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EUTANASIA, ORTOTANASIA Y DISTANASIA
REALIDADES QUE MATAN
Rosalía Ortega Esquivel
Egresada de la Universidad Anáhuac México Norte
[email protected]
Resumen
Cualquier tema en el que se ve involucrada la decisión sobre resolver respecto
a la vida o muerte de una persona, genera en mí mucha controversia, en virtud
de que siempre me he considerado una persona en favor de la vida por sobre
todas las cosas, aunque, con el pasar del tiempo y por las experiencias de las
que he sido parte en los últimos meses, he cambiado mi posición respecto esta
cuestión, ya que creo se deben valorar todos los aspectos que llevan a una
persona a tomar una decisión de este tipo, porque se relaciona al Derecho
Humano por excelencia, LA VIDA y que por supuesto no podemos tomarlo
tan a la ligera.
Palabras Clave: Vida, muerte, eutanasia, ortotanasia y distanasia.
Abstract:
Any issue or dispute in which is involved the decision about the life or death of
a human being, generates in me many controversy, because I always
considered myself a person in favor of life, however, and trough the
experiences that I had in the last months, my position about this subject is not
the same, because I believe that we must consider all the situations that could
lead a person to take this kind of decisions, even it is relative to the most
important Human Right, LIFE, and this could not been take lightly.
Keywords: Life, death, euthanasia, ortothanasia, disthanasia.
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Me gustaría compartirles una de las experiencias más difíciles que me
han tocado vivir y que por supuesto me ha permitido apreciar las cosas desde
un punto de vista un tanto cuanto diferente.
El día viernes 2 de diciembre del año pasado, mi esposo (Iván) fue
víctima de la imprudencia de un automovilista, que impactó su camioneta
contra el auto en el que viajaba mi esposo de copiloto, provocándole fractura
en 3 vértebras torácicas (T3, T4 y T5), una de las cuales estalló (T4), lo que
derivó en un daño medular completo, el cual fue diagnosticado evidentemente
horas después del accidente, fue trasladado a un hospital de Gobierno en el
que posteriormente y luego de varias horas, de dimes y diretes del personal
médico sobre la información que debían proporcionarnos respecto al estado de
salud de mi marido, pudieron sacarle una sola radiografía con la que
determinaron la magnitud del daño y sobre la cual me informaron las
consecuencias de ese evento, el diagnóstico que me dieron en esos momentos
fue muy duro para mí, pero en esos instantes necesitaba ser fuerte para poder
transmitirle a Iván la seguridad y fortaleza que iba a necesitar para sobrellevar
esta situación a pesar que aún no le comentaba lo peor que era el hecho de que
no volvería a caminar; al siguiente día y lejos de que los médicos, enfermeras
y personal de servicio social tuvieran un mínimo sentido ético y humano le
comentan a mi esposo sobre la terrible noticia, afortunadamente lo tomó de la
manera más tranquila y con una gran madurez, fue bastante difícil para él,
pero al igual que yo, no demostró en ningún momento flaqueza o algún
sentimiento que demostrara debilidad, al contrario, él me decía que íbamos a
salir adelante de todo lo que esto nos iba a implicar (aunque de ser sincera, no
me imaginaba todo lo que tendríamos que hacer y a lo que nos íbamos a
enfrentar para lograr una buena rehabilitación), para no dar mayores vueltas al
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tema, es hasta el día domingo que comienza a sentir algunas molestias
respiratorias de las cuales les informamos a los médicos y enfermeras
haciendo éstos caso omiso a las molestias que él tenía, pues derivado de esto
le viene una bronco-aspiración que le provoca una ausencia de oxigeno por
cinco minutos (según lo informado por los médicos), lo reanimaron durante
éste tiempo, le inducen un coma y evidentemente lo tuvieron que entubar, no
soy médico y no conozco de los términos que se le deben dar a cada
procedimiento pero a grandes rasgos esto sucedió, durante el tiempo que duró
en coma, el personal médico del área de terapia intensiva que me daba
informes cada 12 horas respecto al “progreso” de su salud que a palabras de
ellos era mínimo, pues no había de otra, no podíamos trasladarlo así a otro
hospital por que entonces si corría el riesgo de que en dicho traslado perdiera
la vida; en el primer día me comentaron que solo era cosa de esperar el
desenlace que podía llegar en cualquier momento debido a la gravedad de
padecimiento que hasta ese momento era el pulmón izquierdo y la mitad del
derecho muy dañados, su esperanza de vida no superaba el 10 por ciento; en
esos momentos venían a mi mente una serie de pensamientos en lo que
evidentemente yo quería a Iván vivo como fuera; alguno de los médicos en
uno de esos informes me comenta algo como lo siguiente … “¿porqué no lo
deja morir?, usted está joven y puede volver a casarse, formar una familia y no
depender de una persona que no sabe si puede o no durar mucho tiempo así,
no sabemos cómo va a quedar, no sabemos si va a despertar y si lo hace, no
