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Transcript
Trampas de la pobreza en una economía petrolera
Ronald Balza Guanipa
Profesor Investigador
Departamento de Economía
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
Universidad Católica Andrés Bello
[email protected]
1. Justificación del Estudio
La pobreza ha crecido en Venezuela durante las últimas décadas, contribuyendo
definitivamente a la costosa polarización política de nuestros días [ver Riutort y Balza
(2001) y Balza (2002)]. Ello puede parecer una paradoja en un país que ha percibido
importantes ingresos petroleros durante casi un siglo, cuyos gobiernos han declarado su
intención de promover la actividad privada y han aprobado y ejecutado programas de
acumulación de capital físico y humano, adquisición de tecnologías y provisión de bienes
públicos, sin haber logrado ubicarse en una senda de crecimiento estable que impida la
reducción permanente del nivel de ingreso de la población.
La situación de Venezuela es, sin embargo, similar a la de otros países con
abundantes recursos naturales. A diferencia de Noruega y pocos países más, los
exportadores de petróleo y otras materias primas han tenido desempeños económicos tan
decepcionantes que importantes trabajos se han escrito para discutir la existencia y
gravedad de una “maldición de los recursos naturales”. Instituciones fiscales
redistribuidoras, gobiernos interventores y “promotores”, conductas predatorias,
dependencia de una fuente única y volátil de ingresos y desánimo de la actividad
productora de transables son frecuentes argumentos para explicar tal maldición.
En contraste, aunque algunas economías sin recursos naturales también pueden
sufrir de pobreza persistente, otras disfrutan de un crecimiento aparentemente permanente.
Modelos de crecimiento con múltiples estados estacionarios, algunos de ellos subóptimos
en el sentido de Pareto, han sido construidos para discutir este problema. Los estados
estacionarios subóptimos, en algunos casos localmente estables e indeterminados, se
denominan “trampas de la pobreza” o “trampas de subdesarrollo”. Debido a su estabilidad
local, salir de una trampa puede requerir cambios exógenos al sistema. Distintos modelos
indican posibilidades y restricciones de política económica, enfatizando en la acumulación
de capital físico y humano, en la dotación de bienes públicos, la creación de externalidades
positivas, el diseño de programas fiscales específicos y la existencia de profecías
autocumplidas.
Venezuela es una economía con abundantes recursos petroleros, que, a pesar de
haber utilizado parte de sus ingresos en políticas compatibles con el abandono de las
trampas de la pobreza, hoy parece sumida en una de ellas. Este trabajo es el primero de una
serie cuyo objetivo es construir uno o varios modelos que, para describir los posibles
fracasos de una economía petrolera, utilicen el concepto de trampa de la pobreza.
2. Marco Analítico y Metodología
A continuación se presentan las referencias bibliográficas colectadas por el autor
sobre trampas de la pobreza y economías petroleras hasta la fecha. La investigación
propuesta pretende abordar ambos campos de conocimiento para producir una síntesis de
algunos argumentos expuestos en ellos. Aunque el objetivo del trabajo es exponer la
posibilidad de trampas de la pobreza en economías petroleras, el primer resultado de este
trabajo no pretende tomar el caso venezolano como referencia directa.
2.1. Trampas de la pobreza
Los primeros modelos neoclásicos de crecimiento sugerían la existencia de un
estado estacionario único, estable y socialmente óptimo [ver Aghion y Howitt (1999)]. De
tales modelos se concluye que todas las economías crecen en la misma dirección, por lo que
las diferencias entre países ricos y pobres únicamente se deberían a las condiciones
iniciales, y tenderían a desaparecer en el tiempo. Tales conclusiones han sido debatidas en
distintos frentes.
Uno de los frentes es empírico: la pobreza parece un fenómeno persistente en
países, comunidades y familias. Otros son teóricos. Por un lado, tales modelos no
consideraban la importancia de la historia, las instituciones, la distribución del ingreso y la
riqueza. Por otra, modificaciones relativamente sencillas de los sistemas dinámicos
utilizados en los modelos dan origen a equilibrios múltiples y a dinámicas complejas.
