EL RESUMEN DEL DISCURSO, DESPUÉS DE OIRLO
TODO, ES ÉSTE: “TEME A DIOS Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS,
PORQUE ESO ES EL HOMBRE TODO. PORQUE DIOS HA DE JUZGARLO TODO, AÚN LO OCULTO, Y TODA ACCIÓN, SEA ELLA BUENA O
MALA”…. Con lo hasta aquí “dictado por Dios” para los hombres de
hoy y mañana, ya no nos importa tanto el buscar palabras suaves, dulces, que canten para exponer la cruda y dura realidad de la Verdad, ya
que para cuantos la aman se ven colmados con las divinas y suavísimas dulzuras que consigo, en sí misma tiene la Verdad…¡Todo lo aquí
dicho es absolutamente veraz y verdadero; si he utilizado, - como lo he
vuelto hacer ahora - el “Nosotros”, es porque creo traducir el pensamiento y sentir de un gran número, y cuando he hablado en tercera per53
sona, es simplemente por vergüenza. PERO DE TODO PUEDO RESPONDER EN PRIMERA PERSONA DE SINGULAR: YO, JOSÉ CAMARGO
MELO, DESCENDIENTE DE ABEL HIJO DE ADAN.
Éste Libro, sirvió como base de pruebas, por toda la Documentación que contiene, en los Tribunales que llevaron a cabo el Juicio que
se me hizo por demandas del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, en
el que se impuso el Poder de la Verdad sobre la
verdad del poder. ¡¡Y para vergüenza de todos,
incluso mía por ser católico: El Cardenal perdió
el Juicio. Sí, el Juicio
Penal; porque el otro lo
perdió desde que se
atrevió a difamar y calumniar a un hermano,
escandalizando, desgarrando el corazón de la
Madre Iglesia y, sobre
todo: por negarle a ésta
el Milagro que haría el
milagro de confortarla,
renovarla y asegurarla
de verdad en medio de la
tempestad huracanada
de los últimos tiempos:
Salvándola de sus enemigos, sobre todo de los
de la Casa, que han sido,
y son los peores enemigos.
Consta de 409 páginas, tamaño oficio, encontrándose en él declaraciones, pruebas y sentencias de los Tribunales que ante la evidencia de las
pruebas me declararon INOCENTE de cuanto me acusaron mis hermanos sacerdotes; quedando a la vez como evidente su pecado de calumnia y difamación y el delito de haber declarado con falsedad ante los
Ministerios Públicos, y que se persigue y castiga “por oficio”. ¡Dios,
54
que endureció el corazón del Faraón, aprovechando que el Cardenal y
Cia. ya lo tenían no sólo duro, sino empedernido: permitió o quiso que
padeciéramos esa prueba por su trascendencia y repercusión en la
misma dureza de cabeza y corazón de los “exigentes” escépticos, desconfiados, gnósticos y agnósticos, descreídos y creídos, frustrados,
decepcionados, sentidos y resentidos, racionalistas e irracionales,
fríos, tibios y calientes, tradicionalistas y traicionalistas, ignorantes,
crédulos, fanáticos y necios, que hablan por hablar y viven por vivir
porque creen que creen… Pues, ¿Qué más pruebas se podían acumular
para que quedara demostrado “a la altura o bajeza de las diferentes
clases de gentes de estos tiempos” con absoluta certeza: que el Milagro de la Santísima Hostia Sangrante es absolutamente cierto?.
El séptimo Libro,
tuvo que hacerse,
para superar las
prepotentes intervenciones de
la clerecía romana ante las autoridades civiles,
oponiéndose a
que se otorgara el
Registro Constitutivo de la Iglesia
Católica Apostólica Mexicana, como lo ordena la
“Reforma” Constitucional del Artículo 130.
