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El objrio de este lib¡o es ayudar al lecto¡ a comprender mejor estas ideas teóricas, as
l¡s teorías nrás extensas en las que se inspiran, dentro del contexio de la ob¡a de cadr
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Desarrollo del marxismo
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La gente se obsesiona
E1
teo¡ia sociológica clásica nos referimos a teorías ambiciosas y de gran alcance que se c¡ea
durante la edad clásica de la sociología (aproximadamente entre principios de
siglo xrx v principios del xx), o tenían sus raíces en ese periodo y cr:ltura (vea la figura i.1); lar
de Tbcqueville, Comte, Spence¡ Marx, Du¡kheim, Webe¡ Simmel y Mannheim se produje
¡on durante la época clásrca en F¡ancia, Inglaterra y Aleman.ia; las de veblen, Du Bois,
Meád
Schr-rtz y Parsons se produjeron bastante más tarde y principalmente en Estados
Unidos, perc
sus fuentes se encuentran en.la época clásica y en las tradiciones intelectuales
europeas.
En este ljbro ana.lizamos.la obra de estos teóricos por dos razones principales:
1) en
todos los casos su obra cobró importancia en su tiempo y desempeñó una
función central
en el desalrollo de la socioiogía en general, y en el de la teoría socitlógica
en particular, y 2)
sus ideas han sido y siguen siendo relevantes y leídas por ios
socióiJgos contemporáneos,
aunque ello sea menos cie¡to en el caso de Comte y Spencer (quienes
t]e.ren más importan,
cia histórica) que er-r el de los demás.
Este libro no abarca toda la teoría sociológica, sino sólo la clásica;
sin embargo, para
faciiitar.la mejor comprensión de las ideas delos teóricos
clásicos que se estudiarán a lo
largo del libro, comenzaremos con el análisis en dos
capítulo, qu" ofr.."., una perspect.iva
general de la historia completa de la teoría sociológicaEl capíiulo 1 estudia lo, pri-"ro,
años de la teo¡ía sociológica, mientras que ei capítulo
2 lleva esa historia al presente y a los
desarroilos más recientes de la teoría sociológica, y ambos
muestran el contexto en el que
debe comprende¡se la ob¡a de los teóricos clisicos.
Los dos capítulos rntroducto¡ios obedecen a la creencia de que es importante comprender
no sólo ias fuentes históricas de las
teorías clásicas, sino tamblén su influencia posterior;
en té¡minos generales, el lector clebe
comprender de manera general la teoría sociológica antes
de pur"i. un análisis detallado
de los teó¡icos clásicos. El resto del contenido
de este libro (desde el capítulo 3 hasta et 16)
trata sobre las ideas de los principales teóricos clásícos
mencionados, por lo que el estudiante ias analiza¡á dos veces: en el primero o segundo
capítu.lo se prese.,ta., brevemente
en su contexto histórico,
Para ser analizadas a profundidad en ei capítulo dedicado a cada
uno de ellos.
¿Por qué nos centramos en estos teóricos y no en otros muchos, cuyos nombres
e ideas
surgirán en el cu¡so de los dos primeros capÍtuios? La respuesta
más siÁple es que las limi
taciones de espacio hacen imposibie estudia¡ a todos los teórico,
clásicos, y a muchos no
se les ha dedicado un capítulo porque sus teorías no pertenecen
o no tienen raÍces de rmportancia central en 1a época cláslca; además, las ieorías
deben ¡eunir otra se¡ie de criterios
para poder ser analizadas a profundidad, es decii
deben tener un amplLo campo de aplica_
ción (Turner y Boyns, 2001), lratar las cuestianes sociales más importa'nles
y haber superado
la ¡:rtteba del ttempo (es deci¡ deben seguir siendo
leÍdas e infiuyántes).rAs'í, ciertos teóricos
l'o.n en Europa
Iniroducción
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,:urlo dp los teóricos cláslcos arriba mencionados.
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ar¡oesradounidenses de
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consut¡o conspicuo (Thorstein
veblen).
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La nrente de ras personas
y sLr concepción de sr
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mtsiras están conhguradas
rs sooales (Geo,.ge ot", ,rr,-,'ñJ'nic
según sus
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y funcrones sociares (Ialcott pnr,
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I
Eslos tres crilerios conslituyen nuestra definición de teoria
sociológica (c1ásica), que se opone a las de6niciones
''cientí6cas" lorn¡¡les (lasso'
2001) y suelen emplearse en los textos teóricos de ese tipo. Una de6nición
científica
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sociales esenciales
Aciemás cle los teóricos mencionados más arriba, ei capítulo 10 está dedicado a algu¡as de las primeras mujeres teóricas, en particular a Harriel Marlineau, Charlotte Perkins
Gilmar-r, ,¡ane Addams, Anna Julra Cooper, Ida Wells-Barnett, Marianne
li/eber y Beatrice
Potter Webb. Como apenas ahora sus contribuciones han srdo reconocidas, no se ajustan
totalmente al per61 de ia teoría sociológica clásica esbozado en los párrafos anteriores; por
un lado son claramente pensadoras clásicas que trabajaron en el mismo contexto histórico
que los teóricos varones ya mencionados, y en lo fundamenlal sus teorías tienen un amplio
campo de aplicación y han aborclado cuestiones fundamentales. Se trata de sociólogas y
no sociólogas cuyo trabajo ha adquirido relevancia en la sociología; aur-rque por otro no se
puede afirmar clue su obra haya superado la prueba del tiempo, el hecho es que debldo a la
discriminación que sufrieron las mujeres, no fueron ieídas ni muy influyentes en su tiempo
y no digamos en el nuestro, sin embargo, se incluyen en este libro por la creencia de que una
vez redescubierta y leída su obra, su influencia aumentará en ios próximos años: igual que
los teóricos varones, estas teóricas produjeron "grandes ideas'l
Presentar rLna historia de la teoría sociológica es una importante tarea (S. Turner, 1998),
pero como a ello sólo dedicamos los dos primeros capítulos, ofrecemos un esbozo histórico aiiamenle seleclivo para proporcronar al Lector un andamio que le ayude a situar las
posteriores discusiones detaliadas de los teóricos clásicos en un conlexto hlstórico (sería
de especial utilidad revisar cont.inuamente las ñguras f .1y 2.1, ya que son representaciones
esquemáticas de la historia que abarca ese capítulo).
No puede establecerse a ciencia cie¡ta ei rnlcio de Ia teoría sociológica, pues el hombre ha
reflexionado y desarrollado teorías sobre Ia vida social desde sus orígenes históricos; pero no
nos remontaremos a los tiempos de ios griegos o rornanos, ni srquiera a la Edad Media; tampoco nos remitrremos al siglo xvir, aunque OIson (i993) ha situado el inicio de la tradición
sociológica a mediados de ese siglo, en la obra de )ames Harrington sobre la relación entre
economia y política; y ello no se debe a que pensemos que las personas de aquellos tiernpcis
o
I
'É$'Éi
uno o más de los crirerros mencionados,
r;eL¿nfe porque sus ideas incurnplen
del tiempo Algunos de los teóricos
prueba
la
slrperado
han
no
susieo;ías
que
el capítulo segundo (p. ej., Erving Goffman y Harold
.,rn,.,.I,,p.,ráneos estudiados en
se asocian más con ia era contemporánea
c'ar¡nl.rl, no se estudia,l a profundidad porque
c
lásica
oue
- con lrl t,'ol i¿ socrológica
Nr"rtru esludio se centra en Ia obra teórica clásica relevante de ]os sociólogos, así como
qrre a menudo están asociados con otros
en los tr.abajos que han srdo hechos por aquellos
de la economía) pero han sido decampos (p. ej., I(arl Marx y su asociación con ei campo
en
pocas paiabras, el presente libro
sociología;
para
ia
finídos como frguras de importancia
ideas que lratan de cuestiones
"grandes
la
socioiogia,
de
la
historía
en
ideas"
sobre las
'ersa
y que han tenido una gran repercusión'
:;;il;;
;;;;r;.¡r,
'rá'.
-'ii.
¿\
i.i,t.."ánalizan brevemente en esle capitulo (p' ej ' Louis de Bonald) no serán ciiscutldos en
i;!l;,í.: r;
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a:
",tÉ.s
üe'.
e
*j
=
I
ix
podrÍa ser que teoria es un conjunto de proposiciones interrelacionadas qrre permite la sistemalización del conocimiento, la explicación y predicción de la vida social, y la producción de nuevas hipótesis de investigaciórl (Faia,
1986); aunqüe esta definición tiene un qran atractivo, sirnplemenle no se ajusla a los sistenlas de ideas que se
analizan en este libro. En otras palabras, ia mayoría de las teori¿s ciásicas (y contemporáueas) no cumple alguno
o varios de los criterios forrnales de la teorÍa, sin embargo son consideradas como lales por la mayoria de los
soc ió I ogos.
no tllvieran ideas sociológicas irnporta'rtes,
sino a que el rendimre'to de nuest¡a lrversjón
cn .emI-)o scrra pcquerio, grsr'rarnos
.jernasiedo i¿;,p; .;;;;r;;;'ils
ide¿s rerevanres
para la socrología moderna. E'cuarquier
caso, ninguno de ros pensadores de aque¡as
épocas
se reco¡rocÍan corno sociólogos,
e
ffi:iii':i',1i;'.:JJ:'o''u;,
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Abdel ftah¡'na¡r !bn..Khg,!.$ ,.,.,,
i'ciuso pocos
vea ia
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son reconocidos actualmente como tares
(si
uiog.anca de rbn-r(hard;;j
a principios der
:"; :,:;; ilj;: i,::
&a
teona sociotóEica
El sedi'rento social coi-rfigura profundainente.ros
campos intelecruales, y esto es part'cu_
lar¡nente cierto en el caso de iá sociología,
sólo se deriva de .r. .o,-rt.*to, sino que
lu.
también io hace su objeto de estudio.
"o
ai"rir"r"-o,
brevemente argunas de ras condiciones
sociales más sob¡esarientes del siglo
xix y prin.ipro, der xx, condi-.ior-re, que fueron
signi_
ficativas en el desarrollo de la soáologi.,'y'i";Jien
tendremos ocasión de i'troduci¡ a las
principales figuras de la histo¡ia cle la
t-eo¡ia sociolósica.
Ibn-Khaldun nació en Túnez, África del Norte, et 27 de mayo de
1332 (Faghirzadeh, 1982), en e[ seno de una fami[ia culta, donde in.ició
sus estudios del Corán (el libro sagrado musulmán), las matemáücas y [a
hjstorja. En su vida sirüó a varios sultanes de Túnez, Marruecos, España y Argelia como embajador,
chambetán y miembro del consejo de sabios; estuvo en prisión en Marruecos por creer y manifestar
que los gobernantes cjviles no er¿n líderes diünos, ytras casí dos decenios de acrjüdad poLÍlica,
I
lbn-Khaldun regresó aI norte de África, donde iniió un periodo de cinco años de rntenso estudjo y '
producción de escritos; las obras que escribió durante este üempo aumentaron su fama y proporLe
cionaron un empleo de profesor en el principaI ceniro de estudios islámicos, [a mezquita
universj- ,
tarja de AlAzhar en E[ Cairo, en sus concurridas clases sobre la sociedad y socio[ogía, ibn-KhaLdun r
destacaba [a importancia de üncular al pensamiento socio[óqico y la observación histórica.
Para cuando murió, en 1406. había producido una obra que tiene mucho en
común con la socio- ll
logía contemporánea. Estaba comprometido con e[ estudjo cientÍfico de la sociedad,
la investigación '
empírica y la búsqueda de Las causas de los fenómenos sociales; djo mucha atencjón
a diversaiinsti- i
.
i
La larga se¡ie de revoiuciones poríticas
-desencadenadas por la Revorución Francesa de
1789 y que continuaton du¡a'te el
siglo xrx- fue el factor más rnmediaio
en el surgimiento
su Lnflíencin .n ilu.n., sociedades rue
inmensa
y de elias se
::jiff:T:'."ü:'.:*39f:¿r,
prineros
,¡,.1
r
$tevo{ucíones pslíticas
ros
,-,,
Existe una tendencja que nos ileva a pensar en [a socioLogía como un
fenómeno comparativamente moderno y exctusjvamente occidental; sin
embargo, eL hecho es que hace mucho tiempo existieron, en otras partes
deI mundo, sabios que hicieron socioLogía; un buen ejemplo de ellos es
AbdeI Rahman ]bn-Khaldun.
:: f;:,:ff
i :1 ;, I
,:? ::,"i;
(can-ric' 1997; paraun"-r*
"1i:
debate sobre lo qu" .o""i.*.
una teoría en ciásica, consulte a Connell,
1997; R Collins, r997b) y.on."nrr.or,
pues, con el examen de ias fuerzas sociares
e inteiec,
tuaies centrales que configuraron
sus ideas
Fuerzas socia[es eñ, e& desan¡.o[[o
de
,,,,,
Un esbozo biográfico
i,
::.ffi i::
,,
tuci.onessociates(p.ej.,laspoLrticasyeconómicas)yasureLación,yseinteresóporcompararentre,;
sociedades modernas
y primitivas. Ibn-Khatdun no tuvo una influencia profunda en La sociotogia
ctásica,peroconformeLosinte[ectualesengeneralylosjslámicosenparticuLarhanredescubjertoiu
obra, se ha considerado una figura de gran significado
,.u;.;; i*T,'.;:'jil::j1"..T::Jii;,'ff;:"1:3ff.T::;:::,1:n*ll,::
de dichos cambios, sino sus efectos
n.g.riuá.,-"rtos escritores
histórico.
'
se preocuparon en especia.l
por el caos y desorden resurtautes, robÁ
to.ro.n Francia, y sentían ar uníior_ro un deseo
de
restaurar el orden de la sociedad,,rcluso
algunos pensadores
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i
:
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'ii
empleo.s ir-rdustriales que ofrecían las florecientes fábricas, a su vez, éstas
habían experi-
¡nás extremrstas a.helaban
volver a los pacíficcsy rerativamente
.,r¿..,rjo, Jius de la Edad Media; ros más sofisticados
reco'ocían que el cambio socia.l que se
había producido nu.i, i-poriui"
."g."ro
afanaban por encontrar nuevas bases
"r" por ras y ,"
de o.den e.rras sociedades perturbadas
revoluciones poiiticas de los siglos xvrrr y
rr*, ;;i; lnt".¿, por la cuestión del orden sociai
fue
una de ias preocupaciones principales
jos
de
teóricos crásicos de ra socioiogÍa, en especiar
de Comte, Durkheim y parsons.
mentado también una transformación debido a la introducción de mejoras
tecnológicas;
burocracias económicas para proporcionar los múltiples servicios que
requerían la industria y el naciente sistema económico capitaiista. Ei ideal
de esta economía
era un libre mercado en el que pudieran intercambiarse los diversos productos
del sistema
industriai; en é1, unos pocos obtenían enormes ganancias mientras la mayoría
trabajaba
iargas jornadas a cambio de bajos salarios. Lu cons=ecuencia fue la
reacción contra el sistema
industrial y el capitalismo en general, lo que condujo a la c¡eación del movimiento
obrero y
a una diversidad de movimientos radicales cuyo objetivr¡ era derrocar
ei srstema capitaiisia.
La Revolución Industrial, el caprtalismo y la reacción contra ellos desencadenaron
una
enorme revuelta en la sociedad occidental, que afectó profundamente a los
sociólogos; cinco principales figuras de Ia historia de la teoría sociológica
-I(arl Marx, Max lleber, Emile
Durkheim, Georg simmel y Thorstein veblen-, así como otros
muchos pensadores de menor importancia, se sentian preocupados por estos cambios y por los problemas
que habían
creado al conjunto de la sociedad, y pasaron sus vidas estudiándolos, y en muchos
casos
esforzándose por desarrollar programas que pudieran resolverlos.
se crearon inmensas
li*vo[ución SndustriaI y nasir'nf €nt*
d*{ capita[is,310
En la configuración c1e la teoría
so_ciorógica, ra revoruclón poiítica
y la Revolución indus_
Lr iai que se produjeron
en muchas sócieáades o..ia"r',,ri..,
,obre
tolo
au.rnt. er sigro xrx
y principios del xx' lueron decisivas.
