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Ética en reanimación
cardiopulmonar pediátrica y
neonatal
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y
Ricardo Sánchez Consuegra, MD
Pediatra neonatólogo
Clínica General del Norte de Barranquilla
Roberto Cuentas C., MD
Pediatra de UCIP
Clínica General del Norte de Barranquilla
Jorge Carreño R., MD
Pediatra neonatólogo gastroenterólogo
Clínica Reina Catalina de Barranquilla
Fadilly Curiel Amine, MD
Pediatra
Proveedor PALS
Debemos empezar esta revisión confesando
que hablar de ética en reanimación es un tópico relativamente nuevo para nosotros, aunque
no desconocido, que es de revisión obligatoria
y al que hay que darle la debida importancia
porque si bien la mayoría de médicos piensa
que “ya está todo escrito”, no así está leído, y si
leyéramos, abriríamos nuestras perspectivas y
empezaríamos a cuidar y valorar más y mejor
nuestra labor diaria. Basta hacer revisiones como
esta para darnos cuenta de lo poco que sabemos
o de lo mucho que estamos confundidos la
mayoría de los médicos, al punto de confundir
lo legal con lo ético, sin demeritar, claro está, a
toda esa gente valiosa en el campo médico de
nuestro país conocedora de estos temas, como,
por ejemplo, el grupo de pediatras bioeticistas
de la Sociedad de Pediatría.
intervenciones están dirigidas a preservar la
vida, restablecer la salud, aliviar el sufrimiento y
limitar la discapacidad. La RCP intenta revertir
la muerte clínica, y en su intento puede entrar en
conflicto con los deseos del paciente o los de sus
padres, causar sufrimiento y/o discapacidad. De
allí la necesidad de buscar principios que guíen
la conducta de los reanimadores potenciales.
Digamos, entonces, que en medicina toda
acción conlleva un enfoque legal y ético y con
la reanimación cardiopulmonar (RCP) no es
diferente, ya que es una actividad médica, cuyas
En general, los eventos que incluyen un paro
cardiorrespiratorio son una emergencia durante
la cual la necesidad de actuar con prontitud
hace difícil la toma de decisiones o esperar
Actualmente los principios éticos fundamentales que rigen la conducta profesional de
los médicos no se diferencian sustancialmente
de los que regulan la de otros miembros de la
sociedad, pero sí se distinguen por las implicaciones humanísticas. Los principios que se aplican
a la reanimación cardiopulmonar pediátrica
y neonatal son: autonomía, beneficencia, no
maleficencia y justicia.
CCAP  Volumen 6 Número 4 
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Ética en reanimación cardiopulmonar pediátrica y neonatal
a que alguien las tome, y el hecho de que el
paciente sea menor de edad obliga a tener en
cuenta a sus padres y considerar el mejor interés
del niño. Existen situaciones en las que no hay
dudas en la indicación del inicio de la RCP y
otras en las que está justificado suspender las
maniobras de reanimación, pero habrá otras
en que la dificultad del momento hará que la
toma de decisiones dependa de un comité de
ética médica o, en última instancia, del médico,
quien, en su momento, podrá apoyar la decisión
de los padres o reanimar aun en contra de los
deseos de los padres.
Los aspectos éticos y legales de la RCP no
solo incluyen sus principios básicos o el evento
de emergencia, sino que tocan otros aspectos
como: decisiones en posibles donantes de
órganos, procesos de enseñanza de maniobras,
investigación en RCP y manejo de la información
a los padres de los niños que han sufrido un
paro cardiorrespiratorio o incluso de los que
han fallecido.
Ética médica, definición
y principios
No vamos a debatir si la ética es lo mismo o no
que la moral, porque no es el motivo de esta
revisión; iniciaremos, entonces, diciendo que la
ética es el tipo de saber que pretende orientar
las acciones humanas en un sentido racional,
entendiéndose como el conjunto de principios
morales que orientan la conducta de los profesionales de la salud.
