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La célula cancerosa produce la energía por una vía diferente a la
célula normal
( Creces, 2009 )
El químico alemán Otto Warburg describió hace 80 años que la célula
cancerosa utilizaba una vía metabólica diferente para degradar la glucosa y
sostenía que en ese cambio residía la iniciación del cáncer, pero en sus
contemporáneos no tuvo mayor apoyo. Los resultados de experiencias
recientes parecen darle la razón
La célula normal produce la energía que necesita para su normal funcionamiento en
forma muy eficiente. Por una parte ella degrada la glucosa por la vía aeróbica y por
otra no la utiliza en sintetizar componentes de nuevas células, como grasas y DNA. En
cambio la célula cancerosa hace lo opuesto. También utiliza la glucosa para producir
energía, pero por una vía mucho menos eficiente (anaeróbica), pero su objetivo es
utilizar la energía para madurar y multiplicar las células. Según afirma Lewis Cantley y
sus colaboradores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, la elección
de una u otra vía reside básicamente en cambios de una enzima denominada
“piruvatoquinasa”. Existen dos formas de piruvatoquinasa, la forma M2 (PKM2), que es
propia de las células fetales que se caracterizan por crecer muy rápido, y que la hace
propia la célula cancerosa, que también crece muy rápido. La otra es la piruvatoquinasa
MI (PKM1), que es la que funciona en la célula adulta.
"Es como disponer de madera para construir una casa", dice Cantley. "Mientras las
células normales, usan la madera para producir energía, la célula cancerosa (al igual
que la célula fetal), utiliza la madera para construcción de la casa".
Esta curiosa diferencia ya había sido descrita hace 80 años por el químico alemán, Otto
Warburg. El notó que la célula cancerosa, a diferencia de la célula normal que producía
energía en la mitocondria a partir del ácido pirúvico, ésta producía la energía por un
método mucho más ineficiente, llamado glicólisis anaeróbica, aún cuando estuviera en
presencia de oxígeno.
Warburg argumentaba que en este cambio de la piruvatoquinasa estaba la clave para
que se gatillara el cáncer. Pero otros investigadores no estuvieron de acuerdo y lo que
se llamó el "efecto Warburg" se olvidó por muchos años, hasta que ahora, en el año
recién pasado, se reflota el concepto, con el trabajo de Cantley, que describe que una
droga llamada "dicloroacetato" podía revertir la producción de energía hacia la
mitocondria (PKM1) y que con ello se retraía el cáncer (New Scientist, Enero 20 del
2007). En base a este hallazgo, ya se ha comenzado a ensayar el dicloroacetato en el
tratamiento del cáncer en humanos.
Cual es la lógica del cambio
Ahora Cantley y su equipo están tratando de explicarse cómo y porqué en la célula
cancerosa sucede el cambio que ya había observado Warburg. Los autores creen que es
por ello que la célula cancerosa puede crecer y multiplicarse tan rápidamente. Con el
cambio a la enzima PKM2, la célula cancerosa comienza a absorber mucha más glucosa
que la célula normal, compensando así su menor eficiencia en la producción de energía
(glicólisis).
Los autores han descubierto que la célula cancerosa activa la enzima PKM2, propia de
la célula fetal, y simultáneamente inactiva la enzima PKM1 que es propia de la célula
adulta. Con ello la célula se haría cancerosa (Nature, DOI:10:1038/Nature 06734). Lo
que es más interesante es que a través de un RNA pequeño de interferencia se puede
revertir el tipo el PKM2 a PKM1 y con ello la célula cancerosa deja de crecer. Este efecto
se ve tanto a nivel de laboratorio como en el animal de experimentación.
Por otra parte Ebanuelos Mickelakis, investigador de Edmonton que está ensayando el
dicloroacetato, afirma que "estos resultados vienen a revindicar a Warburg, en el
sentido que esta diferencia metabólica que se produce en la célula cancerosa es la que
maneja el cáncer y no es la consecuencia de él". Sin duda que el hallazgo es
interesante, pero talvez sea prematuro para que comience a aplicarse en el cáncer
humano. Indudablemente que se necesita más investigación y sería fabuloso que
fueran efectiva en el tratamiento del cáncer.
Artículo extraído de CRECES EDUCACIÓN - www.creces.cl