Download formato original - Psiquiatria.com

Document related concepts

Trastorno de la conducta alimentaria no especificado wikipedia , lookup

Pro-Ana wikipedia , lookup

Trastornos de la conducta alimentaria wikipedia , lookup

Bulimia wikipedia , lookup

Anorexia nerviosa wikipedia , lookup

Transcript
ESTADO NUTRICIONAL PREVIO AL DIAGNÓSTICO DE
TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
OBJETIVO.
El objetivo de nuestro estudio va dirigido a determinar si el estado nutricional
previo al desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria, cuantificado a
través del índice de masa corporal (IMC), guarda alguna relación con el tipo
diagnóstico final, es decir anorexia, bulimia o TCANE.
METODOLOGÍA.
La muestra estaba constituida por 90 pacientes, 4 hombres y 86 mujeres,
diagnosticados de trastorno de conducta alimentaria (TCA) y remitidas para
tratamiento en la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital de Ciudad
Real. Registramos el IMC previo al desarrollo del trastorno y lo correlacionamos
con el tipo diagnóstico del trastorno alimentario, según los criterios de la DSMIV.
RESULTADOS.
La edad media de los pacientes era 22,96  6,71; el IMC medio previo al
trastorno 23,26  4,07; y el IMC medio una vez desarrollado el trastorno 20,84
 5,66. Los diagnósticos fueron los siguientes: anorexia restrictiva (n=10),
anorexia purgativa (n=8), bulimia purgativa (n=30), bulimia no purgativa (n=1),
trastorno de conducta alimentaria no especificado (n=41). Los pacientes con
anorexia restrictiva presentaban un IMC medio previo significativamente menor
(20,24  1,40) que el de los pacientes con bulimia purgativa (25,05  4,24)
(p<0’05). El 41,9% de los pacientes con bulimia presentaba sobrepeso previo
(IMC > de 25)
frente al 5,9% de pacientes con anorexia y al
22,5% de
pacientes con TCANE; estas diferencias fueron estadísticamente significativas
(p< 0,05).
CONCLUSIONES.
Según nuestros hallazgos, el índice de masa corporal previo, en pacientes que
posteriormente desarrollan un trastorno de la conducta alimentaria, se relaciona
con el diagnóstico final de anorexia o de bulimia.
Palabras clave:
Trastornos alimentarios
Estado nutricional
Índice de Masa Corporal
INTRODUCCIÓN.
Existe una gran variedad de trabajos que relacionan los trastornos de la
conducta alimentaria con algunas variables que estaba presentes previamente
al desarrollo del cuadro. Descripciones del tipo de personalidad previa como la
obsesividad1,2, los rasgos esquizotípicos3, el perfeccionismo4, la compulsividad
y el narcisismo5; aspectos como la baja autoestima6, los sentimientos de
ineficacia7, de las espectativas propias8 y el rechazo a la madurez9. También
han sido descritos los antecedentes previos de depresión o ansiedad 10, de
dificultades en la percepción interoceptiva11, de alteraciones en la percepción
de la figura coporal12,13,14, o lo han asociado con la aparición de modificaciones
en el aspecto físico como el acné en la adolescencia15. Otros estudios
relacionan la aparición de los trastornos alimentarios con ciertas actividades de
riesgo como el ballet16,17, o actividades que requieran el ejercicio y rendimiento
físico18,19. Los aspectos genéticos20,21, biológicos22 o neuropsiquiátricos23
también han sido analizados, así como, alteraciones menstruales previas 24, o
alteraciones hormonales25. Antecedentes de abusos sexuales26,27,28,29,30, o
físicos31,32,33,34, de intervenciones quirúrgicas35, y el inicio de dietas36 han sido
frecuentemente señalados como previos al desarrollo de estos cuadros. Los
aspectos culturales37 y sociales (feminidad-masculinidad)38, académicos39,
socio-económicos40,41, e incluso el acceso a los medios de comunicación42,43
han sido también responsabilizados de influir en la aparición de este trastorno.
Las interacciones familiares han sido estudiadas con profusión44,45, aspectos
como el vínculo46, los problemas digestivos en la infancia47 o metabólicos en la
adolescencia48, los antecedentes familiares de consumo de alcohol49,50, o la
valoración materna del aspecto físico51 y por último incluso, la posibilidad de
influencia de la estación del año en la que nació el paciente52. Otros estudios
también analizan los factores que pueden predecir la aparición de bulimia
nerviosa en pacientes que previamente padecen anorexia nerviosa 53. Por
último, también hay estudios que relacionan el peso previo con la aparición del
trastorno54.
