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A L GDGGDU SF U R LS “LOS ANDES No. 57” LAS ARTES LIBERALES Q HC Ramiro Hermosa Góngora La expresión artes liberales, usada principalmente durante la Edad Media, no significa artes en el sentido en el que entendemos estas palabras hoy en día, sino aquellas ramas del conocimiento que fueron enseñadas en las escuelas de aquel tiempo. Son llamadas liberales (Lat.liber, libres) porque sirven al propósito de entrenar al hombre libre, en contraste con las artes illiberales, que tienen fines económicos; su fin es preparar al estudiante no para ganarse la vida, sino la búsqueda de la ciencia en el sentido estricto del término, es decir, la combinación de filosofía y teología conocida como escolástica. En número son siete y pueden organizarse en dos grupos, abarcando el primero la gramática, retórica y dialéctica, en otras palabras, las ciencias del lenguaje, de la oratoria, y de la lógica, mejor conocidas como las artes sermocinales, o estudios de la lengua; el segundo grupo comprende la aritmética, geometría, astronomía y música, es decir, las disciplinas matemático - físicas, conocidas como las artes reales, o physicae. Se considera que el primer grupo es el grupo elemental, por eso es que estas ramas son también llamadas artes triviales o trivium, es decir, un terreno bien apisonado tal como el de la unión de tres caminos, o una encrucijada abierta a todo. En contraste con estos encontramos las disciplinas matemáticas como las artes quadriviales o quadrivium, o camino con cuatro entronques. Así, las siete artes liberales con miembros de un sistema de estudios que abraza a las ramas de la lengua como las más bajas, las ramas matemáticas como intermedias, y la ciencia propiamente dicha como el grado superior y terminal. Aunque este sistema no recibió el desarrollo distintivo connotado por su nombre hasta la Edad Media, aún se extiende en la historia de la pedagogía tanto hacia atrás y hacia delante; pues aunque, por un lado los encontramos entre las naciones clásicas, los griegos y los romanos, y hasta descubrimos formas análogas como precursores en el sistema educacional de los antiguos orientales, su influencia, por otro lado, ha durado mucho más allá de la Edad Media, hasta estos días. La Masonería tradicionalmente, recuerda en este segundo Grado a las Universidades medievales, en lo que hace relación a que el estudio se basaba en aquella época en la clásica división del Trivium y el Cuadrivium, además de los estudios de filosofía, que a veces incluía derecho, y teología. Este Trivium (que significa “tres vías”) consistía en un grupo de asignaturas que correspondían a las letras; y el Cuadrivium (o Cuatro Vías) a otro grupo de materias relacionadas con las ciencias. La idea era quien cursara estas disciplinas era una persona que había completado sus estudios. Aún no se conocían las especializaciones y subespecializaciones que hoy se estudian en postrados dirigidos a profundizar en un solo área del conocimiento. Para ese entonces, la propia organización del conocimiento durante la Edad Media rendía culto a la importancia de las Matemáticas. Del Trivium se afirmaba que incluía las llamadas Tres Artes Liberales relativas a la elocuencia: ellas eran la Gramática, la Retórica y la Dialéctica, por lo tanto se consideraba como un conocimiento menor al del otro grupo. De allí viene la palabra trivial, como sinónimo de fácil, liviano y superficial. A su vez, el Cuadrivium contenía las denominadas Cuatro Artes Matemáticas: y ellas eran a su vez La Música, el Álgebra, la Geometría y la Astrología, y se le daba mayor importancia. El número se hizo popular por el número siete: las Siete Artes recordaban las Siete Peticiones de la Oración del Señor, los Siete Dones del Espíritu Santo, los Siete Sacramentos, las Siete Virtudes, etc. Las Siete Palabras en la Cruz, los Siete Pilares de la Sabiduría, Los Siete Paraísos podrían también sugerir ramas particulares de aprendizaje. A continuación se hace una descripción de cada unas estas artes nombradas: Gramática Una de las siete artes y ciencias liberales que forma, junto con la Lógica y la Retórica, una tríada dedicada al cultivo de la lengua. "Dios", dice Sanctius, "creó al