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Transcript
mensual | septiembre 2013
49
Edición EspEcial
La reforma migratoria en Estados Unidos
Contexto
Mirada desde los actores
mensual | septiembre 2013
49
Edición Especial
La reforma migratoria en Estados Unidos
Prólogo
3
4
Contexto
4
7
9
¿Qué se puede hacer para asegurarnos de no acabar con las manos
vacías cuando se discuta la reforma migratoria de Estados Unidos
en esta nueva sesión del Congreso?
Oscar Chacón.
La Reforma Migratoria vista desde México
Elio Villaseñor
Reforma migratoria en tiempos de crisis
Jorge Durand
12 La seguridad fronteriza y los muros de la ignominia
Alejandra Segura
Mirada desde los actores
14
14 Todos compartimos la responsabilidad y el beneficio de modernizar
nuestro sistema migratorio
Luis V. Gutiérrez
16 El cabildeo por la posible reforma migratoria y la falta de un actor
social organizado con capacidad real de incidencia: el caso de
México
José Luis Gutiérrez
20 Movimiento robusto por una reforma migratoria
Frank Sharry
22 ¿Qué habría hecho el Old Man (después de haber leído la S744)?
Antonio González
24 California: impacto de leyes migratorias
Angela Sanbrano
Prólogo
L
a presente edición especial de la Revista Brújula Ciudadana, es resultado del esfuerzo
y compromiso compartido por la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas
y Caribeñas (NALACC, por sus siglas en inglés), por Iniciativa Ciudad de México en
Chicago y Los Ángeles, y por Iniciativa Ciudadana para la Promoción de la Cultura
del Diálogo en México.
La presente publicación se centra en el esfuerzo binacional por aprobar una Reforma
Migratoria Integral y Comprensiva, donde los sujetos sociales nos comprometemos
en construir puentes a través de las fronteras para mejorar la calidad de vida de
nuestras comunidades en México y en los Estados Unidos.
Nuestra perspectiva binacional nos ha llevado a la conclusión de que existe una
clara demanda sobre un debate rico y amplio sobre la reforma de inmigración, más
allá de lo que está siendo difundido por los medios de comunicación tradicionales.
En este esfuerzo ciudadano, los diversos autores en ambos países viven y comparten
una posición crítica y propositiva ante el actual proceso de reforma de inmigración.
Con esta herramienta de comunicación, buscamos también fortalecer la capacidad
de los grupos de inmigrantes latinos para promover políticas que contribuyan a la
sostenibilidad del desarrollo, la dignidad humana y la búsqueda de oportunidades
en todo el hemisferio.
Agradecemos abiertamente a todos los colaboradores por su contribución en este
diálogo binacional, y especialmente a cada una de las y los migrantes por ser los
sujetos del desarrollo del siglo XXI.
Atentamente,
Elio Villaseñor
Director de Iniciativa Ciudadana
Promoción de la Cultura
del Diálogo y Coordinador de
Iniciativa Ciudad de México
para la
Oscar Chacón
Director ejecutivo de la Alianza
Nacional de Comunidades
Latinoamericanas y Caribeñas
(NALACC)
.
3
Contexto
¿Qué se puede hacer para asegurarnos de no acabar con las manos
vacías cuando se discuta la reforma migratoria de Estados Unidos en
esta nueva sesión del Congreso?
Oscar Chacón
Director ejecutivo de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas
(NALACC por sus siglas en inglés)
E
l Congreso de los Estados Unidos regresa
de su receso de verano a principios de
septiembre. La falta de acción sobre la reforma
de la política de inmigración antes de vacaciones
de verano, hizo sonar las alarmas en el colectivo
de las organizaciones que han empujando
la aprobación de lo que se conoce como la
Reforma Migratoria Integral (Comprehensive
Immigration Reform, CIR, por sus siglas en
inglés) desde principios de la década pasada.
El plan era pasar la versión del Senado con el
apoyo de una mayoría abrumadora para obligar a
la Cámara de Representantes a adoptar el acta.
El Senador Chuck Schumer habló esta primavera
de su propósito de obtener 75 votos a favor
de la propuesta de la “Banda de los Ocho”. Su
intención era mover rápidamente esta propuesta
a la Cámara de Representantes donde el apoyo
a la reforma migratoria ha sido menos entusiasta
que en el Senado, por decir lo menos.
El proyecto de ley del Senado patrocinado
por la llamada “Banda de los Ocho”, un grupo
bipartidista de senadores, ofreció desde el
principio una mezcla de contenidos buenos,
malos y feos. Después de varias semanas de
debate, la versión final tuvo un giro aún más
inesperado hacia políticas más restrictivas y
punitivas cuando se aprobaban, entre otras
cosas, el aumento del presupuesto para el control
4
Iniciativa Ciudadana
fronterizo de $6.5 a $46.5 millones de dólares. Si
la ley aprobada por el Senado se convirtiera en
ley estadounidense, una consecuencia directa
sería la militarización permanente de la frontera
sur lo que representa un terrible mensaje para
nuestros amigos cercanos y aliados en México
y Latinoamérica.
A pesar de este cambio (presumiblemente
para obtener el apoyo de los republicanos),
cuando llegó el momento de votar el pasado
27 de junio, el conteo de votos para el proyecto
de ley fue de 68 a favor y 32 en contra. La
ley de reforma migratoria del Senado inició
con cuatro senadores republicanos como copatrocinadores. Al final, sólo 14 senadores
republicanos votaron a favor del proyecto de
ley. Si uno pone precio al costo simbólico de
esos 10 votos adicionales, cada uno costaría
alrededor de $4 millones de dólares.
Contrariamente a las expectativas de los líderes
del Senado, el liderazgo republicano en la
Cámara de Representantes no se inmutó por
la aprobación de una ley de reforma migratoria
en el Senado. Rechazaron la idea de tomar la
ley del Senado y declararon que abordarían la
reforma migratoria en sus propios términos y
a su propio ritmo. El liderazgo de la Cámara
ha dejado claro que están a favor de una
segmentación de reforma de la política de la
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Contexto
inmigración en lugar de la llamada “completa”,
enfoque adoptado por el Senado. En este
sentido, el liderazgo demostró que tiende a
favorecer un enfoque segmentado en lugar del
abordaje integral o “comprehensivo” del Senado.
Particularmente, la mayoría de los republicanos
de la Cámara de Representantes (incluyendo
los principales liderazgos como Goodlatte de
Virginia –presidente de la Comisión de Justicay Gowdy de Carolina del Sur –presidente de la
Subcomisión de Inmigración) han expresado en
repetidas ocasiones su oposición a conceder
una amnistía a los inmigrantes no autorizados
que residen en los Estados Unidos que
incluya la candidatura al estatus de residente
permanente legal (la condición previa para
cualquier inmigrante a obtener la ciudadanía
estadounidense).
El colectivo de organizaciones que han
empujado la aprobación de la CIR lanzó un
gran esfuerzo durante el receso de verano para
incidir en la aprobación de la reforma en la
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
Cámara de Representantes. Este receso está
casi terminando y hasta ahora existen indicios
de que, a pesar de que las movilizaciones
locales a favor de la reforma migratoria han
sido más fuertes que nunca, el liderazgo de la
Cámara de Representantes no parece estar
persuadido a cambiar sus posicionamientos
iniciales. Algunos líderes republicanos como
figuras claves (incluyendo a los representantes
Goodlatte and Gowdy) continúan con las
mismas posiciones que tenían antes del receso
de verano. Ellos siguen hablando a favor del
enfoque segmentado para el abordaje legislativo
de la reforma migratoria, incluyendo su tibio
apoyo a algún tipo de remedio para los jóvenes
inmigrantes indocumentados. Ninguno de los dos
ha indicado un cambio en su posición anterior
sobre el acceso a la residencia permanente, lo
que abre la posibilidad de adquirir la ciudadanía
estadounidense.
La razón principal detrás de este posicionamiento
compartido por la mayoría de los representantes
Estados Unidos
5
Contexto
republicanos es un principio bien conocido
para los funcionarios electos: todas las
políticas son locales. En la mayoría de los
234 distritos electorales representados por
los legisladores republicanos, los votantes no
están pidiendo a gritos una reforma migratoria.
