Download domingos 11, 18 y 25 de octubre - Cath-VD

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Transcript
EL DIA
DEL SEÑOR
Número 64 – Domingos 11, 18 y 25 de octubre 2015
MISION CATOLICA DE LENGUA ESPAÑOLA EN EL CANTON DE VAUD
Chemin de Mouettes 4; 1007 Lausanne, Teléfono: 021 / 613 23 73 ; Ma.-Vi. 10:00-12:00; 15:00-18:00;
E-mail : [email protected]. Las personas que deseen recibir por e-mail esta hojita de la
comunidad católica de lengua española pueden anunciarse a esta dirección de correo electrónico.
En
este
número :
Página 1 :
Editorial :
“Octubre mes de
la Misión
universal de la
Iglesia y mes del
Rosario”.
Página 2 :
Actividades
en nuestras
comunidades:
Lausana,
Renens,
Morges, Nyon,
Vevey e
Yverdon.
Página 3 :
Misa en honor
del “Señor de
los Milagros”
Domingo 18 de
octubre.
Páginas 4, 5 y
6:
Lecturas de los
domingos 11, 18
y 25 de octubre,
XXVIII, XXIX y
XXX domingos
del tiempo
ordinario
– Ciclo B.
Página 6 y 7 :
Bula de
indicción del
Jubileo
extraordinario de
la Misericordia
(Tercera parte).
Octubre mes de la Misión universal de la Iglesia
y mes del Rosario
Queridos hermanos y hermanas:
La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida
Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la oración y la reflexión. De hecho, si todo
bautizado está llamado a dar testimonio del Señor Jesús proclamando la fe que ha recibido
como un don, esto es particularmente válido para la persona consagrada, porque entre la
vida consagrada y la misión subsiste un fuerte vínculo. El seguimiento de Jesús, que ha
dado lugar a la aparición de la vida consagrada en la Iglesia, responde a la llamada a tomar
la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus gestos de servicio y de amor, a
perder la vida para encontrarla. Y dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter
misionero, los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen plenamente este
mismo carácter…
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS
MISIONES 2015.
“Todo bautizado está llamado a dar testimonio del Señor… La dimensión misionera, al
pertenecer a la naturaleza misma de la Iglesia”. Como bautizados todos estamos llamados a
participar en la Misión que Cristo confió a su Iglesia, la misión de anunciar y promover el Reino de
Dios. Todos, pues, estamos llamados a participar y a dar nuestra contribución en esta tarea. Lo
hacemos ante todo con nuestra oración y participación a la vida de la Iglesia. Es por eso que la
Iglesia ha proclamado patrona de las misiones también a Santa Teresa del Niño Jesús, una
carmelita que vivió su vocación misionera con la oración y la ofrenda de su vida por el trabajo de
los misioneros. Nosotros también tenemos que asociarnos ante todo con nuestra oración y la
ofrenda de nuestra vida para que el reino de Dios, reino de paz, de justicia y de amor, crezca y se
desarrolle en nuestro mundo para el bien de la Iglesia y de toda la comunidad humana.
En este mes de octubre voy a viajar a Calcuta en India para visitar a algunos niños que tenemos
apadrinados en esa ciudad. Encomiendo este viaje a vuestras oraciones.
Paulino González
Todo el mes de octubre es misionero.
- La primera semana se dedica a intensificar la oración misionera.
- La segunda semana se promueve de manera especial el
sacrificio y el dolor por las Misiones.
- La tercera semana (que se termina con la fecha de “Domund”)
se concreta en la caridad.
- La cuarta semana se destina a promover el fomento de nuevas
vocaciones misioneras, salidas de la propia comunidad eclesial.
1
ACTIVIDADES EN NUESTRAS COMUNIDADES
COMUNIDAD DE LAUSANA, RENENS Y MORGES
- Sábados, 18:00 meditación del rosario con el grupo de
oración en la capilla de Chemin de Mouettes 4; 19:30 misa
en la iglesia de Morges.
- Domingos, 9:30 y 19:00 misa en la iglesia del
Sagrado Corazón; 11:30 misa en la iglesia de Renens.
- Domingo 18 de octubre, 11:30 misa en Renens en
honor del Señor de los Milagros animada por la
comunidad peruana. La colecta de este domingo será
para la Misión Universal.
