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UNIDAD 11: CONOCIENDO ECOSISTEMAS.
Ecología, estudio de la relación entre los organismos y su medio ambiente físico y biológico. El medio
ambiente físico incluye la luz y el calor o radiación solar, la humedad, el viento, el oxígeno, el dióxido de
carbono y los nutrientes del suelo, el agua y la atmósfera. El medio ambiente biológico está formado por
los organismos vivos, principalmente plantas y animales.
Debido a los diferentes enfoques necesarios para estudiar a los organismos en su medio ambiente
natural, la ecología se sirve de disciplinas como la climatología, la hidrología, la física, la química, la
geología y el análisis de suelos. Para estudiar las relaciones entre organismos, la ecología recurre a
ciencias tan dispares como el comportamiento animal, la taxonomía, la fisiología y las matemáticas.
El creciente interés de la opinión pública respecto a los problemas del medio ambiente ha convertido la
palabra ecología en un término a menudo mal utilizado. Se confunde con los programas ambientales y la
ciencia medioambiental (véase Medio ambiente). Aunque se trata de una disciplina científica diferente, la
ecología contribuye al estudio y la comprensión de los problemas del medio ambiente.
El término ecología fue acuñado por el biólogo alemán Ernst Heinrich Haeckel en 1869; deriva del griego
oikos (hogar) y comparte su raíz con economía. Es decir, ecología significa el estudio de la economía de
la naturaleza. En parte, la ecología moderna empezó con Charles Darwin. Al desarrollar la teoría de la
evolución, Darwin hizo hincapié en la adaptación de los organismos a su medio ambiente por medio de la
selección natural. También hicieron grandes contribuciones geógrafos de plantas como Alexander von
Humboldt, profundamente interesados en el cómo y el por qué de la distribución de los vegetales en el
mundo.
La biosfera
El delgado manto de vida que cubre la Tierra recibe el nombre de biosfera. Para clasificar sus regiones se
emplean diferentes enfoques.
Biomas
Las grandes unidades de vegetación son llamadas formaciones vegetales por los ecólogos europeos y
biomas por los de América del Norte. La principal diferencia entre ambos términos es que los biomas
incluyen la vida animal asociada. Los grandes biomas, no obstante, reciben el nombre de las formas
dominantes de vida vegetal.
Bajo la influencia de la latitud, la elevación y los regímenes asociados de humedad y temperatura, los
biomas terrestres varían geográficamente de los trópicos al Ártico, e incluyen diversos tipos de bosques,
praderas, monte bajo y desiertos. Estos biomas incluyen también las comunidades de agua dulce
asociadas: corrientes, lagos, estanques y humedales. Los medios ambientes marinos, que algunos
ecólogos también consideran biomas, comprenden el océano abierto, las regiones litorales (aguas poco
profundas), las regiones bentónicas (del fondo oceánico), las costas rocosas, las playas, los estuarios y
las llanuras maréales asociadas.
Véase también Chaparral; Arrecife de coral; Estuario; Vida marina; Pantanal; Turbera; Sabana; Vida
intermareal; Tundra.
Ecosistemas
Resulta más útil considerar a los entornos terrestres y acuáticos, ecosistemas, término acuñado en 1935
por el ecólogo vegetal sir Arthur George Tansley para realzar el concepto de que cada hábitat es un todo
integrado. Un sistema es un conjunto de partes interdependientes que funcionan como una unidad y
requiere entradas y salidas. Las partes fundamentales de un ecosistema son los productores (plantas
verdes), los consumidores (herbívoros y carnívoros), los organismos responsables de la descomposición
(hongos y bacterias), y el componente no viviente o abiótico, formado por materia orgánica muerta y
nutrientes presentes en el suelo y el agua. Las entradas al ecosistema son energía solar, agua, oxígeno,
dióxido de carbono, nitrógeno y otros elementos y compuestos. Las salidas del ecosistema incluyen el
calor producido por la respiración, agua, oxígeno, dióxido de carbono y nutrientes. La fuerza impulsora
fundamental es la energía solar.
Energía y nutrientes
Los ecosistemas funcionan con energía procedente del Sol, que fluye en una dirección, y con nutrientes,
que se reciclan continuamente. Las plantas usan la energía lumínica transformándola, por medio de un
proceso llamado fotosíntesis, en energía química bajo la forma de hidratos de carbono y otros
compuestos. Esta energía es transferida a todo el ecosistema a través de una serie de pasos basados en
el comer o ser comido, la llamada red trófica. En la transferencia de la energía, cada paso se compone de
varios niveles tróficos o de alimentación: plantas, herbívoros (que comen vegetales), dos o tres niveles de
carnívoros (que comen carne), y organismos responsables de la descomposición. Sólo parte de la energía
fijada por las plantas sigue este camino, llamado red alimentaria de producción. La materia vegetal y
animal no utilizada en esta red, como hojas caídas, ramas, raíces, troncos de árbol y cuerpos muertos de
animales, dan sustento a la red alimentaría de la descomposición. Las bacterias, hongos y animales que
se alimentan de materia muerta se convierten en fuente de energía para niveles tróficos superiores
vinculados a la red alimentaria de producción. De este modo la naturaleza aprovecha al máximo la
energía inicialmente fijada por las plantas.
En ambas redes alimentarías el número de niveles tróficos es limitado debido a que en cada transferencia
se pierde gran cantidad de energía (como calor de respiración) que deja de ser utilizable o transferible al
siguiente nivel trófico. Así pues, cada nivel trófico contiene menos energía que el que le sustenta. Debido
a esto, por ejemplo, los ciervos o los alces (herbívoros) son más abundantes que los lobos (carnívoros).
El flujo de energía alimenta el ciclo biogeoquímico o de los nutrientes. El ciclo de los nutrientes comienza
con su liberación por desgaste y descomposición de la materia orgánica en una forma que puede ser
empleada por las plantas. Éstas incorporan los nutrientes disponibles en el suelo y el agua y los
almacenan en sus tejidos. Los nutrientes pasan de un nivel trófico al siguiente a lo largo de la red trófica.
Dado que muchas plantas y animales no llegan a ser comidos, en última instancia los nutrientes que
contienen sus tejidos, tras recorrer la red alimentaría de la descomposición, son liberados por la
descomposición bacteriana y fúngica, proceso que reduce los compuestos orgánicos complejos a
compuestos inorgánicos sencillos que quedan a disposición de las plantas.
Desequilibrios
Los nutrientes circulan en el interior de los ecosistemas. No obstante, existen pérdidas o salidas, y éstas
deben equilibrarse por medio de nuevas entradas o el ecosistema dejará de funcionar. Las entradas de
nutrientes al sistema proceden de la erosión y desgaste de las rocas, del polvo transportado por el aire, y
de las precipitaciones, que pueden transportar materiales a grandes distancias. Los ecosistemas
terrestres pierden cantidades variables de nutrientes, arrastrados por las aguas y depositados en
ecosistemas acuáticos y en las tierras bajas asociadas. La erosión, la tala de bosques y las cosechas
extraen del suelo una cantidad considerable de nutrientes que deben ser reemplazados. De no ser así, el
ecosistema se empobrece. Es por esto por lo que las tierras de cultivo han de ser fertilizadas.
