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“Estudio de Romanos”
Ps Alex Donnelly
“LA JUSTICIA DE DIOS”
TEXTO: Romanos 10
Este capítulo comienza con otra declaración de Pablo, de su afecto por los judíos (v.1). En
realidad, Romanos 10 es una continuación del argumento que Pablo comenzó en Romanos 9:3033. El tema central de este décimo capítulo es: La única justicia que vale ante los ojos de Dios
es la que Dios concede al hombre que confía en Él.
La temática de Romanos 10 es muy importante dentro de toda la carta a los Romanos, porque
nos explica cómo la fe opera en el hombre para su justificación, y cuál es el origen de esta fe
que lo justifica.
ANÁLISIS
a. La razón por la cual los judíos "tropezaron" fue que ellos, en vez de confiar en Dios,
quisieron establecer su propia justicia (v.1-4).
b. El contraste entre la justicia que viene por las obras de la ley, y la que viene por fe en Dios;
Pablo cita el Pentateuco (v.5-8a).
c. Pablo explica cómo la fe opera en la vida del hombre para que éste sea justificado ante Dios
(v.8b-13).
d. Pablo explica el origen de la fe que justifica al pecador (v.14-17).
e. Si los judíos escucharon la palabra de Dios, ¿por qué no creyeron? (v.18-21)
EXPOSICIÓN
a. La Explicación del "Tropiezo" de Israel (v.1-4)
Estos versos son una continuación de Rom 9:30-33, donde Pablo comenzó a explicar por qué
Israel no alcanzó la justificación (= salvación). El problema era que Israel, en lugar de poner
su fe en Dios, intentó obtener su propia justificación, por medio de las obras de la ley (Rom
9:32).
Pablo explica que a pesar de tener un gran "celo de Dios" (es decir, un fervor espiritual por las
cosas de Dios), los judíos no entendían bien las cosas (v.2). Pablo afirma que los judíos
IGNORARON la justicia de Dios (v.3a). La pregunta que surge es, ¿fueron ellos culpables de
esta ignorancia? A primera vista uno pensaría que no, porque el A.T. había dicho repetidas
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veces que el hombre que cumpliera la ley, viviría por medio de ella. En el v.5 Pablo cita Lev
18:5 (ver también Neh 9:29; Ezeq 18:5-9; 20:11).
Sin embargo, el hecho de que Pablo diga en v.3 que los judíos "no se SUJETARON a la justicia
de Dios" implica que él los consideraba culpables por esta falta de entendimiento en cuanto a
cómo ser justificados delante de Dios. Esta falta de entendimiento constituía parte de la
rebeldía de los judíos contra Dios (comparar 2 Cor 3:14-15).
En otras palabras, Dios dio la ley a Israel, no para que los judíos establecieran su propia justicia
ante Dios, sino PARA DEMOSTRARLES QUE NO PODÍAN ESTABLECER SU PROPIA
JUSTICIA (ver Rom 5:20; 7:7-11). Ellos deberían haberse dado cuenta de que no podían
cumplir la ley. Sin embargo, el orgullo de los judíos no les permitió reconocer esta falta de
habilidad de cumplir la ley, y por ende no se preocuparon por dejar que la ley sea su "ayo" para
levarles a Cristo (Gál 3:24). Esta es la esencia de la rebeldía de los judíos (Rom 10:21), y la
razón por la cual ellos fueron rechazados por Dios.
Pablo explica esto muy claramente en v.4: "el fin de la ley es Cristo". Hay que tener cuidado
con nuestra exégesis aquí. La palabra "fin" no significa "algo que ha concluido", sino
"META". En este sentido, v.4 dice exactamente lo mismo que Gál 3:24. El propósito, o la
meta, de la ley, era llevar al judío a Cristo; es decir, preparar el camino para Cristo. ¿Para qué?
Para que el judío (al igual que todo ser humano) sea justificado por medio de la fe en Cristo.
