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FALSOS VIRUS Han surgido nuevas variantes en correos electrónicos que nos avisan de que podemos tener escondidos en recovecos de nuestro PC virus peligrosos con los nombres de ADDREG.EXE, CFGWIZ32.EXE, GRPCONV.EXE, LIGHTS.EXE, MAPISP32.EXE, ODBCONT.EXE, SCANPST.EXE y nuevos nombres que están surgiendo. Todo esto es falso, pues dichos ejecutables son programas inofensivos que realizan ciertas funciones en sistemas operativos como Windows 98, Windows NT, Windows 2000 y otras aplicaciones como Microsoft Office. Y dada la avalancha de basura digital que están generando y el ruido que añaden en los senderos de Internet, no es de extrañar que mañana se refieran al EXPLORER.EXE así como a ejecutables de Linux o Unix. Que hacer Cuando recibamos un mensaje diciéndonos que busquemos un archivo, cualquiera que sea su nombre, debido a que es un virus, y que si lo encontramos lo eliminemos, no debemos borrar ese archivo. Hay un 99% de probabilidades de que este no sea un virus. Cuando eliminamos archivos innecesariamente podemos causar problemas en la estabilidad y el buen funcionamiento de la maquina; por ello, en lugar de borrar pasaremos los antivirus a dicho archivo. Y complementariamente, por descontado, no enviaremos a nadie copia del mensaje, fin primordial que persiguen los creadores de estas falacias. La estructura de la Red ya se ha visto desbordada en algunos nudos y en muchos servidores de correo electrónico, causando estas sobrecargas un efecto colateral con desconexiones incluidas que terminamos pagando todos los usuarios de Internet. Ahora bien, el no ser alarmista no significa dejar de ser precavido. Si un usuario recibe, por correo, un archivo adjunto (attachment) llamado «sulfnbk.exe», sea quien sea el remitente, recordad que existe una elevadísima probabilidad de que se trate del virus W32/Magistr, en cuyo caso no creo que sea necesario reiterar que no debe ser ejecutado bajo ningún punto de vista y que ha de ser eliminado con «Shift+Suprimir» (método para borrar sin dejar rastro en la papelera). Si somos usuarios de Windows 98, seguiremos teniendo el archivo «sulfnbk.exe» sano en nuestro sistema y habremos eliminado el falso que llego a la bandeja de nuestro gestor de email. ¿Cómo defenderse de estos virus falsos? Repasemos un poco lo que los expertos han descubierto en este tipo de virus, conozcámoslos y aprendamos a reconocerlos, labor que no es difícil, pues casi todos siguen las mismas pautas: Aprendamos a distinguir los alarmismos, las llamadas de atención, el meterle a uno el susto en el cuerpo nada más abrir el correo: WARNING, VIRUSALERTA, VERY IMPORTANT Si una nota empieza así, pensemos lo peor, es decir, es un falso virus o por lo menos puede serlo. Sigamos leyendo y observemos que el virus, nos dicen, parece propagarse solo a través de Internet, escrito de forma expresa, quedando fuera de discusión cualquier otro mecanismo más clásico de propagación, copias ilegales por ejp. El tercer punto es el más importante, el mecanismo de replicación, la esencia de este tipo de virus y por lo tanto la que no puede dejarse al azar; las recomendaciones son explícitas y repetidas a lo largo de la nota con ligeras variantes: "Please, be careful and forward..." "Please, pass this on..." . Y ya puestos, recomendémoslo donde mejor puede difundirse: foros y listas. La forma de anunciar los grandes males que van a acaecernos es otra pista importante. Al llegar a este punto el lenguaje se vuelve obscuro, cargado de tecnicismos, "server 's ASCII buffer", "to stay memory resident", a la par que se resalta en mayúsculas las instrucciones o consignas fáciles de entender: "DON'T READ THE FILE!" , this virus will DESTROY your ...". Y en todos, inequívocamente en todos los casos, parece tratarse de un virus altamente pernicioso, no simplemente molesto, una auténtica maldición. Finalmente todo ello conviene respaldarlo con alguna autoridad, mentemos una institución, proveedor de servicio o fabricante de software, siempre será más creíble. Siglas cortas, AOL, IBM, FCC; o sonoras, MICROSOFT, aparecerán en algún lugar del texto. Bien, ya hemos descubierto que la carta es un camelo, ¿qué hacemos entonces? Pues simplemente lo contrario de lo que se recomienda, no enviarlo a nadie y menos a listas o grupos para su posterior propagación, ni tan siquiera para su comentario; porque al hacerlo, estaremos introduciendo mutaciones involuntarias o incitando a otros a introducirlas. Por el contrario, se debe escribir a la personas que nos lo ha enviado advirtiéndole de su falsedad y dándole algunas pautas como las anteriormente descritas. Conclusión A modo de consejo final, no es apropiado tener en cuenta ningún mensaje acerca de estos supuestos virus, ni enviar a conocidos los mensajes que recibamos acerca de ellos. Nunca deberemos abrir archivos adjuntos al correo que no sean seguros. Además, el reenvío de mensajes acerca de estos falsos virus mantiene una información incorrecta y hace perder tiempo innecesariamente