Si bien las encuestas nacionales de opinión
pública, incluyendo aquéllas identificadas con
los Republicanos, indican apoyo a una forma
vaga de reforma de la política de inmigración,
los números son muy diferentes cuando se
desagregan en distritos Republicanos en el
Congreso. En muchos de estos distritos, los
representantes temen al reto de la derecha mucho
más que a cualquier presión de pro-reforma de
los demócratas, o incluso de los dirigentes de
su propio partido. Esta realidad representa el
mayor de los obstáculos a la aprobación de la
reforma migratoria con la etiqueta del abordaje
integral o –CIR-. Los miembros de la Cámara
de Representantes, en su mayoría de distritos
republicanos que enfrentarán la reelección
en 2014, han permanecido insensibles a las
enmiendas del proyecto de ley senatorial
para tranquilizar a los poderosos intereses
económicos que se consideran cercanos a los
legisladores republicanos.
A la luz de esta realidad, y en vista de la
insistencia de los senadores y congresistas
demócratas en posiciones de liderazgo ante
nada más ni nada menos que el camino a la
ciudadanía (aunque extremadamente difícil,
costoso y de largo recorrido), la perspectiva
para la aprobación de un proyecto de ley por
ambas Cámaras no parece tan probable como lo
hizo alguna vez. El escenario de quedarse con
las manos vacías en materia de la legislación
estadounidense en materia migratoria representa
verdaderas malas noticias para las comunidades
6
Iniciativa Ciudadana
inmigrantes, especialmente para aquellas de
México y el resto de América Latina. En vista
de los incrementados porcentajes de detención
y deportación, la mayoría de las comunidades
inmigrantes miran con urgencia la necesidad
de resolver su situación actual de residencia
no autorizada.
Entonces, la pregunta queda abierta sobre lo
que habrá de pasar este año. Los inmigrantes
continúan realizando contribuciones vitales
a la economía así como al bienestar social y
cultural de los Estados Unidos. No obstante,
los inmigrantes continúan sufriendo las
consecuencias de políticas migratorias injustas y
obsoletas. Desde un punto de vista práctico, en
los próximos 5 o 10 años no existe una diferencia
significativa entre la reforma migratoria que
concede autorización del empleo y el derecho
a realizar viajes internacionales para la mayoría
de los inmigrantes no autorizados residentes en
los Estados Unidos, y una que además, incluye
el llamado “camino a la ciudadanía” al cual
sólo podrán acceder los más aptos, valientes
y prósperos económicamente hablando. En
cualquier caso, los resultados positivos para
los inmigrantes dependerán de la habilidad de
las comunidades inmigrantes para estar mejor
organizadas y demandar las políticas públicas
que merecen.
Un posible resultado sería una ley que resuelva
de inmediato la situación de millones de
inmigrantes residentes en los Estados Unidos
sin estatus migratorio, evitando tocar el asunto
de la residencia legal permanente. Esto sería
una píldora difícil de tragar para la mayoría
y por varias buenas razones. Sin embargo,
podría traducirse en una situación mejorada
para millones de inmigrantes que trabajan
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Contexto
arduamente y pagan impuestos en los Estados
Unidos donde permanecen sin autorización. Si
dicha solución a corto plazo puede acabar con la
costosa, nociva e increíblemente derrochadora
decisión de aumentar los recursos para el control
fronterizo, tanto mejor. Las comunidades de
inmigrantes tienen un largo camino por recorrer
en términos de organización para insistir en
políticas migratorias verdaderamente sensibles,
por lo que seguirá siendo una lucha a largo plazo
sin importar los resultados en el 2013.
Al final del día, las perspectivas para un resultado
legislativo positivo en este periodo de sesiones
en el Congreso Estadounidense dependerán
de qué tan seriamente se toma el asunto por
ambos partidos políticos. Jugar cínicamente
con la reforma migratoria como una moneda de
cambio en la política electoral es simplemente
inaceptable.
La Reforma Migratoria vista desde
México
Elio Villaseñor
Director de Iniciativa Ciudadana para la
Promoción de la Cultura del Diálogo en la
Ciudad de México y Coordinador de Iniciativa
Ciudad de México en Chicago y Los Ángeles.
El pasado 27 de junio, el Senado de los Estados
Unidos aprobó la iniciativa de reforma migratoria
conocida como la S.744. En estos momentos,
la Cámara de Representantes, con liderazgo
republicano, manifestó que no discutirán la
misma iniciativa que en el Senado, quizá se
trate de la propuesta que redactan en secreto el
Grupo de los 7, integrado por tres republicanos
y cuatro demócratas, o quizá sea una reforma
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
por partes la que después del receso de agosto
y dos semanas de septiembre se debatirá entre
los congresistas.
Los 6.1 millones de mexicanos, que representan
poco más de la mitad de la población
indocumentada que radica en los Estados
Unidos, están en el ojo del huracán, con una
incertidumbre permanente y al pendiente de
lo que sucederá en los próximos meses. Se
vive para ellos un momento de claroscuros:
una penumbra marcada por el miedo a las
deportaciones y el aumento de la desintegración
familiar que los obliga a vivir en las sombras,
pero también una luz no tan lejana que ilumina
un posible camino hacia el ajuste de su estatus
legal y la posible obtención de la ciudadanía
estadounidense.
Hasta el momento, la S. 744 cuenta con un
fuerte componente en materia de seguridad
fronteriza: a través de la enmienda de los
senadores republicanos Hoeven y Corker, se
otorgaría un presupuesto de entre 30 mil y
hasta 46 mil millones de dólares para aumentar
20,000 nuevos agentes de la patrulla fronteriza,
la construcción de 700 millas de muro doble
reforzado, la adquisición de 24 drones –aviones
no tripulados-, 600 sensores de tierra, 500
detectores de radiación, más de 900 torres con
cámaras de circuito cerrado (Notimex, 2013) y
otra serie de elementos tecnológicos para lograr
el 90% de efectividad en la detención fronteriza,
así como la implementación obligatoria del
programa E-Verify (Univisión, 2013).
La militarización de la frontera puede asumirse
desde distintos enfoques. Por un lado, se ve
como una cuestión más simbólica que necesaria,
ya que de los 11 millones de indocumentados, se
Estados Unidos
7
Contexto
calcula que 4.5 millones ingresaron con visas.
Por otra parte, el aumento a 12 patrulleros por
kilómetro de frontera puede incrementar aún más
las acciones de abuso de la autoridad fronteriza.
Los que sin duda se verían beneficiados en este
escenario son las compañías de armamento y
tecnología de seguridad a través de los contratos
multimillonarios, quienes aprovecharán la
coyuntura para salir de la crisis que el fin de las
guerras en el periodo de Obama les hizo padecer.
Finalmente, el otro tema preocupante refiere a
la situación de los migrantes provenientes no
sólo de México, sino de Centroamérica y otras
regiones, que buscarán cruzar la frontera y se
quedarán sin lograrlo del lado mexicano.
Al carecer de una reforma migratoria urgente,
una de las características del gobierno de
Obama ha sido el gran número de deportaciones.
Janet Napolitano presentó su renuncia como
Secretaria de Seguridad Nacional, deportando
en los últimos cuatro años a más de 1.5 millones
de indocumentados. Si bien este año han bajado
sustancialmente la cifras comparativamente, las
consecuencias del retorno forzado son graves
para los mexicanos que deben regresar a su
país después de años o décadas de vivir fuera,
ya que la política pública para su reinserción e
integración es incipiente.
8
Iniciativa Ciudadana
Una de las consecuencias a nivel humanitario
más lamentables en el tema de las deportaciones
es la desintegración familiar. En el caso de
la propuesta aprobada por el Senado, se
incluye un camino a la ciudadanía para los
indocumentados. Para que ello sea posible,
es necesario haber ingresado a los Estados
Unidos antes del 31 de diciembre de 2011, y
cumplir una serie de requisitos y pago de multas.
En el caso de los Dreamers y los trabajadores
agrícolas, el camino a la ciudadanía sería de
cinco años, y de 13 años para el resto de los
indocumentados.
Sin embargo, algunos miembros conservadores
del partido republicano buscan que la propuesta
que se discuta en la Cámara Baja, no incluya el
camino a la ciudadanía, e inclusive ni siquiera
contemple la regularización por medio de
permisos temporales de residencia. En cambio,
información filtrada sobre la propuesta que
redacta el Grupo de los 7, sí habla de un camino
a la ciudadanía. Otras versiones señalan que
es posible que la reforma se discuta por partes,
y se incluya la vía de la legalización sólo para
los Dreamers y los trabajadores agrícolas. Sin
embargo, activistas a favor del Dream Act se
han manifestado: “queremos la ciudadanía para
nosotros pero también para nuestros padres.
