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Asociación de
Salesianos Cooperadores
Región Ibérica
3.1.1.- La vocación del laico
Septiembre 2011
3.- Un seglar
3.1.- La vocación y la misión del laico.
3.1.1.- La vocación del laico
3.1.2.- El Cristiano y la familia
3.1.3.- El trabajo del Cristiano
3.1.4.- El Cristiano y la realidad sociopolítica
3.1.5.- El Cristiano en el territorio y en la Iglesia local
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL
3.- UN SEGLAR
3.1.- LA VOCACIÓN Y LA MISIÓN DEL LAICO
Región Ibérica
3.1.1.- LA VOCACIÓN DEL LAICO
3.1.1.La Vocación del Laico
OBJETIVO
- La vocación es la hoja de ruta de la vida. El hombre tiene que descubrir su
vocación, y una vez descubierta debe dirigir todas las decisiones y mover las
acciones de la persona, en todos los niveles de la vida.
REFERENCIAS
Bíblicas
“Venid a mi todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré.”
Mt 11,28
“Como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo”
Jn 17,18
«Y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre».
(Col.3,17).
«Y Dios los bendijo y les dijo: "... subyugad la tierra y dominad los peces del mar y las
aves del cielo"»
(Gn.1,28).
«Permaneced en mi, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto
por si mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mi.
Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mi y yo en él, ese da mucho
fruto; porque separados de mi no podéis hacer nada».
(Jn.15,4-5).
Salesianas
“Es necesario que los cristianos se unan para hacer el bien”
S.Juan Bosco. Reglamento CS
PVA
Estatuto: art. 2, 4, 5, 8, 13, 20, 28, 30, 32, 33, 40
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3.1.1.- LA VOCACIÓN DEL LAICO
Reglamento: art. 1,14,20,25,31
DESARROLLO
Documento para la reflexión
1 Significado y dimensiones de la vocación
La palabra vocación viene del verbo latino vocare que quiere decir llamar. Hasta el
Concilio Vaticano II con la palabra vocación se insistía en el aspecto de la vida religiosa o
del sacerdocio ministerial. El Concilio habla de “vocación integral” (GS57) que afecta a
“todo el hombre en su unidad” (GS3). En este sentido queremos entender la vocación
Vocación humana: “la vida como vocación”. En el hecho de la creación podemos ver la
primera llamada a la vida y a la existencia. Asumir la vida como tarea, don y misión es la
primera y más importante decisión de una persona, el punto de partida de una opción
posterior, más explicita y concreta.
Vocación cristiana: El Bautismo constituye la primera y fundamental vocación del
cristiano, es decir, la llamada a convertirse en hijo de Dios y miembro de su pueblo
siguiendo a Jesús. De esta común vocación cristiana nace la pertenencia a la Iglesia de
Cristo, instituida por Él para ser “sacramento visible de unidad” (LG9)
Vocaciones específicas: Del modo de entender la misión de la Iglesia nacen las
vocaciones específicas, que son respuestas peculiares que el espíritu Santo sugiere.
Tenemos la vocación laical, sacerdotal, religiosa, secularidad consagrada, misionera.
Estas se viven con las características que les han infundido los fundadores o iniciadores
de las diversas familias dentro de la Iglesia.
2 En la historia de la salvación, Dios llama desde la vida
Dios nos llama desde la vida, desde la situación concreta que uno vive: familia, trabajo,
estudio, ciudad,... a través de personas, hechos, sociedad que nos rodea. La vida es un
lugar privilegiado de la presencia de Dios y de las llamadas que Dios dirige a los hombres
y mujeres de todos los tiempos. (Cf.PO11)
A Abrahán se le pidió “Sal de tu tierra”; a Moisés lo llamó cuando estaba pastoreando; a
María le pide una respuesta de fe y confianza: “Hágase en mi...”
Jesús en su vida pública hace una continua llamada a la conversión y al seguimiento.
