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FACULTAD DE BIOLOGÍA DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA FUNCIONAL Y CIENCIAS DE LA SALUD INFLUENCIA DE VARIABLES PSICO FISIOLÓGICAS Y CALIDAD DE VIDA EN EL SÍNDROME DE APNEA / HIPOPNEA DEL SUEÑO TESIS DOCTORAL AUTORA: Cándida Filgueira Arias DIRECTOR: Dr. Antonio López Castedo Vigo, 2013 “Una lógica reconstruida no es una descripción exacta, sino más bien una idealización de la práctica científica. Ni siquiera el más grande de los científicos tiene un estilo cognitivo que sea entera y perfectamente lógico ...“ (Kaplan, 1964) A ti que inundaste de vida mi arboleda nunca perdida. En lembranza do meu pai. AGRADECIMIENTOS Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a todas aquellas personas que han ofrecido de forma desinteresada su apoyo, ánimo y confianza en la realización de esta investigación, sin ellas el esfuerzo y dedicación empleado no hubiera llegado a su culminación. Especialmente quiero destacar la entrega, esfuerzo y dedicación del Dr. D. Antonio López Castedo, director de esta tesis que ha velado sin descanso en el difícil arte de la perseverancia en el seguimiento y continuación de este estudio no sólo por ofrecerme sus valiosos conocimientos y experiencia profesional, sino también por animarme y alentarme en cada una de las fases de la investigación. Al Dr. D. José Antonio Lamas Castro por su tiempo y dedicación en el difícil arte de la tutoría en el departamento de Biología Funcional y Ciencias de la Salud y por haberme brindado la posibilidad de desarrollar este trabajo de investigación y gestionar los trámites de lectura y defensa del mismo. A D. José Morillo-Velarde Serrano indiscutible referente en mi trayectoria profesional, por su constante apoyo y confianza en mi trabajo e impulsor definitivo en el último tramo de esta tesis. A D. Rafael Paniagua Zapatero maestro, ángel y amigo, por su consejo, inspiración y apoyo incondicional irremplazable en los momentos de flaqueza, por su ejemplo de lucha y honestidad y por su inagotable generosidad para compartir su experiencia de vida y amplio conocimiento. Al Dr. D. Julián Vaquerido-Madrid médico especialista en Neurociencias y a la Dra. Dña. Ana Mª Monterde Villar, Neurofisióloga y Máster en Trastornos del Sueño y Miembro de la Sociedad Española de Patología del sueño, que han revisado el marco teórico de la investigación avalando sus contenidos. A mis compañeras y amigas Dr. Dña. Julia María Crespo Comesaña, a la Dr. Dña. Beatriz Rodríguez López y Dña. Virginia Aznar Cuadrado solo tengo palabras de agradecimiento por los buenos momentos y especialmente a la Dra. Dña. Margarita Pino Juste por su constante ánimo y generosidad dispuesta siempre a compartir su tiempo. V Y por último el agradecimiento más profundo y sentido para mi familia porque las relaciones no se miden por la distancia física sino por la cercanía emocional A todos, Gracias. VI Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Índice ÍNDICE INTRODUCCIÓN 15 PRIMERA PARTE: FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA CAPÍTULO 1. EL SÍNDROME DE APNEA DEL SUEÑO 23 23 1.1. EL SUEÑO 1.1.1. Ritmos Circadianos y Sueño 25 1.1.2. Ontogenia del Sueño 27 1.1.3. Neurofisiología del Sueño. Fases y Arquitectura 30 1.1.4. Trastornos del Sueño 33 1.2. SÍNDROME DE APNEA DEL SUEÑO 35 1.2.1. Etiopatogenia 36 1.2.2. Concepto. Definición. Clasificación 38 1.2.3. Epidemiología 43 1.2.4. Fisiopatología 48 1.2.5. Clínica de la Apnea del Sueño 55 1.2.5.1. Sintomatología nocturna 59 1.2.5.2. Sintomatología 60 61 1.2.6. Diagnóstico 1.2.6.1. La Polisomnografía (PSG) 66 1.2.6.2. La Poligrafía Respiratoria (PR) 71 74 1.2.7. Tratamiento CAPÍTULO 2. REVISIÓN CRÍTICA DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE EL SÍNDROME APNEA/HIPOPANEA DEL SUEÑO 81 2.1. VARIABLES SOCIO-DEMOGRÁFICAS 81 82 2.1.1. Edad / Sexo 2.2. VARIABLES CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS 85 2.2.1. Enfermedades asociadas / Tipo de Apnea 85 2.2.2. Toxicidad / Posición corporal 95 2.3. VARIABLES FISIOLÓGICAS 2.3.1. Desaturación media de oxígeno (Hipoxia) VII 102 102 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Índice 2.3.2. Somnolencia diurna 111 2.3.3. Índice de Apnea / Hipopnea 116 2.3.4. Arousales 121 2.4. VARIABLES PSICOLÓGICAS 126 2.4.1. Ansiedad y depresión 126 2.4.2. Deterioro cognitivo. 136 2.5. CALIDAD DE VIDA 144 SEGUNDA PARTE: FUNDAMENTACIÓN EMPÍRICA CAPÍTULO 3. ENFOQUE Y PROCESO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN 158 3.1. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA 158 3.1.1. Planteamiento del estudio 158 3.1.2. Objetivos 159 3.1.3. Variables 159 3.1.3.1. Variables independientes 159 3.1.3.2. Variables dependientes 161 3.1.4. Hipótesis 162 3.2. SISTEMATIZACIÓN 163 3.2.1. Muestra 163 3.2.2. Materiales 169 3.2.3. Procedimiento 190 3.2.4. Análisis de datos 192 3.2.5. Diseño 193 CAPÍTULO 4. RESULTADOS 195 4.1. RELATIVOS A VARIABLES PSICOLÓGICAS: 4.1.1. ESCALA HAMILTON PARA LA ANSIEDAD (HARS) 195 195 4.1.1.1. Atendiendo al Sexo y Edad 195 4.1.1.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 197 4.1.1.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de 198 Apnea VIII Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Índice 4.1.1.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 200 4.1.2. ESCALA HAMILTON PARA LA DEPRESIÓN (HARD) 202 4.1.2.1. En función del Sexo y Edad 202 4.1.2.2. En función del Estado civil y Ocupación 204 4.1.2.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de 206 Apnea 4.1.2.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 207 4.1.3. ESCALA MINI EXAMEN COGNOSCITIVO DE LOBO 209 (MEC 4.1.3.1. Atendiendo al Sexo y Edad 209 4.1.3.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 211 4.1.3.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de 212 Apnea 4.1.3.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 4.2. RELACIONADOS CON VARIABLES FISIOLÓGICAS: 214 216 4.2.1. ESCALA DE SOMNOLENCIA DIURNA DE EPWORTH 216 (ESE) 4.2.1.1. En función del Sexo y Edad 4.2.1.2. En función del Estado civil y Ocupación 216 218 4.2.1.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de 220 Apnea 4.2.1.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 4.2.2. NÚMERO DE AROUSALES 4.2.2.1. Atendiendo al Sexo y Edad 4.2.2.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 222 224 224 226 4.2.2.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de 228 Apnea 4.2.2.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 4.2.3. DESATURACIÓN MEDIA 4.2.3.1. En función del Sexo y Edad IX 230 232 232 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Índice 4.2.3.2. En función del Estado civil y Ocupación 233 4.2.3.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de 235 Apnea 4.2.3.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 237 4.2.4. ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA 239 4.2.4.1. Atendiendo al Sexo y Edad 239 4.2.4.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 241 4.2.4.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de 242 Apnea 4.2.4.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 4.3. REFERIDOS A CALIDAD DE VIDA (SF-36): 4.3.1. Dimensión Dolor Corporal 244 246 246 4.3.1.1. En función del Sexo y Edad 246 4.3.1.2. En función del Estado Civil y Ocupación. 248 4.3.1.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea 249 4.3.1.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 4.3.2. Dimensión Función Física 251 253 4.3.2.1. Atendiendo al Sexo y Edad 253 4.3.2.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 255 4.3.2.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de 256 Apnea 4.3.2.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 4.3.3. Dimensión Función Social 258 260 4.3.3.1. En función del Sexo y Edad 260 4.3.3.2. En función del Estado Civil y Ocupación 262 4.3.3.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de 263 Apnea 4.3.3.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 4.3.4. Dimensión Rol Emocional 4.3.4.1. Atendiendo al Sexo y Edad X 265 267 267 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Índice 4.3.4.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 269 4.3.4.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de 270 Apnea 4.3.4.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 272 274 4.3.5. Dimensión Rol Físico 4.3.5.1. En función del Sexo y Edad 274 4.3.5.2. En función del Estado Civil y Ocupación 276 4.3.5.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de 277 Apnea 4.3.5.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 4.3.6. Dimensión Salud General 279 281 4.3.6.1. Atendiendo al Sexo y Edad 281 4.3.6.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 283 4.3.6.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea 284 4.3.6.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 4.3.7. Dimensión Salud Mental 285 287 4.3.7.1. En función del Sexo y Edad 287 4.3.7.2. En función del Estado Civil y Ocupación 289 4.3.7.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea 290 4.3.7.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal 4.3.8. Dimensión Vitalidad 292 294 4.3.8.1. Atendiendo al Sexo y Edad 294 4.3.8.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación 296 4.3.8.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea 297 4.3.8.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal 4.4. ANÁLISIS CORRELACIONAL XI 299 301 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Índice CAPÍTULO 5. DISCUSIÓN 306 CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES 339 BIBLIOGRAFÍA 346 ANEXOS. 426 Anexo I. Cuestionario Estructurado 426 Anexo II. Escala de ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Scale, HAS) 433 Anexo III. Escala de evaluación para la depresión de Hamilton. Hamilton Depression Rating Scale, HRSD Anexo IV. Mini Mental de Lobo, (MEC) 435 439 Anexo V. Escala de somnolencia de Epworth, (Epworth sleepiness scale – 440 ESE) Anexo VI. Cuestionario de Calidad de Vida SF-36 XII 442 INTRODUCCIÓN Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción INTRODUCCIÓN El sueño es un estado fisiológico del organismo, transitorio y reversible en cuanto a su conexión sensorial con el medio y falta de respuesta al entorno. Recurrente, por cuanto expresa una periodicidad y necesario e inherente a la existencia. Tanto es así que los seres humanos pasamos una tercera parte de cada ciclo circadiano durmiendo. Estamos programados para la actividad diaria y el descanso nocturno (Brown, 1990). El sueño supone un estado biológico y conductual que se caracteriza por una relativa tranquilidad, libre de tensiones y por un gran aumento del umbral o respuesta a los estímulos externos en relación con el estado de vigilia (Sadock, Sadock, & Navascues, 2008). Tener un sueño suficiente y reparador es una necesidad humana tan básica como la de alimentarse, vital para el bienestar físico y emocional. El ser humano duerme durante una tercera parte de su vida y de la calidad con que lo hace depende su desempeño en la vida cotidiana. La capacidad y duración del período de la vida que se dedica al sueño, disminuye con la edad. Los cambios en los patrones del sueño durante el desarrollo de un sujeto, desde el nacimiento hasta la senectud resultan impresionantes. Mientras que en los adultos el ritmo es circadiano (cerca de un día), en los recién nacidos el ritmo biológico oscila entre las 3 y 4 horas (ultradiano). A partir de los tres meses el ciclo se alarga de manera progresiva, siendo el sueño nocturno lo primero que se incrementa. A partir de los 6 meses el ritmo biológico debería ser de 24 horas, estableciéndose ya un descanso nocturno que, en condiciones normales, sería de 12 horas de un tirón (Suárez & Robles, 2005). A medida que las personas envejecen, pasan menos tiempo durmiendo y tienden a limitar el sueño a las horas de la noche. En este sentido, cabe destacar la investigación realizada por Houston et al. (1979), en relación a los cambios en la cantidad total de sueño diurno, sueño D y sueño S en función de la edad. La deprivación de sueño se está reconociendo cada vez más como causa fisiológica, entre otras, de disrupción en procesos cognitivos tales como consolidación de la memoria, ansiedad, depresión (Born, Rasch & Gais, 2006; Cirelli, 2005; Frank & Benington, 2006; Maquet, 2001; Stickgold, 2005; Tononi 15 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción & Cirelli, 2006), así como factor vinculante al desarrollo de un negativo impacto en calidad de vida. Subjetivamente hasta el 17,8% de la población general se autoclasifica como insatisfecha con su calidad de sueño (Ohayon, Caulte & Guilleminual, 1997). Una serie de indicadores de calidad de sueño se han identificado en la población general. Estos indicadores se relacionan con el hecho de sufrir de insomnio, término poco específico y que acompaña a una gran variedad de alteraciones del sueño. Ohayon, Caulte & Guilleminual (1997), sugieren los siguientes indicadores de insomnio: 1. Latencia de sueño anormal, 2. Dificultades en el mantenimiento del sueño, 3. Sueño no restaurador, 4. Despertar temprano. Por otra parte, estudios epidemiológicos (Beutler, Thornby & Karacan, 1996), han demostrado que el 14% de la población informa por lo menos uno de éstos y 7% dos o más. El número de indicadores está además, asociado a la autoevaluación de la calidad de sueño. Hasta el 70% de los sujetos con un solo indicador está satisfecho con su calidad de sueño. Por otra parte, 89% de los insatisfechos informan dos o más indicadores. Con estos últimos, el riesgo relativo indirecto es 36 veces mayor de tener insomnio y estar insatisfecho con la calidad de sueño que al informar un solo indicador. Beutler et al. (1996), han hecho énfasis en la identificación de variables psicológicas de la calidad del sueño también con especial referencia al insomnio y los subtipos de esta patología tan frecuente. El sueño es sin duda un excelente indicador del estado de salud de las personas tanto en muestras clínicas como en la población general. El desarrollo de estrategias preventivas y de intervención que reduzcan las alteraciones del sueño redundará en una mejor calidad de vida (Miró, Cano-Lozano & Buela-Casal, 2005) La Apnea de Sueño, aunque no es una causa común de insomnio, es uno de los problemas de sueño más frecuentes y con efectos más negativos sobre la calidad de vida (Roux, Dambrosio & Mohsenin, 2000). Son habituales los despertares nocturnos, la respiración periódica, e insomnio, el sueño no reparador, el ronquido y la somnolencia diurna. Es un síndrome muy importante, puesto que 16 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción puede suponer una amenaza para la vida y es la forma más frecuente de trastorno del sueño relacionado con la respiración. El término apnea del sueño aplicado a la patología que nos ocupa es de uso relativamente reciente en la literatura clínica. No se llega, hasta la segunda mitad del siglo XX, a definir con precisión una sintomatología que se sospecha ha afectado al ser humano desde los albores de la humanidad. Sin embargo, las referencias al conjunto de síntomas que hoy en día se describen bajo el término “apnea”, aparecen ya en los inicios de la historia médica y desde la antigüedad encontramos tratados, estudios y descripciones de trastornos respiratorios que suceden durante el sueño. En el año 330 a. c., Claudius Aelianus en su “Miscelanea Histórica”, describe al primer paciente con un cuadro sintomático de apnea. Se trataba de Dionisius de Heraclea, Rey de Pontus, que presentaba gran dificultad para respirar y era obeso. Aunque encontramos referencias del trastorno del sueño en la Biblia, los orígenes griegos del estudio de la Apnea, se reflejan en su etimología, de “pnoia” o “deseo de dormir”. En los inicios de la medicina occidental, Hipócrates, el padre de la medicina griega (460-377 a. c.), establece ya en el siglo IV a.c. la relación entre la obesidad y la muerte súbita y hace referencia a la “respiración entrecortada” de ciertos tipos de sueño (Wintrofe et al, 1998). Aunque, como hemos indicado, clínicamente la existencia del Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño (SAHS), se sospechaba desde mediados del siglo pasado (1837), el novelista Charles Dickens en su obra “The Pickwick Papers”, describía al sirviente “Joe” como una persona obesa, roncadora, con una gran somnolencia durante el día y que se quedaba dormido mientras llamaba a una puerta, (Papalia, 2001). En 1918, el médico canadiense William Osler (18491919), fue quien asoció el ronquido con la excesiva somnolencia y la obesidad y utilizó al personaje de Dickens para definir a estos pacientes como “pickwician”. No es hasta 1956 cuando se define la apnea bajo el término “síndrome de Pickwickian” en la revista médica “American Journal of Medicine” (Burwell, Robin, Whaley & Bicklemann, 1956), describiendo así el síndrome de apnea del sueño como un cuadro clínico complejo de síntomas cardio-respiratorios, 17 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción obesidad, somnolencia diurna, hipoventilación alveolar y alteraciones de respiración periódicas, (Wintrofe et al, 1998). En 1965, Gastaut, Tassinari y Duron publican en la “Revue Neurologique” el artículo clásico, “Etude polygraphique des manifestations épisodiques (hypniques et respiratoires) diurnes et nocturnes du Syndrome de Pickwick”, demostrando mediante registros poligráficos la existencia de este síndrome. Con este trabajo realizado en Marsella que define mediante criterios polisomnográficos los tres tipos de apnea, se inicia la era del conocimiento de la fisiopatología del síndrome de apneas/hiponeas del sueño (SAHS). Más recientemente, Sadoul y Lugaresi (1972), organizan la primera Reunión Internacional sobre “Insomnio y Respiración Periódica”, en Rimini (Italia). La discusión de esta primera reunión versó entorno a las dificultades nosológicas, debido a la descripción de algunos casos con apneas durante el sueño, alejados del cuadro clínico del Pickwick. Estos autores sugieren que ronquido e “hipersomnia con apneas periódicas” son los extremos de un continuo de una serie de eventos fisiopatológicos originados por el estrechamiento de la vía aérea superior (VAS) durante el sueño, y acuñan el termino de “enfermedad del ronquido crónico”. Posteriormente, Guilleminault y Dement (1978), editan el libro “Sleep Apnea Syndromes”, con los hallazgos obtenidos en más de un centenar de pacientes estudiados en la “Sleep Disorders Clinic and Laboratory” de la Universidad de Stamford en California. El año 1981 será decisivo en la historia del SAHS al proponerse alternativas terapéuticas fundamentales, relegando la traqueotomía clásica a casos excepcionales. Fujita et al. (1981), publican que la cirugía correctora de las anomalías anatómicas de la VAS, Uvulopalatofaringoplastia o UPPP, es curativa en un gran número de casos. Sullivan, Berthon-Jones, Issa y Eves (1981), demuestran la eficacia en mantener una presión positiva continua en las vías aéreas (CPAP) durante el sueño. La reversibilidad del SAHS mediante la administración de aire con presión positiva continua a través de mascarilla nasal, CPAP-nasal es hoy día el tratamiento de elección en esta patología. Estos sistemas se han ido modificando y mejorando con el tiempo, corroborándose igualmente su eficacia. 18 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción A lo largo de los últimos años el avance en el reconocimiento de este síndrome, como una entidad patológica común, ha sido extraordinario. Recientemente el cuadro patológico se ha ampliado a las hipopneas (SAHS) y al síndrome de resistencia de la vía aérea superior (VAS), confirmando la hipótesis de Lugaresi (1972) de que ronquido e hipersomnia con apneas periódicas constituyen un continuo de una serie de eventos fisiopatológicos originados por el estrechamiento de la VAS. Según la clasificación diagnóstica DSM-IV-TR, (American Psychiatric Association [APA], 2003), podemos dividir a los trastornos del sueño según su posible etiología, en cuatro grandes apartados: Trastornos primarios del sueño. Trastornos del sueño relacionados con otro trastorno mental. Trastorno del sueño debido a una enfermedad médica. Trastorno del sueño inducido por sustancias. Sabemos que los trastornos del sueño aparecen presumiblemente como consecuencia de alteraciones endógenas en los mecanismos del ciclo sueño-vigilia y a menudo se ven agravadas por factores de condicionamiento. A su vez, estos trastornos se subdividen en Disomnias (caracterizadas por trastornos de cantidad, calidad y horario del sueño) y en Parasomnias (caracterizadas por acontecimientos o conductas anormales asociadas al sueño, a sus fases específicas o a los momentos de transición sueño-vigilia) (Pichot, 1995). En el ámbito de las Disomnias, los trastornos del sueño relacionado con la respiración tienen como característica esencial una desestructuración del sueño que da lugar a somnolencia excesiva o insomnio y se considera secundaria a alteraciones de la ventilación durante el sueño. Este es el caso del Síndrome que nos ocupa (Wintrofe et al., 1998). En general al abordar los trastornos del sueño, hay que considerar tres síntomas básicos o grupos de síntomas: el insomnio, la dificultad para iniciar o mantener el sueño, la hipersomnolencia, que incluye un sueño excesivo, excesiva somnolencia durante el día y las alteraciones episódicas del sueño. El método para el estudio de las alteraciones del sueño, en laboratorio, se basa en un registro múltiple de parámetros que proporciona una serie de datos, que son sometidos a 19 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción un exhaustivo análisis y a una valoración estadística, para poder determinar con exactitud el perfil de sueño en un individuo determinado, es lo que denominamos polisomnografía. En los últimos años los trastornos respiratorios del sueño y especialmente el síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS), han ido generado un interés creciente en la comunidad científica. Diferentes estudios epidemiológicos llevados a cabo en Estados Unidos y en Europa han evidenciado que el SAHS es una enfermedad con una alta prevalencia que afecta entre 4-6% de hombres y 24% de las mujeres en la población general adulta de edades medias (DuránCantolla et al, 2001; Young et al., 1993). En España existen entre 1.200.000 y 2.150.000 sujetos portadores de un SAHS relevante, y por tanto, subsidiarios de ser tratados. No obstante, tan sólo se ha diagnosticado y tratado entre el 5-9% de esta población, (Durán-Cantolla et al., 2004). Por lo que estamos muy lejos de haber alcanzado una situación óptima. De acuerdo con estas premisas, se ha planteado llevar a cabo una investigación en donde se analizan las variables psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo), fisiológicas (somnolencia diurna, número de arousales, desaturación media, índice de apnea/hipopnea) y calidad de vida en función del sexo, edad, estado civil, ocupación, enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad y posición corporal en una muestra de sujetos diagnosticados de SAHS con el propósito de averiguar o establecer la relación existente entre las variables psicológicas, fisiológicas y calidad de vida en este Síndrome, intentando alcanzar un nivel de concreción mayor en cuanto al conocimiento del SAHS a través del establecimiento de um perfil-tipo multidimensional característico del sujetopaciente diagnosticado de Apnea/Hipopnea del Sueño El presente trabajo se divide en dos grandes apartados (marco teórico y marco práctico), con diferentes capítulos en su desarrollo. En el marco teórico, capítulo uno, se pretende proporcionar un marco referencial donde poder establecer las líneas teóricas del trastorno a estudiar. En el segundo capítulo, se realiza una revisión crítica de las investigaciones actuales sobre el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño en relación a las variables a tratar es decir, sociodemográficas, clínico-epidemiológicas, fisiológicas y calidad de vida. 20 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Introducción En el segundo apartado, capítulo tres, se propone la parte empírica de esta investigación. Comienza con el proceso metodológico, en donde se exponen la delimitación del problema (variables e hipótesis), la sistematización (muestra, materiales, procedimiento, análisis de datos y diseño). En el siguiente capítulo, se exponen los resultados obtenidos organizados según las variables tratadas y en relación a los instrumentos de medición seleccionados. Así pues y según las variables psicológicas nos encontramos con los resultados extraídos por la Escala Hamilton de Ansiedad (HARS), Escala Hamilton para la Depresión (HARD) y Escala Mini Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC), atendiendo todos ellos al sexo y edad, estado civil y ocupación, enfermedades asociadas y tipo de apnea y toxicidad y posición corporal. En cuanto a los resultados registrados en relación a las variables fisiológicas, se ha expuesto los resultados procedentes de la Escala de Somnolencia diurna de Epworth (ESE), así como ciertos parámetros extraídos de la Polisomnografía efectuada a la muestra en cuestión, tales como el número de arousales, desaturación media e Índice de Apnea/Hipopnea, atendiendo todas estas variables al sexo y edad, estado civil y ocupación, enfermedades asociadas y tipo de Apnea y por último atendiendo a la toxicidad y posición corporal. Además y en este mismo capítulo, se han expuesto los resultados recabados en relación a la Calidad de Vida (SF-36) en cada una de sus dimensiones, esto es, Dolor Corporal, Función Física, Función Social, Rol Emocional, Rol Físico, Salud General, Salud Mental y Vitalidad. Al igual que en los apartados anteriores, estas dimensiones se analizaron en función del sexo y edad, estado civil y ocupación, enfermedades asociadas y tipo de apnea y finalmente toxicidad y posición corporal. El estudio concluye con los capítulos correspondientes a la discusión de los resultados y capítulo de las conclusiones. Para ello, la metodología que sigue en la exposición nos permite analizar cada prueba por separado en función de las variables estudiadas. Por último, se finaliza con la bibliografía requerida para la elaboración de esta investigación y los cuestionarios utilizados en la recogida de la información (Anexos). 21 PRIMERA PARTE: FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea CAPÍTULO 1. EL SÍNDROME DE APNEA DEL SUEÑO 1.1. EL SUEÑO El sueño es una función fisiológica al que dedicamos hasta un tercio de la vida (Ohayon & Roth, 2001). Es un estado inconsciente y discontinuo que se organiza en fases y la actividad de valores autonómicos experimentan cambios fisiológicos, rítmicos y reversibles (Abbas, 2003) cuyo registro se realiza a través de pruebas electroencefalográficas y que implican modificaciones en relación al estado de vigilia. Aunque suponga una constelación de adversidades, el sueño tiene como objetivo principal la regulación y modulación de la actividad del sistema nervioso central (SNC), así como de los distintos sistemas del organismo de los que participa. La principal característica de esta peculiar actividad fisiológica es la ruptura, desconexión y falta de respuesta a los estímulos medioambientales. Una adecuada calidad y cantidad de sueño es esencial para la salud. Las funciones que desempeña el sueño son las siguientes, (Fernández-Pellón, 2007): Restauración homeostática de los tejidos, fundamentalmente el sistema nervioso central. Conservación de la energía. Termorregulación. Eliminación de recuerdos irrelevantes de un cerebro sometido a sobrecarga sensorial. Consolidación de la memoria perceptiva e implícita. Como consecuencia de esta disociación del medio circundante y siguiendo a Fernández-Pellón (2007), se registran valores en relación a parámetros térmicos tales como una reducción de la temperatura corporal central y un incremento de la temperatura cutánea, un descenso del índice metabólico y una elevación del umbral de la estimulación sensorial, disminución de los reflejos cutáneos y 23 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea pérdida del tono muscular, disminución de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial y sobre todo, alteraciones de la ventilación. También sabemos que no es un fenómeno unitario y que se caracteriza por diversos estados fisiológicos, polisomnográficos (PSG), esto es registro simultáneo de múltiples señales biológicas durante el sueño, con electroencefalograma (EEG), electromiograma (EMG) y electrooculograma, (Raich & De la Calzada, 1992). Analizando la historia de las investigaciones en el ámbito del sueño, podemos indicar que hacia la primera mitad del siglo XIX se describía el proceso del sueño como un estado de inactividad generalizada caracterizada por la inmovilidad del tronco y de las extremidades, todo ello debido a una disminución de la actividad cerebral, por lo que se trataba de un proceso unilateral e inactivo. Con la aparición de las técnicas circunscritas al ámbito de la electrofisiología, en especial el electroencefalograma (EEG), se llegó a la conclusión de que el cerebro no está inhibido en periodo de sueño, al contrario registra una importante actividad, sobre todo en el sueño REM. Gracias a los estudios de Berger en 1929 se pudo demostrar las diferencias de la actividad cerebral entre la vigilia y el sueño a través del registro de los impulsos eléctricos. Comenzaba la era del desarrollo y uso del EEG como herramienta clínica y de diagnóstico en el ámbito de la disfunción cerebral. Posteriormente, Loomis, Harvey y Hobart (1937), investigando los patrones EEG durante el sueño, establecieron cinco estadios en los niveles del sueño; vigilia, adormecimiento, sueño ligero, sueño de profundidad medio y sueño profundo, estableciendo así los orígenes de la Medicina del Sueño. En esta contribución histórica de las bases fisiológicas del sueño, podemos destacar la aportación de Moruzzi y Magoun (1949) y la teoría del Sistema Reticular Activador Ascendente (teoría pasiva del sueño) que demostraba a través de electrodos implantados en el animal, que la estimulación de la formación reticular troncoencefálica provocaba una activación en el EEG y una reacción de alertamiento o “arousal” en el animal dormido. En 1953, se produjo un importante hallazgo en la comunidad científica, puesto que Aserinsky y Kleitman detectaron y describieron los movimientos 24 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea oculares rápidos “rapid eye movement”, dando lugar posteriormente a la denominación y clasificación de los tipos de sueño: sueño REM frente al noREM. Actualmente la tendencia en cuanto a línea de investigación se decanta hacia la Neuroquímica y Neurofísiología, prueba de ello se constata en los estudios de Peraita (1992) que dirige sus investigaciones hacia las diferentes bases anatómicas de los tipos de sueño, así como a los distintos grupos neuronales y los correspondientes neurotransmisores que subyacen en este control. En su estudio, con una muestra de enfermos varones en edades medias de la vida, portadores del SAHS sin tratamiento y sometidos a los graves riesgos que esta patología conlleva y que condiciona exponencialmente su calidad de vida, cabe destacar la propuesta de prevención como intervención precoz y eficaz del síndrome, ya que el proceso patológico evolucionado se asocia con cambios irreversibles funcionales y estructurales de la vía aérea superior (VAS). Sabemos por otras investigaciones (Kerr et al., 2001; Peraita, 1992) que la patogenia de la obstrucción de la VAS no se conoce completamente, pero se han identificado diversos factores de riesgo y el papel que juegan en dicha patogenia, factores sobre los que debemos incidir, en opinión de la autora, de forma contundente. Así pues, una de las propuestas de la investigadora para futuras investigaciones sería la de identificar los signos del SAHS incipientes en grupos de riesgo. 1.1.1. Ritmos circadianos y Sueño Tratando de delimitar el campo de definición de ritmo, podemos indicar que se produce cuando en cualquier evento que supone una modificación a partir de un punto, regresa a la larga a la misma posición, cualquiera que sea el tiempo que le lleve regresar a dicho punto (Witting et al., 1990). El ritmo biológico del que más estudios se ha realizado es el que se conoce como ritmo circadiano (circa=cerca, dies=día), porque adopta un período cercano a un día (Palmer, 1976; Witting et al., 1990). Estos subyacen en la anatomía y fisiología de los organismos, el más conocido y evidente es el ciclo sueño-vigilia, que está en estrecha relación con el ciclo oscuridad-luz (Hoogendijk et al., 1996; Kamei, Urata & Uchiyaya, 1998; Kamei et al., 2000) 25 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Los ritmos circadianos humanos son estables y están gobernados por unos relojes o sincronizadores internos y por unos externos o ambientales mediante un proceso de sincronización, siendo la alternancia luz-oscuridad el extremo más importante para el ritmo vigilia - sueño, unido a los condicionantes sociodemográficos (sexo, edad, estado civil, ocupación, entre otros), a las condiciones clínico-epidemiológicas (enfermedades del sueño: narcolepsia, apnea del sueño, tipo de apnea, enfermedades asociadas, toxicidad, posición durante el sueño, entre otros) y socio-laborales (turnos rotatorios, trabajos nocturnos, vuelos transoceánicos - síndrome del jet-lag). La adecuada sincronización externa/ interna genera bienestar y permite un buen funcionamiento del organismo que se altera cuando se rompe la sincronía, apareciendo fatiga, malestar, irritabilidad, ansiedad, depresión, disminución de la atención, memoria, concentración, entre otros. La Cronobiología intenta estudiar el ritmo biológico del sueño humano (Raich & De la Calzada, 1992). Se pensaba, que la homeostasis era el principal mecanismo regulador fisiológico del organismo pero, recientemente, se ha incluido el concepto de regulación temporal o Cronostasis (Granados & Aguilar, 1997), estudiándose así los ritmos corporales como variaciones cíclicas que se extienden por determinado período de tiempo en diversos factores fisiológicos o psicológicos. Los cronobiólogos han demostrado a través del registro de la temperatura durante la siesta, costumbre muy enraizada en nuestra cultura, la existencia de un máximo de temperatura corporal, apareciendo el sueño más profundo 12 horas más tarde coincidiendo con el mínimo de dicho ciclo. Las investigaciones de Aschoff (1990), han propuesto la existencia de dos osciladores biológicos que se combinan en sincronía. Estamos hablando de la temperatura corporal y el rimo vigilia - sueño. En este sentido la temperatura sería el oscilador fuerte (componente endógena dominante) y el ritmo vigilia - sueño estaría influenciado por el oscilador débil, siendo más susceptible a los factores externos. En esta línea de investigación se ha demostrado que los niños prematuros mantienen un ritmo endógeno en el control de la temperatura (Mirmiran et al., 1990) disipando las incertidumbres en cuanto a la existencia de 26 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea dicho ciclo. Por su parte, los estudios de Archer, Robilliard y Skene (2003) han aportado evidencias suficientes para considerar la posición relativa del ritmo vigilia - sueño en relación con el ritmo de la temperatura. Así pues, establecieron una tipología de los individuos (sujetos de día o sujetos de noche). Las características del sueño, el nivel de vigilancia y la calidad de los comportamientos, dependen en cierta medida de los factores circadianos y del papel fundamental que desempeña el núcleo supraquiasmático en dicho control (Czeisler et al., 1999) En sintonía con Peraita (1992) nacemos con un ritmo circadiano establecido genéticamente y el factor sociocultural contribuye en gran medida por cuanto dormimos por la noche y velamos durante el día. 1.1.2. Ontogenia del Sueño Paralelamente al desarrollo del ciclo vital del ser humano, el sueño evoluciona y experimenta importantes cambios relacionados entre otros, con su composición estructural y su distribución a lo largo de las 24 horas del día. En este desarrollo evolutivo, el sueño hace su aparición con la función cerebral y su arquitectura viene determinada por el estado de maduración cerebral. Los patrones que se delimitan durante el sueño favorecen la consolidación de dos estados o tipos de sueño: activo (REM) y quieto (noREM), siendo uno de los aspectos más significativos del desarrollo cerebral (Jouvet, 1962; Moruzzi, 1972; Velluti & Pedemonte, 1999). Estos estados se caracterizan por la asociación estable de criterios específicos de diferentes variables fisiológicas y comportamentales, que ocurren de forma natural y recurren periódicamente, expresando dos modos diferentes de integración funcional del sistema nervioso central (SNC), (Held et al., 2004). Su diferenciación se realiza progresivamente: primero, el ciclo actividad - reposo de cada variable fisiológica-, que ocurre independientemente de las otras; luego ciertas variables comienzan a sincronizar sus ciclos entre ellas; finalmente, se establece una sincronización del conjunto de las variables y se consolidan estos estados con su correspondiente alternancia cíclica (Lozano Beltrán & Morales, 1997). 27 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Incluso antes del momento del nacimiento existen investigaciones que determinan una aproximación en tiempo del ritmo vigilia-sueño (Ferreiro, 1999). Así el feto de 30 semanas de gestación presenta dos fases de sueño: el sueño activo y el sueño tranquilo o quiescente. El sueño activo, que en etapas posteriores de la vida será el sueño REM, ocupa el 80% de la duración total del sueño. En la mujer gestante, el sueño REM va aumentando en frecuencia y duración hasta la semana 40 de gestación y constituye un 50% del sueño total; esta situación se prolonga hasta un mes después del parto. A medida que el feto madura, el sueño activo se hace más corto, hasta que se iguala con el sueño tranquilo al 50% en la época neonatal (Ferreiro, 1999; Kellaway & Petersen, 1964). El sueño tranquilo se caracteriza por escasos movimientos corporales, una respiración regular, no hay movimientos oculares y se detecta actividad muscular en el electromiograma (EMG) (Kellaway & Petersen, 1964). Por el contrario durante el sueño activo pueden observarse contracciones musculares, muecas, movimientos de las extremidades y de los dedos, sonrisas, apertura y cierre espontáneo de los ojos y se aprecian movimientos rápidos de los globos oculares en forma de brotes. Además, el neonato emite vocalizaciones que incluyen gemidos, gruñidos y gritos (Culebras, 1996). El sueño REM en la época neonatal aparece cada 50-60 minutos y va disminuyendo hasta llegar a la edad adulta, en la que ocurre cada 90-100 minutos (Culebras, 1996). El lactante entra directamente en sueño REM. Las características del EEG durante el sueño noREM están mal definidas (las puntas del vértex y los husos no aparecen hasta los 3 meses de la vida) (Culebras, 1996). En el neonato la alternancia del ciclo es más breve y condicionada a las necesidades de alimento. Como indicamos en un párrafo anterior, a partir de los 34 meses el ritmo se va consolidando con el proceso madurativo del Sistema Nervioso aunque con el envejecimiento se irá perdiendo (Copinschi, Vanreeth & Vancauter, 1999). En efecto, entre los 3 y 4 meses se consolida el sueño nocturno y existe un patrón circadiano establecido. Al año, el sueño noREM está bien definido y el sueño REM ocupa un 30% del total, y a los 2 años se adquiere un patrón EEG de sueño tipo adulto. El sueño nocturno de 8-9 horas tipo adulto debe tener no más de un 5% de despertares intra-sueño, un 5% de fase I, alrededor del 28 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea 45% de fase II, un 25% de sueño lento profundo (fases III y IV) y un 20% al sueño REM (Culebras, 1996). La proporción del sueño REM va disminuyendo hasta que entre los 3-5 años ocupa solo el 20 % del dormir, permaneciendo esta proporción durante la vida adulta. Hacia los 6 años, se configura de forma estable la duración de los ciclos del sueño en unos 105-110 minutos, se caracteriza por elevados porcentajes de sueño MOR (REM) y sueño de ondas lentas de elevada amplitud. Durante la adolescencia se produce una disminución importante del sueño de ondas lentas. El sueño lento profundo, en las etapas 3-4 disminuye paulatinamente a partir de los 20 años y usualmente desaparece a partir de los 60 años de edad. Esta disminución del sueño lento se diferencia según el sexo, manteniéndose en las mujeres hasta edades más avanzadas. El sueño noREM presenta su máxima expresividad durante los 10 primeros años de la vida. El sueño lento profundo va disminuyendo con la edad. De la tercera a la sexta década de la vida se produce una disminución lenta y gradual de la eficacia del sueño y del tiempo total de éste. A medida que avanza la edad, el sueño se vuelve más fragmentado y ligero. Como indica Hauri (1982), el sueño se modifica con la edad no solo en su cantidad (disminución total de sueño nocturno) sino también en su estructura (fragmentación del sueño con aumento del número de despertares nocturnos, con importante disminución del sueño profundo y menor disminución del sueño REM que además se desplaza a las primeras horas del dormir) y también se modifica su distribución temporal: el ritmo vigilia-sueño vuelve a ser polifásico esto es, se acuestan antes y se levantan antes, es decir se produce un avance progresivo de fase. Por lo tanto, en personas con edades superiores a 65 años el sueño pierde calidad y se producen más alteraciones a medida que la edad progresa, es decir es más superficial, a la vez que aumenta la latencia del sueño y disminuye el tiempo total, aunque podemos decir que no es por la edad en sí misma sino por el grado relativo de salud personal. Así pues existe una mayor prevalencia de los problemas del sueño (entre 25 y 50%), en gran medida secundarias o sintomáticas de trastornos médicos o psiquiátricos, por lo que resulta fundamental tenerlos en cuenta para llevar a cabo su intervención terapéutica. 29 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Por último, la disfunción del SNC y el daño estructural por edad es paralelo al deterioro de la calidad del sueño y viceversa tal y como puede evidenciarse a través de los registros de los parámetros del flujo sanguíneo cerebral y funcionamiento cognitivo (Hasler et al., 2005). 1.1.3 Neurofisiología del Sueño. Fases y Arquitectura. Como hemos visto, el sueño es un estado discontinuo, en el que se da una alternancia cíclica de dos estados y organizado en fases que se diferencian por sus características electroencefalográficas. Para el análisis y estudio del sueño se emplea la técnica de la polisomnografía (PSG) en la que se registran tres parámetros: electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG) realizados en sujetos estudiados durante la noche por un periodo de 8 a 10 horas (Giles et al., 2008). Loomis, Harvey y Hobart (1937), descubrieron las cuatro fases que forman el sueño lento o noREM; posteriormente, se halló que de manera periódica aparecía un tipo de sueño con características electroencefalográficas parecidas a la vigilia, al cual se denominó sueño paradójico o sueño REM -Rapid Eyes Movements- (Aserninsky & Kleitman, 1953). La fase I o de somnolencia suele durar unos minutos y se traduce en el EEG por un ritmo alfa discontinuo, que disminuye su amplitud y se reemplaza por una actividad de bajo voltaje. En la fase II o de sueño ligero confirmado existe un patrón EEG caracterizado por una lentificación de la actividad de base y por la aparición de dos tipos de grafoelementos: a) ondas agudas de alto voltaje de morfología bifásica y localizadas en el vértex, que aparecen espontáneamente o tras estímulos sensoriales, y b) los husos del sueño o spindles, que son trenes de ondas a 12-14 Hz, de corta duración, que aparecen en regiones frontocentrales entremezcladas con la actividad de fondo. 30 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea La asociación de las ondas del vértex junto a los husos se denomina complejo K y generalmente aparece tras un estímulo sonoro. Las fases I y II forman el sueño lento superficial. Con la fase III se inicia el sueño lento profundo que se caracteriza por la aparición de ondas lentas a una frecuencia de 2 Hz y más de 75 Hz de amplitud, que ocupan menos del 50% del registro EEG y se entremezclan con una actividad poli- rrítmica de mediana amplitud. En la fase IV las ondas lentas se hacen muy continuas y ocupan más del 50% del trazado. Las fases de sueño noREM constituyen del 70 al 80% de la duración total del sueño. Los sistemas generadores del sueño lento se encuentran en los núcleos del rafe, núcleo solitario, núcleos reticulares talámicos, hipotálamo anterior y área preóptica y núcleos de la cara basal del encéfalo. Durante el sueño noREM se producen movimientos oculares lentos e intermitentes, hipotonía muscular y disminución de los movimientos corporales. Hay un claro predominio del sistema nervioso parasimpático, con disminución de la frecuencia cardiorrespiratoria, de la tensión arterial y de la temperatura. Durante el sueño lento profundo, se restituye la estructura proteica neuronal y aumenta la secreción de la hormona del crecimiento (Culebras, 1996). El sueño REM o sueño paradójico constituye el 20-25% de todo el sueño nocturno y aparece de forma periódica durante el curso del sueño lento. Es la fase mejor conocida y se genera por la acción de los centros reticulares mesencefálicos y protuberanciales. El registro electroencefalográfico se caracteriza por una actividad rápida de bajo voltaje que adquiere el aspecto de un trazado desincronizado. Durante el sueño REM existe una abolición del tono muscular, que respeta los músculos oculares y el diafragma, contracciones mioclónicas de los músculos faciales y de las extremidades; irregularidades del ritmo cardiorrespiratorio y de la tensión arterial; se modifica la secreción neurohormonal y hay erección del pene. Los movimientos oculares rápidos aparecen de forma intermitente durante toda esta fase. La duración del sueño REM aumenta con los problemas emocionales y la sobrecarga intelectual; su disminución puede ocasionar problemas psicológicos (Culebras, 1996). La mayor 31 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea parte del sueño REM se acompaña de ensueños que son bien recordados. A cada uno de los estadios del sueño le corresponde una fisiología global del organismo, y el cambio de una fase a otra se acompaña de algunas variaciones que afectan a todos los sistemas fisiológicos. Respecto a la respiración, esta es inestable durante el adormecimiento, pero no de forma aleatoria, sino bajo la forma de variaciones periódicas cada 6090 segundos en la amplitud ventilatoria, similar a veces a la respiración de Cheyne-Stokes, de ahí la denominación de respiración periódica. En la actividad diafragmática permanece estable o aumenta en el sueño REM, mientras que se produce una disminución importante de la actividad de los músculos intercostales, de ahí que se produzca una respiración de tipo abdominal. En cuanto a la modificación de oxigeno en la sangre, globalmente se produce una disminución de la saturación en comparación con la vigilia. Respecto a la función cardiovascular, durante el sueño lento y particularmente en las fases 3 y 4, se aprecia una disminución de la frecuencia cardíaca, experimentando la presión arterial una disminución del 30% respecto de la vigilia en el sueño lento. Parece ser que está vinculada a disminución de las resistencias vasculares periféricas. Durante la fase REM fluctúa la presión arterial, disminuyendo durante las manifestaciones tónicas y aumentando durante las manifestaciones fásicas de forma brusca. Las variaciones que se producen en el sistema motor son muy evidentes. Durante el sueño lento se produce una disminución progresiva de la actividad tónica muscular, a medida que se profundiza el sueño. No obstante es posible que se produzcan algunos movimientos fásicos en relación con aligeramientos del sueño (Greger & Winshorst, 1996; Meyer, 1985; West, 2005). Por su parte, el concepto de arquitectura del dormir se refiere a la distribución de los estados y etapas desde que se concilia el sueño hasta el despertar. La arquitectura del sueño cambia drásticamente durante la ontogenia. El recién nacido pasa alrededor de dos tercios del día en sueño, la mitad de lo cual corresponde a REM (Roffwarg, Munzio & Dement, 1966), en contraposición al adulto que duerme un tercio del día, de lo cual un 20-25 % corresponde a REM. En el adulto mayor hay una disminución de las etapas 3 y 4 y mayor 32 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea fraccionamiento del sueño que en el adulto joven, lo que hace que, con razón, se queje de que el sueño no cumple con la misma eficiencia que antes su función restauradora. En el adulto la transición de vigilia a sueño siempre es a noREM. Lo que caracteriza precisamente a la etapa 1 es la desaparición del ritmo alfa propio de la vigilia relajada. El paso a la etapa 2, con la aparición de husos y otros grafoelementos propios, marca propiamente el comienzo del período de sueño. Posteriormente se transita a las etapas 3 y 4, con un progresivo aumento de actividad de ondas lentas o “profundización” del sueño. Enseguida este proceso se revierte, se vuelve transitoriamente a la Etapa 2 y, cuando se cumplen alrededor de 90 minutos desde el comienzo del dormir, se produce la primera transición a sueño REM. El primer episodio de REM es mucho más corto, alrededor de 5 minutos, y menos denso en movimientos oculares que los que vendrán hacia el final de la noche. Durante un período de sueño habitual de unas 7.5 horas la alternancia entre noREM y REM se materializa en unos 4 o 5 ciclos de alrededor de 90 minutos. Así como el REM se concentra en la segunda mitad de la noche, al interior del noREM los primeros ciclos se caracterizan por una gran cantidad etapas 3 y 4 o sueño de ondas lentas, mientras que los últimos presentan solamente etapa 2. 1.1.4 Trastornos del Sueño Los trastornos del sueño constituyen un grupo muy numeroso y heterogéneo de procesos. Hay muchísimas enfermedades que cursan con algún trastorno del sueño como uno más de sus síntomas. De hecho, es difícil encontrar alguna enfermedad que no altere en nada el sueño nocturno o la tendencia a dormir durante el día. Por ello, las clasificaciones han buscado catalogar los trastornos del sueño como enfermedades propias y no sólo como síntomas. Sin embargo, el modo de clasificar tales enfermedades se ha basado, en la mayoría de los casos, en el síntoma principal, y por ello se dividían en insomnios, hipersomnias, parasomnias, entre otras. Esto cambió en la primera Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño ICSD-1 de 1990 y revisada en 1997 por The International Classification of Sleep Disorders. Fue propuesta conjuntamente 33 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea por la Asociación Americana (ASDA), Europea (ESRS), Japonesa (JSSR) y Latinoamericana (LASS). Quince años después de este intento la nueva clasificación ha vuelto al esquema tradicional, facilitando el identificar una enfermedad según su síntoma principal (AASM, 2005). Siguiendo la Clasificación de los Trastornos de Sueño ICSD-2, propuesta en 2005, y más concretamente en el apartado de los Trastornos Respiratorios, observamos que en este grupo se incluyen aquellos trastornos del sueño que se caracterizan por una alteración de la respiración durante el sueño, es el caso de la Apnea del Sueño. En el cuadro 1, se puede observar la clasificación de los trastornos del sueño según el DSM-IV. Nosotros vamos a clasificar los trastornos según la predominancia de cada uno de ellos en las distintas etapas del desarrollo. Cuadro 1 CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO SEGÚN DSM-IV 1. Trastornos primarios del sueño. Aquellos que no se deben a enfermedad médica, a otra enfermedad mental o a la ingesta de sustancias. Estos trastornos son consecuencia de alteraciones endógenas en los mecanismos del ciclo vigilia-sueño, que con frecuencia se ven agravadas por factores de condicionamiento. Dentro de este apartado se incluyen 1.1 Disomnias: caracterizadas por trastornos de la cantidad, calidad y horario del sueño. • Insomnio • Hipersomnia • Narcolepsia • Trastornos del sueño relacionados con la respiración • Trastornos del ritmo circadiano • Disomnias no especificadas (quejas de insomnio o hipersomnio que se atribuyen a factores ambientales, somnolencia excesiva debida a deprivación de sueño, síndrome de piernas inquietas idiopático, movimientos periódicos de los miembros (mioclonus nocturno, situaciones en las que existe una disomnia, pero no se puede incluir dentro de ninguno de los apartados anteriormente comentados). 1.2 Parasomnias: caracterizadas por acontecimientos o conductas anormales asociadas al sueño, a sus fases específicas o a los momentos de la transición sueño-vigilia. • Pesadillas • Terrores nocturnos • Sonambulismo • Parasomnias no especificadas (trastorno comportamental del sueño REM, parálisis del sueño, situaciones en las que existe una parasomnia, pero no se puede incluir en ninguno de los apartados anteriores. 2. Trastorno del sueño debido a enfermedad médica. Alteraciones del sueño como consecuencia de los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica sobre el sistema sueño-vigilia 3. Trastornos del sueño relacionados con otro trastorno mental. Alteraciones del sueño debidas a un trastorno mental diagnosticable, que es de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente Fuente: Elaboración propia a partir de Grau Martínez, (2000). 34 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño 1.2. Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea SÍNDROME DE APNEA DEL SUEÑO Aunque el ser humano pasa aproximadamente un tercio de su existencia durmiendo, la naturaleza, la función, e incluso, los acontecimientos que suceden durante el sueño no son todavía completamente conocidos. El sueño es una función cerebral, y un fenómeno activo. Para que el sueño sea reparador, las fases deben repetirse de forma cíclica durante la noche. Durante el sueño, el control de la respiración pasa de ser un acto semivoluntario a convertirse en una actividad de autorregulación de máxima prioridad biológica. Las enfermedades respiratorias que se presentan durante el sueño pueden alterar las diferentes fases del mismo y, como consecuencia, éste deja de ser reparador. El Síndrome de Apnea/Hipoapnea del Sueño (SAHS) está considerada como una patologías asociadas al sueño. Es una entidad compleja que ha tratado de ser abordada por diversas especialidades clínicas en el ámbito de las Ciencias de la Salud, y que junto al insomnio, son los trastornos nocturnos más frecuentes (Canal, 1995). En el momento actual, constituye un problema de salud pública de gran trascendencia y relevancia ya que su manifestación clínica principal, la hipersomnia diurna, tiene un importante impacto familiar, laboral y social (deterioro de las relaciones personales, absentismo laboral, accidentes de tráfico, entre otros). La Sociedad Española de Patología Respiratoria (SEPAR), en una nueva actualización de los conocimientos realizada en 2002, cuyo objetivo era conocer el nivel de conocimientos de los especialistas sobre el SAHS a través de un cuestionario, arrojo que la información sobre el síndrome que maneja estos profesionales es deficiente (Barbé et al., 2002). Por esto es necesario planificar intervenciones psicosociológicas y educativas que corrijan esta condición (Rey de Castro Mujica & Hernández Montalvo, 2001; Rosales et al, 2007). Desde que en 1976 Guilleminault y colaboradores introdujeron el término de síndrome de apneas del sueño para definir a sujetos que presentaban apneas durante el sueño y excesiva somnolencia diurna, el interés generado entre los profesionales de las Ciencias de la Salud, ha sido creciente y muy importante. 35 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Cuarenta años después, los conocimientos de esta patología tan prevalente, tanto en lo referente a su diagnóstico como en su eficaz tratamiento, se han especializado. En definitiva, los síndromes de apnea del sueño constituyen un apartado fundamental dentro de la patología de excesiva somnolencia diurna por su prevalencia, por su potencial gravedad debido a las complicaciones clínicoepidemiológicas y por sus importantes implicaciones psicosociales. 1.2.1. Etiopatogenia La patogenia es multifactorial y compleja, puesto que el normal funcionamiento del ciclo respiratorio requiere de la permeabilidad constante de la vía aérea (Patil, Schneider & Marx, 2007). El armazón óseo que rodea a las fosas nasales y el soporte cartilaginoso propio de la laringe y la tráquea, proporcionan a estas estructuras un esqueleto rígido, que impide su colapso inspiratorio. La estabilidad en el calibre de la vía aérea superior (VAS) depende del equilibrio entre la acción de los músculos dilatadores orofaríngeos, que normalmente se activan de forma rítmica durante cada inspiración y tienden a mantener abierta la VAS, y la presión negativa generada por la actividad inspiratoria del diafragma y de los músculos intercostales, que favorecen el colapso de dicha vía (Heinzer, Stanchina & Malhotra, 2006). La faringe es, sin embargo, una zona potencialmente colapsable, no sólo por la composición anatómica de sus paredes, esencialmente musculares, sino también por sus características funcionales. Este colapso faríngeo y el cese del flujo aéreo se producen durante la inspiración, como consecuencia de la presión negativa intraluminal que genera la contracción del diafragma. La oclusión se ve favorecida por la flacidez e hipotonía muscular faríngeas que se asocian con el sueño, especialmente en algunas de sus fases y, sobre todo, cuando coexisten determinadas anomalías anatómicas o funcionales del tracto respiratorio superior (Isono et al, 1997, 1999; Larsson et al, 1992; Watanabe et al, 2002). 36 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea En definitiva, para que la función ventilatoria se lleve a cabo adecuadamente se requiere una perfecta coordinación, tanto en intensidad como en tiempo, entre los músculos respiratorios y los faríngeos. Por su parte, el sueño, sobre todo en su fase REM (“movimientos oculares rápidos”) y en las fases profundas noREM, caracterizadas por una gran hipotonía muscular, favorece la pérdida de dicha coordinación, al disminuir la actividad de la musculatura faríngea respecto a la del diafragma (Mohsenin, 2001). Con ello, la luz de la vía aérea superior tiende a estrecharse, por lo que aumenta la resistencia al paso del aire. Finalmente, el colapso orofaríngeo, cuando se produce, da lugar a una apnea, si la obstrucción es completa, o a una hipopnea si es incompleta y permite un cierto grado de ventilación (Ryan & Bradley, 2005). En todo momento, tanto en un caso como en otro, los movimientos respiratorios se mantienen o incluso, se incrementan progresivamente. Así es como las apneas e hipopneas que se repiten numerosas veces durante el sueño y con duración variable, se deben a la oclusión intermitente de la vía aérea superior (Jordan & McEvoy, 2003). Conforme el episodio apneico se prolonga en el tiempo e intenta responder a la hipoxemia y a la hipercapnia detectada por los quimiorreceptores, se va definiendo de forma más negativa un incremento progresivo de la presión intrapleural, cumplimentando así el objetivo último de superar la obstrucción farinquea. Por último, la disminución del calibre de la vía aérea superior durante el sueño promueve el ronquido, el cual consiste en oscilaciones de alta intensidad generadas por el paladar blando, epiglotis, paredes de la faringe y lengua (Watanabe et al, 2002). En este sentido, se puede considerar como marcador clínico al ronquido intenso para poder identificar las apneas de tipo obstructivas en aquellos pacientes que muestran pocos síntomas así como a los sujetos ya diagnosticados de SAHS (García Reyes, Cavero & De la Osa Palacios, 1999; Leiva Rodríguez, 1997). El hecho de volver a establecerse el flujo aéreo, provocará un microdespertar transitorio, que al ser repetitivo a lo largo de toda la noche originará una desestructuración de la arquitectura habitual del sueño. Esta 37 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea fragmentación es la causa principal que va a condicionar e impedir que el sueño logre desarrollar sus fases profundas y evidentemente no podrá desempeñar su tarea reparadora. 1.2.2. Concepto. Definición. Clasificación Los avances en el desarrollo tecnológico aplicados a las Ciencias de la Salud y que revierten en la necesidad de creación de equipos multidisciplinarios orientados en el estudio, análisis y tratamiento de numerosas patologías, han hecho posible que la intervención interdisciplinaria se desplace hacia la búsqueda de las causas directas del síndrome que nos ocupa. Así desde la octava década del pasado siglo, se retomaron desde diferentes especialidades, el estudio de una patología hasta la fecha poco tratada pero muy popular por los escasos resultados terapéuticos hasta entonces desarrollados, estamos hablando del Síndrome de la Apnea/Hipopnea del Sueño (SAHS). A lo largo de la evolución histórica del conocimiento del SAHS, el avance clínico como entidad patológica de importancia exponencial en salud pública, ha sido extraordinaria. En las últimas décadas, numerosos autores han contribuido con sus investigaciones a delimitar cada vez más el campo de actuación/intervención de dicho trastorno. No hay que olvidar que el síndrome de apnea/hipopnea del sueño es una enfermedad que conlleva una condición seria de la salud, en muchos casos conducentes hacia la muerte y mucho más frecuente de lo que se cree. Es una afección clínica que se produce cuando hay un cese insistente del flujo aéreo oronasal como consecuencia del colapso de la vía aérea superior terminando este episodio con un arousal o despertar electroencefalográfico (Guilleminault, Van Den Hoed, & Mitler, 1978). Las consecuencias de estos episodios son la hipersomnolencia diurna (HSD), debido a la fragmentación del sueño durante la noche, una disminución de la saturación de oxígeno arterial y los ronquidos referidos por el compañero de habitación (triada característica del SAHS). El intervalo de tiempo establecido para que la interrupción del flujo aéreo sea interpretada como apnea tiene que registrarse en un tiempo mayor o igual a 10 seg. en adultos, 15 en niños y 20 en 38 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea neonatos prematuros (McMinn, Hutchings, & Logan, 1995). Si el flujo está presente pero ha disminuido a más del 50% del valor basal, el episodio se denomina hipopnea que conlleva una desaturación de oxihemoglobina en 2 a 4%. El Documento Nacional de Consenso sobre el SAHS del Grupo Español del Sueño en el año 2005 lo definió como “un cuadro caracterizado por somnolencia diurna excesiva, trastornos cognitivo-conceptuales, respiratorios, cardíacos, metabólicos o inflamatorios secundarios a episodios repetidos de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño” (Durán-Cantolla et al., 2005, 13). La Academia Americana de la Medicina de Sueño (American Academy of Sleep Medicine [AASM], 1999) ha introducido recientemente un parámetro especialmente importante como criterio de clasificación de la gravedad del Síndrome que nos ocupa, se trata del índice de alteraciones respiratorias (IAR), que atienda a la combinación entre la presencia de eventos obstructivos observados mediante una polisomnografía y la aparición de síntomas diurnos. Se trata de la cifra que resulta de dividir la suma de las apneas, las hipopneas y los esfuerzos respiratorios asociados a microdespertares (ERAM) entre las horas de sueño. De esta forma se puede estimar que una IAR mayor de 5 acompañado de sintomatología clínica afín al SAHS es criterio más que suficiente como para establecer cuadro diagnóstico de apnea del sueño (Judd & Sateia, 2004; Quan & Gersh, 2004). Otro de los parámetros más utilizados hasta hace poco tiempo para medir la gravedad del SAHS es el llamado índice de apnea/hipopnea (IAH), que se calcula dividiendo la suma de las apneas y las hipopneas ocurridas durante la noche entre las horas de sueño. Los episodios se registran generalmente con este índice estableciendo los siguientes criterios en la clasificación de la gravedad de las apneas (Grupo español de sueño [GES], 2005; Rey de Castro Mujica & Hernández Montalvo, 2001): - Normal: si el IAH es menor de 5 episodios/hora. - Leve: si el IAH es menor de 20 episodios/hora. - Moderado: si el IAH está entre 20 y 40 episodios/hora. - Severa: si el IAH es mayor de 40 episodios/hora. 39 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Así pues en el intento de actualizar y consensuar con la mejor evidencia disponible las últimas recomendaciones de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) para el diagnóstico y el tratamiento del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS) publicadas en 1998 y el Documento de Nacional de Consenso sobre el SAHS (DNCSAHS) del Grupo Español de Sueño (GES) de 2005, las recomendaciones de diagnóstico y tratamiento del SAHS se definen como un índice de apnea-hipopnea mayor que 5 (IAH > 5), acompañado al menos de ronquido y/o apneas presenciadas. En el cuadro 2 se presenta un resumen de las diferentes definiciones de los eventos respiratorios aceptadas por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) Cuadro 2 DEFINICIONES DE LOS PRINCIPALES EVENTOS RESPIRATORIOS* Esfuerzos Respiratorios Asociados a Microdespertares (ERAM) Ausencia o reducción > 90% de la señal respiratoria (termistores, cánula nasal o neumotacógrafo) de > 10 seg.de duración en presencia de esfuerzo respiratorio detectado por las bandas toracoabdominales Ausencia o reducción > 90% de la señal respiratoria (termistores, cánula nasal o neumotacógrafo) de > 10 seg. de duración en ausencia de esfuerzo respiratorio detectado por las bandas toracoabdominales Es un evento respiratorio que habitualmente comienza con un componente central y termina en un componente obstructivo Reducción discernible (> 30% y < 90%) de la amplitud de la señal respiratoria de > 10 s de duración (termistores, cánula nasal o neumotacógrafo) que se acompaña de una desaturación ( 3%) y/o un microdespertar en el electroencefalograma. Esta definición es la que todos los miembros de este Documento de Consenso recomiendan que se aplique. A pesar de que en la última guía de la Academia Americana de la Medicina del Sueño (AAMS) en 2001 y, posteriormente, en la actualización del 2005 se considera suficiente la reducción de la señal de flujo > 30% acompañada de una desaturación del 4% como definición clínica, se acepta como definición de investigación la que este Documento recomienda. Por otra parte, muchos grupos consideran que la mayoría de las desaturaciones significativas alcanzan el 3%, y que el 4% es un umbral demasiado elevado. La obstrucción es con frecuencia deducida de la respiración paradójica en las bandas de esfuerzo toracoabdominal, la morfología del flujo o el incremento del ronquido durante el evento respiratorio. Sin embargo, la tipificación precisa de las hipopneas como obstructivas o centrales sólo puede llevarse a cabo si se mide la presión esofágica Período 10 seg. de incremento progresivo del esfuerzo respiratorio (habitualmente detectado mediante medición respiratorios de presión esofágica) que acaba con un microdespertar. Opcionalmente, también puede detectarse el esfuerzo asociados a mediante el empleo de una cánula nasal y/o el sumatorio de las bandas toracoabdominales cuando hay un período microdespertares de limitación al flujo 10 s y < 2 min, sin reducción marcada de la amplitud del flujo y que termina con (ERAM) un microdespertar. Índice de Apneas Hipopneas (IAH) Índice de Alteración Respiratoria (IAR) Suma del número de apneas e hipopneas (es el parámetro más frecuentemente utilizado para valorar la gravedad de los trastornos respiratorios durante el sueño). Consiste en la suma del número de apneas + hipopneas + ERAM por hora de sueño (o por hora de registro si se usa una poligrafía respiratoria). El IAR se corresponde con el Respiratory Disturbance Index (RDI) de la literatura Definición de SAHS: SAHS = 1 + (A o B) 1. IAR > 5 asociado a uno de los siguientes síntomas A. Excesiva somnolencia diurna (ESD) no explicada por otras causas B. Dos o más de los siguientes B1. Asfixias repetidas durante el sueño B2. Despertares recurrentes durante el sueño B3. Percepción del sueño como no reparador B4. Cansancio y/o fatiga durante el día B5. Dificultades de concentración Apnea obstructiva Apnea central Apnea mixta Hipopnea Fuente: Elaboración propia a partir de Lloberes et al. (2011).* Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT). 40 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea El SAHS, se incluye dentro de los desórdenes de la respiración durante el sueño (Lazor, Orringer & Fried, 1994) y según el tipo de apnea Guillerminault et al. (1992) la clasifican en 3 tipos: 1. Central o funcional: es una obstrucción funcional debida posiblemente a una alteración en el sistema nervioso central que conlleva a una pérdida del control respiratorio (diafragmático). 2. Periférica o morfológica: existe esfuerzo respiratorio pero la vía aérea (faringe) posee un componente obstructivo. Es la de mayor importancia para las especialidades estomatológicas. 3. Mixta: se inicia con un componente central, o sea la pérdida de esfuerzo respiratorio y continúa con un componente obstructivo de las VAS. De acuerdo con la zona de obstrucción (Block & Cigale 1987; Fusetti, 1995; Powell, Riley & Guillerminault, 1991), se clasifica en: • Tipo I: obstrucción orofaríngea. • Tipo II: obstrucción orofaríngeahipofaríngea. • Tipo III: obstrucción faríngea. Por otra parte, desde el punto de vista polisomnográfico, los trastornos respiratorios en el sueño se pueden clasificar en: A. La Apnea Obstructiva del Sueño o de las vías respiratorias superiores, que se caracteriza por la parada del flujo aéreo, a pesar del esfuerzo respiratorio persistente. En la apnea del sueño obstructiva, la forma más común de apnea, ocurre cuando los tejidos en la garganta superior se colapsan a intervalos durante el sueño, bloqueando así el pasaje del aire. Las personas con apnea del sueño obstructiva paran de respirar a veces centenares de veces durante la noche usualmente por períodos de diez segundos o más largos. La apnea decrece la cantidad de oxígeno en la sangre, y eventualmente esta falta de oxígeno provoca que los pulmones inspiren aire; en este punto, el paciente puede hacer un sonido de bocanadas o ronquidos, pero usualmente no se despierta del todo. La personas con apnea obstructiva del sueño normalmente no se acuerda de 41 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea haberse despertado durante la noche, y los indicadores del problema pueden ser síntomas tan vagos como el dolor de cabeza por la mañana, somnolencia durante el día e irritabilidad. Los compañeros de cama pueden informar de un ronquido muy áspero e interrumpido. Resumiendo, la apnea obstructiva es la cesación del flujo aéreo, asociado a un aumento del esfuerzo de la musculatura respiratoria, por un tiempo superior a 10 segundos. Un subtipo de Apnea Obstructiva son las Hipopneas (Hermann, 2003). Es una reducción discernible de la señal de flujo superior a 30% e inferior a 90% de más de 10 segundos de duración y que se acompaña de una desaturación igual o superior a 3%, un microdespertar detectado en el electroencefalograma (EEG) o ambos (Eguía & Cascante, 2007). B. Las Apneas de tipo Central: es mucho menos común y ocurre cuando el cerebro no es capaz de enviar las señales apropiadas a los músculos para iniciar la respiración, por lo que se produce un cese del flujo nasobucal acompañado de una falta de movimientos respiratorios de los músculos torácicos y abdominales a consecuencia de la pérdida del esfuerzo respiratorio. Este tipo de apnea de sueño es más característica de pacientes con otro tipo de patología cerebral grave y es menos frecuente que la apnea del sueño obstructiva. Los niveles de oxígeno caen abruptamente y normalmente el durmiente se despierta con un sobresalto. A menudo las personas con apnea del sueño central recuerdan haberse despertado. Generalmente experimentan menos somnolencia durante el día que las personas con apnea del sueño obstructiva. Asi pues, constituyen una ausencia completa de flujo aéreo y de esfuerzo respiratorio, por un tiempo superior a 10 segundos. C. La Apnea del sueño Mixta empieza como una apnea central y termina como una apnea obstructiva. Es decir, la apnea Mixta, asocia dos precedentes: La apnea inicial por un mecanismo central a la que sucede un mecanismo obstructivo (Cummiskey et al., 1982). La apnea obstructiva sólo o en la forma mixta, representa un 90 por 100 de los síntomas de apnea del sueño. 42 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea D. La resistencia de la vía aérea superior: Que se definen como una secuencia de respiraciones rápidas, de al menos 10 segundos de duración, caracterizados por un aumento del esfuerzo respiratorio, asociado a un microdespertar, pero que no cumplen los criterios de una Apnea o Hipopnea. E. Microdespertares: Los cuales constituyen un paroxismo de hipertonía simpática, los que fragmentan el sueño, gatillando una deprivación de éste y una hipersomnia diurna, síntoma cardinal de las apneas del sueño (Eguía & Cascante, 2007). En resumen, el SAHS es en el momento actual, un problema de salud pública de gran trascendencia. Por un lado, su manifestación clínica principal, la hipersomnia diurna, tiene un importante impacto familiar, laboral y social (deterioro de las relaciones personales, absentismo laboral, accidentes de tráfico, entre otros). Además son frecuentes otros trastornos neuropsiquiátricos y cardiorrespiratorios (Eckert et al., 2007; Johnson et al., 2005), que son secundarios a las constantes desaturaciones de oxígeno y a los despertares transitorios y subconscientes (“arousals”) que originan las apneas (Ayappa et al., 2000). Estos microdespertares inducen interrupción y alteración de la arquitectura del sueño, lo que lleva a la producción de síntomas diurnos de los pacientes. El diagnóstico de apneas del sueño se sospecha por la historia de ronquido intenso, somnolencia diurna excesiva y apneas presenciadas (Guilleminault & Partinen, 1990; Guilleminault et al., 1993). Se confirmación a través de un estudio de polisomnografía o poligrafía respiratoria durante el sueño. Su tratamiento de elección es la ventilación con presión positiva continua de la vía aérea a través de una máscara nasal, capaz de mejorar los síntomas diurnos, nocturnos y disminuir el riesgo cardiovascular (Marin et al., 2005; Peker et al., 1997; Shahar et al., 2001). 1.2.3. Epidemiología El SAHS representa un importante problema de salud en la población general en términos de alta prevalencia, con niveles altos de morbilidad y mortalidad, (Baumel, Maislin & Pack, 1997). En efecto, las tasas de muerte en 43 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea pacientes con SAHS son mayores que en la población general. Existen dos estudios avalados por la comunidad científica y de gran población muestral que lo corroboran. Uno de ellos fue el que llevó a cabo He y colaboradores en 1988, en donde 246 pacientes con SAHS no tratados con más de 20 apneas/hora presentaron una probabilidad de supervivencia acumulada a 8 años de 0,63, mientras que en los que tenían menos de 20 apneas/hora el índice de supervivencia fue de 0,96. En otro grupo de 127 pacientes con SAHS no tratados, la tasa anual de muertes a lo largo de 5 años de observación fue del 5,9% (Partinen, Jamieson, & Guilleminault, 1988). La sospecha de la causa de la mayoría de las muertas se cree que reside en las complicaciones cardiovasculares que estos sujetos padecían. Unos años más tarde esta hpótesis resultó avalada por el estudio correlacional realizado por Thorpy, Ledereich & Glovinsky (1990), en el que se demostró que un 55% de las muertes ocurrió durante el sueño, lo que sugiere una relación causal del SAHS. Posteriormente, y en esta línea de estudios, se han realizado investigaciones epidemiológicas (Durán-Cantolla et al, 2005; Marshall et al, 1998; Schünemann et al, 2006; Somers et al.; Young et al, 1993, 2008) que corroboran la sincronización y adecuación de un contexto en donde se producen mayores tasas de mortalidad en el ser humano. Por otro lado, se ha demostrado que los sujetos no diagnosticados duplican el consumo de recursos sanitarios con respecto a los diagnosticados y tratados (Peker et al, 1997; Ronald et al, 1999) por lo que con estos antecedentes podemos considerar el SAHS como un problema de salud pública de primera magnitud con gran impacto social. Puede además causar deterioro cognitivo, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, accidentes de tráfico y en general un deterioro de la calidad de vida del paciente. Es por ello que en las últimas décadas han proliferación numerosos estudios epidemiológicos con el propósito de intentar conocer la magnitud del problema: Guilleminault et al. (1985), realizaron un estudio en donde las cifras en prevalencia se establecieron entre un 2 y un 4% de la población adulta en el mundo industrializado. Young et al. (1993), estudiaron a un grupo de trabajadores de ambos sexos, entre 30 y 60 años, encontrando que el 24% de los hombres y el 9% de las mujeres presentaban un índice de apnea-hipopnea (IAH) 44 5, siendo la Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea obesidad y el sexo masculino los más importantes factores de riesgo asociados. Cuando al IAH 5 se asociaba la presencia de somnolencia diurna excesiva, el 4% de los hombres y el 2% de las mujeres cumplían ambos criterios. En Estados Unidos se registra SAHS en un 1-2 % de la población general (Culebras, 1994), al igual que en Japón (Kimura et al., 1995), aunque se sugiere que hay muchos casos no diagnosticados en estos 2 países (Olson et al., 1993). En Cuba se encontró una frecuencia de un 4 % en una muestra poblacional (Río et al., 1997). Resultados similares de prevalencia de SAHS fueron encontrados por Bixler et al. (1998; 2001), considerando un IAH 10: 3,9% en hombres y 1,2% en mujeres, con un aumento de la prevalencia con la edad. Por tanto, dentro de la población general, los distintos estudios muestran un alto porcentaje de personas que presentan un número frecuente de eventos respiratorios durante el sueño, y que se encuentran asintomáticos (Mitíer et al., 1987; Shepard, 1994). En España, Durán et al. (2001), con sujetos de la población general, ponen de manifiesto que el 3,5% de los hombres y el 3% de las mujeres presentaban un IAH 10, junto con somnolencia diurna excesiva, prevalencia que aumenta igualmente con la edad. Así, con edades comprendidas entre 71 y 100 años, encontraron que el 81% de los hombres y el 79% de las mujeres presentaban un IAH 5. En cuanto a los factores de riesgo y predisponentes, la edad, el sexo masculino y el índice de masa corporal son los más importantes. Es más frecuente en hombres que en mujeres, aunque con tendencia a igualarse con la edad después de la menopausia, y sin que exista una diferencia tan marcada entre ambos sexos como se encuentran en las series clínicas, en las que se obtiene una relación hombre/mujer para la prevalencia del SAHS de 7-10:1. La prevalencia del SAHS se incrementa con la edad llegando a triplicarse en los ancianos comparados con las edades medias. Otras variables que influencian la aparición de un SAHS o su agravamiento son el alcohol, tabaco, sedantes, hipnóticos y barbitúricos y la posición durante el sueño de cúbito supino. Otros factores importantes son los genéticos, familiares y raciales. 45 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea El cuadro 3 nos ofrece una visión de conjunto de las los principales factores predisponentes para desarrollar SAHS, entre ellos podemos destacar la obesidad (70-80% de casos) y las anomalías anatómicas que interfieren con la permeabilidad de las vías aéreas altas (Lloberes, 2011). Cuadro 3 FACTORES PREDISPONENTES PARA DESARROLLAR SAHS Fuente: Elaboración propia a partir de Marín Trigo et al., (1993: 5) Las manifestaciones clínicas más frecuentes de los pacientes con SAHS confirmado aparecen en la cuadro 4. 