Alto a la separación familiar”. Al respecto,
Obama ha declarado que en caso de que la
Reforma Migratoria se estanque, pensará en
un -plan b- que incluya permisos temporales
por dos años de residencia y empleo para
los indocumentados, algo similar a la acción
diferida, pero para el resto de los inmigrantes.
Así como en el 2006 millones de latinos y
mexicanos indocumentados salieron a las calles
de más de 150 ciudades estadounidenses,
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Contexto
protestando en contra de la Ley Sensenbrenner,
logrando congelarla y sobre todo reconociendo
el gran poder de convocatoria de los migrantes,
hoy en día se realizan campañas y actos
mediáticos para detener las deportaciones y
aprobar una reforma migratoria con camino
a la ciudadanía. En lo que ellos han llamado
el “verano caliente”, diversos sindicatos y
organizaciones pro inmigrantes están llevando
a cabo eventos de presión para que la Cámara
de Representantes escuche sus exigencias.
Y es cada día se reconoce más el peso
político, comercial y económico que nuestros
connacionales tienen en los Estados Unidos. Un
estimado del Congressional Budget Office reveló
que en caso de aprobarse una reforma migratoria
como la que propone la S.744, el déficit federal
se reduciría a 135 mil millones de dólares, ya
que los inmigrantes y sus empleadores pagarían
nuevas multas e impuestos.
Legalizar a esta población implicaría que
pudieran obtener mejores empleos, incrementar
sustancialmente la recaudación fiscal, el
porcentaje en el PIB que aportan, y aumentar la
cantidad de remesas que enviarían a sus familias
en sus comunidades de origen. Pero también
conllevaría el acceso a la educación universitaria
para un millón de mexicanos Dreamers, la
oportunidad para obtener un empleo digno
y un permiso de conducir, dejar de sufrir el
miedo a ser deportado en cualquier momento,
la esperanza de visitar y reencontrarse con sus
familiares, teniendo los derechos de la nación a
la cual le han entregado varios años de su vida.
Así como se hizo sentir el voto latino en las
elecciones de 2008, y con más fuerza en
2012 para definir la balanza hacia el triunfo de
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
Obama, de igual modo se busca que los latinos
organizados sean el contrapeso a favor de una
reforma migratoria integral, comprensiva y que
respete los derechos humanos tanto de los
migrantes en tránsito, como de la población
indocumentada que busca salir de las sombras
en los Estados Unidos.
El futuro de la comunidad latina –y por tanto
mexicana- buscará poder ganar espacios
públicos tanto en los Estados Unidos como en
México para que se reconozca su gran aporte
económico, político y cultural, de manera que
trabaje de forma organizada en una agenda que
dignifique a las personas para el bienestar de
ambos países.
Reforma migratoria en tiempos de
crisis
Jorge Durand.
Antropólogo y profesor-investigador titular
del Departamento de Estudios sobre los
Movimientos Sociales de la Universidad de
Guadalajara, Jalisco.
Parece que sigue vigente la incógnita sobre una
reforma migratoria en Estados Unidos, pero que
ésta sea la solución a la migración irregular es
otro cantar. Depende del tipo de reforma que se
logre negociar en la Cámara de Representantes,
de las enmiendas que se haga a la propuesta
por los senadores y de la voluntad política de
llevarla a término.
La reforma, Immigration Reform and Control
Act de 1986, (IRCA, por sus siglas en inglés)
se realizó en un contexto donde se preveía un
etapa de crecimiento económico y se requerían
Estados Unidos
9
Contexto
trabajadores con urgencia. De ahí la generosidad
de la reforma que fue calificada como amnistía y
se legalizaron a 3.2 millones de migrantes. Pero
las previsiones legales de aquella reforma se
cumplieron sólo parcialmente, otras demoraron
mucho en implementarse y algunas no se
llevaron a cabo. El resultado fue precisamente
contrario a lo que se esperaba, la migración
irregular que era de 1 millón de personas en
1988, creció hasta llegar a 11 millones en 2013.
Ahora el contexto es totalmente distinto, todavía
no se supera la crisis económica y financiera
desatada en 2008, el proceso de recuperación
es muy lento y la tasa de desempleo sigue muy
alta para los estándares norteamericanos (en
torno al 8%). Por otra parte, hay una profunda
crisis política en Washington, la mayoría de
la iniciativas se bloquean, los bandos están
10
Iniciativa Ciudadana
muy polarizados y el Presidente Obama no ha
podido impulsar su agenda. Finalmente hay una
crisis social generada por más de veinte años
de campaña antiinmigrante en los medios y en
las campañas políticas que han ideologizado
el tema migratorio, lo han llevado al campo
exclusivo de lo legal y lo han despojado de su
carácter económico, social, laboral y cultural.
En el tema migratorio, las reformas suelen
responder a problemas urgentes de corto plazo
y sólo se pretende legislar en el mediano plazo,
en buena parte porque es un proceso dinámico
y cambiante, además de la tensión entre las
urgencias de la economía (demanda de mano de
obra) y el doble rasero con el que se aplica la ley.
Es por eso que las leyes migratorias dan signos
de ineficiencia a los 10 años de promulgadas
y a los 20 entran en situación de colapso. Con
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Contexto
el paso del tiempo los políticos aducen que
hay consecuencias de la ley no esperadas o
anticipadas, por lo que es necesario legislar
nuevamente y ajustar los sistemas de control.
En realidad muchas de las consecuencias no
estaban previstas, porque se supone que la ley
se va aplicar con todo rigor, lo que no siempre
sucede. No es factible que un legislador prevea
o reconozca que la ley que promulgó no se
vaya a aplicar.
Por ejemplo, la ley de 1986 estipulaba
sanciones a los empleadores que contrataran
indocumentados, pero nunca hubo voluntad
política para aplicar la ley, ni los medios
efectivos para verificar la autenticidad del
documento que se solicitaba: el -social security
number- o número de seguridad social. De ahí
que una “consecuencia no anticipada” fuera
el tráfico masivo y abierto de documentos y
la multiplicación de identidades falsas. Los
empleadores recibían los documentos y
simplemente los guardaban en el archivero,
no tenían modo de verificar su autenticidad y
ellos partían del principio de que el documento
era válido hasta que se demostrara lo contrario.
Supuestamente no eran conscientes de contratar
indocumentados, por tanto eran inocentes y la
ley no podía aplicarse. La situación contaba
con la complicidad del gobierno, que hacía
muy poco al respecto, por la sencilla razón
de que todos esos números falsos pagaban
impuestos regularmente y lo que es mejor, no
devengaban beneficios en el presente, ni los
reclamarían en el futuro.
Ahora se pretende solucionar este problema y
hacer obligatorio el sistema de verificación de
identidad (E-Verify). Pero ya se adelantó que
habría un periodo de gracia de dos años para
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
los empleadores que contraten a más de 1,000
personas, es decir, las grandes empresas. Ahora,
ya tienen la solución en puerta: si hay reforma
habrá regularización y los indocumentados
serán muy pocos.
Por otro lado, será muy difícil que en tiempos de
crisis se castigue a aquellos que generan riqueza
y generan trabajo, los empleadores. La marcha
de la economía es una prioridad absoluta, no
se puede atentar contra los empresarios, se
dice que el futuro del país depende de ellos. Se
parte, por tanto, de un razonable escepticismo
de que la ley sólo se aplicará parcialmente, por
lo que se espera que no se de una solución
definitiva a la migración irregular. Las sanciones
a empleadores van contra el espíritu y la práctica
del capitalismo. En vez de exigir y perseguir a
los empleadores es más fácil perseguir a los
migrantes, al fin y al cabo con la sola sospecha
de que una persona sea irregular, la policía
puede proceder a cumplir esa fracción aprobada
de la Ley Arizona.
