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FIBROMIALGIA Dr. Juan Carlos Barreira Jefe del Servicio de Reumatología y Jefe del Departamento de Investigación y Docencia, Hospital Británico Introducción • 1972. Smythe sentó las bases “modernas” al describir el dolor generalizado y puntos de dolor. • 1975. Moldofsky observa alteraciones EEG durante el sueño. • 1976. Hench utiliza por primera vez el término fibromialgia. • 1990. El American College of Rheumatology establece los actuales Criterios Diagnósticos. • 1992. La Organización Mundial de la Salud la reconoce como una enfermedad dentro de los reumatismos no articulares. La fibromialgia (FM) es una enfermedad reumática de etiología desconocida, crónica con una expresión clínica heterogénea marcada por el dolor musculoesquelético con efectos devastadores sobre la calidad de vida de las personas afectadas (1). Se estima una prevalencia entre el 2-6% de la población con predominio en el sexo femenino y si bien puede presentarse a cualquier edad se observa más frecuentemente entre los 20-50 años (2). Si bien la OMS la registra como una enfermedad a partir de la década del 90 (3), a finales de los años treinta aparecieron dos conceptos relacionados con la fibromialgia: el síndrome doloroso miofascial y el reumatismo psicógeno (4, 5). Travell y Simons llamaron la atención por la presencia de dolor en uno o más grupos musculares, definiendo los trigger points o puntos gatillo como la zona muscular cuya presión desencadena dolor en el sitio o a distancia (4); por otra parte Boland y Corr introdujeron el término “reumatismo psicogénico o tensional”, basados en la ausencia de hallazgos demostrables que justificaran la sintomatología (5). Todo ello ha estimulado la especulación sobre la patogenia que persiste aún hasta nuestros días. Consideraciones generales El dolor crónico es un motivo de consulta frecuente al internista (6), recientemente Breivik et al, en un estudio multicéntrico, corroboran que entre el 20-40% de los pacientes que concurren al médico de atención primaria presentan historia de dolor músculo esquelético de meses a varios años de evolución atribuible a FM (7). No se han detectado alteraciones físicas en los puntos que los pacientes afirman dolorosos, razón por la cual las hipótesis actuales al respecto de su patogenia se dirigen hacia fenómenos de sensibilización a nivel central y mantenimiento del dolor por alteraciones en las respuestas de los neuromediadores (811). Aunque el resultado del examen físico general casi siempre es normal y las personas tienen un aspecto saludable, un examen cuidadoso de las áreas musculares revela zonas sensibles al tacto en lugares específicos, llamados puntos de hiperalgesia. Estos son áreas del cuerpo que resultan dolorosas cuando se ejerce presión sobre ellas. La presencia y el Historia de la Fibromialgia • 1904. Gowers, acuña el nombre “fibrositis”. • 1943. Slocumb afirma que la “fibrositis” es la forma más frecuente de reumatismo de los tejidos blandos. • 1947. Boland y Corr hablan de Reumatismo psicógeno. 25 patrón de estos puntos, característicamente hipersensibles, diferencian a la fibromialgia de otras afecciones (12). La FM es una condición debilitante con efectos devastadores sobre la calidad de vida de los pacientes con el impacto laboral consiguiente. Un estudio multicéntrico longitudinal en 1604 pacientes con FM, de diversas características socioeconómicas, fue conducido en los EE. UU., se halló que más del 70% de los pacientes con FM tenían discapacidad laboral (13,14), por otra parte un estudio de casos y controles en pacientes ambulatorios, realizado en Escocia, (sobre 8136 pacientes con FM y 152 controles) halló que el 46,8% de pacientes con FM perdieron el trabajo por causa de la enfermedad comparado con el 14,1% de los controles (15). Kassam y Patten recientemente comunicaron en un reporte de la Canadian National Health sobre 115.160 