Esto fue lo que los judíos ignoraron, y Pablo los consideraba culpables de esta ignorancia. Por
consiguiente, dado a esta ignorancia, los judíos fueron rechazados temporalmente por Dios.
b. El Contraste Entre la Ley y la Fe (v.5-8a)
Pablo ahora pasa a exponer las diferencias entre la justicia "que es por la ley" (v.5) y la justicia
"que es por la fe" (v.6), usando dos textos del Pentateuco.
i. "la justicia que es por la ley" (v.5)
Pablo cita Lev 18:5 (al igual que lo hace en Gál 3:12). Hay dos cosas que se podría decir
acerca de esta "justicia":
1. Sería una justicia obtenida por el hombre (por sus obras), y por lo tanto no sería un
regalo de gracia (ver Rom 4:4).
2. Dada la pecaminosidad del hombre, es imposible alcanzar esta "justicia".
ii. "la justicia que es por la fe" (v.6-8a)
Lo que Pablo afirma en estos versos, es que la verdadera justicia que Dios otorga al hombre, no
depende de un gran esfuerzo por parte del hombre, sino de una ACTITUD INTERNA (del
"corazón"). El hombre usa su "boca" y su "corazón" para obtener esta justicia de Dios (ver
v.9).
Debemos notar que las palabras "No digas en tu corazón..." (v.6), son tomadas de Deut 8:17 y
9:4 (LXX). Estos dos versos de Deuteronomio, ocurren en contextos en los cuales Dios
advierte al hombre del peligro del orgullo y la auto confianza.
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Habiendo aludido a estos dos versos, Pablo pasa a citar más extensamente Deut 30:12-14. El
pasaje en Deuteronomio, habla del hecho de que la ley no está lejos del hombre, sino que está
dentro de su mismo corazón. Aunque es difícil entender el argumento de Pablo aquí, lo que
está diciendo es que cumplir la ley, no implica tener que hacer un enorme esfuerzo humano,
sino que es simplemente un asunto del corazón (es decir, de tener fe). Pablo interpreta Deut
30:12-14 en el sentido de que la ley equivale a Cristo (hace esta identificación, por lo que
escribió en el v.4). La ley apunta a Cristo, y los dos están íntimamente relacionados.
c. Cómo la Fe Opera en el Hombre (v.8b-13)
Habiendo mencionado "boca" y "corazón", en v.8a, Pablo procede a explicar cómo la fe opera
en el hombre (v.9). Menciona dos aspectos:
[1] Confesar con la "boca", que "Jesús es el Señor"(v.9a)
[2] Creer en el "corazón", que "Dios le levantó de los muertos" (v.9b)
Pablo amplía esto en el v.10. Algunos intentan hacer una clara distinción entre estas dos
frases; sin embargo, es mejor entender que Pablo está hablando de dos aspectos de una misma
cosa: TENER FE EN CRISTO. Es decir, la fe que salva tiene dos elementos: el aspecto
interno (creer en el "corazón"), y el aspecto externo (confesar con la "boca"). Y esto es igual
para todos; sean judíos o gentiles (v.11-13).
d. El Origen de la Fe (v.14-17)
Habiendo expuesto cómo la fe opera en el hombre, Pablo pasa a tratar la cuestión del ORIGEN
de la fe. ¿De dónde viene la fe del hombre? La lógica de Pablo es muy sencilla en este
punto (v.14-15a):
[1] El hombre no podrá invocar a Cristo, si no creyere en Él.
[2] El hombre no podrá creer en Cristo, si no ha escuchado de Él.
[3] El hombre no escuchará de Cristo, si nadie le predica el
evangelio.
[4] Nadie predicará el evangelio, si Dios no le envía.
Pero la cosa no es tan sencilla; porque como dice Isaías (el predicador): “¿Quién ha creído a
nuestro anuncio?" (v.16b) La verdad es que en todo el A.T., pocos respondieron a la
predicación de los profetas. ¿Por qué? Por su falta de obediencia al mensaje (v.16a,21).
¡El Día de Pentecostés cambió eso! Toda la Biblia concuerda en afirmar que, aparte de la
obra interna del Espíritu Santo, nadie podrá obedecer a Dios y/o responder al evangelio (Jer
32:39; Ezeq 36:26,27).
e. La Falta de Fe en el Pueblo de Israel (v.18-21)
Este era el problema fundamental con Israel. Dios dio a los judíos Su palabra (v.18), pero ellos
no lograron tener fe en Dios; los judíos insistieron en buscar su propia justificación, en vez de
confiar en la salvación de Dios les quería ofrecer. Dado al rechazo por parte de Israel, Dios se
manifestó a los gentiles (v.20).
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