En primer lugar,
demostramos que
el Registro de la
Iglesia Católica
Mexicana, en realidad sería tan solo un Refrendo,
ya que era reconocida como tal,
luego de consumada la Independencia de México, no como una nueva
55
Iglesia, sino como parte de UNA misma INSTITUCIÓN, reconociendo a
la Iglesia Católica Romana como “Madre”, así como - mutatis mutandis
- con sus distingos, los mexicanos ya independientes llamaban y siguen llamando “propiamente” a España: “La Madre Patria”, sin que por
ello se amenace en lo más mínimo la Independencia y Soberanía de la
Nación. Por eso, advertimos desde el principio que, cuando afirmamos
en el Símbolo de los Apóstoles que: creemos en la Iglesia que es UNA,
SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA, hacemos una confesión y un acto
de fe en uno de los más grandes misterios de la Revelación Cristiana,
asentando la base fundamental de nuestro ser y creer como miembros
del Cuerpo de Cristo que no es monopolio de los romanos, ni de los
griegos, franceses, españoles y demás. Así como no todo es pie en el
cuerpo humano, ni es todo mano ni dedo en ésta, ni falangina en éste;
no todo el cuerpo es corazón, ni hígado ni pulmón, etc., etc.; y sin embargo todos y cada uno de los miembros pertenecen al mismo cuerpo.
Por todos circula la misma sangre y se sostienen de la misma vida a la
que cada uno coopera para su mantenimiento y crecimiento, en comunión natural. Esta comunión natural de los miembros que conforman el
cuerpo humano fue creada y dispuesta por la Voluntad y Sabiduría Infinita de Dios, como lo demuestra su misma perfección admirable, siendo
imposible para el hombre el ser causa de tanta maravilla. Pues, bien, así
como el hombre es una creación divina, así también la Iglesia, Cuerpo
de Cristo, de la que Él es Cabeza: es Obra Divina. Obra de Vida, con todo lo necesario para alcanzar la salvación eterna, sacando bien librados
a sus miembros de cuanta lucha, trabajos y pruebas se vean acosados
durante el espacio de su oportunidad en el tiempo. Por tanto esa Iglesia
Católica, del Credo de los Apóstoles, no puede referirse y ser una simple “Asociación Religiosa” ya que se llaman también así los que se
asocian para dar culto al Diablo. La verdadera Iglesia de Jesucristo es
la Iglesia Católica que es UNA, SANTA Y APOSTÓLICA, al alcance de los
hombres de buena voluntad sean romanos, griegos, alemanes, rusos,
mexicanos etc. La Iglesia es “La plenitud del que lo acaba todo en todos” (Efes. I,25). POR LO QUE TOCA Y CORRESPONDE A LOS MEXICANOS, QUEREMOS Y NECESITAMOS SER PARTE VIVA DE ESA IGLESIA CATÓLICA, EN LA QUE NUESTRO NOMBRE PROPIO, NATURAL Y
LÓGICAMENTE, ES EL DE “CATÓLICOS MEXICANOS”. Nuestro acto de
fe en la Iglesia es un acto de fe en Cristo siempre activo y operante en
medio de nosotros, perpetua realidad viva en sus palabras, en sus enseñanzas, guiando en todo momento a sus fieles por el recto camino,
santificando asimismo permanentemente a todos los que son uno con
Él, por medio de este Organismo que quiso el dejar INSTITUIDO de
modo perdurable en el mundo.
56
El Libro tiene 1054 páginas, pues debíamos demostrar nuestro derecho
para obtener el Registro cuya solicitud hice suscrita ante Notario Público por SIETE MIL OCHOCIENTAS VEINTE FIRMAS CON NOMBRE Y DIRECCIÓN DE REPRESENTANTES DE LA COMUNIDAD GENERAL. Alegando también el derecho para contar con el
número Uno, tanto por
haber sido los primeros
en solicitar legal y oficialmente el registro,
como por ser propiamente UN REFRENDO
al estar Legalizada
Formalmente desde el
4 de marzo de 1925.
