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B 5 Protocolos Cómo evitar que un perro salte sobre las personas Objetivo: controlar esta conducta especialmente en animales de gran tamaño, por el riesgo de lesiones que puede ocasionar. La conducta de saltar sobre las personas representa un intento repetidamente, pidiéndole que se siente cada vez que la perso- de alcanzar la región facial de las mismas como una forma de na entra en casa. Si el perro lo hace correctamente, se le premia conseguir su atención. con comida y elogios por permanecer sentado. Si no responde a Herramientas la orden, se le puede decir “No” (si el perro reconoce esta palabra como un comando o señal de algo que no se puede hacer) Correa y collar de cabeza, en los casos más severos o crónicos; o controlarle usando la correa y/o el collar de cabeza. Tras sufi- premios comestibles según las preferencias del perro. cientes repeticiones, la persona que entra debe esperar a que el Procedimiento perro actúe. Si se sienta, se le premia y si no, se le controla como ya se ha mencionado. Existen dos técnicas habituales para controlar esta conducta inapropiada: Ignorar el comportamiento Esta técnica sólo es recomendable en cachorros o animales de talla pequeña, que no “mordisquean” a la vez que saltan sobre las personas, y cuando los individuos con los que el perro se relaciona habitualmente son adultos sanos y en buena forma. El individuo implicado debe ignorar completamente cualquier salto del perro, manteniendo los brazos cruzados y sin mirarle hasta que éste pare de hacerlo. Si la persona da un paso atrás justo cuando el perro inicia el salto, el animal no alcanzará su objetivo y aprenderá la conducta apropiada más fácilmente. Cuando esto ocurre, se puede acariciar brevemente o saludar al perro, pero teniendo cuidado de no excitarle demasiado porque podría desencadenarse de nuevo la conducta. Si fuera así, se debe repetir la misma operación. Respuesta de sustitución En este caso el animal debe conocer perfectamente la orden de sentado (o sentado y quieto). Según lo “exuberante” e insistente Atención • Para reducir la excitación y facilitar el aprendizaje de la conducta apropiada, se puede llevar al perro a otra habitación hasta que las personas se han sentado. • No se deben usar sistemas basados en el castigo positivo, como empujar al perro, gritarle, pegarle o darle un “rodillazo”. En el mejor de los casos, el animal puede ver estas actitudes como un juego. Pero también puede percibirlo como una amenaza y provocar problemas más serios (agresividad defensiva, miedo, etc.). Linn Currie/shutterstock.com que sea la conducta y el tamaño del animal, puede ser necesario utilizar una correa y/o un collar de cabeza para controlar al perro durante el proceso. Cuando el perro haya aprendido la orden de sentado en otras situaciones, se puede reproducir la situación problemática Manual de etología canina Reservados todos los derechos Pablo Hernández Garzón. Manual de etología canina © 2012. Grupo Asís Biomedia S.L. www.grupoasis.com