Hay que convertirse a Él y seguirle a Él. Cada hombre debe interrogarse y elegir la
orientación que quiere dar a su vida.
Llamadas que nos vienen de la misma vida y respuestas que exigen decisión,
compromiso, y valentía. Dios nunca pedirá por encima de las propias posibilidades.
Quiere que nos realicemos personalmente haciendo felices a los demás.
3 Compromiso y responsabilidad
Vocación son los otros: Es un fenómeno humano, fundamental desde el punto de vista
antropológico, la auto-trascendencia de la existencia humana. Con esta expresión se
quiere indicar el hecho de que en todo momento el hombre apunta, por encima de sí
mismo, hacia algo que no es él mismo, hacia algo o hacia un sentido que hay que cumplir
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o hacia otro ser humano a cuyo encuentro vamos con amor. En el servicio a una causa o
en el amor a una persona, se realiza el hombre a sí mismo. Cuanto más sale al encuentro
de su tarea, cuanto más se entrega a su compañero, tanto más es él mismo hombre. Así
pues, propiamente hablando, sólo puede realizarse a sí mismo en la medida que se
olvida a sí mismo.
Como describe claramente el cardenal Y. Congar, hay una relación rigurosa entre estas
cosas: voluntad de Dios, vocación que asigna un servicio, compromiso, sentimiento de
responsabilidad. Ante la sociedad, la humanidad, la persona se ve ligada por una
obligación sagrada. Ésta se manifiesta no solo en los deberes generales como trabajar
lealmente, decir la verdad, etc…, sino en obligaciones circunstanciales en que el hombre
se reconoce personalmente comprometido, llamado aun cuando ninguna ley expresa se
lo dicte.
Desde el momento que si no lo hago no se hará, si me oculto faltará algo, me siento
tácitamente cargado de responsabilidad, sabiendo que si me abstengo traicionaré lo
mejor de mi mismo. Aceptar responsabilidades es ante todo tomar posición: frente al
hogar, la profesión, las realidades económicas, la vida social incluso política. Tomar
posición es entrar en oposición de opciones y de fuerzas divergentes, y, por tanto tener
conflictos. Es comprometerse en un estado de lucha.
4 la vocación laical, llamada a participar en la misión de la Iglesia
El periodo de juventud o madurez y el matrimonio es una vocación, y es una vocación
porque se trata de una manera de ser cristiano y de ser hombre y mujer .
Los laicos tienen la vocación y misión de ser anunciadores del Evangelio; Han de
contribuir, además, al compromiso de una “nueva evangelización” en los países que en
tiempos pasados, eran mayoritariamente cristianos y, actualmente viven en el
secularismo.
Juan Pablo II propone acciones específicas de la vocación laical: promover la dignidad de
la persona, defender el derecho a la vidad, y la estabilidad de la familia; empeño en el
compromiso social, económico y político; el trabajo en beneficio de la solidaridad y la
presencia en el mundo de la cultura (CL32-45)
Así podemos entender ahora que la llamada a ser Salesiano Cooperador se sitúa
claramente en el contexto de la vocación cristiana y de las vocaciones específicas, Que
dan rostro a la opción de seguimiento de Cristo.
Optar por esta vocación significa sentirse atraído por la figura evangélica de D.Bosco, y
constatar que su personalidad, su obra, su espíritu realista y dinámico, y su método
educativo nos “llaman”. Optar por esta vocación significa ser sensible a los problemas de
los jóvenes y de la gente sencilla de las clases populares.
Pautas para la reflexión
- ¿Qué aspecto es el que más te ha llamado la atención de este tema ?
- Crees que todos los cristianos somos conscientes de la propia vocación, humana
y cristiana ?
- ¿Qué personaje te llama más la atención en cuanto al camino seguido por su
vocación ?
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3.1.1.- LA VOCACIÓN DEL LAICO
- ¿Bajo qué aspectos está presente, en nuestro ambiente, el secularismo, es decir,
la degeneración de la secularidad?