Si la entrada de un nutriente excede en mucho a su salida, el ciclo de nutrientes del ecosistema afectado
se sobrecarga, y se produce contaminación. La contaminación puede considerarse una entrada de
nutrientes que supera la capacidad del ecosistema para procesarlos. Los nutrientes perdidos por erosión
y lixiviación en las tierras de cultivo, junto con las aguas residuales urbanas y los residuos industriales,
van a parar a los ríos, lagos y estuarios. Estos contaminantes destruyen las plantas y los animales que no
pueden tolerar su presencia o el cambio medioambiental que producen; al mismo tiempo favorecen a
algunos organismos con mayor tolerancia al cambio. Así, en las nubes llenas de dióxido de azufre y
óxidos de nitrógeno procedentes de las áreas industriales, éstos se transforman en ácidos sulfúrico y
nítrico diluidos y caen a tierra, en forma de lluvia ácida, sobre grandes extensiones de ecosistemas
terrestres y acuáticos. Esto altera las relaciones ácido-base en algunos de ellos, mueren los peces y los
invertebrados acuáticos y se incrementa la acidez del suelo, lo que reduce el crecimiento forestal en los
ecosistemas septentrionales y en otros que carecen de calizas para neutralizar el ácido.
Véase Ciclo del carbono; Ciclo del nitrógeno.
Poblaciones y comunidades
Las unidades funcionales de un ecosistema son las poblaciones de organismos a través de las cuales
circulan la energía y los nutrientes. Una población es un grupo de organismos de la misma especie que
comparten el mismo espacio y tiempo (véase Especies y especiación). Los grupos de poblaciones de un
ecosistema interactúan de varias formas. Estas poblaciones interdependientes forman una comunidad,
que abarca la porción biótica del ecosistema.
Diversidad
La comunidad tiene ciertos atributos, entre ellos la dominancia y la diversidad de especies. La dominancia
se produce cuando una o varias especies controlan las condiciones ambientales que influyen en las
especies asociadas. En un bosque, por ejemplo, la especie dominante puede ser una o más especies de
árboles, como el roble o el abeto; en una comunidad marina los organismos dominantes suelen ser
animales, como los mejillones o las ostras. La dominancia puede influir en la diversidad de especies de
una comunidad porque la diversidad no se refiere solamente al número de especies que la componen,
sino también a la proporción que cada una de ellas representa.
La naturaleza física de una comunidad queda en evidencia por las capas en las que se estructura, o su
estratificación. En las comunidades terrestres, la estratificación está influida por la forma que adoptan las
plantas al crecer. Las comunidades sencillas, como los pastos, con escasa estratificación vertical, suelen
estar formadas por dos capas: suelo y capa herbácea. Un bosque puede tener varias capas: suelo,
herbácea, arbustos, árboles de porte bajo, árboles de porte alto con copa inferior o superior, entre otras.
Estos estratos influyen en el medio ambiente físico y en la diversidad de hábitats para la fauna. La
estratificación vertical de las comunidades acuáticas, por contraste, recibe sobre todo la influencia de las
condiciones físicas: profundidad, iluminación, temperatura, presión, salinidad, contenido en oxígeno y
dióxido de carbono.
Hábitat y nicho
La comunidad aporta el hábitat, el lugar en el que viven las distintas plantas o animales. Dentro de cada
hábitat, los organismos ocupan distintos nichos. Un nicho es el papel funcional que desempeña una
especie en una comunidad, es decir, su ocupación o modo de ganarse la vida. Por ejemplo, el cándelo
oliváceo vive en un hábitat de bosque de hoja caduca. Su nicho, en parte, es alimentarse de insectos del
follaje. Cuanto más estratificada esté una comunidad, en más nichos adicionales estará dividido su
hábitat.
Tasas de crecimiento de la población
Las poblaciones tienen una tasa de nacimiento (número de crías producido por unidad de población y
tiempo) una tasa de mortalidad (número de muertes por unidad de tiempo) y una tasa de crecimiento. El
principal agente de crecimiento de la población son los nacimientos, y el principal agente de descenso de
la población es la muerte. Cuando el número de nacimientos es superior al número de muertes la
población crece y cuando ocurre lo contrario, decrece. Cuando el número de nacimientos es igual al de
muertes en una población dada su tamaño no varía, y se dice que su tasa de crecimiento es cero.
Al ser introducida en un medio ambiente favorable con abundantes recursos, una pequeña población
puede experimentar un crecimiento geométrico o exponencial, algo similar al interés compuesto. Muchas
poblaciones experimentan un crecimiento exponencial en las primeras etapas de la colonización de un
hábitat, ya que se apoderan de un nicho infraexplotado o expulsan a otras poblaciones de uno rentable.
Las poblaciones que siguen creciendo exponencialmente, no obstante, acaban llevando al límite los
recursos, y entran con rapidez en declive debido a algún acontecimiento catastrófico como una hambruna,
una epidemia o la competencia con otras especies. En términos generales, las poblaciones de plantas y
animales que se caracterizan por experimentar ciclos de crecimiento exponencial son especies con
abundante descendencia y se ocupan poco de sus crías o producen abundantes semillas con pocas
reservas alimenticias. Estas especies, que acostumbran a tener una vida corta, se dispersan con rapidez
y son capaces de colonizar medios ambientes hostiles o alterados. A menudo reciben el nombre de
especies oportunistas.
Otras poblaciones tienden a crecer de forma exponencial al comienzo y logísticamente a continuación, es
decir, su crecimiento va disminuyendo al ir aumentando la población, y se estabiliza al alcanzar los límites
de la capacidad de sustentación de su medio ambiente. A través de diversos mecanismos reguladores,
tales poblaciones mantienen un cierto equilibrio entre su tamaño y los recursos disponibles. Los animales
que muestran este tipo de crecimiento poblacional tienden a tener menos crías, pero les proporcionan
atención familiar; las plantas producen grandes semillas con considerables reservas alimenticias. Estos
organismos tienen una vida larga, tasas de dispersión bajas y son malos colonizadores de hábitats
alterados. Suelen responder a los cambios en la densidad de población (número de organismos por
unidad de superficie) con cambios en las tasas de natalidad y de mortalidad en lugar de con la dispersión.
Cuando la población se aproxima al límite de los recursos disponibles, las tasas de natalidad disminuyen
y las de mortalidad entre jóvenes y adultos aumentan.
Interacciones en la comunidad
Las principales influencias sobre el crecimiento de las poblaciones están relacionadas con diversas
interacciones, que son las que mantienen unida a la comunidad. Estas incluyen la competencia, tanto en
el seno de las especies como entre especies diferentes, la depredación, incluyendo el parasitismo, y la
coevolución o adaptación.