Sin embargo, conocemos pocos trabajos que correlacionen las variables
anteriores
con
el
desarrollo
específico
de
las
diferentes
categorías
diagnósticas.
Fairburn en un trabajo publicado en 199855, distinguió que factores podían
predecir el desarrollo de trastorno por atracón de forma específica y lo comparó
con los factores que influyen en la aparición de bulimia. Encontró que las
experiencias traumáticas de la infancia, antecedentes de depresión en los
padres, la vulnerabilidad a la obesidad y la exposición repetida a comentarios
negativos sobre su figura peso e ingesta, estaban presentes de forma
significativa previamente a la aparición del trastorno. Al compararlos con
pacientes con otros trastornos psiquiátricos, los pacientes con trastorno por
atracón informaron de mayor frecuencia de obesidad en la infancia, y mayor
exposición a comentarios negativos sobre su figura. Y al compararlos con los
factores de riesgo para la bulimia, en el trastorno por atracón los factores
premórbidos
estaban
más
circunscritos
y
eran
menos
intensos.
El
perfeccionismo previo, la autoevaluación negativa, y la vulnerabilidad a la
obesidad parecen estar especialmente presentes en los pacientes que
posteriormente desarrollan bulimia. En un trabajo posterior56 analizó los
factores que podían influir especificamente en el desarrollo de bulimia nerviosa
al compararlos con los que podían influir en los de anorexia nerviosa. Encontró
que los pacientes con bulimia nerviosa presentaban diferencias con los
diagnosticados de anorexia en cuanto que en los primeros la menarquia era
más temprana y tenían antecedentes de obesidad en los padres con mayor
frecuencia. También encontró que los factores que influyen en el inicio de una
dieta son más frecuentes en los pacientes que desarrollan bulimia al
compararlos con los que desarrollan anorexia. El perfeccionismo y la
autoevaluación negativa tienen la misma frecuencia en su presentación previa
en ambos trastornos.
Davis57 encontró que el ejercicio excesivo, que puede jugar un papel importante
en la patogenia de los trastornos de la conducta alimentaria, se presenta
previamente al desarrollo del cuadro de forma más frecuente en las pacientes
que posteriormente presentan anorexia que aquellas que desarrollan bulimia.
Encontró esta misma relación respecto a la frecuencia y cantidad de ejercicio
tras el inicio del cuadro.
Sin embargo, escasos estudios han analizado el estado nutricional previo en
relación con las distintas categorías diagnósticas. Nielsen58, basándose en
medidas antropométricas obtenidas por exámenes médicos realizados en la
escuela previos al desarrollo de anorexia nerviosa, encontró que existía un
peso premórbido mayor en pacientes que luego desarrollaban el cuadro. Sin
embargo, este hallazgo no ha sido corroborado por posteriores investigadores.
Coners59 analizó la relación entre peso premórbido, pérdida de peso y peso a la
admisión para recibir tratamiento en adolescentes con anorexia nerviosa.
Encontró que el Índice de Masa Corporal premórbido explica una proporción en
la variación del peso corporal al ser remitidos para recibir tratamiento. También
es conocido que el peso al inicio del tratamiento es un factor de mal pronóstico
en la anorexia nerviosa60.
OBJETIVO.
El objetivo de nuestro trabajo va dirigido a determinar si el estado nutricional
previo al desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria, cuantificado a
través del índice de masa corporal (IMC), guarda alguna relación con el tipo
diagnóstico final, es decir anorexia, bulimia o TCANE.
METODOLOGíA.
La muestra estaba constituida por 90 pacientes, 4 hombres y 86 mujeres,
diagnosticados de algún trastorno de conducta alimentaria (TCA) según los
criterios de la DSM-IV, que fueron remitidas para tratamiento ambulatorio a la
Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital de Ciudad Real entre los años
1997 a 1999. La edad media de los pacientes era 22,96  6,71. El estado
nutricional de los pacientes se valoró mediante el índice de masa corporal
(IMC= peso en Kg./ altura en metros
2
). Para calcular el IMC actual,
registramos el peso y la altura de los pacientes en el momento de la primera
entrevista. El IMC previo al desarrollo del trastorno se obtuvo preguntando a los
pacientes de forma sistemática el peso y la altura que tenían antes de iniciar
los primeros síntomas de la enfermedad entiendo como tal la preocupación por
la dieta y figura, o el inicio de la modificación en sus hábitos alimentarios.