Tradicionalmente, la ética en la práctica médica se ha guiado por los principios hipocráticos,
recordado “Primum non nocere” (“Primero no
dañar”), aplicando los conocimientos y aptitudes
para beneficiar a los pacientes y protegerlos del
daño (Ley 23 de 1981, título I, art. 1º, par. 3),
reposando en cabeza del médico toda decisión
y responsabilidad, sin tener en cuenta la opinión del paciente. Pero la perspectiva médica
moderna ha cambiado esta visión tradicional y
se ha reconocido el derecho y papel fundamental
16  Precop SCP
del paciente, o en el caso de los niños, el de sus
sustitutos (padres o tutores legales), en la toma
de decisiones médicas.
Los principios éticos no son inmutables,
cambian según la época y las características
sociales y culturales, como fruto de la evolución
de los pueblos.
Los principios básicos éticos son:
Autonomía
El paciente, siempre que tenga capacidad mental
y tras ser informado adecuadamente, es quien
tiene la libertad de tomar las decisiones finales
sobre los tratamientos que afecten su vida. Este
principio obliga a los profesionales de la salud a
favorecer la participación activa de los pacientes
en el proceso terapéutico y en la toma de decisiones. A diferencia de los adultos, los infantes
no pueden tomar decisiones por sí mismos y
no pueden expresar sus deseos, entonces en
el paciente pediátrico incompetente, por edad
(neonato) o estado mental, son los padres, considerados como los mejores sustitutos o los tutores
legales, quienes toman las decisiones.
Es muy importante estar seguros de que
los pacientes, antes de tomar una decisión,
han sido informados veraz y completamente,
y comprenden la situación actual, así como las
posibles alternativas. Además, el paciente o su
sustituto tienen derecho a la confidencialidad,
es decir, a que el médico sólo le informe a él y
a las personas que él mismo autorice.
Beneficencia
Toda actuación médica debe buscar el beneficio
del paciente. Este principio obliga a informar al
paciente todas las posibilidades diagnósticas y
terapéuticas que sean beneficiosas, extremando los beneficios y disminuyendo los riesgos,
explicando al paciente el criterio profesional
acerca de cuál es la mejor opción terapéutica.
Además de darle el tiempo necesario para
Ricardo Sánchez Consuegra - Roberto Cuentas C. - Jorge Carreño R. - Fadilly Curiel Amine
pensar y considerar minuciosamente cada
opción, hacer preguntas adicionales y buscar otras opiniones. Desafortunadamente la
necesidad de reanimación es, a menudo, una
emergencia inesperada.
Justicia
Se debe tratar a todos los pacientes con honestidad y justicia. Existe la obligación de prestar
la misma asistencia a todas las personas, independientemente de su raza, sexo, religión y
situación socioeconómica, garantizar la igualdad
de oportunidades y favorecer una distribución
equitativa y eficiente de los recursos. Se debe
intentar conseguir los mejores resultados con el
menor coste humano, social y económico.
No maleficencia
Evitar perjudicar a las personas o pacientes
innecesariamente. No se debe actuar para causar
mal. Solo se deben utilizar aquellos tratamientos que proporcionan un beneficio y se deben
evitar terapias que puedan producir daño o, lo
que es lo mismo, que estén contraindicadas.
Fin que se busca con la medicina basada en
la evidencia.
Valores
Recordando que en Colombia, la Ley 100 del
23 de diciembre de 1993 establece el sistema
de seguridad social integral, cuyo objeto es
garantizar los derechos irrenunciables de la
persona y la comunidad para obtener la calidad de vida acorde con la dignidad humana,
mediante la protección de las contingencias
que la afecten.
Entonces, podemos decir que la socialización
de la medicina, el reconocimiento de la medicina
basada en la evidencia, la valoración de que no
siempre lo último en tratamiento es lo mejor y
la toma de conciencia en la aplicación y distribución de recursos, obliga a la práctica médica
a hacer todo lo razonable. Por lo tanto, en cada
paciente y situación habrá que valorar y decidir,
conjuntamente con el paciente y/o padres, qué
medidas son las más razonables de acuerdo con
las expectativas de evolución clínica.
En ética, el valor de un tratamiento se debe
distinguir entre el “efecto”, definido como
la mejoría limitada a un órgano o parte del
individuo y el “beneficio”, entendido como la
mejoría de la persona considerada globalmente.