adultos que el 16% de la población con FM presentaba una discapacidad permanente comparada con el 2,2% de los pacientes con discapacidad permanente por otras causas (16). También se ha hallado un bajo nivel de flujo sanguíneo a nivel de la región del tálamo cerebral y anormalidades en la función de las citoquinas (27). La ansiedad y la depresión no parece que sean la causa de la fibromialgia sino que se producen como reacción al malestar continuado que provoca la enfermedad (28). Dentro de las teorías actuales sobre la patogénesis de esta enfermedad se encuentran las alteraciones en la arquitectura del sueño (caracterizado por sueño fragmentado y disminución de las fases profundas del sueño no REM, entre otras) (29-31), alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso autónomo (32,33) y fenómenos de procesamiento anormal del dolor. Asimismo, se han hallado alteraciones ultraestructurales con microscopía electrónica en las biopsias de los músculos comprometidos (34); integrándose así teorías que abarcan las diferentes (y complejas) relaciones entre los mecanismos de sueño-vigilia (alteraciones del ritmo circadiano), el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, los centros de procesamiento de las vías de dolor (fenómenos de sensibilización central y periférica del dolor) y el sistema nervioso autónomo (alteraciones en el tono autonómico o simpático-vagal: hiperactividad simpática sostenida con hiporeactividad simpática ante el estrés). En consecuencia, este padecimiento es así considerado, en un modelo integral, como una enfermedad del sistema psico-neuro-inmuno-endócrino (35). Etiología Aunque las causas aún no han sido bien aclaradas, se piensa que puede estar ocasionada o agravada por estrés físico o mental, deterioro de la percepción del dolor, con reducción del umbral, traumatismo físico, anormalidad del sueño, disturbios hormonales, anormalidades inmunológicas (17,18). Algunas teorías apuntan hacia una predisposición genética (19-22), destacando especialmente las investigaciones sobre el gen COMT (catecol-oxi-metil-transferasa) y genes relacionados con la serotonina y la sustancia P (23,24). En muchos casos, los pacientes con fibromialgia presentan bajos niveles de neurotransmisores como serotonina y triptófano, así como elevados niveles de la sustancia P en el líquido cefalorraquídeo (25,26). Manifestaciones clínicas La FM ocasiona dolor músculo-esquelético generalizado, debilitamiento intenso (adinamia) y hasta incapacitante (astenia); trastornos del sueño, alteraciones del ritmo intestinal, rigidez en las extremidades superiores o inferiores y frecuentes episodios depresivos acompañados de crisis de ansiedad. 26 Los sitios frecuentes en los cuales se presenta la fibromialgia incluyen la región lumbar, dorsal alta, cervical, tórax y muslos. La alteración de los músculos consiste en una mayor tensión muscular referido por el paciente como un calambre doloroso y localizado que en ocasiones se asocia a otros problemas o situaciones desencadenantes (estrés laboral, por ejemplo). El Colegio Americano de Reumatología en 1990 (36) unificó los diferentes criterios refiriéndose a la fibromialgia por la presencia de dolor generalizado y al menos 11 de los 18 posibles puntos dolorosos (Tender Points) sensibles a la compresión digital (Figura 1). Los trastornos del sueño son muy frecuentes y consisten básicamente en abundantes pesadillas, sueño no reparador que puede ser el causante de un trastorno conocido como hipersomnia diurna y gran cantidad de descargas dolorosas en los músculos durante el sueño. Otros síntomas adicionales pueden incluir incontinencia urinaria, cefalea y migrañas, movimientos periódicos anormales de las extremidades, en especial de las piernas (síndrome de piernas inquietas), desórdenes cognitivos, vasomotores, irritabilidad intestinal, ansiedad y depresión. En ocasiones xeroftalmia y xerostomía, acúfenos y alteraciones de la visión (fosfenos). Se ha asociado a la enfermedad de Raynaud como una manifestación clínica de rara presentación durante el curso de esta enfermedad. LOCALIZACIONES 1. Occipitales 2. Cervicales 3. Trapezoidales 4. Supraespinosos 5. Costocondrales 6. Epicondileos 7. Gluteos 8. Trocántereos 9. Patelares Figura 1. Gráfica que señala la localización de los puntos dolorosos. 