Asumimos, al igual que en otros estudios61, que los pacientes eran capaces de
recordar dichos datos con una fiabilidad aceptable. En dos casos no fue posible
registrarlos. Establecimos tres grupos en función del IMC previo:
1º.- IMC menor de 20;
2º.- IMC entre 20 y 25 y,
3º.- IMC mayor o igual a 25,
Los diagnósticos de los pacientes incluidos en el estudio eran los siguientes:
anorexia restrictiva (AR; n=10), anorexia purgativa (AP; n=8), bulimia purgativa
(BP; n=30), bulimia no purgativa (BNP; n=1), trastorno de conducta alimentaria
no especificado (TCANE; n=41). Debido al escaso número de pacientes
diagnosticado de anorexia purgativa, se unificaron con el grupo de anorexia
restrictiva, teniendo en cuenta además que no había diferencias significativas
respecto al IMC entre ambos grupos. Lo mismo ocurrió con los pacientes
diagnosticados de bulimia no purgativa, que se unieron a los diagnosticados de
bulimia. Al final quedaron tres grupos diagnósticos: anorexia (n=18), bulimia
(n=31) y TCANE (n=41).
Para analizar las diferencias respecto a los IMC previo y actual entre los grupos
diagnósticos se utilizó el Análisis de la Varianza de un factor (Oneway ANOVA)
y el test de Scheffe para las comparaciones a posteriori.
RESULTADOS.
En general el IMC medio actual, es decir, una vez desarrollado el trastorno
alimentario, era 21,20  5,50 y el IMC previo al trastorno era 23,26  4,07. El
coeficiente de correlación de Pearson entre ambos índices fue 0,5708
(p<0,001), es decir, se halló una asociación fuertemente significativa entre el
IMC previo y el IMC presente en el trastorno, siendo este último mayor mientras
mayor fuera el IMC previo.
La tabla 1 muestra la media de los IMC actuales y la frecuencia con que los
pacientes presentaban bajo peso, peso normal y sobrepeso en cada grupo
diagnóstico. Como era de esperar, en el análisis de la varianza, los pacientes
con anorexia presentaban un IMC significativamente menor (16,39  1,84) que
aquellos diagnosticados de bulimia (23,10  4,11) y TCANE (21,78  6,31)
(p<0,001). Así mismo, los pacientes con anorexia nerviosa presentaban un IMC
premórbido inferior a 20 con una frecuencia significativamente superior al resto
de los grupos (p<0,001).
La tabla 2 muestra la media de los IMC previos al desarrollo del trastorno y la
frecuencia con que los pacientes presentaban bajo peso, peso normal y
sobrepeso en cada grupo diagnóstico. Se hallaron diferencias estadísticamente
significativas entre los tipos diagnósticos respecto al IMC previo: los pacientes
con anorexia
presentaban un IMC medio previo significativamente menor
(21,17  1,97) que el de los pacientes con bulimia (24,94  4,22) (p<0,01). Por
otra parte, al comparar los grupos diagnósticos respecto a la frecuencia con
que presentaban bajo peso, peso normal o sobrepeso, mediante el test de la
Chi-cuadrado, los pacientes con anorexia presentaban un IMC previo inferior a
20 con mayor frecuencia (23,5% de los casos), que los pacientes con bulimia
(6,5% de los casos) y que los pacientes con TCANE (20% de los casos). Así
mismo, de los pacientes con bulimia presentaba sobrepeso previo (IMC > de
25) con mayor frecuencia (41,9% de los casos) frente a los pacientes con
anorexia (5,9% de los casos) y a los
pacientes con TCANE (22,5% de los
casos). Estas diferencias fueron estadísticamente significativas (p< 0,05). Los
TCANE no presentaban diferencias estadísticamente significativas con ninguno
de los otros subgrupos.
CONCLUSIONES.
Una gran variedad de factores se han identificado como predisponentes para el
desarrollo de los trastornos del comportamiento alimentario. En general se
pueden
agrupar
en
individuales
(genéticos,
biológicos,
nutricionales),
biográficos (interacciones familiares, experiencias vitales) y socio-culturales.