La Revolución Industrial no es un únrco
aconteci,
rriento, sino m'chos desarroilos interreraciona;;,
qr.
culminaron en ra transformación del
nundo occidental' que pasó de ser
u'sistema fundamentarmente agrícola a otro
industrial;
Lna gran cantidad de personas
abandonó las granjas y er trabajo agrícoJa
para ocupar los
')
i'je¡:r rü
ier¡t* deI
de este modo a pesar de que las mujeres estaban escribienc.lo un cuerpo relevante de teoría
sociológica; sólo hasta hoy se está escribiendo la historia de esa política de género en la pro,
feslón, que también forma parte de la historia de las respuestas masculinas a las demandas
feministas (p. ej., Deegan, 1988; Fitzpatrick, 1990; Gordon, 1994; Leneerman y Niebrugge-
socjaÍ.is¡.¡--¡c
Una se¡ie de canrbios cuyo obletivo era soiucionar los excesos del sistema industrial y del
caprtalismo puede agruparse b:rjo ei término "socialismo" (Beilharz,2OO5d), aunqLre algunos
sociólogos lo apoyaron como solucrón a ios problemas industriales, la mayoría se manÍfestó
personal e Intelectualmente en conlra de é1; por un lado, I(ari Marx apoyaba aclivamente el
derrocamiento del sisterria caprlalista y su sustituctón por un sistema sociaiisia, y aunque no
desarrolló una teoría del sociallsmo per se,invtltó una gran cantidad de tiempo en la crítica
a varios aspectos de la sociedad capitalista; además, se comprometió con diversas actividacles polítrcas clue esperaba dieran como resultado eL nacimiento de Ias sociedades socialistas"
Sit'r embargo, Marx constituye una 69ura atípica de Ios primeros años de la teoría socio1ógica: la mayoría de ios primeros teóricos, como \l/eber y Durkheim, se opuso al socialismo
(o, al menos, asÍ lo creía Marx); aunque reconocían los problemas de la socredad capitalista,
se afanaban por encontrar una reforma social dentro de ella, antes que apoyar la revolución
socLal que proponía Marx; temían al socialismo (corno lo hizo Tocqueville) más que al capitalisr¡o, y este temor jugó un papel mucho más irnportante en la configuración de la teoría
socrológica que el apoyo de Marx a la alternativa socialista al capitalisn-ro, de hecho, como
veremos, en uuchos casos la teoría socioLógica se desarrolló como una reacción contrala
teoría marxista y, €n generai, la socialista.
Brairtle¡ 1998;
Rosenbe
rg, I9B2).
t,ünbanizacior¡
En parte por la Revolución Industrial, una gran car-rtidad de personas de los siglos xtx y
xx
fue desarraigada de su entorno rural y trasladada a emplazamientos urbanos. Esla migración
masiva se debió en muy buena medida a ios empleos que creó ei sistema industrial en ias
zonas urbanas; además, la expansión de las ciudades produjo una l.ista supuestamente interminable de probiemas urbanos: masifrcación, contaminación, ruido, tráfico, etc. La natureleza de esta v.ida urbana y sus problemas atrajo ia atención de muchos sociólogos clásicos,
especialmente ia de Max \X/eber y Georg Simmel; de hecho, la primer.a y principal escueia
de
sociología estadounidense (Escuela de Chicago) en cie¡ta medida se define por su preocupaciór-r por la ciudad y sus intereses en la utilización de Chicago como un laboratolo
para el
estudio de la urbanización y sus problernas.
earnhio retigioso
r-e rr¡i nis'¿"no
Los cambios sociales que se produ.leron a raíz de las revoluciones políticas, la Revojución
Industrial y la urbanización tuvieron un profundo efecto en la rerigiosidad; muchos de
los
primeros soc.iólogos recibieron una educación re.ligiosa y se encontraban impiicados activanente, y en algunos casos profesionalmenre, en la religión (Hinkle y Hínkle, 1954).
Su
objetrvo en sociología era el mismo que tenían sus vidas religiosas, su deseo era me;orar
la vrda de las personas (Vidrch y Lyman, 1985); en algunos casos (como en el de
Comte) la
sociología se convirtió en una religión, en otros sus teorías sociológicas exhiben una marca
inconfundiblernente religrosa; Durkheim dedicó una de sus principales obras a la religrón
y la moral tuvo una función centrai no sólo en la sociología de Durkheim, sino también
en
la ob¡a de Taicott Parsons. Una gran parte de la obra de Weber está dedicada a las religio,
nes del mundo; Marx tambrén se mostró interesado por la religiosidad, aunque
su orientación fue más crítica, y Spencer también discutió la reiigión ("las instituciones eclesiásticas")
col-r1o un componente importante de la sociedad.
En cierlo sentido, la perspectiva fen'rinista ha existido siempre: cuándo y dondequiera que ias
mujeres han estado subo¡dinadas
cual ha ocurrido siempre y en casi todas partes-, han
reconocido su situación y manifestado su protesla de alguna forma (Lerner, 1993). ArLnque
-lo
podemos enconlrar precursoras en el decenio de 1630, el auge de la actividad y los escritos
lémirtrstas han tenrdo lugar en los momentos de liberación de la historia mode¡na occrdental:
erlcorltrairos una primera cota de productividad en los decenios de 1780 y 1790 con motivo
cie los debates en lorno a las revoli:ciones estadounidense y francesa; postenormente un
esf'uerzo rnucho más organrzado y definido en el decenio de lB5O, como parte de la moviiiza,
ción contra la esclavitud y en favor de los derechos políticos para la clase media; y, por último,
1a euorme ntovilización en favol del sufragio de las mujeres y la reforma legislativa cívica e
rndustrial a principios del siglo xx, especialmente en la Era Progresista de Estados Unidos.
Todo esto influyó en el desarrollo de la sociología, y en particular en la obra de una serie
de n'rujeres que se situaban dentro del carnpo o tenían alguna relación con ella: Harrier Mar,
tineau (vetter, 2008), Chariotte Perkins Gilman, Jane Addams, Florence l(elley, Anna Julia
Cooper, lda Wells-Barnetl, Marianne lleber y Beatrice Potter Webb, entre otras; pero corl
el liernpo sus obras iueron empujadas hacia la periféria de la profesrón, situadas en apéndi,
ces, clescartaclas o excluidas del registro público de la sociología por hombres que estaban
organizando la socioiogia como base de poder prolesior-ial. Las preocupaciones feministas
se fillraron a 1a sociología sólo en la perLferia, en la obra de teóricos varones marginales cr
de teórrcas cada vez- más rnarginadas; los hombres que adquirieron imporlailcia ce¡rtral en
la pLofesión
-desde Spencer hasta Weber y Durkheim- dieron respuestas básicamente
conservadoras a 1os argi-Lmentos feministas que aparecían, convirliendo las cuestrones relltivas al género er ur'r tema intrascendente al que respondian de modo más conr,encional
que crítico en 1o que identificaban y promovíarr públicamente como sociología. Respondíarr
;-,iiedm'¡temto de [a c'ienc'i¿
En el curso del desarrollo de la teoría socrológica tuvo lugar un c¡eciente irlterés
por la cien,
cia, no sólo en las universidades sino también en la sociedad en su conjunto; los producros
tecnológicos de ia ciencia impregnaban todos los sectores de 1a vida y la ciencia
adqui¡ó un
enorme prestigio; a los esludiosos vincuiados con 1as ciencias más exitosas (f Ísica,
biologÍa
y quÍmica) se les otorgaban lugares preferentes en la sociedad; desde eL princrpro
los soció,
logos (especialmente Comte, Durkheim, Spencer, Meacl y schutz) ,. p."o.uprron
por la
ciencia, y muchos querían modelar la sociologia a partir de las ciencias f isicas
v biológicas,
que habían obtenido un gran éxito; sin ernbargo, en seguida surgió un debate
entre los que
aceptaban de buen grado el r-nodelo crentifico y ios que (corno V/eber) pensaban
que las cufacterísticas particulares de ia vida social dificultaban y hacían no recomendable
la adopción
i"4
I
de un modelo absolutamente científico (Lepenies, 1988). El tema sobre la relación entre sociología y ciencia aún se debate, aLrnque una sola ojeada a 1as principales revistas del campo
indica el predominio de los que apoyan a ia sociología como crencia.
Fuenzas {mte[ectua[es y sus'gísfiiemto de [a
teonía socioLógica
Aunque los factores sociales sort inrportantes, en este capítuio conceder¡os mayor lmporlancia a las fuerzas ti-rtelectuales que luvieron una función central en la configuración de la
teoría soctológica; por supuesto, en ei mundo real los facto¡es intelectuales son inseparables
l¿Ls fuerzas sociaies, por ejemplo, en la discusión de la ilustración que aparece más ade,
lante nos percatamos de que ei movimiento está íntin'Lan'iente relacionado con los cambios
sociales disculidos arriba, y en muchos casos proporciona su base intelectual.
Las numerosas fuerzas intelectuales que configuraron el desarrollo de Ias teorías socio,
lógicas ciásrcas se analizan en el contexto nacional en el que se dejó ser-rtir su influencLa (Levine, 1995a; Rundeil, 2001), y comenzamos con la llustración y su influencia en el desarrollo
de la leoría socioiógtca de Francia.
de
La I[u¡s'irae{on
Nutnerosos observadores estiman que la Ilustración constituye un desarrollo crítico de la
posterior evolución de la sociología (Hawthorn, 1976; Hughes, Martin y sharrock, 1995;
Nisbet, 1967:Zeithn, 1996), fue un periodo de notable desarrollo y cambio intelectual en el
pensamiento filosófico.2 Algunas ideas y creencias que prevalecieron
relacionadas
-muchas
con la vida soci¿rl- fueron derrocadas y reemplazadas durante la llustracrón; los pensadores
t-nás tmportantes asociados con ella son los filósofos franceses Charles Morrtesquieu (1689,
I'7 55) y )ean lacques Rousseau (17 12-177 B) (Srnger, 2005a, 2005b), sin embargo la influencia
cle la Llustración en la teoría sociológica fue más indirecta y negativa que directa y positiva,
corno ha señalado Irving Zertlir-r: "lnicialmente la sociologia se desarrolló como reacción a la
Iluslración" (1981:f0); después de todo, los pensadores vinculados a eila estuvieron influidos
por dos corrrentes inteiectuales: la filosofía y la ciencia del siglo xvri.
La f,losofia del siglo xvlI estuvo vinculada con Ia obra de pensadores como René Descartes, Thomas Hobbes y John Locke, y su rnterés fundamental se centraba en la prodr-rcción
de srsternas ambiciosos, generales y altanter-rte abslractos de ideas que tuvieran sentido racional. Pensadores más ta¡dios relacionados con la Ilustración no rechazaron la idea cLe que
los sistemas de ideas debían ser generales y tener un sentido racional, pero hícieron grandes
c'sfuerzos por derivar sus ideas del mundo real y verihcarlas en él; en otras palabras, deseaban combinar la investigacrórr ernpír'ica con la razón (Seidman, 1983:36,37), y el n'rodeio
para llevar a cabo esa combinación era el crentífico, espectalmente la física newtoniana, por
lo que en esos momentos se co¡nenzó a aplicar el métoclo cientifrco a las cuestiones socia,
Estc aPartddo se l¡asa erl la obra cle lrving Zertlin (1996), arLnque
presentanros su análisis por su coherencla, ésle
tiene algunas limttaciones: iray mejores análisis de la llustración, existen muchos
otros lactores implicados en la
r:onhgrrracLirn dtl clesar¡oll¡r de Ia sociologia v, además,
Zeitlin liende a eragerar sus propios purllos cle visra (p. e1., ia
influencia cle Marx); Pero en conjunto nos olrece un punto
de partida úrtil para nuestros objetivos de este capÍtulo.
les; además, ios pensadores de la llustración no sólo cluerÍan que
sus ideas se derivaran, al
menos en parte, del mundo real, sino que lambién deseaban que fueran
útiles en el mundo
social, especialmente para analizarlo críticamenle.
En general, la llustración se caracterjzó por la creencra de que ias personas
podían comprender y controlar el universo mediante la razón y la rnvestigación ernpírica;
se pensaba
que dei mismo modo que el mundo f ísjco se regía segúir ie,,res Áturales,
era probabie q,1e
mundo socral lambién tuviera sus propias leyes, por tanto, al 61ósofo ata¡iía
"l
descubrir estas
leyes sociales mediante el empleo de la razón y ia investigacrón
crentífica. Una vez comprendido el funcionamiento del mundo social, los pensadores de la Ilustración
se trazaro¡ una
mela práctica:la c¡eación de uir mundo más racional y,,rnejor,l
Como hacían hincapié en la importancia de la razón, los filósofos de 1a Ilustración
te'dían a rechazar ias creencias en la autoridad tradicional; cuando estos pensadores
exami,
naban los valores y las instituciones tradicionales, solían encontrar.ias
irracionales, es decir,
opuestas a la naturaleza hunnana e inhibido¡as del desarrollo y crecimiento
humanos; la
misión de los filósofos de este periodo, prácticos e inciinados al cambio,
era superar estos
sistemas irracionales. Los teóricos más di¡ecla y positivamente influidos
por el pensan-rrento
de la Ilustracrón fueron Alexis de Tocquevi[e y Karl Marx, aunque
éste último produjo sus
primeras ldeas teó¡icas en Alemania.
Reacciósn
conservadsra a [a if.r¡s'tnaeión
A primera vista, podríamos pensar que la teoría socio.lógica francesa
clásica, como la teo¡ía
de Marx, estuvo directa y positivamente influida por la Ilustración;
la sociología francesa se
hizo más racional, empírica, científica y orientada al cambio, pero no antes
de que se forma,
ra mediante un conjunto de ideas que se desarrollaron como reacción
a la ]lustracrón. para
Seidman: "La ideoiogÍa de la contrarlustración supuso una inversión virtual
dei liberalismo
ilustrado En lugar de premisas modernistas, detectamos en 1os críticos
de la Ilustración un
profundo sentimiento antLmodernista" (19g3:51). Como verernos,
.la sociologia en generai,
y.la francesa en particuia¡ constitu),eron desde sus inicios
una mezcolanza turbulenta de
ideas en favor y en contra de la Ilustración.
La fo¡ma más extrema que adoptó 1a oposición a las ideas de la Ilustración
fue la filosofía contra¡revolucionaria calólica fiancesa (Reeciy, i994), representada
fr-rndamentalmer-rte
por ias ideas de Louis de Bonald (r754,r84a; Braclley, 20oia) y
Joseph de Maistre (17531821; Bradley,2005b), quienes reaccionaron no sólo
contra la Ilus¡racrón, sino también contra la Revolución Francesa, a la que en parte consiclerabarr
un producto del pensamiento
característico de Ia llustración; De Bonalcl, por
ejemplo, mosr¡aba especial dLsgusto por ios
cambios revolucionarios y añoraba un r.gr.ro a
Ia paz1, armonia de la Edad Media; consi_
deraba que Dios era la fuente de Ia
sociedad, por ro que ia razón, de suma importancia para
los filósofos de la Ilustración,
era infenor a las creencras religiosas tradrcionales. Adernás se
pensaba que como Dios había
creado a ia sociedad, ios hunl"anos no podían rnanipularla
debían intentar cambiar una
c¡eación sagrada; por extensión, De Bonald se oponía a todo 'i
lo
9ue minara instituctorres traciicionales cc¡mo eL
¡:atriarcaclo, la fbrnilia monógama, la monar
qLtía
y Ia iglesia católica
Autrque De Bonald rept'esentó una fbrma bastanle extrema
de la reacciirn conser.vado,
conslrtuye una rntroclucción útll a sus prernisas generales; ios conservadores
"bt,t
se
i?:,ll
'rc/dton ce 1o que cor-isideraban el racionalismo naif de la Ilustración, ¡ro
sólo reconocía'
9' Aunque gran
los a.s¡:ectos ir¡acronales de la vida social, slno que también ies asignaban un valor positivo;
consideraban a los fenórneuos como la tradición, imaginación, emoción y teligión como
componentes útiles y necesarios de la vida social, Ies disgustaba la revuelta y deseaban mantener el orden existente, y por ello deploraban desarrollos como ia Revolución Francesa y la
Revolucrón Industrial, que conslderaban fuerzas destructivas. Los conservadores tendían a
acentlLar el orden social, tendencia que se convirtió en uno de los temas cent¡ales de la obra
de varios leórrcos clásicos de la socrología.
parte de estos ternidos cambios daba lugar a una sociedad más racrona.l,
la
reacción conservadora conducía a reconocer la importancia de los factores
no raciona,
Ies (p. ej., el ritual, la ceremonia y el cuito) de la vida social.
X0' Finalmente, los conservadores apoyaban la existencia de un sistema social jerárquico,
para la sociedad era primordial que hubiera un sistema diferenciai de
estatus y reconl,
así,
pensas.
Estas diez propuestas que resumen la reacción conservadora ante la
Ilustracrón deben
collsiderarse como la base intelectuai más inmediata del clesarrolio de Ia teoría
socioiógica
en francia; muchas de eslas ideas penetraron profundamente en el pensamiento
sociológico ternprano, aunque aigunas de la ilustración (p. ej., el empirismo)
también ejercieron
gran influencia.3
Zeitlin (i996) expuso diez propuestas princrpales que, en su oprnión, definen ia
acción conservaclora y
reproporcior-ran la base del desarrollo de la teoría sociológica ciásica
francesa.
i.
