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FOLLETOS DE
FORMACIÓN
CRISTIANA
No 5
LOS
SACRAMENTOS
Y LA IGLESIA
Este material ha sido elaborado por el
Servicio Mariano de Comunicación
Barquisimeto. Edo Lara. Año 2015
[email protected]
Material formativo para las Comunidades Cristianas
Arquidiócesis de Barquisimeto
La Revelación viene de lo alto y se difunde
por medio de la Iglesia a todos los pueblos de la tierra
cada pecado de cada cristiano está destruyendo la Iglesia, y cada acto de
amor a Jesucristo la está construyendo. Un japonés un día le dijo a una
Hermana de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta: “gracias por todo su
trabajo misionero en el Japón” y la hermana extrañada le contestó: “pero
nosotras no tenemos casas de nuestra congregación en el Japón” y el japonés
le respondió: “Hermana, la mejor misionera del Japón es la Madre Teresa de
Calcuta”.
Ser cristianos significa pertenecer cada
día más a Jesucristo, ser una sola cosa con Él,
casarse con Él, configurarse con Él; como la
Esposa y el Esposo; la Esposa es la Iglesia, el
Esposo es Jesucristo. (CEC 1617)
Y para poder hacer esto tenemos que estar
dentro de la Iglesia, participando en ella, orando,
compartiendo, viviendo los sacramentos que
ella nos da. (CEC 959)
La vida cristiana es todo un conjunto de
cosas que van juntas; nada está separado; todo
va junto; la santa Palabra de Dios, la Biblia, va
unida a la Meditación y la Oración, y a la vez va unida a la práctica de la
Caridad, al perdonar a nuestros hermanos, al compartir con generosidad, ayudar
al que necesita; al mismo tiempo va unida a la Eucaristía, a la Confesión, a
vivir en la familia dentro del Matrimonio, a entregarle a Dios los sufrimientos
en las enfermedades. (CEC 1655-1658)
En el fondo la vida cristiana tiene una sola semilla, que es el
amor de Dios y comienza en el Bautismo, y desde ese núcleo de vida y de fe
nos vamos enfrentando a cada realidad; tenemos que llevar esa fe a todas las
partes de nuestra vida, ¿de qué sirve que yo sea un buen cristiano en la
Iglesia si en mi casa soy un monstruo? La luz de la fe en Dios debe ir penetrando
toda nuestra realidad, poco a poco, con la ayuda de la gracia de Dios, pero
nunca echar para atrás. (CEC 2804; 2816-21; 2859)
Todo es una sola cosa, y la Iglesia es el sacramento de Dios en la
tierra; es el lugar donde Dios trabaja, donde nos ofrece su Palabra, su Perdón,
su Amor, su Sabiduría; y al mismo tiempo es el lugar privilegiado para
aprender a amar a nuestro prójimo, porque en la Iglesia vamos a encontrar
todos los defectos imaginables que tenemos tanto nosotros mismos como los
demás, y en esa práctica del amor fraterno en Cristo aprenderemos poco a
poco a no ser tan intransigentes y egoístas, a no juzgar y a no dejarnos dominar
por los juicios de los demás, aprenderemos a amar y ser amados, que es en el
fondo la realidad del Reino de Dios, el lugar donde todos amamos y somos
amados en el amor eterno de Dios. (CEC 541. 669. 764. 768)
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FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA
No 5
LOS SACRAMENTOS
Y LA IGLESIA
PREGUNTAS:
*¿Alguna vez has sentido lo que significa
LA IGLESIA Y LOS
el credo?
SACRAMENTOS
*¿Cómo es tu relación con la Santísima
* INTRODUCCIÓN
Trinidad?
* NUESTRA DOCTRINA
*¿Crees que amas a Dios de verdad?
* AMAR A DIOS SOBRE
*¿Sientes que tu vida tiene un valor
TODAS LAS COSAS
espiritual?
* EL TRIUNFO DEL
*¿Has detectado dentro de ti la semilla
CRISTIANO
de la fe?
* CÓMO SEGUIR EL CAMINO *¿Crees de verdad que es Cristo quien
DE LA FE
realiza los sacramentos?
