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Australian Catholic University -­‐ 25ª Asamblea General de la FIUC – 13-­‐17 de julio de 2015 Discurso de apertura del Presidente de la Federación International de Universidades Católicas Pedro Rubens Ferreira de Oliveira, s.j. Rector de la Universidade Católica de Pernambuco, Brasil Su Excelencia Monseñor Vincenzo Zani, en representación del prefecto de la Congregación para la Educación Católica. Nos alegramos de su presencia aquí, que refuerza nuestra pertenencia a la Iglesia de Roma y a los estrechos lazos que unen nuestra Federación y la Congregación para la Educación Católica. Es asimismo una prueba de su inquebrantable amistad con nuestra Federación, que descansa sobre nuestra misión común, en nombre de la educación como servicio de la Iglesia en el seno de las culturas. Por ello, le agradezco calurosamente haber querido unirse a nosotros en esta ocasión, estimado Monseñor Zani. Excelencias… Estimado Rector de la Australian Catholic University, que nos hace el honor de acogernos en el seno de su prestigiosa institución…, estimado Greg… a través de quien deseo desde ahora dar las gracias al conjunto de la comunidad universitaria de la ACU, que se convierte hoy, y durante una semana, en la sede mundial de nuestra Federación, después de haber trabajado en la sombra durante tres años en la preparación de nuestro encuentro hasta el último detalle, demostrando tanta eficacia como generosidad. Queridos compañeros rectores, profesores y representantes de las universidades aquí presentes, agradezco de todo corazón que hayan encontrado tiempo y que hayan empleado los medios necesarios para unirse a nosotros, pese a que atravesamos una época marcada por la crisis y otras dificultades. Les estoy particularmente agradecido por haber hecho el esfuerzo de estar hoy aquí, puesto que nada es más importante que dar cuerpo a la FIUC al reunirnos, ya que nuestra Federación no tendría sentido si no pudiese contar con la participación real de sus miembros durante los grandes encuentros y en el seno de sus actividades. Queridos invitados de honor, autoridades eclesiásticas, políticas y de la sociedad australiana. Profesor monseñor Guy-­‐Real Thivierge, estimado Secretario General, querido amigo, quiero darte las gracias, así como a todo el equipo del Secretariado y del Centro Coordinador de la Investigación que ha trabajado de común acuerdo para organizar esta Asamblea. Gracias a todos y a cada uno de vosotros… Barnabé, Loïc, Manon, Montserrat, Nicolas y Phillippe. Australian Catholic University -­‐ 25ª Asamblea General de la FIUC – 13-­‐17 de julio de 2015 A todos ustedes, que nos honran con su participación, gracias y buenos días… La Asamblea General es la autoridad suprema de la Federación Internacional de Universidades Católicas, y estamos aquí reunidos a fin de dar cuerpo a este destacado acontecimiento de la vida de la FIUC. Gracias por haber aceptado de forma multitudinaria esta invitación a Melbourne, que fue lanzada durante nuestro último encuentro en Sao Paolo. La Asamblea General, que se reúne cada tres años, constituye, antes que nada, un espacio de encuentro para los rectores, los presidentes, los profesores y los representantes de las 220 universidades que componen nuestra Federación; se trata de un lugar de encuentro y de amistad, pero también de una ocasión única para compartir «las esperanzas y los temores» (GS) relacionados con nuestra misión común al servicio de la Iglesia en medio de las sociedades y de las culturas. Esta asamblea constituye también el momento oportuno para evaluar el trabajo realizado, no solamente con objeto de mejorar y de dinamizar nuestra Federación, sino también para darnos cuenta de la importancia de trabajar en redes que traspasen las fronteras de los países, regiones, diócesis o familias religiosas, revelando de esta manera la riqueza de nuestra catolicidad. Por ello, es preciso dar gracias a Dios y a nuestras universidades colaboradoras, así como a las personas comprometidas en los numerosos servicios, encuentros y proyectos propuestos por el Secretariado General, el Centro Coordinador de la Investigación, las Asociaciones Regionales y los Grupos Sectoriales. Estas actividades se detallan en los informes administrativos que les entregaron a su llegada, y sobre los que volveremos más adelante. Este importante encuentro es también una ocasión privilegiada para reflexionar y debatir de manera conjunta a partir de un tema central, aunque sin olvidarnos de plantear de nuevo la cuestión fundamental de la identidad y de la misión de nuestras universidades, teniendo en cuenta los desafíos y las oportunidades de un mundo en constante cambio, como expresan los alumnos a diario en nuestras instituciones, y como se ha puesto de relieve en el estudio mundial sobre las culturas de los jóvenes de la FIUC. Y si confiamos en el Espíritu que sopla en la voz de estos jóvenes universitarios, será necesario reformular el tema de nuestra Asamblea en forma de pregunta: si los tiempos cambian, ¿en qué medida puede ello redefinir –sí o no– los grandes valores de la humanidad, según la tradición del cristianismo y de la Iglesia católica? Por último, venir de contextos tan diferentes y reunirse alrededor de una misión común permite mantener viva y renovar esta hermosa tradición que honra a la FIUC, anclada en el presente y abierta al futuro. Desde la iniciativa de un pequeño grupo de universitarios encaminada a crear una Federación, en 1924, y más adelante desde su reconocimiento por la Santa Sede en 1949, se ha construido una larga historia a partir de todos los materiales del mundo. Este patrimonio se ha consignado en la obra «La FIUC, una organización profética» que se publicará bien pronto y que pondrá de Australian Catholic University -­‐ 25ª Asamblea General de la FIUC – 13-­‐17 de julio de 2015 relieve a los constructores de una sólida tradición. Incumbe ahora a cada generación de participantes construir conjuntamente el destino de la FIUC: debemos reconocer los signos del tiempo y acompañar a nuestra Federación hacia su primer centenario. El tiempo presente es particularmente estimulante, sobre todo si tenemos en cuenta el período transcurrido desde nuestra última Asamblea en Brasil, en 2012: la elección del papa Francisco en 2013, el 90º aniversario de la FIUC en 2014 y, este, los 50 años de la clausura del concilio Vaticano II y de la aprobación de la Declaración Gravissimum Educationis, los 25 años de la publicación de la Exhortación Apostólica Ex Corde Ecclesiae… Si el calendario de la Federación comporta por lo general numerosas actividades, se ha visto considerablemente enriquecido por estas celebraciones, entre las que hay que poner en exergo esta Asamblea General y la gran convención de instituciones de enseñanza católica que tendrá lugar en Roma en noviembre bajo la égida de la Congregación. En este marco conmemorativo y en el contexto de una «primavera eclesial», se nos invita a renovar nuestra esperanza, no sin revisar nuestra historia y atrevernos al aggionarmento de nuestra Federación, en comunión con la Iglesia, en medio del mundo, y respetando su principal vocación, Sciat Vt Serviat, saber para servir. Je me réjouis d’être parmi vous, je remercie de votre attention et je déclare ouverte la 25ème Assemblée Génerale de la FIUC. En espérant que ce soit une très belle expérience pour tous ! Me es muy grato estar con ustedes hoy, muchas gracias por su atención. Declaro abierta la 25ª Asamblea General de la FIUC, ¡y deseo que sea para todos una experiencia muy grata! I am very happy to be with you today, many thanks for your attention. Hoping that Melbourne will remain in your heart and mind an unforgettable experience, I declare open the twenty fifth IFCU General Assembly.