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La vacunación en debate: un análisis a partir de internet1
Dra. Josefina Leonor Brown
CONICET / UBA- Fsoc-IIGG
“Uma medida obrigatória e preventiva deve dispor de argumentos
fortes se quiser evitar a impressão de arbitrariedade. A vacinação
tem sido incansavelmente apresentada como sendo a solução
global para o problema das epidemias e das doenças infecciosas,
mas basta uma única vacina ser vista como ineficaz ou perigosa ou
mesmo apenas suspeita para que o edifício inteiro vacile. Colosso
com pés de barro, a instituição da vacina é abalada cada vez que
uma vacina é questionada ou revela suas falhas. Até mesmo uma
medida razoável e racional como o abandono da vacinação
antivariólica—verdadeiro pilar histórico desse edifício , devidamente
justificado pela erradicação oficial da doença, tem deixado muita
gente confusa (cf. Marenko, 1982).” (Moulin, 2003)
Esta ponencia parte de una preocupación creciente surgida tanto como investigadora cuanto
como persona que devino en madre recientemente. Imbuida de los diversos debates en
torno de las vacunas vinculados y no tanto, con los modos de maternar, criar y cuidar a la
prole he transitado por diversos espacios donde uno de los temas más polémicos es la
cuestión de la vacunación. Hay quienes no se cuestionan el tema, hay quienes deciden
vacunar con toda conciencia, quienes deciden vacunar más tarde que lo que indica el
calendario, quienes vacunan para algunas cosas y no otras, quienes deciden radicalmente
no vacunar y, las más hasta ahora, que deciden vacunar sólo con las obligatoria. En medio
de esos dilemas – míos pero compartidos con muchos/as- apareció la vacuna del VPH (del
virus del papiloma humano) que despertó una discusión particular, por el propósito para el
que ha sido pensada, por la difusión previa y por la rapidez de la obligatoriedad con la que
fue prescripta en Argentina aún cuando se hallaba bajo una serie de objeciones sobre las
consecuencias de su aplicación2. Asimismo, y como consecuencia de un crecimiento de
muertes de niños/as diagnosticados con tos convulsa que ascendió en 2013 a 72 casos
como relata Carla Vizzotti, la funcionaria responsable de ProNaCeI del Ministerio de Salud
en una nota a La Nación (8/05/14)3 se amplió el rango de vacunación obligatoria para las
1
Quisiera expresar mi agradecimiento a Karina Ramacciotti y Adriana Valobra por indicarme las pistas históricas
por dónde buscar y a Cecilia Straw y Milca Curbeli por otros datos bibliográficos y de fuentes que fueron de
mucha utilidad para la presente ponencia.
2
Veites, Leira (2014), “El misterio detrás del desmayo de 200 niñas en Colombia”, La Nación, 29 de agosto de
2014 http://www.lanacion.com.ar/1722793-el-misterio-detras-del-desmayo-de-200-ninas-en-colombia (visto 26
de septiembre 2014)
3
Dema, Verónica (2014), “Quiénes son y qué piensan los padres que no vacunan a sus hijos”, La Nación, 8 de
mayo de 2014.
embarazadas con la triple viral y se inició una campaña de refuerzo de vacunación con la
misma vacuna a niños/as de 1 a 4 años. Recientemente cinco casos de muertes por el
rotavirus en niños menores de cinco años ha devenido en el debate de si incluir la vacuna
contra ese virus dentro del calendario de las obligatorias.