Pocos trabajos sin embargo, han intentado identificar qué factores son
especialmente selectivos para la aparición de una u otra categoría diagnóstica.
Nuestro interés se ha centrado en identificar cómo el peso premórbido puede
influir de forma específica en la aparición del cuadro clínico en pacientes con
trastornos de la conducta alimentaria.
Según nuestros hallazgos, el índice de masa corporal previo, en los pacientes
que posteriormente desarrollan un trastorno de la conducta alimentaria, guarda
una asociación positiva con el IMC en el momento de la primera consulta y con
el desarrollo de la categoría diagnóstica. Además el IMC en el momento de la
evaluación inicial se ha considerado como un importante indicador pronóstico
en la evolución de los pacientes con anorexia nerviosa. Teniendo en cuenta
nuestros resultados, los pacientes con un bajo peso premórbido tienen más
probabilidad de desarrollar anorexia nerviosa y aquellos con un peso
premórbido mayor, de desarrollar bulimia. No ha sido posible establecer
relación con el pronóstico, pues, en este estudio, no se han tenido en cuenta
variables
concernientes
a
la
evolución.
Tampoco
se
han
realizado
comparaciones respecto a la población general.
A la luz de los resultados de nuestra investigación, los pacientes con anorexia
nerviosa manifiestan de forma significativa un menor IMC premórbido, siendo
este con mayor frecuencia inferior al considerado como normal, es decir, menor
de 20, que el que presentan los pacientes con bulimia. Por el contrario, los
pacientes con bulimia presentan más frecuentemente sobrepeso premórbido,
es decir, IMC mayor de 25, que los pacientes con anorexia.
Tabla 1. IMC actual y estado nutricional según distintos diagnósticos de TCA.
ESTADO NUTRICIONAL
DIAGNÓSTICO
IMC actual
IMC<20
20 IMC<25
IMC25
Fr (%del
total)
Fr (% del
total)
Fr (% del
total)
16,39  1,84 *
17 (94,1%)*
0
0
BULIMIA NERVIOSA
23,10  4,11
7 (22,6%)
15 (48,4%)
9 (29%)
TCANE
21,78  6,31
21 (51,2%)
14 (34,1%)
6 (14,6%)
ANOREXIA NERVIOSA
*Los pacientes con anorexia presentaban un IMC significativamente menor que aquellos
diagnosticados de bulimia y TCANE. (Oneway ANOVA, análisis post hoc: Test de Scheffe).
* Test de la Chi cuadrado: los pacientes con anorexia nerviosa presentaban con una frecuencia
significativamente mayor que el resto de los grupos un IMC inferior a 20 (p<0,001).
Tabla 2. IMC previo al trastorno y estado nutricional según distintos
diagnósticos de TCA.
ESTADO NUTRICIONAL
DIAGNÓSTICO
IMC previo
IMC<20
20 IMC<25
IMC25
Fr (%del
total)
Fr (% del
total)
Fr (% del
total)
ANOREXIA NERVIOSA
21,17  1,97*
4 (23,5%)*
12 (70,6%)
1 (5,9%)
BULIMIA NERVIOSA
24,94  4,22
2 (6,5%)
16 (51,6%)
13 (41,9%)*
TCANE
22,85  4,17
8 (20%)
23 (57,5%)
9 (22,5%)
* Los pacientes con anorexia nerviosa presentaban significativamente menor IMC previo que
los pacientes con bulimia nerviosa (Oneway ANOVA, análisis post hoc test de Scheffe).
* Test de la Chi- cuadrado: los pacientes con anorexia presentaban con más frecuencia un IMC
previo menor de 20 y los pacientes con bulimia presentaban más frecuentemente un IMC
previo mayor de 25 (p<0,05).
BIBLIOGRAFÍA:
Lilenfeld LR, Kaye WH, Greeno CG, Merikangas KR, Plotnicov K, Pollice C, et al. ‘A controlled
family study of anorexia nervosa and bulimia nervosa: psychiatric disorders in first-degree
relatives and effects of proband comorbidity.’ Arch Gen Psychiatry 1998 Jul;55(7):603-10
1
Cassidy E, Allsopp M, Williams T, ‘Obsessive compulsive symptoms at initial presentation of
adolescent eating disorders.’ Eur Child Adolesc Psychiatry 1999 Sep;8(3):193-9
2
Powers P, ‘Initial assessment and early treatment options for anorexia nervosa and bulimia
nervosa.’ Psychiatric Clinics North America. 1996. Vol. 19, nº.4: 639-656.
