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Salud en Chiapas. Año I. No.2, abril - junio de 2013. El humanismo decimonónico de Domingo Chanona Domingo Chanona’s nineteenth-century humanism ya que los turbulentos acontecimientos de su historia, poco dejaron para reconstruir. Mtro. en DCS Alberto Federico Garzón y Rincón* Mtro. en Admón. Agustín López Cuevas** Palabras clave: Chanona, humanismo, hospital, medicina. Resumen lo largo de la historia de la medicina han ocurrido logros significativos en poco tiempo, es así como desde la primera mitad del siglo XIX, durante el proceso de la construcción científica del conocimiento y la tecnología médica, se forjaron avances portentosos. Pero eso no fue la regla en todos los lugares, de tal manera que la vocación de algunos médicos, dentro de los ambientes alejados de las universidades, laboratorios y avances tecnológicos, tuvo que realizar una medicina cuya única fortaleza era el humanismo y la compasión que, aunados a una sólida formación clínica hizo frente a las patologías de un pueblo surgido de un ambiente rural, en una decidida lucha por progresar. Tal es el caso del Dr. Domingo Chanona Rodríguez, por mucho tiempo el único médico de San Marcos, Tuxtla. Este artículo tiene como objeto reconstruir los ambientes del siglo XIX, por medio de la hermenéutica, a través de la práctica médica del Dr. Chanona en la ciudad capital del estado de Chiapas, apoyándonos en algunos manuscritos y libros, pero ante todo de la memoria oral, en sus ambientes y atmósferas A Summary Modern practice of Medicine is heavily based on scientific and technological advances developed mostly over the past century. In contrast, as a formal Medical Doctor confronting barely known diseases in the poor public sanitation setting of the turbulent social times present during the second half of the nineteen century -particularly in the semirural Chiapas-, required other set of tools, where observation, experience, courage and specially humanism and compassion were the essential skills for success. Dr. Domingo Chanona Rodríguez was at that time and for many years, the one and only professional physician in the City of San Marcos Tuxtla, now known as Tuxtla Gutiérrez, in the southern state of Chiapas, Mexico. In the present essay, the author, mostly through oral hermeneutics, recreates the social environment in Chiapas during the second half of the nineteen century paying homage to Dr. Chanona’s work for his role in setting in those years the first tap water network and the first public Hospitals and for his exemplary personal *Coordinador de Investigación y Editorial. Instituto de Salud. Chiapas, México. **Cronista de la Universidad Autónoma de Chiapas. México. 28 Salud en Chiapas. Año I. No. 2, abril - junio de 2013. attributes of professionalism, humanism and compassion manifested in his everyday medical practice. o existieron en lugares y momentos determinados y que influyen en el sujeto histórico o en las generaciones venideras; es decir, es la confluencia de los accidentes geográficos en los que se asienta la vida, con los seres vivos y las relaciones entre los humanos con su medio y entre ellos mismos. Por lo anterior hemos querido estructurar este apartado del artículo, como el primer círculo hermenéutico del estudio.I Keywords: Chanona, humanism, hospital, medicine. El ambiente No podemos imaginarnos un suceso histórico desprovisto de un contexto, es como carecer del escenario que acote todas las acciones, parlamentos y movimientos de los actores que intervienen en una magna obra de teatro. El problema esencial es que frente a tiempos idos, de los que no existen documentos escritos que den fe de los ambientes, hay que recurrir a las pocas imágenes que quedan y al relato de los viejos que, a saltos entre las personas de diferentes generaciones, han pasado de boca a oído, como un cuento, una leyenda o una saudade. Tuxtla Gutiérrez no surge a la historia de Chiapas como una ciudad boyante, ni como un pueblo que descollara desde un principio como una población próspera; si bien su superficie se distinguía por los múltiples arroyos que la surcaban, afluentes del río Sabinal, que le imprimían la particularidad de ser una tierra de vocación eminentemente agrícola