46 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Cuadro 4 PRINCIPALES SÍNTOMAS CLÍNICOS EN EL SAHS Referidos por acompañantes de cama Referidos por el paciente Ronquido 100% Pausas de apnea observadas 50% Movimientos corporales excesivos 40% Cambios de personalidad 26% Somnolencia diurna 90% “Ahogos” nocturnos 53% Cefalalgia matutina 38% Pérdida de capacidad intelectual 27% Micción nocturna (> dos veces) 25% Fuente: Elaboración propia a partir de Marín Trigo et al., (1993: 6) En conclusión y aceptando en nuestro país una prevalencia actual de SAHS cercana al 20% en individuos de más de 65 años (Martínez-García, 2011) y el creciente peso epidemiológico de este grupo de población, se puede estimar que actualmente existen más de 1,7 millones de individuos con SAHS mayores de 65 años, cifra que se duplicará en las próximas 3 décadas, aunque se observa un progresivo incremento de los recursos en los últimos años (Marshalle et al., 2008), lo que ha hecho crecer de forma importante la población diagnosticada y tratada. Todos los indicios apuntan que el desarrollo de una clínica personalizada nos permitirá identificar qué factores genéticos condicionan la aparición de un SAHS, así como en quiénes un IAH elevado supondrá un riesgo determinado de salud que podamos cuantificar y diferenciar de aquellos otros que, por sus características genéticas, estarán más protegidos frente a las consecuencias del SAHS, lo que nos permitirá diseñar intervenciones que tendrán influencia en la prevención y en el tratamiento (Durán-Cantolla et al., 2004). En el momento actual tenemos que continuar guiándonos por el riesgo epidemiológico y éste indica que un IAH elevado implica un daño potencial para la salud. 47 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Tal y como indicábamos en un principo, el SAHS es una enfermedad muy prevalente en la población general, por esto España deberá establecer políticas preventivas y planificar actuaciones estratégicas precoces puesto que es el segundo país del mundo, tras Japón, con una mayor supervivencia media al nacer, estimada en el año 2008 y según el informe del Instituto Nacional de Estadística, en 78,2 años para los hombres y 84,3 años para las mujeres, seis años más que la media de la Unión Europea (Instituto Nacional de Estadística [INE], 2008; Martínez-García, 2011). 1.2.4. Fisiopatología Los mecanismos fisiopatológicos que subyacen en el SAHS y sus complicaciones son multifactoriales y complejas (Deegan & McNicholas, 1995; Theolade, 1995). Para poder comprender cuales son las causas que condicionan la producción de apnea durante el sueño, es necesario el conocimiento anatómico de las estructuras que predisponen y actúan en la respiración. En efecto, debemos establecer y delimitar las bases anatómicas del aparato respiratorio puesto que algunos autores localizan la causa fisiológica del evento en la fase de la inspiración (Deegan, 1995; Ganong, 2002), produciéndose la obstrucción de las VAS durante el periodo de sueño, sin embargo otros se decantan por adjudicar el momento del colapso tanto en el proceso inspiratorio como espiratorio (Stanescu et al., 1996). Como sabemos la finalidad principal de la respiración es el aporte de oxígeno a las células de los tejidos y la eliminación del CO2 resultante de esas actividades. El aparato respiratorio está conformado por una serie de órganos destinados al intercambio global de gases entre la atmósfera, sangre y células. Así pues, podemos decir que consiste en tres fenómenos: ventilación pulmonar o respiración (intercambio de gases entre la atmósfera y los alvéolos pulmonares), inspiración y expiración. En estos dos últimos se realiza un intercambio de gases en el interior del organismo (Weiss et al, 1996) y el aire fluye a través de un gradiente de presión. 48 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Para poder realizar en el organismo actividades vitales, las células necesitan el aporte constante de oxígeno. Como consecuencia de estas actividades se genera bióxido de carbono que requiere ser eliminado puesto que produce un estado de acidez que resulta tóxico para las células (McMinn, Hutchings & Logan, 1995). Mientras tanto el aparato circulatorio transporta los gases presentes en la sangre entre los pulmones y las células. (Ruiz Liard & Latarjet, 2006). En la respiración intervienen dos aparatos que aportan oxígeno y eliminan CO2, el circulatorio y el respiratorio, ambos participan por igual y el funcionamiento deficiente de cualquiera de ellos alterará la homeostasia y provocará la muerte celular por escasez de oxígeno. En la figura 1 podemos observar y localizar las diferentes órganos intervinientes en el proceso fisiológico de la respiración donde como veremos, la alteración del equilibro de una serie de factores anatómicos, neuromusculares y neurológicos puede modificar la permeabilidad de las VAS durante el sueño (Río et al., 1997). Durante la inspiración el aire pasa a través de la nariz o puede pasar por la boca, llega a la faringe, la cual se divide en varias zonas anatómicas: nasofarínge, velofarínge, orofarínge, y laringofarínge de tal forma que cuando la respiración es nasal cruza la nasofarínge y si la respiración es oral, atraviesa estructuras como son el paladar blando, velofarínge, pasa por la orofarínge y llega a la tráquea mediante la laringe (Lazor, Orringer & Fried, 1994). Así pues la faringe es una vía para la entrada de aire al organismo, por lo cual su obstrucción a cualquier nivel impedirá el paso del mismo. 49 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Figura 1 SISTEMA RESPIRATORIO Fuente: http://sistemarespiratoriokatteryne.blogspot.com.es/2008/11/sistemarespiratorio.html. A su verz, se puede apreciar como la tráquea se divide en su porción terminal, en bronquios primarios derechos e izquierdos, que dan lugar a bronquiolos lobares y segmentarios, que a su vez se ramifican y forman los bronquíolos terminales, llegando a los alvéolos dentro de los pulmones, donde se realiza el intercambio de gases expuestos en el párrafo anterior, a través de las paredes de alvéolos y capilares (Ganong, 2002). Como indicábamos en un párrafo anterior, en el Síndrome de la Apnea del Sueño confluyen una serie de factores anatómicos, neuromusculares y neurológicos que alteran el equilibrio necesario para mantener permeables las VAS durante el sueño (Río et al., 1997). La obstrucción se presenta en la mayoría de los casos en la orofarínge, esto es por alteraciones anatómicas entre las cuales podemos mencionar micrognatia, macroglosia (Cherwin & Guilleminault, 1996; Eraki, 1995; Mochizuki et al., 1996; Smith, 1986), hipertrofia amigdalar (Cherwin & Guilleminault, 1996; Culebras, 1994; Smith, 1986, estenosis ósea del canal faríngeo (Culebras, 1994), o bien por atonía muscular ya que los músculos 50 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea respiratorios se encuentran relajados junto con otros músculos y estructuras que forman parte de la cavidad oral como son, el paladar blando atrofiado, úvula elongada (Cherwin & Guilleminault, 1996; Culebras, 1994; Eraki, 1995) y músculos de la lengua principalmente, el músculo geniogloso el cual se origina en la mandíbula, se inserta en la cara inferior de la lengua y el hueso hioideo, teniendo acción de protruir la lengua (Man, 1996). Este músculo es uno de los que presentan gran importancia en la apnea obstructiva del sueño, ya que el tono muscular debe mantenerse para prevenir el colapso sobre el paladar. La oclusión también puede ser originada por una obstrucción de las fosas nasales (Cherwin & Guilleminault, 1996; Esteller, 1995) probablemente causada por la desviación del tabique nasal, formaciones polipoideas, eentre otros. El resultado de este colapso es una respiración bucal que provoca el cambio de la capacidad contráctil del músculo geniogloso, resultando el desplazamiento posterior del mismo y disminuyendo el calibre de apertura de las VAS (Esteller, 1995). En efecto, estudios realizados por Remmers, Degroot y Sauerland (2006), demuestran que en estado de vigilia, el tono muscular del geniogloso permite que no ocurra una obstrucción sobre el paladar, pero durante el sueño, los niveles de actividad muscular están disminuidos contribuyendo a la obstrucción. Es curioso resaltar que en el año 2009, Borowick, Meyer y Knudson realizaron un estudio fibro-óptico de la vía aérea faríngea en pacientes con apnea obstructiva durante el sueño llegando a la conclusión de que el papel de la lengua no siempre participa en la obstrucción faríngea abriendo así una línea de investigación al respecto. En las apneas, la estrechez de la vía aérea superior durante el sueño va seguida de un esfuerzo inspiratorio, sin paso de aire a los pulmones, quedando bloqueado al nivel de la orofaringe (Ganong, 1996; Smith, 1986). Cuando cede finalmente la obstrucción, el aire irrumpe con turbulencia en las vías aéreas, se está produciendo el ronquido (Lee, 1994). 51 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea La respiración será bucal y puede o no acompañar episodios de apnea que duran de 10 a 20 segundos. Este fenómeno consiste en oscilaciones de alta intensidad producida por el paladar blando, paredes de la faringe, epiglotis y lengua. El ronquido estrepitoso puede representar una condición intermedia entre la normalidad y SAHS, puesto que el tamaño faríngeo y la colapsabilidad son anormales, pero no llegan a causar colapso. En cualquier caso, puede ser considerado un marcador clínico para identificar apneas obstructivas en sujetos poco sintomáticos y pacientes con SAHS. Los esfuerzos para superar la obstrucción terminan por despertar total o parcialmente al sujeto (Smith, 1986 y Ganong, 1996), provocando cansancio e hipersomnolencia diurna (Kriger, 1994; Theolade, 1995), con cambios en la conducta o la personalidad (Dominguez, 1994; Smith, 1986), con irritabilidad y agresividad (Dominguez, 1994), así como también deterioro intelectual (Mitler, 1993), reportándose relación inversa entre los eventos apneicos y el proceso aprendizaje-memoria (Oxman, 1995), pero la disfunción cognitiva se debe a la somnolencia diurna (Jennum, 1995). Otras alteraciones se pueden detectar en los cambios morfológicos del macizo craneofacial, discrepancia anteroposterior de los maxilares, retrognatia y trastornos congénitos y adquiridos (Culebras, 1994; Cherwin & Guilleminault, 1996; Eraki, 1995; Parkers, 1993); la obesidad que contribuye a la reducción del diámetro por depósito de grasa en la zona retrofaríngea (Cherwin & Guilleminault, 1996; Parkers, 1993), cuello corto y grueso (Cherwin & Guilleminault, 1996; Culebras, 1994; Parkers, 1993). 52 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Figura 2 ANATOMÍA DE LAS VÍAS AÉREAS SUPERIORES * Fuente: Bouchet y Cuilleret, (1985: 86). * Esquema sagital de las fosas nasales, boca, laringe y faringe 1: Cornete inferior. 2: Maxilar superior.3: Pilar anterior del velo del paladar. 4: Lengua. 5: Maxilar inferior. 6: Músculo Geniohioideo. 7: Hueso Hioides. 8: Epiglotis. 9: Cartílago Tiroides. 15: Aritenoides. 16: Cavidad faríngea. 17: Pilar posterior del velo del paladar. 18: Pared posterior de la faringe. 19: Apófisis odontoides del Axis. 20: Velo del paladar. 21: Arco anterior del Atlas. 22: Amígdala faríngea. 23: Esfenoides. Entre los factores neuromusculares debemos destacar la disfunción de los mecanismos neurofisiológicos (o reflejos neurológicos) que habitualmente regulan y mantienen la apertura de las VAS y que revierten en una disminución del tono de los músculos faríngeos (figura 2). Durante la inspiración se contraen los músculos dilatadores de la faringe oponiéndose a la presión negativa creada por el esfuerzo inspiratorio y que tiende a colapsar las paredes blandas de la faringe (Culebras, 1994; Ganong, 2002; Lee & Brown, 1994; Smith, 1986). Esta presión negativa depende del esfuerzo inspiratorio (muscular) y de las dimensiones de las VAS, por eso una estrechez en éstas aumenta desproporcionalmente la presión negativa al persistir el esfuerzo inspiratorio (Culebras, 1994). A pesar de que los rasgos de un individuo predispongan al SAHS, la VAS sigue abierta en la vigilia y se cierra sólo durante el sueño. Es 53 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea decir, el SAHS es una alteración que depende de mecanismos del sueño generados en el cerebro. Por tanto, algún factor reflejo de la actividad cerebral mal conocido debe influir en la patogenia del mismo. A su vez, debemos tener en cuenta los factores neurológicos que intervienen en la producción de apneas. En este sentido conviene recordar que el sistema voluntario está localizado en la corteza cerebral y es el encargado del control voluntario de la respiración. En el puente y el bulbo encontramos localizado el sistema automático, que como su nombre indica se encuentra encargado de la respiración automática. Estos sistemas enviaran impulsos a las motoneuronas del frénico, y las que inervan los músculos intercostales a lo largo de toda la médula torácica. Estas descargas se encuentran reguladas por las alteraciones de la PO2, la PCO2 y la concentración de hidrógeno (Domínguez & Díaz, 1994). Las motoneuronas de los músculos espiratorios se inhiben cuando se activan las de los músculos inspiratorios, y viceversa. El área bulbar encargada de la respiración es el centro respiratorio, el cual consiste en un área de ritmicidad medular, que incluye áreas inspiratoria y respiratoria, además de las áreas neumotáxica y apnéustica (Ganong, 2002; Ruiz Liard & Latarjet, 2006). El área inspiratoria tiene excitabilidad intrínseca de la que depende del ritmo básico de la respiración. Lass áreas neumotáxica y apnéustica coordinan la transición ente inspiración y expiración. La actividad rítmica de neuronas bulbares que intervienen en la respiración es espontánea, pero se modifica por neuronas en el puente y vías aferentes del vago. El Área bulbar (inspiratoria y espiratoria): regula el ritmo de la respiración. En edad normal la inspiración dura dos segundos y la espiración tres. Aquí encontramos neuronas inspiratorias y espiratorias (Ganong, 2002; Meyer & Knudson, 2009). El ritmo básico de la respiración depende del impulso nervioso generado en el área inspiratoria, que está inactiva al comienzo de la espiración, pero se activa al cabo de tres segundos. El Área neumotáxica: transmite los impulsos inhibitorios del área inspiratoria en forma constante. El efecto principal es participar en la desactivación de área inspiratoria antes de que los pulmones se llenen de aire. Limitan la inspiración facilitando la espiración (Köhnlein et al, 2002). El Área apneustica: envía al área inspiratoria impulsos estimulatorios que 54 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea la activan y prolongan la inspiración con la que inhiben la espiración. Esto tiene lugar cuando el área neumotáxica esta inactiva. Pues bien, durante la vigilia un incremento en la PCO2 o en la concentración de hidrógeno, aumenta la actividad del centro respiratorio y los cambios en dirección opuesta. Los efectos de la composición química de la sangre están mediados por quimioreceptores respiratorios que inician impulsos que estimulan al centro respiratorio (Creaber, 1995), sin embargo durante el sueño el control respiratorio es menos rígido que en la vigilia y ocurren periodos breves de apnea (Ganong, 2002; Lyle, 1999). Las causas de estos cambios incluyen una disminución de la sensibilidad al CO2 durante el sueño. Hay cambios variables en la respuesta ventilatoria a la hipoxia. Si la PCO2 disminuye durante el estado de vigilia, diversos estímulos de los propioceptores y del ambiente conservan la respiración, pero durante el sueño, estos estímulos están disminuidos y una reducción de PCO2 puede causar apnea (Latarjet, 2006; Ruiz Liard & Latarjet, 2006).Durante el sueño MOR (REM)(movimientos oculares rápidos), la respuesta al CO2 parece estar reducida a un grado todavía mayor, la respiración es irregular y la respuesta al CO2 es muy variable (Meyer & Knudson, 2009). Resumiendo, los factores que favorecen el colapso incluyen el estrechamiento previo de las citadas vías (factor anatómico), una pérdida excesiva del tono muscular (factor muscular) y el defecto en los reflejos protectores (factor neurológico) (Naughton, 1998). 1.2.5 Clínica de la Apnea/Hipopnea del Sueño Los trastornos del sueño se presentan en el ser humano a lo largo de toda su vida, comenzando en la época neonatal y extendiéndose hasta la vejez. El curso de la apnea de sueño es en general progresivo y crónico; en los casos agudos, conduce eventualmente a una profunda alteración y a complicaciones que suponen una amenaza para la vida (Javaheri et al., 1998). Los síntomas del SAHS se desarrollan lentos y progresivamente a lo largo de los años, siendo ésta una de las razones más frecuentes que justifican que la consulta sea tardía. El motivo de consulta más frecuente es la somnolencia diurna 55 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea excesiva o hipersomnia, que puede ser leve o limitar la actividad cotidiana y laboral (Leiva, 1997). La Clínica del SAHS se puede sospechar en base a un cuadro característico: Tres síntomas cardinales dominan el trastorno, uno diurno: la somnolencia excesiva, y dos nocturnos: los ronquidos y las pausas respiratorias repetidas durante el sueño observados por el compañero/a de dormitorio (McMinn, Hutchings & Logan, 1995). Otros síntomas diurnos, menos evocadores, aunque importantes son: cefaleas matutinas, perturbación de las funciones intelectuales superiores (concentración, atención y memoria), trastornos de la personalidad y del carácter y dificultades sexuales con disminución de la libido e impotencia. Entre los síntomas nocturnos se pueden encontrar: enuresis, sudoración, agitación, somniloquia, despertares con confusión y comportamiento automático (Alberti et al., 2005; Uribe Echevarría et al., 2000). En el proceso de elaboración de la anamnesis del paciente, los datos a tener en cuenta se deben seleccionar a partir de la historia de padecer sobrepeso, utilización habitual de medicamentos que produzcan somnolencia, uso de alcohol e historia familiar de trastornos del sueño, así como enfermedades cardíacas, cardiopatía isquémica, hipertensión u otras patologías de tipo neurológico, ictus (Deegan & McNicholas, 1995), distrofia miotónica, síndrome de Ehlers Danlos (Silvestrini et al., 2002), entre otros. A su vez, es importante preguntar sobre si presenta o no somnolencia diurna durante el trabajo, accidentes con automóviles, cambios en la personalidad, incapacidad para concentrarse o disfunciones sexuales. Desde una perspectiva funcional y práctica los datos obtenidos en cuanto a la duración del sueño, el inicio y la calidad del mismo son parámetros muy relevantes. Los síntomas y signos y las consecuencias del SAHS se producen como resultado de episodios repetidos de colapso total (apnea) o parcial (hipopnea) de la vía aérea superior por succión durante la inspiración al dormir; esto sucede por relajación de los músculos dilatadores del tercio superior de las vías respiratorias. En los sujetos con SAHS (Figura 0) los músculos dilatadores dejan de contrarrestar la intensa presión negativa en el interior del conducto durante la inspiración (Cáceres et al., 2008; Río & Anías, 2009). La presión inductora del 56 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea colapso es una fuerza intensa negativa que promueve hacia el colapso interior de los tejidos de la faringe. Esta presión es más baja en sujetos normales que en roncadores, y en éstos es más baja que en pacientes con SAHS. El aumento de la presión puede deberse a anomalías anatómicas que condicionan el estrechamiento de la vía aérea superior (obesidad, alteraciones vía aérea superior, retrognatia, entre otros) y/o a una disminución del tono muscular, especialmente de los músculos dilatadores. El tercio superior de las vías respiratorias en estos sujetos es angosto durante las horas de vigilia, pero en ese lapso los músculos dilatadores de las vías respiratorias tienen una actividad mayor de lo normal y así se asegura el libre tránsito de aire. Sin embargo en la fase de somnolencia el tono muscular disminuye y el conducto respiratorio se estrecha afectando a la vez, la musculatura de la lengua con lo que su base se desploma contra la pared posterior de la faringe; el ronquido muchas veces comienza antes de que se ocluya la vía y así surja apnea. Figura 3 FISIOLOGÍA DEL SÍNDROME DE APNEA/HIPOPNEA DEL SUEÑO Fisiopatología del SAHS Bradicardia Muerte Sueño Vasoconstricción Pulmonar Hipertensión pulmonar Apnea Baja de Vasoconstricción Sistémica Despertar Eritropoyesis Flujo de aire Disfunción cerebral Sueño Hipertensión Policitemia Somnolencia Sueño fragmentado Fuente: Elaboración propia a partir de Araoz y al., (2011: 27). Los cambios en la estabilidad del sistema de control respiratorio y el descenso del volumen pulmonar que ocurren durante el sueño también influyen en 57 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea el aumento de la resistencia de la vía aérea superior que se produce durante el sueño. Durante este periodo por la hipoxemia e hipercapnia se puede detectar variaciones en la presión intratorácica y aumento de la actividad simpática; aumento de la frecuencia cardiaca, presión arterial más elevada, tono simpático más pronunciado (Torre-Bouscoulet et al., 2008). La apnea e hipopnea concluye cuando recupera brevemente la conciencia al despertar, así mismo el tono de los músculos de las vías respiratorias se restablece y así se reanuda el libre tránsito (Gil, Gómez & Soto, 2005). Estos episodios conllevan una fragmentación del sueño, hipoxemia, hipercapnia, variaciones en la presión intratorácica y aumento de la actividad simpática. A continuación se presenta a modo de resumen, un esquema de las características clínicas tratadas (figura 4). Figura 4 CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DEL SAHS Fuente: Elaboración propia a partir de Esteban, Zamorano, E. y Gonçalves Estella, (2005: 44) 58 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea 1.2.5.1. Sintomatología nocturna Los síntomas nocturnos más importantes son los ronquidos y las pausas respiratorias ocasionales o repetidas durante el sueño, observados por el compañero de dormitorio y/o los que conviven con el paciente. La observación de las apneas crea en general una gran inquietud y preocupación y es, por ello, frecuente motivo de demanda de consulta con más o menos urgencia. El ronquido no es fácil de definir aunque en general se reconoce como el sonido producido por la vibración del paladar blando contra la región palatina y faríngea (Lugaresi, Cirignotta & Montagna, 1989) y se identifica con facilidad. El origen del mismo está en el paladar blando y la faringe, aunque también pueden participar las fosas nasales en casos de obstrucción anatómica (pólipos). Sin embargo, es importante diferenciar el ronquido continuo, de igual intensidad, del ronquido cíclico de intensidad variable con intervalos silenciosos que corresponden a las apneas y que con frecuencia despiertan al paciente, a veces con sensación de asfixia (Lugaresi et al., 1989). Es lo que suele describirse como “ronquido disruptivo”, que es el más frecuentemente asociado al SAHS. De esta forma podría clasificarse el ronquido como simple o benigno cuando éste es aislado, sin asociaciones patológicas, anomalías anatómicas (obesidad, retrognatia) ni semiológicas (Excesiva Somnolencia Diruna (ESD) asociadas a una alta incidencia de SAHS) (Durán-Cantolla, 2005). Éste va a crear en mayor o menor medida, un problema de relación por las molestias que produce, pero no un problema de salud. En el resto de los casos se habla de ronquido patológico asociado a trastornos respiratorios del sueño. Es evidente que a la hora de valorar el ronquido se ha de tener en cuenta si éste es esporádico o habitual y si la postura condiciona su aparición. Aunque por desgracia no hay ningún elemento, que de forma segura, nos haga afirmar que un roncador simple va a evolucionar hacia un SAHS más o menos típico, todo parece indicar que son estadios evolutivos de una misma entidad patológica (Stanescu et al., 1996). Así, un roncador simple joven que presente retrognatia, cuello corto e hipertrofia de velo del paladar, posiblemente termine presentando un SAHS, sobre todo si aumenta de peso. Otros síntomas nocturnos observados frecuentemente son la nicturia o enuresis en niños, el sueño agitado con despertares frecuentes 59 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea (“me despierta el propio ronquido”), actividad motora anormal, reflujo gastroesofágico, sudoración nocturna e insomnio. 1.2.5.2. Sintomatología diurna El síntoma diurno más importante del SAHS, como ya se ha dicho, es la excesiva somnolencia diurna (ESD). Hay que tener presente que hay muchas causas de excesiva somnolencia diurna no producidas por SAHS, entre las que se encuentran las derivadas de una mala higiene del sueño (insuficiencia de horas de sueño por factores externos, ruidos, niños, trabajo a turnos, jet-lag, entre otros); enfermedades psiquiátricas (insomnios, depresión o efectos de los fármacos utilizados); enfermedades respiratorias (síndrome de hipoventilación- obesidad, asma nocturno); metabólicas o infecciosas y las enfermedades del ámbito de la neurología como la narcolepsia, el síndrome de piernas inquietas o la hipersomnia diurna idiopática, capaces de ocasionar una importante hipersomnolencia diurna e interferir de forma parecida en las actividades y la calidad de la vida diaria que en los pacientes con SAHS. Entre las manifestaciones neurosicológicas, cabe señalar que el colapso recurrente de la vía aérea superior conduce a una reacción de despertar que provoca fragmentación y deterioro de la calidad del sueño (disminuyen las fases de sueño profundo: ondas lentas y REM). Existen evidencias de que la alteración de la arquitectura del sueño es la causa de la somnolencia excesiva. Se ha propuesto que la desaturación nocturna de oxígeno causa la depresión de las funciones neuropsicológicas y se ha demostrado una disminución de memoria, atención y coordinación visual-motora. Este último factor podría contribuir a la mayor frecuencia de accidentes automovilísticos observada en estos pacientes (Terán, 1999). También se ha descrito elevación de la presión intracraneana relacionada con las apneas, no se sabe si por el efecto de la desaturación de oxígeno o por hipercapnia, lo que puede relacionarse con la cefalea matinal, síntoma frecuente del SAHS. En cuanto a las manifestaciones cardiovasculares, la presión arterial diastólica es la primera a elevarse en la asociación con apnea obstructiva del sueño (Hermann & Bassetti, 2003; Yaggi & Mohsenin, 2004). Este hecho puede 60 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea determinar efectos de la prevención y de la intervención temprana del SAHS y de la hipertensión asociada, como su impacto en la morbimortalidad, especialmente por la relación que existe con hipertensión arterial, arritmias, eventos coronarios y accidentes cerebrovasculares (O’Connor et al, 2003). La desaturación de oxígeno causa hipertensión pulmonar y estimula el sistema simpático, produciendo secreción de catecolaminas e hipertensión arterial sistémica, ocasionando trastornos en el intercambio gaseoso intrapulmonar, que son los responsables del mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de hipertensión pulmonar y arterial sistémica que se observa en el SAHS (Sharabi et al, 2003; Zakhama et al, 2002). La asociación del SAHS con la hipertensión arterial es muy fuerte, de forma que siempre debe considerarse la posible existencia de una apnea obstructiva del sueño en el diagnóstico diferencial de una hipertensión arterial refractaria al tratamiento, especialmente cuando las cifras tensionales no se reducen durante el período nocturno (Wolk y Somers, 2003). Otros síntomas diurnos observados frecuentemente son: cefalea matinal, impotencia o disminución de la libido, trastornos psiquiátricos, alteración de la voz, deterioro intelectual, déficit de la memoria, accidentes de tráfico, sequedad de boca matutina, sueño poco reparador. Existen otros síntomas adicionales que se asocian con esta enfermedad: hinchazón general, alucinaciones, disminución de la consciencia y confusión. 1.2.6. Diagnóstico. El diagnóstico de apnea de sueño debe establecerse minuciosamente tanto porque muchos casos de apnea responden sorprendentemente a un tratamiento adecuado, como porque el diagnóstico y tratamiento erróneo pueden ser peligrosos. El SAHS puede ocurrir a cualquier edad (incluso en niños a causa de amígdalitis y adenoides hipertróficas) o en pacientes no obesos. En ocasiones el IAH puede ser elevado y los síntomas mínimos. El diagnóstico definitivo se establece por la noche mediante la polisomnografía (PSG) a través de grabaciones continuas del sueño y de la respiración. La polisomnografía convencional (PSG) vigilada por un técnico en el 61 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea laboratorio del sueño es el método recomendado y de referencia para el diagnóstico de los pacientes con sospecha de SAHS y otros trastornos no respiratorios (American Thoracic Society, 1989; An American Sleep Disorders Association Review, 1997; Barbé et al, 1995; Durán-Cantolla et al., 2005; Fernández et al, 1998; Kushida et al., 2005). La PSG es una técnica relativamente cara, laboriosa y técnicamente compleja que no está al alcance de todos los centros, y que debido a la gran demanda de exploraciones no se puede utilizar en todos los pacientes. Para afrontar esas dificultades se han desarrollado equipos portátiles que registran solamente las variables respiratorias, por lo que esa técnica se ha denominado poligrafía respiratoria (PR). La existencia de un SAHS debe sospecharse cuando están presentes, la mayoría de las veces de forma simultánea, alguno de sus tres síntomas fundamentales: hipersomnia diurna, ronquidos y pausas de apnea referidas por el cónyuge (Viner, Szalai & Hoffstein, 1991). La especificidad diagnóstica de esta tríada es muy alta, superior al 90%, aunque su sensibilidad es baja. En realidad, la mayoría de las veces el cuadro clínico es muy llamativo, por lo que no suele ser difícil sospechar el diagnóstico. Aunque la presencia de signos y síntomas pueden ayudar a identificar este síndrome, el diagnóstico no puede ser realizado por un solo medio o método aislado, se requiere una valoración de un equipo multidisciplinar en donde se incluya una anamnesis y examen físico. En cuanto a la anamnesis general debe incidirse especialmente en la valoración de la somnolencia diurna excesiva, realizando la escala de Epworth y la posibilidad de su influencia en las actividades de la vida diaria. No podemos olvidar valorar los hábitos de sueño, tiempo total, horarios de acostarse y levantarse, siestas, entre otros. Una vez ha sido confirmado el diagnóstico, queda por determinar las estructuras implicadas en la obstrucción del flujo aéreo. Para ello se han diseñado distintos métodos de exploración, sin que ninguno de ellos haya podido ser considerado definitivo (Fernández et al, 1998). Entre estos últimos consideraremos las técnicas de fibroscopia, la somnofluoroscopia, los estudios manométricos de las vías respiratorias y los métodos de diagnóstico por la imagen cefalometría mediante telerradiografía de perfil, tomografía computarizada y 62 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea resonancia magnética nuclear, de esta manera se determinarán la posible presencia de patologías asociadas al SAHS, así como el área de obstrucción. En este caso debe incluirse la rinoscopia que persigue detectar factores de riesgo locales a nivel de orofaringe e hipofaringe. La faringoscopia con fibra óptica se realiza transnasalmente para analizar la relación del paladar blando y la base de la lengua con la pared faríngea posterior. Se le indica luego al paciente que protruya la mandíbula anteroposteriormente para observar la faringe y conocer si un avance mandibular lograra espaciar más las VAS. Se realiza luego la maniobra de Muller que consiste en hacer un esfuerzo inspiratorio teniendo la boca y nariz ocluidas, donde se observa si existe colapso en orofaringe de los tejidos blandos, así como a nivel de hipofaringe o base de lengua (Riley, Powell, 1990). Con el propósito de descartar posibles elementos desencadenantes de la enfermedad, se pueden también realizar exámenes imagenológicos de cabeza y cuello, obteniéndose así imágenes simples de rayos X anteroposterior y lateral de las VAS. La ultrasonografía se puede aplicar para detectar procesos expansivos a diferentes niveles. Para detectar alteración endobronquial se puede realizar la tomografía, la resonancia magnética así como la fluoroscopia y broncocopia. De gran utilidad ha sido el análisis cefalométrico para la determinación de los niveles de obstrucción en este síndrome, por lo que se ha convertido en una práctica obligada para su diagnóstico a nivel internacional, razón por la cual es muy importante la vinculación del ortodoncista al equipo multidisciplinario que atiende esta entidad (Kushida et al, 2005). Las mediciones cefalométricas de mayor importancia son SNA y SNB, las cuales pueden encontrarse disminuidas en retroposiciones maxilares o mandibulares causantes o agravantes del SAHS. Con todo, si se detecta clínicamente el área de obstución de las VAS los estudios anteriormente expuestas no resultan necesarios (Loube et al, 1995). Así pues, como se indicó en párrafos anteriores, el paciente debe ser sometido a una evaluación multidisciplinaria efectuada en un laboratorio del sueño equipado para realizar la polisomnografía. La fiabilidad del diagnóstico de SAHS basado, exclusivamente, en la historia clínica o en modelos predictivos que emplean una combinación de 63 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea diferentes variables, fluctúa considerablemente de unos estudios a otros (Durán et al, 2001; Hoffstein & Szalai, 1993; Kushida, Efron & Guilleminault, 1997; Puertas et al, 2003; Viner, Szalai & Hoffstein, 1991). Es muy posible que en algunos casos pueda servir de ayuda, sin embargo, no es suficiente para establecer el diagnóstico con certeza. La historia y la exploración física, por muy sugestivas que sean, no predicen adecuadamente ni la presencia o ausencia de apneashipopneas nocturnas, ni la severidad del SAHS en el caso de que existiera (Haponik, Smith, & Meyers, 1984; Viner, Szalai, & Hoffstein, 1991). Será importante descartar la presecia de otros procesos como responsables de la sintomatología asociada al SAHS e incluso sospechar que coexisten diversos síndromes. Las entidades con las que se plantea el diagnóstico diferencial de la hipersomnia o fatigabiliad diurna excesiva son las siguientes (figura 5): Figura 5 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA HIPERSOMNIA O FATIGABILIDAD DIURNA EXCESIVA Fuente: Elaboración propia a partir de Lloberes et al., (2011: 8) Para el diagnóstico definitivo del SAHS es necesaria la presencia de un número determinado de apneas e hipopneas por hora de sueño. Lazor, Orringer y Fried (1994), consideran anormal entre 5 y 10 apneas/hipopneas por hora de sueño dependiendo de la edad. En general se considera anormal que ocurran más de 5 apneas o 10 apneas/hipopneas por hora de sueño por lo que se puede considerar clínicamente significativa a partir de 10 eventos por h. Por otro lado la 64 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea desaturación de oxígeno por debajo del 90 % con PO2 de 60 mmHg, puede considerarse significativa. A su vez, se debe tener en cuenta cualquier alteración cardíaca o neurológica, así como la posible relación que pueda tener con el síndrome objeto de estudio (Frohberg, Naples & Jones, 1995; Rothschild, 1995; Steinberg & Fraser, 1995). En definitiva, para valorar la gravedad de un SAHS deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos: 1. Número de apneas e hipopneas por hora de sueño y grado de desaturación de oxígeno. 2. Sintomatología clínica (somnolencia en situación activa). 3. Presencia de enfermedades de riesgo asociadas: hipertensión arterial sistémica, cardiopatía coronaria, isquemia cerebral e insuficiencia respiratoria. 4. Profesión del paciente. El SAHS debe diferenciarse de otros trastornos respiratorios, que también suceden o se agravan durante el sueño, sobre todo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Sin embargo, no conviene olvidar que en estos casos también puede coexistir un SAHS y que entonces las repercusiones fisiopatológicas son mucho más graves, especialmente en lo que se refiere a la hipertensión pulmonar, el “cor pulmonale” y la poliglobulia (síndrome de solapamiento). Deben descartarse también otras causas de hipersomnia no relacionadas con alteraciones respiratorias del sueño (figura 6), como la narcolepsia, las mioclonias nocturnas, el síndrome de las piernas inquietas, las parasomnias, la hipersomnia idiopática, el síndrome de Kleine-Levin, la mala higiene del sueño, entre otros. A veces es difícil diferenciar el SAHS del síndrome de aumento de resistencias de la vía aérea superior (Guilleminault, 1994). 65 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Figura 6 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL SAHS Fuente : Elaboración propia a partir de Puertas et al. (2003: 45) Debido a la alta prevalencia de este síndrome junto con una mayor sensibilización en la evidencia de sus complicaciones traducidas a una mala calidad de vida del paciente (Durán et al, 1995), han hecho que las investigaciones actuales vayan encaminadas a buscar métodos alternativos a la polismnografía, pudiendo resultar un inestimable apoyo para diagnosticar adecuadamente a pacientes con sospecha de SAHS. Entre los métodos de cribaje más usados destacan: la pulsioximetría, la polisomnografía cardiorrespiratoria, y el MESAM, entre otros. Además, como alternativa a la polisomnografía de toda una noche se están desarrollando estudios polisomnográficos abreviados. Según las conclusiones de los estudios de Pack (1993) y Carmona (1995), los registros polisomnográficos del sueño diurno puede ser suficientes para establecer el diagnóstico definitivo de SAHS, siendo estos estudios menos costosos, y permitiendo llegar a un diagnóstico adecuado. 1.2.6.1. La Polisomnografía (PSG) La polisomnografía convencional (PSG) es el método de referencia recomendado para realizar el diagnóstico correcto de pacientes con sospecha de SAHS y nos permiten evaluar la cantidad y la calidad del sueño, así como identificar los diferentes eventos respiratorios y su repercusión cardiorrespiratoria y neurofisiológica. 66 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Asi pues y teniendo en cuenta recomendaciones internacionales (Americam Sleep Disorders Associations and Sleep Research Society, 1994; American Thoracic Society, 1989) y nacionales (SEPAR, 2010; Sociedad Española de Neurología, 1997) el diagnóstico definitivo del Síndrome de Apneas/Hipopneas de Sueño debe realizarse mediante estudio polisomnográfico convencional (Cherwin & Guilleminault, 1996) multidisciplinar y supervisado, realizado en horario nocturno (o en el habitual de sueño del paciente) en un centro dotado del personal e infraestructura necesarios. La polisomnografía comprende las técnicas y métodos utilizados en el Laboratorio de Neurofisiología para el estudio del sueño y sus trastornos (Barbé et al, 1995; Jones, 1989; Vertes, 1984). Los registros vídeopolisomnográficos permiten grabar los fenómenos que ocurren durante el sueño y correlacionarlos con los hallazgos electrofisiológicos. El registro polisomnográfico incluye una combinación de parámetros (Kushida, Littner & Morgenthaler, 2005) que varían según el tipo de estudio que se realiza. Los problemas más estudiados son los trastornos respiratorios relacionados con el sueño, las hipersomnias, los movimientos periódicos del sueño, las crisis epilépticas y el insomnio, debiendo realizarse por la noche o, siempre que sea posible, en el horario de sueño más habitual del enfermo. Con la polisomnografía también quedan demostradas las diferencias entre una apnea central de una apnea obstructiva y de una mixta y son recomendables medidas de ruidos respiratorios y electromiografía de los tibiales anteriores (O’Connor et al, 2000). El estudio polisomnográfico deberá diferenciar el SAHS del más recientemente descrito Síndrome de Resistencia Aumentada de la Vía Aérea Superior (SRAVAS) con sintomatología, patogenia y tratamiento similares al SAHS y de otros trastornos respiratorios durante el sueño. Este tipo de estudio/registro requiere la monitorización continuada durante al menos 6 horas y ha de incluir como mínimo, 180 minutos de sueño, tratando de encontrar un ambiente propicio (silencio, temperatura), no recomendándose la utilización de habitaciones de hospitalización convencional (Kushida, Littner & Morgenthaler, 2005). Los resgistros son: – Electroencefalograma – Electrooculograma 67 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea – Electromiograma submentoniano – Electrocardiograma – Flujo aéreo naso-bucal – Esfuerzo respiratorio – Saturación de oxigeno – Posición corporal Como se observa, se inspeccionan diversos parámetros fisiológicos durante el ciclo vigilia - sueño. Por un lado, variables cardiorrespiratorias como el flujo aéreo nasobucal, los movimientos torácicos y abdominales (esfuerzo ventilatorio), la saturación transcutánea de oxígeno, el electrocardiograma (ECG) y la posición corporal. Por otro lado, también recoge variables neurofisiológicas, como el electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG) submentoniano, a través de las cuales puede estudiarse la arquitectura del sueño y su relación con las apneas, las hipopneas y las desaturaciones de oxígeno. Como indicamos al principio del apartado la polisomnografía nocturna se ha considerado la técnica de referencia en el diagnóstico y en el tratamiento del SAHS (Schimdt & Jenum, 1990), sin embargo existen estudios que demuestran que ni la historia clínica, ni la exploración física, y ni siquiera la observación directa por parte del médico cuando el enfermo duerme, son definitivos para establecer el diagnóstico (Crocker, Olson & Saunders, 1990; Stradling & Crosby, 1991). Las desventajas de la polisomnografía estriban básicamente en el elevado tiempo y dinero que requiere su realización (Barrot, 1987; Rodríguez, 1991; Williams, Santiago y Stein, 1989). En este sentido se han venido ensayando diversas alternativas, como los métodos de screening, siendo útiles para determinar la prioridad de la polisomnografía (Crocker, Olson & Saunders, 1990; Hoffstein & Szalai, 1993). Entre ellos se encuentran la pulsioximetría diurna y grabaciones con canales múltiples en domicilio del paciente, método no invasivo, de registro continuo de la saturación de oxígeno, con reducido coste, de uso y aplicación fáciles, y no necesitando personal especializado para su manejo (Chesson, 1998). Sus limitaciones en el diagnóstico del SAHS derivan en la no detección de apneas, 68 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea pudiendo ofrecer falsos positivos en otros pacientes con otras enfermedades en las que no se producen apneas y sí desaturaciones, por ejemplo en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En los últimos años (Frohberg, Naples, & Jones, 1995; McMinn, Hutchings, & Logan, 1995; Riley, Powell, & Guilleminault, 1990) se ha establecido la utilidad de la evaluación clínica asociada a oximetría nocturna para establecer el diagnóstico del SAHS. En pacientes con alta probabilidad pre-test de una clínica compatible con SAHS es posible hacer este diagnóstico mediante un trazado de SaO2 nocturno característico con episodios de saturación arterial periódicos. Por el contrario, una oximetría negativa no permite excluir el diagnóstico, ya que en algunos pacientes con episodios de apnea/hipopneas de escasa magnitud no se producen alteraciones significativas en el intercambio gaseoso. Finalmente, en pacientes con baja probabilidad pre-test, por tener una baja sospecha clínica, una oximetría negativa permite descartar razonablemente el diagnóstico. Entre otros métodos de screening (Viner, Szalai & Hoffstein, 1991) se encuentra el MESAM, basado en el registro de los sonidos respiratorios y de la frecuencia cardíaca. Últimamente se le ha añadido a esta técnica la disponibilidad de la monitorización simultánea de la oximetría y la posición corporal (MESAM IV). Las ventajas de este sistema radican en la posibilidad de usarlo de forma ambulatoria, permitiendo abaratar costes. Entre los inconvenientes destacan la no detención de fases de sueño, ni de apneas. El informe del estudio polisomnográfico (polisomnograma) deberá incluir los siguientes datos (Nino-Murcia, McCann & Bliwise, 1998): A. Técnica del registro: se enumerarán los parámetros estudiados en la polisomnografía; en caso de que esta no haya sido completa se justificará el motivo; también se enumerarán los procedimientos realizados durante el registro (CPAP, oxígeno, entre otros). B. Estructura del sueño: eficiencia del sueño, latencias y porcentajes de las diferentes fases del sueño, hipnograma, características de los alertamientos o microdespertares (arousal) periódicos, secundarios a las apneas. 69 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea C. Respiración: se hará constar el número e índice de apneas e hipopneas, tipo de las mismas (obstructivas, mixtas, centrales), duración y repercusiones sobre la saturación de oxígeno, actividad electroencefalográfica, ritmo cardiaco y conducta del paciente. D. Saturación de oxigeno: se especificarán los valores de saturación media basal (en vigilia), media durante el sueño y periodo REM, valor de saturación mínimo del estudio, porcentajes del tiempo total de sueño pasados por debajo de una saturación de oxigeno de 90%, 85% u 80%, así como el índice de desaturación. E. Respuesta a los procedimientos realizados durante el registro: cambios posturales, oxígeno, CPAP, NIPPV. F. Conclusiones: se expresarán con claridad el diagnóstico polisomnográfico y la respuesta a los procedimientos terapéuticos empleados. G. Se podrá realizar un juicio diagnóstico electroclínico en el que se pongan en relación los hallazgos clínicos y polisomnográficos. En la actualidad, los sistemas digitales de PSG han sustituido a los antiguos equipos analógicos de registro en papel que ocupaban una gran cantidad de páginas y bastante tiempo empleado para su análisis (Walsh et al, 1995). De esta forma es más fácil registrar períodos prolongados, analizar y tratar las señales adquiridas en directo y registrarlas. En la figura 7 podemos observar un trazado polisomnográfico en el que se pueden apreciar un microdespertar (rectángulos verdes) asociado a una apnea obstructiva (rectángulos morados) y mixtas (rectángulos azules). 70 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Figura 7 TRAZADO POLISOMNOGRÁFICO Fuente: Eguía y Cascante (2007: 4). La PSG convencional se suele reservar para los casos complejos o cuando la sintomatologia no concuerda con los resultados de la poligrafía respiratoria 1.2.6.2. La Poligrafía Respiratoria (PR) Actualmente existen para el diagnóstico del SAHS, sistemas de poligrafía simplicados que únicamente analizan variables respiratorias (poligrafías respiratorias (PR)) que pueden utilizarse tanto en el domicilio como en el laboratorio del sueño, siendo muy útiles para el diagnostico en muchos casos, especialmente para descartar SAHS en los casos de baja probabilidad y para confirmarlo en los de alta probabilidad. La PR consiste en la monitotización durante el sueño del flujo aéreo oronasal, los esfuerzos respiratorios y la saturación de oxígeno. Este sistema puede evaluar las apneas, pero no puede dar información sobre el tiempo total de sueño ni sobre los distintos estadios del mismo. En la figura 8 podemos observar el registro de un sistema de Poligrafía Respiratoria, nivel III. De arriba abajo, flujo aéreo por cánula nasal y por termístor, esfuerzo torácico, esfuerzo abdominal, saturación de oxígeno, 71 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea frecuencia de pulso, ronquido y posición. La figura 8 (A), corresponde a 2 minutos de registro normal y en la figura 8 (B), presencia de apneas con cese de flujo tanto en cánula como en termístor. Figura 8 SISTEMA DE POLIGRAFÍA RESPIRATORIA NIVEL III (A) (B) Fuente: Alonso et al., (2006: 66) Tanto para la American Academy of Sleep Medicine (Collop et al., 2007) como para Centers for Medicare & Medicaid Services (2008) y tras una revisón exhaustiva de la literatura actual científica, se avala el uso de la PR a domicilio. Ésta tiene la ventaja de que el paciente duerme en la cama de su casa, por lo que el sueño puede ser más representativo por ser el entorno habitual. En este sentido la poligrafía respiratoria se considera, tanto en el hospital como en el domicilio un método adecuado para confirmar el diagnóstico de los pacientes con sospecha clínica de SAHS moderada o alta. Los inconvenientes de la PR son que no se evalúa la calidad del sueño, se infravaloran los trastornos respiratorios (que se expresan por hora de registro en lugar de horas de sueño), no se pueden evaluar otros trastornos no respiratorios del sueño y no está validada para los casos con probablidad baja de SAHS (Terán, 2009). Como indicábamos en el apartado anterior, antes de las pruebas diagnósticas se debe realizar una completa evaluación clínica del paciente 72 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea (especialmente de los trastornos del sueño) para decidir qué tipo de estudio es el más adecuado. Si hay sospecha clínica de SAHS y la PR es negativa o técnicamente deficiente, se ha de realizar una PSG. En la figura 9 se resume la estrategia diagnóstica recomendada ante la sospecha de SAHS. Figura 9 ALGORITMO DE ACTUACIÓN ANTE LA SOSPECHA SAHS Fuente: Elaboración a partir de Lloberes et al., (2011: 148) Como se puede observar, si se sospechan otros trastornos del sueño asociados, se debe hacer una PSG. Si solamente se sospecha SAHS, se puede hacer tanto una PR como una PSG. Si la PR es negativa y la probabilidad clínica de SAHS es media o alta se ha de realizar una PSG. La utilización de la PR para descartar el SAHS en los casos con baja probabilidad, aunque forma parte de la práctica clínica habitual, no está validado, por lo que su utilización es cuestionable. 73 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea 1.2.7. Tratamiento Actualmente son múltiples las opciones de tratamientos disponibles para el SAHS. La decisión de cómo tratar a un paciente con SAHS una vez confirmado y evaluado mediante PSG depende de 4 puntos fundamentales: severidad clínica, PSG, complicaciones y etiología de la obstrucción. El tratamiento debe orientarse en estudiar, detectar e intervenir la patología subyacente. Son múltiples las opciones o itinerarios terapéuticos en materia de tratamientos disponibles para el SAHS. Todas las opciones, tanto médicas o quirúrgicas como físicas deben ser complementarias y no excluyentes entre sí. Debe proponerse, a cada enfermo, un tratamiento racional como abanico terapéutico más adecuado a su caso particular, mostrándole cuáles son las posibilidades reales y cómo pueden utilizarse racionalmente, tanto si se usan de forma aislada como si se aplican en la forma que mejor se adapta a las características personales de cada paciente. Entre las opciones terapéuticas cabe destacar en primer lugar: la pérdida de peso. La obesidad es una característica clínica de la mayoría de los pacientes con SAHS. Además ésta tiende a ser central (tendencia a que la grasa se acumule en la parte superior del cuerpo con el consiguiente depósito en cuello y faringe). La pérdida de peso se ha mostrado eficaz al reducir: el número de apneas, el grado de desaturación arterial de oxígeno y la fragmentación del sueño (Boyd et al., 2004). La relación entre la pérdida de peso y la mejoría del cuadro no es lineal, de modo que una pérdida de tan solo un 10% del peso disminuirá un 50% las apneas (Mancini, Aloe & Tavares, 2000). En esta línea el campo de actuación e intervención psicoterapéutico y nutricional centrado en medidas de modificación de la conducta alimentaria adquiere gran importancia por cuanto permite la difícil tarea no tanto de perder peso, sino de mantener la pérdida inicial a largo plazo. Por otra parte, la cirugía de la obesidad se ha usado en pacientes con SAHS. Sugerman y colaboradores en 1992, demostraron que la reducción gástrica o "el cortocircuito" fue eficaz al tratar pacientes obesos con hipoventilación-alveolar durante el sueño, SAHS y una mezcla de ambas. Los enfermos que tienen una obesidad mórbida, con un índice de masa corporal (IMC) que supera los 40 kg/m2 y que han realizado varios intentos fallidos para perder peso, pueden someterse a 74 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea un tratamiento quirúrgico (cirugía bariátrica) específico (Verse, 2005), cuya eficacia a corto plazo en el SAHS es evidente, aunque a largo plazo es más dudosa (Fogel, 2003). En conclusión, se debe insistir en la pérdida de peso como una opción terapéutica muy eficaz y barata para la mayoría de los pacientes con SAHS. Cuando el consejo dietético y el seguimiento falle y en aquellos pacientes menores de 60 años, con obesidad mórbida (índice de masa corporal > 40 kg/m2), se puede indicar la cirugía, sopesando la mayor mortalidad operatoria que van a tener en relación al resto de obesos. Además de perder peso debe procurarse que la higiene del sueño sea la apropiada, buscando la regularidad en los hábitos y los horarios, así como un ambiente nocturno que favorezca el inicio y el mantenimiento del sueño, evitando las temperaturas inadecuadas, los ruidos, la incomodidad del entorno, entre otros. La segunda opción terapéutica, consiste en una corrección postural. Es conocido que la posición de decúbito supino favorece el ronquido y las apneas. En los pacientes que padecen un SAHS postural, es decir, en los que el IAH que se observa en decúbito supino es el doble, al menos, del que se aprecia en decúbito lateral, puede ser útil la colocación de varias pelotas tipo tenis en la espalda, fijadas firmemente a una camiseta o al pijama del enfermo, para que así se favorezca el dormir de lado y para que resulte molesto dormir boca arriba. Esta medida puede tener cierta eficacia en los casos más leves y a corto o medio plazo. Otra alternativa es inclinar la cabecera de la cama unos 30 grados, dado que así se reduce la resistencia orofaríngea (Isono, Tanaka & Nishino, 2002; Penzel et al., 2001). En tercer lugar, evitar alcohol y drogas que favorecen la colapsabilidad de la vía aérea. El alcohol favorece el ronquido en personas que normalmente no roncan, produce apneas en los que no las tienen y aumenta su número en aquellos que están diagnosticados de SAHS. Todo esto se incrementa cuando la ingesta de alcohol se ha producido pocas horas antes del sueño. Debe aconsejarse la supresión, al menos a partir de cierta hora de la tarde, del alcohol y de los fármacos miorrelajantes, hipnóticos o sedantes, ya que disminuyen la respuesta ventilatoria y deprimen la actividad de la musculatura dilatadora faríngea (Cardona Arango & Hincapié, 1999). El riesgo de desarrollar una roncopatía es 75 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea mayor en las personas fumadoras, además, como consecuencia de la reacción inflamatoria que produce el tabaco en la orofaringe, tiende a incrementarse la resistencia de la VAS, lo que puede agravar el SAHS en ciertos casos. A pesar de que no existen evidencias consistentes en este sentido y dado el efecto deletéreo, claramente establecido, que el consumo de tabaco tiene sobre otras patologías, se debe recomendar su abandono. En cuarto lugar, tratamiento farmacológico. Muchos de los pacientes con SAHS refieren síntomas de congestión nasal, congestión que va a contribuir al ronquido y al SAHS. El tratamiento de la misma en estos casos debe considerarse utilizando antihistamínicos o corticoides tópicos. Por ello, la corrección farmacológica de los trastornos endocrinológicos (hipotiroidismo y acromegalia) que pueden provocar SAHS, se considera tratamiento médico del mismo. Así también, todos aquellos compuestos que se emplean como ayuda en la pérdida de peso. Respecto a otros fármacos, que realmente corrijan el número de apneas, hay que decir que han sido muchos y variados los que se han empleado sin conseguir ninguno de ellos un resultado similar al de los dos tratamientos principales, CPAP o cirugía. Entre los más eficaces ((Mortimore, Kochhar & Douglas, 1996) suelen estar los Antidepresivos tricíclicos (la protriptilina, han sido eficaces al disminuir el índice de apneas/hipopneas y mejorar la somnolencia en algunos estudios. El efecto beneficioso vendría dado por la disminución de sueño REM que provocan. En esta fase de sueño las alteraciones respiratorias son más numerosas y graves. Los efectos secundarios, por el efecto anticolinérgico, hacen que no sean tolerados en muchos pacientes) y Medroxiprogesterona (estaría indicada como alternativa a CPAP en aquellos pacientes obesos con SAHS e hipoventilación (hipercapnia en la gasometría diurna). En quinto lugar, dispositivos orales. El tratamiento médico más utilizado y de elección en los pacientes diagnosticados de síndrome de apnea hipopnea obstructiva del sueño es la ventilación bajo presión nasal positiva continua (CPAP), sin embargo la dificultad de algunos pacientes en tolerar la CPAP ha creado una demanda de soluciones terapéuticas, no quirúrgicas, tanto del SAHS como del ronquido. De esta manera, se han diseñado diferentes aparatos intraorales con el objetivo de modificar la anatomía de las vías aéreas superiores y 76 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea evitar la obstrucción y/o colapso que aparece durante el sueño en estos pacientes (Schmidt-Nowara, Lowe & Wiegand, 1995). Su utilización tiene como finalidad el de realizar un desplazamiento funcional de la mandíbula hacia una posición más adelantada, aumentando así el tamaño de la vía aérea superior y evitando la glosoptosis en los niños que presentaban micrognatismo mandibular severo (Macías-Escalada et al., 2002; Rodíguez Amaro & Ramos, 2001). Son una alternativa útil, incluso de primera elección, en la roncopatía benigna, así como en los enfermos que padecen un SAHS leve y leve-moderado y que tienen un IMC normal o bajo. Pueden ser de segunda elección en los pacientes que no responden o que rechazan la CPAP, en los que tienen un riesgo quirúrgico elevado y en los que han tenido una respuesta insuficiente a la cirugía (American Sleep Disorders Association Standards of Practice Committee, 1995). En sexto lugar, cirugías. La cirugía más empleada es la úvulo-palatofaringo-plastia (UPPP ó U3P). Consiste en la resección de amígdalas, pilares del paladar blando y úvula. Es eficaz en el 41% de los pacientes según un metaanálisis reciente (Martí Beltrán, 2004). Los pacientes que más se van a beneficiar de esta técnica son los jóvenes menos obesos y con SAHS leve. Se debe intentar comprobar el lugar de la obstrucción para lo que está indicada la cefalometría y la fibroendoscopia faríngea. Si el lugar de la obstrucción es retropalatal, la respuesta a esta cirugía es mejor que si es retrolingual. Por otra parte, la UPPP con técnica láser no se recomienda para el tratamiento de la apnea, ya que no existen suficientes resultados favorables (Janson, Gislason & Begtssson, 1997). Ahora mismo estaría reservada al ronquido simple (Scher, Schechtman & Piccirillo, 1996). La osteotomía con avance mandibular es también una técnica adecuada en el tratamiento del SAHS de pacientes jóvenes no obesos. Por último, la traqueostomía, que fue el primer tratamiento quirúrgico eficaz, se reserva en la actualidad a casos graves en situación urgente. Finalmente, en séptimo lugar, CPAP nasal: En 1981, Sullivan publicó sus primeras experiencias sobre el tratamiento del síndrome de apnea del sueño con presión continua positiva de la vía aérea (CPAP) mediante mascarilla nasal. Porteriormente, la División Médica de Carburos Metálicos (1984), pionera en España en este tratamiento, introdujo los primeros equipos de CPAP en los 77 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea hospitales para su evaluación, estudio y aplicación. Es el tratamiento de elección del SAHS grave. Consiste en un generador de flujo que a través de un tubo corrugado, una mascarilla nasal y una válvula trasmite una presión positiva, previamente ajustada para cada paciente, a la vía aérea. Actúa así de férula neumática en la faringe evitando su colapso (Krieger et al., 1996). La principal indicación para tratar al paciente con CPAP es la somnolencia, puesto que ésta mejora claramente con el tratamiento. Es posible que pueda disminuir la morbimortalidad cardiovascular, pero esto no está definitivamente demostrado (Ferguson, 1997). Se ha comprobado su eficacia a partir de 3 horas de tratamiento por noche y, por lo tanto, se considera cumplidor aquel paciente que realiza al menos esas 3 horas (Becker et al, 2003). Actualmente todos los CPAP llevan un contador horario que nos permite saber el tiempo de funcionamiento. Los efectos secundarios son leves, destacando la rinitis y sequedad de mucosas como los más frecuentes (Berry, Parish, Hartse, 2002). De acuerdo con todas estas consideraciones, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR, 2010) ha elaborado recientemente una normativa sobre el tratamiento del SAHS, que se resumen en lo siguiente: Medidas generales. Aplicables a todo paciente con SAHS o ronquido simple. Buena higiene del sueño, abstinencia alcohólica y tabáquica, pérdida de peso en los sujetos obesos (BMI > 30), tratamiento de la obstrucción nasal, tratamiento postural (evitar el decúbito supino), supresión de depresores del SNC (si es posible): benzodiacepinas, barbitúricos, narcóticos. Según el IAH y la clínica que presente el paciente se actuará de la siguiente manera: 1. IAH ≥ 30 y paciente con síntomas severos (hipersomnia en actividad o asfixia nocturna), o patología cardiovascular y/o cerebrovascular relevante o enfermedades que cursen con insuficiencia respiratoria. Tratar con CPAP. Considerar cirugía si presentan alteraciones manifiestas de VAS. Valorar de nuevo al paciente si se consigue una reducción de peso acusada. 78 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea 2. IAH ≥ 30 sin nada de lo anterior. El tratamiento con CPAP no está indicada en la actualidad, excepto en casos muy concretos y de forma provisional. 3. IAH < 30 y paciente con síntomas severos (hipersomnia en actividad o asfixia nocturna), o patología cardiovascular y/o cerebrovascular relevante o enfermedades que cursen con insuficiencia respiratoria. Excluidas otras patologías causantes de los síntomas (hábitos de sueño inadecuados, toma de medicamentos, ingesta de alcohol, depresión, movimientos periódicos de las piernas, narcolepsia) el uso de CPAP se individualizará en cada caso, siendo esta indicación provisional hasta que al cabo de tres meses se compruebe resolución de los síntomas que sea claramente atribuible a la CPAP. 4. IAH < 30 sin nada de lo anterior. Medidas generales y control. Aunque la evidencia de este docuento de consenso no sea muy contundente, las indicaciones y pautas de tratamiento con CPAP nasal quedan reflejadas en el Algoritmo de tratamiento en el síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS) de la figura 10 adaptado del DCNSAHS, GES (Durán-Cantolla et al, 2005). Los pacientes con IAH 5 y síntomas (somnolencia excesiva) son susceptibles de tratamiento con CPAPnasal. Si no tienen síntomas, con o sin trastorno cardiovascular, se debe considerar el tratamiento si el IAH 30, especialmente en pacientes con edad inferior a 70 años (Punjabi et al, 2009). Se desaconseja el empleo de DAM (Dispositivo de avance mandibular) sin una evaluación y control por un dentista y/o maxilofacial. En los pacientes que no toleren o rechacen CPAP considerar otras opciones como las DAM y la cirugía ORL (otorrinolaringología) y/o maxilofacial DAM. 79 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 1. Síndrome de Apnea/Hipopnea Figura 10 ALGORITMO DE TRATAMIENTO EN EL SÍNDROME DE APNEASHIPOPNEAS DEL SUEÑO (SAHS) Fuente. Elaboración propia a partir de Lloberes y colaboradores, (2011: 151). Esta modalidad de tratamiento ha sido sometido a debate después de que Wright y colaboradores (1997), dieran a conocer los resultados de un metaanálisis sobre algunos trabajos publicados entre los años 1966 y 1995 y cuya temática versara sobre la potencial morbimortalidad del SAHS y la eficacia del tratamiento con CPAP. Para compensr este debate abierto y como valor añadido, hay que señalar que el tratamiento con CPAP ha demostrado reducir la tensión arterial, arritmias cardíacas, angina nocturna, insuficiencia del ventrículo izquierdo y mortalidad (Guilleminault et al, 2004; Williams, 1998). Las críticas que se les atribuyen a la mayoría de los trabajos en este sentido es que no han tenido en cuenta variables como la obesidad, el tabaquismo, la edad y el consumo de alcohol (Marshall et al, 2008). 80 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones CAPITULO 2: REVISIÓN CRÍTICA DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE EL SÍNDROME DE APNEA/HIPOPNEA DEL SUEÑO El Síndrome de Apnea Hipopneas del Sueño (SAHS) es un trastorno del sueño que habitualmente se asocia a una gran variedad de alteraciones, como las enfermedades cardiovasculares, neuropsicológicas o metabólicas o hipertensión arterial. Las alteraciones de la memoria y concentración, irritabilidad, depresión, cefaleas y ansiedad son síntomas muy comunes, pero el más destacado podemos indicar que es la excesiva somnolencia diurna. De igual forma las variables y consecuencias psicosociales que cohabitan en el síndrome de Apnea / Hipopnea del Sueño abarcan distintos aspectos tales como, desordenes en el estado de ánimo, dificultades de relación social, problemas maritales y familiares, dificultades profesionales, un aumento del riesgo de sufrir accidentes de tráfico entre otras. Akerstedt (1997), Tishler (2003) y colaboradores, han informado que la depresión, la hipocondriasis y la introversión social son los síntomas psicopatológicos más frecuentes en estos pacientes. La excesiva somnolencia diurna (ESD) es para algunos autores (Beutler et al., 2003; Buela-Casal & Sierra, 1994; Lindberg et al., 1997) el factor directamente responsable de los trastornos emocionales y psicosociales existentes en el síndrome, mientras que para otros, es la hipoxia la que guarda mayor relación con estas repercusiones. La escasez de estudios y las distintas metodologías utilizadas no han permitido determinar la especificidad y el grado de deterioro en la calidad de vida de estos pacientes. 2.1. VARIABLES SOCIO-DEMOGRÁFICAS Es evidente que la pirámide poblacional está cambiando. Gracias al progresivo avance en el conocimiento e investigación del ámbito de la Salud clínica y a la mejora en las condiciones sociales, la población revierte este bienestar en longevidad, factor en progresivo aumento por lo que los sujetos en edades avanzadas adquieren un protagonismo especialmente relevante Por ello, 81 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones aquellas enfermedades más prevalentes en la población con especial impacto en edades avanzadas, o aquellas en las que nuestro conocimiento actual sea deficitario, serán sobre las que de forma prioritaria se deberá incidir con una mayor tenacidad. El síndrome de apneas e hipopneas durante el sueño (SAHS) es un ejemplo claro de esta situación dado que aglutina ambas circunstancias: su elevada prevalencia y el amplio desconocimiento de su impacto en los diferentes estratos por edades, sexo, enfermedades asociadas, tipo de apnea, entre otros. 2.1.1. Sexo / Edad Aunque las apneas hipopneas del sueño ocurren a cualquier edad, los pacientes son habitualmente hombres, con historia de ronquido, somnolencia diurna excesiva, obesidad e hipertensión arterial de larga data. En población femenina las apneas se describen con menos frecuencia que en hombres; esto, añadido a que las mujeres acuden con mayor frecuencia a la consulta sin pareja (lo que no permite completar la historia: ronquido/apneas y, por tanto, llegar al diagnóstico de SAHS), conlleva un infradiagnóstico de esta patología en ellas (Mohsenin, 2001; Young, 1993). La prevalencia de apneas del sueño en la población general es alta en los adultos, con cifras que varían entre un 2 y 4% para los hombres de mediana edad (quinta década) y entre 1 y 2% para las mujeres de entre 30 y 60 años de edad (Culebras, 1994; Guilleminault, 1985; Olson, 1993). En la monitorización del sueño puede encontrarse un índice de apneas mayor de 5 en el 30% y 50% de los hombres y mujeres de edad media asintomáticos. En pacientes de 70 y 80 años de edad, esta cifra llega hasta un 40% (Culebras, 1994). Estudios de seguimiento a un año sugieren que los pacientes de edad avanzada e índices altos de apneas durante el sueño tienen mayor frecuencia de ronquido, hipertensión arterial extrasístoles (García, Cavero & De la Osa Palacios, 1999; Leiva, 1997), estando diagnosticados y tratados entre el 5 y el 9 % de SAHS (Durán et al., 2004). Sin embargo, existe poca evidencia científica en relación al SAHS en las mujeres (Epstein et al., 2009). La presentación clínica puede variar respecto a la típica de varones sobre todo por una mayor frecuencia de síntomas depresivos, ansiedad, cansancio general., falta de energía y cefalea. 82 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Tener en mente estas variaciones clínicas es importante a la hora de decidir la probabilidad clínica pretest de la paciente y el método diagnóstico a utilizar (Shepertycky, Banno & Kriger, 2005). El proceso es más común en hombres mayores de 40 años de edad, y entre mujeres la incidencia es mayor después de la menopausia, llegando a equiparase con la de los hombres (Collop, Adkins & Phillips, 2004; Guilleminault, 1998), modulado este porceso por el estado hormonal, aunque los factores hormonales son mucho menos importantes que el peso y la morfología facial (Carskadon, 1997). En la actualidad se recomienda que las pautas de diagnótico y tratamiento del SAHS no varíen con respecto a las utilizadas en los varones. A pesar que las mujeres tienen menos prevalencia que los hombres, hay que señalar diferencias significativas anatómicamente hablando. En este sentido podemos decir que las mujeres tienen una orofaringe más pequeña que los hombres (Mohsenin, 2001). Desde un punto de vista de la fisiopatología del SAHS, se ha demostrado que el tamaño de la vía aérea superior (VAS), incluyendo el paladar blando, volumen de la lengua y longitud faríngea, es mayor en el hombre que en la mujer; sin embargo, el calibre de la vía aérea superior es mayor en los varones durante la vigilia respecto a mujeres, tanto en los casos normales como en pacientes con SAHS. Esto sugiere que otras características diferentes a las anatómicas son las responsables de la predisposición para SAHS (Dahlqvist et al., 2007). De entre esas características cabe destacar la obesidad, considerada un importante factor de riesgo para el SAHS. Ante el colapso de la vía aérea superior se produce una respuesta fisiológica que incluye la activación refleja neuromuscular local y el control ventilatorio central. Respecto a la activación refleja neuromuscular, no hay evidencias concluyentes de la existencia de diferencias de género; sin embargo, sí existen en el control ventilatorio central. Así, se ha visto que durante el sueño la mujer tiene más bajo el umbral de apnea comparativamente con el hombre (Collop, Adkins & Phillips, 2004). Por otro lado, en mujeres existe un menor número de apneas, y éstas suelen ser de menor duración comparativamente con las de los hombres. Además, las mujeres suelen tener un mayor porcentaje de apneas/hipoapneas 83 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones durante el sueño REM que los hombres (un 62% frente a un 24%) (Collop, Adkins & Phillips, 2004). En suma, los signos y síntomas clásicos del SAHS avanzan en asociación con la edad, aumento de peso, envejecimiento o la transición a la menopausia. Se ha objetivado que la prevalencia de SAHS en mujeres posmenopáusicas con terapia de restitución hormonal es similar a la de las mujeres premenopáusicas (en torno al 0,5%). En estas mujeres, la presencia de SAHS se relaciona exclusivamente con la obesidad (Bixler et al., 2001). Las mujeres tienen más probabilidad, a partir de la menopausia, de padecer sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal 30 kg/m2) que los hombres. Probablemente, la distribución de la grasa corporal total es más importante que el índice de masa corporal. En hombres y mujeres de similar índice de masa corporal y circunferencia de cintura, los hombres tienen más obesidad corporal superior, menos circunferencia de cadera y mayor grosor del pliegue subscapular, con el subsiguiente incremento de la resistencia en la vía aérea superior. Las mujeres obesas con SAHS presentan una mayor alteración del sueño, con una mayor disrupción y una mayor aparición de SAHS durante el sueño REM en comparación con hombres con su misma edad y peso. Para Stoohs, Janicki & Hohenhorst (2007), las diferencias en la prevalencia en relación con el género del SAHS se atribuyen a la diferencia en la presentación clínica y en la fisiopatología. En los episodios clásicos de la clínica del SAHS, los síntomas típicos incluyen: ronquidos, somnolencia diurna y apneas (presenciadas por testigos). Los hombres generalmente presentan estos síntomas típicos, mientras que las mujeres, sin embargo, presentan inicialmente síntomas atípicos de insomnio o fatiga o tienen depresión clínica concomitante o hipotiroidismo, lo cual, con frecuencia, conlleva a error diagnóstico (Shepertycky, Banno & Kryger, 2005). Una buena exploración física y un historial detallado son esenciales para identificar individuos en riesgo, porque hasta el 90% de los casos en hombres y el 98% de los casos en mujeres pueden estar sin diagnosticar durante muchos años (Young, 1997). Se han realizado varias investigaciones para estudiar las diferencias del patrón de sueño entre hombres y mujeres (Partinen & Hublin, 2005). En la vida 84 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones adulta, las mujeres tienen mejor calidad de sueño (latencia de inicio del sueño más corta, eficiencia más alta) en comparación con los hombres (Knutson, 2005); sin embargo, las quejas de insomnio y somnolencia diurna son más frecuentes en mujeres (un 58% frente a un 43%) (Knutson, 2005). Las diferencias de calidad del sueño y de prevalencia de trastornos del sueño en parte se deben a que en la mujer es mayor el efecto de los cambios hormonales, lo que supone un aumento de trastornos del sueño. En la actualidad se recomienda que las pautas de diagnóstico y tratamiento del SAHS no varíen con respecto a las utilizadas en los varones. 