Teniendo en cuenta lo antedicho, en este trabajo procuro describir y analizar algunos de los
argumentos que esbozan las personas que cuestionan el sistema de vacunación obligatorio,
ya sea in tótem o en algunas de sus partes. Para ello parto de la bibliografía especializada
en el tema y de los contenidos de algunos sitios blogs revisados de Argentina en primer
lugar pero también de Estados Unidos o España ya que son los que aparecen en las
búsquedas o en los links de las páginas más referenciadas para estos temas en este país
del cono sur tales como: libre vacunación o argentina sin vacunas4. Los dos sitios tienen
página web, twitter y otras herramientas tecnológicas para la difusión de sus contenidos. De
modo que uno de los elementos que no puede desconocerse en el análisis de estos
movimientos es la cuestión del impacto que tienen los medios de comunicación masivos y
las nuevas tecnologías de comunicación. En el marco de sociedades hipercomunicadas e
hiperconectadas el vínculo entre comunicación y salud es cada vez mayor así como su
efecto en otras esferas de la vida, ya sea en la relación paciente – médico/a cara a cara o en
los espacios públicos o demandas sociales alrededor de temas de salud. Cada vez hay más
información fácilmente accesible a un público no especializado, cada vez hay más
investigaciones, progresivamente la especialización es mayor y el tiempo de actualización
de los y las profesionales de la medicina es menor en un clima de innegable medicalización
de la vida. Todo esto produce que, las personas – ciudadanos y ciudadanas – que otrora
confiaban ciegamente en la palabra del médico/a y en el saber de la medicina hoy devengan
expertos/as en la temática que les ocupa, activos cuestionadores del saber médico y
demanden una medicina menos paternalista y mucho más informada y consentida por
ellos/as (Illich,1975; Mainetti, 1988; Entralgo, 2003) De manera que, además de considerar
como telón de fondo el impacto de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de
la infomación como modificadoras del paisaje tradicional en el cual tenía lugar la práctica
médica, incluida la política de vacunación, también es preciso tener en cuenta las
modificaciones que han ocurrido del lado de los y las pacientes cuyo rol es mucho más
activo que en el pasado a partir del movimiento por los derechos de los y las pacientes en
un ambiente cada vez más crítico con aquello que se ha denominado la medicalización de la
vida conjuntamente con el movimiento por la autonomización de los pacientes en un clima
de creciente democratización de la vida (Entralgo, 2003).
4
http://www.librevacunacion.com.ar; http://argentinasinvacunas.wordpress.com/
Una mirada retrospectiva sobre las vacunas
Las vacunas y la práctica de la vacunación en las poblaciones a los fines de controlar
epidemias masivas es una práctica corriente desde hace muchos años. De acuerdo con
Berdasquera Corcho, Cruz Martínez y Suarez Larreinaga (2000), éstas han sido utilizadas
como la principal política pública, después de la provisión de agua potable, para la
erradicación de algunas enfermedades. Se conocen desde el siglo VII cuando en India se
probaba ingerir el veneno de las serpientes a los fines de no morir frente a sus picaduras.
No obstante, hay acuerdo en señalar entre los/as historiadores/as de la salud que la
vacunación tiene una historia relativamente corta que se inicia con Jennen quien es
conocido como el padre de la vacuna de la viruela. Según relatan los autores citados
previamente:
…el 14 de mayo de 1796 inoculó al niño James Phipps la linfa de una pústula de
viruela obtenida de la ordeñadora Sara Nelmes que había contraído la enfermedad.
Posteriormente para comprobar la eficacia de la vacunación inoculó al mismo niño
con virus de viruela humana y nunca enfermó. Sus resultados los publica en 1798 en
Variolae Vaccinae, y en menos de 10 años esta vacunación se había extendido al
mundo entero (Berdasquera Corcho, Cruz Martínez y Suarez Larreinaga, 2000: 376)
Desde entonces, la cantidad y diversidad de vacunas fue en aumento aunque durante varias
décadas producidas en condiciones artesanales y poco controladas que dieron lugar a
varios accidentes, como por ejemplo la muerte de 75 lactantes en Alemania en 1930 por una
vacuna de BCG infectada o en 1955 cuando contrajeron poliomilitis varias de las personas
inoculadas con la vacuna cuya cepa no había sido lo suficientemente debilitada y no se
habían hecho las pruebas necesarias (Berdasquera Corcho, Cruz Martínez y Suarez
Larreinaga, 2000: 377).