- Domingo 1 de noviembre FIESTA DE TODOS LOS
SANTOS.
- Miércoles 4 de noviembre, 9h30 visita del Point d’Appui con
el grupo de ayuda fraterna.
- Domingo 8 de noviembre, 10h30 Domingo de los pueblos,
misa con la parroquia del Sagrado Corazón.
- Sábado 14 de noviembre, 19h00 FIESTA DEL
MAGOSTO en la sala de la parroquia de Ste-Therese
(Montoie), Chemin du Couchant 4.
MENU :
ENSALADA, CALLOS O PAELLA,
POSTRE Y CASTAÑAS.
ADULTOS FR. 25.— NIÑOS 12.-Inscripciones en la sede de la Misión
021 613 23 73.
- Domingo 22 de noviembre, 11h30 misa familiar en
Renens con la entrega del Padre Nuestro.
- Jueves 26 de noviembre, 20h00 encuentro del grupo del
Niño Dios en la sala Emaús en Renens.
COMUNIDAD DE NYON-LA CÔTE
GRUPO DE ORACION DEL MOVIMIENTO DE LAS
FRANCISCANAS DE MARIA
primer y último martes del mes en la parroquia de Founex
a las 19:00.
Contacto: 079 903 85 63
- Domingos, 9:15 misa en la iglesia parroquial.
- Todos los jueves ensayo del coro a las 19h en la Iglesia.
- Domingo 11 de octubre: Misa en honor a nuestra Sra. Del
Pilar y día de la hispanidad a las 9h15.
- Domingo 25 de octubre: Misa Familiar a 9h15.
- Domingo 01 de noviembre : Misa de todos los Santos y
Conmemoración de todos los difuntos a las 9h15.
- Domingo 8 de noviembre después de la misa de 9:15
elaboración de las coronas de Adviento.
GRUPO DEL ROSARIO
DE LA VIRGEN PERERINA
Todos los primeros miércoles del mes a las 18h00 en las
salas de la parroquia.
COMUNIDAD DE VEVEY-LA RIVIERA
- Domingos, 17:00, misa en la iglesia Notre-Dame.
- Domingo 1º de noviembre 17h00 Fiesta de Todos los
Santos.
COMUNIDAD DE YVERDON-NORD-VAUDOIS
- Sábados, 18h00 misa en la capilla de St-Georges.
- Sábado 10 de octubre: Misa en Honor a nuestra Sra. Del
Pilar y Día de la Hispanidad a las 18h aperitivo “Canadien”
después de la misa.
- Sábado 31 de octubre : Vigilia de la misa de todos los
Santos y Conmemoración de todos los fieles difuntos a las
18h.
UNIDAD PASTORAL CANTONAL
CURSILLO DE PREPARACION AL MATRIMONIO
Las parejas residentes en el Cantón de Vaud que desean
celebrar el casamiento religioso en Suiza o en su país de
origen tienen que participar a un cursillo de preparación al
matrimonio y completar el expediente. Llamar a las oficinas
de la Misión en Lausana para hacer la inscripción y preparar
el expediente con suficiente tiempo. ¡Muchas gracias!
Miércoles 11, 18 y 25 de noviembre a las 20:00
en la sede de la Misión.
CURSILLO DE PREPARACIÓN AL BAUTISMO
Las familias que deseen celebrar el bautismo de sus hijos
tienen que participar al cursillo de preparación. Llamar a las
oficinas de la Misión en Lausana para hacer la inscripción.
Miércoles 2 y 9 de diciembre a las 20:00
en la sede de la Misión.
¡Muchas gracias!
ENCUENTROS DEL GRUPO DEL NIÑO DIOS
- JUEVES 29 DE OCTUBRE A LSS 20H00 EN LA SALA EMAUS EN RENENS
- JEUVES 26 DE NOVIEMBRE 2015 A LAS 20H00 EN LA SALA EMAUS EN RENENS
- NOVENA DEL NIÑOS DIOS : DEL 15 AL 23 DE DICIEMBRE 20H00 EN LA SALA CAFARNAUM EN RENENS.