También hay que valorar si el tratamiento sirve
para mejorar los parámetros funcionales de un
órgano, retrasar la muerte, alargar las expectativas de vida o mejorar su calidad.
En cuanto a la consideración primaria para
las decisiones relacionadas con el tratamiento
para resguardar la vida en los recién nacidos
seriamente enfermos, los siguientes son enunciados del código de principios éticos de la
Asociación Médica Americana (AMA), sobre los
factores que se deben tener en cuenta:
1. La probabilidad de que la terapia sea exitosa.
2. Los riesgos involucrados con o sin tratamiento.
3. El grado en que la terapia, en caso de ser exitosa,
extenderá la vida.
4. El dolor y la incomodidad asociados con la terapia.
5. La calidad de vida que puede anticiparse con o
sin tratamiento.
Recuerde que, aunque el médico debe apoyar
la decisión de los familiares, cuando el médico
o su equipo no logran alcanzar un acuerdo con
los padres sobre una estrategia de tratamiento
razonable, podría haber necesidad de consultar
al comité de ética del hospital o a un consejero
legal, ya que el médico no está obligado a realizar
tratamientos inútiles, aunque se lo solicite la
familia, cuando sea probable que no produzcan
beneficio, cuando puedan provocar más daño
que beneficio o cuando se produzca un conflicto
de justicia. Es esencial señalar que el objetivo de
la reanimación cardiopulmonar no es la mera
restauración de funciones vitales, sino la supervivencia con un mínimo de calidad de vida.
CCAP  Volumen 6 Número 4 
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Ética en reanimación cardiopulmonar pediátrica y neonatal
La ética y la reanimación
cardiopulmonar
Las personas y más aún los pacientes, al vernos en nuestra condición de médicos, esperan
muchas cosas en cuanto a preparación y entrenamiento en reanimación cardiopulmonar
y obvian otras tantas, ya que presumen que
nuestra práctica debe estar enmarcada en la
“ética profesional”, materia que no se enseña
o que se ve someramente en las universidades
o en un juramento hipocrático que muy pocos
conocemos o hemos leído, y la experiencia del
manejo de enfermos en cuidados intensivos nos
dice que los pacientes creen firmemente que lo
recitamos y nos lo grabamos en el momento de
recibir nuestro grado.
Basados en lo anterior, los médicos debemos estar muy bien capacitados y, además, ser
personas de la más alta moral y ética (Ley 23,
art. 1º, par. 9), pero esta presunción ¿en qué se
basa, en el colegio o la universidad de donde
egresaste?, ¿por los hospitales o clínicas donde
rotaste?, ¿por quiénes fueron tus profesores o
porque eres muy estudioso? Lo cierto es que
con respecto a estadísticas, investigación y
ética, tenemos la apreciación de que un pequeño
porcentaje de los médicos conocen o manejan
estos temas.
También podemos apreciar cómo nuestra
práctica está salpicada y guiada de conceptos
morales, religiosos, tradicionales, costumbristas
aprendidos desde nuestra niñez y reforzados
al crecer, como gran ejemplo en pediatría
latinoamericana: el “mal de ojo” y su llamativo
tratamiento preventivo.
La reanimación cardiopulmonar (RCP), aunque es una actividad médica basada en protocolos, generalmente es un evento de emergencia,
realizado en un entorno a veces desfavorable
y con una carga emotiva elevada, ya que las
decisiones que hay que tomar tienen un gran
componente moral, y dado que el tiempo para
decidir durante la RCP es muy escaso, es preciso
18  Precop SCP
que los profesionales de la salud estén preparados
de antemano con conocimientos en aspectos
éticos, para escoger entre alternativas difíciles
desde este punto de vista, puesto que el mal
pronóstico del paro cardiorrespiratorio puede
llevar a muerte o discapacidad en el paciente y
gran frustración del equipo asistencial.
¿Lo ético es legal en RCP
pediátrica?