27 Se considera que puede haber una fibromialgia cuando al aplicar una presión de cuatro kilogramos sobre dichos puntos, el paciente reporta dolor en 11 o más de ellos. Esta técnica fue desarrollada por el American College of Rheumatology. En todo caso, este criterio fue inicialmente adoptado como forma de “definición de caso”, razón por la cual el diagnóstico requiere de una evaluación minuciosa por parte del internista o del especialista en enfermedades reumáticas. No existen pruebas de laboratorio disponibles para realizar el diagnóstico de fibromialgia. El diagnóstico es clínico y se establece por exclusión de otras patologías y por la presencia de síntomas y signos característicos. La fibromialgia se confunde frecuentemente con otros padecimientos reumáticos diferentes como el Lupus Eritematoso, el Síndrome de fatiga crónica, deficiencia de vitamina D o B12, Polimialgia Reumática o el Síndrome de Sjogren; por lo cual el diagnóstico diferencial es fundamental para el futuro del paciente, pues tanto el enfoque diagnóstico, como el pronóstico e incluso el terapéutico, son diferentes. Tabla 1. Prevalencia de síntomas ACR (American College of Rheumatology) (1990). SINTOMAS % Desórdenes del sueño 76,6 Dolor en un lado 67,0 Fatiga 81,4 Rigidez Matinal 77,0 Parestesias 62,8 Ansiedad 47,8 Cefalea 52,8 Historia de Depresión 31,5 Irritabilidad Intestinal 29,6 Sindrome Sicca (ojo seco) 35,8 Incontinencia Urinaria 26,3 Historia de Dismenorrea 40,6 Fenómeno de Raynaud 16,7 Diagnóstico Para diagnosticar la fibromialgia, el médico debe valorar la historia clínica del enfermo, así como los síntomas y la existencia de los denominados Tender Points, que no es lo mismo que los Puntos Gatillo o Trigger Points del síndrome miofascial. Existe un total de 18 puntos (Tabla 2) que se encuentran repartidos por todo el cuerpo: rodillas, hombros, cuello, glúteos, codos, caderas, etc. Tabla 2. PUNTOS DOLOROSOS La ACR define dieciocho puntos palpables, que se refieren a nueve localizaciones corporales bilaterales. LOCALIZACIONES DESCRIPCIÓN Occipitales Inserción de los músculos suboccipitales Cervicales Sobre músculo esternocleidomastoideo inferior Trapezoidales En la mitad superior del músculo trapecio Supraespinosos Inserción del supraespinoso sobre la escápula Costocondrales Unión costocondral de la segunda costilla Epicondíleos 2 cm distal a la inserción de los supinadores en el epicóndilo. Glúteos Tercio medio superior de inserción superior de glúteos cerca de cresta ilíaca. Trocantéreos Sobre trocánter mayor del fémur Patelares Sobre almohadilla adiposa interna de la rodilla 28 Tratamiento evaluando el dolor, sueño, fatiga y calidad de vida, en 529 pacientes con FM se observó que aproximadamente el 50% de los pacientes redujeron en al menos el 30% los puntajes de dolor y menos del 30% alcanzaban una reducción del 50% del dolor con pregabalina. La rama que recibió 450 mg/día redujo significativamente el puntaje de severidad del dolor comparado con la rama placebo (-0,93 sobre una escala de 0-10) (P≤0,001), y alcanzaban una reducción del dolor ≥50% aproximadamente el 30% de los pacientes que recibieron pregabalina (29%, versus 13% en el grupo placebo; P=0,003). Los pacientes de las ramas que recibieron pregabalina 300 y 450 mg/día mejoraron significativamente las mediciones globales relacionadas con la calidad del sueño y los índices de fatiga. Por otra parte, pregabalina en dosis de 450 mg/día mejoró significativamente varios dominios de la evaluación de la calidad de vida (45). Estos son los resultados