Download BRONQUITIS OBSTRUCTIVAS Y SIBILANCIAS RECURRENTES

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
BRONQUITIS OBSTRUCTIVAS Y SIBILANCIAS RECURRENTES EN LACTANTES
Dr. Ignacio Sánchez D.
Los cuadros obstructivos del lactante son la causa más frecuente de consulta tanto a nivel primario como en
los Servicios de Urgencia y son también causa frecuente de hospitalización en los Servicios de Pediatría del
país, hecho que es más acentuado en los meses más fríos de cada año. Además de una alta incidencia de
cuadros agudos, el sindrome bronquial obstructivo (SBO) del lactante puede presentarse en forma recurrente
o recidivante, constituyendo una patología crónica que origina gran demanda asistencial y complicaciones o
secuelas a largo plazo.
El SBO plantea problemas en la determinación del diagnóstico etiológico debido a la similitud de la forma de
presentación y a la gran variedad de causas que pueden producirlo (alrededor de 20 causas, siendo 6 a 8 las
más frecuentes). Las infecciones virales son el factor gatillante más común de los episodios obstructivos, sin
embargo varios otros factores son también responsables de la gran frecuencia de estos cuadros. Dentro de
estos factores se cuentan la contaminación intradomiciliaria, en especial es necesario mencionar la
importancia que tiene el tabaquismo familiar y el uso de tipos de calefacción con combustión impura como
son el brasero y las estufas de parafina. Por otra parte, en los últimos años la contaminación ambiental en las
grandes ciudades ha jugado un rol agravante muy importante en los cuadros obstructivos del lactante.
Existen marcadas diferencias anatómicas entre la vía aérea del lactante y del adulto, que favorecen la elevada
incidencia de síntomas y signos obstructivos en los niños pequeños. Dentro de estas diferencias es necesario
recalcar las siguientes: los lactantes poseen una vía aérea superior más corta y estrecha, un menor diámetro
relativo del árbol bronquial que determina importantes diferencias en el lumen de la vía aérea y una mayor
tendencia a colapsarse durante la espiración, un mayor índice de glándulas mucosas, responsables de la
característica hipersecreción bronquial, hecho muy frecuente a esta edad. Por último, se ha descrito en
lactantes un estado de hiperreactividad bronquial que se va perdiendo con los años. Todos estos factores son
los responsables del mayor número de episodios obstructivos a esta edad.
Estudios recientes han demostrado que la gran mayoría de los niños que presentan sibilancias en el primer
año de vida tienen un nivel de función pulmonar inferior que los niños no sibilantes. La teoría previa de que la
función pulmonar disminuida era secuela de las infecciones virales ha sido modificada a la luz de las nuevas
investigaciones que demostraron disminución de los flujos espiratorios forzados previo al episodio de
infección viral en los niños que harían un episodio obstructivo sibilante. Estos factores se corrigen con el
crecimiento y desarrollo del niño, lo que explica el buen pronóstico a largo plazo en la gran mayoría de
lactantes sibilantes.
a) Definición:
Se identifican tres grupos principales de cuadros obstructivos en lactantes:
i)
Asociado a virus, destacando el primer episodio como cuadro clínico de bronquiolitis, posterior a
éste pueden existir episodios recurrentes de sibilancias desencadenados por sucesivas infecciones
respiratorias virales (rinovirus, parainfluenza)
ii)
Asma bronquial del lactante, en donde destacan los antecedentes de atopia familiar y personal. El
cuadro inicial es indistinguible del anterior, por lo que la evolución será fundamental en el
diagnóstico definitivo. Se ha estimado que alrededor de un tercio de los lactantes sibilantes seguirá
presentando episodios obstructivos después de los 6 años de edad.
iii)
Obstrucción bronquial secundaria: corresponde a causas precisas, este grupo es poco frecuente
(menos de 10% del total) y se debe a causas tales como fibrosis quística, displasia broncopulmonar,
cardiopatía congénita, etc.
En la evaluación se debe tener presente además los siguientes aspectos:
 Factores epidemiológicos: época del año, contaminación intradomiciliaria (tabaquismo, formas
de calefacción), contaminación ambiental, asistencia a sala cuna, epidemias virales.