Competencia
Cuando escasea un recurso compartido, los organismos compiten por él, y los que lo hacen con mayor
éxito sobreviven. En algunas poblaciones vegetales y animales, los individuos pueden compartir los
recursos de tal modo que ninguno de ellos obtenga la cantidad suficiente para sobrevivir como adulto o
reproducirse. Entre otras poblaciones, vegetales y animales, los individuos dominantes se apoderan de la
totalidad de los recursos y los demás quedan excluidos. Individualmente, las plantas tienden a aferrarse al
lugar donde arraigan hasta que pierden vigor o mueren, e impiden que sobrevivan otros individuos
controlando la luz, la humedad y los nutrientes del entorno.
Muchos animales tienen una organización social muy desarrollada a través de la cual se distribuyen
recursos como el espacio, los alimentos y la pareja entre los miembros dominantes de la población. Estas
interacciones competitivas pueden manifestarse en forma de dominancia social, en la que los individuos
dominantes excluyen a los subdominantes de un determinado recurso, o en forma de territorialidad, en la
que los individuos dominantes dividen el espacio en áreas excluyentes, que ellos mismos se encargan de
defender. Los individuos subdominantes o excluidos se ven obligados a vivir en hábitats más pobres, a
sobrevivir sin el recurso en cuestión o a abandonar el área. Muchos de estos animales mueren de
hambre, por exposición a los elementos y víctimas de los depredadores.
La competencia entre los miembros de especies diferentes provoca el reparto de los recursos de la
comunidad. Las plantas, por ejemplo, tienen raíces que penetran en el suelo hasta diferentes
profundidades. Algunas tienen raíces superficiales que les permiten utilizar la humedad y los nutrientes
próximos a la superficie. Otras que crecen en el mismo lugar tienen raíces profundas que les permiten
explotar una humedad y unos nutrientes no disponibles para las primeras.
Depredación
Una de las interacciones fundamentales es la depredación, o consumo de un organismo viviente, vegetal
o animal, por otro. Si bien sirve para hacer circular la energía y los nutrientes por el ecosistema, la
depredación puede también controlar la población y favorecer la selección natural eliminando a los menos
aptos. Así pues, un conejo es un depredador de la hierba, del mismo modo que el zorro es un depredador
de conejos. La depredación de las plantas incluye la defoliación y el consumo de semillas y frutos. La
abundancia de los depredadores de plantas, o herbívoros, influye directamente sobre el crecimiento y la
supervivencia de los carnívoros. Es decir, las interacciones depredador- presa a un determinado nivel
trófico influyen sobre las relaciones depredador-presa en el siguiente. En ciertas comunidades, los
depredadores llegan a reducir hasta tal punto las poblaciones de sus presas que en la misma zona
pueden coexistir varias especies en competencia porque ninguna de ellas abunda lo suficiente como para
controlar un recurso. No obstante, cuando disminuye el número de depredadores, o estos desaparecen, la
especie dominante tiende a excluir a las competidoras, reduciendo así la diversidad de especies.
Parasitismo
El parasitismo está estrechamente relacionado con la depredación. En él, dos organismos viven unidos, y
uno de ellos obtiene su sustento a expensas del otro. Los parásitos, que son más pequeños que sus
huéspedes, incluyen multitud de virus y bacterias. Debido a esta relación de dependencia, los parásitos
no suelen acabar con sus huéspedes, como hacen los depredadores. Como resultado, huéspedes y
parásitos suelen coevolucionar hasta un cierto grado de tolerancia mutua, aunque los parásitos pueden
regular la población de algunas especies huéspedes, reducir su éxito reproductivo y modificar su
comportamiento. Véase Parásito.
Coevolución
La coevolución es la evolución conjunta de dos especies no emparentadas que tienen una estrecha
relación ecológica, es decir, que la evolución de una de las especies depende en parte de la evolución de
la otra. La coevolución también desempeña un papel en las relaciones depredador-presa. Con el paso del
tiempo, al ir desarrollando el depredador formas más eficaces de capturar a su presa, ésta desarrolla
mecanismos para evitar su captura. Las plantas han desarrollado mecanismos defensivos como espinas,
púas, vainas duras para las semillas y savia venenosa o de mal sabor para disuadir a sus consumidores
potenciales. Algunos herbívoros son capaces de superar estas defensas y atacar a la planta. Ciertos
insectos, como la mariposa monarca, pueden incorporar a sus propios tejidos sustancias venenosas
tomadas de las plantas de las que se alimentan, y las usan como defensa contra sus depredadores. Otros
organismos similares relacionados con ella (véase Mariposa virrey) pueden adquirir, a través de la
selección natural, un patrón de colores o una forma que imita la de la especie no comestible. Dado que se
asemejan al modelo desagradable, los imitadores consiguen evitar la depredación. Otros animales
recurren a asumir una apariencia que hace que se confundan con su entorno o que parezcan formar parte
de él. El camaleón es un ejemplo bien conocido de esta interacción. Algunos animales que emplean
olores desagradables o venenos a modo de defensa suelen exhibir también coloraciones de advertencia,
normalmente colores brillantes o dibujos llamativos, que actúan como aviso adicional para sus
depredadores potenciales. Véase Adaptación; Mimetismo.
Otra relación coevolutiva es el mutualismo, en el que dos o más especies dependen la una de la otra y no
pueden vivir más que asociadas. Un ejemplo de mutualismo es el de las micorrizas, relación forzosa entre
determinados hongos y las raíces de ciertas plantas. En uno de los grupos, el de las ectomicorrizas, los
hongos forman una capa o manto en torno a las radicelas. Las hifas de los hongos invaden la radicela y
crecen entre las paredes celulares, además de extenderse suelo adentro a partir de ella. Los hongos, que
incluyen varias setas comunes de los bosques, dependen del árbol para obtener energía. A cambio,
ayudan al árbol a obtener nutrientes del suelo y protegen sus raicillas de ciertas enfermedades. Sin las
micorrizas, algunos grupos de árboles, como las coníferas y los robles, no pueden sobrevivir y
desarrollarse. Por su parte, los hongos no pueden existir sin los árboles. Véase Simbiosis.
Sucesión y comunidades clímax
Los ecosistemas son dinámicos en el sentido de que las especies que los componen no son siempre las
mismas. Esto se ve reflejado en los cambios graduales de la comunidad vegetal con el paso del tiempo,
fenómeno conocido como sucesión. Comienza por la colonización de un área alterada, como un campo
de cultivo abandonado o un río de lava recientemente expuesto, por parte de especies capaces de tolerar
sus condiciones ambientales. En su mayor parte se trata de especies oportunistas que se aferran al
terreno durante un periodo de tiempo variable. Dado que viven poco tiempo y que son malas
competidoras, acaban siendo reemplazadas por especies más competitivas y de vida más larga, como
ocurre con ciertos arbustos que más tarde son reemplazados por árboles. En los hábitats acuáticos, los
cambios de este tipo son en gran medida resultados de cambios en el medio ambiente físico, como la
acumulación de sedimentos en el fondo de un estanque. Al ir haciéndose éste menos profundo, se
favorece la invasión de plantas flotantes como los lirios de agua y de plantas emergentes como las
espadañas. La velocidad de la sucesión depende de la competitividad de la especie implicada; de la
tolerancia a las condiciones ambientales producidas por el cambio en la vegetación; de la interacción con
los animales, sobre todo con los herbívoros rumiantes, y del fuego. Con el tiempo, el ecosistema llega a
un estado llamado clímax (estado óptimo de una comunidad biológica, dadas las condiciones del medio),
en el que todo cambio ulterior se produce muy lentamente, y el emplazamiento queda dominado por
especies de larga vida y muy competitivas. Al ir avanzando la sucesión, no obstante, la comunidad se
vuelve más estratificada, permitiendo que ocupen el área más especies de animales. Con el tiempo, los
animales característicos de fases más avanzadas de la sucesión reemplazan a los propios de las
primeras fases.
LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS surgió con los trabajos del biólogo alemán Ludwig von Bertalanffy,
publicados en 1950 y 1968. Esta teoría no busca soluciones prácticas, pero sí producir teorías y
formulaciones que puedan crear condiciones de aplicación en la realidad empírica. La teoría de sistemas
afirma que las propiedades de los que las propiedades de los sistemas no pueden ser descritos
significativamente en términos de sus elementos separados. La comprensión de los sistemas solamente
se presenta cuando se estudian los sistemas globalmente, involucrando todas las interdependencias de
los subsistemas.
La teoría general de sistemas se fundamenta en tres premisas básicas a saber:



Los sistemas existen dentro de sistemas.
Los sistemas son abiertos.
Las funciones de un sistema dependen de su estructura.
Se verifica que las teorías tradicionales de la organización han propendido por ver la organización
humana como un sistema cerrado. Esa tendencia ha llevado a no considerar los diferentes ambientes
organizacionales y la naturaleza de la dependencia organizacional en cuanto al ambiente. El punto débil
del enfoque pasado fue que trató con pocas de las variables significantes de la situación total por un lado,
y muchas veces se ha sustentando con variables impropias por otro.
La teoría de sistemas penetró rápidamente en la teoría administrativa por dos razones básicas:
a)
por un lado, frente a la necesidad de una síntesis y de una integración mayor de las teorías que la
procedieron, esfuerzo intentado con bastante éxito en la aplicación de las ciencias del comportamiento al
estudio de la organización desarrollado por los behavioristas;
b)
Por otro lado, la matemática, la cibernética, de un modo general, y la tecnología de la información,
de un modo especial, trajeron inmensas posibilidades de desarrollo y operacionalización de las ideas que
convergían hacia una teoría de sistemas aplicadas a la administración.
CONCEPTO & CARACTERISTICAS DE SISTEMAS
La organización es un sistema que consta de un número de partes interactuantes y ninguna de ellas es
más que las otras en sí. De la definición de Bertalanffy, según la cual el sistema es un conjunto de
unidades recíprocamente relacionadas, se deducen dos conceptos: el de propósito y el globalismo.
o
o
Propósito: todo sistema tiene uno o algunos propósitos. Las unidades o elementos,
como también las relaciones, definen una distribución que trata siempre de alcanzar un objetivo.
Globalismo: todo sistema tiene una naturaleza orgánica, por la cual una acción que
produzca cambio en una de las unidades del sistema, con mucha probabilidad producirá cambios
en todas las otras unidades de éste.
El término sistema es empleado generalmente en el sentido de sistema total. Los componentes
necesarios para la operación de un sistema total son llamados subsistemas, los que , a su vez, están
formados por la reunión de nuevos subsistemas más detallados.
En cuanto a su constitución, los sistemas pueden ser físicos o abstractos: sistema físicos o concretos,
cuando están compuesto por equipos, por maquinarias y por objetos y cosas reales. Sistemas abstractos,
cuando están compuestos por conceptos, planes, hipótesis e ideas. En ciertos casos, el sistema físico
opera en consonancia con el sistema abstracto.
En cuanto a su naturaleza, los sistemas pueden ser cerrados o abiertos: los sistemas cerrados son los
que no presentan intercambio con el medio ambiente que los rodea, pues son herméticos a cualquier
influencia ambiental. Los sistemas abiertos son los que presentan relaciones de intercambio con el
ambiente, a través de entradas y salidas.
El sistema se caracteriza por determinados parámetros. Los parámetros de los sistemas son: entrada,
procesamiento, salida, retroacción y ambiente.
La descripción del sistema abierto es exactamente aplicable a una organización empresarial. Una
empresa es un sistema creado por el hombre y mantiene una dinámica interacción con su medio
ambiente, ya sea con los clientes, los proveedores, los competidores, las entidades sindicales, etc. influye
sobre el medio ambientes y recibe influencias de éste.
La idea de tratar a la organización como un sistema abierto no es nueva. Herbert Spencerya lo afirmaba
en el inicio de este siglo: "Un organismo social se asemeja a un organismos individual en los siguientes
rasgos esenciales:





en el crecimiento
en el hecho de volverse más complejo a medida que crece;
en el hecho de que haciéndose más complejo, sus partes exigen una creciente
interdependencia;
porque su vida tiene inmensa extensión comparada con la vida de sus unidades componentes
porque en ambos casos existe creciente integración acompañada por creciente heterogeneidad"
Las organizaciones poseen todas las características de los sistemas abiertos, definidas en parte
anteriormente.
De todas las teorías presentadas hasta este momento, la teoría de sistemas es la menos criticada, tal vez
por el hecho de que aún no ha transcurrido suficiente tiempo para su análisis más profundo. Por otra
parte, puede ser además que la perspectiva sistemática parece estar de acuerdo con la preocupación
estructural-funcionalista típica de las ciencias sociales de los países capitalistas de hoy en día.
Las principales características de la moderna teoría de la administración basada en el análisis
sistemático son las siguientes: punto de vista sistemático, enfoque dinámico, multidimensional y
multinivelado, multimotivacional, probabilístico, multidisciplinaria, descriptivo, multivariable y adaptativa.
Sin embargo, muchos autores consideran la teoría de sistemas demasiado abstracta y conceptual, y por
lo tanto, de difícil aplicación a situaciones gerenciales prácticas. A pesar de que ha venido predominando
fuertemente en la teoría administrativa y tiene una aplicabilidad general al comportamiento de diferentes
tipos de organizaciones e individuos en diferentes medios culturales, el enfoque sistemático es
básicamente una teoría general comprensible, que cubre ampliamente todos los fenómenos
organizacionales. Es una teoría general de las organizaciones y de la administración, una síntesis
integradora de los conceptos clásicos, neoclásicos, estructuralistas, neoestructuralistas y behavioristas.
No obstante, aunque el esquema más amplio de ese enfoque parece virtualmente completo en su todo,
muchos detalles de la teoría todavía están por estudiar e investigar.
Atributos emergentes
Cuando nos referimos a los niveles de organización, se indicaban diferentes subgrupos diferenciadles,
como lo son individuo, población o comunidad, donde un determinado nivel de organización esta formado
por subgrupos integrados por el nivel de complejidad anterior.
