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LA HOJA VOLANDERA
RESPONSABLE SERGIO MONTES GARCÍA
Correo electrónico [email protected]
En Internet www.lahojavolandera.com.mx
PROCESOS EDUCATIVOS
R. S. Peters
1919Richard Stanley Peters nació en la India, el 31 de octubre de 1919. Es profesor
de filosofía de la educación en la Universidad de Londres. Entre otras obras, es
autor de Historia de la psicología
(1963), Filosofía de la educación
(1979), Ambigüedades en la educación
liberal y el problema de su contenido
(1981).
Los procesos educativos son aquellos mediante los cuales las personas se convierten en
esto, y con los que se inician gradualmente en
esta forma de vida. No deben considerarse, estrictamente, medios para llegar a ser una persona educada, si la expresión “medios” se entiende como si indicase un proceso que es, a la vez,
neutral desde el punto de vista axiológico, y
está relacionado con el fin de una manera puramente causal, como ingerir un medicamento podría estar relacionado con un estado mental de
sosiego. Pues estos procesos son procesos de
aprendizaje, y éste siempre abarca alguna clase
de contenido que debe dominarse, comprenderse, y recordarse. Este contenido, tanto si es una
destreza, como si es una actitud, un aspecto del
conocimiento, o un principio que hay que hay
que comprender, tiene que “profundizarse”, tal
vez en forma embrionaria, en la situación de
aprendizaje. Por ejemplo, si alguien debe
aprender a pensar matemáticamente o moralmente, las situaciones de aprendizaje correspondientes tendrán que incluir experiencias de
índole matemática o moral. Pueden facilitar el
aprendizaje la temperatura de la habitación, la
repetición constante, la sonrisa que se le prodiga al alumno, o la recompensa que se le discierne. Algunas de estas condiciones del aprendizaje pueden ser de tipo causal. Pero debe existir
algún vínculo lógico entre el contenido en el
que el discípulo se está iniciando en la situación
de aprendizaje, y aquel que es constitutivo de
su ejecución cuando ya ha aprendido.
Por esta relación lógica entre medios y fines
de la educación no es lógico pensar que los valores del proceso educativo están contenidos sólo en las diversas realizaciones constitutivas de
ser una persona educada. Porque, en la mayoría
de los casos, la relación lógica entre medios y fines es tal que los valores del producto se encuentran embrionariamente en el proceso de
aprendizaje. Por ejemplo, supongamos que los
niños aprenden a pensar científicamente cuanto
se les plantean problemas sencillos de química y
de física. Algunos de los valores del pensamiento científico –por ejemplo, ser claro y preciso,
buscar pruebas, comprobar los resultados y no
“prefabricarlos”– se ejemplifican en la situación
de aprendizaje.* Esto indicaría que, desde el
punto de vista axiológico, hay poca diferencia
*
En otros casos, sin embargo, la relación lógica del proceso de aprendizaje con el producto es la de un preliminar necesario, y no una ejemplificación cabal. Por ejemplo, la lectura se enseña a menudo como una especie de
destreza discriminativa. Practicar tales discriminaciones
no constituye un caso concreto de algo que podamos considerar realmente valioso. Es valioso sólo como preliminar necesario para leer poesía con gusto y expresividad, o
para leer las novelas de un buen novelista.
Octubre 25 de 2008
entre la situación de aprendizaje y la del ejercicio de lo que se ha aprendido. Esto ha conducido a pensadores como Dewey a afirmar que
los valores de la vida no son diferentes de los
de la educación. Pues tanto el educando como
el ser viviente muestran las virtudes de la
indagación crítica, abierta, disciplinada.
Por otra parte, hay una diferencia sobre la
cual Aristóteles llamó la atención en su paradoja
de la educación moral, que en realidad constituye la paradoja de toda educación. Y es que, para desarrollar las aptitudes de un hombre justo,
el individuo tiene que ejecutar actos justos; pero
los actos que contribuyen a la formación de las
disposiciones del hombre justo, no se conciben
de la misma manera como se conciben los actos
que, finalmente, se desprenden de su carácter,
una vez que se ha vuelto justo. De manera semejante, el cultivo de la ciencia o leer poesía en
la escuela contribuyen a que la persona se vaya
educando. Pero posteriormente, como persona
educada, podrá concebirlas de manera muy distinta. Podría cultivar estas aficiones porque se
sienta atraído por el problema que implican, o
porque entienda su pertinencia en alguna cuestión de creencia o de conducta. Esto torna muy
compleja la justificación de los valores inherentes a tales actividades. Sin embargo, todavía no
hemos dicho nada acerca de la justificación de
cualquiera de los valores de ser educado.
Fuente: R. S. Peters, Filosofía de la educación, 2ª reimp. Trad. Francisco González Aramburo, FCE, México,
2004, pp. 429-431.
PROFESOR, consulta la HV en Internet. En este número:
De los profesores: “Los libros de texto gratuitos de Historia y Civismo en el contexto de la política educativa, 1959-1970” (Segunda parte) por Arturo Torres Barreto.
De los estudiantes: “Perfil profesional y campo laboral ¿Qué ofrece un licenciado en pedagogía y qué esperan de él?” por Alma Lidia Álvarez Reyes.
De la HV: “Memorias de mi niñez” por J. W. Goethe.
PROFESOR, RECUERDA:
“Sólo el sabio, larga vida.
«Más vale un día de sabio que la eternidad de los necios»,
dice Cicerón. Sólo es vida la que se vive por la sabiduría,
pues la de los necios no es vida.”
Juan Luis Vives, Escolta del alma.