Fuera de esa historia lineal de la vacunación que es la que suele relatarse desde el campo
de quienes son responsables de la aplicación de las políticas públicas o bien, los defensores
a la vacunación en el campo médico o de la ciudadanía, hay otros relatos que complejizan
éste. En efecto, mirado desde el punto de vista de la historia de la salud – enfermedad, se
observa que los movimientos anti vacunas, tal como se denominan ahora, han existido
desde que se inventaron las vacunas y las formas de inoculación de las personas (Armus,
2002; Di Liscia, 2011). Incluso, estos estudios detallan que la historia de la vacunación no es
lineal, ni progresiva ni ascendente como tiende a relatarse ni en el mundo en general ni en
su aplicación en términos de políticas públicas en Argentina (Ramacciotti, 2006; Di liscia,
2011).
A análise realizada em conjunto pelas ciências biológicas e sociais revela uma
realidade infinitamente mais complexa, mais interesante e, também, mais movediça.
É preciso substituir a história triunfalista da vacinação pelo exame atento e minucioso
daquilo que chamarei de hipótese vacinal. Sem querer negar a força ideológica do
principio universal da vacinação, transcendendo os contextos particulares, é forçoso
reconhecer que não existe ‘uma’ vacinação, mas sim vacinas que apareceram em
diferentes períodos e em diferentes países, com objetivos diferentes, e que parece
difícil definir a gênese de uma tal aventura”com uma apreciação definitiva. Trata-se,
com certeza, de uma aventura”globalmente bem-sucedida, mas que apresenta zonas
de sombra e alguns enigmas (Moulin, 2003).
Si se lo mira desde el punto de los niños y niñas, como es el caso de los movimientos que
aquí analizamos a partir de sus publicaciones en internet, el tema adquiere un matiz
particular por cuanto la categoría de niñez cuanto la institucionalización de la medicalización
de la vida en un sentido más profundo datan más o menos de las misma fecha, a inicios del
siglo XX (Illich, 1978; Alvarez, 2010: 14). Es recién entonces, con lo que se ha llamado la
“infantilización de la niñez” que las sociedades se vieron empujadas “…a un proceso a
través del cual la sociedad comenzó a proteger a los niños visualizando en las instituciones
médicas y escolares las bases sobre las cuales moldear a estos futuros trabajadores y
ciudadanos” (Alvarez, 2010:13).
Asimismo fue durante fines del siglo XIX y principios del XX que se produjeron en Argentina
la mayor cantidad de casos de mortalidad por tuberculosis y sobre ese proceso pero
enfocado a la niñez trabaja Alvarez en el artículo previamente citado, centrándose en lo que
ocurrió en el Hospital marítimo. En ese momento no sólo el campo médico comienza a
converger con la niñez sino que una serie de dispositivos políticos y sociales son puestos en
marcha para tratar de encauzar la situación de la niñez proletaria cuyo deambular por las
calles servía para aumentar las enfermedades y los contagios ya presentes y crecimiento en
las grandes urbes debido al crecimiento desordenado de los sectores populares, según se
informaba.
Como señala Alvarez (2010), “Las concepciones acerca de la relación entre la infancia y la
enfermedad han cambiado considerablemente a lo largo de la historia. Por tal motivo, al
enfocar la infancia enferma es ineludible observar las distintas conceptualizaciones que en
el período estudiado se elaboraron. Ello se debe a que la manera de entender la infancia y
las pestes tiene que ver con los modos de organización socioeconómica de las sociedades,
los intereses sociopolíticos y el desarrollo de las teorías científicas, tanto en el campo
médico como pedagógico. Por consiguiente, se trata de un concepto cuyo dinamismo
depende del ritmo de los acontecimientos históricos que lo cruzan y de un discurso que
aparenta ser unívoco…”
Por otro lado, preocupaba entonces las altas tasas de mortalidad en menores de cinco años
que alcanzaba casi el 50 % de las muertes totales (un 44,46%) en 1900. Esa cifra había
comenzado a disminuir en los primeros años del siglo XX merced a una serie de medidas
político- sociales – como legislación vinculada al control de la infancia y las enfermedades
tales como la creación del patronato del menor o el Hospital marítimo- y a otra serie de
políticas públicas que incluían obras de infraestructura, hospitales y la vacunación variólica,
entre otras. No obstante, no ocurrió lo mismo en el caso de la tuberculosis a pesar de la
BCG y otra serie de medidas tomadas con los/as bebés y los/as niños/as (Alvarez, 2010:
19).