y que por su posición orográfica se colocaba como un paso obligado para llegar a cualquiera de las otras poblaciones importantes del “Reino de las Chiapas”. Así pasa de ser un poblado, a la categoría de pueblo, en 1762, concediéndole el nombre de San Marcos Tuxtla. Seis años más tarde por una política de recaudación la Audiencia de Guatemala le da la jerarquía de Alcaldía Mayor, de tal manera que en 1790 Tuxtla estaba constituida por 33 pueblos y 13 curatos. Para el 29 de octubre de 1813 las Cortes de Cádiz, a instancias del diputado Mariano Robles Domínguez, la elevaron a la categoría de villa. Ante esta circunstancia, mirar hacia atrás es como ver a través de una honda sima en la que todo aquello que podemos observar es lo que se encuentra en la zona iluminada de la cuenca y que por los detalles de ésta nos atrevemos a imaginar las formas que oculta la sombra y la oscuridad. La realidad es que el verdadero ambiente que rodeó a los actores de esos tiempos solamente fue conocido por ellos; y entonces el historiar se convierte en una construcción de supuestos que van llenando de la manera más lógica posible los huecos, andamios y estructuras del hecho crudo como tal. Más tarde el gobernador interino Emeterio Pineda, erigió a rango de ciudad a San Marcos Tuxtla el día 27 de julio de 1829. El 8 de febrero de 1834, el general Joaquín Miguel Gutiérrez, la hizo por primera vez capital del estado; pero las guerras intestinas por el poder hicieron que tal privilegio durara únicamente un año, tras el cual regresaron los poderes a San Cristóbal de Las Casas.1 Para un hecho, el ambiente puede ser único, o múltiple cuando trasciende o se universaliza; y entonces toma la importancia que la percepción del historiador quiere darle, la que en el proceso de comunicación se reproduce en el sentir de cada uno de los receptores del relato histórico. Para 1842, año del nacimiento de Domingo Chanona Rodríguez, la apariencia de Tuxtla no era más que la de un pueblo grande con casas En primer lugar es conveniente establecer que el ambiente es un concepto mucho más amplio que su significación geográfica; ya que entraña todo lo que circunda la vida de las personas. En sí podemos decir que es el compendio de valores naturales, sociales y culturales que existen I Mayos, S. G. (2013). “La epistemología Hermenéutica propone la circularidad inevitable de la comprensión.” En El abismo y el círculo hermenéutico, Universidad de Barcelona, consultado el 29 de abril de 2013 en: http://www. ub.edu/histofilosofia/gmayos/PDF/Los_sentidos_de_la_ hermeneutica.pdf 29 Salud en Chiapas. Año I. No.2, abril - junio de 2013. de adobe unas y de bajaré las más, las calles eran de terracería y muy pocas empedradas. El fundo legal de la ciudad que seis años más tarde sería “de Gutiérrez” tenía como límites la Calle de la Unión, ahora Novena Oriente, al poniente la Calle Rayón que corresponde en la actualidad a la Novena Poniente, calle que toma un costado del Parque de la Marimba en la actualidad; al sur, la calle de La Caridad (9ª. Sur) y al norte el río Sabinal, que en uno de sus recodos, en el nivel del tramo situado entre la calle Central y Primera Oriente de la actualidad, extiende cien metros más hacia el norte el cuadro urbano, lo que favoreció la construcción de la ermita de San Jacinto durante el siglo XVII a instancias de unos frailes Jesuitas, dándole nombre a uno de los barrios más antiguos del que es originario el Dr. Chanona.2 lo hicieron escenario de cruentas confrontaciones. La batalla de La Lomita, y la batalla de Copoya que aún forma parte de la memoria de los hechos. Tuxtla se debatió entre una serie de pérdidas y reconquistas por la titularidad de Ciudad Capital, misma que en un principio fue iniciada por las acciones del general Joaquín Miguel Gutiérrez. En este segundo círculo hermenéutico se irán relatando los sucesos que enmarcaron el escenario político y social en el que transcurrió la vida del Dr. Domingo Chanona, cercado por las carencias y lejanías y por el construir para ser y hacer. Hasta 1860 Tuxtla carecía de profesionales médicos. La fuerza de la supervivencia se anclaba en el ancestral culto a la muerte, en ese tiempo centrado en un personaje casi mítico del imaginario tuxtleco: San Pascualito; santo