 Antecedentes personales y familiares: edad gestacional, estado nutricional, lactancia materna,
atopia, malformaciones congénitas.
b) Fisiopatología:
El SBO es un desafío clínico frecuente en el lactante y como su nombre lo indica no es una enfermedad en sí,
sino la manifestación clínica de la obstrucción de la vía aérea intratorácica manifestada como espiración
prolongada y sibilancias. La sibilancia es un sonido musical de alta tonalidad generada por el flujo de aire a
través de la vía aérea intratorácica estrechada durante la espiración activa. Los mecanismos fisiopatológicos
que determinan reducción del diámetro de la vía aérea son: edema (inflamación) de la vía aérea y tejido
peribronquial, contracción del músculo liso bronquial, obstrucción intraluminal (secreciones, cuerpo extraño)
y anomalías estructurales (compresión extrínseca, malacia).
c) Características clínicas:
Los cuadros obstructivos en el lactante se manifiestan por síntomas y signos clínicos caracterizados por tos,
sibilancias, espiración prolongada, aumento de diámetro anteroposterior del tórax, retracción costal. Estos
hallazgos al examen físico son inespecíficos y no nos orientan hacia una etiología determinada.
d) Exámenes radiológicos y de laboratorio:
La radiografía de tórax es el examen más importante a realizar ya que por una parte permitirá confirmar los
elementos clínicos de hiperinsuflación y por otra permitirá descartar patología asociada. Dentro de los
hallazgos más frecuentes se destacan la hiperinsuflación (hipertransparencia, aplanamiento diafragmático,
aumento del espacio retroesternal), aumento de la trama intersticial y peribroncovascular, y atelectasias
segmentarias y subsegmentarias.
Otros estudios radiológicos y de imágenes pueden ser útiles cuando los antecedentes sugieran una etiología
determinada (radioscopia, esofagograma, estudio radiológico de deglución, ecografía, TAC pulmonar,
resonancia magnética).
Dentro de los exámenes de laboratorio se encuentran los exámenes generales que se realizan en el episodio
agudo, y pueden orientar y/o confirmar un agente etiológico (VRS, adenovirus), precisar el grado de alteración
de la función respiratoria: hemograma VHS, PCR, gases arteriales, oximetría de pulso. Existen también
exámenes específicos que se pueden realizar como estudio de un síndrome bronquial obstructivo recidivante:
determinación de inmunoglobulinas, pHmetría esofágica, fibrobroncoscopía (biopsia, lavado broncoalveolar),
ECG, ecocardiografía. El test del sudor debe solicitarse siempre, única forma de identificar precozmente
fibrosis quística.
e) Diagnóstico diferencial:
Entre de las causas más comunes de SBO en el lactante se incluyen la bronquiolitis aguda de etiología viral VRS
(+), la hiperreactividad bronquial secundaria, hipersecreción bronquial, displasia broncopulmonar, fibrosis
quística, aspiración de cuerpo extraño, laringotraqueomalacia, malformaciones congénitas del árbol bronquial,
anillo vascular, fístula broncoesofágica, asma bronquial del lactante, bronquiectasias, atelectasias,
cardiopatías congénitas y otras múltiples causas menos frecuentes que es necesario determinar antes de
iniciar un tratamiento.