Al combinarse subgrupos o componentes para producir entidades funcionales de dimensiones mayores,
emergen nuevas propiedades no presentes en el subgrupo o componente predecesor. Los atributos
emergentes presentan principios no reductibles, es decir las propiedades del todo no son reductibles a la
suma de las propiedades de las partes. Por otro lado los atributos, permiten se conserven las
características colectivas, que son las características que son resultado de la suma de las partes.
Dicho en otras palabras, entendemos como niveles emergentes a aquellas categorías de organización de
la materia, en las cuales hay propiedades o características que no se expresan por la simple adición de
las propiedades o características de los elementos que la constituyen, como una unidad natural de
organización de la materia, la población representa algo más que la superposición de los individuos.
Considerando lo anterior se puede decir que población biológica comparte atributos tales como tasa de
natalidad, tasa de mortalidad, proporción de sexos, distribución de edades, etc.
Los atributos emergentes, los podemos dividir en primarios y secundarios. Los primarios, son los
que nos permiten describir de forma esencial al nivel de organización. Para el nivel de complejidad de
población, los atributos primarios son derivados de la densidad de la población evaluada en forma
absoluta o relativa, y consideramos a los siguientes:
Natalidad. Incluyendo los conceptos de fertilidad (nacimientos reales) y fecundidad (nacimientos
posibles).
Mortalidad. Considerando la longevidad fisiológica (longevidad que por las características de los
individuos se puede presentar) y longevidad ecológica (longevidad que por el medio ambiente los
organismos pueden tener).
Inmigración. Como tasa de entrada de organismos, provenientes de otras poblaciones.
Emigración. Tasa de salida de organismos de la población no causada por muerte.
Los atributos secundarios de mayor interés son:
Cuantitativos


Patrón de distribución de los organismos.
Tasa de crecimiento de la población.
Cualitativos




Estructura de edades
Composición genética
Tasa sexual
Estructura social.
Como resultado de considerar los atributos emergentes, se puede entender a la población con el modelo
demóstato:
Propiedades emergentes
Para cualquier sistema existen propiedades o atributos que surgen como resultado de la interacción de
todos sus componentes y que no se reconocen a nivel de las propiedades de los componentes singulares.
Tamaño mínimo de un ecosistema: aquel que permite la permanencia de los elementos básicos que lo
constituye.
Los ecosistemas
Plantas verdes, fitófagos, zoófagos, humus, Sustancia, orgánica muerta, saprófagos, CO2, O2, agua,
nutrientes, Energía solar.
Componentes genéricos de un ecosistema
Subsistema cultivos-Subsistema plagas-Subsistema enfermedades-Subsistema malezas-Subsistema
atmosférico-Subsistema suelo-Energía humana, animal, fósil, fertilizantes, biocida, semillas de cultivo, etc.
Radiación solar, precipitaciones, Cosecha y otras
Atributos
Usos:
Protección de hábitat-Calidad de hábitat
Relaciones entre organismos
Asociaciones e interacciones entre organismos
Cuando dos especies de un ecosistema tienen actividades o necesidades en común es
frecuente que interactúen entre sí. Puede que se beneficien o que se dañen o, en otros casos,
que la relación sea neutra. Los tipos principales de interacción entre especies son:
a) Competencia.
Cuando ambas poblaciones tienen algún tipo de efecto negativo una sobre la otra. Es
especialmente acusada entre especies con estilos de vida y necesidades de recursos similares.
Ejs.: poblaciones de paramecios creciendo en un cultivo común o escarabajos de la harina y el
arroz.
Hay un principio general en ecología que dice que dos especies no pueden coexistir en un
medio determinado si no hay entre ellas alguna diferencia ecológica. Si no hay diferencias una
acaba desplazando a la otra.
Efectos alopáticos
Algunos organismos eliminan a sus competidores por medio de
sustancias químicas tóxicas. A esto se le denomina alopatía. Así
tenemos hongos que usan antibióticos, como la penicilina, para
eliminar las bacterias que podrían crecer a su alrededor. El brezo o el
nogal también impiden, con venenos, que otras plantas crezcan en
sus proximidades. El Tamarix enriquece en sal el suelo en el que se
asienta por lo que las plantas no adaptadas a suelos salinos mueren.
b) Depredación.
Se da cuando una población vive a costa de cazar y devorar a la otra (presas). En el
funcionamiento de la naturaleza resulta beneficiosa para el conjunto de la población depredada
ya que suprimen a los individuos no adaptados o enfermos y/o previenen la superpoblación. El
guepardo es depredador de las gacelas de Thomson o las águilas de los conejos.
c) Parasitismo.
Es similar a la depredación, pero el término parásito se reserva para designar pequeños
organismos que viven dentro o sobre un ser vivo de mayor tamaño (hospedador o huésped),
perjudicándole.
La forma de vida parásita tiene un gran éxito; aproximadamente una cuarta parte de las
especies de animales son parásitas. Son ejemplo de esta relación las tenias, los mosquitos,
garrapatas, piojos, muérdago, lampreas, etc.
d) Comensalismo.
Es el tipo de interacción que se produce cuando una especie se beneficia y la otra no se ve
afectada. Así, por ejemplo, algunas lapas que viven sobre las ballenas. La lapa tiene un lugar
seguro para vivir y facilidad para alimentarse de plancton, mientras que la ballena no se ve ni
perjudicada ni beneficiada.
e) Cooperación.
Se da cuando dos especies se benefician una a otra pero cualquiera de las dos puede
sobrevivir por separado. Sería el caso de las esponjas que viven sobre la concha de moluscos
marinos.
f) Mutualismo.
Es el tipo de relación en el que dos especies se benefician entre sí hasta el extremo de que su
relación llega a ser necesaria para la supervivencia de ambas especies. Las abejas, por
ejemplo, dependen de las flores para su alimentación y las flores de las abejas para su
polinización.
Adaptación de los seres vivos a su medio.
Adaptaciones estructurales:
En el curso de la evolución, los organismos han experimentado sucesivas adaptaciones estructurales
cuando el medio ambiente cambio o cuando emigraron a un nuevo medio ambiente. Como resultado de
las readaptaciones sucesivas muchos organismos actuales poseen estructuras o mecanismos fisiológicos
inútiles e incluso nocivos, que en un tiempo le brindaron ventajas manifiestas cuando el organismo estaba
adaptado a un medio diferente.
Las adaptaciones de diversas partes de la boca de algunas animales a los alimentos que ingieren figuran
entre las más sorprendentes que pueden citarse. Las partes bucales de algunos insectos están adaptadas
para aspirar el néctar de ciertas especies de plantas; en otros, la adaptación es para chupar sangre por
picadura o para mascar vegetales. Los picos de varias clases de aves y los dientes de algunos mamíferos
pueden adquirir gran adaptación para tipos peculiares de alimentos.
En muchos animales, la adaptación especializada a cierto genero de vida es simplemente la ultima fase
de una cambiante sucesión de adaptaciones. Por ejemplo tanto el hombre como el babuino, cuyos
inmediatos antecesores eran arborícolas, regresaron a la superficie del terreno, de modo que se
readaptaron a la marcha.
