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Contaminación del Aire en Interiores o contaminación Indoor
La contaminación de espacios interiores puede representar un riesgo importante para la salud humana, si
se considera que en general los individuos permanecen más del 80% de su tiempo en ambientes interiores
y un 60% de éste en sus hogares. En los países en vías de desarrollo la contaminación de interiores deriva
principalmente de las actividades diarias como cocinar y calefaccionarse, debido al uso de combustibles
que emiten contaminantes de alta toxicidad. El mobiliario y los materiales de construcción también
pueden emitir contaminantes. Sin embargo, en muchas de las grandes ciudades de mundo, una fuente
importante de contaminación de interiores lo constituye el aire que se infiltra del exterior, el cual,
frecuentemente es de mala calidad y contiene cientos de sustancias químicas peligrosas para la salud
humana.
El efecto de los contaminantes sobre la salud de las personas es variable y dependerá principalmente del
tipo de contaminante, de su concentración, del tiempo de exposición, de las reacciones con otros
contaminantes para formar sustancias más tóxicas, además del metabolismo y susceptibilidad individual.
El aparato respiratorio y los pulmones constituyen el sistema y los órganos del cuerpo humano que
resultan más afectados por los contaminantes transportados por el aire. Sus efectos agudos pueden incluir
signos y síntomas no respiratorios que dependerán tanto de las características toxicológicas de las
sustancias contaminantes específicas como de otros factores relacionados con el receptor.
La contaminación indoor depende de la ubicación geográfica, características edilicias, ventilación,
ingresos económicos, zonificación del lugar, además la humedad y la falta de ventilación pueden
aumentar aún más la contaminación del aire.
Entre los contaminantes en interiores se incluyen:
*El humo de tabaco en el ambiente
*Partículas biológicas (como polen, ácaros, moho, microorganismos, etc.)
*Partículas no biológicas:
*Compuestos orgánicos volátiles (COVs)
*Óxidos de nitrógeno
*Monóxido de carbono
*Plomo
*Radón y Asbesto
*Productos químicos sintéticos
Para determinar si los contaminantes pueden tener efectos sobre la salud es necesario tener
en cuenta cuatro aspectos:




La toxicidad de los contaminantes y sus concentraciones en el aire interior. El aire interior
puede, por ejemplo, contener compuestos orgánicos, partículas o microbios que podrían
provocar alergias u otros efectos sobre la salud.
La exposición. Las personas se exponen a los contaminantes del aire principalmente al respirar,
pero también pueden exponerse por otras vías, como la ingestión de polvo. Dado que los niveles
de exposición pueden variar, también deberían tenerse en cuenta las exposiciones muy bajas y
muy altas, y no sólo aquellas que están en la media.
Las relaciones entre exposición y reacción. Para evaluar el riesgo planteado por un
determinado contaminante es importante conocer la respuesta del cuerpo a diferentes
concentraciones de ese contaminante en el aire. Los efectos sobre la salud observados en
personas que han estado expuestas a contaminantes en el trabajo ayudan a determinar qué riesgos
plantea un contaminante en particular. Sin embargo, los resultados de tales observaciones pueden
no ser directamente aplicables al público en general.
Caracterización del riesgo. Durante la última etapa del proceso de evaluación de riesgos se
analizan todas las pruebas científicas recogidas para determinar la probabilidad de que un
contaminante determinado provoque una enfermedad
Los grupos de población potencialmente más vulnerables a la contaminación del aire interior son los
niños, las mujeres embarazadas, los ancianos, y las personas que padecen enfermedades cardiovasculares
o respiratorias.
Dependiendo de su edad, los niños podrían ser más vulnerables que los adultos a determinadas sustancias
tóxicas, como el plomo y el humo del tabaco. Incluso a niveles bajos, los contaminantes del aire podrían
alterar su desarrollo pulmonar, causar tos, bronquitis y otras enfermedades respiratorias, y empeorar el
asma.
Aparte de la edad y la presencia de enfermedades cardiovasculares o respiratorias, otros factores que
podrían hacer que algunas personas sean más vulnerables son la predisposición genética, el estilo de vida,
la alimentación y otros problemas de salud
Síndrome del edificio enfermo (SEE)
Es el nombre que se da al conjunto de síntomas diversos que presentan, predominantemente, los usuarios
de edificios y no suelen ir acompañados de ninguna lesión orgánica o signo físico, diagnosticándose por
exclusión. El SEE no es un fenómeno extraño. La OMS establece que a nivel Mundial, el 30% de los
Edificios Públicos han sido afectados por el SEE.
Los síntomas asociados al Síndrome aparecen rápidamente, de 2 a 6 horas después de la entrada en el
Edificio y suelen ser temporales, desapareciendo cuando se abandona el Edificio. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) diferencia entre dos tipos distintos de edificio enfermo: Edificios
temporalmente enfermos, entre los cuales se incluyen edificios nuevos o de reciente remodelación, donde
los síntomas remiten y desaparecen con el tiempo (aproximadamente medio año). Edificios
permanentemente enfermos, cuando los síntomas persisten, a pesar de haberse tomado medidas para
solucionar el problema.
Síntomas y diagnóstico
•
Irritaciones de ojos, nariz y garganta.
•
Sensación de sequedad en membranas mucosas y piel.
•
Ronquera.
•
Respiración dificultosa.
•
Eritemas (Erupciones cutáneas).
•
Comezón.
•
Hipersensibilidades inespecíficas.
•
Náuseas, mareos y vértigos.
•
Dolor de cabeza.
•
Fatiga mental.
•
Elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados
Calidad del aire interior
Los datos disponibles para evaluar los riesgos de la contaminación del aire interior son escasos y, a
menudo, insuficientes. Existe información sobre el nivel de concentración en el aire interior de algunos
contaminantes muy conocidos, pero no sobre otros contaminantes cuyos efectos no están claros. Las
medidas de la calidad del aire exterior no pueden extrapolarse para predecir las concentraciones en los
edificios.
Sería útil observar otros factores distintos de la concentración, como las tasas de ventilación, las
condiciones de limpieza y los signos de humedad. Es recomendable desarrollar unos valores guía
derivados de criterios sanitarios para los principales contaminantes.
Es necesario averiguar más sobre los efectos para la salud de las mezclas de contaminantes y de los
contaminantes del aire interior menos conocidos.
MITIGACION
Ninguna técnica de mitigación puede eliminar completamente la contaminación del Aire Interior dada por
el amueblamiento.
La mas efectiva estrategia consiste en una combinación del control de la fuente y una adecuada
ventilación.
El mayor potencial para reducir las emisiones del amueblamiento está en el período de depósito, envío y
fases de instalación.
Las medidas que pueden ser implementadas:

Colocar los productos en lugares ventilados con aire exterior, seco y limpio antes de proceder al
embalaje previo al envío. (luego de ser fabricados)

Aumentar la ventilación y temperatura en depósitos de manera de acelerar las emisiones.

Enviar los productos en envolturas permeables a los gases

Proveer una circulación de aire importante en los vehículos de transporte

Remover los materiales de las envolturas antes de proceder a la instalación en el ambiente

Aumentar la ventilación durante los trabajos de instalación de los equipamientos y
amoblamientos.

Al momento de la instalación de los equipos y muebles procurar que en la habitación
permanezcan el menos numero posibles de personas, para evitar su exposición a los posibles
contaminantes personal luego, durante un plazo que como mínimo debiera llevar dos semanas, se
debería acelerar el proceso de emisión aumentando la temperatura y la ventilación de los locales.
Este sistema está basado por un lado, en el hecho de que las emisiones de formaldehido declinan
sustancialmente a los 112 días (96%) y por otro, que al aumentar la ventilación, se asegura la
no-reabsorción de los gases por los materiales de la construcción y el equipamiento

Filtros de carbón o filtros de absorción de formaldehido son usados en los sistemas de aire
acondicionado a condición de ser renovados periódicamente.