La consecuencia anticipada, en este caso, es
la creación de un mercado negro de trabajo al
que ingresarán los migrantes no regularizados
y los nuevos migrantes que ingresen de manera
subrepticia. Hay que señalar que hoy la mayoría
de los 11 millones de migrantes irregulares no
están en un mercado negro de trabajo, a pesar
de sus pésimas condiciones laborales, deben
pagar impuestos y se les respeta el salario
mínimo en términos generales. Los migrantes
que no puedan acreditar su estado legal,
tendrán que sumergirse en la vorágine de un
mercado negro laboral, que no respeta mínimos,
paga el salario en efectivo y se escapa de las
regulaciones laborales.
Estados Unidos
11
Contexto
El otro tema pendiente, que no está en la mesa
de negociaciones, es el del control a la hora
de la salida. Si sólo se controla el ingreso,
seguirá como práctica rutinaria que los turistas
abusen del tiempo estipulado en su visa y
pasen a ser irregulares. Por otro lado, muchos
de los trabajadores temporales se quedarán
definitivamente. Hace unos años se hizo el
intento en algunos aeropuertos donde uno debía
checar la salida con el pasaporte, pero fue sólo
un intento. Con la frontera controlada en el
momento de entrar, la nueva migración irregular
habrá entrado con visa. La forma I-94 que se
supone hay que dejar a la salida no sirve para
nada y nadie la controla. De hecho si uno entra
por la vía aérea y sale por tierra no hay lugar
donde entregar la forma I-94.
La seguridad fronteriza y los muros
de la ignominia
Otro tema pendiente es la precondición que ponen
los republicanos para cualquier tipo de reforma
migratoria: el control total y absoluto de la frontera
con México. Además de que es imposible controlar
3,000 kilómetros de desierto, es prácticamente
inútil en estos momentos. Justo cuando ya está
definida una tendencial clara de disminución del
flujo migratorio irregular, se implementan medidas
draconianas que ya no son necesarias.
Ahora toca el turno a la Cámara Baja para discutir
su propio proyecto de ley, que aún no se conoce
pero se espera mucho más restringido, y en donde
domina una mayoría republicana, cuya fracción
más conservadora se opone a la ciudadanía de
los indocumentados, a los que califica de ilegales
e inclusive de criminales. Por lo pronto, la Cámara
Baja se encuentra en un receso que durará hasta
el 9 de septiembre, pero no será sino hasta el
22 de septiembre que los republicanos decidirán
su estrategia de reforma migratoria, después del
cual se esperarán fuertes debates si es que se
llega a votar durante este año.
En resumen, en veinte años tendremos que
presionar otra vez por una nueva reforma
migratoria. Pero en el corto plazo, si se da
la reforma y se legalizan por lo menos 8 o 9
millones de migrantes, la migración irregular será
controlada por medio del mercado de trabajo
(E-Verify), ya no preocupará a los medios,
ni a los políticos, ni tampoco molestará a la
opinión pública. Es posible que baje también
la tensión social y las campañas y actitudes
antiinmigrantes.
12
Iniciativa Ciudadana
Alejandra Segura
Integrante del Programa de Migración,
Desarrollo y Ciudadanía Binacional en Iniciativa
Ciudadana para la Promoción de la Cultura del
Diálogo en la Ciudad de México.
Después de un mes de intenso debate, el 27 de
junio de 2013 el Senado de los Estados Unidos
aprobó con 68 votos a favor y 32 en contra, la
iniciativa de reforma migratoria S.744.
La
propuesta contiene cuatro temas centrales:
seguridad fronteriza, legalización e inmigración
legal, aplicación de la ley interna, y reformas a
los programas no migrantes.
Sin embargo, hablar de la reforma migratoria
en términos del camino a la ciudadanía para 11
millones de indocumentados es lo más lejano
que hay de lo que se aprobó en el Senado.
La propuesta original del Grupo de los 8 fue
enmendada por los republicanos hasta obtener
un carácter de seguridad fronteriza sumamente
sólido, pensado como una estrategia para
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Contexto
convencer a los Senadores republicanos de votar
por ella, y enviar un fuerte mensaje a la Cámara
Baja para que siguieran el mismo camino.
La militarización excesiva a la frontera
con México fue analizada y criticada por
académicos y organizaciones de la sociedad
civil, principalmente las dedicadas a derechos
humanos. Coincidiendo con la opinión del
académico Jorge Durand, Obama y los
demócratas se encuentran tan empeñados en
pasar una reforma migratoria, que se han estado
aceptando enmiendas de seguridad fronteriza
cuyas consecuencias para la relación bilateral
México-Estados Unidos y para la protección de
los derechos humanos, pueden ser grandes.
Y el tema se vuelve aún más delicado si se
recuerdan las múltiples denuncias de abusos
de la Border Patrol, como el famoso caso del
mexicano Anastasio Hernández, que murió por
golpes y descargas eléctricas a manos de 12
elementos de la Patrulla Fronteriza mientras era
deportado, o el de Valeria Tachiquín, asesinada
con nueve disparos a menos de un metro de
distancia, o José Gutiérrez, quien perdió la vida
después de sufrir cinco fracturas de cráneo
derivadas de la paliza igualmente otorgada por
la Border Patrol, y cientos de miles más que no
han obtenido la atención de los medios y se han
quedado impunes (EFE/El Universal, 2013).
El problema de los muros es que no sólo
dividen de manera física a las naciones,
también las dividen simbólicamente. Separan
familias, crean tensiones, provocan abusos, y
a final de cuentas terminan protegiendo poco
y sacrificando mucho. Recordemos que los
migrantes son seres humanos, y no criminales
que merezcan una valla que los deshonre,
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
como si fueran sujetos peligrosos o autores
de acciones indignas.
En el marco del respeto a la soberanía
estadounidense, no debemos olvidar que México
no solo comparte 3,000 kilómetros de frontera con
el país vecino, sino que también es un país de
origen, tránsito, destino y retorno de migrantes, por
lo cual no puede ni debe hacerse a un margen de
estas discusiones. El reto para el Estado Mexicano
será imprimirle a la reforma un lado humanitario,
que elimine el uso de la palabra “ilegal” como
sinónimo de criminal, clandestino y sin derechos
hacia los inmigrantes indocumentados, que busque
oportunidades para los que ya se encuentran del
lado estadounidense porque han trabajado por
ello, y que al mismo tiempo también proteja y frene
las violaciones a los derechos de los que sigan
intentando cruzar a los Estados Unidos, así como
a los que se quedan varados en la frontera norte.
Hace un par de décadas la humanidad celebraba
el fin de las últimas colonias, el ocaso de las
dictaduras, el triunfo de las democracias, la
caída del muro de Berlín y la reunificación de
las Alemanias.
Hoy en día, se busca legislar el aumento
de kilómetros de valla fronteriza, con costes
tanto sociales y poco humanitarios como
económicamente multimillonarios. Valdrá la
pena ver en qué medida los diversos actores
involucrados –sociedad civil, académicos y todas
las instancias gubernamentales correspondientesson capaces de negociar y hacer sinergias a favor
de una reforma migratoria humanitaria, capaz
de reconstruir el resquebrajado tejido social de
la migración, no a través de más muros, sino
de políticas comprensivas que regulen y den
soluciones viables a esta problemática.
Estados Unidos
13
Mirada desde los actores
Todos compartimos la responsabilidad y el beneficio de modernizar
nuestro sistema migratorio
Luis V. Gutiérrez
Representa al Cuarto Distrito por Illinois en el Congreso de los Estados Unidos. Es miembro del
Comité Judiciario y Presidente del Grupo de Trabajo sobre Migración del Caucus Hispánico del
Congreso.
En agosto, visité Harrisonburg, un pequeño
poblado de la Virginia rural. Fui invitado a
hablar en una manifestación fuera del Palacio
de Justicia en el centro del pueblo, donde se
habían reunido cerca de 400 simpatizantes de
la reforma migratoria.
Ahí conocí a dos personas que me causaron
una fuerte impresión y me hicieron recordar por
qué me encontraba luchando por una reforma
migratoria. Una mujer dijo que había vivido en
cierto poblado durante 14 años y había sacado
adelante a su familia sin tener papeles. Ella
estaba orgullosa de que sus hijos puedan tener
las oportunidades que ella no pudo cuando
era una niña en México. Pero también me dijo
que estaba asustada con la posibilidad de ser
deportada en cualquier momento. Eso podría
obligarla a optar por dejar a sus hijos en Estados
Unidos bajo el cuidado y tutela de otros. Existen
millones de historias como la de ella. El miedo
de que otra familia sea destruida es la razón
principal por la cual estoy peleando por una
reforma migratoria.