Nzlientras que Ia mayoría de los pensadores de ia Ilustraciór'r lendía a hacer hincapié en
ei individuo, la reacción conservadora se enfocó en un interés sociológico mayoL por ia
sociedad y otros f-enón-renos cle gran alcance. La sociedad se consideraba como algo más
que un rnero argregado cle indivrduos; se consideraba clue existía per se, cotr sus proplas
leyes de desarroLLo y sus profundas raíces en el pasado.
2. La socieciad era la unrdad de análrsrs más irnportanle: se le conferia más importancia
que ai indivicllro; era la sociedad la clue creaba al individr-ro, fundamentalmente a través
del proceso de socialización.
3. El indivrduo no se consrderaba ni siquiera el elemento más básico de la sociedad, que
se componía de elen-ientos como funciones, posiciones, relaciones, estructuras e instituciones, y la función de los individuos era un poco más que llenar esas unidades de la
sociedad,
4. Se creía que las partes de una sociedad estaban interreiacionadas y eran interdependientes, y de hecho, estas interrelaciones constituían la principal base de la sociedad.
Esta vÍsión condujo a una orientación política conservadora; es decir, debido a que las
partes se suponían interrelacionadas, manipu.lar una de ellas podía conducir a la destrucción de las otras parles y, consecuentemente, del sislema en su conjunto;1o que
suponía que la introducción de cambios en el sistema social debía realizarse con suma
precaució n.
5. El cambro se veía como una amenaza no sólo para ia sociedad y sus componentes, sino
ta¡nbién para sus individuos; Los diversos componentes de la sociedad supuestamente
satisfacía]r las necesrdades de las personas, así que cuando las instituciones se destruían,
ia gente sufria, y tal sufrrmiento quLzá desembocaba en el desorden social,
i" La lendencia general era considerar que los diversos componentes de Ia sociedad eran
útiies lanto para ella como para el individuo; en consecuencia, apenas existía el deseo
de reflexionar sobre los efectos negativos de las estructuras e lnslrtucLones sociales exLstentes.
7, Pequeñas unidades corno 1a farnilia, el vecindario y los grupos religiosos y ocupacioIrales ta¡r-rbién eran calificados de esenciales para ios individuos y 1a sociedad: proporcioiraban los eutornos ínlimos y de interreiación personal que la gente requería para
sob¡:evivir en las sociedades nrodernas.
8. Exrslia cierta tendencLa a rnterpLetar clue varios cambros socrales corno ia industrializacióu, lLrbantzacrón y br-rrocratlzacrón tenían efectos desorganizadores; cambios que se
contetnplaban con lel1ror e ruquietud y extstía gran interés en ide¿rr alguna narrera de
n-ra ne jar sus efectos destructttres.
Desanro[[o de [a socio$.ogía frameesa
Pasaremos ahora a la fundación real de la sociología como disciplina
independiente y, espe,
cíficarnenle, a la obra de cuatro pensadores f."nises' Alexis de To.queu,ll",
Claude SaintSimon, Auguste Cornte y, sobre todo, Emile Durkheim.
Á[ex'ís
cf
e
Tocquevi[te (1S05-XS59]
Comenzamos con Alexis de Tocqueville a pesar de que su nacimiento fue
posterior al de
Sainl-Simon y Comte, la razór-r es que él y su obra fueior-r productos puros
de la llustración,
de la qué hablamos (Montesquieu influyó de manera fuerte y directa
en la obra de Tocquevil1e fSinge¡ 2004], sobre todo en su escrito EI espíritu
cle Las leyes [1748]), y que su trabajo no
forrnó parte de la línea clara de desar¡olio de la teoría francesa ¿.s¿"
s",it-simon y Comte,
hasta la trascendental obra de Durkheim. Durante mucho tiempo
se ha cor-isicieraclo a Toc,
queville como un científico político, no como sociólogo, además
de que muchos ignoran la
existencia de una teoría social en su obra (p. ej., Seidman,
1983;306); .,o ob.trnt", su trabajo
no sólo cuenra con una teoría social, si'o que ésta merece ocupar
un lugar mucho más importante en la historia de la disciplina.
Tocqueville es mejo'conocido por su legenda.a e influyente obra, Democracy
in Anterica (1835-4011969), en especial el volumen primero en el que
aborda, de una manera muy
elogiosa, el nactente sistema democrático en
Estados Unidos, y que llegó a reconocerse como
una de las primeras contribuciones al desarrollo de "ciencia
la
iolíticá,'; sin embargo, en los
siguientes volúmertes de la obra, así como en
sus obras posteriores, Tocqueville desarrolla
con claridad una extensá teo¡ía social que merece
un lugar entre los cánones de este campo.
En el corazón de la teoría de Tocqueville se encuentran tres
cuestiones rnte¡relaciona,
das ComoProductodelallustraciónei,antetodo,ei
grandefensoryabogado delalibertacl,
pero mncho más crítico dela Lgttaldad.
condición que considera como teidente a la inedro,
Aunque hemos sul¡¡avado las cliscontrnuidaLles
Éntre la llusrr¿ción y la contLailustración serd¡rran defiende que
existi¿n vinculos v alinida<les
entre ellas; en prinrer lugar, la ú1[rnra prolongaba la tL¿clición clentÍñca
desar¡o]lada
por la printerr; en sequndo. rrloptci
el interés cle la Ilustración por las colectivid¿rdes (conr,: opuesLas
a l6s indi_
las
estudió en proiuirdida<l, y en tercero, ¿rnrbas se inreresarorl por los problemas
clcl r¡undo moderno,
),]1"":' t
esPecialmerlte
por sus efectos neqati!.os sobre los indivicluos.
{,
crrdad en comparación con ia generada por la aristocracia (él rnismo era aristócrata) de una
era previa y merlos igualitaria; y lo que es más importante, esto está relacionado con lo que
rnás ie interesa: el desarrolio de Ia centraltzación, en especial ia del gobierno, y ia atnenaza
que ei gobrerno centrairzado supone para la libertad. En su oplnión, era la desigualdad de
antaño, el poder de los aristócratas, 1o que controlaba ia centralización del gobierno; sin embargo, con la extinción de los arrstócratas y el nacimiento de una rnairor igualdad, no existen
grllpos capaces de contrarrestar la tendeucia omnipresente hacia 1a centralización; la masa
cle personas iguales es demasiado "sen,il" colro para oponerse a es[a resistencia. Adem¿is,
locqueville vincula la igualdad con el "individualismo" (un irnportante conceplo que afirr-naba haber "inver-rtado" y cuya autoría se le atribuye); los individualistas resultantes están
mucho menos interesados en el bienestar de la "cornunidad" en gener:al que los anstócratas
que los precedieron.
Es por esta razór-i que TocquevilLe critica a la democracia y en especial al sociaitsmo;
en última instarrcia, el compromiso de la derriocracia cou la libertad se ve amenazado por
su corlpromiso paralelo con 1a igr-raldad ),su tendencia hacia la centralizacrón clel gobrerno.
-focqueviile
Desde Lirego,
opinaba clue lir situación sería rrrLcho peor en el socialismo, debido
a su mayor compromiso con la igualclad y a sus mayores probabilrdades de cenlraiización
gubernamental, lo que supone r-rn pelrglo mayor para Ia libertad. Esra última concepción es
profética de io ocurrido en la Unión Soviética y otras sociedades que operaban, al rnenos de
palabra, bajo la bandera del socialismo.
Por tanto, la fuerza de la teoría de Tocquevrlle reside en ia interrelacLón enlre las ideas
de libertad, igualdad y, en especial, centraiización; su "gran narrativa" sobre el aumento en
el control de los gobiernos centraies anticipa otras teorías, como el trabajo de \X/eber sobre la burocracra y, en particular, e1 trabajo n'rás contemporáneo de Michel Foucault sobre
"gubernamentalidad" y su veiocidad gradual, su creciente sutileza y propensión a invadir
incluso el "alr¡a" de las personas que controla. En la obra de'focqueville se encuentra una
teoría social pLoiunda; sin embargo, ésla no tuvo rnfluencia sobre teóricos nl teorías que
analizaremos en lo que ¡esta de esta sección sobre teoría social, su influencia se suscribió en
gran parte al desarrollo de Ia crencia política y al trabajo soble la democracia estadounidense
y la Revolución Francesa (Tocqueville, 1856/1983) Sin lugar a dudas existen sociólogos (y
otros científicos sociales) que reconocen su importancia, en especial los interesados en la
relación entre indivrdualismo y comunrdad (Bellal-r, et al., I9B5; Nisbet, 1953; Putnam, 2001;
Riesman, 1950), pero hasta ahora las teorías de Tocqueville no han encontrado el lugar que
merecen en la teoria sociai general lrr en la francesa (Gannett,2003).
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el estudio de los fenómenos sociales debía emplear las mrsmas técr-ircas
cientílicas que la
ciencias naturales. Desde el punto de vista radical, Salnt-Simon
previó la necesidad de ¡efo.
mas socialistas, especialmente la planiñcación centralizada
dei sistema económico, pero n
fue lan lejos como Marx; aunque ambos previeron que los capitalistas
suplantarían a la nc
bleza feudal, a Saint-Simon le parecia inconcebible que la
clase rrabajadoá pudiera sustiru
a los capitalistas En la obra de Comte encontramos
muchas de las ideas de Saint-Simo.; si
embargo, aquél las desarrolró de un modo más sistemático (pickering,
r997).
Auguste t+mre iiZ gS-'jSbii
Comte (capítulo 4) fue el primero en utilizar el término sociología (pickering,
2000; Turne
2001a);a ejerció una profunda influencia en sus teóricos postlriores
(especialmente
Her
bert Spencer y Emiie Durkheim) y creía que el estudio de ia sociologia
aábia ser cienríficc
al igual que muchos teóricos clásicos y la mayorÍa de los
sociólogos iontemporáneos
(Le'
zer, 1975).
Se sentía profr-rndamente perturbado por la anarquía
que reinaba en la sociedad france
sa y f5 crítico de los pensadores que habían er-rgendrado
1a llustración y apoyado la revoiu
ciór'r D.esarrolió su perspectiva científrca, el "positivismo"
o,,filosofía poritiur,; para iucha
contra lo que consideraba ra firosofía destructiva y negativa
de la Irustración; comte se aii
neaba con los católicos contra¡revolucronarios franceses (especialmente
De Bona.ld y Dr
Maistre) y fue influido por ellos, sin embargo su obra debe
ser analizada ar margen de l:
de éstos al menos por dos razones:
L' No creÍa posible el regreso
a Ia Edad Media, pues los avances cientÍficos e industriales
lo hacían imposible.
2' Desarrolió un sistema teórico bastante más sofisticado que
sus predecesores, el cual
moldeó gran parte de la temprana sociología.
Corrrte desarrolló su-t'ísica socinl, c-¡ lo que en 1839 denorninó
socíología (pickering,
2000); el uso del términof ísica sociaL evidenciabu
su afár'r por modelar la sociologÍa a partir
de las "ciencias duras"; esta nueva ciencia, que para
él terlminaría por ser la ciencia domi_
nante.debía o.up.":tu tanto de la estática social (las
estructuras sociales existentes) como de
ra q)namrca social (el cambio
social); aunque ambas suponían la búsqueda de las leyes de la
vida social, comte percibía que la dinámica
social era más importante que la estática social.
Este inte¡és pol'el cambio reflejaba su preocupacrón
por la refo¡ma social, particularmenle
la de los,males creados por 1a
Revolucián Fr^nc"sa y ia llustracrón; no recomendaba el camuro revoluclonario, pues consideraba que
la evoiución natural de la sociedad mejoraría ias
cosas, las reformas eralr necesarias
sólo para empujar un poco el proceso.
Esto nos conduce a la piedra anguiar del enioque
de Comte: su teor¡a d,e la evol,ción o
ley de los tres estadios; la teoría
propor-,. que exisün tres estadios intelectua.les a través de
los que la historia dei rnundo
h, nuonrudá, según ér .ro sóro el mundo atravlesa esie pro_
itTf;ri! -j.S'Zb\¡
Sarnt Sirnon era nrayor que Auguste Comte, qi-rien, de hecho, en sLr juventud trabajó con-ro
secretalio y discípuio de aquéI. Existe una gran similitud entre ias rdeas de arnbos pensadores, pero un amargo debate entre los dos les condujo a su separación defi¡ritiva (Pickering,
1993; Thornpson, i975).
E.l aspecto n-rás interesante cle Saint-Simon fue su importancÁ tatlto para el desarrollo
de Ia teo¡Ía sciciológica conse¡vadora (como ia de Cointe), cotno para el de la teoría ladicai
tnarxista; clesde el punto de vist'.r conservador, Saint-Simon prelendi:r preservar 1a sociedad
tal como era, I,rero no anhelaba eI regreso a la vrda de la Edad Vledia que promor,,Íau De Bonald y De ivlarstre, además era unpo.s¿riulsra (Durkheim,Ig2Blir962:142), es decir, creía que
AunquereconocequeCotrtecreóel
lor de la sociologia cientifica
¡érmiiro'sociologialL¡iksson(1993)
hadesafirciohicleadequeesel pro3eni¡¡o<lerna; es r¡ás, Eril<ssln cree que pensadcrres conro Ad¡rrr
smith v, en qene.al, Ios
nloraiislas escoceses, son verdadera
]a
fuente de la sociologia ,rod"rnr. Sobre i¡ rntLro¡t¡nci¿ cle
vea lambién
L Hill (1996); sobre Ferquson v Aclanr S¡rrith v-ea Ullmann-ñlarqalit (1997i y trmbién Ad¡¡t Ferguson
Rrndeil, 2001).
7'
paltieron el interés de Comte por el descubrimiento de las leyes de la vida social; si bien
positivismo sigue siendo reievante en la sociologia contemporánea, ha sido atacado
ceso, también los grupos, las sociedades, las ciencias, ios individuos e incluso la mente de
las personas pasan por los tres estadios; el primero es el estadio teoLógíco y define el mundo
anterior a 1300, durante é1, el siste¡na principai de ideas enfatizaba la creencia de que los
el
desde
varios frentes (Azlorrow, 1994).
Aunque Comte ca¡ecia de una base académica sólida para construir una escuela
de
teoría sociológica comtiana, eslablecró los fundamentos para desarroilar una importante
corriente, aunque sus sucesores en ia sociología francesa, y en especial el heredero
de mu,
chas de sus tdeas, Emile Durkheim, ensombrecieron levemente Ia trascendencia
ulterior de
su figura (si desea ahondar en el debate sobre la canonización de Durkheim y
otros teóricos
podeles sobrenaturales y las figuras religiosas, moldeadas a partir del hombre, constituían
raíz de todo; en partLcular, se pensaba que era Dios quien había creado el mundo social y
lísico. El segundo estadio es el metafísico y se sitúa entre 1300 y 1800, éste se caraclerizó por
la creencia en que las fuerzas abstractas, como ia "naturaleza'] Io explicaban todo mejor que
los dioses persor-ralizados. Finalr¡ente, en lB00 comenzó el estadio pasítívo, caracterizado
por la creencia en la ciencia, en el que la gente tendÍa a abandonar la búsqueda de las causas
absolutas (Dios o La naturaleza) para concentrarse en la observación del mundo f ísico y social, y en la búsqueda de las ieyes que 1o regían.
Es evidente qLle, en su teoría del mundo, Comte se centró en los factores intelectuales;
1a
ciásicos analizados en este capítulo, vea Mouzelis, 1997 y parker, 1997).
ñm{te ffiurkhei¡m (ASS$-fg3T}
La relación de Durkheim con la llustración fue más ambigua que en Comte,
de hecho, a
veces se 1e ha considerado como un heredero de Ia tradición iiustrada por
el interés que
tuvo en la ciencia y el reformismo social; sin embargo, también se le ve más propia,.ne.,te
como el heredero de la tradición conservadora, en particular como se manifestó
en la
ob¡a de Conlte, aunque mientras éste se mantuvo apartado cLe la academia cor11o
Tocqueville, Durkhelm desarrolló una creciente base académica conforme progresó
slr carrera.
Legitimó la sociología en F¡ancia y su obra se convirtió en una fuerza áominante
en el
desa¡rollo de Ia socrologia en generai, y de la teoría sociológica en particular. (R.