f) Evaluación de la gravedad:
Se debe considerar grave el cuadro que presenta un episodio que requiere de terapia intensiva,
hospitalización y monitoreo frecuente (tratamiento broncodilatador frecuente, oxígeno, corticoides, conexión
a ventilación mecánica, etc). Los puntajes de evaluación clínica han sido desarrollados con el propósito de
entregar una evaluación objetiva del grado de obstrucción bronquial del lactante, lo que tendrá una gran
importancia en la decisión de tratamiento de éste. Junto a lo anterior, es una herramienta muy útil en la
evaluación de la respuesta al tratamiento broncodilatador utilizado. También estos puntajes clínicos nos
permiten comparar series de pacientes con diferente grado de obstrucción bronquial y han sido ampliamente
utilizados en trabajos de investigación en los cuales se les ha comparado con la medición de mecánica
pulmonar. La subjetividad y variabilidad inherente a este tipo de mediciones ha sido descrita y ha demostrado
ser reproducible al realizarse estudios controlados. En la literatura existen muchos tipos de puntajes clínicos,
los que difieren fundamentalmente en el número de signos clínicos a analizar. Consideramos que el más útil,
reproducible, objetivo y fácil de determinar es el modificado por Tal y colaboradores, basado en el publicado
por Bierman y Pierson, que es el que presentamos a continuación, con la corrección realizada en la evaluación
de la frecuencia respiratoria de acuerdo a la edad del paciente. Es fundamental realizar el puntaje clínico en
condiciones basales y posterior a la intervención realizada (medicamentos, etc), con el fin de objetivar en
forma rigurosa su efecto. Lo anterior se debe complementar con la medición de saturación arterial de oxígeno
cuando se pueda disponer de este examen, que ha sido avalado ampliamente en la literatura como muy
efectivo para evaluar obstrucción bronquial en lactantes y para determinar la respuesta a tratamiento.
La gravedad también puede estar determinada por la presencia de episodios recurrentes de obstrucción
bronquial, los que pueden estar presentes en todas las causas de SBO secundario, mientras el factor
desencadenante no se haya corregido. En este sentido, se ha sugerido que la presencia de más de tres
episodios de obstrucción bronquial que requieran de tratamiento médico en el primer año de vida se cataloga
como SBO recidivante o recurrente. Es necesario recalcar que la determinación de recurrencia no implica
asignarle un diagnóstico definitivo al paciente. Es así como los pacientes con hiperreactividad secundaria a
infección precoz con VRS sumado a una vía aérea pequeña, tabaquismo, exposición a sala cuna, etc, puede
presentar cuadros a repetición en igual número a las presentadas por un lactante con asma bronquial en que
el diagnóstico esté avalado por la historia familiar de asma, historia personal de atopia, crisis obstructivas en
primavera, relación a alergenos, IgE elevada, etc. La evaluación clínica completa nos permitirá orientarnos en
el diagnóstico etiológico del paciente con SBO recidivante.
g) Evolución y pronóstico:
Durante los últimos años ha existido un interés creciente en evaluar la asociación entre sibilancias en el primer
año de vida y la presencia de asma en la niñez, que se puede certificar por la presencia de obstrucción
bronquial reversible en las pruebas de función pulmonar que se realizan a partir de los 6 años de vida. En este
sentido se han postulado definiciones arbitrarias que dan importancia al número de cuadros obstructivos en la
certificación de asma, lo que no parece lógico de seguir ya que otros cuadros etiológicos muy diferentes a
asma bronquial pueden presentar repetición de episodios de obstrucción bronquial (fibrosis quística, etc).
Martínez y colaboradores, realizaron un estudio prospectivo en que evaluaron los factores que predisponían a
la presencia de sibilancias antes de los tres años de vida y su relación con la presencia de asma a los seis años
de vida. Lograron seguir a 826 recién nacidos, con estudios de niveles de Inmunoglobulina E sérica de cordón
umbilical, pruebas de función pulmonar con el método de compresión torácica durante los primeros meses de
vida, previo a la existencia de infección respiratoria viral, IgE sérica a los nueve meses y cuestionarios
completados por los padres al año de edad de los lactantes. La evaluación a los seis años de edad incluyó IgE,
pruebas de función pulmonar y test cutáneo de alergenos. Los resultados del estudio demostraron que cerca
del 50% de los niños no presentaron nunca un episodio de sibilancias. En un 20% existió al menos un episodio
obstructivo dentro de los primeros años de vida, pero ausencia de síntomas a los 6 años, en un 15% los
episodios se iniciaron después de los tres años y en otro 15% de los niños en seguimiento la obstrucción
bronquial estuvo presente en forma precoz y se mantuvo a la edad de seis años. Los niños con sibilancias
precoces y buena evolución, tenían una función pulmonar disminuida en la evaluación de lactantes y no
presentaban factores de riesgo de asma. En cambio los niños que persistieron con sibilancias a los seis años
tuvieron antecedentes familiares de asma, elevación de IgE a los nueve meses de vida y alteración en los
valores de función pulmonar a los seis años de edad. Estos y otros investigadores concluyen que solo en una
minoría de pacientes los episodios de sibilancias en el primer año de vida estan relacionados a predisposición
asmática.