También conocí a un caballero nacido en
Estados Unidos, un ciudadano muy bien
vestido de alrededor de 50 años. Le pregunté
por qué había ido a la manifestación. Me contó
que él había estado casado con una mujer
14
Iniciativa Ciudadana
indocumentada durante 27 años y que no había
forma de legalizarla a menos de que ella se
saliera del país por 10 años. Estas historias son
comunes entre otras personas que he conocido
alrededor del país, cuyas vidas han empeorado
porque hemos fallado en actualizar nuestro
sistema de inmigración desde hace décadas.
En los Estados Unidos, mucha gente piensa
que los temas migratorios sólo afectan a los
inmigrantes o a las familias de los latinos. Ven
a la reforma migratoria como una lucha que
únicamente premiaría a los inmigrantes o a
los latinos, más que como un tema que afecta
a comunidades enteras en los Estados Unidos
y alrededor del mundo. Durante décadas, casi
todos en Estados Unidos se han fijado sólo en
una cara de la migración, a pesar de que la
enorme ola de inmigrantes que ha llegado a
nuestro país fortaleciendo nuestra economía,
buscando oportunidades para ellos y sus familias.
Tenemos una responsabilidad en común para
modernizar nuestro sistema migratorio, porque
todos nos beneficiamos de él.
Todos sabemos que Juan ha estado cosechando
nuestras verduras, que Fran ha estado limpiando
nuestras habitaciones de hotel, que Mary ha
cuidado de nuestros hijos o nuestros padres. No
es un secreto que Pablo lave los platos. Todos
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Mirada desde los actores
somos responsables por permitir y alentar la
ola de inmigrantes en las últimas décadas. Y
todos somos responsables del incumplimiento
del gobierno de los Estados Unidos por cambiar
las leyes, para que esos migrantes puedan
llegar legalmente, con dignidad, con derechos
básicos y protecciones.
Todos compartimos la responsabilidad por frenar
las deportaciones que dividen familias, dejan a los
niños sin sus padres y mantienen a comunidades
enteras viviendo con miedo. Podemos y debemos
arreglar los errores de nuestro sistema migratorio
y restablecer un mecanismo legal y respetuoso
para la migración, que sea benéfico tanto para
los Estados Unidos, como para los países de
origen. Podemos hacerlo sin necesidad de
militarizar nuestras fronteras y apartar más a
los Estados Unidos de nuestros vecinos, y sin
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
comprometer nuestros valores de cumplimiento
de la ley, justicia y equidad.
La larga tradición de inmigración que ha hecho
a los Estados Unidos tan peculiar y poderosa
entre las naciones requiere de un compromiso
nacional por la reforma migratoria. el pueblo
de los Estados Unidos está listo, incluyendo
nuestros migrantes. Ahora sólo necesitamos
que nuestros políticos actúen.
Estados Unidos
15
Mirada desde los actores
El cabildeo por la posible reforma
migratoria y la falta de un actor
social organizado con capacidad
real de incidencia: el caso de México
José Luis Gutiérrez
Director Asociado de la Alianza Nacional de
Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas
(NALACC por sus siglas en inglés), Director
Ejecutivo de Casa Michoacán en el medio
oeste de los Estados Unidos y Presidente de
la Red Mexicana de Líderes y Organizaciones
Migrantes.
Como lo ha venido documentando el Buró
del Censo en los Estados Unidos de América,
la población de origen latinoamericano ha
aumentado de manera constante a lo largo
de las últimas cuatro décadas, destacándose
el crecimiento de la comunidad mexicana. De
acuerdo a la misma fuente, para el año 2012
la población de origen mexicana consistía de
32 millones de personas, lo que representa el
10% de la población total de Estados Unidos.
De ese total, 12 millones de personas nacieron
en México. La mitad de esta población carece
de autorización migratoria, ubicándoles como
el grupo nacional más numeroso.
En los últimos cuatro años, 1.5 millones de
inmigrantes han sido deportados, con un promedio
de 1,500 personas por día. De acuerdo con
información publicada por el Departamento de
Seguridad Nacional, cerca de tres cuartos de las
personas deportadas desde 2009 eran mexicanas.
Contrario a la percepción pública dominante, la
vasta mayoría carecían de antecedente criminal
alguno, su única infracción había sido residir en
los Estados Unidos sin el debido visado.
16
Iniciativa Ciudadana
La actual ley de inmigración ha causado un
costo humano enorme para la población
mexicana en los Estados Unidos, especialmente
en lo referente a la separación forzada de
familias. Desde 1996, la ley de inmigración ha
sido dominada por una lógica de restricción,
exclusión y castigo desmedido en relación a la
población inmigrante en general, y en particular,
a la población extranjera no autorizada. Como ya
ha sido mencionado, la mayoría son mexicanos.
Sin lugar a dudas, reformar la ley de inmigración
actual constituye una de las aspiraciones más
importantes para el bienestar de la población
mexicana en los Estados Unidos. Idealmente,
dicha reforma debería estar permeada por una
lógica de sentido común, justicia, generosidad
y humanismo.
Desdichadamente, las aspiraciones de la población
mexicana hacia las reformas de inmigración no
están acompañadas de una capacidad organizativa
lo suficientemente robusta para asegurar que la
orientación de dicho esfuerzo sea coherente con
las inmensas contribuciones económicas, sociales,
políticas y culturales hechas por los migrantes
en ambos países. Por el contrario, el esfuerzo
a favor de una reforma en 2013 sigue estando
permeado por una visión altamente negativa de
la población inmigrante en general, y en particular
de los mexicanos.
A los mexicanos se nos sigue viendo como
una carga pública y como -violadores de la
ley-. En pocas palabras, la idea del extranjero
como –amenaza- para los Estados Unidos es
aún vigente. Consecuentemente, buena parte
del público estadounidense, y buena parte de
los legisladores federales, consideran que los
migrantes deben ser tratados de acuerdo a
como se les percibe, independientemente de
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Mirada desde los actores
lo que verdaderamente representamos para el
país. En el mejor de los casos, los migrantes
somos vistos como algo que el mercado
laboral necesita, pero no como un sujeto social
merecedor de pertenencia plena en la sociedad.
Por lo tanto, y más allá de la posible aprobación de
una reforma a la política de inmigración, seguirá
siendo extremadamente importante trabajar
rigurosa y consistentemente en la educación
del público estadounidense respecto a lo que
realmente somos las personas migrantes, tanto
desde nuestra dimensión como seres humanos
llenos de sueños, aspiraciones y valores muy
similares a los de ellos, como las múltiples
maneras en las que contribuimos a la generación
de riqueza, al crecimiento económico, la base
tributaria, la generación de empleo, la riqueza
cultural y la cambiante realidad electoral del país.
Sabemos que el solo hecho de tener “papeles”
implica superar un flanco de vulnerabilidad
que afecta a la población de extranjeros que
viven en el país sin autorización migratoria. La
superación de dicho flanco ofrece condiciones
menos adversas para la búsqueda de mejores
condiciones de vida y mayor participación en la
sociedad estadounidense. Independientemente
de si una reforma a la política de inmigración
incluye o no la posibilidad de solicitar la
residencia permanente, debemos cambiar
positivamente el grado de organización social
y política de la comunidad inmigrante mexicana
y latinoamericana. Únicamente así, por medio
de una condición optima de organización
social y política, será posible cambiar la ley de
inmigración en un futuro cercano y otras áreas
clave de la política pública que afectan nuestras
vidas en los Estados Unidos, como también la
vida de la mayoría en nuestros países de origen.
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
La carencia de capacidad real de incidencia
política de la comunidad inmigrante mexicana,
al igual que la del resto de las comunidades
inmigrantes, se refleja consistentemente en
la orientación general de las propuestas de
reforma específicas a la política de inmigración.
Si las comunidades inmigrantes estuviéramos
debidamente organizadas, la lógica dominante
detrás de las propuestas hubiera sido muy
diferente. La orientación tan excluyente,
restrictiva y punitiva, incluyendo la propuesta
presentada este año por el grupo de senadores
conocido como la “Pandilla de los Ocho,”
se explica en buena medida a razón de la
extremadamente débil capacidad de incidencia
de las comunidades inmigrantes.