Tenemos como ejemplo el caso de los canguros trepadores de Australia son descendiente de
marsupiales de vida exclusivamente en el suelo; de estos derivaron formas que por radiación adaptativa
volvieron a los árboles y se desarrollaron miembros adaptados para trepar. Algunos de estos marsupiales
dejaron de nuevo los árboles y se readaptaron a la vida del terreno, con alargamiento de las extremidades
posteriores como las conocemos hoy día en los canguros, adaptados a la marcha a saltos. Algunos de
estos canguros recurrieron por tercera vez a los árboles, pero sus patas estaban ya tan especializadas al
salto que no podían asirse a un tronco, de modo que hoy trepan abrazándose a ellos, a la manera de un
oso.
Adaptaciones fisiológicas:
Uno de los tipos de mutaciones favorables es la que abrevia la temporada del crecimiento de un vegetal o
del tiempo total necesario para que un insecto llegue a la fase adulta. Estas mutaciones permiten que un
organismo sobreviva más alejado del ecuador, lo que le brinda nuevas áreas de espacio vital y nuevas
fuentes de alimento.
Otros seres han resuelto el problema de vivir en las regiones polares mediante el recurso de quedar
adormecidos durante la estación más fría o por migración. Muchas aves, pero solo unos pocos mamíferos
emigran hacia el sur para evitar los crudos meses del invierno.
Otros mamíferos (monotremas, musarañas, roedores y murciélagos) se adormecen durante las
temporadas invernales.
Las aves y los mamíferos son los únicos seres con mecanismos reguladores de la temperatura interna,
que se mantiene constante a pesar de grandes fluctuaciones de la externa. Estos animales termostatitos
se denominan homeotermos (sangre caliente) por contraste, los peces, anfibios, reptiles y todos
invertebrados son poiquilotermos (sangre fría), puesto que su temperatura es casi la misma que la del
ambiente.
Los peces de mar están adaptados a sobrevivir dentro de cierta gama de presiones, y por lo tanto a una
profundidad determinada. En consecuencia, los animales de la superficie perecen aplastados por las
enormes presiones de la profundidad, mientras que los abismales estallan en la superficie. Por ejemplo: la
ballena, por excepción puede sufrir grandes diferencias de presión, hasta la de 800 metros, al parecer sin
inconveniente. Se supone que los alvéolos pulmonares se colapsan al llegar la presión a cierto punto y los
gases no pasan a la sangre.
Adaptaciones al color:
Las adaptaciones para supervivencia son evidentes en el color y disposición de plantas y animales, así
como en su estructura y procesos fisiológicos. Los especialistas en ecología reconocen tres tipos de
adaptación al color: coloración protectora o de ocultación, que permite al organismo entonar con el
fondo y pasar así inadvertido a sus enemigos; coloración de aviso, la cual consiste en tonos brillantes y
visibles, llevados por los animales venenosos o de gusto repulsivo para advertir a los posibles enemigos
de presa que vale mas que no los devoren, y mimetismo con el cual el animal toma el aspecto de otro
ser vivo o incluso de un objeto inanimado.
La coloración protectora puede servir para ocultar al animal que desea escapar a un enemigo potencial, o
ser adoptada por dicho enemigo con el fin de pasar inadvertido a su posible presa.
Si un animal esta equivocado de colmillos distribuidores de ponzoña, mecanismos hara aguijonear
reservas de productos químicos que les den sabor repulsivo, es ventajoso para ellos que esta cualidad
sea bien conocida, por lo que es frecuente que los seres de este tipo exhiben colores de advertencia.
Sirve de ejemplo interesante un sapo europeo con piel abdominal intensamente roja; este animal dispone
de unas glándulas cutáneas cuya secreción les comunica sabor muy desagradable.
Adaptaciones mutuas entre especies:
La evolución y adaptación de cada especie no se ha cumplido en un vació biológico, independiente de las
otras formas: antes al contrario, muchas especies ejercen influencia indudable sobre la adaptación de
otras. El resultado ha sido que ciertos organismos vivan en estado de dependencia mutua de insectos.
Estos, son necesarios para la polinización de mucos vegetales; algunos dependen tanto de insectos que
no podrían sobrevivir sin su presencia.
Aves, murciélagos y hasta caracoles se sabe que sirven como vectores del polen, pero sin duda los
insectos son en esto los animales más activos. Las plantas en floración brindan fragancias exquisitas y
colores brillantes, probablemente con el fin de atraer aves e insectos que aseguren su polinización.
Algunas de las adaptaciones entre especies son tan precisas que una no podría vivir en una comarca sin
la otra.
Un ejemplo claro de este tipo de adaptaciones podría ser el de la Yuca, una mariposa y un insecto. El
insecto, por una serie de actos no aprendidos previamente, llega a la flor de Yuca, recoge una cantidad de
polen y lo lleva a la flor. En esta alarga su ovario floral y deposita un óvulo; después coloca
cuidadosamente algo de polen sobre el estigma. La yuca, en esta forma, asegura que será fertilizada y
producirá semillas; la larva de la mariposa se alimenta de las mismas. El vegetal productor de muchas
semillas, no queda perjudicado por las que ofrece al insecto.
Adaptaciones de las Aves: Anatomía y fisiología
La mayoría de las aves puede volar y desciende de antepasados que podían hacerlo, aunque hay
especies, que se han extinguido, que no eran voladoras. Además, el cuerpo de las aves está modificado
para aumentar la eficacia del vuelo. Los huesos de los dedos y las articulaciones de las patas delanteras
están fusionados formando un soporte rígido para las grandes plumas de vuelo de las alas. También
existe fusión ósea en el cráneo y en la cintura pelviana, así se obtiene una mayor resistencia y ligereza.
En las aves adultas muchos de los huesos están huecos, carecen de médula y están conectados con un
sistema de sacos o bolsas aéreos dispersos por todo el cuerpo. El esternón, o hueso del pecho, de la
mayoría de ellas es grande y tiene una quilla o cresta central llamada Carina. El esternón y la Carina
soportan algunos de los principales músculos utilizados en el vuelo. En las aves de la subclase Ratites como el avestruz, el kiwiy afines- que han perdido la capacidad de volar, el esternón tiene un tamaño más
reducido y la Carina se ha perdido.
Las mandíbulas de las aves actuales se alargan como picos sin dientes y están cubiertas con una capa
córnea llamada la ranfoteca. En la mayoría de las especies es dura, pero también puede ser correosa,
como en los andarríos y en los patos. La ausencia de dientes reduce el peso del cráneo.
Las aves no tienen glándulas sudoríferas y no pueden enfriar su cuerpo por transpiración. Durante el
vuelo, el calor se dispersa con el paso del aire a través de su sistema de sacos aéreos y, cuando están en
reposo, jadeando.
Una técnica de supervivencia durante el invierno, muy común en los mamíferos, pero rara en las aves, es
la disminución del ritmo de los procesos fisiológicos. Esto incluye la reducción de la temperatura corporal
y, en los casos extremos, se alcanza la hibernación. Durante mucho tiempo se pensó que las aves no
hibernaban. Sin embargo, las últimas investigaciones demuestran que diversas especies de chotacabras,
vencejos y colibríes del desierto o de áreas de alta montaña, donde las noches de invierno son muy frías,
pueden entrar en un estado de letargo, similar a la hibernación, para conservar energía.
