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Racismo y Filosofía:
Sobre los Schwarzen Hefte de Heidegger
Por Nicolás González Varela
Hay una foto muy curiosa y vergonzosa de Martin Heidegger, que ilustra el
artículo. Se tomó en ocasión de un acto central en el Alberthalle de Leipzig; de
izquierda a derecha aparecen el dirigente de las tropas de asalto pardas, las
Sturm Abteilung (SA) de la NSLB (asociación de profesores nacionalsocialistas)
Schulrat Geyer de Sajonia; el rector de la Universidad de Leipzig, Dr. Arthur
Golf; el rector de la Universidad de Hamburgo, Dr. Eberhard Schmidt; el Dr. y
teólogo Friedrich K. Schumann de la Universidad de Halle; el profesor Dr.
Emanuel Hirsch de la Universidad de Göttingen (¡teólogo y traductor de
Kierkegaard!); otro dirigente de las SA y NSLB Arthur Göpfert de Dresden; por
supuesto con su bigote recortado el Rektor Prof. Dr. Heidegger de la
Universidad de Freiburg; el Dr. Wilhelm Pinder, historiador de arte de la
Universidad de München (quién decía que el Arte debía ser Äußerung unserer
Rasse, “expresión de nuestra raza aria”); el rector Dr. Eugen Fischer de la
Universidad de Berlín (un eugenista siniestro y amigo íntimo de Heidegger) y
finalmente el Dr. en medicina Sauerbruch de la Universidad de Berlín. La
ocasión era un rally de intelectuales y científicos nacionalsocialistas por
Alemania, bautizado como “Manifestación de la Ciencia Alemana”, con el fin de
apoyar la decisión del Führer de abandonar la Sociedad de las Naciones.
Heidegger aparece circunspecto y orgulloso, debajo de un muro de hombres de
las SA, símbolo arios y de banderas con la cruz swastika. El atrezzo es casi
similar al del día de la asunción de su rectorado. La idea del rally partió del
Führer de la Asociación de Profesores Nacionalsocialistas (NSLB) de Sajonia, el
Gauobmann Arthur Göpfert, que llegaría a ser una especie de ministro de
educación sin cartera. Se suponía que lo más granado y destacado de la
Intelligentsia nazi más destacada diera su apoyo a las últimas medidas tomadas
por el gobierno de Hitler, entre ellas la suspensión de todos los derechos
constitucionales, la prohibición de los partidos políticos, la disolución del
Reichstag (Parlamento), las medidas raciales y, por supuesto, la política exterior
agresiva del IIIº Reich.
¿El filósofo más influyente del siglo XX en Occidente era un nazi típico?
¿Heidegger una suerte de Platón en Syracusa? ¿Heidegger el filósofo de la
reacción parda, del regimen que condujo a Auschwitz? El filósofo Karl Jaspers
recordaba en sus memorias parciales Notizen la siguiente anécdota: “En mayo
de 1933… le dije: ¿Cómo puede gobernar a Alemania un hombre inculto como
Hitler? ‘La educación es algo totalmente indiferente’ (ist ganz gleichgültig)–,
me respondió Heidegger: ‘¡Vea usted sus maravillosas manos!’”. En 1935
Heidegger definía mitológicamente al Führer Adolf Hitler como un Halbgott,
un semi-Diós. Son bien conocidas y documentadas las relaciones íntimas, las
afinidades profundas entre el filósofo y el Nacionalsocialismo. Sin embargo
tanto él como sus hagiógrafos y los heideggériannes en general, así como el
Mainstream académico, han tratado de negar, obturar o minimizar los rastros
de este compromiso político que cuestiona el núcleo de su analítica existencial y
de la dimensión ética de su filosofía. Es ya legendario el debate mal planteado
de las relaciones del filósofo Martín Heidegger con el Nacionalsocialismo, con
su estado racista (esta es la nueva dimensión del escándalo que se avecina) y en
especial con el charisma de Adolf Hitler. En su resonancia internacional, la
discusión fue estimulada por la aparición, en Francia, del libro del filósofo
chileno Víctor Farías: Heidegger et le Nazisme, en la casa editorial Verdier en
1987.1 Aunque la discusión viene de mucho más atrás, casi contemporánea a su
engagement nacionalsocialista.2 Sería demasiado fácil y burdo esconder las
verdaderas motivaciones de esta discusión si sólo hacemos un enfoque estrecho
sobre las limitaciones o en torno a los méritos y desméritos del libro de Farías
Farías, Víctor; Heidegger et le Nazisme, Editions Verdier, Paris, 1987. Víctor Ernesto Farías
Soto, un filósofo chileno-alemán, Se graduó en la Universidad Católica de Chile en Filosofía y
Germanística en 1961. Continuó sus estudios en Freiburg, Alemania donde se doctoró en
Filosofía. Durante su estadía en Alemania fue alumno de Heidegger, participando en el famoso
seminario sobre Heráclito, dado con Fink en 1966/1967; se graduó en 1967 en Freiburg con G.