2.2. VARIABLES CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS 2.2.1. Enfermedades asociadas / Tipo de Apnea Desde la década de los 60 se sabe que la causa de las anomalías encontradas en los enfermos con síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño (SAHS), son las obstrucciones repetidas de la vía aérea superior (VAS) durante el sueño (Gestaut, 1965). Con lo que podemos indicar y atendiendo a la contribución de los factores anatómicos del SAHS, que su conocimiento y variables estan básicamente asociadas con las alteraciones en la anatomía de las vías respiratorias superiores. Los cambios estructurales como la hipertrofia amigdalar (Moser & Rajagopal, 1987), retrognatia (Lyberg et al., 1989) y las variaciones en las estructuras craneofaciales (Young et al., 1993), se han relacionado con un mayor riesgo de apnea del sueño, probablemente por el aumento de la colapsabilidad de las vías respiratorias superiores. Las diferencias étnicas en las características craneofaciales son una posible explicación mecanicista de las diferencias observadas en la prevalencia del SAHS y la gravedad de un determinado nivel de obesidad (Adams et al., 2001; Punjabi et al., 1999). Sobre la base de la presencia de alteraciones anatómicas de las vías respiratorias superiores en los pacientes con SAHS, los estudios de Punjabi et al., (2004), han puesto de manifiesto que las alteraciones estructurales o mecánicas son un determinante principal de la obstrucción de las vías respiratorias superiores durante el sueño. En los inicios de los estudios sobre la idea de la 85 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones susceptibilidad genética del SAHS, las investigaciones llevadas a cabo por Burwell et al. (1956), sobre descendencia genética, sugirieron que las alteraciones estructurales en las paredes faríngeas laterales y lengua evidenciaron una base claramente genética. Además, los datos experimentales en ausencia de la actividad neuromuscular demuestran una reducción en el área de la faringe en pacientes con SAHS en comparación con sujetos normales (Ip et al., 2002) Por otra parte, el 60 % de los pacientes con SAHS son obesos (Culebras, 1994; Deegan, 1995; Parkers, 1993), siendo la obesidad el factor de riesgo más relevante para el SAHS y relacionada con aumentos en la circunferencia del cuello y gran cantidad de grasa (Gleadhill et al., 1991; Gold et al., 2002) que podrían restringir y comprimir la vía aérea superior. A su vez, el aumento de la grasa parafaríngeo se ha correlacionado con una mayor gravedad de la apnea del sueño (Gold et al., 2002; Shahar et al., 2011). Otras investigaciones ponen de manifiesto que la obesidad, la posición de la mandíbula, la acromegalia, y la hipertrofia amigdalar han demostrado que predispone hacia el colapso de la farínge (Burwell et al., 1956; Jordan & McEvoy, 2003; Ogden et al., 2006; Remmers et al. 1978; Ryan & Bradley, 2005; Young, Peppard & Gottlieb, 2002). Las invertigaciones llevadas a cabo por Culebras (1994), han encontrado una predisposición familiar al desarrollo de ronquidos y el SAHS, quizá debido a la herencia de factores contribuyentes como estrechez estructural de las vías aéreas superiores (VAS). Este mismo autor ha analizado la relación entre SAHS, herencia familiar y síndrome de muerte súbita en niños. Aunque durante 12 años de investigación en el laboratorio del sueño no se ha producido ninguna muerte nocturna, sí se han constatado asistolias de más de 5 s de duración, que podrían contribuir a la muerte súbita. Por último, Moser & Rajagopal (1987), en un estudio de tejido resecado uvular reveló una mayor cantidad de tejido graso submucoso en pacientes con SAHS. Los efectos de la compresión del tejido adiposo depositado alrededor de la faringe pueden, por lo tanto, aumentar el colapso de las vías respiratorias superiores, y, posiblemente, contrarrestar los efectos de los músculos dilatadores que mantienen la permeabilidad de las vías respiratorias. Además, la obesidad también puede aumentar colapsabilidad de la faringe a través de reducciones en 86 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones los volúmenes pulmonares, sobre todo disminuye la capacidad funcional residual, que se acentúan con la aparición del sueño. Las reducciones en la capacidad de función residual puede aumentar la colapsabilidad de la faringe a través de reducciones en la tracción traqueal en el segmento de la faringe. Al margen de las teorías expuestas sobre las causas del colapso de la VAS, en el figura 11, se presenta un resumen de las las alteraciones fisiopatológicas desencadenadas por las apneas y que a pesar de los años aún tiene vigencia (Phillipson, 1980). Figura 11 ALTERACIONES FISIOPATOLÓGICAS DEL SAHS Inicio de Sueño Vasoconstricción Pulmonar Apnea-Hipopnea Vasoconstricción Sistémica Inicio de Sueño Bradicardia vagal Extrasistólica Retención de CO2; Hipertensión Pulmonar Hipertensión Sistémica Arritmias Muerte súbita Hiperventilación Alveolar crónica Disfunción Cerebral Arousal Restablece Respiración Perdida de sueño profundo Fragmentación del sueño Excesiva actividad motora Somnolencia Accidentes Deterioro intelectual Cambio personalidad Trastornos conducta Fuente: Elaboración propia a partir de Jimenez et al. (2002). Por otra parte, Thorpy et al. (1990), observaron, en grupos de pacientes con SAHS, que el 55 % de las muertes ocurrió durante el sueño, lo cual apunta a favor de una relación causal con el SAHS. La mayoría de estas muertes ocurrieron por complicaciones cardiovasculares. El SAHS aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos y apopléticos asociándose, en general, a una alta morbimortalidad cardiovascular (Sanner et al., 1996; Theolade, 1995) y sugiriéndo una relación 87 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones causal entre el SAHS y la hipertensión sistémica (Lies et al., 1996) y la hipertensión sistémica y pulmonar (Theolade, 1995; Weiss, 1996), así como alta prevalencia del SAHS entre los pacientes con coronariopatía (Andreas, 1996; Sanner, 1996) y con insuficiencia cardíaca congestiva (Bradley & Floras, 1996). En esta misma línea de investigación, se ha descrito asociación entre el SAHS y las arritmias, la muerte súbita, el infarto cerebral, (Dyken, 1996; Schafer, 1995), la isquemia miocárdica silente e inestabilidad eléctrica del miocardio (Thisler, 1996) y la asistolia ventricular (Grimm, 1996). Con todo, podemos decir que el SAHS se asocia a un aumento de la morbi-mortalidad. Durante las pausas de apnea se produce una desaturación (hipoxia) que produce una serie de respuestas mecánicas y neuroquímicas (estímulo del sistema simpático, disfunción endotelial, incremento de los mediadores de la inflamación y factores protrombóticos) con sus correspondientes consecuencias cardiovasculares a largo plazo: HTA (Hipertensión arterial), enfermedad cerebrovascular, angina nocturna en pacientes con enfermedad coronaria previa, arritmias cardiacas (bradicardia, asistolia ventricular, recurrencia de fibrilación auricular) y muerte súbita (Gabriele, 2002; Williams et al., 1998). Hay estudios que demuestran la asociación entre la presencia de SAHS y un aumento de las cifras de tensión arterial, después de ajustarlo por sexo y peso (Williams et al., 1998). Los trastornos de la respiración durante el sueño son altamente prevalentes en la población general y en estudios epidemiológicos transversales se han relacionado con la elevación crónica de la presión arterial. Peppard et al. (2000), ha demostrado la estrecha asociación dosis-respuesta entre los trastornos de la respiración durante el sueño y la presencia de HTA (hipertensión arterial) cuatro años después. Así pues los trastornos de la respiración durante el sueño probablemente constituyan un factor de riesgo de HTA y de la consiguiente morbilidad cardiovascular en la población general (Macías Castro et al., 1999). Con menos frecuencia puede asociarse a: hipertensión pulmonar, fallo del ventrículo izquierdo (sistólico y diastólico) y eritrocitosis (Williams et al., 1998). En distintos estudios experimentales (Arzt, et al., 2005; Kanagala et al., 2003; Mansfield et al., 2004; Ryan et al., 2005; Shahar et al., 2001; Somers et al., 88 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones 1995), se ha puesto de manifiesto la vinculación de las apneas y algunas de sus consecuencias cardiovasculares sobre el SNC. Tanto desde el punto de vista experimental como epidemiológico, hay datos concluyentes sobre la relación apneas-hipertensión arterial sistémica (Hla et al., 1994; Lavie, Herer & Hoffstein, 2000). Así mismo, la relación del SAHS con los accidentes de tráfico se ha visto apoyada por una serie de trabajos experimentales, alguno de los cuales se han realizado por investigadores españoles (Masa, Rubio & Findley, 2000; Terán, Jiménez & Cordero, 1999). Sin embargo, sigue habiendo debate en torno a la relación entre los cambios gasométricos desencadenados por las apneas, los arousales que los solucionan y algunas de las consecuencias no inmediatas (muerte súbita del lactante) al faltar soporte basado en la evidencia. En relación al vínculo entre apnea del sueño con los ictus, existe abundante bibliografía y trabajos que los relaciona, mostrando resultados fisiopatológicos que vinculan apneas con alteraciones en la hemodinámica vascular cerebral y/o la coagulación, con lo que se puede asociar el SAHS de tipo obstructivo con riesgo de ictus (Netzer et al., 1998; Wessendorf, Thillmann & Wang, 2000). A su vez, podemos destacar los estudios en donde se observa una elevada prevalencia de SAHS de tipo obstructiva en pacientes con ictus y también un aumento de los ictus en pacientes con SAHS obstructiva (Mohsenin, 2001). En el marco de las investigaciones de los estudios de cortes de población, concretamente del más amplio estudio epidemiológico prospectivo que se ha llevado a cabo en el mundo sobre la relación SAHS de tipo obstructivo y morbilidad cardiovascular, el proyecto "sueño-corazón-salud" (sleep heart healthy study), las evidencias experimentales han demostrado que hay un aumento significativo del riesgo del ictus en sujetos portadores de apnea en forma de dosisrespuesta (a más apneas, más riesgo) (Shahar et al., 2001). En los trabajos epidemiológicos prospectivos de Young et al. (2001), se ha observado un riesgo relativo de ictus en sujetos con apneas de hasta 30 veces sobre los que no las padecen. Este dato era uno de los que faltaban para vincular, con antecedentes basados en la evidencia y no sólo fisiopatológicos, apneas con ictus. Por otra parte, debemos tener en cuenta una serie de consecuencias que aparecen producto de la obstrucción fisiopatológicas que dependen de la duración 89 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones y la frecuencia de los episodios apneicos, de la severidad de los cambios de la pO2 y de la pCO2 y del grado de interrupción del sueño (Smith, 1986). Entre ellas tenemos la alteración de la tensión arterial sistémica, con elevación del componente diastólico (Culebras , 1994; Lee & Brown, 1994; Schafer et al., 1995) y también la pulmonar, elevándose en cada episodio apneico (Lee & Brown, 1994; Smith, 1986) y se ha observado hipertensión arterial en un 0 % de los pacientes que presentan SAHS (Lee & Brown, 1994), lo cual suele relacionarse con un aumento de la actividad simpática secundaria a la hipoxemia (Bradley & Floras, 1996; Smith, 1986) mediada por baro y quimiorreceptores (Schafer et al., 1995). La hipertensión pulmonar aguda durante la apnea es debida a la vasoconstricción arterial pulmonar secundaria a la hipoxia alveolar; sin embargo, no se sabe de qué manera los aumentos nocturnos agudos de las presiones arteriales sistémicas y pulmonar son convertidos en elevaciones mantenidas de las presiones durante el día (Smith, 1986). La hipoxia, al estimular los quimiorreceptores durante la apnea, además produce bradicardia (Daly, 1995; Ganong, 1996; Smith, 1986). También se presentan extrasístoles (Culebras, 1994) y taquiarritmias al cesar la apnea (Culebras, 1994; Schafer et al., 1995; Smith, 1986). La hipoxemia estimula también la eritropoyesis, la que provoca policitemia que origina aumento del hematocrito (Ganong, 1996; Smith, 1986). En los últimos años, varios estudios han aportando evidencia a la relación causal entre el SAHS e hipertensión. En la década de los 70 y 80 se presentaron los primeros trabajos observacionales. Fueron realizados tras seleccionar únicamente a un pequeño número de sujetos, pero ya entonces se observó en los datos una tendencia a la asociación de ambas enfermedades (Sackner et al, 1975; Tikare, Chaudhary & Bandisode, 1985). Estudios trasversales posteriores han mostrado claramente la asociación del SAHS y de la hipertensión arterial. Nieto et al. (2000), en una muestra de 6.132 sujetos mayores de 40 años, pertenecientes al Sleep Heart Health Study, observaron que los que poseen un IAH >30, una vez ajustados por distintas variables como el índice de masa corporal (IMC), circunferencia del cuello y relación hombro-cadera, presentaban una mayor prevalencia de hipertensión arterial con respecto a los sujetos que no padecían esta 90 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones enfermedad. En este sentido, autores como Hla et al. (1994), Bixler et al. (2000) y Lavie, Herer & Hoffstein (2000), realizaron estudios similares con número elevado de distintos grupos de sujetos procedentes de otras tantas poblaciones, llegando a la conclusión de que existe una asociación significativa entre el SAHS y la hipertensión arterial independientemente de la obesidad, edad y sexo. Estos resultados fueron corroborados en la investigación de Duran et al. (2001). Dentro de los estudios transversales, existen otros que no están completamente de acuerdo con las afirmaciones anteriores. Worsnop et al. (1998), estudiaron 93 sujetos de la población a los que realizaron una polisomnografía y determinaciones de la tensión arterial diaria. Analizaron la interacción con posibles factores de confusión y observaron que, aunque limitado por el pequeño tamaño de la muestra, no existía una asociación entre el SAHS y la hipertensión arterial una vez estratificado por los distintos factores de confusión obesidad, la edad y el sexo. Otros autores como Peppard et al. (2000), han ido más allá, intentando mostrar una relación etiológica entre ambas enfermedades, analizando, al comienzo del estudio, la presencia de alteraciones respiratorias durante el sueño, la presión arterial, los hábitos tóxicos y el estado de salud de 709 sujetos. Tras cuatro años se seleccionaron 184 sujetos de los que se hizo un seguimiento hasta un total de 8 años. Los pacientes fueron estratificados en su inicio según la severidad del SAHS. Observaron, tras el seguimiento, que existía una asociación dosis-respuesta entre la severidad del SAHS y la presencia de hipertensión arterial a los cuatro años. Esta asociación resultaba ser además independiente a todos los factores de confusión analizados. Por último, comprobaron que esta relación era tanto más fuerte cuanto mayor era la severidad del síndrome, es decir, el IAH existente al comienzo del estudio. Estos hallazgos sugieren, por tanto, que el SAHS podría constituir un factor de riesgo para padecer una enfermedad cardiovascular. Otro modelo interesante para estudiar la relación entre el SAHS y la hipertensión arterial ha sido la hipertensión arterial resistente al tratamiento antihipertensivo. En un estudio transversal de 41 pacientes con hipertensión arterial resistente se comprobó que el 83% tenían SAHS (Logan et al., 2001). La extraordinaria alta frecuencia de SAHS en este grupo de pacientes apoya la 91 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones existencia de una posible implicación del SAHS en la patogénesis de la hipertensión arterial resistente al tratamiento. El mecanismo, sin embargo, por el que este hecho se produce permance sin resolver. Es posible que el SAHS contribuya al desarrollo de hipertensión resistente por estímulo de la secreción de aldosterona (Calhoun et al., 2004). En este sentido, las características más comunes de los pacientes con hipertensión resistente incluyen la edad, obesidad, excesiva ingesta de sal en la dieta y la presencia de SAHS. Sin embargo, se trata de una hipótesis de trabajo, porque la causalidad es desconocida (Calhoun, 2006). Varios estudios epidemiológicos se han centrado en la relación entre el SAHS y la cardiopatía isquémica. De Olazábal et al. (1982), estudiaron a un grupo de 17 pacientes con cardiopatía isquémica y coronariografía positiva, asintomáticos, comprobando que las alteraciones respiratorias durante el sueño eran muy frecuentes en estos pacientes. Por su parte, Moe et al. (1996), realizaron dos estudios para intentar determinar la relación existente entre la isquemia miocárdica y las alteraciones respiratorias durante el sueño (SAHS y desaturaciones nocturnas). En el primero de ellos, reclutaron a un total de 227 pacientes de ambos sexos remitidos a un centro hospitalario por sospecha de angina pectoris. A éstos se les realizó un cateterismo cardíaco con coronariografía y determinación de la función cardíaca, además de un estudio completo del sueño. Observaron que los episodios nocturnos de isquemia miocárdica eran frecuentes en los pacientes con angina y aunque, no de manera significativa, éstos son más frecuentemente vistos en los pacientes que presentan alteraciones respiratorias durante el sueño, sobre todo en los de grado severo.En el segundo, reclutaron a 102 sujetos, con las mismas características, pero únicamente mujeres. En este estudio sí se objetivó, definitivamente, que las mujeres con coronariopatía presentaban una alta prevalencia de SAHS (Moe et al., 2000). Sin embargo, Sanner et al. (2001), estudiaron los datos de un grupo de 68 pacientes que habían acudido a hospital por sospecha de angina de pecho a los que se les realizó un estudio polisomnográfico y cateterismo cardiaco. En este estudio no se encontró asociación entre el SAHS y la cardiopatía isquémica. 92 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Peker et al. (1999), examinaron a 62 pacientes diagnosticados de angina pectoris o infarto de miocardio y a 62 que actuaron como grupo decontrol sin historia previa de enfermedad coronaria, poniendo de manifiesto que, tras estratificar por los distintos factores de riesgo asociados a enfermedad cardiovascular, existía una asociación entre el SAHS y la enfermedad coronaria. Por su parte, Hung et al. (1990), llevaron a cabo diversos estudios incluyendo polisomnografía a pacientes que habían sobrevivido a un infarto agudo de miocardio, comprobando que existía una asociación significativa entre el SAHS y el infarto agudo de miocardio independientemente de la edad, IMC, hipertensión, hábito de fumar y nivel de colesterol sanguíneo. Además, el riesgo relativo de padecer un infarto estaba en relación con la severidad del SAHS. En un estudio poblacional, los investigadores Zamarrón et al. (1999; 1999a), consideraron la asociación entre el ronquido y enfermedad cardiovascular en 1.453 sujetos entre 20 y 70 años. Los resultados sugerían que el ronquido podría ser un factor de riesgo para padecer infarto agudo de miocardio, de manera independiente a otros posibles factores de riesgo.Otros estudios han mostrado que los pacientes con enfermedad coronaria tienen una alta prevalencia de SAHS (Andreas et al., 1996; Koehler & Schafer, 1996). Maekawa y Shiomi (2000), comprueban que la prevalencia de SAHS entre los pacientes con cardiopatía isquémica era del 35-40%, mientras que el 23,8% de los pacientes con apnea del sueño padecen cardiopatía isquémica. De hecho, el SAHS permanece como predictor de enfermedad coronaria después de ajustarse por los factores de riesgo cardiovascular habituales (Schafer, 1999), existiendo una relación lineal entre el IAH y el riesgo de presentar enfermedad coronaria, como se ha observado en algunos grandes estudios epidemiológicos (Shaha et al., 2001). En el grupo de pacientes con cardiopatia isquémica y SAHS, el tratamiento del SAHS está asociado a una disminución del número de eventos cardiovasculares, así como del tiempo entre eventos (Peker, 2000). Marín et al. (2005), llevaron a cabo un estudio observacional de un grupo de pacientes con distintos niveles de apnea durante 10 años. Comprobaron que los pacientes con SAHS grave no tratados tenían un incremento de mortalidad cardiovascular (odds 93 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones ratio -OR- 2,87; 95% IC 1,17 a 2,51) o morbilidad cardiovascular (OR 3,17; 95% IC 1,12 a 7,51) después del ajuste de distintos factores confusores. Además, el grupo tratado con CPAP tenía una disminución de los eventos (OR 1,05; 95% IC 0,39 a 2,21 y OR 1,42; 95% IC 0,52 a 3,4; respectivamente) comparados con los controles. Diversos estudios han intentado además encontrar qué mecanismos podrían estar detrás de esa asociación entre el SAHS y la enfermedad coronaria. Así, Sanner et al. (2000), estudiaron “in vitro” la agregabilidad plaquetaria con determinadas sustancias en los pacientes con SAHS, observando un leve incremento nocturno de la agregabilidad plaquetaria inducida por epinefrina comparado con el grupo de controles sanos, y que dicho incremento disminuía de forma significativa tras 6 meses de tratamiento con CPAP. Geiser et al. (2002), en una investigación realizada con 12 pacientes, percibieron un incremento en la activación plaquetaria in vivo, durante el sueño. Ambos estudios aportan información que podría explicar la incidencia incrementada de eventos isquémicos en pacientes con SAHS. Las alteraciones ventilatorias durante el sueño también afectan a la circulación vascular cerebral. Un número de estudios han analizado la asociación del SAHS y los accidentes cerebrovasculares (ACV) (Bassetti & Aldrich, 1999; McNicholas & Bonsigore, 2007; Munoz et al., 2006; Shahar et al., 2001; Yaggi & Mohsenin, 2004). Las investigaciones llevadas a cabo por Partinen et al. (1988), detectaron una asociación estadísticamente significativa entre los accidentes vasculares cerebrales y el SAHS. Explicar esta asociación es difícil. Los mecanismos que relacionan SAHS y ACV son múltiples, tales como la hipertensión arterial., arritmias cardiacas, aterogénesis incrementada, alteraciones de la coagulación y cambios hemodinámicas cerebrales. En algunos casos, el SAHS es una consecuencia de un accidente cerebrovascular encontrándose una alta prevalencia de alteraciones respiratorias durante el sueño en pacientes con ACV agudo -70-95% en los pacientes- (Nean et al., 2002). Bassetti, Aldrich & Quint (1997), en un estudio de casos y controles, realizaron polisomnografía a 128 pacientes con ACV, observando una alta frecuencia de SAHS en esta población, sospechando que pudiera ser éste un importante factor de riesgo para padecer este tipo de enfermedades. Parra et al. 94 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones (2000), investigaron a 161 pacientes consecutivos ingresados en el hospital por ACV. Observaron que las alteraciones ventilatorias durante del sueño eran mucho más elevadas en este grupo de pacientes que las esperadas en un grupo similar de la población general. En un estudio más reciente, Arzt et al. (2005), pusieron de manifiesto una fuerte asociación entre el ACV y el SAHS, independientemente de los factores confusores. Este estudio también proporciona la evidencia de que el SAHS precede al ACV y puede contribuir a su desarrollo. También se ha observado que la presencia de SAHS empeora el pronóstico del ACV con peor recuperación funcional (Dyken et al., 1996; Good et al., 2005; Kanek et al., 2003) e incrementando la mortalidad (Parra et al., 2000). Por último, en este sentido, grupos españoles aportaron (Parra et al., 2000) un análisis de la mortalidad a 2 años en estos enfermos, estimando un modelo multivariado de Cox que seleccionó 4 variables independientes explicativas de la mortalidad: la edad, la afectación de la arteria cerebral media, la presencia de cardiopatía isquémica y el IAH, con un hazard ratio de 1.05 para este último, lo que supone un incremento de la mortalidad del 5% por cada punto de aumento en el IAH. 2.2.2. Toxicidad / Posición corporal La primera actuación en el tratamiento del SAHS es modificar ciertos hábitos o estilo de vida. Una buena higiene de sueño, evitar las bebidas alcohólicas, la pérdida de peso en sujetos obesos y el tratamiento de la obstrucción nasal constituyen medidas ampliamente recomendadas en los pacientes con SAHS. Se considera aconsejable, si ello es posible, la supresión de medicamentos depresores del SNC (benzodiazepinas, narcóticos y barbitúricos), pues contribuyen a la relajación de la musculatura faríngea. El mantenimiento de la perdida de peso es difícil de conseguir en estos pacientes, por lo que su eficacia a largo plazo es pequeña. El inicio del tratamiento con cualquiera de las opciones terapéuticas antes mencionadas debe ir siempre acompañado de la aplicación de medidas higiénicas del sueño y de pérdida de peso. Para el estudio de los trastornos respiratorios del sueño es fundamental una historia clínica detallada, que incluya los hábitos nocturnos del paciente: 95 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones problemas de inicio o mantenimiento del sueño, duración del sueño, períodos de insomnio, presencia de paradas respiratorias y/o ronquido arrítmico. La historia debe completarse con los antecedentes de uso de medicamentos o tóxicos que pueden afectar a la calidad del sueño. La ingesta de alcohol, fundamentalmente de carácter agudo, puede incrementar el número y duración de las apneas (Bliwise, Nekich & Dement, 1991; Viner, Szalai & Hoffstein, 1991). A su vez, incrementa la resistencia de la VAS favoreciendo la aparición de los trastornos respiratorios del sueño, por lo que existe una clara asociación entre el consumo de alcohol y el SAHS por dos razones, o bien como consecuencia de incrementar la resistencia en la vía aérea superior o por depresión del sistema nervioso central (SNC) (Robinson, White, & Zwillich, 1985). El alcohol es un factor favorecedor del ronquido por su efecto relajante de la musculatura faríngea. Especial importancia tiene a este respecto el consumo de alcohol durante la cena, sobre todo si el paciente se acuesta al poco tiempo (Johnson et al., 1998). El estudio llevado a cabo por Scanlan et al. (2000), concluyó que el 53% de las personas que toman alcohol para conciliar el sueño experimentan síntomas de apnea del sueño. En este aspecto será fundamental el interrogatorio de un compañero de habitación, ya que a menudo el sujeto subestima o no relaciona estos trastornos con el deterioro de su vida. Con frecuencia, en la entrevista se detecta que el compañero de cama refiere que el ronquido se exacerba en las noches en las que la ingesta de alcohol es más intensa, como puede ocurrir coincidiendo con una cena festiva. Por otra parte, los fumadores tienen un riesgo mayor de apnea del sueño, fundamentalmente los grandes fumadores (más de 2 paquetes al día) con un riesgo 40 veces mayor que los no fumadores (Souza, Paiva & Reimâo, 2005). La inflamación y el edema de la vía aérea causado por el efecto irritante del tabaco también se han relacionado con el ronquido (Hoffstein, 2002). El alcohol, los barbitúricos, las benzodiacepinas y en general las sustancias depresoras de la función cerebral deprimen los centros bulbares y carotídeos (Iber, 1986; Schonhofer & Kohler, 1996), y potencian el colapso de la vía aérea superior (Bonora, John & Bledsoe, 1985), por lo que empeoran al SAHS; mientras que, los compuestos tricíclicos, como la protriptilina, activan los estímulos neurógenos 96 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones que mantienen dilatada la faringe durante el sueño, por lo que alivia al SAHS (Culebras, 1994). Así mismo, está demostrado que las benzodiacepinas (fluorazepan) disminuyen la respuesta al despertar que produce la hipoxia y la hipercapnia durante el sueño, pudiendo prolongar las apneas (Gothe, Cherniack & Williams, 1986; Kryge, 1994). Por lo tanto, son diversas las investigaciones que desaconsejan, en paciente con SAHS, el uso de benzodiacepinas, así como los barbitúricos y narcóticos (Espinar, 1992; Kryger, 1992, 1994; Marín et al., 1992; Sanders, 1994; Strollo & Rogers, 1996; Terán, Rodríguez & Viejo, 1993). La mayoría de los fármacos anestésicos, sedantes y analgésicos utilizados en la anestesia reducen la actividad muscular de la vía aérea, favoreciendo su colapso (Urschitz et al., 2004). En pacientes con SAHS este fenómeno se ve agravado, al asociarse a una disminución de las respuestas ventilatorias a la hipoxia e hipercapnia e inhibir la respuesta a los microdespertares que protegen frente a la apnea (Lopes & Gilleminault, 2006). Aunque somnolencia y alcohol pueden ser dos causas distintas de accidente, existen datos que muestran la evidencia de solapamiento entre ambos factores. Se ha encontrado que, en accidentes de tráfico relacionados con la somnolencia, diversos porcentajes de conductores habían consumido alcohol (Fortieth Annual Proceedings of the Association for the Advancement of Automotive Medicine, 1996; McCartt et al., 1996). También, el número de apneas aumenta con la ingesta de alcohol, como consecuencia de incrementar las resistencias en la vía aérea superior o por depresión del SNC -sistema nervioso central- (Robinson, White, & Zwillich, 1985). Es posible que los efectos de bajos niveles de alcohol en sangre puedan tener una interacción con los ritmos circadianos que producen somnolencia a primeras horas de la tarde y noche (Horne & Baumber, 1991; Roehrs et al., 1994), con lo que alcohol se puede convertir en una variable de confusión. Findley et al. (1995), en un trabajo realizado en la Universidad de Virginia, estudiaron los accidentes de tráfico referidos por dos grupos de sujetos, con IAH 5 y IAH <5, con presencia de ronquido habitual y somnolencia diurna, excluyendo aquellos que presentaban antecedentes de narcolepsia, tratamiento con sedantes y abuso de alcohol. De los 29 sujetos SAHS estudiados, 9 (31%) habrían 97 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones tenido accidente, y de los 35 considerados no SAHS, sólo 2 (6%) lo habrían sufrido. Con estos resultados, el riesgo incrementado de accidente vendría determinado por un OR de 7,425 (IC 95% 1,61 - 33,31) P <0,001. En el trabajo de Terán, Jimenez y Cordero (1999), los conductores con un IAH 10 presentaban un mayor consumo de alcohol, pero la diferencia no fue significativa. Cuando los autores restringen el análisis a los sujetos que habían consumido alcohol en el día del accidente, los que tenían un IAH 10 tenían un OR de 11,2 de tener accidente. Sin embargo, los propios autores reconocen que es improbable que el análisis de esta variable (alcohol) si hubiese sido analizada adecuadamente tal como lo hicieron a partir de un cuestionario (aunque habían excluido en su estudio a los conductores quienes se encontraban bajo procedimientos legales por la sospecha de consumo de alcohol relacionado con accidente). Por su parte, Wu y Yan-Go (1996), aunque sostenían que el análisis de regresión logística para la asociación entre accidente de tráfico y SAHS demostraba que el consumo de alcohol (más de una toma diaria) incrementaba la posibilidad de accidente de tráfico para los conductores que sufrían SAHS, los resultados evidencian que esta asociación no llegaba a ser estadísticamente significativa. Para Barbé et al. (1998), hallaron que el consumo de alcohol tendía a ser más alto en los sujetos con SAHS que en el grupo de control (no SAHS), aunque esta diferencia sólo llegaba a ser significativa para el consumo durante el fin de semana. Lloberes et al. (2000), analizando como variable dependiente la existencia de accidente (o salida de la vía) autorreferida por los pacientes, pusieron de manifiesto que una ingesta de alcohol superior a 19 g/día formaba parte del modelo de regresión que obtuvieron, si bien esta diferencia no se mostró estadísticamente significativa. Recientemente, Pichel (2007), no relaciona el alcohol con la variable accidente (p=0,906). En una regresión binaria de ausencia o presencia de accidente, incluyendo las variables alcohol e IAH, mientras que esta variable formaría parte del modelo, la variable alcohol no llegó a formar parte del mismo (p=0,636). De los 288 sujetos de la muestra, los 156 sujetos que consumían alcohol tenían una media de IAH de 14,32 ± 18,78 eventos/h, frente a los 13,59 ± 19,71 eventos/h de los 132 sujetos restantes que no refirieron consumo de alcohol 98 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones (p=0,741). De los 144 sujetos con accidente, 77 eran consumidores de alcohol con IAH medio de 21,59 ± 22,48 eventos/h; y los 67 restantes, no consumidores, tuvieron un promedio de 19,65 ± 24,25 eventos/h (p=0,619). En este trabajo se resalta que, al igual que podría ocurrir con los de estudios anteriores, sus resultados serían susceptibles de ocultar una posible evidencia de que al menos los sujetos SAHS procuren no beber si van a conducir, conocedores del incremento de somnolencia que les puede producir el alcohol, o por las posibles implicaciones de culpabilidad de este tipo de accidente (seguros, policía, entre otros) no responderían con la verdad a esta pregunta del cuestionario, ya que, solamente 2 sujetos de los 144 accidentados expresó como causa de su accidente el haber ingerido alcohol. Por otra parte, no está claro que la ingesta moderada de alcohol empeore el sueño y la respiración en los individuos con SAHS. Teschler et al. (1996), en un estudio de laboratorio, incluyendo 14 sujetos varones, encontraron que una ingesta de alcohol de 1,5 ml por kg de peso producía una pequeña disminución, no significativa, en el porcentaje de sueño REM (sin alcohol 11 ± 2 frente a con alcohol 8 ± 1%) (Media ± ESM). También el índice de arousales se incrementaba ligeramente con el alcohol (43 ± 5 eventos/h, frente a 49 ± 6 eventos/h, p=0,002), pero concluyeron que la ingesta moderada de alcohol tenía poco efecto en la respiración o saturación durante el sueño en sujetos con SAHS moderado-severo. En otro estudio posterior, Scanlan et al., (2000), en una muestra de 21 sujetos varones y partiendo de la hipótesis de que cantidades moderadas de alcohol en pacientes con SAHS severo agravan la patología, estudiaron los efectos del consumo moderado de alcohol en pacientes con SAHS moderado después de la ingesta de 0,5 ml por kg de peso de los pacientes. Observaron que el promedio de IAH se incrementaba desde 7,1 hasta 9,7, p=0,017. Estos autores concluyen que el consumo moderado de alcohol incrementa significativamente la frecuencia de apneas obstructivas (además de la frecuencia cardíaca) durante el sueño. Sin embargo, el pequeño tamaño muestral de ambos trabajos nos lleva a manejar sus conclusiones con extraordinaria cautela (Teschler, 1996). En relación a la posición corporal, los factores de riesgo más referidos en el SAHS son el dormir en decúbito prono (Hauck et al., 2002), la prematuridad, el 99 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones bajo peso al nacer, la juventud de la madre, la multiparidad, los cuidados prenatales tardíos o ausentes, el abuso de drogas o de tabaco durante el embarazo, la exposición postnatal al humo del tabaco y la lactancia artificial. La mayoría, aunque no todos los pacientes, roncan más en de cúbito supino que en posición lateral. Este hecho ha sido utilizado en remedios caseros, como coser una pelota de tenis en la espalda de la chaqueta del pijama, para obligar al sujeto a dormir de lado. Sin embargo, y a diferencia del SAHS, donde se ha documentado la influencia de la postura, no hay evidencia de que sea así respecto al ronquido. Braver & Block (1994), no hallan variación en el número de ronquidos por hora en posición lateral en un grupo de 20 pacientes. Lo cierto es que se conoce muy poco acerca de la historia natural del ronquido, fundamentalmente de su relación con el SAHS. El ronquido constituye el síntoma principal de los pacientes con trastornos respiratorios del sueño, Es un ruido respiratorio patológico, predominantemente inspiratorio, de intensidad variable, causado por la vibración de los tejidos blandos faríngeos, debido a obstrucción parcial durante el sueño (Palomaki et al., 1992). Aunque puede estar asociado a alteraciones estructurales, en la mayoría de los casos es consecuencia de la hipotonía faríngea que disminuye el área de sección faríngea. La liberación de catecolaminas asociada con la hipoxia y el considerable retorno a sangre asociado con la presión torácica negativa sostenida por los esfuerzos respiratorios tiene consecuencias cardiovasculares. Se podría hipotetizar que quizá además de la apnea, otra serie de trastornos más o menos subclínicos no diagnosticados puedan tener alguna presencia en determinado tipo de poblaciones (Morris, Wearden & Battersby, 1997). Es pues, un fiel reflejo de la lucha intensa que mantienen los músculos de la VAS para permitir el paso del aire y evitar el colapso total. En la práctica clínica, la clasificación de la roncopatía se hace según la frecuencia con la que aparece el fenómeno. Así, el roncador crónico es la persona que ronca de forma diaria (“siempre o casi siempre”). En una investigación llevada a cabo por Zamarrón et al. (1998), ponen de manifiesto una prevalencia del 38,8%, asociándose al sexo masculino, edad, ingesta del alcohol, hábito tabáquico y obesidad. Posteriormente, Durán et al. (2001), indican una prevalencia de alrededor del 95%. Sin embargo, la 100 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones prevalencia de la roncopatía crónica depende de la definición de la que se parta (Cirignotta et al., 1989). Por ello, los estudios epidemiológicos ofrecen resultados dispares: 9-24%, en el varón, y 4-14%, en la mujer. Esta disparidad se debe a la inexistencia de una definición concreta de ronquido, de los métodos objetivos de cuantificación, ya que en la mayoría de los trabajos, los resultados se basan en cuestionarios rellenados por los propios sujetos. El análisis de las consecuencias de las apneas durante el sueño, permite explicar de forma sencilla, el cuadro clínico de los pacientes con trastornos respiratorios del sueño. Los pacientes apneicos roncan más ruidosamente y más frecuentemente que los no apnéicos. La sospecha de un paciente en cuanto a padecer apnea del sueño, se evidencia, entre otros síntomas, a la ocurrencia de ronquidos. Por ello, es muy relevante caracterizar el ronquido como continuo, intermitente o asociado a ciertas posiciones durante el sueño. La severidad del mismo se puede manifestar en cualquier posición corporal o predominar en una determinada, por ejemplo en posición supina. De esta forma, en pacientes con SAHS posicional debe evitarse el de cúbito supino. Casi todos los SAHS se agravan al adoptar la posición de de cúbito supino y algunos pacientes sólo tienen apneas en esa posición, por lo que es mejor evitarla. Quizás, el dormir en de cúbito supino, y debido al desplazamiento posterior de la lengua que ocurre con la relajación muscular, también favorece las apneas obstructivas cuando existen otros factores predisponentes. Por dichos motivos, dormir en la postura de cúbito supino agrava, en muchos enfermos, el número y/o la intensidad de las apneas (Cartwright, 1984; McEnvoy, Shaw & Thornton, 1986). En cualquier caso podemos decir que las apneas obstructivas se producen más fácilmente en la posición de cúbito supino que de cúbito lateral o prono, quizás el dormir boca arriba favorezca el desplazamiento posterior de la lengua que ocurre como consecuencia de la relajación muscular que se genera durante el estado de sueño (Katz et al., 1990). Es evidente que a la hora de valorar el ronquido se ha de tener en cuenta si éste es esporádico o habitual y sí la postura condiciona su aparición. Aunque no hay ningún elemento, que de forma segura nos haga afirmar que un roncador simple va a evolucionar hacia un SAHS más o menos típico, todo parece indicar 101 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones que son estadios evolutivos de una misma entidad patológica. En los casos en los que el estudio polisomnográfico demuestre que no se producen apneas cuando el paciente duerme de lado y sí en la posición de cúbito supino, puede aconsejarse el tratamiento postural. Se fundamenta en que el efecto de gravedad y el retrodesplazamiento posterior de la lengua en de cúbito, especialmente en el de cúbito dorsal, aumentan la resistencia de la vía superior. Como primer paso para tratar con la apnea del sueño, el paciente debería simplemente intentar dormir de lado; los pacientes que duermen de espalda y tienen de 50 a 80 apneas por hora pueden a veces reducirlas a casi cero cuando cambian hacia los lados. Puede ser útil la colocación de varias pelotas tipo tenis en la espalda, fijadas firmemente a una camiseta o al pijama del enfermo (técnica de “sieep bali”), para que así se favorezca el dormir de lado. Asi pues, la colocación de algún objeto molesto en la espalda, fijadas a la prenda de dormir puede ser eficaz en casos leves y a corto-medio plazo (Penzel et al., 2001). Otra alternativa es inclinar la cabecera de la cama unos 30 grados, dado que así se reduce la resistencia oro- faríngea (Isono, Tanaka & Nishino, 2002; Penzel et al., 2001). Existen pacientes con componente postural muy acentuado o exclusivo y que solamente tienen apneas al estar de espaldas. Los estudios de Braver & Block (1994), demuestran que esto es tan eficaz como el CPAP en los pacientes con apnea postural, los pacientes dejan de roncar y se sienten bien al despertar, que es el principal criterio para definir la mejoría del cuadro. En definitiva, todavía no está claro la efectividad a largo plazo de este procedimiento, pues puede convertir las apneas obstructivas en otros trastornos respiratorios como hipopneas o aumentos de resistencia de la vía aérea (Cartwright et al., 1991). 2.3. VARIABLES FISIOLÓGICA 2.3.1. Desaturación Media de Oxígeno (Hipoxia) Durante la noche se producen episodios sucesivos de apnea y arousales, además de una sucesión de episodios de hipoxia y reoxigenación. La oclusión de la VAS puede inducir la presencia de hipoxemia e hipercapnia, de carácter intermitente durante todo el sueño. 102 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones La hipoxemia asociada a las apneas, es muy variable de un enfermo a otro ya que depende de múltiples factores: del número y duración de las apneas durante el sueño, de la saturación de oxihemoglobina basal, del volumen pulmonar, de la tasa de velocidad de caída, del grado de saturación venosa mixta, de los modificaciones del gasto cardíaco durante la apnea, de los cambios en la actividad colinérgica y de la fase del sueño en que se produzca. Junto con la duración de la apnea, el volumen pulmonar y la presión arterial de oxígeno previa a la apnea son los factores más importantes para determinar la intensidad de la desaturación (Bradley, Martinez & Rutherford, 1985). El proceso implícito del SAHS (figura 12) se caracteriza por episodios recurrentes de colapso parcial o total de la vía aérea superior durante el sueño. Como consecuencia, y después de cada apnea, se produce descensos cíclicos de la saturación, es decir, desaturación arterial de oxígeno que va a originar microdespertares que reanudarán la respiración, seguida de un retorno a los valores basales al instaurarse nuevamente la ventilación, siendo la hipoxemia y la fragmentación del sueño las que determinaran las alteraciones en órganos y sistemas que condicionan a un deterioro en la calidad de vida. Figura 12 CICLO FISIOLÓGICO DEL SAHS Dormir Hipopnea Colapso faríngeo Hiperventilación Obstrucción VAS Restablece flujo aéreo Hipoxia/Hipercapnea Apertura VAS Esfuerzo respiratorio Microdespertares Fuente: Elaboración propia a partir de Berdeja Murillo y Jorquera, (2012). 103 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Este proceso, de manera permanente, puede dar lugar a la producción de radicales libres de oxígeno, que actuarán sobre el endotelio, dañándolo y alterando su función. Los radicales libres del O2, son átomos o moléculas que poseen en su órbita más externa un electrón o más de uno, desapareado, lo cual hace que sea propensa a reaccionar químicamente. Habitualmente su exceso es eliminado por distintos sistemas de compensación. Cuando su producción sobrepasa la capacidad de eliminación de éstos, se puede generar estrés oxidativo y daño celular-tisular. Se ha propuesto que los ciclos de hipoxia-reoxigenación que caracterizan a la hipoxia crónica intermitente (HCI), son similares al fenómeno de isquemiareperfusión, caracterizado por un aumento de la producción de especies reactivas del oxígeno durante la restitución del flujo sanguíneo. En los pacientes con SAHS, el estrés oxidativo puede prolongarse por décadas, lo que hace posible que exista un daño oxidativo acumulativo que actuaría como un potente factor de riesgo cardiovascular. De acuerdo con esta hipótesis, Lavie, Vishnevsky y Lavie (2004), mostraron una correlación directa entre los niveles de dos marcadores de estrés oxidativo en el plasma (TBARS y peróxidos) y el índice apnea-hipopnea. Efectivamente, los ciclos de hipoxia-reoxigenación de la HCI producen una potenciación temprana de los quimiorreflejos, que contribuirían a aumentar la actividad simpática cardíaca y vasomotora (Rey et al., 2004). Los resultados obtenidos en estudios con animales (Lai et al., 2006), muestran que la HCI produce cambios tempranos en el balance autonómico sobre la frecuencia cardíaca y una atenuación de la sensibilidad de los barorreflejos. En forma similar, los pacientes con SAHS presentan quimiorreflejos periféricos potenciados y una disminución de la sensibilidad de los barorreflejos. Por lo tanto, es posible que estas alteraciones favorezcan una mayor respuesta presora hipóxica y una mayor actividad simpática tónica, facilitando el desarrollo de hipertensión arterial. A su vez, el SAHS se caracteriza por respuestas vasomotoras alteradas, con tendencia a la vasoconstricción. Las alteraciones fisiopatológicas en los sistemas de las endotelinas, renina-angiotensina-aldosterona, cali-creína-cininas, y en la síntesis de óxido nítrico, facilitarían la vasoconstricción sistémica y el aumento de la 104 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones presión arterial. Estos sistemas vasoactivos son posibles blancos terapéuticos para la reducción del riesgo cardiovascular en el SAHS. También se ha demostrado un incremento del estrés oxidativo en el condensado exhalado de pacientes con SAHS (Carpagnano, Kharitonov & Resta, 2002), así como en ensayos con animales de hipoxia intermitente (Row, Liu & Xu, 2001). El que el estrés oxidativo pudiera ser precursor de diferentes alteraciones vasculares en los pacientes con SAHS, fué la hipótesis de trabajo de Schulz, Mahmoudi y Katja (2000). En su investigación, se observó que la función leucocitaria en estos pacientes estaba alterada, y que existía un aumento de adhesividad de los monocitos circulantes al endotelio vascular. A su vez, los radicales libres producidos por los mecanismos de hipoxia-reoxigenación activan la expresión de distintos genes (Prabhakar, 2001). De esta forma se incrementa la producción de diversas sustancias como la endotelina-1, el factor de crecimiento vascular endotelial y la oxido nítrico sintasa inducible, que pueden alterar la función vascular (Semenza, 2000). Se ha demostrado que en la población general, los sucesivos episodios de hipoxemia- reoxigenación relacionados con las apneas, facilitan la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (Barcelo, Miralles & Barbe, 2000: Wali, Bahammam & Massaeli, 1998). Por su parte, Ziegler (1995), en una investigación analizó los efectos de la hipoxia sobre la sensibilidad de barorreflejos y la sensibilidad presora a la fenilefrina, sometiendo a hipertensos y normotensos, con y sin apnea a ambientes del 15% de oxígeno. En este trabajo se puso de manifiesto que los apneicos presentan un aumento de la sensibilidad presora a la fenilefrina con un enlentecimiento en el retorno a la presión normal debido a cambios en el comportamiento de los barorreceptores como consecuencia de la hipoxia. Por último, durante el sueño, la respuesta ventiladora a la hipercapnia y a la hipoxia está normalmente disminuida, principalmente en varones, ello explicaría por qué los hombres son más propensos a desarrollar SAHS (Culebras, 1994; Ganong, 1996). Por otro lado, se han observado valores muy altos de la presión parcial de gas carbónico de un medio gaseoso PCO2 (hipercapnia) durante las fases apneicas, mientras que, entre las apneas la PCO2 está disminuida debido a la hiperventilación estimulada por la hipercapnia (Culebras, 1994; Ganong, 1996, 105 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones 2002; Iber, 1986; Smith, 1986), lo cual puede reducir el tono de los músculos de las VAS y el control de los músculos respiratorios, llegando a producirse un círculo vicioso que unido a las alteraciones del calibre de las VAS, provoca las apneas (Iber, 1986). La hipoxemia estimula también la eritropoyesis, la que provoca policitemia que origina aumento del hematocrito (Andrews, 1999). El aumento del hematocrito, del número de eritrocitos y de la hemoglobina aumenta el contenido de oxígeno de la sangre y, en consecuencia, el transporte de O2 a los tejidos. Aunque esta acción es favorable, la policitemia que produce la eritropoyetina aumenta la viscosidad de la sangre y, en consecuencia, las resistencias circulatorias, dificultando la circulación (Jelkmann, 2011), aunque otros estudios (Williams, 1998), indican que esta asociación se produce con menos frecuencia. Las apneas provocan hipoxemia e hipercapnia que a su vez originan una vasoconstricción tanto pulmonar como sistémica. La propia vasoconstricción y las complejas modificaciones neurohormonales, principalmente el aumento del tono simpático, contribuyen a la elevación de la presión arterial. En los pacientes con apnea obstructiva, la frecuencia cardiaca disminuye durante los períodos de apnea como consecuencia de la estimulación vagal parasimpática mediada por los cuerpos carotídeos en respuesta a la hipoxia. La hipoxia, al estimular los quimiorreceptores durante la apnea, además produce bradicardia (Daly 1995; Ganong, 1996; Smith, 1986). Diversos estudios han informado que alteraciones en el ritmo cardíaco es una variable importante de la apnea obstructiva del sueño, tanto es asi que Guilleminault, Connolly y Winkie (1983), ponen de manifiesto que el 11% presentó paro sinusal, 8%, Bloqueo A-V 2o. grado Mobitz II, y 20%, otro tipo de arritmias. Posteriormente Shepard et al. (1985), propusieron que el nivel de desaturación de oxígeno es el factor determinante para la presencia de arritmias cardiacas en el paciente con apnea obstructiva.También se presentan extrasístoles (Culebras, 1994) y taquiarritmias al cesar la apnea (Culebras, 1994; Schafer et al., 1995; Smith, 1986). El grado de bradicardia se correlaciona con la intensidad de la desaturación de oxígeno, la duración del período apneico, o ambos. Con la terminación de la apnea, la frecuencia cardiaca aumenta debido al predominio 106 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones simpático, esto da lugar a taquicardia, la cual se observa en un gran porcentaje de pacientes con apnea obstructiva. No obstante, Flemonset, Remmers y Gillis (1993), han cuestionado estos datos, en un estudio prospectivo de pacientes con apnea de sueño, con un índice de apnea e hipopnea > 10. Mostraron que la apnea no es un factor que aumente el riesgo de arritmias cardiacas, la prevalencia fue muy baja y no difirió de los sujetos control. Estas discrepancias, se han explicado en téminos de sesgo en la selección de pacientes (inclusión de pacientes con mayor gravedad en la apnea y mayor comorbidad) y ausencia de grupos control o bien, presencia de factores confusores como edad y obesidad. Por su parte, Valencia-Flores et al. (2000), compararon subgrupos de pacientes obesos de la misma edad y peso corporal, pero con diferente gravedad de apnea, encontraron que la prevalencia de arritmias cardíacas se relaciona con la gravedad de la apnea. Por último, en pacientes con hipertensión arterial, como primer diagnóstico, se ha encontrado que entre el 20% y 30% de los pacientes presentan apnea obstructiva de sueño (Fletcher et al., 1985; Weitzenblum et al., 1988). Los mecanismos fisiopatológicos de la hipertensión asociada a la apnea obstructiva del sueño (figura 13) inducida por la hipoxia crónica intermitente conducen a la potenciación de los quimiorrefejos a través de vasoconstricción local en el cuerpo carotídeo, que produce caída de la presión parcial de oxígeno y aumenta la respuesta de los quimiorreceptores a la hipoxia. Los quimiorreflejos potenciados contribuirán a una inhibición del barorreflejo. Estas alteraciones, al sostenerse en el tiempo, inducirían un aumeno de la presión arterial e hiperactividad simpática sostenidas. Además, estos cambios se acompañarían de aumento de la actividad de sistemas vasoconstrictores y disminución de los sistemas vasodilatores. ET-1, endotelina-1; ETA/B, receptores de endotelina tipo A/B; PO2, presión parcial de oxígeno tisular; SNC, sistema nervioso central; Pa presión arterial media; NO, óxido nítrico; Cal., calicreína; BC, bradicinina; AT.II, anglotensina II; HTA, hipertensión arterial (Rey, Valdés & Iturriaga, 2007). 107 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Figura 13 LOS MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS DE LA HIPERTENSIÓN ASOCIADA A LA APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO Estrés oxidativo Hipoxia crónica intermitente Barorreflejos Comportamiento Vascular Cuerpo Carotídeo HTA Pa Vasoconstricción NO Cal BC AT-II Tono simpático Activación de los cuerpos carotídeos SNC Hiperventilación Estimulación Inhibición ET-1: endotelina ETA/B: receptores de endotelina PO2: presión parcial de oxígeno tisular SNC: sistema nervioso central Pa: presión arterial media NO: óxido nítrico Cal: calicreína BC: bradicina AT-II: angiotensina HTA: hipertensión arterial Fuente: Elaboración propia a partir de Rey, Valdés e Iturriaga, (2007). El papel que juega la apnea en la inducción de hipertensión pulmonar sostenida es aún controvertido. En el estudio llevado a cabo por Pozo (2002), se pone de manifiesto que un 20% de los pacientes que tienen un SAHS severo de tipo obstructivo coexiste, a su vez, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que en muchas ocasiones no está diagnosticada. Por otro lado, la hipertensión pulmonar sostenida asociada con evidencia clínica de insuficiencia ventricular derecha se ha observado entre un 17% y 42% de los pacientes con apnea obstructiva (Weitzenblum et al., 1988). Se ha sugerido que la hipertensión pulmonar se desarrolla en pacientes con apnea obstructiva únicamente en presencia de hipoxia diurna secundaria ya sea debida a enfermedad pulmonar obstructiva crónica, a disminución en la quimiosensibilidad o a obesidad (Chaouat et al., 1996; Weitzenblum et al., 1988). Se ha demostrado que la apnea obstructiva del sueño no es factor de riesgo para hipertensión pulmonar, en ausencia de otras enfermedades, debido a la 108 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones hipoxemia, hipercapnia y obstrucción de las vías aéreas (Becker et al., 2003; Kaneko et al., 2003). Es decir, que las anormalidades hemodinámicas y cardiacas se deben a los episodios repetidos de hipoxemia e hipercapnia que acompañan a la apnea, y a las fluctuaciones en la presión intratorácica y del tono autonómico durante los periodos de obstrucción, los cuales se asocian con cambios neurohumorales en los que se incluye el nivel elevado de catecolaminas. La presión arterial sistémica y pulmonar aumenta progresivamente con relación a la duración de la apnea y al grado de desaturación de oxígeno. Para Findley, Ries y Tisi (1983), el volumen corriente inicial, antes de la apnea, es un factor determinante en la aparición de hipoxia durante la apnea. Esta reducción del volumen pulmonar en los pacientes con trastornos respiratorios del sueño está relacionado con tres factores: obesidad, consumo de oxígeno, y disminución de la capacidad residual funcional. Por otra parte, como consecuencia de la configuración de la curva de saturación de la hemoglobina, las desaturaciones durante las apneas serán mayores, si la SaO2 basal es menor, por lo que el valor de la SaO2 preapneico tiene un sustancial impacto sobre el grado de desaturación observado. Además, la saturación venosa de oxígeno preapnéica va a estar íntimamente ligada con la tasa de caída de la saturación de oxihemoglobina (Fletcher, Costarangos & Miller, 1989). Las fases del sueño influyen sobre la duración de la apnea. Tanto es así que en la fase REM la duración de las apneas puede incrementarse hasta un 50% o más, por lo que normalmente las mayores saturaciones mínimas se alcanzan en esta fase. La duración del período entre apneas (interapneico) también incide sobre la hipoxemia, ya que si éste es breve, la oxigenación venosa mixta es baja (Fletcher, Kass & Thornby, 1989). En esta línea también podemos destacar la incidencia del periodo interapneico en el tipo de apnea, ya que las desaturaciones asociadas a las apneas obstructivas son también mayores que las asociadas a las apneas centrales (Series, Cormier & La Forge, 1990). Por su parte, Fletcher, Schaaf & Miller (1987), señalan que la población de pacientes obesos con apnea obstructiva de sueño, el 59 % presenta hipertensión pulmonar. Este porcentaje es mayor que el reportado para otras poblaciones con síndrome de apnea obstructiva, pero menor que la de pacientes con síndrome de 109 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones sobreposición o síndrome de coexistencia de apnea obstructiva de sueño y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (73%). Se sabe que la obesidad puede ser asociada con el desarrollo de hipoventilación y que el síndrome de obesidad – hipoventilación se caracteriza por hipercapnia, hipoxemia, policitemia, insuficiencia cardíaca derecha e hipersomnia diurna (Rochester & Enso, 1974). Dos factores se han involucrado en el desarrollo de la hipoventilación: la presencia de anormalidades en la mecánica de la pared torácica y/o fallas en el control ventilatorio (Lourenco, 1969; Zwillich et al., 1975). Los pacientes con el síndrome de obesidad e hipoventilación tienen menor capacidad y distensibilidad pulmonar que los sujetos con obesidad simple (Sharp, Druz & Kondragunta, 1986; Thomas et al., 1989). La fuerza muscular inspiratoria está disminuida (Rochester & Enson, 1974) y hay un aumento en la producción de CO2. De acuerdo a estos datos, parecería que la obesidad pudiera explicar la disminución del impulso ventilatorio ante la hipercapnia, pero no la atenuación a la respuesta ventilatoria ante la hipoxia.Así, se ha sugerido que la principal alteración en el síndrome de hipoventilación es la atenuación en la respuesta a la hipoxia. Se ha propuesto además, que esta disminución en la respuesta ante la hipoxia puede ser adquirida. De esta forma, la obesidad puede dar lugar a hipoxemia durante el sueño debido a la presencia de apneas y con el tiempo podría inducir una disminución en la respuesta ventilatoria ante la hipoxia, similar a la que se ha observado en sujetos normales residentes de altitudes elevadas (Weil et al., 1971). Episodios repetidos de hipoxia e hipercapnia nocturna ocasionados por apnea obstructiva grave pueden dar lugar a disminución en la respuesta ventilatoria ante la hipoxia y la hipercapnia durante el día (Jones et al., 1985). Es posible que estos pacientes presenten una baja respuesta ante la hipoxia, la cual pudiera ser adquirida, dado que su historia de ronquido fue dos veces de mayor duración (16 años) que el grupo sin hipoventilación (8 años). A su vez, estos datos están de acuerdo con el estudio de altitud llevado a cabo por Weil et al. (1971), donde señalan que al menos 10 años de exposición a altitud elevada se requieren para reducir el impulso ventilatorio ante la hipoxia. En resumen, numerosas investigaciones han permitido establecer diferentes vínculos posibles entre apnea del sueño e hipoxia e hipercapnia. 110 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones 2.3.2. Somnolencia Diurna Los eventos apneicos producen fragmentación del sueño, causando somnolencia diurna (Brooks et al., 1997). La hipersomnia diurna o excesiva somnolencia diurna (ESD), se refiere a la propensión que tiene un individuo a quedarse dormido en diferentes situaciones. La biología del ciclo sueño-vigilia predice la presencia de somnolencia durante estas horas que se corresponden con un pico circadiano de somnolencia y con la hora normal de anochecer. No debe confundirse con falta de energía, fatiga o malestar. Los términos “fatiga” y “falta de atención” se utilizan muchas veces como sinónimo del término “somnolencia”, sin embargo estos tienen su significado propio (Brown, 1994). Fatiga es la consecuencia del trabajo físico o de la realización de alguna actividad prolongadamente y tiene que ver con la falta de intención o disposición para continuar la tarea que se está desarrollando. La falta de atención puede venir causada por la fatiga, pero en la literatura, la falta de atención también identifica estados de preocupación, distracciones y otros comportamientos, la somnolencia es identificable, predecible y prevenible (National Highway Traffic Safety Administration [NHTSA] & National Center for Sleep Disorders Research [NCSDR], 2004). La severidad de la hipersomnia diurna se puede valorar, tal y como presentamos en este estudio, con la Escala de Epworth, cuya puntuación guarda relación con la presencia o ausencia de apnea y la severidad de la misma, pero es necesario realizarla estando presente, además del paciente, su pareja, ya que los pacientes infravaloran con demasiada frecuencia o incluso cuestionan su excesiva somnolencia diurna. Como consecuencia de la desestructuración de la arquitectura del sueño, durante el día el paciente con SAHS sufre un grado variable de hipersomnia. Según American Academy of Sleep Medicine (AASM, 2006), la hipersomnia diurna se clasifica subjetivamente en: • Somnolencia ligera o leve: Los episodios de sueño se producen sólo cuando el paciente está descansando o cuando necesita prestar poca atención. El paciente se duerme en situaciones aburridas para él, ambientes cálidos o al día siguiente de tomar bebidas alcohólicas la noche anterior. Se mantiene alerta sin dificultad en situaciones que requieren un esfuerzo 111 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones mental importante, por ejemplo ver TV, conducir vehículos a motor. La función social está ligeramente deteriorada • Somnolencia Moderada: Los episodios de sueño se producen cuando el paciente desarrolla actividades físicas muy ligeras o cuando necesita prestar una atención importante pero no activa. Se mantiene alerta con dificultad en situaciones que requieren esfuerzo mental importante. Por ejemplo reunión de negocios, clase, leyendo, comiendo o realizando trabajos rutinarios. La función laboral o social está moderadamente deteriorada. • Somnolencia Severa: Sueño diurno incontrolable que no permite al paciente mantenerse despierto lo suficiente como para realizar algún trabajo activo. Los episodios de sueño ocurren a diario incluso cuando el paciente desarrolla actividades que requieren una atención activa. Por ejemplo conducir. La función laboral o social está muy deteriorada. Como se sabe, las apneas van seguidas de esfuerzo inspiratorio, sin paso de aire a los pulmones, quedando bloqueado a nivel de la orofaringe. Cuando cede finalmente la obstrucción, el aire irrumpe con turbulencia en las vías aéreas produciendo el ronquido (Culebras, 1994; Lee & Brown, 1994). Los esfuerzos para superar la obstrucción terminan por despertar total o parcialmente al sujeto (Ganong, 1996; Smith, 1989) provocando cansancio (Ganong, 1996) e hipersomnolencia diurna (Culebras, 1994; Kriger, 1994; Theolade, 1995), con cambios en la conducta o la personalidad (Domínguez & Díaz, 1994; Smith, 1986), irritabilidad y agresividad (Domínguez & Díaz, 1994), así como, deterioro intelectual (Mitler, 1993; Smith, 1986), registrándose relación inversa entre los eventos apneicos y el proceso aprendizaje-memoria (Rhodes et al., 1995), pero la disfunción cognitiva se debe a la somnolencia diurna (Jennum & Sjol, 1995). En el ámbito de los accidentes de tráfico, aunque somnolencia y alcohol pueden ser dos causas distintas de accidente, existen datos que muestran la evidencia de solapamiento entre ambos factores. Se ha encontrado que, en accidentes de tráfico relacionados con la somnolencia, diversos porcentajes de conductores habían consumido alcohol (Association for the Advancement of Automotive Medicine, 1996; McCartt, Ribner & Pack, 1996). 112 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Connor, Norton y Ameratunga (2002), y, posterioremente, Pichel (2007), llevaron a cabo un estudio para poder estimar la contribución de la somnolencia al conducir entre las causas de los accidentes de automóvil. La variable accidentes se ve influida por el SAHS (y sus condiciones, entre las que se incluiría la somnolencia en el momento del accidente), y la ESD juega un papel de variable extraña. Sin embargo, Pichel, considerando el total de sujetos incluidos en el estudio, no encontró diferencias significativas entre horas dormidas por los sujetos con ESD y los que no presentaron esta sintomatología; tanto para días laborales como para días no laborables. A su vez, en cuanto al déficit de sueño (diferencia entre horas deseadas de sueño y horas dormidas), hubo diferencias significativas entre casos (accidente) y controles. Contrariamente a lo que se esperaba, no existió esta diferencia entre los sujetos SAHS y noSAHS; esto puede ser debido a que los pacientes con SAHS tienen una percepción errónea del sueño (Bishop, Rosenthal., & Folkerts, 1998). Es posible que los efectos de bajos niveles de alcohol en sangre puedan tener una interacción con los ritmos circadianos que producen somnolencia a primeras horas de la tarde y noche (Horne & Baumbe, 1991; Roehrs, Beare & Zorick, 1994), con lo que alcohol se puede convertir en una variable de confusión. Por su parte, Stutts et al. (2003), analizando los accidentes debido a la somnolencia, encontraron que los accidentados control (no somnolientos) dormían menos horas que los accidentados afectados de somnolencia. La somnolencia diurna juega un papel importante para diagnosticar el síndrome de SAHS. Hasta la fecha la escala de Epworth es una de las principales pruebas de referencia para determinarlo puesto que es fácil y rápida de aplicar. En este sentido podemos decir que recobra gran importancia en tanto en cuanto se identifica como sospecha de diagnóstico de SAHS (Uribe, Álvarez & Giobellina, 2000). Es el ejemplo típico de historial clínico de un paciente en quien se evidencia síndorme de apnea-hipopnea del sueño, vertiendo el enfoque en el grado de somnolencia diurna excesiva y la ocurrencia de ronquidos durante el sueño. La American Academy of Sleep Medicine (1999), y el consenso del Grupo Español de Sueño (Durán & GES, 2005), afirman que la PSG es la prueba de referencia para establecer el diagnóstico del SAHS. Según el algoritmo 113 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones diagnóstico establecido en dicho consenso (figura 14), la PR es una alternativa aceptable para el diagnóstico de SAHS en pacientes con baja probabilidad clínica (descartar SAHS) y alta probabilidad (confirmar SAHS), lo que supone aproximadamente un 75 % de casos. Figura 14 ALGORITMO DIAGNOSTICO DE UN PACIENTE CON EXCESIVA SOMNOLENCIA DIURNA. PR (POLIGRAFÍA RESPIRATORIA); PSG (POLOSOMNOGRAFÍA); EPW (TEST DE EPWORTH) Sospecha Clínica Alta Probabilidad Baja Roncadores y apneas Observadas y EPW >15 y/o IMC > 30 y/o comorbilidad CV Media Roncadores y apneas Observadas y EPW Roncadores y apneas observadas y/o EPW 12-15 y/o IMC Algunos PR Negativa Síndrome depresivo-ansioso insomnio o comorbilidad severa. Sospecha o concurrencia de otros trastornos del sueño Positiva Negativa Valoración terapéutica; Positiva PSG Disfunción Cerebral Negativa Positiva Valoración Terapéutica Fuente: Elaboración propia a partir de Eguía y Cascante (2007). En los pacientes con probabilidad clínica media, con sospecha de otros trastornos del sueño, depresión-ansiedad o portadores de comorbilidad relevante, la prueba recomendable es la PSG. Una poligrafía respiratoria negativa en presencia de una clínica altamente sugestiva de SAHS es indicación de la realización de PSG tan completa como sea necesario, incluidas las variables neurofisiológicas, respiratorias y cardíacas y la realización, si se estima oportuno, de mediciones objetivas de la somnolencia, como el test de latencia múltiple de sueño (TLMS). La principal ventaja de la PR es que se trata de un método más simple y barato, de ahí su enorme difusión y el empleo generalizado de los equipos PR (Chesson, Berry & Pack, 2003). De esta forma la PSG y la PR son 114 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones técnicas complementarias y una unidad de sueño completa debe contar con ambos sistemas. De todos los síntomas observados en el SAHS, la somnolencia excesiva es el más frecuente y uno de los más incapacitantes. Parece claro que se debe a una ausencia de sueño no reparador durante la noche, pero por la complejidad del síndrome es razonable pensar que haya más factores implicados. Por ello, se han planteado varias hipótesis que pretenden aclarar cuál es el factor que está más relacionado con la excesiva somnolencia diurna. En principio, la mayoría se ha decantado más por la privación y/o fragmentación de sueño como causa explicativa de este síntoma (Colt, Haas & Rich, 1991; Guilleminault et al., 1988; León et al., 1989). Además, esta hipótesis se ve apoyada por estudios que demuestran que pacientes, con otros trastornos respiratorios asociados al sueño, como es el caso de la resistencia aumentada de la vía aérea superior, que presentan sueño interrumpido sin hipoxemia, presentan excesiva somnolencia durante el día (Guilleminault et al., 1993). Los parámetros polisomnográficos clásicos utilizados en el SAHS, índice de apnea-hipopnea (IAH), índice de arousal (IAr) y saturación de oxígeno (SaO2), han sido relacionados con los niveles de somnolencia diurna (AASDAR., 1997; GES., 2005; Kushida et al., 2005). La excesiva somnolencia diurna y persistente (ESDP), es una de las más importantes y reversibles consecuencias del Síndrome de Apneas del Sueño (Cherving & Aldrich, 1998). La alta prevalencia de ESDP (cerca del 31% de la población adulta universal), representa un gran trastorno en el desenvolvimiento de las actividades sociales y laborales, con consecuencias muy importantes como lo es la mayor demanda a los servicios de salud pública, accidentes de trabajo y de tráfico, reducción del desempeño profesional y académico y sobre todo compromiso de las funciones psicosociales (Lindberg & Carter, 2001). Entre las causas principales de ESDP se encuentra la privación crónica o deliberada del sueño y el SAHS (Cherving & Aldrich 1998; Guilleminault et al., 1993; Hora, 2004). La ESDP involucra tendencia al sueño, más conciliación del sueño inadvertida y fenómenos asociados como: alucinaciones hipnagógicas, conductas automáticas, “borrachera del sueño”, fatiga matinal., disminución de atención y memoria. 115 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Por otro lado, hay otra clasificación de respiración denominada repiración periódica de Cheyne-Stokes (RCS). La RCS es una forma de respiración periódica en la cual las apneas centrales se alternan regularmente con períodos de hiperventilación que tienen un patrón de volumen corriente creciente-decreciente, asociadas a despertares coincidentes con el pico de la hiperventilación. La RCS determina profunda fragmentación del sueño, oscilaciones cíclicas de la presión arterial y del ritmo cardíaco, y síntomas semejantes al SAHS, con sueño de mala calidad y no restaurador, sin embargo la somnolencia no es tan frecuente ni característica como en el SAHS. Muy importante es el hecho de que la RCS, una vez presente, participa de un círculo vicioso que activa el sistema nervioso autónomo simpático y contribuye al deterioro de la función cardíaca y a la mortalidad (Arcos et al., 2004; Bentancor, 2005). A lo largo de la revisión teórica hemos comprobado que la excesiva somnolencia en pacientes con SAHS ha sido explicada desde muchas ópticas, proponiéndose en cada una de ellas un posible factor determinante en su génesis. En este sentido, se ha defendido que el principal factor es la fragmentación del sueño (Guilleminault et al., 1988; León et al., 1989), mientras que otros estudios han apuntado a la gravedad de la hipoxia nocturna (Mendelson, 1992, 1995; Orr et al., 1975). Pues bien, existe un tercer grupo de investigaciones que han destacado la importancia de ambos factores concluyendo que el índice de hipoxemia nocturna y la fragmentación de sueño son dos variables que contribuyen de forma independiente al riesgo de hipersomnolencia en pacientes con desórdenes respiratorios (Punjabi et al., 1999). Por último, respecto a la edad, parece claro que la gravedad del síndrome puede empeorar seriamente a medida que transcurre el tiempo (Svanborg & Larsson, 1993) por lo tanto, es posible hipotetizar que la edad incrementa la somnolencia. 2.3.3. Índice de Apnea/Hipopnea (IAH) Como estamos viendo, desde un punto de vista clínico, el SAHS se traduce en un cuadro de somnolencia excesiva, trastornos cognitivo-conductuales, respiratorios, cardíacos, metabólicos o inflamatorios secundarios a episodios 116 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones repetidos de obstrucción de la VAS durante el sueño. Estos episodios se miden con el Índice de Alteración Respiratoria (IAR). Un IAR >5 asociado a síntomas relacionados con la enfermedad y no explicados por otras causas, confirma el diagnóstico. El IAR se define como el número de apneas, hipopneas y ERAM por hora de sueño. Un IAH superior a 5-10 se considera anormal. Sin embargo, un IAH anormal no define un SAHS por si mismo (Al-Delaimy et al., 2002). Con relativa frecuencia el paciente con SAHS, incluso con elevado IAH, no refiere ninguna sintomatología. Este paciente puede acudir a consulta bien obligado por su pareja de sueño y/o los que conviven con los pacientes o bien se puede detectar por anamnesis dirigida en el curso de una consulta por otra causa. La detección de las apneas origina en general una gran espectación, preocupación e inquietud siendo por ello un frecuente motivo de demanda de consulta con más o menos premura. Este dato hay que tenerlo en cuenta puesto que se ha encontrado una asociación clara entre el IAH y la documentación de apneas (Durán et al., 2001) La mayoría de las definiciones que ofrece la literatura acerca de este trastorno, se basan principalmente en la frecuencia de apneas/hipopneas por hora de sueño, sin hacer referencia a otros síntomas. En este sentido, uno de los criterios más utilizados en la actualidad es la presencia de 10 apneas/hipopneas, por hora de sueño, de más de 10 segundos de duración (Esnaola et al., 1996; García-Díaz et al., 1997; Terán, 2000). Sin embargo, la variabilidad de criterios se hace evidente al revisar y consultar las publicaciones con cierto impacto bibliométrico. Así, de acuerdo con la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM), estos tipos de estudios son válidos, siempre que cumpla con 2 criterios fundamentales (Kushida et al., 2005): Índice de Apnea/Hipoapnea por hora de sueño (AHI) igual o superior a 15 (SAHS moderado a severo). Índice de Apnea/Hipoapnea por hora de sueño (AHI) entre 5 y 14.9 (SAHS leve) asociado a uno de los siguientes síntomas y/o comorbilidad: somnolencia diurna excesiva (SDE), hipertensión arterial (HTA) y enfermedad cardiovascular. 117 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones La razón de las diferencias se debe a que los estudios iniciales de Guilleminault y Dement (1978), así como los de Block et al. (1979), se realizaron en individuos asintomáticos. Otros estudios, como los de Aucoli-Israel et al. (1983), incluyeron sujetos de edad más avanzada y los valores del IAH fueron más elevados. Gould et al. (1988), estudiaron sujetos normales y pacientes con SAHS, comprobando que los sujetos normales tenían un IAH <14, mientras que los pacientes presentaban un IAH >16. Teniendo en cuenta estos resultados se consideró que un IAH>10, es clínicamente significativo. Para otros, He et al. (1988), los pacientes con IAH>20, tenían una tasa de mortalidad más elevada a los tres años de seguimiento que el grupo con un IAH=20, y la supervivencia a los 9 años era del 63% y 96%, respectivamente. Aunque no se ha identificado el umbral para determinar el número anormal de episodios respiratorios obstructivos (Shahar et al., 2001), actualmente se considera un IAH>15 como el umbral mínimo de enfermedad cuando no hay síntomas. Numerosos estudios han revelado que el uso de la presión positiva continua de aire (CPAP) en pacientes con SAHS moderado a severo, produce una disminución de la presión arterial, mejora la función del ventrículo izquierdo y el rendimiento cognitivo de dichos pacientes (Becker et al., 2003; Kaneko et al., 2003; Kushida et al., 2006; Pepperell et al., 2002). En la actualidad la polisomnografía nocturna es el estudio de referencia para establecer el diagnóstico del síndrome de apnea obstructiva del sueño. Uno de los principales parámetros que se mide con esta prueba es el índice de apnea/hipopnea, determinando así la gravedad del síndrome de SAHS. La hipopnea es una reducción discernible de la señal de flujo superior a 30% e inferior a 90% de más de 10 segundos de duración y que se acompaña de una desaturación igual o superior a 3%, un microdespertar detectado en el EEG o ambos. Períodos entre 10 segundos y 2 minutos de incremento en el esfuerzo respiratorio (detectado por aumento de presión esofágica o por el sumatorio de señal de bandas toracoabdominales) sin disminución marcada de la señal de flujo y que terminan en un microdespertar (EEG) se denominan ERAM. Probablemente estos eventos han conformado lo que se describió posteriormente como síndrome de resistencia aumentada de la vía aérea (RAVAS) (Guilleminault et al., 1993), que generó confusión en cuanto a 118 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones considerar este síndrome como una entidad diferente en relación al marco diagnóstico apneico o como un síntoma más del SAHS, polémica que en la actualidad aún no ha sido resuelta (Douglas, 2000). Por otra parte, el resutado de dividir el número de episodios apnéicos que se producen durante el sueño registrado por el número de horas de sueño es el Índice de Apnea (IA). Evidentemente, una cosa es el tiempo total de registro y otra el tiempo total o real de sueño, en el que sólo cuenta el registro obtenido mientras el paciente está durmido. La suma de apneas e hipopneas por hora de sueño conforma el índice de apnea-hipopnea (IAH = Total de apneas + hipopneas) / (nº horas sueño). Es un índice que se obtiene dividiendo el número de episodios apnéicos más hipopnéicos que se producen durante el registro del sueño por el número de horas de sueño. Es equivalente al Respiratory Disturbance Index (RDI = Total de apneas + hipopneas + RERAs) / (nº horas sueño). Se consideran valores normales: IAH o RDI <=5/h ó IAH o RDI <=10/h. Para considerar el síndrome de apneas-hipopneas del sueño es necesario un IAH o IAR superior a 5 asociados a síntomas y signos clínicos de la enfermedad (American Academy of Sleep Medicine Task Force, 1999). Un RDI 30 está asociado a un 40-50% de aumento del riesgo de muerte (Gabriele & Barthlen, 2002; Williams, 1998). Si al mismo le añadimos los ERAM obtendríamos el índice de alteración respiratoria (IAR) más manejado en la literatura actual. En el cuadro 5, se indican las definiciones aceptadas de los principales eventos respiratorios en el documento de Consenso Nacional sobre el SAHS del Grupo Español de Sueño. 119 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Cuadro 5 DEFINICIONES DE EVENTOS RESPIRATORIOS EN EL DOCUMENTO DE CONSENSO NACIONAL SOBRE EL SAHS DEL GRUPO ESPAÑOL DE SUEÑO (GES) Fuente: Elaboración propia a partir de Grupo Español de Sueño (GES) (2005). En definitiva, las Apneas del Sueño se cuantifican, según la Academia Americana de Medicina del Sueño (AAMS), en base al índice de Apnea/Hipoapnea por hora de sueño (AHI). Se considera patológico cuando este índice tiene un valor superior a 5, clasificándose en leve entre 5-15, moderado entre 15- 30 y severo cuando es superior a 30 apneas/ hora de sueño (Marshall et al., 2008; Sigurdson et al., 2007). Las invesgitacioens realizadas por Guilleminault et al. (1988) y Carmona (2000), han defendido que el número de apneas-hipopneas durante la noche es la base para la ocurrencia de la somnolencia durante el día. Nieto et al. (2002), realizaron una investigación en la que se analizaron los resultados de un estudio de sueño, las presiones arteriales y otros factores con una muestra de 132 participantes. Los valores del índice apnea-hipopnea (IAH), 120 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones derivados del número de episodios de apnea más hipopnea por hora de sueño estuvieron relacionados en forma lineal con los valores de presión arterial. Esta relación persistió aún después de realizar los ajustes por índice de masa corporal (IMC), edad y raza. Así mismo, los pacientes en las categorías IAH más elevadas (cuando menos 30 episodios por hora), tuvieron 2.27 veces más la posibilidad de tener hipertensión que aquellos en las categorías más bajas de IAH (menos de 1.5 episodios por hora). Estos resultados vienen a corroborar los llevados a cabo por Shahar et al., (2001). Por su parte, Sierra et al. (2006), ponen de manifiesto que existe una correlación significativa entre el IAH y la somnolencia, ya que de una gran cantidad de interrupciones respiratorias podría muy bien derivarse un mayor cansancio durante el día. Aunque los eventos respiratorios, expresados como IAH habitualmente, son una variable muy importante de la enfermedad, sólo reflejan un aspecto de la misma y no informan sobre la arquitectura del sueño, del intercambio gaseoso durante el mismo ni de otras repercusiones fisiopatológicas de los fenómenos obstructivos de las VAS. Como resultado de lo anterior, otras variables pueden ser introducidas en la descripción de estos pacientes, como el perfil de la saturación de oxígeno a lo largo de la noche o la fragmentación del sueño. Esta fragmentación se determina habitualmente por la presencia de arousales, que pueden ser definidos por diversos criterios electroencefalográficos, de movimientos o aumentos en la frecuencia cardíaca y tensión arterial. Finalmente, desde el punto de vista de los síntomas, también se podrían incluir mediciones objetivas o subjetivas de somnolencia, de la capacidad para permanecer despierto o del deterioro cognitivo. Es probable que la combinación de determinadas variables de las anteriores, considerando incluso la posible existencia de comorbilidad, pudiera ser más informativa que el uso exclusivo de IAH a la hora de caracterizar la enfermedad. 