La historia de la tuberculosis y la BCG es abordada en otras investigaciones (Armus, 2002)
así como la cuestión de la viruela y los/as niños/as en los primeros años del siglo XX
(Alvarez, 2004). No obstante, sirva aquí lo antedicho para ejemplificar que no siempre la
aplicación sistemática de una vacuna ha ido unido a la disminución de la mortalidad. Eso
también lo muestra Moulin (2003) poniendo sobre la mesa cómo una serie de creencias en
relación con la vacuna y de dónde proviene puede tener efectos positivos o negativos en su
aplicación. Muchas veces, como han señalado algunos/as investigadores/as la cuestión de
la vacunación a unos grupos u otros de personas ha estado ligado a intereses sociopolíticos,
como por ejemplo en el caso de la viruela y los territorios nacionales como bien lo describe
Di Liscia (2011) que desembocaron en una epidemia en Buenos Aires cuando trajeron a los
prisioneros a quienes no se había vacunado aún cuando tenían esa indicación sus captores.
Ahora bien, dicho esto muy sumariamente y al sólo efecto de mostrar que las políticas de
vacunación siempre han tenidos sus promotores/as y detractores/as así como sus aspectos
positivos y negativos y que, parafraseando a Moulin (2003), la historia es más compleja que
una simple línea ascendente o que un juego entre quienes son partidarios/as de la
vacunación y los/as opostitores/as, pasaremos al movimiento antivacuna actual.
Movimientos pro y antivacunas
Desde que por razones personales comencé a prestarle algo más de atención a los debates
éstos también han ido multiplicándose y apareciendo cada vez en los grupos de madres, en
las conversaciones cotidianas, en los foros de internet, el los blogs y en los medios de
comunicación masiva. Sólo en lo que va de 2014 han aparecido algunas notas en los diarios
de mayor circulación dando cuenta de este fenómeno que los medios muestran como algo
nuevo surgido al calor de las tendencias más saludables en la alimentación, el ejercicio, las
prácticas espirituales y el parto respetado. Al mismo tiempo se registran una creciente
cantidad de notas de prensa ligadas a los problemas de propagaciones nuevas de viejas
enfermedades inculpando la no vacunación como su responsable así como presentando
muertes ocurridas por enfermedades prevenibles por vacunación, como por ejemplo la gripe
H1N1 resaltando que se trata de personas no vacunadas. Incluso, desde que apareció la
nota en el diario La Nación de las personas que no vacunan a sus hijos procurando una
descripción de su perfil, desde el ministerio de salud se lanzó la campaña nacional por el
refuerzo de vacunación – la triple viral- obligatoria en el caso de niños/as de 1 a 4 años –
vacunados/as o no-, y, se estudia el calendario de vacunación a los fines de repensar si
incluir o no otras en el calendario obligatorio.
En la nota antedicha del diario La Nación publicada el 8 de mayo del 2014 en un suplemento
del diario del domingo5 se describe a quienes no se vacunan como parte de un grupo
naturista, hippie, ligados al movimiento por el parto en casa, la pedagogía waldorf, la
antroposofía y la homeopatía en un borde retrógrado del proceso evolutivo que ha ido
mejorando según se afirma en la nota al finalizar la nota, con los logros de la hospitalización
de los partos y el aumento sostenido de la vacunación:
La pediatra Matilde Glineur Berne, con 29 años de servicio en Río Cuarto, Córdoba,
cerca de la comunidad hippie de Capilla del Monte, dice que conoce a grupos de
padres que no quieren vacunar a sus hijos, que tienen partos domiciliarios, que son
vegetarianos y le plantean a ella el tema como algo nuevo. "Parece que hubieran
inventado la pólvora; se creen progresistas y es lo más retrógrado que se vio", dice.