Los que vivían “fuera
de la Ley” eran nuestros hermanos los católicos romanos, quienes
por necios y rencorosos renegaron de su
propio gentilicio y, no
por que les afecte a su
condición religiosa o
espiritual sino por intereses mezquinos y por
política. Como lo declaró el Padre de la Patria
Don Miguel Hidalgo y
Costilla en su Manifiesto: “Abrid los ojos,
Americanos. No os dejéis seducir de nuestros enemigos: ELLOS NO SON CATÓLICOS SINO
POR POLÍTICA; SU DIOS ES EL DINERO; Y LAS CONMINACIONES SOLO TIENEN POR OBJETO LA OPRESIÓN. Creéis acaso que no puede
ser católico el que no esté sujeto al déspota español - o romano -? ¿De
dónde nos ha venido este nuevo dogma, éste nuevo artículo?...Me veo
en la tristísima necesidad de satisfacer a las gentes sobre un punto en
que nunca creí se me pudiera tildar, ni menos declarárseme de sospechoso. Hablo de la cosa más interesante, más sagrada, y para mí la más
amable; de la Religión Santa, de la fe sobrenatural que recibí en el Bautismo…. Todos mis delitos traen su origen del deseo de vuestra felici57
dad. Si éste no me hubiera hecho tomar las armas, yo disfrutaría de una
vida dulce, suave y tranquila; YO PASARÍA POR VERDADERO CATÓLICO COMO LO SOY Y ME LISONJEO DE SERLO. Fulminan excomuniones que nadie mejor que ellos saben no tienen
fuerza alguna;
procuran amedrentar a los incautos y aterrorizan a los ignorantes”.
Por esto la Portada de éste libro
es doble pues se
abre como si fuera una ventana y
aparece la figura
del Cura Don Miguel Hidalgo y
Costilla.
En esta “brevísima Síntesis” se
exponen las razones que avalan y
justifican la necesaria existencia
de nuestra Creencia y Convicción
Cristiana Católica,
como el fruto divino madurado a través de quinientos años de Historia
Cristiana en América. Por tanto, esto supone necesaria y lógicamente
todo el tesoro doctrinal y ritual acumulado del Culto Católico de la Verdadera Iglesia fundada hace casi dos mil años por Jesucristo Nuestro
Señor, y que aprendimos con letras de sangre de la Iglesia Católica
Romana antes de que ésta cambiara de camino y de destino, y por supuesto, que sus lecciones no fueron gratis, ni siquiera baratas. Por eso
vale la pena que nuestro Pueblo tenga el auténtico tesoro de la verdadera Religión Cristiana Católica. Es necesario, digno y muy justo que lo
que tan caro ha pagado: lo tenga de verdad y realmente, y por nada ni
58
nadie adulterado ni “aluterado”. Los mexicanos queremos ser lo que
debemos ser; para poder realizar nuestra tarea por el progreso y salvación de nuestra Patria y de la Iglesia Católica. ¡Jamás debemos rendirnos sin luchar, la Iglesia y la Patria lo demandan; y el mismo mundo lo
reclama y lo anhela Jesucristo, que quiere que los suyos sean luz del
mundo y sal de la tierra!. El Milagro de la Santísima Hostia avala la realidad y verdad de nuestro ser y quehacer Cristiano-Católico, que es tanto, que debemos EXPORTARLO para beneficio temporal y eterno
de todos los bautizados
y de los hombres de
buena voluntad que todavía hay en el mundo.
Este es el octavo Libro
que entregué en el Vaticano el día 15 DE NOVIEMBRE DE 1994. Originalmente se llamaba:
“Mi Confesión al Papa”.
Consta de 280 páginas,
tamaño carta. Fue el último intento que hice
buscando que el Papa
se definiera con respecto al Milagro de la Santísima Hostia. Sobre éste Libro y demás documentación puse una
Imagen de Nuestra Madre Santísima de Guadalupe realizada en plata y forrada de concha
nacar con un manuscrito que decía:
CONOCÉIS, ¡OH PADRE! LA FIGURA
DE LA VIRGEN QUE EN MÉXICO HA LLAMADO
CON AMOR Y LLENA DE TERNURA
A JUAN DIEGO: “SU HIJITO AMADO”.
♝
59
ELLA, SEÑOR, NOS HA MOSTRADO
AL FRUTO BENDITO DE SU VIENTRE,
A JESÚS, QUE EN LA HOSTIA HA ENCARNADO,
PARA QUE EL CIEGO PECADOR LO ENCUENTRE.
♝
Y LOGRE DE VERDAD LA COMUNIÓN
CON CRISTO REDENTOR, HACIÉNDOSE HIJO
QUE MEREZCA POR ELLA SALVACIÓN
COMO AL INDIO, PIADOSA SE LO DIJO.
♚
BAJO EL MANTO DE MARÍA OS DEJO
LAS PRUEBAS DEL DEBER CUMPLIDO
ANTES DE QUE YO LLEGUE A VIEJO,
O DE LA VIDA NOS HAYAMOS IDO.