En los últimos años existen publicaciones que proponen la hipótesis que las infecciones respiratorias
frecuentes en los lactantes pueden influenciar el proceso de selección clonal de linfocitos T. Es así como las
infecciones virales se acompañan de niveles altos de interferón gama y bajos niveles de interleuquina 4, lo que
estimula al linfocito B a la producción de IgM, IgG, IgA, y suprime la IgE. Al contrario, los linfocitos T con mayor
exposición a alergenos, o con bajo nivel de interferón gama, provee al linfocito B para la producción de una
mayor cantidad de IgE. Del balance de estos factores dependerá el nivel de IgE y el componente alérgico
futuro que tendrá influencia en los cuadros obstructivos.
En resumen, en la actualidad varios estudios sugieren que los lactantes con función pulmonar disminuida, ya
sea por factores congénitos o adquiridos, están en riesgo de presentar obstrucción bronquial grave durante
los episodios de infección viral, y a pesar de esto la gran mayoría no presenta síntomas obstructivos a los 5
años de vida. No existen evidencias que sugieran que infecciones respiratorias virales precoces en la vida
puedan por sí mismas desencadenar el cuadro de asma bronquial. En los casos de lactantes sibilantes con
predisposición alérgica, sensibilizados precozmente en la vida, tienen mayor riesgo de tener síntomas
obstructivos recurrentes y desarrollar asma, la que se correlaciona en forma significativa con los niveles de IgE
sérico y con pruebas cutáneas positivas.
Es necesario destacar que la gran mayoría de los lactantes obstruidos superarán este problema en los dos
primeros años de vida sin dejar secuelas a largo plazo (alrededor del 70%), solo el 30% restante evoluciona con
cuadros obstructivos en el seguimiento (2/3 de ellos sólo hasta los primeros 5 a 6 años de vida) y es el resto el
grupo que persistirá presentando síntomas y signos de obstrucción bronquial compatibles con asma bronquial.
Sería necesario pues, lograr identificar a este grupo para poder tratarlo en forma más enérgica y prolongada y
poder así evitar las complicaciones a largo plazo.
TABLA
Condiciones congénitas y adquiridas que se asocian a sibilancias en niños pequeños
Frecuentes
Poco frecuentes
Raras
Infecciones virales (SAIV) Fibrosis quística
Masas mediastínicas (tumores, TBC)
Bronquiolitis
Displasia
Inmunodeficiencias
Episodios recidivantes de broncopulmonar
Disquinesia ciliar
bronquiolitis
Cardiopatías congénitas Bronquiolitis obliterante
Asma bronquial
Cuerpo extraño en vía Bronquiectasias
aérea
Síndromes aspirativos
Malformaciones: Anillo vascular
Malf
adenomatoide quística
Quiste broncógenos
TABLA
Causas de Síndrome bronquial obstructivo secundario y algunas características orientadoras en su etiología
Etiología
Características
Laboratorio
Displasia broncopulmonar
prematurez
radiografía de tórax
SDRI del RN
ventilación
período RN
mecánica
dependencia de oxígeno >
28 días
Fibrosis quística
desnutrición
electrólitos en sudor
síndrome de malabsorción
neumopatías a repetición
Cardiopatía congénita
soplo
radiología
insuficiencia cardíaca
ECG
ecocardiografía, doppler
Aspiración cuerpo extraño
Reflujo
gastroesofágico
pacientes predispuestos
Trastornos de la deglución
episodio asfíctico brusco
radiología
signos
asimétricos
broncoscopía rígida
pulmonares
en vómitos recurrentes
radiología
pH metría
neumopatía recurrente o cintigrafía de aspiración
prolongada
pulmonar
daño neurológico
Malformaciones pulmonares
hallazgo radiológico
ecografía prenatal
radiografía de tórax
TAC
angiografía
resonancia magnética
Malformación vascular
estridor
radiología, esofagograma
endoscopia
eco doppler
angiografía
resonancia magnética
Disquinesia ciliar
patología sinusal
radiología
situs inverso
biopsia
respiratorio
epitelio
TRATAMIENTO DE LA OBSTRUCCION BRONQUIAL AGUDA: MANEJO DE URGENCIA Y EN EL HOSPITAL
Existe consenso en el enfrentamiento pediátrico del manejo de la crisis de obstrucción aguda del lactante en
nuestro país. La estandarización de puntajes de gravedad de Tal con modificación nacional (tabla 3), permite
evaluar el grado de manejo inicial y post tratamiento, lo que ayuda a decidir su hospitalización o alta a su
domicilio.