Otra forma de mitigación es la desarrollada durante 20 años en la NASA. Este trabajo puso en
evidencia que determinadas plantas naturales revierten en 24 horas el 90% de los contaminantes
del Aire Interior. Estos estudios se siguen realizando en Universidades de Europa y USA.
Conclusiones
Resulta sumamente complejo evaluar con precisión los riesgos para la salud que surgen a partir de la
contaminación del aire interior, debido a que el mismo puede llegar a contener más de 900 sustancias
químicas, partículas y materiales biológicos que pueden llegar a causar trastornos a la salud, por ello
resulta fundamental el cuidado de factores como la ventilación, las condiciones de limpieza, las
características del edificio, los productos que son utilizados en los hogares, el clima y el ambiente
exterior, ya que influyen en la calidad del aire interior.
Preguntas
1- ¿De qué dependerá el efecto que puedan causar los contaminantes sobre la salud
humana cuando se trata de contaminación “indoor”?
2- ¿ De qué depende la contaminación indoor?
3- ¿ cual es la manera mas efectiva de mitigar la contaminación indoor?
Anexo I
Emisiones procedentes de materiales de construcción y decoración utilizados
en el edificio
Mobiliario y accesorios
Los muebles utilizados en interiores incluyen mesas y superficies de trabajo, sillas y sillones,
estanterías, armarios y particiones modulares.
Productos de madera prensada
Su utilización en sustitución de los productos de madera natural está, por motivos económicos,
muy extendida. Su aparición en el mercado europeo en los años sesenta y su introducción en la
fabricación de muebles coincidió con el inicio de quejas, por parte de los usuarios, debidas a
olores irritantes. El origen de estas emisiones irritantes está principalmente en las resinas,
adhesivos y colas utilizados. Para la fabricación de los tableros de partículas se utilizan, por sus
propiedades técnicas, resinas de formaldehído (urea-formaldehído y fenol-formaldehído) que
son potenciales emisores de COV.
El COV más significativo es el formaldehído, aunque los muebles fabricados con este material
también pueden emitir otros COV nocivos para la salud.
En el mercado existen distintos tipos de materiales, utilizados para diferentes aplicaciones
(muebles, estanterías, compartimentaciones) que se diferencian en su composición y en el
contenido en formaldehído libre por peso.
En función del tipo de material, la emisión de formaldehído es mayor durante los primeros
meses desde su fabricación e instalación disminuyendo, a continuación, de forma exponencial
con el tiempo aunque puede estar afectada por factores ambientales como temperatura,
humedad, actividades y cambios en la ventilación del edificio.
Acabados de la madera
En general los muebles de madera, ya sea para su protección o por motivos decorativos, se
tratan con algún revestimiento. Destaca la aplicación de pinturas y tratamientos catalizados por
ácidos que se basan en resinas de urea-formaldehído, los tintes, las pinturas a base de
poliuretano y de látex y los barnices.
Muebles tapizados
En la fabricación de un mueble tapizado se utiliza además de productos de madera, adhesivos y
resinas, que pueden emitir los COV asociados a los mismos, material textil para el tapizado y
espuma de poliuretano para el almohadillado, los cuales también pueden contribuir a la emisión
de COV.
Las espumas de poliuretano pueden emitir suficiente toluendiisocianato (TDI) como para causar
dificultades respiratorias en personas sensibles. Los muebles tapizados también pueden liberar
fenol. Todas estas emisiones, sin embargo, disminuyen significativamente con el tiempo.
Tapicerías y cortinajes
En un edificio, los materiales textiles se utilizan como cortinajes, en el tapizado de muebles y
paredes y recubrimientos de suelos (moquetas). Estos productos, tanto los que utilizan fibras
naturales como sintéticas, están, a menudo, tratados químicamente para proporcionarles unas
determinadas características relacionadas con su aspecto (consistencia, teñido, arrugas, etc.) o
con sus propiedades (resistencia al fuego, repelencia al agua y suciedad, etc.). Esto implica la
posible emisión de COV a partir de estos materiales. Entre ellos destacan el formaldehído, que
entra en la formulación de tintes y de aditivos para aportar rigidez y del percloroetileno utilizado
en procesos de limpieza en seco de los tejidos.
Paredes y techos
Materiales de construcción Entre los materiales utilizados para la construcción de paredes y
techos destacan, por su potencial para emitir COV en los periodos próximos a su instalación, las
placas de yeso, los paneles de material fibroso a base de resinas conteniendo formaldehído, los
productos utilizados para su ensamblaje y unión y los utilizados para su instalación,
impermeabilización y sellado.
