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Atención prehospitalaria del paciente politraumático Asistencia prehospitalaria a las víctimas de un incendio. Las quemaduras.1ª parte Bea Fusté Diplomada Universitaria en Enfermería Máster en Asistencia Integral en Urgencias y Emergencias por la UAB Colaboradora Docente del Instituto de Estudios Médicos (IEM) En anteriores artículos sobre “Asistencia prehospitalaria del paciente politraumático” hemos descrito los elementos claves del abordaje inicial, o valoración primaria, insistiendo en la necesidad de ser sistemáticos. Con el presente artículo pretendemos dar continuidad inaugurando una serie de revisiones científicas sobre los elementos más significativos del mecanismo lesional en el trauma grave. Por coherencia con el público mayoritario de esta revista, comenzaremos con el trauma térmico valorando a este tipo de paciente, y su entorno, desde una perspectiva integral. En concreto, hablaremos de asistencia prehospitalaria a las víctimas de un incendio y dentro de este tema, en primer lugar, trataremos sobre las quemaduras. L as quemaduras y el síndrome por inhalación de humo (SIH), que encontraremos a menudo asociados, son las patologías más frecuentes que se presentan en las víctimas de un incendio. La gran mayoría de los muertos encontrados en el lugar mismo del incendio son víctimas de la agresión directa del humo y no de las llamas. Tanto en los primeros momentos como más adelante, ya dentro del hospital, la intoxicación por humos incrementa la mortalidad del paciente quemado entre un 20 y un 60%. En un próximo artículo entraremos más a fondo en el SIH. Son numerosos los casos producidos por quemaduras en nuestro país por diferentes etiologías. Un número considerable comporta la hospitalización. Se calcula una incidencia aproximada de 54 E112 • Enero 2012 • Nº 91 una persona por cada 10.000 habitantes y año, que necesita ingreso hospitalario por quemaduras en España. Las causas principales de los grandes quemados son los accidentes laborales, de tráfico o los incendios, aunque a lo largo del año los cirujanos plásticos tratan un importante número de pacientes con quemaduras banales producidas por escaldadura de líquidos calientes, por el manejo de instrumentos eléctricos, etc. cuidado de esta patología y que tratan alrededor de 700 pacientes graves por año. Se encuentran en Madrid, Valencia, Bilbao, Sevilla, La Coruña y Barcelona. Los niños acostumbran a padecer un mayor número de quemaduras entre los 2 y los 4 años. El lugar más frecuente donde se producen es en el propio domicilio y más concretamente, en la cocina (gráficos 1, 2 y 3). Dado el número de unidades disponibles y la restricción de camas en cada una de ellas, existen rigurosos criterios de acceso para los pacientes. En un principio, en teoría, los usuarios de las Unidades de Grandes Quemados son adultos que presentan quemaduras agudas en el 20% de su cuerpo. En el caso de niños o ancianos, y de adultos que tengan además alguna patología asociada –cardiopatías, bronquitis o diabetes, entre otras– la superficie en la que la quemadura resulta crítica desciende hasta un 10% o menos. En la actualidad, existen en España nueve Unidades de Grandes Quemados que se dedican de forma específica al El concepto tan utilizado en el ámbito sanitario de “gran quemado” es posiblemente inapropiado y se propone una Gráfico 1. Estadísticas de incendios. Fundación MAPFRE-APTB Gráfico 2. Estadísticas de incendios. Fundación MAPFRE-APTB Gráfico 3. Estadísticas de incendios. Fundación MAPFRE-APTB denominación más cuidadosa que recoge otros factores que condicionan la gravedad de la quemadura. En concreto se propone “quemado crítico”. mite la pérdida de líquido y del control de la temperatura, procesos que pueden conducir a la muerte del paciente. (radiadores de automóviles, cafeteras, calderas industriales). En el presente artículo se pretende dar a conocer a los profesionales de la emergencia una propuesta de protocolización del manejo prehospitalario integral de estos pacientes procurando incluir las novedades más recientes y las nuevas tendencias terapéuticas al respecto. LA PIEL. ANATOMÍA Y FUNCIONES La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, que lo rodea y constituye con él una barrera entre el medio interno y el externo. Consta de dos capas: •La epidermis, que es la capa más externa, resistente e impermeable. •La dermis, que es la capa más profunda y que contiene diversas estructuras como los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas, las glándulas sebáceas, los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas. Por debajo de la piel existe el tejido celular subcutáneo, de contenido adiposo, y a continuación en profundidad encontramos la fascia que cubre la musculatura. La piel cumple tres funciones principales: •Protectora: preserva los tejidos de todo tipo de lesiones, evita la evaporación excesiva del agua y protege al organismo contra gérmenes patógenos. CONCEPTO