hombre inteligente, y quiso que fuese un ser social; y le otorgó el don del lenguaje, para cuyo perfeccionamiento existen tres ayudas. La primera es la Gramática, que elimina los solecismos y barbarismos del lenguaje. La segunda es la Lógica, que se ocupa de su veracidad. Y la tercera es la Retórica, que busca únicamente su embellecimiento". Retórica El arte de embellecer el lenguaje con los ornamentos de su construcción con el propósito de que el orador tenga el poder de persuadir o influir en aquellos que le escuchan. Implica y requiere un buen conocimiento de todas las demás artes liberales. El primer requisito para poder embellecer un discurso es que el orador esté familiarizado con el tema del que trate, de ahí la antigua regla que dice que el orador debe ser conocedor de todas las artes y las ciencias. En las Antiguas Constituciones se describe la retórica como "lo que enseña al hombre a hablar de forma justa y en términos refinados". Lógica La Lógica es el arte del razonamiento y sus aplicaciones son muy importantes en la Francmasonería. El poder de un razonamiento preciso se considera esencial para el Francmasón, para que pueda comprender tanto sus derechos como sus deberes para con Dios, con él mismo y con su familia, su comunidad y su Fraternidad. Los Old Charges definen la lógica como el arte "que enseña a discernir la verdad de la falsedad". En el centro de las Artes Liberales vemos la personificació n de la Filosofía, y los dos personajes a sus pies representan Sócrates y Platón Aritmética Esta ciencia que se ocupa del estudio de las propiedades y poderes de los números debe de haberse originado, por su manifiesta necesidad en todas las operaciones de peso y medida, en los tiempos más remotos. Para el Francmasón, la aplicación de esta ciencia implica añadir continuamente conocimientos a su saber, no sustraerle ningún atributo a su prójimo, multiplicar su benevolencia para con sus iguales y dividir sus pertenencias con los necesitados. Geometría En el ritual moderno, se dice que la Geometría es la base sobre la que se erige la superestructura de los Francmasones. En las antiguas Constituciones de los Francmasones Medievales, se le otorgaba el lugar más prominente de entre todas las ciencias. En nuestras Antiguas Constituciones, se dice que "enseña al hombre a medir la Tierra y otras cosas, y su ciencia es la Masonería". Música La música es recomendable para los Francmasones puesto que al igual que la "armonía de un sonido melodioso" eleva la generosidad del alma, así la concordia de los buenos sentimientos debe reinar en el Brethren (la Hermandad), de tal manera que por la unión de la hermandad y por el Amor Fraternal, sean calmadas las pasiones tormentosas y reine la armonía en el Gremio. Astronomía La ciencia que nos instruye sobre las leyes que gobiernan los cuerpos celestes. Su origen se pierde en la niebla de la antigüedad. Muchos de los emblemas más significativos de la Francmasonería se han tomado prestados de la Astronomía. La Logia misma es una representación del mundo y se adorna con imágenes del sol y la luna, cuyos ciclos regulares y precisos nos dan una lección de sabiduría y prudencia. Conclusiones La relación de las Artes con la filosofía y la sabiduría fue fielmente tenida en cuenta durante la Edad Media. “Entre todos los departamentos del conocimiento los antiguos asignaron siete a ser estudiados por los principiantes, debido a que encontraron en ellos un mayor valor que en otros, así que aquel que los dominara bien podía después dominar el resto más bien por investigación y práctica que por la instrucción oral del maestro. Son, como lo fueron entonces, las mejores herramientas, la entrada justa a través de la cual la verdad filosófica se abre a nuestro intelecto. Por ello los nombres trivium y quadrivium, pues aquí la mente robusta progresa como si fuera por caminos o senderos hacia los secretos de la sabiduría. Es por esta razón que entre los antiguos que seguían este camino, hubo tantos hombres sabios. Nuestros escolásticos no tienen inclinación, o no saben mientras estudian, cómo adherirse al método adecuado, aunque hay tantos que trabajan con esmero, pero pocos hombres sabios”. He Cumplido V M La Paz, 13 de mayo de 2009