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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA "SANTA MARÍA DE LOS BUENOS AIRES" Facultad de Filosofía y Letras Profesorado en Filosofía MATERIA: CONTENIDOS CURRICULARES TRABAJO PRÁCTICO: PROPUESTA CURRICULAR ALUMNOS: Federico Raffo Quintana – Magdalena Pereyra Iraola FECHA: septiembre 2011 NUESTRA PROPUESTA Nuestra propuesta recorre dos momentos: 1) Primer momento: ministerial. Dado que los NAP para filosofía no han visto la luz hasta el momento, hemos, por lo tanto, trabajado con los CBC. Sin embargo cuando los NAP vean la luz, los CBC dejarán de regir. Esto, sumado a que encontramos carencias en los CBC, nos ha llevado a pensar en una cierta reestructuración de los bloques tal como allí se presentan. Creemos que, en la medida en que los CBC dejarán inevitablemente de regir, una propuesta de este tipo es viable. ¿En qué consiste esta reestructuración de los bloques? Por lo pronto, en una modificación del orden entre ellos, consecuentemente de sus prioridades, y finalmente (y fundamentalmente) del fundamento no sólo de la ordenación de los bloques sino también del enfoque general que subyace a todos ellos. Comencemos intentando responder a ¿qué bloques se encuentran en los CBC para humanidades y en qué orden? La respuesta a esta pregunta es la siguiente: 1. Lógica y epistemología. 2. Problemática filosófica. 3. Enfoque psicológico del individuo y los grupos. 4. Contenidos procedimentales de las disciplinas humanísticas. 5. Contenidos actitudinales. Nosotros proponemos una reordenación de los bloques. ¿Cómo creemos que deberían estar ordenados? De este modo: 1. Lógica y metafísica. 2. Gnoseología y epistemología. 3. Antropología, ética y metafísica. 4. Contenidos procedimentales de las disciplinas humanísticas. 5. Contenidos actitudinales. Ahora bien: ¿cómo fundamentamos esta propuesta? ¿En qué se basan estos cambios? ¿Qué falencias detectamos en el orden establecido en los CBC que nos llevan a pensar en una reorganización? En los CBC rige un enfoque que posee una visión sintáctica de la filosofía. Esto significa que la filosofía es vista únicamente desde el punto de vista del lenguaje, pero de un lenguaje formal, desprovisto de significado. Así, por ejemplo, la lógica es vista como el lenguaje de las ciencias (y por eso comprende un bloque con la epistemología); pero en ningún momento se inquiere acerca de la verdad, como tampoco, en el caso de la epistemología, sobre la realidad, sobre la cual versan o debieran versar las ciencias. Planteos acerca de la verdad o de la realidad serían planteos 1 PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA "SANTA MARÍA DE LOS BUENOS AIRES" Facultad de Filosofía y Letras Profesorado en Filosofía semánticos, y por lo tanto quedan fuera del enfoque. Esto se observa también en las restantes disciplinas filosóficas. Cuando este tipo de enfoques toma lugar en, por ejemplo, consideraciones éticas, la cuestión es aún más compleja, pues entonces no se busca ver ni qué es el bien, ni qué la virtud, ni qué, en definitiva, lo que hace a una verdadera vida ética. Hablar de vivir éticamente es hablar en términos que superan el enfoque sintáctico; desde este enfoque sólo se evalúan “posiciones éticas” como si fuesen alternativas por las que un individuo puede optar, de modo que no hubiera –ni pudiera haber– razones para optar por una postura. Pero en el enfoque de fondo no sólo se aprecia una concepción sintáctica de la filosofía; también se observa una visión funcional de ella: la filosofía es considerada en la medida en que sirve para otra cosa. Para ver claramente esto, atendamos a lo siguiente: en los CBC se consideran seis disciplinas filosóficas: la lógica, la epistemología, la metafísica, la gnoseología, la antropología y finalmente la ética. Estas seis disciplinas están agrupadas en dos bloques distintos: la lógica y la epistemología en el primero de los bloques y las otras cuatro restantes en el segundo (denominado “problemática filosófica”). Sin embargo, curiosamente las cuatro últimas disciplinas, apiñadas en un sólo bloque, constituyen lo que históricamente ha sido el corazón de la filosofía. Y así como el corazón de un viviente tiene una posición central, privilegiada, debido a la importancia que tiene para el viviente, así también el corazón de la filosofía, que aunque no biológica es vida, debería tenerla también. Pero no la tiene. El papel central, en los CBC, lo tienen las disciplinas filosóficas que son funcionales a las ciencias, como son la lógica y la epistemología. No es que nosotros consideremos que no sean importantes para la filosofía la lógica y la epistemología. Son partes muy importantes, sin duda. Y que conservemos en el primero de los bloques de nuestra propuesta a la lógica es prueba de ello. Pero nosotros también pretendemos superar el enfoque sintáctico de la filosofía, de modo que junto a la lógica ubicamos a la metafísica. ¿En qué se basa esta propuesta? Se basa en