TABLA
Puntaje clínico modificado de Tal y cols. (modificación nacional)
Puntaje Frec.
Sibilancias*
resp.
< 6 m. > 6
m.
Cianosis
Uso
musculatura
0
<40 > 30
No
No
1
41-55 31- Sólo final espiración
45
2
56-70 46- Esp Insp. con estetoscopio Peri oral
60
En reposo
(++)
Sub
intercostal
> 70 > 60 Esp Insp sin estetoscopio o Generalizada
ausentes
En reposo
(+++)
Supraesternal
Sub
e
intercostal
3
No
Peri oral
llanto
Con (+)
Subcostal
e
* Sibilancias pueden no auscultarse en obstrucción muy grave.
Obstrucción Leve: 0 a 5 Moderada: 6 a 8 Grave: 9 a 12
La valoración adecuada de los signos y síntomas de gravedad de la crisis obstructiva, permitirá racionalizar su
tratamiento para disminuir la morbimortalidad por este síndrome, así como programar junto a los padres la
prevención y reconocimiento precoz de nuevos episodios obstructivos.
Se debe considerar en forma especial a los pacientes del grupo de riesgo.
Grupo de Riesgo
1. Menor de 3 meses
2. Hospitalización previa por SBO severo
3. Antecedentes de ventilación mecánica por SBO
4. Prematurez
5. Paciente con SBO secundario
6. Requerimiento previo de curas con esteroides sistemáticos
7. Falta de cumplimiento del tratamiento, o conflicto entre los padres y el equipo médico en relación al
tratamiento.
MANEJO EN EL SERVICIO DE URGENCIA:
Objetivos:
1. Corregir la hipoxemia.
2. Corregir rápidamente la obstrucción bronquial.
3. Indicar claramente el manejo ulterior en domicilio y derivación apropiada.
Tratamiento Inicial
A) Oxigenoterapia: el objetivo es lograr una Sa02 > 95%. El oxígeno debe administrarse desde el principio con
puntaje > 6, incluso cuando no se dispone de oximonitor de pulso, con mascarilla, naricera o halo según la
tolerancia individual.
B) Broncodilatadores:
Salbutamol: en aerosol de dosis medida 2 puffs (200 mcg) cada 10 min. 3 veces o en nebulización con solución
al 0.5%, 0.05 ml/kg (0.25 mg/kg), (mínimo 0.25 ml, máximo 1 ml) cada 20 min. por 3 veces.
En episodios leve y moderado se debe privilegiar la aerosolterapia. Preferir la nebulización en pacientes graves
o con Sa02 < 90% respirando aire.
1.- Técnica de Aerosolterapia
 Debe utilizarse aerocámara de aproximadamente 450 ml de volumen y 18 cms de
longitud.
 Agite el inhalador presurizado y colóquelo en posición vertical en la parte posterior de la
aerocámara.
 Aplique la aerocámara sobre la boca y nariz, con el niño sentado.
 Administre un puff y permita que el niño respire 5 a 6 veces o espere 10 segundos sin
retirar la aerocámara.
 Espere 3 a 5 minutos para aplicar un segundo puff.
2.- Técnica de Nebulización
 Nebulizador tipo Hudson o similar.
 Gas: Oxígeno
 Flujo: 6 8 lt/min
 Duración o volumen total: completar a 4 ml con suero fisiológico.
3.- Esteroides sistémicos: deben prescribirse:
 Si el episodio es grave (hospitalización UCI, Intermedio)
 Si el episodio forma parte de un cuadro obstructivo frecuente.