* LOS SACRAMENTOS
*¿Has puesto a valer tu Bautismo?
* EL BAUTISMO
*¿Has sentido alguna vez que la
* LA COMUNIÓN
Comunión te ayuda a unirte a los demás?
* LA CONFESIÓN
*¿Alguna vez le has pedido perdón a
* LA CONFIRMACIÓN
Dios sinceramente?
* LA UNCIÓN DE LOS
*¿Deseas ser cristiano para toda la vida?
ENFERMOS
*¿Alguna vez has rezado por un
* EL MATRIMONIO
enfermo?
* EL SACERDOCIO
*¿Crees que el Matrimonio es
* SER CRISTIANOS-SER
importante?
IGLESIA
*¿Sientes que el sacerdote te ayuda a
ser cristiano?
*¿Has pensado alguna vez lo importante
que es participar en la Iglesia?
CÓMO UTILIZAR ESTE FOLLETO:
- Una o varias personas lo leen y preparan con anterioridad por partes.
- Buscan las citas bíblicas y las reflexionan y meditan.
- El día fijado se reúnen en el grupo y van comentando cada punto.
- Después cada persona habla y comparte su experiencia y lo que más
le ha llamado la atención del tema.
- Cada uno en su casa vuelve a leer el folleto y las citas bíblicas
para profundizar más en el tema.
- Cada uno o el uno con el otro se hacen como un pequeño examen
a ver qué le ha quedado de los puntos tratados.
- Todo esto lo hacemos siempre con momentos especiales de oración
y pidiendo a Dios que nos ilumine con su Santo Espíritu.
y por la cual buscamos a Dios de muchas maneras.
Así mediante este sacramento los hombres, imagen de Jesús, se
conforman con Él y lo representan aquí en la tierra, mezclados con los
demás, hombres iguales, pero configurados con Jesús, para en su nombre y
con la fuerza del Espíritu Santo, realizar todas las cosas que Jesús sigue
realizando en la humanidad por medio de su Iglesia, como es la
predicación, la celebración de los sacramentos, la renovación de su Cuerpo y
Sangre en la Misa, el Perdonar los pecados en la Confesión, el Bautizar,
Ungir, Bendecir el Matrimonio, Orar, decir la verdad, y tantas otras cosas que
necesitamos de Jesús para crecer como Iglesia.
Todos nos integramos y unimos en el
Pastor que es Jesucristo mediante la palabra
y la acción del sacerdote que lo representa
en su Iglesia.
SER CRISTIANOS-SER IGLESIA
Podemos entonces comprender mejor lo que
significa ser cristianos. Ser cristianos significa
ser Iglesia, porque nadie puede ser cristiano por fuera de la Iglesia, aunque
sabemos que Dios es libre y trabaja donde quiere y como quiere, sin embargo
no hay mejor manera de ser cristianos sino vivir y compartir dentro
de la Iglesia. (CEC 1289. 2030)
Somos Iglesia cuando vivimos en comunión con las demás personas de
la Iglesia, cuando nos acercamos cada día más en el amor a Jesucristo, y esto
lo logramos mediante la oración, la práctica de la misericordia y los
sacramentos.
Cada cual debe ir descubriendo su propia vida de oración, sus
momentos de soledad donde se encuentra sinceramente con Dios, sus
momentos de usar la Biblia y profundizar en ese amor a Dios; sus formas de
devoción que le ayuden a acercarse más a Dios.
Cada cual también debe profundizar cada día mas en el amor al
prójimo, en el ayudar al hermano que necesita, en el perdonar las ofensas,
en el orar por los demás, en el visitar al enfermo, al encarcelado, visitar los
hogares para evangelizar; ayudar a los que más necesitan.
También cada cristiano debe plantearse su amor a la Iglesia, su
responsabilidad en la misma; todos somos la Iglesia que Jesucristo fundó
(CEC 2040), porque somos bautizados en su sangre, en su amor, y todos
debemos echar adelante la Iglesia; lo que dejemos de hacer no se hará, y
lo que hagamos, mejor que sea con esfuerzo, Cristo lo asumirá en su
Reino y brillará junto con las obras de todos los santos en la eternidad.