Cita estadísticas oficiales que prueban la baja de la mortalidad materna por los
partos hospitalizados y de la caída de la mortalidad infantil por el impacto de las
vacunas . "Esto es evolucionar, evitar que el niño llegue al médico", agrega. Se
refiere a los casos de pacientes que por no vacunarse desarrollaron un virus
"salvaje", muy agresivo; y de comunidades naturistas en las que por no vacunarse
tienen brotes de enfermedades que ya se habían eliminado en el país.
Allí reside la salud pública y solidaria
Sin embargo, como mostré antes, las cosas no suelen ser nunca ni tan blancas ni tan
negras sobre todo en cuestiones vinculadas a situaciones que aún cuando científicamente
validadas siempre guardan grados diversos de viabilidad, variabilidad y probabilidad. Mucho
más aún cuando esas tecnologías médicas se vinculan a diversos poderes: médicos,
políticos y económicos. Como asevera Moulin (2003):
A resistência antivacinal, considerada freqüentemente como um anacronismo na era
do progresso, adquire retrospectivamente uma perspectiva diferente. Ela é a reação
a um procedimento médico aplicado por diferentes categorias de atores para
alcançar seus objetivos: o prestígio da corporação médica, o controle administrativo
e sanitário das populações flutuantes. Ela é também uma resposta a um
5
Dema, Verónica (2014), “Quiénes son y qué piensan los padres que no vacunan a sus hijos”,
procedimento
médico
que
pode
ser falível
ou
incompletamente
validado,
inoportunamente aplicado, e não raro mal explicado e comentado.
De los movimientos antivacunas e internet
Para acceder a los blogs o páginas de internet en los que se difunden la posición de los
movimientos antivacunas realice un triple movimiento. Por un lado, le pedí información a
unas informantes clave que están en la línea de los movimientos; por otro lado, buceé en la
web a través de los buscadores de internet clásicos, básicamente google 6. En este último
caso, realicé dos chequeos: 1) mediante las palabras “no vacunación” o antivacunación”; 2)
sólo puse “vacunas”.
Todos los resultados me llevaron más o menos a los mismos lugares con la particularidad
que aquella búsqueda que surgió a partir de “vacuna” me arrojó también una buena cantidad
de sitios pro vacunación. Aún cuando no me detuve en ellos porque excedían el objetivo de
esta investigación, quisiera destacar que: 1) Hubiera bastantes sitios destinados a
contrarestar a los movimientos anti – vacunas pues habla de la visibilidad y de alguna
manera también el poder creciente de estos grupos en las sociedades contemporáneas; 2)
Es llamativo, en contraposición a lo que sucede con otros eventos médicos, la presencia de
sitios oficiales que mencionen el tema. Inlcuso, en los últimos tiempos en el caso de
Argentina ha habido cierto movimiento en pos de clarificar el mensaje pro vacuna desde el
Estado, por ejemplo a través de las empresas bajo su órbita o en las que son accionistas
mayoritarios, como es el caso del canal estatal, aguas argentinas o de YPF 7 o mediante el
discurso de sus funcionarios/as o sus políticas públicas de vacunación.
Volviendo a los otros sitios, aquellos que son objeto de indagación en esta ponencia me
detendré aquí sobre todo en dos de ellos “libre vacunación” y “argentina sin vacunas” puesto
que son los que mis informantes clave me mencionaron como las referencias insoslayables
en el tema y al mismo tiempo fueron aquellos que aparecieron como las primeras menciones
en casi todos los buscadores8
El sitio libre vacunación (http://www.librevacunacion.com.ar/index.html) se autodefine en su
presentación de la siguiente manera: “Este sitio ha sido realizado por un grupo de
6
Menciono el buscador porque no todos los buscadores generan los mismos resultados pues tienen diferentes
motores de búsqueda. La ventaja de google es que menciona en primer lugar aquellos que son más visitados.