2
Tradicional Misa en Honor al
“Señor de los Milagros”
Domingo 18 de Octubre 2015 a las 11:30
Iglesia Católica “St-François d'Asisse” en Renens
(bus Nro. 17 parada l'Avenir)
Interpretación de la “Misa criolla”
(de Chabuca Granda – Perú a cargo de la Hermandad de Ginebra )
Un aperitivo sera ofrecido por la Hermandad del “Señor de los Milagros” de Lausanne y
devotos al final de la misa
Organizan: Hermandad del “Señor de los Milagros” de Lausanne, la Misión Católica de Lengua Española
de Lausanne y la Parroquia de Renens
3
LECTURAS DEL DOMINGO 11 DE OCTUBRE 2015
XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B
Sabios con la Sabiduría de Dios. Más preciosa que el poder, las riquezas, la salud y la belleza es la
sabiduría que viene de Dios. Nos hace vivir en el amor de Dios.
Lectura del libro de la Sabiduría (7,7-11):
Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué,
y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a
cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en
nada la riqueza. No le equiparé la piedra más
preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco
de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el
barro. La quise más que la salud y la belleza, y me
propuse tenerla por luz, porque su resplandor no
tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes
juntos, en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios.
Sal 89,12-13.14-15.16-17 R/. Sácianos de tu misericordia, Señor.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que
por los días en que nos afligiste, por los años en
adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor,
que sufrimos desdichas. R/.
¿hasta cuando? Ten compasión de tus siervos. R/.
Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda
gloria. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga
nuestra vida será alegría y júbilo. Danos alegría,
prósperas las obras de nuestras manos. R/.
Segunda Lectura (Heb 4,12-13): La Palabra de Dios es Viva y es Eficaz. La Palabra de Dios es
inquietante. Nos fuerza a confrontarnos a nosotros mismos y a tomar una opción, o a favor o en contra de
Dios. Es decisiva para el resultado de nuestras vidas.
Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-13): La
palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que
espada de doble filo, penetrante hasta el punto
donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y
tuétanos. juzga los deseos e intenciones del
corazón. No hay criatura que escape a su mirada.
Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel
a quien hemos de rendir cuentas. Palabra de Dios.
Evangelio (Mc 10,17-30): Ven, Sígueme sin Equipaje Inútil. Como el joven rico, en realidad no hemos
dado nada a Dios si no respondemos a su invitación de seguirle por el camino que él quiere que sigamos.
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(10,17-30): En aquel tiempo, cuando salía Jesús al
camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y
le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para
heredar la vida eterna?» Jesús le contestó: «¿Por
qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más
que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás,
no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso
testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu
madre.» Él replicó: «Maestro, todo eso lo he
cumplido desde pequeño.» Jesús se le quedó
mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta:
anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los
pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego
sígueme.» A estas palabras, él frunció el ceño y se
marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús,
mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué
difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de
Dios!» Los discípulos se extrañaron de estas
palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es
entrar en el reino de Dios a los que ponen su
confianza en el dinero! Más fácil le es a un
camello pasar por el ojo de una aguja, que a un
rico entrar en el reino de Dios.» Ellos se
espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién
puede salvarse?» Jesús se les quedó mirando. y les
dijo: «Es imposible para los hombres, no para
Dios. Dios lo puede todo.» Pedro se puso a
decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado
todo y te hemos seguido.» Jesús dijo: «Os aseguro
que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o
madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el
Evangelio, recibirá
ahora, en este
tiempo, cien veces
más
casas
y
hermanos
y
hermanas y madres
e hijos y tierras,
con persecuciones,
y en la edad futura,
vida
eterna.»
Palabra del Señor.
4
LECTURAS DEL DOMINGO 18 DE OCTUBRE 2015
XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B
Primera lectura : El cuarto canto de Isaías sobre el Siervo Sufriente se cumple plenamente en Jesús. Con
humildad y compasión, cargó sobre sí nuestros pecados y así posibilitó que nosotros sepamos servir a
Dios y a los hermanos.
Lectura del libro de Isaías (53,10-11): El Señor
quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su
vida como expiación: verá su descendencia,
prolongará sus años, lo que el Señor quiere
prosperará por su mano. Por los trabajos de su
alma verá la luz, el justo se saciará de
conocimiento. Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos. Palabra
de Dios.