en cuyo honor se erigió una ermita situada en el sur poniente de la ciudad. Para entonces, la salud de la población era mantenida por personajes que la tradición reconocía como sanadores. La ciudad estaba dividida en cuadrantes por la Calle del Estado (calle Central) y la Avenida de la República (avenida Central). Muy cerca de su intersección destacaba la gran ceiba que diera la identidad al Tuxtla de los Zoques, ombligo del pueblo viejo, del Coyatocmoc ancestral. Cada cincuenta metros pendían de los postes las farolas de petróleo que hacían menos oscura la noche, iluminando el paso de los noctámbulos y en el centro del predio central una pequeña fuente hacía menos monótona la vista de los que pasaban por ese lugar (Castro José Luis, 2012). En ese tiempo, los centros urbanos por excelencia eran muy pocos: San Cristóbal, Tapachula, Comitán y por supuesto Tuxtla, un lugar de calles polvorientas en medio de un lomerío y un cruce de caminos, tierra de mesones para los viajeros uno de ellos, el más antiguo, construido en 1825 para dar alojo y comida caliente a los que pasaban por la ciudad, como lo relata Castro en sus crónicas. Más tarde nos dice: Paulatinamente se fueron agregando al paisaje urbano los negocios que cambiaron la vista y dieron forma al centro comercial de la ciudad, los cuales se acomodaron en los portales construidos ex profeso, como son: el portal de Los Agachados, que toma su nombre porque ese sitio fue escogido por los viajeros de pocos recursos para pernoctar, los Portales del Norte, la casa de Vicente Farrera, la casa de cigarros Cueto y Compañía, y la botica y droguería El Comercio, que tendrá un sitio de importancia en nuestra recuperación histórica. (Testimonio oral Lic. Manuel Cal y Mayor). En 1768, al crearse la Alcaldía Mayor de Tuxtla, con cabecera en el pueblo de San Marcos Tuxtla, se empiezan a construir unos portales conocidos como Casa Real o del Común, frente a la gran ceiba “La Pochota” (talada en 1871), para que despachara el alcalde mayor y teniente de gobernador don Juan de Oliver. Edificio que con el tiempo se convirtió en la sede de la Cabecera del Partido de Tuxtla con jurisdicción en 33 pueblos (1786), Prefectura Política del Departamento y Partido de Tuxtla (18261857), en Jefatura Política del Departamento de Tuxtla (1858) y Palacio Municipal Las atmósferas Aquel Tuxtla de los ayeres, no era un lugar quieto. La violencia y la lucha por el poder, a menudo 30 Salud en Chiapas. Año I. No. 2, abril - junio de 2013. de Tuxtla (1858-1892), y en Palacio Provisional del gobierno del estado (1892-1894). Domínguez, convirtiéndose en su brazo ejecutor. Sobre él pesaron varios asesinatos, la gente decía que era un envenenador. La última de las ejecuciones en las que participó, fue la de su propio amigo, el profesor y licenciado Mariano Rodríguez. Él lo llevó con engaños al sitio en el que, de 33 puñaladas, le quitarían la vida. El pueblo indignado pidió el encarcelamiento del doctor, pero el grupo gobiernista favoreció su fuga a Huimanguillo, Tabasco, lugar en el que ejerció.3 La transformación del paisaje urbano de la ciudad, nos indica la creciente importancia del lugar, su posición geográfica era sin duda estratégica en las cotidianas luchas por el poder que caracterizaron a Chiapas desde su independencia. Junto con los 33 pueblos jurisdiccionados a Tuxtla, sumaban 15 035 habitantes, mientras que en el territorio del fundo de la cabecera municipal vivían 6 280 habitantes para el año de 1869. Este hecho marcaría en forma definitiva la vida del Dr. Domingo Chanona, el que ejerce como el segundo profesional de la medicina en Tuxtla Gutiérrez. La ciudad carecía de instalaciones sanitarias y la única fuente de abastecimiento de agua era el río Sabinal y sus afluentes, mismos que proveían del líquido para todas las actividades humanas de la población. Hacia el interior del círculo Dice la crónica que Domingo Chanona nació en Tuxtla Gutiérrez el 4 de agosto de 1842. Fue su padre el Sr. Cristóbal Chanona, herrero de profesión, natural de Ciudad Real hoy San Cristóbal de Las Casas y de la Sra. Joaquina Rodríguez de Chanona, originaria de San Marcos Tuxtla, hoy Tuxtla Gutiérrez. (Rincón A. J. A.) Dentro del contexto político de aquella época el general