Download Una española en la elite de Oxford

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
46 LA VANGUARDIA
S O C I E D A D
DOMINGO, 9 SEPTIEMBRE 2001
Una española en la elite de Oxford
La valenciana Helena Puig ha sido elegida presidenta del único “college” femenino de la universidad británica
Debate con la
reina Sofía
J. M. CENCILLO
Helena Puig obtuvo el 70 por ciento de los votos de sus compañeras del St. Hilda's College
EMPAR MARCO
Valencia
E
l eslogan con el que Helena Puig se presentó a la presidencia del St. Hilda's
College de la Universidad de Oxford
dice mucho de esta inquieta joven de
19 años. Huía del tópico “Vótame” y una amiga le sugirió la leyenda que acompañó a la foto
de los carteles de campaña: “La H es silenciosa,
pero ella no lo es”. No hubo nadie en St. Hilda's
que no recordase que la hache de Helena no se
aspiraba, mientras que ella dejó bien claro en el
discurso electoral que aunque tenía muchos
proyectos, lo más importante es que aspiraba a
hacerlo bien. “Tengo ganas, energía, y voluntad”, expuso Puig a las 380 estudiantes del único “college” de los 40 de Oxford exclusivamente de mujeres. Hizo de nuevo diana cuando les
mencionó a Virginia Wolf para indicarles que
“el lujo favorece el intelecto” y de ahí la importancia de incrementar los recursos económicos
del centro. El curso pasado, en la prestigiosa
universidad británica, sólo había siete españoles de 7.000 alumnos de carrera.
Ganó las elecciones con el 70% de los votos,
ante una aspirante inglesa. Es la primera extranjera que preside el “junior common room” en el
El rey Juan Carlos destinó
un premio de la Unión Europea –recibido en 1997– a
una beca de estudios que ganó
Helena Puig de entre 300 solicitudes. “Me preguntaron que
qué libro estaba leyendo; ‘Zen
y el arte de mantenimiento de
la motocicleta’, les respondí.
Entonces la Reina me preguntó si tenía creencias religiosas
y que, si las tenía, si entraban
en conflicto con la metafísica.
Le dije que no tenía creencias
religiosas, pero que si las tuviese por supuesto que entrarían en conflicto. Ella comentó que no le parecía que hubiese conflicto, y yo le contesté
que era imposible que no lo
hubiese porque la concepción
de la realidad de la metafísica
se basa en la percepción del
mundo físico, y la de la religión en la creencia de un ser
sobrenatural.” Helena Puig tenía sólo 14 años cuando se metió en “un pequeño lío” con
doña Sofía. Desde entonces
ha dado muchas vueltas, siempre con el apoyo de su padre y
de su madre, el uno dedicado
a las matemáticas, y la otra a
la filosofía. “Me siento de todos los sitios en los que he vivido, pero de ninguno en especial”, confiesa Helena Puig.
St. Hilda's, el órgano de representación de los
“colleges” de Oxford, equivalente a una mezcla
entre un consejo escolar y un sindicato. Su función abarca desde resolver cualquier problema
académico de los alumnos o de relación con los
profesores, buscar financiación para las actividades del centro hasta ser la voz del “college”
en los órganos de gobierno de la universidad.
La escasa ayuda económica que sufren los deportes de las mujeres es una de sus principales
inquietudes. “Sólo tenemos un barco y medio
para las regatas de remo porque los patrocinadores no apuestan por los equipos de mujeres, a
pesar de que el nuestro es muy bueno”, señala
Helena, que ya busca como ingeniárselas para
atraer la atención de empresas como Tampax o
Evax, “obviamente tendrían que ser nuestros
patrocinadores”. En su cabeza hay otros proyectos como abordar una campaña pacífica para
que el “college” retire sus inversiones en compañías armamentísticas.
Helena llegó a Oxford para cursar Política,
Filosofía y Economía. Nunca pensó que fuese a
dar con un “college” sólo para mujeres. “Tuve
un cierto prejuicio”, reconoce la joven. Sin embargo, pronto asumió el interés de mantener el
St. Hilda's al margen de la organización patriarcal de Oxford. “Tenemos la oportunidad de enfocar cuestiones que tienen que ver con la educación de las mujeres”, pero “por supuesto, al
margen de discursos victimistas y ni siquiera
reivindicativos”, matiza con energía.
El equipaje con el que entró en la universidad iba repleto de lecturas y una buena experiencia de convivencia, diálogo y responsabilidad. A los 14 años saltó del Colegio Hispanoamericano de Valencia al United World College of the Atlantic del País de Gales para estudiar el bachiller internacional (tercero de BUP
y COU). A partir de ahí le fue posible viajar por
Europa y África. Sus mejores recuerdos, no obstante, sucedieron en el colegio de Líbano donde
trabajó durante diez meses.c