Se usa prednisona o prednisolona 2 mg/kg/dosis, oral, por 1 vez, dosis máxima 40 mg o Hidrocortisona 10
mg/kg/dosis o metilprednisolona 2 mg/kg/dosis, por vía intravenosa. Privilegiar los corticoides por vía oral, ya
que son tan eficaces como los administrados por vía intravenosa.
Criterios de hospitalización
 Hospitalizar de inmediato a pacientes con:
 Puntaje > 10
 Insuficiencia respiratoria global
 Compromiso de conciencia
 Convulsiones o sospecha de agotamiento
 Cuadro clínico asociado a apneas
 Persistencia de una obstrucción grave o saturación que no mejora post tratamiento inicial.
 Respuesta insuficiente después de 2 horas de tratamiento.
 Condiciones adversas en el hogar que determinan falla en la accesibilidad a la atención médica
de urgencia frente a un agravamiento, o falla en el cumplimiento del tratamiento.
MANEJO INTRAHOSPITALARIO
Al igual que en el manejo en la unidad asistencial deberá realizarse una evaluación que contemple datos
anamnésticos, examen físico y medición de saturación de oxígeno.
TRATAMIENTO
1. Oxigenoterapia
2. Hidratación adecuada
3. Broncodilatadores:
Medicamento preferido:
 Salbutamol (agonista B2 adrenérgico): Nebulización de 0,05 ml/kg (0.25 mg/kg),
(máximo 1 ml) cada 20 minutos por 3 veces o aerosol de dosis medida 2 puff
cada 10 minutos hasta 3 veces. Posteriormente, continuar con administración
horaria establecida, con reducción progresiva de la frecuencia de administración
según la respuesta clínica.
Medicamentos alternativos:
 Bromuro de Ipratropio: asociado a B2 agonista, se aconseja utilizar 0,025
ml/kg/dosis. Frecuencia máxima cada 6 horas.
 Adrenalina Racémica (adrenérgico no selectivo): Nebulización con bronquiolitis,
debido al mejor efecto que posee sobre el edema y la hipersecreción bronquial
en este grupo etario. Dosis de 0,02-0,05 ml/kg/dosis, (mínimo 0,25 ml y máximo
1 ml). Puede repetirse con igual frecuencia que el salbutamol nebulizado.
4.- Esteroides sistémicos:
Debe preferirse la vía intravenosa. si se dispone de ella, si se trata de un paciente grave o si existe un posible
compromiso de la absorción intestinal. Usar esteroide de acción corta : hidrocortisona intravenosa, en dosis
de 10 ml/kg (1 dosis) y luego 5 ml/kg cada 6 horas, o metilprednisolona intravenosa en dosis de 2 ml/kg (1
dosis) y luego 1 ml/kg cada 6 horas, por 24-48 horas y completar 5 a 7 días con corticoides orales. Su
indicación está presente en episodios obstructivos recurrentes y en casos de obstrucción aguda grave.
5.- Kinesiterapia Respiratoria:
En la crisis aguda no se recomienda, aunque en el período de recuperación puede ser útil, contraindicándose
las percusiones o clapping.
CRITERIOS DE INGRESO A UTI
 Cuadro clínico o gases arteriales compatibles con insuficiencia respiratoria global o riesgo de
fatiga muscular.
 Crisis de apnea.
 Episodio grave que no responda al tratamiento inicial hospitalizado.
TRATAMIENTO DE LOS EPISODIOS RECURRENTES:
1. Evitar el contacto con pacientes que presentan infecciones respiratorias (salas cunas, jardín
infantil).
2. Tratamiento broncodilatador en las crisis obstructivas (salbutamol en dosis similares a los
descritos). Uso sólo durante los días en que el paciente se mantenga sintomático.
3. Kinesioterapia Respiratoria: tiene su mayor indicación en los episodios obstructivos
recurrentes, en los que la hipersecreción bronquial es un factor muy importante. Su indicación
es más frecuente en los lactantes menores y en los pacientes con factores agregados que les
condicione dificultad en la movilización de secreciones (trastornos neuromusculares, hipotonía,
etc). Los ejercicios más ampliamente utilizados incluyen Masoterapia, Drenaje postural,
ejercicios respiratorios (bloqueos), y también los Kinesiólogos realizan una importante labor
educativa en terapia inhalatoria y nebulización.