Adaptaciones de los vegetales al ambiente acuático.
Los vegetales acuáticos se distribuyen en el ambiente de las aguas oceánicas y en el de las aguas
continentales.
Las algas presentan modificaciones en su forma corporal, las cuales reflejan su adaptación a las
condiciones de alimentación y de luminosidad de la zona en que se encuentran.
Las algas presentan distinta coloración de acuerdo a las condiciones de luminosidad donde vivan. Las de
la superficie del océano son de coloración verde, como el luche; las que viven a poca profundidad son
cafés o pardas, como el cochayuyo; y las que viven a mayor profundidad son rojas, como las algas
coralinas. El hecho de que presenten coloración distinta al verde no significa ausencia del pigmento verde
clorofila para captar la luz solar, sino que se encuentra enmascarada por los otros pigmentos (café, rojo,
azul, amarillo).
Las algas que viven en la zona litoral deben poseer modificaciones corporales que les permitan
adaptarse a una zona azotada por oleajes frecuentes. Para vencer esta condición del ambiente han
desarrollado estructuras de fija en la parte inferior del talo; esta estructura de fijación recibe nombre de
pie. Debido a este mecanismo de fijación, las algas pueden adherirse a las rocas de la zona litoral para
evitar ser arrastradas por el oleaje. En la zona de alta mar, las algas deben desarrollar estructuras que les
permitan flotar; las de gran tamaño poseen estructuras flotadoras llenas de aire, y las de tamaño reducido,
filamentos para aumentar la superficie de contacto con el aire, lo que les permite la flotación.
Adaptaciones de los animales al ambiente acuático.
En el caso de los animales acuáticos también hay adaptación en el tipo de desplazamiento o sea todos
los movimientos que permitan a los animales capturar su alimento, reproducirse, relacionarse con los
demás seres que le rodean, escapar de sus enemigos y protegerse.
Debemos tener presente que hay algunos animales marinos que permanecen fijos en las rocas como la
actinia (celentéreo); sin embargo, ellos también realizan un cierto desplazamiento, por ejemplo, al mover
sus tentáculos.
Pondremos como ejemplo los siguientes casos: Los moluscos, éstos poseen un largo pie muscular que le
permite fijarse en la arena o en la roca para desplazarse o bien para protegerse del golpe de las olas.
Otros moluscos, como los pulpos, utilizan para su desplazamiento un sifón que impulsa agua y sus
tentáculos.
En los equinodermos, citemos la estrella de mar, la cual posee cinco brazos o múltiplos de cinco que le
permiten caminar sobre las rocas gracias a la acción de unos finos tubos terminados en ventosas,
llamados “pies ambulacrales”, los que sólo existen en la parte inferior del animal. Adhiriéndose y
soltándolos alternativamente, la estrella se arrastra en cualquier dirección, a voluntad. Otra forma de
trasladarse de estos animales es dando volteretas. En el agua continental encontramos el cangrejo de río
(crustáceo), el cual utiliza sus numerosos pies (diez) para su desplazamiento.
Muchos animales invertebrados marinos, como los choritos, no se desplazan y, sin embargo, también se
pueden alimentar, porque al estar el agua en constante movimiento, les entrega a cada momento su
alimento.
Obviamente la estructura anatómica de los vertebrados acuáticos influye, mucho en la adaptación ellos:
• Poseen un cuerpo suavemente curvado y comprimido por los lados; por esta razón se dice que los
peces tienen un cuerpo de forma hidrodinámica para desplazarse en el agua.
• Poseen aletas que son membranas que les sirven para nadar, las cuales tienen una ubicación especial
en su cuerpo, cumplen distintas funciones y guardan relación con las extremidades de los animales
vertebrados terrestres.
• El desplazamiento de los peces se ve favorecido por los movimientos ondulantes de su cuerpo; éstos
van desde la cabeza a su cola, moviendo el agua de su alrededor hacia atrás, con lo cual logran
desplazarse.
• Muchos peces poseen una vejiga natatoria que es un saco alargado donde almacenan determinados
gases que obtiene de su sistema circulatorio. En general, los peces que habitan en las grandes
profundidades no presentan esta vejiga, como por ejemplo, los tiburones; debido a ello deben movilizarse
constantemente para no hundirse. El hombre ha imitado muchas de las adaptaciones de los peces para
desplazarse en el mar; piensa en el caso de los buzos y en el de los submarinos.
Las ballenas y los delfines son algunos representantes de los mamíferos marinos que presentan
adaptaciones similares a los peces, con extremidades transformadas en aletas y cuerpos hidrodinámicos.
Otro grupo de animales vertebrados de aguas continentales, como los anfibios, presentó en sus primeros
estados de desarrollo aletas para el desplazamiento en el agua. Algunas especies marinas de reptiles,
como ciertas tortugas, han transformado sus cuatro patas en aletas. El ambiente terrestre impone a los
seres vivos que allí habitan condiciones mucho más rigurosas que las existentes en el ambiente acuático
y aéreo.
Adaptaciones de los vegetales al ambiente terrestre.
Las adaptaciones de los vegetales que habitan en el ambiente terrestre están en función del clima y del
tipo de suelo de cada región.
Los vegetales terrestres han debido sobreponerse a una serie de condiciones adversas planteadas por el
ambiente. Entre ellas figuran:

la necesidad de un medio de fijación al suelo

los distintos tipos de suelo

la disponibilidad de agua y de luz

los cambios de los factores climáticos.
Estas necesidades han dado origen al desarrollo de ciertas estructuras que permiten al vegetal sobrevivir
en distintos ambientes. Nuestro país por ser tan extenso presenta características muy diferentes, lo cual
ha posibilitado la existencia de una gran variedad de especies vegetales.
Para explicar mejor la variedad y la adaptación lo dividiremos por climas.

Los vegetales del desierto

El clima del desierto impone a los vegetales la adaptación a condiciones de suelos de gran
sequedad, y a los factores climáticos caracterizados por altas temperaturas durante el día y
bajas durante la noche. La escasez de lluvias durante el año y los bruscos cambios de
temperatura durante el día y la noche., son un factor limitante para que la vida vegetal se
desarrolle en plenitud; aún así algunos organismos pueden sobrevivir bajo estas condiciones.
Los vegetales de zonas desérticas tienen raíces extensas y superficiales para absorber el agua,
que acumulan en tallos gruesos con forma cilíndrica o esférica, y están poco ramificados de
manera que sea mínima la superficie del vegetal expuesta a la deshidratación.