Schmidt, discípulo de Fink, con una tesis sobre F. Brentano; le hizo una propuesta a Heidegger
para realizar una edición crítica de Sein und Zeit al español, para mejorar la deficiente
traducción de Gaos, recibiendo como respuesta que sería un trabajo inútil, dada la evidente
inferioridad de la lengua española, con respecto de la alemana, para expresar su pensamiento e,
incluso, el discurso filosófico en general. Farías vuelve a Chile en 1971 y retorna a Alemania
después del Golpe Militar de 1973. Farías fue investigador y profesor en la Universidad Libre de
Berlín hasta 2006. Actualmente se desempeña como docente en la Universidad Andrés Bello. Su
investigación sobre Heidegger y el Nazismo, publicada por primera vez al francés en 1987, fue
escrita en español y alemán, y el manuscrito estaba finalizado a fines de 1985 y no fue retocado.
2
Los textos más políticos y nacionalsocialistas de Heidegger fueron rescatados del polvo y el
olvido por un ex alumno Guido Schneeberger, dentro de un compendio heterogéneo pero muy
rico y poco utilizado por los investigadores de Heidegger, titulado: Nachlesse zu Heidegger.
Dokumente zu seinem Leben und Denken, publicado por el autor en Berna, Suiza, en 1962, y de
circulación privada. El libro contiene once textos que pertenecen a Martin Heidegger y 217
fragmentos, en su mayoría artículos de periódicos que expresan la opinión de diversos autores
sobre Heidegger y sus posiciones políticas y filosóficas, narrando acontecimientos provinciales y
locales e información pertinente sobre la Universidad de Freiburg y la vida académicoestudiantil entre 1933 y 1937. Schneeberger en su momento no encontró editor por razones
obvias.
1
(que tiene muchos), o el más moderno y reciente de Faye, 3 y no alcanzamos a
ver que el Fall Heidegger, la Heidegger-Kontroverse, nos permite la posibilidad
de intentar realizar una constructiva re-examinación de la perspectiva filosófica
de la obra heideggeriana entre los años 1919 y 1945, así como la conexión
interna con la decisión política, que nos permitiría hablar de una verdadera
filosofía práctica. Es decir: ir incluso más allá de su nexo vital con el
Nacionalsocialismo. Aún, tal como los heideggerianos franceses hicieron
reiteradas veces, remarcando los errores evidentes, la exégesis externa o las
conclusiones apresuradas de la investigación de Farías, surgen hechos
incuestionables que ya no se pueden obviar: Martin Heidegger no era sólo un
simpatizante naive, ni un abogado defensor de la nationalsozialistische
Revolution, más allá de estar de moda o de satisfacer algunas reivindicaciones
generales de la pequeña burguesía de provincias, sino que en la mayoría de los
casos podría afirmarse con seguridad que Heidegger era plus royaliste que le
Roi, donde le Roi era nada menos que el Führer Adolf Hitler. Y no sólo apoyó
“ruidosamente” al NS-Staat y su “despertar de Alemania”, sino que la elección
valorativa y la extrema opción por el NSDAP emana, sin dudas, de premisas
internas de su Ontología y Filosofía de la Existencia, en especial de su concepto
de Cura (Sorge), de su idea radical de la Historicidad así como del desarrollo de
una auténtica Filosofía de la Historia, la denominada Seinsgeschichte, “Historia
del Ser”, como lo supieron intuir tempranamente discípulos muy cercanos a él,
como Karl Löwith y Herbert Marcuse. La industria filosófica francesa siempre
remarcó una línea roja que Heidegger no había atravesado en absoluto, y que
demostraría su ideología völkisch particular, su accidental liason con el NSDAP,
la naturaleza infantil de su Nazismo privado y bizarro. Heidegger jamás fue
racista (ergo: no era nazi), jamás fue un antisemita (ergo: no era nazi). “En toda
su obra impresa no existe ni una frase antisemita” clamaba desde el reciente y
chic Dictionnaire Martin Heidegger,4 co-director de la obra Hadrien FranceLanord… ¿Es realmente así?
