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PALABRA QUE DA VIDA
-Reflexionemos-
¡CON EL CORAZÓN MÁS QUE CON LA BOCA!
LA LITURGIA, EL CULTO VERDADERO DEBEN SER EL FRUTO DE UNA VIDA
PLENA EN EL AMOR A DIOS Y A LOS HERMANOS, DE TAL MODO QUE ESE
CULTO QUE SE PROFESE NOS CONDUZCA A SU VEZ AL AMOR.
JUEVES 6 DE JUNIO DE 2013
Del Evangelio según san Marcos 12, 28-34
Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: -«¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: -«El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. " El segundo
es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor
que éstos.» El escriba replicó: -«Muy bien, Maestro, tienes razón cuando
dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con
todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: -«No estás lejos
del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS:
TOBÍAS 6, 10-11; 7, 1.9-17; 8, 4-10 – LOS HA TRAÍDO DIOS
A MI CASA PARA
QUE MI HIJA SE CASE CONTIGO
SALMO 127 – DICHOSOS LOS QUE TEMEN AL SEÑOR
CONTEXTO – El debate anterior con los saduceos fue en torno a
la fe en la resurrección. Esta vez, un doctor de la ley, responsable
de la enseñanza religiosa en Israel, quiere saber cuál es el mayor
de los mandamientos. En aquella época los fariseos tenían muchas
normas que reglamentaban el cumplimiento de los diez mandamientos. Muchos pensaban que todos estos preceptos venían de
Dios. Por esto el doctor quiere saber la opinión de Jesús. Jesús responde citando y uniendo dos trozos de las Escrituras. El mandamiento de “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda
tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas” (Deuteronomio
6,4-5) queda unido indisolublemente con el mandamiento de “Amarás al prójimo como a ti mismo” (Levítico 19,18). Los dos mandamientos, convertidos en uno solo, quedan propuestos para la humanidad como el mandamiento mayor y principal. El letrado está
de acuerdo con Jesús y además concluye con algo de suma importancia en el proyecto de Jesús: amar a Dios y amar al prójimo es
mucho más importante que todos los holocaustos y sacrificios juntos.
EL MAESTRO NOS ENSEÑA SOBRE EL AMOR - La práctica
del amor, a todos los niveles, en todos los lugares y momentos, es
la cédula de identidad que debe identificar a todo cristiano. En el
amor está la clave del cristianismo.
PARA REFLEXIONAR
EL CULTO VERDADERO
Los escribas, al igual que los fariseos y los saduceos, estaban
inquietos, incómodos y muy preocupados por la misión de Jesús.
Pero nos cuenta la Palabra de hoy que el escriba que se acerca
a Jesús lo hace con honestidad y franqueza, es un alma que
busca y que está abierta a la verdad.
No era tarea sencilla para los escribas y doctores de la ley
determinar qué mandamiento iba primero: debían discernir entre 613 normas -365 prohibiciones y 248 preceptos. Por eso se dirige al Maestro, y con su corazón dispuesto, le
pregunta cual de todos es el verdaderamente importante.
-¡Amar a Dios con toda el alma, con todo el corazón, con toda tu
fuerza!- es el primero, dice el Señor. Pero lo maximiza -¡Amarás
al prójimo como a tí mismo!- es el segundo. Pero no van separados. Son dos facetas del mismo mandamiento. Por eso Jesús
concluye: -No existe un mandamiento más grande que éstos
dosEl escriba, sediento de verdad, sacia su sed con las palabras del
Maestro y puede concluir convencido: -Es verdad, amar a Dios y
al prójimo es mucho más importante que todos los holocaustos
y todos los sacrificiosEl mandandamiento del amor está muy por encima de todos los mandamientos relacionados con el culto y el Templo.
Y podemos nosotros afirmar con un mismo sentimiento: la liturgia, el culto verdadero deben ser el fruto de una vida plena en
el amor a Dios y a los hermanos, de tal modo que ese culto que
se profese nos conduzca a su vez al amor.
Cualquier otra variante es pura forma vacía de contenido, es
rigor litúrgico y cultual vacío de la vida en Jesús.
Por eso mismo el Señor le dice al buen escriba: -No estás lejos
del Reino de Dios- Pero aún no lo está, anda en cercanías pero
le falta dar un paso.
El paso es lo que el Señor nos ha pedido: -Ámense unos a
otros como yo los he amadoÉse es el verdadero culto, la ofrenda pura, la viña fecunda.
PARA ORAR
Oh Dios, Padre nuestro,
¿hacia dónde nos va a conducir el estar abiertos a ti
y dispuestos a tus llamados,
el entrar en el mundo interior de hermanos nuestros
heridos por la vida, heridos por otras personas
e incluso por nosotros mismos,
el oír sus gritos y acogerlos a todos
bondadosamente en nuestro corazón?
Ayúdanos, Señor, a acercarnos
y encontrarnos afectuosamente con nuestros prójimos,
a compartir su pan, sus alegrías y sus miserias,
y a encender nueva esperanza en sus corazones.
Que esto sea, Padre de bondad, nuestra respuesta a tu amor,
por Jesucristo nuestro Señor. Amén
PARA ACTUAR – Debemos buscar la vida plena y con felicidad desde ahora mismo, sabiendo adónde vamos. La plenitud
y la felicidad es nuestro sino y nuestro destino, aún en estos
andurriales tan del César y tan poco de Dios.
FÓRMULA PARA IR AL CIELO
En cierta ocasión le preguntaron a Ramesh, uno de los grandes
sabios de la India, lo siguiente: "¿Por qué existen personas que
salen fácilmente de los problemas más complicados, mientras
que otros sufren por problemas muy pequeños y se ahogan en
un vaso de agua?"
El simplemente sonrió y contó una historia. . . Era un sujeto que
vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió, todo el mundo
decía que él iría al cielo, pues un hombre tan bondadoso solamente podría ir al Paraíso. En aquella época el cielo todavía no
había pasado por un programa de calidad total. La recepción no
funcionaba muy bien, y quien lo atendió dio una ojeada rápida a
las fichas de entrada, pero como no vió su nombre en la lista, le
orientó para que pudiera llegar al infierno. Y como en el infierno
nadie pedía identificación, ni invitación (cualquiera que llegara
era invitado a entrar), el sujeto entró y se quedó. Algunos días
después Lucifer llegó furioso a las puertas del Paraíso y le dijo a
San Pedro: "¡Eso que me estás haciendo es puro terrorismo!
Mandaste aquel sujeto al infierno y el me está desmoralizando.
Llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas, abrasándose, besándose. El infierno no es lugar
para eso, por favor trae a ese sujeto para acá”.
Cuando Ramesh terminó de contar esta historia dijo: "Vive con
tanto amor en el corazón que, si por error vas a parar al infierno, el propio demonio te traiga de vuelta al Paraíso".
«No hay mandamiento mayor que éstos»
Aquel cuya sonrisa le embellece
es bueno; aquel cuya sonrisa le
desfigura, es malo.
Proverbio húngaro