Download ¿Cómo aprender a meditar?

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¿CÓMO APRENDER A MEDITAR?
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en
su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su
palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo:
“Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude”
Le respondió el Señor: “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay
necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena que no le será
quitada”
(Lc 10, 38 – 42)
Nuestra sociedad vive atareada como vivía Marta de Betania. Somos trabajólicos, nos
preocupamos, vivimos agitados y angustiados por muchas cosas, nos sentimos estresados, agotados. . .
El Padre Kentenich dice que la carencia de interioridad no sólo afecta al hombre en su
calidad de persona , sino también repercute, y profundamente, en la vitalidad de su fe; porque ésta
se mantiene y se alimenta del contacto íntimo y personal con el Señor.
¿Cómo alcanzar una vida más armónica? ¿Cómo hacer que nuestra vida de fe cobre mayor
profundidad e intimidad? ¿Cómo hacer que nuestro contacto con Dios sea más personal? ¿Cómo llegar
a este diálogo personal con ÉL? ¿Cómo prepararnos?
PREPARACIÓN A LA MEDITACIÓN
Todo encuentro personal y más profundo requiere de un marco adecuado y de cierta
preparación. En este sentido podemos decir que se distingue una triple preparación a la
meditación:
 preparación remota
 preparación próxima
 preparación inmediata
Preparación Remota
 La preparación remota de la meditación se refiere a ciertas actitudes, que debiéramos haber
adquirido con anterioridad:
 Dejarse tiempo
 Aprender a admirarse
 Lo que cuenta es el corazón
 Comunicarse a través de símbolos
 Dios está en mi vida
 Cultivo de la vida sacramental y de la lectura bíblica
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 La necesidad de dejarse tiempo para meditar es un requisito indispensable. Todo encuentro de
amor requiere tiempo. Implica dejar de lado otras cosas: Sin renuncia o un mejor ordenamiento de
nuestro programa diario, no será posible contar con el tiempo necesario para un encuentro más
profundo con el Señor.
La petición que Dios escucha con mayor agrado es la petición para que él aumente nuestro amor y eso
es lo que pretendemos con la práctica de la meditación.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
A menudo ocupamos horas viendo televisión o navegando en Internet.
-
¿Será desproporcionado dedicar un cuarto de hora a la meditación?
¿No tendríamos mucho más tiempo libre si nos ordenáramos y aprovecháramos
mejor el tiempo en nuestro trabajo?
¿Hemos fijado con claridad nuestras prioridades?
¿Qué cosas son, en la práctica, las prioritarias para nosotros?
 Además de darnos el tiempo para meditar es importante tener la capacidad de asombrarse y
maravillarse ante las cosas. Debemos aprender a detenernos, a admirarnos de lo pequeño y de lo
grande, a gustar, a ponderar con afecto un acontecimiento, un regalo, una verdad.
 Debemos darle espacio a los valores del corazón. Más allá de lo útil y funcional, más allá del
producir y organizar, en el ser más íntimo del hombre está su capacidad de dar y recibir amor. Los
vínculos interpersonales no son “algo más” dentro de otras cosas, sino que tocan lo más hondo de
nuestro ser.
PREGUNTAS PARA
REFLEXIONAR
- ¿Seremos capaces de
abrir camino a la nueva
civilización del amor?
- Podremos comenzar a
dar a nuestra vida un
estilo diferente?
-
Estamos dispuestas a
practicar la
meditación?
La meditación en esta línea es una
“escuela de amor”. La meditación toma
en serio la capacidad de amar del
hombre. La meditación contribuye
decisivamente a que esa capacidad de
amar no se atrofie, sino que germine,
crezca y se fortifique cada día más.
Crecer en la calidad de nuestros
vínculos de amor constituye un camino
que conduce a meditar mejor.
PREGUNTAS PARA
REFLEXIONAR
- ¿Poseo la capacidad de
admirarme?
- ¿Me detengo a
contemplar lo que rodea?
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 En la meditación entendida como “escuela de amor” juega un papel importante el lenguaje
simbólico o lenguaje integral. El hombre desde siempre ha utilizado el lenguaje simbólico para
expresar realidades que son difíciles de conceptualizar en ideas. El símbolo tiene el poder de
transportar hacia lo más hondo, hacia aquello que las palabras no pueden definir.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
_________________________
La meditación es una escuela
que requiere de nosotros la
capacidad de comprender los
símbolos y de expresarnos en
símbolos.
_________________________
-
-
-
¿Qué gestos simbólicos
realizamos en nuestra relación
con los demás (ej.: al
saludarnos, etc.?
¿Qué gestos simbólicos se dan
en nuestra relación con Dios
(por ej: en la oración) ?
Qué significan esos símbolos en
mi relación con Dios?
¿Qué símbolo del evangelio me
llama más la atención?
¿Hay algún símbolo o gesto en
la Eucaristía con el cual me
sienta especialmente
identificado? ¿cuál?