Al déficit ya mencionado, se añade también la
decisión del gobierno mexicano de mantenerse
esencialmente ausente en el debate
político. En momentos álgidos anteriores, el
gobierno de México tuvo mayor visibilidad,
independientemente de que dicho actuar haya
sido criticado por algunas organizaciones
estadounidenses de incidencia política pro
reforma migratoria, como también del mismo
gobierno estadounidense. La postura de
México tendría un efecto moralizador para
las comunidades inmigrantes mexicanas
en los Estados Unidos, como también para
quienes desde México han trabajado por una
reforma justa. No hay duda, sin embargo,
que cualquier acción de apoyo del gobierno
mexicano al esfuerzo de la reforma migratoria
en los Estados Unidos seguramente sería
manipulada por las organizaciones antiinmigrante y anti- reforma, aduciendo de
interferencia en los asuntos internos de los
Estados Unidos.
Estados Unidos
17
Mirada desde los actores
El silencio del gobierno mexicano ante la reforma
migratoria en Estados Unidos, presente desde
la administración del Presidente Calderón y
continuada en la administración del Presidente
Peña Nieto; ha puesto de manifiesto la enorme
desventaja al no contar con una sociedad
civil migrante mexicana con la capacidad de
ejercer un actuar vigoroso de incidencia política.
Es decir, a diferencia de las manipulaciones
políticas a las que se prestaría una postura
visible a favor de una reforma migratoria justa
por parte del gobierno mexicano, la acción de
las comunidades migrantes mexicanas tendría
la legitimad de actuar desde su condición de
sociedad civil estadounidense. Por ello es
importante insistir en la urgencia por mejorar
cualitativa y cuantitativamente la capacidad de
organización social y política de la comunidad
inmigrante mexicana en los Estados Unidos.
Lo anterior no debe interpretarse como una
excusa ante la falta de acción del gobierno
mexicano. Si bien una acción directa en el ámbito
político y legislativo estadounidense por parte del
gobierno de México no es lo más conveniente en
este momento, indudablemente habría mucho
que hacerse en el campo político-diplomático
desde Estados Unidos, así como en espacios
políticos regionales como la Conferencia
Regional sobre Migraciones, espacios políticos
multilaterales como la Organización de los
Estados Americanos y la Organización de las
Naciones Unidas. En este sentido, es importante
resaltar que algunos gobiernos de la región
como Guatemala, El Salvador y Ecuador han
participado más deliberadamente en reforzar los
esfuerzos educativos dirigidos a sus nacionales
en los Estados Unidos ante la posible reforma
a la política de inmigración.
18
Iniciativa Ciudadana
Observando el presente y mirando hacia el
futuro, México debe priorizar la atención a sus
comunidades en el exterior, salvaguardando
sus derechos. Un objetivo estratégico de este
esfuerzo es el empoderamiento del propio actor
migrante. Mucho se ha hablado ya sobre la
responsabilidad de los clubes, las federaciones
y las redes donde participan los oriundos en
relación a sus lugares de origen, pero poco se
habla de cómo el gobierno de México debería
apoyar la labor de profesionalización de dichas
estructuras organizacionales para que sean
más efectivas en la incidencia y el impacto en la
política binacional. Para empezar deberíamos
priorizar las siguientes acciones:
• Instar a las organizaciones nacionales en
Washington, DC a voltear su atención hacia las organizaciones de base e incluir al
liderazgo inmigrante latinoamericano en los
círculos dirigentes y de toma de decisiones
en lo referente a derechos de inmigrantes y
la reforma a la política de inmigración. Hoy
en día es evidente la gran ausencia de este
liderazgo, especialmente de líderes migrantes mexicanos.
• Promover la voluntad política en los funcionarios mexicanos a todos los niveles para apoyar el trabajo transnacional de las coaliciones
y alianzas para que trasciendan sus propios
ámbitos de acción en lo local y estatal. En el
caso de Michoacán nos referimos al Frente
Binacional Michoacano (FREBIMICH), en
Zacatecas al Frente Cívico Zacatecano, en
Oaxaca el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), etc., para que dicho
trabajo refuerce espacios de incidencia tales
como el de la Red Mexicana de Lideres y
Organizaciones Migrantes (RedMX) y el Copara
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Mirada desde los actores
lectivo PND-Migración. Asimismo, se deberá
potenciar la incidencia y colaboración en
ámbitos regionales (Centroamérica y Caribe),
ejemplificada por el trabajo que impulsan
organizaciones tales como NALACC.
• Considerar convertir al Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) en una Secretaría
de Estado o en un espacio de alto rango que
dependa directamente del ejecutivo como un
ente coordinador de programas de atención
a los mexicanos en el extranjero; además de
fungir también como un centro de planeación
estratégica de políticas públicas.
Los beneficios de contar con una sociedad civil
migrante mexicana mucho mejor organizada
y capaz de incidir de manera efectiva en los
procesos de toma de decisiones en los campos
de la política pública que afectan la vida de las
personas migrantes mexicanas son de enorme
valor en el presente y el futuro de ambos países.
La coyuntura actual en torno a la reforma
migratoria es el momento propicio para dar
inicio a tan importante labor.
• Promover de manera vigorosa y consistente
la interlocución de las comunidades migrantes organizadas en espacios como la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), legisladores y la iniciativa privada, para
buscar consensos en temas de interés para
los mexicanos en ambos países.
• Iniciar nuevos esfuerzos institucionales
dirigidos a apoyar de manera decisiva el
fortalecimiento de los liderazgos de las organizaciones binacionales de la sociedad
civil migrante mexicana, incluyendo el fortalecimiento de las organizaciones contrapartes de los migrantes en las comunidades
de origen. Dichos esfuerzos deben estar
debidamente respaldados por medio de la
designación de recursos públicos. Es necesario desarrollar un programa de incentivos
relacionados con la deducción de impuestos
al sector empresarial mexicano, para incrementar la inversión en las organizaciones
mexicanas de la sociedad civil que estén
vinculadas al tema migratorio.
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
Estados Unidos
19
Mirada desde los actores
Movimiento robusto por una
reforma migratoria
Frank Sharry
Fundador y director ejecutivo de America´s
Voice y Director del Foro Nacional de
Inmigración por 17 años en Washington, DC.
2)Reformas a la migración legal, incluyendo
un programa ampliado para los trabajadores de los sectores agrícola, de servicios y
tecnológico; y
Las actuales leyes de inmigración de los
Estados Unidos son disfuncionales y las
prácticas de ejecución de las mismas suelen
ser sumamente crueles. Dichas medidas se
contraponen a la auto definición de nuestro país
como una nación tanto de inmigrantes como
de leyes. Las familias de inmigrantes están
destrozadas, los trabajadores inmigrantes
son explotados, a los talentosos jóvenes
inmigrantes les son negados sus sueños, y
los inmigrantes mueren de formas brutales
cuando intentan cruzar la frontera.
3)Seguridad reforzada, especialmente en la
frontera de Estados Unidos y México, mediante la duplicación de agentes de la patrulla
fronteriza y mediante el sistema electrónico
de verificación de empleo “E-verify”.
Como respuesta a la crisis que enfrentan los
trabajadores inmigrantes y sus familias, y en
respuesta a la demanda pública por políticas
de sentido común que modernicen el sistema
migratorio de los Estados Unidos, ha surgido un
robusto movimiento por una reforma migratoria.
En la década pasada, este movimiento produjo
suficiente energía como para construir una
apertura sin precedentes hacia un gran avance
legislativo.
En junio de 2013, el Senado de los Estados
Unidos aprobó una iniciativa de reforma
migratoria con un margen de 68-32. Los
tres componentes principales de la iniciativa
aprobada en el Senado son:
1)Legalización para los más de 11 millones
de migrantes indocumentados, y una opción
20
de ciudadanía para la mayoría después de
13 años;
Iniciativa Ciudadana
Lo peor de esta iniciativa fue la adición de último
minuto de la enmienda sobre “reforzamiento
de la frontera”. Es una terrible medida, que
amenaza los derechos y el bienestar de las
comunidades fronterizas, crea un gasto excesivo
de recursos públicos e insulta a nuestros amigos
en México y en todo Latinoamérica. La buena
noticia es que, si la reforma llega a la meta, el
reforzamiento de la frontera quedará reducido.