♚
EL BIEN DE LA IGLESIA ASÍ LO EXIGE,
POR ESO HE VENIDO AL VATICANO
EN ESPERA DE QUE EL PAPA FIJE
SU ATENCIÓN SOBRE EL HECHO MEXICANO.
♞
LA GENTE MÁS QUE NUNCA NECESITA
CONSOLIDAR SU FE Y ASEGURARLA
CONTRA LOS MALES QUE YA ESTÁN A LA VISTA,
Y SÓLO LA VERDAD PUEDE SALVARLA.
♜
SI DE VERDAD SOIS TODO DE MARÍA,
CONFIADO ESPERO VUESTRA COMPRENSIÓN,
SEGURO DE QUE, POR LA EUCARISTÍA,
ESTAREMOS EN PLENA COMUNIÓN.
♚
DICEN LOS VUESTROS QUE ESTOY EXCOMULGADO,
Y QUE OBTENER LA ABSOLUCIÓN,
ES QUEHACER QUE EL DERECHO HA RESERVADO
AL PAPA, OÍDME POR DIOS, EN CONFESIÓN.
♟
LA INTENCIÓN QUE YO TENGO ES TAN RECTA,
QUE, SI VOS ME NEGARAIS ESA AUDIENCIA,
DIOS TIENE PARA MÍ MUY BIEN DISPUESTA
SU GRACIA Y BENDICIÓN POR MI OBEDIENCIA.
♞
“EL PECADO” QUE TENGO Y OS CONFIESO
ES QUE OBEDECÍ A DIOS PRIMERO
PARA SALIR DE MI CONFLICTO ILESO:
MOSTRANDO A TODOS EL CORDERO.
♜
ESTAMOS CON ‘PEDRO CONFESANDO’
A CRISTO: COMO EL HIJO DE DIOS VIVO;
Y EN CONTRA DE ‘PEDRO RENEGANDO’
SIN QUE CRISTO LE DIERA ALGÚN MOTIVO.
♝
60
DE LA IGLESIA MEXICANA SOY PRIMADO
Y ASÍ EL ESTADO LO HA RECONOCIDO:
¡ESE ES, OH PADRE, EL MAYOR “PECADO”
QUE, PARA LOS VUESTROS, YO HE COMETIDO!
DIECISEIS AÑOS HOY HACE
QUE ME ANIMASTEIS A VENCER BARRERAS
CON VERA FORTALEZA COMO BASE
QUE NO CONOCE PARA DIOS FRONTERAS.
♛
QUE DESDE AHORA, SIEMPRE EN LA AZOTEA
ESPERÉIS EL MOMENTO “EN QUE REGRESE”
CUANDO LA CARIDAD DE VOS A SÍ LO CREA
Y VUESTRA ALMA A MI ALMA BESE
AMÉN.
¡La Iglesia de Jesucristo tiene
grave y urgente necesidad de trabajadores en su Iglesia “La mies es mucha, dijo, mas los operarios son pocos”. Salvar la tierra de la confusión
que se ha cernido sobre ella es labor
de los cristianos. ¿Ya no hay quien
sienta la necesidad de llevar la Verdad a todas las covachas de los pobres hombres y limpiar la basura y la
suciedad que dejaron a su paso por el
mundo los infames ministros de las
fuerzas del mal?¿Cómo es posible
quedarse tan quietos ante tanta mentira? ¿Tan fuerte y tan grande es la
postración que padecen los hijos de
la Verdad que ya ni la ansían ni su
posesión los conmueve? ¡Esclavos
que se conforman con entonar cantos o echar vivas a la libertad que no
tienen, y que es suya, pero ya no la merecen por viles y cobardes! Gente que ya no cree en la presencia real y verdadera del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo en la Eucaristía, y sin embargo celebran congresos
Eucarísticos nacionales e internacionales que resultan pantomimas ridículas y absurdas; ¿Pues, cómo podrían adorar lo que ni siquiera pueden amar porque lo desconocen?.
