Download Tema 9. Creo que Jesucristo nació de Santa María

Document related concepts

Dogmas y doctrinas marianas de la Iglesia católica wikipedia , lookup

Virgen María en la Iglesia católica wikipedia , lookup

Inmaculada Concepción wikipedia , lookup

Mariología wikipedia , lookup

María (madre de Jesús) wikipedia , lookup

Transcript
¡Venga tu Reino!
TEMA: CREO QUE JESUCRISTO NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN
CRISTO SE ENCARNÓ PARA QUE CONOCIÉRAMOS EL AMOR DE DIOS.
Cristo, el Verbo, la Palabra de Dios, se encarnó para que conociéramos el amor de Dios. «En esto se
manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos
por medio de Él» (Jn3,16).
¿QUÉ ES LA ENCARNACIÓN?
Es el misterio de la unión de la naturaleza divina y la naturaleza humana de Jesús, que se ha hecho
«carne» para salvarnos. Él, Hijo de Dios, «engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre»,
se ha hecho verdaderamente hombre, hermano nuestro, sin dejar con ello de ser Dios.
Creer en la encarnación del Hijo de Dios es el signo distintivo de la fe cristiana. Ésa es la
alegre convicción de la Iglesia desde su comienzo. La misión del Espíritu Santo está unida y ordenada
a la de Cristo. El Espíritu Santo fue enviado para santificar el seno de la Virgen María y fecundarla por
obra divina, sin colaboración de varón. Él, que es «el Señor que da la vida», hizo que ella concibiera al
Hijo eterno del Padre en una humanidad tomada de la suya.
¿POR QUÉ ES VIRGEN MARÍA?
María «fue Virgen al concebir a su Hijo, Virgen durante el embarazo, Virgen en el parto, Virgen
después del parto, Virgen siempre» (San Agustín): ella, con todo su ser, es «la esclava del Señor»
(Lc1,38).
«Dios envió a su Hijo», pero para «formarle un cuerpo» quiso la libre cooperación de una
criatura. Para esto, desde toda la eternidad, Dios escogió para ser la Madre de su Hijo, a una hija de
Israel, una joven judía de Nazaret en Galilea, a «una virgen desposada con un hombre llamado José,
de la casa de David; el nombre de la virgen era María» (Lc1,26-27). Jesús es el único hijo carnal de
María. Cuando en los evangelios se habla de «hermanos y hermanas de Jesús» se trata de parientes
cercanos de Jesús.
MARÍA ES LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
Es decir, fue concebida inmaculada: sin el pecado original, por gracia de Dios. Además, por esta misma
gracia de Dios, permaneció inmune de todo pecado personal toda su existencia, por eso es la «llena de
gracia».
¿NO ES ESCANDALOSO LLAMAR A MARÍA«MADRE» DE DIOS?
María es verdaderamente Madre de Dios porque es la madre de Jesús. Además es Madre de la Iglesia
en orden de la gracia, porque es Madre de Jesús, que es Dios, cabeza del cuerpo que es la Iglesia.
Ella continua intercediendo por nosotros, sus hijos, siendo para todos modelo de fe y de caridad.
¿POR QUÉ MARÍA ES TAMBIÉN NUESTRA MADRE?
Porque Cristo nos la dio como madre desde la cruz.(Jn19, 26). Jesús le confío a María a la Iglesia, por
eso podemos invocarla y suplicar su intercesión ante Dios.
Centro de Recursos del Regnum [email protected]
APLICACIONES A MI VIDA DEL YO CREO EN QUE JESÚS NACIÓ DE LA VIRGEN MARÍA:
 María es la «puerta de la salvación», la invocamos como nuestra abogada, auxiliadora y
mediadora.
 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo.
 Al rezar el rosario, una oración mariana, repasamos y meditamos un compendio (un resumen) de
todo el Evangelio.
 Ante los problemas y dificultades, recordar la aceptación que siempre tuvo María y cómo siguió con
fe a su Hijo hasta el Calvario.
 María, Estrella de la Evangelización, ampara maternalmente todos los proyectos apostólicos que
buscan extender el Reino de Cristo, su Hijo.
CONSIGNA:CONFIARME EN LA PROTECCIÓN DE
MARÍA,
IMITAR SU FE Y OBEDIENCIA:
«DICHOSA LA
QUE HA CREÍDO».
María, como dice san Ireneo, «por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el
género humano». Por eso muchos predicadores coinciden al afirmar que «el nudo de la desobediencia
de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató Eva por su falta de fe lo desató la Virgen María por
su fe». Comparándola con Eva, llaman a María «Madre de los vivientes» y afirman que «la muerte vino
por Eva, la vida por María» (LG 56).