Una importante grupo de trabajos, que siguen, entre otros, a Azariadis y Drazen
(1990) y Galor y Zeira (1993), ha sido escrito teniendo en cuenta tales objeciones. En ellos
se construyen modelos con estados estacionarios múltiples, algunos de ellos subóptimos en
el sentido de Pareto, algunos indeterminados, a los que tienden (o de los que se alejan)
trayectorias de equilibrio potencialmente complejas. Los estados estacionarios subóptimos
en tales modelos suelen llamarse trampas de pobreza o trampas del subdesarrollo, y dan
cabida al análisis de variados problemas:¿Por qué no todos los pobres tienden a abandonar
la pobreza? ¿Cuáles son las alternativas y posibilidades de la política económica para
superar una trampa de la pobreza?
Bowles et al (2003) proponen una clasificación de los modelos de trampas en tres
tipos, según se refieran a umbrales críticos, instituciones o vecindades. Los primeros
afirman que, por ejemplo, la acumulación de capital humano es rentable sólo a partir de un
cierto umbral, por lo que las economías que no se encuentren inicialmente sobre dicho
umbral nunca acumularían capital humano y se mantendrían permanentemente en la
pobreza. Por otro lado, los modelos institucionales enfatizan la existencia de instituciones
ineficientes en el sentido de North (1990), que se perpetúan a sí mismas por el tipo de
incentivos y costos transaccionales que crean. Por último, los modelos de vecindad sugieren
que, por ejemplo, mientras mayor sea la proporción de corruptos dentro de una economía
menor es la rentabilidad de no serlo, siendo posible que todos los individuos sean corruptos
a partir de una determinada proporción. En varios de estos modelos, la evolución del
bienestar individual, nacional o de un grupo hacia una trampa de pobreza o fuera de ella es
gobernada por un proceso dependiente de la trayectoria [en un sentido compatible con
North (1990)], en el cual los resultados “buenos” o “malos” se refuerzan a sí mismos.
Varios autores han propuesto causas específicas para la existencia de trampas de
pobreza. Entre ellas, se encuentran las educativas [Azariadis y Drazen (1990), Barham et al
(1995), Giannini (1999), Kim y Kim (2000)], distributivas [Galor y Zeira (1993)],
tecnológicas y comerciales [Baland y Francois (1996) y Iwaisako (2002)], genéticas
[Arifovic, Bullard y Duffy (1997)], fiscales [Benhabib y Farmer (1994), Ghiglino y Sorger
(2002) y Ben-Gad (2003)], gobiernos cleptocráticos [Azariadis (2001)] y fallas de
coordinación [Hoff (2000), Bowles et al (2003) y Slobodyan (2004)]. En muchos de ellos,
la existencia de externalidades (tecnológicas, de información, pecuniarias, reputación de
grupos, efectos de aglomeración o derrames de conocimiento, entre otras) es esencial para
la existencia de las trampas.
El concepto de trampa de pobreza tiene importantes implicaciones de política. El
Santa Fe Institute (2002) las resume en tres: (i) “grandes” intervenciones de política de
corta duración pueden tener efectos de larga duración (ii) “pequeñas” intervenciones de
política de corta duración pueden no tener efectos de larga duración (iii) los efectos de
desventajas pasadas (malas políticas, guerras o enfermedades) pueden tener tener efectos de
larga duración. Bowles et al (2003) advierten que debido a la gran variedad de mecanismos
potencialmente creadores de trampas de la pobreza, es difícil identificar una única
recomendación de política para contrarrestarlas.