2.3.4. Arousales Es un término anglosajón equivalente a microdespertar o reacción de alerta en castellano. Los arousals son respuestas necesarias para sobrevivir, sin embargo, la repetición de estos traducen el grado de severidad de los episodios de apnea o 121 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones hipopnea que sufre el paciente durante el sueño, los cuales pueden desencadenar reflejos en el centro vasomotor y provocan arritmias (especialmente bradicardia), que son exacerbadas por la isquemia miocárdica secundaria a la hipoxia (Santiago, 2007). El significado clínico del microdespertar tiene distintas interpretaciones. Para algunos autores se comportaría como un mecanismo de defensa (Berry & Gleeson, 1997; Phillipson & Sullivan, 1978), es decir, el microdespertar actuaría como un reflejo protector ya que la continuación de la respiración, tras una apnea está precedida de un microdespertar y, por tanto, su aparición previene la asfixia. Realizando una breve descripción del suceso, podemos indicar que durante el final de la apnea obstructiva, la actividad muscular de las vías aéreas superiores y los músculos respiratorios aumentan progresivamente, pero la vía aérea permanece cerrada. Su apertura viene precedida por un aumento de la actividad muscular el cual viene precedido o coincide con el microdespertar. Como consecuencia de la obstrucción de la vía aérea superior, se generan presiones intrapleurales cada vez más negativas al aumentar la postcarga cardíaca. La hipoxemia e hipercapnia mantenidas producen vasoconstricción pulmonar y sistémica, causas potenciales de hipertensión arterial y pulmonar. La suma de estos dos fenómenos son factores determinantes en a aparición del cor-pulmonar (Álvarez et al., 2009; Coroina & Estivil, 2006). El despertar transitorio - arousal o microdespertar, se produce cuando el esfuerzo inspiratorio alcanza un determinado umbral, en el que los músculos de la vía respiratoria se reactivan al abrir la faringe. Entonces, la ventilación se reanuda, se corrigen la hipoxia y la hipercapnia, el individuo se vuelve a dormir y el ciclo comienza otra vez. Hay que tener en cuenta que de tal despertar el individuo no es consciente, a pesar del incremento de la actividad electroencefalográfica (Coromina & Estivill, 2006; Santiago, 2012). Por arousal entendemos la transición de un estado de sueño a un estado de vigilia, y su reconocimiento en los registros Polisomnográficos (PSG) se realiza teniendo en cuenta, fundamentalmente, las modificaciones del EEG y del EMG. Es decir, la finalización de una apnea se acompaña, en el EEG, de la presencia de un microdespertar o de una fase de aligeramiento del sueño. A este despertar 122 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones electroencefalográfico también se denomina microdespertar o “arousal”. Se trata de un cambio brusco en la frecuencia del EEG de al menos 3 segundos y que ocurre con independencia de cambios en el EMG submentoniano durante el sueño NREM, pero acompañado de un aumento de la actividad EMG submentoniano durante el sueño REM (Atlas Task Force of the American Sleep Disorders Association, 1992). La duración del microdespertar está relacionada con las apneas -duran más que en las hipopneas- (Nigro & Rhodius, 2005; Zamarrón et al., 1999). El arousal suele acompañarse de cambios en el ritmo cardiorespiratorio, en la postura y en el EMG. No obstante, durante el sueño NREM pueden producirse arousals sin que hayan cambios en el EMG submentoniano, mientras que es imprescindible un aumento de la actividad EMG para su reconocimiento durante la fase REM. Los Arousal tienen como conseuencias: Fragmentación del sueño. Excesiva somnolencia diurna. Deterioro intelectual. Cambios en la personalidad. Incoordinación visual-motora. Insomnio. Astenia, cansancio. Jadeos, ahogos, etc. En los últimos años también se han definido otros eventos como los Esfuerzos Respiratorios Asociados a Microdespertares (ERAM). Se trata de un período >10 segundos de incremento progresivo del esfuerzo respiratorio (habitualmente detectado mediante medición de presión esofágica) que acaba, con un microdespertar. Opcionalmente, también puede detectarse el esfuerzo mediante el empleo de una cánula nasal y/o el sumatorio de las bandas toraco-abdominales cuando hay un período de limitación al flujo >10 segundos y < de 2 minutos, sin reducción marcada de la amplitud del flujo y que termina con un microdespertar. El ERAM se define por hora de sueño, mientras que el IAR por número de apneas/hipopneas. Se comportaría como un mecanismo de defensa (Corbo et al., 2006; Lindberg & Gislason, 2000). Son eventos respiratorios, caracterizados 123 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones por un incremento del esfuerzo respiratorio que conduce a un arousal, pero que no cumplen los criterios para ser codificados como apneas o hipopneas. Estos eventos deben cumplir dos criterios: Patrón de presión esofágica cada vez más negativa, que termina en un cambio repentino en la presión hasta un nivel menos negativo y un arousal. El evento dura 10 segundos o más. En los despertares influyen la hipoxia y sobre todo, el incremento anormal de las presiones negativas intratorácicas, que se alcanzan durante las apneas y que pueden llegar a ser hasta de - 60 mmHg. La hipoxia es capaz, por diversos mecanismos, de activar el sistema reticular activador ascendente del SNC, favoreciendo los despertares (Yasuma et al., 1991). Otros factores que pueden influir en estos despertares son el aumento de la presión pulmonar, los estímulos propioceptívos procedentes de la caja torácica y el estimulo condicionado por la sensación de asfixia (Barrot, 1987). La presencia de múltiples microdespertares parece jugar un papel importante en la génesis de SDE, ya que habitualmente a lo largo de la noche en un paciente con trastornos respiratorios del sueño, pueden aparecer entre 300-500 episodios. Estos microdespertares pueden alcanzar hasta más de 15 segundos de duración, lo que va a implicar una fragmentación severa del sueño. La presencia de múltiples despertares a lo largo de la noche, trae como consecuencia una desestructuración y fragmentación del sueño y por tanto acortan el sueño total. Por tanto, existe una clara evidencia que sugiere que la somnolencia diurna del paciente con SAHS está originada por la presencia de microdespertares repetidos. En un paciente con SAHS, las fases de sueño lento profundo (III-IV) no son alcanzadas habitualmente, por lo que el paciente apenas pasa de las fases I y II, las cuales constituyen la casi totalidad del sueño lento en estos enfermos. El sueño REM está fragmentado de la misma forma que el sueño lento (D’Alessandro et al., 1990; Richard & Gleeson, 1997). Los microdespertares son probablemente los principales responsables de la somnolencia diurna que presentan los pacientes SAHS. En un estudio de 190 pacientes, un número de 124 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones microdespertares superior a 30/hora, incrementaba la probabilidad de grave somnolencia diurna (Miliauskas & Sakalauskas, 2005). Los factores responsables de los microdespertares no están totalmente aclarados, habiendo sido atribuidos a las modificaciones de los gases sanguíneos, a aumento de la presión intratorácica (Anthoninsen & Kryger, 1982; Seppälä, 1991), a estímulos propioceptivos (Bowes, 1981; Smirne, 1993) y, fundamentalmente, ligada a la sensación de la asfixia (Leineweber, 2004; Sullivan, 1979). El origen de este fenómeno estaría en una alteración de los quimioreceptores; sin embargo son pocos y contradictorios los estudios realizados (Barrot, 1987; Davies, 2003). Parece ser que ciertos factores podrían retrasar la respuesta de microdespertar, interfiriendo por tanto en la activación reticular del tronco cerebral. Así la fragmentación del sueño de forma crónica, podría conducir a una elevación del umbral de la reacción de despertar, con lo que se agravaría y perpetuaría el SAHS (Guilleminault & Roseking, 1981; Partinen, 1985). Durante los episodios obstructivos se produce aumento de la actividad del sistema nervioso simpático, - arousal - (EEG y/o subcorticales), fragmentación del sueño y/o desaturación de la oxihemoglobina. Estos cambios evolucionados en el tiempo pueden conducir a alteraciones del crecimiento, neurocognitivas, psíquicas y cardiovasculares. Así mismo, los episodios de hipoxemia nocturna intermitente se han visto asociados en adultos a una respuesta inflamatoria sistémica con incrementos de la proteína C-reactiva (PCR) y varias citoquinas inflamatorias (interleukinas 6 y 8, factor de necrosis tumoral, moléculas de adhesión intercelular, etc) y una disminución del óxido nítrico exhalado a nivel alveolar. Estos hallazgos podrían relacionar el SAHS con la aparición del síndrome metabólico (Torres, 2010). Por último, los microdespertares se asocian a otras respuestas, pueden acompañarse de cambios transitorios en el tono autonómico condicionando un incremento en la frecuencia cardiaca, presión arterial y ventilación, que declina cuando vuelve al sueño normal (Davies, 1993; Franklin et al., 2000; O'Brien et al., 2004; Trinder et al., 1992; Ulfberg et al., 1996; Xie et al.., 1994). 125 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones 2.4. VARIABLES PSICOLÓGICAS 2.4.1. Ansiedad y Depresión Las apneas dan origen a un amplio espectro de manifestaciones clínicas, ya que pueden ser desde completamente asintomáticas hasta muy sintomáticas y producir importantes manifestaciones clínicas, todo en ello en relación con la enfermedad de base existente en cada caso. Con todo, el síndrome de la apnea del sueño tiene importantes repercusiones para la salud mental del enfermo, con importantes consecuencias negativas sobre su vida social, lo que a su vez, puede favorecer la aparición de trastornos psíquicos. Como señalan, Lloberes et al., 2011): "Se producen modificaciones hormonales, bioquímicas, metabólicas y en la temperatura corporal imprescindibles para el buen funcionamiento del ser humano en su vida cotidiana" (p. 145). Desde hace varios años, los estudios epidemiológicos han puesto en evidencia la asociación del SAHS con diversas alteraciones como la hipertensión arterial (Kario, 2009), la patología cardiovascular (Jain, 2007), alteraciones neuropsico- lógicas, genitourinarias, metabólicas (Gibson, 2004). Sin embargo, la sintomatología más común y destacada de la apnea es la excesiva somnolencia diurna junto con alteraciones de la memoria y concentración, irritabilidad, cefaleas, ansiedad y depresión, entre otras (Culebras, 2003). Como consecuencia, los pacientes ven reducida significativamente su calidad de vida (Flemons & Reimer, 1998; Jenkinson, Strandling & Petersen, 1997). Tienen además, una alta tasa de comorbilidad psiquiátrica, referida sobre todo a trastornos de ansiedad y depresión (Culebras, 2003; Douglas & Engleman, 2000; Saunamäki & Jehkonen, 2007). Los déficits cognitivos descritos en el SAHS se acompañan de trastornos psicopatológicos, consecuentes al síndrome, en especial de síntomas depresivos. El perfil de personalidad característico de estos pacientes es el de una reacción neurótica de ansiedad, con marcados signos de hipocondria, depresión y somatización. El conjunto de alteraciones neuropsicológicas perjudican su adaptación psicosocial, sobre todo en el área social y profesional., y aumentan su riesgo de sufrir accidentes. La experiencia clínica sugiere que los problemas en la vida psicosocial de los pacientes con SAHS son el resultado y no la causa de los 126 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones síntomas apneicos. Diversos tratamientos del SAHS, en particular la presión positiva continua por vía nasal (CPAP nasal), mejoran el rendimiento cognitivo y los trastornos afectivos asociados (Douglas, 2000; Haluk et al., 2012). No obstante, los déficits relacionados con la disminución de las funciones frontales, atribuidos a la hipoxemia, persisten o remiten sólo parcialmente (Malhotra & White, 2002; Stepnowsky & Moore, 2003). Los estudios diseñados para evaluar la mejora del funcionamiento neuropsicológico detectado a través del tratamiento con CPAP en los pacientes con apnea del sueño muestran resultados inconsistentes. En este sentido, varios estudios han demostrado mejora en las alteriaciones neuropsicológicas del paciente con SAHS después del tratamiento, tanto en adultos (Dahlof et al., 2002; Ferini-Strambi et al., 2003; Millman et al., 1989; Yu, Ancoli- Israel & Dimsdale, 1999), como en niños (Friedman et al., 2003; Mitchell, Kelly & Yao, 2004), pero a menudo esta mejora fue sólo es parcial y en largos períodos de tratamiento con CPAP. En esta línea de investigación, también hay informes en los que se registra una mejora en el funcionamiento neuropsicológico, pero con persistencia del deterioro afectivo (Borak et al., 1996). Asimismo, en estudios controlados con placebo, los resultados también fueron inconsistentes. Comparando la CPAP terapéutica y CPAP placebo (es decir, la aplicación de presión a las vías respiratorias que no era lo suficientemente alta como para eliminar las apneas), en un estudio de diseño de pre-versus post-tratamiento de 36 pacientes, los resultados fueron sorprendentes en el sentido que hubo una mejora cognitiva en general en el grupo de CPAP terapéutica en comparación con el CPAP placebo, pero no hubo efecto beneficioso significativo en el dominio cognitivo (Bardwell et al., 2001). En otro estudio, Henke et al. (2001), en un diseño similar con cruce parcial entre los tratamientos CPAP placebo y CPAP efectivo, en el tratamiento efectivo se detectó que los pacientes no mejoraron los daños neuropsicológicos con respecto al valor basal, pero no se observó mejora en el grupo con CPAP placebo. Además, un estudio de evaluación del estado de ánimo como consecuencia de los efectos del tratamiento con CPAP mostró una mejora similar en el estado de ánimo tanto en el CPAP efectivo y los grupos de CPAP placebo (Yu et al., 1999). 127 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Por último, un estudio llevado a cabo por Barnes et al. (2002), en el que se utilizó un placebo-píldora, en lugar de la CPAP placebo, y se relacionó el ámbito de la cognición, el estado de ánimo y el tratamiento CPAP efectivo/placebo, reveló un potente efecto de recuperación de las alteraciones neuropsicológicas sobre la cognición y el estado de ánimo en el tratamiento placebo, con lo cual el efecto neto de la CPAP fue muy modesto y el tratamiento limitado a sólo unas pocas pruebas cognitivas. Parece, por tanto, que el tratamiento de SAHS con CPAP no mejora el deterioro neuropsicológico y afectivo, sin embargo, muestra la existencia de un significativo efecto placebo y, más preocupante aún, la mejora de las alteraciones neuropsicológicas es incompleta. La persistencia de ciertos déficits neuropsicológicos, a pesar de parecer un tratamiento eficaz, hace sospechar la existencia de algún sutil daño estructural irreversible, que debiera haber ocurrido durante el período de tiempo en el que el SAHS no fue tratado. Dada la gravedad de las consecuencias del síndrome, es importante evaluar, con pruebas específicas, las funciones cognitivo-ejecutivas de estos pacientes, así como su estado emocional, y comenzar el tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad (Kjelsberg, Ruud & Stavem, 2005) En cuanto al perfil de personalidad (MMPI) y a los síntomas psicopatológicos asociados a cada trastorno de la excesiva somnolencia diurna (ESD), en los apneicos y los narcolépticos se da una reacción neurótica de ansiedad ante la enfermedad, con signos de organicidad; mientras que los hipersomnes psicógenos tienen marcados síntomas depresivos y de retraimiento (Saunamäki & Jehkonen, 2007). Así, los pacientes apneicos obtienen altas puntuaciones no sólo en la escala de depresión del MMPI, también en otras escalas del MMPI como, la hipocondría y la histeria, especialmente aquellos con SAHS grave. Estos hallazgos pueden reflejar otros trastornos psicosociales presentes en el SAHS -enfoque somático, labilidad emocional de la familia, o problemas de pareja- (Aikens et al., 1999). En un estudio realizado por Day et al. (1999), se solicitó a 50 enfermos de SAHS y a 80 individuos normales que completarán el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesotta (MMPI) y la lista de síntomas de distrés (SCL-90-R). 128 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones El índice general de gravedad en esta última fue mayor en los pacientes con SAHS que en los controles normales. Lo mismo sucedió con el puntaje obtenido en el inventario de Minnesota. El patrón de resultados concordó con el hallado en personas afectadas por una enfermedad crónica y no pareció ser una consecuencia específica de la SAHS. A su vez, los puntajes de ansiedad y depresión fueron significativamente mayores en las mujeres con SAHS que en los varones con esta patología. Por otra parte, el cuadro clínico incluye síntomas diurnos y nocturnos. Entre los diurnos destacan los psicológicos que afectan tanto a los procesos cognitivos como al estado emocional de los pacientes. El paciente puede sentirse muy agotado al despertar por la mañana y un gran cansancio durante todo el día. Este agotamiento de las reservas de energía vital puede contribuir a la constitución de un cuadro depresivo. En algunos casos, es conveniente tratar simultáneamente la depresión y el trastorno del sueño ya que ambos contribuyen a deteriorar la salud. Incluso, para el mismo paciente es más adecuado el tratamiento conjunto de ambas alteraciones (Aloia, Arnedt &Smith, 2005). El tratamiento incluye terapia cognitiva conductual la que entrena al paciente a enfrentar con técnicas adecuadas sus dificultades para quedarse dormido y, asimismo, como manejar sus sentimientos depresivos (Fidan, Ünlü & Sezer, 2006). La farmacoterapia es, asimismo, muy eficaz en la depresión. Algunos fármacos antidepresivos tienen como efecto colateral positivo, promover un sueño de buena calidad. De todo ello, se deduce que las tres dimensiones de la conducta humana: los procesos intelectuales, emocionales, y las funciones ejecutivas (de control y planificación de la conducta), están afectadas (Lezak, 1991). Efectivamente, son comunes la ansiedad, irritabilidad, depresión, episodios de confusión con conductas automáticas. Todo esto puede causar problemas sociales y profesionales serios, dolores de cabeza al despertarse, también se han descrito pérdida de audición, conflictos matrimoniales agravados por una disminución del deseo sexual o por problemas de erección, accidentes laborales y de tráfico (Susheel, Hartmut & Alan, 2007). Se sabe que la depresión es el trastorno más común que está asociado a la SAHS (Andrews, 2004; Baran & Richert, 2003; El-Ad & Lavie, 2005; Haba- 129 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Rubio, 2005), aunque no en todos los estudios se ha encontrado correlación (Andrews & Oei, 2004; Baran & Richert, 2003; Sateia, 2003). No está claro si la depresión en el SAHS es una consecuencia primaria o secundaria a los síntomas relacionados con el SAHS -obesidad, hipertensión- (Andrews & Oei, 2004; Baran & Richert, 2003; El-Ad, Lavie, 2005; Haba-Rubio, 2005). Por ello, debido a la relación compleja entre el SAHS y la depresión, se recomienda debe ser tratada como una consecuencia secundaria a la apnea y no como una entidad psiquiátrica distinta (Baran & Richert, 2003; Haba-Rubio, 2005). Esto también se debe aplicar a la inversa, es decir, si el paciente sufre de depresión, problemas de de fatiga o de insomnio, siendo el primer paso averiguar si el diagnóstico de SAHS se encuentra detrás de estos síntomas (Kaplan, 1992). Por otro lado, diferentes investigaciones establecen una relación entre la ansiedad y el SAHS (Andrews & Oei, 2004; Brown, 2005; El-Ad, Lavie, 2005; Haba-Rubio, 2005), pero la evidencia está lejos de ser concluyente (Andrews & Oei, 2004). La severidad de la depresión y la ansiedad parecen correlacionarse más con excesiva somnolencia diurna que con hipoxemia (El-Ad B & Lavie, 2005; Haba-Rubio, 2005). En este sentido, se debe prestar especial atención a la evaluación de los trastornos del estado de ánimo en el SAHS, ya que algunos de los métodos utilizados pueden, de hecho, reflejan la calidad del sueño y la somnolencia durante el día y no el estado de ánimo (Andrews & Oei, 2004; Brown, 2005; Weaver, 2001). Las variaciones en la prevalencia de la depresión y la ansiedad se ven afectadas por las características del paciente, evaluación del estado de ánimo y la superposición entre las alteraciones del estado de ánimo relacionado con el SAHS. Por otra parte, la edad puede jugar un papel importante en la aparición de los trastornos de ansiedad y depresión, como es el caso en las mujeres en edad de aparición de síntomas específicos de menopausia, donde la depresión es más común (Shepertycky, Banno & Kryger, 2005; Smith et al., 2002), aunque la proporción de hombres ha variado ampliamente. A su vez, el desequilibrio observado en la distribución de los géneros varía de manera que puede afectar los resultados de la prevalencia de la depresión, en este sentido se ha informado 130 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones que las mujeres con SAHS puede tener más síntomas depresivos que hombres (Pillar & Lavie, 1998; Quintana-Gallego, 2004), aunque con resultados contradictorios (Aloia et al., 2005). Para Pillar y Lavie (1998), las diferencias entre hombres y mujeres en las alteraciones del estado de ánimo surgen de las diferencias básicas en características de género de la personalidad y no están relacionados con el SAHS. Sin embargo, la gravedad media del SAHS no parece que se correlacione de forma lineal con la prevalencia de la depresión. En los estudios realizados por Engleman et al. (1999) y Barnes et al. (2002), la prevalencia de la depresión varió del 16% al 41%, en pacientes con SAHS leve. De manera similar a estos estudios del funcionamiento neuropsicológico en el SAHS, los relativos a la prevalencia de los trastornos afectivos en los pacientes con SAHS son muy variables. En este sentido, cabe indicar que las cifras varían ampliamente, incluso entre los estudios que utilizan el mismo método de evaluación (Aloia et al., 2005; Barnes, 2004; Barnes et al., 2002; Borak et al., 1996; Goncalves et al., 2004; Means et al., 2003; Schwartz et al., 2005). Se conoce que la depresión es muy frecuente en los pacientes con SAHS (Akashiba et al., 2002; Baran & Richert, 2003; Ohayon, 2003; Reynolds et al., 1984). Además, la depresión puede ser un reflejo de la fatiga después de la severidad de episodiso apneicos (Bardwell et al., 2003). Por otro lado, la depresión en pacientes SAHS puede estar condicinada por factores como la edad, masa corporal y la hipertensión, en lugar del SAHS por sí mismo (Bardwell et al., 1999). Aunque la mayoría de las investigaciones sobre la psicopatología en pacientes con SAHS se centra en la depresión, una alta prevalencia de otros trastornos psiquiátricos o síntomas también se han diagnosticado en estos pacientes, tales como ansiedad, obsesión-compulsión, somatizaciones y agresividad (Borak et al., 1996; Pillar & Lavie, 1998; Yue et al., 2003). El tratamiento con CPAP puede mejorar estas alteraciones (Andrews & Oei, 2004; Haba-Rubio, 2005). El tratamiento del SAHS puede también poner de manifiesto, si existe una depresión primaria y si el enfoque del tratamiento debe ser entendido como desorden (Kaplan, 1992), sin embargo, ho hay estudios en firme de los efectos de la CPAP sobre la ansiedad. 131 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Si el tratamiento del SAHS no mejora el estado de ánimo del paciente, es imprescindible la consulta de un especialista. Por otro lado, no hay un consenso claro entre el tiempo de tratamiento con CPAP y la eficacia del tratamiento. Efectivamente, Stepnowsky y Moore (2003), informaron que el tiempo de uso de la CPAP no supuso la obtención de resultados satisfactorios. Así pues, los resultados del efecto del tratamiento con CPAP sobre el estado de ánimo parece que no son concluyentes. Según Means et al. (2003), el trastorno del SAHS conlleva un componente intrínseco en cuanto al estado de ánimo. Además, Muñoz et al. (2000), señalan que los síntomas ansiosos y depresivos se pueden desarrollar de forma crónica a pesar del tratamiento eficaz del uso de la CPAP y la conciencia de que el tratamiento es sólo sintomático, no curativo. Además, aquellos pacientes diagnosticados con SAHS con problemas de comportamiento y personalidad pueden experimentar una mayor alteración del estado de ánimo (Bardwell et al., 2001). Por otro lado, se han vinculado otras alteraciones psiquiátricas asociadas al SAHS, obsesión-compulsión, hostilidad, disforia crónica, preocupación somática, ataques de pánico nocturnos y episodios psicóticos (Brown, 2005; ElAd & Lavie, 2005; Haba-Rubio, 2005; Velasco-Rey, 2012). Sí han sido descritas numerosas patologías orgánicas capaces de provocar sintomatología psicótica, tanto positiva como negativa. Entre otras se pueden citar diversos tipos de demencia, neoplasias, lesiones vasculares, epilepsia, infecciones. Sin embargo, en el estudio de Velaso-Rey (2012), la aparición de sintomatología psicótica y afectiva estuvo subordinada al trastorno del sueño, remitiendo completamente en cuanto la apnea se trató. Una posible explicación estaría ligada a los trastornos derivados de la privación de sueño. Algunos estudios (Freeman, 2012), señalan que en situaciones de privación total de sueño durante varios días, algunos sujetos pueden llegar a experimentar síntomas paranoides. Asimismo, sujetos sin ningún historial de enfermedad mental, pueden mostrar distorsiones perceptivas e incluso alucinaciones en situaciones de privación de sueño (Ohayon, 2000). Aunque en estos casos los sujetos reconocen que las distorsiones y alucinaciones no son reales, esto advierte de la afectación que la privación de 132 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones sueño puede tener sobre el funcionamiento cerebra (El-Ad & Lavie, 2005). Ya en pacientes psiquiátricos, la privación total del sueño puede desencadenar un episodio de manía en pacientes bipolares (Plante & Winkelman, 2008). Por otra parte, Carlson (2005), señala la relación entre la privación parcial de ciertas etapas del sueño y cambios en la sintomatología de pacientes con depresiones graves o psicóticas, manteniendo un fenómeno aparentemente paradójico: la reducción de síntomas se produce tras la supresión del sueño paradójico (o sueño REM). El hecho de que la privación de sueño pueda alterar el estado de ánimo y provocar alteraciones en la sensopercepción, nos indica la importancia que el sueño puede tener sobre todos estos aspectos. Actualmente, apenas existen estudios que intenten dar una explicación sobre los mecanismos que intervienen para provocar estos fenómenos, haciéndose necesario por lo tanto, abrir futuras vías de investigación que den cuenta de esta cuestión. Como se sabe los pacientes apneicos son mayoritariamente hipertensos y con un importante factor de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (Flack et al., 1995; Stokes et al., 1989). Diferentes investigaciones (Zitman et al., 2009), ponen de manifiesto la asociación entre este tipo de pacientes con enfermedades de tipo anímico (ansiedad y depresión) y los niveles de presión arterial. A su vez, se comprobó que la presión arterial alta puede ser más frecuente en personas con problemas de comportamiento y personalidad (Carroll et al., 2001; Markovitz et al., 1993; Matthews et al., 2004; Williams et al., 2006). Sin embargo, los estudios que investigan la asociación entre hipertensión y psicopatología no han producido resultados consistentes, en particular para los 2 tipos principales de enfermedades psiquiátricas, trastorno de ansiedad y el trastorno depresivo mayor. En algunos estudios, se observó como aumenta la presión arterial entre las personas con depresión (Rutledge & Hogan, 2002; Scherrer et al., 2003) y los trastornos de ansiedad, (Markovitz et al., 1993; Paterniti, 1999), mientras que en otros no encuentran asociación (Markovitz et al., 1993; Shinn et al., 2011; Yan et al., 2003) o incluso una disminución (Hildrum et al., 2007, 2008; Paterniti et al., 1999). Incluso, los síntomas de ansiedad y depresión predicen presión arterial baja (Hildrum et al., 2008). Esta presión arterial menor en los sujetos ansiosos y depresivos es enigmática y contrasta con 133 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones la hipótesis de que la presión arterial puede explicar parte de la asociación conocida entre la psicopatología y las enfermedades cardiovasculares (Scuteri, 2008). Por otro lado, también es difícil reconciliar los niveles bajos del control vagal cardiaco (CVC) que se observa en pacientes con ansiedad y depresión (Friedman, 2007; Licht et al., 2008, 2009), puesto que la presión arterial baja se acompaña típicamente por el alto control vagal cardiaco (Grossman, Brinkman, 1992; Rottenberg, 2007). Una posible explicación de estas investigaciones es el uso de antidepresivos que puede llevar a la confusión entre la relación establecida entre psicopatología y presión arterial. En estudios que ha realizado Licht et al. (2008, 2009), en una muestra de 2.179 pacientes con depresión y ansiedad, se compararon con 616 controles. Las conclusiones fueron que los niveles bajos en la asociación entre el control vagal cardiaco, depresión y la ansiedad resultaban ser, en gran medida, por el uso de antidepresivos. En efecto, fue importante la disminución observada del control vagal cardíaco en consumidores de antidepresivos tricíclicos (ATC), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), y noradrenérgico y serotoninérgico (NS). Asi pues, los mayores efectos sobre el control vagal cardíaco y presión arterial se observaron en los consumidores de antidepresivos tricíclicos TCA, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), y noradrenérgico y serotoninérgico (NS), resultados que están en consonancia con las conclusiones sobre los efectos autonómicos de antidepresivos que ha realizado Zyl, et al. (2008). De todas formas, estos datos difieren de los estudios realizados por Shinn et al. (2001) y Yan et al. (2003), que no encontraron ninguna asociación entre la ansiedad y la depresión con la presión arterial alta y el riesgo de hipertensión. Sin embargo, los resultados expuestos por Zitman (2009) están en línea de los llevados a cabo por Paterniti et al. (1999), quienes hallaron alta presión arterial en los sujetos ansiosos, pero presión arterial baja en los sujetos deprimidos. Estos mismos resultados fueron corroborados por Hildrum et al. (2007; 2008). En definitiva, son varios los posibles mecanismos que explican la presión arterial baja en pacientes con depresión y ansiedad. Estos consumen fármacos antihipertensivos y sufren, mayoritariamente 134 de insuficiencia cardíaca, Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones circunstancia que se pueden reflejar en los parámetros bajos de presión arterial. La presión arterial baja parece que predice la depresión. Por el contrario, la ansiedad predice alta presión arterial y viceversa (Goedhart et al., 2007; Karl, 2007; Penninx, 2008). La interrupción del sueño y la hipoxemia intermitente se consideran que son los culpables principales y están asociados a la patogénesis de las alteraciones cognitivas y estado de ánimo en pacientes con SAHS, aunque su vinculación no está claramente determinada (Cheshire et al.1992). La disfunción en tareas de ejecución se correlaciona más con el grado de hipoxemia, mientras que las deficiencias de la vigilancia y la memoria se correlacionan mejor con excesiva somnolencia diurna –EDS- (Adams et al., 2001; Bedard et al., 1991; Greenberg, Watson & Deptula, 1987; Naegele et al., 1995); Sin embargo, tanto la excesiva somnolencia diurna e hipoxemia afectan a todos estos dominios en un cierto grado (Naismith et al., 2004). Sólo unos pocos estudios abordan el impacto específico de la interrupción del sueño y la hipoxemia en el humor, la severidad de la depresión y la ansiedad parecen estar más reflejada en el grado de somnolencia diurna en lugar de en el grado de hipoxemia nocturna (Naismith et al., 2004; Sforza et al., 2002). A la vista de los resultados en la revisión de la literatura actual, podemos indicar que hay muy pocas publicaciones sobre el SAHS y alteraciones del estado de ánimo, y ninguno de ellos son sistemáticos (Andrews & Oei, 2004; Baran & Richert, 2003; El-Ad & Lavie, 2005; Haba-Rubio, 2005; Sateia, 2003). La disfunción neuropsicológica y afectiva es frecuente en esta enfermedad, probablemente debido a la alteración al dormir y la hipoxemia intermitente. El reconocimiento temprano de un patrón característico neuropsicológico y el deterioro afectivo puede suponer una correcta evaluación de diagnóstico del SAHS. El tratamiento temprano puede prevenir sutilmente daños irreversibles en el cerebro, restituyendo potencialmente los procesos y funciones neuropsicológicas. 135 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones 2.4.2. Deterioro Cognitivo A medida que decrece la función pulmonar, los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica presentan trastornos de atención, se vuelven olvidadizos, somnolientos, irritables y confusos. La aparición de temblor, asterixis, mioclonías multifocales, cefalea, edema de papila y signos de insuficiencia cardiorespiratoria, debe hacer sospechar una etiología probablemente metabólica de los trastornos cognitivos. El patrón de deterioro cognitivo se caracteriza por una alteración difusa de todas las funciones, con una mayor afectación de las áreas verbales y memoria verbal, conservando la atención visual. El EEG muestra un rítmo de base enlentecido, con ondas delta y theta en ocasiones bilaterales y síncronas. La demencia, puede acompañar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero puede aparecer cuando se combinan hipoxia, hipercarbia, infección o insuficiencia cardíaca (Roman et al., 2002). La hipoxia o reducción del oxígeno durante la respiración se ha asociado en numerosas ocasiones a un deterioro en el funcionamiento neuropsicológico de sujetos que padecen enfermedades pulmonares crónicas, observándose también en sujetos que han sido expuestos a envenamiento por monóxido de carbono, o incluso en los que realizan expediciones a zonas de elevada altitud (Greenberg et al., 1987; Kelly et al., 1990). Una disminución en la oxigenación de la sangre (insuficiencia pulmonar), una falta de capacidad sanguínea para el transporte del oxígeno (anemia) o una disminución en la perfusión cerebral (insuficiencia cardíaca, estenosis vasculares), puede producir hipoxia cerebral y, por tanto, alteraciones cognitivas. En esta línea, diferentes trabajos sugieren que los sujetos con SAHS sufren un deterioro cognitivo provocado por la hipoxia intermitente que se produce durante el episodio apneico, que progresivamente va privando al tejido cerebral de oxígeno (Kelly et al., 1990). Así, Findley et al. (1986), han comprobado que los sujetos con SAHS, que sufren además hipoxia cuando están despiertos, presentan un deterioro cognitivo más severo que los que no padecen hipoxia. Es más, los pacientes con Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño con hipoxemia nocturna, presentan un deterioro cognitivo mayor que los que no presentan hipoxemia La 136 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones mitad de estos pacientes obtienen resultados patológicos en las pruebas de atención, concentración, resolución de problemas complejos y de memoria visual y espacial a corto plazo. A su vez, el grado de hipoxemia durante el sueño y la vigilia se correlaciona con la globalidad de la alteración cognitiva (Boland et al., 2002). Igualmente, Berry et al. (1986), han señalado que una de las primeras habilidades afectadas ante una hipoxia moderada en sujetos normales es la concentración, seguida por la memoria a corto plazo, la adquisición de nuevos aprendizajes y el juicio crítico. Asimismo, Cassel et al. (1989), han evidenciado en sujetos apneicos una reducción en el rendimiento intelectual y una dificultad en la concentración, especialmente en tareas que resultaban monótonas. Aunque existen evidencias que indican que la hipoxia nocturna contribuiría a los déficits cognitivos observados en el SAHS, son numerosos los trabajos que destacan también la importancia del deterioro de la vigilancia y la fragmentación del sueño; sin embargo, no se conoce con claridad la contribución específica de cada factor. Así, Roehrs et al. (1995), comprobaron que los sujetos con SAHS mostraban importantes déficits de atención en comparación con un grupo de sujetos con enfermedades pulmonares crónicas, que mostraban un mayor déficit en la realización de tareas psicomotoras. Por otro lado, se ha sugerido que los déficits neuropsicológicos atribuidos a la hipoxia podrían estar más relacionados con un deterioro funcional del cerebro que con un daño estructural del mismo. Se ha podido constatar que la síntesis de acetilcolina y las monoaminas son muy sensibles a los cambios hipóxicos breves o pasajeros, sustancias químicas cuya implicación en la regulación de diferentes funciones cognitivas es ampliamente conocida (Bédard et al., 1993). Dichos resultados han sido descritos igualmente en animales de experimentación. En concreto, Kelly et al. (1990), observaron que las ratas que sufrían hipoxia leve experimentaban una disminución en la síntesis de acetilcolina, particularmente en la región del hipocampo, sugiriendo que en sujetos humanos que sufren hipoxia podría ocurrir algo similar. Los resultados de un estudio de investigación realizado Kumar et al. (2008), indican que la resonancia magnética (RM) de alta resolución revela que 137 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones los tubérculos mamilares (estructuras cerebrales relacionadas con la memoria) eran un 20% más pequeño en los pacientes. Evaluaron a 43 pacientes con un diagnóstico reciente de apnea obstructiva del sueño sin tratamiento, y los compararon con 66 pacientes del grupo de referencia con sexo y edad equiparable. Los participantes en el estudio (75% hombres) tenían un promedio de edad de 47 años (intervalo entre 31 y 66 años). Los investigadores determinaron las dimensiones de los tubérculos mamilares promediando los resultados de dos RM de alta resolución con trazado manual de los volúmenes. En los pacientes con apnea obstructiva del sueño, el volumen de los tubérculos mamilares era menor (sobre todo del tubérculo mamilar izquierdo) en comparación con el grupo de referencia. Los autores indican que la magnitud de la pérdida de volumen refleja un déficit avanzado del proceso de la memoria. Aunque se desconoce aún el mecanismo que origina la pérdida de volumen de los tubérculos mamilares en la apnea obstructiva del sueño, se sospecha que la lesión se produce principalmente por la hipoxia o la respuesta inflamatoria que acompañan a la falta intermitente de oxígeno, sin descartar la posibilidad de que el déficit de tiamina u otra carencia nutricional impida una adecuada protección neurológica. Parece claro que el déficit cognitivo se debe a una ausencia de sueño no reparador durante la noche, pero por la complejidad del síndrome es razonable pensar que haya más factores implicados. No obstante, las consecuencias de la somnolencia excesiva son un déficit de concentración, razonamiento y memoria, conductas automáticas en actividades cotidianas, deterioro en el rendimiento global., sensación de embotamiento matutino, lentitud en el tiempo de respuesta a cualquier estímulo, así como dificultades para tomar decisiones (Álvarez-Sala et al., 1986; Domínguez & Díaz, 1994). Por otra parte, Greenberg et al. (1987), observaron ya en su estudio que las disfunciones neuropsicológicas de los sujetos apneicos no guardaban relación con la hipoxia que sufrían, sugiriendo que podrían estar motivadas por la excesiva somnolencia diurna, o bien por la edad. Kelly et al. (1990), señalan que aunque el grado de hipoxia parece ser el principal factor de disfunción cognitiva, la fragmentación del sueño y la hipersomnolencia también pueden ser relevantes. Asimismo, Valencia- Flores et al. (1996), han indicado que, tanto la hipoxia como 138 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones el deterioro en la vigilancia, pueden afectar a los déficits neuropsicológicos observados en los sujetos con SAHS. La función del sistema nervioso central (SNC) se ve afectada también por las apneas nocturnas. En pacientes con trastornos respiratorios del sueño el flujo sanguíneo cerebral disminuye durante el sueño, a pesar de existir una mayor presión arterial sistémica y de la existencia de hipercapnia, que es un potente vasodilatador cerebral, lo cual probablemente está relacionado con un deterioro de la regulación vascular cerebral (Hajak et al., 1996; Urlesberger et al., 2000). Lo que es evidente es que el deterioro cognitivo se correlaciona con la edad y la duración de la insuficiencia respiratoria. En este sentido Dealberto et al. (1996), han puesto de manifiesto, en un trabajo realizado en ancianos, que las apneas de sueño, junto a los ronquidos y la somnolencia diurna, constituyen factores de riesgo para un bajo rendimiento en la realización de tareas atencionales. Tanto la alteración del patrón de sueño nocturno como la hipoxemia nocturna parecen contribuir a la aparición de las alteraciones neuropsicológicas en el SAHS, aunque aún no se ha determinado con exactitud cuál es su etiología. La mayoría de los estudios destacan los déficits de memoria y de los procesos de atención. Otras funciones afectadas son la coordinación visomotora, la velocidad y precisión de las respuestas motoras, y, en general, los procesos cognitivos complejos que requieren planificación, ejecución y autorregulación de la conducta (funciones llamadas «ejecutivas»). Bedard et al. (1991) comprobaron que el deterioro en la vigilancia y la hipoxia podrían influir sobre diferentes factores que afectan al deterioro neuropsicológico. La alteración de las funciones intelectuales y ejecutivas podría ser atribuida a la hipoxia, mientras que el déficit atencional y de memoria podría estar relacionado con la disminución de la vigilancia diurna. Inicialmente, los déficits cognitivos de los apneicos se atribuyeron al descenso de la vigilancia diurna, ligado a las alteraciones del sueño nocturno (Muzzolon, Capparella & Carbonin, 1993). Los estudios más recientes (Verstraeten, 2007), sugieren que en la patogénesis de estos déficits intervienen dos factores etiológicos, que provocan trastornos específicos: las dificultades de atención y la pérdida de capacidad de memoria se deberían principalmente a la 139 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones desorganización del sueño y la excesiva somnolencia diurna (ESD) consecuente, mientras que la pérdida de funciones ejecutivas estaría causada por la hipoxemia (Ferini-Strambi et al., 2003). A su vez, al aumentar la gravedad del síndrome, se acentúan los déficits cognitivos ya existentes en los apneicos moderados y se manifiestan en los pacientes con mayor grado de hipoxemia otros déficits que afectan preferentemente a las funciones ejecutivas. También se constatan que los déficits encontrados en sujetos con SAHS moderado se ven incrementados en los sujetos más severos, apareciendo incluso nuevos déficits en este último grupo. Del mismo modo, Jennum et al. (1993), han destacado que podría existir una relación significativa entre somnolencia, insomnio y quejas relacionadas con problemas de memoria y concentración. En esta misma línea, Bonnet (1993), ha demostrado que las alteraciones de sueño típicas de los sujetos apneicos pueden producir importantes cambios en su función cognitiva. Para ello, realizó una prueba de memoria a sujetos que eran despertados cuando alcanzaban la fase II y el sueño lento, y a la mañana siguiente tenían que realizar un test de recuerdo de palabras de la noche anterior. Comprobó que los sujetos despertados durante el sueño profundo tenían un peor recuerdo en comparación con el otro grupo, algo parecido a lo que les sucede a los pacientes con SAHS, para quienes las pausas respiratorias les impide alcanzar un sueño profundo adecuado. Este autor ha sugerido que la mejora en la eficiencia del sueño podría estar relacionada con un incremento en el rendimiento y vigilancia diurnos. Para Feldmann & Plum (1992), los apneicos (pero no los pacientes con otro tipo de hipersomnias, sin apneas ni desaturación) tienen déficits de atención, memoria «procedimental» («saber cómo» realizar una tarea) y funciones ejecutivas, similares a los de un síndrome frontal. Teniendo en cuenta que el sueño REM (cuyo porcentaje es muy reducido en los casos más graves de SAHS) juega un importante papel en la consolidación del aprendizaje y la memoria, cabe esperar que estos procesos estén particularmente afectados en los apneicos. Resultados similares se presentan en el estudio de Mitler (1993), para quien el deterioro en la ejecución de los sujetos apneicos se podría deber probablemente a la tendencia incrementada a dormir durante el día. Por su parte, Naëgele et al., (1995) y Naëgele & Feuerstein (1996), evidenciaron, en un estudio con pacientes 140 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones apneicos, que los déficits de memoria observados se hallaban relacionados con la cantidad de apneas/hipoapneas por hora de sueño, mientras que los déficits asociados al lóbulo frontal (atención, capacidad para el aprendizaje, capacidad de programación y planificación) estaban más relacionados con la hipoxia durante el sueño. Los efectos de la somnolencia diurna sobre el rendimiento cognitivo de pacientes con dificultades respiratorias durante el sueño no parecen ser tan marcados como se creía inicialmente (Carlesimo & Caltagirone, 1996). Las investigaciones actuales señalan que tanto la excesiva somnolencia dirurna (ESD) como la hipoxemia contribuyen, diferencialmente, a la patogénesis de los déficits cognitivos en el SAHS. Los mejores correlatos de las alteraciones cognitivas en este trastorno parecen ser la frecuencia de apneas/hipopneas y de alertamientos nocturnos junto con la intensidad de la hipoxemia nocturna (Decary, Rouleau & Montpiaisir, 2000). Existen otros estudios en la literatura que no han encontrado relación entre los déficits cognitivos encontrados y el grado de hipoxia, somnolencia diurna o sueño fragmentado. Flemons, Remmers y Whitelaw (1993), utilizando un programa de conducción simulada por ordenador ("The steer clear driving program") con el objeto de identificar el deterioro cognitivo de sujetos apneicos, no apreciaron relación alguna entre el deterioro cognitivo y la severidad de la apnea de sueño. Igualmente, Telakivi et al. (1993), no hallaron correlación entre deterioro cognitivo en apneicos y somnolencia excesiva o hipoxia. Estas diferencias podrían deberse, quizás, a que las pruebas neuropsicológicas que habitualmente se utilizan para evaluar a los sujetos con demencia están mal adaptadas para detectar los déficits en concentración sostenida y atención típicos de los sujetos con SAHS, sobre todo para aquellos sujetos con una alta capacidad cognitiva que son capaces de compensar el cansancio o la fatiga. También es posible que existan diferencias importantes entre las poblaciones de los diferentes estudios. Dada la gravedad de las consecuencias del síndrome, es importante evaluar, con pruebas específicas, las funciones cognitivo-ejecutivas de estos pacientes, así como su estado emocional, y comenzar el tratamiento en las fases 141 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones iniciales de la enfermedad. El tratamiento con oxígeno, la ventilación asistida con un aparato de presión positiva intermitente, el tratamiento de la insuficiencia cardíaca y de las complicaciones infecciosas asociadas puede mejorar el trastorno cognitivo en la mayoría de pacientes. La eficacia del tratamiento específico dependerá de la rapidez con que se instaure. El tratamiento con presión positiva continua por vía nasal (CPAP nasal), restablece la ventilación normal durante el sueño y por consiguiente el patrón de sueño y el nivel de vigilancia, mejorando el rendimiento cognitivo global de los apneicos (Valencia-Flores et al., 1996). No obstante, ciertos déficits de las funciones ejecutivas persisten tras el tratamiento (Ferini-Strambi et al., 2003; Naegele et al., 1998). Dado que los déficits persistentes son los que parecen deberse a la hipoxemia, se ha postulado (Naegele et al., 1995) que en los pacientes con SAHS grave llega a producirse un daño cerebral por anoxia, probablemente irreversible, que afecta en particular a las áreas prefrontales y frontales, las cuales controlan las funciones ejecutivas. Mediante el análisis espectral del EEG, se ha registrado un enlentecimiento de la actividad EEG en regiones prefrontales durante los episodios apneicos en sueño REM; anomalía que podría estar relacionada con los déficits referidos de las funciones ejecutivas (Decary, 2000). En relación a la influencia del sueño nocturno sobre las funciones cognitivas y la conducta emocional durante vigilia Bartlett (2004), ha puesto de manifiesto que la privación total de sueño disminuye las funciones de las áreas prefrontales, afectando en particular al rendimiento en tareas cognitivas complejas tales como atención selectiva, resistencia a la distracción, memoria inmediata, razonamiento abstracto, fluidez verbal y planificación y flexibilidad de la conducta. Estos déficits no se deben sólo a un aumento de la somnolencia y, por otra parte, no pueden compensarse por un esfuerzo de atención o incremento de la motivación. Su repercusión en situaciones sociolaborales es grave. Un metaanálisis de los efectos de la privación de sueño (Drummond & Brown, 2001), concluye que la privación de sueño repercute notablemente en el funcionamiento durante vigilia. Se subraya que las funciones cognitivas resultan más afectadas que las motoras, y que el estado de ánimo se altera mucho más que dichas funciones. Asimismo, se señala que la privación parcial de sueño (condición típica 142 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones de los apneicos) tiene un efecto más marcado sobre el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo que la privación a corto o a largo plazo, tal vez porque interfiere con la ritmicidad circadiana de estas variables. Sus efectos son más similares a los de la fragmentación del sueño que los de la privación total de sueño, la cual provoca una disminución del interés y la atención. Además, estos pacientes tienen la estructura del sueño claramente alterada, si bien algunos no son conscientes de ello. El hipnograma se caracteriza por presentar escasos períodos en las fases III y IV, permaneciendo la mayoría del tiempo en las fases I y II. Como consecuencia de la desestructuración de la arquitectura del sueño y del número de microdespertares se produce SDE (Engleman & Joffe, 1999; Kotterba et al., 1998;). La somnolencia, la alteración de la memoria y de la atención pueden inducir alteraciones de la vigilancia. De hecho algunos enfermos con SAHS presentan una disminución de la habilidad para mantener la atención y concentración, así como la memoria a corto plazo y la fluidez verbal. Además, se pueden estos pacientes pueden presentar deterioro en el humor, con irritabilidad y depresión. Todo ello afecta a la calidad de vida de estos pacientes con un claro deterioro de la misma (Kingshott et al., 2000; Skomro & Kryger, 1999). Para determinar si los déficits cognitivos se relacionan más estrechamente con la excesiva somnolencia diurna (ESD) o la hipoxemia, un grupo de investigadores (Koziej, Zielinski & Radwan, 1996) evaluaron el desempeño de 25 pacientes con SAHS grave y de 24 individuos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El estudio demostró que las deficiencias de razonamiento complejo no son específicas del SAHS. Sin embargo, los déficits en la vigilancia y la concentración se relacionan directamente con el grupo considerado. Los pacientes con SAHS tuvieron un desempeño más pobre que los individuos con EPOC en una prueba continua. Para ello, es aconsejable que al evaluar las funciones cognitivas de pacientes con trastornos de ESD se preste especial atención a las pruebas utilizadas, los procesos cognitivos que éstas implican y la hora del día —así como la duración de la evaluación— en cada tipo de trastorno. En el estudio de las alteraciones neuropsicológicas asociadas a los trastornos de ESD, las diferencias 143 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones metodológicas (muestras de pacientes y métodos de evaluación neuropsicológica) en las investigaciones realizadas dificultan la comparación de los resultados obtenidos. De ahí la necesidad de desarrollar baterías de pruebas neuropsicológicas estandarizadas y adecuadas para evaluar el tipo de disfunciones de los procesos cognitivos descritos en estos pacientes. Las pruebas utilizadas para evaluar la función neurocognitiva en estos casos incluyen la escala de inteligencia adulta de Weschler, la prueba del volante (Steer Clear), el ensayo de colores de Stroop, la prueba de memoria de palabras cortas de Rey (Ardilla & Rosselli, 2003), la prueba de aprendizaje verbal para memoria a largo plazo y la prueba de Wisconsin de ordenamiento de tarjetas. En los estudios que han utilizado la escala de inteligencia de Weschler modificada no se han detectado déficit del coeficiente intelectual (Verstraeten, 2007), pero se hallaron reducciones en los puntajes de varias de las subescalas que conforman la prueba, incluyendo las aritméticas y las de ordenamiento de dibujos. Además, hay evidencias de que los menores puntajes de la escala de Weschler se asocian con cuadros más graves de SAHS. Las investigaciones de Roman et al. (2002), demostraron un menor desempeño en la prueba de Weschler en los pacientes con SAHS e hipoxemia. En conclusión, podemos indicar que en cada trastorno de excesiva somnolencia diruana (ESD), se observa un patrón distinto de alteraciones neuropsicológicas. Los apneicos presentan diversos tipos de déficits cognitivos, que afectan fundamentalmente a las áreas de atención y memoria y a las funciones ejecutivas. Aunque persiste la polémica de si estas alteraciones se deben a la somnolencia diurna o a la hipoxemia nocturna, los datos actuales indican que en su patogénesis interactúan ambos factores y que cada uno de ellos produce un tipo específico de déficits. La hipoxemia parece provocar un daño anóxico que afecta preferentemente, y de modo irreversible, la función de las áreas prefrontales. 2.5. CALIDAD DE VIDA La aspiración humana de todos los tiempos ha sido la consecución de una buena calidad de vida, unas veces en la pretensión de alcanzar el entrañable e intangile sueño de la felicidad, otras veces propuesta, como la tarea preceptiva del 144 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones estado de bienestar moderno. (Moreno & Ximénez, 1996; Velarde et al., 2002; Schwartzmann, 2003). El concepto de calidad de vida se refiere a un sistema de valores, situaciones o perspectivas estimadas positivamente o consideradas deseables para las personas o comunidades que varían de una persona a otra. La calidad de vida consiste en la sensación de bienestar que puede ser experimentada por las personas y que representa la suma de sensaciones subjetivas y personales del “sentirse bien”. El concepto de calidad de vida y su misma naturaleza intrínseca y compleja hace difícil su definición. Desde diversas perspectivas se propone una cobertura multidimensional y multidisciplinar para la definición del concepto, considerando componentes tales como la salud, la alimentación, la educación, el trabajo, la vivienda, la seguridad social., el vestido, el ocio y los derechos humanos; considerando tanto aspectos objetivos como subjetivos, atravesados por el espacio vital (Marín Agudelo et al., 2008). No existe consenso para la definición de calidad de vida, ya que es la estimación subjetiva de los propios sujetos los que cuantifican su propio nivel de bienestar y satisfacción aunque existen diferentes factores que influyen en la calidad de vida como la edad, la salud, el nivel de recursos económicos, el estatus social, entre otros. El término de calidad de vida, aparece cerca del año de 1975 y tiene su expansión, a lo largo de la década de los años ochenta. Su origen aparece en la medicina y luego se extiende hacia la sociología y la psicología, desplazando términos poco operativos, como felicidad y bienestar. A lo largo de su desarrollo histórico, el concepto de calidad de vida se ha caracterizado por su continua ampliación. Inicialmente consistía en el cuidado de la salud personal, luego se convierte en una preocupación por la salud e higiene públicas; y desde aquí se extiende posteriormente a los derechos humanos, laborales y ciudadanos, y continúa con la capacidad de acceso a los bienes económicos. Finalmente, se tranforma en la preocupación por la experiencia del sujeto de su vida social, de su actividad cotidiana y de su propia salud (Moreno y Ximénez, 1996; Valarde et al., 2002; Schwartzmann, 2003). La literatura actual (Fernández-López, 2012) apoya la idea de la calidad de vida como constructo multidimensional (Aaronson et al., 1987; Wilson & Clearly, 145 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones 1995), aunque ha habido algún intento por demostrar su unidad conceptual, fundada en las nociones del bienestar y el funcionamiento extendidas por igual a las tres dimensiones física, emocional y social de la vida humana (Siegrist & Junge, 1989; Siegrist, Broer & Junge, 1996). La dimensión social de la calidad de vida personal, a pesar de su relevante papel, ha sido la última en ser considerada (Siegrist, Fernández-López & Hernández-Mejía, 2000). Kaplan y Anderson (1996), sugirieron que la calidad de vida y estado de salud son dos conceptos diferentes, a menudo, se describe la salud como la ausencia de enfermedad y síntomas y se define la calidad de vida como el efecto de las condiciones de salud (o enfermedad) en el funcionamiento. Michalos et al. (2000), a través del análisis de regresión multivariado, encontraron que el estado de salud medido puede explicar el 56% de la variación en la satisfacción con la propia salud. La combinación de ésta, sumado a los indicadores de satisfacción, explica el 53% de la variación en felicidad, 68% de satisfacción con la vida y un 63% de calidad de vida general.Las conclusiones referidas a estos trabajos demuestran claramente cómo la calidad de vida se encuentra afectada por los diferentes trastornos del sueño, lo cual altera el funcionamiento diurno y las capacidades de concentración, entre otros, generando, estrés, accidentes y en los casos más severos muertes por accidentes de tránsito o accidentes laborales (Daniels, 2001; Marín 2001; Miró et al., 2002; Ramos, 1998). Los trastornos derivados de la falta de calidad o cantidad de sueño suponen actualmente un problema epidemiológico global y representan un reconocido problema de salud pública. El sueño reparador es sinónimo de calidad de vida, mejora de la salud y reducción drástica de la accidentalidad. En general, podemos indicar que el ajuste psicosocial en una enfermedad se puede conceptuar en términos de la capacidad que tiene el paciente de funcionar en sus roles cotidianos de su estilo de vida. En el figura 15, se expone la interacción de los factores reconocidos como modelo biopsicosocial de la salud. Este modelo explica claramente la influencia de los diferentes factores orientados en la construcción de una buena salud y calidad de vida. 146 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones Figura 15 MODELO BIOPSICOSOCIAL DE LA SALUD Genética Funcionamiento fisiológico Estructura Afectaciones externas/internar VARIABLES BIOLÓGICAS SALUD ENFERMEDAD VARIABLES PSICOLÓGICAS VARIABLES SOCIALES (CONTEXTOS) Repertorios verbales . Creencias . Conceptos de salud/enfermedad Hábitos de vida Repertorio emocional Etc. Interacciones personales Interacciones grupales familiares Contexto comunitario Contexto cultural Contexto macrosocial Fuente: Elaboración propia a partir de Marín Agudelo et al. (2008). Partiendo de estas premisas, las investigaciones relacionadas con el comportamentamiento del sueño, se han centrado específicamente en estudiar cómo los factores de las enfermedades crónicas del sueño, como el insomnio, la narcolepsia, la apnea obstructiva de sueño, deterioran la calidad de vida (Baldwim, 2001; Daniels, 2001; Hida, 2003). Para el modelo comportamental de la somnolencia excesiva diurna (Marín, 2001; Marín & Vinaccia, 2004), es más probable que esté modulado por los factores de estilos de vida, que vinculado a los trastornos del sueño caracterizados por esta sintomatología específica (Walseben, 2004). Estas variables del modelo Biopsicosocial modulan, en interacción con otras, la fragmentación del sueño, traduciendo este efecto hacia una fuerte tendencia a desarrollar excesiva somnolencia diurna (Marín, 2001; Marín & Vinaccia, 2004). Los factores antes mencionados, apuntan a describir en su déficit, aspectos centrales que en general producen deprivación de sueño y como resultado la conducta de sueño excesivo diurno y sus consecuencias, como se 147 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones observa en la figura 16. La necesidad biológica del sueño es una construcción fisiológica, que refleja la cantidad de sueño diario, y las necesidades de un individuo en estar completamente alerta durante el día (Dement & Vaughan, 2000; Webb & Agnew, 1995; Young et al., 2004). Figura 16 MODELO CONGNITVO COMPORTAMENTAL INTERACTIVO DE LA EXCESIVA SOMNOLENCIA DIURNA Factores conductuales-cognitivos Factores organísmicos Factores ambientales Déficit de sueño acumulado Situaciones conductuales pasivas Situaciones conductuales activas Somnolencia Fuente: Elaboración propia a partir de Marín Agudelo et al. (2008). En la sociedad actual y dado el grave impacto en el ámbito de la salud, los efectos de los trastornos del sueño, traducidos en una excesiva somnolencia diurna y las consecuencias negativas para el desarrollo de la vida diaria, están comenzando a generar la necesidad de crear instrumentos de evaluación de la calidad de vida, o asociando a los ya existentes, otras nuevas herramientas. En efecto, una de las pruebas más importantes en la evaluación de la mejoría con el tratamiento son aquellas que miden la calidad de vida puesto que resume el estado general del paciente. El problema radica en que la mayoría de estas pruebas son engorrosas y consumen mucho tiempo necesitando rellenar un cuestionario amplio que impide su uso en la práctica clínica y lo limita al campo de la investigación En este sentido, y con el objetivo de crear nuevos espacios de investigación en el comportamiento del sueño, varios autores (Miró et al., 2002; Weaver et al., 2001), han tenido en cuenta la medición de la somnolencia excesiva diurna circunscrita a diferentes aspectos y variables. Efectivamente, existen 148 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones estudios en los que han evaluado altos índices de accidentalidad de automóviles con pacientes con trastornos del sueño, cuya sintomatología se caracterizaba a priori, por excesiva somnolencia (Connor et al., 2000; León et al., 2000; Masa et al., 2000). Para Testa (2000), las mediciones de la calidad de vida tienen sus ventajas, ya que su uso ha permitido describir una condición o estado de salud, señalar cambios en el funcionamiento del paciente, proveer un pronóstico o establecer normas de referencia. Pese a esto, plantea inconvenientes indicando que los resultados de la calidad de vida son evaluados a menudo por mediciones del estado de salud filtradas por percepciones subjetivas y expectativas de las personas, lo cual podría alejarse del criterio clínico. Sin embargo, son muchos los clínicos e investigadores que plantean la utilización de la calidad como un indicador de evaluación, fundamentalmente en las enfermedades crónicas con el SAHS, ya que las mediciones clínico/fisiológicas tradicionales proveen información para el clínico, pero tienen un limitado interés para el paciente, ofreciendo a menudo un correlato pobre de la capacidad funcional y el bienestar, áreas que son más familiares y que despiertan mayor interés en los pacientes. Se debe considerar además que pacientes con similares criterios clínicos, tienen a menudo respuestas diferentes (Guyat, Feeny & Patrick, 1993). La evaluación de la calidad de vida puede ser a través de: Instrumentos genéricos, Instrumentos específicos: enfermedades particulares, grupos de pacientes, o áreas de funcionamiento –dolor- (Guyat, Feeny & Patrick, 1993; Nanda & Andresen, 1998). A pesar del uso cada vez más extendido de la calidad de vida como un indicador comprensivo en la evaluación del estado de salud reportado por los pacientes en distintas patologías, existen aún dilemas que la investigación en el área no ha podido dar solución definitiva, y que deben ser considerados al momento de utilizarla como un indicador tanto en la práctica clínica como en estudios poblacionales. Pese a estos dilemas, la utilización del concepto de calidad de vida como una medida de la percepción del paciente sobre su nivel de bienestar permite comprender, desde la perspectiva de los propios sujetos la evaluación 149 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones sobre su propio estado de salud, permitiendo su emergente utilización, profundizar en el vasto campo de la dimensión subjetiva de la salud humana (Urzúa, 2010). En esta línea de investigación orientada hacia la elaboración de materiales para el estudio y valoración de la calidad de vida, destaca la investigación reciente llevaba a cabo por Masa et al. (2011). Esta investigación ha concluido con la elaboración de un nuevo cuestionario de evaluación de la calidad de vida, consistente en una escala analógica en la que el paciente marca su situación de bienestar, contribuyendo así al conocimiento e identificación del nivel en la mejora de la calidad de vida en pacienes con apneas de sueño. Otros estudios orientados a describir y discriminar los déficits neurocognitivos de pacientes con trastornos del sueño, caracterizados por excesiva somnolencia diurna, han demostrado déficits en el funcionamiento psicomotor y cognoscitivo que se invierten con la aplicación del tratamiento (Roth et al., 1995). En efecto, independientemente de las complicaciones neurocognitivas y cardiovasculares, el SAHS se asocia con una pobre calidad de vida en todos los aspectos, desde los que hacen referencia a la salud física y mental, hasta los que determinan un mejor rendimiento social. El tratamiento con CPAP del SAHS mejora sustancialmente su calidad de vida en todos los ámbitos descritos (D'Ambrosio, Bowman & Mohseni, 1999). Las investigacioens de Ohayon (1997) y Hasler (2005) (Connor et al., 2000,, han relacionado la excesiva somnolencia diurna con enfermedades mentales y han encontrado que la somnolencia excesiva puede ser un factor agravante de dicha situación. Así mismo, las conclusiones apuntan hacia una comorbilidad con trastornos de somatización y trastornos de ansiedad, entre otros. En esta línea de investigación, la función de la Psicología, en el campo de estudio de la calidad de vida, se centra en delimitar sus dominios, establecer sus determinantes, elaborar técnicas para su evaluación y determinar los programas de intervención en orden al logro de obtener un mejor nivel de calidad de vida, para el individuo y la sociedad (Moreno & Ximénez, 1996; Schwartzmann, 2003; Valarde et al., 2002). Para la Picología, la calidad de vida es un concepto básicamente referido al tipo de respuesta individual y social, ante el conjunto de situaciones reales de la vida diaria; es decir, aunque recoge los componentes del bienestar 150 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones objetivo, se centra en la percepción y estimación de ese bienestar, y en el análisis de los procesos que conducen a esa satisfacción y en los elementos integrantes de la misma (Moreno & Ximénez, 1996; Schwartzmann, 2003; Valarde et al., 2002). Junto con el insomnio, otro de los problemas más frecuentes del sueño y con efectos más negativos sobre la calidad de vida es la apnea (Roux, Dambrosio & Mohsenin, 2000). No hay discusión en afirmar que todos los aspectos de la calidad de vida, la salud física, mental y emocional, la vitalidad, las relaciones sociales y el desempeño laboral, están notablemente comprometidos por el padecimiento de un SAHS no tratado. Como se desprende de los estudios de Miró, Cano-Lozano & Buela-Casal (2005), la apnea del sueño contribuye de manera significativa al deterioro de todos los dominios sobre la salud que conocemos como “calidad de vida”. En los últimos veinte años y dada la alta prevalencia de estos trastornos, fundamentalmente del SAHS, la comunidad científica se ha esforzado en invertir muchos recursos económicos y humanos en investigación y difusión de las consecuencias para la salud de esta patología (Kryger et al., 2004). No olvidemos que el síndrome de la apnea del sueño produce un elevado riesgo de muerte súbita durante el sueño, y parece ser responsable al menos de algunos casos de muerte precoz en la infancia (Aali, Pitson & Stradling, 1993; Camarasa Piquer, 1989; Owen & Canter, 1995; Sterni & Tunkel, 2003). En efecto, tanto es así que los estudios de Emsellem et al. (2005), han desmostrado que la apnea obstructiva del sueño puede tener un impacto negativo y profundo en la calidad de vida, es decir, implicaría áreas tales como la vigilancia diurna, el humor y la salud cardiovascular, efectos como vemos, implicados en parámetros metabólicos y endocrinológicos. La apnea en sí misma es un problema global de salud con implicaciones socioeconómicas en tanto en cuanto conlleva, en algunos casos, cobertura quirúrgica como mecánica, así como un grave impacto en la percepción de la calidad de vida (Tran et al., 2005). Por otro lado, las investigaciones de Goncalves et al. (2004), han relacionado los microdespertares ocasionados por la apnea obstructiva del sueño, grado de severidad del síndrome y calidad de vida relativa a la salud de pacientes afectados. En este contexto, la liberación de catecolaminas asociada con la falta de 151 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones oxígeno durante la apnea y el considerable retorno a sangre asociado con la presión torácica negativa sostenida por los esfuerzos respiratorios tiene consecuencias cardiovasculares. Asi pues, Roux et al. (2000), realizaron un seguimiento de 426 ancianos para determinar las relaciones entre problemas de respiración, morbilidad y mortalidad, encontrando que los sujetos con apnea severa viven menos, muriendo unos dos años antes que los que tienen apnea moderada o sin apnea. En esta misma línea, Stepnowsky et al. (2000), observaron que el impacto sobre la calidad de vida era evidente a partir de un IAH >15, mientras que Baldwin et al. (2001), en una muestra de 6.440 individuos, con una edad media superior de 63 años, mostraron que este impacto era significativo con un punto de corte por encima de 30, utilizando el cuestionario general de calidad de vida (SF-36). De la misma forma estos autores observaron que la presencia de hipersomnia diurna (Epworth >11) también se relacionaba con un descenso en todas las dimensiones del cuestionario. En este sentido, un estudio llevado a cabo por Martínez-García et al. (2009), sobre 198 pacientes que acudieron por sospecha de SAHS y en los que se confirmó este diagnóstico, reveló que aquellas variables que influían de forma significativa en la calidad de vida de los individuos jóvenes, por orden de importancia, eran la hipersomnia, la edad, el IMC (índice de masa corporal) y el IAH, pero que en el anciano el impacto de la presencia de comorbilidades y la propia edad era muy superior al de las variables relacionadas con el SAHS, quedando la hipersomnia en cuarto lugar, si bien producía descensos significativos sobre todo en la dimensión física del cuestionario de calidad de vida. Otros estudios, sin embargo, no han evidenciado tal relación, así Kezirian et al. (2009), no encontraron asociación entre los valores en el cuestionario de Pittsburg -PSQI- (Royuela & Macías, 1997) o el cuestionario FOSQ (Büttner et al., 2008) y el IAH, tras ajustar los resultados por el tiempo total de sueño. El sueño adecuado, en términos de la cantidad y de la calidad, es un componente esencial de cualquier programa general de salud. La privación del sueño tiene efectos nocivos serios en cualquier aspecto de la salud (Peruzzi, 2005). En pacientes con deprivación de sueño crónico, se ha demostrado que presentan problemas en cuanto a la concentración y el desempeño de actividades diarias, lo 152 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones mismo que irritabilidad y disminución productiva en su trabajo (Caskardon, 2004; Stepanski, 2002). Desde esta perspectiva varios estudios (Baum et al., 1997; Chervin & Aldrich, 1998; Roth et al., 1996; Whitney & Quan, 1998), han demostrado los efectos dañinos de la privación del sueño centrados en la función cognoscitiva, la función cardiopulmonar, y el sistema inmune. No hay que olvidar que el sueño interrumpido tiene el potencial de causar excesiva somnolencia diurna, fatiga creciente y sueño no reparador. El conocimiento y el tratamiento de estas condiciones es vital para mejorar la salud y la calidad de la vida en estos pacientes (Fleming & Pollak, 2005). La investigación actual muestra cada vez con mayor fuerza empírica que existe una estrecha interrelación entre los procesos de sueño y el estado general de salud física y psicológica de una persona (Fleming & Pollak, 2005), Son bien conocidas las graves consecuencias físicas y psicosociales de trastornos del sueño como el insomnio o la apnea (Roth & Ancoli-Israel, 1999). Asimismo, es muy frecuente la presencia de problemas del sueño en diversas afecciones médicas y trastornos psicopatológicos (Benca et al., 1992). No sólo la cantidad sino también la calidad de sueño de la noche tienen una marcada influencia en el estado de ánimo, en el bienestar subjetivo y en la salud física (Buela-Casal & Miró, 2001). Akashiba et al. (2002), analizan la calidad de vida de 60 pacientes con apnea a través del SF-36, observando resultados inferiores en la mayoría de las subescalas de este instrumento que los obtenidos por el grupo control. Debido a los recurrentes despertares nocturnos, los pacientes mostraban también intensa somnolencia diurna y depresión. A su vez, los ronquidos, una de las manifestaciones más características de los pacientes con apnea, correlacionaban positivamente con las duraciones de sueño más largas por las constantes interrupciones del sueño y la consiguiente fatiga que acompaña a esta condición. El tratamiento mediante CPAP es eficaz en mejorar la función cardiaca, la actividad simpática y la calidad de vida (Mansfield et al., 2004). La utilización de la presión positiva continua en la vía respiratoria durante la noche (nCPAP) en el tratamiento del síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño (SAHS) es una opción terapéutica consolidada. El motivo es que su uso revierte los efectos perjudiciales del SAHS (Barbé et al., 2001). Estos efectos se manifiestan en la 153 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones pérdida de esperanza de vida de los pacientes como consecuencia del aumento del riesgo cardiovascular y del riesgo de accidentes de tráfico (Peppard et al., 2000; Terán & Jiménez, 1999).Sin embargo, el mayor impacto del SAHS en la vida de los pacientes consiste en la pérdida de calidad de vida (Jenkinson, Stradling & Petersen, 1998). Los estudios de coste-efectividad (Tousignant et al., 1994), han mostrado que la prescripción de la nCPAP es una decisión clínica eficiente y que la mejora de la calidad de vida es el parámetro clave. Dada la relevancia de la calidad de vida en la valoración del tratamiento con nCPAP y la variabilidad de la información disponible, Mar et al. (2003), llevaron a cabo una investigación donde analizaban los índices de la calidad de vida en pacientes con SAHS antes del tratamiento y 3 meses después del inicio. El primer objetivo fue valorar de forma cuantitativa la mejora de la calidad de vida producida por el tratamiento con nCPAP. En segundo lugar se trataba de evaluar la sensibilidad al cambio de los cuestionarios para medir la calidad de vida de los pacientes con SAHS. Los índices más bajos de los pacientes se normalizan en gran medida a los 3 meses de tratamiento. La diferencia entre las medidas antes y después es significativa en todos los índices. En este sentido, los datos obtenidos se relacionaban bien con la alta adhesión al tratamiento. A pesar del trastorno que representa el uso de la nCPAP, los pacientes mantienen un alto cumplimiento terapéutico porque perciben una clara mejoría de su capacidad para la realización de las actividades de la vida diaria. El incremento de la calidad de vida medido por los cuestionarios genéricos en el estudio de Jiyong et al. (2008), es inferior al descrito por Jenkinson, Stradling & Petersen, 1998, utilizando tanto el SF-36, como el EQ-5D. Para Testa & Nackley (1994) y Yang (2000), el problema está en la falta de un marco de interpretación estándar de los cuestionarios de calidad de vida. Es posible que la insatisfacción con la interpretación de los resultados tenga que ver con la definición de SAHS. Algunos autores, como Stradling y Davies (2004), han señalado las limitaciones del índice de apnea-hipopnea como criterio clave para definir el SAHS y la necesidad de nuevos enfoques dirigidos a identificar el tipo de pacientes que responden a la nCPAP. Estos autores plantean incluso la posibilidad de utilizar, en caso de duda, la propia respuesta a la nCPAP como 154 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones criterio de definición. En este contexto, surge la necesidad de medir de forma objetiva la respuesta al tratamiento. Una lectura superficial de los resultados podría concluir que los cuestionarios genéricos, por su menor sensibilidad, no tienen un papel relevante en el estudio del SAHS. Sin embargo, lo que queremos medir no es tanto el nivel de síntomas diurnos del paciente, sino su influencia sobre las diferentes dimensiones psicosociales y funcionales de la vida del paciente. Los cuestionarios genéricos miden precisamente esa repercusión. La mayor sensibilidad de los cuestionarios específicos se debe a la inclusión de preguntas directamente relacionadas con los síntomas específicos de la enfermedad, lo que no siempre significa que dimensiones clave de la vida del paciente estén afectadas (Brazier, Roberts & Deverill, 2002). Akashiba et al. (2002), utilizando el el SF-36 en una muestra 130 pacientes, 49 roncadores y 81 con síndrome de apnea del sueño, encontraron que las calificaciones de los pacientes SAHS fueron menores en todos los niveles respecto a los valores medios, con un mayor descenso en resultados parciales en las dimensiones de “vitalidad”, “rol físico”, “función social”, “salud mental” y “rol emocional”. Los autores concluyeron que los pacientes SAHS habían obtenido resultados significativamente peores en todas las dimensiones, en comparación con los datos normativos. Las mayores diferencias se evidenciaron en “función física“, “vitalidad”, “función social”, “rol emocional y “salud mental”. Posteriormente, Sforza et al. (2003), observaron resultados más bajos en la mayor parte de los subgrupos con apnea que los obtenidos por el grupo control de sujetos sanos. En general han sido muchas las investigaciones que se han encargado de ilustrar la relación existente entre la apnea y los subgrupos dimensionados de la calidad de vida utilizando el SF-36. En los diferentes hallazgos, se demuestra la baja calidad de vida en función con los síntomas del SAHS. Sin embargo, cabe anotar que, todavía hay muchos aspectos que no están claros en esta área (Mar et al., 2005). En definitiva, el síndrome de apneas-hipopneas del sueño es una entidad muy frecuente y asociada a diversas complicaciones neurocognitivas y cardiovasculares. Se trata, por todo ello, de un problema sanitario de primera 155 Influencia de variables psico-físiológicas y calidad de vida en el Síndrome de la Apnea/Hisopea del Sueño Cap. 2. Revisión Crítica de las Investigaciones magnitud. No obstante, en sujetos previamente sanos, sin patología previa cardiovascular o respiratoria conocida, la principal razón para diagnosticar y tratar el síndrome de apneas-hipopneas del sueño es la posibilidad de mejorar la calidad de vida y de evitar accidentes debidos a un déficit de atención (Barbé et al., 1998; Terán-Santos, Jiménez-Gómez & Cordero-Guevara, 1999). No deben tomarse decisiones atendiendo únicamente al índice de apnea-hipopnea ya que éste, por sí sólo, se correlaciona deficientemente tanto con la calidad de vida como con la severidad de los síntomas, y no ayuda a determinar el riesgo de accidentes derivados de una mayor somnolencia y déficit de atención. La atención del paciente con sospecha de SAHS, debe fundamentarse, por tanto, en la probabilidad clínica de padecer apneas, en la severidad de los síntomas diurnos y en el impacto de la enfermedad sobre la calidad de vida del paciente. El tratamiento mejora de forma significativa la calidad de vida de los pacientes con SAHS. La medida del impacto del SAHS en las diferentes dimensiones psicosociales y funcionales de la calidad de vida permitiría una mejora del manejo clínico de los pacientes. Sin embargo, es un reto pendiente al que los cuestionarios utilizados en este estudio dan una respuesta limitada (Mar et al., 2005). No podemos olvidar tampoco las consecuencias que el SAHS tiene en el compañero de cama o habitación del individuo que lo sufre. El tratamiento de las apneas del paciente con SAHS también mejora tanto la calidad de sueño como la calidad de vida de su pareja (Beninati et al., 1999; Parish & Lyng, 2003). Hasta ahora no se ha llegado a unas conclusiones claras con respecto a la relación entre calidad de vida y gravedad del SAHS, dada la heterogeneidad de los resultados. Lo que sí parece obvio es que el SAHS empeora la calidad de vida. El factor crítico responsable del fenómeno es aún desconocido, pero es clara su naturaleza multifactorial que involucara entre otros aspecos a la desestructuración del sueño, la somnolencia diurna, la obesidad (Sforza et al., 2003), la depresión, la ansiedad y la apatía (Andrews & Oei, 2004; Hossain et al., 2005; Kawahara et al., 2005; Peng et al., 2004; Wells et al., 2004). 