Download Ciudadanos pobres: Plebeyos

Document related concepts

República romana wikipedia , lookup

Primer Triunvirato (Antigua Roma) wikipedia , lookup

Tribuno de la plebe wikipedia , lookup

Lucio Cornelio Cina wikipedia , lookup

Primera Guerra Civil de la República de Roma wikipedia , lookup

Transcript
LA REPÚBLICA ROMANA
(509-27 a.C.)
EN EL EXTERIOR
La historia de Roma durante la república es la de una larga serie
de guerras y conquistas militares. Fueron primero guerras defensivas
contra sus vecinos más inmediatos que amenazaban su existencia, pero
cada enemigo vencido suponía un aumento de poder y la ponía en
contacto con un nuevo enemigo, más poderoso aún que el anterior. No
se puede hablar de una mentalidad imperialista hasta después de la
segunda guerra púnica (218-201 a.C.). Se podría dividir el período de la
expansión romana en tres fases:
1. Conquista de la Península Itálica (507-272 a.C.): Luchas contra
los sabinos, volscos, etruscos, samnitas y griegos de la Magna Grecia
(sur de Italia). Un momento crítico para Roma se produjo cuando los
galos se presentan en la ciudad, derrotan a los ejércitos romanos,
saquean la urbe, asedian el Capitolio (donde se habían refugiado los
romanos y organizado la defensa) y tras siete meses de asedio y
devastación se retiran después de haber cobrado un copioso rescate.
2. Guerras púnicas (264-241, 218-201, 148-146 a.C.): Roma y los
cartagineses se enfrentaron tres veces. Esas guerras supusieron la
salida de Roma al “escenario” internacional, primero tímidamente, ya
que en la primera guerra púnica sólo trataba de impedir la presencia
cartaginesa en el estrecho de Mesina, tan cerca de Italia. En la
segunda guerra púnica Roma luchó por su supervivencia contra
Aníbal, el brillante general cartaginés que estuvo a punto de
conquistar la misma Roma (los romanos sufren varias derrotas, la
más estrepitosa la de Cannas en el 216), hasta que el general
romano Publio Cornelio Escipión lo venció definitivamente en Zama ;
y en la tercera aniquiló al enemigo ya caído (Cartago es arrasada y
su suelo sembrado de sal). Se puede apreciar claramente un cambio
de mentalidad y la forma de actuar.
3. La conquista del Mediterráneo (218-47 a.C.): La segunda y la
tercera fase se superponen parcialmente, ya que sus
enfrentamientos con Cartago le supusieron nuevas conquistas. Al
final de la república el dominio romano abarcaba casi todo el
Mediterráneo.
EN EL INTERIOR
La caída de la monarquía (509 a.C.) supuso el paso a un sistema
oligárquico, ya que una sola clase social, los patricios, monopolizaba el
poder político, judicial y religioso. Por tanto, los primeros tres siglos de
la república (V, IV y III a.C.) se caracterizaron por los continuos
enfrentamientos entre patricios (una clase cerrada) y plebeyos (una
masa heterogénea, formada por proletarios, pequeños y medianos
campesinos y una élite de ricos, con una gran variedad de intereses y ,
por ello, sin una clara conciencia de clase): los unos defendieron con
uñas y dientes sus privilegios, mientras los otros consiguieron poco a
poco alcanzar el derecho de ciudadanía pleno y con ello el acceso a los
distintos órganos políticos, la creación de representantes propios
(tribunos de la plebe, ediles plebeyos), los matrimonios mixtos, .... Se
llegó a un statu quo entre los dos bandos. Incluso el sector más
enriquecido de la plebe logró integrarse en el nuevo orden senatorial
(nobilitas) o bien se desmarcó de unos y otros formando el orden
ecuestre (caballeros) que fue el tercero en discordia.
Ciudadanos ricos: Orden senatorial (patricios y plebeyos ricos)
Orden ecuestre
Ciudadanos pobres: Plebeyos
Pero nuevos factores alteraron el equilibrio tan arduamente
logrado: la clase media de pequeños campesinos desapareció, arruinada
por sus mismas victorias. Las guerras, cada vez más largas y lejanas,