más alentadores que aquellos que han sido registrados en décadas previas, alcanzado una mejoría sustentable de los diferentes síntomas que conducen a la discapacidad en esta enfermedad crónica. Los eventos adversos más frecuentes registrados fueron somnolencia y vértigos siendo el porcentaje de discontinuación por eventos adversos similar en las diferentes ramas del estudio (45). Recientemente, Arnold y col. (46) en un ensayo randomizado, controlado, evaluaron el efecto de la pregabalina en el tratamiento del dolor en pacientes con fibromialgia, que tenían síntomas de ansiedad y depresión asociados. En este estudio se incluyeron 529 pacientes con fibromialgia, y hallaron que el 71% presentaban síntomas de ansiedad y el 56% de depresión, ambos estadísticamente significatvos (P<0,0001). La mejoría en las escalas de dolor con pregabalina 450 mg/día comparada con la rama placebo no dependió de los puntajes basales que tenían los Una de las razones primarias por la cual la FM es debilitante es la limitada efectividad de las opciones terapéuticas. Los objetivos terapéuticos para FM incluyen una mejoría de los síntomas, primariamente del dolor, la fatiga y el sueño, así como un incremento en las funciones, motivo por el cual es recomendable la combinación de medidas no farmacológicas con otras farmacológicas, observándose un grado variable de evidencia en su respuesta (37). Desde un punto de vista farmacológico han sido utilizadas una diversidad de drogas que incluyen, antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la recaptación de noradrenalina, opioides, AINEs, miorrelajantes, hormona de crecimiento, entre otros. Solos o en combinaciones ninguno de estos provee un adecuado control a esta condición crónica (38). Varios meta-análisis indican que sólo el 25% al 37% de los pacientes con FM obtienen beneficio con antidepresivos (39,40), aproximadamente entre el 25-50% obtienen un beneficio parcial con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Duloxetina y milnacipram dos inhibidores de la recaptación de noradrenalina tienen cada uno demostrada eficacia en el tratamiento de la FM en estudios pivotales obteniendo una mejoría del dolor con una reducción de, al menos, el 30% en el 55% de los pacientes con duloxetina (41,42) y con milnacipran de manera similar el 40% de los pacientes mejoraban el puntaje de dolor en, al menos, un 30% (43,44). Recientemente, la pregabalina fue aprobada por la Food and Drug Administration para el tratamiento de la FM, siendo la primer droga aprobada específicamente para esta patología. En un ensayo pivotal placebo controlado doble ciego con diferentes dosis de pregabalina (150, 300 y 450 mg/día) 29 pacientes en las evaluaciones para ansiedad y depresión. Sólo el 25% de la reducción del dolor se asoció a una mejoría de los síntomas de ansiedad y depresivos. El 75% restante no pudo explicarse por la mejoría de los síntomas de ansiedad y depresivos. Como conclu- sión, si bien la ansiedad y depresión pueden estar asociadas a pacientes con fibromialgia, la pregabalina mejora el dolor esquelético de la fibromialgia, independientemente de la presencia de síntomas relacionados con ansiedad y depresión (46). Referencias bibliográficas 1. Walker JG, Littlejohn GO. Measuring quality of life in rheumatic conditions. Clin Rheumatol 2007; 26(5):671673. 14. Wolfe F, Anderson J, Harkness D et al. A prospective, longitudinal, multicenter study of service utilization and costs in fibromyalgia. Arthritis Rheum 1997; 40(9):1560-1570. 2. Chakrabarty S, Zoorob R. Fibromyalgia. Am Fam Physician 2007; 76(2):247-254. 3. McBeth J, Jones K. Epidemiology of chronic musculoskeletal pain. Best Pract Res Clin Rheumatol 2007; 21(3):403425. 15. Al-Allaf AW. Work disability and health system utilization in patients with fibromyalgia syndrome. J Clin Rheumatol 2007; 13(4):199-201. 4. White KP, Harth M. 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