La Virgen María es corredentora, mediadora, reina de todo el universo. Ella es la pureza
personificada, Madre de Dios y Madre nuestra, es parte integrante de la vocación cristiana. En todo
momento, como por instinto, hemos de recurrir a Ella, que «consuela nuestro temor, excita nuestra fe,
fortalece nuestra esperanza, disipa nuestros temores y anima nuestra pusilanimidad» (San Bernardo).
El pueblo de Dios la ha visto siempre como un camino, «senda por donde se abrevia el camino» para
llegar a Cristo.
«Desearía recordar la importancia y la belleza de la oración del santo Rosario. Recitando el
Avemaría, se nos conduce a contemplar los misterios de Jesús, a reflexionar sobre los momentos
centrales de su vida, para que, como para María y san José, Él sea el centro de nuestros
pensamientos, de nuestras atenciones y acciones. Sería hermoso si, sobre todo en este mes de mayo,
se recitara el santo rosario o alguna oración a la Virgen María juntos en familia, con los amigos, en la
parroquia. La oración que se hace juntos es un momento precioso para hacer aún más sólida la vida
familiar, la amistad. Aprendamos a rezar más en familia y como familia» (Papa Francisco, 1 de mayo
de 2013).
REFLEXIÓN PERSONAL
 ¿Qué papel tiene María en mi vida? ¿Es la «puerta de la salvación»?
 ¿Me genera confianza al actuar responsablemente y obedecer a lo que me confían?
 ¿Estoy tratando de imitar el modo de ser de María para ser mejor persona, en mi familia, con mis
amistades?
SUGERENCIAS PARA LA REVISIÓN DE VIDA (HECHO DE VIDA) O UNA REFLEXIÓN EN EQUIPO
1. El demonio se descontrola ante la presencia de María. El P. Amorth, exorcista de la diócesis de
Roma, explica qué es este ritual del exorcismo.
2. María nos ayuda a estar atentos. Angelus del Papa Francisco.
3. La Inmaculada Concepción. Homilía del Papa emérito Benedicto XVI en esta fiesta.
Centro de Recursos del Regnum [email protected]
¡Venga tu Reino!
EL DEMONIO SE DESCONTROLA DE RABIA CUANDO COLOCO ALGO QUE
REFLEJA LA PRESENCIA DE MARIA
Una mañana de 1985, el cardenal UgoPoletti, vicario de Juan Pablo II como obispo de Roma, llamó a un sacerdote
paulista nacido en 1925, el padre Gabrielle Amorth, para encomendarle una misión: ser el exorcista de la diócesis
de Roma. En estos veintisiete años, el padre Amorth reconoce haber realizado más de cincuenta mil exorcismos.
Por tanto, nadie mejor que él en todo el mundo para explicar qué este ritual del exorcismo, en un momento en el
que, en la práctica, está olvidado incluso en el seno de la Iglesia.
-Padre Amorth, ¿qué es un exorcismo?
-El exorcismo es una oración pública de la Iglesia que se hace con la autoridad de la Iglesia, porque la hace un
sacerdote designado por el obispo; es una oración de liberación del demonio, de su influencia maligna o del mal
provocado por él.
-En la actualidad hay muy pocos exorcistas, ¿No son necesarios?
-Durante trescientos años la Iglesia ha abandonado los exorcismos. Los motivos son diversos y los explico en el
libro Habla un exorcista. Sin embargo, en cada diócesis debe haber uno ¡como mínimo! Pero ¿cómo los va a
haber, si la gente no cree en el Demonio, incluso gente de Iglesia, como sacerdotes y obispos? Es necesario saber
que el obispo que no proporciona la ayuda espiritual necesaria a un fiel con un problema demoníaco está pecando
gravemente.
-¿Por qué permite Dios una posesión o un mal demoníaco?
-Hay gente a la que he tratado que va a misa, reza y hace ayuno. Yo les pregunto: “Si no estuvieses poseído, ¿lo
harías?”. Y me responden que no. Además, pregunto a los demonios mientras hago este exorcismo: “¿Por qué te
empeñas en quedarte? Y me dicen: “No puedo irme porque Dios no me lo permite. Si me fuera de esta persona, se
alejaría de los sacramentos, y estando así, acude a Dios y es ferviente su oración”. Luego es posible que para esas
personas, esa cruz sea necesaria para su salvación y la de los que comparten esa cruz con ella: su entorno, su
familia y sus amigos.
-En el Evangelio, Jesús dice que algunos demonios sólo se van con ayuno y oración, pero existen casos en los que
el exorcismo dura muchos años, o que incluso no llega a producir nunca esa liberación, aunque se recurra al ayuno
y la oración. ¿Por qué?
-Hay ocasiones en que el Señor permite un caso de posesión en el que la persona no llegue a liberarse nunca. Yo
