Download La Paz os dejo

¿Qué debes hacer para tener la paz de Dios?
Arrepiéntete de todos tus pecados confiésale
tu mal, hazlo a solas con Él, pues Él ve tu corazón y
tu sinceridad. Pídele perdón, dile que limpie tu
corazón con su sangre preciosa y cree en el Señor
Jesucristo como tu único Salvador. Sólo así
experimentarás la paz de Aquel que es llamado el
Príncipe de Paz.
Te invitamos a alimentar tu corazón con La Palabra de Dios asistiendo a
nuestro templo. Dios te bendiga. Amen.
Iglesia Cristiana Evangélica
Reuniones:
¿Qué debes hacer para tener la paz de Dios?
Arrepiéntete de todos tus pecados confiésale
tu mal, hazlo a solas con Él, pues Él ve tu corazón y
tu sinceridad. Pídele perdón, dile que limpie tu
corazón con su sangre preciosa y cree en el Señor
Jesucristo como tu único Salvador. Sólo así
experimentarás la paz de Aquel que es llamado el
Príncipe de Paz.
Te invitamos a alimentar tu corazón con La Palabra de Dios asistiendo a
nuestro templo. Dios te bendiga. Amen.
Iglesia Cristiana Evangélica
Reuniones:
La verdadera Paz
¿Cómo es la paz de Dios?
¿Podrá ser hallada en estos días cuando hay
tanta violencia en la tierra y que la Palabra de Dios nos
profetiza que la maldad se multiplicará?
Dicen las Sagradas Escrituras "la paz de Dios
que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros
corazones" (Filipenses 4:7). Supera nuestro limitado
entendimiento, llega al corazón, y es una experiencia
interior que no se desvanece por las circunstancias
adversas. Una paz que, si lo aceptas, tomará posesión
de tu corazón, que ni la muerte puede vencer, ni
ningún sufrimiento debilitar; nada puede perturbar la
paz de Aquel que es el Dios de Paz.
Según el diccionario, paz es virtud que da
sosiego y tranquilidad al ánimo. Pensemos en la paz del
corazón natural, el hombre la busca en los bienes
materiales y placeres carnales. Cuando todo va bien y
los planes prosperan, nuestro corazón está satisfecho y
alegre. Pero cuan frágil es, pues viene la adversidad o el
menor fracaso y esa paz se desvanece para ceder presto
a la inquietud, tristeza y desesperación. Es pues
inconstante y depende de la tranquilidad exterior. De
ahí que jamás el hombre la hallará, pues se olvida de
Dios y peca.
La Palabra de Dios dice que la falta de paz en el
hombre es por la maldad de su corazón pues de él
"salen los malos pensamientos, los adulterios, las
fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias,
las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo
maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez." (San
Marcos 7:21-22). El pecado está en todos pues "No
hay justo, ni aun uno" (Romanos 3:10), y la sentencia
de Dios es "No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos."
(Isaías 57:21)
¿Dónde hallar la paz de Dios?
¡Solo en el Señor Jesucristo! "Porque él es
nuestra paz" (Efesios 2:14). En momentos cuando los
discípulos se encontraban atemorizados, turbados y
tristes son animados en estas palabras: "La paz os dejo,
mi paz os doy, no como el mundo la da, yo os la doy"
(San Juan 14:27). Es Su paz, la paz que Él poseía y que
nada pudo alterar. Traiciones, burlas, mentiras, azotes,
los clavos en la crucifixión ni la muerte, porque la
venció y con toda autoridad, “el Gran Vencedor
resucitado” se presentó a los suyos y les dice "Paz a
vosotros" (San Juan 20:19). ¡Qué experiencia en ese
momento para los suyos! Y estas palabras están
vigentes hoy. ¿Quieres recibir Su paz?
La verdadera Paz
¿Cómo es la paz de Dios?
¿Podrá ser hallada en estos días cuando hay
tanta violencia en la tierra y que la Palabra de Dios nos
profetiza que la maldad se multiplicará?
Dicen las Sagradas Escrituras "la paz de Dios
que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros
corazones" (Filipenses 4:7). Supera nuestro limitado
entendimiento, llega al corazón, y es una experiencia
interior que no se desvanece por las circunstancias
adversas. Una paz que, si lo aceptas, tomará posesión
de tu corazón, que ni la muerte puede vencer, ni
ningún sufrimiento debilitar; nada puede perturbar la
paz de Aquel que es el Dios de Paz.
Según el diccionario, paz es virtud que da
sosiego y tranquilidad al ánimo. Pensemos en la paz del
corazón natural, el hombre la busca en los bienes
materiales y placeres carnales. Cuando todo va bien y
los planes prosperan, nuestro corazón está satisfecho y
alegre. Pero cuan frágil es, pues viene la adversidad o el
menor fracaso y esa paz se desvanece para ceder presto
a la inquietud, tristeza y desesperación. Es pues
inconstante y depende de la tranquilidad exterior. De
ahí que jamás el hombre la hallará, pues se olvida de
Dios y peca.
La Palabra de Dios dice que la falta de paz en el
hombre es por la maldad de su corazón pues de él
"salen los malos pensamientos, los adulterios, las
fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias,
las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo
maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez." (San
Marcos 7:21-22). El pecado está en todos pues "No
hay justo, ni aun uno" (Romanos 3:10), y la sentencia
de Dios es "No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos."
(Isaías 57:21)
¿Dónde hallar la paz de Dios?
¡Solo en el Señor Jesucristo! "Porque él es
nuestra paz" (Efesios 2:14). En momentos cuando los
discípulos se encontraban atemorizados, turbados y
tristes son animados en estas palabras: "La paz os dejo,
mi paz os doy, no como el mundo la da, yo os la doy"
(San Juan 14:27). Es Su paz, la paz que Él poseía y que
nada pudo alterar. Traiciones, burlas, mentiras, azotes,
los clavos en la crucifixión ni la muerte, porque la
venció y con toda autoridad, “el Gran Vencedor
resucitado” se presentó a los suyos y les dice "Paz a
vosotros" (San Juan 20:19). ¡Qué experiencia en ese
momento para los suyos! Y estas palabras están
vigentes hoy. ¿Quieres recibir Su paz?