156 SEGUNDA PARTE: FUNDAMENTACIÓN EMPÍRICA Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico CAPÍTULO 3. ENFOQUE Y PROCESO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN En este capítulo se abordan dos aspectos esenciales. Por una parte, se delimita el problema describiendo el planteamiento del estudio, sus objetivos, las variables y las hipótesis generales y específicas empleadas en esta investigación; por otro, se describe la muestra, los materiales y el procedimiento seguido, así como el método de análisis de los resultados. 3.1. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA. 3.1.1. Planteamiento del estudio. Algunos estudios han demostrado que no diagnosticar y por ende, no tratar a los pacientes con SAHS, supone un consumo de recursos 2-3 veces mayor que la población sin SAHS (Peker et al., 1997; Ronald, 1999). A su vez, se acepta un exceso de mortalidad asociado al SAHS (He et al., 1988; Lavie et al., 1995). Por ello y considerando las complicaciones e implicaciones del SAHS, esta enfermedad es un problema de salud pública que obliga a los profesionales de la salud, en todas sus dimensiones, a identificar los pacientes subsidiarios de tratamiento (Phillipson, 1993) y delimitar el campo de actuación de cada uno de los profesionales intervinientes en el tratamiento, entre ellos los psicólogos como parte integrante de actuación en el conocimiento terapéutico e intervención ecléctica de estos pacientes (Corey, 2001; D’Andrea & Daniels, 1994; Guterman & Rudes, 2005; Hackney, 2000; Payne et al., 2002; Petrocelli, 2002). Ante las investigaciones publicadas en relación a las variables sociodemográficas y clínico-epidemiológicas características de los pacientes con SAHS y la controvertida literatura clínica actual de la patología que nos ocupa, es decir, si cursa o no con un deterio cognitivo agravado por la serialidad de episodios de desaturación de oxígeno y su afectación o no en la calidad de vida, el planteamiento del estudio pretende aportar, a la literatura ya existente, un análisis que confirme, ratifique y corrobore que la prevalencia del SAHS está claramente asociado a pacientes con unas determinadas variables socio-demográficas y 158 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico clínico-epidemiológicas, con cuadros de ansiedad y depresión, redundando todo ello en una precaria calidad de vida. 3.1.2. Objetivos. Los objetivos que se pretenden alcanzar, son los siguientes: Profundizar en el conocimiento del SAHS a través del perfil-tipo multidimensional, característico del sujeto-paciente diagnosticado de apnea/hipopnea del sueño. Determinar si existen diferencias significativas en las variables psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo), fisiológicas (somnolencia diurna, número de arousales, desaturación media, índice de apnea/hipopnea) y calidad de vida en función del sexo, edad, estado civil, ocupación, enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad y posición corporal. Establecer la relación existente entre las variables psicológicas, fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del sueño. 3.1.3. Variables. Se definirán con claridad y precisión dentro de lo posible, para facilitar la comprensión, puesto que el proceso de la investigación en sí mismo ya requiere un alto grado de complejidad. Se propone la siguiente agrupación de variables: 3.1.3.1. Variables independentes Considerando los objetivos que se plantean en la presente investigación, las variables independientes analizadas se pueden agrupar de la siguiente forma: a) Variables socio-demográficas Sexo: Se define operacionalmente por la condición orgánica que distingue a los varones de las hembras. Se han tomado dos niveles: Hombres. Mujeres. 159 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Edad: El rango está entre 40 y 76 años. Ha sido recodificada en tres niveles : Menos de 59 años. Entre 60 y 69 años. Más de 70 años. Estado civil: Se utilizaron dos niveles: Casado/a. Sotero/a. Ocupación: Incluye tres categorias: Laboral. Ama de casa. Pensionista. b) Variables clínico-epidemiológicas Enfermedades asociadas: Según el número de enfermedades, se establecieron los siguientes rangos: Entre 0 y 1 enfermedades. Entre 2 y 3 enfermedades. Más de 4 enfermedades. Tipo de apnea: Se incluye tres categorías: Obstructiva. Central. Mixta. Toxicidad: Se establecieron tres niveles: Bebedor. Fumador. Ninguna. Posición corporal: Se agruparon en las siguientes categorías: Prono. Cúbito Supino. Cúbito Supino Lateral Izquierdo. Cúbito Supino Lateral Derecho. 160 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico 3.1.3.2. Variables dependientes Por la diversidad de objetivos de la presente investigación, se utilizan como variables dependientes las siguientes: 1) Variables Psicológicas Ansiedad: Se evaluó a través del test de Ansiedad de Hamilton (1959). Depresión: Su evaluación se realizó a través del test de Depresión de Hamilton (1960). Deterioro Cognitivo: La evaluación de esta variable se realizó a través del test Mini-Examen Cognoscitivo (MEC) de Lobo et al. (1978). 2) Variables fisiológicas Somnolencia Diurna. La evaluación de esta variable se realizó a través de la Escala de Somnolencia diurna de Epworth. Arousales. Los resultados se obtuvieron a través de la prueba de Polisomnografía. Desaturación Media. Los resultados se obtuvieron a través de la prueba de Polisomnografía. Índice de apnea/hipopnea. Los resultados se obtuvieron a través de la prueba de Polisomnografía. 3) Calidad de Vida La estimación se realiza a través del SF-36, midiendo 8 dimensiones: Dolor Corporal, Función Física, Función Social, Rol Emocional, Rol Físico, Salud General, Salud Mental y Vitalidad. Los instrumentos empleados en las variables dependientes serán debidamente descritos en el apartado 3.2.2., correspondiente a los materiales. Finalmente, y con el objetivo de tener la cautela suficiente en la interpretación de cualquier resultado, se utilizó la técnica de constancia sobre las variables extrañas: motivación, investigador, condiciones ambientales y edad. 161 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico 3.1.4. Hipótesis. Se entiende por hipótesis una “proposición que implica una relación entre dos o mas conceptos, que se coloca en un nivel inferior de abstracción y de generalidad respecto a la teoría y que permite una traducción de la teoría en términos empíricamente controlables” (Corbetta, 2003, p.76). Por tanto, una hipótesis es una predicción tentativa de los resultados realizada antes de que los datos sean recogidos y analizados (Cardona, 2002). Así entendidas, las hipótesis deben de estar bien fundamentadas, ser contrastables y tener cierto grado de generalización. Autores como Bunge (1989) o Kerlinger (1985), sostienen que las hipótesis son poderosos instrumentos que contribuyen al progreso de la Ciencia, ejerciendo una función orientadora. De esta forma, se evitan que acumulemops datos sin sentido sobre la realidad que investigamos (Rubio y Varas, 1999). En el momento de formular las hipótesis debemos de tener en cuenta tres requisitos básicos: ser formalmente correctas y significativas; estar fundamentadas teóricamente; y ser contrastables empíricamente mediante técnicas de investigación. A la vista de las consideraciones anteriores y a partir de las revisiones de las investigaciones previas desarrolladas sobre las variables psico-fisiológicas y calidad de vida en la apnea/hipopnea del sueño, se proponen las siguientes hipótesis generales, para someterlas a comprobación experimental. Primera hipótesis: Se predicen diferencias significativas en las variables psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo) en función de las variables sociodemográfias (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal) consideradas investigación. 162 en la presente Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Segunda hipótesis: Se pronostican fisiológicas diferencias (somnolencia significativas diurna, en número las de variables arousales, desaturación media, índice de apena/hipopnea) atendiendo a las variables sociodemográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal) analizadas en la presente investigación. Tercera hipótesis: Se esperan diferencias significativas en las distintas dimensiones de calidad de vida (dolor corporal, función física, función social, rol emocional, rol físico, salud general, salud mental, vitalidad) en función de las variables sociodemográfias (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal) estudiadas en la presente investigación. 3.2. SISTEMATIZACIÓN 3.2.1. Muestra. La investigación se ha realizado con una muestra de 160 sujetos de edades pacientes del Hospital Xeral de Vigo, atendidos por el Departamento de Neumología, que de manera libre y voluntaria accedieron a participar en este estudio. Por lo que se refiere a la variable edad (gráfico 1), la mayoría de los sujetos (45.00%) corresponde al grupo de sujetos más jóvenes, es decir, los menores de 59 años. Los sujetos de edades comprendidas entre 60 y 69 años, representan el 38.80%, frente al grupo de menos de 70 años, con el 16.30%. 163 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Gráfico 1 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DE LA EDAD La edad media de los sujetos de la muestra es de 61.09 años y una desviación típica de 7.49. En la distribución de la muestra según el sexo (gráfico 2), se pone de manifiesto que la muestra está equitativamente distribuída, siendo la proporción del 50% en hombres y 50% en mujeres. Gráfico 2 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DEL SEXO Sexo Con respecto a la variable estado civil, como se observa en el gráfico 3, hay un predominio superior de casados (85%) sobre los solteros (15%). 164 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Gráfico 3 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA POR ESTADO CIVIL ! "#"! En cuanto a la variable ocupación, por las características intrinsecas de la muestra, se han establecido los niveles de ama de casa, laboral y pensionista. Se observan (gráfico 4) agrupaciones muy similares, con un ligero predominio de las amas de casa, con un 35%, seguidos del grupo de ocupación laboral, con un 33%, y los pensionistas, ocupando el puesto inferior con un 32%. Gráfico 4 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA SEGÚN OCUPACIÓN & " " $ ! % En el gráfico 5 se recoge la distribución de la muestra en función de los estudios cursados. En los análisis estadísticos se optó por recodificarlas a dos categorías, en función de las respuestas obtenidas: lee/escribe y educación Primaria/Secundaria. Se aprecia como el 88,10% han cursado estudios primarios y/o secundarios, mientras que 11.90% sólo sabe leer y escribir. Podemos indicar, 165 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico en general, que el grupo de sujetos a investigar presenta un nivel de estudios medio, en relación al ámbito socio-cultural de su entorno. Gráfico 5 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DE LOS ESTUDIOS " $ '" (& " () ' ( En cuanto al número de enfermedades asociadas que presentan los sujetos de la muestra, se han distribuido en tres nieveles: ¨entre 0 y 1enfermedades¨, ¨entre 2 y 3 enfermedades¨ y finalmente ¨ más de 4 enfermedades¨. En el gráfico 6, se puede observar como un poco más de la mitad de los sujetos, el 55%, presentan entre 2 y 3 enfermedades, mientras que los que tienen entre 0 y 1 enfermedades, representan el 21%, y, en un lugar intermedio, se encuentran los sujetos con más de 4 enfermedades, con un 24% de la muestra. Gráfico 6 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DEL NÚMERO DE ENFERMEDADES ASOCIADAS Con respecto al tipo de apnea diagnosticada en los pacientes objeto de estudio (gráfico 7), la Obstructiva representa el porcentaje mayoritario con un 75.60%, seguida de la Mixta, 15 %, siendo la apnea de tipo Central el grupo minoritario, con un 9,40 %. 166 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Gráfico 7 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DEL TIPO DE APNEA "+ ! * ' "# ,"- %- La variable toxicidad hace referencia al grupo de sustancias a las que los pacientes, objeto de estudio, manifiestan cierta dependencia en su consumo. En principio, el cuestionario a través del cual se recogieron estos datos ofertaba más posibilidad de elección. Finalmente, y trás la información recabada, se recodificaron en las siguientes categorias: Bebedor ocasional, Fumador y Ninguna. En el gráfico 8 se puede constatar que la mayoría de los sujetos (49%) no presentan toxicidad alguna. Sin embargo, existe un 32% que son fumadores, frente a un 19% que son bebedores ocasionales. Gráfico 8 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DEL TIPO DE TOXICIDAD . *' " ! / 0" 1 Por último, por lo que se refiere a la posición corporal adoptada por los sujetos durante la etapa del sueño, se han establecido cuatro categorías, en función de las respuestas obtenidas: Prono, Cúbito Supino, Cúbito Supino Lateral 167 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Izquierdo y Cúbito Supino Lateral Derecho. A la vista de los resultados (gráfico 9), se puede observar que la mayoría (52.50%) de los indivíduos duermen en una posición de cúbito supino, un 19.42% en Prono, los que duermen búbito supino lateral izquierd representan un 15.60%, y, por último, el grupo de sujetos minoritarios que duermen de cúbito supino lateral derecho que constituyen el 12.50%. Gráfico 9 DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA SEGÚN LA POSICIÓN CORPORAL & 2 " -" & "'"6 2 " -" $ ( 34( ! 2 " -" ! (5 ( 7 A modo de síntesis, podemos señalar que de este estudio descriptivo de la muestra se obtiene un perfil básico del paciente SAHS con las siguientes características: Datos sociodemográficos: Sujetos diagnosticados de apnea del sueño, con una edad de menos de 59 años, equitativamente distribuidos en sexo, casados, siendo en su mayoría amas de casa y con estudios primarios y/o secundarios en su mayoría. Datos clínicoepidemiológicos: Pacientes de apnea del Sueño del tipo obstructivo, presentan entre 2 y 3 enfermedades asociadas al cuadro clínico diagnosticado, no presentando toxicidad añadida y la posición corporal adoptada durante la fase del sueño es la de cúbito supino. 168 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico 3.2.2. Materiales. Para la realización de este trabajo, los instrumentos de recogida de datos empleados, fueron los siguientes: 1. Cuestionario estructurado (Anexo I). Incluye los seguientes tipos de variables: Variables sociodemográficas: Edad. Sexo. Estado civil. Ocupación. Variables clínico-epidemiológicas: Enfermedades asociadas. Tipo de apnea. Toxicidad. Posición durante el sueño. Índice apnea/hipoapnea. Desaturación Media de Oxígeno. Arousales. 2. Escala de ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Scale, HAS) (Anexo II). La escala de ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Scale, HAS), fue diseñada en 1959. Inicialmente constaba de 15 ítems, aunque cuatro de ellos se integraron en dos, quedando el número de ítems reducido a 13. En el año 1.969, Hamilton realizó una escisión en el cuestionario tomando el ítem “síntomas somáticos generales" y lo dividió en dos “somáticos musculares y somáticos sensoriales”, resultando así 14 ítems. Así pues, esta versión es la más ampliamente utilizada en la actualidad entendiendo el objetivo principal de intervención como el valorar el grado de ansiedad en pacientes previamente diagnosticados y por recomendación del autor, no debe emplearse para cuantificar la ansiedad cuando coexisten otros trastornos mentales. Está especialmente desaconsejada en situaciones de agitación, obsesiones, demencia, histeria, 169 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico depresión y esquizofrenia. Existe una versión española, realizada por Carrobles et al. (1986). Se trata de una escala heteroaplicada de 14 ítems, 13 guardan relación con signos y síntomas ansiosos y uno valora el comportamiento del paciente durante la entrevista. Inicialmente se concibió para la valoración de “neurosis de ansiedad”, pero a lo largo del tiempo este concepto ha evolucionado, hablándose hoy en día de “desorden de pánico”, “desorden fóbico” y “ansiedad generalizada”, entre otros. En la práctica clínica muchas veces es difícil distinguir entre ansiedad y depresión, ya que algunos síntomas se superponen; por otra parte, muchos estados depresivos cursan con ansiedad. Según Hamilton en estos casos no debería utilizarse la escala, aunque algunos autores (Gjerris et al., 1983; Maier et al., 1988) sugieren que la subescala de ansiedad somática puede utilizarse para valorar el grado de ansiedad en pacientes depresivos, así como la respuesta al tratamiento ansiolítico y antidepresivo. No obstante, se ha demostrado su validez interobservador en pacientes con depresión (Gjerris et al., 1983). Se ha elegido como medida directa de la Ansiedad, por las siguientes razones: 1. Está validada. 2. Es, en nuestra opinión, la que mejor se adapta al presente estudio, ya que su sencillez y brevedad la convierten en un instrumento muy útil y de fácil aplicación. El entrevistador puntúa de 0 a 4 puntos cada ítem, valorando tanto la intensidad como la frecuencia del mismo. 3. Se trata del instrumento más ampliamnte utilizado y citado en la literatura especializada, tanto es así que, en los últimos años, aproximadamente el 60% de los estudios publicados en el ámbito anglosajón sobre ansiedad utilizaron el HARS como instrumento de evaluación (Baer, 1995). A continuación se presenta una ficha técnica de la escala HARS, confeccionada a partir de los análisis de Baer (1995) y Bech (1993). 170 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico FICHA TÉCNICA : ESCALA HARS 1) Identificación Nombre: Escala de Valoración de la Ansiedad de Hamilton (HAS). Nombre original: Hamilton Anxiety Rating Scale (HARS). Autores: Hamilton, M. Versiones: Existe una versión reducida (CAS), otra computerizada y otra en video. 2) Descripción Tipo de instrumento: Escala de Observación. Objetivos: Permite determinar el grado de ansiedad global del paciente. Población; Pacientes diagnosticados de ansiedad. Número de ítems: 14. Descripción: Escala compuesta por 13 ítems referentes a síntomas ansiosos y uno al comportamiento durante la entrevista. 3) Aplicación Tiempo de administración: 15 – 30 minutos. Normas de aplicación: El terapeuta debe evaluar la conducta que ha tenido la persona durante la entrevista en una escala de o (ausencia de síntomas) o 4 (intensidad máxima). Corrección e interpretación: La puntuación (suma de las Puntuaciones en los ítems), oscila entre 0 y 56, y su interpretación se establece de acuerdo a la evaluación global de la persona. A pesar de la ausencia de baremos estandarizados, algunos autores sugieren que una puntuación mayor o igual a 14 indica ansiedad clínicamente significativa. Momento de aplicación: evaluación pre-tratamiento, evaluación durante el tratamiento, evaluación post-tratamiento. 4) Criterios de calidad Fiabilidad: Consistencia interna: .79 – .86: Fiabilidad test-retest: .96. Con un adecuado entrenamiento en su utilización la concordancia. Entre distintos evaluadores es adecuada (r = .74 - .96). Posee excelentes valores test-retest tras un día y tras una semana (r = .96) y 171 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico aceptable estabilidad después de un año (r = .64). Validez: Correlaciones de la HARS con la Escala de Ansiedad de Covi:.73 – .75; y con el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI): .56. Correlaciones significativamente altas (.62 – .73) con la Escala para la valoración de la Depresión de Hamilton (Ham-D). La puntuación total presenta una elevada validez concurrente con otras escalas que valoran ansiedad, como The Global Rating of Anxiety by Covi18, 19 (r = .63 –.75) y con el Inventario de Ansiedad de Beck 20 (r = .56). Distingue adecuadamente entre pacientes con ansiedad y controles sanos11 (puntuaciones medias respectivas de 18.9 y 2.4). Posee un alto grado de correlación con la Escala de Depresión de Hamilton21, 22 (r = .62 – .73). Es sensible al cambio tras el tratamiento (American Psychiatric Association. Handbook of Psychiatric Measures. Washington, 2000). En su realización y puesta en uso, es el terapeuta es el que cumplimenta el cuestionario una vez realizada la entrevista, cuya duración no debe exceder más allá de 30 minutos. El entrevistador puntúa de 0 a 4 puntos cada ítem, valorando tanto la intensidad como la frecuencia del mismo. La puntuación total es la suma de las de cada uno de los ítems. Se pueden obtener, además, dos puntuaciones que corresponden a ansiedad psíquica (ítems 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 14) y a ansiedad somática (ítems 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13) (Kellner et al., 1969). El propio autor, indicó para cada ítem una serie de signos y síntomas que pudieran servir de ayuda en su valoración, aunque no existen puntos del anclaje específicos (Baer et al., 1995). En cada caso debe tenerse en cuenta tanto la intensidad como la frecuencia del mismo. Bech y colaboradores (1993), recomiendan administrarla siempre a la misma hora del día, debido a las fluctuaciones del estado de ánimo del paciente, proponiendo a modo de ejemplo entre las 8 y las 9 am. Para la interpretación de la prueba, podemos indicar que se trata de uno de los instrumentos más utilizados en estudios farmacológicos sobre ansiedad. Puede 172 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico ser usada para valorar la severidad de la ansiedad de una forma global en pacientes que reúnan criterios de ansiedad o depresión y para monitorizar la respuesta al tratamiento. No distingue síntomas específicos de un trastorno de ansiedad, ni entre un desorden de ansiedad y una depresión ansiosa. A pesar de discriminar adecuadamente entre pacientes con ansiedad y controles sanos, no se recomienda su uso como herramienta de escrining ni de diagnóstico. Como los efectos de la medicación pueden tener diferente intensidad sobre los síntomas psíquicos y somáticos, es aconsejable distinguir entre ambos a la hora de valorar los resultados de la misma (American Psychiatric Association. Handbook of Psychiatric Measures. Washington, 2000), resultando útil la puntuación de las subescalas. Por otra parte, Bech (1993), sugiere que el test no debería utilizarse en casos de ataques de pánico, pues no existen instrucciones para distinguir entre éstos y estados de ansiedad generalizada o persistente. Proponen que cuando se sospeche la presencia de ataques de pánico (puntuación 2 en el ítem 1 y 2 en al menos 3 de los ítems 2, 8, 9, 10 y 13) esta escala puede cuantificar la severidad de los mismos. El tiempo valorado en estos casos debe ser las 3 semanas anteriores la primera vez que se administra y solamente la última semana cuando se utliza repetidamente. Cuando no existen ataques de pánico o cuando no se han producido en los últimos 3 días la escala puede utilizarse para valorar ansiedad generalizada. En ensayos clínico (Charalampous et al., 1974; Fabre et al., 1978), han utilizado como criterios de inclusión valores muy dispares, oscilando entre 12 y 30 puntos. Beneke (1987) utilizó esta escala para valorar ansiedad en pacientes con otras patologías concomitantes (depresión, psicosis, neurosis, desórdenes orgánicos y psicosomáticos) obteniendo puntuaciones medias similares en todos ellos, con una media, considerando todas las situaciones, de alrededor de 25 puntos. A pesar de haberse utilizado en numerosos estudios clínicos como medida de ansiedad generalizada, no se centra en los síntomas de ésta, tal y como se contemplan en el DSM-IV. Los síntomas clave de los desórdenes de ansiedad generalizada reciben menos prominencia que los síntomas fóbicos y los referentes 173 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico a excitación del sistema autonómico, que durante tiempo no han formado parte de la definición de ansiedad generalizada, están excesivamente considerados. 3. Escala de evaluación para la depresión de Hamilton. Hamilton Depression Rating Scale, HRSD (Anexo III). La Escala de Evaluación para la Depresión de Hamilton (Hamilton Depression Rating Scale, o HRSD), fue diseñada para ofrecer una medida de la intensidad o gravedad de la depresión. La versión inicial, con 24 items, data de 1960 y fue posteriormente revisada y modificada por el mismo autor, en 1967, reduciéndola a 21 items. De ellos, los cuatro últimos no son útiles a efectos de valorar la intensidad o gravedad de la depresión, por lo que en los ensayos clínicos de evaluación terapeútica se ha generalizado el uso de una versión reducida de 17 items, que corresponden a los 17 primeros de la versión publicada en 1967 (Zitman, 1990). Se tomó la elección de esta escala como medida directa de la depresión por varias razones: a) Esta validada. b) Se trata de una escala breve, sencilla y de fácil aplicación, teniendo criterios de adaptación muy afines con las características de este estudio. c) Permite complementar el concepto de ansiedad anteriormente tratado con sujetos diagnosticados de depresión. Las características de esta escala aparecen recogidas en la siguiente ficha técnica: FICHA TÉCNICA ESCALA HRSD 1. Identificación : Nombre: Escala de Hamilton para la Evaluación de la Depresión. (HRSD, HAM-D). Nombre Original: Hamilton Depression Rating Scale, (HRSD). 174 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Autor: M.Hamilton. Año: 1960. Versiones: La versión inicial consta de 24 ítems y data de 1960 siendo revisada y modificada por el mismo autor en 1967 reduciéndola a 21 ítems, de estos los cuatro últimos no son útiles a efectos de valorar la ravedad o intensidad de la depresión, porlo que en la práctica, se ha tilizado una versión reducida de 17 ítems. La Escala Modificada de Hamilton para la evaluación de la depresión (MHRSD), se desarrolló para superar las limitaciones que los autores encontraban en la versión de 17 ítems de la escala de Hamilton (Miller, Bishop, Norman y Maddever, 1985). Adaptación Española: Conde en 1984, adaptó la versión de 22 ítems. Posteriormente Ramos – Brieva y Cordero (1986) adaptaron y validaron la versión reducida de 17 ítems. 2. Descripción: Tipo de Instrumento: Escala (de observación) heteroaplicada. Objetivos: Ofrece un medida cuantitativa de la intensidad del trastorno depresivo y permite cuantificar la evolución de los síntomas bajo efecto de un tratamiento. Población: Personas con diagnóstico de trastorno depresivo. También es utilizada en pacientes alcohólicos y con demencia, en población geriátrica. Número de ítems: Las escalas más utilizadas tienen 21 y 17 ítems. Los criterios de puntuación de los ítems están poco especificados, contand sólo con indicaciones someras, y debe ser el juicio clínico del entrevistador quien asigne el grado de severidad. El marco temporal de la evaluación se refiere al momento actual y/o los días o semana previa. Su contenido se centra fundamentalmente en los aspectos somáticos comportamentales de la depresión, siendo los síntomas vegetativos, cognitivos y de ansiedad los que más peso tienen en el cómputo total de la escala. Se han identificado distintos factores o índices, de los que los más usados son: Índice de melancolía, formado por los ítem 1 (estado de ánimo depresivo), 2 (sensación de culpabilidad), 7 (trabajo y actividades), 8 (inhibición), 10 (ansiedad psíquica) y 13 (síntomas somáticos 175 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico generales); Índice de ansiedad, formado por los ítem 9 (agitación), 10 (ansiedad psíquica) y 11 (ansiedad somática); Índice de alteraciones delsueño, formado por los tres ítem referidos a insomnio (4, 5, 6). 3. Aplicación : Tiempo de administración: 15 a 20 minutos. Normas de aplicación: Se debe aplicar como complemento a la entrevista realizada al paciente. Se informa al paciente sobre la intención de la aplicación de la escala (para conocer tanto la frecuencia como intensidad de los síntomas). Hamilton sugiere que, para aumentar la fiabilidad de la evaluaciones, estén presentes dos evaluadores, uno para realizar la entrevista y otro para hacer preguntas complementarias. Los dos registran sus evaluaciones por separado y después se hace el promedio. Corrección e interpretación: Cada ítem se valora de 0 a 2 puntos en unos casos y de 0 a 4 en otros, eligiendo la puntuación que mejor se ajuste a la sintomatología que presenta el paciente. Puntuaciones más altas indican mayor gravedad del síntoma. La puntuación total es la suma de las puntuaciones asignadas a cada ítem. En la versión de 21 ítems el criterio más extendido es tomar en consideración a efectos de score sólo los primeros17 ítems. El rango de puntuación para ambas versiones es de 0-52 puntos. Como criterio de inclusión en ensayos clínicos se suele aceptar los puntos de corte >13 ó >18, según el estudio. A efectos de categorizar la intensidad o severidad del trastorno depresivo: 0-6 sin depresión; 7-17 depresión ligera; 18-24 depresión moderada ; 25-52 depresión grave. Para el índice de melancolía, que cuantifica los ítems más directamente relacionados con la alteración del estado de ánimo: 0-3 no depresión; 4-8 depresión menor; >9 depresión mayor. El índice de ansiedad/somatización se considera alto a partir de una puntuación >7. Momento de aplicación: Evaluación pre, durante y post-tratamiento. 4. Criterios de calidad: Fiabilidad: En sus dos versiones (adaptadas) esta escala posee una buena consistencia interna (alfa de Cronbach entre .76 y .92), según estudios de Gastpar (1990) y Reynolds (1995). El coeficiente de correlación intra- clase es 176 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico de .92, en un estudio llevado a cabo por Pott (1990). La fiabilidad interobservador oscila, según autores, entre .65 y .90. Validez: Su correlación con otros instrumentos de valoración de la depresión como la Escala de Depresión de Montgomery-Asberg, o el Inventario de Sintomatología Depresiva y la Escala de Melancolía de Bech, oscila entre .80 y .90. Su validez no es la misma en todas la poblaciones, siendo menor en pacientes de edad elevada por el elevado peso de los síntomas somáticos (Linden, 1995 ; Willenbring, 1986), aunque ha mostrado buenos índices psicométricos en subpoblaciones de especiales características, tales como pacientes alcohólicos y pacientes con demencia (Lichtenberg, 1992; Willenbring, 1986), y mantiene un buen rendimiento en población geriátrica (Bonin-Guillaume, 1995; Burns, 1999). En su versión original es una escala heteroaplicada y calificada por el observador y no un listado de comprobación de síntomas en el que cada item tiene una definición estricta. Debe ser cumplimentada por un terapeuta experimentado al final de una entrevista clínica que, al menos en la primera evaluación, debería ser poco dirigida; en ella puede recabarse información adicional de personas allegadas al paciente. Cada item se evalúa con un baremo de 3 (ausente, dudoso o trivial, presente) ó 5 posibilidades (ausente, dudoso o trivial, leve, moderado, grave), en función de la intensidad de los síntomas que presenta el paciente (Kaplan, 1997). De los 21 items de la versión original, cuatro no están relacionados con la intensidad de la alteración del estado de ánimo (variación diurna, despersonalización, pensamiento paranoide y síntomas obsesivo-compulsivos), pero pueden ser utilizables en circunstancias especiales (Peck, 1990). La adaptación al castellano de Conde y Franch (1984), mantiene estos cuatro items, y añade un quinto referido a “Otros síntomas”. Tiene, además, dos peculiaridades no explicadas: en el item 9 (Agitación) mantiene el rango de valoración de la versión inicial de la escala, que es de 0-2, rango que Hamilton modifica en la 177 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico versión de 1967, ampliándolo a 0-4; y en el item 14 (Síntomas genitales) añade un tercer nivel de valoración (“Incapacitante”), con lo que este item pasa a tener un rango de 0-3, frente al rango 0-2 de las versiones originales de la escala. La versión de 17 items (Guy, 1976), o versión americana por haber sido recomendada por el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (Bech, 1993), omite estos cuatro items y sistematiza los criterios de evaluación de cada item al modo de un listado de comprobación de síntomas, en un esfuerzo por mejorar su definición (Peck, 1990). Su contenido se centra fundamentalmente en los aspectos somáticos y comportamentales de la depresión, siendo los síntomas vegetativos, cognitivos y de ansiedad los que más peso tienen en el cómputo total de la escala. 4. Mini Mental de Lobo (MEC) (Anexo IV) El MEC es un test breve de cribado del deterioro cognitivo, producto de la adaptación española del instrumento original de Lobo y colaboradores realizada en 1979, 1999 y 2002. El instrumento original es el Mini-Mental State Examination —MMSE o Mini-Mental— de Folstein y colaboradores, publicado en 1975, 1998 y 2001. Originalmente se utilizó para estimar cuantitativamente la existencia y severidad del deterioro cognitivo y realizar un seguimiento en el tiempo de los cambios en el estado cognitivo, no proporcionando un diagnóstico de ninguna entidad nosológica específica (Karuza et al., 1997). Se eligió como medida directa del deterioro cognitivo por las siguientes razones : A. Por su arraigo y uso extendido en nuestro ámbito nacional. Es la versión más utilizada ajustándose así al estándar internacional. Constituye un instrumento de amplio uso, tanto en la actividad asistencial (Roca et al. 1984), como en investigación clínica (Horton et al., 1987), como en estudios epidemiológicos comunitarios (Li et al., 1989; Manubens et al. 1998). Su utilidad, estriba fundamentalmente en la alta correlación que se tiene interobservadores, como test-restest y el que pueda ser aplicado por entrevistadores no especialistas (Folstein et al., 1975; Mitrushina y Satz, 1991; Olin et al., 1991;Tombaugh y 178 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico McIntyre 1992). Además, obtiene buenas relaciones con otras pruebas para detectar la demencia y deterioro y ofrece cifras de sensibilidad y especificidad altas (Lobo et al., 1979). B. Es el test de “screening” de deterioro cognitivo más citado en la literatura científica de habla hispana, y punto de referencia de gran número de estudios referentes a alteraciones cognitivas y demencia. Un aspecto relevante de este test es que constituye, en muchos estudios de validación sobre pruebas de evaluación cognitiva, el “gold standard” en la determinación del déficit cognitivo. C. Está validado. D. Se adapta al objetivo del estudio en cuanto a cuantificar el potencial cognitivo y detectar sus posibles desórdenes funcionales de forma rápida y práctica. Las características de este test aparecen recogidas en la siguiente ficha técnica: FICHA TÉCNICA TEST MEC 1. Identificación: Nombre: Mini-Examen Cognoscitivo (MEC). Nombre original: Mini-Mental State Examination. (MMSE o Mini-Mental). Autor: Folstein (1975, 1998 y 2001). 2. Descripción: Tipo de instrumento: Test de cribado. Objetivos: Permite estimar cuantitativamente la existencia y severidad del deterioro cognitivo y realizar un seguimiento en el tiempo. Población; Pacientes con deterioro cognitivo. Número de ítems: 30 ítems agrupados en 11 secciones. 3. Aplicación: Tiempo de administración: 5 - 15 minutos. Normas de aplicación: Invitar al entrevistado a colaborar e indicar al 179 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico acompañante que debe mantenerse en silencio. No corregir nunca al paciente, aunque se equivoque. Contabilizar los puntos correctos cada uno de los ítems del MEC. Procurar la máxima objetividad en el registro de las respuestas del sujeto. Corrección e interpretación: La puntuación total máxima es 35. Se excluyen las preguntas que hallan sido eliminadas, básicamente por analfabetismo o por imposibilidad física de cumplimentar un ítem (ceguera). En estos casos se calcula la puntuación total corregida a través de una regla de tres. Momento de aplicación: evaluación pre-tratamiento, evaluación durante el tratamiento, evaluación post-tratamiento. 4. Criterios de calidad Fiabilidad y Validez : El MEC ha demostrado en diferentes estudios su fiabilidad, validez y poder discriminativo. Ofrece un nivel de sensibilidad del 84.6% en pacientes médicos, del 76.9% en pacientes psiquiátricos y del 92.3% en pacientes geriátricos. La especificidad llega al 82% en pacientes médicos, al 90.2% en pacientes psiquiátricos y al 95.2% en pacientes geriátricos. Los índices de mal clasificados son 17%, 15% y 5.4%, respectivamente. En el trabajo más reciente de Lobo et al. (2002) de revalidación y normalización en la población general geriátrica, el MEC cumple criterios de fiabilidad, validez de contenido, procedimiento y construcción en cuanto a validez predictiva: MEC-35 (punto de corte de 23/24): sensibilidad 89.8 %, especificidad 83.9 %, índice de mal clasificados 15.2 % y área bajo la curva ROC 0.926. MEC-30 (punto de corte 22/23) sensibilidad 89.8 %, especificidad 80. %, índice de mal clasificados 17.7 % y área bajo la curva ROC .920. Se confirma que la puntuación total del MEC tiene una relación directa con los años de escolarización y una relación inversa con la edad del paciente. El punto de corte más ampliamente aceptado y frecuentemente utilizado para el MEC de 30 puntos es 23; las puntuaciones iguales o menores que esta cifra indicarían la presencia de un déficit cognoscitivo. Puesto que nos encontramos 180 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico ante un test de cribado, una puntuación significativamente baja ( 23) puede señalar una evaluación neuropsicológica más exhaustiva; en cualquier caso, dicha puntuación no debería ser utilizada con finalidades diagnósticas o clasificatorias respecto a los diversos tipos de demencia u otros trastornos cognoscitivos. Cabe dejar constancia de que los autores de la adaptación española del MEC recomiendan, cuando se desee mejorar la especificidad sin afectar negativamente a la sensibilidad de la prueba, utilizar un punto de corte de 22. Dado que, según cierto consenso en la comunidad científica, los rendimientos en el MEC parecen estar influidos por el nivel cultural de los sujetos, es posible adaptar las puntuaciones a las características sociodemográficas de los pacientes. Por otro lado, además de la puntuación total en relación con un punto de corte determinado, es recomendable tener en cuenta las puntuaciones parciales en las distintas secciones del test, al efecto de tener cierta orientación sobre la localización por áreas del déficit. Además, la aplicación de la prueba debe acompañarse de las correspondientes apreciaciones clínicas sobre el desempeño del sujeto, las cuales pueden contribuir a interpretar con mayor fiabilidad la puntuación final obtenida. En el diagnóstico de las demencias es recomendable realizar, entre otras pruebas, una valoración neuropsicológica del grado de potencial deterioro cognitivo que pueda presentar la persona. Se entiende por deterioro cognitivo el grado de déficit que afecta a diversas funciones psicológicas básicas, tales como atención y concentración, memoria, lenguaje, razonamiento o coordinación psicomotriz, entre otras. Además de los trastornos cognoscitivos, el deterioro cognitivo también puede evaluarse en otro tipo de enfermedades, tales como traumatismos craneoencefálicos o trastornos psicopatológicos (psicosis, toxicomanías), e incluso en procesos no patológicos como el envejecimiento. 181 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico 5. Escala de somnolencia de Epworth (Epworth sleepiness scale ESE) (Anexo) En 1991, Johns describió la escala de Epworth y desde entonces han surgido diversos métodos (prueba de latencia de sueño múltiple) para evaluar, de manera más objetiva, la somnolencia excesiva diurna (Thorpy, 1992). La escala de somnolencia de Epworth (ESE) es un inventario diseñado para valorar el nivel de somnolencia diurna de un individuo y de gran utilidad en estudios clínicos y epidemiológicos. Fue validada con estudios polisomnográficos y prueba de latencias múltiples (Johns, 1991, 1992). En el presente estudio se eligió esta escala por los siguiente motivos : 1) La facilidad en su aplicación. Hasta la fecha la escala de Epworth es la principal prueba de referencia, puesto que es fácil y rápida de aplicar. 2) Evalúa la probabilidad de experimentar somnolencia diurna durante la realización de actividades de la vida diaria característica de la mayoría de la población adulta, tales como sentarse a leer, ver televisión, sentarse en lugares públicos, viajar en automóvil o transporte público, descansar por la tarde, después de comer, entre otros. 3) Es uno de los instrumentos más utilizados en la detección de somnolencia y por tratarse de uno de los principales síntomas del SAHOS se ha intentado su uso como método de tamizaje. Sus características aparecen recogidas en la siguiente ficha técnica: FICHA TÉCNICA ESCALA ESE 1) Identificación: Nombre: Escala de somnolencia de Epworth. Nombre original: Epworth sleepiness scale (ESE). Autor: Johns (1991). 2) Descripción: Tipo de instrumento: Escala subjetiva. Objetivos: Permite determinar el grado de Somnolencia Diurna. 182 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Población: Pacientes diagnosticados de SAOS. Número de ítems: 8 ítems. 3) Aplicación: Tiempo de administración: 15 - 30 minutos. Normas de aplicación: La ESE es un cuestionario de 8 preguntas que puede contestar el paciente solo y que estima la probabilidad de quedarse dormido en ocho situaciones de la vida cotidiana (Ferrer, et al., 1999 ; Rey de Castro, 1998). Corrección e interpretación: Cada pregunta se puntúa de 0 a 3 (de menor a mayor probabilidad de quedarse dormido en cada una de las situaciones recogidas en cada una de las preguntas), por lo que se puede obtener un máximo de 24 puntos. Momento de aplicación: evaluación pre-tratamiento, evaluación durante el tratamiento, evaluación post-tratamiento. 4) Criterios de calidad: Fiabilidad y Validez: Esta escala fue validada con estudios polisomnográficos y prueba de latencias múltiples (Johns, 1991, 1992). Su uso y reproducibilidad han sido validados en diferentes alteraciones del sueño incluyendo SAHS (Johns, 1991). Las puntuaciones totales de ESE son fiables en un test-retest sentido en un período de meses (rho =.82). Hay un alto nivel de coherencia interna, obteniéndose Alfhas de Cronbach que van de .74 a .88. Esta escala distingue adecuadamente entre quedarse dormido y solamente sentirse cansado. Los puntajes de la escala varían de 0 a 24, en donde el puntaje más alto correlaciona con niveles de somnolencia diurna más graves. Un puntaje mayor de 11 se considera anormal y sugiere la necesidad de atención médica (Johns, 2000). En la actualidad se considera un puntaje de 10 en la escala de Epworth como parámetro normal. De acuerdo con el uso de este instrumento clinimétrico, la prevalencia de la somnolencia diurna en estudios epidemiológicos es de 6.7 a 22.6% de los 183 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico sujetos entrevistados (Hublin, et al., 1996; Janson, et al., 1995; Ohayon, 1997; Robersts, et al., 2000). 6. Cuestionario de Calidad de Vida SF-36. (Anexo VI). La evaluación de encuestas que integran la percepción del estado de salud de los individuos en actividades de la vida cotidiana ha sido objeto de un creciente interés por parte de la comunidad de investigadores de los Servicios de Salud (Zúniga, 1999). La rigurosidad psicométrica de los instrumentos actuales ha permitido la incorporación del concepto de evaluación de la calidad de vida, o lo que otros autores refieren como calidad de vida relacionada con la salud, (Guyatt, 1993) y lo ha convertido en la unidad fundamental para la medición de resultados en investigaciones dentro de este campo. Aunque no existe consenso, la calidad de vida relacionada con la salud se mide por medio de la función física, del estado psicológico, de la función y la interacción sociales, y de los síntomas físicos. El espectro de indicadores para la medición de dichos resultados incluye cinco dominios principales: a) mortalidad, b) morbilidad, c) incapacidad, d) incomodidad, y, e) insatisfacción. Tradicionalmente, los informes comparativos del estado de salud y enfermedad en diversos grupos poblacionales sólo incluyen datos de mortalidad y morbilidad. En la actualidad, hay una explosión en la literatura médica respecto a la inclusión de las opiniones de los usuarios de servicios médicos para la evaluación de las percepciones del estado de salud (Ruiz de Chávez, 1995 ; Vandale-Toney, 1985). Con el reconocimiento de que, para comparar el estado de salud de las poblaciones de diferentes países se requiere de instrumentos estandarizados, en 1991 se inició el proyecto conocido como “Evaluación Internacional de la Calidad de Vida” (International Quality of Life Assessment Project, IQOLA) para traducir, adaptar y probar la aplicabilidad intercultural de un instrumento genérico denominado Encuesta de Salud SF-36 (Aaronson et al., 1992; Ware et al., 1995). Inicialmente, este instrumento se usó en el estudio de resultados médicos (Medical Outcomes Study, MOS), donde se demostró su validez y confiabilidad; así mismo, se determinaron las normas de comparación para la población de Estados Unidos 184 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico de América (EUA), (McHorney, 1994 ; Ware, 1993,). Posteriormente, el proyecto IQOLA incluyó 14 países industrializados, y en la actualidad hay más de 40 naciones participantes. Existen seis versiones de la Encuesta SF-36 en castellano que se han adaptado y utilizado en Argentina, Colombia, España, Honduras y México, así como entre la población méxico-norteamericana de EE.UU. Los investigadores de estos países tienen como objetivo final la adaptación y el establecimiento de normas de las escalas de la Encuesta SF-36 para su uso en poblaciones genéricas y específicas. El cuestionario SF-36 se ha utilizado en investigaciones clínicas con pacientes con cardiopatía coronaria estable (Alonso et al., 1995). La decisión de elegir este tipo de cuestionario se circunscribe a los siguientes puntos: 1) Por ser uno de los instrumento clave en investigación que proporciona un perfil del estado de salud y es una de las escalas más utilizadas en la evaluación de los resultados clínicos descriptivos y de evaluación. 2) Por sus características es la herramienta adecuada para determinar las variables que determinan la calidad de vida percibida por los pacientes objeto de estudio. 3) Es una prueba que detecta tanto estados positivos de salud como negativos. El contenido de las cuestiones se centra en el estado funcional y el bienestar emocional. 4) La fácil aplicación y sencillez en exposición y respuesta de los ítems que la componen. Sus características aparecen recogidas en la siguiente ficha técnica: FICHA TÉCNICA CUESTIONARIO DE SALUD SF-36 1) Identificación Nombre: Cuestionario de Salud SF-36. Nombre Original: SF-36 Health Survey. Autor: McHorney (1993, 1994). Año: 1993. Versiones: Existen dos versiones del Cuestionario de Salud SF-36. La 185 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico primera versión se desarrolló en EEUU en 1992 (Ware, 1993) y la segunda, cuatro años más tarde, en 1996 (Ware, 2000). Las modificaciones respecto a la primera versión son básicamente de dos tipos: a) mejoras en instrucciones y presentación destinadas a facilitar la b) auto-administración; y c) número de opciones de respuesta. También se dispone de una versión AGUDA del SF-36. Los ítems de esta versión hacen referencia sólo a la última semana. La versión estándar se refiere normalmente a las cuatro últimas semanas. Adaptación Española: Alonso et al. (1995). 2) Descripción: Tipo de Instrumento: Se trata de un cuestionario auto-administrado. Objetivos: proporcionar un perfil del Estado de Salud, siendo aplicable tanto para la población general en estudios descriptivos como de evaluación. Población: Es una escala genérica, tanto para la población general como para pacientes con una edad mínima de 14 años. Número de ítems: Consta de 36 ítems que detectan tanto estados positivos como negativos de salud y que conforman 8 dimensiones: Función Física, Rol físico, Dolor corporal, Salud General, Vitalidad, Función Social, Rol Emocional y Salud mental. 3) Aplicación: Tiempo de administración: El tiempo de cumplimentación es de 5 a 10 minutos. Normas de aplicación: Se debe aplicar como complemento a la entrevista realizada al paciente. Se sugiere que, para aumentar la fiabilidad de la evaluaciones, estén presentes dos evaluadores, uno para realizar la entrevista y otro para hacer preguntas complementarias. Los dos registran sus evaluaciones por separado. Corrección e interpretación: Para cada una de las 8 dimensiones, los 186 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico ítems son codificados, agregados y transformados en una escala que tiene un recorrido desde 0 (el peor estado de salud para esa dimensión) hasta 100 (el mejor estado de salud). El cuestionario no ha sido diseñado para generar un índice global. Para facilitar la interpretación se obtienen puntuaciones estandarizadas con los valores de las normas poblacionales, de forma que 50 (desviación estándar de 10) es la media de la población general. Los valores superiores o inferiores a 50 deben interpretarse como mejores o perores, respectivamente, que la población de referencia. Momento de aplicación: Evaluación pre, durante y post-tratamiento. 4) Criterios de calidad: Fiabilidad: Posee una elevada consistencia interna: .80 para todas las escalas, salvo para función social que es .76 (Brazier, 1992). El coeficiente de correlación intraclase es de .85 (Beaton, 1994). La validez test-retest con dos semanas de diferencia es de .80 para función física vitalidad y percepción general de salud y de 0.60 para función social (Brazier, 1992). Si la comparación se realiza con 6 meses de diferencia, los valores oscilan entre .60 y .90, excepto para el dolor, que desciende hasta .43 (Nerenz, 1992). Validez: Se ha mostrado sensible al cambio en varios estudios, (Beatron, 1994; Katz, 1992). Los valores psicométricos de la adaptación al español, son similares a los originales, salvo la fiabilidad de la dimensión “función social”, que es algo menor. La validación española ha encontrado valores consistentes y superponibles a los de la escala original. A continuación (tabla 1), se describen las dimensiones de salud evaluadas por el SF-36, es decir, los conceptos del cuestionario y el resumen del contenido por cada uno de ellos (Medical Outcomes Trust, 1996). 187 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Tabla 1 DIMENSIONES DE SALUD EVALUADAS POR EL SF-36 7. Polisomnografía (PSG). (Anexo I). La polisomnografía convencional (PSG) es el método recomendado para realizar el diagnóstico de los pacientes con sospecha de SAHS (Barbé, 1995 ; Kushida, 2005). Esta técnica consiste en el registro simultáneo de variables neurofisiológicas y parámetros fisiológicos que analizan el sueño durante el ciclo vigilia-sueño, en donde se debe incluir el electroencefalograma (EEG), el electromiograma (EMG), el electrooculograma (EOG), la oximetría de pulso, el flujo aéreo nasal y bucal, los movimientos toracoabdominales, la saturación de oxígeno, el ronquido, número de aurosales y el índice de Apneas/Hipopneas (American Academy of Sleep Medicine, 1999; Chi-Lem et al., 2000; Hoffstein et al., 1984 ; Lugaresi, 1994 ; Lugaresi et al., 1988; Metes, 1991). 188 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Con todo, nos permite evaluar la cantidad y la calidad del sueño, así como identificar los diferentes eventos respiratorios y su repercusión cardiorrespiratoria y neurofisiológica. En cuanto a su aplicación, los electrodos se colocan de forma estandarizada, de la siguiente forma: Sobre el cráneo detectan la actividad celebral. En el ángulo externo de cada ojo, registran los movimientos oculares. Bajo la barbilla, determinan el tono muscular. Es muy conveniente emplear electrodos (de cazoleta o piezoeléctricos) que nos permitan recoger los movimientos de las extremidades inferiores. Asi mismo, también se considera necesario incluir sensores que permitan establecer la posición corporal. El registro de la actividad electroencefalográfica debe incluir al menos dos derivaciones (habitualmente las centrales derecha e izquierda: conocidas como C3 y C4 en el sistema 10-20) y preferiblemente también de derivaciones occipitales (O1 y O2) que permiten caracterizar mejor la actividad alfa y la transición de la vigilia al sueño. Además, para reconocer las fases de sueño se necesita registrar los movimientos oculares o electrooculograma (EOG) y el tono muscular, o electromiograma (EMG), habitualmente en el mentón. Con estos parámetros se identifican las diferentes fases de sueño en períodos de 20 o 30 s (llamados épocas) según los criterios internacionalmente aceptados (Rechtschaffen et al., 1968) para la estadificación del sueño humano. Los modernos sistemas digitales de PSG difieren sustancialmente de los antiguos equipos analógicos de registro en papel, ya que es más fácil registrar períodos prolongados, analizar y tratar las señales adquiridas en crudo y registrarlas de forma ambulatoria. A pesar de todos estos avances, los registros deben ser revisados y analizados manualmente, ya que hasta el momento ningún sistema automático de lectura de sueño ha ofrecido resultados fiables. El estudio de los parámetros respiratorios y cardíacos incluye el registro de la SaO2 mediante un pulsioxímetro, el registro del esfuerzo respiratorio mediante bandas toracoabdominales y la medida del flujo nasobucal mediante 189 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico neumotacógrafos o medido con termistores. También se puede registrar e identificar los esfuerzos ventilatorios relacionados con "microdespertares" que forman parte del concepto del síndrome de resistencia aumentada de la vía respiratoria (Guilleminault et al., 1993). En caso necesario, el PSG contendrá un estudio respiratorio, incluyendo térmica nasal y otros para diagnosticar posibles apneas del sueño, EEG, arquitectura del sueño, continuidad del sueño. Estos estudios pueden realizarse en distintos momentos aunque siempre se intenta que sean lo más parecido al sueño natural: pueden ser nocturnos realizándose la exploración durante la noche, o pueden ser siestas de larga duración por la mañana o la tarde generalmente después de haber reducido las horas de sueño nocturnas (estudios de privación de sueño). En ciertos casos para completar el diagnóstico se necesitan unos estudios especiales que consisten en registrar varias siestas de unos 20 minutos alternadas con períodos de vigilancia (Test de Latencias Múltiples de Sueño). Así pues, el conjunto de decisiones tomadas para la determinación de obtención de datos a través de este sistema de registro ha sido : A. La PSG es la prueba de referencia para establecer el diagnóstico del SAHS. B. Ante la presencia de una clínica altamente sugestiva como es la del SAHS, es indicación obligatoria la realización de una PSG. C. Es una prueba muy completa, que incluye las variables neurofisiológicas, respiratorias y cardíacas necesarias y la realización de mediciones objetivas de la somnolencia, como el tiempo de latencia múltiple de sueño. D. Los estudios de validación realizados permiten un uso generalizado. Su empleo es individualizado por cada unidad de sueño. 3.2.3. Procedimiento. El procedimiento de recogida de datos se llevó a cabo de la siguiente manera. Se contactó con el personal médico del departamento de Neumología del Hospital Xeral de Vigo entregándoles una carta de presentación de la investigación en la que se explicaba la importancia del estudio, los objetivos que 190 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico se pretendían alcanzar y solicitando su colaboración para poder acceder a la base de datos de enfermos diagnosticados de Apnea del Sueño y su expediente clínico, obteniendo así la correspondiente impresión clínica global (ICG). Posteriormente, se verificaba la disposición a colaborar y se fijaba la fecha, horas y lugares en los que se iban a pasar los cuestionarios, previo consentimiento informado. La muestra inicial estaba compuesta por 190 sujetos, produciéndose una mortalidad experimental de 30 sujetos, quedando la muestra definitiva compuesta por 160 sujetos. La experimentadora fue siempre la misma, procurando mantener la misma actitud, motivación y presencia en todas las sesiones Con el propósito de evitar un posible factor de sesgo, se siguió un protocolo en lo relativo a la presentación del estudio y explicación de las instrucciones a los pacientes. Este protocolo consistía en: Antes de pasar las pruebas y escalas de la investigación, se explicaba a los participanes en qué consistia el estudio, motivando a la participación. Se informaba que la participación era libre y voluntaria, estando garantizado el anonimato y la confidencialidad de los datos. Se solicitaba la máxima atención y sinceridad en las respuestas para la obtención de datos lo más veraces posibles en su correspondencia con la realidad. Se informaba de la flexibilidad del tiempo destinado para la realización de las pruebas, con el propósito de no invertir mucho tiempo y no restarlo en los quehaceres cotidianos de los sujetos participantes. Se agradecía personalmente a los pacientes su participación y contribución a este tipo de estudios. 191 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico Dada la peculiaridad de este grupo se aprovecharon los distintos seminarios mensuales para pasarles en grupo las pruebas y escalas seleccionadas para la investigación. Los requisitos para formar parte de la muestra eran, los de estar previamente diagnosticados de Apnea del Sueño y participar voluntariamente. Por último, resaltar la gran receptividad y colaboración, no sólo de los pacientes objeto de estudio, sino también por el personal médico del departamente de Neumología que proporcionó el acceso y las estancias físicas en la recogida de los datos a evaluar. 3.2.4. Análisis de datos. Para el análisis de los datos, se han empleado distintas técnicas estadísticas por las siguientes razones: a) Ventajas que presentan a la hora de llevar a cabo una investigación como la que nos ocupa y del estudio de los procedimientos que se han observado hasta la fecha. b) Ventajas como elaborar procedimientos descriptivos y heurísticos. c) Facilitan la presentación en los modelos de análisis de la problemática compleja de las variables examinadas. El proceso de cálculo se realizó aplicando El programa de análisis estadístico S.P.S.S 18 para Windows. Los datos obtenidos fueron sometidos a los siguientes análisis: Análisis de frecuencias y porcentajes de cada una de las variables. La descripción de las variables sociodemográficas se realizaron mediante el recuento expresado en porcentajes. Puntuaciones medias y deviación típica de las variables cuantitativas. El análisis de los distintos instrumentos utilizados se llevo a cabo utilizando las puntuaciones directas y a través de las medias y desviaciones estándar (DE). Correlaciones de Pearson de las distintas variables cuantitativas y entre las escalas. Este tipo de análisis describe la asociación lineal 192 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico entre dos variables cuantitativas. Ambas variables son aleatorias normales y su distribución sigue una ley normal bivariante. Análisis de Varianza (ANOVA). El Modelo Lineal General (MLG) nos permite analizar la relación entre una variable dependiente (o endógena) métrica y varias variables independientes (o exógenas) no métricas. El objetivo esencial de los modelos factoriales de análisis de varianza (factorial = más de un factor) sirven para evaluar el efecto individual y conjunto de dos o más factores (variables independientes categóricas) sobre una variable dependiente cuantitativa. En un modelo de dos factores, los efectos de interés son tres: los dos efectos principales (uno por cada factor) y el efecto de la interacción entre ambos factores, sirviéndose del modelo de probabilidad F de Fisher-Snedecor. Si alguno de los estadísticos F correspondientes a los efectos principales resulta significativo, se efectúan las comparaciones múltiples post hoc o comparaciones a posteriori. En nuestro caso, se utiliza Tukey (Diferencia honestamente significativa de Tukey), que equivale a el método de Student-Newman-Keuls con r = J = nº de medias. Por tanto, todas las comparaciones son referidas a una misma diferencia mínima, siendo uno de los métodos de mayor aceptación. A su vez, es un modelo de factores fijos cuyos niveles son establecidos por el investigador o vienen dados por la propia naturaleza del factor. Los niveles concretos que toma un factor de efectos fijos constituyen la población de niveles sobre los que se hace inferencia. Por último, la Homogeneidad de varianzas, supuesto básico de aplicación de esta técnica, se verifica mediante la prueba de Levene. 3.2.5. Diseño. Con el propósito de cumplimentar los objetivos de esta invetigación, es necesario confeccionar un diseño que permita un doble nivel de análisis (descriptivo y analítico). En el marco teórico de referencia, los recursos disponible 193 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 3. ProcesoMetodológico a tener encuenta y los objetivos planteados, se realiza un diseño de investigación, en donde los diferentes análisis efectuados se corresponden con una serie de características que se presentan a continuación. El estudio es, por una parte, de tipo transversal por cuanto que trata de conocer y profundizar para una población definida (pacientes apneicos), el deterioro cognitivo que sufren por hipoxia, su calidad de vida, otros factores influyentes como la ansiedad, depresión, etc. Por otra parte, ofrece un doble nivel de análisis: descriptivo, puesto que permite elaborar una relación característica y específica de la muestra de población que tratamos de investigar y permite formular hipótesis respecto a qué factores explicativos pueden estar más asociados con la apnea del sueño, desaturación de oxígeno y calidad de vida; y analítico, ya que permite evaluar las hipótesis formuladas. Por otra parte, se utiliza un Diseño factorial que, de acuerdo con el número de factores independientes, suelen denominarse, también, diseño “tratamientos x tratamientos”. Estos diseños nos permiten el análisis de los efectos principales, o de la influencia que ejerce sobre la variable dependiente cada uno de los factores con independencia del resto. A su vez, posibilitan examinar los efectos de interacción entre tales factores. Estos efectos de la interacción hacen referencia a la influencia que ejerce cada variable independiente teniendo en cuenta los valores que adoptan el resto de variables independientes, es decir, al efecto conjunto de las variables independientes sobre la conducta. Las variables y el tipo de diseño que se utiliza en esta investigación son las siguientes: Sexo y Edad (Diseño 2 x 3). Estado Civil y Ocupación (Diseño 2 x 3). Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea (Diseño 3 x 3). Toxicidad y Posición Corporal (Diseño 3 x 4). Por último, se considera que esta exhaustiva descripción de la muestra servirá para centrar cualitativamente y cuantitativamente los resultados de esta investigación, pues entendemos que la humildad y honradez de un trabajo ha de partir de una premisa básica: señalar dónde y en quiénes se ha realizado dicha investigación. 194 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados CAPÍTULO 4. RESULTADOS. En este capítulo se lleva a cabo un análisis descriptivo e inferencial de los resultados obtenidos en la investigación realizada, describiéndose de forma sistemática en función de las escalas y técnicas aplicadas. Las resultados se presentan en el siguiente orden: Variables psicológicas. Variables fisiológicas. Calidad de vida. 4.1. RELATIVOS A VARIABLES PSICOLÓGICAS. En esta sección se realiza un análisis descriptivo e inferencial de las variables psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo) en función de las variables socio-demográficas y clínico-epidemiológicas. 4.1.1. ESCALA HAMILTON PARA LA ANSIEDAD (HARS). Se exponen las puntuaciones obtenidas en función de las variables analizadas en el HARS. 4.1.1.1. Atendiendo al Sexo y Edad. En la tabla 2 se observa que las mujeres obtienen una mayor puntuación en el HARS ( Χ = 48,75 ) que los hombres ( Χ = 42,74 ). Por grupos de edad, se detecta mayor cantidad de sujetos con ansiedad en los que tienen más de 70 años ( Χ = 46,46 ), en segundo lugar encontramos a los de menos de 59 años ( Χ = 45,72 ), y, por último, los sujetos que están en edades comprendidas entre 60 y 69 años con una media de 45.47. Por otra parte y con respecto al sexo, las mujeres de más de 70 años presentan mayor puntuación en el HARS (media= 50.18), en una posición intermedia el grupo de menos de 59 años, con una media de 49,15, siendo el intervalo entre 60 y 69 años las que exhiben menor puntuación en ansiedad 195 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados (media= 47.70). En cuanto a los hombres, al igual que las mujeres, el intervalo de edad de más de 70 años, obtiene las puntuaciones más altas en HARS que el resto de los grupos de edad, con una media de 43,73; a continuación, el grupo de edades comprendidas entre 60 y 69 años, con una media de 43,37, y, con la menor puntuación los que tienen edades menores de 59 años, con una media de 41,67. Tabla 2 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 49,15 S = 4,77 Χ = 41,67 S = 7,77 Χ b1 = 45,72 S b1 = 7,31 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 47,70 S = 4,47 Χ = 43,37 S = 4,81 Χ b 2 = 45,47 S b 2 = 5,10 Más de 70 años (b3) Χ = 50,18 S = 5,91 Χ = 43,73 S = 6,26 Χ b3 = 46,46 S b3 = 6,81 Χ a1 = 48,75 S a1 = 4,85 Χ a 2 = 42,74 S a2 = 6,43 En la tabla 3, se puede observar que el análisis de Varianza Anova 2 x 3, nos revela que sólo la variable sexo es fuente significativa de variación (F= 36.99; p= .000), expresando una mayor y significativa ansiedad las mujeres en relación a los hombres. Por otro lado, no se encuentran diferencias ni en función de la edad (F= .737; p= .480), ni en la interacción entre las variables sexo x edad (F= 1.29; p= .277). 196 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 3 ANÁLISIS DE VARIANZA DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 1199.02 47.77 83.94 4990.78 341363.00 gl 1 2 12 154 160 Media cuadrática 1199.02 23.89 41.97 32.41 F Sig. 36.99 .737 1.29 .000 .480 .277 4.1.1.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. En la tabla 4, se observa que los sujetos que presentan mayor puntuación en la escala HARS, atendiendo al estado civil, son los solteros con una media de 47,29 frente a los casados ( Χ = 45,47 ). En cuanto a la ocupación, las amas de casa aparecen como el grupo de ocupación más ansiosas ( Χ = 48,37 ) que los laborales ( Χ = 45,83 ) y pensionistas ( Χ = 42,66 ). Tabla 4 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 45,56 S = 6,07 Χ = 48,40 S = 5,41 Χ b1 = 45,83 S b1 = 6,02 Ama de casa (b2) Χ = 48,31 S = 4,59 Χ = 48,58 S = 6,46 Χ b 2 = 48,37 S b 2 = 4,97 Pensionista (b3) Χ = 42,40 S = 7,24 Χ = 44,29 S = 5,82 Χ b3 = 42,66 S b3 = 7,03 Χ a1 = 45,47 S a1 = 6,46 Χ a 2 = 47,29 S a2 = 6,15 197 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Por lo que respecta al estado civil y ocupación en el HARS, podemos indicar que los casados/as y cuya ocupación es la de ama de casa tienen obtienen las puntuaciones más altas, con una media de 48,31, a continuación, el grupo de laboral (media= 45.56) y los pensionistas (media= 42.40). En cuanto a los soltero/as, podemos constatar la misma tendencia, es decir, se registran mayores puntuaciones en la categoría amas de casa, con una media de 48,58, seguido por el grupo de laborales ( Χ = 48,40 ) y pensionistas ( Χ = 44,29 ). El Análisis de Varianza 2 x 3 (tabla 5), nos indica que la ocupación es fuente significativa de variación (F= 5,30; p= .006). Dado que tiene tres niveles, se lleva a cabo las pruebas a posteriori para observar entre qué grupos se dan estas diferencias, constatando que se produce entre “laboral y pensionista”, “ama de casa y pensionista”. Por el contrario, el estado civil (F= 1,39; p= .241) y la interacción entre estado civil x ocupación (F= .311; p=.733) no resultan fuentes de variación significativas. Tabla 5 ANÁLISIS DE VARIANZA DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 50.76 387.74 22.78 5637.28 341363.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 50.76 193.87 11.39 36.61 F Sig. 1.39 5.30 .311 .241 .006 .733 4.1.1.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En el conjunto de datos globales de la tabla 6, la mayor puntuación en la escala HARS, en relación a las enfermedades asociadas, aparecen en el intervalo entre 0 y 1, con una media de 47,82, seguidos del grupo que refieren un número de más de 4 enfermedades ( Χ = 47,18 ), y los pacientes que poseen entre 2 y 3 enfermedades, ( Χ = 44,33 ). En cuanto al tipo de apnea, los sujetos apneicos obstructivos son los que exhiben una puntuación más alta, con una media de 198 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 45,99, seguidos de los apneicos centrales ( Χ = 45,80 ) y los mixtos, con una media de 44,46. Con respecto a las enfermedades asociadas y tipo de apnea que puede presentar un paciente, la puntuación mayor entre los sujetos que manifiestan entre 0 y 1 enfermedad se aprecia en el grupo de tipo de apnea obstructiva, registrando una media de 47,90, a continuación, los pacientes con apnea mixta (media= 47.25) y obstructiva (media= 47.09). En cuanto al conjunto de sujetos agrupados según el criterio de enfermedades asociadas entre 2 y 3, obtuvieron mayor puntuación en ansiedad el grupo de apnea central, con una media de 45,36, seguidos del grupo de apnea obstructiva, con una media de 44,31 y apnea mixta, con una media de 43,54. Por último, los sujetos con más de 4 enfermedades asociadas presentan los puntajes medios más altos en la apnea obstructiva ( Χ = 47,86 ), seguidos por los clasificados de apnea central ( Χ = 47,00 ) y los pacientes diagnosticados de apnea mixta ( Χ = 44,57 ). Tabla 6 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 47,90 S = 5,92 Χ = 44,31 S = 6,94 Χ = 47,86 S = 6,35 Χ b1 = 45,99 S b1 = 6,76 Central (b2) Χ = 47.09 S = 5.20 Χ = 45,36 S = 6,15 Χ = 47,00 S = 3,27 Χ b 2 = 45,80 S b 2 = 5,47 Mixta (b3) Χ = 47,25 S = 4,03 Χ = 43,54 S = 4,31 Χ = 44,57 S = 7,04 Χ b3 = 44,46 S b3 = 5,16 Χ a1 = 47,82 S a1 = 5,68 Χ a 2 = 44,33 S a2 = 6,48 Χ a 3 = 47,18 S a2 = 6,24 199 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En la tabla 7, se puede observar como el análisis de varianza (ANOVA 3 x 3), nos pone de manifiesto que las enfermedades asociadas (F= 1,85; p= .161), el tipo de apnea (F= .570; p= .562) y la interacción entre las enfermedades asociadas x el tipo de apnea (F= .262; p=.853), no son fuentes significativas de variación. Tabla 7 ANÁLISIS DE VARIANZA DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Suma de cuadrados 147.94 45.63 31.40 gl 2 2 3 Media cuadrática 73.97 22.81 10.47 6084.11 152 40.02 F Sig. 1.85 .570 .262 .161 .562 .853 4.1.1.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal. En general (tabla 8), los sujetos que más puntúan en la escala de ansiedad de Hamilton (HARS) en relación a la variable toxicidad son los que no presentan ninguna toxicidad ( Χ = 47,28 ), seguido por los fumadores ( Χ = 45,81 ) y los bebedores ocasionales ( Χ = 41,63 ). En cuanto a la variable posición corporal durante el sueño, los que adoptan la postura de cúbito supino lateral derecho son los que mayor valoración obtienen ( Χ = 47,25 ), sin embargo, se observa que los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran las más bajas ( Χ = 43,96 ). En posiciones intermedias, en cuanto a puntuación en ansiedad, encontramos a los que adoptan la posición en prono ( Χ = 44,03 ) y posición cúbito supino ( Χ = 46,55 ). En relación a las variables toxicidad y posición corporal, observamos que los bebedores que suelen dormir en su mayoría en una posición corporal de cúbito supino lateral derecho muestran las medias más altas en HARS ( Χ = 48,00 ), que los bebedores que duermen de cúbito supino ( Χ = 43,36 ). En una posición inferior, se localizan a los que duermen con una posición corporal de cúbito 200 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados superior lateral izquierdo ( Χ = 41,63 ), manifestando más ansiedad que el grupo de bebedores que duermen en una posición prono ( Χ = 35,50 ). En cuanto al grupo de fumadores que duermen de cubito supino, revelan las puntuaciones más altas en ansiedad ( Χ = 35,50 , a continuación, se ubican los sujetos que duermen de cúbito supino lateral derecha, con una media de 45,00, los que duermen en posición corporal prono ( Χ = 44,67 ) y los sujetos que duermen de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 43,50. Tabla 8 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 35,50 S = 14,61 Χ = 44,67 S = 3,78 Χ = 46,53 S = 5,74 Χ b1 = 44,03 S b1 = 8,73 Cúbito Supino (b2) Χ = 43,36 S = 3,73 Χ = 46,47 S = 5,26 Χ = 47,94 S = 6,51 Χ b 2 = 46,55 S b 2 = 5,76 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 41,63 S = 4,95 Χ = 43,50 S = 4,13 Χ = 45,91 S = 6,02 Χ b3 = 43,96 S b3 = 5,43 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 48,00 S = 4,24 Χ = 45,00 S = 2,16 Χ = 47,79 S = 6,10 Χ b 4 = 47,25 S b 4 = 6,42 Χ a1 = 41,63 S a1 = 7,85 Χ a 2 = 45,81 S a2 = 4,85 Χ a 3 = 47,28 S a3 = 6,12 Finalmente, el grupo que no presenta ninguna toxicidad asociada, muestra las mayores puntuaciones en la escala de ansiedad HARS durante el sueño de cúbito supino, con una media de 47,94. A continuación, se observan a los sujeto que duermen de cúbito superior lateral derecho, con una media de 47,79, seguido 201 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados de los que duermen en posición prono (media= 46.53) y los que duermen de cúbito superior lateral izquierdo ( Χ = 45,91 ). En la tabla 9, se puede observar como en el Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 3) la variable toxicidad, con una F= 5.08 y una probabilidad asociada de p= .007, es fuente de variación significativa, detectándose, tras las pruebas a posteriori, que los grupos donde se constata estas diferencias son entre los sujetos “bebedor y fumador” y “bebedor y ninguna toxicidad”. A su vez, la variable posición corporal (F= 2,91; p =. 037), también es fuente significativa de variación. En las pruebas a posteriori llevadas a cabo, se pone de manifiesto que éstas diferencias se encuentran entre “posición prono y cubito supino lateral derecho”, “posición prono y cúbito supino”, “cúbito supino y cúbito supino lateral izquierdo”. Por último, la interacción entre las variables toxicidad x posición corporal no es fuente de variación significativa al obtener una F= 1,07 y una probabilidad asociada de .386. Tabla 9 ANÁLISIS DE VARIANZA DE ANSIEDAD (HARS) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICION CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 371.53 319.56 234.10 54.16.28 341363.00 gl 2 3 6 148 160 Media F cuadrática 185.76 5.08 106.52 2.91 39.02 1.07 36.60 Sig. .007 .037 .386 4.1.2. ESCALA HAMILTON PARA LA DEPRESIÓN (HARD). A continuación se exponen las puntuaciones obtenidas atendiendo a las variables analizadas en la Escala de Hamilton para la Depresión (HARD). 4.1.2.1. En función del Sexo y Edad. En la tabla 10, se presentan las medias y desviaciones típicas con respecto al sexo y edad. A la vista de los resultados generales se pone de manifiesto que las mujeres puntúan más alto en depresión ( Χ = 43,76 ) que los hombres ( Χ = 42,63 ). En cuanto a la variable edad, el grupo de pacientes de edades comprendidas entre 202 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 60 y 69 años muestran las puntuaciones mayores en depresión ( Χ = 43,47 ), seguidos por el de más de 70 años ( Χ = 43,12 ) y, registrando la media más baja, el grupo de menores de 59 años ( Χ = 42,99 ). Tabla 10 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 43,51 S = 2,43 Χ = 42,36 S = 3,76 Χ b1 = 42,99 S b1 = 3,14 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 44,07 S = 2,50 Χ = 42,91 S = 4,45 Χ b 2 = 43,47 S b 2 = 3,66 Más de 70 años (b3) Χ = 43,82 S = 2,14 Χ = 42,60 S = 4,05 Χ b3 = 43,12 S b3 = 3,38 Χ a1 = 43,76 S a1 = 2,40 Χ a 2 = 42,63 S a2 = 4,05 Atendiendo a las variables conjuntamente, las mujeres obtienen una puntuación ligeramente mayor en el intervalo de edad entre 60 y 69 años con una media de 44,07 y una desviación típica de 2,50. A continuación, el grupo de edad de más de 70 años (media= 43,82) y las que tienen menos de 59 años, con una media de 43,51. En cuanto a los hombres, se constata la misma tendencia que en las mujeres, es decir, la mayor puntuación se presenta en el intervalo de edad entre 60 y 69 años, con una media de 42,91, seguido del grupo de más de 70 años (media = 42,60) y los de menos de 59 años, con una media de 42,36. Tal y como se puede observar en la tabla 11, el Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), pone de manifiesto que la variable sexo resulta fuente 203 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados significativa de variación (F= 3,95; p= .049), siendo las mujeres las que exhiben una depresión significativa mayor que los hombres. A su vez, la edad (F= .44; p= .645) y la interacción sexo x edad (F= .09; p=.899), no resultaron fuente significativa de variación. Tabla 11 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Suma de cuadrados 44.75 9.98 .21 1745.20 gl 1 2 2 154 Media cuadrática 44.75 4.99 .11 11.33 F Sig. 3.95 .44 .09 .049 .645 .899 4.1.2.2. En función del Estado Civil y Ocupación. En el conjunto de datos (tabla 12), se puede observar que el grupo de solteros/as ( Χ = 44,46 ) presentan una mayor media en depresión que los casados/as ( Χ = 42,97 ). Atendiendo a la ocupación el grupo de amas de casa exhiben una mayor depresión ( Χ = 43,77 ), seguidas por los laborales ( Χ = 42,94 ) y pensionistas ( Χ = 42,80 ). Por otra parte, entre los casados/as cuya ocupación es la de amas de casa muestran una depresión mayor ( Χ = 43,42 ), seguido del grupo de pensionistas ( Χ = 42,79 ) y laboral ( Χ = 42,71 ). A su vez, los solteros/as más deprimidos se localizan en la ocupación de laborales, con una media de 45,20, en segundo lugar, las amas de casa (media = 45,08) y, por último, los pensionistas, con una media de 42,86. 204 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 12 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 42,71 S = 4,39 Χ = 45,20 S = 1,64 Χ b1 = 42,94 S b1 = 4,26 Ama de casa (b2) Χ = 43,42 S = 2,39 Χ = 45,08 S = 2,19 Χ b 2 = 43,77 S b 2 = 2,43 Pensionista (b3) Χ = 42,79 S = 3,27 Χ = 42,86 S = 2,97 Χ b3 = 42,80 S b3 = 3,20 Χ a1 = 42,97 S a1 = 3,46 Χ a 2 = 44,46 S a2 = 2,48 En la tabla 13, se exponen los resultados del ANOVA 2 x 3, observándose que la variable estado civil es fuente significativa de variación (F= 3,23; p= .047), presentando los solteros/as una depresión significativamente mayor que los casados. El resto de las variables, la ocupación (F= 1,38; p=.253) y la interacción estado civil x ocupación (F= .748, con una p=.475) no presentan variaciones significativas. Tabla 13 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Suma de cuadrados 36.15 30.98 16.73 1722.58 205 gl 1 2 2 154 Media cuadrática 36.15 15.49 8.36 11.19 F Sig. 3.23 1.38 .748 .047 .253 .475 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.1.2.