Sal 32,4-5.18-19.20 y 22 R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus
vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de
acciones son leales; él ama la justicia y el derecho,
hambre. R/.
y su misericordia llena la tierra. R/.
Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en
auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor,
los que esperan en su misericordia, para librar sus
venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R/.
Segunda Lectura (Heb 4,14-16): Jesús, nuestra Fortaleza en la Debilidad. Jesús comprende nuestra
debilidad, porque se encarnó como ser humano igual que nosotros. Él es nuestra fuerza y ayuda, porque
es el Hijo de Dios.
Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16):
Mantengamos la confesión de la fe, ya que
tenemos un no sacerdote grande, que ha
atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos
un sumo sacerdote incapaz de compadecerse
nuestras debilidades, sino que ha sido probado en
todo exactamente como nosotros, menos en el
pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios.
Evangelio (Mc 10,35-45): Sirviendo con Jesús. La grandeza del cristiano consiste en su humilde servicio.
Podemos aprender esto de las palabras y ejemplo de Jesús.
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(10,35-45): En aquel tiempo, se acercaron a Jesús
los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le
dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te
vamos a pedir.» Les preguntó: «¿Qué queréis que
haga por vosotros?» Contestaron: «Concédenos
sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu
izquierda.» Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís,
¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber,
o de bautizaros con el bautismo con que yo me
voy a bautizar?» Contestaron: «Lo somos.» Jesús
les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis,
y os bautizaréis con el bautismo con que yo me
voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a
mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya
reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se
indignaron contra Santiago y Juan. Jesús,
reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son
reconocidos como jefes de los pueblos los
tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros,
nada de eso: el
que quiera ser
grande,
sea
vuestro
servidor; y el
que quiera ser
primero,
sea
esclavo de todos.
Porque el Hijo
del hombre no
ha venido para
que le sirvan,
sino para servir
y dar su vida en
rescate
por
todos.» Palabra
del Señor.
5
LECTURAS DEL DOMINGO 25 DE OCTUBRE 2015
XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B
Primera Lectura (Jer 31,7-9): Dios Reúne a su Pueblo. Dios reúne a su pueblo desde los confines más
lejanos de la tierra; incluso reúne a las personas cuya fe es débil y vacilante. Porque él es un Dios y Padre
salvador.
Lectura del libro de Jeremías (31,7-9): Así
dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob,
regocijaos por el mejor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid: El Señor ha
salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad
que yo os traeré del país del norte, os
congregaré de los confines de la tierra. Entre
ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas:
una gran multitud retorna. Se marcharon
llorando, los guiaré entre consuelos; los
llevaré a torrentes de agua, por un camino
llano en que no tropezarán. Seré un padre para
Israel, Efraín será mi primogénito.» Palabra
de Dios.
Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos
torrentes del Negueb. Los que sembraban con
parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas,
lágrimas cosechan entre cantares. R/.
la lengua de cantares. R/.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al
Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado
volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.
grande con ellos.» El Señor ha estado grande
R/.
con nosotros, y estamos alegres. R/.
Que el Señor cambie nuestra suerte, como los
Segunda Lectura (Heb 5,1-6): Jesús, el Nuevo Sumo Sacerdote. Dios mismo ha elegido a nuestro
Salvador Jesús como el nuevo sumo sacerdote. Jesús se ofreció a sí mismo por nuestros pecados.
Lectura de la carta a los Hebreos (5,1-6):
Todo sumo sacerdote, escogido entre los
hombres, está puesto para representar a los
hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones
y sacrificios por los pecados. Él puede
comprender a los ignorantes y extraviados, ya
que él mismo está envuelto en debilidades. A
causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por
sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es
quien llama, como en el caso de Aarón.
Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la
dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le
dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado
hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura:
«Tú eres sacerdote eterno, según el rito de
Melquisedec.» Palabra de Dios.
Evangelio (Mc 10,46-52): ¡Señor, que vea! Jesús hace que un ciego vea de nuevo. Este hombre ciego es
imagen de todo cristiano; tenemos que aprender a ver con ojos de fe para seguir a Jesús.