 Todo lo que afirme y fortifique nuestra fe redunda en una mayor posibilidad de encontrar a Dios
en la meditación. Si contamos con una vida sacramental, si tenemos contacto con la Palabra del Señor,
si nos preocupamos de crecer en nuestra fe, se nos hará más expedito el camino hacia una meditación
fecunda.
La meditación de la vida es un camino privilegiado para escuchar y discernir en el Señor. Nos permite
comulgar con el Dios vivo, presente en lo que acontece. En el día a día, lo amamos, asumimos su
voluntad y nos entregamos a ÉL con amor filial.
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PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
¿Percibo al Dios vivo y presente en mi quehacer cotidiano?
¿En qué acontecimientos de mi vida lo he podido percibir en
forma especial?
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TRES CAUSAS DEL FRACASO DE LA MEDITACIÓN
Padre José Kentenich
¿Por qué sucede a menudo que simplemente no nos resulta meditar?
Una causa puede ser el desconocimiento de la verdadera oración. Muchos piensan que el
sentido de una auténtica oración reside en el trabajo de la cabeza. Esto no es cierto. Lo más
importante es que la voluntad y el corazón estén entregados a Dios.
Otra razón es la falta de magnanimidad. Buscamos con demasiada unilateralidad el consuelo
de Dios y no al Dios del consuelo. Pensamos que, si no sentimos consuelo alguno, la práctica de oración
es una pérdida de tiempo.
Otra causa reside en que damos demasiada poca importancia a la preparación remota.
Nuestra vida debe poseer el siguiente ritmo: los tiempos de oración son la oración
antecedente, la vida práctica es la oración consecuente.
Durante el día debo velar por desprenderme, por mantener mis sentidos en recogimiento, por
conservar una actitud humilde ante Dios. Si no lo hago, sería verdaderamente un milagro que me
fuese bien en la meditación.
Una vez más: el que vive la santidad de la vida diaria protege cualitativamente las prácticas
de oración.
Preparación Próxima
 Prácticas de oración ( oración de la mañana y de la noche)
 Las “pausas creadoras”
 Los minutos antes de dormirse por la noche
 Las oraciones de la mañana y de la noche enmarcan nuestro día y le dan un sentido religioso a
nuestro quehacer diario.
 Su complemento necesario son las mencionadas “pausas creadoras”: cortos momentos de oración
en medio de nuestro día de trabajo.
El Padre Kentenich dice que las “pausas creadoras” son una ayuda privilegiada que nos permite
mantener viva la presencia y el amor de Dios en medio de nuestras actividades.
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 Los pensamientos con los que nos dormimos, son generalmente los mismos con los que nos
despertamos, por eso la conveniencia de dedicarlos al Señor. Ojalá en nuestra oración de la noche
pensemos en qué vamos a meditar el próximo día .
-
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
¿Cultivo el contacto espontáneo con Dios?
¿Hago mis oraciones de la mañana y de la noche? ¿ Cómo las realizo?
Preparación Inmediata
Esta preparación comprende los siguientes aspectos:
 Un lugar adecuado
 Una posición corporal adecuada
 Un tiempo adecuado
 La elección de un lugar adecuado condiciona, en gran parte, la calidad y la posibilidad de la
meditación. Fomenta y profundiza un encuentro personal y tranquilo con el Señor. Este lugar deberá
ser elegido por cada uno, dependiendo de su propia realidad. Todo encuentro de amor requiere un
contexto y un ambiente adecuados.
 La posición que adoptemos al momento de meditar también es importante. No importa que sea de
pie, arrodillados o sentados; lo importante es que la posición que elijamos no nos lleve a pensar en la
incomodidad, porque si es así , no es la posición adecuada. La posición que adoptemos debe
responder a la actitud interior de nuestra alma, a lo que queramos expresar al Señor.
 También es importante de destacar el tiempo que le damos a la meditación. Este tiempo
dependerá de la naturaleza de cada persona. Lo importante es hacerlo en un momento en que no nos
encontremos muy cansados o medios dormidos , para que podamos meditar.
Si queremos entrar en la escuela del amor de la meditación, no podemos dedicarle un par de minutos.
Es aconsejable, comenzar con 10 minutos; y en la medida que nos hacemos el hábito de meditar
aumentar los minutos de nuestra meditación.
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PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
¿Cuál sería para mí el tiempo más adecuado para reflexionar?
¿En qué lugar pienso que podré meditar mejor?
Estoy dispuesto a dejarme el tiempo necesario?
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BUSCAR A DIOS POR ÉL MISMO Y NO POR EL CONSUELO QUE PUEDE DARNOS.
Padre José Kentenich
María estaba sentada y tan sólo lo contemplaba. Este estar callada en la presencia de Dios no
es en modo alguno una pérdida de tiempo. ¿Se trata de quietismo o es vida contemplativa? En
general, no tenemos por qué temer que en nuestro caso se trate de quietismo. Puede ser que
en la meditación todas las campanas de los sentimientos callen. Pero la piedad no consiste en
pensamientos, sino en la entrega sencilla.