El paro cardiorrespiratorio entendido como
el cese brusco, inesperado y potencialmente
reversible de la respiración y/o circulación
espontáneas en pediatría suele representar el
episodio terminal de un estado de choque o
una insuficiencia respiratoria progresiva y no
un evento agudo, pero no cabe duda de que su
presentación es una emergencia vital, muchas
veces no predecible, dado lo heterogéneo de sus
causas y cuya atención requiere tal rapidez que
no permite disponer de tiempo para realizar
análisis minuciosos de las circunstancias de cada
caso. Además, el paciente está incapacitado para
participar en el proceso de toma de decisiones,
siendo su sustituto el equipo asistencial.
Un médico entabla una relación legal con un
paciente cuando acuerda por adelantado administrar un curso de tratamiento a cambio de una
compensación o al hacer una intervención sin
un acuerdo previo durante una emergencia, y
toda vez que un médico realiza una intervención,
esta se considera una prestación de servicio que
automáticamente establece un deber legal donde
se espera que el médico proceda de acuerdo con
un estándar razonable, aunque, por la urgencia
de la situación y las repercusiones extremas de
las decisiones terapéuticas, podría esperarse un
mayor riesgo de reclamaciones legales.
En la práctica las denuncias son menos
frecuentes que en otras situaciones médicas,
ya que estas emergencias forman parte de las
excepciones para el consentimiento informado
pediátrico y las acciones dentro de la ética generalmente caen siempre dentro de lo legal.
Ricardo Sánchez Consuegra - Roberto Cuentas C. - Jorge Carreño R. - Fadilly Curiel Amine
Aun así, es obligatorio documentar en las
historias clínicas los deseos expresos de los
padres, toda discusión con los familiares sobre
el caso, toda acción y las decisiones tomadas
deben ser sustentadas, tener el consentimiento
informado donde conste todo lo relacionado a
riesgos debidamente firmado, incluso con testigos, y en su caso, el formato del comité de ética
con la aprobación de la “orden de no reanimar”,
según el caso y que debe ser respetada por el
equipo reanimador.
Ejemplo de esto es: cuando todos los miembros de la familia sufren un accidente, el médico
puede actuar de modo autónomo y después
poner el caso en conocimiento del juez. También
puede hacerlo cuando se produzca un conflicto
de intereses, si los padres toman una decisión
que se considere que no atiende al “mejor
interés del niño”, por ejemplo, oponiéndose a
una transfusión de sangre en nombre de sus
propios principios religiosos. Además de esa
imposición de creencias religiosas o vitales,
existe también un claro conflicto de intereses
en los casos de maltrato infantil, o cuando los
tutores no son capaces de tomar decisiones por
efecto del alcohol u otras drogas, incapacidad
mental o bajo nivel intelectual.
¿Cuándo iniciar la RCP?
Se debe iniciar la reanimación cuando se cumplan las siguientes circunstancias:6
••
Paro cardiorrespiratorio agudo e inesperado.
Breve duración del paro cardiorrespiratorio. Si
ha transcurrido mucho tiempo (> 20 min.) o si
no se conoce dicho período de tiempo pero hay
signos evidentes de muerte biológica, no se debe
iniciar la reanimación.
Potencial reversibilidad o recuperación de las
funciones vitales.
Enfermo no terminal. El paciente estaba previamente sano o bien enfermo pero en situación
no terminal. La cronicidad o incurabilidad de
la enfermedad no constituye motivo para que
el médico prive de asistencia a un paciente.
•
•
••
•
No existe una “orden de no reanimar”.
No hay peligro vital para el reanimador.
Si no conocemos o existe una duda razonable sobre las características del paciente y/o del tiempo
y circunstancias de la parada cardiorrespiratoria,
se debe iniciar la RCP. Es decir, “ante la duda,
reanimar”.
Los profesionales de la salud tienen la obligación legal y ética de brindar el cuidado apropiado
al paciente basados en la información médica
actual y sus evaluaciones clínicas.
¿Cuándo finalizar la RCP?
Los intentos de RCP también pueden no tener
éxito y, por ello, deben ser abandonados en algún
momento. Existen múltiples factores que influyen
en dicha decisión, como, por ejemplo:
•
•
•
La historia clínica de la víctima y su pronóstico
previo.
El tiempo transcurrido entre la parada y el inicio
de la RCP.
El período de RCP con asistolia y sin causa reversible.
La decisión de parar la reanimación debe
ser tomada por el líder del equipo tras consulta con los demás miembros, considerando las
circunstancias del caso y, si fuera posible, un
breve diálogo con la familia.