Lectura del santo evangelio según san
Marcos (10,46-52): En aquel tiempo, al salir
Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante
gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo,
estaba sentado al borde del camino, pidiendo
limosna. Al oír que era Jesús Nazareno,
empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten
compasión de mí.» Muchos lo regañaban para
que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de
David, ten compasión de mí.» Jesús se detuvo
y dijo: «Llamadlo.» Llamaron al ciego,
diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El
ciego
le
contestó: «Maestro,
que pueda ver.»
Jesús
le
dijo:
«Anda, tu fe te ha
curado.» Y al
momento recobró
la vista y lo seguía
por el camino.
Palabra del Señor.
6
JUBILEO DE LA MISERICORDIA
Misericordiae Vultus
Bula de Indicción del Jubileo extraordinario de la Misericordia
FRANCISCO, OBISPO DE ROMA,
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS A CUANTOS LEAN ESTA CARTA GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ
TERCERA PARTE (N.20-25)
Relación entre Justicia y Misericordia (n. 20-21)
20. No será́ inútil en este contexto recordar la relación existente
entre justicia y misericordia. No son dos momentos
contrastantes entre sí, sino un solo momento que se desarrolla
progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del
amor. La justicia es un concepto fundamental para la sociedad
civil cuando, normalmente, se hace referencia a un orden
jurídico a través del cual se aplica la ley. Con la justicia se
entiende también que a cada uno debe ser dado lo que le es
debido. En la Biblia, muchas veces se hace referencia a la
justicia divina y a Dios como juez. Generalmente es entendida
como la observación integral de la ley y como el
comportamiento de todo buen israelita conforme a los
mandamientos dados por Dios. Esta visión, sin embargo, ha
conducido no pocas veces a caer en el legalismo, falsificando
su sentido originario y oscureciendo el profundo valor que la
justicia tiene. Para superar la perspectiva legalista, sería
necesario recordar que en la Sagrada Escritura la justicia es
concebida esencialmente como un abandonarse confiado en la
voluntad de Dios.
Por su parte, Jesús habla muchas veces de la importancia de
la fe, más bien que de la observancia de la ley. Es en este
sentido que debemos comprender sus palabras cuando
estando a la mesa con Mateo y sus amigos dice a los fariseos
que lo contestaban porque comía con los publicanos y
pecadores: « Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero
misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a
los justos, sino a los pecadores » (Mt 9,13). Ante la visión de
una justicia como mera observancia de la ley que juzga,
dividiendo las personas en justos y pecadores, Jesús se inclina
a mostrar el gran de don de la misericordia que busca a los
pecadores para ofrecerles el perdón y la salvación. Se
comprende porque en presencia de una perspectiva tan
liberadora y fuente de renovación, Jesús haya sido rechazado
por los fariseos y por los doctores de la ley. Estos, para ser
fieles a la ley, ponían solo pesos sobre las espaldas de las
persona, pero así́ frustraban la misericordia del Padre. El
reclamo a observar la ley no puede obstaculizar la atención por
las necesidades que tocan la dignidad de las personas.
Al respecto es muy significativa la referencia que Jesús hace al
profeta Oseas -« yo quiero amor, no sacrificio ». Jesús afirma
que de ahora en adelante la regla de vida de sus discípulos
deberá́ ser la que da el primado a la misericordia, como Él
mismo testimonia compartiendo la mesa con los pecadores. La
misericordia, una vez más, se revela como dimensión
fundamental de la misión de Jesús. Ella es un verdadero reto
para sus interlocutores que se detienen en el respeto formal de
la ley. Jesús, en cambio, va más allá́ de la ley; su compartir con
aquellos que la ley consideraba pecadores permite comprender
hasta dónde llega su misericordia.
También el Apóstol Pablo hizo un recorrido parecido. Antes de
encontrar a Jesús en el camino a Damasco, su vida estaba
dedicada a perseguir de manera irreprensible la justicia de la
ley (cfr Flp 3,6). La conversión a Cristo lo condujo a ampliar su
visión precedente al punto que en la carta a los Gálatas afirma:
« Hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de
Cristo y no por las obras de la Ley » (2,16). Parece que su
comprensión de la justicia ha cambiado ahora radicalmente.