En octubre del 2005, se hizo la apertura del año de la Eucaristía, con la
celebración del Congreso Eucarístico Internacional en México. Año del
61
XXV aniversario de la Santísima Hostia Sangrante del Jueves de Corpus Christi; y en el que, providencialmente, una semana antes de la
apertura del Congreso, el Canal de Televisión “Infinito”, retransmitiódesde la República Argentina al mundo: un reportaje sobre la Santísima
Hostia Sangrante. Fue entonces cuando se editó la Revista anterior, tItulada: “ADORAN LO QUE NO CONOCEN” Y que tiene en la portada al
Papa presentando la Hostia a la adoración a la que responde el sacerdote “viejo” mientras el nuevo y el Papa ni siquiera la miran. Con varios
jóvenes de nuestra comunidad y las Religiosas del “Opus Christi”, nos
fuimos a la Ciudad de Guadalajara a repartirla a los obispos y sacerdotes asistentes al Congreso, y también al Cardenal Josef Tomko, que
asistió como Representante del Papa Juan Pablo II. Por supuesto que el
Tema es sobre las manifestaciones Extraordinarias que Dios ha obrado
entre nosotros y que hablan más que todos los congresos Eucarísticos
realizados y por realizar; así como las pruebas de nuestra persistente
insistencia ante los Cardenales Norberto Rivera y Juan Sandoval pidiéndoles que aprovecharan esas oportunidades tan especiales ante el
mundo católico para tratar sobre un Hecho Eucarístico, no de palabras
y palabras sobre fantasías teológicas y locas especulaciones de falsa e
hipócrita piedad sobre lo que ni siquiera creen, como lo demuestran
sus propios hechos. Entre los feligreses que asistieron a los templos
ese domingo y a la gente que celebraba en el zócalo de la Ciudad, se
repartieron más de diez mil folletos sobre La Santísima Hostia Sangrante. El Reino de los
cielos padece violencia, y sólo
los que están dispuestos hacerla, comenzando por sí mismos: lo arrebatarán.
Ésta es la última Revista con
110 páginas tamaño carta, que
se editó por los 475 años de
las Apariciones y Estampamiento Milagroso de la Imagen
de Nuestra Madre Santísima de
Guadalupe, 1531 - 2006 - aunque lo ahí escrito se hizo para
Preámbulo de cuanto se manifiesta sobre La Santísima Hostia Sangrante y la Iglesia Católica Mexicana al Papa Benedic62
to XVI, entregándolo en el Vaticano en septiembre del 2005, antes del
Sínodo con el que los obispos y el Papa clausurarían el Año de la Eucaristía que se inició con el Congreso Eucarístico en Guadalajara, México.
Las circunstancias nos obligaron a insistir, de nueva cuenta, sobre el
Milagro de la Santísima Hostia, tocando de nuevo el Portón del Vaticano
con la esperanza de que el nuevo Papa abra las puertas de la Iglesia a
la Verdad. ¡Era demasiada coincidencia que el Año Eucarístico haya tenido en la primera mitad al Papa Juan Pablo II y en la segunda a Benedicto XVI; que se iniciara en México y terminara en Roma, a dos meses
de comenzar el Año Jubilar Guadalupano. Era demasiada coincidencia
que el Doctor Rafael Torija Lavoignet haya sido el responsable de los
primeros estudios científicos sobre los Ojos de la Imagen Guadalupana,
así como los de la Santísima Hostia Sangrante: sobre la Madre y el Hijo.
Todo ésto y más, enmarcado por un Facsímil de un Sermón PREDICADO EL 12 DE DICIEMBRE DEL AÑO 1748, sí de MIL SETECIENTOS
CUARENTA Y OCHO, doscientos cincuenta y ocho años atrás; en el que
el predicador, consciente de que estaba PROFETIZANDO: anuncia la
desastrosa situación de la Iglesia Católica Romana del “Concilio Vaticano II” y del Papa Juan Pablo II, a quien le aplica la profecía de San
Malaquias llamándolo el “Papa viajero” porque iba a “trajinar por todo
el mundo”!. Y así, fundamentado en la Palabra de Cristo: “Sic erunt
primi novissimi, et novissimi primi” Los primeros serán los últimos; y
los últimos primeros. Y pregunta: ¿Cuál es la metrópoli de la fe? ¿Quienes? Los romanos, en dónde está y reside la Cabeza Suprema de la fe.