(CEC 1426)
La Iglesia la construimos todos pero también la destruimos todos;
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LA IGLESIA Y LOS SACRAMENTOS
cristianos.
LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS (CEC 1499-1525)
Tiene que ver con los momentos de la vida en que sufrimos, en
que estamos débiles, en que nos enfermamos.
Muchas veces en esos momentos estamos más débiles y podemos
caer en diversas tentaciones como la desesperación, el desánimo, la
depresión, la indiferencia, etc.
En la Unción el sacerdote pide la fortaleza del
cuerpo y del espíritu para que el cristiano pueda enfrentar
su enfermedad desde la fe, sin salirse de ella,
mantenerse en la lucha, en el camino de la fe,
atravesando esos momentos tan difíciles por
donde ya Cristo pasó en la Cruz.
Por la Unción el cristiano es asimilado aún más
profundamente al misterio de Cristo que padeció y dio
su vida por nosotros, y de esta manera se une más a Él,
llevando adelante su meta como cristiano y no perdiendo
esa gran oportunidad que es el padecer con Cristo, unirse a Él en esos
momentos tan difíciles para cada persona.
EL MATRIMONIO (CEC 1601; 1638-43)
Tiene que ver con la formación de la pareja humana, entre el
hombre y la mujer; todos crecemos y llegamos a una edad donde buscamos
una pareja, a menos que Dios nos llame a una vida consagrada o al simple
celibato. El cristiano respeta mucho a las demás personas y quiere crear
compromisos auténticos, responsables y estables. Los hijos son los
primeros que gozan de unos papás unidos en una pareja estable.
El sacramento del Matrimonio es la base sobre la cual la pareja
cristiana construye su vida y su familia, y
dentro de esa familia vive su vocación de creyente
y de cristiano; sigue adelante su caminar en la fe
y cria a sus hijos dentro de esa fe y ese amor,
para que ellos tengan esa gran oportunidad de
conocer a Dios desde su propia familia. El
sacramento del Matrimonio hace de la familia
una Iglesia Doméstica, donde se vive la fe y el
amor a Dios y al prójimo y donde todos van
creciendo en su vocación cristiana. (CIC 1617; 1655-58)
EL SACERDOCIO (CEC 1120. 1534. 1536. 2686)
Tiene que ver con la inquietud espiritual que todos tenemos,
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INTRODUCCIÓN
El cristiano es la persona que vive una fe
primeramente en Dios, Uno y Trino; y además
vive esta fe dentro de la Iglesia.
La fe cristiana católica, que viene desde
los apóstoles, y que fue directamente revelada
por Jesucristo, tiene lo que llamamos el “símbolo
de la fe”, es decir, el CREDO, que cada
domingo se repite en la Santa Misa y que
también se repite cuando vamos a bautizar un
niño. (CEC 185-197)
La vida cristiana católica se puede
resumir en vivir nuestra fe y ponerla en práctica
en nuestra vida.
Asistimos a la Iglesia para reforzar esa fe y compartirla con nuestros
hermanos, y en ella celebramos también los SACRAMENTOS.
NUESTRA DOCTRINA
Nos dice que Dios es UNO y TRINO, es
decir, que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Nosotros como cristianos debemos amar a Dios sobre
todas las cosas y debemos saber relacionarnos con
cada persona de la Santísima Trinidad.(CEC 232-34)
El PADRE es el creador de todo; de la nada
lo hizo todo; de él venimos y hacia él vamos; él es la
fuente inagotable y eternamente presente del
AMOR, que nos crea y nos llama a participar con él
de ese amor; tenemos que aprender a quererlo, a conocerlo, a tenerle confianza,
tenemos que aprender a amarlo a él sobre todas las cosas que nos rodean,
vivas o inanimadas, incluso por encima de nosotros mismos tenemos que
amarlo a él, a nuestro Padre. Si amamos a Dios cada día con un corazón más
sincero, abierto y profundo, nuestra vida se irá llenando de amor hacia todos.