sabemos si la va a reconocer por el tiempo que duró sin oxigeno su cerebro, no
sabemos si va a poder moverse, etcétera …” obviamente quería decirle un par
de maldiciones a ese sujeto que se decía ser médico y en el que evidentemente
dependía la salud de mi esposo; obviamente esa no era una opción para mí, yo
tenía la firme esperanza de que él iba a despertar y a salir triunfante de esta
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mala experiencia, afortunadamente lo hizo, después de que lo sacamos de ese
hospital y que pudo recuperarse en un hospital privado lo trasladamos
posteriormente al Instituto Nacional de Rehabilitación, en donde nos
enseñaron a lidiar con éstas situaciones y en el que afortunadamente hemos
aprendido a superar poco a poco ese trago amargo; aún estamos en la etapa de
rehabilitación, lo que nos ha representado un verdadero reto, ha sido muy
difícil y ardua ésta tarea para toda nuestra familia y sin duda lo ha sido en gran
medida para nosotros, pero afortunadamente y como digo yo, gracias a Dios
no tuve que ponerme a pensar siquiera en lo que podía pasar en caso de que mi
esposo se hubiera complicado más y que por la magnitud de las lesiones
ocasionadas en el mismo accidente pudieron ser catastróficas, (según lo
comentado por varios doctores que hemos consultado) por ello quise escribir
algo al respecto por que ya platicando con él nos hemos preguntado ¿qué tal
si realmente se hubiese complicado mucho más su salud? ¿Qué pasa si hubiese
tenido que decidir entre alargar su vida o darle muerte? Este último concepto
ya sea, prestándole los cuidados mínimos que una persona en su posición
necesitaría o de plano terminar tajantemente con su vida, es por eso que ahora
podemos hablar al respecto sin ninguna duda, con la mayor madurez y
evidentemente buscando el menor de los sufrimientos en los 3 casos, sea
distanacia, ortotanasia y/o eutanasia.
Como familiar de un paciente en etapa prácticamente terminal, nos es
muy difícil tomar la decisión respecto a dar una vida tal vez artificial o dar una
“buena muerte” a nuestro enfermo; en mi caso, en esos momentos y bajo esa
circunstancia, nunca fue una opción darle muerte a mi esposo, tal vez suene
egoísta y algo frívola, pero yo quería tenerlo vivo como fuera, sin importarme
a lo mejor cómo iba a quedar al final de todo, tal vez porque yo no soy la que
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está en cama la mayor parte del tiempo, porque yo no siento los dolores o las
molestias del padecimiento, porque yo no soy la que tiene que depender de
otras personas para realizar la mayor parte de las cosas y aunque por la mente
de Iván afortunadamente la mayor parte del tiempo todo ha sido ánimo y
muchas ganas de salir adelante, en muchos otros casos la ortotanasia, la
distanacia, además de la eutanasia, realmente representa una opción, como lo
mencioné anteriormente, tal vez suene egoísta, pero al encontrarse cualquiera
en mi posición les aseguro que en este o muchos otros casos incluso más
complejos medicamente, tomar una medida así de fuerte y drástica
representaría en cualquiera de ellos un homicidio, a lo mejor por la falta de
información al respecto, o tal vez por que no nos gusta hablar de éstos temas
con la familia o por que creemos que nuca nos va a suceder nada o pensamos
que ya que llegue el momento decidiremos, mientras no, es por ello que he
decidido informar al respecto y hacer conciencia que decisiones tan
primordiales y que nos pueden afectar por el resto de nuestras vidas es mejor
decidirlas y dejarlas claras ahora que afortunadamente estamos sanos y no
cuando nuestras voces ya no pueden ser escuchadas.
Para ello es importante conocer el significado de cada uno de éstos
conceptos así como sus diferencias, poder platicarlo con la familia o la gente
más cercana a nosotros y resolver al respecto.
Comenzando con el concepto mayor conocido por su regulación ya en
diversos países y en virtud que ha sido motivo de diversas discusiones por los
casos en los que se ha aplicado, me refiero a la eutanasia.
“Del griego "eu-thanatos", eutanasia significa "buena muerte", en el sentido de
muerte apacible, sin dolores […] aquella acción –eutanasia activa-, u omisión
–eutanasia pasiva-, encaminada a dar la muerte, de una manera indolora, a los
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enfermos incurables. Son características esenciales de la eutanasia el (sic) ser
provocada por personal sanitario y la existencia de una intencionalidad
supuestamente compasiva o liberadora. Según la Organización Médica
Colegial, "la eutanasia pasiva es verdadera eutanasia, pues, desde el punto de
vista de la ética profesional, es irrelevante quitar la vida a un paciente
mediante una acción que se ejecuta o mediante la omisión de una intervención
médica obligada. En uno y otro caso hay eutanasia, pues se provoca
deliberadamente la muerte a un paciente". 1
Sin embargo existen 2 conceptos más relacionados a éstas cuestiones
que valen la pena comentar y me refiero a la distanacia y a la ortotanasia, de
los cuales comentaré en ese orden lo siguiente:
“define "distanasia" como "muerte lenta, ansiosa y con mucho sufrimiento".