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En el conjunto de los datos estudiados (tabla 14), la puntuación más alta en HARD se muestra en los sujetos que refieren un número de enfermedades correspondientes al intervalo establecido entre 2 y 3, con una media de 3,52; en segundo lugar, los sujetos que tiene más de 4 enfermedades registradas (media = 42,82) y, por último, el intervalo entre 0 y 1, con la menor puntuación en cuanto a depresión ( Χ = 42,76 ). En cuanto al tipo de apnea, los sujetos diagnosticados con apnea central presentan una mayor depresión ( Χ = 44,20 ) en relación a los mixtos ( Χ = 44,17 ) y obstructivos ( Χ = 42,88 ). Tabla 14 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 42,41 S = 4,55 Χ = 43,08 S = 3,43 Χ = 42,89 S = 2,64 Χ b1 = 42,88 S b1 = 3,56 Central (b2) Χ = 42,89 S = 3.56 Χ = 44,73 S = 2,15 Χ = 42,75 S = ,50 Χ b 2 = 44,20 S b 2 = 2,04 Mixta (b3) Χ = 45,25 S = 2,63 Χ = 44,69 S = 1,75 Χ = 42,57 S = 4,03 Χ b3 = 44,17 S b3 = 2,08 Χ a1 = 42,76 S a1 = 4,43 Χ a 2 = 43,52 S a2 = 3,16 Χ a 3 = 42,82 S a2 = 2,75 Por otra parte, las puntuaciones en depresión en función del número de enfermedades asociadas y tipo de apnea, nos indican que en el intervalo de enfermedades entre 0 y 1, la puntuación mayor obtenida en el HARD son los diagnosticados de apnea mixta, con una media de 45,25; a continuación, los de apnea central, con una media de 42, 89, y obstructiva (media = 42,41). A su vez, 206 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados los sujetos que poseen entre 2 y 3 enfermedades y evaluados de apnea central, presentan una depresión mayor ( Χ = 44,73 ) que los sujetos con apnea mixta ( Χ = 44,69 ) y apnea obstructiva ( Χ = 43,08 ). Finalmente, los sujetos con más de 4 enfermedades asociadas, registran una mayor puntuación en depresión en el grupo de apnea obstructiva (media = 42,89), secundados por los diagnosticados de apnea mixta, con una media de 42,17, y apnea central ( Χ = 42,57 ). El Análisis de Varianza (tabla 15), nos pone de manifiesto que la variable enfermedades asociadas (F= 1,40; p= .249), el tipo de apnea, con una F= 1,61 y una probabilidad asociada de .203, y la interacción de enfermedades asociadas x tipo de apnea (F= .868; p= .459), no son fuentes significativas de variación con respecto a la depresión. Tabla 15 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓNDE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 31.57 36.26 29.32 gl 1710.49 300319.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 15.78 18.13 9.77 F Sig. 1.40 1.61 .868 .249 .203 .459 11.25 4.1.2.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal. En cuanto a los resultados generales (tabla 16), se observa que las puntuaciones más altas en depresión (HARD) se exhiben tanto en los bebedores como los fumadores, con una media de 43,46 y 43,46, respectivamente, siendo el grupo de sujetos que no presentan toxicidad los que registran puntuaciones inferiores ( Χ = 43,05 ). Por otro lado, los que duermen de cúbito supino lateral derecho presentan una media mayor en depresión (media = 43,55) con respecto al grupo de pacientes que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (media = 43,48), los que descansan de cúbito supino (media = 43,13) y los que adoptan una posición prono durante el sueño ( Χ = 42,90 ) 207 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 16 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 43,50 S = 3,56 Χ = 42,83 S = 2,32 Χ = 42,74 S = 5,12 Χ b1 = 42,90 S b1 = 4,34 Cúbito Supino (b2) Χ = 43,07 S = 2,46 Χ = 43,64 S = 2,49 Χ = 42,62 S = 3,51 Χ b 2 = 43,13 S b 2 = 2,95 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 42,75 S = 4,40 Χ = 43,33 S = 3,08 Χ = 44,09 S = 2,17 Χ b3 = 43,48 S b3 = 3,15 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 43,50 S = 3,54 Χ = 43,00 S = 2,71 Χ = 43,71 S = 4,29 Χ b 4 = 43,55 S b 4 = 3,80 Χ a1 = 43,46 S a1 = 2,50 Χ a 2 = 43,46 S a2 = 2,49 Χ a 3 = 43,05 S a3 = 3,93 Por otra parte, en el grupo de sujetos con una toxicidad del tipo bebedores ocasionales, se constata que sus puntuaciones son mayores e iguales en el tipo de posición corporal tanto de cúbito supino lateral derecho como posición prono, registrándose una media de 43,50, respectivamente. Con una media 43,07, se muestran los bebedores durmiendo en posición de cúbito supino y los que menor puntación han obtenido en depresión, son los bebedores durmientes en posición de cúbito supino lateral izquierda, con una media de 42,75. Mismamente, en el grupo de fumadores, los que duermen de cúbito supino obtienen mayores puntuaciones en la escala de depresión de Hamilton, con una media de 43,64, seguido de los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (media de 43,33), los que adoptan una posición de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 43,00 ) y los que duermen en posición prono, con una media de 42,83. En el grupo que no presentan ninguna 208 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados toxicidad, los que mayor puntúan en HARD son los del grupo cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 44,09 ), a continuación, los que duermen de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 43,71 ), los que descansan en la posición prono ( Χ = 42,74 ) y los que reposan de cúbito supino con las menores puntuaciones ( Χ = 42,62 ). El Análisis de Varianza ANOVA 3 x 3 (tabla 17), nos indica que la variable toxicidad (F= .008; p= .992), la posición corporal (F= .070; p= .914) y la interacción de las variables toxicidad x posición corporal (F= .341; p= .914), no son fuentes significativas de variación con respecto a la depresión. Tabla 17 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DEPRESIÓN (HARD) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados .20 2.52 24.44 1768.38 300319.00 gl 2 3 6 148 160 Media cuadrática .10 .84 4.07 11.49 F Sig. .008 .070 .341 .992 .976 .914 4.1.3. ESCALA MINI EXAMEN COGNOSCITIVO DE LOBO (MEC). Al igual que en los apartados anteriores y siguiendo el mismo esquema de análisis, se exponen a continuación las puntuaciones obtenidas en función de las variables analizadas. En este apartado estudiaremos los resultados obtenidos en la Escala Mini Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC). 4.1.3.1. Atendiendo al Sexo y Edad. Atendiendo a las puntuaciones generales (Tabla 18), se constata que los hombres (15,12) presentan un deterioro cognitivo mayor que las mujeres (12,83). A su vez, el grupo de edad de más de 70 años muestra la media más alta (19,77) en relación a los sujetos del intervalo de edad de 60 y 69 años, con una media de 13,26 y los de menos de 59 años, con una media de 12,50. Por otra parte, en el grupo de mujeres incluidas en el intervalo de edad de más de 70 años ( Χ = 17,73 ) presentan las puntuaciones más altas, seguidas por el 209 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados grupo de menos de 59 años (12,36), siendo las mujeres de entre 60 y 69 años las que registran una media inferior (11,63) en deterioro cognitivo. En cuanto a los hombres, al igual que en las mujeres, es el grupo de mayores de 70 años los que revelan puntuaciones mayores, con una media de 21,27, a continuación los que están en el intervalo de 60 y 69 ( Χ = 14,78 ) y, por último, los de menos de 59, con una media de 12,67. Tabla 18 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 12,36 S = 4,00 Χ = 12,67 S = 4,18 Χ b1 = 12,50 S b1 = 4,06 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 11,63 S = 3,46 Χ = 14,78 S = 5,28 Χ b 2 = 13,26 S b 2 = 4,73 Más de 70 años (b3) Χ = 17,73 S = 5,97 Χ = 21,27 S = 4,06 Χ b3 = 19,77 S b3 = 5,16 Χ a1 = 12,83 S a1 = 4,54 Χ a 2 = 15,12 S a2 = 5,54 En la tabla 19 se exponen los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), observando que la variable sexo, con una F=9,14 y una probabilidad asociada de .003, es fuente de variación significativa, siendo los hombres los que exhiben un deterioro cognitivo mayor y significativo respecto a las mujeres. Asimismo, la variable edad se muestra como fuente significativa (F= 24,99; p= .000), apreciándose que las diferencias significativas en las pruebas a posteriori se presentan entre la “de 60 y 69” y más de 70 años”, y “menos de 59 años y más de 70 años”. Finalmente, la interacción sexo x edad (F= 2,24 y un 210 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados nivel crítico =.109) no es fuente significativa de variación en el deterioro cognitivo. Tabla 19 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 175.92 962.51 86.45 2965.86 35510.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 175.92 481.25 43.22 19.26 F Sig. 9.14 24.99 2.24 .003 .000 .109 4.1.3.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. En el conjunto de las puntuaciones globales (tabla 20), se pone de manifiesto que los solteros/as (14,04) puntúan más alto en deterioro cognitivo que los casados/as, con una media de 13,96. En la variable ocupación, son los pensionistas los que muestran las mayores puntuaciones (15,68), seguidos por los laborales (13,50) y las amas de casa, con una media de 12,56. Tabla 20 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) Casado/a Soltero/a (a1) (a2) OCUPACIÓN (B) Laboral (b1) Χ = 13,50 S = 4,82 Χ = 17,60 S = 5,77 Χ b1 = 13,89 S b1 = 5,00 Ama de casa (b2) Χ = 12,76 S = 4,71 Χ = 11,83 S = 4,43 Χ b 2 = 12,56 S b 2 = 4,62 Pensionista (b3) Χ = 15,74 S = 5,56 Χ = 15,29 S = 5,74 Χ b3 = 15,68 S b3 = 5,53 Χ a1 = 13,96 S a1 = 5,15 Χ a 2 = 14,04 S a2 = 5,43 211 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Por otra parte, se verifica que los sujetos casados/as obtienen mayores puntuaciones en el grupo de ocupación pensionistas, con una media de 15,74, a continuación, el nivel de laborales ( Χ = 13,50 ), siendo el grupo de amas de casa las que registran una menor puntuación en deterioro cognitivo, con una media de 12,76. En cuanto al grupo solteros/as, se constata que los que más puntúan son los laborales, con una media de 17,60, seguidamente los pensionistas (15,29) y las amas de casa, con una media de 11,83. El Análisis de Varianza 2 x 3 (tabla 21), nos indica que la variable ocupación es fuente significativa de variación (F= 4,11; p= .018), constatando, a través de las pruebas a posteriori, dichas diferencias significativas se presentan, exclusivamente, entre “ama de casa y pensionista”. Sin embargo, la variable estado civil (F= .590; p= .443) y la interacción estado civil x ocupación (F= 1,63; p= .199) no son fuente de variación significativa en relación al deterioro cognitivo. Tabla 21 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrado s 15.01 209.01 82.95 3916.79 35510.00 gl Media cuadrática F Sig. 1 2 2 154 160 15.01 104.51 41.74 25.43 .590 4.11 1.63 .443 .018 .199 4.1.3.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. Los resultados generales presentados en la tabla 22, nos revelan la puntuación más alta en MEC se presenta en los sujetos que refieren un número de enfermedades correspondientes al intervalo establecido entre 2 y 3, con una media de 14,91; después, el grupo con más de 4 enfermedades asociadas, que puntúan con una media de 13,15, y, por último, los sujetos entre 0 y 1, que registran una media de 12,45. Por otro lado, en relación al tipo de apnea, los datos obtenidos nos ponen de manifiesto que el grupo de apnea obstructiva ostentan la media más alta (media = 14,32); en segundo lugar, se encuentran se ubican los pacientes con 212 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados apneas mixtas, con una media de 13,13, y, por último, la puntuación más baja en deterioro cognitivo corresponde al grupo de los apnea central, con una media de 12,53. Tabla 22 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 12,55 S = 4,83 Χ = 15,33 S = 5,41 Χ = 13,86 S = 5,41 Χ a1 = 14,32 S a1 = 5,36 Central (b2) Χ = 12,25 S = 3.91 Χ = 13,09 S = 5,24 Χ = 11,00 S = 3,37 Χ a 2 = 12,53 S a 2 = 4,79 Mixta (b3) Χ = 11,75 S = 2,99 Χ = 14,38 S = 4,70 Χ = 11,57 S = 3,82 Χ a 3 = 13,13 S a 3 = 4,30 Χ a1 = 12,45 S a1 = 4,61 Χ a 2 = 14,91 S a2 = 5,29 Χ a 3 = 13,15 S a3 = 5,03 En cuanto a las puntuaciones en deterioro cognitivo en función del número de enfermedades asociadas y tipo de apnea, nos indican que en el intervalo de enfermedades entre 0 y 1, la puntuación mayor obtenida en MEC son los diagnosticados de apnea obstructiva, con una media de 12,55, y después el grupo de sujetos con apnea central ( Χ = 12,25 ) y apnea mixta ( Χ = 11,75 ). A su vez, los sujetos que poseen entre 2 y 3 enfermedades y evaluados de apnea obstructiva, presentan un deterioro cognitivo mayor ( Χ = 15,33 ) que los sujetos con apnea mixta ( Χ = 14,38 ) y apnea central ( Χ = 13,09 ). Finalmente, los sujetos con más de 4 enfermedades asociadas, muestran una mayor puntuación en el tipo de apnea obstructiva ( Χ = 13,86 ) en relación a las mixtas ( Χ = 11,57 ) y centrales 213 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados ( Χ = 11,00 ). El Análisis de Varianza, ANOVA 3 x 3, (tabla 23), nos indica que enfermedades asociadas, con una F= 2,02 y una probabilidad asociada = .136, el tipo de apnea (F= 1,36; p= .258) y la interacción entre enfermedades asociadas x tipo de apnea (F=.102; p=.959), no son fuentes significativas de variación en relación al deterioro cognitivo. Tabla 23 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 105.96 71.51 8.03 gl 3979.16 35510.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 52.98 35.76 2.68 F Sig. 2.02 1.36 .102 .136 .258 .959 26.18 4.1.3.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal. En la tabla 24 se exponen los resultados globales obtenidos en cuanto a la variable toxicidad y tipo de posición corporal. En la misma se puede observar que tanto los bebedores (media = 14,30) como los fumadores (media = 14,21)), son los dos grupos de pacientes que obtienen la media más alta en deterioro cognitivo, siendo el grupo de sujetos que no presentan toxicidad los que registran puntuaciones inferiores ( Χ = 13,69 ). En cuanto a la variable tipo de posición corporal durante el sueño, se constata que el grupo de pacientes que duermen de cúbito supino lateral izquierdo son lo que mayor puntuación obtienen (media 15,32), a continuación, los que duermen en una postura de prono (media = 14,42), los que descansan de cúbito supino lateral derecho (media = 13,80)) y los que duermen de cúbito supino lateral derecho, con una media de 13,80. Por otra parte, los sujetos bebedores que duermen en posición prono muestran las medias más altas en deterioro cognitivo (media = 15,50), seguidos de los que duermen de cúbito supino ( Χ = 14,64 ), los que descansan de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 13,38 ) y los que reposan de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 12,00 ).En cuanto a los fumadores, se pone de manifiesto que los 214 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran una mayor media ( Χ = 16,00 ) que los que adoptan una posición de prono (media = 15.83, los que descansan en posición de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 13,81 ) y los que reposan en la posición de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 12,75 ). Por último, los que no presentan ninguna toxicidad, los sujetos de posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo exhiben la media más alta en deterioro cognitivo (media = 16,36), a continuación, el grupo de sujetos que duermen de cúbito supino lateral derecho, con una media de 14,36, los pacientes que adoptan una posición prono ( Χ = 13,63 ), y, por último, los que reposan en la posición corporal de cúbito supino, con una media de 12,59. Tabla 24 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 15,50 S = 5,09 Χ = 15,83 S = 4,83 Χ = 13,63 S = 4,87 Χ b1 = 14,42 S b1 = 4,84 Cúbito Supino (b2) Χ = 14,64 S = 5,64 Χ = 13,81 S = 4,93 Χ = 12,59 S = 4,41 Χ b 2 = 13,45 S b 2 = 4,86 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 13,38 S = 5,50 Χ = 16,00 S = 7,43 Χ = 16,36 S = 6,47 Χ b 3 = 15,32 S b3 = 6,30 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 12,00 S = 2,83 Χ = 12,75 S = 6,18 Χ = 14,36 S = 5,79 Χ b 4 = 13,80 S b 4 = 5,49 Χ a1 = 14,30 Χ a 2 = 14,21 Χ a 3 = 13,69 S a3 = 5,16 S a1 = 5,22 S a2 = 5,26 215 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Atendiendo a la tabla 25, en donde se exponen los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 3), se observa la variable toxicidad (F= .104; p=.901), la posición corporal, con una F= .900 y una probabilidad asociada = .443, y la interacción entre toxicidad x posición corporal (F= .747; p=.612), no son fuentes significativas de variación en relación al deterioro cognitivo. Tabla 25 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL DETERIORO COGNITIVO (MEC) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 5.70 73.79 122.61 4046.23 35510.00 gl 2 3 6 148 160 Media F cuadrática 2.85 .104 24.60 .900 20.43 .747 27.34 Sig. .901 .443 .612 4.2. RELACIONADOS CON VARIABLES FISIOLÓGICAS. El mundo de los sueños no es una nebulosa que se queda en nuestro interior al cerrar los ojos. Aunque no es un proceso simple, hoy podemos conocer más de él gracias a la Polisomnografía (PSG). En este apartado nos centramos en el análisis descriptivo e inferencial de la polisomnografía atendiendo a los parámetros fisiológicos de somnolencia diurna, número de arousales, desaturación media e índice de apnea/hipopnea, exponiendo los rendimientos obtenidos de las variables analizadas. 4.2.1. ESCALA DE SOMNOLENCIA DIURNA DE EPWORTH (ESE). A continuación, se exponen las puntuaciones obtenidas en la Escala de somnolencia diurna de Epworth (ESE) en función de las variables analizadas. 4.2.1.1. En función del Sexo y Edad. En la tabla 26, se presentan los resultados de las medias y desviaciones típicas de la Somnolencia en función de sexo y edad. En cuanto al sexo, las hombres obtienen una puntación ligeramente mayor que las mujeres, con una 216 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados media de 22.64 y 21.73, respectivamente. Atendiendo a la edad, se observa que los sujetos entre 60 y 69 años son los que puntúan más alto en la ESE (media= 22.42), seguidos muy de cerca por los de menos de 59 (media= 22.36), y, por último, los sujetos que obtienen puntuaciones más bajas son los de más de 70 años (media= 22.15). En general, los sujetos que obtienen una mayor puntuación en Somnolencia son los hombres menores de 59 años (media= 22.82), seguidos muy de cerca por el rango de más de 70 años y entre 60 y 69, con una media de 22.53 y 22.47, respectivamente. Por el contrario, los sujetos que obtienen una menor puntuación, son las mujeres que se encuentran en el intervalo entre 60 y 69 años (media= 22.30) en la escala de Epworth, seguidas por el grupo de pacientes cuyas edades son menores de 59 años (media= 21.97), y, por último, las mujeres mayores de 70 años (media= 21.73). Tabla 26 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 21,97 S = 1,69 Χ = 22,82 S = 1,49 Χ b1 = 22,36 S b1 = 1,64 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 22,30 S = 1,53 Χ = 22,53 S = 1,48 Χ b 2 = 22,42 S b 2 = 1,50 Más de 70 años (b3) Χ = 21,73 S = 1,55 Χ = 22,47 S = 1,64 Χ b3 = 22,15 S b3 = 1,61 Χ a1 = 22,06 S a1 = 1,61 Χ a 2 = 22,64 S a2 = 1,50 217 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tal y como se puede observar en la tabla 27, el Análisis de Varianza 2 x 3, pone de manifiesto que la variable sexo es fuente significativa de variación al obtener una F= 4.82, la cual aparece acompañado de su correspondiente nivel crítico o nivel de significación observado =.030, siendo los hombres los que presentan una mayor y significativa somnolencia con respecto a las mujeres. A su vez, la variable edad no es fuente significativa de variación con F=.42 y una probabilidad asociada = .661. Tampoco es fuente significativa de variación la interacción entre sexo y edad (F=.70; p= .514). Tabla 27 ANÁLISIS DE VARIANZA DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 11.84 2.04 3.29 378.07 80320.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 11.84 1.02 1.64 2.45 F Sig. 4.82 .42 .70 .030 .661 .514 4.2.1.2. En función del Estado Civil y Ocupación. Atendiendo al estado civil (tabla 28), el grupo de casado/a supera ligeramente (media= 22.36) al soltero/a (media= 22.29) en la escala de Epworth. En relación a la ocupación, la categoría laboral (media= 22.55) y pensionista (media= 22.54), ofrecen valoraciones muy similares en somnolencia, aunque son ligeramente superiores a las obtenidas en el grupo de ocupación de ama de casa (media= 22.00). Por otra parte, combinando las variables estado civil y ocupación, dentro del grupo casado/a son los pensionistas los que registran mayor puntuación (media= 22.58), seguidos por el laboral y ama de casa con unas medias de 22.54 y 21.96, respectivamente. Por lo que respecta al grupo soltero/a, es la categoría laboral donde puntúan más alto con una media de 22.60, seguido por los pensionistas (media= 22.29) y las amas de casa (media= 22.17). 218 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 28 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 22,54 S = 1,64 Χ = 22,60 S = 1,67 Χ b1 = 22,55 S b1 = 1,62 Ama de casa (b2) Χ = 21,96 S = 1,50 Χ = 22,17 S = 1,59 Χ b 2 = 22,00 S b 2 = 1,51 Pensionista (b3) Χ = 22,58 S = 1,59 Χ = 22,29 S = 1,50 Χ b3 = 22,54 S b3 = 1,57 Χ a1 = 22,36 S a1 = 1,60 Χ a 2 = 22,29 S a2 = 1,51 En la tabla 29, el ANOVA 2 x 3, revela que el estado civil (F=.01; p= .243) la ocupación (F=.78; p= .459) y la interacción estado civil x ocupación (F=.827; p= .827), no son fuentes significativas de variación en relación a la Somnolencia Tabla 29 ANÁLISIS DE VARIANZA DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados .10 3.91 .95 384.59 80320.00 219 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática .10 1.96 .48 2.50 F Sig. .01 .78 .19 .243 .459 .827 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.2.1.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. Analizando la tabla 30, se pone de manifiesto que dentro del grupo de sujetos que tienen entre 2 y 3 enfermedades, presentan una puntuación más elevada en el ESE (media= 22.48) que los que tienen entre 0 y 1(media= 22.27) y más de 4 enfermedades (media= 22.13). En cuanto al tipo de apnea, los sujetos más somnolientos durante el día son los de la categoría mixta (media= 23.83), seguidos por los clasificados de apnea obstructiva (media= 22.28) y los centrales (media= 22.13). Cabe destacar que las valoraciones globales han sido muy semejantes, apreciándose muy poca diferencia en puntuación en la Escala de Somnolencia en cada una de las variables. Tabla 30 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 22,17 S = 1,71 Χ = 22,52 S = 1,39 Χ = 21,86 S = 1,82 Χ b1 = 22,28 S b1 = 1,59 Central (b2) Χ = 22,21 S = 1,82 Χ = 22,00 S = 1,26 Χ = 22,50 S = 2,38 Χ b 2 = 22,13 S b 2 = 1,55 Mixta (b3) Χ = 23,00 S = ,81 Χ = 22,69 S = 1,75 Χ = 23,00 S = 1,53 Χ b3 = 22,83 S b3 = 1,52 Χ a1 = 22,27 S a1 = 1,64 Χ a 2 = 22,48 S a2 = 1,43 Χ a 3 = 22,13 S a2 = 1,84 220 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En general, combinando las variables enfermedades asociadas y tipo de apnea, se observa entre los sujetos de 0 y 1 enfermedades asociadas que los apneicos mixtos (media= 23.00) presentan mayores puntuaciones en la ESE, a continuación los centrales (media= 22.21), y, por último, los diagnosticados de obstructiva (media= 22.17). En el grupo de sujetos circunscritos a la categoría de enfermedades asociadas entre 2 y 3, se muestran que los apneicos mixtos obtienen una media de 22,69, seguidos por los obstructivos (media= 22.52) y los centrales (media= 22.00). En cuanto a los sujetos que presentan más de 4 enfermedades asociadas, la categorías de apnea mixta obtiene la valoración más alta (media= 23.00), siendo la más baja en el grupo de pacientes obstructivos (media= 21.86) y situándose en una posición intermedia los diagnosticados en la categoría central (media= 22.50). El Análisis de Varianza 3 x 3 (tabla 31), nos pone de manifiesto que ni la enfermedades asociadas, ni el tipo de apnea son fuente significativa de variación (F= .02; p= .980) y (F= 1.68; p= .189). Tampoco, la interacción entre las variables enfermedades asociadas x tipo de apnea es significativa al mostrar un F= .834 y una probabilidad asociada de .478. Tabla 31 ANÁLISIS DE VARIANZA DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados .10 8.41 6.24 gl 379.32 80320.00 152 160 221 2 2 3 Media cuadrática .05 4.20 2.08 2.50 F Sig. .02 1.68 .83 .980 .189 .478 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.2.1.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal. En cuanto a la toxicidad (tabla 32), se muestra que los Fumadores registran mayor puntuación en ESE, con una media de 23,30, en segundo lugar los que no presentan ninguna toxicidad (media= 22.14), y, por último, los bebedores (media= 22.12). Tanto los fumadores como los que no consumen ninguna sustancia presenta medias muy igualadas. En relación a la posición corporal, se observan unos registros superiores en los que duermen de cúbito supino lateral derecho, con una media de 22,70; a continuación los que duermen de cúbito supino, con una media de 22,39, seguidos de los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (media= 22.20), para finalizar con el grupo de la categoría en posición prono, con una media de 22,13. Analizando la somnolencia diurna en relación a la toxicidad y posición corporal, se detecta que el grupo de bebedores obtiene la media más alta (23.71) en la categoría de posición corporal de cúbito supino; a continuación, los bebedores que adoptan durante el sueño una posición de prono (media= 23.17), los de cúbito supino lateral derecho (media= 23.00), y, por último, se localizan a los que menores valoraciones han obtenido en cuanto a somnolencia, es decir a los que duermen en posición cúbito supino lateral izquierdo (media= 22.75). A su vez, en la categoría de fumadores se pone de manifiesto una media superior en la posición corporal de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 23,25 ) y el grupo de sujetos que menores puntuaciones registran en ESE ( Χ = 22,00 ), son los pacientes que duermen en posición prono. Los que adoptan una postura de cúbito supino ( Χ = 21,94 ) y de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 22,50 ), se localizan en posiciones intermedias. 222 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 32 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 23,17 S = ,98 Χ = 22,00 S = 2,00 Χ = 21,84 S = 1,50 Χ b1 = 22,13 S b1 = 1,56 Cúbito Supino (b2) Χ = 23,71 S = ,61 Χ = 21,94 S = 1,65 Χ = 22,32 S = 1,49 Χ b 2 = 22,39 S b 2 = 1,57 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 22,75 S = 1,28 Χ = 22,50 S = 1,37 Χ = 21,64 S = 1,86 Χ b3 = 22,20 S b3 = 1,60 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 23,00 S = 1,41 Χ = 23,25 S = 1,50 Χ = 22,50 S = 1,74 Χ b 4 = 22,70 S b 4 = 1,62 Χ a1 = 23,30 S a1 = ,99 Χ a 2 = 22,12 S a2 = 1,65 Χ a 3 = 22,14 S a3 = 1,59 Finalmente, el grupo de pacientes que presentan “ninguna” toxicidad, exhiben una mayor puntuación ( Χ = 22,50 ) en la misma posición durante el sueño que el grupo de fumadores, es decir en cúbito supino lateral derecho, a continuación los que duermen de cúbito supino ( Χ = 22,32 ), en posición prono ( Χ = 21,84 ), y con menor puntuación en la escala de somnolencia diurna, los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 21,64 ). En la tabla 33 se muestra el Análisis de Varianza (Anova 3 x 4), en donde se constata que sólo la variable toxicidad es fuente significativa de variación (F= 3.70; p= .027). Dado que la toxicidad es fuente significativa de variación y tiene tres niveles, se llevan a cabo las pruebas a posteriori para ver entre qué grupos se 223 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados dan estas diferencias, observándose que son entre el grupo de “bebedor y fumador”, “bebedor y ninguna toxicidad”. Tabla 33 ANÁLISIS DE VARIANZA DE SOMNOLENCIA (ESE) EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 17.16 4.92 11.13 343.34 80320.00 gl 2 3 6 148 160 Media F cuadrática 8.58 3.70 1.64 .71 1.85 .80 2.32 Sig. .027 .550 .572 Por otro lado, no se encuentran diferencias en función de la posición corporal (F= .71; p= .550) y en la interacción entre las variables toxicidad x posición corporal (F= .80; p= .572). 4.2.2. NÚMERO DE AROUSALES Se muestran los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial del número de arousales extraídos de la Polisomnografía. 4.2.2.1. Atendiendo al Sexo y Edad. Las medias obtenidas en términos globales (tabla 34) nos indican que los hombres presentan un mayor número de aurorales (44,79) que las mujeres (40,55). En la variable edad, los que se encuentran en el rango de más de 70 años reseñan una puntuación mayor (43,77) en relación al grupo de menos de 59 años (42,90) y el que tiene entre 60 y 69 años (41,94). 224 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 34 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE AROUSALES EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 39,95 S = 7,98 Χ = 46,39 S = 10,12 Χ b1 = 42,90 S b1 = 9,52 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 40,93 S = 6,31 Χ = 42,88 S = 6,44 Χ b 2 = 41,94 S b 2 = 6,40 Más de 70 años (b3) Χ = 41,64 S = 4,39 Χ = 45,33 S = 7,45 Χ b 3 = 43,77 S b3 = 6,50 Χ a1 = 40,55 S a1 = 6,93 Χ a 2 = 44,79 S a2 = 8,38 Por otra parte, se constata que las mujeres mayores de 70 años presentan una valoración superior (media = 41,64) que las que se encuentra en el intervalo entre 60 y 69 años (media = 40,93) y las de menos de menos de 59 años, obteniendo las puntuaciones más bajas en la Polisomnografía/número de aurosales, con una media de 39,95. En cuanto a los hombres, los de menos de 59 años (media = 46,39) muestra una puntuación mayor en número de arousales en relación a los de más de 70 años (media = 45,33) y los que se encuentran entre 60 y 69 años (media = 42,88). El Análisis de Varianza (ANOVA 2 X 3) de la tabla 35, nos indica que la variable sexo (F= 8,88; p= .003) es fuente significativa de variación, presentando los hombres un mayor y significativo número de aurosales con respecto a las mujeres . A su vez, la edad (F= .597; p= .552 ) y la interacción entre sexo x edad (F= 1,44; p= .239 ), no producen una variación significativa de número de aurosales. 225 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 35 ANÁLISIS DE VARIANZA DE AROUSALES EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. 525.06 70.63 170.58 9105.02 301361.00 1 2 2 154 160 525.06 35.31 85.29 54.12 8.88 .597 1.44 .003 .552 .239 4.2.2.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. Las puntuaciones globales en estas variables (tabla 36), ponen de manifiesto que los solteros obtienen una valoración mayor (43,25) en los arousales que los casados (42,57). Los sujetos, según el criterio de agrupación en la variable ocupación, registran una media superior en los pensionistas (44,32) en relación a los laborales (43,42) y amas de casa (40,52). Atendiendo al grupo de sujetos cuyo estado civil es casado, se observa cómo las mayores puntuaciones en número de arousales se muestran en el grupo de pensionistas, con una media de 44,16, seguido de los laborales (media = 43,19) y el grupo de amas de casa, con una media de 40,38. En relación a los solteros, se manifiesta que los sujetos del grupo de ocupación laborales exhibe unas puntuaciones ligeramente más altas (45,60) que los pensionistas ( Χ = 45,29 ) y las amas de casa, con una media de 41,08. 226 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 36 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE AROUSALES EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 43,19 S = 8,07 Χ = 45,60 S = 12,60 Χ b1 = 43,42 S b1 = 8,47 Ama de casa (b2) Χ = 40,38 S = 7,61 Χ = 41,08 S = 8,33 Χ b 2 = 40,53 S b 2 = 7,70 Pensionista (b3) Χ = 44,16 S = 7,71 Χ = 45,29 S = 3,77 Χ b 3 = 44,32 S b3 = 7,27 Χ a1 = 42,57 S a1 = 7,91 Χ a 2 = 43,25 S a2 = 8,33 A la vista de los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3) expuestos en la tabla 37, se advierte que la variable ocupación es fuente significativa de variación (F= 2,39; p= .042). Al presentar tres niveles, y con el propósito de conocer entre que grupos se manifiestan las diferencias significativas, se llevan a cabo las pruebas a posteriori, detectando que se dan, únicamente, entre “ama de casa y pensionista”. Tabla 37 ANÁLISIS DE VARIANZA DE AROUSALES EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total 36.52 297.33 9.00 9595.30 301361.00 1 2 2 154 160 36.52 148.66 4.05 62.31 .586 2.39 .072 .445 .042 .930 227 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Así mismo, el estado civil, con una F= .586 y una probabilidad asociada = .445, y la interacción de estado civil y ocupación (F= .072; p = .930), no producen variación significativa en el número de arousales. 4.2.2.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En las puntuaciones globales (tabla 38), se constata que los sujetos con 2 y 3 enfermedades asociadas exponen las medias más elevadas (44,09), seguidos de os que tienen entre 0 y 1 enfermedades (43,00) y los que presentan más de 4 (39,18). En el tipo de apnea, se comprueba cierta superioridad de los pacientes con apnea de tipo mixto ( Χ = 39,43 ), seguida de los de apnea obstructiva ( Χ = 39,21 ) y apnea central ( Χ = 39,21 ). Tabla 38 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE AROUSALES EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Χ = 41,48 S = 7,12 Χ = 43,44 S = 6,87 Χ = 39,21 S = 4,83 Χ b1 = 42,00 Central (b2) Χ = 45,83 S = 8.56 Χ = 44,73 S = 11,63 Χ = 39,21 S = 4,65 Χ b 2 = 43,07 Mixta (b3) Χ = 54,00 S = 11.81 Χ = 46,77 S = 7,88 Χ = 39,43 S = 6,45 Χ b 3 = 45,83 Χ a1 = 43.00 Χ a 2 = 44,09 Χ a 3 = 39,18 S a1 = 10.09 S a2 = 7,72 S a2 = 6,69 Obstructiva (b1) S b1 = 6,70 S b 2 = 10,46 S b 3 = 9,15 Por otra parte, los sujetos con 0 y 1 enfermedades asociadas, muestran una media mucho más alta en los diagnosticados de apnea mixta (54,00). Los que 228 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados menos valoración obtienen en el número de arosuales, son los del tipo de apnea obstructiva ( Χ = 41,48 ), y, en una posición intermedia, encontramos al grupo de sujetos con una apnea (media = 45,83). A su vez, los sujetos agrupados entre 2 y 3 enfermedades asociadas revelan, al igual que la categoría anterior, mayores valoraciones en número de arousales en la apnea mixta ( Χ = 46,77 ), seguido de los apneicos centrales ( Χ = 44,73 ) y obstructivos ( Χ = 43,44 ). Por último, los de más de 4 enfermedades, expresan una mayor puntuación en el tipo de apnea mixta (39,43), le siguen los diagnosticados de apnea obstructiva, con unas puntuaciones muy iguales ( Χ = 39,21 ), y, con la media más baja, se ubican los de apnea central (38,50). En el ANOVA 3 x 3 (tabla 39), se pone de manifiesto que la variable enfermedades asociadas presenta una F=6,90 y una probabilidad asociada = .001, lo que nos indica que es fuente significativa de variación en el número de arousales. Estas diferencias se detectan, en el análisis a posteriori, entre “2 y 3 y más de 4”. Asimismo, la variable tipo de apnea (F=4,08; p = .019), produce variación significativa en la Polisomnografía/número de aurosales, comprobando a través de las pruebas a posteriori que las diferencias significativas se encuentra entre “obstructiva y mixta”. Finalmente, la interacción enfermedades asociadas x tipo de apnea, con una F= 2.00 y valor de nivel crítico = .116, no es fuente significativa de variación. Tabla 39 ANÁLISIS DE VARIANZA DE AROUSALES EN FUNCION DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total 792.60 468.28 344.78 2 2 3 396.30 234.14 114.93 6.90 4.08 2.00 .001 .019 .116 8726.91 301361.00 152 160 57.41 229 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.2.2.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal. A la vista de los resultados globales ofrecidos en la tabla 40, se puede constatar que tanto los fumadores (media = 43,87) como los bebedores (media = 43,83) obtienen las mayores valoraciones en el número de arousales en relación a los de ninguna toxicidad (media = 41,42). En la posición corporal, los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran medias más altas (media = 44,28) que los que duermen de cúbito supino lateral derecho, con una media de 42,90, los dormitan de cúbito supino (media =42,81) y los que adoptan la posición durante el sueño de prono ( Χ b1 = 40,84 ). Tabla 40 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE AROUSALES EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 43,50 S = 6,19 Χ = 43,17 S = 5,27 Χ = 39,26 S = 5,13 Χ b1 = 40,84 Cúbito Supino (b2) Χ = 44,14 S = 6,56 Χ = 43,00 S = 8,07 Χ = 42,06 S = 7,89 Χ b 2 = 42,81 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 43,38 S = 6,21 Χ = 43,67 S = 11,41 Χ = 45,27 S = 12,00 Χ b 3 = 44,28 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 44,50 S = 7,78 Χ = 53,00 S = 16,08 Χ = 39,79 S = 4,44 Χ b 4 = 42,90 S b1 = 5,56 S b 2 = 7,71 S b 3 = 9,96 S b 4 = 9,23 Χ a1 = 43,83 Χ a 2 = 43,87 Χ a 3 = 41,42 S a1 = 6,12 S a2 = 9,09 S a3 = 7,67 Por su parte, los sujetos bebedores que duermen en posición de cúbito supino lateral derecho, exponen las mayores puntuaciones en Polisomnografía/ 230 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados número de arousales (44,50) con una ligera diferencia en relación a los que duermen de cúbito supino (44,14), y, con puntuaciones inferiores se encuentran, los yacen en la posición prono (43,50) y de cúbito supino lateral izquierdo (43,38). En cuanto a los fumadores, al igual que los bebedores ocasionales, se observa que los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran una media superior ( Χ = 53,00 ) que el resto de los grupos de distintas posiciones corporales durante la etapa del sueño: los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (43,67), los que descansan en posición prono ( Χ = 43,17 ) y los que adoptan la posición de cúbito supino ( Χ = 43,00 ). Finalmente, el grupo de sujetos que no manifiestan ninguna toxicidad, presentan mayores puntuaciones en arousales en la posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo (45,27), seguido los de cúbito supino (42,06), los que adoptan una posición de cúbito supino lateral derecho (39,79) y posición corporal prono (39,26). En la tabla 41, se expone el Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 4) en el que se constata que la toxicidad, con una F= 2,71 y probabilidad asociada = .050, es fuente significativa de variación. Las pruebas a posterori nos revelan que las diferencias significativas se muestran entre “bebedor y ninguna toxicidad”, “fumador y ninguna toxicidad”. Sin embargo, la variable posición corporal (F= .680; p= .565) y la interacción toxicidad x posición corporal (F= 1.43; p= .206), no presenta variación significativa en Polisomnografía/ número de arousales. Tabla 41 ANÁLISIS DE VARIANZA DE AROUSALES EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total 335.40 126.26 531.08 9153.86 301361.00 2 3 6 148 160 167.70 42.09 88.15 61.85 2.71 .680 1.43 .050 .565 .206 231 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.2.3. DESATURACIÓN MEDIA A continuación, se consideran los resultados del análisis descriptivo e inferencial obtenidos de la Polisomnografía en cuanto a desaturación media. 4.2.3.1. En función del Sexo y Edad. Atendiendo a los resultados generales y en relación al sexo (tabla 42), cabe destacar la predominancia de los hombres (62,99) sobre las mujeres (55,61) en desaturación media. En cuanto a la variable edad, los pacientes cuyas edades están comprendidas entre 60 y 69 años, exhiben una desaturación media más elevada (60,39) que los sujetos de más de 70 años (59,88) y los de menos de 59 años, con una media de 58,15. Tabla 42 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 54,31 S = 14,46 Χ = 62,70 S = 14,39 Χ b1 = 58,15 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 57,47 S = 12,44 Χ = 63,12 S = 13,65 Χ b 2 = 60,39 Más de 70 años (b3) Χ = 55,18 S = 11,23 Χ = 63,33 S = 17,39 Χ b 3 = 59,88 Χ a1 = 55,61 Χ a 2 = 62,99 S a1 = 13,25 S a2 = 14,51 S b1 = 14,93 S b 2 = 13,28 S b 3 = 15,38 A su vez, las mujeres cuyas edades se encuentran entre 60 y 69 años, puntúan ligeramente más alto ( Χ = 57,47 232 en la Polisomnografía/desaturación Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados media que el grupo de más de 70 años ( Χ = 55,18 ) y las de menos de 59, con una media de 54,31. Por su parte, los hombres de más de 70 años, muestran una valoración ligeramente mayor (63,33) en desaturación media en relación al grupo de 60 y 69 años (63,12) y más de 70 (62,70). Tal y como se puede observar en la tabla 43, el Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), pone de manifiesto que la variable sexo es fuente significativa de variación al obtener una F= 8.99 y una probabilidad asociada de = .003, mostrando los hombres una mayor y significativa desaturación media en relación a las mujeres. Así mismo, la edad, con F=.271 y una probabilidad asociada = .763, y la interacción sexo x edad (F= .171; p=. 843), no son fuentes significativa de variación en la Polisomnografía/desaturación media. Tabla 43 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. 1772.01 106.88 67.53 30333.21 595385.60 1 2 2 154 160 1772.01 53.44 33.77 196.97 8.99 .271 .171 .003 .763 .843 4.2.3.2. En función del Estado civil y Ocupación. En este punto vamos a conocer las valoraciones obtenidas en el registro fisiológico polisomnográfico atendiendo al parámetro de la desaturación media en función del estado civil y tipo de ocupación. Así, en las puntuaciones generales de las variables analizadas (tabla 44), cabe destacar que los casados (59,96) tienen una valoración más elevada que los solteros (55,58). En cuanto a la variable ocupación, son los pensionistas los que presentan la mayor puntuación en desaturación media, con una media de 64,28, a continuación la categoría de laboral (media = 57,60) y amas de casa (media =56,50. 233 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados A su vez, los sujetos casados cuya ocupación es la de pensionistas, registran una media más alta ( Χ = 65,39 ) que los laborales ( Χ = 58,69 ) y amas de casa, con una media de 56,11. Por su parte, los solteros que son ama de casa ( Χ = 58,00 ) muestran las puntuaciones mayores en relación a los pensionistas ( Χ = 57,43 ) y laborales ( Χ = 47,20 ). Tabla 44 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 58,69 S = 15,08 Χ = 47,20 S = 10,33 Χ b1 = 57,60 Ama de casa (b2) Χ = 56,11 S = 12,58 Χ = 58,00 S = 13,68 Χ b 2 = 56,50 Pensionista (b3) Χ = 65,39 S = 13,56 Χ = 57,43 S = 18,11 Χ b 3 = 64,28 Χ a1 = 59,96 Χ a 2 = 55,58 S a1 = 14,24 S a2 = 14,60 S b1 = 15,01 S b 2 = 12,72 S b 3 = 14,34 En la tabla 45 se exponen los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3). Se comprueba que la variable estado civil es fuente significativa de variación, con una F= 3.23 y una probabilidad asociada = .049, presentando los casados una valoración más alta y significativa en relación a los solteros. Por otro lado, la variable ocupación (F= 1.94; p=.147) y la interacción entre estado civil y ocupación (F= 1.75; p=.178), no producen variación significativa en Desaturación de oxígeno medio. 234 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 45 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total 626.48 751.68 676.93 29835.55 595385.60 1 2 2 154 160 626.48 375.84 338.47 193.74 3.23 1.94 1.75 .049 .147 .178 4.2.3.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En el análisis de los resultados globales (tabla 46), se constata que el grupo de sujetos entre 2 y 3 enfermedades muestran una posición ligeramente superior (59,98) en desaturación media que el resto de grupos: entre 0 y 1 enfermedades asociadas (58,91) y los de más de 4 (58,10). Según el tipo de apnea, se comprueba cierta superioridad de los pacientes con apnea obstructiva (media = 60,00), seguida de la mixta (media = 59,83) y central, con una media de 52,80. Por otra parte, el grupo que tiene entre 0 y 1 enfermedades asociadas, exhibe una mayor desaturación media en el tipo de apnea obstructiva (94,25), seguida de la apena central ( Χ = 59.10 ) y apnea mixta ( Χ = 50,75 ). En los sujetos con 2 y 3 enfermedades, se observa esta primacía en el grupo de pacientes con apnea obstructiva ( Χ = 60,83 ), con una pequeña diferencia los de apnea mixta ( Χ = 60,38 ), y, con mayor distancia los de apnea central ( Χ = 54,54 ). Por último, en los sujetos con más de 4 enfermedades asociadas, se constata puntuaciones altas en el tipo de apnea mixta ( Χ = 64,00 ) en relación con la obstructiva ( Χ = 58,07 ) y central ( Χ = 48,00 ). 235 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 46 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 60,03 S = 13,91 Χ = 60,83 S = 15,89 Χ = 58,07 Χ b1 = 60,00 S = 12,88 S b1 = 14,70 Central (b2) Χ = 59.10 S = 11.48 Χ = 54,54 S = 12,89 Χ = 48,00 Χ b 2 = 52,80 S = 8,08 S b 2 = 11,90 Mixta (b3) Χ = 50,75 S = 22,00 Χ = 60,38 S = 12,07 Χ = 64,00 Χ b 3 = 59,83 S = 8,22 S b3 = 13,29 Χ a1 = 58,91 S a1 = 14,97 Χ a 2 = 59,98 S a2 = 15,04 Χ a 3 = 58,10 S a2 = 12,28 El Análisis de Variancia, ANOVA 3 x 3, (tabla 47), nos pone de manifiesto que las enfermedades asociadas (F= 1.01;p= .366) y la combinación de enfermedades asociadas x tipo de apnea (F= .921; p= .432), no son fuentes significativas de variación. Sin embargo, se comprueba que el tipo de apnea es fuente significativa de variación, con una F= 2.44 y una probabilidad asociada = .045), encontrando en las pruebas a posteriori que las diferencias significativas se hallan, únicamente, entre “obstructiva y central”. Tabla 47 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total 415.70 1003.47 567.90 2 2 3 207.85 501.73 189.30 1.01 2.44 .921 .366 .045 .432 31256.49 595324.00 152 160 205.63 236 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.2.3.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal. En tabla 48 se exponen los resultados obtenidos de Toxicidad y Posición Corporal. A nivel general, se observa que los fumadores son la categoría del grupo de Toxicidad que registra mayor puntuación en desaturación media de oxígeno (64,85), en segundo lugar, los bebedores (60,66) y, por último, los que no presentan ninguna toxicidad, con una media de 55,08. En la posición corporal, las valoraciones más altas se presentan en los que duermen de cúbito supino lateral derecho (media = 60,65), a continuación, con una ligera diferencia, los que duermen en posición prono (60,32), los que adoptan la postura de cúbito supino (59,46) y de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 56,00. Tabla 48 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 69,17 S = 19,30 Χ = 65,50 S = 5,61 Χ = 55,89 S = 12,92 Χ b1 = 60,32 S b1 = 14,17 Cúbito Supino (b2) Χ = 57,28 S = 11,22 Χ = 64,39 S = 14,72 Χ = 55,89 S = 12,59 Χ b 2 = 59,46 S b 2 = 13,90 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 56,50 S = 11,84 Χ = 65,83 S = 23,05 Χ = 51,18 S = 15,90 Χ b 3 = 56,00 S b3 = 17,08 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 75,50 S = 9,19 Χ = 66,50 S = 17,84 Χ = 56,86 S = 10,87 Χ b 4 = 60,65 S b 4 = 13,29 Χ a1 = 60,66 Χ a 2 = 64,85 Χ a 3 = 55,08 S a1 = 14,07 S a2 = 14,94 S a3 = 12,75 237 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Analizando la desaturación media de oxígeno en relación a la toxicidad y posición corporal, se detecta que el grupo de bebedores obtiene mayor media (75,50) en la categoría de posición corporal de cúbito supino lateral derecho, le siguen los que adoptan una posición de prono (69,71), de cúbito supino (57,28), y, con las menores valoraciones, los que duermen en posición cúbito supino lateral izquierdo (56,50). En cuanto a los fumadores, se pone de manifiesto una puntuación superior en la posición corporal de cúbito supino lateral derecho (66,50), luego los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 65,83 ), en posición prono ( Χ = 65,50 ) y de de cúbito supino (64,39), con la puntuación inferior. En el grupo que presentan “ninguna” toxicidad, muestran una mayor valoración media de cúbito supino lateral derecho (56,86), mientras que en la posición prono y de cúbito supino obtienen la misma media (55,89), pero con desviaciones típicas desiguales, y, finalmente, con la media menor, los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (51,18). El Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 4) de la tabla 49, nos pone de manifiesto que la variable toxicidad es fuente significativa de variación, con una F= 7,56 y una probabilidad asociada = .001. Dado que presenta tres niveles, se lleva a cabo las pruebas a posteriori para comprobar entre qué grupos se encuentras las diferencias significativas, observándose que son entre “fumador y ninguna toxicidad”, “bebedor y ninguna toxicidad”. Así mismo, la posición corporal (F= 1.58; p=.196) y la posible interacción de toxicidad x posición corporal (F= .708; p=.644), no presentan variaciones significativas la desaturación media de oxígeno. Tabla 49 ANÁLISIS DE VARIANZA DE DESATURACIÓN MEDIA EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total 2880.60 905.07 809.43 28215.48 595324.00 2 3 6 148 160 1440.30 301.69 134.91 190.65 7.56 1.58 .708 .001 .196 .644 238 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.2.4. ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA. En esta sección se exponen las puntuaciones en medias, desviaciones típicas y análisis de varianza ANOVA obtenidas en Polisomnografía en cuanto a índice de apnea/hipopnea en función de las variables analizadas. 4.2.4.1. Atendiendo al Sexo y Edad. En cuanto a las puntuaciones globales de las variables en cuestión (tabla 50), se constata un predominio de los hombres (60,66), en cuanto a los índices de apnea/hipopnea, frente a las mujeres (55,64). En relación a la edad, los de más de 70 años reseñan una valoración mayor (61,69), frente a los que tienen una edad comprendida entre los 60 y 69 años (59,42) y los de menos de 59 años, con una media de 53,40. Tabla 50 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 56.28 S = 5.00 Χ = 58.48 S = 7.61 Χ b1 = 57.29 S b1 = 6.38 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 54.83 S = 4.99 Χ = 61.99 S = 6.74 Χ b 2 = 58.53 S b 2 = 6.92 Más de 70 años (b3) Χ = 55.54 S = 6.26 Χ = 62.61 S = 6.94 Χ b3 = 59.62 Χ a1 = 55.64 S a1 = 5.16 Χ a 2 = 60.66 S a2 = 7.30 S b 3 = 7.44 A su vez, las mujeres de menos de 59 años registran una puntuación un poco más elevada ( Χ = 56.28) que las que tienen más de 70 años (media 55,54) y 239 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados las de entre 60 y 69 años, con una media de 54,83. Por lo que respecta a los hombres, se comprueba que los de más de 70 años muestran una media más alta (62,61) que los sujetos de edad comprendida entre los 60 y 69 años (61,99) y los de menos de 59 años, con una media de 58,48. El ANOVA 2 x 3 de la tabla 51, nos indica que el sexo (F= 24,90; p= .000) y la interacción de sexo x edad (F= 3,08; p= .049), son fuentes significativas de variación en Polisomnografía en cuanto a índice de apnea/hipopnea, siendo los hombres quienes más interactúan con este índice; sin embargo, la edad no produce variación significativa al obtener una F= .86 y una probabilidad asociada = .426. Tabla 51 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DEL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. 969.75 66.78 239.92 5998.52 548282.39 1 2 2 154 160 969.75 33.39 119.96 38.95 24.90 .86 3.08 .000 .426 .049 La interacción sexo x edad, queda reflejada en el gráfico 10. Gráfico 10 INTERACCIÓN SEXO x EDAD DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA 240 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En el mismo se aprecia que en el grupo de menos de 59 años son los hombres (media = 58,48) los que obtienen una media mayor que las mujeres (media = 56,28); entre 60 y 69 años, los hombres (media = 61,99) puntúan más alto que las mujeres (media = 54,83); y, por último, en el grupo de más de 59 años, los hombres presentan una media de 62.61 y las mujeres de 55,54. 4.2.4.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. En las valoraciones globales de estas variables (tabla 52), se puede observar una pequeña diferencia de los casados (58,14) en relación a los solteros (58,17). En ocupación, los pensionistas y laborales presentan las puntuaciones más altas y con pequeñas variaciones diferencias (59,87 y 59,74, respectivamente), siendo el grupo de amas de casa (55,15) las que exhiben una puntuación inferior. Tabla 52 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 59.22 S = 7.17 Χ = 64.74 S = 9.85 Χ b1 = 59.74 S b1 = 7.52 Ama de casa (b2) Χ = 55.35 S = 4.65 Χ = 54.41 S = 6.34 Χ b 2 = 55.15 S b 2 = 5.01 Pensionista (b3) Χ = 59.86 S = 6.70 Χ = 59.93 S = 6.91 Χ b3 = 59.87 S b3 = 6.66 Χ a1 = 58.14 S a1 = 6.55 Χ a 2 = 58.17 S a2 = 8.14 Así mismo, los casados cuya ocupación es la de pensionistas, registran una media mayor ( Χ = 59.86 ) que los laborales ( Χ = 59.22 ) y amas de casa (46,91). 241 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En los solteros, se comprueba la alta puntuación de los laborales ( Χ = 64.74 ) en relación a los pensionistas ( Χ = 59.93) y amas de casa ( Χ = 54.41). Por lo que respecta al Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3) que se presentan en la tabla 53, nos pone de manifiesto que ni la variable estado civil (F= .1.06; p= .305) y la interacción estado civil x ocupación (F= 1.60; p= .205) son fuentes significativas de variación en Polisomnografía en cuanto a índice de apnea/hipopnea; sin embargo la ocupación, con una F= 8,98 y una probabilidad asociada = .000), se muestra como fuente significativa de variación, constatando, a través del análisis a posteriori, que las diferencias significativas se encuentran entre “ama de casa y pensionista”, “laboral y ama de casa”. Tabla 53 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DEL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Estado Civil 43.81 1 43.81 1.06 .305 Ocupación 742.81 2 371.40 8.98 .000 Estado Civil x Ocupación 132.56 2 66.28 1.60 .205 Error 6371.64 154 41.37 Total 548282.39 160 4.2.4.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. Según los resultados generales proporcionados en la tabla 54, se comprueba que el grupo de sujetos que tienen asociadas entre 2 y 3 enfermedades son los que obtienen una valoración más alta (media = 59,08); en segundo lugar, se localizan los sujetos entre 0 y 1 enfermedades asociadas (media = 57,50), y, por último los de más de 4 enfermedades, con una media de 56,59. En relación al tipo de apnea, los datos nos revelan que el grupo de apnea obstructiva exhibe la media más alta (58,80), seguido por la apnea mixta (58,28) y central, con una media de 52,69 en índice de apnea/hipopnea. Por otro lado, el grupo de sujetos incluidos entre 0 y 1 enfermedades asociadas, presentan la mayor puntuación en la apnea obstructiva (57,81) en 242 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados relación a la central y mixta, con unas valoraciones de 56,85 y 55,25, respectivamente. En los sujetos con 2 y 3 enfermedades asociadas, se observa que la primacía se encuentra en el tipo de apnea mixta (60,15), seguido de la obstructiva (59,92) y central (52,94). Por último, los pacientes con más de 4 enfermedades asociadas, se constata una valoración mayor en el tipo de apnea obstructiva ( Χ = 57.26 ) en relación con la mixta ( Χ = 56.54 ) y central (52,00). Tabla 54 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 57.81 Χ = 59.92 Χ = 57.26 Χ b1 = 58.80 S = 5.31 S = 6.48 S = 6.44 S b1 = 6.28 Central (b2) Χ = 56.85 Χ = 52.94 Χ = 52.00 Χ b 2 = 52.69 S = 4.78 S = 5.95 S = 6.93 S b 2 = 5.98 Mixta (b3) Χ = 55.25 Χ = 60.15 Χ = 56.54 Χ b3 = 58.28 S = 3.86 S = 10.07 S = 6.04 S b 3 = 8.30 Χ a1 = 57.50 Χ a 2 = 59.08 Χ a 3 = 56.59 S a1 = 5.18 S a2 = 7.34 S a3 = 6.45 Tal y como se puede observar en la tabla 55, el Análisis de Varianza 3 x 3, pone de manifiesto que la única variable que resulta fuente significativa de variación es el tipo de apnea (F=4,75; p=.010). En las pruebas a posteriori, las diferencias significativas se detectan entre “obstructiva y central”, “central y mixta”. La variable enfermedades asociadas no es fuente significativa de variación, con un F= 1,63 y una probabilidad asociada de .200. Tampoco es fuente significativa de variación la interacción entre enfermedades asociadas y tipo de apnea (F=.23; p= .873). 243 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 55 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total 139.76 408.72 30.16 2 2 3 69.88 204.36 10.05 1.63 4.75 .23 .200 .010 .873 6532.82 548282.39 152 160 42.98 4.2.4.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal. En la tabla 56 se exponen los resultados globales obtenidos en cuanto a la variable toxicidad y tipo de posición corporal durante el período de sueño. Se observa que los bebedores (60,61) adquieren la mayor media global en relación a los fumadores (58,81) y ninguna toxicidad (56,75). Por otro lado, en la posición corporal durante el sueño, se constata que el grupo que duerme de cúbito supino lateral izquierdo presenta la mayor puntuación (60,78), seguido de los que yacen en una postura de cúbito supino (58,29), de cúbito supino lateral derecho (56,92) y los que duermen en prono, con una media de 56,43. A su vez, los sujetos bebedores que duermen en posición cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 61,76, y los que duermen de cúbito supino (61,01) muestran las valoraciones más altas en relación a los adoptan la posición de prono (60,68) y los que yacen de cúbito supino lateral derecho (53,00). En cuanto a los fumadores, se observa que los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran una media más elevada (63,33) en la Polisomnografía/índice de apnea/hipopnea. A continuación, los que adoptan una posición de cúbito supino durante el sueño (58,74), los que descansan en posición de cúbito supino lateral derecho (57,35) y los duermen en la posición prono (55,70). Finalmente, los de ninguna toxicidad, exhiben las puntuaciones elevadas en la categoría de posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 58,67, seguido de los que duermen de cúbito supino lateral derecho (57,36), los 244 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados pacientes que adoptan una posición de cúbito supino prono (56,69) y los de la posición corporal en prono, con una media de 12,59. Tabla 56 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 60.68 S = 4.68 Χ = 55.70 S = 5.25 Χ = 55.31 S = 7.28 Χ b1 = 56.43 S b1 = 6.68 Cúbito Supino (b2) Χ = 61.01 S = 4.57 Χ = 58.74 S = 7.08 Χ = 56.69 S = 6.30 Χ b 2 = 58.29 S b 2 = 6.53 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 61.76 S = 10.44 Χ = 63.33 S = 9.45 Χ = 58.67 S = 6.39 Χ b3 = 60.78 S b3 = 8.45 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 53.00 S = 1.41 Χ = 57.35 S = 1.58 Χ = 57.36 S = 5.44 Χ b 4 = 56.92 S b 4 = 4.75 Χ a1 = 60.61 S a1 = 6.63 Χ a 2 = 58.81 Χ a 3 = 56.75 S a2 = 7.05 S a3 = 6.39 El Análisis de Varianza 3 x 3 (tabla 57), nos revela que sólo la posición corporal es fuente significativa de variación (F= 2.19; p= .05). En el análisis a posteriori estas diferencias se aprecian entre “prono y cúbito supino lateral izquierdo”, “cubito lateral izquierdo y cúbito supino lateral derecho”. Por otro lado, la toxicidad, con una F= 1.11 y una probabilidad asociada de .332, y la interacción entre toxicidad x posición corporal (F= .72 y p= .631), no son fuentes de variaciones significativas en la Polisomnografía/índice de apnea/hipopnea. 245 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 57 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA EN FUNCIÓN DE LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total 98.43 290.61 192.14 6551.97 548282.39 2 3 6 160 160 49.21 96.87 32.02 44.27 1.11 2.19 .72 .332 .05 .631 4.3. CUESTIONARIO DE CALIDAD DE VIDA (SF-36). El Cuestionario de Calidad de Viva (SF-36) proporciona un perfil del estado de salud y es uno de las escalas genéricas con mayor potencial de uso en la evaluación de los resultados clínicos. Siguiendo la línea argumental de los anteriores apartados, se exponen a continuación los resultados obtenidos de las variables analizadas en cada una de las dimensiones contempladas en el mismo: Dolor Corporal, Función Física, Función Social, Rol Emocional, Rol Física, Salud General, Salud Mental y Vitalidad. 4.3.1. Dimensión Dolor Corporal: Se describen los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial de la variable Calidad de Vida (SF-36) en la dimensión Dolor Corporal. 4.3.1.1. En función del Sexo y Edad. A la vista de los resultados representados en la tabla 58, los hombres obtienen una mayor puntuación (49,02) en la dimensión de Dolor Corporal que las mujeres, con una media de 48,59. En cuanto a la edad, los sujetos del intervalo de más de 70 años registran la media más alta, con una media de 53,58, seguido del grupo de edad de menos de 59 años ( Χ = 50,04 ) y los que se sitúan entre 60 y 69 años ( Χ = 48,87 ). Por otra parte, el grupo de mujeres con una puntuación mayor en la dimensión Dolor Corporal se muestran en el intervalo de edad de menos de 59 246 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados años ( Χ = 49,02 ); a continuación el grupo que está entre 60 y 69 años ( Χ = 48,87 ), y, por último, las mayores de 70 años ( Χ = 46,27 ). Por su parte, en los hombres se observa que el grupo de mayores de 70 años es el que presentan puntuaciones mayores, con una media de Χ = 58,93 , luego los menores de 59 años ( Χ = 51,24 ) y los que se encuentra entre 60 y 69 años Χ = 48,87 . Tabla 58 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 49,02 S = 17,85 Χ = 51,24 S = 19,41 Χ b1 = 50,04 S b1 = 18,48 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 48,87 S = 12,27 Χ = 48,87 S = 19,70 Χ b 2 = 48,87 S b 2 = 16,40 Más de 70 años (b3) Χ = 46,27 S = 14,25 Χ = 58,93 S = 16,75 Χ b3 = 53,58 S b3 = 16,70 Χ a1 = 48,59 S a1 = 15,34 Χ a 2 = 51,74 S a2 = 19,18 Tal y como se puede observar en la tabla 59, el Análisis Varianza 2 x 3, pone de manifiesto que el sexo (F= 2.64; p= .106), edad (F= .42; p= .660) y la interacción sexo x edad, con una F= 1.23 y una probabilidad asociada de .296, no son fuentes significativas de variación en la Dimensión de Dolor Corporal. 247 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 59 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 796.77 252.05 741.79 49533.12 450650.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 796.77 126.04 370.90 302.16 F Sig. 2.64 .42 1.23 .106 .660 .296 4.3.1.2. En función del Estado Civil y Ocupación. Examinando las puntuaciones totales (tabla 60), se aprecia que el grupo de casados/as ( Χ = 50,58 ) exhibe una ligera puntuación más alta en la dimensión de Dolor Corporal que los solteros/as ( Χ = 50,08 ). En ocupación, la categoría de los pensionistas destaca en Dolor Corporal, obteniendo una media de 52,70, los laborales ocuparían el segundo registrando una medida de 50,62, y, por último, las amas de casa, que tienen obtienen la puntuación más baja, con una media de 47,51. Tabla 60 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) Casado/a Soltero/a (a1) (a2) OCUPACIÓN (B) Laboral (b1) Ama de casa (b2) Pensionista (b3) Χ = 49,60 S = 18,53 Χ = 60,40 S = 12,44 Χ b1 = 50,62 S b1 = 18,23 Χ = 47,20 S = 16,04 Χ = 48,66 S = 12,84 Χ b 2 = 47,51 S b 2 = 15,33 Χ = 53,65 S = 17,32 Χ = 46,86 S = 25,77 Χ b3 = 52,70 S b3 = 18,55 Χ a1 = 50,08 S a1 = 17,42 Χ a 2 = 50,58 S a 2 = 17,49 248 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados A su vez, al analizar el grupo de los casados/as en relación al ocupación, se pone de manifiesto que los pensionistas ( Χ = 53,65 ) obtienen una puntuación media superior al grupo de laborales ( Χ = 49,60 ) y amas de casa ( Χ = 47,20 ) en la dimensión de Dolor Corporal. En el grupo de los solteros/as, los laborales consiguen una puntuación media más alta ( Χ = 60,40 ) en comparación con el grupo de amas de casa, con una media de 48,66, y los pensionistas, con una media de 46,86. En la tabla 61, el análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3) revela que el estado civil (F=.20; p= .654), ocupación (F=1.01; p= .365) y la interacción entre estado civil x ocupación (F=.1.33; p= .268) no son fuentes significativas de variación en relación a la dimensión de Dolor Corporal. Tabla 61 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 60.72 612.38 802.11 46485.17 450650.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 60.72 306.19 401.06 301.85 F Sig. .20 1.01 1.33 .654 .365 .268 4.3.1.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En la tabla 62 de resultados totales el grupo de sujetos con enfermedades asociadas incluidos en el intervalo 2 y 3, registran mayores puntuaciones en la dimensión de Dolor Corporal, obteniendo una media de Χ = 51,41. Les siguen los pacientes situados entre 0 y 1 enfermedad, con una puntuación de Χ = 50,03, y los que se encuentran en el rango de más de 4, con una media de Χ = 47,46. En relación al tipo de apnea, los sujetos diagnosticados de apnea obstructiva presentan una media ligeramente superior ( Χ = 50,54) que los valorados de apnea central ( Χ = 50,07), siendo los evaluados de apnea mixta los que obtienen las menores puntuaciones ( Χ = 48,33). 249 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Por otra parte, examinando las enfermedades asociadas y el tipo de apnea en la dimensión de Dolor Corporal, se observa entre los sujetos de 0 y 1 enfermedades asociadas que los apneicos mixtos ( Χ = 52,25) presentan mayores puntuaciones en la dimensión de Dolor Corporal, a continuación los valorados de apnea central ( Χ = 49,78), y, por último, los diagnosticados de apnea obstructiva ( Χ = 49,72). En el grupo de sujetos de enfermedades asociadas entre 2 y 3, se muestran que los apneicos obstructivos obtienen una media de Χ = 51,72, seguidos por los mixtos ( Χ = 50,61) y los centrales ( Χ = 50,54). En cuanto a los sujetos que presentan más de 4 enfermedades asociadas, la categorías de apnea central obtiene la valoración más alta ( Χ = 48,75), siendo la más baja en el grupo de apnea mixta ( Χ = 41,86) y situándose en una posición intermedia los diagnosticados en la categoría central ( Χ = 48,68). Tabla 62 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Χ = 49,72 S = 16,37 Χ = 51,72 S = 18,17 Χ = 48,68 S = 18,16 Χ b1 = 50,54 S b1 = 17,66 Central (b2) Χ = 49,78 S = 14,34 Χ = 50,54 S = 19,78 Χ = 48,75 S = 5,25 Χ b 2 = 50,07 S b 2 = 16,91 Mixta (b3) Χ = 52,25 S = 17,56 Χ = 50,61 S = 16,31 Χ = 41,86 S = 18,20 Χ b3 = 48,33 S b3 = 16,84 Χ a1 = 50,03 S a1 = 16,25 Χ a 2 = 51,41 S a2 = 17,92 Χ a 3 = 47,46 S a2 = 17,20 Obstructiva (b1) TIPO DE APNEA (B) 250 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En este caso, el ANOVA 3 x 3 (tabla 63), pone de manifiesto que las enfermedades asociadas, con una F= .58 y probabilidad asociada = .560, el tipo de apnea (F= .10; p= .904), y la interacción entre enfermedades asociadas y tipo de apnea (F=.24 ; p=, .867), no son fuentes significativa de variación en relación a la dimensión de Dolor Corporal. Tabla 63 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 362.10 62.99 225.31 gl 47310.99 450650.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 181.05 31.50 75.10 F Sig. .58 .10 .24 .560 .904 .867 311.26 4.3.1.4. En función de la Toxicidad y Posición corporal. En relación a la toxicidad (tabla 64), son los fumadores el grupo que registran mayor puntuación en Dolor Corporal, con una medida de 53,33, seguido de los que no presentan ninguna toxicidad ( Χ = 49,40 ) y los bebedores, con una media de 46,67. Por lo que respecta a la posición corporal, los sujetos que duermen de cúbito supino lateral izquierdo muestran una media más alta ( Χ = 51,12) en relación a los que descansan de cúbito supino, con una media de 50,36, los que duermen en prono ( Χ = 49,90 ) y el en posición corporal cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 48,55. Analizando el descanso diurno en relación a la toxicidad y posición corporal, en el grupo de pacientes bebedores se detecta una media más alta en aquellos que duermen en posición prono, con una media de 56,33; a continuación, el grupo de sujetos que reposan de cúbito superior lateral izquierdo ( Χ = 52,50), los que adquieren una posición durante el sueño de cúbito superior lateral derecho ( Χ = 41,50) y los que yacen de cúbito supino, con una media de 39,93 en la dimensión de Dolor Corporal. Por su parte, los fumadores muestran una media 251 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados mayor en la posición de cúbito supino ( Χ = 55,61 ), seguido del grupo posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 52,00 ), los que duermen en prono ( Χ = 50,33 ), y, por último, los que descansan de cúbito supino lateral derecho, con una media de 39,25. A su vez, el grupo de pacientes que presenta “ninguna” toxicidad, exhiben una mayor puntuación los que duermen de cúbito supino lateral derecho, con una media de 52,21, luego los que adoptan una posición de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 49,64 ), los que duermen de cúbito supino ( Χ = 49,09 ), y los que adoptan una postura prono, con una media de 47,74. Tabla 64 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Prono (b1) Cúbito Supino (b2) Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Χ = 56,33 S = 24,25 Χ = 50,33 S = 14,35 Χ = 47,74 S = 13,76 Χ b1 = 49,90 S b1 = 16,04 Χ = 39,93 S = 21,62 Χ = 55,61 S = 17,91 Χ = 49,09 S = 16,38 Χ b 2 = 50,36 S b 2 = 18,60 Χ = 52,50 S = 19,15 Χ = 52,00 S = .00 Χ = 49,64 S = 21,30 Χ b3 = 51,12 S b3 = 17,26 Χ = 41,50 S = 14,85 Χ = 39,25 S = 18,89 Χ = 52,21 S = 13,75 Χ b 4 = 48,55 S b 4 = 15,19 Χ a1 = 46,67 Χ a 2 = 53,33 S a1 = 21,43 S a2 = 16,78 Χ a 3 = 49,40 S a3 = 15,88 En la tabla 65 se presentan los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 4) en la que se pone de manifiesto que la variable toxicidad, con un F= .11 y una probabilidad = .899, la posición corporal (F= .62; p=.603) y la 252 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados interacción de toxicidad x posición corporal (F= 1.45; p= .198), no son fuentes de variación significativas en la dimensión de Dolor Corporal. Tabla 65 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: DOLOR CORPORAL” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 64.09 558.33 2618.35 44378.72 450650.00 gl 2 3 6 160 160 Media F cuadrática 32.05 .11 186.11 .62 436.22 1.45 299.86 Sig. .899 .603 .198 4.3.2. Dimensión Función Física Se muestran los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial de la Calidad de Vida (SF-36) en la dimensión Función Física. 4.3.2.1. Atendiendo al Sexo y Edad. En puntuaciones totales (tabla 66), podemos observar que los hombres ( Χ = 36,00) han registrado en dimensión de Función Física valores más altos que las mujeres con una media de Χ = 32,50. Atendiendo a la edad, se destaca el grupo de sujetos de más de 70 años, con una media de Χ = 36,92. Le sigue el grupo de menos de 59 años, con una media de Χ = 35,70, y los sujetos entre 60 y 69 años, con una media de Χ = 31,45. Por otra parte, las mujeres, cuyas edades se encuentran en el intervalo de menos de 59 años, puntúan más alto ( Χ = 36,15) en la dimensión de Función Física que las pertenecientes al intervalo de más de 70 años, con una media de Χ = 33,64, y las que se encuentran entre 60 y 69 años ( Χ = 27,33). En cuanto a los hombres, el intervalo de edad de más de 70 años, es el grupo que ha obtenido una puntuación mayor ( Χ = 39,33) en relación al grupo de 60 y 69 años y menores de 59 años, con unas medias de Χ = 35,31 y 35,15, respectivamente. 253 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 66 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 36,15 S = 23,49 Χ = 35,15 S = 21,85 Χ b1 = 35,70 S b1 = 22,60 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 27,33 S = 22,27 Χ = 35,31 S = 14,97 Χ b 2 = 31,45 S b 2 = 19,13 Más de 70 años (b3) Χ = 33,64 S = 24,81 Χ = 39,33 S = 22,27 Χ b3 = 36,92 S b3 = 23,07 Χ a1 = 32,50 S a1 = 23,29 Χ a 2 = 36,00 S a2 = 19,29 En el análisis de varianza (tabla 67) se constata la variable sexo, con una F= 1.26 y una probabilidad asociada p= .264, la edad (F= .86; p= .423) y la interacción entre sexo x edad (F= .77; p= .466), no son fuentes significativas de variación en relación a la dimensión de Función Física. Tabla 67 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 577.57 794.41 703.43 70678.74 260400.00 gl 1 2 2 154 160 254 Media cuadrática 577.57 397.20 351.71 458.95 F Sig. 1.26 .86 .77 .264 .423 .466 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.2.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. A la vista de las puntuaciones totales (tabla 68), el grupo de casados/as exhibe una puntuación ligeramente superior ( Χ = 34,34), en la dimensión de la Función Física que los solteros/as con una media de Χ = 33,75. En cuanto a la ocupación, la categoría laboral ( Χ = 38,02) sobresale en relación a los pensionistas, con una media de Χ = 35,50, y las amas de casa, que obtiene la puntuación menor en esta dimensión ( Χ = 29,65). Tabla 68 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 37,08 S = 21,16 Χ = 47,00 S = 19,88 Χ b1 = 38,02 S b1 = 21,06 Ama de casa (b2) Χ = 30,89 S = 24,08 Χ = 25,00 S = 16,51 Χ b 2 = 29,65 S b 2 = 22,70 Pensionista (b3) Χ = 34,89 S = 19,78 Χ = 39,29 S = 19,24 Χ b3 = 35,50 S b3 = 19,57 Χ a1 = 34,34 S a1 = 21,76 Χ a 2 = 33,75 S a2 = 19,57 Atendiendo al grupo de sujetos cuyo estado civil es casado, se observan las medias más altas en el grupo de ocupación laboral, con una media de Χ = 37,08, seguido de los pensionistas ( Χ = 34,89) y el grupo de amas de casa, con unos valores de Χ = 30,89. Entre los solteros, se constata que el grupo de ocupación de laboral ( Χ = 47,00) obtiene unas puntuaciones mucho más altas 255 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados con respecto al grupo pensionistas y amas de casa, con unas medias de Χ = 39,29 y 25,00, respectivamente. El Análisis de Varianza (tabla 69), nos pone de manifiesto que la variable estado civil (F= .32; p= .573) y la interacción estado civil x ocupación (F= .97; p=. 382), no son fuentes significativas de variación en la dimensión de Función Física. Sin embargo, la variable ocupación resulta fuente de variación significativa, con una F= 3.08 y una probabilidad asociada =.049. Las pruebas a posteriori, nos indican que las diferencias significativas se encuentran entre el grupo de “ama de casa y laboral” y “ama de casa y pensionistas”. Tabla 69 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 144.27 2788.94 878.32 69781.96 260400.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 144.27 1394.47 439.16 453.13 F Sig. .32 3.08 .97 .573 .049 .382 4.3.2.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En cuanto a los resultados obtenidos de tipo general en las enfermedades asociadas (tabla 70), se pone de manifiesto que la puntuación más alta en la dimensión de Función Física se encuentra entre 2 y 3, con una media de 35,68, seguido del grupo de pacientes entre 0 y 1 ( Χ = 33,33) y los que se encuentran en el rango de más de 4 enfermedades asociadas, con una media de 31,80. Según el tipo de apnea, los sujetos que obtienes una puntuación mayor se constata en el grupo de los apneicos mixtos, con una media de Χ = 36,25, seguido de los centrales ( Χ = 35,67) y obstructivos ( Χ = 33,68). Por otra parte, se puede observar que en el grupo con enfermedades asociadas entre 0 y 1, el valor más alto se presenta en los diagnosticados de apnea obstructiva ( Χ = 35,00); a continuación, los de de apnea central, con una media 256 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados de Χ = 32,28, y los sujetos con apnea mixta que exhiben una media de Χ = 21,25. Aquellos sujetos que pertenecen al rango de enfermedades entre 2 y 3, registran una media más alta en la dimensión de Función Física en el grupo de apnea central, con una media de 43,18, después los apneicos mixtos ( Χ = 40,00), y con una media inferior el grupo de apnea obstructiva ( Χ = 33,52 ). Por último, en los que tienen más de 4 enfermedades se muestra una mayor puntuación en los diagnosticados de apnea mixta ( Χ = 37,86 ), seguido de apnea obstructiva, con una media de Χ = 32,68, y apnea de tipo central, con una media en Función Física de 15,00. Tabla 70 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Χ = 35,00 S = 22,04 Χ = 33,52 S = 21,82 Χ = 32,68 S = 24,21 Χ b1 = 33.68 S b1 = 22,27 Central (b2) Χ = 32,28 S = 20,70 Χ = 43,18 S = 19,78 Χ = 15,00 S = 16,83 Χ b 2 = 35,67 S b 2 = 22,51 Mixta (b3) Χ = 21,25 S = 13,15 Χ = 40,00 S = 13,39 Χ = 37,86 S = 19,12 Χ b3 = 36,25 S b3 = 16,10 Χ a1 = 33,33 S a1 = 21,50 Χ a 2 = 35,68 S a2 = 20,68 Χ a 3 = 31,80 S a2 = 23,10 Obstructiva (b1) En los resultados del Análisis de Varianza (tabla 71), se advierte que la variable enfermedades asociadas es fuente de variación significativa, con una F=6,90 y un valor de nivel crítico de =.001. En las pruebas a posteriori se aprecia 257 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados que las diferencias significativas se dan entre los grupos de “0 y 1 enfermedades asociadas” y “2 y 3 enfermedades asociadas”, “0 y 1 enfermedades asociadas” y “más de 4 enfermedades asociadas”. A su vez, el tipo de apnea, con una F= .57 y una probabilidad asociada de .569, y la interacción de enfermedades asociadas x tipo de apnea (F= 2.26; p= .084), no son fuentes significativas de variación. Tabla 71 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 2510.80 514.28 3074.93 gl 69033.33 260400.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 1255.40 257.14 1024.98 F Sig. 2.76 .57 2.26 .050 .569 .084 454.17 4.3.2.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal. Analizando los resultados que se presentan en la tabla 72, los fumadores alcanzan una puntuación más alta en la dimensión Función Física ( Χ = 39,52) que los bebedores y los que no presentan ninguna toxicidad, con unas puntuaciones medias de Χ = 35,67 y 30,19, respectivamente. A su vez, los que duermen de cúbito supino lateral derecho registran mayores puntuaciones ( Χ = 38,50) que los que duermen de cúbito supino ( Χ = 34,40), de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 34,40) y los que adoptan la posición durante el sueño de prono, con una media de 29,52 en la dimensión de Función Física. Por su parte, los sujetos bebedores que duermen en posición de cúbito supino lateral derecho, muestran una valoración más alta en la dimensión Física, con una media de 47,50, que los yacen de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 38,12 ), de cúbito supino ( Χ = 33,57) y los que duermen en prono, con una media de 33,33. En el grupo de los fumadores, se observa que los que duermen de cúbito supino lateral derecho registran una mayor media ( Χ = 47,50) que el resto 258 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados de los grupos: los que descansan en posición prono ( Χ = 40,00), de cúbito supino ( Χ = 40,00) y los que adoptan la posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 30,83). Finalmente, el grupo que no presentan ninguna toxicidad, al igual que los sujetos fumadores, obtienen mayores puntuaciones en la dimensión de Función Física en la categoría de posición corporal de cúbito supino lateral derecho, con una media de Χ = 34.64. A continuación el grupo de sujetos que duermen de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de Χ = 33,64, seguido de los pacientes que adoptan durante el sueño una posición de cúbito supino ( Χ = 30,15 ), y, por último, los de posición corporal prono, con una media de Χ = 25,00. Tabla 72 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 33,33 S = 22,73 Χ = 40,00 S = 21,21 Χ = 25,00 S = 17,40 Χ b1 = 29,52 S b1 = 19,51 Cúbito Supino (b2) Χ = 33,57 S = 23,65 Χ = 40,00 S = 19,01 Χ = 30,15 S = 20,54 Χ b 2 = 34,94 S b 2 = 20,70 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 38,12 S = 19,63 Χ = 30,83 S = 17,44 Χ = 33,64 S = 25,89 Χ b3 = 34,40 S b3 = 21,52 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 47,50 S = 31,82 Χ = 47,50 S = 29,01 Χ = 34,64 S = 26,71 Χ b 4 = 38,50 S b 4 = 26,66 Χ a1 = 35,67 Χ a 2 = 39,52 Χ a 3 = 30,19 S a1 = 21,96 S a2 = 19,63 S a3 = 21,70 259 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En la tabla 73 del Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 4), se puede constatar que la variable toxicidad, con una F= 1.94 y probabilidad asociada de .148, la posición corporal (F= .64;p=.590) y la interacción de toxicidad x posición corporal, con una F= .35 y una probabilidad de .908, no presentan variación significativa en la dimensión de Función Física. Tabla 73 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN FÍSICA” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 1777.07 881.45 967.24 67861.99 260400.00 gl 2 3 6 160 160 Media cuadrática 888.54 293.82 161.21 458.53 F Sig. 1.94 .64 .35 .148 .590 .908 4.3.3. Dimensión Función Social. Se exponen los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial de la Calidad de Vida (SF-36) en la dimensión Función Social. 