Jones,
en efecto, afrrn-raba qrre el desorden intelectuaL era la causa del desorden sociai. El desorder-l
se derivaba de los antiguos sistemas de ideas (teológicoy n-retafísico) que seguían existiendo
en la edad positivrsta (científrca), sólo cuando el positivisino tomara el control lotal cesarían
las revueltas sociales. Como se trataba de rLn proceso evolut.ivo, parecía innecesario fomenta¡ la revuelta socLal y la revolr-ición; el positivismo ilegaría tarde o temprano, aunque qurzá
no tan rápido corno algunos deseaba¡r. Aqui coincrden el reformismo social de Cornte y su
sociologia: Ia sociologÍa podia acelerar la llegada del positivismo y conferir orden al mundo
social; sobre todo, no deseaba que se pensara en él como partidario de la revolución, pues
consideraba que ya había suficiente desorden en el mundo. En cuaiquier caso, desde su pun-
2000; Rawls, 2007)
Durkheim era políticamente libe¡al, aunque inteiectualmente adoptó una postura
más
conservadora; del mismo modo que Comte y los contrarrevolucionari,cs católrcos,
temía y
odiaba ei desorden social: el terna recurrente de su obra fueron los desórdenes
que produjeron los cambios sociaies generales analizados al principio de este
capítulo, así como otros
muchos (conflictos laborales, derrocamiento de la clase dominante, discordia
entre Igiesia y
Estado, y nacimtento del antisemitrsmo político) propios de la Francia de
su época (llarady,
1983); de hecho, gran parte de su obra está dedicada al estudio del orden
social. Su opinión
era que los desórdenes socrales no constituían una parte necesaria
del mundo -od"r.,o y
podían reducirse mediante la int¡oducción de reformas sociales. Mientras
que Marx pensa,
ba que los problemas del mundo n.ioderno eran inherentes a la sociedad,
éurkheim (junto
con la rnayoría de los teóricos clásicos) drsentÍa; así, las ideas marxistas
sobre la necesidad
de una revolución social se oponÍan radicalmente con el reformismo de
Durkheim y otros.
A medida que la teoría sociológica clásica se desa¡rollaba, predominaba en ella
el i¡terés
durkheimiano por el orden y ]a reforma, mientras se eclipsaba la postura
marxista.
to de vista 1o realntente necesario era el cambio intelectual y apenas podían aducirse razones
para apoyar la revolución socLal y poiítica.
Así pues, henos trirtado algun:rs postLlras de Comte que ejercieron gran influencia en
el desirrL'ollo de la sociología clásica; su conservadurismo, reformisn-ro y ctentificismo básicos, y su perspectiva evolucionista del mundo. Como luvieron una importaute función en
el desarlollo de la teoria socicilógica, otros aspectos de su obra también merecen mención,
por ejernplo, sLL socioiogía no se centraba en el individuo, sir-ro que empleaba como unidad
básica de análisis entidades más complejas como la famiiia; tarnbién recornendaba el análisis
con;unto de Ia estructura y el carnbio social; el énfasis de Comte en el carácter sistemático
una gran repercusión
de la sociedad
-ios vÍnculos enlre sus dÍversos componentes- tuvo
y Parsons; también
de
Spencer
posteriot,
en
particular
en
ia
obra
en la teoría sociológica
resaltaba la función del consenso en la sociedad: para él tenía poco sustento la idea de que
[a sociedad se caracterizaba por el conflicto inevitable entre los trabajadores y capitalistas,
además subrayaba la necesidad de elaborar teorías abstractas y salir a hacer investigación
sociológrca: recomendaba a los sociólogos que observaran, experimentaran y realizaran
análisrs histórrco cornparado; por últrmo, Comte creía que la socrología se convettiría en la
fuerza científica dominante del mundo debido a su específica capacidad de interpretar las
leyes sociales y desarrollar reformas para solventar los problemas del sistemaCornte se situó a la cabeza del desa¡rollo de 1a sociología positivista (Bryant, 1985; Halfpenny, 19S2); para Jonathan Turner el positivisLlo de Comte recalcaba que "el universo social eslá sLUeto aI exarnen del desarro]1o de leves abstractas qr-re pueden verificarse a trar,és
de la recoleccii-rr-i cuidados¿r de datos'l v "estas leyes abstractas denotan Las propiedades básicas y' generales ¡lel universo social y especiñcan sus relaciones nail¡ales" (1935:24). Corno
vererrros más adeianle, algunos teóricos clásicos (en especial Spencer y Durkheim) com-
Hechos sociales
Durkheim desarrolló una concepción peculiar del objeto de estudio de
Ia socroiogía 1, pasó
a verifica¡la en un estudio en-rpírico.^En Las reglas rlel método
socioLógico (Ig95lI9g2),
Durkheim arguía que Ia tarea particular" de 1a socLlogía era el estudro
de io qu. él denomi,
naba hechos socLales,a los que concebÍa .o-o
fr"rz". (Takla y pope, I9g5) )/ esrructuras que
eran. externas
coercitivas
del
indivrduo.
El
estudio de estas estructLLras ,r, fuer.zas da gru,.,
1'
escaia
eiemplo, el derecho
institlicionalizado y las creencias r.ornl., compartidas-,
-por
y su efecto
en las personas, se convirtió en ia preocupación de muchos teóricos de
la so,
ciologia posteriores (Parsons, por ejemplo).
Ln El stttcidio (1897/195i), Durkheim sostiene
p,
que si un comportamiento individual como
el suicidio podía vincularse con causas sociales
{hcchos sociales), el1o supondría una prueba irrefutable de la importancia de la disciplina de
la sociología; pero l1o exalninó por- qué el individuo,4
o B se surcidaba, sino que se rnteresó
por las causas cle las diferencias enfre las tasas de suicidio de
diferentes g¡Lrpos, regrones,
pues,
Durkheim dei6có la socredad y sus principales
productos, y a1 hacerlo evidentemen
adoptó una postura muir conservador.,
nudi. dÁ.ría !ue.e, arr;;o...';;,
deidad o su fuer
ie social como identificaba a
ra sociedad con Dios, Durkheim
a.rr.""..1"u.
"_1n"." ra ,".rolu.il
sociai y, al contra¡io, era un reformador
social dedicado uur...in
d" mejorar
funcionamiento de ra socredad.
En estos y ot.o, senridos "se arineaba
.irru.,-r"nr" con ra s<
ciología conservadora francesa,
y at t-r..rrJa.-.iritr. .nr.ho, a.
r,,rr.*..ro, le convirtió en.
figura n'rás importante de la sociologi,
fr;;;
Estos libros y otras obras impJrta.,t".
.ont.ibuyeron a la constitución
de un camp
pecuiiar' propio de ,a sociología,
en er mundo
países y categorías de personas
(p ej., casados y solteros), su principai argumento era que la
naturaieza y los cambios de los hechos sociales explicaban tas
difeiencia"s ent¡e las tasas de
sulcidio; por ejemplo, Ia guerra o 1a depresión económica quizá
creaban un estado depresivo
coiectivo que a su vez elevaba ias tasas de suicidio. Como veremos
en el capítulo z, aún hay
mucho que analizar sobre esta cuestión, pero lo destacable es
que Durkheim desarrollara
una perspectiva peculiar de la sociología y se abocara a
demostrar su utilidad e¡ ei estudio
científi co del suicidio.
En Las regLas clel método sociológico, Durkheim dístinguía
entre dos tipos de hechos
socrales: rnaie¡iales y no materiales; aunque a ro largo
cre su obra analizó ambos,
académico de ra Franc.ia de
i:''ü'.*::i"'*tiii:ü;;r:ii"?,#**i,w.'ifJ,i#*,Ti:l:
se centró
más en los hechos sociales n.o vttateriales (p. ej., la cultura
y las instituciones sociales) que en
los hechos sociales trtateriales (p. ej., Ia burocracia y ei derecho).
Su interés por ios hechos
sociales no materiales quedó maniñeslo e¡r su primera gran
obra: La divisíón d.el trabajo
socíal (18931r96'tr), que se ocupaba der análisrs.o.npur"do
de lo que rnantenía unidas a ias
sociedades primitivas y moclettras; corrcluía que las sociedades
primitivas se mantenÍan uni,
das fundamentalmente a través de hechos ,o.iul..
no maleriales, en concreto, mediante una
fuerte morai cotnútn, o lo que éi denominab a una canciencia
colectivarntensa; sin embargo,
debido a la complejidad de la sociedad ¡noderna se habia producido
un descenso en la intensidad de esa conciencia colectiva. El lazo fundamental
de unión en el mundo moderno era
la intrincada división del trabajo que unía a unas personas
con otras medlante relaciones de
dependencia; sin embargo, Durkheim pensaba que
esta dÍvisión moderna producía diversas
"patologías'l en otras palabras,
era un método inadecuado para mantener a la sociedad unida. Dada sr'i sociología co¡-rse¡vadora, no creía en la
necesidad de la ¡evoiucrón para resolver estos problemas, y sugirió r-rna diversidad de reformas
que podían ,,arregrar,, ei sistema
tloderno y mantenerlo en ft-tncionamreulo. Aunque reconocía
que era imposible regresar a
ios liempos en los que preciominaba run pod"ror.
conciencia colectiva, creía que se podía
refbrzar I¿'L tnoral común e¡r ia sociedad modelna para
ayudar a las personas a hacer frente a
las patologías que exirerrmentaban.
convirtió en una fuerza.muy rnfluyente
d"s"r.orio y la dTfusió; d. i", ideas
cas El obletivo de Durkheim era
sociológi
"n""1
impulsar
el c.e.imie.,to de esta .i;.;r, por
o,rrrrr.* fri:J:.::T :"T"l'::J.[:;J"".:""'¿T,:;
(p
ei ' la sociologra der derecho y
ra sociorogiá de la ciudad) (8.r";;'d,
l;;3a: 1) Ftacia J9i(
Durkheim había establecido un
sóiido cent?o ae sociorogia en Francia,
y ahí mismo encon
tramos los orígenes de su i.stitucionalización
académica (Heilbron, 1gg5).
Desanno[[.o de [a socio[ogía
a[ermama
Mientras
la historia temprana de la sociología
francesa constituye un ¡elato
bien coherente
de su evolución desde la ilustración
y r" R.";i;.;;n Francesa i."ri"
r^ r"-.ión conservadora
y la creciente importancia
que adquirían las ideas sociológicas
a. ro.qr.u,tt", saint_simon,
Comte y Durkheim; la socrorogía
,r"-"n"
.r,"""
irrg;",:,;;"*
Il"Jo.i"nror; lo qu.
produjo una brecha entre.Marx (y
sus seguido.".l, qu. ," _nnt"r1ír,l
,iÁ1" O. la sociología,
y los primeros gigantes de r¿
currienr.
:",""'fiüI:; ]J::tr
sociología
Retigión
-Las;t'orrnaselententalesdelavidareligiosa(rgr2lr96s)-
se concentró en el análisis de la que quizá sea la
forma úlrima de un hácho
esa ob¡a Durkheim."r-in, la sociedacl prin-ritiva
religión En
alemana.
i,,".ip^r af i. ro.ioiogÍl ;i;;.
-".;;;
la reo¡ra
';.;;sideraba
"" en
rsas lnaneras' posttrvas
y negativas,
Rafces:i natus'ü[,e¿e S€
En sus últimas obras los hechos no ¡¡iaterrales
ocupan una posición toclavía n'rás importanle;
clehecho,ensuúltirnagtanobra
ro que uririzi
s.u ¡evista como punto
focal para el áesa¡rollo d
derian sus ,0"r, íLr ro ,c¿ri'r.
iiiln:|^'trnán
no material: la
para encontrar las raíces de
la reiigión, creía que le sería más fácil encontrarlas
en la sociedad primitiva, n-Lás simple en
términos comparados, que en el complejo riundo
moderno, y ilegó a ra conciusión de que ra
fueirie de la religión era la misma sociedad: ésta deñnía
ciertás co'sas como religiosas y otras
corno profanas; en concreto, y e. el caso que esrudió,
el clan era la fuenre de un tipo primitr'o de ¡eligión, eltoternisrvto, en el que se deificaba a
plantas y animares, y a su vez éste era
c1l¡idlrado como u¡r tipo de hecl-ro social no material,
una fo¡ma de conciencia colectiva.
Al finai Durkheim llegó a sostener que la sociedad
y la religión (o de rnanera más ger.reral, la
conciencia colecriva) eran LLno y ei misrno fenóme'o,
La religió' era el modo en que la so_
credad se cxpresaba a simtsua en la [o¡nra de
un hecho social no rrLateriai. En cierto sentido.
G
WF
Max weber
,í;,,;;i;...0,.0,",
¿;!s '¡*+rra:-;
y
sus ideas
la cor¡iente principal de
1a
de i{anl ft4ar;l (3&tS_"lSSj,}
Hegel (1770-1831) ejerció la principal
influencia interecri-rar sobre
l-legeI
Según Ball: "para nosotros
es difícir apreciar ei grado en
ei que Heger domlnó er pensamien
lo aiernan dirrrnre er sequndo
cuarro dei rigr;i;;. Los areÁanes-.r,* _-,n.,uido
Marx-
analizaban ia h"istori", polírica y
las ideas de Heeer,
asÍ
ilt,r.a
el joven
principalmente dentro del rnarco
de su
M;-;;rJ;*uniu".riar¿ d. B".r;;;;vo
infruida
por
corno por la división qu. ,. j.odu,,o
ertre los seguidores de Hegel
filosofía" (1991:25) La erlucació'.1"
tras
I
':i:1""J,1:iiü:i-i[::::::]]'ia'o rr
'¡uesr*¡
que crefie'de ra con¡inuicrad enrre
ra sociorogia ,nar\isra
\,r¿
conciencia y al espíntu de.la soc.iedad. La adopción de una filosofía materralista
llevó a Feuer,
bach a sostener que era necesario moverse del idealismo subjetivo de
Hegei a un nuevo centro de atención que aPuntara no a las ideas, sino a la realidad material
.l.jos ,er., humanos.
En su crítica a Hegel, Feuerbach se enfocó en la religión: para él Dios
era una mera proyección
que Ia gente hacía de su esencia humana en una fuerza impersonal,
la gente colocaba a Dios
por encima de sÍ misma y terminaba alienada a un Dios en el que
proyectaba una serie de
caracteristicas positivas (Él es perfecto, omnipotente y santo), mientras
se reducía a sí misma
a ser imperfecta, impotente y pecadora. Feuerbach proclamaba
que este tipo de religión debía
ser superado y que a su derrota debía contribuir una ñlosofía
malerialista
que ia !ente (que
"n
no la religión) se convirtiera en su propio y más distinguido objeto,
.,n ñ,-, en'sí misÁa,
"nreligión.
filosofía que deificaba a la ge'te real y no a las ideas abstractas cá,r,o ra
su nlLrerte; Ios vLefos hegelianr,ts continuaron suscnbiendo las ideas del maestro, mientras
los jóvenes l'Legeliattos, aunque continuaban trabajando dentro de la tracLición, se mostraban
c¡íticos tLacia muchas fácetas de su sisterna filosófico.
Dos conceptos replesentan la esencia de la frlosofía hegeliana: ia dialéctica y el idealisrrro (Beamrsh, 2007; Hegei, 1807/1967,182111967). La dialéctlca es tanto un modo de
pensar como una imagen dei mundo; por un lado es un modo de pensar que subraya La irnportancia de los procesos, las relaciones, las dinámicas, los conflictos y las contradrcciones,
una fo¡ma de reflexionar sobre el mundo más dinámica que estática; por otro, es una visión
según la cual el mundo no se compone de estructuras estáticas, sino de procesos, relaciones,
dinámicas, conflictos y contradicciones. Aunque la dialéctica normaimente se relaciona con
Flegel, es seguro que Ia idea precede a este autor en la historia de la 6losof ía; Marx, formado
en la tradición hege[ar-ra, aceptó el significado de la dra[ectica pero crrtrcó algunos aspeclos
del modo en que aquél la utilizaba, por ejemplo, Hegel tendÍa a aplicar la dialéctica sóLo a ias
ideas, mrentras Marx pensaba que se aplicaba también a aspectos más rnateriales de Ia vida,
Marx, Hegely Feuerbach
Ma¡x recibió ia influencia de Hegel y Feuerbach, alavezque criticó a ambos (Stapies,
2007).
Siguiendo a Feuerbach, Marx criticaba la adscrrpción de Hegei a
una filosofía idea¡sta y
corno )a econonía.
A l{egel tambié¡r se le relaciona con la ñlosof ía del idealismo (l(leiner, 2005), que da más
rmporlancia a la mente y a los productos mentales que al mundo material; aqui 1o fundamental es la definición social de los ¡nundos f isico y material, no los mundos en si mismos.
En su forma extrema, el ideahsmo establece que sdlo existen la mente y los consiructos
adoptó esta postura debido no sólo a su orientación materialista,
sino también a su interés
por las actividades prácticas. Hegel trataba los hechos sociales, como
la riqueza y el Estado,
como si fueran ideas y no entidades materia.les reales; incluso
al analizar un proceso supuestamente rrLaterial como el trabajo, se ocupó sóio de su aspecto abstracto
y mentar, ro que
en gran medida difería con Marx, quien se interesaba por
ei trabajo de las personas r.eales y
conscientes. Así, desde ei punro de visra de Marx, Hegel estaba
equivocado; además, pensa_
idealismo hegeliano conducÍa a una orientación política muy conservadora. para
Pl o:" :l
Hegel el proceso de Ia evolución tenía Lugar con independencia
del .ont.ol y las actividades
de las personas; en cualquier caso, como parecía que las
personas adquiría¡ una conciencia
cada vez más acusada del mundo, no había necesidad
de un camb.io revolucronario: el pro,
ceso ya estaba encaminado en la dirección "deseada'l
cualquier problema existente ¡esidía en
la conciencia, por lo que ia respuesta estaba en
un carnbió der pensa'riento.