- ¿Qué conciencia hay en los laicos sobre el hecho de que las realidades del mundo
son lugares de santificación? ¿Cómo se puede hacer crecer esta conciencia?
- ¿Qué actividades humanas, qué realidades temporales, en nuestro territorio,
tienen mayor necesidad de ser animadas cristianamente?
- ¿Qué valores deberían testimoniar y promover los seglares, en las diversas
realidades temporales, para animarlas cristianamente?
- ¿Qué carencias advertimos, en la formación de los seglares, respecto a su
vocación de animar cristianamente las realidades terrenas?
PARA DOCUMENTARSE – OTROS RECURSOS
Materiales
- Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, nn.2, 3, 31-36.
- Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, nn.1, 9, 12, 15-18, 24, 31, 41.
- Concilio Vaticano II, Apostolicam Actuositatem, nn.4; 7; 17-19.
- Juan Pablo II, Christifideles Laici, nn.2; 9; 15; 17; 28-29.
- Catecismo Iglesia Católica, nn.897-905.
- A.C.S., Comentario Oficial del R.V.A., pág.66 .
- Aguinaldo 2011, Don Pascual Chávez SDB, Rector Mayor.
Bibliografía
- Plan de Formación Inicial. Carpeta 2. Fasc 1. Tema 1. Asociación CCSS. Conf.
Nacional. Madrid 1993.
- El laico en la Iglesia. Vocación y Misión, Antonio Mª Calero SDB, CCS (Claves
Cristianas 8), Madrid 1997
- La Identidad de los Laicos, Juan Antonio Estrada, Paulinas (Biblioteca Teología,
2), Madrid 1990.
- La Espiritualidad de los Laicos, Juan Antonio Estrada, Paulinas (Biblioteca
Teología, 19), Madrid 1992.
- Una Espiritualidad para Hoy, Javier Garrido, San Pablo, Madrid 2000.
- Ciudadanos y Cristianos, José Luis Moral SDB, San Pablo (Pensar y Creer, 6),
Madrid 2007.
- ¿Qué Sentido Tiene ser Cristiano?, Timothy Radcliffe OP, Desclée de Brouwer
(Manual 55), Bilbao 2007
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- Creer ¿Para qué?, José Antonio Pagola, PPC, Madrid 22008.
Documentos
ORACIÓN de la VOCACIÓN
Soy un caminante por el mundo: no me ocultes tus mandamientos
Amo con pasión tus sentencias en cualquier momento ...
Aleja de mí el camino de la mentira y dame la gracia de tu ley;
He elegido el camino de la verdad y he preferido tus sentencias.
Me he apegado a tus órdenes, que no quede defraudado, Señor;
Corro por el camino de tus mandamientos, pues tu me agrandas el espíritu.
Enséñame Señor el camino de tus decretos, pues quiero seguirlo hasta el final
Dame inteligencia para cumplir tu ley y yo la guardaré de todo corazón
Llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él encuentro mi felicidad.
Sal 119,19-20.29-35
Autocomprensión y Vocación
Entendida como mandamiento ético la sentencia de Delfos “Conócete a ti mismo” es
clásica en el mundo occidental. Esta capacidad de comprensión de uno mismo permite
descubrir la conciencia de vivir aquí y ahora en el mundo. También da una idea de mi
mismo, como punto de partida para concebir el sentido de la vida y de la conducta. La
posesión de una vocación personal también es propia de la autocomprensión. La
vocación, esa silenciosa llamada interior que nos dirige hacia lo más adecuado y
conveniente para ser nosotros mismos, la persona que realmente somos.
En la estructura de toda auténtica vocación se integran la vocación de hombre, la interior
llamada a aceptarnos como hombre, con nuestras posibilidades y limitaciones; La
vocación de ser un modo de ser hombre, lo cual se cumple aceptando de buen grado lo
que a uno le ha tocado ser. Y por último, la vocación de sobresalir en el ejercicio de la
actividad elegida, de no conformarse con ser en ella uno de tantos.