4.3.3.1. En función del Sexo y Edad. En las puntuaciones globales de estas variables (tabla 74) se pone de manifiesto que las mujeres muestran una media bastante alta ( Χ = 50,47 ) en relación a los hombres ( Χ = 40,00 ). En cuanto a variable edad, son los sujetos con una edad entre 60 y 69 años los que obtienen una valoración media superior ( Χ = 45,97) sobre los de menos de 59 años ( Χ = 45,66) y más de 70 años ( Χ = 42,31). Atendiendo a las variables conjuntamente, las mujeres obtienen una puntuación ligeramente mayor en el intervalo de edad entre 60 y 69 años con una media de 51,25. A continuación, el grupo de edad de menos de 59 años más de 70 años ( Χ = 50,64) y las que tienen más de 70 años, con una media de Χ = 47,72. En cuanto a los hombres, se constata que la mayor puntuación se presenta en el 260 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados intervalo de edad entre 60 y 69 años, con una media de Χ = 41,02, seguido del grupo de de menos de 59 años, con una media de Χ = 39,77, y los de más de 70 años ( Χ = 38,33). Tabla 74 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 50,64 S = 11,45 Χ = 39,77 S = 12,68 Χ b1 = 45,66 S b1 = 13,13 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 51,25 S = 10,56 Χ = 41,02 S = 10,64 Χ b 2 = 45,97 S b 2 = 11,71 Más de 70 años (b3) Χ = 47,72 S = 12,27 Χ = 38,33 S = 16,68 Χ b3 = 42,31 S b3 = 15,44 Χ a1 = 50,47 S a1 = 11,15 Χ a 2 = 40,00 S a2 = 12,64 El Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3) se refleja en la tabla 75. Se aprecia, la variable sexo (F= 23,12;p= .000), la edad (F= .60;p= .551), y la interacción sexo x edad, con una F=.04 y una probabilidad asociada de .963, no producen variación significativa en la dimensión de Función Social. Tabla 75 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 3344.24 173.33 10.76 22272.65 354218.75 gl 1 2 2 154 160 261 Media cuadrática 3344.24 86.67 5.38 144.63 F Sig. 23.12 .60 .04 .000 .551 .963 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.3.2. En función del Estado Civil y Ocupación. A la vista de los resultados generales obtenidos (tabla 76), se constata que el grupo de sujetos solteros exhiben una media ligeramente superior ( Χ = 46,35) que los casados ( Χ = 45,04). A su vez, las ama de casa registran una puntuación más ( Χ = 50,44 ) que los laborales ( Χ = 45,05 ) y pensionistas ( Χ = 39,50 ) en la dimensión de Función Social. Por otra parte, entre los casados/as cuya ocupación es la de ama de casa muestran una dimensión de Función Social mayor ( Χ = 50,56 ) que la ocupación laboral ( Χ = 45,05) y pensionistas ( Χ = 39,24). Así mismo, los solteros/as con la ocupación de ama de casa ( Χ = 50,00 ) obtienen las mayores puntuaciones, seguido por los laborales ( Χ = 45,00 ) y los pensionistas ( Χ = 41,07 ), que presentan las puntuaciones más bajas. Tabla 76 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 45,05 S = 13,82 Χ = 45,00 S = 6,85 Χ b1 = 45,05 S b1 = 13,28 Ama de casa (b2) Χ = 50,56 S = 11,60 Χ = 50,00 S = 9,23 Χ b 2 = 50,44 S b 2 = 11,07 Pensionista (b3) Χ = 39,24 S = 12,67 Χ = 41,07 S = 11,89 Χ b3 = 39,50 S b3 = 12,46 Χ a1 = 45,04 S a1 = 13,46 Χ a 2 = 46,35 S a2 = 10,08 262 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En la tabla 77, se exponen los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 2x3). Se observa que la variable ocupación, con una F=4,99 y una probabilidad asociada =.008, es fuente significativa de variación en la dimensión de Función Social. En los análisis a posteriori se constata que las diferencias significativas se dan entre los grupos de “ama de casa y pensionistas”, “laboral y pensionistas”, “laboral y ama de casa”. Asimismo, la variable estado civil (F=.02; p= .889) y la interacción entre las variables estado civil x ocupación (F= .07; p = .932), no son fuentes significativas de variación Tabla 77 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 3.02 1532.33 21.56 23622.13 354218.75 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 3.02 766.17 10.76 153.90 F Sig. .02 4.99 .07 .889 .008 .932 4.3.3.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En el conjunto de datos analizados (tabla 78), la puntuación más alta en la dimensión de Función Social se presenta en el grupo de enfermedades asociadas de 0 y 1, con una media de 49,24, seguido por la categoría más 4 ( Χ = 45,83 ) y los que se encuentran entre 2 y 3 ( Χ = 43,47 ). En el tipo de apnea, los diagnosticados tipo central, exhiben la puntuación más alta ( Χ = 52,00 ) en relación al prototipo obstructivo ( Χ = 45,56 ) y mixto, con una media de 40,63. Por otra parte, las puntuaciones en la dimensión de Función Social, nos indican que en el intervalo de enfermedades entre 0 y 1, la puntuación mayor obtenida se encuentra en los diagnosticados de apnea central ( Χ = 50,16 ), seguido por el grupo de apnea mixta, con una puntuación de 50,00, y los apneicos obstructivos ( Χ = 49,14 ). En la categoría 2 y 3 enfermedades asociadas, el tipo de apnea central es el grupo con más alta media (51,50), a continuación, la 263 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados obstructiva (43,95) y mixta (35,58). Atendiendo al grupo de más de 4 enfermedades asociadas, se constata al igual que los anteriores, que el tipo de apnea central registra la mayor puntación ( Χ = 50,00 ) en relación a los pacientes de tipo obstructivo, con una media de 45,54, y los de tipo mixto ( Χ = 44,64 ). Tabla 78 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Χ = 49,14 S = 12,47 Χ = 43,95 S = 12,98 Χ = 45,54 S = 14,91 Χ b1 = 45,56 S b1 = 13,39 Central (b2) Χ = 50,16 S = 8,58 Χ = 51,50 S = 9,68 Χ = 50,00 S = 7,90 Χ b 2 = 52,00 S b 2 = 8,18 Mixta (b3) Χ = 50,00 S = 10,90 Χ = 35,58 S = 13,35 Χ = 44,64 S = 9,83 Χ b3 = 40,63 S b3 = 12,36 Χ a1 = 49,24 S a1 = 11,67 Χ a 2 = 43,47 S a2 = 13,13 Χ a 3 = 45,83 S a2 = 13,25 Obstructiva (b1) Llevado a cabo el Análisis de Varianza (tabla 79), se observa que la variable enfermedades asociadas es fuente de significativa de variación, con una F= 2.57 y probabilidad asociada = .046. Los análisis a posteriori nos indican que dichas diferencias se encuentran entre los grupos de “0 y 1 y 2 y 3”. Así mismo, el tipo de apnea (F=1.89; p= .154) y la interacción enfermedades asociadas x tipo de apnea (F=.74; p= .532), no presenta variación significativa. 264 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 79 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 832.93 613.32 358.29 gl 24637.75 354218.75 152 160 2 2 3 Media cuadrática 416.47 306.66 119.43 F Sig. 2.57 1.89 .74 .046 .154 .532 162.09 4.3.3.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal. Analizando los valores obtenidos en las puntuaciones totales (tabla 80), se percibe que el grupo de sujetos que no presentan ninguna toxicidad son los que registran mayor puntuación en la dimensión de Función Social, con una medida de 48,72, seguido de los fumadores ( Χ = 43,27 ) y bebedores, con una media de 39,58. En la posición corporal, los que duermen de cúbito supino lateral derecho son los que registran una media más alta (48,13), a continuación, los que duermen de cúbito supino (44,64), los que reposan en prono (44,76) y los de cúbito supino lateral izquierdo (45,50). A su vez, en el grupo de pacientes bebedores se registra una mayor puntuación en los que duermen en posición prono, con una media de 45,83. A continuación, con una considerable diferencia, el grupo de sujetos que duermen de cúbito superior lateral izquierdo (39,06), los que adquieren una posición durante el sueño de cúbito superior (media de 38,39) y los descansan de cúbito supino lateral derecho, con una media de 31,25 en la dimensión de Función Social. En los fumadores se constata que la media más alta se muestra en la posición de cúbito supino lateral izquierdo (45,83), seguido de la posición corporal de cúbito supino (43,75), los que duermen en posición cúbito supino lateral derecho (40,63) y los que duermen en prono (39,58). Por último, en el grupo que no presentan ninguna toxicidad, los que duermen de cúbito supino lateral derecho exhiben las mayores puntuaciones, con una media de 52,68, seguido de los que adoptan una posición 265 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 50,00 ), de cúbito supino ( Χ = 48,16 ), y los que descansan en la postura prono, con una media de 46,05. Tabla 80 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICION CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 45,83 S = 6,46 Χ = 39,58 S = 12,29 Χ = 46,05 S = 11,07 Χ b1 = 44,76 S b1 = 10,59 Cúbito Supino (b2) Χ = 38,39 S = 12,47 Χ = 43,75 S = 12,14 Χ = 48,16 S = 13,46 Χ b 2 = 44,64 S b 2 = 13,06 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 39,06 S = 14,07 Χ = 45,83 S = 20,41 Χ = 50,00 S = 14,79 Χ b3 = 45,50 S b3 = 16,09 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 31,25 S = 8,84 Χ = 40,63 S = 11,97 Χ = 52,68 S = 10,02 Χ b 4 = 48,13 S b 4 = 12,35 Χ a1 = 39,58 Χ a 2 = 43,27 S a1 = 11,87 S a2 = 12,97 Χ a 3 = 48,72 S a3 = 12,51 En el análisis de varianza (ANOVA 3 x 4) que se expone en la tabla 81, se aprecia que la variable toxicidad es fuente de significativa de variación al obtener F= 6.26, con una probabilidad asociada = .002. Las pruebas a posteriori nos indican que las diferencias significativas se dan entre los grupos de “bebedores y ninguna toxicidad” y “fumadores y ninguna toxicidad”. A su vez, la posición corporal (F= .20; p= .899) y la interacción de toxicidad x posición corporal (F= .86; p= .529), no presentan variación significativa en la dimensión de Función Social. 266 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 81 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: FUNCIÓN SOCIAL” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 2013.08 94.35 825.96 23793.86 354218.75 gl 2 3 6 160 160 Media F cuadrática 1006.54 6.26 31.45 .20 137.66 .86 160.77 Sig. .002 .899 .529 4.3.4. Dimensión Rol Emocional. Se presentan los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial de la variable Calidad de Vida (SF-36) en la dimensión Rol Emocional. 4.3.4.1. Atendiendo al Sexo y Edad. Las puntuaciones totales (tabla 82) nos revelan que las mujeres obtienen una puntuación ligeramente superior ( Χ = 90,92 ) a los hombres ( Χ = 90,16) en la dimensión de Rol Emocional. Por lo que se refiere a la edad, los sujetos comprendidos entre los 60 y 69 años registran una media levemente más alta ( Χ = 91,05) en relación a los de más de 70 años ( Χ = 90,23) y menos de 59 años ( Χ = 90,22). Por otra parte, se observa que en el grupo de mujeres que se encuentran en el intervalo de edad entre 60 y 69 años, obtienen las valoraciones más altas ( Χ = 91,87 ), seguido de las menores de 59 años ( Χ = 90,51) y las mayores de 70 años, con una media de Χ = 89,82. En cuanto a los hombres, se muestra una situación opuesta, es decir, el grupo de mayores de 70 años registran las puntuaciones más altas, con una media de Χ = 90,53, seguido de los grupos de 60 y 69 años y mayores de 70, con unas medias de Χ = 90,28 y 89,88, respectivamente. 267 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 82 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) Mujer Hombre (a1) (a2) EDAD (B) Menos de 59 años (b1) Χ = 90,51 S = 5,01 Χ = 89,88 S = 6,11 Χ b1 = 90,22 S b1 = 5,51 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 91,87 S = 5,21 Χ = 90,28 S = 5,29 Χ b 2 = 91,05 S b 2 = 5,27 Más de 70 años (b3) Χ = 89,82 S = 4,17 Χ = 90,53 S = 5,87 Χ b3 = 90,23 S b3 = 5,13 Χ a1 = 90,92 S a1 = 4,99 Χ a 2 = 90,16 S a2 = 5,68 Como se puede observar en la tabla 83, el Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), pone de manifiesto que la variable sexo (F= .28; p= .597), edad (F= .51; p= .602) y la interacción sexo x edad (F= .42; p= .655), no son fuentes significativas de variación en la dimensión de Rol Emocional. Tabla 83 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 8.14 29.49 24.61 4460.56 1316243.00 gl 1 2 2 154 160 268 Media cuadrática 8.14 14.75 12.30 28.96 F Sig. .28 .51 .42 .597 .602 .655 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.4.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. En las puntuaciones generales (tabla 84) cabe destacar que los solteros presentan una puntuación ( Χ = 91,88) levemente más alta que los casados ( Χ = 90,31). Asimismo En la variable ocupación, se constatan pequeñas diferencias, siendo las amas de casa las que obtienen una valoración media más alta (90,93), seguido de los laborales ( Χ = 90,79) y pensionistas, con una media de Χ = 89,84. Atendiendo a las valoraciones de las variables conjuntamente, se pone de manifiesto los sujetos cuyo estado civil es de casado/a y cuya ocupación es laboral registra una ligera puntuación más alta ( Χ = 90,69 ) que las amas de casa ( Χ = 90,47) y pensionistas ( Χ = 89,72 ) en la dimensión de Rol Emocional. En cuanto al grupo cuyo estado civil es soltero/a, son las amas de casa las que exhiben las puntuaciones superiores ( Χ = 92,67 ) en relación a los laborales ( Χ = 91,80 ) y pensionistas ( Χ = 90,57 ). Tabla 84 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 90,69 S = 4,94 Χ = 91,80 S = 5,81 Χ b1 = 90,79 S b1 = 4,97 Ama de casa (b2) Χ = 90,47 S = 5,27 Χ = 92,67 S = 4,56 Χ b 2 = 90,93 S b 2 = 5,17 Pensionista (b3) Χ = 89,72 S = 6,03 Χ = 90,57 S = 5,50 Χ b3 = 89,84 S b3 = 5,92 Χ a1 = 90,31 Χ a 2 = 91,88 S a1 = 5,39 S a2 = 4,95 269 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Los resultados del Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3) se ofrecen en la tabla 85. Se advierte que el estado civil, con una F= 1.22 y una probabilidad asociada = .271, la ocupación (F= .53; p=.591) y la interacción de estado civil x ocupación (F= .13; p=.873), no presentan variación significativa en relación a la dimensión de Rol Emocional. Tabla 85 ANALISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 35.19 30.44 7.81 4443.34 1316243.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 35.19 15.22 3.91 28.85 F Sig. 1.22 .53 .13 .271 .591 .873 4.3.4.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. El análisis de los resultados globales (tabla 86), nos demuestra que el grupo de sujetos de más de 4 enfermedades presenta una media ligeramente superior (91,94) de la agrupación de 2 y 3 enfermedades asociadas (90,28) y de los que tienen entre 0 y 1 (90,18). En el tipo de apnea los datos obtenidos nos ponen de manifiesto que el grupo de apnea mixta ostentan la media más alta (91,54); en segundo lugar, se ubican los pacientes con apnea obstructiva, con una media de 90,39, y, por último, la puntuación más baja en la dimensión de Rol emocional corresponde al grupo de los apnea central, con una media de 90,20. Por otra parte, los que se circunscriben dentro de las enfermedades asociadas de 0 y 1, registran una puntuación superior en el tipo de apnea mixta ( Χ = 94,25 ), mientras que en la apnea central es 89,84 y en la obstructiva de 89,62. El grupo de pacientes pertenecientes al rango entre 2 y 3 enfermedades asociadas, se observa una valoración ligeramente superior en la apnea central ( Χ = 90,82 ), seguido de la mixta ( Χ = 90,62 ) y obstructiva ( Χ = 90,13 ). Por último, los sujetos ubicados en más de 4 enfermedades asociadas constatan puntuaciones muy similares en la apnea obstructiva ( Χ = 91,79 ) y mixta 270 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados ( Χ = 91,71 ); sin embargo, existe una ligera distancia con el tipo de apnea central, con una puntuación de 88,50. Tabla 86 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 89,62 S = 5,26 Χ = 90,13 S = 5,25 Χ = 91,79 S = 5,22 Χ b1 = 90,39 S b1 = 5,26 Central (b2) Χ = 89,84 S = 5,08 Χ = 90,82 S = 6,87 Χ = 88,50 S = 2,38 Χ b 2 = 90,20 S b 2 = 6,00 Mixta (b3) Χ = 94,25 S = 3,77 Χ = 90,62 S = 5,66 Χ = 91,71 S = 5,94 Χ b3 = 91,54 S b3 = 5,34 Χ a1 = 90,18 S a1 = 5,28 Χ a 2 = 90,28 S a2 = 5,46 Χ a 3 = 91,94 S a2 = 5,14 En la tabla 87 se exponen los resultados del Análisis de Variancia (ANOVA 3 x 3). Se comprueba las enfermedades asociadas (F= .16; p= .849), la variable tipo de apnea (F= .98; p= .378) y la interacción entre enfermedades asociadas x tipo de apnea (F= 1.09; p= .355), no reportan variaciones significativas en la dimensión del Rol Emocional. 271 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 87 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 9.41 56.35 94.18 gl 4374.43 1316243.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 4.70 28.17 31.38 F Sig. .16 .98 1.09 .849 .378 .355 28.78 4.3.4.4. Atendiendo a la Toxicidad y la Posición Corporal. Las puntuaciones generales extraídas de la tabla 88, nos demuestran que en relación a la variable toxicidad no se registran grandes diferencias cuantitativas, todo lo contrario, las medias resultantes del cuestionario calidad de vida en la dimensión del Rol Emocional están muy igualadas, sobresaliendo el grupo de fumadores (90,90) en relación a los pacientes que no manifiestan toxicidad (90,63) y a los bebedores ocasionales (89,70). En cuanto a la posición que adoptan estos pacientes durante el período de sueño, se observa que los que duermen en prono tiene una mayor puntuación (media = 91,94) que los que duermen de cúbito supino lateral derecho (90,40), los que descansan de cúbito supino lateral izquierdo (90,32) y los reposan de cúbito supino (90,13). A su vez, se pone de manifiesto que los bebedores que adoptan la posición prono, son los que mayores puntuaciones obtienen ( Χ = 93,33 ), le siguen los que descansan en una posición de cúbito supino lateral izquierda ( Χ = 90,38 ), los que duermen de cúbito supino ( Χ = 88,96 ) y los yacen de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 82,00 ). En el grupo de fumadores, se observa que los que mayor puntuación obtienen en la dimensión de Rol Emocional, son los que duermen de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 95,50 ), seguido por la posición de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 93,00 ), posición supino ( Χ = 90,19 ) y posición de prono ( Χ = 90,00 ).Por último, los que no presentan ninguna toxicidad, parece que registran una media más alta en posición prono (92,11). Los sujetos que duermen 272 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados de cúbito supino ( Χ = 90,59 ) y cúbito supino lateral derecho ( Χ = 90,14 ), obtienen unas medias muy parecidas. Sin embargo, los que adoptan la posición de cúbito supino lateral izquierdo, muestran la puntuación más baja ( Χ = 88,82 ) en la dimensión de Rol Emocional. Tabla 88 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 93,33 S = 5,28 Χ = 90,00 S = 6,45 Χ = 92,11 S = 4,72 Χ b1 = 91,94 S b1 = 5,11 Cúbito Supino (b2) Χ = 88,96 S = 5,33 Χ = 90,19 S = 5,27 Χ = 90,59 S = 5,15 Χ b 2 = 90,13 S b 2 = 5,21 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 90,38 S = 6,41 Χ = 93,00 S = 3,35 Χ = 88,82 S = 6,62 Χ b3 = 90,32 S b3 = 5,95 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 82,00 S = 4,24 Χ = 95,50 S = 3,32 Χ = 90,14 S = 4,64 Χ b 4 = 90,40 S b 4 = 5,51 Χ a1 = 89,70 Χ a 2 = 90,90 Χ a 3 = 90,63 S a3 = 5,19 S a1 = 5,95 S a2 = 5,25 El análisis de varianza (ANOVA 3 x 4) de la tabla 89, se describe que la variable toxicidad es fuente significativa de variación, al obtener una de F= 2,50 y una probabilidad asociada = .050. Los análisis a posteriori nos indican que las diferencias significativas se encuentran, únicamente, entre los grupos de “bebedor ocasional y fumadores”. Asimismo, la posición corporal, con una F= 1,00 y una probabilidad asociada de .394, y la interacción entre las variables toxicidad x 273 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados posición corporal (F= 2,06; p = .061), no son fuentes significativas de variación en esta dimensión de Rol Emocional. Tabla 89 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSION: ROL EMOCIONAL” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICION CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 137.74 82.87 341.03 4080.94 1316243.00 gl 2 3 6 160 160 Media F cuadrática 68.87 2.50 27.62 1.00 56.84 2.06 27.57 Sig. .050 .394 .061 4.3.5. Dimensión Rol Físico Se presentan los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial de la variable Calidad de Vida (SF-36) en la dimensión Rol Físico. 4.3.5.1. En función del Sexo y Edad. Las medias obtenidas en términos globales (tabla 90), nos indican que las mujeres registran una mayor calidad de vida en Rol Físico (media = 91,90) en relación a los hombres (media (90,00). En cuanto a la edad, son los sujetos que se encuentran entre 60 y 69 años los que muestran una puntuación más elevada (91,24); sin embargo, el grupo de menos de 59 años(90,83) y los de más de 70 (90,58), presentan unas medias bastante similares. Asimismo, las mujeres mayores de 70 años, puntúan más alto en la dimensión de Rol Físico (media = 92,27). En el extremo opuesto se encuentra el grupo de edad entre 60 y 69 años, presentando las puntuaciones más bajas, con una media de 91,60. En una posición intermedia se ubican las de menos de 59 años (media = 92,03). Por lo que se refiere a los hombres, es en el intervalo de edad entre 60 y 69 años donde se pone de manifiesto una valoración media más alta (90,91) en relación a los de menos de 59 años y más de 70 años, con unas medias de 89,42 y 89,33, respectivamente. 274 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 90 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 92,03 S = 4,25 Χ = 89,42 S = 5,82 Χ b1 = 90,83 S b1 = 5,16 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 91,60 S = 4,18 Χ = 90,91 S = 5,70 Χ b 2 = 91,24 S b 2 = 5,00 Más de 70 años (b3) Χ = 92,27 S = 4,98 Χ = 89,33 S = 6,96 Χ b3 = 90,58 S b3 = 6,26 Χ a1 = 91,90 S a1 = 4,28 Χ a 2 = 90,00 S a2 = 5,97 En el Análisis de Varianza de 3 x 3 (tabla 91), se puede observar que la variable sexo (F= 5,11; p= .025) es fuente significativa de variación, siendo las mujeres las que exhiben una dimensión de Rol Físico significativamente mayor que los hombres. A su vez, la edad (F= .18; p= .835) y la interacción entre sexo x edad (F= .70; p= .499), no son fuentes significativas de variación. Tabla 91 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 139.77 9.85 38.17 4208.47 1327906.00 275 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 139.77 4.93 19.09 27.33 F Sig. 5.11 .18 .70 .025 .835 .499 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.5.2. En función del Estado Civil y Ocupación. En las puntuaciones globales de estas variables (tabla 92), se manifiesta que los solteros obtienen una valoración media mayor (91,88) en Rol Físico que los casados (90,79). En la variable ocupación, son las amas de casa las que muestran unas medias (91,81) ligeramente superiores a los pensionistas (90,72) y laborales (90,25). Por otra parte, los sujetos cuyo estado civil es casado, ofrecen las mayores puntuaciones en media en el grupo de ocupación de amas de casa (91,93), seguido de los pensionistas (90,30) y laborales (90,15). Así mismo, en el grupo solteros, aparecen las valoraciones medias más altas en la ocupación de pensionistas (93,29). En el extremo opuesto, es decir, con la media más baja, encontramos a los laborales (91,20) y en una posición intermedia las amas de casa (91,33). Tabla 92 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 90,15 S = 5,89 Χ = 91,20 S = 4,92 Χ b1 = 90,25 S b1 = 5,78 Ama de casa (b2) Χ = 91,93 S = 4,21 Χ = 91,33 S = 4,12 Χ b 2 = 91,81 S b 2 = 4,16 Pensionista (b3) Χ = 90,30 S = 5,71 Χ = 93,29 S = 5,85 Χ b3 = 90,72 S b3 = 5,76 Χ a1 = 90,79 S a1 = 5,35 Χ a 2 = 91,88 S a2 = 4,70 276 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados A la vista de los resultados ofrecidos en la tabla 93, donde se reflejan el Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), se observa que el estado civil, con una F= .87 y una probabilidad asociada = .354, la ocupación (F= .27;p=.763), y la interacción entre estado civil x ocupación (F= .86; p= .726), no registran variación significativa en la dimensión de Rol Físico. Tabla 93 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 23.99 15.04 47.51 4268.74 1327906.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 23.99 7.52 23.75 27.72 F Sig. .87 .27 .86 .354 .763 .726 4.3.5.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. Al investigar las valoraciones globales en estas variables (tabla 94), se observa en las enfermedades asociadas unas pequeñas diferencias en la dimensión del Rol Físico, así los sujetos con más de 4 enfermedades exhiben una media de 91,62, seguidos por los que presentan entre 0 y 1 enfermedades (91,00) y los que manifiestan entre 2 y 3 enfermedades, con una media de 90,64. En el tipo de apnea, se constata la superioridad de los pacientes con apnea de tipo central (93,07) en relación a los de apnea obstructiva (91,02) y los que padecen de apnea mixta (89,25). En cuanto a la dimensión de Rol Físico y atendiendo al número de enfermedades asociadas y el tipo de apnea, los sujetos que agrupan entre 0 a 1 enfermedades, muestran una media más alta en la apnea central (93,05), en una posición intermedia, el grupo de pacientes con una apnea diagnosticada de obstructiva (91,319), y con menor el tipo de apnea mixta (88,75). 277 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 94 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 91,31 S = 4,79 Χ = 90,77 S = 5,59 Χ = 91,32 S = 4,42 Χ b1 = 91,02 S b1 = 5,12 Central (b2) Χ = 93,05 S = 3,05 Χ = 93,09 S = 3,56 Χ = 93,00 S = 3,16 Χ b 2 = 93,07 S b 2 = 3,35 Mixta (b3) Χ = 88,75 S = 7,59 Χ = 87,92 S = 5,84 Χ = 92,00 S = 7,05 Χ b3 = 89,25 S b3 = 6,45 Χ a1 = 91,00 S a1 = 5.,12 Χ a 2 = 90,64 S a2 = 5.54 Χ a 3 = 91,62 S a2 = 4,78 Por otra parte, los sujetos agrupados entre 2 y 3 enfermedades, exhiben las valoraciones mayores en Físico en apnea central ( Χ = 93,09 ), seguido de los apneicos obstructivos ( Χ = 90,77 ) y los mixtos ( Χ = 87,92 ). Por último, los que se ubican en más de 4 enfermedades, presentan una mayor puntuación en el grupo de apnea central ( Χ = 93,00 ) en relación a los de apnea obstructiva ( Χ = 91,32 ) y mixta ( Χ = 92,00 ). El análisis de varianza (ANOVA 3 x 3) expuesto en la tabla 95, se pone de manifiesto que las enfermedades asociadas (F= .63; p= .532), el tipo de apnea (F= 1,61; p= .204) y la interacción de enfermedades asociadas x tipo de apnea (F= .64; p= .591), no presentan variaciones significativas en la dimensión del Rol Físico. 278 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 95 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 34.82 88.40 52.72 gl 4178.38 1327906.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 17.41 44.20 17.57 F Sig. .63 1.61 .64 .532 .204 .591 27.49 4.3.5.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal. En análisis general de estas variables (tabla 96), se puede observar que los bebedores ocasionales obtienen una mayor puntuación global en la dimensión de Rol Físico (media = 60,61) que los fumadores (media = 58,81) y que los que no presentan toxicidad, con una media de 56,75. En cuanto a la variable posición corporal, los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran mayores puntuaciones (60,78) que los que duermen de cúbito supino (58,29), de cúbito supino lateral derecho (56,92) y los que adoptan la posición durante el sueño de prono (56,43). Por otra parte, los bebedores que duermen en posición de cúbito supino lateral izquierdo muestran las medias más altas en la dimensión de Rol Físico (61,76), le siguen los de cúbito supino (61,01), los que duermen en posición prono (60,68) y de cúbito supino lateral derecho, con la menor puntuación (53,00). En los fumadores, se observa que los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo registran una mayor media (63,33) que el resto de las distintas posiciones corporales durante la etapa del sueño: los que yacen de cúbito supino (58,74), los que descansan de cúbito supino lateral derecho (57,35) y los que duermen en posición prono, con una de media de 55,70. 279 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 96 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 60.68 S = 4.68 Χ = 55.70 S = 5.25 Χ = 55.31 S = 7.28 Χ b1 = 56.43 S b1 = 6.68 Cúbito Supino (b2) Χ = 61.01 S = 4.57 Χ = 58.74 S = 7.08 Χ = 56.69 S = 6.30 Χ b 2 = 58.29 S b 2 = 6.53 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 61.76 S = 10.44 Χ = 63.33 S = 9.45 Χ = 58.67 S = 6.39 Χ b3 = 60.78 S b3 = 8.45 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 53.00 S = 1.41 Χ = 57.35 S = 1.58 Χ = 57.36 S = 5.44 Χ b 4 = 56.92 S b 4 = 4.75 Χ a1 = 60.61 Χ a 2 = 58.81 Χ a 3 = 56.75 S a1 = 6.63 S a2 = 7.05 S a3 = 6.39 Finalmente, los que no presentan ninguna toxicidad, al igual que el grupo de los bebedores y fumadores, obtienen mayores puntuaciones en la categoría de posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 58,67. A continuación el grupo de sujetos que duermen de cúbito supino lateral derecho, con una media de 57,36, seguido de los pacientes que adoptan una posición de cúbito supino ( Χ = 56.69 ), y, con menor puntuación el grupo de posición corporal prono, con una media de 55,31. En la tabla 97 se muestran los resultados correspondientes al Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 4). Se constata que la variable toxicidad, con una F= .83 y una probabilidad asociada = .438, la posición corporal (F= .10; p=.965) y la interacción entre toxicidad x posición corporal, con una F= .61 y una probabilidad 280 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados asociada =.722, no son fuentes significativas de variación en la dimensión del Rol Físico. Tabla 97 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: ROL FÍSICO” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 47.12 7.69 104.04 4202.94 1327906.00 gl 2 3 6 160 160 Media cuadrática 23.56 2.56 17.34 29.40 F Sig. .83 .10 .61 .438 .965 .722 4.3.6. Dimensión Salud General. Se dedica este apartado a exponer los resultados procedentes del análisis descriptivo e inferencial de la variable Calidad de Vida (SF-36) en la dimensión Salud General. 4.3.6.1. Atendiendo al Sexo y Edad Desde una perspectiva general (tabla 98) los resultados nos ponen de manifiesto que las mujeres obtienen una media (39,66) considerablemente más alta que los hombres (33,01). Por otro lado, en el intervalo de edad de más de 70 años se registra la puntuación mayor en la dimensión Salud General, con una media 37,54, le sigue el grupo de menos de 59 años (media = 36,58), y los que están entre 60 y 69 años, con una media de 35,55. A su vez, el grupo de mujeres que se encuentran con más de 70 años, exhiben una media (43,00) mayor que el resto: las que tienen una edad menor de 59 años puntúan con una media de 41,15 y las que se encuentran entre 60 y 69 años, con una media de 36,5. Atendiendo a los hombres, se observa que los que se ubican entre 60 y 69 años muestran una valoración superior (media = 34,66) a los que a los que tienen una edad de más de 70 años, que registran una puntuación de 33,53 y los de menos de 59 años, con una media de 31,18. 281 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 98 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Mujer (a1) Hombre (a2) Menos de 59 años (b1) Χ = 41,15 S = 13,22 Χ = 31,18 S = 11,06 Χ b1 = 36,58 S b1 = 13,18 Entre 60 y 69 años (b2) Χ = 36,50 S = 13,71 Χ = 34,66 S = 10,50 Χ b 2 = 35,55 S b 2 = 12,09 Más de 70 años (b3) Χ = 43,00 S = 16,47 Χ = 33,53 S = 11,26 Χ b3 = 37,54 S b3 = 14,22 Χ a1 = 39,66 S a1 = 13,92 Χ a 2 = 33,01 S a2 = 10,86 Tal y como se puede observar en la tabla 99, el Análisis de Varianza 2 x 3, nos indica que la variable sexo es fuente significativa de variación en la dimensión de Salud General al registrar una F= 10,49 con una probabilidad asociada = .001, obteniendo una mayor y significativa puntuación las mujeres en relación a los hombres. Así mismo, la edad (F= .42; p= .655) y interacción entre sexo x edad (F= 1,95; p=.146), no producen variación significativa en la dimensión de Salud General. Tabla 99 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL”ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados 1628.68 131.59 605.09 23912.44 237658.00 282 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 1628.68 65.80 302.54 155.28 F Sig. 10.49 .42 1.95 .001 .655 .146 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.6.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. Por lo que se refiere a las puntuaciones generales (tabla 100) de estas variables, se revela que sujetos solteros registran una media mayor (38,33) en relación a los casados (35,99). En la variable ocupación, la media más alta se encuentra en la categoría de ama de casa (38,42), a continuación la laboral (36,49), y, por último, el grupo de pensionistas donde se presentan la media más baja (33,80). Tabla 100 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL”ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) Casado/a Soltero/a (a1) (a2) Laboral Χ = 36,15 Χ = 39,80 Χ b1 = 36,49 (b1) S = 13,61 S = 17,77 S b1 = 13,89 Ama de Χ = 38,80 Χ = 37,00 Χ b 2 = 38,42 casa S = 13,75 S = 12,25 S b 2 = 13,36 (b2) OCUPACIÓN Pensionista Χ = 32,86 Χ = 39,57 Χ b3 = 33,80 (B) (b3) S = 11,09 S = 8,34 S b3 = 10,88 Χ a1 = 35,99 S a1 = 13,03 Χ a 2 = 38,33 S a2 = 12,11 Igualmente, en el grupo de casados cuya ocupación es el de ama de casa se contempla una media superior (38,80), seguido por los de laboral (36,15) y pensionistas (32,86). En la categoría de solteros, obtienen mayores puntuaciones en la ocupación laboral ( Χ = 39,80 ), luego los pensionistas ( Χ = 39,57 ) y las amas de casa ( Χ = 37,00 ). El Análisis de Varianza de 2 x 3 (tabla 101) nos indica que el estado civil (F= .90; p= .344), ocupación (F= .15; p= .862) y la interacción entre estado civil x ocupación (F= .86; p = .427), no presentan variaciones significativas en relación a la dimensión Salud General. 283 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 101 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total Suma de cuadrados 148.96 49.17 282.79 25458.86 237658.00 gl 1 2 2 154 160 Media cuadrática 148.96 24.58 141.40 165.32 F Sig. .90 .15 .86 .344 .862 .427 4.3.6.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. En el análisis de los resultados globales (tabla 102), se puede observar que el grupo de sujetos que poseen entre 2 y 3 enfermedades asociadas, presentan una valoración superior en la dimensión de Salud General ( Χ = 59.08 ) en relación al grupo de entre 0 y 1 enfermedades ( Χ = 57.50 ) y los que tienen más de 4 enfermedades ( Χ = 56.59 ). En el tipo de apnea, se constata la superioridad de los pacientes con apnea de tipo obstructiva (58,80) en relación a los de apnea mixta (58,28) y los que padecen de apnea central (52,69). Tabla 102 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) Entre 0 y 1 Entre 2 y 3 Más de 4 (a1) (a2) (a3) TIPO DE APNEA (B) Obstructiva (b1) Χ = 57.81 S = 5.31 Χ = 59.92 S = 6.48 Χ = 57.26 S = 6.44 Χ b1 = 58.80 S b1 = 6.28 Central (b2) Χ = 54,54 S = 6,28 Χ = 52.94 S = 5.95 Χ = 52.00 S = 6.93 Χ b 2 = 52.69 S b 2 = 5.98 Mixta (b3) Χ = 55.25 S = 3.86 Χ = 60.15 S = 10.07 Χ = 56.54 S = 6.04 Χ b3 = 58.28 S b3 = 8.30 Χ a1 = 57.50 S a1 = 5.18 Χ a 2 = 59.08 S a2 = 7.34 Χ a 3 = 56.59 S a2 = 6.45 284 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En el apartado del Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 3) que se presenta en la tabla 103, la variable de enfermedades asociadas (F= .17; p= .843), el tipo de apnea (F=1.50; p= .227) y la interacción de enfermedades asociadas x tipo de apnea (F=.86; p= .461), no son fuentes significativas de variación en la dimensión de Salud General. Tabla 103 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL”ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total Suma de cuadrados 57.61 506.07 438.90 gl 25650.69 237658.00 152 160 2 2 3 Media cuadrática 28.81 253.04 145.97 F Sig. .17 1.50 .86 .843 .227 .461 168.75 4.3.6.4. Atendiendo a la Toxicidad y la Posición Corporal. En general, y a la vista de los resultados expuestos en la tabla 104, los sujetos que no presentan ninguna toxicidad obtienen una mayor puntuación en la dimensión de Salud General ( Χ = 38,29 ) que los fumadores ( Χ = 35,13 ) y bebedores ocasionales ( Χ = 33,33 ). Los que duermen de cúbito supino lateral derecho registran medias más altas (40,95) que los que duermen en posición prono (36,45), de cúbito supino lateral izquierdo (36,04) y los que adoptan la posición de cúbito supino durante el sueño (35,29). Si nos centramos en los bebedores y que duermen en posición de cúbito supino lateral izquierdo, son los que obtienen una valoración media más alta ( Χ = 37,63 ), le siguen los que adoptan una posición de cúbito supino ( Χ = 32,71 ), los que duermen en posición prono ( Χ = 30,17 ) y de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 30,00 ). En el grupo de fumadores, se observa que los muestran una mayor puntuación en la dimensión de Salud General, son los que duermen en posición prono ( Χ = 43,83 ), seguido de los sujetos que adoptan la 285 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados posición de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 41,00 ), de cúbito supino ( Χ = 34,06 ) y adoptan durante el período de sueño una posición de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 29,00 ). Por último, los pacientes que manifiestan ninguna toxicidad, registran una media más elevada en la posición de cúbito supino lateral derecho (42,50), a continuación los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (38,73), de cúbito supino (37,65), registrando la puntuación más baja los que duermen en posición prono (36,11). Tabla 104 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL”ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 30,17 S = 7,57 Χ = 43,83 S = 10,98 Χ = 36,11 S = 12,32 Χ b1 = 36,45 S b1 = 11,82 Cúbito Supino (b2) Χ = 32,71 S = 11,58 Χ = 34,06 S = 13,32 Χ = 37,65 S = 13,85 Χ b 2 = 35,29 S b 2 = 13,27 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 37,63 S = 9,73 Χ = 29,00 S = 9,92 Χ = 38,73 S = 13,47 Χ b3 = 36,04 S b3 = 11,84 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 30,00 S = 21,21 Χ = 41,00 S = 10,71 Χ = 42,50 S = 14,22 Χ b 4 = 40,95 S b 4 = 13,95 Χ a1 = 33,33 Χ a 2 = 35,13 Χ a 3 = 38,29 S a1 = 10,79 S a2 = 12,92 S a3 = 13,42 En la tabla 105 del Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 4), se constata que la toxicidad, con una F= 1.66 y una probabilidad asociada = .194, la posición corporal (F= .26; p=.851) y la interacción de toxicidad x posición corporal, con 286 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados una F= 1.11 y una probabilidad asociada = .360, no producen variaciones significativas en la dimensión de Salud General del SF-36. Tabla 105 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD GENERAL”ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total Suma de cuadrados 544.40 130.38 1091.39 24297.52 237658.00 gl 2 3 6 160 160 Media F cuadrática 272.20 1.66 43.46 .26 181.90 1.11 164.17 Sig. .194 .851 .360 4.3.7. Dimensión Salud Mental. Se estudia la calidad de vida en su dimensión de Salud Mental, a través de los análisis descriptivos e inferenciales, atendiendo a cada uno de las variables de la investigación. 4.3.7.1. En función del Sexo y Edad. En cuanto a las puntuaciones globales de la tabla 106, se observa un predominio de los hombres, con una media de 68,62, frente a las mujeres que obtienen una puntuación de 45,54. Con respecto a la edad, los mayores de 70 años exhiben una media más alta (61,69) en relación a los de 60 y 69 (59,42) y los menores de 59 años (53,40). Por otra parte, las mujeres de más de 70 años registran una puntuación alta ( Χ = 48,18 ) en relación a las que tienen entre 60 y 69 años (media = 45,90) y las de menos de 59, con una media de 44,51. Sin embargo en el grupo de los hombres, aquellos que tiene edades comprendidas entre los 60 y 69 años exponen unas puntuaciones medias más altas (72,09) que los mayores de 70 años y menos de 59, con unas medias de 71,09 y 63,91, respectivamente. 287 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 106 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) EDAD (B) Menos de 59 años (b1) Entre 60 y 69 años (b2) Más de 70 años (b3) Mujer (a1) Χ = 44,51 S = 14,82 Hombre (a2) Χ = 63,91 S = 19,78 Χ b1 = 53,40 S b1 = 19,71 Χ = 45,90 S = 16,42 Χ = 72,09 S = 19,25 Χ b 2 = 59,42 S b 2 = 22,15 Χ = 48,18 S = 17,21 Χ = 71,60 S = 17,28 Χ b3 = 61,69 S b3 = 20,61 Χ a1 = 45,54 S a1 = 15,61 Χ a 2 = 68,62 S a2 = 19,30 En el Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3) de la tabla 107, se pone de manifiesto que la variable sexo es fuente significativa de variación, con una F= 55.74 y una probabilidad asociada de = .000, obteniendo los hombres una media significativamente mayor que las mujeres. En cuanto a la edad (F=1,65; p= .195) y la interacción entre el sexto x la edad ((F= .63; p= .534)), no muestran variación significativa en relación a la dimensión de Salud Mental. Tabla 107 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL”ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. 17123.62 1015.26 387.37 47305.13 591323.00 1 2 2 154 160 17123.62 507.63 193.68 307.18 55.74 1.65 .63 .000 .195 .534 288 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.7.2. En función del Estado Civil y Ocupación. Al examinar las puntuaciones generales (tabla 108), se contempla que los casados presentan una valoración mayor (57,65) que los solteros (53,87). A su vez, los sujetos pensionistas tienen una media más alta en la dimensión de Salud Mental (59, 87) que los laborales y amas de casa, con unas medias de 56,87 y 45,67, respectivamente. Tabla 108 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL”ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 56,04 S = 21,63 Χ = 64,00 S = 25,29 Χ b1 = 56,87 S b1 = 21,88 Ama de casa (b2) Χ = 46,91 S = 15,65 Χ = 41,00 S = 10,25 Χ b 2 = 45,67 S b 2 = 14,80 Pensionista (b3) Χ = 70,64 S = 18,27 Χ = 68,14 S = 20,82 Χ b3 = 59.87 S b3 = 18,43 Χ a1 = 57,65 S a1 = 20,97 Χ a 2 = 53,87 S a2 = 21,19 Por otra parte, los casados y cuya ocupación es la de pensionistas registran una media mucho mayor ( Χ = 70,64 ) que los laborales ( Χ = 56,04 ) y amas de casa ( Χ = 46,91 ). En cuanto a los solteros, los pacientes pensionistas ( Χ = 68,14 ) presentan una puntuación más elevada que laborales ( Χ = 64,00 ) y amas de casa ( Χ = 41,00 ). 289 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 109 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total 60.20 10145.03 667.15 53090.66 591323.00 1 2 2 154 160 60.20 5072.51 333.58 334.74 .17 14.17 .97 .805 .000 .382 El ANOVA 2 x 3 de la tabla 109, nos indica que la variable estado civil (F= .17 y una probabilidad asociada = .805) y la interacción estado civil x ocupación (F= .97, con una probabilidad asociada = .382) no son fuentes significativas de variación. Sin embargo, la ocupación (F= 14,17; p= .000), sí produce una variación significativa en la dimensión de Salud Mental, constatando en las pruebas a posteriori que las diferencias se detectan entre “laborales y amas de casa”, “laborales y pensionistas”, “amas de casa y pensionistas”. 4.3.7.3. En función de las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. Analizando las medias globales expuestas en la tabla 110, se comprueba que los pacientes con enfermedades asociadas entre 2 y 3(media = 63,48) muestran una valoración mayor en relación a los padecen más de 4 enfermedades asociadas (media 54,15) y los que tienen entre 0 y 1 (media = 43,48). En cuanto al tipo de apnea, se constata que los diagnosticados de mixta presentan una media (62,75) en la dimensión de Salud Mental que los obstructivos (56,69) y centrales (51,13). A su vez, se verifica que el grupo de enfermedades asociadas entre 0 y 1 registra una mayor puntuación ( Χ = 51,32 ) en el tipo de apnea central, mientras que en la obstructiva obtiene una media de 44,79 y en la mixta de (34,00). En el intervalo de 2 y 3 enfermedades asociadas, se observa que la valoración más elevada se encuentra en apnea mixta ( Χ = 74,69 ), seguido de la obstructiva ( Χ = 63,37 ) y central ( Χ = 50,82 ). Finalmente, los sujetos con más de 4 enfermedades asociadas, se constatan las puntuaciones más altas en apnea mixta 290 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados ( Χ = 57,00 ) en relación con la obstructiva ( Χ = 63,37 ) y central, con una media de 50,82. Tabla 110 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 44,79 S = 12,90 Χ = 63,37 S = 20,73 Χ = 53,75 S = 19,51 Χ b1 = 56,69 S b1 = 20,25 Central (b2) Χ = 51,32 S = 15,62 Χ = 50,82 S = 22,15 Χ = 52,00 S = 12,00 Χ b 2 = 51,13 S b 2 = 18,73 Mixta (b3) Χ = 34,00 S = 7,66 Χ = 74,69 S = 21,64 Χ = 57,00 S = 23,67 Χ b3 = 62,75 S b3 = 25,15 Χ a1 = 43,48 S a1 = 12,81 Χ a 2 = 63,48 S a2 = 21,71 Χ a 3 = 54,15 S a2 = 19,00 El ANOVA 3 x 3 (tabla 111), pone de manifiesto que las enfermedades asociadas son fuente significativa de variación en la dimensión de Salud Mental, con una F= 10,25 y una probabilidad asociada = .000. En las pruebas a posteriori las diferencias significativas se exhiben entre “0 y 1 - 2 y 3”, “0 y 1 - más de 4”, “2 y 3 - más de 4”. Así mismo, en la variable tipo de apnea (F= 1,54; p= .216) y la interacción de enfermedades asociadas x tipo de apnea (F= 1,55; p= .204), no observan variaciones significativas en relación a la dimensión Salud Mental. 291 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 111 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL”ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total 7563.55 1141.44 1715.58 2 2 3 3781.77 570.72 571.76 10.25 1.54 1.55 .000 .216 .204 56077.41 591323.00 152 160 368.93 4.3.7.4. En función de la Toxicidad y Posición Corporal. A la vista de los resultados de la tabla 112, se observamos que los bebedores obtienen la mayores puntuaciones (70,10) que los fumadores (63,33) y ninguna toxicidad (47,91). Atendiendo a la posición corporal predominante durante el sueño es la de cúbito supino lateral izquierdo (media 65,28) la que mayor media registra, a continuación, los que duermen en posición prono, con una media de 56,71, de cúbito supino (media = 55,44) y los que durante el sueño adoptan la postura de cúbito supino lateral derecho, con una media de 54,30. Por otro lado, los sujetos bebedores que duermen en posición de cúbito supino lateral derecho, son los sujetos de la muestra con las mayores puntuaciones, con una media de 93,00, seguidos de los que duermen en posición prono ( Χ = 77,33 ), de cúbito supino lateral izquierdo (media = 66,87) y de cúbito supino (65,57). En cuanto a los fumadores, se contempla yacen en posición prono registran una media más alta ( Χ = 72,67 ) que el resto de las distintas posiciones corporales durante la etapa del sueño: cúbito supino ( Χ = 62,89 ), cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 62,67 ) y cubito supino lateral derecho, con una media de 54,25. Por último, en cuanto a los que no presentan ninguna toxicidad, obtienen mayores puntuaciones en la categoría de posición corporal de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 65,54, le sigue el grupo de sujetos que duermen de cúbito supino lateral derecho (media = 48,79), los que adoptan una posición prono ( Χ = 45,16 ) y de cúbito supino, con una media de 43,38. 292 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 112 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL”ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 77,33 S = 18,97 Χ = 72,67 S = 20,27 Χ = 45,16 S = 14,35 Χ b1 = 56,71 S b1 = 21,74 Cúbito Supino (b2) Χ = 65,57 S = 16,91 Χ = 62,89 S = 20,48 Χ = 43,38 S = 11,24 Χ b 2 = 55,44 S b 2 = 19,31 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 66,87 S = 18,32 Χ = 62,67 S = 19,38 Χ = 65,54 S = 29,10 Χ b3 = 65,28 S b3 = 23,05 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 93,00 S = 7,07 Χ = 54,25 S = 24,14 Χ = 48,79 S = 19,28 Χ b 4 = 54,30 S b 4 = 23,00 Χ a1 = 70,10 Χ a 2 = 63,33 Χ a 3 = 47,91 S a1 = 18,24 S a2 = 20,40 S a3 = 18,18 En el Análisis de Varianza (tabla 113), se descubre que la variable toxicidad, con una F= 14,90 y una probabilidad asociada = .000, produce una variación significativa en la dimensión de Salud Mental. Los análisis a posteriori nos indican que las diferencias significativas se entre “bebedor y ninguna toxicidad”, “fumador y ninguna toxicidad”. Mientras que, en la posición corporal (F= 1,93; p= .127) y en la interacción de toxicidad x posición corporal (F= 2,48; p= .0269), no se aprecian fuentes significativas de variación 293 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 113 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: SALUD MENTAL”ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total 9960.21 1935.33 4974.16 49458.25 591323.00 2 3 6 160 160 4980.10 645.11 829.03 334.18 14.90 1.93 2.48 .000 .127 .026 4.3.8. Dimensión Vitalidad. En esta ocasión se analiza las puntuaciones obtenidas en calidad de vida en su dimensión de Vitalidad en cada uno de los apartados establecidos de las variables a considerar del presente estudio. 4.3.8.1. Atendiendo al Sexo y Edad. En cuanto a valoraciones globales de estas variables (tabla 114), se contempla que las mujeres tienen una media mayor en vitalidad (44,75) que los hombres (26,75). Atendiendo a la variable edad, se encuentra que los menores de 59 años registran la puntuación más elevada (39,17) seguidos por los que tienen una edad comprendida entre 60 y 69 años (33,71) y los mayores de 70 años (31,15) con las medias más bajas en esta dimensión de Vitalidad. A su vez, las mujeres con menos de 59 años obtienen una media más elevada ( Χ = 48,20 ) en relación a las que se encuentran entre 60 y 69 años ( Χ = 42,67 ) y las de más de 70 ( Χ = 38,18 ). Por su parte en los hombres, al igual que en las mujeres, son los de menos de 59 años los presentan una media mayor en la dimensión de Vitalidad ( Χ = 28,48 ), le siguen los de más de 70 años ( Χ = 26,00 ) y los que se encuentran en una edad entre 60 y 69 ( Χ = 25,31 ). 294 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 114 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD SEXO (A) Menos de 59 años (b1) EDAD (B) Entre 60 y 69 años (b2) Más de 70 años (b3) Mujer (a1) Χ = 48,20 S = 14,12 Hombre (a2) Χ = 28,48 S = 14,60 Χ b1 = 39,17 S b1 = 17,34 Χ = 42,67 S = 14,37 Χ = 25,31 S = 14,36 Χ b 2 = 33,71 S b 2 = 16,72 Χ = 38,18 S = 16,01 Χ = 26,00 S = 15,02 Χ b3 = 31,15 S b3 = 16,33 Χ a1 = 44,75 S a1 = 14,75 Χ a 2 = 26,75 S a2 = 14,48 Observando la tabla 115 del Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), se constata que la variable sexo, con una F= 41,33 y una probabilidad asociada = .000, y la edad (F= 2,40; p= .049), son fuentes significativas de variación. Así, las mujeres manifiestan una vitalidad significativamente mayor que los hombres. A su vez, los análisis a posteriori de la variable edad, nos indican que las diferencias significativas en la dimensión de Vitalidad se presentan, únicamente entre “menos de 59 años y más de 70 años”. Tabla 115 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO AL SEXO Y EDAD Fuente de variación Sexo Edad Sexo x Edad Error Total Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. 8724.03 1011.61 267.59 32505.78 251200.00 1 2 2 154 160 8724.03 505.80 133.80 211.08 41.33 2.40 .63 .000 .049 .532 295 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados 4.3.8.2. Atendiendo al Estado Civil y Ocupación. En las puntuaciones globales de las variables en cuestión (tabla 116), nos indican que los solteros registran una valoración media más alta (38,33) que los casados (35,29). En la variable ocupación, las amas de casa muestran una supremacía en la dimensión de Vitalidad (44,39) sobre el resto de grupos, es decir, los laborales, con una media de 34,90 y los pensionistas, con una puntuación de 26,80). Por lo que se refiere al análisis conjunto de estado civil y ocupación, cabe reseñar que los casados/as cuya ocupación es la de amas de casa, registran una media superior (44,22) en relación al grupo de laborales (35,21) y pensionistas (26,05). En el grupo de solteros, al igual que los casados, se constata la misma tendencia; es decir, las amas de casa, con una media de 45,00, seguidos de los laborales (media = 32) y pensionistas (31,43). Tabla 116 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN ESTADO CIVIL (A) OCUPACIÓN (B) Casado/a (a1) Soltero/a (a2) Laboral (b1) Χ = 35,21 S = 15,84 Χ = 32,00 S = 16,43 Χ b1 = 34,90 S b1 = 15,76 Ama de casa (b2) Χ = 44,22 S = 16,44 Χ = 45,00 S = 11,68 Χ b 2 = 44,39 S b 2 = 15,47 Pensionista (b3) Χ = 26,05 S = 16,06 Χ = 31,43 S = 13,45 Χ b3 = 26,80 S b3 = 15,71 Χ a1 = 35,29 S a1 = 17,59 Χ a 2 = 38,33 S a2 = 14,35 296 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados En la tabla 117 del Análisis de Varianza (ANOVA 2 x 3), se puede comprobar que la variable ocupación (F= 8,14; p= .000), es fuente significativa de variación en la dimensión de Vitalidad. Los análisis a posteriori nos indican que las diferencias significativas se detectan entre los grupos de “laboral y ama de casa”, “labora y pensionista”, “ama de casa y pensionista”. El resto de variables, es decir, estado civil (F= .07; p= .790) y la interacción estado civil x ocupación (F= .39; p=.676), no ofrecen variaciones significativas en la dimensión de Vitalidad del SF-36. Tabla 117 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO AL ESTADO CIVIL Y OCUPACIÓN Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Estado Civil Ocupación Estado Civil x Ocupación Error Total 17.69 4038.22 194.90 38189.32 251200.00 1 2 2 154 160 17.69 2019.11 97.45 247.98 .07 8.14 .39 .790 .000 .676 4.3.8.3. Atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea. Siguiendo el esquema de la investigación, las medias globales (tabla 118) en Vitalidad de la variable enfermedades asociadas, nos muestran que aquellos sujetos que tienen entre 0 y 1 enfermedades obtienen una valoración superior (45,76) sobre los que padecen más de 4 enfermedades asociadas (37,18) y los que se encuentran entre 2 y 3 (31,36). En el tipo de apnea, se observa que los diagnosticados de obstructiva exhiben una media más alta (36,45) que los de apnea mixta (34,58) y central (32,00). Considerando a los sujetos entre 0 a 1 enfermedades asociadas, se constata que los diagnosticados de apnea mixta presentan una valoración más elevada ( Χ = 50,00 ) que los de apnea obstructiva (media = 45,17) y central (media = 34,04). Siguiendo con el análisis de resultados, los sujetos agrupados entre 2 y 3 enfermedades, muestran mayores valoraciones en Vitalidad los diagnosticados de apnea central ( Χ = 33,64 ), seguido de los apneicos mixtos ( Χ = 32,31 ) y 297 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados obstructivos ( Χ = 30,78 ). Los que poseen más de 4 enfermedades presentan una mayor puntuación el grupo de los obstructivos ( Χ = 40,36 ), en segundo lugar, los apneicos mixtos ( Χ = 30,00 ), y, por último, se ubican los de apnea central ( Χ = 27,50 ). Tabla 118 MEDIAS Y DESVIACIONES TÍPICAS DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA ENFERMEDADES ASOCIADAS (A) TIPO DE APNEA (B) Entre 0 y 1 (a1) Entre 2 y 3 (a2) Más de 4 (a3) Obstructiva (b1) Χ = 45,17 S = 18,83 Χ = 30,78 S = 14,62 Χ = 40,36 S = 15,27 Χ b1 = 36,45 S b1 = 16,92 Central (b2) Χ = 34,04 S = 17,99 Χ = 33,64 S = 18,59 Χ = 27,50 S = 15,00 Χ b 2 = 32,00 S b 2 = 17,40 Mixta (b3) Χ = 50,00 S = 8,16 Χ = 32,31 S = 17,87 Χ = 30,00 S = 20,82 Χ b3 = 34,58 S b3 = 18,42 Χ a1 = 45,76 S a1 = 17,86 Χ a 2 = 31,36 S a2 = 15,48 Χ a 3 = 37,18 S a2 = 16,69 Centrándonos en el Análisis de Varianza (ANOVA 3 x 3) de la tabla 119, se puede comprobar que la variable enfermedades asociadas, con un valor F= 4,38 y una probabilidad asociada =.014, es fuente significativa de variación en la dimensión de Vitalidad. En las comprobaciones a posteriori se detecta que las diferencias significativas se dan, únicamente, entre los grupos de “0 -1 y 2-3”. Mientras que, el tipo de apnea, con una F= .24 y una probabilidad asociada =.790 y la interacción de enfermedades asociadas y tipo de apnea, con una F= 1,44 y una probabilidad asociada =.234, no producen variaciones significativas en la dimensión de Vitalidad. 298 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 119 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO A LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS Y TIPO DE APNEA Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Enfermedades Asociadas Tipo Apnea Enfermedades Asociadas x Tipo de Apnea Error Total 2332.58 125.73 1148.52 2 2 3 1166.29 62.86 382.84 4.38 .24 1.44 .014 .790 .234 40441.82 251200.00 152 160 266.06 4.3.8.4. Atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal. En las medidas globales de las variables en cuestión (tabla 120), se pone de manifiesto que la mayor valoración se produce en el grupo de sujetos que no muestran ninguna toxicidad (media 42,05)), seguido de los que son fumadores (34,42) y los que muestran pautas de ser bebedores ocasionales (21,67). En cuanto a la posición durante el período de sueño, se detecta que los que duermen de cúbito supino lateral derecho tienen mayor media (40,50) en Vitalidad que los que duermen de cúbito supino lateral izquierdo (36,40), los que lo hacen en una postura de prono (34,84) y los que adoptan la posición de cúbito supino (34,77). Analizando las puntuaciones obtenidas, en calidad de vida en su dimensión de Vitalidad, en cuanto al tipo de toxicidad que presenten los pacientes y su posición corporal durante el sueño, se puede constatar que en el grupo de bebedores se registra una puntuación muy superior en los sujetos que duermen en posición de cúbito supino lateral izquierda, con una media de 32,50, a continuación, se observa a los yacen de cúbito supino (20,00), los que adquieren una posición de cúbito supino lateral derecha (15,00) y los que duermen en posición prono (13,33). En cuanto a los fumadores, los que presentan una valoración más alta los de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 43,33 ), seguido de la posición de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 42,50 ), los que duermen en posición prono ( Χ = 35,00 ) y de cúbito supino, con una media de 31,94. Finalmente, en cuanto a los que no presentan ninguna toxicidad, se comprueba una valoración superior en la dimensión de Vitalidad los que adoptan la posición 299 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados de cúbito supino, con una media de 43,82, seguido de cúbito supino lateral derecho ( Χ = 43,57 ), de los que duermen en prono ( Χ = 41,58 ) y los que descansan en la postura de cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 35,45. Tabla 120 MEDIAS Y DESVIACIONES DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL TOXICIDAD (A) POSICIÓN CORPORAL (B) Bebedor (a1) Fumador (a2) Ninguna (a3) Prono (b1) Χ = 13,33 S = 5,16 Χ = 35,00 S = 16,43 Χ = 41,58 S = 16,75 Χ b1 = 34,84 S b1 = 18,42 Cúbito Supino (b2) Χ = 20,00 S = 10,38 Χ = 31,94 S = 17,04 Χ = 43,82 S = 13,71 Χ b 2 = 34,77 S b 2 = 16,97 Cub. Sup. Lat. Izq. (b3) Χ = 32,50 S = 10,35 Χ = 43,33 S = 18,62 Χ = 35,45 S = 19,16 Χ b3 = 36,40 S b3 = 16,55 Cub. Sup. Lat. Dch. (b4) Χ = 15,00 S = 7,07 Χ = 42,50 S = 20,61 Χ = 43,57 S = 14,47 Χ b 4 = 40,50 S b 4 = 17,01 Χ a1 = 21,67 Χ a 2 = 34,42 Χ a 3 = 42,05 S a1 = 11,47 S a2 = 17,42 S a3 = 15,40 Por lo que se refiere al Análisis de Varianza (ANOVA 3 X 4) de la tabla 121, se aprecia que la toxicidad es fuente significativa de variación en la dimensión de Vitalidad del SF-36, al registrar una F= 13,66 y una probabilidad asociada de .000. En las pruebas a posteriori, las diferencias significativas se detectan entre las categorías de “bebedor y fumador”, “bebedor y ninguna toxicidad”, “fumador y ninguna toxicidad”. A su vez, la posición corporal (F= .97; p= .407) y la interacción toxicidad x posición corporal (F= 1.91; p= .083), no son fuentes significativas de variación. 300 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Tabla 121 ANÁLISIS DE VARIANZA DEL SF-36 “DIMENSIÓN: VITALIDAD” ATENDIENDO A LA TOXICIDAD Y POSICIÓN CORPORAL Fuente de variación Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig. Toxicidad Posición corporal Toxicidad x Posic. Corp. Error Total 6367.59 681.21 2667.25 34505.28 251200.00 2 3 6 160 160 3183.79 227.07 444.54 233.14 13.66 .97 1.91 .000 .407 .083 4.4. ANÁLISIS CORRELACIONAL. La correlación entre variables es una forma de valorar la asociación entre ellas. Se entiende por asociación el hecho de que las variables que se consideran, varíen conjuntamente, es decir, que a medida que una (o más) de las variables del estudio cambie de valor, la otra (u otras) cambie (o cambien) también. Para la interpretación desde el punto de vista descriptivo de las correlaciones de las diferentes variables, tomamos como referencia los baremos sugeridos por Garret (1983) y De Landsheere (1985). En el estudio correlacional de las distintas variables consideradas para el presente estudio (tabla 122), se aprecia una correlación marcada – negativa y una relación notable entre la variable Calidad de Vida en su dimensión Vitalidad y la variable Calidad de Vida en su dimensión Salud Mental; una relación moderada – positiva entre la variable Edad y Deterioro Cognitivo. Esta misma relación se pone de manifiesto entre Calidad de Vida en la categoría de Vitalidad y Calidad de Vida en su dimensión Función Social. Todos los coeficientes de correlación son significativos. Por otra parte, se observa una correlación pequeña – negativa y una relación efectiva entre las variables Ansiedad y Calidad de Vida en su dimensión Salud Mental, Deterioro Cognitivo y Calidad de Vida en Vitalidad. A su vez, se aprecia una correlación pequeña – positiva y una relación baja entre la variable Calidad de Vida en Salud General y la variable Calidad de Vida en el nivel de Función Física; Ansiedad y Calidad de Vida en Vitalidad; Índice de Apnea/Hipopnea y Arousales; Ansiedad y Depresión; Calidad de Vida en su dimensión de Salud General y Calidad de Vida en la categoría de Vitalidad; 301 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Desaturación Media y Calidad de Vida en su categoría de Salud Mental; Calidad de Vida en su dimensión Salud Mental y Calidad de Vida en categoría de Función Física; Calidad de Vida en su dimensión de Vitalidad y Calidad de Vida en su dimensión de Rol Físico; y, por último, dentro de este mismo valor del Coeficiente Correlacional establecido, entre Ansiedad y Calidad de Vida en Salud General, siendo todos los coeficientes de correlación estadísticamente significativos. Así mismo, se exhibe una correlación muy pequeña - positiva y significativa entre Deterioro Cognitivo y Calidad de vida en su categoría de Salud Mental; Calidad de Vida en Función Social y la variable Calidad de Vida en Rol Físico; Calidad de Vida en la dimensión de Función Física y Calidad de Vida en Dolor Corporal; Calidad de Vida en Función Social y Calidad de Vida en Dolor Corporal; Calidad Vida en la dimensión en Salud Mental y Calidad de Vida en Dolor Corporal; Ansiedad y Calidad de Vida en Rol Emocional; Calidad de Vida en Vitalidad y Calidad de Vida en la categoría de Función Física; Ansiedad y la Calidad de Vida en la dimensión de Función Social; Calidad de Vida en Salud General y Calidad de Vida en la categoría de Función Social; y, finalmente, entre Deterioro Cognitivo y Calidad de Vida en Dolor Corporal, encontrando todas las correlaciones estadísticamente significativas. 302 SF-36 S. G. SF-36 V. SF-36 F. S. SF-36 R. E. SF-36 S.M. SF-36 F.F. SF-36 R.F. Tabla 122 EDAD EDAD - I.A/H. .10 - D. C. .44** .07 - D.M. .09 -.18* .12 - AR. -.03 .28** .02 -.10 - ANS. .04 -.10 -.16* -.15* -.04 - DEP. .02 .01 -.11 -.16* .02 .27** - S. D. -.03 .06 .02 .07 .08 -.05 .04 - .04 -.04 -.01 -.10 -.09 .21** .11 -.09 - -.18* -.03 -.31*** -.15* -.05 .29** .12 -.04 .25** - -.02 -.17* -.05 -.05 -.04 .16* .09 -.10 .16* .43*** - .13 -.02 .01 .06 .17* .07 .13 .07 .01 -.07 - .08 .07 .20** .24** .10 -.34*** .02 .05 -.09 -.45*** -.18** -.19** - -.10 .10 .02 .06 .06 .02 .03 -.06 .32*** .17* .08 -.10 .22** - .05 .07 -.08 -.04 -.01 .06 .10 -.13 .11 .21** .19** -.02 -.07 .11 - .06 .12 .15* .05 .05 -.08 .04 -.05 .04 -.03 .17* .01 .17* .18* -.02 SF-36 S. G. SF-36 V. SF-36 F. S. SF-36 R. E. SF-36 S.M. SF-36 F.F. SF-36 R.F. SF-36 D.C. -.01 I.A/H. D. C. D.M. AR. ANS. DEP. S. D. SF-36 D.C. - *** p<.001; ** p<.01; * p<.05. Edad; I.A/H. ( Índice de Apnea/Hipopnea); D.C. (Deterioro Cognitivo); D.M. (Desaturación Media); AR. (Arousales); ANS. (Ansiedad); DEP. (Depresión); S.D. (Somnolencia diurna); SF-36-S.G. (Salud General); SF-36-V. (Vitalidad); SF-36- F.S. (Función Social); S.F-36- R.E. (Rol Emocional); SF-36-S.M. (Salud Mental); SF-36-F.F. (Función Física);SF-36-R.F. (Rol Físico); SF-36-D.C. (Dolor Corpor Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 4. Resultados Por otra parte, se observa una correlación insignificante – negativa y significativa entre Calidad de Vida en la categoría de Rol Emocional y Calidad de Vida en Salud Mental; la Edad y Calidad de Vida en Vitalidad; el Índice de Apnea / Hipopnea y Desaturación Media; Calidad de vida en Función Social y Calidad de Vida en Salud Mental; Índice de Apnea / Hipopnea y Calidad de Vida en la dimensión Función Social; Deterioro Cognitivo y Ansiedad; la Desaturación Media y Depresión; Desaturación Media y Ansiedad; y, por último, en esta misma valoración de resultados de correlaciones, entre Desaturación Media y Calidad de vida en Vitalidad. Finalmente, indicar que el resto de las correlaciones no ofrecen valor relevante con una relación insignificante. En síntesis, se puede afirmar que los índices de correlaciones obtenidos en esta investigación son satisfactorios y elevados. 304 CAPÍTULO 5 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión CAPÍTULO 5. DISCUSIÓN En este apartado vamos a analizar los resultados obtenidos en nuestra investigación, poniéndolos en relación con los objetivos e hipótesis planteados y contrastándolos si procede, con los hallazgos de otras investigaciones de la literatura clínica. Discutiremos los resultados en función de las variables independientes analizadas: variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación profesional) y variables clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad y posición corporal) y su relación con las variables dependientes (Escala de ansiedad de Hamilton (HAS), Escala de depresión de Hamilton (HRSD), Mini Mental de Lobo (MEC), cuestionario de Calidad de Vida SF-36). Comenzando con la primera hipótesis en la que se predicen diferencias significativas en las variables psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo) en función de las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal), podemos indicar que en cuanto a la Ansiedad (HARS), los resultados nos indican que atendiendo al sexo y edad, las mujeres muestran una mayor y significativa ansiedad en relación a los hombres, sin embargo la edad no es fuente significativa de variación. Las investigaciones de Culebras (2003) vienen a corroborar nuestros resultados. No olvidemos que uno de los síntomas más comunes de la apnea entre otros, es la ansiedad y depresión manifestando además una alta tasa de comorbilidad psiquiátrica (Douglas & Engleman, 2000; Saunamäki & Jehkonen, 2007) lo que hace que éstos pacientes vean reducida significativamente su calidad de vida (Flemons & Reimer, 1998; Jenkinson, Strandling & Petersen, 1997). Aunque en población femenina las apneas se describen con menos frecuencia que en los hombres y a pesar del infradiagnóstico manifestado en las investigaciones de Young (1993) y Mohsenin (2001), nuestros resultados apuntan hacia una mayor incidencia en mujeres con cuadro clínico de ansiedad y depresión. 306 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Debemos indicar que existe poca evidencia científica en relación al SAHS en las mujeres (Epstein et al., 2009), en este sentido los resultados obtenidos proporcionan una interesante contribución en la determinación, delimitación y especificidad de la variable socio-demográfica estudiada. En relación al estado civil y ocupación profesional, se pone de manifiesto que únicamente la variable ocupación es fuente significativa de variación, haciendo énfasis en pacientes “laboral y pensionista”, “ama de casa y pensionista”. No habiendo encontrado estudios en la literatura clínica actual que ratifiquen o contradigan esta significatividad, los resultados de la investigación en este apartado parecen mostrar un nuevo dato a considerar, es decir hay evidencias de que los pacientes solteros deprimidos y los apneicos con ansiedad, pertenecientes a los grupos de ocupación “laborales-pensionistas” y “amas de casa-pensionistas”, aportarían un dato más a tener en cuenta en el conocimiento del perfil-tipo multidimensional, característico del sujeto-paciente del SAHS, por lo que permitiría considerar estos parámetros para futuras investigaciones. Por lo que se refiere a las enfermedades asociadas y tipo de Apnea, en el análisis de varianza se observa que no son fuentes significativas de variación. Al carecer de estudios clínicos con los que contrastar los resultados obtenidos podemos indicar que la falta de asociación detectada permite establecer estos parámetros en la consideración de posibles estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Por último, atendiendo a la toxicidad y posición corporal, la investigación nos muestra que la variable toxicidad (p= .007), es fuente de variación significativa, detectándose que los grupos donde se constata estas diferencias son entre los sujetos “bebedor y fumador” y “bebedor y ninguna toxicidad”. A su vez, la variable posición corporal (p =. 037), también es fuente significativa de variación, estas diferencias se encuentran entre “posición prono y cubito supino lateral derecho”, “posición prono y cúbito supino”, “cúbito supino y cúbito supino lateral izquierdo”. Así pues los resultados del estudio apuntan hacia una relevancia significativa entre pacientes apneicos ansiosos y los grupos de bebedores-fumadores y bebedores que no consumen ninguna sustancia tóxica. 307 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión En las investigaciones sobre ingesta de alcohol, de carácter agudo, y su relación con el número y duración de las apneas (Bliwise, Nekich & Dement, 1991; Viner, Szalai & Hoffstein, 1991) se encontraron resultados similares. En la misma línea los estudios de Robinson, White y Zwillich (1985) establecieron una clara asociación entre el consumo de alcohol y el SAHS por dos razones, o bien como consecuencia de incrementar la resistencia en la vía aérea superior o por depresión del sistema nervioso central (SNC). Sin embargo los resultados obtenidos en nuestro estudio no son afines con los de Teschler y colaboradores (1996) en donde no se definían claramente que la ingesta moderada de alcohol empeore el sueño y la respiración en los individuos con SAHS. En esta misma investigación el índice de arousales se incrementaba ligeramente con el alcohol, pero concluyeron que la ingesta moderada de alcohol tenía poco efecto en la respiración o saturación durante el sueño en sujetos con SAHS moderado-severo. Por otro lado, los estudios de Scanlan et al. (2000) parecen corroborar los resultados de nuestro estudio puesto que en su investigación de laboratorio y partiendo del principio de que cantidades moderadas de alcohol en pacientes con SAHS severo agravan la patología, estudiaron los efectos del consumo moderado de alcohol en pacientes con SAHS moderado y observaron que el promedio de IAH se incrementaba. En definitiva y junto con estos autores, los resultados reafirman que el consumo de alcohol incrementa significativamente la frecuencia de apneas obstructivas (además de la frecuencia cardíaca) durante el sueño, aunque debemos tener en cuenta el pequeño tamaño muestral de estos trabajos lo que nos lleva a manejar las conclusiones con cierta cautela (Teschler, 1996). A su vez, las conclusiones extraídas de los resultados de nuestra investigación en relación a los fumadores apneicos con cuadro de ansiedad ratifican los estudios de Souza, Paiva y Reimâo (2005), en donde los fumadores tienen un riesgo mayor de desarrollar y padecer apnea del sueño, teniendo los grandes fumadores (más de 2 paquetes al día) un riesgo 40 veces mayor que los no fumadores. 308 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Los análisis estadísticos han resaltado diferencias significativas entre los apneicos ansiosos y su posición corporal durante el sueño, en concreto en posición prono y cubito supino lateral derecho”, “posición prono y cúbito supino”, “cúbito supino y cúbito supino lateral izquierdo”. Estos resultados avalan parcialmente los estudios de Hauck et al. (2002), en donde los factores de riesgo más referidos en el SAHS son el dormir en posición decúbito prono. En esta línea, los datos obtenidos en nuestro estudio están de acuerdo con las investigaciones de Braver y Block (1994), en donde se observaba que los pacientes roncan más en decúbito supino que en posición lateral. Además en pacientes con SAHS posicional debe evitarse la posición corporal decúbito supino. En efecto, según nuestra investigación, sabemos que casi todos los SAHS se agravan al adoptar la posición de decúbito supino y algunos pacientes sólo tienen apneas en esa posición, por lo que es mejor evitarla. Quizás, el dormir en decúbito supino, y debido al desplazamiento posterior de la lengua que ocurre con la relajación muscular, también favorece las apneas obstructivas cuando existen otros factores predisponentes. Por dichos motivos, dormir en la postura de decúbito supino agrava, en muchos enfermos, el número y/o la intensidad de las apneas (Cartwright, 1984; McEnvoy, Shaw & Thornton, 1986). En este sentido nuestros resultados revalidan con las investigaciones de Katz et al. (1990), en donde se observó que los pacientes que padecen un SAHS postural en decúbito supino registraron un IAH superior (al menos el doble) del que se registró en pacientes durmiendo en decúbito lateral. Atendiendo a los resultados expuestos, y para ofrecer una visión simplificada y facilitar su lectura, se presenta la tabla 123 como resumen de los resultados de las variables psicológicas Ansiedad (HARS) 309 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Tabla 123 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES PSICOLÓGICAS. ANSIEDAD (HARS) En cuanto a la Depresión (HARD) y en función del sexo y edad, se ha han puesto de manifiesto que la variable sexo resulta fuente significativa de variación, siendo las mujeres las más depresivas frente a los hombres, sin embargo en la edad no se encuentran diferencias significativa. Los distintos estudios realizados por Culebras (2003) en esta variable vienen a corroborar nuestros resultados. Es obligado volver a resaltar que existe muy poca evidencia científica traducida a escasos estudios en relación al SAHS en muestra poblacional femenina (Epstein et al., 2009), describiéndose por tanto, con menos frecuencia que en población masculina. Así pues y a pesar del infradiagnóstico detectado en los estudios de Young (1993) y Mohsenin (2001), los resultados obtenidos en nuestra investigación se inclinan hacia una mayor incidencia en mujeres con cuadro clínico de depresión. En este sentido y siguiendo a Culebras (2003) podemos decir que uno de los síntomas más comunes de la apnea del sueño, entre otros, es la depresión manifestando además una alta tasa de comorbilidad psiquiátrica (Douglas & Engleman, 2000; Saunamäki & Jehkonen, 2007). Con todo se conforma en este tipo de pacientes, un cuadro sintomatológico muy específico en el que se reduce de forma significativa su calidad de vida (Flemons 310 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión & Reimer, 1998; Jenkinson, Strandling & Petersen, 1997). Así pues y al igual que en el apartado de Ansiedad, podemos indicar que los resultados obtenidos proporcionan una interesante contribución en la determinación, delimitación y especificidad de la variable socio-demográfica estudiada. Por lo que se refiere al estado civil y ocupación, la investigación nos muestra que la variable estado civil (p= .047) es fuente de variación significativa, detectándose en este sentido que el grupo de los solteros/as ofrecen parámetros más significativos que los casados. En cuanto a la variable ocupación, en el análisis de varianza realizado se observa que no es fuente significativa de variación. Revisando la literatura clínica actual sobre las variables analizadas, no se ha encontrado estudios con los que poder contrastar o ratificar los parámetros detectados por lo que se establecen uso parámetros para futuras investigaciones en relación a las variables y grupos estudiados. En relación a las siguientes variables, a saber, estado civil-ocupación profesional, enfermedades asociadas-tipo de Apnea y toxicidad-posición corporal los resultados provenientes del análisis de varianza son determinantes es decir, no se aprecia fuente de variación significativa en cada una de las asociaciones establecidas para el desarrollo del estudio. Por otro lado al carecer de investigaciones con las que contrastar los resultados obtenidos podemos indicar que la falta de asociación detectada permite establecer estos parámetros en la consideración de posibles estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Atendiendo a los resultados expuestos, y para ofrecer una visión simplificada y facilitar su lectura se presenta la tabla 124 como resumen de los resultados de las variables psicológicas Depresión (HARD) Tabla 124 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES PSICOLÓGICAS. DEPRESIÓN (HARD) 311 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Por lo que respecta al Deterioro Cognitivo (MEC), los resultados nos indican que atendiendo al sexo y edad la variable sexo es fuente de variación significativa, siendo los hombres los que exhiben un deterioro cognitivo mayor y significativo respecto a las mujeres. En relación con la edad los resultados apuntan hacia los pacientes con edades “de 60 y 69” y más de 70 años”, y “menos de 59 años y más de 70 años” como fuente significativa en la Escala de Lobo. Así pues, nuestros resultados se mantienen en la línea de las investigaciones realizadas por Bolan et al. (2002), de los que se puede concluir que los pacientes de sexo masculino y con Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, presentaban un deterioro cognitivo mayor que las mujeres. En este entorno experimental, los resultados del estudio en relación al deterioro cognitivo y edad evidencian que correlaciona ostensiblemente con la edad y además en grupos establecidos muy afines a las investigaciones de Dealberto et al. (1996), es más, siguiendo la línea de análisis de este autor, los intervalos de edad establecidos constituyen factor de riesgo para un bajo rendimiento en la realización de tareas atencionales, memoria, concentración, rendimiento intelectual, entre otros. En relación al estado civil y ocupación profesional, se pone de manifiesto que únicamente la variable ocupación es fuente significativa de variación (p= .018), haciendo énfasis en pacientes con una profesión de “ama de casa y pensionista”. En cuanto al estado civil y no habiendo encontrado estudios en la literatura clínica actual que ratifiquen o contradigan esta significatividad, los resultados de la investigación en este apartado parecen mostrar un nuevo dato a considerar, es decir hay evidencias de que los pacientes apneicos con manifestaciones de deterioro cognitivo no manifiestan una variabilidad significativa en cuanto a ser solteros o casados por lo que, a efectos, aportarían un dato más a tener en cuenta en el conocimiento del perfil-tipo multidimensional, característico del sujeto-paciente del SAHS. Así pues permitiría considerar estos parámetros para futuras investigaciones. Por lo que respecta a la variable ocupación profesional y haciendo relación inferencial del apartado anterior en relación al sexo, podemos destacar a Guilleminault, (1985), Olson (1993) y Culebras (1994), en los estudios sobre la prevalencia de las apneas del sueño en población general, demostrando que resultaba alta en los adultos, con cifras que 312 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión variaban entre un 2 y 4% para los hombres de mediana edad (quinta década) y entre 1 y 2% para las mujeres de entre 30 y 60 años. En este sentido, nuestros resultados han mostrado una significatividad importante entre los hombres frente a las mujeres y dato curioso entre la categoría de ocupación “ama de casa y pensionista”. Lo cual sugiere que las diferencias significativas encontradas establecen un vínculo estrecho entre la ocupación habitualmente realizada en pacientes cuyas edades corresponden a las extraídas en los resultados de los estudio de Guilleminault (1985), Olson (1993) y Culebras (1994). En relación a las variables enfermedades asociadas-tipo de Apnea y toxicidad-posición corporal no se han encontrado fuente de variación significativa en cada una de las asociaciones establecidas para el desarrollo del estudio. Por otro lado al carecer de investigaciones con las que contrastar los resultados obtenidos podemos indicar que la falta de asociación detectada permite establecer unos parámetros en la consideración de posibles estudios en relación a las variables y grupos estudiados Atendiendo a los resultados expuestos, y para ofrecer una visión simplificada y facilitar su lectura se presenta la tabla 125 como resumen de los resultados de las variables psicológicas Deterioro Cognitivo (MEC) Tabla 125 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES PSICOLÓGICAS. DETERIORO COGNITIVO (MEC) Estos resultados, en su conjunto, confirmarían parcialmente la primera hipótesis planteada: se predicen diferencias significativas en las variables 313 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo) en función de las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínicoepidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal). Debemos señalar que no en todas las interacciones de los factores intervinientes ha habido diferencias significativas, sin embargo las investigaciones de la literatura clínica son afines a los resultados obtenidos en cuanto a variables significativamente determinantes en la delimitación del marco experimental para el conocimiento más exhaustivo del SHAS. En cuanto a la segunda hipótesis de nuestro estudio en donde se pronostican diferencias significativas en las variables fisiológicas (somnolencia diurna, número de arousales, desaturación media, índice de apena/hipopnea) atendiendo a las variables sociodemográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal), los resultados ponen de manifiesto que atendiendo a la Somnolencia diurna (ESE), los resultados nos indican que atendiendo al sexo y edad, el análisis de varianza realizado pone en evidencia que la variable sexo es fuente significativa de variación (p=.030), siendo los hombres los que presentan una mayor y significativa somnolencia con respecto a las mujeres. En la línea de las investigaciones de Cherving y Aldrich (1998), la excesiva somnolencia diurna y persistente (ESDP) es una de las más importantes y reversibles consecuencias del Síndrome de Apneas del Sueño, los mecanismos por los cuales el SAHS causa ESDP, como ya hemos indicado, no son bien conocidos. En este sentido los resultados registrados en nuestra investigación apuntan hacia los hombres como especialmente significativos en somnolencia diurna frente a las mujeres. Bien es cierto, como aludíamos en el apartado anterior que no hay estudios de cohorte con poblaciones grandes en mujeres, sin embargo la relación resultante es significativa y a tener en cuenta en investigaciones posteriores. En contra de las conclusiones a las que llegaron Lindberg y Carter (2001), la alta prevalencia de ESDP (cerca del 31% de la población adulta universal), representa un gran trastorno en el desenvolvimiento de las actividades sociales y laborales, con consecuencias muy importantes como lo es la mayor demanda a los servicios de salud pública, accidentes de trabajo y de tráfico, reducción del 314 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión desempeño profesional y académico y sobre todo compromiso de las funciones psicosociales. En este sentido, nuestro estudio no ha detectado relación alguna con las variables edad, estado civil, ocupación, enfermedades asociadas, posición corporal y tipo de apnea. Debemos hacer especial hincapié en el factor de la edad puesto que los resultados no avalan los estudios de Svanborg y Larsson (1993). En este sentido, parece claro que la gravedad del síndrome puede empeorar seriamente a medida que transcurre el tiempo por lo tanto, es posible hipotetizar que la edad incrementa la somnolencia, dato que nada tiene que ver con nuestros registros. En relación a las variables, a saber, estado civil-ocupación profesional y enfermedades asociadas-tipo de Apnea los resultados expuestos evidencian que no son fuentes significativas de variación en relación a la Somnolencia diurna esto es, no existe significatividad a resaltar por cuanto no establece asociación entre las variables y los grupos estudiados. Por otro lado, no existen investigaciones al respecto con las que contrastar con corroborar los resultados obtenidos. Así pues integramos los parámetros mencionados en la consideración de futuras investigaciones. Por último, en función de las variables toxicidad y posición corporal, la investigación nos muestra que la variable toxicidad es fuente significativa de variación (p= .027) en las categorías de “bebedor y fumador” y “bebedor y ninguna toxicidad”. Sin embargo no se ha obtenido resultados significativos en cuanto a posición corporal. Así pues los resultados del estudio y en relación a la toxicidad los resultados han reconocido que la categoría de “bebedores y fumador” y “bebedor y ninguna toxicidad” son fuente de diferencias significativas en somnolencia diurna. En este sentido es posible que los efectos de bajos niveles de alcohol en sangre puedan tener una interacción con los ritmos circadianos que producen somnolencia a primeras horas de la tarde y noche como aseveran las investigaciones de Horne y Baumbe (1991) y Roehrs, Beare y Zorick (1994). Nuestro estudio estaría confirmando dichas apreciaciones. Por lo que respecta a la posición corporal adoptada durante el periodo de sueño y no habiendo estudios en la literatura actual que ratifiquen o contradigan nuestros resultados, podemos indicar que ofrecerán datos interesantes en la consideración de posibles investigaciones. 