Marx adoptó una postura muy drferente al manifestar qul la ruíz de los problemas
,la'ida
de
moderna podÍa encontrarse en la rearidad, en ras fuentes materiales (p.
e,., en ras
estructuras de1 capitalismo), y que las soluciones, por tanto,
residían exciusivamente en ia
deslrucción de esas estructuras mediante la acción colectiva
de un gran número de personas
(Marx y Engeis, IB45l1956:254). Nulientras
,,mantenia
Hegel
el n-runáo en su menre,, (es decir,
se concentraba en la conciencia, no en
el mundo material), Marx construía firmemente su
dialéctica sobre una base material.
Po¡ ello en varias ocasiones aplaudró ra crítica que Feuerbach
hizo de Hegel (p. ej., su
¡nate¡ialismo y rechazo de la abstracción en ia
teoiía hege|ana), aunque estaba leTos de
sentirse plenamente satisf'echo con ia postura
de Feuerbach (Thomson, tbo+; por una razó.
fundamental: Feuerbach se concentraba en
er mundo reiigioso, en tanto que Marx pensaba
que lo que debía analizarse era el conjunto
del mundo sociui y, en parricular, la economía; y
aunque aceptaba el materialismo
de Feuerbach, pensaba que éste había ido demasiado lejos
ai concentrarse parcral y no dialécticamente
en ll m,-,ndo material. Feuerbach no había in,
corporado a su orientación malerialista y,
en particula¡, a la lelación entre las personas y el
mundo rnaterral, la contrrbución más importante
de Hegel, la dialéctica. Finalmente, Marx
criticó que Feuerbach, como la r-na1,oría áe
los fiiósofor, ,"lo.. ocupara dela praxís_la activrdad práctica-, en concreto,
la actividad revclucionaria (wortmann, 2oo7a),y escribió:
psicológicos, y algunos idealistas creían que sus procesos mentales seguirían siendo los rnismos incluso si el mundo físico y social dejara de existir. Los idealistas enfatizan no sólo los
procesos r-¡ientales, sino también las ideas generadas por esos procesos; Hegel dio mr-rcha
atención al desarrollo de lales ideas, especialmente a aquellas a las que se refería como el
"espíritu" de la sociedad.
En efecto, Hegel produjo una suerte de teoría evolucionista dei mundo en términos
idealisias; al comienzo, la gente contaba sólo con la capacidad de adquirir una comprensión
sensortal de1 mundo que ios rodeaba, podía entender cosas como la visión, ei olor o el tacto
del mundo f ísico y social. Más tarde desarrolló la capacidad de ser conscrentes de sí r¡-rismos,
de comprenderse; con el autocorlocriniento y la autocomprenslón, ias personas lleearon a
comprender que podían llegar a ser más de lo que eran; en términos del enfoque draléctico hegelrano, se desarrolló una contradrcción entre lo que la gente era y lo que sentia que
podían ser, cuya soluciór'r reside en el desarrollo de uua conciencia individual del iugar que
se ocup¿r en el gran espírLti-i de la sociedad: los individuos llegan a darse cuenta de que su
r:ealrzación esencial consiste en el desarrollo y la expansión dei espíritu de la socledad como
un todo, de esta ¡nane¡a evoluciouan según el esqLlema de Hegel, es decir, de la corn¡rrensión
de ias cosas a 1a comprensrón de sí mismos y de aquí a la comprensrón de su lugar en el más
ar-r-rpiio esquema de las cosas.
J-legel ofreció una teoría general de la evolución del mundo, una teoría subjetiva que
sosiiene que eL cambio se prodr-rce en el nivel de la conciencia, y srn embargo ocurre en gran
rnedida al matgen del cr,rr-rtLol cLe los actores, que quedan recLucidos a poco más que barcas
qrie se dejan lievirr por la inevitable er,olución de la conciencia.
i:euerbach
Luclr'r,ig FerLerbach (1804-1872) fue r-rn rmportanre puente entre Hegel y MaLx. conro )oven
hegeliano qLLe era,criticó a Hege1, eLrtre r)t¡.as cosas por la excesiva irnporlancia que daba a Ia
/Ü
"H¿ista ahoLa los filósofos se han lintitado a iilterpretar el n-rundo en varios sentidos; sin
eribargo, hoy la cuestió ¡'t es crLrrtbiarlo" (citado en Tucker, l97A:I09)
lvlarx extrajo lo que consideraba los dos elementos más imporlanles de ambos pensaincorporó a su propia
cl,rres
-la dialéctica de Hegel y el rnaterialismo de Feuerbach- y los
rrrie¡LtacLórr teórica, eI matertalísryto dialéctico,6 que se cenlraba en las relaciones dialécticas
La razón fundamental de su ¡echazo era ideológica; muchos de los primeros teóricos de
la sociología he¡edaron la reacción conservadora ante los desórdenes surgidos de la Ilustra,
ción y la Revolución Francesa, temíair y odiaban las ideas radicales de Marx y los cambios no
menos drásticos que prornovió y predijo; despreciaban a Marx en tanto que ideólogo y sostenían que no era propiamente un teórico serio de la sociología; sin embargo, laideologia per se
probablernente no fue la razón real del rechazo a Marx, ya que la obra de Comte, Durkheim
y otros pensadores conservadores llevaba también una pesada carga ideológica; era la naiuraleza de la ideología, no la carga ideológica en si, lo que disgustaba a muchos teóricos de la
sociología, que estaban dispuestos a comprar una ideología conservado¡a con un envoltorio
de teoría sociológica, pero no la ídeología radicaL que ofrecían Marx y sus seguidores.
Por supuesto, había también otras razones que explicaban por qué muchos de los pri,
meros teóricos no aceptaban a Marx: les parecía que era más economista que sociólogo,
aLrnque ios primeros sociólogos reconocían la importancia de la economía, quizá pensaban
que constituía sólo uno de los diversos componentes de la vida socÍal.
Otra razón del ternprano ¡echazo a Azlarx fue ia naturaleza de sus intereses, mienlras
que los primeros sociólogos reaccronaron frente al desorden debido a ia llustración, la Re,
volución Francesa y Ia posterior Revolución Industrial, a Marx no le preocupaban
-nisis-eL
desorden en general-; sino que le interesaba y preocupaba rnás el carácter opresivo del
tema capitalista que emergía de la Revolución Industrial. EI objetivo de Marx era desarrollar
una teoría que expiicara esa índole opresiva y contribuyera a la destrucción del sistema, le
ir-iteresaba ia revolución, un interés opueslo a la preocupación conservadora por La reforma
y el cambio ordenado.
Olra diferencia que merece destacarse son las raÍces filosóficas de las teorías sociológicas marxista y conservadora; la mayoría de ios teó¡icos conservadores recibió una profunda
influencia de la filosofía de Immanuel i(ant, lo que les condujo, entre otras cosas, a pensar
en té¡minos lineales de causa y efecto, es decir, tendían a pensar que un cambio en A (p. ej.,
el carnbio ideológico durante la llusrración) producía un cambio en B (p. ej., los carnbios
polÍticos de la Revo.lución Francesa); en contraste, Marx recibió Ia influencia de Heeel, quien
pensaba en térrrinos dialécticos más que de causas y efectos, entre otras cosas, .la dialéctica
a,r'uda a comprender rnejor los continuos efectos recíprocos de las fue¡zas sociales, de modo
del mur-rdo naterial.
Fconomía política
El mate¡ialisrlo de Marx y sll consecuente énfasrs en la economía 1o llevaron de forma natural ¿r la obra de un grupo de econorrtistas políticos (p. ej., Adam Smith y David Ricardo)
(Howard y l(ing, 2005). Marx se sentía muy atraído por varias de sus posturas, ceiebró su
pren-usa básica de que el lraba.jo era la fuente de la riqueza, que lo condu/o a Ia construcción
d.e su teorítt del valor del trctbajo, segirn la cuai las ganarLcias de los capitaLrstas se basaban en
la ex¡:lotación de los traba.jadores. Los capitalistas recurrían a la sirnple estratagema de pagar a los trabajadores menos de lo que merecían, ya que recibían un salario de valor inferior
a lo que realmente producían coli su trabajo . Esle pltrsvaLor, retenido y reinvertido Por el
capitalrsta, constituia la base de todo el sistema capitaiista, que crecía mediante el continuo
aumento del grado de explotación de los trabajadores (y, por tanto, de la cantidad de plusva-
loL)y la irLversión de las ganancias para Ia expansión del sistelna.
Marx también fue influido por la descripción que hrcieron ios economistas polÍticos
cle los horrores del sistema capLtalista y la explotación de 1os trabajadores; sin embargo,
mientras elios sólo describian los males del capitalismo, Marx ios criticaba Por considerar
que eran elementos inevitabies del sisterna: deploraba su aceptación y la manera en que
anir-naban a la gente a que trabajara para progresar económicamente en su seno; también
criticaba a los economistas po.líticos por no valorar el conflicto intrínseco que se producía
entre capitalistas y traba¡adores, y negar la irecesidad de un cambio radical en el ordeu económico. A Ntarx le era muy dif Ícii aceptar estas teorías económicas conservadoras, dado su
compror-r1iso con el cambio radical del capitalismo al socralismo.
Marx y [a sociotogía
Nlarx uo era sociólogo ni se consideraba a sí misrno como tal, y aunque su obra es delnasiado extensa como para cornprimirla en el término sociología, podemos encontrar una teoria
socrológica en ella. Hubo quienes desde el principio recibieron la pr:ofunda influencia de
lvlarx, lo gue intció una colriente continua de socrología marxrsta, fundamentalmente en
Europa; quc. perdr-Lra hasta nuestros días; pero para la nrayoría de los primeros socióiogos su
obra constituía una fuerza negativa contra la que conformaban su propia sociología. Hasta
hace rnuy'poco tientpo La leoria sociológica, especialrr-lente la estadounidense, se habia c¿lracteriz¿tdo por la ignorancia u hoslilrdad hacra la teorÍa marxista; pero como verelnos en el
capÍtLLlo ?, esta situación ha cambiado de forma drástlca. No obstanle, la reacción rlegaiiva
qLre prod,.L;o ia obra de Nlarx consrituyó un factor rluy irnportante en la conftguLación de
qr¿1n p¿rr.e de La teorÍ¿1 sociológica (Gurney, 1981).
que ur1 pensador dialéctico reconceptualizaria eI ejemplo discurido más arriba como una
interacción continua y sucesiva de las ideas y la politica.
Teoría de Marx
De manera rnuy simplificada (consulte el capitulo 6 eu el que aparece un análisis más detallado), Vtarx ofrecró una teoría de la sociedad capitalista fundada en su imagen de Ia natura,
leza básica de los seres humanos: creía que las personas eran esenciaimente pL'oduciivas, es
dectr, para scbrevii,tr requerÍan trabajar en y con 1a natr,rraleza; al hacer'lo ptoclucían alir¡en-
tos, ropa, herramierrtas y vivienCas, satisfacían otras necesrdades que les permitían vivir:
)/
productividad era un modo perfectai¡enle natural de expresar sus impulsos creativos
báslcos; adetnás, eslos impuisos se expresaban cle modo concertado con otras personas, el-l
otras pal¿tbras, Ias personas eran ir-lirereirtemenle soci¿ies, requerían lrabajar
JunIas Dat.i
Plo.lttt ri lo qr-re neccsitabarr para,.r sr,per viventil.
Eu el transcurso de ia historia este proceso naIural había sido sLrbverlido, al princi,
pio por las condiciones de vida de 1a sociedad priiniliva iuego a raíz de una cliversidad
1r
st-l
\unclui: tL ter rr¡L1o lrle ernplelclo por L]rinrer¿ vez por loseph Dietzgen en 1857, frre coloctlclo como Protagónico
trurrc¡r ulilizci el térmirro (BcaF,'rL f,¿,rrgi flelilrarrov e¡r l89l;si bieLr \'lerr practicci el rr¿teri¡lisr¡o clialéctico.
r¡isl¡ )i)07)
/t
I
embargo, Weber trabajó dentro de la tradición marxista, intentando "redondearla'l Aparte
de la teoría marxista, la teorÍa weberiana tambrén fue influida por muchas olras (Burger,
7976); de hecho, podemos aclarar las fuentes de la sociología alemana analizando las diferentes visiones de Ia relación entre Marx y Weber (Antonio y Glassman, 1985; Schroeter,
1985). Debe tenerse en cuenta que Weber apenas eslaba famiiiarizado con la obra de Marx
(buena parte de la cual no se pubiicó hasta la muerte de Weber) y que reaccionó más bien
contra la obra de Los marxistas que contra Ia del misrno Marx (Antonio, l9B5:29, Turner,
1 981:1 9-20).
Weber tendía a considerar a Marx y a los marxistas de su época como deterministas
económicos que ofrecían teorías monocausales de la vida social, es decir, pensaba que la
teoría marxista explicaba todos los desarrollos históricos a partir de sus fundamentos económicos y que, de acuerdo con ella, todas las estructuras contemporáneas se erguían sobre
una base iguaimente económica; aunque esto no es cierto en la propia leoría de Marx (como
veremos en el capítuio 6), esta fue la posición de muchos nLarxistas posteriores.
Uno de 1os ejempios de determinismo económico que más parecía disgustar a 'll'eber
era la perspectiva de que las ideas eran simpleriente reflejos de los intereses matenales (especiairnente económicos): que los lntereses materiales determinaban Ia ideologia; desde este
punto de vista, se supone que Weber "pondría a Marx de cabeza" (al igual que Marx había
invertido Las ideas de Hegel). En lugar de concentrarse en los factores económicos y en sus
efectos sobre las ideas, Weber dedicó mucha más atención a las ideas y a sus efectos sobre
la econornía; más que verlas como simples reflejos de los factores económicos, las consideró
fuerzas auténticamente autónomas, capaces de afectar profundamente el mundo económico. Por supuesto que lleber trabajó mucho en las ideas, en especial los sistemas religiosos,
y fundamentalmente le interesó la influencia de las ideas religiosas en la economía; en La
ética protestante y el espíritu del capitaLismo (1904-190511958) estudió el protes[antismo
como sistema de ideas y su influencia en el nacimienlo de otro sistema de ideas: el "espíritu
del capitalismo'l y en defirritiva en el propio sislema económico caprtalista; también estudió
otras religiones del mr-rndo, examinando de qué manera su naturaleza podria haber obstaculizado el desarrollo del capLtalismo en sus respectrvas sociedades. Sobre ia base de este tipo
de trabajos, algunos estudiosos llegaron a la conclusión de que Weber desarrolló sus ideas
en oposición a las de Marx.
Una segunda aproximación a la relación entre Weber y Marx sostiene, como se mencionó, que '')leber no se opuso a Marx srno clue intentó completar su perspectiva teórica.
Desde este punto de vista se supone que'lleber trabajó denlro de la tradicrón marxista y no
en oposición a ella; interpretado así, su trabajo sobre Ia religión era simplemente un esfuerzo
por mostrar que no sólo los factores materiales afectaban a las rdeas, srno que éstas afeclaban las estructuras materiales.
Un buen ejempio de que Weber se había involucrado en un proceso de redondeo de
la teoría de Marx 1o tenemos en el área de la teoría de la estratificación; en ésta Marx se
enfocó en Ia clase social, La dimensión económica de ia estratificación. Aunque Weber
adn'iitía la importancia de este factor, sostenía qlre otras dimensiones de la estratificación
también eran importantes, y sostuvo que la noción de estratificación social debía ampliarse hasta incluLr a la de ias bases del prestigio (estattLs) y de| poder. La inclusión de estas
otras dimensiones no constítuve una tefutación de lVlarx, sino sólo LLna arnpliación de sus
de crm[¡tos estruclurales introdr-rcidos por el devenir de las sociedades Dichas estructuras
interfe¡iat-i de muchas manetas con el proceso productivo natural; sin embargo, era en la
socieclad capilalista donde esa interferencia se producía de una forma más aguda: Ia ruptura
del proceso productivo natural alcanzó su culminación en el capitalismo.
EI capitalismo es en Io fundarnental una estructura (o, para ser más precisos, una serie
de estructuras) que impone barreras entre el individuo y el proceso de produccrón, los productos de ese proceso y los dernás individuos; en última instancia divide incluso al individuo
misnro. Éste es el significado básico deL concepto de alienación: es la ruptura de la interconexrór-r natural entre las personas, y entre las personas y io que producen. La alienación se
pro.luce debido a que el capitalismo se desarrolla denlro de un sislema de dos clases en el
que Llnos pocos capitalislas poseen los medios de producción, los produclos y el tiempo de
trabajo de los que trabajan para elios. En la sociedad capitalista las personas producen de
forr¡a no ¡iatural para un pequeño grupo de capitaiLstas, en iugar de producil para sí mismas de fb¡ma natural. Marx sentía una gran preocupación inteleclual por las estructul'as del
capitalisrno y por los efectos opresivos sobre sus actores, y políticamente fue orientándose
hacia Ia emarrcipación de las personas de las eslructuras opresivas del sistema.