Pantaleón Domínguez, soldado que formó parte de los batallones de Chiapas en la Batalla del Cinco de Mayo, se había electo como gobernador del estado, e inició su encargo en 1865, reeligiéndose en tres ocasiones para períodos de cuatro años. En 1869 recurrió a maniobras políticas carentes de toda ética para lograrlo: integró un grupo que, según las memorias del sargento José María Montesinos, en un manuscrito que se llevó a la prensa en 1935 por Fernando Castañón Gamboa y reeditado en 1984 por Elba Macías y Jesús Martínez, se le reconoció como “la mafia gobiernista”, en la que participaron varios personajes notables de Tuxtla Gutiérrez. Según nos cuenta su nieto, José Octavio Rivera Chanona, el doctor nació, creció y ejerció en el barrio de San Jacinto, que según nos dice Rutila Mejía Gutiérrez en la Crónica del Barrio de San Jacinto de la colección Tuxtla y sus Barrios4 editada por el H. ayuntamiento Constitucional 2002 – 2004, en diciembre de 2004: Las casas que circundaban la pequeña iglesia de San Jacinto, veneraban al santo y tomaron el nombre de él para nombrar al barrio de San Jacinto, que abarcaba de las calles del Estado, a la Matamoros, hoy calle Central y 7ª. calle Oriente Norte y de la Av. El Progreso a la Av. Domínguez, hoy 1ª av. Norte Oriente a la 4ª. Av. Norte Oriente… Cuando el Barrio de San Jacinto tenía sus calles empedradas o lodosas, donde se atascaba al transitar las carretas… Así menciona el sargento Montesinos que: “Junto con el licenciado Mariano Rodríguez, estudió un tal Dr. Quirino Flores, el primero como abogado y el segundo como doctor” (Montesinos J. M., 1870). Una vez que terminaron sus estudios fue idea de Don Mariano traer a Tuxtla a su amigo, porque pensaba que mucho beneficiaría a su tierra natal que por primera vez hubiera un profesional médico que atendiera a los tuxtlecos. Pero poco tiempo después de su llegada se unió a la política del general Pantaleón Hizo sus primeros estudios en su ciudad natal, donde fue alumno del ameritado maestro Juan Benavides. Posteriormente continúa sus estudios de Latinidades en el Seminario de Ciudad 31 Salud en Chiapas. Año I. No.2, abril - junio de 2013. Real, para pasar después a la vecina República de Guatemala en donde ingresó a la universidad el 12 de febrero de 1859. Allí realizó su carrera de Médico Cirujano y Partero. Diez años más tarde se recibe como médico el día 12 de febrero de 1869 (Rincón A. J. A. 2013); el 21 de marzo del mismo año regresa a Tuxtla dando principio a una vida llena de bondad y de trabajo para el mejoramiento de su pueblo. Chanona como un hombre probo y médico ejemplar, ganándose la admiración de los habitantes de la ciudad. Esta imagen y su inquieta personalidad, lo llevaron a promover y terminar la entubación del agua y a construir obras de beneficio social como las del parque central y del teatro de la ciudad.II El día 24 de mayo de 1878, con la colaboración de varios ciudadanos tuxtlecos, fundó una casa de salud, misma que llevó el nombre de “Casa de la Caridad de San Juan de Dios”; se ubicó en una casa rentada que se encontraba en lo que actualmente es la 4a. Calle Oriente Sur y 2a. Avenida sur Oriente (Calle de Larrainzar y Avenida del Mártir). Durante los doce primeros años de su práctica profesional, conoció a la señorita Josefa Rodríguez Araujo, hija del licenciado Mariano Rodríguez, quien por el infausto antecedente sucedido a su señor padre, desconfiaba de los médicos y no fue sino hasta después de siete años de cortejo que aceptó la propuesta matrimonial del doctor, pero bajo la condición de que su práctica fuese diametralmente opuesta a la del doctor Flores y que sus causas se condujeran siempre en beneficio de la gente de Tuxtla. Por fin el día 28 de octubre de 1882 se realizó la boda, y ocuparon como domicilio familiar la casa que se localizó en la hoy avenida central y segunda calle oriente, al costado sur del palacio del poder ejecutivo. Procreó seis hijos: Domingo, Alberto, Josefina, Joaquina, Guadalupe y Ricardo.5 Durante el gobierno del Lic. Emilio Rabasa Estevanell, el 11 de agosto de 1892, la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, obtiene el carácter de capital del estado. En esa época su apariencia no era más que la de un pueblo grande, contaba con