Y los últimos, ¿Quienes son? ¿Quienes ? LOS AMERICANOS, los de este Nuevo Mundo, los últimos llamados al gremio de la fe, a la Viña, los
que vinieron al ponerse el sol, o donde el sol se pone...LOS QUE AHORA SON LOS METROPOLITANOS DE LA IGLESIA, SERÁN PAGANOS Y
LOS ÚLTIMOS LLAMADOS A LA IGLESIA SERÁN SUS METROPOLITANOS. No les haga fuerza la consecuencia cuando está tan claro el antecedente del Divino Maestro: QUE ROMA, QUE HOY ES LA METRÓPOLI
DE LA FE HAYA DE SER EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS LA METRÓPOLI DE
LOS PAGANOS; QUE ROMA HOY TAN CRISTIANA HAYA DE SER ENTONCES MUY PAGANA, ES CORRIENTE OPINIÓN DE MUCHOS PADRES Y EXPOSITORES, FUNDADOS EN LAS CLARAS PROFECIAS DE
LA SAGRADA ESCRITURA. El Padre Cornelio, alegando otros muchos
sobre el capítulo dieciocho del Apocalipsis: “Romani in fine
mundi...mores impios laudabunt et imitabuntur...Roma ad paganismum
rediens” : Los romanos en el fin del mundo alabarán las costumbres
impías y las imitarán...Roma volverá al paganismo….Luego, México que
fue la Metrópoli del paganismo, SERÁ LA METROPOLI DE LA FE, Y DE
LA FE POR AQUELLA AMENÍSIMA IMAGEN, QUE RECIEN CONVERTIDA
63
A LA FE SE DECLARÓ POR SU MADRE. … CORRAMOS REVERENTES
LA CORTINA A LOS ARCANOS DE LA DIVINA PROVIDENCIA, Y ENTREMOS HUMILDES EL PIE EN EL CAOS PROFUNDO DE LO FUTURO.
(LO ESTÁ DICIENDO EL 12 DE DICIEMBRE DE 1748)….¡OH VÁLGAME
DIOS! Y CON CUANTA CLARIDAD A VISTA DE AQUELLA IMAGEN ILUMINADA CON TODAS LAS LUMBRERAS DEL CIELO SE ESTAN MIRANDO LOS SUCESOS DE LA IGLESIA MÁS RETIRADOS A NUESTROS
OJOS! ¡OH CÓMO SE DIVISA EL PATROCINIO DE LA REINA GUADALUPANA A PESAR DE LOS SIGLOS QUE SE PONEN DELANTE A NUESTRA
VISTA!. ...VEAN AHORA CÓMO LA SEÑORA DE GUADALUPE HA DE
SER LA QUE PERCIBIENDO CON PRUDENTÍSIMA SAGACIDAD EL MAL
OLOR DE LA BESTIA INFERNAL DEL ANTICRISTO, ASEGURA A LA
IGLESIA EN SU SANTUARIO: … EN ALGUNA PARTE DEL MUNDO, LA
PERSECUCIÓN DEL ANTICRISTO NO SERÁ TAN SANGRIENTA, QUE
IMPIDA EL SACRIFICIO DEL ALTAR, LA CONSAGRACIÓN DEL CUERPO
DE CRISTO, NO LO DIGO YO, YA LO DIJO EL ILUMINADO CANTERA,
AQUEL SAPIENTÍSIMO EXÉGETA, AFIRMANDO QUE PARA QUE SE VERIFIQUE EL ORÁCULO DEL PROFETA DANIEL, DE QUE EN LA PERSECUCIÓN DEL ANTICRISTO SE ACABARÁ LA EUCARISTÍA Y EL SACRIFICIO DE LA MISA. BASTARÁ EL QUE EN LAS DEMÁS PARTES DEL
MUNDO SECE, PERO NO EN TODAS: Y ASÍ DICE EL MISMO BENEDICTINO QUE EN ALGUNA PARTE DEL MUNDO NO CESARÁ EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA. YO AÑADO QUE SERÁ EN
GUADALUPE: ¿POR QUÉ? POR LAS PALABRAS YA CITADAS DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN: IN PORTIS NOSTRIS OMNIA POMA… EN MI AMÉRICA GUARDÉ LOS POMOS NUEVOS, Y ANTIGUOS, LOS MISTERIOS
DEL VIEJO Y NUEVO TESTAMENTO, MYSTERIA UTRIUSQUE TESTAMENTI. Y, ¿DÓNDE SE RECUERDAN ÉSTOS MISTERIOS, SINO EN ÉSTE
PAN SACRAMENTADO? ¿SINO EN EL TREMENDO SACRIFICIO DE LA
MISA? DE MANERA QUE CUANDO ROMA ESTÉ SACRIFICANDO A BACO, INCENSANDO A VENUS, ADORANDO A CIBELES; ACÁ POR LA MISERICORDIA DE LA REYNA DE GUADALUPE, SE ESTARÁ OFRECIENDO EL VERDADERO SACRIFICIO DEL ALTAR… EN EL DÍA DE LA APARICIÓN DE LA AMERICANA SEÑORA DE CIELO Y TIERRA: DE AQUELLA IMAGEN CELESTIAL, POR CUYOS INFLUJOS BENIGNOS JAMÁS
FALTARÁ EN LA AMÉRICA EL SACRIFICIO DE LA MISA, LA PRESENCIA
DEL DIOS SACRAMENTADO”.