En realidad Marx se dedicó poco a idear cómo sería un estado socialista utópico (Lovell, 1992), estaba rnás preocupado por contribuir a derrotar al capilalisn-io, creía que sus
contradicciones y conflictos conducirian diaiécticamente a su colapso final, aunque no
pensaba que ese proceso fuera inevitable. Las personas debían acluar en los momentos
oportunos y de un modo adecuado para dar vida al socialismo, aunque los capitaListas tenían una gran cantidad de recursos a su disposición para impedir la liegada del socialismo,
po<]ían ser derrotados medianre la acción concertada de un proletariado con conciencia de
clase. ¿A qi-ré daría iugar la acción del proletarrado durante ese proceso? ¿Qué es el socia-
irsrlo? En Io fundamental, una sociedad en la que, por prirnera vez, la gente se aproximaría
a la imagen icleal de Marx sobre la produclividad: con Ia ayuda de la tecnologÍa moderna la
gerrte podria interactuar en errrronía con la naturaleza y con las den-rás personas para crear
io necesario para su supervivs¡qi¿, en otras paiabras, en la sociedad socialista las personas
no volverían a eslar alienadas.
nQ.aíees !r nétí.t ra[epe de [aE teorías de [v]ax iArei:*¡' iXS64-ngeüi
y {ieo'rg 5{rm'r¡c[ {XE5S-3S1S}
Aunque a finales del sigio xix y principios del xx Marx y sus segutdores permanecían ai
margen de la corriente principal de ia sociología alemana, puede considerarse que ésta
desarrolló comc¡ reacción a la teor'ía marxista.
se
lVeber y Marx
AIbcrt Salomon,'' Por ejemplo, sostuvo que una gran parte de la leoría del primer gigante
de 1a sociología alemana, Max V/eber, se desarrolló "dentro de urr largo e intenso debate
con el lantasma cle Marx" (lg+S,596); probablemente exageraba, pero la teoria marxista
repLesenió, err muchos sentidos, r-rn papel rregativo en ia teoría u,eberiaua; t'n olros, sin
Albe rt S¡lor¡roit hrr: tLn srrciólou-o e hislorrador alenrán, y qL¡n estudir¡so de Webt¡, quc' it.lcto ell 8c'rlírr en
murió en Nrrev¿r Yorh en i966 (N. del E )
l59l
¡
ideas.
I 'i,
Weber percibía la burocracia (y el proceso histórico de buroc¡atizaciór.r) como el ejemplo clásico de racionalización; sln ernbargo, en la actualidad son quizá los restaurantes de
comida rápida ios que mejor ejemplifican Ia racionalización (Ritzer, 2008). El restau¡ante
de comida rápida conslituye un sistema formalmente racional en el que las personas (tanto
trabajadores como consumidores) buscan los medios más ¡acionaies para sus fines; las ventanas a través de las que se sirve la comida a los ocupantes de un automóvil, por ejempio,
constituyen un medio racional por el cual los trabajadores pueden ofrecer y los consumidores obtener comida de un modo rápido y eficiente, la velocidad y eficiencia son dictadas
por
los restaurantes de comida rápida y por ias reglas y regulaciones mediante las que operan.
Weber incorporó el proceso de burocratrzación en un estudio más amplio sobre la institución poiítica; distinguía entre tres tipos de sistemas de autoridad: tradicional, carismático y legal-racio¡ral. Sólo en el mundo moderno occidenta.l se había desarrollado el sistema
de autorrdad legal-racionai, que es el único en que podía encontrarse el desarrollo pleno
de
la burocracia moderna; el resto del mundo seguía dominado por los sistemas carismático
o tradicional, que generalmente impedÍan el desarrollo de un sistema de autoridad legairacionai y de las burocracias modernas, en pocas palabras, la autoridad traclicíanal r-,^.Jd.
un sistema ancestral de creencias y se ejemplinca en los líderes que llegan al poder debido
a que su famiiia o clan siempre han proporcionado líderes al erupo; la autoridad del líder
carismático se deriva de sus características o capacidades extraordina¡ias o, lo que es más
probable, de que sus seguidores creen que ei líder tiene esos rasgos. Aunque estoi
dos tipos
de autoridad tienen importancia histórica, Weber per-rsaba q,-," todo Occidente, y
jl,i".,
ma instancia el resto del mundo, tendía hacia sistemas de autoridad LegaL-racíonal (Bunzel,
2007).En este tipo de sistemas la autoridad se deriva de regias estabiecidas legal y racionalmente. Así, el presidente de Estados Unidos deriva, en última instancia, su autoridad
de
las leyes de la sociedad. La evolución de la autoridad legal-racional y las burocracias
que la
acompañan constituyen sólo una parte del argumento general de Weber sobre la
racionalización del mundo occidentai.
lfeber también realizó anáiisis detallados y sofistrcados de ia racionaiización de fenó,
menos como la religión, ei derecho, la ciudad e, incluso, ia música; pero podemos ilustrar
su modo de pensar con otro ejemplo: la racionalización de la institución económica.
Este
análisis lo encontramos en el estudio más amplio que dedicó a la relación entre
religión y
capitalismo; en ur-r amplio esrudio histórico, weber se afanó por comprender
por. q*ué u,-,
sistema económico racional (el capitalismo) se había desarrollado en Occidente
y no en el
resto del rnundo, y en este proceso le otorgaba una función central a la reiigión. por
un iado,
entabló un diálogo con los marxistas cle su época para demostrar que, a diierencia
de lo que
muchos creían, .la religión no era simplemente un epifenómeno: había tenido
una funcjó¡
cenlral en e.i nacimiento del capitalismo en Occidente y en el fracaso de
su desarrollo en el
resto del mundo V/eber sostenía que había sido un sistema religioso
peculiarmente racional
(el calvinismo) el que jugó
un papel central en el nacimiento dei capitalismo en Occidente;
sin embargo, en otras de las zonas del mundo que estudió,
encontrósistemas religÍosos más
irracionales (p. ej., el confucionismo, taoísmo hinduismo)
que contribuÍan a la inhibición
"
cel desarrolio de un sistema económico racional.
No obstante, al ñnal poden'ros advertir que
estas barreras fueron temporales, ya que
los slslemas económicos
-v, en electo, la estruclura social en su totalidacl- de estas socieclacles terminarÍan
finalmente por experirrrentar el
Pl'oceso de racionalización
l-.as dos visiones bosquejadas arriba reconocen ia importancia de la teoría marxista
para Weber, en ambas posturas hay elemer-rtos de verdad: en cLertos aspectos ll'eber trabalaba en oposición a Marx, mientr¿s eli otros ampliaba sus ideas; sin embargo, una tercera
perspectiva de esta cuestión puede caracterizar mejor la relación entre lvlarx y \X/eber, la
que considera a lVIarx simplemente como una de las muchas influencias en el pensamiento
de Weber.
0t¡-as inftuencias de Weber
Podemos identificar un buen nirnrero de fuentes de ia teoría weberiana, entre ias que se incluyen historiadores, filósofos, econornistas v teórrcos de ia política aiemanes. Entre los que
infliryeron en Weber destaca, por encima de todos, el filósofo Immanuel l(ant (1724-1804),
pero no debemos pasar por alto la influencia de Fried¡ich Nieizsche (1844-1900) (Antonio,
2001)
todo la importancia que éste daba al héroe- en el trabajo de Weber sobre ia
-sobre
necesid¿rd cie que los indivrduos hrcieran frente ai efecto de las burocracias )¡otras estructu,
ras de la sociedad moderna.
La influencia de IrnlnanLrel l(anl sobre Weber y, en general, sobre la sociología alemana
muestra que ésta y el marxismo se desarrollaron desde raíces filosóficas diferentes. Como
vimos, fr-re Hegel y no l(ant quien constituyó una importante influencia fllosófrca sobre la
[eor'ía marxÍsta; mientras que la filosofía de Hegel llevó a Marx y a los rr-Larxistas a buscar
relaciones, confliclos y contradicciones, ia filosofía kantiana condujo al menos a algunos
sociólogos alemanes a adoptar una perspectiva más estática. Para l(ant el mundo era una
vibrante confusió¡r de aconteci¡nrentos que no podían conocerse directamente, só1o podía
adquirirse conocimiento del mundo a través de procesos del pensamiento que filtraban,
seleccionaban y categorizaban aquellos acontecimientos. I(ant diferenciaba el contenido del
mundo real a partrr de las formas mediante las cuales podía ser comprendido, la insistencra
en esas foruas conferÍa al trabajo de ios sociólogos que trabajaban et'r el se¡ro de Ia tradic.ión
l<atttlana una perspecttva rnás estática que la de los marxistas de raigambre hegeliana.
Teoría de Weber
Mientras l(arl lvlarx plodu1o básicarnente una teoría del capitalisn'ro, la obra de Weber
constituía en lo esencial una teoría del proceso de racionalización (Brr-rbaker,l9B4; I(aiberg,
i980,1990, i994).A Weber ie interesaba la cuestión general de por qué las instituciones
habían evolucionado en el mundo occidental de una forma progresivamente racional, mien,
tras poderosas bar¡eras parecían irnpedir desarrollos sin-rilares en el resto del n'rundo.
Aunque erL su obra \X/eber utiliza el ¡érmino racionalidad de rriuchas y variadas formas,
1o que más nos interesa acluí es e1 proceso relacionado con uno de los cuatro tipos identiFrcados por l(alberg (1980, 1990, 1994; vea rambién Brubaker, l9B4; Levine, 1981a); la ra.!leber,
cionctlidnd;t'ormaL ,que implica, conro suele ser el caso en
Llna preocupación por las
elecciones qtLc'hacen los aclores entre r¡edios y ñnes. Aunque en este supuesto la elección
está ¡eiactc¡rada cor-r las reglas, regulaciones y leyes universalmente aplicaclas; éstas, a su vez,
se dertvan de divelsas estrltcturas de gran envergadura, especiaimente de la burocracia y La
economía. \X/eber desarrolló sus teorÍas dentro del contexto cle un gran número de esludios
históricos comparados sobre Occiderrte, China, lndia y muchas otras reglones del mundo,
cuvo o$j^'1'e era clelirrea¡ los lactores clue obstaculizaban o impedÍi,rrr el desarrollo de la
lacion¿tlizac ión.
tjt
Arrnque la ¡acionalizaciór-i está en ei corazón cle la teoría weberiana, no es su
único
postulado, pero este'o es el momento de adentrarnos en el cuerpo de su obra.
Regr.esernos, pues, al desarrollo de la teoría sociológica, donde la pregunta clave
que nos rnreresa
es: ¿ljor qué la teoría de Weber fue mucho más atractiva para los teóricos
posteriores de la
sociología que la de Marx?
sólo para los sociólogos, sino también para muchos estudiosos
de otros campos. Aunque su
obra ejerció una profunda influencia en Aiemania,
influyó qurzá más en Estados Unidos, sobre todo una vez que Talcott Parsons hÍzo ilegar
a una arnplia audiencia las ideas de weber
(y las de otros teóricos europeos,
en particulai las de Durkherm). Mientras las icleas
de Marx
no surtieron un efecto posttivo importante en los
teóricos de la socio.logía estadorinidense
hasta el decenio de i960, \x/eber ya era una figura
altamente rnfluyente u'fi,-,"1". del decenio
de 1930.
Aceptación de la teoría de Weber
Una de las ¡azones es que \)/eber probó ser mucho más aceptable políticamente,
e¡ lugar
de adhe|irse al radicalismo de Marx,'Weber era más bien liberal en.lgunu,
cuestiones y un
tanto conservador en otras (p. ej., respecro de la función del Estado)-Aunque fue
un crÍtico severo de rriuchos aspectos de la moderna sociedad capitalista y llegó a muchas
de las
Teoría de Simmel
Georg Simmel fue coetáneo de weber, cofundador de
la Sociedad Sociológica Alemana
un tanto atípico de la sociología (Frisby, 1981; Levine,
Carter y Gorman, 1976a,
1^r:.9.t1.:
1976b)' Por un iado, ejerció una influencia profunda
e inmediata en el desar¡ollo de la teoría sociológica estadounidense: mientras M"r* y \X/eber
fueron igr-rorados durante varios
años' la obra de simmel contribuyó a dar forma
ai desarrollo de u.rá d" los primeros centros
de ia sociología en Estados unrdos
universidad de chicago- y .; teo¡ía central: er
interaccronismo simbólico (laworski,-ia
1995; \997). La Escueia á. Cn,.ugo y el interaccionismo simbólico liegaron a dominar, como veremos,
la sociología estadoiLnidense en la década de )'9.20y aprincipios de 1930 (Burmer,
1984). Las ideas de simmer influyeron en esta
escuela sobre todo porque las figuras
más destacadas de sus primeros años, Albion
Small y
Robert Park, se habían inspirado en las teorías
formuladas por él en el Berlín de finales del
sigio xtx. Park había asistido a las clases
que simmel di.,ó en lB99 y 1900, y smail mantuvo
una extensa correspondencia con él durante
la década de 1B90; ,.bo, fr.ilituron las ideas
de Simmel a los estudiantes y al cuerpo
docente de chicago ui tr"ar.i, purte de su obra y
presentarla a una vasta audiencia estadounidense (Frisby,
ilS+,Zl¡
otro aspecto atípico de la obra de simmer es su "nrvel,,de análisis,
o ar men,rs por er que
se le conoció más en Estados
unidos; mientras a weber y a Marx .les p.eocupaban cuestio_
nes de gran envergadura como la racionalización
de la sociedad y la'econoinÍa capitalista,
simmel adquirió fama por su trabajo sobre
fenómenos a pequeña escara, especiarmente ra
acción e inte¡acción ind.ividual. Muy pronto
se hizo fa.noso por su análisis, derivado de
ia filosofía kantiana, d,elasformas
de interacción (p. ej., el conflicto) y ros tiposde interac,
Fundamentalmente, io que Simmervio fue que la cornprensión
de
iiilll:^:ll:'extraño).
rd
lrrlcr¿ccron entre ra gente era una de las grandes
rareas de la sociología; sin embargo, era
imposible estudiar el inmenso número
de interacciones de la ,rida so-cial sin disponer de
algunas herramientas conceptuales,
y fue así como nacieron ]as fbrmas de rnteracción y
ros
tipos de interaclores Simmel presintió
que podía aislar una cantidad limitada de formas
de
interacción que aparecían en un extenso
número de escenarios sociales, y con este bagaje
se podrían analiza¡ y comprender
los drferentes marcos en los que se desenvuelve la interacción; asimismo, el desarroilo
de un número limitado de tipos de inieraclores podría
ser
útil a ia hora de explicar los marcos de la interacción.
Este trabajo influyó profundamente
en el interaccionismo simbólico,
que, colno su nombre sugiere, se cenl,a sobre todo
en ra
inieracción. No deja cle ser iró'ico,
sin embargo, que también simmel se preocupase por
las
grandes cuestiones sociológicas
que obsesioñaron a lvtarx y weber, pero este aspecto
del
trabajo de Simmel tuvo menor
influencia que su análrsis de la rnteracción, ,.,,,qu" encontramos signos conlemooráneos que sugieren
un interés crecrente por Ia sociologia de simmel
relativa
conclusiones críticas de Marx, no propuso soluciones radiiales pará los'proulemas (Heins,
1993); de hecho, creía que ias refo¡mas radrcales que proponían muchos
marxrstas y otros
socialistas tendrían más perjuicios que beneficios.
Los posteriores teóricos de la sociología, especialmente los estadounidenses,
consideraron que ia teoría marxista atacaba a su propia sociedad. En srr mayoría
conservadores, se
esforzaron por encontrat aiternativas teóricus al marxismo, y
Ma* Web., coLrstituía una
opción alractiva (Durkherm y Vilfredo Pareto también). A fi¡ áe cuentas,
la racronalización
no sólo afeclaba a las sociedades capitalistas, sino tarnbién a las socialistas; en
eféc[o, descle
el punto de vista de W'ebe¡, la racronaiización constituía un problerna
aún más grave para 1as
socredades socraiistas que para las capitalistas.
En favor de'lleber se srrmaba.la forma en que presentaba sus juicios:
pasó gran parte de
su vida realizando estltdios históricos detallados, por lo qr-re
extraía sus .o,-r.lur,o.,", políticas
del contexto de sus investigaciones. Aunque Marx también realizó investigación
seria y detallacLa, produjo una gran cantidad de rLaterial explícitamente
polén-rico; i¡c-iuso sus obr.as más
acadénrrcas contienen juicros políticos polémicos, por ejernpio, en El
ca¡trtal (1867 l1967)
calihcaba a los capitalistas de "varnpiros" y "hombres lobo'l El estilo más n.ndé-i.o
de lrVeber
contrrb,yó a que fuera niucho mejor aceptado por los sociórogos posteriores.