DE QUEMADURA Denominamos quemadura a la lesión tisular producida por el efecto de una temperatura elevada sobre el organismo. El resultado de la lesión será proporcional al grado de temperatura y al tiempo de exposición, o contacto del organismo, a agentes físicos, químicos, y eventualmente biológicos, que producen alteraciones que varían desde el eritema a la destrucción de las estructuras afectadas. La rápida destrucción del tejido cutáneo y la importante pérdida de líquido diferencian las quemaduras de otras lesiones tisulares. CLASIFICACIÓN DE LAS QUEMADURAS Según su etiología o agente causal: Quemaduras térmicas •Llama directa: lesión producida por el contacto directo con el fuego (incendios, cocinas, gases inflamables, etc.). •Líquidos calientes: quemaduras por contacto con líquidos a altas temperaturas. Son los llamados “escaldamientos” (agua hirviendo, aceite caliente, etc.). •Vapor a presión: quemaduras provocadas por vapores calientes a presión •Radiaciones: quemaduras producidas por una fuente de calor dispersa, como las provocadas por la exposición prolongada de la piel al sol, por estar cerca de una fuente de calor, etc. •Sólidos calientes: lesiones por contacto directo con objetos sólidos a altas temperaturas (tubos de escape, planchas domésticas, cocinas, etc.). Quemaduras eléctricas Todas son críticas y acostumbran a ser más graves de lo que parecen a primera vista. La extensión cutánea no es indicativa de las lesiones internas. La corriente eléctrica sigue un trayecto por dentro del cuerpo. Se visualiza una lesión de entrada y a veces –no siempre– una lesión de salida por donde deja daños (ver foto 1). La magnitud de estos daños dependerá de lo siguiente: •Amperaje (intensidad). Provoca desde dolor hasta convulsiones. •Voltaje. Causa real de la quemadura, con lesión de entrada y a menudo también de salida haciendo el trayecto por dentro del organismo. •Resistencia. Una mano húmeda ofrece entre 10 y 100 veces menos resistencia al paso de la corriente que •Regulación térmica: actúa como aislante y colabora en el control de la temperatura corporal. •Sensitiva: Transmite la información del medio ambiente al cerebro mediante sus terminaciones nerviosas, con los estímulos del tacto, dolor y temperatura. Cualquier ruptura de la piel destruye esta cobertura protectora y permite la invasión bacteriana y la infección, per- Foto 1. Lesiones de entrada y salida en quemaduras eléctricas en niño de 2 años. Foto IEM E112 • Enero 2012 • Nº 91 55 Es conveniente tener estandarizado un sistema de activación y/o comunicación específico con la unidad de quemados l una mano seca. El hueso es el que ofrece la máxima resistencia (en función de su bajo contenido en agua), y por orden creciente tenemos la grasa, tendones, piel, músculos, vasos y nervios. •Tipo de corriente: –Continua. Produce destrucción masiva de tejidos, necrosis de vísceras, IAM, parálisis tetánica de músculos respiratorios e inhibición reversible de los centros respiratorios en el bulbo. –Alterna. Generalmente de bajo voltaje y de uso doméstico. Puede producir alteraciones del ritmo cardíaco. –Arco voltaico. Ante la corriente eléctrica de voltaje muy elevado, este puede vencer la resistencia del aire en razón de 2 a 3 cm por cada 10.000 voltios y describir un arco hacia la persona más próxima sin necesidad de entrar en contacto directo con la fuente de energía. –Fulguración. Producida por una descarga atmosférica (rayo) de unos 10.000 voltios/cm y entre 1.000 y 500.000 amperios en un tiempo aproximado de 5 a 500 microsegundos. Los mecanismos de lesión son cuatro: – Impacto directo. La persona se comporta como una “toma de tierra” del rayo, que entra frecuentemente por la cabeza y da lugar a una mortalidad muy elevada. – Flash. El rayo es desviado por otro objeto. Es el más frecuente. También produce una lesión grave. – Corrientes desde el suelo. Se genera una diferencia de potencial entre las piernas y el suelo. Puede aparecer el fenómeno “flash over”, donde el rayo viaja por la superficie de la víctima incluso respetando los tejidos corporales, quemando las ropas y vaporizando la piel, sin paso de corriente dentro del cuerpo. – Onda de shock. El calentamiento o la expansión del aire producen un daño tisular comparable al que genera una explosión. seco, porque si estas sustancias se mezclan con agua forman un líquido muy corrosivo. Otras quemaduras •Fósforo Son propias de personal militar y de manipuladores de explosivos y material de pirotecnia. El fósforo inorgánico entra en ignición espontánea a 34ºC y su acción lesiva es doble: química y térmica. •Radioactividad Producidas por contacto con radiaciones nucleares (radioterapia excesiva, radiaciones de origen bélico, laborales del personal que trabaja con isótopos nucleares, etc.). Según su profundidad Según la profundidad distinguimos: En general, todas las quemaduras eléctricas dependen de la duración del contacto y del recorrido de la corriente y pueden producir paro