cinco médicos homeópatas, tres médicos cirujanos, un dentista, nueve parteras y dos boticarios, los cuales atendían a 7,000 habitantes en su gran mayoría indígenas y mestizos, que se dedicaban, los más, a la artesanía, arriería y labranza y unos pocos realizaban labores como asalariados.III En esa época las enfermedades eran frecuentes y predominaban las infectocontagiosas, que la gente identificaba con el “mal de ojo”, “la pérdida de sombra”, “el mal puesto”, “el cólico miserere” y el “espanto” curándolas con “rameadas” con “hojas de Cuchunuc o albahaca”, o bien rociando el cuerpo con aguardiente. Nos cuentan los viejos: “se echaban maicitos rojos en la boca y chupaban el cuello, la cabeza y las coyunturas de los brazos y rezaban oraciones”. Al Dr. Chanona le correspondió llevar la ciencia médica para beneficio de la población tuxtleca, en aquel entonces abandonada a su suerte. Debido al requerimiento, por la falta de fondos para pagar la renta, la “Casa de la Caridad de San Juan de Dios”, fue trasladada a finales de 1888 a la propiedad de una piadosa dama tuxtleca, Doña Anita Ballinas, casa que se situaba en la esquina de la Avenida de la República y la Calle Colón, sitio hoy ubicado entre la Avenida Central Poniente y Cuarta Calle Poniente sur.6 Para 1893 empiezan a llegar a Chiapas una pléyade de médicos de excelente calidad, egresados de la Universidad de San Carlos de Durante varios años fue el único médico que brindó sus servicios en Tuxtla Gutiérrez, fundando al poco tiempo de iniciar el ejercicio de su profesión la “Botica del Comercio”, ubicada en la esquina poniente de los antiguos portales del parque central. A partir de esa época, se conoce a Domingo Cf. Mota Castillejos Oscar (1988): 7 -9 Castañón Gamboa Fernando en 1992 hace una descripción del ambiente en que vivía la ciudad de Tuxtla Gutiérrez un siglo antes, en su ensayo: La Ciudad en 1892; en la Carpeta Tuxtla Gutiérrez, 1892 - 1992, editada por el gobierno constitucional del estado de Chiapas, durante los festejos del primer centenario de la ciudad capital del estado de Chiapas, el 22 de Septiembre de 1992. II III 32 Salud en Chiapas. Año I. No. 2, abril - junio de 2013. (…)En Tuxtla Gutiérrez, por otra parte, se formó un puesto de socorros, al que se le dio el nombre de Cruz Roja, mismo que fue reconocido por el Comité Central de la Cruz Roja de la ciudad de México, quedando bajo la dirección del Dr. Rafael Grajales. El Hospital de Sangre se estableció en la casa particular del ex gobernador Ramón Rabasa, contando con 40 camas. En esa época se atendieron 35 heridos y se efectuaron 18 operaciones, actos en los cuales prestaron sus servicios los médicos: Domingo Chanona, Arturo G. Serrano, Augusto A. Lazos y Arturo Aguilar.IV la Ciudad de Guatemala; entre ellos el poeta romántico Rodulfo Figueroa y el Dr. Arturo G. Serrano en 1899. (Pavía Farrera Fernán; 1997: 26 – 27) La casa que ocupó ese primer hospital, fue demolida en 1895, para que en ese mismo sitio se construyera la comisaría, cárcel pública y juzgado penal, sitio que ocupa actualmente el auditorio municipal. El sostenimiento económico de la Casa de la Caridad, estuvo a cargo de una junta de beneficencia, cuya presidencia recayó en el Señor Felipe Selvas. Con él colaboraron: el Dr. Domingo Chanona y el Dr. Arturo G. Serrano, Don Ciro Farrera, Don José Inés Cano, Don Rafael Vila, Don Martín Burguete y los licenciados; Don Rafael J. Gutiérrez y Don Rodulfo Gutiérrez. Los dineros eran aportados por esas personas y, puestos al rédito, proporcionaban lo necesario para asistir a los pacientes. El Dr. Domingo Chanona fue director de la Casa de la Caridad durante 20 años, sin percibir honorarios. (Mota, C. O.; 1988: 10 – 11) En 1915, el Dr. Domingo Chanona fue cesado de su cargo como director del hospital, por presentar edad avanzada, para ser substituido por un médico más joven. El doctor Chanona falleció el 3 de junio de 1916 a la edad de 74 años, pero dejó como herencia su ejemplo para los médicos que surgirían, posteriormente, del pueblo tuxtleco.V Conclusión El papel histórico que desempeñó el Dr. Domingo Chanona fue de gran trascendencia para los médicos que surgieron detrás de él. Él marcó los principios de la atención racional de los pacientes con los