3
Szabo CP, Terre Blanche MJ. ‘Perfectionism in anorexia nervosa.’ Am J Psychiatry 1997
Jan;154(1):132
4
Steiger H, Stotland S, Ghadirian AM, Whitehead V, ‘Controlled study of eating concerns and
psychopathological traits in relatives of eating-disordered probands: do familial traits exist?’ Int J
Eat Disord 1995 Sep;18(2):107-18
5
Davis C. ‘Normal and neurotic perfectionism in eating disorders: an interactive model.’ Int J
Eat Disord 1997 Dec;22(4):421-6
6
7
Killen JD, Hayward C, Wilson DM, Taylor CB, Hammer LD, Litt I, Simmonds B, Haydel F,
‘Factors associated with eating disorder symptoms in a community sample of 6th and 7th grade
girls.’ Int J Eat Disord 1994 May;15(4):357-67
8
Gilbert S. ‘Fear of success in anorexic young women.’ J Adolesc Health 1993 Jul;14(5):380-3.
Sundgot-Borgen J, ‘Eating disorders, energy intake, training volume, and menstrual function in
high-level modern rhythmic gymnasts.’ Int J Sport Nutr 1996 Jun;6(2):100-9
9
Bulik CM, Sullivan PF, Fear JL, Joyce PR. ‘Eating disorders and antecedent anxiety
disorders: a controlled study.’ Acta Psychiatr Scand 1997 Aug;96(2):101-7
10
Leon GR, Fulkerson JA, Perry CL, Cudeck R, ‘Personality and behavioral vulnerabilities
associated with risk status for eating disorders in adolescent girls.’ J Abnorm Psychol 1993
Aug;102(3):438-44
11
de Castro JM, Goldstein SJ, ‘Eating attitudes and behaviors of pre- and postpubertal females:
clues to the etiology of eating disorders.’ Physiol Behav 1995 Jul;58(1):15-23
12
Wichstrom L , ‘Social, psychological and physical correlates of eating problems. A study of
the general adolescent population in Norway., Psychol Med 1995 May;25(3):567-79
13
Heilbrun AB Jr, Friedberg L, ‘Distorted body image in normal college women: possible
implications for the development of anorexia nervosa.’ J Clin Psychol 1990 Jul;46(4):398-401
14
Lee S, Leung CM, Wing YK, Chiu HF, Chen CN, ‘Acne as a risk factor for anorexia nervosa in
Chinese.’ Aust N Z J Psychiatry 1991 Mar;25(1):134-7
15
Bettle N, Bettle O, Neumarker U, Neumarker KJ. ‘Adolescent ballet school students: their
quest for body weight change.’ Psychopathology 1998;31(3):153-9
16
Neumarker KJ, Bettle N, Bettle O, Dudeck U, Neumarker U. ‘The Eating Attitudes Test:
comparative analysis of female and male students at the Public Ballet School of Berlin.’ Eur
Child Adolesc Psychiatry 1998 Mar;7(1):19-23
17
18
Davis C, Katzman DK, Kaptein S, Kirsh C, Brewer H, Kalmbach K, Olmsted MP, Woodside
DB, Kaplan AS. ‘The prevalence of high-level exercise in the eating disorders: etiological
implications.’ Compr Psychiatry 1997 Nov-Dec;38(6):321-6
Estok PJ, Rudy EB, ‘The relationship between eating disorders and running in women.’ Res
Nurs Health 1996 Oct;19(5):377-87
19
Gorwood P, Bouvard M, Mouren-Simeoni MC, Kipman A, Ades J, ‘Genetics and anorexia
nervosa: a review of candidate genes.’ Psychiatr Genet 1998 Spring;8(1):1-12
20
Rutherford J, McGuffin P, Katz RJ, Murray RM, ‘Genetic influences on eating attitudes in a
normal female twin population.’ Psychol Med 1993 May;23(2):425-36
21
Halmi KA, ‘The psychobiology of eating behavior in anorexia nervosa.’ Psychiatry Res 1996
Apr 16;62(1):23-9
22
Braun CM, Chouinard MJ, ‘Is anorexia nervosa a neuropsychological disease?’ Neuropsychol
Rev 1992 Jun;3(2):171-212
23
Stein D, Meged S, Bar-Hanin T, Blank S, Elizur A, Weizman A., ‘Partial eating disorders in a
community sample of female adolescents.’ J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 1997
Aug;36(8):1116-23
24
Maugars Y, Lalande S, Berthelot JM, Potiron-Josse M, Charlier C, Prost A, ‘Sports, bones
and hormones. Multiple interactions.’ Presse Med 1995 Sep 30;24(28):1284-6
25
Favaro A, Dalle Grave R, Santonastaso P. ‘Impact of a history of physical and sexual abuse
in eating disordered and asymptomatic subjects.’ Acta Psychiatr Scand 1998 May;97(5):358-63.