Cuando alguien va a la Basílica y le preguntan a dónde va o
fue, siempre contesta: a la Villa, o a la Basílica, nunca dice: a Guadalupe. Y cuando hacen la misma pregunta a quien viene a nuestro Santuario, siempre contesta: A LA LUPITA, cariñosamente y por ser el lugar de
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cortas proporciones. El actual encargado de la Basílica, Diego Monrroy,
cuando se refiere a ésta le llama la “casita de la Virgen”, pero en una
casita no caben diez mil gentes. ¡¡LA CASITA DE LA VIRGEN ES “LA
LUPITA”, Y, ¿CÓMO PODRÍA SER DE OTRO MODO CUANDO ALLÍ ESTÁ
FÍSICAMENTE PRESENTE EN LA SANTÍSIMA HOSTIA SANGRANTE EL
FRUTO BENDITO DE SU VIENTRE? SE DICE EN TEOLOGÍA QUE POR
“CONCOMITANCIA” ES IMPOSIBLE QUE LAS PERSONAS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD PUEDAN SEPARARSE, Y ASÍ: EN DONDE ESTÁ EL
HIJO, TAMBIÉN ESTÁN EL PADRE Y EL ESPÍRITU SANTO, Y LO MISMO
DEBE SUCEDER CON AQUELLA A QUIEN LA IGLESIA LLAMA: TEMPLO, TRONO Y SAGRARIO
DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD. ¡EN LA BASÍLICA ESTÁ SU ÚNICO Y AUTÉNTICO
RETRATO, PERO EL LUGAR
EN EL QUE VIVE ES EN “LA
LUPITA”, SITO ENTRE LAS
CALLES DE ZOQUIPA Y
CUCURPE DE LA COLONIA
DEL PARQUE!; LUGAR QUE
SE PREPARÓ COMO REFUGIO PARA SU HIJO Y ELLA,
DOCE AÑOS ANTES DEL
CONCILIO, Y EN EL QUE
SIEMPRE SE HA CELEBRADO EL SANTO SACRIFICIO
DE LA MISA HACIENDO
QUE DE VERDAD Y REALMENTE VIVA ALLÍ JESUCRISTO, COMO HA QUERIDO ÉL MISMO DEMOSTRARLO REITERADAMENTE, CON EL MILAGRO DE
LA SANTÍSIMA HOSTIA
SANGRANTE . ¡Sin aún realizarse el Milagro de la Transubstanciación se hizo ésta
Imagen que preside el Santuario de “La Lupita”como CUSTODIA del Santísimo Sacramento de la
Eucaristía! . Ahora ya sabemos por qué. Esa Hostia Consagrada que
tiene en el pecho, está allí desde el 12 de junio de 1978, y hasta la fecha
está tan fresca como desde el primer día. Y naturalmente una Hostia no
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puede perdurar tanto tiempo, como se tiene demostrado con otras hostias. El facsímil del original del Sermón de 1748, fue publicado por el Centro
de Estudios de Historia de México, CONDUMEX.