Se trata de un neologismo de origen griego, en el cual el prefijo griego dys
tiene el significado de "acto defectuoso". Por tanto, etimológicamente,
distanasia significa prolongamiento exagerado de la agonía, sufrimiento y
muerte de un paciente. El término también puede ser utilizado como sinónimo
de tratamiento inútil, cuya consecuencia es una muerte médicamente lenta y
prolongada, con mucha frecuencia acompañada de sufrimiento […] llaman
"ortotanasia", para hablar de la muerte digna, sin abreviaciones innecesarias y
sin sufrimientos adicionales, esto es, "muerte en su tiempo cierto". 2
Tres conceptos relacionados entre sí, pero con pequeños diferencias que
dejan marcadas ideas primordiales para distinguir a una de la otra, es por ello
marcar como contraste esencial que la eutanasia y la distanacia son conceptos
muy extremistas, en virtud de que la eutanasia busca terminar con la vida de
1
“Eutanasia”: página de internet: http://www.bioeticaweb.com/content/view/211/918/ Fecha de consulta: 29 de Octubre de 2012. 2
“Diferencia entre eutanasia, ortotanasia y distanasia” Página de internet: http://www.3w3search.com/chronos/Chr_02.html: Fecha de consulta: 21 de Noviembre de 2012. Revista Etbio Año 2- Núm. 4- 2012
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un modo tajante, sin proporcionar algún tipo de procedimiento o ayuda para
continuar con la vida, mientras que la distanacia busca prolongar la vida a
toda costa, proporcionando al enfermo en etapa terminal cualquier tipo de
ayuda o tratamiento necesario para posponer su muerte, sin embargo
la
ortotanasia se encuentra en un término medio entre las dos anteriores, porque
a pesar de que no pretende terminar tajantemente con la vida de una persona,
tampoco se busca prolongar la vida de la misma, es decir, se le proporciona la
ayuda y los cuidados mínimos necesarios para que el momento de su muerte
llegue en el tiempo que el mismo cuerpo ya no lo resista más.
A todo esto nos surgen una serie de cuestionamientos difíciles de
responder independientemente de la posición en la que nos encontremos
(médicos, abogados, familia o enfermo) y que son motivo de discusión, tales
como ¿Hasta cuándo se debe prolongar el proceso del morir? ¿Cómo saber
que no hay más esperanza de vida ni de que la persona vuelva a gozar de
salud? ¿Será que todo esfuerzo terapéutico solo retarda y prolonga la agonía y
el sufrimiento de la persona? ¿A quiénes les interesa mantener a la persona
"muerta en vida"? ¿Estamos ampliando la vida o simplemente evitando la
muerte? ¿La vida debe ser preservada a toda costa? ¿Es deber del médico
mantener indefinidamente la vida de una persona que científicamente ya no
cuenta con vida propia? ¿Es ético mantener a los enfermos en estado
vegetativo? ¿Quiénes somos nosotros o los médicos para decidir sobre la vida
o la muerte de una persona?
Sin duda son preguntas que en lo que respecta a mi ser se confrontan
porque aunque me encuentro como ya lo mencioné a favor de la vida en todo
momento, es muy difícil ver sufrir a alguien,
lo es más si se trata por
enfermedades terminales y eso aumenta cuando se trata de familia muy
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querida, tal como lo fue con mi padre, con el que yo preferí que nuestro ser
supremo se apiadara de él y se lo llevara, a tan solo soportar su horrible
sufrimiento; pero no lo fue con mi esposo, tal como lo comenté al inicio de
éste artículo yo exigía estuviera con vida aunque de eso dependiera incluso
sacrificar muchas cosas como mi libertad y vivir atada al cuidado de su salud,
afortunadamente no tiene que ser así, pero difícil o no, ahora lo hemos
platicado y hemos decidido nuestro actuar cuando alguno de los dos nos
encontremos en cualquiera de esas posiciones y aunque serán decisiones
difíciles de tomar al final solo respetaremos la voluntad de cada uno tal como
debe ser.
Bibliografía
“Diferencia entre eutanasia, ortotanasia y distanasia” Página de internet:
http://www.3w3search.com/chronos/Chr_02.html: Fecha de consulta: 21 de
Noviembre de 2012.
“Eutanasia”:
página
de
internet:
http://www.bioeticaweb.com/content/view/211/918/: Fecha de consulta: 29 de
Octubre de 2012.
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