En el derecho clásico romano existía una regla de bronce: Ne bis in idem, es
decir: nadie podía ser procesado dos veces por el mismo delito. Pues bien,
parece que el principio penal universal no es fácil de aplicar en el debate
filosófico y Heidegger volverá a ser juzgado por su imbricación profunda con al
Aunque limitado a un período de tiempo y sin profundizar en Sein und Zeit, es útil su
investigación Heidegger, l'introduction du nazisme dans la philosophie : Autour des
séminaires inédits de 1933-1935, Albin Michel, Paris, 2005; en español: Heidegger. La
introducción del nazismo en la filosofía. En torno a los seminarios inéditos de 1933-1935, Akal,
Madrid, 2009. Véase también el artículo “Wie die Nazi-Ideologie in die Philosophie einzog”, en:
Die Zeit 34, August 18, 2005, ahora on-line: http://www.zeit.de/2005/34/AntwortHeidegger.
Una crítica pertinente que podríamos suscribir, es la de Sonia Sikka en su recensión:
“Heidegger’s Ambiguous Nazism,” en: Dialogue, 47 , 2008, pp.163–166; sobre la influencia del
“nazi” Heidegger en la alta ideología filosófica y en la industria cultural de Francia, en especial
en el Posmodernismo, Jean-Pierre, padre de Emmaneul Faye y gran investigador de los
lebnguajes totoalitarios, acaba de publicar un polémico libro: Lettre sur Derrida; Germina,
2013.
4
Textual: “Pas une seule phrase antisémite dans toute l’œuvre de Heidegger publiée à ce jour”,
bueno, salvo en las cartas a su madre y a su esposa… véase la voz: “Antisémitisme”; en: Le
Dictionnaire Martin Heidegger. Vocabulaire polyphonique de sa pensée, dir. par Philippe
Arjakovsky, François Fédier, Hadrien France-Lanord; Ed. du Cerf, Paris, 2013, p. 85 y ss.; en
esta obra pseudocientífica y hagiográfica, San Heidegger no solo no era en absoluto un nazi
típico sino que se lo presenta a lo largo de casi 1500 páginas “polifónicas” como un arquetipo…
¡de la resistencia alemana contra Hitler!
3
ideología völkisch del Nacionalsocialismo. Pero ahora estamos en un proceso
más profundo y denso, en un nivel cada vez más complejo, con una novedad:
como compañero de ruta de su pensar filosófico surge un furibundo
antisemitismo. De esta manera al Heideggerianismo se le derrumba el último
muro de defensa del santasanctórum, otra grieta en el Heideggers-Kult, en
especial en la capital de su culto, París.5 Se anuncia en Alemania para marzo de
2014 la publicación, dentro del caprichoso plan editorial de sus obras
¿completas? (Gesamtausgabe), del volumen titulado Schwazen Hefte
(Cuadernos Negros), inéditos. La primera entrega será en tres volúmenes
(alrededor de 1200 páginas) que abarcan el inquietante período 1933-1946, es
decir: la etapa de su estrecho compromiso filosófico y político con el IIIº Reich.