los he tratado. El Señor invita a acudir al ayuno y a la oración para expulsar cierto tipo de demonios, porque hay
varios. Igual que hay ángeles con diferentes funciones y misiones, con los caídos pasa lo mismo, pues también son
ángeles. Pero como digo, en ocasiones nada funciona, ya que Dios lo permite para la salvación de muchas almas,
no sólo de la persona poseída, aunque no es normal.
-Otra cosa incomprensible es cómo puede comulgar un poseído y que no se dé su liberación, siendo como es la
Sagrada Forma el cuerpo vivo de Cristo. ¿Acaso no nos ha dicho la Iglesia que el demonio huye de Cristo como de
la peste?
-Es cierto. No se aleja el demonio cuando la persona comulga. Se queda ahí quieto, aunque supongo que
tremendamente incómodo. A veces, durante un exorcismo, coloco sobre la cabeza del poseído una forma
consagrada y pregunto: “¿Sabes lo que tienes ahí?”.Y contesta: “Sí, está Él”, y ni se inmuta.
Centro de Recursos del Regnum [email protected]
Sin embargo, he descubierto algo curiosísimo: el demonio se descontrola en rabia desesperada cuando coloco
algo que refleja la presencia de la Virgen, como un escapulario, o si rezo oraciones de la Virgen. ¡A María le
tiene un odio impresionante! Entonces sí se revuelve, no lo puede soportar. ¡Huye como de la peste!
-¿Por qué?
-Porque se siente profundamente humillado. El saberse obligado a hincar la rodilla ante una mujer, la Madre de
Cristo... ¡Ah! No puede con eso. Las oraciones a la Virgen durante un exorcismo son extraordinariamente
poderosas a mi favor...
También ocurre con las reliquias que han pertenecido a algunos santos. Yo suelo utilizarlas con mucha frecuencia,
porque no las puede soportar. Suele „salir‟ despavorido por la misma razón: la humillación de la obediencia a la
que le obliga Nuestro Señor, que le induce a doblegarse ante un hombre, no ante un ángel o ante Dios mismo: ante
un hombre que ha sido santo.
Me ocurre mucho con las reliquias que utilizo del padre Pío de Pietrelcina, a quien tengo especial devoción. Sale
huyendo ante las oraciones y las invocaciones que hago sobre él. ¿Sabe que lo conocí siendo yo muy jovencito?
¡Le tiraba de la barba y él se partía de risa! Yo le adoraba, era una persona de una bondad hiperbólica, un hombre
de Dios de pies a cabeza. Un gran santo de nuestro tiempo.
-Usted cuenta que durante los exorcismos un poseído puede expulsar por la boca objetos de metal, cristal y cosas
así.
-Es curioso, ocurre a veces. Esos objetos no están dentro de la persona físicamente, se materializan en la boca, al
ser expulsados. Los he cogido con mi mano, incluso cuchillas de afeitar. Tengo una caja enorme llena de estos
objetos. La guardo para demostrar físicamente lo que ocurre durante la expulsión de un demonio. Es muy difícil de
creer, pero están ahí.
Una vez, una persona sobre la que oraba me escupía todo el rato y yo esquivaba sus salivazos como podía. Una de
ésas veces, le vi que me iba a escupir y puse mi mano ante su boca. Fue todo muy rápido, pero cogí al vuelo un
clavo enorme y estaba seco. No tenía saliva ni nada. Se había materializado en el momento de salir de su boca.
-Usted cuenta que una sola sesión de exorcismo puede ser durísima.
-Se necesita una enorme fuerza psicológica para asistir a un exorcismo y no distraerse de la oración con nada, diga
lo que diga o haga lo que haga el demonio. La fatiga puede ser muy grande.
-¿Cómo nos protegemos para que nunca nos suceda algo así?
-El mejor remedio contra el demonio es la oración y la confianza en la Misericordia. Con oración y siendo fieles a
los regalos infinitos de la Iglesia: los Sacramentos. Dios jamás abandona a un hijo fiel. Lo protege, lo ama con
locura, lo mima con sus regalos. ¡No debéis tener miedo jamás!
-¿Usted no ha tenido miedo nunca?
-El mismo día que me nombraron exorcista me encomendé a la Santísima Virgen. Le pedí que me arropase y me
protegiese cada día con su manto materno. Además, tengo una profunda devoción a mi ángel de la guarda, al que
me encomiendo cada día y antes de cada exorcismo. Por lo tanto, creo que es el demonio, por la gracia de Dios, el
que se echa a temblar cuando me ve aparecer y empiezo a rezar.
Fuente: www.religionenlibertad.com26 de septiembre de 2012, parte de la entrevista.