26
Baldo TD, Wallace SD, O'Halloran MS, ‘Effects of intrafamilial sexual assault on eating
behaviors.’ Psychol Rep 1996 Oct;79(2):531-6
27
Zlotnick C, Hohlstein LA, Shea MT, Pearlstein T, Recupero P, Bidadi K, ‘The relationship
between sexual abuse and eating pathology.’ Int J Eat Disord 1996 Sep;20(2):129-34
28
Schmidt U, Evans K, Tiller J, Treasure J, ‘Puberty, sexual milestones and abuse: how are
they related in eating disorder patients?’ Psychol Med 1995 Mar;25(2):413-7
29
30
Waller G, ‘Sexual abuse as a factor in eating disorders.’ Br J Psychiatry 1991 Nov;159:664-71
Gowers SG, North CD, Byram V, Weaver AB, ‘Life event precipitants of adolescent anorexia
nervosa.’ J Child Psychol Psychiatry 1996 May;37(4):469-77
31
Horesh N, Apter A, Lepkifker E, Ratzoni G, Weizmann R, Tyano S, ‘Life events and severe
anorexia nervosa in adolescence.’ Acta Psychiatr Scand 1995 Jan;91(1):5-9
32
Rorty M, Yager J, Rossotto E, ‘Childhood sexual, physical, and psychological abuse in
bulimia nervosa.’ Am J Psychiatry 1994 Aug;151(8):1122-6
33
Folsom V, Krahn D, Nairn K, Gold L, Demitrack MA, Silk KR, ‘The impact of sexual and
physical abuse on eating disordered and psychiatric symptoms: a comparison of eating
disordered and psychiatric inpatients.’ Int J Eat Disord 1993 Apr;13(3):249-57
34
Bonne OB, Bashi R, Berry EM, ‘Anorexia nervosa following gastroplasty in the male: two
cases.’ Int J Eat Disord 1996 Jan;19(1):105-8
35
Kinzl JF, Traweger C, Trefalt E, Biebl W. ‘Eating disorders in women: a representative study.’
Z Ernahrungswiss 1998 Mar;37(1):23-30.
36
37
Hoek HW, Bartelds AI, Bosveld JJ, van der Graaf Y, Limpens VE, Maiwald M, Spaaij CJ,
‘Impact of urbanization on detection rates of eating disorders.’ Am J Psychiatry 1995
Sep;152(9):1272-8
Murnen SK, Smolak L. ‘Femininity, masculinity, and disordered eating: a meta-analytic
review.’ Int J Eat Disord 1997 Nov;22(3):231-42
38
Toro J, Nicolau R, Cervera M, Castro J, Blecua MJ, Zaragoza M, Toro A, ‘A clinical and
phenomenological study of 185 Spanish adolescents with anorexia nervosa.’ Eur Child Adolesc
Psychiatry 1995 Jul;4(3):165-74
39
Rogers L, Resnick MD, Mitchell JE, Blum RW. ‘The relationship between socioeconomic
status and eating-disordered behaviors in a community sample of adolescent girls.’ Int J Eat
Disord 1997 Jul;22(1):15-23
40
Gard MC, Freeman CP, ‘The dismantling of a myth: a review of eating disorders and
socioeconomic status.’ Int J Eat Disord 1996 Jul;20(1):1-12
41
42
Stice, E.; 'Relations of media exposure to eating disorder symptomatology: an examination of
mediating mechanisms.' J. Abnorm. Psychol. 1994. 103(4): 836-840.
43
Verri, A.P.; Verticale, M.S.; y cols. 'Television and eating disorders. Study of adolescent
eating behavior.' Minerva Pediatr. 1997. Jun; 49 (6): 235-243.