En la Cámara de Representantes, tanto
demócratas –dirigidos por representantes de
las comunidades fronterizas- como republicanos
–liderados por el republicano Michael McCaul
(republicano por Texas), Presidente del
Comité de Seguridad Nacional– se oponen
rotundamente al incremento en el gasto y en
los agentes de una frontera que necesita más
infraestructura y menos militarización.
Lo mejor de la iniciativa incluye el inmediato
estatus legal y una eventual opción de
ciudadanía para la mayoría de los 11 millones.
Es decir, mientras que se encuentran en
-estatus provisional-, los migrantes pueden
trabajar, viajar y vivir sin miedo a ser
deportados. Esto brinda la oportunidad de
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Mirada desde los actores
reunificación a las familias separadas por la
deportación y representa un camino acelerado
a la ciudadanía para los Dreamers y los
trabajadores agrícolas. Dichas familias, que
han pasado años e incluso décadas esperando
en la fila, finalmente podrán reunirse. El nuevo
programa de trabajadores inmigrantes les
permite cambiar de empleo y ser considerados
para el estatus permanente, los juzgados de
inmigración serán más flexibles y considerarán
factores individuales al momento de tomar
sus decisiones y se reforzarán los remedios
legales para aquellos trabajadores que hayan
sido despedidos violando a las leyes laborales.
Asimismo, se proponen límites estrictos
en cuanto al aislamiento en los centros de
detención, se incrementan las alternativas
ante la detención, se ofrece más protección a
los trabajadores contratados en el extranjero
y se exige una política definida en cuanto al
uso de la fuerza entre todas las agencias del
Departamento de Seguridad Nacional (DHS,
por sus siglas en inglés).
Ahora ¿qué sigue? Muchos han hecho
la p r e d i c c i ó n de qu e l a C á mar a de
Representantes, controlada por los
republicanos, bloqueará la reforma. Otros
piensan que se impulsará la reforma con un
enfoque tan cargado hacia la derecha que no
valdría la pena apoyarla. Algunos de nosotros
pensamos que vale la pena seguir intentando
y ver qué es posible. Si pudiéramos tener una
ley que fuera suficientemente buena en cuanto
a la legalización y la ciudadanía, a programas
de trabajo balanceados y una seguridad
inteligente más que excesiva, entonces
habríamos ganado en un imperfecto pero
importante avance tanto en el paradigma de
la política migratoria, como en el tratamiento
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
de millones de inmigrantes que residen
actualmente en los Estados Unidos, así como
aquellos que vengan en un futuro.
Si los republicanos proponen una legislación
imposible de apoyar, entonces la atención pasará
al Presidente Obama (muchos activistas se han
enfocado en el incremento a las deportaciones).
La presión haría que el Presidente use su
autoridad ejecutiva para proteger a millones
de indocumentados de la misma manera en
que protegió a cientos de miles de Dreamers el
año pasado. Pero desde nuestra visión, sería
preferible una legislación que proveyera de un
nuevo paradigma y una solución permanente
para los más de 11 millones y para los futuros
migrantes, en lugar de un alivio temporal para
algunos de ellos y manteniendo un cruce
peligroso para aquellos que quieran venir.
Independientemente de lo que ocurra en los
próximos meses, tanto en el Congreso como
desde el Ejecutivo, un factor es claro: el
movimiento que impulsa la reforma migratoria
es más fuerte que nunca y cada día se fortalece
más. Ya sea que la reforma venga por parte de
una iniciativa integral comprensiva, a través de
reformas por partes, de acciones ejecutivas o de
una combinación de ellas, lo que es un hecho
es que – viene una reforma-. Es cuestión de
tiempo, quizá años y no meses, pero vendrá.
Y cuando venga, mi predicción es que será el
comienzo de una nueva era de cooperación
regional, en donde se valoren los derechos
humanos y un desarrollo impulsado de abajo
hacia arriba, así como los temas de seguridad
y comercio. ¿Es algo demasiado lejano? Eso
mismo dicen de la reforma migratoria.
Estados Unidos
21
Mirada desde los actores
¿Qué habría hecho el Old Man
(después de haber leído la S744)?
Antonio González
Director Ejecutivo del William C. Velásquez
Institute, centro de investigación y política
pública fundado en 1985.
Mientras que la iniciativa S.744 del Senado
está a la espera de respuesta en la Cámara de
Representantes, los líderes latinos se convencen
cada vez más de que esa medida no es digna
de su apoyo. La S. 744 tal como está redactada,
contiene terribles fallas. En síntesis:
• Excluirá a la mayor parte de los indocumentados en el proceso de legalización.
• Continuará deportando a millones de inmigrantes.
• Crearía de facto al trabajador como una servidumbre obligada.
• Gastará millones de dólares en el aumento
a la seguridad fronteriza, lo cual no es más
que gasto en la industria de -defensa basura- como drones, muros y patrulleros en la
frontera de Estados Unidos y México.
• Hará posible la discriminación racial masiva
por medio del programa E-Verify
Esta no es la primera vez que una iniciativa de
reforma migratoria ha sido invadida por fuerzas
xenófobas. La historia se repite: de la misma
manera en que la S.744 ha sido secuestrada en
esta ocasión, lo fue en su momento la iniciativa
de legalización de 1982 del Representante
Edward Roybal (demócrata por Los Ángeles).
22
Iniciativa Ciudadana
Legendario entre los círculos latinos y
afectuosamente nombrado “the Old Man”,
Ed Roybal fue el padre del empoderamiento
latino en California, así como el fundador del
movimiento por los derechos de los migrantes.
En 1982, después de años de intentar legalizar
a los inmigrantes indocumentados, Roybal
abogó por la iniciativa de legalización SimpsonMazzolli. Pero cuando la ley fue enmendada
para incluir medidas que violaban los derechos
humanos y laborales, Roybal introdujo docenas
de enmiendas más, matando la iniciativa que
él mismo había defendido.
Los líderes latinos de California, incluyendo a
Roybal, intentaron y fallaron nuevamente en
1984, esta vez protestando en la Convención
Nacional Democrática, avergonzando al
candidato Presidencial Mondale después de
que el liderazgo demócrata permitió medidas
anti inmigrantes para destruir el apoyo latino
de la iniciativa de reforma migratoria. Las
protestas mataron nuevamente la iniciativa
secuestrada por estas medidas. La persistencia
dio frutos cuando Roybal ayudó a dirigir una
coalición en colaboración con el Presidente
Republicano Reagan, empujando al Congreso
a promulgar en 1986 una efectiva medida de
legalización para 2.9 millones de personas
indocumentadas (aproximadamente el 70% de
los indocumentados en ese tiempo), conocida
como la Immigration Reform and Control Act
(IRCA, por sus siglas en inglés).
Las medidas de “amnistía” de la IRCA, contrarias
a los disparates escuchados hoy en Washington
DC, son veneradas entre los latinos como uno
de los mejores programas jamás emprendidos
por el gobierno federal. Dicha “amnistía” tuvo
beneficios socioeconómicos sumamente
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Mirada desde los actores
positivos para los Estados con mayor peso de
la inmigración como California y Texas en los
años siguientes.
Pero las conclusiones de Roybal eran muy
diferentes en aquel entonces en comparación
con las de la mayoría de los demócratas
en la actualidad. Hoy en día, los miembros
demócratas de la Cámara Baja siguen pensando
–erróneamente- que apoyar la S.744 con sus
disposiciones punitivas e inefectivas, les permitirá
obtener el apoyo de los votantes latinos. Mientras
las comunidades inmigrantes y latinas conocen
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
el contenido real de la S.744, más se oponen
a ella. De hecho, cientos de organizaciones
inmigrantes y latinas han expresado su oposición
a la S.744, como ocurrió en una carta dirigida a
los representantes demócratas donde deploran
sus premisas punitivas y hacen un llamado a
su anulación, siguiendo el heroico ejemplo de
Roybal.
La promulgación de la legislación federal no es
para los débiles de corazón. Los que pretenden
representar a los inmigrantes en los pasillos
del Congreso de los Estados Unidos harían
Estados Unidos
23
Mirada desde los actores
bien en recordar a Roybal. El “Old Man” habría
hundido este acuerdo porque en su momento
sabiamente supo que “ningún proyecto de ley
es mejor que un mal proyecto de ley.”