En general, se recomienda que se suspendan
las medidas de RCP cuando:
•
••
•
Se compruebe que hay signos evidentes de
muerte biológica.
El reanimador esté exhausto o en grave peligro.
Otras personas con más posibilidades de recuperación requieran la RCP.
En situaciones de accidentes o catástrofes en los
que varias personas precisan asistencia, es necesario en primer lugar clasificar a los pacientes
según sus necesidades de RCP y posibilidades
de supervivencia, para decidir a quién se debe
atender en primer lugar.
CCAP  Volumen 6 Número 4 
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Ética en reanimación cardiopulmonar pediátrica y neonatal
•
Se compruebe la presencia por escrito de una
“orden de no reanimar”. Los expertos en ética
consideran que suspender la RCP es equivalente
a no iniciarla.
Se haya realizado una RCP básica y avanzada
efectiva durante al menos 20 min. sin recuperación de la circulación espontánea. El tiempo
de reanimación puede prolongarse en:
•
Pacientes que han sufrido parada cardiorrespiratoria por inmersión en agua helada.
Pacientes que sufren intoxicaciones.
La reanimación haya sido efectiva, con recuperación de la circulación y respiración espontáneas.


En neonatos es necesario valorar:
•
••
••
•
La posibilidad de que el bebé sobreviva y posibles discapacidades (calidad de vida).
La viabilidad del bebé.
Dónde se hará y quiénes estarán en la reanimación.
Cuidados paliativos o confort temporal.
Enfoque del cuidado a prevención y alivio del
dolor y sufrimiento físico.
Ofrecer tiempo para conversar con los padres o
sustitutos legales.

En neonatos son indicaciones de no
reanimación:
•
Prematurez extrema (edad gestacional < 23 semanas de gestación y/o peso < 400 g de peso,
salvo que presente un peso bajo para su edad
gestacional o esté muy vital para su edad gestacional).
Detección antenatal de anomalías congénitas
graves incompatibles con una vida aceptable.
Asistolia por más de 10 min. con RCP adecuada.
Evite no iniciar la reanimación para después reiniciarla agresivamente, esto puede aumentar el
riesgo de una discapacidad seria.
•
••
Orden de no reanimar.
Consentimiento informado
Actualmente existe un consenso internacional
que acepta que la muerte del encéfalo es equivalente a la muerte del individuo como conjunto.
Por tanto, solo hay justificación para mantener
a los pacientes en muerte cerebral en caso de
donación de órganos o investigación.
Tampoco es aceptable éticamente el mantenimiento indefinido de pacientes en estado
vegetativo persistente, ni de pacientes con
enfermedades irreversibles o sin posibilidades
de una vida futura con un mínimo de calidad
humana.
20  Precop SCP
En pacientes con orden de no reanimar,
cuando ocurre un paro cardiorrespiratorio, se
debe evitar el inicio de maniobras de RCP. Por
tanto es necesario que conste en la historia
médica la “orden de no reanimar”. La decisión
consensuada de no reanimar debe reunir una
serie de características:
•
Valoración anticipada: la decisión se tomará
previamente de común acuerdo entre los médicos responsables del paciente y los padres o
responsables legales del niño.
Pronóstico: se debe tener en cuenta el pronóstico de vida y de calidad de vida del paciente.
Con consentimiento informado: el consentimiento informado exige que quien otorgue la
autorización tenga la capacidad mental para entender lo que se le pide, que haya sido informado
de forma adecuada y comprensible para su nivel
intelectual y cultural y que la decisión se tome
libremente.
Escrita: la orden de no reanimar, firmada por
los padres o tutores y el médico responsable,
debe constar en un lugar claramente visible de
la historia clínica del paciente. La decisión debe
comunicarse a todos los profesionales involucrados en el cuidado del niño.
Revisable: siempre de acuerdo con la voluntad
de los padres.
Compatible con otros cuidados: la orden de
no reanimación no significa que al paciente se
le nieguen otras medidas que hagan más confortable su estado (ej., oxígeno-terapia, fluidoterapia, nutrición, analgesia y sedación).