Y aturdido por la Historia
De dos Amores tan grandes,
Que traen a la memoria
Hechos para que te ablandes
♰
Por poder de su Verdad:
Buscando que el Milagro rehaga
a toda la Cristiandad
Que por el mundo divaga
♰
Sin saber ya a dónde ir
Para poder encontrar
Los medios para vivir
Y el alma poder salvar:
♰
Abra los ojos y vea
Que todavía hay salvación
Y en Cristo de verdad crea
Y viva su Comunión.
♰
Si es Obispo o Sacerdote:
Haga valer lo que sabe,
en la maldad no se embote
Y en los infiernos acabe.
♰
¿Por qué han de adulterar
Lo que Cristo instituyó
Y por capricho cambiar
Lo que siempre se creyó
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♰
Como palabra divina
De Quien sí es infalible
Y las mentes ilumina
Haciendo el Cielo posible?
♰
¡Qué bueno que haya infierno
Para los muy desgraciados
Que se afrentan del Eterno
Estando a Dios consagrados!.
♰
Si con lo que que aquí se expone
No reaccionan y convierten,
Aunque el Papa los condone
La Iglesia hará que revienten
♰
Cuando se les venga encima
Por quitarle sus cimientos
Y haber perdido la estima
A los Santos sacramentos.
♰
¡Lástima que entre sus patas
Se lleven a los feligreses
A los culpables y beatas
Que los siguen como reses!.
♰
¿Ya no hay Cristianos valientes
Que a Dios amen de verdad,
Y defiendan hasta con los dientes
Su eterna felicidad?
♰
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Hombres y mujeres jóvenes
Que quieran su alma salvar
Hagan valer las razones
Que hay para a Dios amar
♰
Haciendo a un lado la pereza
La avaricia y la lujuria
Que llevan a la tristeza
Y a vivir en la penuria;
♰
De Cristiana fortaleza
Llenen su alma cada día
Acercándose a la mesa
De Cristo en la Eucaristía.
♰
Y si es cierto que les interesa
La vida eterna alcanzar
Metan bien en su cabeza
Que hay que empezar por rezar
♰
Para que puedan hacer
Lo que más convenga ahora
Y vuelva la Iglesia a ser
La Casa en que Cristo mora.
♰
Y así será, si comprenden
Lo de la Hostia Sangrante
De la que gracias dependen
Para seguir adelante
♰
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Como Iglesia Militante
Que asegura a los viadores
Allá en la Iglesia Triunfante
El Amor de los Amores.
NOTA: A mediados del mes de diciembre del 2006, en un arrebato de
impaciencia, por la espera desesperante ante el tiempo que apremia,
con el riesgo de que se acabe antes de realizar la tarea: cansado de ver
que los que saben del manejo o uso de las computadoras “no tenían
tiempo” para hacer ésta síntesis histórica del Milagro más grande del
Siglo XX en la Iglesia Católica Romana en México; decidí hacerlo yo
mismo. Y en el nombre de Dios, sin haber usado NUNCA un artefacto de
estos, sin ninguna noción sobre su funcionamiento mas que saber
dónde y cómo se enciende, comencé hacerlo… varias veces se me borró lo que había escrito durante dos o tres días. La primera vez me dolió
tanto que no pude sobreponerme y me puse a llorar. Después noté que
al rehacer el trabajo “resultaba mejor”, llegando a creer que quien me
hacía la “travesura” era Dios a quien no le parecía lo que había escrito,
por el modo o por la forma que podrían mal interpretarse o no decía lo
que debía de decir. Por esto, las veces siguientes en que se borraba ya
no lo resentía tanto. Agradezco a Dios TODA su ayuda en lo que es TODA responsabilidad y tarea mía para bien de TODA su Santa Iglesia y de
TODA la gente de buena voluntad que leerá esto. ¿Me pueden imaginar
capturando, arreglando moviendo y pegando fotografías y documentos “a la buena de Dios”? Por tanto: es justa la comprensión que pido y
espero ante los errores, sobre todo lo que tiene que ver en el formato o
presentación propia de un Libro. No pido perdón, porque si hubiere un
culpable sería Dios y Él es El Único que no tiene ni puede tener culpa
alguna. ¡Bendito y adorado sea por siempre en la Santísima Hostia
Sangrante ¡.
QUI POTEST CAPERE CAPIAT.
QUIEN TENGA OIDOS PARA OIR: QUE ENTIENDA.
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+ José Camargo Melo
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