que así como la lógica es una disciplina propedéutica, así también lo es la metafísica. Pero lo es en un sentido diverso. La lógica es una propedéutica formal, en la medida en que nos enseña, entre otras cosas, a razonar correctamente. Y uno puede razonar correctamente en las más variadas disciplinas; pero la lógica no considera, en cuanto tal, el contenido de esas disciplinas. Considera formalmente al argumentar. Algo análogo ocurre con la metafísica en un terreno no sintáctico sino semántico. Así como la lógica es una propedéutica formal, la metafísica es una propedéutica material. Todo lo que, en uno u otro sentido, sea abordado por las distintas disciplinas (sean filosóficas o no), queda anteriormente abordado por la metafísica, en cuanto que ésta considera todo lo que es. El carácter propedéutico de la lógica y de la metafísica es lo que nos ha llevado a proponer un primer bloque acaparado por estas dos disciplinas. En el segundo de los bloques se abordarían las disciplinas relativas al conocimiento. Ya sea que estemos hablando del conocimiento en general (como es en la gnoseología) o del conocimiento científico (como en la epistemología). Y ubicamos estas disciplinas en el segundo bloque porque consideramos que es necesario una visión anterior no solo lógica sino también –y por sobre todo– metafísica. En la medida en que el conocimiento, en cuanto tal, es conocimiento de algo que es y que las ciencias 2 PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA "SANTA MARÍA DE LOS BUENOS AIRES" Facultad de Filosofía y Letras Profesorado en Filosofía construyen modelos para conocer, con ellos, una realidad, es necesario tener antes algún conocimiento de metafísica. Como vemos, entre los dos primeros bloques hay una relación de dependencia: el segundo bloque depende del primero, lo supone. Algo análogo ocurre entre el tercer y el segundo bloque: para conocer qué es el hombre debemos, primero, entender qué es conocer en general (es decir: debemos tener algún conocimiento de gnoseología). Por transitividad, también será necesario, al abordar el tercer bloque, tener conocimientos de metafísica. Las disciplinas que se encuentran en el tercer bloque poseen entre sí también un orden lógico: para poder determinar qué es lo que hace a la vida del hombre una vida éticamente buena, o para querer saber cómo funciona la psiquis humana, primero tengo que saber qué es el hombre. De un modo análogo se ordenan las disciplinas del segundo bloque: para poder saber qué es el conocimiento científico debo primero comprender qué es el conocimiento en general, dentro del cual encuentro, como una de sus formas, el conocimiento científico. Nuestra propuesta en este primer momento ministerial, por lo tanto, consiste en reubicar las disciplinas filosóficas de acuerdo a una dependencia no sólo sintáctica sino también –y fundamentalmente– semántica, al mismo tiempo que se considera a la filosofía como un saber que es valioso en sí mismo, más allá de que pueda o no ser funcional a otros saberes. 2) Segundo momento: Teoría del conocimiento. La materia “Teoría del conocimiento” perteneciente al Bachillerato Internacional posee en algunos casos las mismas carencias indicadas en el momento ministerial. Lo que aquí propongamos, por lo tanto, será a la luz de lo propuesto en el momento anterior. Como puede verse en el gráfico adjunto, a excepción de la materia que nosotros consideramos no hay ninguna otra materia de índole filosófica. Nuestra materia parece tener, sin embargo, una suerte de posición privilegiada, como columna vertebral, cuya función es articular interdisciplinariamente las distintas aristas del hexágono. Esta materia, que se cursa en los dos últimos años del secundario, se plantea como un “curso interdisciplinario concebido para desarrollar métodos de aprendizaje coherentes”1. Pero entonces, a nuestro criterio, esta materia está planteada con una virtud y con un defecto: tiene la notable virtud de la interdisciplinariedad, pero tiene el defecto 1 Guía de Teoría del Conocimiento, Programa del Diploma, IBO, 2006, p.2. 3 PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA "SANTA MARÍA DE LOS BUENOS AIRES" Facultad de Filosofía y Letras Profesorado en Filosofía de ser estrictamente funcional a otras disciplinas. La única disciplina filosófica carece de todo contenido filosófico, es vista en relación a otras disciplinas y únicamente desde un punto de vista formal. Esto significa que, al igual que en los CBC, notamos aquí una concepción sintáctica de la filosofía, preocupada más por la coherencia del discurso que por el contenido del mismo. En última instancia, una disciplina filosófica que carece de contenido filosófico y del espíritu propio de la filosofía deja de ser una disciplina filosófica. Esto es lo que nos ha preocupado y es lo que, a su vez, proponemos reconsiderar. Quisiéramos, con esta propuesta, volver a otorgarle el espíritu filosófico a esta materia eminentemente filosófica. ¿Cómo pensamos hacer