7
En los últimos dos meses, las y los trabajadores/as de estas empresas han recibido un mail en el cual se
clarifican y recuerdan algunas cuestiones centrales desde el campo de las políticas públicas y el Estado en
relación con las vacunas
8
Eso implica que no sólo son los más visitados sino que han sido bien diseñados de modo que aparecen rápido
ante algunas palabras clave (no cualquier clave de búsqueda lleva al resultado correcto sino ha sido bien elegida
al momento de colgarla en la web)
profesionales de la salud que tiene como objetivo prevenir los daños y lesiones provocadas
por las vacunaciones. // El Grupo Vacunas está dedicado a la investigación de los efectos
adversos de las vacunas, a promover investigaciones para evaluar la efectividad y seguridad
de las mismas, así como a la identificación de los factores de riesgo individual a éstas.// El
Grupo Vacunas sostiene que los ciudadanos deben ejercer su derecho al consentimiento
informado y a decidir en forma independiente si aceptan o rechazan una vacunación para sí
o para sus hijos.
El grupo Argentina sin vacunas (www.argentinasinvacunas.wordpress.com) se autodefine
como una comunidad contra la vacunación obligatoria en Argentina sin más explicaciones.
El primer sitio es patrocinado por un grupo médico en el que el Dr. Angel Yahbes aparece
como su promotor principal. Yahbes es médico y presidente de la asociación homeopática
de Argentina según consta en la página web de la mencionada institución. En la revista
destinada al público no especializado de la Fundación, entre los últimos números hay un par
de artículos destinados a presentar la posición contraria a la vacunación obligatoria aunque
no parece ser un tema recurrente, al menos no en la publicación mencionada. El segundo
sitio web mencionado en cambio, aparece como una iniciativa de la sociedad civil.
Tanto en uno como en otro, sin bien los temas abordados y el contenido de las notas
también difiere lo que aparece como una constante es la crítica al modelo de vacunación
que sostiene un relato homogéneo, progresivo y exitista en relación con las investigaciones
clínicas vinculadas a las vacunas y las políticas públicas de allí derivadas y su correlación
con la disminución o desaparición de determinadas enfermedades infecto contagiosas. Por
el contrario, se enfatizan todos los fracasos probados o no con certeza en relación con la
aplicación de determinadas vacunas a la lo largo de la historia y hasta la actualidad. Se
ponen en duda los éxitos atribuidos a las vacunas en el descenso o prácticamente extinción
de algunas enfermedades y se hace hincapié en el ambiente o en otra clase de factores
como el aumento de la infraestructura de agua corriente, cloacas, electricidad, disminución
del hacinamiento, mejores condiciones de higiene y mayor acceso a servicios de salud entre
otros factores. Un poco en la línea que señala Illich (1978), en relación con las
enfermedades a principios del siglo veinte
Por otro lado y al igual que las noticias que aparecen en los medios de comunicación
gráfica, en los sitios webs, tanto el contenido como las imágenes procuran alimentar
diversos miedos sociales y se plantean en términos negativos y espectaculares. En los
medios gráficos y sólo a modo de ejemplo, esto aparece de la siguiente manera: “Víctimas
de la vacuna del papiloma humano” en Colombia, “Argentina deberá indemnizar a víctima
contra la polio". No obstante los de los sitios webs, sobre todo a nivel imágenes son mucho
más impactantes. Por ejemplo, algunas de las entradas al blog de Argentina sin vacunas
son:
Cómo protegerse si recibe una vacuna; Vaccinosis: daño cerebral / trastornos
neurológicos y más; Vacunas como un disparador de Tics; Decenas de niños podrían haber
muerto después de ser inyectados con vacunas contra el sarampión ‘contaminadas’ en Siria;
Ingredientes de las vacunas; Nueva cepa mortal de pertussis relacionada con la vacuna
contra la tos ferina; Vacunas y Daño Cerebral en Niños – Dr. Russel Blaylock, entre otros.