(Regresar al índice)
Centro de Recursos del Regnum [email protected]
¡Venga tu Reino!
Ángelus, Papa Francisco
Antes de concluir esta celebración, quisiera confiar a la Virgen a los confirmados y a todos vosotros. La Virgen
María nos enseña el significado de vivir en el Espíritu Santo y qué significa acoger la novedad de Dios en nuestra
vida. Ella concibió a Jesús por obra del Espíritu, y cada cristiano, cada uno de nosotros, está llamado a acoger la
Palabra de Dios, a acoger a Jesús dentro de sí y llevarlo luego a todos.
María invocó al Espíritu con los Apóstoles en el Cenáculo: también nosotros, cada vez que nos reunimos
en oración estamos sostenidos por la presencia espiritual de la Madre de Jesús, para recibir el don del Espíritu y
tener la fuerza de testimoniar a Jesús resucitado. Esto lo digo de manera especial a vosotros, que habéis recibido la
Confirmación: Que María os ayude a estar atentos a lo que el Señor os pide, y a vivir y caminar siempre según el
Espíritu Santo.
Fuente: www.vatican.va28 de abril de 2013
(Regresar al índice)
Centro de Recursos del Regnum [email protected]
La Inmaculada Concepción
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Queridos hermanos y hermanas:
Os deseo a todos feliz fiesta de María Inmaculada. En este Año de la fe desearía subrayar que María es la
Inmaculada por un don gratuito de la gracia de Dios, que encontró en Ella perfecta disponibilidad y colaboración.
En este sentido es «bienaventurada» porque «ha creído» (Lc 1, 45), porque tuvo una fe firme en Dios. María
representa el «resto de Israel», esa raíz santa que los profetas anunciaron. En ella encuentran acogida las promesas
de la antigua Alianza. En María la Palabra de Dios encuentra escucha, recepción, respuesta; halla aquel «sí» que le
permite hacerse carne y venir a habitar entre nosotros. En María la humanidad, la historia, se abren realmente a
Dios, acogen su gracia, están dispuestas a hacer su voluntad. María es expresión genuina de la Gracia. Ella
representa el nuevo Israel, que las Escrituras del Antiguo Testamento describen con el símbolo de la esposa. Y san
Pablo retoma este lenguaje en la Carta a los Efesios donde habla del matrimonio y dice que «Cristo amó a su
Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para
presentarse a Él mismo la Iglesia toda gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada»
(5, 25-27). Los Padres de la Iglesia desarrollaron esta imagen y así la doctrina de la Inmaculada nació primero en
referencia a la Iglesia virgen-madre, y sucesivamente a María. Así escribe poéticamente Efrén el Sirio: «Igual que
los cuerpos mismos pecaron y mueren, y la tierra, su madre, está maldita (cf. Gn 3, 17-19), así, a causa de este
cuerpo que es la Iglesia incorruptible, su tierra está bendita desde el inicio. Esta tierra es el cuerpo de María,
templo en el cual se ha puesto una semilla» (Diatessaron4, 15: SC 121, 102).
La luz que promana de la figura de María nos ayuda también a comprender el verdadero sentido del pecado
original. En María está plenamente viva y operante esa relación con Dios que el pecado rompe. En Ella no existe
oposición alguna entre Dios y su ser: existe plena comunión, pleno acuerdo. Existe un «sí» recíproco, de Dios a
ella y de ella a Dios. María está libre del pecado porque es toda de Dios, totalmente expropiada para Él. Está llena
de su Gracia, de su Amor.
En conclusión, la doctrina de la Inmaculada Concepción de María expresa la certeza de fe de que las
promesas de Dios se han cumplido: su alianza no fracasa, sino que ha producido una raíz santa, de la que ha
brotado el Fruto bendito de todo el universo, Jesús, el Salvador. La Inmaculada demuestra que la Gracia es capaz
de suscitar una respuesta; que la fidelidad de Dios sabe generar una fe verdadera y buena.
Queridos amigos: esta tarde, como es costumbre, me acercaré a la Plaza de España al homenaje a María
Inmaculada. Sigamos el ejemplo de la Madre de Dios, para que también en nosotros la gracia del Señor encuentre
respuesta en una fe genuina y fecunda.
Fuente: www.vatican.va Homilía de Benedicto XVI, Papa Emérito, domingo 8 de diciembre de 2012
(Regresar al índice)
Centro de Recursos del Regnum [email protected]