esto? En primera instancia, asignándole conocimiento filosófico. Vale aclarar que no es que no haya contenido en absoluto en esta materia. Sin embargo, éste es presentado siempre en forma de pregunta, lo cual puede ser muy rico a la hora de buscar despertar el espíritu crítico y la reflexión propia, pero puede ser muy pobre cuando se recuerda que de lo que se trata en filosofía es de conocer la realidad. En última instancia, lo que se evidencia en esta materia es un enfoque a-metafísico (lo cual no es sino el reverso de una perspectiva puramente sintáctica) en donde palabras como “verdad” o “realidad” son políticamente incorrectas. ¿Cómo pretendemos lograr nuestro cometido? La materia “Teoría del conocimiento” es una materia que se dicta, como hemos dicho, en los últimos dos años del secundario. Que sea una materia bianual nos da la ventaja de poder asignar contenidos conceptuales filosóficos en ambos años. Y en este sentido, según lo que hemos dicho en el primer momento, creemos que el contenido conceptual filosófico puede ser distribuido en un orden lógico de fundamentación no sólo sintáctica sino también semántica (es decir: no sólo en lo que nos ayude a argumentar bien desde el punto de vista formal sino también desde el material, en lo que nos ayude a comprender la realidad). De este modo, consideramos que puede distribuirse el contenido conceptual en los dos años de este modo: 1. 4to año: lógica y metafísica. 2. 5to año: antropología y ética. A los contenidos ya dictados en el cuarto año (muy buenos desde el punto de vista procedimental), le añadiríamos contenidos de lógica y metafísica (muy buenos desde el punto de vista conceptual). Como hemos dicho en el primer momento de nuestra propuesta, la lógica es una propedéutica formal del mismo modo que la metafísica una suerte de propedéutica material, motivo por el cual es capital que ambos contenidos estén presentes en esta materia. En teoría del conocimiento es importante saber cómo conocemos y cómo se ordena nuestro conocer (para lo cual la lógica aporta ricos contenidos) y también qué conocemos, de qué se trata la realidad que es objeto del conocimiento (y en esto la metafísica es idónea). De este modo, nuestra propuesta es presentar dos bloques: en la primera mitad del año, añadir contenidos propios de la lógica y en el segundo, los propios de la metafísica. A los contenidos ya dados en el quinto año añadiríamos contenidos de antropología y ética. El motivo por el cual es importante que éstos se den luego de los de lógica y metafísica quedó claramente expuesto en el primer momento. Hay un orden de 4 PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA "SANTA MARÍA DE LOS BUENOS AIRES" Facultad de Filosofía y Letras Profesorado en Filosofía fundamentación. Creemos que contenidos conceptuales de estas dos disciplinas filosóficas podrían enriquecer nuestra materia, teoría del conocimiento, por dos cosas: primero, porque uno de los objetos privilegiados de conocimiento es, para el hombre, el hombre mismo. Al hombre puede importarle saber qué son los objetos matemáticos, qué los vegetales y animales, pero también le interesa saber qué es él. Y también le interesa qué es lo que hace a su propia vida una vida éticamente ordenada y buena. Al igual que en el caso anterior, proponemos que en la primera mitad del año se añadan contenidos relativos a la antropología y en el segundo relativos a la ética. Estas dos disciplinas pueden, al igual que la lógica y la metafísica, añadirle un gran aporte a esta materia incluso desde el punto de vista interdisciplinario. Que la lógica pueda servir es manifiesto: en cualquiera de las aristas del hexágono es necesario saber cómo proceder ordenadamente en nuestras argumentaciones, por ejemplo. También es necesario reconocer que en ellas se consideran un tipo concreto y particular de ente, un recorte, y no se considera, por lo tanto, todo lo que es. Y en este sentido la metafísica es importante también en la dirección interdisciplinaria. También lo son la antropología y la ética. Piénsense en los siguientes ejemplos. Una de las aristas del hexágono es “individuo y sociedad”. Evidentemente, esta arista supone que nosotros entendamos qué es el hombre, aquél que es a la vez individuo y miembro de una sociedad. Por lo tanto, es necesario algún conocimiento de tipo antropológico. Además (y este es otro ejemplo), en las ciencias experimentales (y lo mismo con cualquier otra ciencia) es necesario reconocer que es éticamente incorrecto hacer propios descubrimientos ajenos, que el plagio, por ejemplo, no es una alternativa viable. En este sentido, necesitamos saber que estas cosas son éticamente incorrectas, que no contribuyen a una vida éticamente buena. Lo que nos quedaría por ver es ¿qué contenidos conceptuales de cada una de estas disciplinas añadiríamos a los contenidos ya presentes? Nosotros nos centraremos en los contenidos correspondientes a las disciplinas del cuarto año, es decir, la lógica y la metafísica. 5