Pedro Laín Entralgo
Cristianos y cristianas en la Iglesia.
Crsitianos y cristianas laicos en la Iglesia
- No son, como se entiende en el habla común, quienes prescinden
deliberadamente de toda confesión religiosa, todo lo contrario. En el contexto
eclesial, designa al grupo más numeroso de fieles cristianos, con una vocación y
un estilo específico al servicio de la Iglesia y del mundo.
- Son quienes, integrados a la Iglesia por el bautismo, tiene el regalo y el deber de
ser sacerdotes, profetas y reyes, a imagen de Jesús: siendo “puentes” vivos, entre
Dios y sus hermanos, anunciando la Palabra de Dios y denunciando la injusticia y
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el desamor, y comportándose como “señores” de las cosas y administradores de
todo lo creado.
- Es propio de su vocación, el actuar buscando “hacer crecer el Reino de Dios”,
fomentando los valores del Evangelio en la vida de familia, la cultura, la economía,
el arte, las profesiones, las instituciones de la comunidad política, las relaciones
internacionales, etc.
- Su trabajo en “el mundo” (relacionándose y evangelizando con el ejemplo de vida,
aquellos espacios “extraeclesiales”) no los excluye de tener responsabilidades y
ámbitos de acción propios, en la vida de la Iglesia (la pastoral, la liturgia, la
catequesis, etc.)
- Ocupan un puesto de “vanguardia”, en la Iglesia, en muchos temas “van delante”
por estar más en contacto con el mundo del trabajo, la ciencia, la política, la
educación... por eso en estrecha unión con los demás miembros del Pueblo de
Dios, tienen la responsabilidad de discernir “los signos de los tiempos”, es decir,
buscar los modos de actualizar el mensaje de Jesús, siempre vigente.
- Pueden administrar el sacramento que consagra su amor de pareja, y los hace
signo del amor que Dios tiene por toda la humanidad. Así, pueden
comprometerse, por los votos del matrimonio a ser signos del amor de Cristo por
la Iglesia, viviendo la fecundidad, la fidelidad y la unión indisoluble.
Cristianos pastores en la Iglesia. (sacerdotes)
- No son, como se ha creído durante mucho tiempo, los “más importantes”, dentro
de la Iglesia, sino servidores, animadores y coordinares de la comunidad eclesial,
que ejercen un rol de paternidad para con los miembros de la Iglesia e
indirectamente para con todos los demás hombres y mujeres que no pertenecen a
ella.
- Es cierto que sin su ministerio la Iglesia no existiría, como tampoco sin pueblo.
- Son quienes, habiendo recibido por la imposición de manos el sacramento que los
consagra al servicio de Dios y de los hombres. se ofrecen para que Cristo mismo
actúe a través de ellos, siendo “puentes” que acercan a Dios a sus hermanos.
- Es propio de su vocación, siempre en comunión con los Obispos, predicar la
Palabra, estimulando y orientando a la comunidad en la comprensión vital y la
proclamación de la propuesta de JESÚS, ayudar a sus hermanos a ser santos,
celebrando los sacramentos y organizar, coordinar y hacer funcionar la
comunidad.
- Hacen presente a Jesús REALMENTE, ya que es Cristo mismo el que les ha
confiado su triple misión.
- El sacramento que reciben, posee tres grados, (diaconado, presbiterio y
episcopado), él último grado, los consagra como sucesores de los apóstoles,
siendo los diáconos y sacerdotes sus colaboradores.
- Pueden llegar a vivir el servicio del ministerio petrino, es decir ser Papas, que
como Obispo de Roma y sucesor de Simón Pedro, es cabeza de toda la Iglesia.
- Ponen toda su persona a disposición de Dios, para ser sus instrumentos, en esto
está fundada la razón de su celibato.
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3.1.1.- LA VOCACIÓN DEL LAICO
Cristianos y cristianas religiosos.