•
•
•
•
•
Ricardo Sánchez Consuegra - Roberto Cuentas C. - Jorge Carreño R. - Fadilly Curiel Amine
En caso de enfermedades terminales la orden
de no reanimación está indicada desde el punto
de vista médico y no precisa ser consensuada
con la familia. Sin embargo, se les debe informar
detenidamente de los motivos por los que se ha
tomado esta decisión y las ventajas que comporta. La Ley 23 en su artículo 17 establece que
la cronicidad o incurabilidad de la enfermedad
no constituye motivo para que el médico prive
de asistencia a un paciente.
La orden de no reanimar evita sufrimientos
inútiles y “encarnizamientos terapéuticos”. Poco
a poco, este documento va siendo aceptado como
una medida ética dentro del tratamiento de los
pacientes. En casos dudosos o de conflictos
puede ser útil el asesoramiento de un comité
ético asistencial.
Voluntades anticipadas: como se ha señalado,
es inútil continuar el tratamiento en pacientes
sin ninguna posibilidad de recuperación de una
vida humana digna, por lo que es ético evitar las
medidas que prolonguen la vida innecesariamente. La retirada del tratamiento no debe ser más
problemática que la decisión de no iniciarlo y, de
hecho, desde el punto de vista ético se considera
que ambas opciones son equivalentes.
En algunos países, como, por ejemplo, España, existe una legislación sobre las voluntades
anticipadas o testamento vital en los pacientes
competentes e informados que tienen el derecho
de consentir o rechazar el tratamiento médico,
incluyendo la RCP. Cada vez con mayor frecuencia los propios pacientes deciden expresar por
escrito sus deseos acerca de cómo quieren ser
cuidados al final de su vida o en el caso de que
pudieran requerir maniobras de RCP.
Hasta hace poco tiempo, los pacientes fallecidos en un paro cardiorrespiratorio no eran
considerados como posibles donantes debido
al tiempo de isquemia e hipoxia sufrido. En los
últimos años se han obtenido buenos resultados
utilizando a pacientes en asistolia como donantes
de riñón e hígado. Esta práctica exige mantener al
paciente con RCP hasta conseguir la autorización
de la donación. Además, debido a la urgencia de
la situación, se debe realizar simultáneamente la
información de la muerte del niño y la solicitud
de donación de órganos, con la consiguiente
sobrecarga emocional para los padres.
Es responsabilidad de cada clínica u hospital organizar un sistema que garantice la RCP
(código azul) de los pacientes que acudan en
paro cardiorrespiratorio al hospital o lo sufran
mientras están ingresados y es responsabilidad
de las autoridades sanitarias organizar sistemas
de emergencia que garanticen dicha asistencia
a nivel extrahospitalario.
Investigación y docencia en
RCP
Los medios para disminuir la mortalidad del
paro cardiorrespiratorio en pediatría incluyen
la extensión de la formación en RCP a los profesionales de la salud y población general y la
investigación.
La investigación en RCP plantea serios problemas éticos y legales, entre otras cosas:
•
•
Porque el fracaso de un fármaco o medicamento
podría suponer el fallecimiento del paciente.
La investigación en animales no puede trasladarse a la práctica médica sin la realización de
ensayos clínicos estrictamente controlados, que
es muy difícil llevar a cabo en situaciones de
emergencia vital.
En los niños la relativa baja frecuencia del paro
cardiorrespiratorio hace necesaria la realización
de estudios multicéntricos.
•
Si se pretende aumentar las posibilidades de
supervivencia, la RCP debe ser realizada en cada
momento por las personas más experimentadas;
sin embargo, esta posición podría impedir el
aprendizaje práctico de la RCP del personal con
menor experiencia. Por ello, es fundamental
realizar la formación del personal simulando
situaciones reales utilizando maniquíes.