medios que tuvo en las manos, establece el fundamento humanista y humanitario en el trato del paciente, con una ética a toda prueba y es el iniciador de la atención hospitalaria moderna en un medio nada favorable para su desarrollo, pero que con tesón y con un manejo de la relación médico paciente a toda prueba, pasó a la historia de la ciudad capital del estado de Chiapas. El coronel Francisco León, durante su mandato gubernamental, convino con el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez adquirir un solar en las afueras de la ciudad, conocido como “El Jocotal”, al sur de la calle Gamboa, lugar que podemos situar en la actualidad en la esquina que conforman la 2ª. Calle Oriente Sur y la 9ª Avenida Sur Oriente, con el fin de construir el primer hospital civil de Tuxtla Gutiérrez. El 15 de septiembre de 1899 fue inaugurado por el entonces presidente municipal Don Ponciano Araujo, y el Dr. Domingo Chanona Rodríguez es nombrado director del nosocomio en donde continuó como tal hasta 1915. Op.Cit supra, Testimonio de Pavía Farrera Fernán; 1997: 29 – 31 V Mota Castillejos (1988: 12 – 13), relata cómo Chanona en 1915, fue cesado de su cargo como director del hospital, por el general Jesús Agustín Castro, a la sazón gobernador del estado y, de cómo se negó a atender a la esposa del General, que enfermara unos días después del infortunado cese. “Chanona le dijo: que si era el gobernador el que se lo pedía, no iría; a lo que el Gobernador contestó: se lo pide a usted Jesús Agustín Castro. Fue de ese modo como el Dr. Chanona visitó a la enferma, y con su don de gentes, acierto médico y cuidados pronto sintió alivio de sus dolencias.” IV Durante el conflicto armado de 1911 entre San Cristóbal de Las Casas y Tuxtla Gutiérrez por la lucha ya anacrónica de la localización de la sede de los poderes y el gobierno, Domingo Chanona ejerce como cirujano de guerra, lo anterior queda plasmado en el siguiente pasaje: 33 Salud en Chiapas. Año I. No.2, abril - junio de 2013. Aún los más viejos recogen las palabras de los bisabuelos y nos recuerdan su pulcra figura y su decisión inquebrantable de servir al pueblo que lo vio nacer, allá por el barrio de San Jacinto. Rincón A. J. A. (2003). Manuscrito. Rivera Ch. J. O. (2003). Testimonio obtenido en entrevista. Referencias Haciendo honor a su profesión de médico, impulsó la realización de una gran obra de construcción de beneficio social: parque central, entubación de aguas, teatro de la ciudad y otras más como la “Casa de la Caridad de San Juan de Dios”; además, fue director por muchos años del hospital general que posteriormente llevó su nombre. 1. Castro, A. J. L. (2012 marzo 20). Los cronistas y sus aportaciones. El Heraldo de Chiapas. 2. Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México, estado de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez. Consultado el 30 de abril de 2013 en: http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/ EMM07chiapas/municipios/07101a.html 3. Fernando Castañón Gamboa (1984), Memorias del Sargento José María Montesinos, Reedición del original de 1935. Elva Macías y Jesús Martínez Editores, Gobierno del Estado de Chiapas. 4. Mejía, G. R. (2004, diciembre). Crónica del Barrio de San Jacinto. Colección Tuxtla y sus Barrios. H. Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez 2002 – 2004 5. Mota, C. O. (1988). Dr. Domingo Chanona Rodríguez, su vida y su obra. Gobierno del Estado de Chiapas. 6. Garzón, R. A. F. (1999). Los paradigmas de la Medicina y su reestructuración en los espacios universitarios. Tesis de maestría en Docencia en Ciencias de la Salud. Unach. El doctor Domingo Chanona logró realizar obras benéficas para la población a pesar de la resistencia de muchas personas; fue un médico que ejerció en el Tuxtla de ayer con espíritu altruista, fue un médico de los que hoy ya no existen, jamás pensó en actitudes mercantilistas o de beneficio personal. Es un ejemplo para nuestros actuales profesionistas. Testimonios Cal y Mayor, M. (1997). Testimonio, entrevista. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Pavía Farrera Fernán. (1997). Testimonio entregado en un manuscrito. Detalle del edificio de la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez en 1916. Foto: Marín. 34