Las trampas de la pobreza han sido definidas utilizando diversos marcos analíticos
dentro de la teoría del equilibrio general dinámico. Algunos de los autores citados,
interesados en problemas fiscales, tecnológicos, de distribución del ingreso, de dotación de
bienes públicos o de estructura del mercado, han utilizado el supuesto de agente
representativo con tiempo continuo o con tiempo discreto. Otros autores, interesados en
problemas de educación, fertilidad o comercio internacional, han preferido proponer
modelos con dos o tres generaciones solapadas.
2.2. Economías petroleras
Hallar petróleo en un país puede ser una bendición o una maldición, dependiendo
del país. Siguiendo argumentos expuestos por Murphy, Shleifer y Vishny (1989), algunos
autores supusieron que la industria petrolera podía “empujar” la industrialización de países
en los cuales únicamente las fallas de coordinación inhibían el incremento de la inversión.
Sachs y Warner (1995 y 1998), Lederman y Maloney (2002) y Maloney (2002), entre otros,
han considerado la importancia de la tecnología, la apreciación cambiaria y las profecías
autocumplidas en el éxito o fracaso de un “empujón” petrolero. Warner (1994), desde una
perspectiva diferente, ha considerado el efecto de la actividad petrolera sobre la inversión
en México.
Diversos autores han estudiado aspectos específicos de las economías petroleras. El
efecto inhibidor sobre el sector transable de la apreciación cambiaria provocada por la
exportación de petróleo, conocido como “enfermedad holandesa”, ha sido abordado en
múltiples artículos que siguen a Corden y Neary (1982) y Corden (1984). Entre ellos, un
trabajo reciente de Gylfason (2001) expone algunas razones, básicamente institucionales,
por las que Noruega no ha sufrido los males comerciales de otros exportadores de petróleo
con la misma intensidad.
Las explicaciones institucionales sobre el fracaso de la mayoría de las economías
petroleras son muy sugerentes. Murphy, Shleifer y Vishny (1993), Karl (1997), Habibi
(1998), Tornell y Lane (1999), Manzano y Rigobon (2001) y Mehlum, Moene y Torvik
(2002), entre otros autores, elaboran diversos argumentos para explicar el predominio del
comportamiento predatorio sobre el productivo por parte de buscadores de rentas en
economías con abundantes recursos naturales y políticas fiscales redistribuidoras. Algunos
de los autores mencionados desarrollan modelos que explican la posibilidad de equilibrios
múltiples, algunos de ellos subóptimos en el sentido de Pareto.
Con respecto al crecimiento en economías petroleras, es particularmente importante
para este trabajo un artículo de Rodríguez y Sachs (1999). En él, los autores sugieren que
un incremento en el ingreso petrolero causa un incremento temporal en el producto de la
economía, que tiende a desaparecer en el tiempo. En tal caso, la abundancia de recursos
naturales no permite un cambio permanente en el ingreso real de los agentes de la
economía. En términos de trampas de la pobreza, ello podría significar que una economía
pobre no podría abandonar su pobreza en el largo plazo, a pesar (o a causa) de un
incremento exógeno del ingreso de la economía. Este es el problema central a estudiar en
esta investigación.
2.3. Trampas de la pobreza en economías petroleras
A pesar de reconocer que los gobiernos de economías petroleras cuentan con ingresos
exógenos que pueden destinar a financiar la provisión de capital físico y humano, Ross
(2003) identifica seis vías profusamente estudiadas por medio de las cuales la abundancia
de recursos minerales puede perjudicar a los pobres. Tales son, refiriéndonos
exclusivamente a los exportadores de petróleo:
1. El ingreso petrolero es volátil, y los pobres no pueden protegerse de la
volatilidad
2. Un boom petrolero puede incrementar la desigualdad del ingreso, lo que puede
reducir el efecto positivo del crecimiento sobre la pobreza
3. La dependencia del petróleo puede retrasar el crecimiento
4. Los booms petroleros no crean ni contribuyen a crear empleos no calificados (a
veces destruyen empleos), puesto que inhiben la diversificación de
exportaciones (enfermedad holandesa) y suelen favorecer sólo a industrias tipo
enclave en la economía.