CCAP  Volumen 6 Número 4 
21
Ética en reanimación cardiopulmonar pediátrica y neonatal
Con cierta frecuencia, los pacientes recién
fallecidos han sido utilizados para “practicar”
determinadas maniobras de reanimación (p.
ej., la intubación endotraqueal). Esta práctica
es útil como técnica de enseñanza, es breve, no
daña al paciente ya fallecido y resulta beneficiosa para otros pacientes. Sin embargo, dicha
práctica ha sido discutida por algunos autores
y sociedades médicas que consideran que es
necesario solicitar el consentimiento informado
a los padres del niño antes de realizar dichas
maniobras; otros, por el contrario, consideran
que solicitar dicha autorización supone una
sobrecarga emocional sin sentido. Conforme
con la tradición secular, el médico está obligado
a transmitir conocimientos al tiempo que ejerce
la profesión, con miras a preservar la salud de
las personas y de la comunidad.
Manejo de los padres durante
la RCP
agresiva y hasta cruenta. Tal vez lo ideal sería
que un miembro experto del equipo pudiera
dedicarse a la tarea de acompañar a los padres
y explicarles todo el proceso de la RCP, pero
sabemos que muchas veces no podemos contar
con este recurso.
Si el niño fallece, la actuación del médico
debe continuar con los padres y la familia. Para
ello es necesario:
•
•
Este es un tema muy controvertido que depende
más de:
••
••
El nivel sociocultural de los padres.
La relación que se haya logrado con los familiares.
El entendimiento de la patología del niño.
El cuidado de los procesos durante la reanimación del equipo de salud, entre otros.
Y, aunque la mayor parte de los familiares
afirman que les gustaría estar presentes durante
la RCP y sabemos que hay aspectos positivos de
la presencia para los padres (e incluso para los
profesionales de la salud), no está claro cómo
puede llevarse a cabo esta práctica sin que
interfiera de forma manifiesta con la RCP.
Señalábamos antes que es poca la cantidad de demandas al respecto de la atención y
reanimación de los niños, pero en parte esto
está dado por esa ausencia transitoria de los
padres durante las maniobras de reanimación,
ya que si no se les ha explicado bien el proceso
y los padres desconocen qué esperar al observar
una reanimación, esta podría parecer para ellos
22  Precop SCP
Elegir un lugar adecuado, cálido y cómodo, donde puedan estar todos sentados para informar a
los padres. Hay que evitar informar en la puerta
de la habitación o en un pasillo y en presencia
de otros padres o familiares de otros pacientes.
Para facilitar la intimidad de los padres, siempre
que sea posible, hay que informarles a solas, en
una habitación.
Explicar inmediatamente, en términos claros y
directos, sin eufemismos, que el niño ha fallecido
y la causa de la muerte. No existen palabras para
que esta conversación no sea dolorosa; es inútil
alargar el proceso cuando se ha finalizado la reanimación. No es correcto utilizar términos equívocos
que pueden ser mal interpretados por los padres; es
necesario decir claramente que el niño ha muerto
para que los padres lo oigan y comprendan claramente. Si ellos lo desean hay que facilitarles tiempo
y espacio para estar con su hijo.
Que la actitud del médico sea profesional, manifestando que lamenta mucho el deceso del niño,
explicando sencilla y claramente los hechos; pero, al mismo tiempo, brindando calidad y calidez
humana siendo compasivo, comprendiendo las
actitudes a veces agresivas que en ese momento
puedan tomar los padres (llanto, gritos, acusaciones al personal, etc.). Es sumamente importante que los padres expresen sus sentimientos
y aclaren las dudas que puedan surgirles.
Dar tiempo a los padres con el niño, apague
las alarmas, radios, teléfonos y monitores, retire
tubos, cintas y toda cosa que no sea necesaria,
limpie la cara y envuelva al niño en una sabana
limpia, prepare a los padres con lo que posiblemente puedan sentir, oír o ver, y de ser posible
deje al niño en brazo de los padres.
•
•
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•
Si se les va a solicitar la autopsia o la donación de
órganos, esta petición debe hacerse cuando los
padres estén suficientemente serenos para comprender las peticiones y tomar una decisión.
Hay que facilitar la documentación y trámites
administrativos, intentando explicar cómo disponer del cuerpo de su hijo y evitando, en lo
posible, que los padres tengan que ocuparse de
papeles y certificados.