Esta entrega casi pasiva a Dios, sin sentimiento o incluso contra el sentimiento, sin consuelo
sino hasta llena de desconsuelo: éstas son las situaciones que debemos experimentar alguna
vez. La vida actual trae consigo necesariamente estas situaciones. Por eso Dios debe
conducirnos hasta este sótano y nosotros permanecer tranquilos. No ir a buscar tal o cual libro
o pedir consejo, etc. teresa la Grande sufría con esta realidad en la oración. Usa esta bella
imagen: lanza el recipiente a la noria y no encuentra agua.
Debemos seguir manteniendo este estar silenciosos en presencia de Dios, aun cuando temamos
que ello sea quietismo. Tenemos que llegar a ser caracteres vigorosos que aman a Dios por él
mismo, aunque Dios se oculte enteramente, aunque no encontremos ni placer, ni claridad, ni
cálido fervor.
MEDITACIÓN SEGÚN EL MÉTODO DE SAINT-SULPICE.
Transcribimos dos textos del P. Kentenich en los cuales se refiere al método de meditación
de San Sulpicio. Este método es sencillo y puede también servirnos en la meditación bíblica.
Cristo ante los ojos, Cristo en el corazón, Cristo de la mano.
Cristo ante los ojos: el comienzo de la meditación consiste en que me represento al Señor.
Leo aquello que luego considero meditación.
Cristo en el corazón: converso con el Señor, que vive en mi interior, aquello que he leído en
rostro.
Cristo de la mano: durante el día, procuro andar de su mano y hacer que tenga efectos
aquello que en la mañana leí de su imagen. Puede ser útil experimentar en una u otra oportunidad este
método de meditación. En el centro del mismo se encuentra el Corpus Christi mysticum. (Del texto
547 Wihg, 1941, 66-67)
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En otra ocasión detalla un poco más de lo mismo.
Breve explicación de los tres pasos del método:
Jesús ante los ojos: contemplar en adoración.
Procuro descubrir aquella actitud, espíritu o actitud fundamental de Jesús (ante el Padre, ante los
hombres, ante el mundo) tal como se expresa con especial nitidez en una determinada perícopa, en
una palabra, en una acción de Jesús o también en una persona de vida santa. En adoración, contemplo
esa actitud.
Jesús en el corazón: Diálogo de amor en el santuario del corazón. Me pregunto cómo están
las cosas en mi vida respecto de esa actitud de Jesús. Me abro nuevamente y hago propia la
correspondiente actitud de Jesús (communio), de tal manera que la misma marque mi estilo de vida.
Cristo debe vivir su vida nuevamente en mí; a partir de la unión con Cristo debe crecer la semejanza
a Cristo: la imitación de Cristo por medio del seguimiento. Cristo debe plasmar mi corazón a
semejanza del suyo.
Obrar mano a mano con Jesús: ¿Cómo puedo vivir el día de hoy a partir de esa indicación y
de esa fuerza de Cristo, plasmando a partir de allí concretamente mi vida cotidiana? ¿Cómo puedo
cooperar hoy con él como instrumento en el acontecer salvífico? Este tercer paso apunta, pues, a que
la meditación se haga fecunda en el actuar.
A MEDITAR SE APRENDE MEDITANDO
Sugerencias para aprender a meditar cada día:
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Buscar un lugar tranquilo, que me ayude a recogerme.
Habitualmente será en mi casa, en mi Santuario-hogar o pieza, Posición tranquila, cómoda que me invite al
recogimiento, cerrar los ojos o mirar con detención algo - símbolo, imagen de la MTA, la cruz, una vela, etc.
Fijarse un tiempo determinado (entre 15 y 30 min).
Hacer una oración inicial: ej. implorar el Espíritu Santo
Revisar el día anterior y postgustar lo vivido:
¿Qué vivencia o acontecimiento me tocó de manera especial... algo alegre, doloroso, triste, preocupante?
¿Dónde Dios me mostró su amor, dónde pidió el mío? Lo identifico y me centro en ello, en una sola cosa.
Hablar con Dios (con el Padre, o Cristo o la Mater..) y preguntarle ¿qué me quieres decir con esto? Me dejo
iluminar por la luz de la fe, por la vida de Cristo, de María, del P. Kentenich.
Luego preguntarme: ¿Qué me digo a mí misma? ¿Cómo me siento ante este hecho: responsable, preocupada,
desvalida, angustiada, feliz, confiada... ?
Viene mi respuesta. ¿Qué le respondo a Dios? Puede ser que me entregue confiada, diga mi sí filial, o me
rebele, proteste ante El, llore, o le pida razones, le agradezca, etc.
Concluir entregando lo meditado a Dios y poniéndome de nuevo a su servicio, como su instrumento. Quizás
busco un propósito para el día o me renuevo en mi IP y EP.
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