Lyon M, Chatoor I, Atkins D, Silber T, Mosimann J, Gray J., ‘Testing the hypothesis of the
multidimensional model of anorexia nervosa in adolescents.’ Adolescence 1997
Spring;32(125):101-11
44
45
Horesh N, Apter A, Ishai J, Danziger Y, Miculincer M, Stein D, Lepkifker E, Minouni M,
‘Abnormal psychosocial situations and eating disorders in adolescence.’ J Am Acad Child
Adolesc Psychiatry 1996 Jul;35(7):921-7
O'Kearney R, ‘Attachment disruption in anorexia nervosa and bulimia nervosa: a review of
theory and empirical research.’ Int J Eat Disord 1996 Sep;20(2):115-27
46
Marchi M, Cohen P, ‘Early childhood eating behaviors and adolescent eating disorders.’ J Am
Acad Child Adolesc Psychiatry 1990 Jan;29(1):112-7
47
Robertson P, Rosenvinge JH, ‘Insulin-dependent diabetes mellitus: a risk factor in anorexia
nervosa or bulimia nervosa? An empirical study of 116 women.’ J Psychosom Res
1990;34(5):535-41
48
Chandy JM, Harris L, Blum RW, Resnick MD, ‘Disordered eating among adolescents whose
parents misuse alcohol: protective and risk factors.’ Int J Addict 1994 Mar;29(4):505-16
49
Molgaard CA, Chambers CM, Golbeck AL, Elder JP, Ferguson J, ‘Maternal alcoholism and
anorexia nervosa: a possible association?’ Int J Addict 1989 Feb;24(2):167-73
50
Bonsch C, Raml E, Seiwald M, Rathner G, ‘Body image of anorexic girls, their mothers and
sisters: a controlled study.’ Psychother Psychosom Med Psychol 1993 Dec;43(12):420-7
51
Rezaul I, Persaud R, Takei N, Treasure J, ‘Season of birth and eating disorders.’ Int J Eat
Disord 1996 Jan;19(1):53-61
52
Bulik CM, Sullivan PF, Fear J, Pickering A. ‘Predictors of the development of bulimia nervosa
in women with anorexia nervosa.’ J Nerv Ment Dis 1997 Nov;185(11):704-7
53
54
Killen JD, Taylor CB, Hayward C, Haydel KF, Wilson DM, Hammer L, Kraemer H, BlairGreiner A, Strachowski D, ‘Weight concerns influence the development of eating disorders: a 4year prospective study.’ J Consult Clin Psychol 1996 Oct;64(5):936-40
Fairburn CG, Doll HA, Welch SL, Hay PJ, Davies BA, O'Connor ME, ‘Risk factors for binge
eating disorder: a community-based, case-control study.’ Arch Gen Psychiatry 1998
May;55(5):425-32
55
56Fairburn
CG, Cooper Z, Doll HA, Welch SL; ‘Risk factors for anorexia nervosa: three
integrated case-control comparisons’. Arch. Gen. Psychiatry. 1999 May;56(5):468-76
57
Davis C, Katzman DK, Kaptein S, Kirsh C, Brewer H, Kalmbach K, Olmsted MP, Woodside
DB, Kaplan AS.; ‘The prevalence of high-level exercise in the eating disorders: etiological
implications.’ Compr. Psychiatry 1997 Nov-Dec; 38(6):321-6
Nielsen, S.; ‘Evaluation of growth in anorexia nervosa forma serial measurements.’ Journal of
Psychiatric Research. 1985.
58
Coners H, Remschmidt H, Hebebrand J.; ‘The relationship between premorbid body weight,
weight loss, and weight at referral in adolescent patients with anorexia nervosa.’ Int J Eat Disord
1999 Sep;26(2):171-8 .
59
60
Hebebrand J, Himmelmann GW, Herzog W, Herpertz-Dahlmann BM, Steinhausen HC,
Amstein M, Seidel R, Deter HC, Remschmidt H, Schafer H., ‘Prediction of low body weight at
long-term follow-up in acute anorexia nervosa by low body weight at referral.’ Am J Psychiatry
1997 Apr;154(4):566-9
Coners H, Remschmidt H, Hebebrand J.; ‘The relationship between premorbid body weight,
weight loss, and weight at referral in adolescent patients with anorexia nervosa.’ Int J Eat Disord
1999 Sep;26(2):171-8 .
61