- Son quienes aceptan el llamado a vivir de la misma manera que lo hizo Jesús,
pobre, virgen, obediente y dedicado exclusivamente al Padre y a su reino.
- Aunque no pertenezca a la estructura jerárquica de la Iglesia, pertenecen sin
dudas a su vida y a su santidad.
- Viven en comunidades servidoras de aquellas realidades apremiantes en el
mundo o en la Iglesia., respondiendo al grito de auxilio de parte de los otros.
- Orientan sus vidas hacia lo que quedará: el amor de Dios y del prójimo, el Reino
de Dios, la Voluntad del Padre. Se convierten en signos del mundo futuro, nos
recuerdan que con los bienes materiales no podemos comprar los bienes eternos,
que la sexualidad no es la finalidad última de nuestro cuerpo y que lo que
realmente importa en cada estado de vida es cumplir la voluntad de Dios.
- Por el voto de la pobreza se comprometen a vivir sin propiedad personal, lo
necesario se posee en común, y se usan las cosas en la medida en que se
necesitan para el trabajo por los otros.
- Por el voto de la castidad renuncian al matrimonio para poder servir a todos, y así
ser padres y madres fecundos espiritualmente.
- Buscan cumplir solamente la voluntad del Padre, y por eso confían en la decisión
de sus superiores, quienes (siendo los primeros en tener el deber de responder a
la voluntad de Dios) buscan y disciernen el bien para toda la comunidad dejándose
guiar por el Espíritu.
P. Luis A. Gallo
La vida es vocación
Sabemos que bajo todas las actuaciones educativas y pastorales subsiste una imagen
del hombre, espontánea o refleja. El cristiano la va elaborando con la vivencia, con el
esfuerzo racional por entender el sentido y con la iluminación de la fe. Los tres elementos
– vivencia personal, búsqueda de sentido y discernimiento desde la fe - son
indispensables y están unidos entre sí. La revelación no debe entenderse como una
superposición exterior a la experiencia y a su comprensión humana, sino propiamente
como un desvelar su sentido más profundo y definitivo. Hay, pues, que superar en primer
lugar un modo de pensar y de hablar de la vocación como si fuese un extra, un estímulo
reservado a algunos, un hecho funcional para el reclutamiento a algún estado de vida,
más que una referencia sustancial a la misma realización de la persona. La crisis de las
vocaciones, de hecho, puede deberse también al estilo de vida que presentan. Pero más
en profundidad se debe a una visión de la existencia humana en la que la dimensión de
“llamada”, es decir, de tenerse que realizar en la escucha de otro y en diálogo con él, no
sólo se excluya de hecho, sino que no puede tampoco introducirse de modo importante.
Esto sucede en las visiones del hombre que ponen la satisfacción de las necesidades del
individuo por encima de todo, proponiendo la autorrealización como única meta de la
existencia o concibiendo la libertad como pura autonomía. Estas sensibilidades están hoy
muy extendidas, ejerce una cierta fascinación y aunque no se asuman de modo íntegro,
conforman los mensajes de la comunicación e influyen en las orientaciones educativas.
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3.1.1.- LA VOCACIÓN DEL LAICO
Una primera tarea de la cultura vocacional es, entonces, elaborar y difundir una visión de
la existencia humana concebida como “llamada y respuesta”, como consideración final de
una sólida reflexión antropológica. Hacia esa conclusión llevan le experiencia de la
relación, la exigencia ética que deriva, los interrogantes existenciales. Son, así pues,
éstos los caminos que hay que recorrer para fijar algunos contenidos de la cultura
vocacional que nos preocupa. La persona tiene conciencia de la propia singularidad.
Comprende que su existencia es exclusiva, cualitativamente diferente de otras,
irreducible al mundo. Le pertenece totalmente pero tiene las características de un don, un
hecho anterior a todo deseo y esfuerzo.
Aguinaldo 2011. Don Pascual Chávez.