Gracias a los movimientos masivos por
los derechos de los migrantes y al gran
incremento del electorado latino, la opinión
pública estadounidense está dando un giro de
la exclusión a los inmigrantes a favorecer su
inclusión hoy en día. Las encuestas muestran
que la opinión pública está claramente a favor
de una reforma migratoria con una legalización
generosa.
Ahora, el reto de los latinos es hacerle ver al
Congreso dicha realidad, y lograr una legislación
inclusiva y no punitiva, que se promulgue en el
2013, el 2015 o el 2017.
California: impacto de leyes
migratorias
Angela Sanbrano
Presidenta de la Junta Directiva de la Alianza
Nacional de Comunidades Latinoamericanas y
Caribeñas (NALACC por sus siglas en inglés)
La incapacidad del Congreso Federal de
los Estados Unidos de aprobar una reforma
migratoria que resuelva la situación legal
de más de 11 millones de inmigrantes
indocumentados, la política agresiva del
Departamento de Seguridad Nacional (DHS,
por sus siglas en ingles) en la ejecución de
las leyes migratorias, la criminalización de los
inmigrantes indocumentados, y la política antiinmigrante adoptada por varios estados de
la Unión Americana, incluyendo el estado de
24
Iniciativa Ciudadana
California, han generado una crisis humanitaria
en las comunidades inmigrantes a nivel nacional.
En los últimos 20 años el discurso y las
políticas anti-inmigrantes se han radicalizado
y la incapacidad de generar una respuesta
política capaz de contrarrestarlas han llevado
a que tanto los inmigrantes indocumentados
como quienes gozan de alguna visa temporal
o permanente sientan inseguridad y temor al
ser perseguidos por las autoridades locales,
estatales y federales.
La administración y ejecución de las políticas
migratorias tienen un impacto devastador en
la población latina en general y la población
mexicana en particular, ya que los inmigrantes
mexicanos representan un gran porcentaje de
la población inmigrante en Estados Unidos y
del estado de California. Aproximadamente
34 millones de personas, lo que equivale
al 10% de la población de los Estados
Unidos son de descendencia mexicana.
De estos, aproximadamente 6 millones son
indocumentados. En el estado de California
viven más de dos millones de inmigrantes
indocumentados. Cerca de la tercera parte
(23%) de los inmigrantes indocumentados en
el país residen en diho estado y uno de cada
diez es inmigrante indocumentado, trabajando
principalmente en la agricultura, la construcción,
la producción, los servicios y las industrias
de transportes o movimiento de materiales y
bodegas.
A pesar de la importancia de la población
inmigrante indocumentado en la economía
del estado de California, los inmigrantes se
encuentran en constante acoso y temor de
ser arrestados y deportados. Algunas de las
para
la
Promoción
de
la
Cultura
del
Diálogo
Mirada desde los actores
políticas migratorias que más impactan a la
comunidad inmigrante indocumentada están
relacionadas con la implementación de leyes
federales que criminalizan el -estatus legal- de
las personas indocumentadas.
Un ejemplo es la implementación de la política
del programa de “Comunidades Seguras”
(Secure Communities) que consiste en la
colaboración de las fuerzas policiales federales,
estatales y locales con la Agencia de Inmigración
y Aduanas (ICE, por sus siglas en ingles) para
identificar a extranjeros que han sido arrestados
o detenidos para proceder en determinados
casos, a su deportación. En el año fiscal 2012,
fueron deportados 409, 849 personas a nivel
federal, casi el doble de las deportaciones en
el 2008, el ultimo año de la administración de
George W. Bush. Según el gobierno federal,
una de las metas principales del programa es
facilitar la deportación de “criminales convictos”.
Sin embargo, según información publicada por
ICE, siete de diez personas de las 90,000 que
fueron deportadas en el 2012 del estado de
California, no eran “criminales convictos”, sólo
habían cometido delitos menores.
estado de California y a nivel federal, es el
llamado “Identificación Real” (Real ID Act), esta
ley estableció ciertos requisitos para que las
licencias de manejar otorgadas por los estados
puedan ser aceptadas como “documento oficial”
de identificación por el gobierno federal. La
implementación de esta ley ha resultado, en
que la mayoría de los estados, con la excepción
de Washington, Nuevo México, Utah e Illinois,
no otorgan licencias de manejar a personas
indocumentadas. Esta situación obliga a los
inmigrantes indocumentados a conducir sin
licencia. En varias ciudades de California se
ha comprobado que el decomiso de autos de
personas que manejan sin licencia se utiliza
como fuente de ingreso para la ciudad, causando
un severo daño económico a las familias
inmigrantes quienes, muchas veces, prefieren
perder sus autos porque los gastos de más de
mil dólares para recuperarlo es demasiado alto.
El pasado 16 de mayo, la Asamblea de California
aprobó el “Acta de Confianza” (Trust Act), un
proyecto de ley que limitaría las deportaciones
de inmigrantes indocumentados que no han
cometido delitos. El proyecto de ley está siendo
revisado por el Comité de Apropiaciones del
Senado, y los senadores tienen hasta finales de
agosto para aprobarlo y mandarlo al escritorio
del gobernador Jerry Brown para que lo firme,
o lo vete.
Ante esta situación, la comunidad inmigrante
en California se ha organizado para revertir y
cambiar las leyes federales que afecta la vida
diaria de muchas familias que están tratando de
sacar adelante a sus familias. Aunque el estado
de California no otorga licencias de conducir
para indocumentados, en el 2011 el Gobernador
del Estado firmó una ley que evitara que en los
retenes de sobriedad se decomisen los autos
de los conductores que conducen sin licencia.
La ley permite que los conductores que sean
detenidos en los retenes por no tener licencia
de manejo y no encontrarse bajo los efectos
del alcohol, tengan la posibilidad de llamar a un
conductor amigo que sí cuente con una licencia
válida para que maneje el auto.
Otra ley federal que tiene un impacto muy
serio en la comunidad indocumentada en el
También, al inicio del año los jóvenes
indocumentados que califican bajo el programa
Edición Especial: La
reforma
migratoria
en
Estados Unidos
25
Mirada desde los actores
de “Acción Diferida” (DACA, por sus siglas en
ingles) pueden aplicar por licencias de conducir
en el estado de California. La “Acción Diferida”
es una determinación discrecional que otorgo
el Presidente Obama el 15 de junio del 2012
para jóvenes que llegaron a Estados Unidos
en la infancia. DACA aplaza la deportación de
ciertos jóvenes indocumentados por dos años.
A estos jóvenes se les otorga un permiso de
trabajo temporal para permanecer en Estados
Unidos.
La comunidad inmigrante del estado de
California, al igual que otros estados de la Unión
Americana, se ha visto obligada a organizarse
y demandar cambios en la implementación de
las leyes federales a nivel estatal, ya que el
impacto social y económico en la comunidad
inmigrante es severo. Desafortunadamente, la
reciente propuesta de ley de reforma migratoria
aprobada por el Senado el pasado mes de junio,
llamada “Ley propuesta de seguridad fronteriza,
oportunidad económica, y modernización de
inmigración-S.744” no contempla cambios a las
leyes estatales que inevitablemente conducen
a la discriminación racial por la policía y los
oficiales federales.
Por eso, las comunidades inmigrantes estamos
conscientes que independientemente del
desenlace de la reforma migratoria a nivel federal
en el 2013, será necesario seguir luchando
por revertir las leyes federales migratorias que
promueven el perfil racial y violan los derechos
constitucionales, civiles y humanos de la
comunidad inmigrante.
Coordinación editorial:
Xochitl Espinosa
Traducción:
Alejandra Segura y Brenda Valdés.
El contenido de la brújula ciudadana es de
exclusiva responsabilidad de Iniciativa Ciudadana
para la Promoción de la Cultura del Diálogo, A.C.
Diseño y Formación:
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evidenciaron un ambiente de polarización política, desigualdades económicas y
sociales y disparidades regionales a lo largo del país. Dicho ambiente creó un
claro distanciamiento entre la sociedad y el sector político, al igual que al interior
de la sociedad misma, rompiendo los incipientes espacios de diálogo que intentaban construirse a partir de la alternancia política del 2000. En este contexto se
hizo evidente la necesidad de abrir y promover espacios plurales de diálogo y
construcción de acuerdos desde la sociedad civil, de tal manera que la agenda de
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