4. Uso de corticoides inhalatorios: el uso de estos medicamentos esta indicado si el paciente
presenta episodios de obstrucción bronquial recurrente, a pesar de haberse evaluado y
corregido los factores ambientales (tabaquismo, exposición frecuente a infecciones virales), con
un uso regular de agonistas B2, y a pesar de esto persistencia de signología obstructiva. En
lactantes las opciones terapéuticas incluyen Beclometasona en dosis de hasta 300 ug/día, y en
caso de mantener sintomatología la indicación incluye cambio a Budesonida 200 ug/día o
Fluticasona 200 ug/día. Es importante destacar que si bien estos tratamientos son los más
utilizados en asma bronquial del niño, en numerosas oportunidades se utilizan en lactantes sin
el diagnóstico de asma, como tratamiento de su cuadro de hiperactividad bronquial. Lo
importante es que el médico sepa el diagnóstico del lactante en tratamiento, para así poder
planificar su duración, y la información que se le entregará a los padres en cuanto a evolución y
pronóstico a mediano y a largo plazo.
5. Otros medicamentos: el uso de mucolíticos no está indicado, como tampoco el de
descongestionantes como tratamiento de episodios obstructivos. En relación al uso de
antibióticos, éstos sólo se indican en casos de neumonía agregada, compromiso ótico o sinusal,
y en casos específicos de rinobronquitis purulenta de duración mayor a una semana. Es
importante recalcar que el uso rutinario de antibióticos en los episodios obstructivos
recurrentes del lactante no tiene una base racional.
BIBLIOGRAFIA:
 Morgan WJ, Martínez FD. Risk factors for developing wheezing and asthma in childhood. Ped Clin N Am
1992;39:1185-1203.
 Martínez FD, Morgan WJ, Wright AL, et al. Initial airway function is a risk factor for recurrent wheezing
respiratory illnesses during the first three years of life. Am Rev Respir Dis 1991;143:312-316.
 Wennergren G, Kristjansson S. Relationship between respiratory syncytial virus bronchiolitis and future
airway diseases. Eur Respir J 2001;18:1044-58.
 Panitch HB. Bronchiolitis in infants. Curr Opin Pediatr 2001; 13:256-60.
 Godden DJ, Ross S, Abdalla M, et al. Outcome of wheeze in childhood. Am J Respir Crit Care Med
1994;149:106-112.
 Martínez FD, Wright AL, Taussig L, et al. Asthma and wheezes in the first six years of life. N Engl J Med
1995;332:133-138.
 Abara S, Fielbaum O, Sánchez I. Consenso Nacional para el manejo del Síndrome Bronquial Obstructivo
del lactante. Pediatría al Día 1998; 14: 107-16.
 Schlesinger C, Koss MN. Bronchiolitis: update 2001. Curr Opin Med 2002; 8: 112-6.
 Barbeu JU, Robertson CF, Robinson PJ. Implementation of evidence-based management of acute
bronchiolitis. J Pediatr Child Health 2000; 36: 491-7.
 Berger I, Argaman Z, Schwartz SB et al. Efficacy of corticosteroids in acute bronchiolitis: short-term and
long-term follow-up. Pediatr Pulmonol 1998; 26(3): 162-6.
 Levy BT, Graber MA. Respiratory syncytial virus infection in infants and young children. J Fam Pract
1997; 45: 473-81.
 Labbe A. Treatment of acute bronchiolitis in infants. Role of bronchodilators and steroids. Arch Pediatr
1996; 3: 383-9.
 Rubin BK, Albers GM. Use of anticholinergic bronchodilation in children. Am J Med 1996; 100: 49S-53S.
 Menon K, Sutcliffe T, Klassen TP. A randomized trial comparing the efficacy of epinephrine with
salbutamol in the treatment of acute bronchiolitis. J Pediatr 1995; 126: 1004-7.
 Bertrand P, Aranibar H, Castro E, Sánchez I. Efficacy of nebulized epinephrine versus salbutamol in
hospitalized infants with bronchiolitis. Pediatr Pulmonol 2001; 31: 284-8.