La mayor aceptación de Vl'eber se explica también po.qu" tiabaló
en una traclició¡ filosófica que larnbién contribuyó a configurar la obra de ios sociólogos posteriores,
es decir,
trabajó dentro de ia tradición kantiana, lo que, entre otras cosas,
equivalía a pensar e¡ términos de causa-efecto Este modo de pensar era más aceptable para
los sociólogos posteriores,
que no estaban familiarizados y se sentian a disgusto con
la lógrca dialéctica que impregnaba
la obra de
Marx.
Finalmente, weber parecía.ofrecer un enfoque más cornpreto der
mundo social que
Marx Mientras se suponía que la mayor preocupación de Maix era ra economia, \veber
a
le interesó una gama más amplia de fe¡rómenos sociales, y esta diversidad
de cuestiones
parecía proporcionarles a los socrólogos posteriores más
materiai para trabajar que el apa,
rentemente único cenl¡o cle interés de Marx.
V/eber produjo la mayoría de sr,rs grandes obras a finales
clel srglo xrx y pr.incipios del
xx; al principio de su carrera se le identihcaba más como historiador preocupado
por cues_
tiones sociolÓgicas, pero a prrncipios del siglo xx su enfoque
se hizo cndu
rnás socioló'ez
9ico, y err efecto, se convirtió en el sociólogo más rmportante de su
época en Alemarria. En
1910 fundó (entre otros, con Georg Sirnmei, a quien
analiz-aremos mái adelante) la Sociedad
Sociolósica,{lcnrana (Glatzer, 1998); su casa, en Heidelberg,
iue un centLo intelectual no
a.l
¡l
estuclio de las grandes cuestiones.
Lo que hizo a Simrnel acces jble para los prirneros teóricos esladouniclenses de la sociología fue, en parte, su estilo en el esiudio de la interacción; aunque tan'rbién escribió densos volúmenes como weber y Marx, produjo una serie cle ensayos aparentemente
sirnpres
sobre fenómeuos interesantes como la pobreza, la prostituta, ei miserable, el gastador
y el
extraño; la brevedad de los ensayos y el alto nivel de interés que despertaron1as
cuestiones
facilitó Ia difusión de.sus ideas. Por desgracia, los ensayos tuvieron el efecto negativo
de
oscurecer otras obras de Siml-nel más trnportantes (p. ej., Laftosofía del d.inero, traducida
al inglés enI97B; vea Poggi, 1993), que era potenciaimente significativa para la
sociología.
Coir todo, la inf"luencia de Simmel sobre la ternprana teoría sociológica estadounidense
tuvo mucha uás importancia que la de Marx y Weber debido, en partel a sus breves
e inte-
Sígrmur"rd Fre¡¡d
Un esbozo bioqráfico
gtra figura influyente de
la ciencia sociaIatemana de ñnales
del sig[o xrx
y.principios deI xx. Aunque no era.propiamente
sociOloqo, inftuyó en La
obra de muchos de eltos (p. ej., Talcott parsons y
norbeiiELías¡, y sigr.,re
siendo importante para los teórjcos sociates (óhodo.*,'
,nnS, fLLiot,
1992; Kaye, 199t,2A03: (urzwei[. 1995; Movahedi.
2007)_
Sigmund Freud nacjó en.[a ciudad ausirohúngara
dá Freíberg et O
de mayo de L856; en 1859 su fami[ja se tras[¿aO
u Vi.n, y.n 1873 Freud
ingresó en La Facu[tad de lv]edicin¿ de la universjdad
de'Vlena. Le jnte_
resaba más ra ciencia que La medicinayaceptó
un puesto detrabajo.n rn
Tras terminar sLr caTrera de medr'cina
y abandonar'e[ [aboratorio án 1ggz,
trabajJen un hospitaL y
luego estableció un consutiorio médico
privado especiarizado en enfermedades
nerüosas.
Al principio, Freud utilizó la hipnosis para
traiar un tipo de neuros.js cono.iJ, c-omo
histeria,
técnica que aprendió con Jean IVarijn
charcot en pans, en 1gg5; más tarde adoptaría
'inicjada por
una técnica
un compañero médjco üenés [amado:or"pr,
orur.r, en ürtud de ra cuaI Los síniomas
histéricos desaparecían cuando el paciente
habLaba sobreras cjrcunstancias en
[as que aparecieron
por primera vez ios síntomastn 1895 pubricó un Libro con Breuer que contenía
de imptica_
cjones revolucionarias: las causas
de [a neurosis como la histeria eran psicológicas
(y no fisioLógicas,
como se había creído hasta entonces)
y [a terapia consjsra en habLar sobre Lui.urr*
orrgrnales. AsÍ
nació el campo práctico y ieórico
oei isi.oan;tlrir. y rr.ra comenzó a separarse
de Breuer cuando
entrelró [a existencia de faciores
sexuales o, más ienerarmente, de L. Li¡;a0..,.
.iorigen de ras
siguientes Freud redefiñió sus récnicas terapéuricas
y esiriuo mucrro
hgentes ensayos.
No sería apropiado pasar a otra cuestión sin mencionar a.lgo sobre Laflosof ía
del d.ínero,
ya que su traduccLón al inglés aumenló el at¡activo de la obra de Simmel para
muchos nuevos
teór'icos interesados en la cu.ltura y ia socLedad. Aunque la orientación macrosocral
es más
cla¡a en Lttt6losoJía del dinero, sremple estuvo presente en su obra; lo que se hace patente,
por ejemplo, en su famoso trabajo sobre ra díada y Ia tríada: Simmer p.nr.b. qu. ,igu.,o,
desarrollos sociológicos cruciales se procrucían cuando un grupo fo.mndo por
dos p.rion6
(o díada) se converiía, por La adición c1e un tercero, en
una tríatla; con lo que surgen posrbilidades sociales que no podrían existir en una dÍada, por ejempro, en una tríada
uno de los
miembros puede converlirse en árbitro o mediador de las drferencias entre ios
dos restanles, y lo que es más importante aún, dos de los miembros pueden aliarse
y domina¡ al otro
miembro' Esto representa a pequeña escala lo que puede suceder
.aso clel surgimiento
"n "l
de estructuras de gran escala que se separan delos inc,lividuos y rogran
dominarres.
tr¡orutort;;:i;?ll:.
,;;;i.
Estacuestiónestáenlabasede La.lilosofíadeLdinero:u.rudelusmayorespreocupacio-
ffiJ::i: l;J;j:r:'.Tr"s
nes de si¡-nmel fue el surgimiento, en el mundo moderno, de una economía
moneta¡ia o del
dinero qr-re se separaba del indrvicluo y ro cromrnaba, cuestlón que, a su vez, constituye
parte
de Ltn tema más general y ubicuo en la obra cle Simrnel: la dominación de
la cullu¡a como un
todo sobre el inclivrcluo DescLe su persp€ctrva, en el mundo mc¡derno 1a cultura
y el conjunto
total de sus diversos cornponentes (incluida 1a economía del dinero) se expandía
¡
a
'
te
6edida
que lo hacia, Ia riaporta.cia del individuo decrecía; así, por ejemplo, cua^to
mayor y más
sofisticada se hacía ia tecnología industrLal asociacla a 1a economía moderna,
nlenos rmportantes se volvían ias capacrdades y aptitudes del trabajador individual;
ai final el trabajadÁr se
enfrenta a utra rnaquina¡ra iridustrrai sobre la que apenas puede ejercer control.
En térmrnos
inás generales, Simmel creía que en el rnundo i¡oderno ia expansión
de la cultura conducía
a Lrrra creciente tnsignificancia del incLviduo.
. Aunque los socióiogos concuerdan cada vez más con las anrplias irnplicaciones de la
obra de Simrnel, su primera tniluencia lue sobre toclo a trar,és de los estudios
de fénómenos
sociales a pequeña escala como 1as fbrrnas de interacción ros tipos
de rnteractores.
v
ffir-rgemes de
$.a
:
'0menzo a edit¿r:e r'na "eücta pa-a dilurd;r los conocimientos osico¿n¿liticos.
lnmediatamente
psicoanárisrs comenzó u uriur;*entu,,
oiüsiones
l;t-tl::r-*:'creacjón,
que Freud rom-er
pra
con personas como Jung,
que empezaron a desarrortar,sus propiu,iJu*
","¿i¿,
vlfJnd.rr* propio,
grupos'LaPrimeraGuerraMundialamjnoróeIdesarroLLodel
psicoan¡tisir,perijrr"unt. ladécadade
1920 se expandió y
desarrolló a gran vetocidad. con
.i rrq. del nazismo
et ientro de1 psicoanálisr.s se
trasladó a Estados unjdos, donJe
hasta hoy est¿, pero Freud se quedó en vi"nu
nurtu ra gegada de
los nazjs en 193g, a pesar de
serjudío y ¿. ár. ü, nu.i, lru¡iun quemado sus
rioros'ya en 1933. sóro
tras el pago de un rescate y la iniervención
del presidente Roosevelt, se [e permihó
saLir de Vjena el
4 dejunio de 1938; desde
1923 padecía cáncer del maxilarinferiory
murió de esta enfermedad en
Londres el 23 de sepirembre
de 1939.
ilt¿il'¡oi¡íe pr-l[,iiÍe;;,
socüo[ogía hr"ttárntca
Éí¡.¡r]ii,Li;"1)iiii,1i,
if fl.rr{ii{:irin s*ci¿{
Philip Abrams (1968) sosten,ía
que la rociologí^ brltánlca se conf.ormó
eir el sislo xrlt a partir.
de ires Íirentes qtre a urenudo
.ntr.r',
.o,ifli.to,
poriti.",
..i )nteLiorisnto y ra
evolución social'7 Así, cua'dc
"n
.la.econornia
se fu.cló la socieciad de Sociología cle
Londres en 19c3, exis-
Ya hemos exanrinado el desaL-rollo cle ra socrología en Francia (comte
y Durkheirn) y Aiemanra (Max Weber y Srmmel), y ah.ora anaiizarernos su clesarrollo
paralelo en lnglaterra;
comc veremos, las ideas continentales influyeror-r en la primera scciología
británica,
iniluencjas autócionas ireron aúrr nriís iruportantes.
En 1902' comenzó a c0ngregar
a su alrededor a aigunos discíputos
que se reunÍan en su casa
todaslassemdnas'Hacia.1903o1g04,otros(comocarl
Jung)comenzaronuñriu,.ideasdeFreud
ensusprácticaspsiquiáiricas En1908secetebróelprimercongresoRsicounalti.oyaLañosigu'en-
pero las
Par¡ desarrollos mds Lec¡enres
de la soc)ologra británica, consuite Abrams
et
l.t
n! (l9gL)
líarr diferericias srgnilicatrvas respecto cle ia definición del té¡mino socioLogía; sln embargo,
había pocos que dudaran de la idea de que fuera una ciencia. Estas diferentes perspeciivas
brirlda¡on a la socioiogía británica su carácter pecuirar, por lo que analizarerros brevemente
cacla una de ellas.
individuales, los estadÍsticos no consiguieron percibrr
ra pobreza como un producto de
ra
estructura soclal" No alcanzaron, y probablemente
les habría sido imposible alcanzar, el
corrcepto de victimización estructural" (1968:27)
Además a" r,_r,
-.r'p'romisos teóricos y
metodológicos en el estudio de los rndividuos,
los estadísticos trabajaron demasiado cerca
de los políticos como para llegar a la co'clusión
de q,e el conjunro d¿i;i;;.-. económico
y
polÍtico era ei problema.
Economía potítica
Ya lrer¡os tocado el terna cle Ia econontla pol1tica, ur-ia teoría de Ia
sociedad industrial y
capitalista rastreable en parte hasta la obra de Adam smith (1723,17g0).8 Como ya vimos,
Ia ecor-ror¡ía política ejerció una profuncla inflr-rencia en I(arl Marx, quier-r
la estudió en prolundidad )'la criticó; PeIo no fue ésa la dirección que tomaron los economrstas y
sociólágos
brrtánicos, que tendían a aceptar la idea de Smith de que existía una ,,mano invisible,,
que
rnodelaba ei mercado de trabajo y bienes, considerado como una realidad independiente
que se situaba por encima de los individuos y controlaba su conducta. Los
sociólogos británicos, cor¡ro los economistas politicos (y en contraste con Marx), pensaban que el
mercado
era una f uerza positiva, utla fuente de orden, armonía e integración para la
sociedacl. Como
contemplaban el mercado' y más generallnente a la sociedad, desde una visión positiva,
la
tarea de los sociólogos no consistía en cntícar a la sociedad, sino simpiemente
en reunir
los datos sobre ias leyes que la regían: su meta era proporcionar ai gobierno
los hechos que
requería para comprender cómo operaba el sistema y dirigir su funclonamiento
sabiamente.
Se destacaban los hechos, pero
¿de qué hechos se trataba? Mientras Marx, weber,
Durkheim y Comte estudiaron las esiructuras de la sociedad para explicitar sus hechos
básicos, los pensadores británicos tendíar-r a enfocarse en los individuoslue construyeron
esas
estructuras. Para estudiar las estrucluras de gran escaia tendían r.".oga,
datos indivrduales
1' a cornbinarJos para obtener una descripción colectiva. A mediaclos áei siglo xrx,.los esta,
dísticos dorninaban la ciencia social británica, y la principal tarea de la sociología
era este
tipo de |ecolección de datos. El objetivo consistía en la acumuiación de hechos;'puros,,sin
leorizar o filosofar' Estos soclóloeos empíricos se desentendieron de las preocr-rpaciones
de
ios teóricos sociales; en lugar de teorizar, el "énfasrs se ponia en el esfuerzo por producir
ir-idicado¡es más exactos, n'iejores n-réiodos de clasificación y recolección
de clatoi, el perféccionamiento de las tablas de vida, el logro de mayores niveles de corLparabilidacl
entre
cLrerpos discretos de datos, ,v otras cuestiones similares,, (Abrams,
i96g:18)
Casi a su pesar, estos sociólogos orientaclos hacra la esiadística Llegaron a er')contrar
ciertas lirnitaciones ell su enloque y unos pocos comenzaron a sentir la necesidad
de un
rna,vor esiuerzo de leorización; para eilos, un problema como el de la
pobreza apuntaba ha_
cla lOs fallos del stslelna de mercaclo y de 1a socredad en su totalidacl, p.ro.or-r-,o
la r-¡ayoría
se habja concenrrado en el rndividuo, no se cuestionó el sistema
en su con;unro srno que se
dedicó a realizar estudios de canrpo n-rás detallados y a desarrollar técnicas
estaciÍsticas rnás
conrplicacLas v exactas. Desde sr-r pur-rto de vista Ia firen¡e del problema
resiclÍa e¡r la utilización cie méioclos inadecuados de rnvestigación, no en e.l con;ur-rto del srsten-ra,
corno phiiip
Abran'is escLibió, ''Al concentrarse insistenienlente e11 la dislribución de
las circunstancias
Arneliorismo
Relacionada con la economía política, aunque
distinta de ella, encontramos la segunda
ca,
racteristica definitoria de la sociología britá.ica:
el ameliorismo o deseo de soluciona¡
ios
problemas sociales mediante la refoLma
de los indiv.icluos. Aunque los estudiosos
británicos
comenzaron a reconocer la existencia de problemas
en la sociedad (p. ej , la pobreza), aún
creían en esa sociedad y deseaban pr"seruurla;
querían prever la,rioi.n.i. y ra revorución,
y reformar el sistema sin alterar sr-resencia;
sobre todo, deseaban evitar la llegada de u.a
sociedad socialista. Así, ar igual que ra
socioiogía f¡ancesa y argunas.r-., au ra alemana,
la
británica tenía una o¡ientación básicamente
conservadora.