5. La dependencia de riquezas petroleras puede incrementar la probabilidad de
guerra civil
6. La existencia de ingresos petroleros a disposición de los gobiernos puede
reducir el alcance de la democracia al reducir la dependencia de impuestos,
retardar surgimiento de la clase media y aumentar fondos para soborno y
represión.
Teniendo en cuenta tales puntos, un modelo de crecimiento con equilibrios
múltiples para una economía petrolera debería tener en cuenta una o varias de las siguientes
características:
1. Uso de los ingresos petroleros para financiar la acumulación de capital físico y
humano y la adquisición de nuevas tecnologías y bienes públicos.
2. Vinculación entre ingreso petrolero, política fiscal y expansión monetaria.
3. Volatilidad del ingreso petrolero e inestabilidad del tipo de cambio.
4. Impacto de la actividad petrolera sobre la actividad privada no petrolera.
5. Impacto de la actividad petrolera sobre la creación de instituciones, la
distribución del ingreso y la riqueza y la conflictividad política.
6. Agotabilidad de las reservas petroleras e investigación en fuentes energéticas
alternativas.
A partir de los modelos de Ben-Gad (2003) y Slobodyan (2004), es posible explorar
distintas alternativas:
1. Incorporar en las ecuaciones de movimiento de los modelos una parte del gasto
fiscal destinada a favorecer la acumulación de capital humano y físico. A partir
del modelo de Abe (1995), podría lograrse establecer una relación explícita
entre el gasto y los bienes públicos.
2. Incorporar en la restricción presupuestaria del gobierno los ingresos petroleros.
Puede explorarse la posibilidad de suponer una trayectoria exógenamente
definida para esta variable, como hace Zavarce (2003). Incorporar el dinero en
el modelo requeriría considerar la posibilidad de incorporarlo en la función de
utilidad del agente. Debe tenerse en cuenta la dificultad que supone incorporar el
tipo de cambio en el modelo de Ben-Gad (2003), diseñado para una economía
cerrada.
3. Las trayectorias de la producción y el precio del petróleo fueron estudiadas
dentro de un marco analítico similar al de agente representativo por Hotelling
(1931). Su aproximación puede ser aún útil, como se sigue de Manzano (2000).
4. La volatilidad del ingreso petrolero puede requerir de la incorporación explícita
de incertidumbre en el modelo, algo que puede hacerlo más complejo de lo que
sea posible manejar en el tiempo de estudio propuesto. Sin embargo, puede
surgir en un modelo determinístico un continuo de equilibrios a partir de las
mismas condiciones iniciales (el problema de la indeterminación). En estos
casos, la determinación de una entre infinitas trayectorias de equilibrio puede
explicarse recurriendo al “espíritu animal”, las profecías autocumplidas o
manchas solares, como hacen Benhabib y Farmer (1994), Farmer y Guo (1994),
Ben-Gad (2003) y Slobodyan (2004)1.
5. Distinguir el efecto de la actividad petrolera sobre la actividad privada puede
hacerse considerando privados el capital físico y el humano en el modelo de
Ben-Gad (2003). Sin embargo, importantes aspectos adicionales, como su
impacto sobre la distribución del ingreso, pueden complicar excesivamente el
modelo. Posiblemente sea más fácil elaborar un modelo diferente a partir de
Galor y Zeira (1993) o Ghiglino y Sorger (2002).
3. Producto de la Investigación y Diseminación de Resultados
Este proyecto de investigación debe culminar en la presentación de un trabajo con el
título tentativo de Trampas de la pobreza en una economía petrolera, a ser preparado entre
principios de junio y finales de noviembre de 2004. Este trabajo estaría compuesto por
diversos modelos, intentando discutir al menos dos de los problemas planteados en la
sección anterior.