Según el márketing editorial se trataría de una suerte de diario esotérico e
íntimo de sus pensamientos, un Tagebuch seines Denkens, que comienzan en
1931 y se detienen poco antes de su muerte en 1975. 6 Sabemos que el propio
Heidegger así como su familia, tenían muchas resistencias en la aparición de
estos documentos. El editor responsable de este Nachlass será Peter Trawny,
que al parecer ha hecho circular entre un círculo de investigadores europeos,
fotocopias de estos escritos inéditos de Heidegger y además un artículo de
próxima aparición titulado “Heidegger: los ‘Schwarzen Hefte” y el
Antisemitismo en la Historia del Ser”; señala Trawny que “hay sobre todo una
crítica del Judaísmo (Judentum), al Cristianismo, al Nihilismo, también el
Americanismo, al Imperialismo británico, al Bolchevismo así como al Nazismo
–todos estos ‘ismos’ toman desde el punto de vista de la crítica del
Machenschaft (el reinado de la eficiencia total). 7 Esto obviamente lo hace de una
manera problemática.” El mismo filósofo Hadrien France-Lanord, mano
derecha del Cid Campeador del Heidegger inocente, François Fédier,
asombrado y estupefacto por los documentos de Trawny, ha afirmado
encontrarse “profondément affligé” por el descubrimiento, estimando que los
objetivos filosóficos finales de Heidegger en los Schwarzten… son “choquants,
lamentables, et insupportables”; incluso ha afirmado que su voz sobre el
Antisemitismo en el Dictionnaire… recién publicado en Francia ha quedado
totalmente desactualizada.
En el Nachlass heideggeriano, desbordante como en el mejor Schmitt de tesis
teológico-políticas, brota toda la gama léxicográfica y semántica del vocabulario
nazi más vulgar, de la agitprop nacionalsocialista de barricada: “Judería” como
una Raza “sin territorio (Eretz)”, con “facultad del cálculo”, que posee el don
Curiosidades del Heideggeriannisme es que en Francia no existió una traducción de la obra
principal de Heidegger, hablamos de Sein und Zeit hasta el año… ¡1985!
6
Aparecerán en la última sección de las Gesamtausgabe, IV. Abteilung (Bände 82–102), que por
pedido expreso de Heidegger, aparecerán al final de su obra edita; se trata de 33 cuadernos,
cuyos contenidos la editorial define de la siguiente manera: “había escrito en ellos ideas y
experiencias importantes de los esfuerzos de su pensamiento a lo largo de más de cuatro
décadas.”; de los 33 originales faltan dos: Überlegungen I (von 1931/32) y Anmerkungen I (von
1945/46), que se han extraviado; a este material decisivo habría que sumarle la recién aparecida
correspondencia privada con sus padres y hermana: Briefwechsel mit seinen Eltern und Briefe
an seine Schwester, Briefausgabe Band I.1. Hrsg. von Alfred Denker und Holger Zaborowski.
Verlag Karl Alber Freiburg, München 2013; y la próxima aparición de su correspondencia
completa e inédita con uno de sus grandes referentes ideológicos, el conservador revolucionario
Ernst Jünger.
7
Sobre el concepto de Machenschaft fungiendo en la crítica al Bolchevismo, remitimos al lector
a nuestro estudio preliminar a la traducción al español del texto de Heidegger “Koinon
(1938.1940), ahora on-line: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=86465
5
acentuado “para la contabilidad y el comercio”, el judío con su tenaz habilidad
instintiva “para competir”, el imperio del Nihilismo en estado puro a causa “del
desarraigo del Ser” producto del “Judaísmo Internacional”, etc., etc. Heidegger
coloca como causas del “olvido del Ser” al Platonismo, Cristianismo,
Liberalismo, Socialismo, Marxismo y el Comunismo (igualado con el
Bolchevismo judeo-asiático) es sólo un desarrollo más con el cual prosigue y se
completa el “despliegue del Poder”. El Bolchevismo en su variante stalinista es
un artículo injertado, una mercadería exportada de Occidente al Ost eslavoasiático, y con ella lleva de contrabando a Asia su Machenschaft, el
“Maquinismo”, central en su filosofía tardía. En un primer nivel de significado
designa la capacidad de posesión de lo real en orden de dominarlo y hacerlo
parte de nuestros fines subjetivos, el reino liberal del cálculo y la utilidad
burguesa. Pero por primera vez, y claramente, esta decadencia se relaciona
estrechamente con la figura de la mediación del judío cosmopolita y apátrida.