Un ejemplo característico de este tipo de vegetal es el cactus, planta perenne que tiene tallos
carnosos redondos o aplanados y una superficie áspera; es capaz de almacenar grandes
cantidades de agua en su tallo, el cual se adelgaza durante períodos de sequía, y cuando caen
lluvias ocasionales se vuelve a ensanchar debido a la incorporación del agua que almacenará
por otro periodo. Los brotes tiernos poseen hojas pequeñas, las cuales con mucha frecuencia
quedan reducidas a escamas. La mayoría de las especies tienen espinas cortas y rígidas;
algunas son, sin duda, hojas modificadas y otras, transformaciones de los pelos con el fin de
evitar la transpiración y con ello la pérdida de agua. En este tipo de vegetales, es el tallo el que
realiza directamente el proceso de elaboración del alimento de la planta llamado fotosíntesis. Los
cactus requieren fundamentalmente un suelo arenoso, relativa cantidad de agua y abundante y
cálida luz solar.
o
Los vegetales de zonas lluviosas
Los vegetales que habitan en estas zonas no modifican en gran medida su estructura típica
conformada por raíz, tallo y hojas. Las condiciones climáticas caracterizadas por abundantes
lluvias durante la mayor parte del año, permiten el desarrollo de extensos bosques donde
abundan vegetales, como los eucaliptus, los pinos, etc. La abundancia de vegetales contribuye
en gran medida con la humedad del aire, debido al alto porcentaje de agua que evaporan;
algunos científicos lo expresan diciendo: “los vegetales actúan como tiradores de agua al
ambiente”
Los árboles más altos captan con mayor facilidad la luz, pero en las zonas intermedias e
inferiores del bosque, la luz diminuye cada vez más; por esta razón en las zonas bajas de un
bosque se desarrolla muy poca vegetación herbácea (hierbas, pastos). En el suelo de un bosque
encontramos musgos y hongos adheridos a los troncos; éstos son vegetales que crecen
favorecidos por la falta de luminosidad y por el aumento de la humedad.
o
Los vegetales de la Antártica
El territorio antártico se caracteriza por tener temperaturas bajo cero durante la mayor parte del
año. Los vegetales que habitan en ella han debido adaptarse para aumentar la posibilidad de
supervivencia en un ambiente muy desfavorable. Los vegetales, en general, se adaptan a las
condiciones del ambiente en que se encuentran y existen diferencias significativas en las
adaptaciones de los que viven en ambientes desérticos, lluviosos y polares.
Adaptaciones de los animales al ambiente terrestre.
o
Adaptaciones de los invertebrados al desplazamiento
Los distintos grupos de invertebrados pertenecen en su gran mayoría al ambiente acuático; sin
embargo, en el grupo de los artrópodos existen tres clases que viven en el ambiente terrestre
propiamente tal, o en el ambiente aéreo-terrestre.
Una de estas clases de artrópodos terrestres está formada por los arácnidos; dentro de este
grupo, no sólo encontramos las arañas, los escorpiones y ácaros, como la garrapata y el arador
de la sarna.
o
Adaptaciones de los vertebrados al desplazamiento
En comparación con los invertebrados, los vertebrados del ambiente terrestre presentan
características diferentes para su desplazamiento, porque poseen un esqueleto interno y un
sistema muscular muy desarrollado.
Los anfibios, en su estado adulto poseen cuatro extremidades (patas) que les permiten el
desplazamiento; en algunos casos, como la rana, sus extremidades posteriores son mucho más
grandes que las anteriores, a diferencia de los sapos que tienen sus cuatro extremidades de
tamaño muy similar.
Los reptiles presentan en su mayoría cuatro extremidades, como las lagartijas, los cocodrilos y
las tortugas; sin embargo, en este grupo también debemos incorporar a las serpientes, que no
poseen estas extremidades y se desplazan con movimientos ondulatorios del cuerpo.
Los mamíferos, como el gato, el perro y el caballo, poseen en su mayoría cuatro extremidades
para desplazarse. En el hombre las extremidades anteriores se han diferenciado
transformándose en brazos, y sólo utiliza las extremidades posteriores para su desplazamiento.
El mono, pese a poseer sus extremidades anteriores diferenciadas, las utiliza tanto para
desplazarse como para capturar o acercar los alimentos a la boca. Al comienzo señalábamos
que la mayoría de los mamíferos posee cuatro extremidades; sin olvidar los mamíferos
acuáticos, como los delfines, o los aéreos como los murciélagos, que se han adaptado de
distintas maneras para desplazarse.
o
Adaptaciones de los vertebrados a la alimentación
Los reptiles presentan fundamentalmente hábitos carnívoros, como el cocodrilo, que posee una
dentadura especial para ello. Los mamíferos presentan la dentadura adaptada según el tipo de
alimentación y en ella se distinguen dientes del tipo incisivo, canino y molar. Según su
alimentación se reconocen los siguientes grupos:
1) Animales herbívoros
La ardilla come principalmente granos y semillas; posee dos dientes incisivos en cada mandíbula
que, debido al gran desgaste que sufren, necesitan crecer continuamente. La rata, el castor y
otros animales presentan estas mismas características y por ello reciben el nombre de roedores.
Los rumiantes son otro grupo de herbívoros, como la vaca y la oveja. Estos animales poseen un
estómago especial, pues tragan los alimentos casi sin masticar y después realizan la rumia, es
decir, devuelven el alimento a la boca para masticarlo bien. Para ello poseen molares con los
cuales muelen el alimento. Los incisivos les sirven para cortar el pasto. No poseen caninos. Los
caballos y los elefantes son igualmente herbívoros, pero distintos a los rumiantes.
Puedes inferir que los herbívoros se alimentan de los distintos tipos de vegetales: pastos,
hierbas, frutos, granos, etc.
2) Animales carnívoros
El gato, el perro y el zorro son algunos ejemplos de animales carnívoros; esto quiere decir que
su alimentación es en base a carne.
Son depredadores naturales de animales más pequeños en una comunidad o en su hábitat
natural. Se caracterizan porque presentan en su boca cuatro dientes caninos o colmillos muy
afilados que les sirven para desgarrar, incisivos que les permiten cortar, y molares para moler o
triturar. Por esta razón pueden desgarrar la carne con tanta facilidad. Otros animales carnívoros
cazadores como el lobo, el lince y el león utilizan los colmillos para matar a sus presas. En las
regiones heladas también encontramos mamíferos carnívoros como el oso polar. Los animalescarnívoros tienen un papel muy importante en los distintos hábitats en que se encuentran,
porque contribuyen al equilibrio de la población para evitar que algunas especies aumenten su
número en forma descontrolada.
3) Animales omnívoros
Son el jabalí, el cerdo, el hombre y el oso; este último se alimenta de peces, frutos, miel de
abejas, etc. durante la primavera; en el verano consume preferentemente frutos; en el otoño el
alimento escasea y se alimenta incluso de pequeñas raíces, para luego dormir en el invierno.
Durante ese tiempo vive de las reservas acumuladas en su cuerpo. El oso es considerado un
animal omnívoro, debido a estas características. Respecto a su dentadura, los omnívoros
poseen dientes tanto para moler los vegetales (molares), como para desgarrar la carne (incisiva
y canina). Otros ejemplos de omnívoros son la liebre o la gallina que además de alimentarse de
plantas, completan su dieta con pequeños animales o insectos y gusanos