Pablo pone en primer lugar la fe y no más la ley. El juicio de
Dios no lo constituye la observancia o no de la ley, sino la fe en
Jesucristo, que con su muerte y resurrección trae la salvación
junto con la misericordia que justifica. La justicia de Dios se
convierte ahora en liberación para cuantos están oprimidos por
la esclavitud del pecado y sus consecuencias. La justicia de
Dios es su perdón (cfr Sal 51,11-16).
21. La misericordia no es contraria a la justicia sino que
expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador,
ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse,
convertirse y creer. La experiencia del profeta Oseas viene en
nuestra ayuda para mostrarnos la superación de la justicia en
dirección hacia la misericordia. La época de este profeta se
cuenta entre las más dramáticas de la historia del pueblo
hebreo. El Reino está cercano de la destrucción; el pueblo no
ha permanecido fiel a la alianza, se ha alejado de Dios y ha
perdido la fe de los Padres. Según una lógica humana, es justo
que Dios piense en rechazar el pueblo infiel: no ha observado
el pacto establecido y por tanto merece la pena
correspondiente, el exilio. Las palabras del profeta lo
atestiguan: « Volverá́ al país de Egipto, y Asur será́ su rey,
porque se han negado a convertirse » (Os 11,5).
Y sin embargo, después de esta reacción que apela a la
justicia, el profeta modifica radicalmente su lenguaje y revela el
verdadero rostro de Dios: « Mi corazón se convulsiona dentro
de mí, y al mismo tiempo se estremecen mis entrañas. No daré́
curso al furor de mi cólera, no volveré́ a destruir a Efraín,
porque soy Dios, no un hombre; el Santo en medio de ti y no es
mi deseo aniquilar » (11,8-9). San Agustín, como comentando
las palabras del profeta dice: « Es más fácil que Dios contenga
la ira que la misericordia ».[13]
Si Dios se detuviera en la justicia dejaría de ser Dios, sería
como todos los hombres que invocan respeto por la ley. La
justicia por sí misma no basta, y la experiencia enseña que
apelando solamente a ella se corre el riesgo de destruirla. Por
esto Dios va más allá́ de la justicia con la misericordia y el
perdón. Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla
superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá́ expiar la
pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión,
porque se experimenta la ternura del perdón. Dios no rechaza
la justicia. Él la engloba y la supera en un evento superior
donde se experimenta el amor que está a la base de una
verdadera justicia. Debemos prestar mucha atención a cuanto
escribe Pablo para no caer en el mismo error que el Apóstol
reprochaba a sus contemporáneos judíos: « Desconociendo la
justicia de Dios y empeñándose en establecer la suya propia,
no se sometieron a la justicia de Dios. Porque el fin de la ley es
Cristo, para justificación de todo el que cree » (Rm 10,3-4).
Esta justicia de Dios es la misericordia concedida a todos como
gracia en razón de la muerte y resurrección de Jesucristo. La
Cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos
nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del
amor y de la vida nueva.
Sentido de la Indulgencia (n. 22)
22. El Jubileo lleva también consigo la referencia a la
indulgencia. En el Año Santo de la Misericordia ella adquiere
una relevancia particular. El perdón de Dios por nuestros
pecados no conoce límites. En la muerte y resurrección de
Jesucristo, Dios hace evidente este amor que
es capaz incluso de destruir el pecado de los
7
hombres. Dejarse reconciliar con Dios es posible por medio del
misterio pascual y de la mediación de la Iglesia. Así́ entonces,
Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de
ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada. Todos
nosotros, sin embargo, vivimos la experiencia del pecado.
Sabemos que estamos llamados a la perfección (cfr Mt 5,48),
pero sentimos fuerte el peso del pecado. Mientras percibimos la
potencia de la gracia que nos transforma, experimentamos
también la fuerza del pecado que nos condiciona. No obstante
el perdón, llevamos en nuestra vida las contradicciones que
son consecuencia de nuestros pecados. En el sacramento de
la Reconciliación Dios perdona los pecados, que realmente
quedan cancelados; y sin embargo, la huella negativa que los
pecados tienen en nuestros comportamientos y en nuestros
pensamientos permanece. La misericordia de Dios es incluso
más fuerte que esto. Ella se transforma en indulgencia del
Padre que a través de la Esposa de Cristo alcanza al pecador
perdonado y lo libera de todo residuo, consecuencia del
pecado, habilitándolo a obrar con caridad, a crecer en el amor
más bien que a recaer en el pecado.