Puesto que los sociólogos británicos no podían
o no querían ide¡tificar a la fuente de
los,problemas como la pobreza a ia
sociedad.orto un todo, la fuente tenía que estar e'
los
individuos mismos, ro que constituyó una
forma temprana de lo que más tarde wilriam
Ryan (1971) llamó "echar ia cuipa
a la víctima'l se dedicó no poca atencior, u
una larga serie
de problemas individuares: "igntrancia,
pobreza espiritual, impureza, farta de higiene,
men_
dicidad, c¡imen e inmoderación, sobre
iodo inmoáeración,, (Abramr, reos,:s¡ En efecro,
existÍa la tendencia a pensar que
los males sociales se debían. un" ,i,-ri.u causa y1a
rrrás
sugerente de todas era el alcoholismo,
que para los ameiioristas era una causa perfécta
pues
s,e rrataba de una patologia
individual. no socral: los partidarios del ,-elioL.,s,no
careclan
de la esrrucrura sociar, una teoría ,obr. i"s
causas sociare, á"
problernas
fl:il:jn:'
Evo{.ución sociaI
Pero ut-ia percepclón rnás prcfunda
de la estfuctura social se ocultaba bajo la
superficie cle la
sociologÍa briiánica, v e'rergió a finaies
del siglo xlx con el nacimiento dái interés pnr
Ia evoIución socíal (Ntaryanski,2005;
Sanderson, zóoi¡ Una rmportante infruencia
fue ra ob¡¡r de
Auguste Comte
-parte dela cual habia sido traáucida al inglés por Har-riet Martineau en la
década de 1850 (Hoecke' Dri,sdale,
2o0o)-; aunque su obra no susciró u. lnterés inmedrato,
durante el último cuarto del siglo
argunos pá.,rrao=r., se sintier.on atraídos por
su preocLrpa,
ción por ias g|andes estrucluras
de la sociedad, su orientación científica (posrtivista),
su tend^encia a la cornparación y
su teorÍa evolucionrsta. con rodo, algunos pensadores
británicos
se.lc¿Jilindlon erL su propi:t conccpcrón
del mundo rn opoqlctón o algunos dc fos
e.<.esos de
ta teoria corntiana (p.
ej., ia tende¡-icia a elevar ia sociología aL esratus
i.
ru ."i,gion;
Desde el pr-inlo de vista de Abrarrs, la
iinpoL-taucia real de Comte consistÍa en
que pro,
porcio.ó una cle 1as bases
sobre La que podia
la oposlción .on,ro
opresivo
de HeLbert Spe'cer" (AbLams,
"rigir..
i968:58). Tanto eu sentido posirivo como"i;".piritu
negativo,
Spencer
¡ue Lrna frgura domr.a,rre
de Ia teor-ía sociorógr..
'Gerlet¡lrrenle a Sllllth
se le consider¡ una cie las principales liqriras de Ia lluslració¡r
escocesa (Chirrrrs, 1976;
Slv¡donl' l[)05) )' ulio de los rnor¿listas escoceses (Schneicler. t967rxi), quienes
se esfbrzaron por establecer los
iunil¡tren¡o: dc
"ro,
l.r sr:'cioloqi¡
evolucióu (J. Turr.ie¡ 2000,
,'
V¿
urii¿"l.l.l;;;;;;*;;..
2OO7).
Ir. r. r.urin ¿"
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Ei aumento del tamaño de la sociedad conlleva el crecimiento de las estructuras
sociaies v
su mayor diferenciación, así como el aumento de la diferenciación entre ias
funciones que
realzan. Además del aumento de tamaño, ias sociedades evolucionan a través
de la corn,
posición, es deci¡ mediante ia unificación de más y más grupos adyacentes.
Así, Spencer
habia de un movimiento evolucionista desde las sociedadÁ más simples
a las compuestas,
ias doblemente compuestas y las triplemente compuestas.
Spencer también nos ofrece una teoría de la evolución desde las sociedades
combativas
hasta las sociedades inrlustriales: las sociedades combativas más antrguas
se caracterizaban
!
Para comprender las ideas de Spencer (Haines, 2005; l. Turner, 20A7;vea tarnbién el capítulo
5) es útil compararlas ), contrastarlas con la teoría comtiana.
Spencer V Comte
A Spencer se ie suele estudiar junto
a Col¡te debido a la influencra que ambos ejercreron en
el desarrc-¡llo de La teoría soclológrca (i. Turner,2001a), pero existen rmportantes diferencias
entre ambos; por elemplo, es rnás fácii calificar a Comte de conservador que a Spencer, que
de hecho en su juventr-Ld [ue poJrticaLnente libera] y durante toda su vida mantuvo algunas
posturas liberales; sin ernbargo, también es cierto que con ios años se hizo más conservador
y que, como en el caso de Comle, su influencia básica era conservadora.
Una de sLls posturas liberales, que coexistió no sin drficultad con su conservadurismo,
fue su aceptación de la doctrina del Lnissez-faire: pensaba que el Estado no debÍa intervenir
en los asuntos individuaies, excepto en el caso de la muy pasiva función de la protección de
las personas. Lo que significaba que Spence¡ a diferencra de Cornte, no tenía rnterés por las
reformas sociales: deseaba que la vida socrai se desarrollara libre de lodo control externo.
Esta diferencia hace que Spencer sea considerado un darwinista socíaL (G. Jor-res, 1980;
Weiler,2007a); col¡o tal, sostenía la idea evolucionista de que el rnundo mejoraba progresivamente, por Io que se le podía dejar marchar por sí solo: una interferencia externa só]o
podía empeorar Ia srtuación. Spei-rcer adoptó la idea de que las lnstituciones sociales, como
ias plantas y los animales, se adaptaban progresiva y positivamente a su entorno social (fue
Spencer quien acuñó la f¡ase de "la supervivencia dei rnás apto" varios años antes de Ia apa¡ición cle la obra de Darwin sobre la seiección natural), es decir, libres de una intervención
externa, ias personas "aptas" podrían sobrevivir y multiplicarse mientras que los "no aptos"
tenclerÍan a extinguirse. Otra diferencia es que Spencer hacía hincapié en el individuo mientras Cornte se cen[raba en unidades mayores como la fam.ilia.
Cornte y Spencer cot-npartían con Durkheim y otros el compromiso con una ciencia de
la sociología (Haines, 1992), una perspectiva mlry atractiva para los primeros teóricos. Otra
influe¡rcia de la obra de Sper-rcer, cornparlida tanlo por Comte como por Durkheirn, era su
tendencia a considerar a la sociedad como un arganismo'. perspectiva y conceptos que tomó
de la biología. Le interesaba la estructura general de Ia sociedad, la interreiación entre las
partes dé.la sociedad, y Iasfunciones que cada parte cumplía para las dernás y para e.l sistema
corno una totalidad.
Y lo que es más irnportante, Spencer y Comte compartían una concepción evolucionista del desarrollo histórico, a pesar de c¡,re el primero criticara la teoría de ia evolución del
segundo aductendo varias razones: rechazaba, específrcamente, Ia ley de los tres esladios de
Comte, pues pensaba que se había confbrmado con analizar la evolución er-r el reino de las
rdeas, en términos de su desarrollo inlelectual. Spencer, sin ernbargo, se esforzó por desarroIlar una leoría de la evolrLción del mundo real y material.
por estar estructuradas para afrontar un estado de guerra ofensivo y defensivo.
Aunque
Spencer era crítico del estado de guerra, pensaba que, en un primer estadio,
era funcional
para mantener unidas a las sociedades (a través, por ejemplo, de la
conquista militar) y
poder crear los grandes agregados de personas que requería ei desarrol.lo
de la sociedad
industrial; sin embargo, con el nacimiento de esta sociedad dicho estado
de guerra deja de
ser funcional e impide el proceso de evolución. La sociedad industrial
se basa en la amistad,
el allrulsmo, la especialízación, el reconocimiento de los logros de las
personas y no de sus
características innatas, y en la cooperación voluntaria entre individuos
iltarnente disciplinados Esta sociedad se mantiene unida mediante relaciones contractuales voluntarias
y, lo que
es más rmportante aún, mediante una fuerte rnoraicomún.
La función del gobierno se limita
a lo que las personas no deben hace¡ obviamente las modernas
sociedade"s industriaies tienen menos propensión a la guerra que sLls predecesoras combativas.
Aunque Spencer afirma que existe una evolución general en la dirección que llevan ias sociedades
industriales,
también reconoce que es posible que haya regresiones periódicas hacia
ei estado de guerra
y las sociedades más combativas.
En sus escritos sobre ética y política nos ofrece otras ideas sobre la evolución
de la
sociedad; por una parte, considera que la sociedad progresa hacia
un estado moral ideai o
perfecto, ypor otra, manifiesta que las sociedades más aptas
sobrevivirán mientras se dejará
morir a las no aptas; el resultado de este proceso es un aumento progresivo
de la adaptación
al mundo e11 su conjunto.
Así, Spencer ofreció rLn con.junto rico y variado de ideas sobre la evoiución
social. Como
veremos, al principio sus ideas disfrr,rtaron de un gran
éxito, más tarde fueron rechazadas
durante años y recienlernente han vuelto a ser aceptadas con
el nacimiento de las nuevas
teorías sociológicas de Ia evolución (Buttel, 1990).
Reacción contra Spencer en Gran Bretaña
A pesar de su énfasis en el indrvicluo, Spencer fue más recor-rocido
por su gran teoría
cie
la evolución social, en la que se enfrentaba a ia
socioiogía que le habia precedrdo en Gran
Brelaña; sin ernbargo, la reacción contra Spencer-se
basó más en l" amerr^za que planteaba
su.idea de la supervivencia del más
apto a un ameliorismo tan querido por la mavoría de ios
Primeros sociólogos británicos. Arrnque más tarde repudió algúnas de sus ideas
más ofensivas, se reaflrmó en su filosofía
de la superl,rvencLa del n-rás apto y se mantuvo en conira de
la rntervención del gobierno
y ia relorrna social:
Teoría evo[.ucionista
Err ia obra dt'Spencer es posible rdentificar al r-nenos dos grandes perspectivas evolucionisias (Haines, 1988; Perrin, 1976).
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rtlrles" l,a t-i¿'tturttltza se esiirerza en..)r'nr,.rnrente por irlcelLe:i
ciersaprrrt <.c,r, por lir.¡riar. t,l
lLn
l-a prtmera se reliere sobre loclo al tamaito creciente de la sociedad, que crece ia11to
por la rnr-rlliplicación de los individuos como por la unrón de los gLupos (composiciór-i).
lrLrnd() de ellosy por ciejar espacro pala los trejcres... Si
. \,ri r.,LrHfen, r ys It' n,.ioL r-lLlP ¿.iis4.1.
nr-; sou
sLLhcietttenlenle (ap¿rces
social, a la vez que constituyó la influencla más imporiante de Pareto sobre el pensamrento
de Parsons. Entremezclada con otras ideas similares de los defensores de la irnagen orgánica
de la sociedad (p. ej., Comte, Durkheim y spencer), la teoría de Pareto luvo ur.r papel central
en el desarrollo de la teoría de Parsons ¡ en términos más generales, en el funcionalismo
estructura L
Aunque actualmente pocos sociólogos leen la obra de Pareto, ésta puede contempiarse
como un rechazo de ia llustración y del marxismo, y ofrece una teoría eLitista del cambio
social que se opone a la perspectiva marxista.
cle
(sperrcct, cit¡rclo err Abtanrs, 1968:7¡ll
Estos sentimientos se oponíar-i claramente a la orientación del ameliorismo de los sociólogos. r'eiormadores bri tánicos.
Fn{rrcipa[es figuras de [a socno[ogía'ita[iana
ffiesarrolto del rnarxfs$.llCI eur"opeo en e[ camh'¡o de siglo
Pcidemos lerminar este esbozo de La lemprana y fundamentaimente conservadora teoría
sociológica europea con una breve mención de ul-r destacado sociólogo italiano, Vilfredo
Pareto (1848,1923), quien fue influyente en su época, aLrnque es mínin-ra su relevancta contemporánea (para una excepción vea Powers, 1986): hubo un breve brote de ittterés por su
obra (1935) di-rrante Ia década de 1930, cuando el principal teórico estadounidense, Talcott
Parsons, deciicó la misma atención a Pareto que a Weber y Durkheim; sin embargo, durante
estos úitim<¡s años, y a excepción de algunos de sus grandes concePtos, su irnportancia y
relevancia han menguado (Femia, 1995).
Zeitlin arguye que Pareto desarrolló sus "grandes ideas con-io una refutación de Marx"
(L996:I7I); de hecho, rechazaba no sólo a Marx sino también una gran parte de ia 6losofía
Mientras muchos soció.logos del siglo xrx desarrollaban sus teorías en oposición a Marx,
se producía un esfuerzo simultáneo de varios marxistas por clarificar y ampliar Ia teorÍa
ma¡xista. Más o menos entre 1875 y 7925 se produjo rnuy escaso contacto entre marxismo
(Beilharz, 2005c; Steinmetz,2007) y socioiogía (weber constituye una excepción) Las dos
escuelas de pensamiento se desarrollaron paralelamente con escaso o ningún rntercambio
entre ellas.
Tras la muerte de Marx, la teoría marxista estuvo inicialmente dominada por quienes
entreveÍan en ella un determinrsmo económico y cientÍfico (Bakker, 2007), etapa a ia que
\l/allerstein denomina Ia época del "marxismo ortodoxo" (1986:130i). Friedrich Engels, benefactor y colaborador de Marx, le sobrevivió y puede ser considerado ei primer exponente
de esta perspectiva, que, en lo fundamental, postulaba que Ia teoría cientÍfica de Marx revelaba las leyes económicas que regían el mundo capitalista; leyes que apuntaban hacia el colapso inevitable de dicho sistema. Los primeros pensadores marxistas, como l(arl l(autsky,
se afanaron por comprender mejor cómo operaban esas leyes; sin embargo, seinejante pers
pectiva pianteaba varios problemas: parecía excluir la acción política, piedra angular de la
postura de Marx, es decir, parecía no requerir ia actuación cie los individuos y, especialmente, de los trabajadores; así, el sistema se clesn-roronara Lnevi[ablemente y todo Io que debian
hacer era sentarse y esperar su desapariciól-r. En e.l nivel teórico, el marxismo determinista
parecía exclui¡ ia relación dialéctica entre los rndividuos y las grandes estructu¡as sociales.
. Estos problemas produjeron una ¡eacción entre los teóricos marxrstas y condujeron al
desarrollo del "marxismo hegeliano" a principios del decenio de 1900. Los marxistas hegelianos se negaron a reducir al marxtsmo a una teoría científica que ignoraba el pensamiento y
la acción del individuo, se les llamó marxístas hegelianos porque se esforzaron por combi¡ar
el interés de Hegel por la conciencia (que algunos, como ei autor de este libro, creen que
Marx compartía) con el interés de los determrnistas por las estructuras económicas de la
sociedad. La importancia de los teóricos hegelianos se debió tanto a razones teóricas como
de la Ilustración, por ejemplo, mientras los filósofos de este movimiento hacíat-i hincapié en
la racionalidad, él subrayaba la función de faclores no racionales como los instintos humanos (Mozetic y Weiler, 2007); énfasis ligado a su rechazo de la teoría marxista, es decir, como
r-ro racionales eran tan importantes e inalterabies, no era realista
esperar que se pudiesen introducir cambios sociales drásticos rrediante una revolución económica.
Pareto tambtén desarrolló una teoría del cambio social en agudo contrasle con ia teoría
marxisla, que se cenlraba en el papel de las ntasas, en tanto que el primero proponía r-rna
teoría elitista del can'rbio sociai qr-re sostenía que }a sociedad estaba inevitabLemenle dominada por una pequeña elite que operaba según los intereses ilust¡ados (Adams, 2005), la cual
dirigía a unas nlasas sojuzgadas por fuerzas no racionales, que como en el sislema de Pareto
carecen de capacidades racionales, no pueden llegar a constituir una fuerza revolucionaria.
El cambio social se produce cuando la élite comienza a degenerar y es sustituida por una
nueva éiite procedente de otra no gobernante o de los elementos sobresalientes de ias masas;
ya instaiada ia nueva élite en el pode¡ el proceso comienza de nuevo. Así, nos encontramos
con urla teoria cíclica del cambio sociai en lugar de las teorías direccionales de lvlarx, Comte, Spencer y otros; además, la teoría del carnbio de Pareto ignora la condición de las rrasas:
las élites llegan y se van, pero el grueso de la masa permanece inalterable.
Sin embargo, esta teoría no constituye la contribucrón de mayor trascendencia que Pareto hiz-o a la sociología; lo que más ha perdurado es su concepción cieniífica de ]a sociología y del mundo social: "Desec¡ construir un srstema de sociología siguiertdo el modelo
los factores instintivos y
prácticas:
"
la nrecánrca celeslial [astronornía], la físrca y 1a química" (ciiado e¡i Hook, i965:57). En
resLllrien, Pareto concebía ia sociedad coirro un slstema er-r equrilrbrio, ult todo constituido
por parles inlerdependientes; un cambio en rrna de las partes ocasron¡rba mocltñcaciones en
otras p:rrtes del sLstema. La concepciórr sistémica que Pareto tenía de la sociedad fue Ia razón por la que Parsons le dedicó tanta atención a su obla de 1937, Lrl estrLLctura tLe la ncctón
cle
"
En el nivel teórico reafirmaron la rmportancia del individuo, la conciencia v la rel¿rción
entre el pensamiento y la acción.
En el práctico, subrayaron la importancia de la acción individual para provocar la revo-
lución social.
El principal exponente de este punto de vista frLe Georg Lukács (Fischer, l9B4; Markus,
2005); según Martin Jay, Lukács íue "el padre funclaclor c]el rnarxismo occidental"
y su obra
l'8