Un caso especial es la utilización en la construcción de materiales naturales con un elevado
contenido de radio o torio o de materiales, tales como ladrillo y hormigón, obtenidos a partir de
productos básicos extraídos en zonas con elevadas concentraciones de radiación natural, lo que
significa la posibilidad de liberación de radón, que es un compuesto cancerígeno, al ambiente
interior en función de la porosidad del material y del acabado de la superficie.
Recubrimientos de paredes
A los acabados de yeso de las paredes se aplican materiales decorativos tales como paneles de
madera, materiales plásticos que pueden contener resinas de poliestireno y urea-formaldehído, o
baldosas vinílicas.
Cada uno de ellos puede liberar productos al aire según su composición.
Papeles pintados
Generalmente la utilización de papeles pintados implica la utilización de una serie de materiales
que aplicados en forma de capas, pueden significar el paso al aire de COV procedentes de las
tintas y los disolventes de impresión, las resinas, las colas, los plastificantes, los productos de
acabado, etc. En la actualidad los pigmentos inorgánicos han sido sustituidos por colorantes
orgánicos y también cada vez se usan más tintas con base acuosa en lugar de tintas con
disolventes.
Pinturas
Los recubrimientos aplicados con un vehículo líquido a paredes y techos para su protección,
decoración o sellado emiten, a menudo, productos químicos durante y justo después de su
aplicación, aunque estas emisiones pueden prolongarse en el tiempo a tasas reducidas,
dependiendo de la forma de aplicación y del material.
Las pinturas, ya sean a base de agua, aceites o disolventes, son fuentes importantes de
hidrocarburos, tanto aromáticos como alifáticos, y de alcoholes. Los disolventes utilizados
como decapantes y para dilución y preparación de pinturas pueden contener cloruro de metileno.
En concreto, la utilización de pinturas al agua se relaciona con la emisión de monómeros
volátiles, aminas, amoníaco y formaldehído.
Moquetas
Pruebas realizadas en laboratorio demuestran que estos materiales pueden generar una
importante emisión de COV que incluye hidrocarburos alifáticos y aromáticos así como
derivados oxigenados. Un compuesto característico de la emisión de moquetas es el 4fenilciclohexeno. Este producto, asociado al olor de moqueta nueva, se origina como
subproducto en la fabricación del látex estireno-butadieno utilizado para unir las fibras textiles
al soporte de yute.
Suelos de madera (parquet)
El principal foco de emisión de un suelo de madera reside en la capa de urea-formaldehído o de
poliuretano aplicada a la superficie, aunque los adhesivos utilizados para sujetar el parquet al
suelo también pueden contribuir a la liberación de COV.
Los parquets barnizados emiten cantidades importantes de COV durante el tiempo de secado y
durante los días siguientes a su aplicación.
Anexo II
Emisiones procedentes del equipamiento electrónico de las oficinas.
Las emisiones producidas por las máquinas son también absorbidas por los diarios, libros y
tapicerías que actúan como fuentes secundarias de contaminación cuando las máquinas no están
en funcionamiento.
Fotocopiadoras e Impresoras
En su proceso emiten hidrocarburos, partículas suspendidas respirables, otros compuestos
volátiles orgánicos y ozono.
Las terminales de computación, fax y otros equipos.
Emiten ácidos volátiles y ozono
Una pequeña cantidad de solvente es emitida al aire con cada copia realizada
Algunos estudios dan un nivel de 25 gr. de TVOCs (ácidos volátiles medidos en su totalidad)
por máquina y por hora.
Bajo condiciones normales de trabajo las concentraciones de ozono en espacios de copiado o en
las cercanías de fotocopiadoras son de alrededor de 68 ppb. En pequeños espacios pobremente
ventilados la concentración alcanza a 200 ppb. Es el doble del valor considerado como adverso
para la salud. La peligrosidad está dada porque estas emisiones se agregan a los elevados niveles
de ozono ya existentes en el aire.
La forma más efectiva de mitigar los efectos sobre la salud, que pueden provocar las emisiones
que proceden de dichos equipos, es mejorando la ventilación, e intentar que los equipos
electrónicos se ubiquen en espacios amplios, de manera que las concentraciones de los
contaminantes no seas muy grandes, y puedan afectar a la salud de las personas.
Bibliografía
http://www.ucsfchildcarehealth.org/pdfs/healthandsafety/indoorairqualsp1105.pdf
http://www.ambiente-ecologico.com/revist63/cepis63.htm
http://www.cepis.org.pe/bvsci/e/fulltext/normas/2_2.pdf
http://www.cepis.org.pe/bvsci/fulltext/guiasaire.pdf
http://copublications.greenfacts.org/es/contaminacion-aire-interior/
http://www.ecofield.com.ar/archivo/a-018.htm
http://www.epa.gov/iaq/
http://www.ingenieroambiental.com/?pagina=115
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1561-30032006000300004&script=sci_arttext