La Iglesia vive la comunión de los Santos. En la Eucaristía esta
comunión, que es don de Dos, actúa como unión espiritual que
nos une a los creyentes con los Santos y los Beatos cuyo
número es incalculable (cfr Ap 7,4). Su santidad viene en
ayuda de nuestra fragilidad, y así́ la Madre Iglesia es capaz con
su oración y su vida de encontrar la debilidad de unos con la
santidad de otros. Vivir entonces la indulgencia en el Año Santo
significa acercarse a la misericordia del Padre con la certeza
que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente.
Indulgencia es experimentar la santidad de la Iglesia que
participa a todos de los beneficios de la redención de Cristo,
porque el perdón es extendido hasta las extremas
consecuencias a la cual llega el amor de Dios. Vivamos
intensamente el Jubileo pidiendo al Padre el perdón de los
pecados y la dispensación de su indulgencia misericordiosa.
La Misericordia va más allá de los límites de la Iglesia Católica (n. 23)
23. La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines
Clemente. Esta invocación aparece con frecuencia en los
de la Iglesia. Ella nos relaciona con el judaísmo y el Islam, que
labios de los fieles musulmanes, que se sienten acompañados
la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios.
y sostenidos por la misericordia en su cotidiana debilidad.
Israel primero que todo recibió́ esta revelación, que permanece
También ellos creen que nadie puede limitar la misericordia
en la historia como el comienzo de una riqueza
divina porque sus puertas están siempre abiertas.
inconmensurable de ofrecer a la entera humanidad. Como
Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el
hemos visto, las páginas del Antiguo Testamento están
encuentro con estas religiones y con las otras nobles
entretejidas de misericordia porque narran las obras que el
tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para
Señor ha realizado en favor de su pueblo en los momentos
conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de
más difíciles de su historia. El Islam, por su parte, entre los
cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de
nombres que le atribuye al Creador está el de Misericordioso y
discriminación.
Madre de la Misericordia (n. 24)
24. El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la
Misericordia. La dulzura de su mirada nos acompañe en este
Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de
la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la
profundidad el misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida
fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne.
La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la
misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio
de su amor.
Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo
preparada desde siempre para ser Arca de la Alianza entre
Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina
misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto
de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo
dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en
generación » (Lc 1,50). También nosotros estábamos
presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María.
Esto nos servirá́ de consolación y de apoyo mientras
atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de
la misericordia divina.
Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es
testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de
Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado
nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios.
María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce
límites y alcanza a todos sin excluir ninguno. Dirijamos a ella la
antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que
nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y
nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su
Hijo Jesús.
Nuestra plegaria se extienda también a tantos Santos y Beatos
que han hicieron de la misericordia su misión de vida. En
particular el pensamiento se dirige a la grande apóstol de la
misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a
entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda
por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el
perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor.
Conclusión : la misericordia urgencia para la Iglesia (n. 25)
25. Un Año Santo extraordinario, entonces, para vivir en la vida
de cada día la misericordia que desde siempre el Padre
dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos
sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta
de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con
nosotros su vida. La Iglesia siente la urgencia de anunciar la
misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con
convicción hace de la misericordia su anuncio. Ella sabe que la
primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro,
lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de
introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios,
contemplando el rostro de Cristo. La Iglesia está llamada a ser
el primer testigo veraz de la misericordia, profesándola y
viviéndola como el centro de la Revelación de Jesucristo.
Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más
profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río
de la misericordia. Esta fuente nunca podrá́ agotarse, sin
importar cuántos sean los que a ella se acerquen. Cada vez
que alguien tendrá́ necesidad podrá́ venir a ella, porque la
misericordia de Dios no tiene fin. Es tan insondable es la
profundidad del misterio que encierra, tan inagotable la riqueza
que de ella proviene.
En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la
Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y
gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se
canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el
confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y
mujer y repita con confianza y sin descanso: «Acuérdate,
Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos » (Sal
25,6).
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de abril, Vigilia del Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, del Año del
Señor 2015, tercero de mi pontificado.
Franciscus
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