(CEC 238-242 El HIJO es la Palabra, el Verbo de Dios, para quien
y por medio de quien fueron hechas todas las cosas; nosotros fuimos hechos
a su imagen, por eso él se encarnó como hombre, y es Jesús de Nazareth.
Jesús murió en la cruz para pagar la deuda que le debíamos a Dios; nadie
podía salvarse por sus méritos, pero gracias a Jesús es que de nuevo podemos
sentir a Dios como Padre, con confianza y amor. Por él se nos perdonan
TODOS los pecados. Los cristianos debemos aprender a buscar a Jesús, a
amarlo, a agradecer su sacrificio por nosotros, y por eso mismo debemos
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aprender a pedirle perdón a Dios cada día con mayor
sencillez y profundidad, con mayor humildad; de esta
manera nuestra vida se irá cambiando, se irá dejando de
odios y maldades, de desquites y venganzas, y se irá
llenando de humildad y amor, porque debemos aprender
a descubrir que verdaderamente ese hombre llamado
Jesús murió por mí, por mis pecados, para salvarme y
darme la Vida Eterna.
El ESPÍRITU SANTO es el Poder de Dios
que actúa en la creación y en la humanidad (CEC 242-46); es el poderoso e
indestructible AMOR del Padre y el Hijo, que unidos, siendo un sólo Dios,
son un mismo Espíritu; su amor es tan profundo e infinitamente cierto que sin
confundirse como personas divinas a la vez viven un mismo Espíritu, el Espíritu
Santo, y en este Espíritu es que se realiza la obra de Dios, la transformación
de los seres humanos en el Amor de Dios, el Espíritu
es el Poder de Dios que obra hacia fuera, hacia la
creación.
El Espíritu es quien ayuda, quien da la gracia, es
quien crea la gracia para cada cual; es infinitamente
libre, poderoso y lo sabe todo, y por eso está
siempre actuando; como el viento sopla donde quiere,
el Espíritu actúa donde quiere y lo penetra todo, y
lo transforma todo.
El Espíritu Santo es la Vida de la Iglesia; está en su corazón para
darle la VIDA. El Espíritu es quien actúa en los sacramentos, en la oración,
en la inteligencia espiritual, en los corazones de los fieles, en todo momento
nos está amando y nos está haciendo crecer en el AMOR.
AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
Para ser cristianos es necesario e indispensable cumplir con lo que
Dios nos manda; y lo que nos manda es
primeramente amarlo a Él sobre todas las cosas
(Dt 6,5). (CEC 1824. 2052)
Para poder amar a Dios la única forma es hacerlo
desde nosotros mismos, desde nuestra realidad, desde
nuestra persona única, original e irrepetible. Nadie
puede amar a otra persona con un amor prestado de otro, o con otra persona
que no sea uno mismo; ése es el gran secreto de Dios; que nos manda amar,
y en ese esfuerzo por cumplir su mandato, nos hacemos libres, porque
llegamos a ser nosotros mismos.
Para poder amar a Dios es necesario e indispensable tener una
EXPERIENCIA PERSONAL de Dios. Cada uno de nosotros es una per-
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un alimento tan especial que nunca podremos agradecerle su generosidad;
nos dejó su propio Cuerpo, su propia Sangre para alimentarnos.
En el pan y el vino Jesús dejó su Cuerpo y Sangre; y esa es la fuente
de la vida cristiana; el alimento de la Iglesia es el mismísimo Cuerpo
de Cristo, y mediante ese alimento los cristianos vamos poco a poco creciendo
en el Amor, en la Verdad, en el Perdón, en la Gracia de Dios.
LA CONFESIÓN (CEC 1434-39; 2043)
Tiene que ver con las caídas que cada día tenemos, con tantos
momentos de nuestra vida en los cuales tratamos mal a nuestros hermanos,
a nuestros familiares y amigos; con tantas veces que negamos a Dios en
nuestras vidas y hacemos cosas dándole la espalda.