•
•
Facilite tiempo al equipo de salud que atendió la
reanimación y explore con ellos su estado emotivo posterior a la RCP, guardando profesionalismo, respeto y ofreciendo apoyo; el paciente y los
familiares son los más afectados por el proceso,
pero una muerte causa depresión y sensación
de frustración y fracaso al equipo de salud, que
también requiere una pausa para analizar, entender y aceptar lo sucedido.
Lecturas recomendadas
1. Congreso de la República de Colombia, Ley 23 de 1981.
Normas en materia de ética médica, 18 de febrero de 1981.
2. Rodríguez NA, López-Herce CJ, Hermana Tezanos MT y Rey
GC. Ética y reanimación cardiopulmonar. An Pediatr (Barc)
2007;66(1):45-50.
3. Academia Americana de Pediatría. Principios, ética y cuidados
al final de la vida. En: Texto de reanimación neonatal. 5a ed.;
2006. cap. 9.
4. Academia Americana de Pediatría, AHA, FIC, AVAP. Aspectos
éticos y legales de la RCP de niños. En: Atención vital
avanzada pediátrica. Manual para proveedor. Buenos Aires:
Ed. Acindes; 2003. cap. 17.
5. López-Herce CJ, Rodríguez NA, Hermana Tezanos MT,
et al. Recomendaciones de reanimación cardiopulmonar
pediátrica básica, avanzada y neonatal: ética y reanimación
cardiopulmonar. An Esp Pediatr 2000;52:464-9.
6. López-Herce CJ, Carrillo y Grupo Español de Reanimación
Cardiopulmonar Pediátrica y Neonatal. Recomendaciones de
reanimación cardiopulmonar pediátrica y neonatal. An Esp
Pediatr 1999;53:3-10.
7. Thompson J. Los principios de la ética biomédica. CCAP
Precop, Sociedad Colombiana de Pediatría;5(4):15-31.
8. American Heart Association. Part 2: Ethical issues. Circulation
2005;112:6-11.
9. Ministerio de Salud. Constitución de comités de ética
hospitalaria y decálogo de los derechos de los pacientes.
Resolución 13437 de 1991.
10. American Heart Association. Part 13: Neonatal resuscitation
guidelines. Circulation 2005;112:188-95.
CCAP  Volumen 6 Número 4 
23
examen consultado
Ética en reanimación cardiopulmonar pediátrica y neonatal
8.
Son principios que se
aplican a la reanimación
cardiopulmonar pediátrica y
neonatal, excepto:
A. autonomía
B. beneficencia
C. seguridad integral
D. no maleficencia
9.
Actualmente los principios
éticos fundamentales que
rigen la conducta profesional
de los médicos:
A. son solo para los médicos
B. dependen de la especialidad de cada
médico
C. no se diferencian sustancialmente de los
que regulan la de otros miembros de la
sociedad
D. no le aplican a las enfermeras o
paramédicos
10. Ley que en Colombia regula
la ética médica:
A. la Ley 10
B. la Ley 23
C. la Ley 60
D. la Ley Arte de los médicos
11.
Un médico entabla
una relación legal con un
paciente cuando:
A. habla por teléfono con la mamá del
paciente
B. trabaja para la clínica donde el niño es
admitido así no lo trate
C. lo atiende por la mañana
D. toda vez que un médico realiza una
intervención, esta se considera una
prestación de servicio que automáticamente
establece un deber legal
24  Precop SCP
examen consultado
Ricardo Sánchez Consuegra - Roberto Cuentas C. - Jorge Carreño R. - Fadilly Curiel Amine
12. No es obligatorio solicitar el
consentimiento informado:
A. si en la historia clínica usted resume todo el
caso
B. a menos de que sean casos de extrema
urgencia
C. si el familiar acepta verbalmente el
tratamiento
D. cuando en la historia clínica usted escribe
los deseos de los padres
13. En neonatos son indicaciones
de no reanimación:
A. prematurez
B. detección antenatal de cardiopatía
congénita
C. asistolia por más de 10 min. con RCP
adecuada
D. ser hijo de beneficiaria
14. La Ley 23 establece que los
médicos debemos:
A. llegar temprano a las clínicas
B. vestir siempre de blanco
C. estar muy bien capacitados y además ser
personas de la más alta moral y ética
D. siempre revisar al paciente con otro médico
CCAP  Volumen 6 Número 4 
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