315 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Se presenta a continuación la tabla 126, resumen de los resultados obtenidos en la investigación a las variables fisiológicas, Somnolencia Diurna (ESE). Tabla 126 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES FISIOLÓGICAS. SOMNOLENCIA DIURNA (ESE) En cuanto al Número de Arousales (POLISOMNOGRAFÍA) en función del sexo y edad, se ha puesto de manifiesto que la variable sexo (p= .003) es fuente significativa de variación, presentando los hombres un mayor y significativo número de aurosales con respecto a las mujeres sin embargo en la edad no se encuentran diferencias significativa. Por su parte, en relación al estado civil y ocupación laboral y a la vista de los resultados la variable ocupación es fuente significativa de variación (p= .042) entre las categorías “ama de casa y pensionista”, sin embargo la variable ocupación laboral no presenta significatividad alguna. Atendiendo a las enfermedades asociadas y tipo de Apnea la variable enfermedades asociadas presenta una probabilidad asociada p= .001, lo que nos indica que es fuente significativa de variación en el número de arousales. Estas diferencias se detectan entre los intervalos “2 y 3 y más de 4”. La variable tipo de apnea (p = .019), manifiesta variación significativa en el número de aurosales, concretamente entre “obstructiva y mixta”. Y por último, si analizamos la variable expuesta en relación a la toxicidad y posición corporal, observamos como la toxicidad (p= .050) es fuente significativa de variación entre 316 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión las categorías “bebedor y ninguna toxicidad” y “fumador y ninguna toxicidad”. Sin embargo, la variable posición corporal no presenta significatividad en el número de arousales. Pues bien dado que existe muy poca evidencia científica traducida a escasos estudios en relación al SAHS (Epstein et al., 2009) cuyo planteamiento ponga en relación a la Apnea con la variable número de arousales, y habiendo efectuado una revisión exhaustiva de la literatura científica al respecto, podemos manifestar que no existen estudios que puedan rebatir o avalar los resultados recabados en este apartado, por lo que se presentan como contribución o aportación para futuras investigaciones en este ámbito. Se presenta a continuación la tabla 127, resumen de los resultados obtenidos en la investigación a las variables fisiológicas, Número de Arousales (Polisomnografía) Tabla 127 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES FISIOLÓGICAS. NÚMERO DE AROUSALES (POLISOMNOGRAFÍA) En cuanto a la Desaturación Media (POLISOMNOGRAFÍA) en función del sexo y edad podemos decir que la variable sexo es fuente significativa de variación mostrando los hombres una mayor y significativa desaturación media en relación a las mujeres. Por otro lado la variable edad no es fuente significativa de variación a destacar. En relación al estado civil y ocupación profesional hay que destacar que la variable estado civil es fuente significativa de variación (p=.049), presentando los casados una valoración más alta y significativa en 317 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión relación a los solteros. Sin embargo la ocupación profesional, tras el análisis de varianza, no presenta fuente significativa de variación. Siguiendo el orden establecido de exposición, los resultados de la desaturación media en función de las enfermedades asociadas y tipo de Apnea indican que las enfermedades asociadas y la combinación de enfermedades asociadas x tipo de apnea, no son fuentes significativas de variación. A su vez, los resultados obtenidos apuntan hacia una significatividad relevante entre el tipo de apnea en su categoría de “obstructiva y central” y la desaturación media registrada en la Polisomnografía. Por último atendiendo a la Toxicidad y Posición Corporal podemos decir que la variable toxicidad es fuente significativa de variación (p= .001) entre los grupos “fumador y ninguna toxicidad” y “bebedor y ninguna toxicidad”, sin embargo la variable posición corporal no ha obtenido fuente de significatividad alguna. Al igual que en el apartado anterior al carecer de investigaciones con las que contrastar los resultados obtenidos permite exponer estos parámetros en la consideración de posibles estudios en relación a las variables y grupos estudiados Se presenta a continuación la tabla 128, resumen de los resultados obtenidos en la investigación a las variables fisiológicas, Desaturación Media (Polisomnografía) Tabla 128 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES FISIOLÓGICAS. DESATURACIÓN MEDIA (POLISOMNOGRAFÍA) En cuanto al Índice de Apnea/Hipopnea (POLISOMNOGRAFÍA) atendiendo al sexo y edad podemos decir que la variable sexo (p= .000) y la interacción de sexo x edad (p= .049) son fuentes significativas de variación en el 318 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión registro de la Polisomnografía en cuanto a índice de apnea/hipopnea, siendo los hombres quienes más interactúan con este índice; sin embargo, la edad no produce variación significativa alguna. Por su parte y en función del estado civil y ocupación los resultados han sido claros, esto es la variable estado civil y la interacción estado civil x ocupación no son fuentes significativas de variación en cuanto a índice de apnea/hipopnea, sin embargo la ocupación (p=.000), se muestra como fuente significativa de variación entre los grupos de “ama de casa y pensionista” y “laboral y ama de casa”. A continuación y atendiendo a las Enfermedades Asociadas y Tipo de Apnea podemos indicar que la única variable que resulta fuente significativa de variación es el tipo de apnea (p=.010), concretamente entre “obstructiva y central” y “central y mixta”. La variable enfermedades asociadas no es fuente significativa de variación. Por último, deteniéndonos en las variables Toxicidad y Posición Corporal la lectura de los resultados es clara en cuanto que la posición corporal es fuente significativa de variación (p=.05) entre los intervalos de “prono y cúbito supino lateral izquierdo” y “cubito lateral izquierdo y cúbito supino lateral derecho”. Por otro lado, la toxicidad y la interacción entre toxicidad x posición corporal, no son fuente de variaciones significativas en la Polisomnografía/índice de apnea/hipopnea. Al carecer de investigaciones con las que contrastar los resultados obtenidos se establecen unos parámetros para posibles estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Se presenta a continuación la tabla 129, resumen de los resultados obtenidos en la investigación a las variables fisiológicas, Índice de Apnea/Hipopnea (Polisomnografía). 319 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Tabla 129 RESUMEN RESULTADOS VARIABLES FISIOLÓGICAS. ÍNDICE DE APNEA/HIPOPNEA (POLISOMNOGRAFÍA) Estos resultados, en su conjunto, confirmarían parcialmente la hipótesis de que se pronostican diferencias significativas en las variables fisiológicas (somnolencia diurna, número de arousales, desaturación media, índice de apena/hipopnea) atendiendo a las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal). Así pues, existen diferencias significativas en las variables fisiológicas atendiendo a las variables sociodemográficas y clínico-epidemiológicas, pero sólo en algunos de los factores. Los resultados obtenidos en este estudio deben ser analizados e interpretados atendiendo al tipo de muestra, lo que puede permitir establecer generalizaciones poblacionales, indican además que los sujetos apneicos se diferencian entre sí tanto en las variables fisiológicas, variables sociodemográficas y clínicoepidemiológicas, encontrándose ciertas asociaciones entre estas mediciones que permiten discriminar a los grupos evaluados. Por lo que se refiere a la tercera hipótesis en la que se esperan diferencias significativas en las distintas dimensiones de calidad de vida (dolor corporal, función física, función social, rol emocional, rol físico, salud general, salud mental, vitalidad) en función de las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal) los resultados muestran que la Calidad de Vida (SF-36): Dolor Corporal en función del sexo y edadno se aprecian diferencias significativas, si bien es cierto que en el capítulo correspondiente a los 320 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión resultados de nuestro estudiolos hombres obtienen una mayor puntuación (media = 49,02) en la dimensión de Dolor Corporal que las mujeres, con una media de 48,59. Esta tendencia coincide con otros estudios en muestras seleccionadas de ancianos (Meléndez et al., 2011; Walters, Munro & Brazier, 2001) y en población general (Alonso et al., 1998; Hopman et al., 2000; Loge, &Kaasa, 1998; Scott et al., 1999; Sullivan, & Karlsson, 1998). En cuanto a la edad, los sujetos del intervalo de más de 70 años registran la media más alta (53,58), seguido del grupo de edad de menos de 59 años ( Χ = 50,04 ) y los que se sitúan entre 60 y 69 años ( Χ = 48,87 ). En este sentido el diseño experimental de nuestro estudio puede contribuir a contextualizar estos resultados por cuanto es coherente con la bibliografía en este terreno, es decir, se establece una correspondencia con el descenso de las puntuaciones del SF-36 asociado a la edad más intensa en las escalas físicas, como puede ser la dimensión Dolor Corporal y apenas influye en las escalas mentales (Alonso et al., 1998; Blake, Codd, & O’Meara, 2000; Hopman et al., 2000; Loge, & Kaasa, 1998; Scott et al., 1999; Sullivan, & Karlsson, 1998; Walters, Munro, &Brazier). En efecto, el descenso más importante en las escalas físicas se interpreta como la pérdida de capacidad funcional que se asocia al envejecimiento progresivo y es coherente con la alta prevalencia de discapacidades en la población mayor de 65 años en España, que alcanza el 32% (Instituto Nacional de Estadística [INE], 2000).Éste es un dato especialmente relevante si tenemos en cuenta la alta prevalencia de esta enfermedad en nuestra sociedad y la creciente necesidad de información relacionada con la salud en estos grupos poblacionales. Siguiendo el análisis de la dimensión Dolor Corporal en función del estado civil y ocupación podemos decir que no son fuentes significativas de variación. Observando las medias de estos grupos se pone de manifiesto que el grupo de los pensionistas ( Χ = 53,65 ) obtienen una puntuación media superior al grupo de laborales ( Χ = 49,60 ) y amas de casa ( Χ = 47,20 ) y a su vez el grupo de los solteros/as consiguen una puntuación media más alta ( Χ = 60,40 ) en comparación con el grupo de amas de casa y los pensionistas. Así pues parece que hay evidencias de fluctuación en los resultados en estas variables por cuanto 321 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) aumenta según la ocupación y el estado civil del paciente, estos resultados están en la línea de la investigación de Alonso et al. (1998), llegando entre otras conclusiones, a que se puede estimar un descenso en todas las escalas y dimensiones de la calidad de vida asociadas a la salud debido, entre otras razones, a un cierto «efecto de supervivencia» al comparar a los paciente de mayor edad con los más jóvenes (Orfila, 2000) y es que se puede explicar parcialmente que el descenso de las puntuaciones afecte más a las escalas de función física que a las mentales, porque los sujetos con mala salud mental responderán con menos frecuencia a las encuestas que los sujetos con mala salud física. Atendiendo a las enfermedades asociadas y tipo de Apnea podemos señalar que tampoco son fuentes significativas de variación en relación a la dimensión de Dolor Corporal. Así pues el grupo de sujetos con enfermedades asociadas correspondientes al intervalo 2 y 3, registran mayores puntuaciones en esta dimensión, detectándose una media de Χ = 51,41. En relación al tipo de apnea, los sujetos diagnosticados de apnea obstructiva presentan una media ligeramente superior ( Χ = 50,54) que los valorados de apnea central ( Χ = 50,07), siendo los evaluados de apnea mixta los que obtienen las menores puntuaciones ( Χ = 48,33). Estos resultados coinciden con el reciente estudio realizado por Catalá et al. (2012) en donde el objetivo principal del estudio fue validar la versión castellana del Quebec SleepQuestionnaire (QSQ) en un estudio multicéntrico y con un grupo de pacientes de SAHS (IAH 5). En todos los pacientes se administraron varios cuestionarios, entre ellos los utiizados en nuestra investigación, es decir el SF-36 y test de Epworth. Se evaluaron las propiedades psicométricas (consistencia interna, validez de constructo, validez concurrente, validez predictora, fiabilidad test-retest y sensibilidad al cambio) del cuestionario QSQ, resultando varemos referenciales muy afines a nuestros registros. Por último, en función de la toxicidad y posición corporal, los resultados son evidentes, la variable toxicidad, la posición corporal y la interacción de toxicidad x posición corporal, no son fuentes de variación significativas en esta dimensión. Revisando los parámetros obtenidos en este apartado podemos indicar 322 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión que los fumadores es el grupo que registra mayor puntuación en Dolor Corporal, con una medida de Χ = 53,33. Por lo que respecta a la posición corporal, los sujetos que duermen de cúbito supino lateral izquierdo muestran una media más alta ( Χ = 51,12) en relación a los que descansan de cúbito supino, con una media de 50,36, los que duermen en prono ( Χ = 49,90) y el en posición corporal cúbito supino lateral izquierdo, con una media de 48,55. Al revisar la literatura clínica actual y comprobar que no existen investigaciones afines a las variables investigadas con las que avalar o rebatir los resultados obtenidos se presentan unos parámetros para futuros estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Se presenta la tabla 130 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Dolor Corporal. Tabla 130 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA DOLOR CORPORAL Siguiendo con el análisis de las dimensiones de la Calidad de Vida (SF-36): Función Física y atendiendo al sexo y edad, se constata que no son fuentes significativas de variación. En puntuaciones totales podemos observar que los hombres ( Χ = 36,00) han registrado en esta dimensión valores más altos que las mujeres con una media de Χ = 32,50. Atendiendo a la edad, se destaca el grupo de sujetos de más de 70 años, con una media de Χ = 36,92. Le sigue el grupo de menos de 59 años, con una media de 35,70, y los sujetos entre 60 y 69 años, con una media de Χ = 31,45. Al comparar estos resultados con las 323 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión puntuaciones estándar correspondientes a la población general de similares rangos de edad y sexo, observamos un comportamiento homogéneo en los tres grupos de edad reflejando con claridad las diferencias entre sexos (Güife et al., 2010; Smolen et al., 2007). Por otro lado, en función del estado civil y ocupación, los resultados tampoco muestran diferencias significativas. A la vista de las puntuaciones totales, el grupo de casados/as exhibe una puntuación ligeramente superior ( Χ = 34,34) que la de los solteros/as con una media de Χ = 33,75. En cuanto a la ocupación, la categoría laboral ( Χ = 38,02) despunta en relación a los pensionistas, con una media de Χ = 35,50, seguido de las amas de casa, que es el grupo de pacientes que obtiene la puntuación menor en esta dimensión ( Χ = 29,65). Esto viene a corroborar la investigación realizada por López-García et al (2003) en donde el objetivo prioritario era obtener los valores de referencia del Cuestionario de Salud SF-36 en el año 2001 para la población española en grupos quinquenales de edad en el intervalo de 60 a 85 y más años. En este sentido nuestros resultados complementan los del estudio de Alonso et al. (1998) y favorecerán la interpretación de los valores del Cuestionario de Salud SF-36 en estudios clínicos y poblacionales en personas de 60 y más años en España (LópezGarcía et al., 2003). A su vez, se observa que la variable ocupación resulta fuente de variación significativa (p=.049.) entre el grupo de “ama de casa y laboral” y “ama de casa y pensionistas”, así como en la variable enfermedades asociadas,, donde se observa que es fuente de variación significativa (p =.001) entre los grupos de “0 y 1”, “2 y 3”, “0 y 1” y “más de 4”. Finalmente, atendiendo a la toxicidad y posición corporal, la variable toxicidad, la posición corporal y la interacción de toxicidad x posición corporal, no presentan variación significativa en la dimensión de Función Física. Analizando los resultados que se han presentado en el Capítulo 4, podemos decir que los fumadores alcanzan una puntuación más alta ( Χ = 39,52) en la dimensión Función Física que los bebedores y los que no presentan ninguna toxicidad, con unas puntuaciones medias de Χ = 35,67 y 30,19, respectivamente. A su vez, y en relación a la posición corporal, los que duermen de cúbito supino lateral derecho registran mayores puntuaciones ( Χ = 38,50) que los que duermen de cúbito supino ( Χ = 34,40), de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 34,40) y los que adoptan la 324 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión posición durante el sueño de prono, con una media de 29,52 en la dimensión de Función Física. La tendencia según los valores referenciales son afines a nuestros resultados (López-García et al., 2003). Desde una perspectiva clínica es importante tener mediciones estándar de las diferentes dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud apoyándonos en estudios tales como los de Rose et al. (1999) que han tratado los problemas estadísticos encontrados en el análisis del SF-36, entre ellos la no normalidad de las dimensiones que lo integran. Con todo no podemos avalar o corroborar los resultados obtenidos por carecer de investigaciones al respecto, sólo indicar que se exponen en la consideración de futuros estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Se presenta la tabla 131 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Función Física. Tabla 131 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA FUNCIÓN FÍSICA Los resultados provenientes del análisis de la Calidad de Vida (SF-36) Función Social atendiendo al sexo y edad nos desvelan que la variable sexo, la edad y la interacción sexo x edad, no son significativas en la dimensión de Función Social. En las puntuaciones globales de estas variables se pone de manifiesto que las mujeres muestran una media bastante alta ( Χ = 50,47 ) en relación a los hombres ( Χ = 40,00 ). En cuanto a variable edad, son los sujetos con una edad entre 60 y 69 años los que obtienen una valoración media superior 325 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión ( Χ = 45,97) sobre los de menos de 59 años ( Χ = 45,66) y más de 70 años ( Χ = 42,31). Estos valores son acordes con los referenciados en la investigación de Vilagut et al. (2008), donde los resultados de muestras españolas fueron muy similares a los de la versión original americana (correlación> 0,9). Todos los puntajes fueron menores (peores) en los grupos de mujeres de edad comprendida entre 60 y 69 años. Por otro lado, la variable ocupación ha sido fuente significativa de variación, poniéndose de manifiesto que las amas de casa presentan una tendencia mayor que los laborales y pensionistas. A su vez, los solteros presentan una predisposición mayor que los casados. En el análisis de la variable enfermedades asociadas aparecen diferencias significativas, siendo el grupo de “0 y 1” el que exhibe una mayor tendencia, así como el grupo de apnea central. Por último, la categoría de ninguna toxicidad y cuya posición corporal es de cúbito supino lateral derecha son los que muestran las altas puntuaciones en esta dimensión. Al revisar la literatura clínica actual y comprobar que no existen investigaciones afines a las variables investigadas con las que avalar o rebatir los resultados obtenidos se exponen en consideración de futuros estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Se presenta la tabla 132 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Función Social. Tabla 132 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA FUNCIÓN SOCIAL 326 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión En cuanto a la Calidad de Vida (SF-36) Rol Emocional atendiendo al sexo y edad, nos revelan que las mujeres obtienen una puntuación ligeramente superior ( Χ = 90,92 ) a los hombres ( Χ = 90,16). Por lo que se refiere a la edad, los sujetos comprendidos entre los 60 y 69 años registran una media levemente más alta ( Χ = 91,05) en relación a los de más de 70 años ( Χ = 90,23) y menos de 59 años ( Χ = 90,22). Estos datos confirmarían la tendencia establecida por los valores referenciales expuestos con anterioridad y avalarían las investigaciones de Ramírez-Vélez (2007), en donde los resultados no sólo ponen en evidencia al grupo de las mujeres frente a los hombres y las edades más afectadas dentro del rango de edad establecido, sino que además se entiende el constructo de calidad de vida relacionado con la salud (CVRS) como el resultado de múltiples factores físico, psicológicos y sociales que son únicos para cada individuo. Por otro lado, atendiendo al estado civil, las puntuaciones generales nos ponen de manifiesto que los solteros presentan una puntuación ( Χ = 91,88) levemente más alta que los casados ( Χ = 90,31). Asimismo en la variable ocupación, se constatan pequeñas diferencias, siendo las amas de casa las que obtienen una valoración media más alta (90,93), seguido de los laborales ( Χ = 90,79) y pensionistas, con una media de Χ = 89,84. Con todo, los valores referenciados ofrecen la posibilidad de establecer como tendencia las puntuaciones registradas en cuanto que son contrastadas con otras investigaciones dentro de la clínica aunque versadas en otras patologías, tal es el caso del estudio de Ábalos Medina et al. (2011) sobre artritis reumatoide. Por su parte, en las enfermedades asociadas los resultados globales nos demuestra que el grupo de sujetos de más de 4 enfermedades presenta una media ligeramente superior ( Χ = 91,94) al resto de grupos asociados según criterio número de enfermedades. En cuanto al tipo de apnea los datos obtenidos nos muestran que el grupo de apnea mixta ostentan la media más alta ( Χ = 91,54). Así pues y siguiendo los estudios estadístico de Arostegui Madariaga y Núñez-Antón (2008), podemos indicar que se corresponden los baremos referenciados establecidos así como al establecer un análisis comparativo con otras patologías dentro del ámbito de la 327 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión epidemiología clínica. Finalmente, en relación a la toxicidad y la posición corporal, los fumadores y prono presentan las tendencias más altas en esta dimensión. Al carecer de investigaciones con las que contrastar los resultados obtenidos permite exponer estos parámetros en la consideración de posibles estudios en relación a las variables y grupos estudiados Se presenta la tabla 133 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Rol Emocional. Tabla 133 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA ROL EMOCIONAL En el análisis de la Calidad de Vida (SF-36) Rol Físico en función del sexo y edad, la variable sexo (p=.025) es fuente significativa de variación, siendo las mujeres las que exhiben una puntuación significativamente mayor que los hombres. Atendiendo al estado civil, se manifiesta que los solteros obtienen una valoración mayor ( Χ = 91,88) en Rol Físico que los casados ( Χ = 90,79). A su vez, en ocupación, son las amas de casa las que muestran unas medias ( Χ = 91,81) ligeramente superiores a los pensionistas ( Χ = 90,72) y laborales ( Χ = 90,25). En efecto esta tendencia coincide con otros estudios en muestras seleccionadas y en población general (Alonso et al., 1998; Hopman et al., 2000; 328 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Loge, & Kaasa, 1998; Scott et al., 1999; Sullivan, & Karlsson, 1998). En este sentido el diseño experimental de nuestro estudio puede contribuir a contextualizar estos resultados por cuanto es coherente con la bibliografía en este terreno, es decir, se establece una correspondencia con el descenso de las puntuaciones del SF-36 asociado al estado civil y a la ocupación profesional más intensa en las escalas físicas, como puede ser la dimensión El Rol Físico y apenas influye en las escalas mentales (Alonso et al., 1998; Blake, Codd, & O’Meara, 2000; Hopman et al., 2000; Loge, & Kaasa, 1998; Scott et al., 1999; Sullivan, & Karlsson, 1998; Walters, Munro, & Brazier, 2001). Por otro lado, atendiendo a las enfermedades asociadas, se observa que los sujetos con más de 4 enfermedades exhiben una media de Χ = 91,62, seguidos por los que presentan entre 0 y 1 enfermedades ( Χ = 91,00) y los que manifiestan entre 2 y 3 enfermedades, con una media de Χ = 90,64. En el tipo de apnea, se constata la superioridad de los pacientes con apnea de tipo central ( Χ = 93,07) en relación a los de apnea obstructiva ( Χ = 91,02) y los que padecen de apnea mixta ( Χ = 89,25). Estos resultados coinciden con el reciente estudio realizado por Catalá et al. (2012) en donde el objetivo principal del estudio fue validar la versión castellana del Quebec Sleep Questionnaire (QSQ) en un estudio multicéntrico y con un grupo de pacientes de SAHS (IAH 5). Por último en cuanto a la toxicidad y posición corporal, el grupo de bebedores y cúbito superior lateral izquierdo, son los que presentan una tendencia mayor con respecto a los otros grupos en la dimensión del Rol Físico. Con todo no podemos avalar o corroborar los resultados obtenidos por carecer de investigaciones al respecto, sólo indicar que se exponen en la consideración de futuros estudios en relación a las variables y grupos estudiados. A continuación se presenta la tabla 134 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Rol Físico. 329 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Tabla 134 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA ROL FÍSICO Por lo que se refiere a la Calidad de Vida (SF-36) Salud General atendiendo al sexo y edad, las mujeres obtienen una mayor y significativa puntuación en relación a los hombres, siendo el grupo de más de 70 años el que tienen una tendencia mayor en la dimensión de Salud General. En función del estado civil y ocupación, en las puntuaciones generales se revela que el grupo de sujetos solteros registran una media mayor ( Χ = 38,33) en relación a los casados ( Χ = 35,99), mientras que en la ocupación, la media más alta se encuentra en la categoría de ama de casa ( Χ = 38,42), a continuación la laboral ( Χ = 36,49), y, por último, el grupo de pensionistas donde se presentan la media más baja ( Χ = 33,80). Al comparar estos resultados con las puntuaciones estándar correspondientes a la población general de similares rangos de estado civil y ocupación profesional observamos un comportamiento y tendencia en puntuaciones homogénea en los grupos establecidos en estas variables reflejando con claridad las diferencias entre ellas (Güife et al., 2010; Smolen et al., 2007). Atendiendo a las enfermedades asociadas y tipo de Apnea se comprueba que el grupo de sujetos que poseen entre 2 y 3 enfermedades asociadas, presentan una valoración superior en la dimensión de Salud General ( Χ = 59.08 ), entretanto en el tipo de apnea, se observa la superioridad de los pacientes con apnea de tipo obstructiva (58,80) en relación a los de apnea mixta (58,28) y los que padecen de 330 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión apnea central (52,69). La tendencia según los valores referenciales establecidos por los estudios de López-García et al., (2003) manifiesta una gran coherencia con nuestros resultados. Igualmente los estudios de Rose et al., (1999) contribuyen, desde una perspectiva clínica, en la determinación de baremos estándar en las diferentes dimensiones de la calidad de vida atendiendo, en este caso a las variables enfermedades asociadas y tipo de Apnea. Finalmente, atendiendo a la toxicidad y la posición corporal, el grupo de sujetos que no presentan ninguna toxicidad obtienen una mayor puntuación en la dimensión de Salud General ( Χ = 38,29 ) en relación a los fumadores y bebedores ocasionales. A su vez, los que duermen de cúbito supino lateral derecho registran medias más altas ( Χ = 40,95) que los que duermen en posición prono ( Χ = 36,45), de cúbito supino lateral izquierdo ( Χ = 36,04) y los que adoptan la posición de cúbito supino durante el sueño ( Χ = 35,29). No habiendo encontrado estudios en la literatura clínica actual que ratifiquen o contradigan esta falta de significatividad, los resultados de la investigación en este apartado parecen mostrar nuevos datos a considerar por lo que, a efectos, sería una nueva contribución a tener en cuenta en el conocimiento del SAHS. Así pues permitiría considerar estos parámetros para futuras investigaciones. Se presenta la tabla 135 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Salud General. Tabla 135 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA SALUD GENERAL 331 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión En la dimensión de Calidad de Vida (SF-36) Salud Mental en función del sexo y edad, la variable sexo es fuente significativa de variación (p=.000), obteniendo los hombres una media significativamente mayor que las mujeres, entretanto que los de más de 70 años presentan una media más alta que los demás grupos. Atendiendo al estado civil y ocupación, se percibe que los casados presentan puntuación en media mayores ( Χ = 57,65) que los solteros ( Χ = 53,87). A su vez, los sujetos pensionistas tienen una media más alta en la dimensión de Salud Mental ( Χ = 59, 87) que los laborales y amas de casa, con unas medias de Χ = 56,87 y 45,67, respectivamente. Estos resultados están avalados por las investigaciones de Alonso et al., (1998), puesto que hay evidencias de fluctuación en los resultados en estas variables por cuanto la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en esta dimensión aumenta según las variables de ocupación profesional y el estado civil del paciente. En función de las enfermedades asociadas y tipo de Apnea, se contempla que el grupo que presenta entre dos y tres enfermedades asociadas y los que manifiestan una apnea mixta, poseen una tendencia mayor en esta dimensión. Por último, el grupo de bebedores y cuya posición corporal es de cúbito superior lateral izquierdo exponen unas puntuaciones mayores en relación a los otros grupos en la dimensión de Salud Mental. Al revisar la literatura clínica actual y comprobar que no existen investigaciones afines a las variables investigadas con las que avalar o rebatir los resultados obtenidos se exponen en la consideración de futuros estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Se presenta la tabla 136 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Salud Mental. 332 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Tabla 136 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA SALUD MENTAL Finalmente, en relación a la Calidad de Vida (SF-36) Vitalidad, las mujeres manifiestan una vitalidad significativamente mayor que los hombres, así como el grupo de sujetos de menos de 59 años en relación con los otros. Por otro lado, los solteros y cuya ocupación es ama de casa, muestran unas puntuaciones mayores en la dimensión de vitalidad. Atendiendo a las enfermedades asociadas y tipo de Apnea, el grupo con ninguna y una presenta unas puntuaciones significativamente superiores al resto de grupos. A su vez, los sujetos con apnea obstructiva ponen de manifiesto unas medias superiores a los otros grupos. Con todo, los valores referenciados ofrecen la posibilidad de establecer como tendencia las puntuaciones registradas en cuanto que son contrastadas con otras investigaciones dentro de la clínica aunque orientadas a otras enfermedades (Ábalos et al., 2011). Por último, atendiendo a la toxicidad y posición corporal, tanto los grupos de ninguna y de cúbito superior lateral derecho, ponen de manifiesto una tendencia superior en la dimensión de vitalidad. Al revisar la literatura clínica actual y comprobar que no existen investigaciones afines a las variables investigadas con las que avalar o rebatir los resultados obtenidos se exponen en la consideración de futuros estudios en relación a las variables y grupos estudiados. Se presenta la tabla 137 con el propósito de obtener una visión más esquemática y resumida de los resultados procedentes del SF-36 en la dimensión Vitalidad. 333 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Tabla 137 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA VITALIDAD Se expone a continuación una tabla resumen (tabla 138) con el propósito de mostrar resultados obtenidos en la investigación en relación a la calidad de vida en sus diferentes dimensiones. Tabla 138 RESUMEN RESULTADOS CALIDAD DE VIDA. DIMENSIONES 334 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Hasta ahora no se ha llegado a unas conclusiones claras con respecto a la relación entre calidad de vida y gravedad del SAHS, dada la heterogeneidad de los resultados. Lo que sí parece obvio es que el SAHS empeora la calidad de vida. En este sentido, son incontables diversos estudios (Daniels, 2001; Emsellem et al., 2005; Marín 2001; Masa, et al., 2011; Miró et al., 2002; Miró, Cano-Lozano & Buela-Casal, 2005; Ramos, 1998) de los que se desprende que la apnea del sueño contribuye de manera significativa al deterioro de todos los dominios sobre la salud que conocemos como “calidad de vida”. Partiendo de estas premisas y al igual que Baldwim (2001), Daniels (2001) y Hida (2003), nuestra investigación planteada desde la relación con el comportamiento del sueño, se han centrado, entre otras variables, en estudiar cómo los factores de las enfermedades crónicas del sueño como es la apnea/hipopnea de sueño, deterioran la calidad de vida. Coincidiendo con Testa (2000), las mediciones de la calidad de vida tienen sus ventajas y sus inconvenientes puesto que su aplicación ha permitido describir una condición o estado de salud, señalar cambios en el funcionamiento del paciente, proveer un pronóstico o establecer normas de referencia. En contrapartida plantea inconvenientes sugiriendo que los resultados de la calidad de vida son evaluados a menudo por mediciones del estado de salud filtradas por percepciones subjetivas y expectativas de las personas, lo cual podría alejarse del criterio clínico. El factor crítico responsable del fenómeno es aún desconocido, pero es clara su naturaleza multifactorial que involucra entre otros aspectos a la desestructuración del sueño, la somnolencia diurna, la obesidad (Sforza et al., 2003), la depresión, la ansiedad y la apatía (Andrews & Oei, 2004). Los resultados expuestos en las diferentes dimensiones del Cuestionario SF-36 comulgan en esta percepción subjetiva, sin embargo no debemos desechar la aportación referencial en el propósito de confirmación de la hipótesis planteada en cuanto a la identificación de diferencias significativas en las distintas dimensiones de calidad de vida y las variables tratadas y centradas en esta investigación. 335 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión Las investigaciones de Ohayon (1997) y Hasler (2005) han relacionado las dimensiones establecidas para el estudio de la calidad de vida con la excesiva somnolencia diurna y coinciden con los resultados registrados en nuestra investigación en cuando a los aspectos de salud física (Función Física, Rol Físico, Salud General y Vitalidad) y salud mental (Función Social, Rol Emocional, Salud Mental, Salud General y Vitalidad). En efecto, independientemente de las complicaciones neurocognitivas y cardiovasculares ya comentadas, el SAHS se asocia con una pobre calidad de vida en todos los aspectos, desde los que hacen referencia a la salud física y mental hasta los que determinan un mejor rendimiento social. En esta línea, son bien conocidas las graves consecuencias físicas y psicosociales de trastornos del sueño como el insomnio o la apnea como señalan D'Ambrosio, Bowman y Mohseni, (1999). Por otro lado, las investigaciones de Goncalves (2004) y KasibowskaKuzniar et al. (2004), han relacionado los microdespertares ocasionados por la apnea obstructiva del sueño, grado de severidad del síndrome y calidad de vida relativa a la salud de pacientes afectados. La investigación actual muestra cada vez con mayor fuerza empírica (Fleming & Pollak, 2005) que existe una estrecha interrelación entre los procesos de sueño y el estado general de salud física y psicológica de una persona. Por las características de nuestro estudio, podemos determinar un grado más de concreción por cuanto el análisis y tratamiento de las variables nos lo permiten, en el sentido de comprobar cómo el sexo, edad, ocupación, enfermedades asociadas y toxicidad establecen relaciones significativas con la calidad de vida, siendo la dimensión vitalidad la que más relación tenga con esta variable. Roth et al.(1995), describieron y discriminaron los déficits neurocognitivos de los pacientes con SAHS caracterizados por excesiva somnolencia diurna (calidad de vida), demostrando al igual que en nuestra investigación, que las dimensiones relacionadas en el ámbito psicomotor y cognoscitivo muestran dificultades en ejecución y se invierten con la aplicación del tratamiento. Efectivamente, Akashiba et al. (2002), trataron de establecer unos parámetros de salud relacionados con la calidad de vida examinando a pacientes con trastornos respiratorios de sueño con el fin de establecer. En comparación con los valores 336 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 5. Discusión normales, las calificaciones de los pacientes SAHS fueron menores en todos los niveles respecto a los valores medios, con un mayor descenso en resultados parciales en las dimensiones de “vitalidad”, “rol físico”, “función social”, “salud mental” y “rol emocional”. En consonancia con estos autores podemos concluir que los pacientes SAHS obtienen resultados significativamente peores en todas las dimensiones, en comparación con los datos normativos. Las mayores diferencias se evidenciaron en “Función Física“, “Función Social”, “Rol Emocional “, “Rol Físico”, “Salud General”, ”Salud Mental” y, sobre todo, en “Vitalidad”. Por su parte, Sforza et al. (2003), llevaron a cabo una investigación en la que analizaron la calidad de vida de 60 pacientes con apnea utilizando el cuestionario SF-36, y observaron resultados más bajos en la mayor parte de los subgrupos con apnea que los obtenidos por el grupo control de sujetos sanos. En general han sido muchas las investigaciones que se han encargado de ilustrar la relación existente entre la apnea y los subgrupos dimensionados de la calidad de vida propuestos, en estas últimas investigaciones, por el cuestionario SF-36. En los diferentes hallazgos se demuestra la baja calidad de vida en función con los síntomas del SAHS. Cabe anotar que, todavía hay muchos aspectos que no están claros en esta área (Mar et al., 2005). Estos resultados, en su conjunto, confirmarían parcialmente la hipótesis planteada inicialmente de se esperan diferencias significativas en las distintas dimensiones de calidad de vida (dolor corporal, función física, función social, rol emocional, rol físico, salud general, salud mental, vitalidad) en función de las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínicoepidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal). Efectivamente se registran diferencias significativas entre algunas dimensiones y las variables socio-demográficas sexo, edad y ocupación y variables clínico-epidemiológicas de enfermedades asociadas y toxicidad. Concluimos junto a Caskardon (2004) y Peruzzi (2005), que el sueño adecuado (calidad de vida) es un componente esencial de cualquier programa general de salud. La privación del sueño en este caso por motivos de salud, tiene efectos nocivos serios en cualquier aspecto de la misma. 337 CAPÍTULO 6 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 6. Conclusiones CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES En este capítulo se exponen las principales conclusiones que se extraen de los resultados obtenidos: Atendiendo a los objetivos que se pretendían alcanzar: A modo de síntesis, podemos señalar que del estudio descriptivo de la muestra se obtiene un perfil básico del paciente SAHS con las siguientes características: Datos sociodemográficos: Sujetos diagnosticados de apnea del sueño, con una edad de menos de 59 años, equitativamente distribuidos en sexo, casados, siendo en su mayoría amas de casa y con estudios primarios y/o secundarios en su mayoría. Datos clínicoepidemiológicos: Pacientes diagnosticados de Apnea del Sueño del tipo obstructivo, presentan entre 2 y 3 enfermedades asociadas al cuadro clínico diagnosticado, no presentando toxicidad añadida y la posición corporal adoptada durante la fase del sueño es la de cúbito supino. Se demuestra que existen diferencias significativas en las variables psicológicas (ansiedad, depresión, deterioro cognitivo) en función de las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal). Debemos exponer que no en todas las interacciones de los factores intervinientes ha habido diferencias significativas, sin embargo las investigaciones de la literatura clínica son afines a los resultados obtenidos en cuanto a variables significativamente determinantes en la delimitación del marco experimental para el conocimiento más exhaustivo del SAHS. 339 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 6. Conclusiones Se confirma que existen diferencias significativas en las variables fisiológicas (somnolencia diurna, número de arousales, desaturación media, índice de apena/hipopnea) atendiendo a las variables sociodemográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínicoepidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal). Así pues, existen diferencias significativas en las variables fisiológicas atendiendo a las variables socio-demográficas y clínico-epidemiológicas, pero sólo en algunos de los factores. Los resultados obtenidos en este estudio deben ser analizados e interpretados atendiendo al tipo de muestra, indican además que los sujetos apneicos se diferencian entre sí tanto en las variables fisiológicas, variables socio-demográficas y clínico-epidemiológicas, encontrándose ciertas asociaciones entre estas mediciones que permiten discriminar a los grupos evaluados. Se confirmarían la existencias de diferencias significativas en algunas dimensiones de calidad de vida (dolor corporal, función física, función social, rol emocional, rol físico, salud general, salud mental, vitalidad) en función de las variables socio-demográficas (sexo, edad, estado civil, ocupación) y clínico-epidemiológicas (enfermedades asociadas, tipo de apnea, toxicidad, posición corporal). Efectivamente se registran diferencias significativas entre las dimensiones ¨Función Física¨, ¨Función Social¨, ¨Rol Emocional¨, ¨Rol Físico¨, ¨Salud General¨, ¨Salud Mental¨ y ¨Vitalidad¨ y las variables socio-demográficas sexo, edad y ocupación y variables clínico-epidemiológicas de enfermedades asociadas y toxicidad. 340 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 6. Conclusiones A la vista de la producción científica publicada, en los últimos años, se ha investigado activamente sobre la etiopatogenia y fisipatología del SAHS y se han aportado muchos avances en relación al tratamiento. Sin embargo, la difusión de conocimientos respecto a los trastornos respiratorios durante el sueño, y más concretamente en el síndrome de la apnea del sueño es todavía limitada. Los profesionales que intervienen en el tratamiento de este síndrome deben conocer más exhaustivamente que existen otras entidades asociadas al SAHS que explican síntomas como somnolencia diurna o despertares nocturnos (arousales), un deterioro cognitivo selectivo, una mala higiene de sueño o hipersomnolencia esencial. Es necesario, por tanto, un tiempo de formación e investigación suficiente como para dominar los aspectos y variables socio-demográficos, clínico-epidemiológicos y calidad de vida de estos pacientes (Pack, 1991). Conocedores del infradiagnóstico del SAHS, las nuevas investigaciones deben orientarse hacia una precisión diagnóstica. Actualmente y dadas las largas listas de espera y elevados costes de la PSG, los pacientes con sospecha de SAHS que presentan ronquido sin otra clínica sugestiva de apnea (somnolencia diurna) o factores de riesgo asociados (comorbilidad cardiovascular) podrían ser estudiados con sistemas de registro portátil de sueño complementarios al PSG, como así lo propone Jiménez et al. (2000), con el sistema Oxyflow Edentec, que aplicado en el laboratorio de sueño, puede ser útil para la evaluación del paciente con sospecha de SAHS. Gracias a su sencillez, parece potencialmente útil para estudios domiciliarios, aunque esto debe ser confirmado por estudios adicionales llevados a cabo en este ámbito para su empleo en la práctica clínica. Existe poca evidencia científica en la literatura clínica en relación al SAHS en las mujeres (Epstein et al., 2009). En población femenina las apneas se describen con menos frecuencia que en hombres. Esto añadido a que las mujeres acuden con mayor frecuencia a la consulta sin pareja (lo que no permite completar la historia: ronquido/apneas y, por tanto, llegar al diagnóstico de SAHS), conlleva un infradiagnóstico de esta patología en ellas (Mohsenin, 2001; Young, 1993). Pues bien, nuestra investigación proporciona los resultados adecuados como para convenir que existe una considerable significatividad en mujeres que hombres. 341 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 6. Conclusiones Estas variaciones clínicas son importantes a la hora de decidir la probabilidad clínica pretest de la paciente y el método diagnóstico a utilizar (Shepertycky, Banno & Kriger, 2005). En cuanto al estado civil y ocupación, los resultados son concluyentes, parece ser que los solteros deprimidos y los apneicos con ansiedad pertenecientes a los grupos de laborales-pensionistas y amas de casa-pensionista obtienen unas diferencias significativas a tener en cuenta en el conocimiento del SAHS a través del perfil-tipo multidimensional, característico del sujeto-paciente. En toxicidad y junto con estos autores (Bliwise, Nekich & Dement, 1991; Scanlan et al., 2000; Viner, Szalai & Hoffstein, 1991), los resultados corroboran que el consumo de alcohol incrementa significativamente la frecuencia de apneas obstructivas (además de la frecuencia cardíaca) durante el sueño. Las conclusiones extraídas de los resultados de nuestra investigación en relación a los fumadores apneicos con cuadro de ansiedad corroboran los estudios de Souza, Paiva y Reimâo (2005). En deterioro cognitivo Tanto la alteración del patrón de sueño nocturno como la hipoxemia nocturna parecen contribuir a la aparición de las alteraciones neuropsicológicas en el SAHS, aunque aún no se ha determinado con exactitud cuál es su etiología. La mayoría de los estudios destacan los déficits de memoria y de los procesos de atención. Otras funciones afectadas son la coordinación visomotora, la velocidad y precisión de las respuestas motoras, y, en general., los procesos cognitivos complejos que requieren planificación, ejecución y autorregulación de la conducta (funciones llamadas «ejecutivas»). Los estudios algo más recientes (Verstraeten, 2007) sugieren que en la patogénesis de estos déficits intervienen dos factores etiológicos, que provocan trastornos específicos: las dificultades de atención y la pérdida de capacidad de memoria se deberían principalmente a la desorganización del sueño y la excesiva somnolencia diurna (ESD) consecuente, mientras que la pérdida de funciones ejecutivas estaría causada por la hipoxemia (Ferini-Strambi et al., 2003). El sueño adecuado, en términos de la cantidad y de la calidad, es un componente esencial de cualquier programa general de salud. La 342 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 6. Conclusiones privación del sueño tiene efectos nocivos serios en cualquier aspecto de la salud (Caskardon, 2004; Peruzzi, 2005). En la línea de las investigaciones de Cherving y Aldrich (1998), en relación a la excesiva somnolencia diurna y persistente (ESDP), los resultados registrados en nuestra investigación apuntan hacia los hombres como especialmente significativos en somnolencia diurna frente a las mujeres, no habiéndose detectado relación alguna con las variables edad, estado civil, ocupación, enfermedades asociadas, posición corporal y tipo de apnea. En cuanto a la variable toxicidad los resultados han reconocido que la categoría de “bebedores y fumador” y “bebedor y ninguna toxicidad” son fuente de diferencias significativas en somnolencia diurna. En general han sido muchas las investigaciones que se han encargado de ilustrar la relación existente entre la apnea y los subgrupos dimensionados de la calidad de vida (Mar et al., 2005). En nuestro análisis experimental los pacientes SAHS obtienen resultados significativamente peores media en todas las dimensiones, en comparación con los datos normativos. Las mayores diferencias se evidenciaron en “Función Física“, “Función Social”, “Rol Emocional “, “Rol Físico”, “Salud General”,” Salud Mental” y sobre todo en “Vitalidad”, Finalmente, los resultados obtenidos y la experiencia adquirida en este estudio experimental, nos indican la necesidad de futuras investigaciones que pueden tomar las siguientes direcciones: Profundizar en las variables investigadas en donde se ha comprobado que existen diferencias significativas aportando información a futuras investigaciones y a las ya existentes. Realizar réplica de este trabajo en otras provincias y/o comunidades autónomas para tener más elementos de comparación a la hora de sacar conclusiones En el futuro sería útil e interesante seguir profundizando la relación entre variables de sueño y percepción subjetiva de salud en pacientes con SAHS, planteando un estudio con el objetivo de analizar la posible asociación entre la 343 Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Cap. 6. Conclusiones cantidad de las diferentes fases del sueño y la severidad de los síntomas subjetivos como fatiga, somnolencia, depresión y ansiedad. También sería importante estudiar mejor el papel jugado por las enfermedades asociadas al SAHS, tales como la obesidad o la hipertensión en el deterioro de la calidad de vida. Creemos que hemos alcanzado los objetivos propuestos al iniciar nuestro trabajo, dejar patentes puntos oscuros y abiertos nuevos caminos en la investigación de estas variables. 344 BIBLIOGRAFÍA Influencia de variables psico-fisiológicas y calidad de vida en el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño Referencias Bibliográficas REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Aali, N. J., Pitson, D. J., & Stradling, J. R. (1993). The prevalence of snoring, sleep disturbance and behaviour in 4-5 years olds. Archives of Disease in Childhood, 68, 360-363. Aaronson, N. K., Bakker, W., Stewart, A. L., Van Dam, F. S., Van Zandwijk, N, Yarnold, J. R., & Kirkpatrick, A. (1987). Multidimensional approach to the measurement quality of life in a cancer clinical trial. En N. K. Aaronson, & J. Beckmann (Eds.), The quality of life of cancer patients (pp. 63-82). New York: Raven Press. Aaronson, N. K., Acquadro, C, Alonso, J., Apolone, G., Eucquet, D., Bullinger, M, Bungay, K., Fukuhara, S., Gandek, B., & Keller, S. (1992). 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Cuestionario Estructurado N1 DE HISTORIA CLÍNICA N1 DE SS N1 DE REGISTRO DE UNIDAD DEL SUEÑO DATOS DEL PACIENTE Nombre Apellidos Fecha de nacimiento Edad Dirección Teléfono Ciudad Provincia PROCEDENCIA Médico remitente Hospital Dirección Provincia DATOS SOCIALES Sexo Mujer Hombre Raza Blanco Negro Otros Estado civil casado/compañero div/sep/viudo no casado Ocupación ama de casa administración profesional clerigo laboral estudiante otros Nivel educativo analfabeto lee y escribe estudios primarios enseñanza secundaria FP Diplomatura Licenciatura Ciudad Servicio Ciudad Teléfono Religión 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 426 MOTIVO DE CONSULTA DIAGNÓSTICO/S PREVIOS (ICD10/DSM IV) HISTORIA DE LA ENFERMEDAD ACTUAL (inicio, duración, curso clínico, patrones de sueño-vigilia, impacto del trastorno...) Cuestionario general si G no G HISTORIA POR LA PAREJA PATOBIOGRAFÍA Acontecimientos vitales estresantes/fechas Cuestionario de acontecimientos vitales si 9 no 9 ANTECEDENTES FAMILIARES (al menos dos generaciones en el árbol familiar). Antecedentes somáticos/psíquicos/sueño 427 ANTECEDENTES PERSONALES (somáticos/psíquicos/sueño) ALERGIAS u otros datos de interés EXPLORACIÓN PSICOPATOLÓGICA Narcolepsia ..Episodios de sueño durante del día, diariamente o casi diariamente: si 9 no 9 ..Historia ambigua de cataplejía, típicamente desencadenada por la risa: si 9 no 9 ..Latencia de sueño < o = a 5 min y > = 1 período REM en MSLT: si 9 no 9 ..Descartada otra patología: si 9 no 9 ..Realizado estudio familiar: si 9 no 9 Escala de Narcolepsia Ullanlinna 1.-Ha presentado cuando rie, está triste o angustiado o en una situación excitante, los síntomas siguientes de modo repentino. rodillas abiertas boca abierta cabecear caer 1 1 3 4 1-5 veces en la vida mensualmente semanalmente diario o casi diario 2.-Cuánto tarda en dormir por la noche? >40 min. 31-40 21-30 10-20 <10 min. 3.- Duerme durante el día? 0 1 2 3 4 no quiero, pero no puedo 2días/semana o < 3-5 días /semana diario o casi diario 428 4.-Se duerme sin quererlo durante el día? 0 1 2 3 4 no mensualmente o < semanalmente diariamente varias veces al día 5.-Se duerme habitualmente? 0 1 2 3 4 leyendo viajando de pie comiendo otras Mala higiene del sueño siestas consumo de cafeína (chocolate....) consumo de nicotina existe un ambiente de ruído existen alteraciones de T0 (fundamentalmente exceso de calor) Dependencia de hipnoticos Parasomnias ..Trastornos de la vigilia: Terrores nocturnos Sonambulismo fatiga estrés hipnóticos tratamientos con antidepresivos tratamientos con benzodiacepinas otros ..Trastornos de la transición sueño-vigilia somniloquios Sleep starts o hypnic jerks (contracturas musculares). Exacerbado por cafeína, estimulantes, ejercicio intenso antes del sueño, stress 429 ..Parasomnias con REM pesadillas parálisis del sueño conductas del sueño REM (atonía muscular perdida en el REM). Indica daño cerebral en puente y médula ..Otras: enuresis bruxismo muerte súbita Pg neurológica patología cerebral degenetrativa demencia y Parkinson epilepsia cefalea Pg médica isquemia cardíaca nocturna dolor crónico fibromialgia SIDA S. De piernas inquietas (contracciones en fases 1 y 2) uremia crónica anemia EPOC fibromialgia pueden agravarlo antidepresivos tricíclicos IMAO Anticonvulsivantes BZD barbitúricos Movimientos periodicos relación con tercer trimestre del embarazo cafeína fatiga calor exposición al frío anemia Insomnio (recordar el insomnio familiar fatal y la alteración en la percepción del sueño o insomnio con sueño alfa-delta) 430 Hipersomnia Cuestionarios de autoadministración escala de Standford Epworth sleepiness scale Likert type scale pupilometría como índice de somnolencia (mañana, mediodía, tarde, cena y en cama) Escala de Epworth 1.-sentado y leyendo 2.-mirando la tv 3.-sentado inactivo en un sitio público (teatro,..) 4.-como pasajero en un coche, al llevar más de una hora sin parar 5.-estirado, descansando por la tarde si las circunstancias lo permiten 6.-sentado y hablando con alguien 7.-sentado tranquilamente despues de comer sin alcohol 8.-en un coche, mientras se para unos pocos minutos en el tráfico Paralisis del sueño ..aislada ..familiar (China) preguntar sobre: incapacidad para moverse incapacidad para hablar sentir opresión en el pecho alucinaciones auditivas dificultad para respirar alucinaciones visuales sensación de presencia alucinaciones tactiles Síndrome de comida nocturno 431 EXPLORACIÓN FÍSICA Estado general Ritmicidad circadiana Polisomnografía Latencia Índice de Apnea/Hipopnea inicio del sueño offset del sueño desaturaciones medias duración despertares calidad desviación de las ocho horas delay en el inicio long de la vigilia previa S' % long de la vigilia previa = onset - offset de la noche previa % S'= 14, 3 -(14,3-7,96) e-0,381. DURACIÓN MSLT Pruebas complementarias DX DIFERENCIADA JUICIO CLÍNICO TRATAMIENTO (Farmacológico / Dieta / Hábitos) 432 ANEXO II: Escala de ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Scale, HAS) ESCALA DE HAMILTON PARA ANSIEDAD (HARS) INSTRUCCIONES: Escoja en cada ítem la puntuación que corresponda a la intensidad acorde a lo que siente o a su comportamiento, de acuerdo a su apreciación, y luego sume la totalidad de los 14 ítem. Las definiciones que siguen al enunciado de cada ítem son ejemplos que pueden servir de guía. Deben puntuarse todos los ítem acorde a los siguientes criterios: 0: Ausente; 1: Intensidad ligera; 2: Intensidad media; 3: Intensidad elevada; 4: Intensidad máxima (invalidante). 1. HUMOR ANSIOSO: Inquietud. Expectativas de catástrofe. Aprensión (anticipación temerosa). Irritabilidad. 2. TENSION: Sensaciones de tensión. Fatigabilidad. Imposibilidad de estar quieto. Reacciones de sobresalto. Llanto fácil. Temblores. Sensaciones de incapacidad para esperar. 3. MIEDOS: A la oscuridad. A los desconocidos. A quedarse solo. A los animales. A la circulación. A la muchedumbre. 4. INSOMNIO: Dificultades de conciliación. Sueño interrumpido. Sueño no satisfactorio, con cansancio al despertar. Sueños penosos. Pesadillas. Terrores nocturnos. 5. FUNCIONES INTELECTUALES (COGNITIVAS): Dificultad de concentración. Mala memoria. 6. HUMOR DEPRESIVO: Pérdida de interés. No disfruta del tiempo libre. Depresión. Insomnio de madrugada. Variaciones anímicas a lo largo del día. 7. SINTOMAS SOMATICOS MUSCULARES: Dolores musculares. Rigidez muscular. Sacudidas musculares. Sacudidas clónicas. Rechinar de dientes. Voz quebrada. 8. SINTOMAS SOMATICOS GENERALES: Zumbido de oídos. Visión borrosa. Oleadas de calor o frío. Sensación de debilidad. Sensaciones parestésicas (pinchazos u hormigueos). 433 9. SINTOMAS CARDIOVASCULARES: Taquicardia. Palpitaciones. Dolor torácico. Sensación pulsátil en vasos. Sensaciones de "baja presión" o desmayos. Extrasístoles (arritmias cardíacas benignas). 10.SINTOMAS RESPIRATORIOS: Opresión pretorácica, constricción precordial. Sensación de ahogo o falta de aire. Suspiros. Disnea (dificultad para respirar). 11.SINTOMAS GASTROINTESTINALES: Dificultades evacuatorias. Gases. Dispepsia: dolores antes o después de comer, ardor, hinchazón abdominal, nauseas, vómitos, constricción epigástrica. Cólicos (espasmos) abdominales. Borborigmos. Diarrea. Pérdida de peso. Estreñimiento. 12.SINTOMAS GENITOURINARIOS: Micciones frecuentes. Micción imperiosa. Amenorrea (falta del período menstrual). Metrorragia (hemorragia genital). Frigidez. Eyaculación precoz. Impotencia. Ausencia de erección. 13.SINTOMAS DEL SISTEMA NERVIOSO AUTONOMO: Boca seca. Accesos de enrojecimiento. Palidez. Tendencia a la sudoración. Vértigos. Cefalea (dolor de cabeza) de tensión. 14.CONDUCTA EN EL TRANSCURSO DEL TEST: Tendencia al abatimiento. Agitación: manos inquietas, juega con los dedos, cierra los puños, tic, aprieta el pañuelo en las manos. Inquietud: va y viene. Temblor en las manos. Rostro preocupado. Aumento del tono muscular o contracturas musculares. Respiración entrecortada. Palidez facial. Traga saliva. Eructos. Taquicardia o palpitaciones. Ritmo respiratorio acelerado. Sudoración. Pestañeo. Si la suma total de esta Escala es igual o mayor a 6 puntos puede estar padeciendo un Trastorno Ansiedad. 434 ANEXO III. Escala de evaluación para la depresión de Hamilton. Hamilton Depression Rating Scale, HRSD ESCALA DE HAMILTON PARA DEPRESIÓN (HARD) Instrucciones: Escoja en cada ítem la puntuación que corresponda a la intensidad acorde a lo que siente o a su comportamiento, de acuerdo a su apreciación, y luego sume la totalidad de los 17 ítem. 1. Humor deprimido, tristeza (melancolía), desesperanza, desamparo, inutilidad: 0 = Ausente 1 = Estas sensaciones las expresa solamente si le preguntan como se siente 2 = Estas sensaciones las relata espontáneamente 3 = Sensaciones no comunicadas verbalmente (expresión facial, postura, voz, tendencia al llanto) 4 = Manifiesta estas sensaciones en su comunicación verbal y no verbal en forma espontánea 2. Sentimiento de culpa: 0 = Ausente 1 = Se culpa a si mismo, cree haber decepcionado a la gente 2 = Tiene ideas de culpabilidad o medita sobre errores pasados o malas acciones 3 = Siente que la enfermedad actual es un castigo 4 = Oye voces acusatorias o de denuncia y/o experimenta alucinaciones visuales amenazadoras 3. Suicidio: 0 = Ausente 1 = Le parece que la vida no vale la pena ser vivida 2 = Desearía estar muerto o tiene pensamientos sobre la posibilidad de morirse 3 = Ideas de suicidio o amenazas 4 = Intentos de suicidio (cualquier intento serio) 435 4. Insomnio precoz: 0 = No tiene dificultad 1 = Dificultad ocasional para dormir, por ejemplo le toma más de media hora el conciliar el sueño 2 = Dificultad para dormir cada noche. 5. Insomnio intermedio: 0 = No hay dificultad 1 = Esta desvelado e inquieto o se despierta varias veces durante la noche 2 = Esta despierto durante la noche, cualquier ocasión de levantarse de la cama se clasifica en 2 (excepto por motivos de evacuar) 6. Insomnio tardío: 0 = No hay dificultad 1 = Se despierta a primeras horas de la madrugada, pero se vuelve a dormir 2 = No puede volver a dormirse si se levanta de la cama 7. Trabajo y actividades: 0 = No hay dificultad 1 = Ideas y sentimientos de incapacidad, fatiga o debilidad (trabajos, pasatiempos) 2 = Pérdida de interés en su actividad (disminución de la atención, indecisión y vacilación) 3 = Disminución del tiempo actual dedicado a actividades o disminución de la productividad 4 = Dejó de trabajar por la presente enfermedad. Solo se compromete en las pequeñas tareas, o no puede realizar estas sin ayuda. 8. Inhibición psicomotora (lentitud de pensamiento y palabra, facultad de concentración disminuida, disminución de la actividad motora): 0 = Palabra y pensamiento normales 1 = Ligero retraso en el habla 2 = Evidente retraso en el habla 3 = Dificultad para expresarse 4 = Incapacidad para expresarse 436 9. Agitación psicomotora: 0 = Ninguna 1 = Juega con sus dedos 2 = Juega con sus manos, cabello, etc. 3 = No puede quedarse quieto ni permanecer sentado 4 = Retuerce las manos, se muerde las uñas, se tira de los cabellos, se muerde los labios 10. Ansiedad psíquica: 0 = No hay dificultad 1 = Tensión subjetiva e irritabilidad 2 = Preocupación por pequeñas cosas 3 = Actitud aprensiva en la expresión o en el habla 4 = Expresa sus temores sin que le pregunten 11. Ansiedad somática ( Signos físicos concomitantes de ansiedad tales como Gastrointestinales: sequedad de boca, diarrea, eructos, etc. Cardiovasculares: palpitaciones, cefaleas. Respiratorios: hiperventilación, suspiros. Frecuencia de micción incrementada. Transpiración 0 = Ausente 1 = Ligera 2 = Moderada 3 = Severa 4 = Incapacitante 12. Síntomas somáticos gastrointestinales: 0 = Ninguno 1 = Pérdida del apetito pero come sin necesidad de que lo estimulen. Sensación de pesadez en el abdomen 2 = Dificultad en comer si no se le insiste. Solicita laxantes o medicación intestinal para sus síntomas gastrointestinales 13. Síntomas somáticos generales: 0 = Ninguno 1 = Pesadez en las extremidades, espalda o cabeza. Dorsalgias. Cefaleas, algias musculares. Pérdida de energía y fatigabilidad. Cualquier síntoma bien definido se clasifica en 2. 437 14. Síntomas genitales (tales como: disminución de la libido y trastornos menstruales): 0 = Ausente 1 = Débil 2 = Grave 15. Hipocondría: 0 = Ausente 1 = Preocupado de si mismo (corporalmente) 2 = Preocupado por su salud 3 = Se lamenta constantemente, solicita ayuda 16. Pérdida de peso: 0 = Pérdida de peso inferior a 500 gr. en una semana 1 = Pérdida de más de 500 gr. en una semana 2 = Pérdida de más de 1 Kg. en una semana 17. Perspicacia: 0 = Se da cuenta que está deprimido y enfermo 1 = Se da cuenta de su enfermedad pero atribuye la causa a la mala alimentación, clima, exceso de trabajo, virus, necesidad de descanso, etc 2 = No se da cuenta que está enfermo Si la suma total de esta Escala es igual o mayor a 6 puntos puede estar padeciendo un Trastorno Depresivo. 438 ANEXO IV: Mini Mental de Lobo, (MEC) MINI-MENTAL STATE EXAMINATION DE FOLSTEIN ORIENTACIÓN Puntos "¿Qué año-estación-fecha-día-mes es?” ...............(5) "¿Dónde estamos? (estado-país-ciudad-hospital-piso)" ...............(5) MEMORIA INMEDIATA Repetir 3 nombres ("árbol", "puente", "farol"). Repetirlos de nuevo hasta que aprenda los tres nombres y anotar el número de ensayos. ...............(3) ATENCIÓN Y CÁLCULO Restar 7 a partir de 100, 5 veces consecutivas. Como alternativa, deletrear "mundo" al revés. ...............(5) RECUERDO DIFERIDO Repetir los tres nombres aprendidos antes ...............(3) LENGUAJE Y CONSTRUCCIÓN Nombrar un lápiz y un reloj mostrados ...............(2) Repetir la frase "Ni sí, ni no, ni peros" ...............(1) Realizar correctamente las tres órdenes siguientes: "Coja este papel con la mano derecha, dóblelo por la mitad y póngalo en el suelo" ...............(3) Leer y ejecutar la frase "Cierre los ojos" ...............(1) Escribir una frase con sujeto y predicado ...............(1) Copiar este dibujo: ...............(1) Puntuación total: .............(30) El punto de corte para demencia se establece habitualmente en 24 puntos. Si hay que anular algún ítem (a causa de analfabetismo, ceguera, hemiplejia...) se recalcula proporcionalmente. Por ejemplo, 21 puntos sobre 26 posibles equivaldrían a un resultado de 24 puntos (redondeando al entero más próximo) 439 ANEXO V: Escala de somnolencia de Epworth, (Epworth sleepiness scale - ESE) ESCALA EPWORTH PARA LA EVALUACIÓN DE LA SOMNOLENCIA DIURNA Por favor, díganos cuál sería la probabilidad de quedase dormido en cada una de las siguientes situaciones. Responda según su experiencia previa en situaciones como estas o similares. Utilice la siguiente escala para valorar cada situación: 0 -Nunca tengo sueño o bien la probabilidad de tener sueño es baja 1 - Ligera probabilidad de tener sueño 2 - Moderada probabilidad de tener sueño 3 - Alta probabilidad de tener sueño SITUACIÓN Sentado y leyendo Viendo la TV Sentado, inactivo en un lugar público (ej: cine, teatro, conferencia, etc.) Como pasajero de un coche en un viaje de 1 hora sin paradas Estirado para descansar al mediodía cuando las cirscunstancias lo permiten 440 Probabilidad de que me coja sueño Sentado y hablando con otra persona Sentado tranquilamente después de una comida sin alcohol En un coche, estando parado por el tránsito unos minutos (ej: semáforo, retención,...) Si usted puntúa: -Entre 0 y 6: no tiene somnolencia diurna, está dentro de los límites considerados normales. -Entre 7 y 13: tiene ligera somnolencia diurna. Si ésta aumenta o persiste más de 1 año, consulte al médico. -Entre 14 y 19: tiene moderada somnolencia diurna. Consulte a su médico. -Entre 20 y 24: su somnolencia diurna es grave. Consulte rápidamente con su médico. 441 ANEXO VI: Cuestionario de Calidad de Vida SF-36. CUESTIONARIO DE SALUD SF 36 VERSIÓN ESPAÑOLA 1.4 (JUNIO 1999) Fecha Hospital Iniciales del paciente Código de centro INSTRUCCIONES Las preguntas que siguen se refieren a lo que usted piensa sobre su salud. Sus respuestas permitirán saber cómo se encuentra usted y hasta qué punto es capaz de hacer sus actividades habituales. Conteste cada pregunta tal como se indica. Si no está seguro/a de cómo responder a una pregunta, por favor conteste lo que le parezca mas cierto. MARQUE UNA SOLA RESPUESTA 1. En general usted diría que su salud es : 1 2 3 4 5 2. Excelente Muy buena Buena Regular Mala ¿Cómo diría que es su salud actual, comparada con la de hace un año? 1 2 3 4 5 Mucho mejor ahora que hace un año Algo mejor ahora que hace un año Más o menos igual que hace un año Algo peor ahora que hace un año Mucho peor ahora que hace un año LAS SIGUIENTES PREGUNTAS SE REFIEREN A ACTIVIDADES O COSAS QUE USTED PODRÍA HACER EN UN DÍA NORMAL 3. Su salud actual, ¿le limita para hacer esfuerzos intensos, tales como correr, levantar objetos pesados, o participar en deportes agotadores? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 442 4. Su salud actual, ¿le limita para hacer esfuerzos moderados, como mover una mesa, pasar la aspiradora, jugar a los bolos o caminar más de una hora? 1 Sí, me limita mucho 5. 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada Su salud actual, ¿le limita coger o llevar la bolsa de la compra? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 6. Su salud actual, ¿le limita subir varios pisos por la escalera? 7. 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada Su salud actual, ¿le limita para subir un solo piso por la escalera? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 8. Su salud actual, ¿le limita para agacharse o arrodillarse? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 9. Su salud actual, ¿ le limita para caminar un kilometro o más? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 443 10. Su salud actual, ¿le limita para caminar varias manzanas (varios centenares de metros? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 11. Su salud actual, ¿le limita para caminar una sola manzana (unos 100 metros)? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada 12. Su salud actual, ¿le limita para bañarse o vestirse por sí mismo? 1 Sí, me limita mucho 2 Sí, me limita un poco 3 No, no me limita nada LAS SIGUIENTES PREGUNTAS SE REFIEREN A PROBLEMAS EN SU TRABAJO O EN SUS ACTIVIDADES COTIDIANAS 13. Durante las 4 últimas semanas ¿tuvo que reducir el tiempo dedicado al trabajo o a sus actividades cotidianas, a causa de su salud física? 1 Sí 2 No 14. Durante las 4 últimas semanas ¿hizo menos de lo que hubiera querido hacer, a causa de su salud física? 1 Sí 2 No 15. Durante las 4 últimas semanas ¿tuvo que dejar de hacer algunas tareas en su trabajo o en sus actividades cotidianas, a causa de su salud física? 1 Sí 2 No 444 16. Durante las 4 últimas semanas ¿tuvo dificultad para hacer su trabajo o sus actividades cotidianas (por ejemplo, le costó mas de lo normal), a causa de su salud física? 1 Sí 2 No 17. Durante las 4 últimas semanas ¿tuvo que reducir el tiempo dedicado al trabajo o a sus actividades cotidianas, a causa de algún problema emocional (como estar triste, deprimido, o nervioso)? 1 Sí 2 No 18. Durante las 4 últimas semanas ¿Hizo menos de lo que hubiera querido hacer, a causa de algún problema emocional ( como estar triste, deprimido, o nervioso)? 1 Sí 2 No 19. Durante las 4 últimas semanas ¿no hizo su trabajo o sus actividades cotidianas tan cuidadosamente como de costumbre, a causa de algún problema emocional ( como estar triste, deprimido, o nervioso)?. 1 Sí 2 No 20. Durante las 4 últimas semanas ¿hasta qué punto su salud física o los problemas emocionales han dificultado sus actividades sociales habituales con la familia, los amigos, los vecinos u otras personas? 1 Nada 2 Un poco 3 Regular 4 Bastante 5 Mucho 21.Tuvo dolor en alguna parte del cuerpo durante las 4 últimas semanas? 1 No, ninguno 2 Sí, muy poco 3 Sí, un poco 445 4 Sí, moderado 5 Sí, mucho 6 Sí, muchísimo 22. Durante las 4 últimas semanas ¿hasta qué punto el dolor le ha dificultado su trabajo habitual (incluido el trabajo fuera de casa y las tareas domésticas)? 1 Nada 2 Un poco 3 Regular 4 Bastante 5 Mucho LAS PREGUNTAS QUE SIGUEN SE REFIEREN A CÓMO SE HA SENTIDO Y CÓMO LE HAN IDO LAS COSAS DURANTE LAS 4 ÚLTIMAS SEMANAS. EN CADA PREGUNTA RESPONDA LO QUE SE PAREZCA MÁS A CÓMO SE HA SENTIDO USTED. 23. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo se sintió lleno de vitalidad?. 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 24. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo estuvo muy nervioso? 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas Veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 446 25. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo se sintió tan bajo de moral que nada podía animarle?. 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas Veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 26. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo se sintió calmado y tranquilo?. 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas Veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 27. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo tuvo mucha energía? 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 28. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo se sintió desanimado y triste? 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 447 29. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo se sintió agotado? 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 30. Durante las 4 últimas semanas ¿cuánto tiempo se sintió feliz? 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Muchas veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 31. Durante las 4 últimas semanas, ¿cuánto tiempo se sintió cansado? 1 Simpre 2 Casi siempre 3 Muchas veces 4 Algunas veces 5 Sólo alguna vez 6 Nunca 32. Durante las 4 últimas semanas, ¿con qué frecuencia la salud física o los problemas emocionales le han dificultado sus actividades sociales (como visitar a los amigos o familiares)? 1 Siempre 2 Casi siempre 3 Algunas veces 4 Sólo alguna vez 5 Nunca 448 POR FAVOR, DIGA SI LE PARECE ACERTADA O FALSA CADA UNA DE LAS SIGUIENTES FRASES 33. Creo que me pongo enfermo más fácilmente que otras personas. 1 Totalmente cierta 2 Bastante cierta 3 No lo sé 4 Bastante falsa 5 Totalmente falsa 34. Estoy tan sano como cualquiera. 1 Totalmente cierta 2 Bastante cierta 3 No lo sé 4 Bastante falsa 5 Totalmente falsa 35. Creo que mi salud va a empeorar. 1 Totalmente cierta 2 Bastante cierta 3 No lo sé 4 Bastante falsa 5 Totalmente falsa 36. Mi salud es excelente. 1 Totalmente cierta 2 Bastante cierta 3 No lo sé 4 Bastante falsa 5 Totalmente falsa 449