La confesión es Reconciliación con Dios y con la Iglesia, y por
medio de ella con la comunidad, con la familia, con los amigos, con toda la
humanidad.
Necesitamos la Confesión porque siempre
caemos y siempre necesitamos que Dios nos perdone
y nos levante para poder seguir caminando hacia su
amor.
La gracia más grande que le podemos pedir
a Dios no es ganarnos un Kino ni una lotería, sino
poder reconocer humildemente y padecer
nuestro propio pecado, para poder pedirle perdón
a Dios desde lo profundo de nuestra verdad. La
verdad nos hará libres.
LA CONFIRMACIÓN (CEC 1289)
Tiene que ver con el momento en que el joven llega a la edad de
hacerse adulto y tomar una decisión en su vida. Cada cual elige su
vocación, cada cual va haciendo su vida como mejor le parece, y hay un
momento en la vida donde ya podemos comenzar a trabajar, a ser responsables
de nuestro propio camino, a tomar nuestras decisiones.
La Confirmación es el sacramento donde la Iglesia pide el Espíritu
Santo para los fieles, de manera que su vida cristiana se haga plena; el
Espíritu Santo da sus dones al cristiano y así éste puede enfrentar la vida
manteniendo su fe y luchando contra los obstáculos y tentaciones que
se le presenten.
La vida adulta es una vida de trabajo, de lucha, de superar obstáculos,
de luchar contra la corriente para lograr metas. La Confirmación es el
sacramento para llegar a ser cristiano adulto en la fe y poder dar el
testimonio ante el mundo de esa fe, enfrentando todas las circunstancias de la
vida desde la fe y no por fuera de la fe, que quiere decir en otras palabras ser
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los enfermos (St 5,14) lo cual indica la Unción de los Enfermos; también
nos habla de la elección y oración para los presbíterios (Hch 14,23) y para los
diáconos (Hch 6,6), lo cual nos habla del Orden Sacerdotal. También nos
dice Jesús que “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre” (Mt 19,4-6),
hablándonos del Matrimonio y encontramos en Pentecostés aquella efusión
del Espíritu Santo al principio de la Iglesia (Hch 2,4),
lo cual nos indica el sacramento de la
Confirmación.
Así, los sacramentos son actos que
realiza la Iglesia, principalmente los
sacerdotes, utilizando signos y materias como
el agua para el Bautismo, el pan y el vino para
la Comunión, el aceite para la Unción, etc,
donde Dios va actuando en la Iglesia y regalando su gracia por el
poder del Espíritu Santo. Es Jesucristo mismo quien realiza los
sacramentos por medio del sacerdote gracias al Espíritu Santo.
La Iglesia tiene 7 Sacramentos que se relacionan con momentos
importantes de la vida de los cristianos y nos ayudan a acercarnos y
encontrarnos con Dios. En los sacramentos recibimos la gracia de Dios,
la vida divina. (CIC 774. 1084. 1131)
EL BAUTISMO (CEC 628; 950; 1213-14)
El Bautismo tiene que ver con nuestro nacimiento, con el principio
de nuestra vida, nacemos a la vida de la gracia de Dios que nos trajo Jesucristo.
Por el Bautismo recibimos una consagración especial y entramos
a formar parte de Jesucristo; somos miembros de
su Cuerpo, la Iglesia; hijos de Dios, templos del
Espíritu Santo, y recibimos toda la semilla de la
gracia que luego se va a desarrollar a lo largo de
nuestra vida. Recibimos el don de la fe, de la
esperanza y del amor; recibimos a Dios Uno y
Trino. Además recibimos el perdón de todos los
pecados, incluso el pecado original, que ya traemos
al nacer, y que nos da la tendencia de rechazar a
Dios, de ser soberbios. (CIC 1220; 1227-28)
LA COMUNIÓN O EUCARISTÍA
Tiene que ver con el alimento; comemos cada día, y siempre
volvemos a tener hambre, necesitamos alimentarnos porque si no lo
hacemos nos sentimos muy débiles. (CEC 1322’1419)
Jesucristo fue tan infinitamente bueno con nosotros que nos dejó un
alimento para poder rehacer nuestras fuerzas y crecer hacia Dios; pero fue
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sona humana, original e irrepetible, y por lo tanto Dios quiere encontrarse con
cada uno de nosotros en forma única y diferente. (CEC 51-53)
Nuestra experiencia de Dios debe ser abierta, a las Tres Divinas
Personas; una relación con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo;
además esta relación se sigue abriendo a María y a los Santos, porque en la
vida espiritual no hay fronteras, no hay egoísmos sino comunión y amor, y
todos cabemos dentro de ella. Dios nos da el tiempo para desarrollar esa
relación personal con Él, como Dios Uno y Trino, y además con María y con
los santos. La vida espiritual del cristiano se enriquece en la medida que
establece relaciones personales más amplias.