En el caso del sitio libre vacunación, las noticias no son mucho más alentadoras. Dividido en
tres apartados, “Efectos adversos, inefectividad de las vacunas y biopolítica y biopoder, se
describen títulos como los que siguen: " Aluminio en vacunas generan daños neuronales y
autismo; vacunas contra vph pueden matar y lo hacen; sistema vacunatorio: crítica científica;
vacunas y negocios. También aquí se destacan como links, uno donde se describen los
riesgos de cada vacuna, los mitos de la vacunación, los derechos y deberes de los padres
así como los derechos y responsabilidades de todas las personas frente al sistema de
vacunación.
El hecho de expresar las noticias referidas a las vacunas, ya sea a favor o en contra
apuntando al miedo y reforzando los eventos negativos (que producen o que procuran
prevenir) no es nuevo. De acuerdo con la investigación realizada por Menéndez y Di Pardo
(2008) en México, ha sido históricamente una constante "la representación social negativa
de los procesos de salud / enfermedad en la prensa escrita". Al parecer es una constante
que se repite en la web. De hecho, no es sólo la referida a los procesos de
salud/enfermedad lo que se presenta en términos sensacionalistas o catastróficos sino en
general cualquier tema. En el artículo mencionado ellos describen algunas de las causas
que llevan a los medios a presentar la información en estos términos catastróficos y
alarmistas tales como el mercado pero también los deseos. Se aduce así un movimiento
sinérgico entre lo que las personas hipotéticamente quieren y lo que los medios ofrecen
como espectáculo para su consumo.
Lo cierto es que los medios transmiten permanentemente la sensación de que la vida está
en riesgo, “…de que hay una crisis permanente que afecta la vida cotidiana” (Menéndez y Di
Pardo, 2008: 11) y por lo tanto, eso impacta emocionalmente en las personas que ante el
riesgo procuran protegerse, vacunándose si creen que el riesgo se encuentra en las
enfermedades y las infecciones; o, no vacunándose si se cree que el riesgo se encuentra en
las vacunas. A este respecto son elocuentes los comentarios a favor en contra de las
vacunas que se encuentran en dos campañas recientes iniciadas vía la página
change.com.ar: 1) iniciada demandando al congreso de la Nación para que se elimine el
tiremosal de las vacunas bajo el argumento de que tiene mercurio y causa autismo; 2) una
petición para que se derogue la obligatoriedad de la vacunación en Argentina, bajo el
argumento de la potestad de decidir sobre el propio cuerpo.
El caso que da origen a la primera petición es el de una pareja cuyo hijo sufrió autismo a
posteriori de aplicadas las vacunas de los 18 meses. Los argumentos de las miles de
personas que firman ambas peticiones están vinculadas a la empatía por el caso presentado
o bien, por miedo a los riesgos que pueda causar el timerosal en particular o las vacunas en
general sobre las personas, sobre todo, los y las niñas. Sólo en algunos pocos casos se
presenta el fundamento expresado en términos cuasi objetivos y razonables estrictamente.
No obstante, hay evidencia de los efectos del mercurio en el cuerpo humano. Incluso, en la
revista Argentina de Pediatría de 2012 aparece un comentario sobre el particular
mencionado por el Dr. Dórea de la Universidad de Brasilia en el que retomando un artículo
aparecido en la misma revista antes se impulsa la investigación del timerosal en las vacunas
por su posible efecto sobre daños irreversibles en el sistema nervioso central (Dórea, 2012:
372).
En el caso de la petición por la derogación de la vacunación obligatoria en Argentina los
argumentos expresados son los siguientes: que muchos de los ingredientes de las vacunas
que se detallan en la petición (células animales, glucamato monosódico, polisorbato 80,
etcétera) causan distintos desórdenes en la salud de las personas desde diabetes a
problemas neurológicos. También se expresa que existe conflicto de intereses entre quienes
hacen las vacunas, quienes tienen que controlar las normas de seguridad y quienes las
aplican. Las ganancias del mercado de las vacunas es uno de los argumentos centrales así
como el hecho de que no se han estudiado los efectos a largo plazo de la aplicación de las
vacunas así como tampoco existen investigaciones que comparen poblaciones vacunadas y
no vacunadas. En el informe se menciona una que fue controlada por los padres de niños y
niñas no vacunadas que mostró que los que sufren de más enfermedades como asma,
TADH, autismo, otros problemas neurológicos y mayores hospitalizaciones son quienes
fueron vacunados9.