El trabajo acabado será presentado para ascender a la categoría de profesor agregado
en la Universidad Católica Andrés Bello, y ofrecido para su publicación en primer lugar al
Banco Central de Venezuela. Para la diseminación de los resultados mediante
presentaciones en seminarios y conferencias con investigadores y/o hacedores de política
durante y luego de concluida la investigación, el autor queda a disposición del Banco
Central y de la Universidad Católica.
4. El Equipo de Investigación
El trabajo propuesto será realizado por Ronald Balza Guanipa, Magister en Teoría
Económica de la UCAB y miembro del IIES-UCAB.
5. Presupuesto y la Institución
Para llevar a cabo la investigación, es esencial el acceso a artículos publicados en
revistas y a nuevos libros. Hasta ahora, el investigador ha utilizado libros adquiridos
previamente, y ha podido encontrar importantes trabajos gracias a la Biblioteca del Banco
Central y REDECONOMIA. Sin embargo, sería útil para el investigador disponer en la
1.
Actualmente, el llamado problema de las manchas solares es “determinar cómo una señal
observable sin influencia en los fundamentos [de la economía, como las funciones de utilidad o
las dotaciones individuales] pueden tener, sin embargo, efecto sobre los precios por la via de las
expectativas” [Mas-Colell et al (1996), pág. 709 n. 24]. Si las asignaciones de consumo
dependen de una variable aleatoria que no afecta los fundamentos, se dice que hay un equilibrio
con manchas solares. Entre otras razones, Shell (2002) afirma que pueden surgir cuando hay
restricciones a la participación en los mercados, información asimétrica, mercados incompletos,
competencia imperfecta, externalidades en la producción o el consumo, no convexidades en la
producción o el consumo o indeterminación monetaria. Importantes contribuciones iniciales
fueron las de Azariadis (1981), Azariadis y Guesnerie (1986), Cass y Shell (1983) y Woodford
(1991). Importantes libros de referencia son los de Azariadis (1993), Farmer (1993), Sargent
(1993) y Evans y Honkapohja (2001).
Universidad Católica de los siguientes libros, cuyo precio ha sido tomado (sin contar costos
de transporte) de amazon.com:
Libro
Claudio Irigoyen Solutions Manual for Recursive Methods in Economic Dynamics
Precio
$39.95
Rodolfo E. Manuelli, Thomas J. Sargent (Contributor) Exercises in Dynamic Macroeconomic
Theory
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Tonu Puu Mathematical Location and Land Use Theory: An Introduction (Advances in
Spatial Science)
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Tonu Puu Attractors, Bifurcations & Chaos: Nonlinear Phenomena in Economics
$119.00
Tonu Puu Oligopoly Dynamics: Models and Tools
$89.95
J. Cremer, D. y Salehi-Isfahani Models of the Oil Market
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Michael Woodford Interest and Prices : Foundations of a Theory of Monetary Policy
$60.29
Jerome Adda y Russell W. Cooper Dynamic Economics : Quantitative Methods and
Applications
$35.00
Jean-Pascal Bénassy The Macroeconomics of Imperfect Competition and Nonclearing
Markets: A Dynamic General Equilibrium Approach
$35.00
Philippe Aghion (Editor), Roman Frydman (Editor), Joseph Stiglitz (Editor), Michael
Woodford Knowledge, Information, and Expectations in Modern Macroeconomics: In Honor
of Edmund S. Phelps
$39.91
David de la Croix, Philippe Michel A Theory of Economic Growth : Dynamics and Policy in
Overlapping Generations
$22.00
$40.08
Ben J. Heijdra The Foundations of Modern Macroeconomics
Joseph E. Stiglitz y Bruce Greenwald Towards a New Paradigm in Monetary Economics
$20.68
Elinor Ostrom Governing the Commons
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Alberto Alesina y Nouriel Roubini Political Cycles and the Macroeconomy
$32.00
Ha-Joon Chang Rethinking Development Economics (Anthem Studies in Political Economy
and Globalization)
$29.95
Samuel Bowles Microeconomics : Behavior, Institutions, and Evolution
$49.50
6. Bibliografía básica
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