Estas relaciones personales espirituales
se siguen abriendo hacia la Iglesia, hacia
el Papa, los Obispos, Sacerdotes y hacia la
Comunidad Cristiana en general, hacia la
Familia y hacia la humanidad entera. No
debemos tener miedo a amar, al contrario,
más amamos en Dios y más libres somos.
EL TRIUNFO DEL CRISTIANO
En la vida de cada persona hay muchas cosas que desarrollar y luchar,
y la mayoría de las veces luchamos por metas meramente materiales;
creemos que al tener dinero, poder o placer ya estamos salvados, pero es
mentira. (CEC 154-155)
El hombre de fe, el que cree en Dios, tiene una meta que cumplir
mientras está aquí en la tierra, haga lo que haga, trabaje o estudie, sufra o
goce, esté sano o enfermo, (CEC 2. 278. 1064) tenga o no tenga dinero, la
meta del cristiano siempre está allí, fresca, presente, esperando, aunque
muchas veces nos olvidemos de ella (Flp 3,14).
Hay santos en la Iglesia que han muerto jóvenes,
de menos de 15 años, y son santos de verdad, como
Santo Domingo Savio, entre otros, ellos han llegado a la
meta como cristianos, han triunfado en la fe, porque han
descubierto el amor a Dios sobre todas las cosas.
Nuestra meta como cristianos, en la dimensión espiritual
de nuestra vida, es la misma de siempre; crecer en el
amor a Dios y a nuestro prójimo; cada día hacer
crecer más esas semillas de Amor que Dios ha sembrado
en nosotros por medio del Bautismo y la predicación de
la Iglesia (por medio de nuestras familias, por los catequistas, el sacerdote, el
obispo o el Papa). Al final todos vamos a morir, la mayoría de nosotros no
vamos a llegar a los 100 años, (CEC 1825. 2443) pero podemos tratar de
caminar el camino de la fe y del amor, y de esta manera aprovechar nuestra
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vida, no simplemente en pelear por las cosas materiales, sino en buscar a
Dios en forma sincera y personal. El triunfo del cristiano es seguir
buscando a Dios durante toda su vida y cada día dejarse educar un poquito
más por él, e ir entrando en su Amor, amando a la vez a su prójimo.
CÓMO SEGUIR EL CAMINO DE LA FE
Ante todo debemos partir del principio; y el principio de todo es
nuestra FE; nosotros creemos en Dios.
Si creemos en Él, debemos tomar una decisión en nuestras vidas; o lo
tomamos en serio o lo ignoramos; Dios no se va a imponer; Él es un gran
caballero que respeta nuestra libertad.
Si decidimos tomar en serio a Dios, entonces debemos escuchar qué
es lo que nos pide; y ya sabemos de sobra que Jesús nos dejó solamente un
mandamiento, que es Amar a Dios sobre todas
las cosas y al prójimo como a nosotros mismos
(Mc 12,33).
Si de verdad queremos seguir adelante y
tomar en serio a Dios, entonces debemos tratar
de amarlo por encima de todo y amar a nuestro
prójimo, y aquí comienza nuestra dificultad.