Otros argumentos usados por los grupos que se oponen a la vacunación compulsiva en
todas o en algunas de sus partes son:
- las evidencias existentes acerca de los riesgos y daños que pueden producir las vacunas
que van desde fiebre y decaimiento hasta autismo o autoinmunidad adquirida y por lo tanto
se cuestiona el hecho de que sean seguras
- que no hay estudios suficientes sobre la seguridad de las vacunas que se lanzan al
mercado ni sobre los efectos a largo plazo
- que la creciente cantidad de vacunas obligatorias así como el establecimiento del
calendario de las mismas se debe a las presiones de los laboratorios y a sus lobbies.
- que no es cierto que las vacunas por sí solas sean las responsables del descenso o
extinsión de algunas enfermedades sino que en realidad tales modificaciones se debieron a
9
http://www.change.org/p/honorable-congreso-de-la-naci%C3%B3n-argentina-petici%C3%B3n-para-derogar-laley-de-vacunaci%C3%B3n-obligatoria-22-909
cambios de infraestructura social y particularmente a mejores sistemas de saneamiento y
suministro de agua potable
- que no es cierto que las enfermedades de la infancia sean mortales y tremendas como se
presentan de parte de los/as defensores/as de la vacunación sino que es en realidad un
mecanismo para crear miedo en las poblaciones
No obstante, a mi juicio, los argumentos más fuertes son los que aducen la libertad sobre el
propio cuerpo y los derechos personalísimos sobre el mismo a fin de justificar la ingerencia
arbitraria del Estado sobre sí cuando obliga a las personas a vacunarse contra su voluntad.
Este argumento central lleva aparejado el pedido de información sobre los beneficios y los
perjuicios de las vacunas, que normalmente no se conocen ni se informan, la necesidad de
brindar consentimiento sobre cualquier remedio o tratamiento que se realice en el cuerpo de
las personas. Es decir, se trata de los mismos elementos que se demandan en general en
las relaciones paciente – médicos/as en el marco del proceso de autonomización de los
pacientes dentro de sociedades crecientemente democráticas.
Recapitulaciones y cierres
La vacunación, parte de nuestro sentido común compartido, está siendo nuevamente
cuestionada desde hace ya varios años. Las críticas se suman a aquellas derivadas de los
cuestionamientos al saber médico hegemónico y a la medicalización de la vida. Es decir, lo
que se le impugna a la vacunación obligatoria – el sistema vigente en Argentina para
muchas enfermedades de la infancia bajo el amparo de la ley 22.009- es la compulsividad
de la medida que no considera las posiciones individuales y pone en cuestión el derecho a
decidir sobre el propio cuerpo, una demanda común a la de muchos otros movimientos
sociales en Argentina en particular y en el mundo en general (los movimientos feministas y
de mujeres, los movimientos LGTB, el movimiento pro tenencia y consumo de marihuana
para consumo personal, etcétera). Se trata de cuestionar el paternalismo del saber médico
hegemónico tal como estuvo instituido hasta hace muy poco y demandar la autonomía del/a
paciente reclamando el derecho a recibir información adecuada y completa sobre el
tratamiento y droga a ser aplicado sobre el o la paciente, a decidir si tomar o no tomar tal
tratamiento o remedio (o vacuna en este caso) y por lo tanto, a tener derecho a brindar un
consentimiento informado sobre todas aquellas acciones a las que será sometido sabiendo
cuáles son las consecuencias tanto de someterse como de no someterse al tratamiento
indicado. Todos derechos y obligaciones de los pacientes que vienen siendo legislados y
garantizados a partir de diversas actas, recomendaciones y acuerdos, nacionales e
internacionales tales como el acta fundacional de escritura de los derechos de los pacientes
de 1971, la declaración de Helsinski, la declaración de Alma Ata, entre otras.
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