Heidegger dice que en la Geschichte des Seyns “el papel del Judaísmo Mundial
no es un mero asunto racial. Esta una cuestión metafísica (...) el desarraigo de
todo ente fuera del Ser.” La problemática en esos años ya es la de la pregunta
sobre la Rasse-sein, que luego devendrá central en los Beiträge (1936-1938) y
en las clases de 1942. Pero ya mucho antes de esos años, a pesar de los esfuerzos
de los heidégeriannes franceses en su hermeneútica de la inocencia, Heidegger
manejaba plenamente y con soltura términos técnicos racistas funcionales a la
Rassenkunde oficial del NS-Staat, de los que podía deducirse perfectamente su
sesgo antisemita por defecto, como Blut (Sangre), Boden (Suelo),
Rassegedanke (Pensamiento de la Raza), Stamme (Etnia como diferencia
racial), Geschlecht (estamento racial), Volksgemeinschaft (comunidad racialpopular), Volksgenosse (camarada de raza), Zucht (selección), etc.
Finalmente, en un triste párrafo, describe Heidegger la imposibilidad racialmetafísica de los judíos de acceder a la reflexión de las cuestiones filosóficas
esenciales, citando a su maestro y promotor en su carrerismo académico,
Edmund Husserl. No resulta extraño que France-Lanord confiese très ébranlé
devant une telle faillite de la pensée, es decir: encontrarse conmovido ante tal
falla total del pensamiento... Lo que los Hefte… mostrarían es que Heidegger
sostuvo un complejo Racismo metafísico, pero Racismo al fin, que lo aparta de
las visiones simplistas y burdas que sostenían intelectuales völkische como
Ernste Krieck o Alfred Bäeumler, pero que perfectamente podían considerarse
pertinentes en la Weltanschauung nazi oficial. Las preguntas sobre Heidegger
siguen más abiertas ahora que en el escándalo de 1987 con el libro de Víctor
Farías o en el de 2005 con el libro de Emmanuel Faye: de cómo y de cuánto está
implicada la ontología heideggeriana en la decisión política resuelta por el
Nacionalsocialismo. En realidad, esta tesis es toda una serie de cuestiones
encadenadas: ¿se puede extender este apoyo incondicional al NS-Staat, como
acto filosófico, hasta el pensamiento primigenio de Heidegger, incluyendo su
magnum opus trunca Ser y Tiempo?; ¿fue efectivamente Heidegger, el de la
filosofía tardía de la Kehre, un crítico al Nacionalsocialismo o simplemente se
distanció del NSDAP por una idealización filosófica de la visión del mundo Blut
und Boden?; ¿se puede hablar de una geistige Widerstand, de una resistencia
espiritual al Nacionalsocialismo desde sus posiciones filosóficas después de
1934 como intentan afirmar sus hagiógrafos posmodernos?; ¿existe un “hilo de
Ariadna”, coherente y lógico, entre Ser y Tiempo, el NSDAP y una versión
heideggeriana de la visión völkische del nacionalsocialismo? Los “Schwarzen
Hefte” nos darán la respuesta incuestionable y decisiva sobre la verdad del
pensamiento del Maestro de Alemania.
Foto: Heidegger apoyando a Hitler.Acto del NSDAP, Leipzig, noviembre, 1933 (Tomado del
diario Illustrierte Zeitung)