Cuando sinceramente tratamos de cumplir
con Dios nos encontramos que Él nos ama, pero
nosotros no, y nos encontramos con nuestro corazón de piedra (Ez 36,26),
con aquellas cosas que están en nosotros, que hemos acumulado pero que
son nuestro pecado, nuestro rechazo, nuestros egoísmos, nuestra
ignorancia, nuestra rebeldía y maldad. (CEC 1696)
Por eso, para poder de verdad amar a Dios en forma personal,
única e irrepetible, es necesario que cada uno le pida de corazón a Dios de
descubrir y reconocer sus propias faltas y pecados; de sentirlos en carne
propia y poder arrepentirse de ellos ante Dios, que con su infinito Amor nos
está esperando a cada uno de nosotros. Debemos dejar de huir de Dios (Gn
3,9-10), al contrario, tratar de encontrarlo, pues Él nos sanará las heridas.
Nadie, ningún ser humano nos puede juzgar, ni nosotros podemos
juzgar a nadie, porque siempre estaremos equivocados, nunca podremos
lograr saber realmente porqué, hasta qué punto otra persona está pecando;
incluso ni siquiera podemos juzgarnos a nosotros mismos, pero eso no
significa que no exista el pecado en nosotros; en la medida que lo
descubrimos y permitimos a Dios entrar en esa parte de nuestro ser
que está dominada por el pecado entonces nos hacemos libres para
amar, Dios nos va liberando.
Jesucristo dio su vida en la Cruz por cada uno de nosotros, Él no tenía
culpa de nada, pero nosotros sí; hemos cometido faltas, errores y pecados,
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y gracias a Jesús somos perdonados.
Y por eso acudimos al Sacramento de la CONFESIÓN, donde
confesamos nuestras faltas y pedimos el perdón a Dios en la persona del
Sacerdote, que representa a Jesucristo y es el mismo
Jesucristo que nos perdona los pecados(CEC 1696-97)
Así podemos resumir que el camino de la fe
cristiana comienza en la semilla de la humildad
(Pr 1,7); reconociendo nuestro rechazo de Dios, y
pidiendo humildemente su perdón y su gracia; todo
lo que se construya desde esta base quedará sólido y
pasará hasta la vida eterna; y todo lo que se construye
en nosotros fuera de esta base, que sea en la soberbia,
en la mentira, en el orgullo; todo eso algún día caerá y no puede entrar en la
eterna presencia de Dios.
LOS SACRAMENTOS (CEC 1123. 1305)
Así vemos que la fe es un camino, que cada cual debe recorrer, en
forma libre y personal, y que para eso Dios nos ha regalado el pedacito de
vida que todos tenemos y no sabemos hasta cuándo.
Cada cual debe tener en sí mismo la búsqueda sincera de Dios, y
estar dispuesto a pasar por cualquier cantidad de pruebas para purificar el
corazón y tratar de ser cada día más fiel a Dios. Cada uno debe ir
descubriendo su forma de orar, de rezar, su manera de mantener viva la fe
cada día, a lo largo de la semana, para encontarse
con la comunidad de fe el domingo y poder compartir
esa fe, avivarla entre todos, junto con el sacerdote.
(CEC 2044)Además cada cual debe vivir el amor
al prójimo siempre con mayor profundidad y
generosidad, desarrollando su vida cristiana en forma
concreta con todos aquellos que Dios le permite
cruzar su vida, vivir la caridad con el hermano.
La Iglesia desde el comienzo, además de
la vida personal de fe, oración, devoción, caridad fraterna, instituyó los
sacramentos. Podemos ver en la Biblia cuando los Apóstoles bautizaban en
el nombre de Jesús (Hch 2,41) y cómo éste les mandó ir por todo el mundo
a bautizar y hacer hijos de Dios en todas las naciones de la tierra (Mt 28,19).
(CEC 1381)Además encontramos en la Biblia las primeras comunidades
cristianas celebrando la eucaristía, la comunión y fracción del pan (Hch
2,42), es decir la santa Misa; también encontramos en la Biblia aquellas palabras
de Jesús que dice: “cuado les perdonen los pecados quedarán perdonados...”(Jn
20,23), que nos hacen referencia a la Confesión. La santa Biblia también
nos muestra en la carta de Santiago cómo oraban e imponían el aceite para
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