cardiorrespiratorio (PCR) con fibrilación ventricular (FV). Quemaduras de 1er grado o epidérmicas Afectan exclusivamente a la epidermis. Quemaduras químicas Pueden ser producidas por ácidos o alcalinos fuertes. Además los productos químicos pueden dar lugar a otros efectos como intoxicaciones, asfixias, irritaciones, reacciones alérgicas, etc. Edema: leve en zonas susceptibles (párpados, labios, cara…). Todas son críticas y provocan necrosis severas. Es importante identificar el agente casual. Los alcalinos son más lesivos que los ácidos. Conceptualmente y como norma básica tenemos que hacer un lavado por arrastre con abundante agua, todo el tiempo que haga falta, hasta eliminar el agente. Normalmente el tiempo aconsejado es de unos 20 minutos. Son excepciones la cal viva o sosa cáustica. En estos casos se recomienda eliminar previamente el polvo en QUEMADURAS DE 1er GRADO Color: rojo intenso (eritema). Exudado: no. Sensibilidad: hiperestesia (dolor con el roce o contacto con la ropa). Dolor: molestias, incomodidad y sensación de picor. Tacto: piel seca y caliente. Evolución: curación espontánea en 4-5 días sin secuelas. Ejemplo: quemaduras por exposición a rayos ultravioleta, llamaradas poco intensas (foto 2). Quemaduras de 2º grado o dérmicas Estas pueden ser superficiales o profundas. Superficiales: afectan a la epidermis en su totalidad y parcialmente a la dermis, y producen una separación entre las dos capas. El espacio resultante se llena de líquido plasmático de color amarillento. Color: rojo intenso, ocasionalmente blanco nacarado. Exudado: abundante con flictenas (ampollas). Edemas: siempre. Sensibilidad: hiperestesia. Dolor: más dolorosas que las anteriores. Foto 2. Quemaduras de 1er grado 56 E112 • Enero 2012 • Nº 91 Tacto: húmedo y liso. Evolución: curación total en 8-10 días con el tratamiento correcto. Ejemplos: los escaldamientos, electricidad de BV. Profundas: afectan a la epidermis y dermis en su totalidad, conservando algunos folículos pilosos y las glándulas sudoríparas. Color: rojo intenso, ocasionalmente blanco nacarado. Exudado: normalmente sin flictenas. Edema: siempre y más intenso. Foto 3. Quemaduras de 2º grado Sensibilidad: hipostesia. Dolor: poco dolorosas por destrucción importante de terminaciones dérmicas sensitivas. QUEMADURAS DE 3er GRADO Tacto: húmedo y liso. Evolución: reepitelización completa frecuente con medidas no invasivas en 10-15 días. Si la duración es superior, por encima de 15-20 días, sin haber cicatrizado de una forma correcta, la reepitelización puede ser de mala calidad con retracciones y queloides. En este supuesto necesitaríamos tratamiento quirúrgico. Sobreinfecciones con facilidad. Ejemplos: quemaduras por llama directa e intensa, estallidos, electricidad de BV. Para una clasificación más precisa, y con el objetivo de diferenciar una quemadura dérmica superficial de una profunda –diferenciación que con frecuencia resulta complicada– existe una prueba suficientemente orientativa: la tracción de un folículo piloso con unas pinzas. El folículo se desprende fácilmente en las quemaduras dérmicas profundas y es más difícil en las dérmicas superficiales (foto 3). Quemaduras de 3er grado o subdérmicas Estas también pueden ser superficiales o profundas. Superficiales: afectan a la epidermis, dermis y tejidos subcutáneos, como mínimo. Color: desde el blanco nacarado al negro carbón (escaras oscuras o carbonizaciones), ocasionalmente rojo intenso. Exudado: muy abundante, aunque algunas veces es difícil de observar. Edema: variable por la destrucción tisular. Sensibilidad: anestesia. Foto 4. Quemaduras de 3er grado Dolor: sin dolor por destrucción total de las terminaciones nerviosas sensitivas dérmicas. Tacto: seco, rugoso. Espalda Pierna derecha Pierna izquierda Genitales 18% 18% 18% 1% Evolución: mala. Necesitan siempre tratamiento quirúrgico. Ejemplo: quemaduras eléctricas de AV. Profundas: son las quemaduras que sobrepasan el estrato dermoepidérmico y provocan daño evidente en las estructuras más internas, tejido adiposo, tendones, músculos e, incluso, estructuras óseas. Las características son similares a las anteriores (foto 4). Según su extensión Cuanto más extensa sea el área quemada, peor es el pronóstico y mayor la gravedad de la quemadura. Existen dos métodos para su valoración: •La regla de los 9 o de Wallace para los adultos, modificada para los niños, nos determina el % de Superficie Corporal Quemada (% SCQ). Cabeza y cuello9% Brazo derecho Brazo izquierdo Tórax y abdomen 9% 9% 18% •La regla del 1, más práctica y utilizada a nivel prehospitalario, nos indica que la palma de la mano del paciente corresponde a un 1% de la superficie corporal total. A pesar de ser uno de los parámetros más importantes de gravedad de la lesión, la SCQ no es el único factor que determina el pronóstico del paciente quemado l En la siguiente parte de este artículo se detallará la fisiopatología de las quemaduras asi como su tratamiento. E112 • Enero 2012 • Nº 91 57