exigían grandes contingentes de tropas. Los campesinos no podían
atender sus tierras mientras estaban en el frente. Una vez licenciados
necesitaban préstamos para volverlas a cultivar. Se arruinaban
pagando elevados intereses, mientras su trigo era cada vez más barato
por la competencia del trigo de las colonias. Perdieron sus tierras, pero
tampoco encontraron trabajo, al sufrir de nuevo la competencia de los
esclavos cuyo precio se había visto abaratado por la gran afluencia de
prisioneros de guerra. Esta ruina de los pequeños campesinos
enriqueció más aún a caballeros y senadores: los primeros ganaron al
prestar dinero por el que cobraron elevados intereses, los segundos al
comprar a precios irrisorios las pequeñas propiedades y además se
apoderaron ilegalmente de las tierras confiscadas a las ciudades
vencidas, tierras que, en teoría, pertenecían a la ciudad de Roma, pero
que los patricios se apropiaron sin pagarlas.
Estos campesinos afluyeron a Roma y, ya que no tenían con qué
ganarse la vida, se vendieron a sí mismos, ofreciendo su voto al mejor
postor. A partir de ese momento el sistema político se corrompió
totalmente, la democracia se convirtió en una farsa y la ciudad se
encontró llena de una gran masa de desocupados, muy manipulables y
de ánimos exacerbados.
Hubo un intento de reforma, el de los hermanos Graco, Tiberio
primero y luego Cayo. Trataron, entre otras cosas, de reconstruir el
campesinado medio recuperando el ager publicus (tierras confiscadas en
las ciudades conquistadas) que los patricios habían usurpado
ilegalmente para redistribuirlo entre estos campesinos desposeídos. Su
proyecto era el de formar colonias en Italia y las provincias. La
oligarquía reaccionó con violencia y, perdida la batalla legal, no dudó en
hacer asesinar a ambos tribunos de la plebe.
Pero la lucha política no terminó allí y un nuevo hecho complicó
aún más la situación.
El cónsul Mario reformó el ejército,
convirtiéndolo en profesional y permanente y admitiendo en sus filas a
cualquier clase social (recordemos que antes quedaban excluidos los
elementos más pobres de la población, los infra classem). Así se
enrolaron muchos desposeídos, más fieles a sus generales que a un
Estado que en nada les había beneficiado.
El enfrentamiento entre el pueblo (populares) y la oligarquía
(optimates) se recrudeció y el ejército empezó a ser utilizado por los
líderes de uno y otro bando. A partir de ese momento entramos en un
período de guerras civiles (más o menos declaradas) que se
desarrollarán en tres fases:
1. Enfrentamiento entre Mario (populares) y Sila (optimates): Uno y otro
(que antes habían colaborado en varias campañas militares) tomaron
alternativamente el poder, no dudando en asaltar su propia ciudad y
masacrando a todos sus enemigos políticos (proscriptiones).
2. Enfrentamiento entre César (populares) y Pompeyo (optimates): El
primer “round” lo habían ganado los optimates con Sila, pero en el
segundo fueron aniquilados. El intento de compromiso que había
significado el primer triunvirato (César, Pompeyo y el rico Craso) hizo
aguas tras la muerte de Craso y desembocó en una larga y cruenta
guerra civil. No obstante, la victoria de César no supuso la vuelta a
la democracia, sino un retorno a una forma unipersonal de poder.
3. Enfrentamiento entre Octavio y Marco Antonio: Los optimates
reaccionaron con el asesinato de César (idus de marzo del 44 a.C.),
pero ya no era posible la vuelta atrás y sus representantes fueron
derrotados en la subsiguiente guerra civil. Quedaron en escena tres
hombres de César que intentaron, de nuevo, un compromiso: el
segundo triunvirato con Octavio, Marco Antonio y Lépido. La historia
se repite, ya que, muerto Lépido, los otros dos se enfrentaron por el
poder personal. Tras una nueva guerra civil Octavio quedó como
único dueño y señor. Roma estaba exhausta y la república había
muerto ....
Related documents